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Políticas públicas y la formación docente en competencias investigativas

Marta De Sousa (*)

En la actualidad, las políticas y reformas educativas han concedido mayor importancia a la escuela, destacándose la autonomía y la participación escolar como centro de una política educativa que pretende mejorar los resultados de la prestación del servicio educativo, expresados en términos de acceso, eficiencia y calidad; sin embargo, es elevado aún el desconocimiento que persiste en la sociedad venezolana sobre la manera en que deben concebirse el proceso educativo, el cual se expresa mediante las políticas del Estado para alcanzar resultados y sobre la forma de diseñar e implementar planes de mejoramiento.

Las políticas públicas constituyen el puente entre el gobierno y la sociedad para la definición de los lineamientos que permitirían su dirección o establecimiento de las diversas acciones; razón por la cual podrían concebirse como el conjunto de directrices sustentadas en las leyes y planes de desarrollo que posibilitarían emprender acciones en la búsqueda del bienestar, así como la promoción y la garantía de los derechos de los ciudadanos (Salamanca, 1994).

En tal sentido, Escalante y Graffe (2011) señalan que “…las políticas públicas constituyen un conjunto de herramientas que usadas por el Estado pueden mejorar su gestión. Su objeto debe ser la búsqueda del bienestar y la cohesión de la sociedad, para lo cual es de vital importancia que en estas se considere el régimen político en el cual van a ser desarrolladas; así como los límites de las políticas, las posibilidades de aplicación y el significado que tengan para su cumplimiento por parte de los actores que las ejecutan”. (p.5).

De hecho, las políticas públicas de la Educación Universitaria diseñadas e implementadas a favor del crecimiento de la dimensión económica, en el caso venezolano han estado sustentadas, fundamentalmente, en la teoría del capital humano (Schultz, 1972), como principal factor generador del conocimiento, aunque deberían fundamentarse también en el desarrollo del capital social el cual, de acuerdo con Kliksberg (2003), se refiere al clima de confianza, conciencia cívica, actitudes y el grado de asociación que posibiliten sinergias entre los diferentes actores sociales en aras del desarrollo integral. Adicionalmente para la consecución de esto, es necesario tomar en cuenta el uso racional de los recursos materiales existentes en el suelo y el subsuelo, los cuales se convierten junto con los recursos financieros y tecnológicos disponibles en fundamentos tangibles para viabilizar elementos favorables que marcan el Desarrollo Integral de un país.

En este contexto, en Venezuela se propone el Proyecto de Mejoramiento de la Calidad y Equidad de la Educación Superior. En razón de estos objetivos se definen dos componentes del Proyecto: calidad del sistema de educación universitaria y equidad en el acceso y optimización del desempeño de los estudiantes de educación universitaria. Uno de los objetivos del primer componente, se refiere a la necesidad de «brindar a los profesores universitarios del sector público, los incentivos y remuneraciones acordes con su nivel y su desempeño académico, a través de la creación de un sistema nacional de la carrera académica» (CNU/OPSU, 2006).

Al respecto, Parra Sandoval (2008) señala “Es de esperar que la aplicación de esta política, que supone la evaluación permanente de los profesores, encuentre el clima apropiado de recepción…, sino como la oportunidad de conocer mejor las capacidades y ponerlas al servicio de una universidad de calidad” (p.10).

Sin embargo, Parra-Sandoval (ob.cit) al referirse a la implementación de las políticas de educación superior señala:

Se ha planteado un dilema que enfrenta la pertinencia social, tal como el gobierno la concibe en la práctica, y lo que ello significa para la libertad académica. De acuerdo con esto, la producción de conocimiento estará subordinada a la orientación política e ideológica del gobierno, que decide quién, cómo y qué se investiga, en la medida en que regula la posibilidad de financiar la investigación de acuerdo con sus criterios de pertinencia social y su orientación “revolucionaria”. (p.11).

Asimismo, la Ley de Universidades de la República Bolivariana de Venezuela (1970), señala en su artículo 83: “La enseñanza y la investigación, así como la orientación moral y cívica que la universidad debe impartir a sus estudiantes, están encomendadas  a los miembros del personal docente y de investigación”. (p.35)

Se ha ampliado la concepción de comunidad educativa, en lo atinente a los encargados de planear y organizar la prestación del servicio educativo desde la óptica local, regional y nacional, como a los rectores y maestros responsables de la relación directa con los educandos, así como también padres y representantes de éstos; llamados a integrar un todo, a la hora de revelar resultados notables en una sociedad, en proceso de avance, progreso y coordinación con las políticas educativas novedosas que se han están realizando en Venezuela en estos últimos años.

