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América Latina: Declaración de apoyo a las luchas del pueblo Haitiano

América Latina/Autor y Fuente: redh-cuba.org

La Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad expresa su más decidido apoyo a las luchas del pueblo haitiano, quién se encuentra en estado de alerta y movilización permanente desde septiembre pasado. Movimientos campesinos, jóvenes de las periferias urbanas, organizaciones estudiantiles y de mujeres, sindicatos y centrales sindicales, organizaciones religiosas y de derechos humanos, alzan la voz contra los efectos devastadores de las políticas neoliberales, imperialistas y coloniales que han hecho de Haití una de las naciones más empobrecidas, desiguales e injustas del planeta. Desde julio del año pasado, y notablemente en los últimos dos meses, millones de personas se han movilizado de forma incesante, ocupando y bloqueando las calles del país, desafiando la violenta represión estatal, y logrando en ocasiones romper el cerco político y mediático construido en torno al país.

En Haití, al colapso del modelo de dependencia montado por los Estados Unidos hace ya más de un siglo, se suma el total descrédito de la clase política, sea oficialista o circunstancialmente opositora. Además, el ciclo de políticas neoliberales implantado de forma temprana se ha agotado, mostrando uno de sus rostros más sombríos en la región, con fenómenos como el hambre y la miseria planificadas, el desempleo y la informalidad laboral extendida, la ruina agrícola y el éxodo campesino, la elevada inflación y la devaluación permanente de la moneda nacional, la ausencia de la más mínima noción de soberanía, el colapso del Estado y su reemplazo por las formas más regresivas de gestión de lo común, el aumento de la inseguridad y emergencia del crimen organizado.

Los responsables de este descalabro tienen nombre y apellido. Se trata del ilegítimo e impopular presidente Jovenel Moïse y su partido, el ultraneoliberal PHTK, los que resultan tan inútiles para resolver la crisis interna como útiles para los intereses de la geopolítica imperial y sus ataques a la Revolución Bolivariana de Venezuela. Se trata de una clase dominante local obscenamente rica, improductiva y parasitaria, que en algunas de sus figuras busca capitalizar la crisis en su propio provecho. Se trata de las potencias coloniales que expolian al país y aún presumen de ejercer su derecho de tutela, desde los Estados Unidos hasta Francia y Canadá, pasando por otros socios menores. Se trata de los coactivos organismos financieros trasnacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, responsables de la ruina agrícola, la sujeción de la deuda y la liberalización comercial y financiera. Se trata, por último, de una arquitectura política regional y global que expresa el rostro “amable” de este entramado de poder, desde la Organización de Estados Americanos hasta las Naciones Unidas y sus eternas políticas de ocupación, sean cívicas o militares.

Quiénes representamos a “la otra comunidad internacional”, la de los movimientos sociales, los intelectuales y artistas comprometidos, las fuerzas de izquierda, populares y progresistas de Nuestra América, queremos expresar no sólo nuestro compromiso, sino también nuestra confianza en que las clases populares haitianas lograrán su cometido, porque no sabe de imposibles el Haití de nuestra revolución primera. Saludamos a las fuerzas organizadas bajo el Foro Patriótico por un Acuerdo Nacional, suscribimos su programa de transición política en clave popular y soberana, y abogamos por su plena implementación, sin injerencias ni tutelas externas. E invitamos, por último, a ejercer la más activa solidaridad, a apoyar y difundir la causa del pueblo haitiano, a desmontar los prejuicios racistas y las falacias coloniales, y a seguir de cerca las luchas de un pueblo que se haya hoy en la primera línea de nuestros combates caribeños y latinoamericanos por la igualdad, la libertad y la felicidad.

Secretaría Ejecutiva de la Red en Defensa de la Humanidad.

Fuente: https://redh-cuba.org/2019/10/declaracion-de-apoyo-a-las-luchas-del-pueblo-haitiano/

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Marco Somarriba: vigor, fuerza y fuego revolucionario (texto, fotos y video)

Redacción: Radio La Primerísima

Por Carlos Núñez Téllez, Comandante de la Revolución fallecido el 2 de octubre de 1990. Discurso pronunciado el 10 de agosto de 1984. Publicado en la Revista Correo de agosto de 2013

¿Quién era Marco Antonio Somarriba? Me hago esta pregunta ahora, cuando pronuncio su nombre, poblado de un mar de recuerdos. En la clandestinidad, cuando leíamos las experiencias revolucionarias de otros países centroamericanos, compartíamos en las conversaciones el pensamiento de otros revolucionarios. Recuerdo, leyendo la experiencia de la guerrilla guatemalteca, el pensamiento de una combatiente que llena del dolor producido por la caída de sus compañeros, decía: «Hay que dejar en paz a los muertos». Y su decir era como un convencimiento para adquirir convicción de la dureza de la lucha, de la circunstancia de la muerte, que sin el menor aviso nos arrebata en segundos a los mejores hombres y a las mejores mujeres, sin tomar en cuenta cuánto invierte una organización política en forjar sus cuadros y que un día de tantos nos dejan solos. No totalmente, claro está, pero siempre quisiéramos contar con la presencia de nuestros hermanos queridos continuando la construcción de los sueños ya convertidos en realidad.

