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Chile es uno de los países donde los estudiantes pasan más tiempo en la escuela

Chile / 1 de octubre de 2017 / Autor: Diego Guerrero / Fuente: El Día

Eugenio Severin, consultor internacional en educación, indicó que en términos generales las cifras son buenas para Chile, pero que el país aún tiene el desafío de aprovechar las horas de clases para un desarrollo integral de los jóvenes.

El último informe “Education at a Glance 2017” de la La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que entrega indicadores del estado de la educación a nivel mundial, entre otros datos, ubica a Chile como uno de los tres países con jornadas escolares más extensas en Latinoamérica, solo detrás de Costa Rica y Colombia.

En conversación con Radio Mistral (95.1), Eugenio Severin, co-fundador de Tu clase, tu país, quien además trabaja como consultor internacional en educación para instituciones como UNESCO, BID, y Banco Mundial, entre otras entidades, analizó el significado de estas cifras para el país, indicando que en términos generales “Chile sigue siendo el país con mayores progresos educativos de América Latina”.

Severin, que además fue jefe de Gabinete del Ministerio de Educación entre los años 2000 y 2002, indicó que según lo detallado en este reporte, el país “tiene muy buenos resultados, pero como suele pasarnos también, en comparación a otros países de la OCDE, como Estados Unidos y algunos países de Europa y Asia, no estamos tan bien en los mismos indicadores”.

Eugenio Seveín, consultor internacional en educación, analizó el impacto de la Jornada Escolar Completa en contacto telefónico con Radio Mistral.

Sin embargo, el experto indicó que “no hay que dramatizar hoy más del 90% de la matrícula escolar tiene Jornada Escolar Completa y esto es una buena noticia en general, porque significa que los estudiantes tienen más tiempo para el estudio” impactando positivamente en el aprendizaje.

Además, “también tiene impactos sociales muy importantes, como por ejemplo permitir el trabajo de los adultos que están al cuidado de los niños, en particular permitir el trabajo de las mujeres que están en desarrollo profesional cuando sus hijos están en el sistema escolar”.

¿Se aprovechan las horas de clases?

Lejos de los beneficios que pueda significar la Jornada Escolar Completa en Chile, Severin indicó que “aún tiene importantes desafíos”, centrados principalmente en definir la forma de hacer un buen uso de las horas que los estudiantes se encuentran en el colegio.

“En general las horas escolares en Chile se utilizan para más de lo mismo, es decir para más matemáticas, más ciencias, más lenguaje, cuando en realidad esas horas podrían ser aprovechadas para tener formación diferenciada e integral para nuestros estudiantes”, dijo.

En este sentido señaló que se debe evitar la comparación automática con los países desarrollados, “porque en muchos de esos países la jornada escolar es más corta, pero tienen una oferta alternativa para el contratiempo de los estudiantes, en lo cultural, deportivo, de infraestructura, de espacios libres, a los que la mayoría de los estudiantes en Chile no tienen acceso”.

“En países como el nuestro, que están en vías de desarrollo, el que la Jornada Escolar Completa exista es una tremenda oportunidad para esos estudiantes, porque la alternativa para muchos de ellos es estar en su casa o estar en lugares poco apropiados para ellos”, continuó.

Desafíos

Severin señaló que la Jornada Escolar Completa en Chile no ha fallado, “es una política pública muy exitosa, hay pocos países que en 10 o 12 años lograron pasar a la jornada escolar completa y Chile lo hizo invirtiendo una cantidad enorme de recursos y eso es importante valorarlo como país”.

Sin embargo, “aún está pendiente la discusión por un Currículum más flexible, más abierto y que permitiera a los estudiantes de desarrollar sus intereses y sus capacidades y sus talentos, más concentradas en esas diferencias personales”, indicó.

“El desafío que tenemos ahora es cómo hacemos que esas horas que tenemos disponibles sean más significativas, sean más interesantes para nuestros estudiantes, estén mejor conectadas con sus intereses y para eso necesitamos una discusión en serio que hasta ahora ningún gobierno ha asumido con la profundidad necesaria”.

Fuente de la Noticia:

http://www.diarioeldia.cl/pais/educacion/chile-es-paises-donde-estudiantes-pasan-mas-tiempo-en-escuela

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La escuela de educación básica después del sismo: a dónde vamos

México / 1 de octubre de 2017 / Autor: Miguel Ángel Gallegos / Fuente: Educación Futura

En México se nos está cayendo la letra “e”, de escuela y de esperanza. Se ha teñido de rojo sangre. El pasado 19 de septiembre del presente año dejó marcada a la sociedad mexicana, sobre todo a la capitalina. Una vez más sucedió la tragedia, después de treinta y dos años volvió a pasar. ¡No aprendimos la lección!

Pareciera ser que los simulacros que se habían realizado aquella mañana de septiembre, no habían servido de mucho. Justo al momento del terremoto la gente había olvidado las indicaciones repetidas por más de treinta años. Muchos jóvenes y niños sólo llevaban algunos años de repetición ¿Acaso los protocolos de seguridad no han sido los correctos?