Siendo necesario reflexionar sobre las competencias de los docentes en su rol de investigadores ante  la docencia, para que valoren la investigación en su justa dimensión como una de las fuentes del conocimiento, por lo que será indispensable transmitirlo por iniciativa propia evitando ser repetidores de las metodologías de otros, estando motivados a creer y a demostrar con hechos cual es su posición afectiva frente a la investigación dentro del ámbito educativo.

En el contexto universitario, el asumir el rol de investigador trae consigo diversidad de formas de abordarlos, es decir, supone tomar conciencia de las diferencias que poseen los alumnos; estas discrepancias se basan en las capacidades, los estilos de aprendizaje, las estrategias cognitivas, las experiencias y los conocimientos previos, la motivación, la atención, el ajuste emocional y social, entre otras. La tarea de los psicólogos y los pedagogos es fundamental para que en el ámbito universitario sea capaz de atender adecuadamente a la diversidad. El orientador es un asesor para el desarrollo de la calidad de la atención a las unidades de desarrollo y bienestar estudiantil, ya que se prestan a optimizar el desarrollo y el crecimiento de las individualidades de sus alumnos.

En la estructura de la competencia profesional participan, por tanto, formaciones psicológicas cognitivas (hábitos, habilidades), motivacionales (interés profesional, valores, ideales, la autovaloración), afectivas(emociones, sentimientos) que en su funcionamiento se integran en la regulación de la actuación profesional del sujeto en la que participan recursos personológicos tales como: la perspectiva temporal, la perseverancia, la flexibilidad, la reflexión personalizada, y la posición activa que asume el sujeto en la actuación profesional.

La finalidad del docente-investigador es proporcionar una interpretación integral y disciplinada, cuya intención es impresionar a personas con mente clara, incluidas aquellas cuyas preconcepciones o preferencias estén en contra de los resultados. Es más, la información obtenida sirve para quienes indaguen o interpreten en forma independiente. Cuyo propósito fundamental es recoger información pertinente y válida para emitir juicios de valor, orientados a la toma de decisiones de mejora y de cambio. En cuanto a la toma de decisiones como actitud investigativa se refiere a reflexionar sobre la conveniencia o necesidad de continuar la indagación a través del detectar los puntos débiles y fuertes de la investigación como base para su modificación, expansión o reducción. (Pérez Serrano,  2000).

Es por ello que la formación docente en un país como Venezuela es de vital importancia para el desarrollo de su gente. Para así poder contribuir con el desarrollo integral local y nacional, la universidad tiene el compromiso de formar un profesional altamente competente que responda a las exigencias del entorno. Para lograr esto hay que adaptar los programas de estudios a las exigencias de las sociedad y esta la razón de ser del trabajo realizado.

También, avanzar hacia un enfoque de formación basada en competencias más que en conocimientos, desde la perspectiva teórica se transformaría de manera radical los roles de los estudiantes y profesores, buscando un acercamiento más comprensivo de construcción colectiva y formando a profesionales capaces de adaptarse a nuevas situaciones.

Finalmente, el tema de las políticas públicas y su impacto en el desarrollo y condiciones de la profesión académica no han sido abordados a profundidad, es por ello que se debe dar la importancia que merece si se desea una educación universitaria de calidad, fomentando la investigación en la formación inicial de docentes como una manera de reorientar la reflexión.

Referencias

CNU/OPSU, (2006). Informe sobre Educación Superior en América Latina y El Caribe. (2000-2005) La metamorfosis de la Educación Superior. Primera edición. Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC). Venezuela.

Escalante Moreno, A. y Graffe, G. (2011). Políticas Públicas de Educación Universitaria para el Desarrollo Integral de Venezuela: Hacia una Aproximación Conceptual. Universidad Central de Venezuela. Docencia Universitaria, Volumen XII N° 1, Saprol-UCV. Disponible: file: ///H: /Doctorado/Sociopolítica/Políticas%20Públicas% 20 en%20 EDU. %20 Superior.pdf. [Consulta:2014-07-07].

Kliksberg, B. (2003). Capital Social y Cultura. Claves olvidadas del desarrollo. En Jarmillo, F. y Szquer, M. T. (Editores) (2003). Capital social. Clave para una agenda integral de desarrollo. Caracas: Corporación Andina de Fomento – CAF.

Ley de Universidades (1970). República Bolivariana de Venezuela.

Parra Sandoval (2008). Los cambios en las políticas de Educación Superior Venezolana y la profesión académica. Las políticas de educación superior en Venezuela ¿En busca del tiempo perdido?. Perfiles118horizontes 1/16/08.

Salamanca, L. (1994). La política pública como la ciencia de la intervención del gobierno en la vida social. El estado de la cuestión en la literatura. Politeia, 17 (pp.223-282).