León Santiago de los Caballeros, a como la bautizaron los colonialistas españoles, es una tierra cálida, con historia, tradiciones de lucha, de espíritu indígena. Tierra del algodón y del azúcar, de volcanes, de hombres y mujeres creativos e inteligentes, de combatientes férreos y seguros. León fue el centro de reproducción de centenares de combatientes que provenientes de otras ciudades del país se convirtieron en luchadores ejemplares en las aulas de la universidad, en los centros de estudio, en los barrios, en las trincheras; fueron capaces de hacer posible el sueño de ese gran organizador que fue Pedro Aráuz Palacios, al convertir a la ciudad de León en una inclaudicable trinchera de lucha contra el somocismo.

Las calles de León son calientes, tan cálidas como sus hombres y mujeres. Ahí nació Marco Antonio («Salvador», en las luchas de barricadas), un 28 de abril de 1953. Procreado por Marco Somarriba, carpintero, y Gudelia García, costurera. Ninguno de ellos se imaginó que aquél chavalo delgado, tímido, con la sonrisa a flor de labios, llegaría a convertirse en un destacado dirigente del Frente Sandinista. No lo imaginaron, como es natural, porque en ese entonces, aunque el pueblo nicaragüense de una u otra forma luchaba contra la dictadura, el FSLN todavía no nacía a la vida política. Eso sí, la herencia de Sandino, su ejemplo, su legado combativo, cubría todo el territorio nacional guiando a su pueblo a pesar de todos los intentos del somocismo de sepultar en el olvido su memoria.

Yo no conocí a Marco durante su infancia. Vivíamos en barrios diferentes: él en El Calvario y yo en Zaragoza. Fueron las luchas, los ideales, la causa revolucionaria, lo que nos convirtieron en hermanos. Lo conocí en 1971, cuando los dos éramos estudiantes del Instituto Nacional de Occidente (INO). No estábamos organizados en el FSLN, mucho menos nos involucrábamos en las actividades políticas en los centros de estudio de secundaria. Por causa del alienamiento de la sociedad somocista, nuestra pretensión era alcanzar el título de bachiller; es decir, eran las mismas costumbres de la época: estudiar, obtener buenas calificaciones y graduarse para asegurar el porvenir egoísta e individual que la sociedad de ese tiempo nos imponía. No se pueden olvidar tampoco las medidas represivas prevalecientes en esa época, tomadas por el somocismo en los centros estudiantiles después del movimiento magisterial de 1970.

La agitación producida entre los jóvenes por el heroico ejemplo de Julio Buitrago, combatiendo contra más de 200 guardias, y luego el último poema «Que se rinda tu madre», gritado y escrito con sangre por Leonel Rugama junto a sus compañeros Róger Núñez y Mauricio Baldizón, y finalmente la huelga de hambre de los prisioneros políticos exigiendo su libertad, fueron los factores detonantes para romper el miedo y las medidas represivas en los centros de estudio de secundaria en todo el país. No importó la represión, ni exponer la vida o alcanzar la muerte, cuando los revolucionarios encarcelados, desde las mazmorras somocistas, desafiaban al régimen para alcanzar su libertad. ¿Por qué nosotros, pertenecientes a una nueva generación, íbamos a permanecer indiferentes al ejemplo heroico de un puñado de combatientes que justamente reclamaban su libertad?

Los primeros trabajos

En esa lucha, sin estar organizados, nos encontramos Francisco Meza, Marco Somarriba, Rafael Mairena, otros compañeros y yo. Cada quien desde sus aulas se rebeló. El espíritu solidario despertó en cada uno de nosotros. No nos importó la represión ni las amenazas de expulsión ni la cárcel. Una idea nos invadía a todos y era contribuir de la misma manera a como lo hacían en otros centros de estudio, a formar parte del movimiento integral para conseguir la libertad de los compañeros encarcelados. Esa decisión, ese coraje, esa lucha, contribuyó posteriormente a eliminar las medidas represivas impuestas por la Dictadura en el INO, a iniciar la organización de los estudiantes y a estructurar la Directiva Central del instituto. Por supuesto, la organización no fue nada espontánea: detrás del trabajo se encontraba el Frente Estudiantil Revolucionario (FER). Así se iniciaron los primeros trabajos para la creación en León del Movimiento Estudiantil de Secundaria (MES).

Ese mismo año, Marco, Francisco y Rafael se graduaron de bachilleres y correspondió a Francisco, Presidente de la Directiva, decir el discurso central. Por supuesto, no se pareció en nada a las tradicionales diatribas de la burguesía. Fue un discurso político dedicado a la lucha estudiantil, a sus reivindicaciones, a sus aspiraciones. Se pronunció el discurso percibiendo la rabia de los lacayos de Somoza, que no ocultaban su indignación al contemplar el temple de una nueva generación que, con todos los riesgos, comenzaba a alzarse, a rechazar la opresión de siglos y que particularmente comenzaba a establecer un precedente: se sumaba a la lucha por derrocar al somocismo.

