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Transformando la Educación Especial en Educación Inclusiva

Por: Daniel Comin

Hace ya mucho que se habla de educación inclusiva, de hecho más de 30 años. Pero a pesar de todo hay mucha gente que sigue hecha un lío y que no se aclara bien con lo de la educación especial, la educación integradora y la educación inclusiva. Hagamos un brevísimo recorrido histórico para poder comprender el porqué de esta evolución en la visión de los modelos educativos y por tanto del cambio en la visión de la diversidad funcional (Discapacidad).

La evolución en la forma de ver y entender la educación a personas con diversidad funcional siempre ha estado basada en las creencias predominantes de una sociedad en un momento determinado de su historia. Desde el modelo espartano de ejecución en el monte Taigeto, al modelo usado por la iglesia católica de la baja Edad Media, donde para evitar los infanticidios de pobres niños inocentes que presentaban algún tipo de malformación, se condenaba a quienes matasen a esos pobres niños, aunque en el caso de que estos estuviesen “presuntamente” poseídos, o realmente fuesen el fruto de una relación demoníaca, brujería o cualquier otras barbaridad que se le ocurriera al cura de turno, los quemaban en la hoguera o los sometían a exorcismos, por supuesto en todos los casos el niño fallecía pero con la bendición de nadie sabe quién. Es a partir del Renacimiento cuando los modelos demoníacos dan paso a una visión más médica, y empiezan a aparecer manicomios, asilos y obras de corte similar, donde el deficiente es recogido de por vida, para mayor gloria de alguna deidad. A partir del siglo XVII y XVIII, la influencia religiosa decae en pro de una visión más médica del deficiente (o tullido, o demente, o inútil, o cualquier de las diversas y horrendas definiciones de la época) y entra en programas asistenciales. Aunque a partir de ese momento y hasta las postrimerías del siglo XX la visión de la institucionalización de la persona diferente se convierte en un modelo extendido.

Sin embargo aparecen algunos momentos determinantes que inician la visión más pedagógica que la clínica en la atención a la persona con diversidad funcional. Jean Itard en Francia, cuando en 1800 inicia el trabajo con el niño feral, o 100 años después con Anne Sullivan. Pero básicamente el modelo de institucionalización de la persona siguió vigente hasta finales de la década de los 50 (aunque en España esto se alargó casi 20 años más).

Es el momento de modernizar la escuela

Es el momento de modernizar la escuela

A partir de ese momento, y a raíz de esa efervescencia económica y cultural de los 50, y sobre todo, de la obligatoriedad de la educación, aparecen muchos niños considerados en la época como “débiles mentales”, quienes hasta la fecha sencillamente no existían a nivel oficial, de hecho el número no paraba de crecer, de tal forma que incluso se pensaba que se trataba de algún tipo de epidemia. La cantidad de niños con diversidad funcional no dejaban de aumentar en las cifras oficiales (antes habían los mismos, pero escondidos), y para afrontar esa situación se transforman esos hospitales, asilos, orfanatos y entidades de corte similar, en centros de educación especial, aunque desde una visión medico rehabilitadora, más que pedagógica. Incluso, muchos de estos centros de educación especial se especializan en un tipo concreto de discapacidad. A tal grado de sofisticación pensaban haber llegado. Sin embargo, ese modelo se basaba principalmente en la deficiencia del individuo. Y todo giraba en torno a esa deficiencia. De hecho existían programas adaptados a los Down, los psicóticos, los autistas, los retrasados o los deficientes mentales, …, nunca se ponía a la persona por delante. Eran sencillamente diagnósticos que definían una o varias deficiencias que se intentaban “resolver”. Pero siempre desde la exclusión. Nunca se mezclaba a los deficientes con los normales, como si fuese algo contagioso.

Poco a poco ese modelo excesivamente clínico y rehabilitador de la persona va desapareciendo del modelo de educación especial, tornándose cada vez más importante el modelo pedagógico, pero sin olvidar ciertos aspectos medico-rehabilitadores. Sin embargo, hoy en día, los centros de educación especial, siguen teniendo al alumno excluido de la mayoría de actividades sociales, no por un deseo malvado de los responsables, sino por la propia dinámica de centro. Se sigue trabajando los aspectos individuales, aunque cada vez priman más los aspectos sociales, estando estos restringidos al entorno social en el que vive y habita la persona, es decir, que en la mayoría del tiempo son otras personas con discapacidad.

exclusion-integracion-inclusionA partir de los años 70 y 80 se empieza a implantar la idea social de que el alumno con discapacidad tiene derecho a ir al centro educativo ordinario o regular. Ya se sabe que el modelo de institucionalización de la persona con discapacidad y de educación segregadora, conduce a una vida aparte de la sociedad. Y ese proceso reivindicativo, llevado a cabo por familias y también por profesionales de la educación especial, empieza a llevar a alumnos con diversidad funcional a las aulas de los colegios ordinario o regulares, pero con matices. Y aparece el modelo integrador de la educación. Que es básicamente el llevar parte de los recursos del centro de educación especial al centro ordinario. Se crean aulas de integración, de forma que el alumno con diversidad funcional pueda compartir más momentos con el resto de alumnos.