Schultz; T. W. (1972). Inversión en capital humano. En Blaug, M. (1972). Economía de la educación. Madrid: Tecnos.

 

(*)Marta De Sousa

contacto: dsousamarta@gmail.com

La autora forma parte del  Doctorado Latinoamericano en Educación Políticas Públicas y Profesión Docente.

El presente es un artículo inedito, publicado con el consentimiento de la autora.

Fuente de la noticia:http://userscontent2.emaze.com/images/ad09a3d6-45ed-4c78-a961-9a834acf007d/e4c0fcb5-cc1f-4d0c-993c-caa5b8844842.jpg

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África: Universidad de Ruanda en Nuevo Proyecto para promover la investigación

Ruanda/Agosto de 2016/AllÁfria

Resumen:  África: Universidad de Ruanda en Nuevo Proyecto para promover la investigación.

La Universidad de la Facultad de Ciencia y Tecnología de Ruanda ha anunciado un nuevo esfuerzo para promover la investigación y la innovación entre los estudiantes y el personal.

The University of Rwanda’s College of Science and Technology has announced a fresh drive to promote research and innovation among students and staff.

This was announced Tuesday at the opening of the second annual Research and Innovation Week in Science and Technology that is taking place at the College under the theme: «Science and Technology as the driver of economic transformation in Africa.»

At the meeting, researchers, students, professionals, government officials, representatives of NGOs and business leaders are discussing opportunities for community and development oriented research.

Activities that are lined up for the campaign include research presentations, innovation exhibitions, as well as networking opportunities for different stakeholders.

Fuente: http://allafrica.com/stories/201608250027.html

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Ciencia y conciencia

Por: Julen Rekondo

ALGO más de cien años atrás, lord Kelvin, uno de los científicos más prestigiosos de su tiempo, aconsejaba a los jóvenes con talento que no se dedicaran a la física, pues todo estaba prácticamente descubierto. En su discurso Dos nubes (1900), Kelvin señaló dos pequeños problemas relacionados con la naturaleza de la luz que quedaban por resolver en el sólido edificio de la física. El primero sería pronto resuelto por la teoría de la relatividad; el segundo, por la mecánica cuántica. Pero ambas teorías, lejos de completar el edificio de la física clásica, abrieron una brecha irreparable en sus cimientos, cuyas consecuencias aún estamos lejos de haber plenamente asimilado.

En el cambio de siglo, la física newtoniana era el modelo de conocimiento que las otras ciencias querían imitar. El mundo era un gran mecanismo compuesto por indivisibles átomos que se movían por un espacio y tiempo de coordenadas absolutas, todo ello regido por leyes al alcance de la mente humana. Nada de ello sobreviviría al siglo XX.

Una de las claves de la ciencia moderna es la creencia en elementos fijos, indivisibles e indestructibles que, combinándose, dan lugar a la multitud de seres que encontramos en nuestra experiencia. Átomo significa precisamente indivisible. La creencia en tales elementos indivisibles tomaría fuerza en Europa a partir del siglo XVII y en buena parte es una proyección de la conciencia emergente en aquella época: a medida que los europeos se iban aislando de la naturaleza y se volvían más individualistas, empezaron a entender la realidad como un gran conjunto de elementos independientes. Las transformaciones de la ciencia y las transformaciones de la conciencia son inseparables.

ni indivisible ni absoluto Hace más de un siglo se descubrió que los átomos no son tales: ni indivisibles ni sólidos. El modelo atómico de Rutherford proponía en 1911 la conocida estructura de electrones alrededor de un núcleo central. A su vez, el núcleo se compone de protones y neutrones, que resultan de complicadas combinaciones de numerosas partículas, aunque se las llame elementales, no son los elementos indivisibles que estaba buscando la física: no son objetos microscópicos, sino procesos que emergen de un mar de intrincadas relaciones que se expresan en términos de probabilidades. En realidad, lo que llamamos un electrón no tiene mayor realidad material que el disco que vemos cuando una hélice gira a gran velocidad: ni el disco ni el electrón existen en sí mismos.

La otra gran teoría del siglo, la relatividad, brindó sorpresas no menores. Mostró que la masa es una forma de energía comprimida (como lo evidencian las armas y centrales nucleares) y que el tiempo y el espacio no son entidades separadas, sino relativas e interdependientes. No hay puntos de referencia absolutos: viajando en tren podemos cruzarnos con otro tren que viaja en dirección contraria y no saber si se mueve nuestro tren, el otro o ambos. Del mismo modo, afirmar que A se mueve respecto a B o B respecto a A sólo depende del marco de referencia que convenga (la teoría de la relatividad de 1905 muestra esto para movimientos uniformes en línea recta; la teoría de la relatividad general de 1915 lo amplía a todo tipo de movimientos).

