Tensión entre lo que es y el deber ser

Alberto Benegas

Cualquier situación que ocurra (cualquier es) inexorablemente tiene como meta el respeto recíproco como el debe ser, con exclusión de quienes se dirigen a la falta de respeto al prójimo en provecho propio, en otras palabras, los espíritus totalitarios. Pero en lo que podemos denominar una sociedad civilizada, es decir, en el único modo de contar con armonía de intereses, como queda expresado, el deber ser consiste en el respeto recíproco a los proyectos de vida de todos, cualesquiera sean estos.

Todos los seres humanos tienen como meta pasar de una situación menos favorable (es) a una que les proporcione mayor satisfacción (debe ser). En este contexto, el es constituye el medio para el logro del objetivo, el debe ser; es por ello que la ética no constituye mera decoración, sino algo eminentemente práctico y de gran utilidad para la realización de las potencialidades de cada cual en busca del bien. Todos cometemos faltas, nadie puede tirar la primera piedra, de lo que se trata es de distinguir entre el pantano y la huella para no idealizar al pantano y realizar esfuerzos al efecto de retomar la huella.

Viene ahora un interrogante de la mayor importancia: ¿cómo proceder en la vida diaria frente a las más variadas circunstancias? Muchas veces hemos escuchado que si bien se está de acuerdo en que las cosas deberían ser de tal o cual manera, dado que son de otra, para seguir viviendo no hay más remedio que actuar de forma distinta y amoldarse.

Por ejemplo, imaginemos que uno de los asesinos seriales de la SS en la Alemania hitleriana irrumpe en el domicilio de alguien en busca del hijo del dueño de casa y para contrarrestar semejante barrabasada el padre soborna al oficial de marras para salvar a su hijo. El padre sabe que está enriqueciendo a un criminal, sin embargo, estima que se ve obligado a proceder de aquella manera. Este ejemplo extremo ocurre de modo muy atenuado de forma cotidiana con gobiernos autoritarios de muy diversas corrientes. Esto alegan empresarios que dicen estar embretados por el poder de turno a riesgo de perder sus empresas y muchas otras situaciones de quienes se ven envueltos en trámites burocráticos muy variados.

Sin duda que hay un límite al desvarío, pero la encrucijada existe y hay conductas ejemplares que no admiten ninguna acción contraria a valores esenciales y, por ende, renuncian a lo más preciado con tal de mantener principios, pero el común de los mortales se ve compelido a entrar por la variante para seguir viviendo. Empresarios que declaran que se ven obligados a acceder a los caprichos del mandamás del momento, aunque vean claramente la distancia entre lo que aceptan ser y el deber ser, y así con tantos casos equivalentes.

Si los límites se sobrepasan, aceptando algo que es absolutamente incompatible con el deber ser “para seguir viviendo y estar en sintonía con la tendencia dominante de la actualidad”, no es justo involucrar a otras personas. Como cuando se acepta la incorporación a socios impresentables a un club que disgustan a otros miembros. Ilustra otras situaciones similares que comprometen a terceros el caso de quienes apoyan el razonamiento anacrónico de sindicalistas que pretenden bloquear la competencia al oponerse a Uber, que, en diversas ciudades, presta servicios de transporte atractivos en calidad y precio. Es como si hubiera que eliminar las refrigeradoras para volver al hombre de la barra de hielo.

No es del caso juzgar ahora las diversas conductas, pero lo que sí debe remarcarse es que todos los seres humanos deben contribuir de un modo u otro para que prevalezca el respeto recíproco. De lo contrario, cualquiera sea la actividad de cada cual, indefectiblemente todo perecerá. Los que proceden con base en la componenda por lo menos deben contribuir con un reaseguro destinando tiempo, dinero o las dos cosas al efecto de cubrir la retirada, puesto que si sólo se la pasan justificando la necesidad de ceder en principios, deben saber que consolidan la barranca abajo y que si pretenden vivir a costa del esfuerzo de terceros para mantener vestigios de la sociedad abierta (freeriders), su final ni siquiera será mudarse de país, sino el mar con los tiburones.

Por supuesto que en esta instancia del proceso de evolución cultural no nos estamos refiriendo a los políticos, que, como tales, necesariamente abandonan lo que debe ser para amoldarse a lo que es, en otros términos, a lo que la opinión pública puede al momento digerir, si es que desean continuar en la tribuna política. Cuando despotrican en sus discursos ponen énfasis desmedido, generalmente en voz muy alta, en los supuestos principios que defenderán a capa y espada, pero la verdad es que su profesión consiste en ceder, componer y conciliar. El que se cree el discurso, cuando reclama airadamente y con gran desilusión de su candidato, le replica con toda naturalidad: “¿Y qué quiere? Se trata de un político”.

