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Decisiones y políticas educativas deberían estar en manos de los educadores: expertos

Por:  Erick Juárez Pineda

“Las decisiones y políticas educativas deberían estar en manos de los educadores, sin embargo, está en manos de políticos y burócratas que no la han estudiado, y, en muchas ocaciones, no logran entenderla”, señaló Roberto Rodríguez, investigador de la UNAM

Durante la mesa de debate “Política y Educación” realizada en el XIV Congreso Nacional de Investigación Educativa, el académico agregó que la gran mayoría de los secretarios de educación no son educadores, por lo que le han dado un ritmo sexenal y electoral a todas las políticas en la materia.

Por ello, señala, los políticos siempre han buscado cómo controlar a los maestros y educadores, sin embargo, somos nosotros quienes nos debemos preguntar  cómo podemos controlarlos a ellos.

Llevamos un largo tiempo de reformismo educativo; viene del 71, 93, 2000, 2013… Todas ellas con experimentos de políticas educativas; sin embargo ninguna les ha salido bien.

Por su parte, Hugo Casanova, investigador de el IISUE de la UNAM, advirtió que con la educación, el gobierno se disputa un control social a través de las escuelas, así como la formación política de los ciudadanos.

Señaló que al dirigirse a los expertos y comunidad educativa, la SEP lo hace como si se tratara de comunicar con personas ignorantes, pero al parecer “ellos son los que no entienden que esta comunidad es un grupo crítico, analítico y que no está de acuerdo con lo que ellos proponen”.

Finalmente, subrayó que este gobierno del presidente Enrique Peña Nieto pasará a la historia como el periodo de gran resistencia magisterial,  exponiendo que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y sus simpatizantes “siguen en pie de lucha y más vivos que nunca”.

Para Imanol Ordorika, coordinador del Seminario de Educación superior de la UNAM, dijo que no debe separarse la educación de la política, pues la educación es un espacio político y las instituciones educativas son un espacio político de la sociedad.

Todo lo educativo tiene un trasfondo político; en las instituciones y procesos educativos se juega una confrontación entre proyectos del gobierno y de la sociedad. La reforma tenía un objetivo político: controlar a los maestros.

Finalmente, señaló que en la educación se disputa un proyecto de acumulación del capital, contra un proyecto de equidad y democratización de la educación.

“Se debate el acceso a la educación, recursos económicos , usos del conocimiento de lo que se quiere compartir y los actores fundamentales que son los maestros. Se quiere una percepción del mundo que esté sujeta a la voluntad del estado y de grupos empresariales”, concluyó.

En su intervención, Alberto Arnaut, académico de El Colegio de México explicó que se ha sometido al magisterio a la “piedra de los sacrificios educativos”, por lo que se ha desatado una  disputa política por la defensa de la estabilidad laboral de los docentes.

Por último, Manuel Gil Antón, director editorial de Educación Futura e investigador de El Colmex, puntualizó que la actual reforma es, sobre todo, política y exhibe al magisterio como el único culpable del problema, todo ello, basado en los resultados de las pruebas estandarizadas.

El magisterio ha sido acusado, enmudecido y desprestigiado.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/decisiones-y-politicas-educativas-deberian-estar-en-manos-de-los-educadores-expertos/

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México: La innovación y la investigación son parte de la educación

México / 19 de noviembre de 2017 / Autor: Nelly Toche / Fuente: El Economista

Buscan visibilizar las ideas más disruptivas del continente y conectar a sus creadores con expertos en emprendimiento e innovación

Hoy 35 jóvenes se suman a los más de 220 innovadores y emprendedores premiados a través del proyecto Innovators Under 35, por primera vez en su versión Latinoamérica con sede en México se da la oportunidad de visibilizar las ideas más disruptivas del continente y conectar a sus creadores con los expertos nacionales e internacionales más destacados en emprendimiento e innovación.

Uno de los ejemplos es Barbarita Lara de Chile, quien fue una de las ganadoras en la Categoría Inventores con su proyecto Sistema de Información de Emergencia (Sie).

Aunque los sistemas de comunicación se han convertido en una herramienta importante e incluso indispensable para las sociedades actuales, en casos de crisis y desastres naturales tienden a fallar, este es un punto clave cuando  la información rápida, precisa  y fiable, es fundamental para salvar vidas.

Esto México lo ha comprobado recientemente y lo tiene más presente y aprendido que nunca, pero lugares como Chile comparten estos mismos fenómenos,  “Generalmente tenemos dos desastres naturales potentes al año, en el 2010 yo viví mi primer terremoto, este afecto prácticamente el 80% de las comunicaciones y nos paralizó a todos, simplemente nadie sabía qué hacer y no estábamos preparados”.

En respuesta a sistemas de información ineficientes en escenarios de crisis es que Barbarita imaginó un sistema capaz de enviar datos codificados  con información sobre el suceso a smartphones.

Hoy esto es una realidad. “Si se pudo ganar una guerra solamente utilizando el código morse, encriptando información, codificándola y mandándola, ¿por qué no podemos utilizar esto para el bien de las personas?”, dijo en entrevista.

