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Islamofobia y creación del otro en Europa

Por: Sarah Babiker

La Francia de Macron se ha puesto a la vanguardia de un discurso que sitúa al Islam como amenaza a la identidad europea y que lleva años de apogeo gracias a la extrema derecha.

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Crisis europea, racismo e islamofobia. Encuentro con Ramón Grosfoguel Recopilación (AUDIOS)

Por Traficantes de Sueños

MIRADAS DECOLONIALES. CRISIS EUROPEA, RACISMO E ISLAMOFOBIA.

Encuentros en Madrid con Ramon Grosfoguel

En el año 2001 distintos pensadores y pensadoras se reunieron en torno al grupo Colonialidad/Modernidad/Decolonialidad. Su proposito era replantear algunas cuestiones centrales de la construccion de los aparatos de poder forjados en la epoca colonial. En este sentido, su vocacion fue ir mas alla de los limites de las relaciones centro/periferia y la matriz de analisis derivada de ella. Se trataba de explorar los limites del discurso del colonialismo como fase meramente historica y economica para apuntar su mirada sobre la colonialidad como conjunto de analisis y matriz de produccion de realidad.
De algun modo la «colonialidad del poder» se ubica en palabras de Nelson Maldonado en “la forma como el trabajo, el conocimiento, la autoridad y las relaciones intersubjetivas se articulan entre sí, a través del mercado capitalista mundial y la idea de raza”
Sera precisamente esta matriz de analisis la que tendremos oportunidad de conocer y aplicar sobre nuestra coyuntura en este seminario/encuentro con Ramon Grosfoguel, uno de los pensadores mas destacados del pensamiento decolonial. Para ello nos centraremos en tres preguntas centrales. ¿Que es y como podemos entender el pensamiento decolonial?¿Podriamos explorar en el mundo actual nuevas formas de entender el racismo? Y por último, ¿Como podemos aplicar estas cuestiones a la coyuntura europea actual y la contruccion de la islamofobia?

SOBRE RAMON GROSFOGUEL

Ramón Grosfoguel es sociólogo de origen puertorriqueño radicado en Estados Unidos y profesor de la Universidad de Berkeley. Su pensamiento está ligado a la filosofía de liberación latinoamericana, a la perspectiva de la colonialidad del poder, al pensamiento latino en los Estados Unidos, a la filosofía afro-caribeña y a la búsqueda de nuevas perspectivas geopolíticas del conocimiento no eurocéntricas.

Fuentes: https://soundcloud.com/traficantesdesue-os/sets/curso-miradas-decoloniales

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Canada: Education Minister David Eggen assigned to find ways to tackle racism

America del Norte/Canada/cbc.ca

Resumen: El Premier Rachel Notley ha dado a su ministro de Educación una asignación de verano: encontrar formas para que el gobierno de Alberta luche contra el racismo y promueva la diversidad. En una carta a David Eggen esboza sus expectativas. Notley dijo que las muertes a tiros de seis hombres musulmanes en una mezquita en la ciudad de Quebec en Enero lo impulsó a encontrar la forma en que el gobierno asuma la lucha contra el racismo. 

Premier Rachel Notley has given her education minister a summer assignment: find ways for the Alberta government to fight racism and promote diversity.

In a letter to David Eggen outlining her expectations, Notley said the shooting deaths of six Muslim men at a mosque in Quebec City in January prompted her to find ways for the government to fight racism.

She said Alberta is making progress, «but there is work to be done.»»In recent years, we have witnessed growing concern about racism,» Notley writes. «I share that concern and I know you do, too.»

Eggen will find people from different communities to advise the government, finish a review of policies in other Canadian jurisdictions and ask groups fighting racism about what works and what doesn’t.

The premier also wants Eggen to find ways to promote more diversity and inclusion within the public service and Alberta’s agencies boards and commissions.

Eggen said tackling racism is an issue government should undertake.

«Our basic responsibility of government is for a safe environment by which people can live and raise their families,» he said. «It’s an extension of my safe and caring efforts in schools. That extends to  the larger society.»

Eggen has been asked to give Notley a report with recommendations this fall.

He will start his meetings in Calgary on Thursday. He intends to talk to people in urban and rural areas.