En este contexto, siempre debe haber personas que actúen desde afuera para señalar con rigor el camino que conduce al irrestricto respeto recíproco, sin componendas de ninguna naturaleza. Sólo así —y no con los aplaudidores y serviles de siempre— es posible abrigar alguna esperanza de vivir en una sociedad civilizada.

Hay todavía otro canal que pretende debilitar las obligaciones morales, no para actuar en dirección a lo que otros demandan, sino en puro beneficio propio, ya que el bien hace bien. Ese canal es el que pretende confrontar las emociones con la razón por medio de lo cual se justifican acciones u omisiones que van a contracorriente de principios éticos.

En este sentido, Nathaniel Branden explica en The Psychology of Self-Esteem que las emociones provienen de evaluaciones conscientes y subconscientes sobre la conveniencia o la inconveniencia de ciertos procederes. Más aun, sostiene que las subconscientes son producto de lo que alguna vez fue consciente respecto de los valores o los desvalores de cada uno. En otros términos, no hay incompatibilidad entre emociones y razón, no se trata de conceptos mutuamente excluyentes, sino de fenómenos complementarios: uno quiere o desea tal o cual cosa, porque primero estimó más o menos detenidamente que el objeto deseado o querido le conviene, le agrada, lo satisface (de lo cual no se desprende que el sujeto actuante necesariamente acierte en sus conjeturas).

En esta línea argumental, tengo muy presente un pensamiento de Viktor E. Frankl enmarcado en mi biblioteca y bordado por mi hija Marieta: “Never let the is cach up with the oughts”, lo cual considero que es el secreto de la vida, puesto que empuja a tener siempre proyectos que una vez alcanzados deben inmediatamente renovarse y sustituirse por otros, ya que si uno queda satisfecho con el logro de un proyecto sin contar con otros nuevos, se termina la vida propiamente dicha.

La moral alude a lo prescriptivo, mientras otras ramas del conocimiento se refieren a lo descriptivo. El primer campo apunta a lo normativo, mientras que los segundos centran su atención en lo positivo. Dicho sea al pasar, esto último para nada significa adherir al positivismo, la tradición de pensamiento que sostiene que solamente lo verificable empíricamente puede considerarse verdadero o falso. Pero, por un lado, como ha señalado Morris Cohen en Introducción a la lógica, la antedicha proposición no es verificable y, por otro, como ha destacado Karl Popper en Conjeturas y refutaciones, nada en la ciencia es verificable, sólo es posible la corroboración provisoria sujeta a refutación.

Hay autores que mantienen que ninguna acumulación de experiencias (sumatoria de es) puede conducir lógicamente a lo que debe ser (el caso de David Hume, que, aunque atenuado su alcance por Alasdair MacIntyre, es bien refutado por John Searle), lo cual constituye un error de apreciación, puesto que en todos los casos se infiere una cosa de la otra. Si deseo (lo que considero debería ser) convertirme en un abogado, tengo que estudiar derecho (es); lo primero es la meta, lo segundo es el medio para el logro de aquel objetivo. Si prometí pagar cierta suma, de allí se desprende el deber ser (cumplir con la palabra empeñada). En definitiva, todos nuestros actos presentes (los es) están dirigidos a lo que debe ser.

Este razonamiento desde luego incluye lato sensu acciones que lesionan derechos de terceros o hacen daño al mismo sujeto actuante, pero en un sentido ético más preciso y restringido, tal como apuntamos antes, el deber ser se refiere a conductas de respeto al prójimo.

Finalmente, dos pensamientos de José Ortega y Gasset, uno referido a lo que decíamos sobre la pretensión de los free-riders (“garroneros”, según un argentinismo) y el otro sobre la trascendencia de hacer valer el individualismo, que es a lo que aspira la sociedad abierta. En el primer caso, escribe en El espectador: “Si usted quiere aprovecharse de las ventajas de la civilización, pero no se preocupa por sostener la civilización, se ha fastidado usted. En un dos por tres se queda usted sin civilización. Un descuido y cuando mira a su derredor todo se ha volatilizado”. Por ello es de tanta importancia preocuparse y ocuparse de trabajar por la libertad, que es el oxígeno de la vida civilizada, pero apartarse de los timoratos y estrechar filas con los honestos intelectuales (es muy gráfica la condena de la Biblia a los tibios).