Parece que en México los simulacros son solo eso, simulacros que sirven para fingir que se hace algo, que permiten justificar mediante avisos y comunicados banales de que se está cumpliendo con las recomendaciones.  Hoy la burocracia administrativa pide informes y evidencias de todo, pero cuando la realidad nos alcanza, esas informaciones escritas difícilmente sirven de algo ¿Acaso estos métodos informativos son adecuados para algo?

Lo que importa a la mayoría de las autoridades educativas son los informes, mientras más fotos y evidencias mejor, es lo que decía un distinguido directivo de una escuela para la que trabajé durante algunos años. Eso le pedían a él, eso le exigían sus superiores. Estimo que a la burocracia no le importan los procesos, las vivencias, los sentimientos, las emociones y la seguridad de la gente.

Vislumbro que a las administraciones de gobierno lo único que les interesa es tener informes de todo –aunque en muchos casos, estos no sean revisados por nadie–. Desafortunadamente cuando nos alcanza la realidad, las cosas cambian, como hemos visto, en ella salen a relucir negligencias, carencias, pendientes, complicidades, abusos de autoridad e incluso fallas administrativas. Los anhelados sellos de recibido, plasmados en los formatos de evidencias, en poco ayudan cuando la realidad pone a prueba a la sociedad y sus instituciones.

En México, una gran cantidad de entidades, municipios, localidades, calles y domicilios sufrieron las consecuencias del sismo del pasado 19 de septiembre, en el que por desgracia se perdieron muchas vidas. Respetuosamente pido un momento de silencio, en particular para una institución educativa que desafortunadamente vio vencer su infraestructura en uno de sus edificios, hecho que lamentablemente arrebató la vida de personas adultas e infantes. Un hecho que, a partir de ello marcará el futuro de la vida en las escuelas, particularmente en la educación básica.

La escuela a lo largo de las últimas décadas ha sido la institución más sólida y segura que el Estado puede brindar a la ciudadanía. La sociedad en general confía plenamente en ella, al grado de dejar a sus hijos –desde sus primeros años de vida– por varias horas durante el día. Hoy las jornadas escolares en este nivel educativo, que contempla el preescolar, la primaria y la secundaria, van desde las tres horas en escuelas con horario normal, hasta las ocho horas en las llamadas de jornada ampliada o tiempo completo.

Desde el día del sismo, y hasta nuevo aviso el regreso a algunas escuelas depende de las indicaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Por lo tanto, los padres de familia están atentos a los reportes institucionales que emitan las autoridades estatales como las federales. La pregunta es, ¿la vida en las escuelas volverá a ser la misma después de la tragedia sucedida en el Colegio Enrique Rébsamen?

Los padres de familia dejarán a sus hijos cada día con la misma confianza de siempre, en este colegio o en cualquier otra institución educativa, o habrá que tomar nuevas medidas para los nuevos escenarios que los fenómenos naturales en cualquier momento nos puedan sorprender.

Me pregunto: ¿qué dará certeza a los padres de familia para llevar a sus hijos a sus respectivas escuelas?, ¿que brindará certeza a los administrativos, docentes y estudiantes para continuar su vida normal en los centros escolares?, un informe o un dictamen con sus respectivos sellos, será lo que brindara la tranquilidad, o serán obras y acciones las que devuelvan la “e” de la esperanza a nuestro México.

Tengo la fortuna de conocer a muchos docentes de educación básica en la Ciudad de México, quienes me hicieron llegar –vía electrónica- un documento en formato PDF, el cual circuló entre una gran cantidad de docentes de este nivel educativo. Este es un reporte de afectaciones por el sismo, el cual presenta un listado de las 209 escuelas de educación básica, las cuales sufrieron algún daño, que va desde fisuras en paredes, grietas en escaleras hasta bardas caídas.

Puedo mencionar de dicho reporte de escuelas públicas de educación básica dañadas en la Ciudad de México, los siguientes números: preescolar 81; primaria 85; secundaria 41; especial 2, lo que da un total de 209 escuelas dañadas en menor o mayor grado, esto nada más en la capital del país. Habrá que ver si a nivel nacional se tiene algún reporte, tanto de escuelas particulares como de públicas. Es necesario.

Del anterior listado pude corroborar lo que el describe en relación a los daños señalados en algunos planteles. Por ello, mencionó esta información con la seguridad de que la SEP la difundirá de manera oficial, no para alarmar a los padres de familia, sino para hacer sinergia con ellos y tomar las medidas necesarias, las cuales atañen a los cuatro actores escolares: alumnos, docentes, padres de familia y autoridades educativas.

Hoy más que nunca se debe hacer equipo para recuperar la “e” de escuela en nuestro querido México. Debemos aprender de esta mala experiencia y pensar si estamos actuando bien en lo individual, en lo general y si nuestras autoridades educativas están respondiendo a las necesidades que los tiempos demandan.

