España/ 5 de septiembre de 2017/Fuente: http://www.diariovasco.com
La imagen volverá a repetirse. Las puertas de más de 500 centros de enseñanza no universitaria del País Vasco se abrirán, salvo algún caso puntual, el próximo jueves para iniciar el curso 2017-2018, aunque los profesores, al menos los de los centros públicos, ya se incorporaron el pasado viernes para tener todo listo. Serán unos 360.000 alumnos los que llenarán las aulas durante nueve meses y medio porque las actividades lectivas finalizarán el 22 de junio. Seguro que a muchos este tiempo se les hará eterno porque el número de días de asistencia será de 175 en todas las etapas. Sí cambia el número de horas impartidas, mientras en la Educación Infantil, Primaria y Especial ascenderán en total a 875, en la Educación Secundaria Obligatoria serán 1.050 las horas de clase. En Bachillerato y en Ciclos Formativos el curso escolar tendrá una duración también de 175 días, de los que 160 como mínimo se destinarán a la impartición efectiva de clases, mientras que el resto podrán disponerse para pruebas y evaluaciones finales.
Aunque no hay tantas incógnitas como en el curso 2016-2017, parece que el que ahora comienza va a ser un calco en algunos aspectos. Los inicios del curso pasado estuvieron marcados por la incertidumbre puesto que no se conocía qué iba a pasar con la controvertida Lomce, la ley aprobada por el Gobierno de Madrid y recurrida por varias autonomías, entre ellas la vasca. Finalmente, y ante las negociaciones entre los partidos que se iniciaron para llegar a un Pacto de Estado por la Educación, no se derogó, pero la reforma propuesta por el entonces ministro José Ignacio Wert sí ha quedado muy diluida. Por ejemplo, no se aplicó la necesidad de aprobar una reválida para poder obtener el título de Bachillerato. Se mantienen las controvertidas pruebas diagnósticas, que en principio las marcaba la nueva ley estatal, en 3º y 6º de Primaria y 4º de ESO, así como en 2º de Bachiller -y que también aparecen en el plan pedagógico Heziberri 2020-, para comprobar si los alumnos están cumpliendo los criterios fijados al final de cada etapa. El curso pasado se realizaron en una treintena de centros.
Incómodo invitado
En diciembre apareció en el panorama educativo un invitado, en principio no esperado, muy incómodo: el informe PISA, evaluación internacional del alumnado de 15 años que está a punto de concluir su educación obligatoria, con los resultados de la evaluación realizada en 2015. Los datos resultaron desalentadores, con un retroceso preocupante, colocando a Euskadi en los últimos puestos del ranking por autonomías en materias como matemáticas y lengua.
Para revertir esta situación, el departamento de Educación ha puesto en marcha el Plan Lector para mejorar la comprensión de los estudiantes. Los centros disponen de la guía ‘Orientaciones en torno a la lectura’, elaborada por el Berritzegune Nagusia, que incluye aspectos relacionados con la lectura como recurso de aprendizaje, porque entienden que es un aspecto básico para el desarrollo del resto de las competencias.
Entre otras actividades, los escolares deben leer media hora en voz alta, hacer una tertulia literaria por trimestre, ampliar el fondo de las bibliotecas, introducir en las reuniones de tutoría con las familias orientaciones sobre el desarrollo de la compresión lectora, acompañadas de propuestas y actividades concretas como encuentros con autores, cuentacuentos… Además, se ha reforzado el Plan de Lectura, que abarca hasta 2020, dotado con 76 millones de euros, con incidencia especial en los nuevos formatos digitales, mejora de las ayudas para la adquisición de libros, y la creación de bancos de libros en los centros concertados.
Además del de la lectura, Educación también está trabajando en un plan contra el acoso escolar, que se aplicará este mismo curso y que refuerza la guía de actuación de los centros educativos de la comunidad ante el acoso. El pasado marzo, la consejera Cristina Uriarte ya adelantó algunas de las claves para atajar un problema cada vez más visible. Escuelas e institutos del País Vasco crearán comisiones de alumnos a quienes se habrá formado en la detección y resolución de conflictos entre escolares. Los centros de enseñanza crearán vías, denominadas asequibles, para que los niños puedan comunicar de forma sencilla situaciones de bullying y ciberacoso que sufran o de las que hayan sido testigos. Además, los colegios dispondrán de una estructura organizativa que sea capaz de gestionar de modo eficaz estos casos. Otra de las principales acciones será la formación de la comunidad escolar, tanto de alumnos como de profesores y padres, para que sean capaces de prevenir y actuar ante un conflicto en la escuela. Para ello Educación llevará a cabo campañas de sensibilización y distribuirá una serie de materiales específicos.
Hacia una nueva ley
En la legislatura que comenzó el año pasado, el departamento de Cristina Uriarte se fijó buscar un pacto educativo que permita desarrollar una nueva Ley Vasca de Educación. En principio se plantea como una tarea complicada. Porque una de las claves del año pasado fue el desencuentro entre el departamento liderado por Cristina Uriarte y los sindicatos, con varias convocatorias de huelga y manifestaciones, el próximo también se presenta ‘caliente’.
Fuente de la Noticia:
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