Después, Marco, Francisco y Rafael ingresaron a la universidad y cada quien fue reclutado por el Frente Sandinista, cumpliendo en 1972 diversas tareas. De cuando en cuando nos encontrábamos, estrechando la amistad fraterna, cultivada en el curso de la lucha. Una vez, por casualidad, encaminado a una reunión, los sorprendí conversando con Carlos Roberto Huembes sobre la creación del MES. Ninguno preguntaba lo que el otro hacía: no había respuesta. Era la ley de la compartimentación del trabajo, esa práctica del Frene Sandinista tan valiosa para una organización de carácter conspirativo, y decisiva para preservar las estructuras y el trabajo clandestino que forjamos a lo largo de 18 años de lucha. Era esa ley tan necesaria en la lucha, que en la presente época algunas veces se olvida, sin tomar en cuenta que fue decisiva para la configuración del Frente Sandinista como organización nacional, lección transmitida por Pedro Aráuz y Carlos Roberto Huembes, excelentes conspiradores del FSLN.

A Marco lo volví a encontrar a finales de 1975. Ya se había producido la toma de Radio Corporación, encabezada por Tomás Borge, y la crisis política del Frente Sandinista. Lo encontré diferente, callado, reservado. Ya no era aquel muchacho flaco, desgarbado y sonriente. Estaba en la clandestinidad. Era Joaquín. Conversamos mucho esa noche, acumulando el dolor producido por la división de la organización a la que nos habíamos entregado y queríamos tanto. ¿Qué hacer? ¿cómo contribuir a superar los problemas? ¿cómo conocer con mayor realismo lo sucedido? Y no éramos nosotros solamente: ahí estaban Oscar Pérez Cassar y Rosalba Carrasco. Estábamos solos, completamente solos. Fueron una Navidad y un Año Nuevo muy tristes.

En ese tiempo ocurrieron dos hechos importantes. Uno, esperando la reunificación del FSLN, conocimos la presencia en Nicaragua del Jefe de la Revolución, Comandante Carlos Fonseca, y del Comandante Carlos Agüero, que había bajado de la montaña para coordinar el envío de un contingente a la zona de combate, entre ellos, Edgard Lang; el otro, la participación nuestra en el operativo de evacuación del Comandante Fonseca a la casa de seguridad donde se encontraba con otros compañeros, incluido Tomás, que había sido detectada por la Seguridad Somocista. Marco, Oscar, Rosalba y otros compañeros, participamos del operativo de vigilancia de toda la zona, en tanto se impulsaba un plan de evacuación de los combatientes.

Inmensamente humano

Para 1976, Marco se dedicaba con ahínco a la organización de los movimientos juveniles de los barrios orientales de Managua, de la atención del FER, y del Movimiento Cristiano Revolucionario (MCR). Marco Antonio era un revolucionario y a la vez una persona inmensamente humana. Pensaba en su familia, en su compañera, en su hija, en el futuro de todos. Esto lo sensibilizaba, le producía inquietud, angustia. Es difícil mantener una relación en la clandestinidad entregándose plenamente a la lucha y por las circunstancias de la misma, no poder hacer nada, solamente enterarse por correspondencia o la noticia ocasional. Después del cumplimiento de su trabajo, ello lo inquietaba, parecía una persona enjaulada caminando por el estrecho cuarto de la casa de seguridad que nos albergaba. Trataba de sonreír y comportase normalmente, pero detrás de esa actitud se encontraba el hombre, el ser humano, que así como sentía en carne propia la caída o el encarcelamiento de los hermanos más queridos, o el martirio del pueblo, también poseía la sensibilidad, aunque lo quisiera ocultar, de mantener presente en todos los momentos, las imágenes y los problemas de su familia.

Algunas veces, su ánimo decaía por no poder estar presente en la solución de los problemas, pero como se dice popularmente, «se echaba los güevos a tuto» y seguía adelante cumpliendo sus responsabilidades, orientando, organizando, preparándose políticamente, consciente de la situación política del país, convencido de que la causa revolucionaria era la primera tarea, aunque ello significara llevar por dentro los dolores, las angustias, los sinsabores, y las preocupaciones que como seres humanos enfrentamos.

En agosto de 1976, Carlos Roberto Huembes, miembro suplente de la Dirección Nacional, ingresa al país. En el interior ya se encontraban los Comandantes Daniel Ortega y Eduardo Contreras, cumpliendo tareas unitarias para resolver la crisis del Frente Sandinista, abocados con los comandantes Pedro Aráuz Palacios y Bayardo Arce.

Todavía no conocíamos la caída de Carlos Fonseca y Eduardo Contreras, cuando Marco, pálido, demacrado, con un tic nervioso en los ojos, con la voz entrecortada y buscando donde apoyarse, seguramente para asimilar mejor el golpe, llegó a la casa de seguridad donde permanecíamos Jaime Wheelock, Luis Carrión y yo, a anunciarnos la caída de Carlos Roberto Huembes.

Marco no tenía instrucciones ni órdenes para llegar a la casa de seguridad, pero como por un momento no habló nada y solamente quedó con la mirada fija buscando las palabras para dar la noticia, pensamos que había desacatado las órdenes, y yo personalmente le reclamé sobre su presencia en una casa de seguridad donde no estaba autorizado a llegar.