En velocidades cercanas a la de la luz el tiempo se ralentiza, la longitud se acorta y la masa aumenta. La velocidad no finita de la luz (un rayo de sol tarda un poco más de ocho minutos en llegar del astro a nuestro cuerpo) y la falta de un marco de referencia absoluto derriban la idea de que hay un tiempo uniforme que transcurre igual para todos. Podemos estallar simultáneamente dos estrellas, X y Z, pero si hay astrónomos en otras galaxias, para algunos la estrella X habrá estallado primero, mientras que para otros Z habrá explotado antes. Las tres observaciones son correctas en relación a sus respectivos puntos de referencia. No tiene sentido preguntar quién tiene en el fondo razón, pues toda observación y todo conocimiento sólo valen en relación con el contexto concreto.

Pero los rompecabezas creados por las teorías de la relatividad y cuántica no se acaban ahí. Al contrario que lo que suele creerse, la física del siglo XX y lo que llevamos del siglo XXI es profundamente contradictoria y está lejos de ofrecer un modelo coherente de la realidad. De hecho, la relatividad y la mecánica cuántica son sencillamente contradictorias: para la relatividad la realidad es continua (no a saltos), causal (a todo efecto precede una causa), local (no puede haber acción a distancia) y predecible; y para la mecánica cuántica la realidad es discontinua, acausal, no local y a menudo impredecible. Esta situación hizo a decir a Einstein que “es como si la tierra se abriese bajo nuestros pies, sin que haya por ninguna parte una fundamento firme sobre el que construir algo”.

Si la primera mitad del siglo XX quiere decir sobre todo física, en la segunda mitad la biología empieza a tomar la iniciativa. A principios de los años 50, Watson y Crick describen la estructura de doble hélice de la molécula de ADN. Si los físicos buscaban la realidad última en el átomo, los biólogos buscarán la clave de la vida en los genes y en el ADN que lo compone. En este sentido, surge la genética y la ingeniería genética, que contienen numerosos aspectos positivos (entre ellos los fines terapéuticos) con otros que no lo son tanto, aunque un análisis más profundo requeriría de otro artículo y abordar el tema de forma separada y no como un todo.

Si hasta principios del siglo XX la ciencia era sinónimo de progreso con fe ciega, ello cambió a partir de la bomba atómica de Hiroshima lanzada el 6 de agosto de 1945, se acaba de conmemorar el 71º aniversario, seguida tres días después por la de Nagasaki. La ciencia, supuestamente un proyecto democrático y al servicio de todos y todas, se va volviendo más intolerante y cada vez más al servicio de los intereses militares, los gobiernos y las multinacionales.

Las protestas contra la energía nuclear de antes y hoy todavía, y las protestas más recientes contra la manipulación genética, al menos en lo que respecta a los alimentos transgénicos y algunas otras cuestiones, muestran la desviación de la ciencia hacia los intereses anteriormente citados.

No obstante, conocido este peligro de viraje, sería sin embargo suicida adoptar una actitud anticientífica, pues el ser humano no puede ni debe dar marcha atrás en su capacidad para conocer racionalmente la realidad. Ahí está también la mejor posibilidad de respetarla.

Mientras crecen desde hace décadas enfoques científicos que nos llevan a una utilización de la ciencia que supone el incremento de las desigualdades y el deterioro progresivo del planeta, el otro pone rumbo hacia la sociedad sostenible. Es decir, una sociedad que se organiza y se comporta de tal forma que, a través de las generaciones, consigue garantizar la vida de sus ciudadanos y ciudadanas.

Fuente: http://www.deia.com/2016/08/18/opinion/tribuna-abierta/ciencia-y-conciencia

Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=ciencia+y+conciencia&biw=1024&bih=485&noj=1&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjl5KqWxNbOAhVE4SYKHXv_AXAQ_AUICCgB#imgrc=W5d-VpWPcoXDyM%3A

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Sudáfrica: The Education System Is Leaving Children With Disabilities Behind

África/Sudáfrica/26 de Agosto de 2016/Autor: Nyiko Shikwambane

RESUMEN: El 17 de agosto, la justicia social ONG Sección 27 publicó un informe titulado «Demasiados niños que quedan atrás: La inclusión en el sistema de educación inclusivo de Sudáfrica». El informe es el resultado del trabajo de investigación llevado a cabo por Tim Fish Hodgson y Silomo Khumalo en el norte de KwaZulu Natal, en colaboración con la Fundación Philisa Isizwe para las personas que viven con discapacidades. La investigación siguió la vida de 55 cuidadores de niños con discapacidad que se encuentren en centros de educación especial o que no pueden acceder a ningún tipo de escolarización. Sección 27 se reunió con los padres y cuidadores para identificar los problemas en el Distrito Umkhanyakude en KwaZulu Natal.«Nos encontramos cerca de 50 padres que consideramos como nuestros clientes. Cuando nos encontramos con esos padres, nos dimos cuenta de que había varios problemas con el acceso de los niños con discapacidades. Los padres se quejaron de que las tasas eran demasiado caros, las escuelas estaban lejos de casa y que los niños fueron abusados en sus albergues «, dijo Silomo Khumalo, uno de los autores del informe.