Cabe preguntarnos ¿por qué algunas escuelas están dañadas y otras no? Dónde queda la inversión en Certificados de Infraestructura Educativa Nacional (CIEN) del Programa del Gobierno de la República para garantizar que los Planteles Educativos sean de calidad “Escuelas al 100”, puesto en marcha en el año 2015, en el cual prometió invertir 50 mil millones de pesos para mejorar las escuelas en todo el país. No vaya a resultar solo un certificado, documento o informe más, que en nada ayuda cuando la realidad nos alcanza.

Finalmente, mencionar que la SEP ha venido evaluando a los docentes en los últimos años; parece que hoy los papeles se invierten, ahora los docentes y la sociedad en general evaluarán el desempeño de esta Secretaría que tiene en sus manos la responsabilidad de las escuelas públicas y particulares incorporadas al Sistema Educativo Nacional, así como de verificar la situación que guarda cada uno de estos planteles para declarar el regreso a clases en condiciones normales o no. Seguiremos atentos.

Fuente del Artículo:

La escuela de educación básica después del sismo: a dónde vamos

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El trabajo invisible (y no remunerado) de los maestros mexicanos: planeación, evaluación y otras actividades

México / 1 de octubre de 2017 / Autor: Pluma Invitada (Profe Roger) / Fuente: Educación Futura

“Tengo que gastar tiempo después de la escuela, noches y mañanas preparando las clases del siguiente día. No tengo tiempo para mi familia y una vida social está fuera de mi alcance. Mi trabajo se ha convertido en mi vida”. Esas son las impresiones, vertidas por un maestro canadiense de primaria  en el estudio It’s About Time!! A report on the impact of workload on teachers and students (Dibbon, 2004), realizado a 695 profesores de escuelas primarias y secundarias de la provincia de Terranova y Labrador, Canadá. Tal investigación revela que es considerable el trabajo que un maestro realiza lejos de sus estudiantes y que aproximadamente la mitad de los docentes de nuevo ingreso estaban considerando dejar su puesto actual por razones relacionadas a una carga de trabajo pesada y un ambiente de enseñanza estresante  (Dibbon, 2004, p. 3). Asimismo, el estudio reveló que los profesores de aquel lugar destinan en promedio 15 horas y media semanales en trabajo fuera de la jornada escolar.

No contemplar en el horario laboral docente actividades como la planeación, la revisión de trabajos, la evaluación y otras, puede tener efectos nocivos tanto para los profesores como los alumnos. Al respecto, Dibbon (2004), señala los siguientes riesgos: clases no planeadas o deficientemente planeadas, presencia de enfoques de enseñanza tradicional en detrimento de otras formas de enseñanza más pertinentes, falta de retroalimentación adecuada de los procesos de los estudiantes, insatisfacción laboral de los profesores y afectaciones a la interacción con los alumnos producto del estrés, entre otras. Asimismo, los testimonios del estudio señalado manifiestan que la falta de tiempo para este tipo de actividades contribuye al aislamiento de los mismos profesores (cada uno busca los espacios y tiempos para realizarlas), negatividad para atender actividades extracurriculares e incluso problemas de salud, pues el tiempo de descanso se ve invadido por esta labor (Dibbon, 2004, p. 15).

El caso de maestros de algunos países latinoamericanos es muy similar al de los profesores canadienses. Según el estudio Maestros de Escuelas Básicas en América Latina: hacia una radiografía de la profesión (Vaillant y Rossel, 2006), realizado en siete países (Argentina, Colombia, El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Uruguay), “en la mayoría de los casos analizados la dedicación horaria está casi enteramente consagrada al trabajo en el aula y, a diferencia de lo que ocurre en los países desarrollados, no incluye el trabajo de planificación, coordinación o evaluación, que en general recae sobre los docentes en sus horas de ocio” (p. 18).

Las horas de trabajo fuera del aula, llamadas también horas no lectivas son fundamentales “ya que en ellas se planifica y prepara adecuadamente el material educativo, las estrategias para motivar y monitorear el aprendizaje, la retroalimentación a los estudiantes, además de formas para diagnosticar y abordar las necesidades de aprendizaje de todos los alumnos” (Cabezas, et al, 2016). Según Hargreaves (1992), los efectos del incremento en la carga horaria para este tipo de actividades van más allá de lo que sucede en el aula: se ven reflejados en la reducción de los niveles de estrés de los profesores y ayuda a establecer un equilibrio adecuado entre las vidas laborales y personales de los docentes. Lo anterior se traduce en una mejora del temperamento en el salón de clases, mejorando la interacción con sus estudiantes.

