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Un centenar de intelectuales alertan sobre la intolerancia en Estados Unidos

América/Estados Unidos/08/07/2020/Fuente: desinformemonos.org/

Más de un centenar de escritores, intelectuales, periodistas, educadores, activistas e historiadores publicaron «Una carta sobre justicia y debate abierto», en la que señalan el el debilitamiento de «las normas de debate abierto y la tolerancia de las diferencias a favor de la conformidad ideológica»

Noam Chomsky , Margaret Atwood, Martin Amis, Steven Pinker, J.K. Rowling y Salman Rushdie, son sólo algunos de los firmantes.

Una carta sobre justicia y debate abierto

Nuestras instituciones culturales se enfrentan a un momento de prueba. Las poderosas protestas por la justicia racial y social están llevando a demandas atrasadas de una reforma policial, junto con llamamientos más amplios para una mayor igualdad e inclusión en nuestra sociedad, especialmente en la educación superior, el periodismo, la filantropía y las artes. Pero este cálculo necesario también ha intensificado un nuevo conjunto de actitudes morales y compromisos políticos que tienden a debilitar nuestras normas de debate abierto y la tolerancia de las diferencias a favor de la conformidad ideológica.

Mientras aplaudimos el primer desarrollo, también levantamos nuestras voces contra el segundo. Las fuerzas del liberalismo (rasgos autoritarios en ciertas democracias con excesiva concentración de poder en el Ejecutivo)  están ganando fuerza en todo el mundo y tienen un poderoso aliado en Donald Trump, que representa una amenaza real para la democracia. Pero no se debe permitir que la resistencia se endurezca en su propio tipo de dogma o coerción, que los demagogos de derecha ya están explotando. La inclusión democrática que queremos se puede lograr solo si hablamos en contra del clima intolerante que se ha establecido en todos los lados.

El libre intercambio de información e ideas, el alma de una sociedad liberal, se está volviendo cada vez más restringido. Si bien hemos llegado a esperar esto en la derecha radical, la censura también se está extendiendo más ampliamente en nuestra cultura: una intolerancia de puntos de vista opuestos, una moda para la vergüenza pública y el ostracismo, y la tendencia a disolver cuestiones políticas complejas en una ceguera moral cegadora.

Mantenemos el valor de la contra-voz robusta e incluso cáustica de todos los sectores. Pero ahora es demasiado común escuchar llamados a represalias rápidas y severas en respuesta a las transgresiones percibidas del habla y el pensamiento. Más preocupante aún, los líderes institucionales, en un espíritu de control de daños en pánico, están aplicando castigos apresurados y desproporcionados en lugar de reformas consideradas. Los editores son despedidos por dirigir piezas controvertidas; los libros son retirados por presunta falta de autenticidad; los periodistas tienen prohibido escribir sobre ciertos temas; los profesores son investigados por citar trabajos de literatura en clase; un investigador es despedido por distribuir un estudio académico revisado por pares; y los jefes de las organizaciones son expulsados por lo que a veces son simples errores torpes.

Cualesquiera que sean los argumentos en torno a cada incidente en particular, el resultado ha sido estrechar constantemente los límites de lo que se puede decir sin la amenaza de represalias. Ya estamos pagando el precio con mayor aversión al riesgo entre escritores, artistas y periodistas que temen por su sustento si se apartan del consenso, o incluso carecen de suficiente celo en el acuerdo.

Esta atmósfera sofocante dañará en última instancia las causas más vitales de nuestro tiempo. La restricción del debate, ya sea por parte de un gobierno represivo o una sociedad intolerante, invariablemente perjudica a quienes carecen de poder y hace que todos sean menos capaces de participar democráticamente. La forma de derrotar las malas ideas es mediante la exposición, la discusión y la persuasión, no tratando de silenciarlas o desearlas. Rechazamos cualquier elección falsa entre justicia y libertad, que no puede existir la una sin la otra. Como escritores, necesitamos una cultura que nos deje espacio para la experimentación, la toma de riesgos e incluso los errores.

Necesitamos preservar la posibilidad de desacuerdos de buena fe sin consecuencias profesionales nefastas. Si no defendemos exactamente de lo que depende nuestro trabajo, no deberíamos esperar que el público o el estado lo defiendan por nosotros.