Fuente: http://www.cbc.ca/news/canada/edmonton/alberta-racism-notley-government-eggen-1.4191388

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Ser refugiado, sirio y gay en Alemania

Por: Rose  Delaney

Los homosexuales sirios que buscan refugio en Europa padecen diversas dificultades, como la violencia en los campos de refugiados y la creciente islamofobia.

Los llamativos ojos azules, el físico trabajado y la ropa a la moda de Omar hacen pensar que se trata de un joven sin preocupaciones, agraciado por la belleza. Pero las apariencias engañan. El trauma de la guerra, el desplazamiento y su homosexualidad persiguen a este refugiado sirio en Alemania.

En 2013, tras la muerte de su mejor amigo en la guerra civil que comenzó en marzo de 2011, Omar huyó de Siria y finalmente se desplazó hasta territorio alemán. Desesperado y en busca de un refugio seguro, pagó 15.000 euros por un pasaporte nórdico falso que le fue confiscado cuando ingresó a Alemania por el aeropuerto de Hannover.

«Cuando llegué por primera vez, el pueblo alemán era hospitalario y de buen corazón, pero ahora está saliendo a las calles en protesta. Quieren que nos vayamos, creen que todos somos extremistas”: Omar, refugiado sirio.

La travesía de Omar, similar a la de miles de jóvenes refugiados en su mayoría de Siria e Iraq que llegaron a Alemania en los últimos años, no ha sido para nada fácil.

Los refugiados jóvenes como él son “personas de interés” para el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), y en gran parte su situación permanece indocumentada e insuficientemente representada. En este caso, la situación de Omar como joven desplazado fue especialmente difícil ya que él se identifica como gay.

Aunque llegó a Alemania en 2013, asegura que cada día de su vida lo pasa reviviendo el derramamiento de sangre y la guerra que presenció en Siria. “Cada vez que veo pasar un avión me atraviesa un temblor de terror”, afirmó en diálogo con IPS. Gran parte de su ansiedad también se debe al tiempo que pasó en un campo de refugiados, cuando recién llegó.

“En el campo sentía como si hubiera sido capturado y enjaulado como un león derrotado. Recuerdo tratar de saltar por encima del muro para escapar… cerraban todas las puertas a las 21 horas todas las noches”, relata.

La necesidad de ponerse una “máscara de heterosexualidad” para ocultar su orientación sexual también fue una forma de encarcelamiento para él.

“Era menos que una persona, sin el derecho a expresar mi verdadera identidad entre mi propia gente”, observó. Los hombres del campamento que se identificaban abiertamente como homosexuales o que eran percibidos como “femeninos” por los demás refugiados eran sometidos a violencia, tormento y humillación.

Omar expresó su alegría por el hecho de que en los últimos meses se instalaran campos exclusivamente para brindar refugio a las personas que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales o transgénero.

La transición del campamento a su alojamiento financiado por el gobierno en Berlín lo obligó a Omar a superar muchos obstáculos. La realidad de su situación resultó muy lejana a la del “sueño europeo” con el que había fantaseado en Siria.

“Durante mi primer año, con el fin de enviar dinero a mi familia, empecé a vender drogas. Era uno de muchos sirios empujados a este negocio clandestino. Los sentimientos de depresión y desesperación hacen que los jóvenes caigan en esta trampa”, manifestó.

Omar explicó que el mercado legal jamás podría darle lo suficiente para llevar una vida sostenible y además financiar la educación universitaria de sus hermanas y mantener a sus padres. Otrora de buen pasar, la familia perdió su próspera empresa a causa de la guerra.

“Nadie podría entender lo difícil que es la vida para los sirios como yo. Mi principal prioridad es conseguir que mis hermanas terminen su educación. En este punto solo puedo pensar en ellas, mi familia se ha quedado sin nada”, dijo a IPS.

Un estudio sobre jóvenes desplazados publicado por ACNUR señala que la mayoría se ve obligada a asumir el papel de sostén de sus familias. Esto, a su vez, obliga a los hombres desplazados como Omar a involucrarse en negocios ilícitos y actos delictivos para atender las necesidades básicas de sus seres queridos.

Omar abandonó el tráfico de drogas para convertirse en trabajador sexual. “En tiempos como estos no se puede pensar en el amor o el respeto”, subrayó. Avergonzado, les dijo a amigos y familiares que trabajaba como modelo para salir adelante.