En México, el panorama para los profesores también es complicado en cuanto a carga de trabajo fuera del horario escolar. Según la investigación Condiciones de trabajo y salud docente. Estudios de caso en Argentina, Chile, Ecuador, México, Perú y Uruguay (UNESCO, 2005), el 70% de los maestros mexicanos encuestados considera que la carga de trabajo fuera del horario laboral es alta o muy alta. Inexplicablemente, a pesar de que se advierte un grave problema de sobrecarga laboral, “al parecer la carga excesiva de trabajo se asume como parte de la cultura docente” (UNESCO, 2005, p. 151). Los docentes mexicanos de primaria, de acuerdo al documento Segundo Estudio Internacional sobre la Enseñanza y el Aprendizaje (TALIS 2013) (INEE, 2014), destinan semanalmente un promedio de seis horas a la planificación de clases, cuatro a la calificación o corrección del trabajo del estudiante y casi tres horas al trabajo administrativo general, entre otras actividades.

Resulta contradictorio que en nuestro país no sólo no se remuneren las actividades realizadas por los docentes fuera del horario escolar, sino que, además, sean consideradas como parte de la evaluación a profesores derivada de la Ley General del Servicio Profesional Docente: es decir, un maestro no recibe pago por planear y evaluar, pero puede ser despedido por deficiencias en estas dos actividades. Por otra parte, en el documento de reciente publicación Aprendizajes clave para la educación Integral. Plan y programas de estudio para la educación básica (SEP, 2017) se reconoce que “los procesos de planeación y evaluación son aspectos centrales de la pedagogía porque cumplen una función vital en la concreción y el logro de las intenciones educativas” (p. 120). Inexplicablemente, dentro del documento señalado, no se advierten espacios o tiempos para la realización de estas dos actividades fundamentales.  

Es evidente entonces la necesidad de incorporar a la carga horaria de los docentes mexicanos (y, por tanto, a su remuneración económica), acciones tan trascendentes como la planeación, la evaluación o el diseño de material didáctico, por citar algunas, que tradicionalmente se realizan fuera del horario escolar; como ya se ha señalado, los efectos positivos no sólo tienen que ver con la satisfacción profesional de los docentes, sino además  es bastante probable que esto redunde favorablemente en la calidad del servicio ofrecido en las escuelas. Si como repetidamente se menciona en los discursos oficiales, la prioridad es la elevación de la calidad educativa, sería una medida congruente y acertada el pagar a los profesores por la realización de actividades igual de importantes que las que realiza cuando está frente a sus estudiantes. Así como sucede en países como Chile y Brasil, es urgente que en México se regulen las proporciones entre las horas lectivas y no lectivas, de modo que el profesor tenga las condiciones para responder a las expectativas que el mismo sistema pone sobre él.

*Docente colimense de Educación Primaria (Esc. Prim. Distribuidores Nissan No. 61 T.V.) y de Educación Superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

Twitter: @proferoger85

REFERENCIAS.

BACKHOFF, Eduardo y PÉREZ-MORÁN, J. (coords.). Segundo Estudio Internacional sobre la Enseñanza y el aprendizaje (TALIS 2013). Resultados de México. México: INEE, 2015.

CABEZAS, Verónica, et al. Uso del tiempo no lectivo. Desafíos para políticas públicas y comunidades educativas. Chile: Centro de Políticas Públicas, 2016.

DIBBON, David. It’s about time!! Report on the Impact of Workload on Teachers an Students.Terranova: Memorial University of Fewfoundland, 2004.

HARGREAVES, Andy. Time and teachers’ work: An analysis of the intensification thesis. Teachers College Record, 1992.

PÉREZ, Julia. La regulación de la jornada docente en perspectiva comparada: los casos de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay. Buenos Aires: FLACSO, 2016.

SEP. Aprendizajes clave para la educación integral. Plan y programas de estudio para la educación obligatoria. México: SEP, 2017.

UNESCO. Condiciones de trabajo y salud docente. Estudios de caso en Argentina, Chile, Ecuador, México, Perú y Uruguay. Santiago de Chile: UNESCO, 2005.

VAILLANT, Denise y ROSSEL, Cecilia. Maestros de escuelas básicas en América Latina: hacia una radiografía de la profesión. Montevideo: Preal, 2006.

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Jornada escolar continua o partida, ¿cuál es mejor?

Por: Adrián Cordellat

El número de horas que pasan nuestros hijos en la escuela genera encendidos debates entre los padres

Con cada inicio de curso escolar se reabren viejos debates entre posiciones aparentemente irreconciliables. Está el de los deberes sí o no, el de uniformes sí o no y también, entre otros, el que se centra en la jornada escolar: ¿continua o partida? Hasta hace no tanto, en España primaba la jornada partida. Hoy, como afirma Antonio Tinajas, la balanza está igualada. Según el catedrático de enseñanza secundaria y autor del artículo ¿Jornada escolar continua o jornada escolar partida?, publicado en la Revista Iberoamericana de Educación, “en general, son más las comunidades en las que las escuelas públicas siguen una jornada continua, aunque la población escolar total afectada por un tipo u otro de jornada es muy similar”.

Cabe recordar que las competencias en Educación están hoy cedidas a las Comunidades Autónomas y que son estas las que legislan sobre las características de la jornada escolar y sobre las condiciones en que es posible el cambio de la jornada partida a la continua. En la práctica, siguiendo esas condiciones, es cada colegio, a petición del Consejo Escolar y con la votación favorable del censo del centro, el que decide el paso de una jornada a otra.