Los firmantes:

Elliot Ackerman; Saladin Ambar, Universidad de Rutgers; Martin Amis; Anne Applebaum; Marie Arana, autora; Margaret Atwood; John Banville; Mia Bay, historiadora; Louis Begley, escritor; Roger Berkowitz, Colegio Bardo; Paul Berman, escritor; Sheri Berman, Colegio Barnard; Reginald Dwayne Betts, poeta; Neil Blair, agente; David W. Blight, Universidad de Yale; Jennifer Finney Boylan, autora; David Bromwich; David Brooks, columnista; Ian Buruma, Colegio Bardo; Lea Carpenter; Noam Chomsky, MIT (emérito); Nicholas A. Christakis, Universidad de Yale; Roger Cohen, escritor; Embajadora Frances D. Cook, ret.; Drucilla Cornell, fundadora, uBuntu Project; Kamel Daoud; Meghan Daum, escritora; Gerald Early, Universidad de Washington-St. Louis; Jeffrey Eugenides, escritor; Dexter Filkins; Federico Finchelstein, Tne New School; Caitlin Flanagan; Richard T. Ford, Facultad de Derecho de Stanford; Kmele Foster; David Frum, periodista; Francis Fukuyama, Universidad de Stanford; Atul Gawande, Universidad de Harvard; Todd Gitlin, Universidad de Columbia; Kim Ghattas; Malcolm Gladwell; Michelle Goldberg, columnista; Rebecca Goldstein, escritora; Anthony Grafton, Universidad de Princeton; David Greenberg, Universidad de Rutgers; Linda Greenhouse; Kerri Greenidge, historiador; Rinne B. Groff, dramaturgo; Sarah Haider, activista; Jonathan Haidt, NYU-Stern; Roya Hakakian, escritor; Shadi Hamid, Brookings Institution; Jeet Heer, The Nation; Katie Herzog, presentadora de podcast; Susannah Heschel, Dartmouth College; Adam Hochschild, autor; Arlie Russell Hochschild, autor; Eva Hoffman, escritora; Coleman Hughes, escritor / Manhattan Institute; Hussein Ibish, Instituto de los Estados del Golfo Árabe; Michael Ignatieff; Zaid Jilani, periodista; Bill T. Jones, Nueva York Live Arts; Wendy Kaminer, escritora; Matthew Karp, Universidad de Princeton; Garry Kasparov, Iniciativa Renovar la Democracia; Daniel Kehlmann, escritor; Randall Kennedy; Khaled Khalifa, escritor; Parag Khanna, autor; Laura Kipnis, Universidad del Noroeste; Frances Kissling, Centro de Salud, Ética, Política Social; Enrique Krauze, historiador; Anthony Kronman, Universidad de Yale; Joy Ladin, Universidad Yeshiva; Nicholas Lemann, Universidad de Columbia; Mark Lilla, Universidad de Columbia; Susie Linfield, Universidad de Nueva York; Damon Linker, escritor; Dalia Lithwick, Slate; Steven Lukes, Universidad de Nueva York; John R. MacArthur, editor, escritor; Susan Madrak, escritora; Phoebe Maltz Bovy, escritora; Greil Marcus; Wynton Marsalis, Jazz at Lincoln Center; Kati Marton, autora; Debra Maschek, erudita; Deirdre McCloskey, Universidad de Illinois en Chicago; John McWhorter, Universidad de Columbia; Uday Mehta, City University of New York; Andrew Moravcsik, Universidad de Princeton; Yascha Mounk, Persuasion; Samuel Moyn, Universidad de Yale; Meera Nanda, escritora y profesora; Cary Nelson, Universidad de Illinois en Urbana-Champaign; Olivia Nuzzi, New York Magazine; Mark Oppenheimer, Universidad de Yale; Dael Orlandersmith, escritor / intérprete; George Packer; Nell Irvin Pintor, Universidad de Princeton (emérita); Greg Pardlo, Universidad de Rutgers – Camden; Orlando Patterson, Universidad de Harvard; Steven Pinker, Universidad de Harvard; Letty Cottin Pogrebin; Katha Pollitt, escritora; Claire Bond Potter, The New School; Taufiq Rahim, Fundación Nueva América; Zia Haider Rahman, escritora; Jennifer Ratner-Rosenhagen, Universidad de Wisconsin; Jonathan Rauch, Brookings Institution / El Atlántico; Neil Roberts, teórico político; Melvin Rogers, Universidad de Brown; Kat Rosenfield, escritora; Loretta J. Ross, Smith College; J.K. Rowling; Salman Rushdie, Universidad de Nueva York; Karim Sadjadpour, Carnegie Endowment; Daryl Michael Scott, Universidad de Howard; Diana Senechal, profesora y escritora; Jennifer Senior, columnista; Judith Shulevitz, escritora; Jesse Singal, periodista; Anne-Marie Slaughter; Andrew Solomon, escritor; Deborah Solomon, crítica y biógrafa; Allison Stanger, Middlebury College; Paul Starr, American Prospect / Universidad de Princeton; Wendell Steavenson, escritor; Gloria Steinem, escritora y activista; Nadine Strossen, Facultad de Derecho de Nueva York; Ronald S. Sullivan Jr., Facultad de Derecho de Harvard; Kian Tajbakhsh, Universidad de Columbia; Zephyr Teachout, Universidad de Fordham; Cynthia Tucker, Universidad del Sur de Alabama; Adaner Usmani, Universidad de Harvard; Chloe Valdary; Lucía Martínez Valdivia, Reed College; Helen Vendler, Universidad de Harvard; Judy B. Walzer; Michael Walzer; Eric K. Washington, historiador; Caroline Weber, historiadora; Randi Weingarten, Federación Americana de Maestros; Bari Weiss; Sean Wilentz, Universidad de Princeton; Garry Wills; Thomas Chatterton Williams, escritor; Robert F. Worth, periodista y autor; Molly Worthen, Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill; Matthew Yglesias; Emily Yoffe, periodista, Cathy Young, periodista y Zakaria Fareed.