Marco se dejó caer en uno de los sillones de la sala. Jaime, que no lo conocía, había empuñado su pistola 45; yo dejé la máquina de escribir y me levanté a preguntar qué le ocurría. Se acomodó en el sillón, entrecruzó las manos, se las llevó al rostro y nos lanzó la respuesta como un cañonazo: «quebraron a Eloy». No le creímos. Furiosamente lo acosamos a preguntas, exigimos detalles, la certeza de si estaba herido o muerto, el lugar del enfrentamiento, y no nos quedó la menor duda: habían quebrado a Eloy. ¿Por qué? Al día siguiente, Novedades, el diario de Somoza nos trajo la respuesta: aparecían las fotos de Eduardo Contreras, Rogelio Picado, Silvio Reñazco (habitante del reparto El Dorado, lugar donde es detectado Eloy), caídos en combate y en una nueva edición del diario, apareció la gloriosa imagen del Jefe de la Revolución Popular Sandinista, Carlos Fonseca, con los ojos abiertos hacia el futuro, desde Zinica, lugar donde cayó abatido por las balas criminales de los esbirros somocistas.

El severo golpe asestado al Frente Sandinista con la caída del Jefe de la Revolución, Comandante Carlos Fonseca, Eduardo Contreras y Carlos Roberto Huembes, el 7 y 8 de noviembre del mismo año, significó una sacudida para Marco. Fue la penetración a una etapa superior de su desarrollo político como militante y como cuadro; significó la entrega absoluta a sus tareas, a la defensa de la causa revolucionaria; fue un salto en su madurez, su talento, inteligencia y capacidades.

Prisionero y torturado

A partir de 1977, Marco se dedica con ahínco a la organización estudiantil en los barrios y en los centros de estudio y es uno de los fundadores de la Juventud Revolucionaria Nicaragüense. A la vez, se dedica a la preparación militar de los compañeros combatientes de esa organización. En 1978, durante varios días, ninguno de nosotros conocíamos de su paradero y comenzó a surgir la idea de una probable captura. En efecto, así fue. Había sido capturado en 1978 en la ciudad de León, cuando se dirigía a una escuela militar improvisada en el municipio de Malpaisillo.

Marco fue encarcelado, golpeado, torturado, amenazado de muerte, sino confesaba su militancia sandinista y sus responsabilidades. Marco permaneció en silencio, sin mencionar ninguna de las casas de seguridad conocidas por él. Su martirio duró diez largos días sometido a toda suerte de atropellos en las mazmorras somocistas. Ni el encierro ni la tortura ni la posibilidad de la muerte, fueron capaces de vencer su inquebrantable fidelidad al Frente Sandinista. A la Dictadura Somocista no le quedó más recurso que ordenar su salida de la prisión.

Inmediatamente después de obtener su libertad, Marco ingresa de nuevo a la clandestinidad, refugiándose en la casa de Osmín Torres. Retorna a su responsabilidad como miembro del Comité Militar de Managua, dedicando sus energías a la organización, preparación militar y operatividad de los destacamentos milicianos de los barrios orientales y de la Carretera Norte, cuya responsabilidad era impulsar la limpieza de todos los esbirros, orejas, colaboradores y agentes de la Seguridad Somocista. Durante la Insurrección de Septiembre, integrado al Estado Mayor de Managua, dirige el combate de sus unidades militares contra las tropas somocistas, multiplicando su trabajo en la organización de centenares de jóvenes que en la ciudad y en especial en los barrios orientales, se alzaron en pie de lucha contra el somocismo.

Para la Ofensiva Final en junio de 1979, Marco asume la jefatura de la Carretera Norte. Ahí se revela como un excelente jefe político-militar y, conjuntamente con Ramón Cabrales (Nacho), se encarga de defender, organizar a la población de la Carretera Norte y levantar las barricadas para impedir a sangre y fuego que el enemigo avanzara más allá del kilómetro 5. Bajo su dirección y la de Nacho, surgen los célebres «Cazaperros» en el barrio Santa Rosa, quienes armados de garrotes y cuchillos logran conformar excelentes unidades de combate, a base de la recuperación audaz de las armas del enemigo.

Marco estuvo presente en la decisión de El Repliegue Táctico, y como otros compañeros, sufrió el dolor de la decisión, aún cuando la consideraba muy justa. En Masaya asume la responsabilidad de reforzar los puntos estratégicos de la ciudad, con la finalidad de impedir la penetración del enemigo. Cuando se hable de los combates de la Hielera de Masaya, o de la INCA, debe mencionarse el nombre de Marco Antonio Somarriba. Por sus méritos, cuando el Comandante Hilario Sánchez (Camión), es herido por charneles de morteros disparados desde el Coyotepe, pasa a formar parte del Estado Mayor de Masaya, en compañía de los sub comandantes Róger Miranda y Rafael Solís.

Cuando se produce el triunfo popular, ya tomados los departamentos de Carazo y Granada, ya ha sido ejecutado el criminal «Macho Negro», cuando las fuerzas victoriosas del Frente Interno inician su avance hacia la ciudad de Managua, sitio al cual habíamos jurado regresar victoriosos, Marco ya es el Jefe Político Militar indiscutible del Batallón César Augusto Silva.

La herencia de un héroe

Posterior a la victoria, por sus capacidades políticas, organizativas y militares, es nombrado por la Dirección Nacional del Frente Sandinista, Jefe Nacional de las Milicias Populares Sandinistas; luego, jefe de la Dirección Política del Ministerio del Interior (MINT), después, viceministro del Instituto Nicaragüense de la Costa Atlántica (INNICA) y finalmente, delegado del Ministerio del Interior para la Zona Especial I (hoy Región Autónoma del Atlántico Norte).