Y aquí radica el primer punto de fricción. Para Leticia Cardenal Salazar, presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), esta es una decisión que “no debería dejarse a la autonomía del centro, como no se dejan otras cuestiones relevantes, como es la elaboración del currículo de las asignaturas, por ejemplo o el calendario escolar”. Una posición totalmente opuesta a la que defienden desde el sindicato de la enseñanza pública ANPE, para el que la elección del tipo de jornada del centro educativo “debe corresponder a la autonomía de los centros” a través de un proceso “transparente, participativo y con garantías democráticas”. En ese sentido, desde el sindicato del profesorado recuerdan que el Consejo Escolar del Estado ya se pronunció hace años sobre la jornada continuada, “reconociendo el derecho de las comunidades educativas a establecer el tipo de jornada escolar”.

Quién quiere qué

Sea como sea, lo cierto, como la propia Leticia Cardenal reconoce, es que “se está generalizando que sean las comunidades educativas de los centros quienes decidan sobre el tipo de jornada que quieren”, de forma que se han ido incrementando el número de centros que se han acogido a la jornada continua. Un dato que sorprende, cuando desde la principal agrupación de asociaciones de Padres y Madres se muestran reacios al cambio. Según su presidenta, la explicación podría deberse en parte a que los debates sobre el particular “no se realizan en condiciones de igualdad entre familias y profesorado y el profesorado habla de pedagogía cuando lo que hay detrás es un interés de mejora en sus condiciones laborales”.

También señala al profesorado Antonio Tinajas, que señala a la gran diversidad de situaciones particulares que se dan entre las familias de un colegio, una coyuntura que en su opinión aprovecha el equipo directivo y el profesorado, que “tiende a abusar de la autoridad pedagógica que les atribuyen las familias”. Para Mariano Fernández Enguita, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, por su parte, solo existirían dos “grupos de madres” que se inclinan espontáneamente por la jornada intensiva: “las que no tienen ni buscan empleo o tienen uno a tiempo parcial que combina mejor con ella; y las de clase media acomodada y culta que, habiendo optado por la escuela pública, creen que a sus hijos les sobran horas y que podrían emplearlos mejor en otras actividades fuera de las aulas”. El resto, según Enguita, que conformarían la gran mayoría de madres y padres de alumnos, suelen ser sometidos en opinión del catedrático “a una desinformación sistemática y, a menudo, una presión poco escrupulosa desde el profesorado, que no para hasta que se convierten o se rinden”.

¿Tanta fuerza tiene el profesorado entre los padres y madres para que en abril de este año, sin ir más lejos, 215 de los 325 centros educativos de la Comunidad Valenciana que celebraron consultas sobre la organización horaria, votasen a favor de la jornada continua? Al contrario de lo que mucha gente piensa el cambio horario es una reivindicación mayoritariamente de las familias, de hecho, se da el caso de muchos claustros que no apoyan el cambio y ni siquiera se puede llegar a las votaciones de las familias. En el caso de mi centro y en muchísimos más, somos las familias las que hemos instado al centro para que inicien el proceso”, explica Asun Bañón, presidenta de la Asociación Plataforma A Favor de la Jornada Continua por la Libre Elección en la Comunidad Valenciana, una de las asociaciones más activas y reivindicativas en España.

El profesorado también se defiende de las acusaciones de buscar en última instancia una mejora de sus condiciones laborales. Desde ANPE recuerdan que “no se trata de una reducción de la jornada escolar del alumno ni del profesor, sino de una redistribución de la misma” (esta sigue siendo de 25 horas a la semana); y que en todo caso, la compactación de la jornada tiene otro tipo de beneficios para la función docente, que se ejerce “de forma más racional, fomentando una mayor interrelación personal y profesional del profesorado, facilitando la preparación de las clases, mejorando la programación docente y permitiendo el perfeccionamiento profesional de los docentes mediante una mayor posibilidad de acceso a cursos de formación”.

Argumentos a favor y en contra

Para Asun Bañón, la jornada continua también permite poder aprovechar mejor las horas libres de los niños: “Algo tan sencillo como que los niños puedan irse a una actividad (deporte, música, idiomas, cumpleaños) con los deberes hechos o la lección repasada, y no tener que retrasar esto hasta última hora de la tarde cuando los niños están demasiado cansados”. También destaca de ella su “flexibilidad”, lo que permite adaptarla a las necesidades de cada familia (“Las familias tienen diariamente tres opciones para la salida de los niños del cole, a las 14:00, a las 15:30 o a las 17:00 horas”); y la “reducción del absentismo, especialmente en el caso de los niños más pequeños, que se duermen después de comer”, que se produce al tener que ir solo una vez al centro escolar.