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/un-centenar-de-intelectuales-alertan-sobre-la-intolerancia-en-estados-unidos/

Publicada originalmente en Harpers Magazine

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El caso Ayotzinapa: verdad y justicia a cuenta gotas

América/México/Fuente: Tlachinollan

 

El Titular de la Unidad para el caso Ayotzinapa de la PGR, Omar Gómez Trejo, en una conferencia de prensa, anunció que entre los restos llevados a Innsbruck, uno corresponde Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, uno de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa; la identificación fue verificada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Los días 21 y 29 de noviembre de 2019 se realizaron acciones de búsquedas en un punto conocido como Barranca de la Carnicería, Ejido de Cocula; este lugar no es el basurero de Cocula ya que la Barranca se encuentra a más de 800 metros de distancia donde se crea la narrativa de la “verdad histórica”, afirmó Omar Gómez.

Vidulfo Rosales, abogado de las madres y padres, consideró que hoy se ha recibido una noticia con mucho dolor, pero es un paso en la dirección correcta en la búsqueda de la verdad y la justicia. Sin embargo, queremos decirle a la familia que estamos a su lado, con el compromiso de seguir abrazados, que sentimos su dolor en la distancia y que sin duda no es nada comparado porque la esperanza de que llegara Christian era más inmensa, incluso que la verdad. Nos solidarizamos.

Omar Gómez Trejo dijo que el 19 de junio de 2020, la Universidad de Innsbruck comunicó a la Unidad Especial del caso Ayotzinapa y al Equipo Argentino, que después de realizar los análisis respectivos de los restos óseos enviadas a Innsbruck, una de ellas corresponde al estudiante Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, uno de los jóvenes normalistas desaparecidos. Para mayor certeza de los resultados de Innsbruck también fueron analizados por el Equipo Argentino de Antropología Forense, terminando su revisión el 4 de julio. Las conclusiones fueron deforma coincidente que una de las piezas óseas enviadas al laboratorio de Innsbruck pertenece efectivamente al estudiante normalista Christian de forma indubitable. El titular de la Unidad Especializada del caso Ayotzinapa, en sus aseveraciones finales, consideró que con estos hallazgos se rompe el pacto de la impunidad y del silencio, así como se acaba la “verdad histórica”, parafraseando al Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero.

Por su parte, Vidulfo Rosales, confía que el hallazgo de los restos pueda revelar una verdad que se ha ocultado a la opinión pública de México y que se ha convertido en una de las promesas de la actual administración, asumida desde la presidencia desde diciembre de 2018. Los primeros indicios de esa verdad llegan con el trago amargo de la muerte de Christian Alfonso Rodríguez que fue víctima de desaparición forzada cuando apenas tenía 19 años.