“Está reconocido que la radio es el método más seguro para no perder contacto con la información en catástrofes, lo que nosotros hacemos es encriptar la información en audio en alta frecuencia, (inaudible para el oído humano), con los mensajes enviados por las vías formales (generalmente el gobierno), después lo metemos en la misa señal de radio, cuya infraestructura ya existe en la mayoría de los países, para que se pueda decodificar y en cualquier lugar donde pueda llegar la radio tú puedes recibir los mensajes con tu celular o un ordenador que previamente tenga descargada la aplicación pero sin necesidad de conexión a internet o una red telefónica,”.

Las universidades privadas en México asumen un nuevo papel

Innovators Under 35 es un proyecto organizado por MIT Technology Review en español (publicación del Instituto Tecnológico de Massachusetts) y vio aliados importantes en la Universidad Panamericana y Opinno para realizar la versión Latinoamericana.

Sobre esta alianza, José Antonio Lozano Díez, rector general de la UP e Ipade, explicó que en México las universidades privadas son relativamente nuevas, las de mayor prestigio tienen alrededor de 50 años de existencia y durante muchos años el enfoque para estas instituciones fue simplemente formar buenos profesionistas y ahí terminaba la labor, “hoy las universidades privadas entendemos que somos corresponsales del desarrollo del país y que no podemos vivir de espaldas a lo que sucede fuera de las aulas”.

Dijo que esto se junta con una necesidad de innovación innata de las nuevas generaciones, pues ellos ven en la tecnología una solución de futuro y eso los apasiona, además son generaciones más colaborativas y eso genera un ambiente idóneo para la investigación e innovación.

Prueba de ello es que alumnos de la UP y del MIT en el verano del 2018 colocarán dos micro satélites en el espacio, “que sucediera eso con alumnos de una universidad privada, pequeña y mexicana, parecía un sueño pero ya se está consiguiendo porque la tecnología nos está permitiendo esas cosas, por ello podríamos hablar de un nuevo momento para las universidades en México”.

Y más allá, indicó Lozano, “si conseguimos que la cuádruple hélice se forme bien como modelo colaborativo (universidades, empresas, gobierno y sociedad) vamos a conseguir que México en los próximos años sea potencia en innovación”.

Por su parte Alvar Sáenz Otero, director del laboratorio de Sistemas Espaciales del MIT, aseguró en entrevista que afortunadamente y separado del ambiente político, en el mundo académico las alianzas siguen trabajando en encontrar las áreas comunes de investigación, “siento que en las últimas décadas el área académica ha sobrepasado las barreras políticas”.

Específicamente en el área de investigación aeroespacial, dijo que no hay una barrera internacional, la barrera que existe es económica, pero eso es a nivel de cualquier nación, “yo desde el MIT trabajo mucho en conseguir fondos, es mi parte como director y a los estudiantes utilizarlo bien, por ello las alianzas complementan esos fondos que probablemente no llegarían por un solo lado”.

Agregó que, por ejemplo, que existiera una Agencia Espacial Mexicana, fue un punto importante de referencia para saber que podían voltear a México y que podía existir investigación en esta área, “la semilla es importante, en este caso fue la AEM y de ahí aunque la agencia no ha crecido tanto, lo que sí ha crecido es el querer investigar y eso es muy importante”.

En ese sentido, dijo que las universidades privadas ya están empujando también la investigación, esto no pasa todavía en todo el mundo, pero nosotros nos dimos cuenta de ello aquí; es un cambio importante de pocos años, que bueno que se dieron cuenta que la innovación y la investigación es parte de la educación, por eso el MIT ya tiene claro que se puede acercar a esta (la UP) y a otras instituciones privadas en México y generar alianzas importantes.

Fuente de la Noticia:

https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/La-innovacion-y-la-investigacion-son-parte-de-la-educacion–20171116-0094.html

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Guatemala: El 70% de los niños menores de 5 años en el país está en la pobreza, confirma estudio

Centroamérica/Guatemala/ 18.11.2017 / Fuente: www.prensalibre.com.

Investigación refleja, además, que ese sector de la población registra una preocupante desnutrición crónica.

En Guatemala el 70 por ciento de los menores de 5 años está en pobreza y tiene desnutrición crónica, reveló el estudio The Lancet, un proyecto de análisis sobre la inversión y desarrollo de la primera infancia.

La investigación detalla que en el país hay 2.7 millones de menores de 6 años, de los que un millón se encuentran en pobreza y unos 800 mil en extrema pobreza.

El análisis revela, además, que la mortalidad materna es de 108 por cada cien mil nacidos, una de las cifras más preocupantes para los autores del estudio. 

Según el estudio, esas condiciones en la niñez hacen que Guatemala afronte situaciones smiliares a las de los países africanos, donde la pobreza extrema, desigualdad social y falta de oportunidades son una constante.