Al desarrollo de las actividades extraescolares gracias a la implantación de la jornada continua también aluden desde ANPE, desde donde afirman que “todo los países modernos han comprendido el alcance de las actividades extraescolares como forma nueva, sugestiva y original de prolongar y entender el aprendizaje fuera del ámbito escolar”. Unas extraescolares que deberían ser en todo caso gratuitas, para no caer en la discriminación del alumnado en función de sus posibilidades económicas.

A esa discriminación aluden precisamente desde CEAPA. Recuerda Leticia Cardenal que la escuela es “un espacio de formación integral para todo el alumnado, donde se forman todos sin diferencias de ningún tipo y donde, además se compensan las desigualdades sociales”. Una formación que debería ser entendida en un sentido amplio, más allá de la transmisión de conocimientos o del tiempo exclusivamente curricular; “la escuela es un referente de convivencia, socialización y participación. Por eso, cuanto menos tiempo sea común a todo el alumnado en la escuela, mayores serán las diferencias, ya que estas crecen en las familias porque somos las familias las que marcamos esas diferencias”.

Según Fernández Enguita, por su parte, la intensificación horaria “perjudica especialmente a los alumnos que ya tienen problemas con la escuela, que son muchos”. En ese sentido, aboga por ir hacia horarios flexibles, “con un núcleo central para todos y flexibilidad en las horas de entrada y salida”. En todo caso, en la coyuntura actual considera preferible la jornada partida, “ya que lo que pueden perder con ella algunos (salir antes de una escuela que les aburre y tener tiempo para actividades que les interesan más) me parece menos grave que lo que pueden perder sin ella otros al no poder seguir el ritmo y verse empujados al rechazo o al fracaso escolares”.

¿Existe una alternativa mejor?

Coinciden todas las fuentes consultadas en que no hay ningún estudio de carácter científico que avale que una alternativa es mejor que la otra; o que una de ellas conlleve mejoras significativas en la calidad de la enseñanza. “Ni los hay ni creemos que los haya, porque las mejoras que se pueden producir en la escuela obedecen a múltiples factores y no a uno exclusivamente. Por lo tanto, no podemos decir que un modelo sea mejor”, afirma la presidenta de CEAPA, que no obstante recuerda que ningún argumento de los que se esgrimen para pasar de jornada partida a jornada continua “son objetivables” y que tampoco han demostrado las mejoras con las que, en su día, se convenció a la comunidad educativa: “Podremos hablar del nivel de satisfacción de profesorado o de familias, pero poco más”.

Su opinión la comparte en parte Mariano Fernández Enguita, que aunque reconoce que los horarios escolares en España “no han tenido todavía el estudio sistemático que merecen”, afirma que hay ya “unas docenas de estudios aquí, y muchos más fuera” cuyas conclusiones se distribuyen “entre pocos y muchos, pequeños o grandes, efectos negativos” de la jornada continua. “No existe un solo estudio, ni uno solo, que sustente los beneficios académicos de la jornada continua. He documentado esto en un libro y varios artículos y vídeos”, concluye.

Antonio Tinajas, por su parte, hace referencia a la cronopsicología, una ciencia que intenta comprender qué factores influyen en el mantenimiento sostenido de la atención por parte de los escolares a lo largo de la jornada. “Sabemos que la atención depende de numerosas variables: la edad y la personalidad del individuo, la naturaleza de la tarea a realizar (perceptivo motriz o mental), si se trata de tareas individuales o en grupo, los procesos mentales puestos en juego, la motivación, pero existe un consenso según el cual, en los últimos años de primaria y en la ESO, la atención es baja a primera hora de la jornada y crece hasta alcanzar su máximo entorno a media mañana (la hora del patio). A partir de aquí, desciende a medida que avanza la mañana y decae bruscamente tras la comida. Durante la tarde, vuelve a incrementarse la atención hasta volver a alcanzar otro máximo a media tarde”, argumenta. Una evolución de la atención que, en apariencia, coincide mejor con el horario partido.

“Tal vez pueda influir algo el horario en el rendimiento académico”, conceden desde la Asociación Plataforma A Favor de la Jornada Continua por la Libre Elección en la Comunidad Valenciana, pero en todo caso consideran que esa influencia “sería meramente anecdótica” en comparación con las soluciones que la jornada continua facilita para la adaptación a los horarios “de una sociedad en constante cambio”. Una opinión que también refrendó el estudio A las tres en casa: el impacto social y educativo de la jornada escolar continua, dirigido por Elena Sintes. En él, la doctora en Sociología, en referencia al argumento, utilizado también por la corriente projornada continua de que esta mejoraba el rendimiento académico, concluía que “la causa que marca la mejora de los resultados académicos y escolares de los alumnos, se encuentra en la calidad del proyecto educativo del centro, no en su horario lectivo”. Por tanto, y dado que el horario “no supone una variable fundamental para la obtención de un mejor rendimiento académico”, consideraba “perversa” la asociación entre ambas variables.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/09/17/mamas_papas/1505641549_019224.html

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España: Educación plantea ampliar media hora la jornada lectiva de septiembre y junio

España/08 junio 2017/Fuente: El Diario Montanes

La Consejería traslada a los sindicatos docentes una solución intermedia ante la petición de las asociaciones de padres de suprimir el horario reducido.