En León, como resultado de sus tradiciones religiosas, el 14 de agosto se celebra la Gritería Chiquita. Un día antes, en 1982, en un accidente de aviación, cumpliendo con sus responsabilidades como delegado del MINT, preocupado por resolver los problemas de esa parte del territorio nacional, Marco Antonio Somarriba muere al estrellarse el avión que lo conducía junto a otros compañeros a su zona de trabajo.

Marco Antonio muere a los 29 años. Apenas comenzaba a transmitir al movimiento revolucionario sus experiencias, su talento y su capacidad de dirigente. Muere cuando apenas comenzaba a cristalizar sus sueños de revolucionario a su querido pueblo. Ya no era de León ni de Chinandega ni de Managua ni de todos los lugares donde dejó su cansancio y desvelos por la liberación de Nicaragua. Marco a sus 29 años de edad pertenecía a toda la nación. Forjador de las organizaciones juveniles, fundador del MES, de la Federación de Movimientos Juveniles de Managua y de la Juventud Revolucionaria Nicaragüense.

Incansable defensor de los intereses del pueblo trabajador, nos ha dejado una herencia y una responsabilidad: garantizar la continuidad del proceso revolucionario, impulsar las transformaciones políticas, económicas y sociales, profundizar la Revolución en beneficios de los humildes y de los pobres de Nicaragua.

Es resultado de las generaciones de veteranos combatientes que se convirtieron en maestros de las nuevas generaciones a las cuales pertenecemos. Marco Antonio es parte del vigor, de la fuerza y del fuego que almacena la Revolución. Ojalá así lo entiendan los jóvenes de hoy y en este legado comprendan lo afirmado por Leonel Rugama: «Los héroes no dijeron que morían por la Patria, sino que murieron».

Marco: independientemente de todo, como Camilo Ortega, Francisco Meza, Walter Mendoza, Carlos Arroyo, Adolfo Aguirre, Perla María Blandón, Edgard Munguía, Emir Cabezas y tantos hermanos caídos, podés tener la certeza que para la Juventud Sandinista 19 de julio eres bandera, estandarte, símbolo, machete, cuchillo y fusil para enfrentar al enemigo.

Te fuiste, has muerto, pero tu historia permanecerá imborrable por los siglos de los siglos, como lección para las generaciones venideras.

Militante ejemplar

El comandante Tomás Borge describía así al comandante Somarriba

Marco supo imprimir en las tareas que la Revolución le encomendó el mismo espíritu de entrega que caracterizó su larga y destacada trayectoria. Los méritos de Marco son tan excepcionales que recibir la Orden Carlos Fonseca y el ascenso a Comandante de Brigada, son apenas un modesto homenaje que trata de expresar el cariño del FSLN y del MINT hacia el ejemplar militante sandinista y el abnegado combatiente del Ministerio del Interior. Sepan ustedes que su memoria permanecerá en la conciencia y en las acciones de nuestros combatientes, y que su ejemplo de consecuencia revolucionaria se albergó para siempre en el corazón de nuestro indoblegable pueblo sandinista.

Carta a mi madre

Poema del Comandante Marco Somarriba

Ayer hace muchos días
descalzo y con calzones chingos,
trepado por entablado derruido de la casa,
siempre te miraba a vos
con tu sudor y tus ojos tristes
y tu costura a máquina
y esas señoras ricas a quienes
les hacías vestidos por un precio irrisorio.
Muchos días atrás
cuando usé pantalones largos
y en aquella casona que daba mucho miedo
siempre te miraba
siempre tus ojos tristes
y tu cara enferma y cansada.
Hoy, desde hace muchos años
siempre te miro igual
siempre tu sacrificio y abnegación
siempre querida mamá
siempre te miraré como a toda madre de pueblo
como a toda madre proletaria.

Tu hijo que te quiere

Marco A. Somarriba

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En.sueños

Por: Alfonso Enrique Dávila

Caminamos, corremos, volamos

Alegrías, tristezas, todas juntas

Soledad en senderos sin rumbo.

El instinto es el guía, no hay brújula

Charadas, algarabía-silencio de caverna

mucho bosque, mucha arena, grandes ríos.

Entre nubes vemos patios y enramadas,

La oscuridad juega con la luz.

Mientras las estrellas andan en el suelo,

los ríos se encaraman en los árboles.

Frutos que se elevan como pesadas piedras

desaparecemos de repente, paramos la eternidad,

aparece el sobresalto.

Enmudecemos frente al espanto,

Todo el cuerpo se paraliza,

Las piernas tiemblan sin movimiento.

Fieras trocean los huesos de cuadrúpedos

mientras, arropamos nuestros cuerpos

con la piel de la vaca mariposa

que, vuela hacia la eternidad.

Perseguidos por multitudes,

rechazados por el ser amado,

abrazos de sujetos invisibles,

caricias de quienes están lejos

de aquellos que nunca te vieron

atravesando desiertos, saltando abismos.

Multitudes nos aclaman

mientras, la horda nos persigue.

Amados a ratos, ignorados casi siempre.

Peregrinamos dentro del vientre de la utopía,

Perseguidos entre montes y caminos

Verde el que persigue, cazando como can

Buscando con olfato enardecido, estira la

nariz sin percibir y sustituye con tecnología.