De acuerdo con Rafael Pérez, director del programa de Salud Global de la Universidad de Yale, impulsora del estudio, Guatemala tiene la más baja inversión en el continente para niños menores de 5 años, un aproximado del 0.4 por ciento del producto interno bruto.

«La desnutrición crónica afecta a uno de cada dos niños y niñas menores de 5 años, y la cobertura pública en el ámbito de aprendizaje temprano es casi inexistente desde el nacimiento hasta los 4 años, y la educación inicial de 4 y 5 años alcanza al 13.4 por ciento», enfatizó Pérez.

Recomendaciones

Las propuestas del estudio para el país son, en principio, crear políticas públicas que faciliten un cuidado a los menores, como licencias de paternidad remuneradas para madres y padres, pausas para lactancia materna durante turnos de trabajo y licencias pagadas para que los padres cuiden a sus hijos enfermos.

«La cobertura pública en el ámbito de aprendizaje temprano es casi inexistentes desde el nacimiento hasta los 4 años». Rafael Pérez, director del programa de Salud Global de la Universidad de Yale.

Además, recomiendan crear capacidad para favorecer el desarrollo en la primera infancia mediante coordinación multisectorial, y garantizar la rendición de cuentas en todos los servicios de desarrollo infantil, aumentar la investigación y fomentar liderazgo.

The Lancet también enfatizó en las bases para que una niñez pueda tener un desarrollo infantil integral: nutrición, seguridad y protección, salud, atención y afecto, así como un aprendizaje temprano.

Fuente de la reseña: http://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/el-70-de-los-menores-de-5-aos-en-el-pais-esta-en-la-pobreza-dice-estudio

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Libro: Nuevos enfoques sobre el desafío de la inclusión en la enseñanza media

Por:  Ema Zaffaroni

Derecho a la educación y mandato de obligatoriedad en la Enseñanza Media. La igualdad en cuestión. Coordinadores: Pablo Martinis, María Noel Míguez, Nilia Viscardi, Adriana Cristóforo. Colaboradoras: Paula Achard, Sofía Angulo, Camila Falkin, Verónica Habiaga. Edición: Universidad de la República, Comisión Sectorial de Investigación Científica. 2017.

Lejos de presentar una visión simplista, cerrada, conformista con diagnósticos recurrentes, el libro Derecho a la educación y mandato de obligatoriedad en la Enseñanza Media aborda algunas problemáticas desde la investigación educativa y desde la psicología, dejando en evidencia el grado de complejidad que adquieren esas tensiones de la enseñanza media en nuestro país.

Desde el título ya encontramos pistas en relación con los nudos problematizadores: derecho a la educación y mandato de obligatoriedad. Podríamos preguntarnos cómo debe leerse esta primera parte del título: ¿esta dupla está planteándose en términos de oposición o de complementariedad? Si la educación está concebida como un derecho, entonces es discutible que deba ser obligatoria, y, a la inversa, si es obligatoria, qué sentido tiene promulgar que es un derecho. Punto interesante para reflexionar y perspectiva no común en los debates. Como si esta especie de acertijo no fuera suficiente, el título termina con una frase demoledora: la igualdad en cuestión. Eso que ha sido a lo largo de la historia de este país, una especie de buque insignia, desde el discurso vareliano en adelante, sobre el rol de la educación como igualadora, aquí se cuestiona. Y lo hace desde una mirada profunda y compleja, en el sentido de en qué medida es el propio sistema el que, a través de sus prácticas, pone en peligro la igualdad. Es decir que, ya desde el título, se entretejen tres nudos bien complejos: el derecho a la educación, el sentido de la obligatoriedad y la cuestión de la igualdad.

¿Cómo se despliega, luego, la trama? A partir de las investigaciones realizadas para este libro y correspondientes a trabajos anteriores, se abordan cuestiones que atraviesan al sistema educativo hoy, especialmente en la enseñanza media, y a todos sus protagonistas, estudiantes, docentes, directivos, familias y comunidad.

Lo primero que me parece importante destacar del planteo de los autores es el énfasis que traduce respecto de la complejidad del acto educativo, más que del acto, diría de todo el proceso educativo, en toda su extensión, ese proceso que, no se sabe a ciencia cierta, dónde comienza y dónde termina. El libro muestra con precisión la complejidad que habita el acto mismo, es decir, el momento de la clase, ese momento único e irrepetible, tanto para el profesorado como para el estudiantado. Cómo vive ese momento el que enseña, el que aprende, o mejor dicho, los que enseñan y los que aprenden, porque justamente algo que queda claro es que este proceso se vive en claves diferentes y es muy difícil –y me arriesgaría a decir peligroso– generalizar. También analiza el contexto, es decir, las instituciones educativas en las que se desarrolla ese acto y el afuera, los contextos de donde provienen los estudiantes, o, mejor dicho, la percepción y el discurso que elaboran docentes e instituciones sobre esos contextos.