“Uno puede ganar normalmente entre 100 y 150 euros por hora en este trabajo. Encontrar a un hombre acomodado que pague las cuentas, la prostitución e incluso la pornografía” se convirtieron en formas para que muchos de los amigos refugiados de Omar se mantengan a sí mismos y a los seres queridos que dependen de ellos en Siria, indicó.

Hasta el amor puede ser difícil de encontrar debido a la creciente islamofobia en Alemania. En Grindr, una popular aplicación de citas utilizada por la comunidad homosexual en sus celulares, Omar y muchos de sus amigos sufrieron discriminación y abuso verbal por otros hombres que utilizan el servicio.

“Vuelve a casa, no queremos al Estado Islámico en nuestro país” y “Eres un terrorista musulmán” son algunos de los mensajes que recibe a diario. El joven antes sentía la necesidad de ocultar su sexualidad, pero ahora considera que es más importante ocultar su religión y nacionalidad.

“Cuando llegué por primera vez, el pueblo alemán era hospitalario y de buen corazón, pero ahora está saliendo a las calles en protesta. Quieren que nos vayamos, creen que todos somos extremistas”, se quejó.

Actualmente, Omar abandonó el mundo de la prostitución y las drogas que siente que lo deshumanizó de muchas maneras. Tiene esperanzas en el futuro, ya que ahora domina el alemán y está en proceso de convertirse en un entrenador personal.

IPS le preguntó si pensaba que la guerra civil siria acabaría pronto. “Una Siria en paz no es posible en el futuro próximo. Está en la misma situación que Iraq. La intolerancia religiosa conduce al conflicto, aunque es un estado laico. Nadie perdona y olvida, es un círculo vicioso”, opinó.

A pesar de todo, Omar aún sueña con volver a su patria. “Si la guerra cesara, volvería a Siria en un santiamén. Sin embargo, hablando en nombre de la mayoría de los gays sirios, no tienen ninguna prisa en volver a una sociedad que nunca los aceptó en primer lugar”, precisó.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2016/07/ser-refugiado-sirio-y-gay-en-alemania/

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El burkini en la Europa de las libertades

Por Ángeles Ramírez

En estos días, la vestimenta de las musulmanas ha vuelto a estar de actualidad porque al menos diez ciudades costeras francesas han prohibido el burkini, un bañador de cuerpo entero con un gorrito, que utilizan las mujeres que no quieren mostrar el cuerpo. Como obedeciendo a una consigna, algunos alcaldes – la mayoría del partido Republicano de Sarkozy, más un socialista- decidieron a la vez que ese traje de baño debía ser erradicado de las playas francesas.

Los argumentos para la prohibición, como siempre, han sido de lo más diverso, pero al saltar a los medios españoles, hay básicamente uno: que el burkini representa la opresión sexista y las mujeres que lo portan, la vanguardia del islam y el oscurantismo fundamentalista.

De este modo, el prohibicionismo sostiene que esas vestimentas son símbolos que atentan contra la autonomía de las mujeres, contra la igualdad de géneros y que por tanto, necesariamente las mujeres lo llevan contra su voluntad, mostrando justamente su sumisión y necesidad de ser liberadas y empoderadas. O aún peor, lo llevan voluntariamente, lo cual muestra su intención de extender esos valores patriarcales en la “Europa de las libertades”. La discusión sobre el burkini ha hecho reaparecer también al pañuelo y al niqab, como parte del escenario discursivo.

Sin embargo, la afirmación de que estas prendas son siempre un signo de dominación patriarcal, no refleja la realidad: la relación entre el pañuelo y el patriarcado es diversa porque lo son los contextos en los que viven 1.500 millones de personas musulmanas.

No es lo mismo un pañuelo en un país como Arabia Saudí, con norma vestimentaria para las mujeres, que en Francia, donde está prohibido llevar un niqab por la calle; ni el de una mujer trabajadora del puerto de Tánger que el de una de la alta burguesía yemení; ni el de una activista universitaria belga que el de una campesina senegalesa.