On 17 August, social justice NGO Section 27 released a report entitled «Too Many Children Left Behind: Inclusion in the South African Inclusive Education System». The report is a result of research work conducted by Tim Fish Hodgson and Silomo Khumalo in northern KwaZulu Natal in partnership with the Philisa Isizwe Foundation for persons living with disabilities.

The research followed the lives of 55 caregivers for children with disabilities who are either in special schools or are unable to access any kind of schooling. Section 27 met with parents and caregivers to identify the issues in the Umkhanyakude District in KwaZulu Natal.

«We met about 50 parents who we regard as our clients. When we met those parents, we found out that there were various issues with access for children with disabilities. Parents complained that the fees were too expensive, the schools were far from home and that the children were abused in their hostels,» said Silomo Khumalo, one of the authors of the report.

After looking at those who were not in any kind of schooling, they investigated further and considered the inclusive education legislative and policy framework in relation to the Constitution. Section 29 of the Constitution says every child has the right to basic education, which includes children with disabilities.

The Schools Act does not exclude children with disabilities: section 12(4) of the Act says that children with disabilities have the choice between attending a mainstream school or a special needs school. However, this choice is meaningless if mainstream schools lack the necessary resources to accommodate learners with disabilities. Mainstream schools often deny access to children with disabilities or monitor their behaviour like a daycare centre. Either way, no effective learning is done and these children should be considered among those who are «out of school».

The Sisizakele Special School is one of the only schools in the district that has the capacity to educate disabled children. Unfortunately, there is a long waiting list to get access to this school because it does not have the capacity to deal with the number of learners who need access. Those who cannot be accommodated at Sisizakele will have to spend their days at crèche without furthering their education.

«She now goes to a crèche near Manguzi Hospital. She is excited to be there, and was quite lonely at home by herself without other children. I want her to have a skill that she will be able to do well, so that if I pass away, my child will be able to have some way of making a living for herself,» said a parent of a child with physical and intellectual disabilities in Manguzi.

«In order for us to assist these parents we had to understand the issues faced by teachers and house care in special schools schools. We received complaints about most teachers not having the adequate amount of training to teach learners with disabilities. That is why we have cases of full service schools treating children with disabilities like clients of a day care centre,» said Khumalo.

Children are admitted into mainstream schools which lack the capacity to teach them. Similarly, the report suggests that special schools are understaffed and lacking capacitated employees. The abuse in hostels is prevalent in special schools because the house parents are merely volunteers in the space who earn a stipend of R1, 000 per month.

«We have begun looking at the education system before the current democratic state. We found that black learners with disabilities suffer from a kind of ‘double discrimination’. They are excluded out of the education system by virtue of their disabilities. They are excluded because schools in rural areas don’t have the adequate resources or skills to accommodate children living with disabilities,» says Khumalo.

The report recommends that the National Department of Education reimagine the implementation of the inclusive education system. It has been 15 years since the inclusive education policy was passed in 2001, but no apparent implementation to date. «Section 27 wants to sit with the department to discuss how we can better implement the policy in rural communities. There is a big gap between the South African education policy and the reality,» said Khumalo. The report includes recommendations for funding, school support schemes, skills and vacancies to create a more efficient inclusive education system.

Fuente: http://allafrica.com/stories/201608241101.html

Fuente de la imagen: http://www.bbc.com/news/business-28191371

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¿Seguir pasos o ser investigador?

Patricia Quiroga Pacheco (*)

El progreso del hombre ha estado vinculado con el desarrollo del conocimiento y este a su vez con la investigación. Durante mucho tiempo imperó una forma de proceder que aún persiste en nuestros días. Me refiero a la lógica que guía al método científico. Una sucesión de pasos que reconoce la realidad como única, la indagación desprovista de valores, la intención es la generalización a partir del estudio con muestras representativas acompañada de la siempre relación de causa y efecto. Esta lógica permeó el modo de investigar en los escenarios humanos, entre ellos en la educación.

