República Checa / 21 de octubre de 2018 / Autor: Ivana Vonderková / Fuente: Czech Radio
De acuerdo con un estudio elaborado por científicos de universidades de Estados Unidos y Australia, los mayores lectores en Europa son los habitantes de Estonia. Los checos figuran en el cuarto lugar, situándose por detrás de los noruegos y los suecos. Los expertos descubrieron igualmente que si un adolescente procede de una familia que posee un gran número de libros, esto contribuye favorablemente en el nivel de conocimientos que esa persona tiene más tarde.
Los científicos incluyeron en su estudio a ciudadanos de 31 países del mundo, en edades de entre 25 y 65 años. Les preguntaron cuántos libros tenían en casa cuando ellos tenían 16 años. Según los expertos, el nivel de educación alcanzado y el número de libros que uno lee cuando adulto no tienen nada que ver con la amplitud de los conocimientos de una persona.
El estudio reveló que en los hogares estonios suele haber entre 218 y 350 libros, en los noruegos 212, en el caso de los suecos son 210 libros y en el de los checos 204.
Paraguay / 7 de octubre de 2018 / Autor: EFE / Fuente: Última Hora
El Ministerio de Educación y la Oficina de la Primera Dama (OPD) anunciaron este martes el lanzamiento de la campaña «Cuento contigo», que busca fomentar que los estudiantes del nivel inicial y el primer ciclo de la enseñanza adquieran el hábito de la lectura, informó la OPD.
Perú / 23 de septiembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: ANDINA
Nuevo secretario general de la OEI destacó labor educativa peruana
El país que más ha crecido en el mundo en las pruebas PISA es el Perú porque desarrolla de manera sostenida una política de apoyo a la escuela rural y a la lectura, manifestó el nuevo secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), Mariano Jabonero.
El funcionario de la OEI manifestó que la institución tiene como tarea poner en valor los trabajos que realizan los países en la región a favor de la educación.
Jabonero mencionó la experiencia del Perú al referirse a la colaboración que hace la OEI a los estados de habla española, incluida la propia España, durante la entrevista que concedió al diario ABC de España.
“El Perú es el país del mundo que más ha crecido en PISA gracias a una política buena y sostenida de apoyo a la escuela rural y programas de lectura, y no se sabe», comentó.
Mencionó que la OEI no solo colabora con ministerios sino también con comunidades como Madrid, Castilla y León (…) y Asturias en España. Los importante es que la OEI ponga en valor el trabajo de toda la región iberoamericana», comentó.
También destacó la experiencia de Portugal, país más avanzado en calidad educativa en toda Europa a pesar de atravesar por una situación económica crítica. Indicó que gracias al impulso que le ha dado al portugués, matemáticas y profesorado, la escuela pública está valorada.
Jabonero reconoció que la región iberoamericana ha avanzado mucho en materia educativa, pero pese a ello sufre cierta “pseudocolonización pedagógica” pues Finlandia, Corea y Singapur siguen siendo sus principales referentes en esa materia.
Señaló que durante su gestión le dará prioridad a la educación infantil (de cero y seis años) y a las competencias científico-tecnológicas, comunicativas, buen manejo de la lengua propia y una extranjera, digitales y no cognitivas como ciudadanía, valores, tolerancia, solidaridad para que accedan a los trabajos del futuro.
Jabonero es licenciado en Filosofía y en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó en el Ministerio de Educación de España, asesoró a la Unesco y trabajó con Unicef.
Filipinas / 16 de septiembre de 2018 / Autor: El País / Fuente: Elige Educar
Un profesor de Filipinas crea una escuela flotante para recorrer el río y enseñar a los jóvenes a leer.
La aulas estaban casi vacías. Era el principal problema de Ryan Homan cuando fue nombrado director de la escuela primaria San José, al sudeste de Manila, la capital de Filipinas. El río que atraviesa la provincia de Sorsogon era el único camino que unía a la más de 50 aldeas de la zona. Así que, sin una embarcación para navegar hasta el colegio, la mayoría de alumnos dejaba los estudios.