Para muchas mujeres, poder llevarlo como parte de sus creencias religiosas es un triunfo, como sería el caso de una francesa con niqab; para otras, es la herramienta para poder salir a la calle y trabajar o estudiar o bañarse en el mar, como la joven obrera cairota; y para otras, finalmente, puede ser una imposición legal o social contra la que se revuelven, como las mujeres saudíes. Por otra parte, la correspondencia entre “más ropa = mujeres sometidas // menos ropa = mujeres emancipadas” es muy cuestionable también en el mundo no musulmán, en que los cuerpos semi-desnudos de las mujeres se han convertido en una mercancía al servicio del patriarcado.

Lo que siempre es inequívocamente un signo del patriarcado es que a las mujeres, por ley, se las obligue a vestirse (o a no hacerlo) de determinada manera y sean multadas o encarceladas si no lo hacen. Es bien interesante que a nadie se le haya ocurrido perseguir legalmente – ni en la playa ni fuera de ella- a los hombres con barba larga, con qandoras y pantalones hasta los tobillos, signo inequívoco de la militancia salafista. O a las monjas de la mayoría de las órdenes católicas, que defienden valores contrarios a la igualdad entre hombres y mujeres, como bien nos enseña el obispo Cañizares, entre muchos otros.

Por tanto, el tema de los significados no se resuelve y estas generalizaciones señalan un gran desconocimiento –y atrevimiento- de las realidades sociales y políticas contemporáneas por parte de las personas responsables de los discursos y de las políticas. Algo semejante se podría decir del otro tema de los debates, la asociación del burkini con los grupos fundamentalistas y de las mujeres que los llevan con las vanguardias de estos grupos. Según el primer ministro francés, es la traducción de un proyecto político de contra-sociedad.

Sin embargo, es absurdo suponer que todas las mujeres musulmanas que van con hiyab o burkini y sí, también con niqab, son militantes islamistas o que están comandadas y manipuladas por quienes sí lo son. Por supuesto que hay mujeres activistas de diferente índole entre las musulmanas, algo que por otra parte no es ilegal. Lo que sí es ilegal –por no poner otros adjetivos, como totalitario o fascista- es prohibir ciertas vestimentas porque representan determinadas posturas políticas que no compartimos. En todo caso, debemos combatir esas ideologías con herramientas políticas: la restricción de derechos no lo es.

Sorprendentemente, ha sido poco tratado el tema más importante, que es el déficit democrático que supone la prohibición de una prenda vestimentaria en un lugar público. Obviamente, el objetivo de los Estados prohibicionistas no es la lucha contra el patriarcado y la salvaguarda de la igualdad entre hombres y mujeres, puesto que no parece haber una relación entre la prohibición y la disminución de la desigualdad.

Es fundamental recordar que el veto al burkini –como antes pasó con el hiyab y el niqab- se inscribe una larga lista de restricciones de derechos a las personas musulmanas en Europa, a través de la regulación del cuerpo de las mujeres, con el fin de disciplinar a poblaciones que son identificadas por el discurso dominante como diferenciadas de la “nacional” e “intrusas”, independientemente de su nacionalidad. Pero además son socialmente menos favorecidas y por tanto, más sensibles a la discriminación y al racismo. Son las “clases peligrosas”.

Por ello puede afirmarse que se trata de leyes, de dictámenes o normas que van directamente contra las mujeres musulmanas, contra las comunidades musulmanas y contra la población en general.

Pero la cuestión va mucho más allá, porque no se trata de Europa contra el islam, sino del control del espacio público por parte del Estado, comenzando por las poblaciones más vulnerables. Es un modo de aprovechar el estado de emergencia o el miedo al terrorismo para imponer restricciones a la ciudadanía: en la misma línea que se prohíben concentraciones o se elabora una ley mordaza que recorta la libertad de manifestación, se veta el niqab, el burkini o el hiyab, en nombre de la supuesta protección de la población. Políticamente se institucionalizan las políticas racistas, empujando a la gente y a parte de la izquierda hacia los discursos identitarios de la derecha y la extrema derecha, que definitivamente, son los únicos actores, junto con el patriarcado, que se refuerzan en este contexto. Luchemos contra eso.