El afuera y el adentro

En grandes líneas, el problema principal que plantean los cuatro trabajos del libro refiere a las dificultades para procesar la educación en los actuales contextos. A partir de allí, se disparan varios asuntos, algunos de ellos, diría yo, ya son clásicos, mientras que otros resultan desafíos sustantivos que hay que enfrentar para pensar posibles modificaciones de las realidades actuales. Una visión muy generalizada en los discursos, aunque no sé si podríamos llamar hegemónica, refiere a poner en el afuera del sistema educativo la mayor parte de las problemáticas y visualizar que este no se encuentra preparado para recibir a las poblaciones que ahora acceden a la enseñanza media (cumpliendo con el mandato de la universalización y la inclusión, es decir, de la obligatoriedad aludida en el título).

Se insiste en que esas poblaciones vienen con códigos propios que no son los del sistema, que no tienen la base para poder transitar por el liceo. “En este sentido, podemos señalar que el mandato de universalización interpela a los actores de la enseñanza media, los cuestiona en su identidad tradicional. Quizá la principal dificultad a la que nos enfrentamos es que la interpelación se produce desde una discursividad sociopolítica y jurídica que podría sintetizarse en el mandato ¡incluyan!, pero sin que tenga un correlato del todo desarrollado en términos de la oferta de un discurso pedagógico que sustituya al tradicional de la educación media” (Martinis y Falkin: 52).

Esa interpelación llega al punto más extremo cuando se pone en duda si esas poblaciones pueden o no pueden aprender, es decir, se pone en duda el principio de educabilidad. Allí estamos cuestionando todo nuestro ser docente. Allí, la interpelación alcanza los abismos más profundos a nivel profesional, emocional y personal. Pero también institucional.

En el resto del discurso, sin llegar a ese extremo, es decir, cuando la interpelación no se produce o se queda en la superficie, se encuentran una serie de afirmaciones que en su gran mayoría parecen fundamentar la problemática en el otro, en el que viene de afuera, el que no está preparado, el que viene sin saber nada, el que en la casa no aprende nada… lo interesante es que este discurso no refiere solamente a la queja, sino también a la causalidad. Es decir, en general, el primer asunto que aparece cuando se plantea algún tipo de dificultades u obstáculos en el proceso de aprender, se recurre al contexto: vulnerabilidad, pobreza, abuso, falta de familia, contexto de violencia o drogadicción.

El asunto entonces es cómo se evalúa el contexto, porque creo que todos pensamos que el contexto tiene importancia e incidencia en las posibilidades de aprender de un adolescente, pero también sabemos que eso es bien diferente a plantear que es determinante. El mayor riesgo de esta postura es que obtura todo proceso de investigación, análisis y reflexión dentro de la institución, de la clase y del proceso de enseñanza, porque total, si todas las causas están en el afuera, entonces no vale la pena explorar lo que sucede adentro. Y, además, esta postura condena a sectores de la población a seguir quedando afuera del sistema, por lo tanto, contradice la inclusión, la educabilidad, y entonces cuestiona la igualdad de oportunidades.

Las “soluciones” propuestas desde el afuera

Este enfoque del problema tiene otra ramificación, que se vincula con algunos de los planteos de los dos trabajos del libro que provienen del área de la psicología, y que refieren a cómo ese afuera, ese contexto, en muchos casos, recurre a soluciones fáciles para esos adolescentes. Así aparece la sobrediagnosticación sobre dificultades de aprendizaje, que resulta ser un gran paraguas en el que incluimos desde el estudiante que presenta ritmos o incluso intereses distintos hasta los que realmente presentan algún tipo de dificultad cognitiva, que, como sabemos, son una minoría. “La necesidad de diagnosticar lo diferente siempre se constituye desde una lógica del déficit, de aquello que falta para cumplir con una expectativa. Lo diferente en la educación pasa por aquel estudiante que no logra alcanzar las demandas y expectativas escolares, esas que lo anteceden desde lo instituido, el deber ser de las instituciones” (Cristóforo y Achard: 228).

Y la respuesta, en muchos casos, es la medicalización. Si no podemos con estos adolescentes, entonces, calmemos sus disrupciones, tratemos de normalizarlos, de homogeneizarlos. Inclusión y universalización estarían, entonces, reforzando la idea del papel homogeneizador del sistema educativo. Y uno se pregunta: ¿dónde quedó aquello de la educación liberadora?

Volviendo al interior de la institución y siguiendo con esta perspectiva de ubicar la problemática en el afuera, entonces el profesor no puede hacer nada o, por lo menos, no puede hacer lo suficiente. Aquí se suma en los discursos, muy frecuentemente, el tema de la falta de preparación de la formación docente para esta realidad. Sería interesante saber cuándo egresaron los docentes entrevistados, de qué centros de formación docente, para poder tener alguna noción de qué formación recibieron. Y más allá de eso, me parece interesante incluir la discusión sobre cómo hace una institución para formar a sus profesores para la sociedad que va a existir varios años después, ¿cómo puede saber cómo será esa sociedad? Sobre todo, cuando la sociedad está mostrando signos de fractura social que no estaban previstos en la matriz de esas instituciones formadoras. Este discurso docente es otra faceta de seguir poniendo la causa del problema afuera y evitando el análisis, la reflexión y las modificaciones de las prácticas individuales y colectivas.