La Consejería de Educación ha planteado a los sindicatos integrantes de la Junta de Personal Docente aumentar en media hora la jornada reducida de septiembre y junio a partir del próximo curso. Se trata de una solución intermedia que intenta dar respuesta a la petición de las asociaciones de padres de suprimir la jornada reducida que existe en Educación Infantil y Primaria al inicio y final del curso y de mantener el mismo horario lectivo a lo largo de todo el año.

Pero la respuesta de las organizaciones sindicales –STEC, CC OO, UGT y ANPE– ha sido negativa. Y lo basan tanto en razones pedagógicas, ya que consideran que aumentar la carga lectiva de los niños es «perjudicial», como laborales, dado que defienden que son horas que los profesores necesitan para «otras tareas más allá de dar clases». Al principio del curso sobre todo de organización, coordinación, planificación, reflexión sobre los cambios metodológicos y adaptación de los interinos; y al final, para la redacción de informes y conclusiones sobre el desarrollo del mismo.

Educación desea tomar una decisión de consenso, pero un acuerdo que satisfaga a todas las partes parece imposible. La reunión de la Mesa Sectorial de mañana será clave para tomar una solución definitiva de cara al próximo curso.

Tanto la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA), mayoritaria en la enseñanza pública de Cantabria, como la Concapa, referencia en la concertada, han pedido en diferentes ocasiones a la Administración educativa que acabe con esta práctica y que las jornadas de junio y septiembre sean completas. Esa medida permitiría seguir dando pasos en la conciliación de la vida familiar y laboral, ya que en estos dos meses el horario se reduce a tres horas y media frente a las cinco del resto del curso, lo que hace que los alumnos salgan de forma mayoritaria de clase a las 12.30 horas –las 13.00 horas en algunos centros–, lo que complica la tan buscada conciliación, al margen de otra serie de problemas. La FAPA los detalló esta semana en una reivindicación que ha llegado a convertirse en una recogida de firmas para respaldar la petición.

Alternativas

En este contexto, la Consejería de Educación ha buscado distintas fórmulas que «respondan a las necesidades de los padres, pero también de los docentes y del sistema educativo en general», opina el consejero Ramón Ruiz. «Intentaremos buscar lo mejor para todos, pero no es fácil», reflexiona.

En un principio, la Administración valoró una fórmula mixta de mantener la jornada reducida las dos primeras semanas de clase de septiembre, para ayudar a una incorporación gradual de los estudiantes, y a continuación implantar la completa. Dinámica que se repetiría en sentido inverso en junio, volviendo a la reducida las dos últimas semanas, cuando los alumnos están más cansados. La propuesta era vista con buenos ojos tanto por la FAPA como por la Concapa, pero ha sido finalmente descartada porque «complica la planificación del transporte escolar», apunta Ruiz.

El tiempo para tomar una decisión apremia, por lo que Educación convocó ayer a los cuatro sindicatos para ponerles encima de la mesa otra alternativa: aumentar en media hora la jornada reducida, que alcanzaría así las cuatro horas. De esta manera, el final de las clases estaría más cercano a la salida laboral de los padres y los horarios de los comedores variarían en menor medida entre unas partes y otras del curso. No es el horario completo que reclaman las familias, pero sí supone una concesión a unos colectivos cansados de reclamar que su voz sea escuchada en la toma de decisiones educativas. Y la Administración piensa que esa media hora de clase de más podría ser asumida por los profesores dejando aún tiempo para las necesarias tareas organizativas y logísticas.

Pero los sindicatos dicen no. «La solución a un problema como la conciliación, que es social, no estrictamente educativo, no es cargar a los niños con más horas de clase, me parece una barbaridad. En septiembre necesitan una aclimatación, y en junio están muy cansados», asegura Federico de los Ríos, portavoz de ANPE. «Si las empresas se niegan a contribuir a la conciliación y las familias lo necesitan, se podrían abrir los colegios más horas y organizar actividades extraescolares, talleres, como sucede durante las vacaciones, lo que además dinamizaría la contratación de monitores y perfiles similares. Pero más horas de clase, no», añade.

La otra razón que alegan los sindicatos para su negativa es que si los profesores tienen que aumentar sus horas de clase «no pueden atender las múltiples tareas que nos pide la Administración».

Fuente: http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/201706/08/educacion-plantea-ampliar-media-20170607223108.html

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España:El Museo de Educación Ambiental se transforma este jueves en un mercadillo de intercambio de juguetes

España /www.navarra.elespañol.com / 19 de Abril de 2017.

Los menores deberán ir acompañados por un adulto y la entrada es libre y no es necesario inscribirse previamente.

El Museo de Educación Ambiental ha organizado este jueves 20 de abril un mercadillo de intercambio de juguetes. De 10 a 13 y de 18 a 20 horas, los niños podrán participar en un trueque de juguetes, como forma de sensibilización y educación sobre la vida de los productos, su posible reutilización y el exceso de consumo.