Hay que tener en cuenta que en la gran mayoría de casos el centro de educación especial fracasa, ya que en muy pocos casos el alumno, al pasar a la vida adulta, consigue muchas de las metas básicas para un desenvolvimiento social en solitario. Es decir, que son dependientes de por vida. Tanto es así que su inclusión social en la vida adulta puede resultar muy compleja, ya que nunca tuvieron el aprendizaje social necesario. Quizá se pueda decir que tal afirmación contiene un fuerte sesgo, ya que las personas que acudían a esos centros tenían grados severos de discapacidad. Y será cierto lo del grado, pero hoy estamos viendo como cada vez más niños y jóvenes de los considerados con grados severos, adquieren un gran número de competencias, gracias a un conjunto de actuaciones, que todo sea dicho, antes no existían.

El modelo de integración adquiere fuerza y cada vez se abren más y más aulas de educación especial en centros ordinarios. Pero realmente seguimos con el mismo modelo de la educación especial, algo edulcorado, pero manteniendo dos grupos, el de los niños normales y el de los niños discapacitados. Recursos diferentes, visiones diferentes, proyectos diferentes, en suma, niños diferentes. De hecho, es común que el niño que asiste a aulas integradoras comparta tiempo con sus pares del aula regular, pero cuando realmente hay que dar determinado aspecto del currículo se le regresa al aula específica con el maestro especializado en niños diferentes. En muchos casos el niño ni es incluido ni integrado, acaba sencillamente incrustado.

Y al final, el edificio es el mismo, la puerta de entrada y salida también, pero ahí se acaba lo común. Y vemos como siguen faltando cosas. Ya con el Informe Warnock -1978, Reino Unido- aparece la propuesta de las Necesidades Educativas Especiales (NEE), que pretenden extender el concepto de atención específica a todos los alumnos que en un momento determinado tengan una necesidad de apoyo. Este aspecto también impacta directamente en el modelo de aulas de integración educativa, de hecho, mucha gente piensa que las NEE son solo para niños con discapacidad y no realmente un apoyo para cualquier niño que las requiera.

Esta categorización de alumnos por el sistema educativo deja bien claro que el propio sistema educativo es segregador y excluyente en el espíritu, en la forma y en la aplicación. Y esto nos ha llevado a la existencia de planes inadecuados basados en la discapacidad y el déficit, en apoyos inadecuados a las necesidades reales del alumno, a una mala distribución de los medios y recursos económicos, y por tanto a una traslación del fallo de la educación especial a la educación integradora. Y a su vez aparece una de las reclamaciones sostenidas por los propios profesionales de la educación. Y es que la formación a docentes es de baja calidad, incluso que la exigencia académica al docente es la más baja de todas. Y además vemos como la propia formación al profesorado es excluyente, es decir, preparo profesores para un determinado tipo de alumnos, de forma que ya se pretende implantar el modelo clasista en el docente. Afortunadamente la gran mayoría de docentes no caen en esa trampa, aunque deben mejorar su formación de forma individual y a su propio coste. Que es terrible, pero menos mal que la gran mayoría de los docentes se toman muy en serio su profesión.

Hoy los docentes, tanto los de educación especial como los de educación ordinaria, tienen cada vez más claro que una escuela mejor es posible. Y que el proceso de transformación hacia un modelo inclusivo es un factor base para el propio desarrollo social. Donde no es el alumno el que se adapta a las exigencias escolares, sino donde la escuela es un lugar de encuentro y de aprendizaje.

Educación inclusiva no significa que la validación de currículo académico sea más laxa, sino que éste cambia de la dimensión memorística y mercantilista actual, hacia un modelo social, holístico y reflexivo del conocimiento, donde uno de los parámetros básicos del programa educativo comparte una de las bases de la humanidad, la convivencia, pero no establecida en clanes, castas o clases sociales, sino en un modelo horizontal. De esta forma no asociamos la dificultad de un alumno a una discapacidad, sino a un error en el diseño del modelo educativo. Convertimos la dificultad en una nueva oportunidad. La diversidad en riqueza social y no en un motivo de exclusión. Pero además, conseguimos que los alumnos SIN discapacidad puedan ejercer su derecho a conocer la diversidad social, en la que finalmente viven. Según afirma Echeita “la inclusión no es la etiqueta moderna para la educación especial, ni un sinónimo de integración tal y como ésta ha venido desarrollándose en los últimos años”.