Por último, en relación con este aspecto de depositar el problema en el afuera, entonces no es educativo, no es responsabilidad del docente. Por eso es necesario que haya más asistentes sociales, psicólogos, educadores sociales, psicopedagogos y, además, porteros y policías, porque la violencia es otro de los problemas que azotan las instituciones educativas, y también viene de afuera según los discursos relevados.

Creo que es muy difícil lograr visualizar un equilibrio en los análisis de estos discursos, en donde poder ubicar correctamente la incidencia del contexto, la de la institución, la de las prácticas educativas, las de la vocación, las del malestar docente, para poder llegar a una aproximación a una explicación de lo que sucede en nuestras instituciones de nivel medio. “Estos argumentos ponen de manifiesto que el/la docente debe correrse del lugar de víctima desde el cual sostiene que los problemas surgen fuera del liceo y es allí donde se resuelven. Los/las docentes deben salirse de ese rol para problematizar lo que sucede en sus aulas y repensar las pedagogías propuestas en función de las características de sus estudiantes. Esto no sólo generaría un mayor y mejor vínculo con las adolescencias, sino que podrían desplegar sus prácticas pedagógicas para las que se formaron” (Míguez y Angulo: 213).

¿El aprendizaje o los aprendizajes?

Por otro lado, me gustaría aportar una preocupación que ronda por mi cabeza desde hace ya bastante tiempo y que la lectura de este libro ha vuelto a despertar. Creo que hemos avanzado mucho en el proceso de los diagnósticos. Tenemos un instituto dedicado especialmente a evaluar el sistema educativo y, por lo tanto, a elaborar diagnósticos a partir de esas evaluaciones. La academia investiga desde diferentes perspectivas y suma aportes de investigadores preocupados por el tema. Sin embargo, no sé si este avance en los diagnósticos se ve reflejado en posibles caminos de modificación, de cambios, reformas, nuevas formas de pensar la institucionalidad y la enseñanza.

Porque, en definitiva y volviendo al título de este libro, todas las personas tienen derecho a la educación: eso no se discute, está claramente sostenido en la ley y en la conciencia de todos. Por lo tanto, todos, también los vulnerables, los pobres, los que no tienen una familia que los sostenga, los que viven en ambientes de violencia, todos ellos tienen derecho a acceder a las instituciones de enseñanza media, a permanecer y a poder egresar. Me gustaría agregar que, además tienen derecho a aprender. Y acá está la cuestión primordial: ¿qué quiere decir aprender?; ¿qué tienen que aprender?

Algo que se rescata en el libro y me alegra mucho es que para aprender tiene que haber cierta voluntad y también cierto deseo. Ya hace muchos años que hemos desinstalado el binomio enseñanza-aprendizaje como si fueran inseparables y como si hubiera una relación causal y mecánica entre un proceso y el otro. Hay un sujeto que enseña y otro que aprende: dos sujetos, dos acciones, dos deseos, dos actitudes. Por supuesto que enseñar quiere decir hacer todo lo posible para que el otro aprenda; o sea, esta postura no exime de responsabilidades al cuerpo docente. Por el contrario, lo profundiza. Pero me parece que el desafío es qué y cómo. Porque, siguiendo con el título, deberíamos pensar un poco más en esto de la igualdad. Creo entender que los autores plantean, en términos generales, que las instituciones educativas no están respetando la igualdad o, por lo menos, están cuestionándola, porque, en cierto modo, discriminan, señalan, algunos incluso dicen que expulsan a los estudiantes que no encajan con el sistema.

En esa misma línea, se desliza a lo largo de los trabajos otro cuestionamiento respecto de la igualdad, que está vinculado a preguntarnos si todos tienen que aprender lo mismo, en el mismo tiempo, a la misma edad. Aquí hay una profunda cuestión respecto de cómo consideramos la igualdad y cómo nos hacemos trampas al solitario todo el tiempo. Por un lado, sostenemos que todos somos diferentes, somos capaces de visualizar la importancia que tiene el contexto en los aprendizajes, las desventajas con las que llegan algunos estudiantes a la enseñanza media. Sin embargo, a la hora de enseñar, de evaluar, de exigir, pretendemos homogeneizar: les enseño a todos lo mismo, les pongo la misma prueba, los evalúo con los mismos criterios.

Si bien cada vez estoy más convencida de que esto no debe ser así, quiero quebrar una lanza por los docentes, porque sin duda esto, que es muy fácil decirlo y hasta criticar a los que no lo ven así, es muy difícil de implementar. A pesar del camino que se abre a partir de las adecuaciones curriculares, tengo la impresión de que la enseñanza sigue tendiendo a ser homogeneizadora.