Los menores deberán ir acompañados por un adulto y la entrada es librey no es necesario inscribirse previamente, ha explicado el Consistorio pamplonés en una nota.

El mercadillo tiene la siguiente dinámica: cada niño llevará un juguete que ya no use, que puede ser cualquier juguete, libro, cuento, puzzle o juego de mesa. Cuando todos los niños hayan colocado sus juguetes en la mesa empezarán a dar vueltas por la sala, observando todos los que estén disponibles, para ver por cuál quieren cambiar el suyo.

Decididas las preferencias, se realizará el intercambio. Esta labor estará supervisada por las educadoras del Museo para garantizar que se hace de forma ordenada y que todos los niños se quedan lo más contentos que sea posible con el trueque. Después, como en años anteriores, los niños tendrán algún tiempo para empezar a disfrutar de sus ‘nuevos’ juguetes, aprendiendo así que las cosas pueden tener una segunda vida mediante la reutilización.

Fuente:http://navarra.elespanol.com/articulo/revista/museo-educacion-ambiental-transforma-jueves-mercadillo-intercambio-juguetes/20170418171850110086.html

 

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Éducation : la France aurait (presque) les élèves les plus indisciplinés

Francia/Marzo de 2017/Fuente: RTL

RESUMEN: Son los profesores de francés más dignos de lástima? Esto es lo que tiende a probar un informe científico desde el asesoramiento de la  Federación del Consejo de Padres (CIPF). Según él, Francia sería el país donde la indisciplina ha reinado más en el aula, de tercera a primera a excepción de Túnez. Para llegar a esta conclusión, el fondo de inversión se basa en el último ranking PISA fechadas 2015. Cada tres años, el programa publica una encuesta para medir las disparidades de rendimiento y el aprendizaje entre los estudiantes de 34 países de la OCDE y muchos países extranjeros. Cada vez que una de las tres áreas evaluadas (Lectura, Matemáticas, Ciencias) se selecciona como el área principal, donde se entrevista a los estudiantes. En 2015, fue la cultura científica. PISA, además de rendimiento educativo, también cuestionó los estudiantes en su comportamiento en el aula. Es de estos resultados que el CIPF ahora ilumina. Las situaciones se presentan a los estudiantes y deben ofrecer la frecuencia en que ocurren: los estudiantes no escuchan a lo que dijo el maestro, hay ruido y el desorden, los estudiantes no pueden trabajar bien,  los estudiantes no empiezan a trabajar hasta mucho después del inicio del curso, el profesor tiene que esperar mucho tiempo que los estudiantes se calmen.

Les professeurs Français sont-ils les plus à plaindre ? C’est ce que tend à prouver un rapport du Conseil scientifique de Fédération des conseils de parents d’élèves (FCPE). Selon lui, la France serait le pays où l’indiscipline régnerait le plus dans les salles de classe, de la troisième à la première. Exception faite de la Tunisie.

Pour tirer ces conclusions, la FCPE s’est basée sur le dernier classement PISA daté de 2015. Tous les trois ans, ce programme publie une enquête pour mesurer les disparités de performance et d’apprentissage entre les élèves des 34 pays de l’OCDE et de nombreux pays extérieurs. À chaque fois, l’un des trois domaines évalués (compréhension de l’écrit, mathématiques, sciences) est choisi comme domaine principal, sur lequel les élèves sont interrogés. En 2015, il s’agissait de la culture scientifique.

Une situation qui empire

Le programme PISA, en plus des performances éducatives, interroge aussi les élèves sur leur comportement en classe. Ce sont ces résultats que la FCPE met aujourd’hui en lumière. Des situations sont présentées aux élèves et ceux-ci doivent donner la fréquence à laquelle elles se produisent : les élèves n’écoutent pas ce que dit le professeur, il y a du bruit et du désordre, les élèves ne peuvent pas bien travailler, les élèves ne commencent à travailler que longtemps après le début du cours, le professeur doit attendre longtemps que les élèves se calment.

Autant d’obstacles à un bon apprentissage qui semblent particulièrement fréquents dans les classes de l’Hexagone. Ainsi, la FCPE rapporte que la France était le pays où ce climat était le plus dégradé en 2015, non seulement au sein de l’OCDE mais également dans l’ensemble des 72 pays sur lesquels se penche PISA, Tunisie mise à part.

Dans chaque pays, on constate un écart entre les élèves défavorisés et les autres. Mais cet écart est particulièrement marqué en France. De fait, la discipline est mieux établie dans les établissements privés que publics. Et la situation ne fait que s’aggraver : en 2000, l’indice de discipline était de -0,05 par rapport à la moyenne 0 de l’OCDE. Il est désormais à -0,27.

Fuente: http://www.rtl.fr/actu/societe-faits-divers/education-la-france-aurait-presque-les-eleves-les-plus-indisciplines-7787883025

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