Homan intentó conseguir recursos de las autoridades locales, algunas empresas de la zona y hasta convenciendo a los padres sobre la importancia de la escolarización, pero no obtuvo resultados inmediatos. “Tenía que buscar una solución lo antes posible, porque estábamos en los últimos puestos de la lista de escolarización en Filipinas, y teníamos una escuela sin apenas alumnos”, explica el maestro, de 31 años. “Yo nací en esta región, vengo de una familia muy pobre, así que entendía a la perfección que en la zona no abunda el dinero para comer, así que mucho menos para enviar a los niños a la escuela”.
Entonces surgió la idea de visitar las aldeas para dar clase a los alumnos que no podían ir hasta el centro. Los vecinos y algunos maestros del colegio construyeron una balsa con palos de bambú, un techo improvisado de lona y una caja plástica donde meter un puñado de libros. “Los fines de semana, cuando contábamos con más tiempo libre, decidí recorrer en la balsa las distintas aldeas”, relata Ryan Homan.
Un grupo de alumnas posa con sus lecturas. Foto de Melissa Silva Franco. El País.
La idea consistía recogiendo a los niños a lo largo del río, y en el trayecto se impartían clases de lectura. La iniciativa comenzó en el 2013 con apenas 20 niños y en la actualidad supera los 130 estudiantes de escuela primaria. “Al principio comenzamos con una caja de libros, pero a los seis meses la balsa se había convertido en una biblioteca flotante”, cuenta Homan.
Un viaje inolvidable
Guia Mae es una adolescente que cursa el último año de primaria. Para ella, la lectura fue un descubrimiento cuando la balsa pasó por su aldea. “Cada día es un viaje inolvidable. No sólo cruzamos el río, sino que a través de la lectura viajamos a muchos partes del mundo”. Mae ha ganado en distintas oportunidades los concursos de ortografía que realizan en la provincia de Sorsogon. Según los índices del National Achievement Test, las notas promedio del colegio San José aumentaron un 70% en el primer año. De los 130 alumnos, 129 presentan niveles de lectura superiores a la media nacional.
Además este programa ha recibido una carta de felicitaciones de parte del Gobierno, tras haberse convertido una referencia para otras 45 escuelas de la región y con uno de los mejores índices de alfabetización a nivel nacional. Ryan Homan ha sido invitado a diferentes ciudades para contar la experiencia, además fue galardonado por el Global Teacher Prize, un premio que destaca a los mejores 50 maestros del mundo.
Una joven posa con un cuento local. Foto de Melissa Silva Franco. El País.
Desde España, la ONG Educo apoya esta iniciativa con la donación de más libros para la educación primaria y de útiles escolares. Los profesores han ampliado la biblioteca de la escuela con estas dotaciones, y además están diseñando sus propios libros con cuentos en lenguas locales sobre las costumbres de la zona. Obtienen las narraciones de los abuelos de la comunidad, que se han unido al programa y asisten dos tardes a la semana para compartir sus historias con los estudiantes.
Mientras, Ryan Homan sigue buscando formas de incentivar la lectura. Ahora, después de las clases saca un carrito de madera para repartir libros a las madres y los niños de las distintas comunidades. “La magia de la lectura funciona, a mí me dio una oportunidad cuando era niño, y estamos viendo que está resultado lo mismo para otros estudiantes. Así que este trabajo no llegará a su fin”, añade Homan.
Las madres, principales aliadas
La pasión por la lectura ha traspasado los muros de la escuela. En distintos rincones de la comunidad y en las propias casas de los vecinos, donde se han abierto rincones de lectura, en los que se dejan los libros para que los niños se acerquen a compartir cuando no están en el colegio.
“Es difícil ver a nuestros hijos estar todo el día delante de un ordenador o un videojuego, aquí la lectura es parte importante en la que encuentran diversión, porque hay juegos, y hasta un karaoke en los que se cantan muchas de la lecciones de la escuela”, explica Estella Magallo.
Las madres se han convertido en un motor esencial en el proyecto. Más de 50 mujeres trabajan como maestras de sus propios hijos en casa, al dedicar 30 minutos por la mañana y otros 30 por la tarde a una lectura educativa. “Estas madres reciben a final de cada año escolar un certificado de trabajo. Es un proyecto que ayuda a la gente de la comunidad a desarrollar sus habilidades de lectura, a estar actualizada sobre los problemas que tienen lugar dentro y fuera del país mientras se relajan junto a sus hijos”, dice Homan.