La imperiosa necesidad de repensarnos

De todos modos, lo que parece claro es que, si lográramos modificar algunas actitudes y conductas, seguramente conseguiríamos transformar las instituciones en ámbitos de convivencia, de enseñanza y de aprendizaje. Algunos de esos cambios podrían pasar por el trabajo comprometido de docentes y directivos, el vínculo con la familia y la comunidad, el vínculo afectivo entre profesores y estudiantes, el rescate del saber disciplinar para un mayor trabajo interdisciplinario, el desarrollo de la creatividad. Y, sobre todo, animarnos a romper los moldes y apostar a descubrir, junto a los estudiantes, qué sentido tiene aprender.

Para eso hay que seguir caminando y abriendo puertas, porque “todas estas voces nos advierten en la necesidad de repensar la implicancia de habitar juntos el espacio escolar. Esta, como tantas discusiones en torno a la educación, se ha simplificado en la demonización de estudiantes imposibles y la victimización de docentes imposibilitados. Esa simplificación ha entrampado la discusión porque coloca a los docentes en una paralizante imposibilidad. Es decir, refuerza una apelación melancólica al pasado que inmoviliza, en tanto evoca aquello que fue y obstaculiza la construcción de lo que será. Esto constituye un punto central de la cuestión, puesto que los docentes son una pieza clave en la construcción de lo nuevo (no de lo innovador) como lo portador de posibilidad y no como superación de lo ya existente” (Viscardi y Habiaga: 143).

Nota: las citas bibliográficas corresponden a los cuatro artículos que componen el libro, a cargo de Paula Achard, Adriana Cristóforo, Sofía Angulo Benítez, Camila Falkin, María Noel Míguez, Pablo Martinis, Nilia Viscardi y Verónica Habiaga.

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2017/11/nuevos-enfoques-sobre-el-desafio-de-la-inclusion-en-la-ensenanza-media/#!

 

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Chile: Estudio desmitifica uso de vídeos en el aprendizaje

Chile / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: CIAE

Experimento con un grupo de universitarios encontró que éstos recordaban más las imágenes fijas que las en movimiento. La explicación está en la teoría de la carga cognitiva, que plantea que nuestra memoria de trabajo, aquella con la que procesamos

Vivimos en un ambiente donde lo visual se impone cada vez más. Por eso, los videos, animaciones y otras imágenes en movimiento son cada vez más usados como herramientas educativas. Sin embargo, un reciente estudio advierte sobre los mitos acerca de la efectividad del uso de videos y animaciones en el aprendizaje.

El estudio, elaborado por investigadores del CIAE de la U. de Chile, de la Universidad Erasmus Rotterdam (Holanda) y de las universidades de New South Wales y Wollongong (Australia), reclutó a un centenar de estudiantes universitarios—hombres y mujeres—quienes debían someterse a dos tareas de memorización de doce símbolos abstractos que les presentaban en un computador. En la primera tarea, los estudiantes debían observar una animación en la cual se mostraba cada símbolo, uno por uno, hasta completar 96 segundos. En la segunda tarea, se les presentaba la totalidad de los símbolos en una sola imagen fija, por los 96 segundos totales. La mitad de los estudiantes hicieron, primero, el ejercicio de observar y memorizar la animación, mientras que la otra mitad realizó en primer lugar la tarea de las imágenes fijas.

Los investigadores encontraron que los estudiantes recordaban menos símbolos correctamente tras observar la animación que cuando miraban la imagen estática.

La explicación está en la memoria de trabajo y en la teoría de la carga cognitiva (ver infografía), una teoría de la sicología educativa comenzada hace más de 30 años, que formula que nuestra capacidad de procesar información es limitada, explica Juan Cristóbal Castro Alonso, investigador del CIAE, quien participó del estudio. La memoria de trabajo es aquella memoria de corto plazo, que nos permite integrar información nueva con los conocimientos previos, y por tanto, aprender. Al igual que un computador, la memoria de trabajo tiene límites de capacidad: es capaz de procesar aproximadamente un máximo de 5 conceptos nuevos y retener la información por menos de 20 segundos, tras los cuales, otra información interfiere y hace olvidar la información previa (ver infografía).

En el ejercicio al que se sometieron los estudiantes universitarios, frente a una imagen fija, la memoria se puede tomar todo el tiempo del mundo para analizar y memorizar, lo que no sucede con las imágenes transitorias que generalmente se incluyen en animaciones. Además, muchas veces la animación obliga a seguir cierta secuencia que podría no ser la más óptima para aprender.

En consecuencia, los investigadores recomiendan que el diseño de materiales educativos debe tomar en cuenta estas limitaciones en la memoria de trabajo, y no siempre privilegiar animaciones o videos sobre imágenes fijas.

 “Estos resultados son coincidentes con la evidencia internacional y sugieren que el uso de videos y/o imágenes con fines educativos debe hacerse tomando ciertas precauciones. Muchas veces un exceso de información visual puede dificultar el aprendizaje”, dice Castro-Alonso.