La piel se eriza, parecemos puercoespín

al tiempo que el suelo y el gamelote disperso

se juntan para dibujar una sola figura,

figura que trastoca el sentido humano.

El tiempo nos lleva al encuentro,

desde el confín infinito se reúnen sabios,

variedad de personajes en cuerpos y voces.

Aristoteles, Descartes, Hegel, Locke, Heidegger,

Kant, Engels, Marx, Nietzsche, Husserl…

Se oyen tantas voces que, parece una madeja;

Dialogan de fenómenos, ideas, del hombre,

del ser, del espíritu, imperialismo y explotación.

¿Serán cambios de mundo?, es aterrador.

Nervios que se estiran y encogen

furias exaltadas, congoja junto al consuelo,

manos dando calor,

oídos prestos al sonido arrullador

junto a grandes ojos, buscando el cariño cercano.

Salta de la profunda oscuridad, el trueno

amenazante del enemigo invisible; destroza el alma

la quietud del cuerpo envuelto en algodón y seda

con el gozo fresco de la briza de pie de monte.

Somos otros, viene el demonio, dispersión y soledad.

Agotados de tanto andar; sin embargo,

seguimos tirados en la cama.

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“Le pude encontrar un sentido social al femicidio de mi mamá”

Entrevista/Presseza

Entrevista a Mara Avila, directora del documental “Femicidio. Un caso, múltiples luchas”, en el que cuenta el asesinato de su madre, María Elena Gómez. “No es sólo el caso mío o el de mi mamá. Es una situación que involucra a muchas mujeres y a muchas disidencias”, describió.

Por Enrique de la Calle

APU: Es la directora del documental “Femicidio. Un caso, múltiples luchas”, que entre otras cosas se refiere al asesinato de tu mamá, María Elena Gómez. Cuéntenos un poco de ese caso. 

Mara Avila: Lo que motivó el documental tiene que ver con ese hecho. Mi mamá fue asesinada por su pareja (Ernesto Jorge Narcisi) el 19 de julio de 2005, en Puerto Madero. En 2007 fue el juicio, donde fui testigo y querellante. Le dieron 9 años y después le bajaron la condena a 8. Fue catalogado como “homicidio simple” y la prensa habló de “crimen pasional”. Eran otros tiempos.  El documental parte de ese hecho para hacer un recorrido en primera persona, de lo que fue mi vida luego de esa tragedia. Soy un personaje en el relato y en la vida real. Quería hacer visible ese recorrido para poder contar qué pasa con las llamadas víctimas colaterales de un femicidio.

APU: ¿El proyecto de documental nació mientras estudiabas Ciencias de la Comunicación en la UBA?

MA: Fue mi tesina de grado. Empecé a trabajar en el proyecto en 2014. Luego, conseguí un subsidio del INCAA y terminé de darle forma.

APU: Imagino que fue todo un proceso encarar el documental, volver sobre esa tragedia personal que le tocó enfrentar. 

MA: El documental habla de muchas cosas, pero entre otras cosas habla del duelo, de lo que supone hacer un duelo. Yo le encontré un sentido social a la tragedia, un sentido colectivo y político. Eso me ayudó a enfrentar ese duelo. Mientras hacía el documental me fui curando. Ese proceso se va cerrando ahora, con el estreno del documental (será el jueves 7 de marzo, en el cine Gaumont).

APU: El documental incluye escenas que tienen que ver con el movimiento de mujeres y las diferentes marchas contra la violencia de género. ¿Se trata de pensar la tragedia personal en un contexto social más amplio?

MA: Filmamos una escena el 8 de marzo de 2017, frente al Congreso nacional. Hicimos un presente por mi mamá, levantamos una pancarta que decía “Vivas nos queremos”. Después marchamos desde el Congreso a Plaza de Mayo. No vamos a spoilear, como dicen ahora, pero hay otras escenas relacionadas. También está incluida la idea de la lucha como felicidad, como proceso de sanación, personal y colectivo. Ese cruce está presente en el documental, que justamente se llama “Femicidio. Un caso, múltiples luchas”, que es un nombre que no me termina de gustar (risas), pero tiene sentido en ese cruce entre lo personal y lo colectivo. No es sólo el caso mío o de mi mamá. Es una situación que involucra a muchas mujeres y a muchas disidencias. Parte de esa lucha que viví yo, también tiene que ver con comprender que el caso de mi madre, por ejemplo, no era un “crimen pasional” sino que se trataba de un femicidio, con todo lo que eso implica.

APU: ¿Qué fue lo que más destaca del proceso que vivió al filmar el documental?

MA: Es un documental en primera persona, con bastante exposición de mi persona. Es una narradora que cuenta la historia y que está presente, tal vez demasiado. Puse el cuerpo y me expuse. Espero que eso pueda servir a otras personas que están viviendo una situación similar. Tiene unas escenas de danza, también, para dar cuenta de que todo este dolor pasa por el cuerpo. Y tenemos que hacernos cargo. Me gustaría que el documental genere una reflexión sobre diferentes temas: la justicia machista, el rol de los medios, qué pasa con el proceso de duelo, qué pasa con las familias cuando un tema se vuelve tabú. Entender también que son tragedias personales y a la vez colectivas. El documental tiene muchos aspectos que pueden generar reflexión. A mi, el documental me sirvió para sanar.