Escuela Integradora vs Escuela Inclusiva

Diferencias entre integración e inclusión según Arnaiz (2003) y Moriña (2002)

ESCUELA INTEGRADORA ESCUELA INCLUSIVA
Centrada en el diagnóstico Centrada en la resolución de problemas de colaboración.
Dirigida a la : Educación especial (alumnos con n.e.e) Dirigida a la : Educación en general (todos los alumnos)
Basada en principios de igualdad y competición Basada en principios de equidad, cooperación y solidaridad (valoración de las diferencias como oportunidad de enriquecimiento de la sociedad)
La inserción es parcial y condicionada La inserción es total e incondicional
Exige transformaciones superficiales. Exige rupturas en los sistemas (transformaciones profundas)
Se centra en el alumno (se ubica al alumno en programas específicos) Se centra en el aula (apoyo en el aula ordinaria).
Tiende a disfrazar las limitaciones para aumentar la posibilidad de inserción. No disfraza las limitaciones, porque ellas son reales.

Obviamente este proceso transformador debe realizarse con sumo cuidado y atención. Lo del pensado y hecho, aquí mejor no lo aplicamos. El hecho real es que la desaparición de los centros de educación especial va a suceder. Lo importante es que no sea una desaparición de tipo mágico, sino llevada a cabo tras un proceso de transformación y adecuación. Y esto implica muchos cambios de estructuración y metodología, pero sobre todo de forma de pensar y entender la educación. Debemos asumir que la educación inclusiva no es solo el hecho de que los alumnos con diversidad funcional compartan aula con el resto de alumnos, es algo que va más allá; mucho más allá.

“…las escuelas deben acoger a todos los niños, independientemente de sus condiciones físicas, intelectuales, sociales, emocionales lingüísticas u otras. Deben acoger a niños discapacitados y niños bien dotados a niños que viven en la calle y que trabajan niños de poblaciones remotas o nómadas, niños de minorías lingüísticas étnicas o culturales y niños de otros grupos o zonas desfavorecidos o marginados.” Declaración de Salamanca – 1994

no es inclusion siHabrá que entender que la dicotomía existente en la actualidad entre docente especialista y docente generalista deberá cambiar. Quizá la respuesta no deba ser unificar o diferenciar, quizá con acercar a ambos será suficiente, de forma que evitemos esa especie de visión de un tipo de docente para un tipo de alumno. Ese proceso de revisión de los roles de los profesores implica también un modelo de formación continuada, esa vieja petición que los docentes no paran de reclamar.

En términos radicales, si debe desaparecer la educación especial, al menos el léxico, y se debe hablar sólo de educación de calidad para todos los alumnos, no tiene sentido hablar de especialistas en educación especial. En sentido mitigado, el dilema es si la educación especial debe centrarse en la clasificación de los sujetos y en las categorías del déficit (incluso en el eufemismo «necesidades educativas», derivadas de deficiencias) o en las necesidades educativas del alumno, sin hacer referencia a la causa de la necesidad.” Dilemas sobre los profesores en educación especial. Francisco Salvador Mata – José Luis Gallego (1999)

A su vez, este cambio de concepto educativo es visto por el docente como un cambio de funciones del propio maestro, pasando de ser una especie de operador y supervisor de currículo predefinido, que según Cristina Alemany (Abril 2009) sería algo así como “un técnico ejecutor de las directrices prefijadas”, y de ese modelo encasillado y rígido, el docente se convierte en un arquitecto y un creativo educativo, un reto por supuesto, pero ese modelo de innovación educativa es lo que crea la verdadera esencia de la escuela. Aunque obviamente el proceso de cambio y transformación requiere de muchos más cambios.

No obstante, hay algunos aspectos que considero relevantes y que entiendo desaparecerán del panorama. Por ejemplo: Los alumnos discapacitados ya no podrán ir gratis en la visita anual al zoo, porque ya no darán pena. Ninguna familia volverá a ser declarada como problemática por no doblegarse a un dictamen educativo segregador, y ya no volverán a decir que esa familia es problemática porque no quiere aceptar el diagnóstico de su hijo. No se usarán diagnósticos como predictores de futuro. No se volverá a considerar a los niños como robots programables y sujetos a error, tanto de procesamiento como de fabricación. Ningún docente podrá decir que nadie le formó para atender a alumnos diferentes. La administración educativa no podrá poner trabas al ingreso a una escuela de un niño con diversidad funcional, ya que todas las escuelas serán válidas para todos los alumnos. Los alumnos no aprueban o suspenden, adquieren conocimientos. La escuela prepara al alumno para la vida, no para desempeñar un empleo de forma obediente. Se acabará categorizar alumnos, como si de simple mercancía se tratase.