En otro estudio relacionado, un equipo liderado por Castro-Alonso recopiló y analizó más de 20 estudios que comparaban el impacto en el aprendizaje de imágenes fijas versus imágenes en movimiento, muchos de los cuales encontraban que las imágenes transitorias eran más efectivas. Sin embargo, los investigadores encontraron que dichos estudios no controlaban de manera adecuada factores anexos que sí influyen en la percepción y en la memoria. Por ejemplo, comparaban imágenes monocromáticas versus imágenes en blanco y negro; imágenes pequeñas con otras más grandes; o imágenes impresas con otras en computador.

“Esta revisión muestra claramente el impacto de muchos factores que inciden en el aprendizaje y cómo no controlarlos puede producir efectos instruccionales no esperados”, dice el investigador.

Link para la descarga de la Infografía:

http://www.ciae.uchile.cl/download.php?file=noticias/00_1508954411.pdf

Fuente de la Noticia:

http://www.ciae.uchile.cl/index.php?page=view_noticias&id=1261&langSite=es&externo=boletin

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Libro: Política educativa. Una mirada al quehacer profesional (Digital)

México / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Dalia Ruiz Ávila (coordinadora) / Fuente: UPN

México: UPN, 2013, 155 pp.

ISBN 978-607-413-166-6

En esta obra se presentan 10 trabajos que abordan problemáticas educativas relacionadas con América Latina y México, con los diferentes niveles educativos impartidos y la formación de investigadores en las instituciones de educación superior.

El contenido está conformado prioritariamente por los resultados y avances de las indagatorias que los investigadores del Área Académica 1 Política Educativa, Procesos Institucionales y Gestión, de la Universidad Pedagógica Nacional, presentan en foros nacionales e internacionales, asimismo, estos trabajos muestran la esencia del docente investigador que ayuda a los estudiantes a alcanzar los objetivos de su formación profesional.

Con este enfoque, la oportunidad de continuar la experiencia académica emprendida es un reconocimiento al desarrollo de la investigación, relacionada con la necesidad de contribuir al avance del campo de la educación en el plano científico y tecnológico.

ePub

Link para la descarga en formato ePub:

http://editorial.upnvirtual.edu.mx/index.php/publicaciones/descargas/category/2-epub?download=131:politica-educativa-25-feb

Fuente:

http://editorial.upnvirtual.edu.mx/index.php/publicaciones/9-publicaciones-upn/225-poli-tica-educativa-una-mirada-al-quehacer-profesional-digital

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Uruguay: Seminario internacional de Educación Rural tuvo como ejes el multigrado, la currícula y los posgrados

Uruguay/30 octubre 2017/Fuente: La Diaria

Pensar en la educación rural con la imagen idílica de la escuela “simpática”, que funciona bien, es “un error políticamente peligroso, porque da a entender que está todo resuelto y aún hay mucho que trabajar”, aseguró a la diariaLimber Santos, director del Departamento de Educación Rural del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), organizador del octavo Seminario Internacional de Investigación sobre Educación Rural.

El seminario se llevó a cabo el jueves 19 y viernes 20 en el Centro Agustín Ferreiro, en el departamento de Canelones, y convocó a más de 300 personas entre educadores, estudiantes y académicos, con el objetivo de debatir la educación rural en todos sus niveles, haciendo énfasis en la importancia de la investigación y en la recolección de experiencias compartidas entre las distintas áreas de la educación.

Mirada iberoamericana

El seminario coincidió con el segundo Coloquio Iberoamericano de Educación Rural, que se celebró en el marco de la Red Iberoamericana de Educación en Territorios Rurales de la que Uruguay forma parte por medio de la Universidad de la República (Udelar) y el CEIP. Esta red reúne en distintos ámbitos a académicos de investigación rural, por eso la fuerte presencia de expertos extranjeros en este encuentro, señaló Santos, que además es docente e investigador del Instituto de Educación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Udelar.

Uno de los resultados favorables de este encuentro es “la posibilidad de compartir con los demás, entender qué están haciendo los otros países e instituciones y pensar a futuro la posibilidad de ir constituyendo redes temáticas, vínculos interinstitucionales, intercambio de docentes o estudiantes, todas cosas que ya se han hecho; en sí, se trata de armar una mirada Iberoamericana sobre educación rural”, comentó el director, y agregó que este encuentro se ha convertido en un “lugar de referencia”.

Desde Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Panamá y Perú llegaron docentes y académicos a plantear junto con los uruguayos sus proyectos de investigación. En el ámbito internacional se destacaron aquellos vinculados a aspectos curriculares, los programas de estudio y la formación docente. Sobre este último aspecto, Santos destacó experiencias como la de Chile, “sobre la instrumentación de una maestría en educación rural, o como la gente de Costa Rica, que presentó algo único en el mundo: la Maestría Centroamericana en Educación Rural”.

Didáctica multigrado

En cuanto a las investigaciones nacionales se acentuó el estudio de la metodología multigrado, que es la realidad de todas las escuelas rurales del país, donde en la misma clase hay niños de diferentes edades y grados que aprenden juntos con el mismo docente. En estas aulas “se rompe la idea de cierta homogeneidad de los grupos que aprenden y con la uniformidad de las prácticas de enseñanza, porque son muy diversos y hay que enseñar con prácticas diversificadas”, comentó el académico, y agregó: “La didáctica multigrado es un campo que necesita de investigación y reflexión sobre las prácticas docentes y mucha formación: eso es lo que tratamos de hacer en el Centro Nacional de Formación de Maestros Rurales Agustín Ferreiro”.