El segundo pensamiento pertenece a La rebelión de las masas: “Ahora, por lo visto, vuelven muchos hombres a sentir nostalgia del rebaño. Se entregan con pasión a lo que en ellos había aún de ovejas. Quieren marchar por la vida bien juntos, en ruta colectiva, lana contra lana y la cabeza caída. Por eso, en muchos pueblos […] andan buscando un pastor y un mastín. El odio al liberalismo no procede de otra fuente. Porque el liberalismo, antes que una cuestión de más o menos en política, es una idea radical sobre la vida: es creer que cada ser humano debe quedar franco para henchir su individual e intransferible destino”.

Fuente del articulo: http://opinion.infobae.com/alberto-benegas-lynch/2016/04/02/tension-entre-lo-que-ser-y-el-deber-ser/index.html

Fuente de la imagen: http://revista.ucc.edu.ar/images/revista/big/2vcjuqplhp.jgp

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Chile: Expertos critican decisión del Mineduc de prohibir enseñanza del Libro del Mar

Chile/Mayo de 2017/Fuente: Francisco Velásquez/Fuente: Diario Uchile

El Ministerio de Educación comenzó una investigación para encontrar al responsable de entregar el Libro del Mar, (documento boliviano que se refiere a la demanda marítima del país ante La Haya) a estudiantes de séptimo y octavo básico del Colegio municipal Carlos Condell de la Haza de La Serena.

Las declaraciones del seremi de educación de la región de Coquimbo, Pedro Espaerza, fueron categóricas: “es un hecho aislado, negativo y contraproducente” a lo que agregó que el escrito “no forma parte de las recomendaciones de lectura complementaria”.

Alfonso Ossandón es encargado de comunicaciones del establecimiento y es quien consiguió la publicación en el país vecino. Según planteó el funcionario de la corporación municipal de la ciudad “el texto tenía objetivos pedagógicos de integración latinoamericana” y fue un acuerdo suscrito con el docente de historia (donde se utilizaría el material) y la directora del establecimiento.

Pese a que la iniciativa que buscaba aminorar el bullying en contra de los seis estudiantes de origen boliviano que pertenecen al colegio de la Serena, los textos, por disposición del MINEDUC, tuvieron que ser devueltos a su remitente.

“Llama la atención que le Ministerio se involucre en un hecho tan anecdótico y tan poco relevante, puesto que lo normal es que en las escuelas existan materiales con distintos puntos de vista, sobre todo en términos de la realidad social, económica, política e histórica. Más en un tema tan complejo para la zona norte de Chile como es la relación con Bolivia y Perú. Yo creo que el ministerio, al intervenir en este tema, denota que no se creen mucho esto de la libertad de educación que tanto dicen, tampoco creen en la autonomía de los centros educativo para  actualizar, concretar y hacer pertinente el currículo para la población con que trabajan”,  analizó Jesús Redondo, psicólogo educacional y académico de la Universidad de Chile.

Educación intercultural

Uno de los principios de la Ley General de Educación  es la Interculturalidad, en él se explicita que  “el sistema debe reconocer y valorar al individuo en su especificidad cultural y de origen, considerando su lengua, cosmovisión e historia”.

Para Jesús Redondo, psicólogo Educacional de la Universidad de Chile, en la situación vivida en dicho establecimiento Municipal  “hay una actitud propia de un cuartel más que  de un Ministerio de Educación.  Hay una impronta autoritaria en todo el funcionamiento de la administración educativa que no favorece para nada el proceso de formación democrática de las personas, para una convivencia pacífica y para un desarrollo de las relaciones con los pueblos hermanos que favorezca la superación de los problemas y traumas históricos. Este tipo de actitudes no hacen más que favorecer un enfrentamiento innecesario”.

La educación intercultural tiene un componente clave y es la complejización del contenido que se analiza en las clases, ya que es necesario poder contrastar diferentes posiciones para obtener una mirada multidimensional de los fenómenos sociales.

Según plantea Sylvia Conteras, experta en interculturalidad y académica del Departamento de Educación de la Universidad de Santiago, lo ocurrido en el colegio de La Serena “pone en evidencia que la interculturalidad en Chile sigue siendo pensada en términos instrumentales y funcionales, es decir, da cuenta de un discurso políticamente correcto de acuerdo a la normativa y a todos los planteamientos de instituciones internacionales, pero que en el fondo y con estos pequeños gestos, se explicita que esa interculturalidad no está siendo abordada como un proceso en el que se validen formas de mirar críticamente los procesos ni el cómo ellos y nosotros hemos construido la historia. Por el contrario, hay una mirada parcial y funcional que afecta la interculturalidad”.