Al final esto es muy simple. Este proceso se va a dar, y es la petición mayoritaria, tanto desde los profesionales de la educación como desde las familias. Por supuesto hay gente cuyo proceso evolutivo intelectual se quedó fosilizado hace mucho tiempo y entiende que esto es malo, o que es un peligro. Bueno, desde cierto punto de vista es malo y es un peligro, pero solo para los intereses económicos que se mueven alrededor de la educación especial y para quienes obviamente de una forma u otra se aprovechan de esta mercantilización exagerada de la educación o para aquellas personas (son pocas pero las hay) que ven en su hijo un problema que debe ser atendido de forma específica. Y para esta gente una sociedad inclusiva es mala y es peligrosa. Pero para todos los demás es bueno. Para los alumnos en su totalidad, para los profesionales de la educación, para la sociedad, y también para las arcas del Estado, ya que el modelo de educación inclusiva es más viable económicamente que los cócteles educativos que tenemos en la actualidad, que además de caros son malos.

Y ciertamente se podrá someter a un millón de críticas esta exposición, que si no se ajusta a la realidad (a la de alguien en concreto), que si el sistema en realidad no es tan malo, que si el modelo de integración es buenísimo, o que si hay que defender al educación especial por algún tipo de motivo anacrónico y rancio. E incluso se podrá afirmar que esto es un discurso radical. Aunque a mi modo de ver lo radical es cuando una madre y un padre se quedan helados al ver como su hijo es rechazado de un colegio regular por ser diferente, o cuando se le cambia el dictamen educativo y se le expulsa con deshonor del colegio para mandarlo a un centro específico, donde afirman “estará mejor atendido” ¿qué pasa, que donde está no quieren atenderlo como merece? Radical es cuando un alumno llega a los 16 años y apenas sabe escribir su nombre y todo lo arreglan diciendo que tiene discapacidad intelectual y que es todo lo que puede rendir el chico. Radical es cuando unos padres acaban en la desesperación absoluta porque saben que su hijo está siendo discriminado por su discapacidad. Radical es cuando un muchacho acaba atado a la cama de un hospital porque el sistema educativo fracasó.

Creo que un mundo mejor es posible, y una de las formas de trabajar para ese mundo mejor es tener una escuela mejor. La escuela es lo que modela la sociedad del futuro, es nuestra responsabilidad decidir qué futuro queremos.

Tomado de: https://autismodiario.org/2014/12/03/transformando-la-educacion-especial-en-educacion-inclusiva/?doing_wp_cron=1475605602.7672579288482666015625

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Australia: More than 150 private schools over-funded by hundreds of millions of dollars each year

Oceanía/Australia/Octubre de 2016/Autores: Matthew Knott and Fergus Hunter/ Fuente: The Sidney Morning Herald

RESUMEN: Más de 150 escuelas privadas están siendo financiados por más de cientos de millones de dólares de los contribuyentes cada año, a expensas de otros estudiantes necesitados, de acuerdo con un nuevo análisis que detalla las distorsiones y desigualdades en el sistema de financiación de las escuelas de Australia. El análisis por Fairfax Media revela algunas escuelas ricas están sobre-financiados por $ 7 millones al año, mientras que muchas escuelas en los sectores público y privado siguen siendo significativamente con fondos insuficientes. Los gobiernos federales y estatales tendrían más de $ 215 millones adicionales al año para distribuir a escuelas necesitadas si dejaran de financiar los demás por encima de lo que se tienen derecho bajo la fórmula Gonski, el análisis muestra. Escuelas considerarán financiados por el gobierno federal recibirá más de $ 1 mil millones al año en fondos de los contribuyentes.

More than 150 private schools are being over-funded by hundreds of millions of taxpayer dollars each year at the expense of other needy students, according to a new analysis that details the distortions and inequities in Australia’s school funding system.

The analysis by Fairfax Media reveals some wealthy schools are over-funded by $7 million a year while many schools in both the public and private sectors remain significantly underfunded.

Federal and state governments would have more than $215 million extra a year to distribute to needy schools if they stopped funding others above what they are are entitled to under the Gonski formula, the analysis shows. Schools deemed to be over-funded by the federal government receive more than $1 billion a year in taxpayer funding.