España / 26 de agosto de 2018 / Autor: Olga R. Sanmartin / Fuente: El Mundo
ESPAÑA TRAS UNA DÉCADA DE CRISIS
Cuando los alumnos taiwaneses bajaron su rendimiento en lectura, las autoridades pusieron a docentes en paro a darles clases particulares fuera del horario escolar. Los críos aparcaron las consolas y los móviles para dedicarse a leer toda la tarde y mejoraron sus resultados. En Castilla y León también los colegios públicos llevan tiempo abriendo sus puertas todo el mes de julio para que los estudiantes con asignaturas pendientes puedan aprobar en septiembre. Los que han ido bien durante el año pueden relajarse y pasarse el verano en la piscina. Para el resto no hay otra alternativa que echarle codos, con la supervisión de un profesor.
La medida, impensable en otros lugares de España, es una de las claves que ha permitido a esta autonomía situarse en el informe PISA por encima de Finlandia y Corea del Sur. Pero no es la única. También influye que la sociedad castellano-leonesa siga considerando la escuela como el principal motor de ascenso social. Al profesor se le respeta y también se le exige, algo que ya no es lo habitual.
Diez años después del comienzo de la crisis, los indicadores internacionales muestran que España -salvo excepciones- se ha instalado en la parálisis educativa. Los alumnos de 10 años son mejores en Lectura, Matemáticas y Ciencias que hace una década, pero siguen por debajo de la media de la OCDE en los informes PIRLSy TIMSS. En PISA los resultados de los estudiantes de 15 años son similares a los que se registraban en 2000 y nuestros chicos llevan, de media, dos cursos académicos de retraso respecto a los de Singapur. Uno de cada tres son repetidores. Un universitario español tiene el mismo nivel que un bachiller holandés. Y existen diferencias abismales entre comunidades autónomas.
«De conformidad con las evidencias internacionales, estamos estancados en la mediocridad, lo cual es una forma de retroceso en un contexto dinámico como el actual, donde las exigencias son cada vez mayores. Quien no avanza retrocede», advierte Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela.
El diagnóstico de los expertos respecto a la educación superior es parecido. Se han producido avances, pero existe un amplio margen de mejora. La crisis impuso unas restricciones que obligaron a subir el precio de las matrículas y provocaron que los alumnos se pusieran las pilas y obtuvieran mejores resultados. Los campus también tuvieron que ingeniárselas para ser más eficientes y sacar dinero de debajo de las piedras y han progresado en rendimiento docente e investigador. El boom mediático de los ránkings ha obligado a los rectores a espabilar. Pero seguimos teniendo muy pocas universidades en el top 100 (aunque nuestras escuelas de negocios sean las mejores del mundo) y toda la comunidad educativa coincide en que el sistema es tan «rígido» que «no nos permite competir» en igualdad de condiciones con otros países.
«Las normas nos han puesto un corsé que nos hace imposible atraer y retener el talento. A nuestros profesores les ofrecen mejores posibilidades en países como Reino Unido que no podemos compensar económicamente. Los recortes no han sido sólo una cuestión de dinero, sino de la posibilidad que crear una estructura, y eso ha hecho mucho daño a la universidad», lamenta Margarita Arboix, rectora de la Universidad Autónoma de Barcelona, que admite que «quizá no estamos sabiendo dar a los jóvenes lo que les puede interesar». El 18% de quienes tienen entre 18 y 24 años no continúa los estudios más allá de la ESO, un porcentaje que duplica la media europea. España es uno de los países con mayor abandono escolar temprano.
«Estamos en un momento histórico desde el punto de vista del conocimiento, porque la revolución digital va a cambiar los modelos de enseñanza, las competencias y las profesiones. Es imposible que la educación siga siendo como hasta ahora. Las universidades se dan cuenta de que no pueden hacer lo que tienen que hacer, con plantillas envejecidas y laboratorios con instalaciones que no se renuevan desde hace años. O gestionamos esto o nos quedamos atrás», manifiesta Francesc Solé, vicepresidente de la Fundación Conocimiento y Desarrollo.