La práctica investigativa sin conciencia ha llevado a la repetición y a la deshumanización de los hechos sociales. Por ello la formación del investigador debe ser integral y basada en aquello que subyace como piso sólido de un proceso investigativo. Con esto me refiero a lo señalado por Moya Otero (2003) quien interpreta a Habermas sobre las condiciones de racionalidad de un saber: “son aquellas que hacen aceptable las razones que se pueden definir para que las conclusiones obtenidas en una investigación puedan ser aceptadas como válidas y, como tales, al corpus de conocimiento heredado” (p. 8).

Entonces, a partir de lo señalado el investigador debe reflexionar sobre qué quiere estudiar, develar, justificar la epistemología que soportará su intención, y elegir o construir una metodología que se conecte con la misma. Bajo este escenario queda superado el monismo metodológico y epistemológico, es decir se abren los caminos y es el investigador quien debe elegir responsablemente y en forma argumentativa el modo de abordar la investigación.

Muchos autores han propuesto vías para cuidar el proceso de investigación. Sandoval (2002) hace mención a Taylor y Bogdan, estos autores señalan que lo que define la metodología es tanto la manera de cómo enfocamos los problemas como la forma en que buscamos dar respuesta a los mismos; mientras que Guba propone dar respuestas a tres preguntas básicas: ¿Cómo se concibe la naturaleza del conocimiento y de la realidad?, ¿Cómo se concibe la naturaleza de las relaciones entre el investigador y el conocimiento que genera?, y ¿Cuál es el modo de construir el conocimiento de investigador?

La respuesta a estas tres preguntas nos ubican en los tres planos del conocimiento: ontológico, epistemológico y metodológico. La realidad podrá ser única o múltiple, la relación investigador-conocimiento podrá ser objetiva (distante) o intersubjetiva (cercana), y los métodos a seguir tendrán que ser seleccionados de acuerdo a las respuestas anteriores. Una diversidad de opciones preexistentes podrán ser consideradas o en todo caso construidas por el propio investigador.

Muchos autores, quienes son estudiosos de estos asuntos, han escrito libros para poner en evidencia las posibilidades que tiene un investigador a la hora de hacer la selección. Es común encontrar en estas obras las características que definen un paradigma de investigación, e inclusive se señalan correspondencias entre paradigmas y métodos, pero más que seguir “recetas” es imperioso hacer un ejercicio de comprensión que le otorgue al investigador los fundamentos para basar sus argumentaciones y que le permitan defender la epistemología que soporta su elección.

A la luz de lo anterior, haré un intento por “poner a prueba” una intención de investigación. Su título preliminar es: Construcciones sociales acerca del rol de las universidades pedagógicas latinoamericanas en el proceso de formación continua de los profesionales de la docencia.

El título sugiere la intención de dar la palabra a los docentes para que versionen sobre la formación continua desde la experiencia vivida en las universidades pedagógicas. Ontológicamente, el tema de la formación continua es concibiendo como diverso porque será posible valorar lo que cada docente consultado tenga a bien decir, sobre lo cual podrán haber coincidencias o divergencias; pues bien, la base epistemológica que soporta esta pretensión es el construccionismo social, dado que este valora la interacción con la realidad, las realidades múltiples, pero muy especialmente el intercambio social (intersubjetividad); como opción metodológica se considerarán los que posibiliten la interpretación de los discursos de los actores sociales y aprecien lo que Heidegger denominó: estructura del mundo de la vida y den cabida al investigador como ente importante del proceso.

Lo anterior se presenta como un ejercicio didáctico que puede ser realizado por los investigadores con el propósito de apreciar las conexiones que son los cimientos de su pesquisa, y de no apreciarlas, propiciar la introversión y transformación como vías para el fortalecimiento de esta.

A modo de síntesis, el arte de investigar supera el seguimiento de pasos, se trata de un proceso de crecimiento profesional que amerita una reflexión permanente hasta llegar a la consolidación de epistemología y metodología sobre la que se erigirá el nuevo conocimiento.

Referencias

Moya Otero, J. (2003). Una ciencia de la educación ¿pluralismo metodológico y/o pluralismo epistemológico? [Documento en línea]. Disponible: http://rabida.uhu.es/dspace/bitstream/handle/10272/3519/b15761782.pdf?sequence=1 [Consulta: 2015, Enero 17]

Sandoval, C. (2006). Investigación cualitativa. Colombia: Arfo.

(*) Patricia Quiroga Pacheco

Contacto: patricia.quirogap@gmail.com

La autora forma parte del Doctorado Latinoamericano en Educación Políticas Públicas y Profesión Docente.

El presente es un artículo inedito, publicado con el consentimiento de la autora.