Education Minister Simon Birmingham this week sparked a national debate by saying some schools are over-funded and may need to have their funding reduced from 2018. It would take more than 100 years for some over-funded schools to return to their appropriate funding under the current model, he said.

Fairfax Media’s analysis, based on available data from the My School website and the Department of Education, shows the over-funding of schools is particularly acute in NSW.

Private schools in NSW received a combined $129 million above their notional entitlement in 2014.

These include elite girls school Loreto Kirribilli, which received $7.3 million in government funding – 283 per cent of its entitlement.

Peter Goss, school education program director at the Grattan Institute, said: «There is no public policy justification for over-funded schools such as these to continue receiving increasing funding each year.

«At a minimum they should not receive any funding increases.»

Mr Goss said removing generous indexation rates for over-funded schools would not fix the school funding system alone but would free up funds to distribute to needy schools in both the public and private sectors.

More than 150 private schools across Australia received funding above their Schooling Resource Standard in 2014, according to the Department of Education.

The Schooling Resource Standard (SRS) measures how much taxpayer funding each school is entitled to based on a formula including special loadings for disadvantage.

By combining this data with school finance information on the My School website, Fairfax Media calculated the funding entitlement and over-spend for all the nation’s over-funded private schools.

The analysis shows Daramalan College in Canberra, which received $14 million in government funding in 2014, is the most over-funded school in the country in dollar terms.

The school received 198 per cent of its SRS entitlement, meaning it should only have received $7 million a year in funding according to the Gonski formula.

It was closely followed by Oakhill College, an independent Catholic school that sits on an expansive 18 hectare site in Sydney’s Castle Hill.

As well as an indoor swimming pool and gym, the school’s website says it has a recording studio, photography lab and a farm complete with livestock.

Oakhill College received $15.7 million in taxpayer funding in 2014, which is $6.8 million more than its funding entitlement.

Melbourne Grammar School, which charges fees of up to $32,520, was the most over-funded school in Victoria in dollar terms. It received $7.3 million in government funding, more than the $5.1 million it was entitled to.

Meanwhile, some private schools such as the Rossbourne School in Hawthorn, which specialises in educating students with intellectual disabilities, received only 67 per cent of its funding entitlement. Herrick Presbyterian Covenant School in Tasmania received just 41 per cent of its entitlement.

FULL LIST: OVER-FUNDED PRIVATE SCHOOLS ACROSS AUSTRALIA

The department did not break down funding entitlements for individual public or Catholic system schools. It stated NSW public schools are funded at at 86 per cent of their entitlements overall and Victorian public schools at 83 per cent. ACT public schools received 114 per cent of their SRS, making them over-funded overall, while WA schools received 99.7 per cent.

Sixty-five per cent of private schools in NSW and Victoria are underfunded, according to the department.

Senator Birmingham said the government remains committed to providing funding support to all students, regardless of which school they attend.

«The Turnbull government is determined to right the corruption of the Gonski report with a new, simpler distribution model where special deals don’t distort a fair distribution of federal funds,» he said.

Colette Colman, executive director of the Independent Schools Council of Australia, this week said private schools should not be treated as an «easy target» for cuts.

Targeting over-funded private schools would only reduce the federal government’s spending on schools by 0.5 per cent, she said.

The federal government currently pays $6.4 billion a year to public schools and $10.7 billion to non-government schools, with most funding for public schools coming from the states.

For the purpose of the analysis, Fairfax Media excluded special needs schools and some large, well-resourced school networks – such as Brisbane’s Anglican diocese – for which a clear funding breakdown was unavailable.

Fuente: http://www.smh.com.au/federal-politics/political-news/full-list-1-billion-flowing-to-wealthy-private-schools-officially-classed-as-overfunded-20160930-grs6nz.html

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Nueva Zelanda: Student loan borrowers seeking bankruptcy as millions in debts wiped due to insolvency

Oceanía/Nueva Zelanda/Octubre de 2016/Autora: Talia Shadwell/Fuente: Stuff

RESUMEN: Graduados en el extranjero  se declaran sin dinero ya que están entre los 483 deudores en préstamos de estudiantes que han sido aniquiladas por las quiebras. Los Impuestos Internos se han puesto de manifiesto en los últimos datos como la cantidad adeudada por morosos en préstamos estudiantiles  de $ 1 mil millones. Los 10 mayores deudores en el extranjero deben más de $ 300.000 por cada contrato. Algunos están muriendo en deuda. El Ministerio de Educación muestran que las cifras  en el año hasta junio de 2015 es de $ 19 millones en préstamos estudiantiles se da de baja a causa de la muerte del prestatario en comparación con $ 16 millones dados de baja debido a la quiebra.