El buscar que los estudiantes no conozcan otras historias, según Contreras, responde a una acción colonizante  ya que “cuando decimos que la interculturalidad es funcional, es porque aún no rompe esa matriz colonial, y no la rompe porque hay ciertas historias que son más legitimadas que otras, que en los procesos históricos de lucha aún se sigue pensando que hay un bando ganador y uno perdedor”.

Eso de por medio tiene una valoración del otro, porque los otros, que tienen una historia mucho más diversa, se les está negando, y con eso lo que intentamos es colonizarlos. Es decir, se busca transformarlos en chilenos, que se adscriban a una historia dominante en que dejan fuera elementos sociales de la historia de las personas. Es una perspectiva muy colonialista, la que tiende a pensar que la historia escrita en Chile es mucho más valiosa que otra”.

Por otra parte, el que se haya suprimido la posibilidad de recibir los textos históricos de Bolivia a los niños del colegio Carlos Condell, les enseña “que cada iniciativa o acción que tenga como objetivo posicionarse frente a la historia o frente al discurso desde otra perspectiva va a ser invalidada, sancionadas y reprimida. En esta acción hay violencia, ya que se le entrega un recurso para ampliar la mirada y luego se le dice ‘tú no tienes el derecho’ de poder incursionar en otras miradas frente a este mismo fenómeno”, plantea la experta en interculturalidad de la U. de Santiago.

Además, esto atenta contra la identidad del profesor y la directora, ambos invalidados frente a su planificación. “Los estudiantes con esto ven que el docente es un agente sin poder, porque hay una institución mucho más alta que le señala qué puede enseñar y qué no. Con esto se invade profundamente el aula”, declaró la profesora Sylvia Contreras.

Comprender los procesos de interculturalidad de forma compleja requiere que los docentes profundicen los contenidos y no solo se queden en la superficialidad instrumental de la materia. Asimismo, el adaptar el currículo al contexto en el que se explica el contenido es vital para generar estrategias educativas que tengan resultado.

La profesora Sylvia Contreras afirma que “el colegio no incurrió en ningún error, lo que ellos hicieron fue mirar su realidad, ver qué elementos estaban ahí latentes, en conflicto y en debate. Buscaron una solución al respecto y esa iniciativa tienen que ser legitimada. Cuando leo la noticia es como que el colegio estuviera incurriendo en un acto de traición a la nación y eso es peligroso, porque en la lógica de la guerra se entiende, pero en la paz no. Si ellos buscaron un texto para complejizar las miradas fue justamente porque así se matizan los discursos, se complejizan y ya no son tan categóricos, sino que dialógicos”.

Fuente: http://radio.uchile.cl/2017/05/11/expertos-critican-decision-del-mineduc-de-prohibir-ensenanza-del-libro-del-mar/

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China se impone un nuevo enemigo: los libros infantiles extranjeros

19 Marzo 2017/Fuente: 14ymedio/Autor:EFE

El Gobierno chino quiere proteger a sus niños de las influencias del extranjero y por eso se ha marcado un nuevo enemigo, los libros infantiles que vienen del exterior, que, según asegura un grupo de libreros, van a comenzar a limitarse.

Las autoridades de Pekín están preparando una orden por la que se reducirá drásticamente el número de cuentos infantiles extranjeros publicados en el país, según dijeron varias fuentes del sector editorial al diario independiente de Hong Kong South  China  Morning Post.

Esto es parte de una campaña para reducir la influencia de ideas extranjeras y mejorar el control ideológico de este colectivo, pese a que estos textos tienen poca o ninguna implicación política.

Así, estas fuentes aseguran que desde la administración estatal se va a imponer un sistema de cuotas, como ya existe por ejemplo en el mundo cinematográfico, que limite el número de cuentos extranjeros que se publican cada año en  China .

Desde la administración estatal se va a imponer un sistema de cuotas, como ya existe por ejemplo en el mundo cinematográfico, que limite el número de cuentos extranjeros que se publican cada año en China

Esta norma, que de momento solo se ha transmitido a los libreros de forma verbal, instará además a las editoriales a publicar más cuentos escritos e ilustrados por autores chinos.