Aún sigue siendo un tema pendiente. Esta noticia no es más que el símbolo de un país de los desaparecidos, de los rostros ausentes, de la ignominia; un aparato de Estado que quiere exterminar a la voz rebelde, que desaparece a los cuerpos incómodos.

Fuente e imagen: http://www.tlachinollan.org/nota-informativa-el-caso-ayotzinapa-verdad-y-justicia-a-cuenta-gotas/

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A once años del caso de la Guardería ABC, padres colocan ofrenda y exigen justicia

América/México/10/06/2020/Fuente: https://desinformemonos.org/

A once años del incendio de la Guardería ABC en Sonora, por el que murieron 49 niños y cientos resultaron heridos, los padres de las víctimas colocaron flores, globos y papalotes en el Antimonumento 49ABC, frente a la oficina central del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), para exigir recordar a sus hijos y exigir justicia a las autoridades.

En medio de la pandemia por coronavirus, los padres de los 49 niños, protegidos con cubrebocas, se reunieron y nombraron a cada uno de las víctimas, seguido de un “no debió morir”. Al término de la ceremonia, los padres dejaron volar 49 globos.

Los familiares de los niños aseguraron que a once años de los hechos no hay justicia. “Lo que hay es impunidad y un desinterés de todos los gobiernos y las fiscalías que han pasado para resolver el caso, incluyendo la actual. Al fiscal General (Alejandro Gertz) no lo hemos visto una sola vez”, acusó José Francisco García Quintana, padre de uno de los niños fallecidos y vocero del Movimiento 5 de Junio.

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A más de una década de la tragedia, no hay personas detenidas por el caso ni se ha reparado el daño a las más de cien familias afectadas.

“Todo ha sido una burla en estos años. Una tomada de pelo. Llevamos ya cinco procuradores distintos y ahora un fiscal a nivel federal y lo único que han mostrado es que no les importa. Este crimen ocurrió en una guardería subrogada del IMSS, hay funcionarios implicados. Es un crimen de Estado, pero no les importa”, agregó García Quintana.

Las familias de las víctimas aseguraron que continuarán con la exigencia de justicia y con la intención de que el caso llegue a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y posteriormente a la Corte Internacional.

Con información de Animal Político

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/a-once-anos-del-caso-de-la-guarderia-abc-padres-colocan-ofrenda-y-exigen-justicia/

 

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15 grandes libros sobre racismo en EEUU escritos por quienes más saben

Mundo/Autor(a) y Fuente: www.eldiario.es

La última campaña por el asesinato de George Floyd consistió en subir un cuadrado negro a las redes sociales como símbolo de escucha y solidaridad con la comunidad negra. Era solo un día, pero este acto de prestar oídos a los que sufren el racismo en primera persona y se han alzado contra él en la mayor crisis de las últimas décadas no debería concluir a las veinticuatro horas. Por eso, una buena forma de ayudar y de seguir escuchando es a través de los libros.

Hay grandes obras que sirven de cabecera en las protestas de Estados Unidos y que, en cambio, aquí no encontraron su hueco en el mercado editorial. Pero hay muchos otros que sí y que conviene rescatar ahora para entender el alcance del racismo que se salda con vidas en Norteamérica desde mucho antes de la agresión contra Floyd. Seleccionar lecturas sobre la estructura racista de un país y aplicarlas a otros es lo que hacen, precisamente, proyectos como Los libros que nos unen.

Apadrinado por el periodista y activista Moha Gerehou, cada semana analizan un título atravesado por la causa racial en sus redes sociales y una vez al mes (cuando volvamos) de forma presencial en la librería Traficantes de sueños de Madrid.

Una gran parte del movimiento Black Lives Matter se centra en la enseñanza porque «si hay algo que puede acabar en el futuro con el racismo, además de la lucha política, es la educación». Y estos 15 títulos escritos por mujeres y hombres negros son toda una muestra de conocimiento, comprensión y orientación para empezar con el cambio.

color

El color de la justicia, de Michelle Alexander (Capitán Swing)

Es conocido como la biblia del Black Lives Matter. Un porcentaje desproporcionado de la población carcelaria de Estados Unidos está compuesto por afroamericanos y, en este libro, la periodista Michelle Alexander detalla la combinación de diferentes factores legales que hacen que los hombres negros tengan más probabilidades de ser blanco de la policía y de recibir largas condenas de prisión.