Overseas graduates declaring themselves penniless are among the 483 debtors whose $18 million in students loans have been wiped by bankruptcies.

Inland Revenue has revealed the latest figures as the amount owed by student loan defaulters tips over the $1 billion mark. The 10 biggest overseas debtors owe more than $300,000 each.

Some are dying in debt. Ministry of Education figures show that, in the year to June 2015, $19m of student loan debt was written off because of the death of the borrower. That compared with $16m written off because of bankruptcy.

One Auckland-based accountancy website advises graduates: «If you are living overseas, a New Zealand bankruptcy may have no negative impact on you at all.»

Soon, information-sharing powers between Australia and New Zealand’s tax departments will be boosted, after two student loan-related arrests at the border this year, and as overall student debt reaches $15b.

But student leaders say the crackdown on defaulters is treating bright young Kiwis seeking careers overseas like «traitors».

It is not clear how many of the bankruptcies were overseas debtors applying specifically to wipe their student loan debt. IRD was not able to immediately provide the breakdown.

The bankruptcy figures include people owing creditors for other reasons, such as business failures.

However, New Zealand Union of Students’ Associations president Linsey Higgins confirmed cases of Kiwis overseas going bankrupt as they faced mounting student loan debt.

She said the union received calls from one to two borrowers a month seeking advice on bankruptcy.

«We know it’s most often happening in circumstances where there’s a consistent inflexibility by IRD to work with the the overseas borrower and that has put them in a position where they have literally no other options.»

«This is making the OE become a lot harder . . . Medical students used to graduate and work in British hospitals under the NHS. They want to do that because they want more experience and [access to] the facilities and technology.

«They would come back to New Zealand and pay most of their debt. But now, the interest accumulates on the loans.

«I think it’s treating people like traitors to leave. This idea that if you leave New Zealand to go abroad, we’re going to punish you.»

LAST RESORT

IRD said its debt recovery initiatives included offering methods to make repayments from abroad easier, and instalment options. Legal action and arrests at the border were a «last resort».

Tertiary Education Minister Steven Joyce said on Friday: «There is no evidence that significant numbers of people who have declared bankruptcy have done so because of student loans. Most people who declare bankruptcy do so because they owe money to a range of creditors and, as a result, their student debt is also written off.

«Inland Revenue doesn’t seek to bankrupt anyone solely because of their student debt.

«Entering into bankruptcy is not a decision that should be taken lightly. There are significant negative consequences, including the effect on a person’s credit rating, their ability to get a loan in the future, their possessions being sold, needing approval to travel overseas and being unable to be the director of a company.»

Labour leader Andrew Little said he was personally against interest on loans for graduates abroad, but the party had not discussed policy on it.

«We do want people to get overseas experience and, ideally, most of them will come back and bring back their skills they’ve learned overseas.»

STUDENTS’ BAD DEBT

About a third of the more than $1b of student loan debt in default has been racked up through penalties. Overseas-based debtors were the biggest culprits, making up just over $982m of the bad debt.

Latest IRD figures show that, of the 100,589 overseas and New Zealand-based debtors behind on their loans, $344.2m was made up of penalties. The late payment penalty rate is currently 8.8 per cent.

Overseas-based debtors

Default loans: 78,528
Penalty amount: $311.1m

TOTAL: $976.2m

NZ-based debtors

Default loans: 22,061
Penalty amount: $33.1m

TOTAL: $84.6m

Fuente: http://www.stuff.co.nz/national/education/84827783/student-loan-borrowers-seeking-bankruptcy-as-millions-in-debts-wiped-due-to-insolvency

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Sudáfrica: Violent protests, campus closures drive foreign students away

África/Sudáfrica/Octubre de 2016/Fuente: The Pie News

RESUMEN: Protestas por el alza de los costos de la matrícula, se han intensificado en enfrentamientos violentos en los campus de África del Sur que podría disuadir a los estudiantes extranjeros de inscribirse en las universidades del país, así lo ha admitido un funcionario del Gobierno. Los informes de los países de origen de los estudiantes muestran los estudiantes que ya han comenzado a mirar hacia destinos alternativos de estudio, mientras que algunas universidades han suspendido la enseñanza en respuesta a las protestas. Los estudiantes protestan una decisión por el Departamento de Educación Superior y Capacitación al permitir que las universidades aumenten sus tasas hasta en un 8% al tiempo que ofrece subsidios para los estudiantes de bajos ingresos. Hablando con la noticia de PIE, un portavoz de la DHET dijo que aunque el aumento de las tasas de matrícula  entra en vigor en 2017 no debería ser un obstáculo financiero, las «repetidas, protestas violentas» que ha desencadenado podría conducir a otros estudiantes africanos para estudiar en otros lugares.