APU: El documental se estrena comercialmente en el Gaumont el próximo jueves (estará del 7 al 13 de marzo, a las 19:45hs). Supongo que tiene ganas de que la película también circule de otro modo, más militante tal vez, para alentar otro tipo de discusiones y reflexiones. ¿Es así?

MA: Quiero que circule de las dos maneras. Me interesa que esté en el circuito comercial, porque costó mucho esfuerzo hacerlo, y no hablo sólo de lo económico. Además, ese circuito te permite que llegue a otro público, porque entre la militancia tenemos en claro cuál es nuestra lucha. Me gustaría interpelar a otros públicos. Por eso también quiero mandar la película a festivales. Quiero que la película circule mucho para que pueda generar diferentes debates.

APU: Pasó un tiempo desde el femicidio de su madre. ¿Cambió algo en este tiempo en relación a la violencia contra las mujeres?

MA: Falta mucho por hacer, aún hoy el Estado invierte 11 pesos por mujer. Es nada. No están funcionando las políticas públicas. Hay que trabajar mucho en educación y prevención, hay que trabajar más con niños, niñas y adolescentes. Entre los aspectos positivos está la aprobación de la ley Brisa, que establece un resarcimiento económico para hijos y hijas de víctimas de violencia familiar o de género. Para el que no lo sepa, lo puede recibir a través de la ANSES. Se incorporó la figura penal de femicidio en 2012, pero todavía falta para que la justicia tenga una mirada menos machista. El movimiento de mujeres logró visibilizar muchas situaciones, es un avance increíble, pero a nivel Estado y Justicia falta mucho.

Fuente de la Entrevista: https://www.pressenza.com/es/2019/03/le-pude-encontrar-un-sentido-social-al-femicidio-de-mi-mama/
Fuente de la imagen: APU
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Ideales, luchas, tragedias: documentales de líderes sociales que removieron las conciencias

Redacción: Eréndira Quetzalli Quintero Orellana/SinEmbargo

Al verse amenazados, muchos de los líderes reconocidos a nivel mundial han tenido que decidir entre ser fieles a sus convicciones o retirarse por su seguridad.

A través de 4 documentales de Netflix podremos empaparnos de la vida de aquellos que han luchado por lograr un cambio radical en la sociedad.

Mandatarios, personas de la comunidad LGBTI, jóvenes estudiantes con sed de justicia, que a pesar de su liderazgo se han visto amenazados por la influencia que llegan a tener en la sociedad, han tenido que decidir entre ser fieles a sus convicciones o retirarse por su seguridad.

A través de cuatro documentales disponibles en el catalogo de Netflix, podremos conocer la vida de algunos líderes que han logrado un cambio radical en la sociedad, que han sido premiados por sus acciones y son reconocidos a nivel mundial.

EL ME NOMBRÓ MALALA

https://youtu.be/B39fyaAxJM0

El documental de 2015, disponible en Netflix, cuenta la historia de Malala, una adolescente pakistaní que recibió un disparo por promover la educación en las niñas.

A la edad de 13 años, bajo el pseudónimo Gul Makai, Malala escribía en un blog para la BBC donde denunciaba las atrocidades sufridas bajo el régimen del Tehrik-i-Taliban (TTP), que ocupó militarmente el valle del río Swat matando a muchos de sus habitantes, destruyendo las escuelas y prohibiendo la educación de las niñas entre los años 2003 y 2009.

El 9 de octubre del 2012 fue víctima de un atentado en Mingora cuando dos miembros del TTP subieron al autobús escolar en el que se encontraba Malala y le dispararon con un fusil, alcanzándola en el cráneo y en el cuello. El entonces portavoz del grupo terrorista, Ehsanullah Ehsan, afirmó que volverían a intentar matarla.

Malala ha impulsado campañas y giras mundiales para defender el derecho a la educación de los niños, sobre todo en zonas de conflicto, un activismo que le valió el premio Nobel de la Paz en 2014, a la edad de 17 años.

En abril de 2017, la ONU la designó como mensajera de la paz, destacando el “compromiso inquebrantable” de la joven por los derechos de las mujeres, las niñas y todo el mundo “incluso en situaciones de peligro”.

LA MUERTE Y VIDA DE MASRSHA P. JOHNSON

Un trabajo audiovisual que nos adentra a la misteriosa muerte de la activista afroamericana por el movimiento de liberación LGBTI, Marsha P. Johnson.

El documental de Netflix que se estrenó en octubre de 2017, narra la historia de una trabajadora sexual, modelo de Andy Warhol y una de las activistas trans más importantes que ayudó a dirigir la rebelión de Stonewall en 1969, donde la comunidad LGBT luchó contra un sistema estadounidense que perseguía a los homosexuales.

El 6 de julio de 1992, con tan sólo 46 años, Marsha fue asesinada. Su cuerpo fue hallado flotando en el río Hudson, la policía dictaminó su deceso como “suicidio” a pesar de las afirmaciones de sus amigos de que ella no era suicida.

Después de 25 años, la defensora trans de las víctimas del crimen Victoria Cruz del Proyecto Antiviolencia de la Ciudad de Nueva York reabrió la investigación.

El filme narrado por Cruz, también cuenta la historia de Sylvia Rivera, amiga íntima de Johnson, quien se enfrentó a los activistas gay de la época que no apoyaban a las mujeres trans en un discurso que pronunció en el Gay Liberation Rally de 1973.