Fuente:  http://www.vientosur.info/spip.php?article11639#sthash.TtmLL0S5.dpuf

Imagen tomada de: http://scd.france24.com/en/files/imagecache/france24_ct_api_bigger_169/article/image/france-burkini-maires.jpg

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España: Un instituto de Valencia no permite entrar a clase a una alumna musulmana con pañuelo

Europa / España / 17 de septiembre de 2016 / Por: Infolibre

  • La alumna aún no se ha incorporado al actual curso escolar debido a la prohibición
  • La asociación Sos Racisme advierte de que es el quinto caso que se da en ese centro
Un instituto de educación secundaria de Valencia impide desde hace una semana acudir a clase a una alumna musulmana por llevar el hijab −el pañuelo que cubre la cabeza−, según denuncia Sos Racisme del País Valencià, que recibió la queja de la joven, compartida con otras organizaciones como Movimiento contra la Intolerancia, Centro Cultural Islámico de Valencia y Plataforma contra la Islamofobia.

Según relata Sos Racisme a través de un comunicado, el pasado jueves, 8 de septiembre, fecha de comienzo de las clases, la alumna recibió la llamada del director del centro, quien “en términos taxativos le instó a quitarse el pañuelo, y le advirtió de que al día siguiente no podría entrar en clase si lo llevaba”.

Según informa Europa Press, se puso de inmediato en contacto con las organizaciones, que presentaron una queja ante el Sindic de Greuges y ante el Defensor del Pueblo y se pusieron en contacto con la Conselleria de Educación, que envió al Inspector de zona para comprobar los hechos y la negativa de la dirección del centro. Comprobada esta, agregan, el director fue citado al despacho del inspector jefe, para instarle a que cambiara su actitud.

El responsable del centro alegó “una interpretación literal y cerrada de un artículo del reglamento del centro que impide a los alumnos llevar nada en la cabeza, norma que nació para impedir que estuvieran en clase con gorras y sombreros que pudieran ocultar su cara, cosa que no se le puede atribuir al pañuelo”.

Sos Rascisme lamenta que “de nada ha servido” decirle al director que esa norma de rango menor “debe ser interpretada de forma adecuada y conforme a los derechos fundamentales de la persona, entre ellos los derechos a la libertad religiosa y de expresión”, por lo que su negativa a admitir una interpretación flexible del reglamento se mantiene.

“No es un caso aislado”

Las organizaciones instaron asimismo a la dirección del centro a modificar su actitud, “en aras a que la alumna pueda acudir a clase, conforme a su derecho, lo que se le viene impidiendo ya durante toda una semana, y se solicitó mantener una reunión con la Conselleria, dado que éste no es un caso aislado, sino que es al menos la quinta ocasión en que se produce el problema en este centro, problema que se repite además con asiduidad en otros centros de la Comunitat Valenciana”.

“Hemos reivindicado del centro que realice una interpretación adecuada y flexible de su propio reglamento, que permita a las alumnas musulmanas expresar su identidad religiosa de la forma que les parezca, sin obstruir el funcionamiento del centro, tal y como permite un pañuelo en la cabeza que no tapa la cara. La tozuda negativa de la dirección del centro sólo puede ser motivada por una islamofobia soterrada, nada adecuada para la educación de nuestros jóvenes en la pluralidad y la tolerancia”, lamentan.

En la misma línea, recalcan que el pañuelo “no es una prenda que impida ver su cara, ni estorba su identificación, ni nada parecido, tiene una significación única y exclusivamente de expresión de identidad religiosa. La alumna es de nacionalidad española y nacida en España”.

Mediciación de la Conselleria de Educación

Por su parte, la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, se mostró segura −preguntada por los medios por este tema en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell− de que de la Conselleria de Educación está mediando en este tema.

“Voy a hablar como consellera: uno de nuestros cometidos es la diversidad religiosa y en el caso del pañuelo en la cabeza es un símbolo religioso, también cultural y de género, como cuando ponemos pendientes a las niñas al nacer. Tenemos que ser muy cuidadosos con la libertad religiosa, la diversidad cultural, la libertad a la propia imagen; las estéticas son diversas en los institutos”, razonó.

“Iguales en la diversidad”

Oltra agregó que “el pañuelo en la cabeza no supone ninguna denigración colectiva ni individual”. “Pero obligar a alguien a quitarse el pañuelo creo que puede entrar en conflicto con el artículo 14 de la Constitución y creo que tenemos que ser respetuosos con la diversidad. Tenemos que ser iguales en la diversidad”, abogó.