Tuition fee protests that have escalated into violent clashes at campuses across South Africa could discourage foreign students from enrolling in the country’s universities, a government official has admitted. Reports from student source countries show students have already begun to look to alternative study destinations, while some universities have suspended teaching in response to the protests.

Students are protesting a the decision by the Department of Higher Education and Training to allow universities to increase their fees by up to 8% while offering subsidies for lower income students.

Speaking with The PIE News, a spokesperson for the DHET said that although the increase in tuition fees due to take effect in 2017 should not be a financial barrier, the “repeated, violent protests” it has triggered could drive other African students to study elsewhere.

“Since most foreign students studying in South Africa work with foreign currency, the fees are relatively cheap even at the most expensive universities and will still offer great value for money,” according to Busiswa Nongono, spokesman for DHET.

However, he acknowledged: “What is more likely to impact on foreign student enrolments are the repeated violent protests and campus closures, which could drive the top end of students from the rest of the continent to increasingly look at other markets such as the UK, USA and Australia, as many Zimbabweans are once again starting to do.”

The trend is already being seen on the ground in Zimbabwe, reported Liza Manoussis, founder of Global Education, which sends students from Zimbabwe and South Africa overseas to study.

“Enquiries from our Zimbabwe office have escalated dramatically, even students who are in the first year in South African universities have their parents call us to try and place them into universities overseas,” Manoussis told The PIE News.

“They want options out of South Africa. It definitely is no longer an option for Zimbabwean students.”

As the violent protests continue, five universities have already seen clashes with the police that have threatened to turn into anarchy, with destruction of property and injuries reported among protestors.

A number of highly rated universities have temporarily closed, including the University of the Witwatersrand, The Nelson Mandela Metropolitan University, Free State University and Tshwane University of Technology, after the chaos that dominated most of September.

The University of Cape Town has suspended teaching for two weeks and its vice chancellor, Max Price, warned this week that the university could close until 2017 if clashes continue.

“UCT sent a statement to all its students this week to say if students don’t resume their studies and the university does not go back to normal on Monday it will cancel this year’s studies completely and students will have to repeat the year,” reported Manoussis at Global Education.

“The violence continues and we will wait to see what Monday brings.”

Jen Whittingham, an international master’s student from the UK, studying at UCT, said the fee hikes will affect more than just students. Speaking with The PIE News, she said:  “I appreciate the fact that they have listened to protestors to an extent and have shutdown the university in order to allow space and time for transformative engagements between students and faculty to take place.

“However, the outcome of these efforts is unclear at the moment but will emerge on Monday. The repercussions of a further shutdown is very grave for all students and the country as a whole,” she added.

“I also believe that in parallel, the repercussions for black students who may see fee increases in the future are just as grave.”

Other higher education leaders are reading the protest as a class revolt, rather than simply fees-hike protests, pointing out that the unrest reflects social and economic discontent among the country’s youth.

“The current situation on all our campuses is of great concern and as you might have seen it is affecting all universities. It is now much more than a just university focused student uprising, but a social uprising against the current social order by a group of young people,” an international educator at NMMU told The PIE News.

Higher Education Minister Blade Nzimande and the ruling African National Congress have condemned the riots, with the minister blaming the unrest on “rogue” elements.

“It is most disturbing to see such violent protests inflamed by rogue elements, even after wide consultation was undertaken on the measures announced to address the ongoing issue of university fees,” the minister said in a statement.

The South African government he said is committed to finding resources under its National Student Financial Aid Scheme to subsidise fees for children from “poor, working and middle class families”, as well as those with a household income of no more than 600,000 rand per annum to cushion them against the anticipated rise.

Fuente: https://thepienews.com/news/south-africa-violent-protests-campus-closures-drive-foreign-students-away/

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Sudáfrica: Student protests only the start of greater pain

África/Sudáfrica/Septiembre de 2016/Autor: Greg Nicolson/Fuente: Daily Maverick

RESUMEN: Al anunciar la semana pasada su recomendación sobre los aumentos de tasas, el Ministro Blade Nzimande tuvo cuidado de enumerar los esfuerzos en la educación superior y la formación. A pesar de la difícil situación económica, el presupuesto de su departamento aumentaría de R42-millones en 2015/16 a R55-millones de dólares en 2018/19. El Gobierno pagó R1.9 mil millones del déficit R2.3 mil millones después del estado dijo que no pagarían los aumentos de tasas terciarias en 2016. Más de mil millones de R4.5-fue re-priorizado para el Plan Nacional de Ayuda Financiera para Estudiantes (NSFAS) este año. El Fondo Nacional de Habilidades ha facilitado casi R1.4 mil millones de dólares para el 2016.