En inglés se titula The New Jim Crow en referencia a las leyes de segregación racial del sur de EEUU.


Americanah

Americanah, de Chimamanda Ngozi Adichie (Literatura Random House)

Ifemelu, como su autora, es una chica nigeriana de clase alta que llega a Nueva York para estudiar y buscar nuevas oportunidades. Una expectativa que se desvanece en cuanto pone un pie al otro lado del charco y empieza a sufrir el escarnio por su color de piel.

El relato ficticio se funde con el de Chimamanda, ya que muchas de las cosas que cuenta las sufrió en primera persona cuando llegó a Filadelfia con una beca para la universidad. Ahora, su relato se ha convertido en un referente para muchas jóvenes afroamericanas.


Angela Davis

La libertad es una batalla constante, de Angela Davis (Capitán Swing)

Una de las características que define y une a los grandes pensadores de la Historia es la capacidad de ir por delante de la sociedad y de dar antes con las conclusiones que el resto tardaremos años en obtener. Y, en ese grupo selecto, Angela Davis ocupa una posición de oro.

Ya fue pionera en el libro Género, raza y clase donde sentó las bases teóricas de la interseccionalidad que hoy está en boca de todos. Por su parte, La libertad es una batalla constante profundiza en la necesidad de instaurar un activismo que plante cara a todas las injusticias sociales: del feminismo al antirracismo, pasando por la lucha contra el cambio climático o la liberación de Palestina. Desafía a construir el Movimiento de la liberación humana y nos recuerda que esa es «una batalla constante».


destello

Un destello de libertad, de Keeanga-Yamahtta Taylor (Traficantes de sueños)

El trabajo de Taylor es seguramente uno de los mejores análisis políticos sobre las relaciones entre el viejo y el nuevo movimiento negro. De la corriente por los Derechos Civiles y los Black Panthers al contraataque económico e ideológico de Nixon y Reagan y los límites de la integración de políticos afroamericanos en las instituciones, con Obama como mejor exponente.

Destaca la novedad de la reciente oleada de protestas, en una increíble anticipación de estas últimas, y también los múltiples problemas a los que se enfrentan.


Ilustración que aparece en la cubierta del libro

Un día más en la muerte de EEUU, de Gary Younge (Libros del K.O)

El 23 de noviembre de 2013 murieron diez adolescentes por arma de fuego en Estados Unidos. El más pequeño tenía nueve años; el mayor, diecinueve. Esta cifra, que en muchos otros países habría parecido desorbitada, pasó sin apenas atención entre las noticias de la prensa estadounidense.

El periodista Gary Younge, entonces corresponsal de The Guardian en el país norteamericano, se propuso rescatar del olvido los nombres y las historias de aquellos diez muchachos. Aquí se puede leer un fragmento en exclusiva del ensayo.


mundo y yo

Entre el mundo y yo, de Ta-Nehisi Coates (Seix Barrall)

«Te escribo en tu decimoquinto cumpleaños», escribe Coates a su hijo. «El año en el que te enteraste de que Eric Garner fue ahogado por vender cigarrillos; de que Renisha McBride fue disparada por buscar ayuda; y de que a John Crawford le dispararon por merodear en una tienda. Has visto a hombres vestidos de uniforme y asesinando a Tamir Rice, un niño de 12 años a quien juraron proteger. Y has visto a hombres con el mismo uniforme golpear a Marlene Pinnock, la abuela de alguien, a un lado de la carretera». Un análisis desgarrador de la posición céntrica que ocupa el racismo en la vida de este periodista, su hijo y todos los que les rodean.


Gueto

Gueto, de Mitchell Duneier (Capitán Swing)

Para el sociólogo Duneier, el concepto de gueto fue una invención de los estados represores que querían segregar a una parte de su población y más tarde esos lugares se convirtieron en un símbolo político en sí mismo para quienes viven en ellos.