En octubre del año pasado se cumplieron 10 años desde la implantación en España del llamado proceso de Bolonia, un acuerdo entre varios países para facilitar el intercambio de titulados en la UE y adaptar el contenido de los estudios universitarios a las demandas sociales, mejorando su calidad y competitividad con una mayor transparencia. Los grados sustituyeron a las antiguas licenciaturas y se impulsaron los másteres y doctorados. Una década después, la universidad española sólo atrae a un 3% de alumnos extranjeros, sigue sin haber una buena conexión entre lo que estudian los alumnos y lo que reclama el mercado de trabajo y hay más de 80 campus repartidos por España en los que prácticamente se enseña lo mismo. Y de la misma forma.
«La universidad ha vivido con gran tensión el cambio originado a partir de la mala interpretación de Bolonia», explica José Saturnino Martínez García, profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna. «Se modificó la didáctica universitaria desde arriba y a coste cero, con un sistema diseñado para pocos estudiantes a los que se les puede hacer un seguimiento individualizado, pero con muchas titulaciones con aulas de 100 estudiantes. Ha mejorado la permanencia del alumnado, lo que puede ser debido a que se acorta la evaluación o se simplifica en tests y en pequeños trabajos, facilitando así el aprobado. La autonomía de la universidad y del profesorado para diseñar planes de estudios y docencia se ha visto comprometida por un exceso de control externo y de burocracia absurda», añade el autor de La equidad y la educación.
De aquellos primeros años del plan Bolonia han venido males que han quedado en evidencia con los escándalos de los títulos de Cristina Cifuentes y Pablo Casado o los plagios del rector Fernando Suárez. Servidumbres, enchufes, clientelismo, endogamia, dependencia del poder autonómico y un sistema burocrático complejo que, paradójicamente, deja escapar los fallos. La Universidad Rey Juan Carlos se ha convertido en el paradigma de todos estos vicios. La corrupción no es generalizada, pero ha disparado la desafección hacia una institución que, hasta ahora, era tan sagrada como la Judicatura.
Durante la crisis se ha roto, además, ese contrato social por el que los jóvenes creían que, si estudiaban y se esforzaban, podrían llegar a vivir igual o mejor que sus mayores. La tasa de paro juvenil roza el 35%, según la última EPA, y hay todavía más de un millón de ninis. La mitad de los que tienen un máster admite que el título no le sirvió para lograr un empleo, ni para mantenerlo, ni para mejorar en su puesto. De entre los que trabajan, el 27% gana menos de 1.000 euros (los ingresos de algunos profesores no son mucho mayores) y el 30% está empleado en puestos por debajo de su cualificación.
«La generación mejor preparada de la Historia, que más idiomas habla y que mejor se mueve por el mundo es la que tiene más problemas para acceder al mercado laboral», dice Segundo Píriz, rector de la Universidad de Extremadura, que añade: «No podemos seguir haciendo las cosas como hace un siglo».
Todos los expertos coinciden en que el sistema debe acometer un cambio profundo, un proceso de «regeneración educativa» en el que no necesariamente se invierta más, sino mejor, en el que las instituciones educativas tengan una mayor «flexibilidad» y «autonomía» para diseñar sus políticas junto a una mayor rendición de cuentas, sin estar al albur de los vaivenes de la política. Justo lo que no hacemos.
Mientras en Taiwán, Singapur, Finlandia o Portugal las autoridades educativas diseñan planes en sintonía con los nuevos tiempos, aquí seguimos jugando a la yenka de las leyes educativas. El fiasco de la Lomce va a dar paso a una vuelta a la LOE, con un debate nuevamente centrado en la Religión y en la concertada, dos cuestiones que nada tienen que ver con lo estrictamente educativo. La calidad del sistema depende del valor de sus profesores, pero este asunto se elude de forma sistemática porque ningún gobernante quiere meterse en líos. De igual forma se evita la reforma universitaria. Hay muy poca fe en que el nuevo ministro, el astronauta Pedro Duque, vaya a ser capaz de enfrentarse a esas fuerzas paralizadoras que piensan más en conservar su statu quo que en apostar por un modelo productivo en el que la educación sea lo prioritario. Es muy significativo que la educación no aparezca entre las cinco cuestiones de Estado que Sánchezquiere negociar con Casado.
Antonio Cabrales, catedrático en el Departamento de Economía de la University College London, propone, para empezar, poner en marcha «medidas para seleccionar y retener a los mejores en el profesorado, a todos los niveles». Se trataría de «poder contratar a personas de reconocido prestigio españolas y no españolas y también facilitar la movilidad de los docentes entre las distintas universidades», según Píriz.