Así, otro de los editores entrevistados asegura que los libros de Corea del Sur y Japón tendrán ahora «pocas posibilidades» de ser publicados  China  y que el permiso para libros de otros países será «muy limitado».

En su información, el South  China  Morning Post asegura que ha intentado ponerse en contacto con las autoridades de Pekín para confirmar esta noticia pero no ha obtenido respuesta.

China  es uno de los mercados más atractivos para las editoriales infantiles. Los libros de dibujos animados extranjeros se han vuelto cada vez más populares entre los 220 millones de jóvenes lectores menores de 14 años y son mucho más populares que los textos locales.

Personajes como la cerdita «Peppa Pig», uno de los cuentos más vendidos en  China , son una institución entre los pequeños chinos y podrían verse afectados por esta medida proteccionista gubernamental.

De hecho, los libros infantiles se han convertido en el segmento más lucrativo del mercado de libros de  China  y el año pasado, según datos proporcionados por el diario hongkonés, se publicaron más de 40.000 títulos entre importados y locales.

Hace justo un año, el Gobierno chino lanzó una campaña contra las universidades y desde el Ministerio de Educación se pedía a los centros que eliminaran los libros de texto que promuevan valores occidentales o difamen al Partido Comunista

Aunque no han sido muchos los medios chinos que se han hecho eco de esta polémica, el diario oficial Global Times publicaba hace unos días que varios padres se quejaban de la posible norma y aseguraban que muchos se están preparando y comprando los libros favoritos de sus hijos por si no pudieran encontrarlos luego.

De hecho, el artículo contiene otras opiniones que aseguran que esto podría ser una estrategia de las librerías para aumentar las ventas.

Por ejemplo, en opinión de Chen Shaofeng, subdirector del Instituto de Industrias Culturales de la Universidad de Pekín, la información todavía tiene que ser publicada por fuentes «confiables» y las acusaciones por el momento son «infundadas».

Sin embargo, en otra entrevista con el mismo medio oficial, el responsable de una editorial infantil de Pekín asegura que ahora le está costando mucho más tiempo conseguir el permiso oficial para publicar nuevas obras.

Así, mientras antes tardaba solo tres semanas en lograr el «sí» de las autoridades locales, ahora tarda más de dos meses, explica.

Hace justo un año, el Gobierno chino lanzaba una campaña contra las universidades y desde el Ministerio de Educación se pedía a los centros que eliminaran los libros de texto que promuevan valores occidentales o difamen al Partido Comunista. 

Fuente de la noticia: http://www.14ymedio.com/internacional/China-enemigo-libros-infantiles-extranjeros-censura_0_2183781601.html

Fuente de la imagen:http://images.14ymedio.com/internacional/China-Jiabao-Hong-Kong-EFE_CYMIMA20170319_0001_13.jpg

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Libro: Libertad y límites. Amor y respeto

Libertad y Límites. Amor y Respeto

  • Autora: Rebeca Wild
  • Año: 2006
  • Nº de páginas: 216 págs.
  • Editorial: HERDER
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788425424854

Sinopsis:Cuando hablo por primera vez con alguien sobre el tema de una «educación libre », es lo más común que enseguida surjan objeciones más o menos apasionadas sobre la «necesidad de límites». Pero las preguntas sobre este tema tampoco disminuyen cuando los padres o cuidadores se aventuran a dar sus propios pasos hacia un trato respetuoso con los niños. Más bien al contrario: En sinnúmero de situaciones nuevas y en cada nueva etapa dedesarrollo asoman también nuevas dudas e incertidumbres. Para nosotros –adultos que a menudo hemos sido educados y restringidos por límites– no es fácil comprender que en realidad los límites pueden tener la función de definir un espacio en el cual se puede actuar con independencia y libertad y en el cual se pueda dar un verdadero desarrollo humano. Pero en la medida en que logramos hacer esta distinción, nos damos cuenta de que los límites no definen el ser del otro, sino –por el contrario– sirven para mantener el entorno relajado, de manera que todos –niños y adultos– se sientan cómodos en él, vivan nuevas experiencias gracias a la toma de decisiones personales y aprendan a diferenciar entre necesidades auténticas y sustitutivas”.

Fuente de la reseña: http://www.casadellibro.com/libro-libertad-y-limites-amor-y-respeto/9788425424854/1090695

Fuente de la imagen: http://image4.casadellibro.com/a/l/t0/54/9788425424854.jpg

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