Fuente de la imagen:

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Chile: Autoridades ministeriales de América Latina ratifican estrategia hacia la Educación 2030 del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la UNESCO

América del Sur/Chile/19 de Agosto de 2016/Fuente: UNESCO

En el marco del evento “Aprendizaje y Docencia en la Agenda de Educación 2030. Debate de Política”, organizado por la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago), las autoridades regionales destacaron la relevancia estratégica del LLECE, organismo que agrupa a 19 países de América Latina en torno a la evaluación de la educación. El consenso se alcanzó en el marco de una reunión realizada el 9 de agosto, en Santiago de Chile, en la que también participaron autoridades del Caribe anglosajón.

Con la presencia del ministro de Educación de Honduras, Marlon Escoto; la secretaria de Evaluación Educativa de Argentina, Elena Duro; el viceministro de Educación de Ecuador, Freddy Peñafiel; el viceministro académico de Educación de Panamá, Carlos Staff; el viceministro de Educación de República Dominicana, Saturnino de los Santos y la viceministra de Educación y Cultura de Uruguay, Edith Moraes, además del secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad del Ministerio de Educación de Chile, se adoptó por consenso el Acuerdo de Trabajo y Estrategia de Acción del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE).

Este organismo, coordinado por la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago), reúne a los 19 países de habla hispana de la región, y se encuentra negociando la incorporación de los países del Caribe anglófono. El LLECE constituye un referente y marco regional de concertación y cooperación para el desarrollo de conceptos teóricos sobre la calidad de la educación y el diseño de mecanismos para evaluarla, y tiene como objetivo principal aportar a los propósitos de la UNESCO y de sus países miembros, en sus esfuerzos por mejorar la calidad de la educación basados en evidencia rigurosa.

Según el Acuerdo de Trabajo y Estrategia de Acción, los países reafirmaron “la importancia del LLECE para esta región, el que fue ratificado como uno de los mecanismos clave para el monitoreo y seguimiento del Marco de Acción de la Agenda de Educación 2030 que guiará los esfuerzos de los países para el logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 4 y sus metas, aprobado durante la 38ª Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 2015. Por esta razón, [los países] también se comprometen a incorporar al LLECE como parte de los espacios subregionales de discusión, como el CECC/SICA, CARICOM, UNASUR y MERCOSUR, entre otros”.

Las autoridades confirmaron, asimismo, apoyar y continuar trabajando en conjunto de manera permanente para contribuir a que el LLECE realice las siguientes líneas de acción: continuar desarrollando la estrategia de uso y difusión de los resultados del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE); diseñar y desarrollar el Cuarto Estudio (ERCE), a lo largo del período 2016-2020, asegurando la periodicidad de los siguientes estudios; mantener el nivel primario como eje central considerando su importancia dentro del proceso educativo para hacer las intervenciones necesarias que permitan a los estudiantes mejorar sus aprendizajes; contribuir al fortalecimiento de las capacidades nacionales y colectivas en la región, proveyendo capacitación, desarrollo y perfeccionamiento a los equipos técnicos de medición y evaluación a través de diversas actividades. Por último, se desarrollarán actividades de investigación y debate para abordar los desafíos que impone la Agenda de Educación 2030, en particular, en materia de aprendizajes relevantes para los sistemas educativos de la región.

Opinión de las autoridades

“Entramos en el ciclo 2015-2030, a través de la ejecución de la Agenda de Educación 2030, y uno de los énfasis principales es la calidad de la educación, que es el desafío pendiente y tema crítico más importante de la región. La UNESCO ya tiene un instrumento para abordar este tema, el LLECE, el cual posee reconocimiento internacional, y este Acuerdo de Trabajo Estratégico que hoy suscribimos es un documento que plasma la idea de trabajar con los países y abordar la calidad en todas sus dimensiones, no solamente la eficacia”, declaró Jorge Sequeira, director de la OREALC/UNESCO Santiago.

“Con beneplácito acojo la continuidad del LLECE, que además ahora ha reincorporado a cuatro países (Bolivia, Cuba, El Salvador, Venezuela) y lo hará sucesivamente con los países del Caribe anglosajón. La evaluación para nosotros ha sido una herramienta de gobernabilidad, contar con este tipo de información que genera el LLECE permite que haya interlocuciones más honestas entre los agentes del mundo de la educación. En Honduras, después de dos décadas críticas, hemos vuelto a poner en el centro el Derecho a la Educación y estamos invirtiendo para que nuestras políticas tengan incidencia en el largo plazo. De ahí que también sea importante la realización del Cuarto Estudio del LLECE, que nos ayude a tener una mirada de más largo aliento de lo que ocurre en nuestros sistemas educativos”, indicó Marlon Escoto, ministro de Educación de Honduras.