Mediante un pormenorizado análisis de los trabajos intelectuales de distintas épocas, infiere que el alambre de espino de los nazis no era más eficaz que los contratos restrictivos de los negros de EEUU, con los que creció la discriminación laboral, empeoraron las condiciones higiénicas, sanitarias y educacionales y la delincuencia juvenil se convirtió en una lacra. Un ensayo fundamental para entender una realidad que colea en el presente.


matrimonio

Un matrimonio americano, de Tayari Jones (Alianza editorial)

Además de ser elegido por Obama en su clásica lista de lecturas de verano, esta novela es «una representación conmovedora de los efectos de una condena injusta por violación en una joven pareja afroamericana».

Los protagonistas, Roy y Celestial, son un joven ejecutivo y una artista en ciernes con una brillante carrera profesional por delante. La suya es una historia de amor, pérdida, lealtad y capacidad de recuperación de los seres humanos, pintada sobre un lienzo político que ilumina la Norteamérica de hoy.


Malcolm

Biografía de Malcolm X, de Alex Haley (Capitán Swing)

Escrita por Alex Haley, autor del vademécum de la lucha racial, Raíces, y ganador del Pulitzer, esta biografía es fruto de más de 50 entrevistas en las que se recoge la historia del dirigente negro que, junto a Martín Luther King, ha marcado la lucha por los derechos de los descendientes de esclavos.

Malcolm X ahonda sobre las mentiras y limitaciones del sueño americano y sobre el racismo de una sociedad que niega a sus ciudadanos no blancos la oportunidad de soñar.


Ojos azules

Ojos azules, de Toni Morrison (Debolsillo)

Morrison estrenó pluma a los 40 años. Suena tarde para la mayoría, pero en su caso fue la clave para esbozar unas primeras líneas que dejan sin aliento a casi todo el que las lee. «Silencioso como si estuviera oculto, no había caléndulas en el otoño de 1941. En aquél momento pensamos que las caléndulas no crecían porque Pecola iba a tener el hijo de su padre».

Así comienza Ojos azules, sobre una niña negra, solitaria y poco querida que sueña con tener unos ojos como los de Shirley Temple. La autora neoyorquina se atrevió a irrumpir con tal dureza debido a su trayectoria como editora en el gigante Random House. Allí descubrió un punto ciego y racista en el mercado norteamericano, le puso luz y lo empequeñeció. Una labor impresionante que comenzó con esta obra.


The Underground Railroad

El ferrocarril subterráneo, de Colson Whitehead (Literatura Random House)

Whitehead leyó muchos testimonios de esclavos de plantaciones para dar forma a su Ferrocarril subterráneo pero lo que le destrozó de verdad fue la película 12 años de esclavitud. La protagonista en su caso, Cora, es una chica de quince años que escapa de los trabajos forzados a través de una red subterránea de trenes y vías.

El jurado del Pulitzer, que ganó en 2017, comparó esta obra con Cien años de soledad y con El diario de Anna Frank por la crudeza de las palabras de esta adolescente.


odio

El odio que das, de Angie Thomas (Gran Travesía)

Starr es una chica de dieciséis años de edad que vive entre dos mundos: el barrio pobre de gente negra donde nació, y su instituto situado en un elegante barrio residencial blanco. El difícil equilibrio entre ambos se hace añicos cuando se convierte en testigo del asesinato a tiros de su mejor amigo, Khalil, a manos de un policía.

El libro de Thomas, que después se convirtió en película, causó un gran revuelo en Estados Unidos, donde trece editoriales se disputaron sus derechos por reflejar fielmente el espíritu del Black Lives Matter.


KKKLAN

Infiltrado en el KKKlan, de Ron Stallworth (Capitán Swing)

Pocos conocen que la aplaudida película de Spike Lee narra la historia real de Ron Stallworth, un agente negro que en los años 70 consiguió infiltrarse en el Ku Klux Klan (KKK), el grupo de supremacistas blancos más importante de Estados Unidos. Para ello, contó con la ayuda de un policía blanco que asistía a las reuniones, hacía amigos y grababa las conversaciones, por lo que consiguió algunos de los detalles más escabrosos de la organización. Durante la investigación, Ron también saboteó quemas de cruces y desenmascaró a los supremacistas blancos del Ejército.


pajaro

Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, de Maya Angelou (Libros del Asteroide)