EL CHE

El Che, una investigación de Paco Ignacio Taibo II. Foto: Netflix

Un documental donde el escritor Paco Ignacio Taibo II emprende un viaje para seguir los pasos de Ernesto “Che” Guevara.

El médico “Che” Guevara participó en la oposición contra el ex Presidente argentino, Juan Domingo Perón. Viajó por Perú, Ecuador, Venezuela y Guatemala, donde pudo observar la miseria entre las masas de Hispanoamérica.

Junto con Fidel Castro, a cuyo movimiento se unió en 1956, fue uno de los principales promotores del triunfo de la revolución cubana en 1959.

Convencido de la necesidad de extender la lucha armada en el Tercer Mundo, el “Che” impulsó la instalación de focos guerrilleros en varios países de América Latina.

Entre 1965 y 1967, combatió en el Congo y en Bolivia, en este último fue capturado y ejecutado de manera clandestina.

A través de los años, su figura ha causado controversia en la opinión pública.

JOSHUA: ADOLESCENTE CONTRA LA SUPERPOTENCIA

El documental de Netflix, dirigido por Joe Piscatella, cuenta la historia de lucha de Joshua Wong, un activista de Hong Kong en pro de la democracia de su país en el 2012.

Wong, con tan sólo 14 años, activista fundador del movimiento “Escolarismo”, se posicionó como una de las figuras claves de las Protestas de Hong Kong de 2014 y apareció en la portada de la revista Time, donde fue nombrado “la voz de una generación”.

Durante la movilización, mantuvo un debate con el Jefe de Gobierno de Hong Kong, Yeung Chuc Yin, a quien se negó darle la mano como muestra de que no había doblegado sus convicciones.

El 27 de septiembre de 2014, Joshua fue arrestado junto a otras 77 personas durante la protesta contra la reforma electoral conocida como “Revolución de los Paraguas”.

En 2016, fundó un partido político junto a otros líderes del movimiento estudiantil llamado “Demosistō”, donde reflejaría su ideología en acciones concretas.

Fuente: http://www.sinembargo.mx/11-07-2018/3432421

 

 

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Estados Unidos: Protestan por decisión de autoridades de cierre de escuela en el alto Manhattan

Estados Unidos/11 enero 2017/Fuente: Ny1noticia

Los padres y alumnos de la secundaria para Carreras de Ciencias y Salud del Alto Manhattan están furiosos.

«Es lamentable pero esperemos que eso no suceda porque hay muchos muchachos que van estar desestabilizados, ya están acostumbrados a esa escuela», dijo Angelita Díaz, una madre de un estudiante.

El Departamento de Educación anunció a mediados de diciembre que planean el cierre de la escuela en la calle 193 y Audobon. Ayer lunes, hubo audiencia para los padres y los estudiantes. Dijeron que un cambio de escuela les afectará académicamente.

«No sentimos mal por por el cierre de la escuela, que no es correcto», dijo el estudiante Andrés Del Orbes.

La audiencia fue organizada por Manuel Ramírez, el superintendente de educación del distrito 6 que incluye a Washington Heights. Ramírez dice que la escuela debe cerrar por bajo rendimiento y pocos estudiantes.

«Un descenso en la registración de la escuela, descenso en la graduación de la escuela, un descenso en la cantidad de estudiantes que están preparados para ‘college'», explicó el superintendente.

Hay 450 estudiantes matriculados en la escuela para los grados del noveno al 12°. Los padres dicen que la secundaria ha mejorado en el promedio graduación.

«Él no puede decir que todos somos culpables por algo que no todos lo hacemos», argumentó el estudiante Joseph Viveras.

Una comisión de 13 miembros conocida como el “Panel para Política Educativa” decidirá el futuro de la secundaria. Los representantes electos que estuvieron presentes se oponen al cierre.

«La escuela se debe de reorganizar, se debe de poner más recursos», dijo el concejal Ydanis Rodríguez.

«Pensamos que las áreas que hay deficiencias pueden mejorar y necesitan que los apoyamos», dijo Aldrin Rafael Bonilla, vicepresidente del condado de Manhattan.

«Siento con la esperanza de que no lo van hacer, porque si juntos somos una familia, no hay nadie que va a destruir eso», dijo la esperanzada estudiante Diane Rodríguez.

Y el panel de política educativa será quien tenga la última palabra el próximo 28 de febrero, cuando se espera que voten a favor o en contra del cierre de esta y otras escuelas de la ciudad.

Fuente noticia: http://www.ny1noticias.com/nyc/noticias/noticias/2018/01/09/protestan-por-decision-de-autoridades-de-cierre-de-escuela-en-el-alto-manhattan

Fuente imagen: https://eldiariony.files.wordpress.com/2017/01/01-10-2017_03_is162.jp

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Película: The First Grader

Reseña: Dirigida por Justin Chadwick y estrenada en 2010, narra la vida real de un anciano de 84 años que después de toda su vida luchando por liberar a su país, Kenia, quiere ir a la escuela y recibir la educación que nunca pudo tener, lo que le llevará a estudiar con niños de seis años.

Link de descarga: http://seusterrores.blogspot.com/2015/07/descargar-first-grader-peliculas-gratis.html

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