Y en la misma línea subrayó: “No hay un patrón estético que nos uniforme, no querría vivir en una sociedad así. Al margen que como consellera no quiero que nadie y menos mujeres se pongan algo que no quieran, pero tampoco quiero que a ninguna mujer se le obligue a quitarse algo, estamos hablando del pañuelo, que no quiere quitarse”.

Fuente: www.infolibre.es/noticias/politica/2016/09/16/un_instituto_valencia_permite_entrar_clase_una_alumna_musulmana_con_panuelo_54828_1012.html

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Nueva guía educativa para combatir la islamofobia en Canadá

Canadá/Septiembre de 2016/RCI

A sólo unos días del regreso a clases en el país, el Consejo Nacional de musulmanes canadienses, la Asociación Islámica de Servicios Sociales (AISS), la Comisión Canadiense de Derechos Humanos (CCDH) lanzaron este jueves un documento guía destinado a apoyar a los educadores para que hagan frente adecuadamente a cuestiones complejas como la islamofobia y la discriminación y para que la escuela continúe siendo un espacio seguro e inclusivo para todos los estudiantes.

La llegada de 25.000 refugiados sirios a Canadá en el último año, así como la retórica anti-musulmana que surgió en Canadá y en Estados Unidos después de los atentados del 11 de septiembre 2001, están teniendo repercusiones en los estudiantes y en las aulas canadienses.

“Las escuelas han estado trabajando contra la islamofobia desde los ataques terroristas del 9 de septiembre de 2001, hasta ahora, nunca habíamos visto un interés tan claro entre los educadores para combatir el problema”, afirmó Amira Elghawaby, directora de comunicaciones del Consejo Nacional de musulmanes canadienses. “Esto ha cambiado recientemente”, dice ella.

La nueva guía que lleva por título “Ayudando a los estudiantes a lidiar con traumas geopolíticos, violencia e islamofobia” (en inglés y francés solamente) aborda el impacto psicológico del odio y de la discriminación, dando como ejemplo la situación actual en Estados Unidos en la que niños musulmanes preparan sus maletas, con sus juguetes, en reacción a ciertos comentarios, particularmente provenientes del candidato republicano a la presidencia de ese país, Donald Trump, sobre una eventual prohibición de la entrada de inmigrantes musulmanes a territorio estadunidense.

El director ejecutivo del Consejo Nacional de Musulmanes Canadienses presentando la guía a la prensa. THE CANADIAN PRESS/Justin Tang

El director ejecutivo del Consejo Nacional de Musulmanes Canadienses presentando la guía a la prensa. THE CANADIAN PRESS/Justin Tang

La guía también quiere que el lector comprenda lo que puede significar para un niño refugiado sentir rechazo y desconfianza al llegar a su nuevo país.

“La escuela debe ser un lugar donde cada niño se sienta comprendido y seguro. Esta guía le invita al lector a ponerse en el lugar de un niño musulmán que vive en Canadá, que puede haber sufrido un trauma o rechazo de algún tipo – un niño que está esperando ser aceptado y vivir en un entorno seguro en el que puedan aprender y crecer” , dijo Marie – Claude Landry, presidenta de la Comisión Canadiense de los Derechos Humanos.

Muchas escuelas han incluido en su personal a profesores e intérpretes para paliar a la demanda actual. También están preparando sesiones de orientación y otros programas a partir de este otoño para seguir ayudando a la integración emocional y social de los niños sirios.

“El pluralismo, el respeto de las diferencias y el multiculturalismo son los valores que son importantes para los canadienses y los valores con que debemos crecer a partir de una edad muy joven. Debemos ser un ejemplo para las generaciones futuras y para dotar a nuestros jóvenes de las habilidades y conocimientos que les ayudarán a hacer su camino frente a los desafíos de hoy y mañana”, dijo Siddiqui Shahina, consjera espiritual y presidenta de la Asociación Islámica de Servicios Sociales.

Shahina Siddiqui THE CANADIAN PRESS/Justin Tang

Para leer la guía en inglés haga clic aquí y en francés, aquí.

Fuente: http://www.rcinet.ca/es/2016/08/25/nueva-guia-educativa-para-combatir-la-islamofobia-en-canada/

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