Angelou fue una de las primeras mujeres afroamericanas que usó su literatura como arma contra el racismo, y esta es su primera autobiografía. Aunque narra episodios dolorosos, lo hace desde la inocencia y la alegría de una voz infantil, sobre todo en el periodo en el que vivió con su abuela en un pequeño pueblo de Arkansas. Lo que vio y aprendió allí, el sentimiento de comunidad, le permitió sobrevivir a las agresiones raciales y sexuales que sufrió por parte de hombres blancos en California. Al final, las letras y Shakespeare fueron su salvación.


blues

El blues de Beale Street, de James Baldwing (Literatura Random House)

La mejor obra de Baldwin para analizar el racismo en EEUU es The Fire Next Time, su apasionada súplica para «poner fin a la pesadilla racial» en Estados Unidos que fue un éxito de ventas, que no ha llegado a nuestro país. Pero, teniendo en cuenta que es una pluma referente del movimiento, esta tampoco se queda atrás: una dolorosa historia de amor e injusticia racial en el Nueva York de los setenta que el año pasado inspiró una película de Barry Jenkins, director de Moonlight.

Fuente e Imagen: https://www.eldiario.es/cultura/libros/Libros-racismo-Estados-Unidos_0_1034146986.html

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A flor de piel

Por: Carolina Vásquez Araya

Mirar hacia la calle desde la ventana, una parte de esta rutina recién adquirida.

6 de la mañana: Me despiertan la Pelusa y la Mimi algo impacientes y mirándome directo a los ojos, en espera de una señal de vida para comenzar a mover la cola y saltar de la cama. Sé muy bien que podría quedarme entre las sábanas porque no hay planes para hoy. De hecho, hace más de 6 semanas que no hay planes para el día; pero igual, con una persistencia encomiable, he insistido en darle un sentido positivo al encierro creando pequeños desafíos domésticos. Aunque agradecida por el privilegio de tener un techo y comida suficiente -mucho más que millones de personas cuyo día se inicia con el estómago vacío, en la incertidumbre y la necesidad- no puedo dejar de mirar con desconfianza al futuro inmediato.

Después de la invasión inicial de noticias y de sentirnos catapultados hacia una vorágine de información contradictoria cuyo efecto inmediato ha sido una profunda desconfianza hacia los medios y las fuentes oficiales, hemos pasado a la etapa del cedazo, en donde intentamos sin mucho éxito separar la paja del grano y darnos pequeños espacios de silencio mediático para no sentir, no saber y no ser absorbidos por la tensión y el temor natural al caos y a la desinformación. De todos modos, no siempre se puede ser tan racional cuando se trata de conservar la vida y el sentido común.

He pasado mi vida entera luchando por creer en conceptos tan elusivos como la justicia y el bien común y también he trabajado duro para tener la libertad de expresar mi pensamiento. A pesar de haber transitado por entornos de enorme incertidumbre política y de grandes fosos de inequidad social, todavía intento convencerme de la capacidad humana para experimentar algo parecido a la solidaridad, pese a las evidencias constantes de que en el fondo nuestra naturaleza nos hace egoístas y persistentemente impermeables al dolor ajeno.

Por esa necesidad de búsqueda de los motivos de tanta desigualdad, he llegado a conocer de cerca la miseria de quienes son considerados por las élites como un recurso indeseable pero necesario para acrecentar su riqueza. En el otro extremo del espectro, he tenido la oportunidad de constatar cuánto desprecio destilan esos núcleos privilegiados por quienes nunca han tenido las oportunidades ni los medios para superar su condición de pobreza, pero también cómo manipulan los conceptos para convencerse y convencer a otros de la inevitabilidad de las distancias sociales; como si estas nunca hubieran sido diseñadas y construidas a propósito.

Hace apenas unas semanas, creía que la pandemia nos equiparaba. Profundo error. Las nuevas condiciones comienzan a revelar hasta qué punto estamos distanciados frente a un enemigo común y cómo esta amenaza, supuestamente universal, se transforma en otro sistema de selección en donde los más pobres y los más vulnerables serán siempre los más castigados. Poco a poco, el mapa se define y las clases dominantes muestran la esencia de su codicia al aferrarse al poder y concentrar la toma de decisiones, afectando a millones de seres humanos alrededor del planeta. Ante ese poder prácticamente ilimitado, somos apenas un murmullo distante, una masa anónima con la impotencia y la rebeldía a flor de piel.