“Esta iniciativa tiene lógica y es necesaria para aunar esfuerzos y ajustar agendas entre los distintos mecanismos regionales y subregionales, hacia el 2030. También es pertinente que el LLECE tenga una periodicidad previsible y un plan que acompañe nuestras evaluaciones nacionales. A la educación no solo le compete el ODS-4 [Objetivo de Desarrollo Sostenible n°4, Educación], sino otros también, en la lógica de mirar cómo la educación está ayudando todos los ODS”. Elena Duro, secretaria de Evaluación Educativa, Argentina.

“Como región ya hemos ganado bastante con el LLECE, continuarlo es aconsejable. Estamos ganando al ir aprendiendo con el laboratorio y su enfoque de ir mejorando progresivamente e incorporando otras dimensiones, como las habilidades socio-emocionales y temas como la ciudadanía. Los sistemas nacionales de evaluación también se benefician al tener en el laboratorio un referente que les ayuda para diseñar y realizar mejores evaluaciones”. Saturnino de los Santos, viceministro de Educación, República Dominicana.

“Este acuerdo de trabajo se recibe con satisfacción porque se amplía la evaluación, la que tiende a convertirse en algo más integral y más relacionado con cada uno de los países, especialmente en lo que viene después de la evaluación: el para qué. Quiero alentar a que sigan buscando el equilibrio y conocimiento, experiencias valiosas del LLECE, además de emprender nuevos desafíos como el indicado”. Edith Moraes, viceministra de Educación y Cultura, Uruguay.

“Una cultura de evaluación debe escapar de la suspicacia de los rankings, y por lo mismo celebro que este sea el enfoque con el que trabaja el LLECE. Asimismo, debemos buscar actores externos al mundo del “aula”, que puedan participar en los procesos de evaluación de la educación, que nos permitan construir una educación como política de Estado, una política como sociedad. Por lo mismo, la mirada de largo plazo que nos permite tener los estudios del LLECE, que se desarrollan desde los años 90, es parte de esa cultura de evaluación, un proceso evolutivo, que no puede desaparecer”. Carlos Staff, viceministro académico de Educación, Panamá.

“Concuerdo con lo planteado, respecto a la importancia de las evaluaciones para nuestros sistemas educativos, y también sobre la continuidad y proyección del LLECE, pues sus estudios nos permiten tener una “película” de lo que ocurre, la que debemos incorporar a los responsables de la formación inicial de los docentes. Me gustaría que pudiéramos hacer crecer el laboratorio en esa dirección, y armar una red interuniversitaria de facultades y universidades de educación”. Freddy Peñafiel, viceministro de Educación, Ecuador.

“Para nosotros es fundamental el apoyo que nos brindan los países a través de este acuerdo estratégico, pues esto es sinónimo de creación de sinergias, objetivo fundamental del LLECE. Es decir, es una red con más de 20 años de existencia, que ha aunado esfuerzos de la región en materia de evaluación de la calidad, y eso es algo que debe verse como una ventaja significativa, sobre todo ahora que el laboratorio ha sido ratificado como mecanismo regional de monitoreo y seguimiento de la Agenda de Educación 2030” puntualizó Atilio Pizarro, jefe de la sección de Planificación, Gestión, Monitoreo y Evaluación de la OREALC/UNESCO Santiago y coordinador general del LLECE.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/autoridades_ministeriales_de_america_latina_ratifican_estra/#.V7ZBvRJGT_s

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Empleabilidad de Jóvenes Egresados del Bachillerato Técnico Profesional en República Dominicana

República Dominicana/19 de agosto de 2016/oeidominicana.org.do

El presente estudio parte de la metodología y los resultados del estudio realizado en 2012 desde OEI. El mismo tuvo como marco el programa de Fortalecimiento a la Educación Técnico Profesional en la República Dominicana, implementado por la OEI en coordinación con la Dirección de Educación Técnico Profesional del Ministerio de Educación de la República Dominicana. Se decidió́ realizar un estudio que permitiera conocer la influencia de los programas de educación técnico profesional en el país, en la empleabilidad de los jóvenes egresados de los diferentes centros, que ofrecen este tipo de formación, a nivel nacional.

El ámbito geográfico definido es el de las provincias de Santo Domingo, San Cristóbal y Santiago, en República Dominicana. En el presente estudio no se ha podido abarcar el total del país como en el anterior. Esto presenta una limitación para la interpretación de los resultados, los cuales no podrán ser generalizables al total del país, pero si darán cuenta de la situación en las tres provincias seleccionadas, permitiendo identificar una tendencia nacional, dado que la matricula total de estas representa casi la mitad del total nacional (42.7%).

Documento en PDF:

https://oeidominicana.org.do/wp-content/uploads/2016/04/Empleabilidad-jo%CC%81venes-R.D..pdf

Tomado de:

https://oeidominicana.org.do/2016/07/empleabilidad-jovenes-egresados-del-bachillerato-tecnico-profesional-republica-dominicana/

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