López Rupérez insiste en alcanzar un pacto que «consiga estabilizar la arquitectura del sistema educativo», junto a una «modernización» en la carrera docente y en el currículo, aunque reconoce que «existe un gran despiste por la ausencia de liderazgo de las instituciones respecto de la innovación, que se hace de forma intuitiva, sin evaluar el impacto». «Hay que reforzar habilidades cognitivas como el sentido crítico, la capacidad de análisis o los hábitos de reflexión. Y desarrollar las habilidades no cognitivas y la educación del carácter a través de saberes clásicos de corte humanístico».
Solé reclama, por su parte, la ayuda de los empresarios para facilitar la empleabilidad de los jóvenes. Un ejemplo son los nuevos «pregrados» que comienzan el curso que viene en la Universidad Autónoma de Barcelona, programas muy específicos de sólo 18 meses de duración que se abren y se cierran en función de las necesidades del mercado laboral y que son diseñados de forma conjunta con los empleadores. La idea es tan revolucionaria como poner a los profesores de la escuela pública a dar clases en julio. «Hay que abrirse a lo que está ocurriendo fuera sin complejos y sin ataduras. Si no somos flexibles otros nos pasarán por delante», avisa Arboix.
Por:educaciontrespuntocero.com/ José Manuel Rodriguez
Una de las costumbres más extendidas entre padres y madres con sus hijos es la de leerles cuentos justo antes de dormir, de forma que los más pequeños disfruten de una divertida historia en familia mientras se preparan para descansar. Pero últimamente, varios investigadores han concluido que no se trata de un simple ritual cultural, sino que también trae consigo beneficios en el aprendizaje y el desarrollo cerebral de niños y niñas.
Desarrolla las funciones cognitivas
Aquellos que leen regularmente tienden a tener un mejor rendimiento en las pruebas de funcionamiento cognitivo que aquellos que no lo hacen. De hecho, una investigación publicada en Northern Illinois University descubrió que los lectores tienen un nivel de conocimiento generalizado y unas habilidades para el uso de vocabulario más elevadas que los no lectores. De ahí que una lectura rápida a la hora de dormir pueda suponer un desarrollo importante en estas destrezas.
Mejora de la calidad del sueño
Según la ‘National Sleep Foundation’, dedicar un tiempo a una lectura sosegada y relajante puede ayudar al cuerpo a prepararse para dormir y empujar a la mente a separar su tiempo de sueño del estrés y agitación que puede generar la vida diaria. Constatan que puede ayudar a las personas a conciliar el sueño más rápido y disfrutar de una mejor calidad de sueño durante toda la noche, lo que significa una mayor reserva de energía y un mejor estado de ánimo al día siguiente.
Contribuye a aumentar la empatía
La inteligencia emocional es una de las grandes claves para desarrollar una relación saludable con los demás, en especial cuando se habla del sentimiento empático. Una investigaciónpublicada en la revista Science, sin embargo, indica que el desarrollo de la empatía es más fácil para niños y jóvenes que acostumbran a leer ficción literaria antes de acostarse, ya que aumenta drásticamente la probabilidad de que identifiquen y comprendan mejor las emociones y los procesos mentales de los demás, mejorando directamente la calidad de sus relaciones personales.
Desarrolla de la memoria y la lógica
Una de las costumbres más comunes entre los pequeños es la imperante necesidad que sienten por leer varias veces el mismo cuento o la misma historia, y esto tiene su explicación. Según Virginia Walter, profesora asociada en la escuela de posgrado de educación e información de la Universidad de California, la primera vez que un niño o una niña escucha/lee un libro es imposible que comprenda todo. “Pero a medida que lo escuchan una y otra vez comienzan a identificar patrones y secuencias, una habilidad que les ayuda en otras áreas como las matemáticas, las ciencias o la música”.
México / 6 de mayo de 2018 / Autor: Excélsior TV/ Fuente: Youtube
Publicado el 27 mar. 2018
México ha experimentado una profunda transformación económica y social; no obstante, un gran número de mexicanos carece de servicios básicos de buena calidad en materia de educación. 27 marzo de 2018
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