6 de la tarde: Termino el día con la sensación de no haber realizado ninguna tarea esencial. Me he empeñado en refugiarme en el no saber, como si esa barrera contra la especulación, la desinformación y la manipulación mediática pudiera, de algún modo, protegerme contra un enemigo ubicado al otro lado de la puerta de mi casa. Y vuelvo a mirar por la ventana, esperando que no llegue.

La amenaza sanitaria que nos rodea, también nos discrimina

Fuente e imagen: https://iberoamericasocial.com/a-flor-de-piel/

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Libro(PDF): «Mujer y sociedad en América Latina»

Reseña: CLACSO

Los artículos que se publican en este volumen fueron escritos en el marco del Primer Concurso del Programa Latinoamericano de Investigación y Formación sobre la Mujer de CLACSO. Ellos constituyen un patchwork de la condición femenina en nuestro continente, en el tiempo histórico presente. En conjunto, los caracteriza el describir una serie de continuidades y discontinuidades que reconocen el hilo conductor de la discriminación y el patriarcado de manera diferencial en cada tiempo histórico y contexto nacional y social.

Autores (as): 

María del Carmen Feijoó. [Compiladora]

María A. Banchs. María Emma Mannarelli. Nelly González Tapia. Carlos María Alasino. Nancy López. Susana Rostagnol. Sonia Muñoz. Raquel Rojas. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Editor: CLACSO

Año de publicación: 1991

País (es): Argentina

Idioma: Español.

ISBN: 950-9231-36-5

Descarga: Mujer y sociedad en América Latina

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=280&pageNum_rs_libros=127&totalRows_rs_libros=1373

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República Dominicana: Hacen llamado en pos de la igualdad de género, los derechos humanos y el respeto de la vida las mujeres

América Central/República Dominicana/08-03-2020/Autor(a) y Fuente: acento.com.do

El Centro Casas Comunitarias de Justicia estuvo desarrollando en conjunto con la comunidad, organizaciones comunitarias e instituciones públicas en Las Caobos, Santo Domingo Oeste y en Cienfuego, Santiago, marchas simultáneas este viernes 6 de marzo con la finalidad de conmemorar el Día Internacional de la Mujer y la importancia de continuar aunando esfuerzos en pro de la igualdad de género, los derechos humanos y el respeto de la vida de todas las mujeres.

“El 8 de marzo es un día para reflexionar sobre los avances alcanzados, espacios conquistados y continuar aunando esfuerzos en pro de la igualdad de género, los derechos humanos y el respeto de la vida de todas las mujeres. En el Centro Casas Comunitarias de Justicia estamos comprometidos con los derechos de las mujeres”, manifestó este viernes esta organización dedicada a la mediación y conciliación con el interés de garantizar el acceso a la justicia de los sectores vulnerables del país.

Esta institución surgida en el año 2005 implementan una atención diferenciada hacia las mujeres víctimas de violencia de género e intrafamiliar, entre lo que incluyen acciones como son la formación de 10,200 mujeres en temas de derechos humanos, prevención de violencia y acceso a la justicia, entre otros temas.

La entidad recordó que 203,000 mujeres han accedido a la justicia a través de los servicios de mediación, conciliación, orientación legal y municipalidad, que son brindados en los diferentes centros ubicados en el país, como son CCJ-Santiago: desde Navarrete, Puerto Plata, Villa González, entre otros. CCJ-Santo Domingo Oeste: desde Los Alcarrizos, Pedro Brand, CCJ-Moca: desde Gaspar Hernández, La Vega, desde Jarabacoa, Constanza, Jima, entre otros.

También forman parte de esta iniciativa la Fundación Pro Bienestar de la Familia (PROFAMILIA), Asociación de Abogados de Santo Domingo Oeste, Foro de Prevención de Violencia Santo Domingo Oeste, Fundación Voluntad Educativa (FUNVE), Consejo Comunitario Buscando Soluciones (COCOBUSO), Asociación Dominicana de Personas con Discapacidad Físico Motora (ASODIFIMO) y Casa del Bienestar, mientras que en Santiago se suman, la Parroquia Santa Marta, la Unión de Mujeres por el Desarrollo de Cienfuegos y el Instituto Politécnico Ramón Dubert Novo.

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/2020/actualidad/8791203-hacen-llamado-en-pos-de-la-igualdad-de-genero-los-derechos-humanos-y-el-respeto-de-la-vida-las-mujeres/

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