La investigación sobre este campo de estudio se concentra en dos ámbitos: el equipo de investigación del CEIP y otro en el Instituto de Educación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Udelar.

Desafío #1: lo mismo pero en educación media

En el CEIP existe el Departamento de Educación Rural, encargado de eventos como el seminario, de organizar cursos para los maestros y de brindar el apoyo técnico en territorio a los docentes mediante los Centros de Apoyo Pedagógico Didáctico para Escuelas Rurales, que tienen coordinadores departamentales cuyo rol es ser referente de los maestros. Santos apuntó que “si bien falta mucho porque no está todo resuelto, hay carencias como el presupuesto y recursos para poder llegar mejor a las escuelas y apoyar mejor el trabajo; podemos decir que los maestros rurales de primaria tienen un acompañamiento técnico docente y pedagógico”.

Eso no sucede en la educación media, en primer lugar porque se presenta en múltiples formatos: por un lado, “los liceos rurales son alrededor de 20 y están en pequeñas localidades, sin llegar a alcanzar todos los territorios, como lo hace la escuela pública rural”, aclaró el director.

Por otra parte están las escuelas agrarias, “que funcionan particularmente bien en la modalidad de alternancia, y aunque tampoco son muchas, están distribuidas en el territorio”, añadió Santos. La última propuesta es conocida como “modalidad séptimo, octavo y noveno, un ciclo básico rural que se da en las propias escuelas, cuyos docentes son de primaria con formación para trabajar en educación media, y otros son de secundaria o UTU”. De acuerdo a Santos, “no existe en educación media algo parecido a un departamento de educación rural que coordine esas propuestas y que forme a los profesores”.

Este último punto es una carencia, porque “los profesores que trabajan en alguna propuesta de educación media rural no tienen formación para trabajar allí y tampoco tienen referentes territoriales a quienes recurrir”, consideró el director del Departamento de Educación Rural del CEIP.

Evitar la fragmentación y buscar soluciones en conjunto

El reclamo que hacen los propios docentes por mayor formación está siendo atendido en la sectorial de planificación educativa del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública, específicamente en la Comisión de Universalización de la Educación Media Rural, compuesta por representantes del CEIP, del Consejo de Educación Secundaria, de UTU y del Consejo de Formación Docente. Para el representante del CEIP en esa comisión, “todavía no se llegó a la universalización, pero está en vías de lograrse; lo que permite este ámbito es pensar desde los cuatro subsistemas soluciones en conjunto, y no que cada uno lo haga por separado, y así se evita la fragmentación». «La dificultad se encuentra en el acceso y permanencia, porque no hay transporte para llegar a la institución o porque, si lo hay, es muy trabajoso y el estudiante deja por el camino”, aseguró el responsable del Departamento de Educación Rural del CEIP.

Desafío #2: educación no formal

A pesar de que en el ámbito rural la mayor parte de las propuestas educativas son formales, públicas y estatales, hay una cantidad de organizaciones no gubernamentales que generan proyectos en torno a la educación no formal, dirigidas a las temáticas rurales, que incluso muchas veces se dictan en la propia escuela. Según Santos hay mayoritariamente dos tipos de iniciativas en este campo: aquellas que quieren intervenir en el medio rural porque lo ven como algo que necesita ayuda, idealizando un poco las verdaderas condiciones en las que se trabaja y los problemas a los que se enfrenta; y por otra parte, propuestas que están basadas en los servicios de responsabilidad social de las empresas vinculadas por alguna razón al medio rural. Algunos rubros como la forestación o la soja tienen un fuerte vínculo con el campo y muchas veces intentan intervenir en la comunidad mediante propuestas de educación no formal; desde el CEIP muchas veces no están de acuerdo con prácticas “como los monocultivos o la forestación a gran escala, temas que trabajamos con los docentes para presentar toda la información”, dijo el director.

Para Santos, muchas de estas propuestas surgen desde una visión de la escuela rural que no es la correcta, ya que ignoran los verdaderos problemas a los que se enfrentan las escuelas en el medio rural del interior del país. Por mencionar uno, el director señaló que en muchas instituciones del país el maestro a cargo también cumple las funciones de director y, para no quedarse aislados, los docentes se ven obligados a trabajar con otras escuelas separadas por kilómetros. Sin embargo, este tipo de empresas se vinculan con la escuela y “lo hacen desde un lugar de ayuda, generando instancias de formación para maestros o donando algún material para el trabajo con los niños». «Y muchas veces parándose en el lugar de salvadores, presentando soluciones a problemas que no siempre son los verdaderos”, concluyó el director en referencia a esas empresas.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/10/seminario-internacional-de-educacion-rural-tuvo-como-ejes-el-multigrado-la-curricula-y-los-posgrados/

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