Announcing his recommendation on fee increases last week, Minister Blade Nzimande was careful to list efforts in higher education and training. Despite the struggling economy, his department’s budget would rise from R42-billion in 2015/16 to R55-billion in 2018/19. Government paid R1.9-billion of the R2.3-billion shortfall after the state said no students would pay tertiary fee increases in 2016. More than R4.5-billion was re-prioritised to the National Student Financial Aid Scheme (NSFAS) this year. The National Skills Fund has allocated almost R1.4-billion for 2016.

“It is indeed a fine balancing act and we must all participate,” he said, “whether at the national level, in university administrations, or as student leaders – because it is the nature of balancing acts that if one falls, all fall.”

Two days later, students at the University of Witwatersrand edged towards police officers enforcing an interdict limiting student protests. We’re fighting for your children, they told the cops. Kill us like you killed people in Marikana. And, after the police set off stun grenades and fired rubber bullets, some students retaliated with rocks, saying: I hate White people.

The democratic government is spending billions to uplift the lives of the black majority, but those lives often exist on the bitter dregs of a society designed to exclude, with competing debts the state cannot pay and struggle to prioritise. The democratic hope for dignity has not been met, leading here, where change is a universal demand. The how and how fast is a national knot still unravelling.

Fees Must Fall is about how a democracy deals with a history of oppression. It’s about healing broken bones, about a generation’s phantom limbs and its children refusing amputation.

Only about half of the students who start primary school make it to matric, with failure rates higher in rural provinces. The number of matric students who qualify for university studies remains low. The number of black students at universities has risen, but as a proportion in comparison to other racial groups it still remains low. Statistics differ, with the statistician-general saying there are still far too few black graduates. Others have lauded the huge increase. Black graduate unemployment remains at about 9% compared to 3% for whites.

The education system, despite progress, is still stacked against black students, starting from primary school. If black students qualify for university, NSFAS still does not cover all deserving applicants and black families who do not qualify for funding will use a greater proportion of their income, or take on debt, to cover study costs. Unemployment for black South Africans is far higher than whites, they have far fewer private company executive positions, much less control of the country’s wealth, and own far less land. The democratic project’s achievements often come with reports of racism, as blacks start to enter white spaces, in high schools, universities and businesses.

Protesting university students have continually linked their cause to race. Speaking at the Wits medical campus on Monday, former SRC president Mcebo Dlamini spoke more about reports of racism at the institution than fees. “Decolonisation” is repeated at protests. Essentially, demonstrating students say universities don’t reflect the demographics or cultures of the black majority.

“We can’t breathe” is a phrase often cited by students. Black students have to struggle or be extremely lucky to get into university and face family financial pressures or be lumped with future debt. By their nature, universities reproduce past knowledge systems before they create new thoughts, meaning black students are not only usually taught by whites but taught White. To breathe, or to survive, under financial constraints and repeated cultural domination seems impossible, or at least only tolerable to pay back, pay forward, family investment.

This is the country’s DNA, where dignity is a luxury, but how many generations will be able to accept the virus? Protesting students have talked about historical debt, registration fees, issues of accommodation, campus security, racism and fees, which for the average student remain extremely high in relation to household income, and has risen with lower government subsidies. Revolution is the underlying message.

There was hope last year. Student protests culminated at the Union Buildings, with diverse South Africans turning out in their thousands under the banner of Fees Must Fall. Change, it felt, could be achieved. It was. President Jacob Zuma announced a zero-percent fee increase. But that was only after a small group of protesters started fires and battled police for hours in the gardens of the country’s highest office. The no-fee increase only slightly reduced the costs for struggling families; it didn’t scrap fees.

The short-term victory at the Union Buildings was diluted, an idealistic hope confronted with a violent reality. There’s violence on black bodies, violence in crime and violence in the streets. How would systemic violence against blacks not lead to more violence? How could this issue avoid the same fate as violent service delivery protests, where promises, police and protests repeat like a song stuck in your head?

Students, being students, know the promise of “radical economic transformation”. They know the ANC’s resolutions. They know how little has been delivered, or, at least, how slow the pace of delivery is.

A handful of student groups have made written submissions to the commission of inquiry on the feasibility of free higher education. A running theme was that this generation needs to achieve free higher education, at least for the poor, now or never. They propose new or increased taxes on the wealthy or budget changes. Clampdowns on wasteful and irregular government spending, as well as corruption, are often cited as sources for potential funding of free education, but reclaiming that cash is easier said than done. At least until the commission’s recommendations come out, the state seems cautious of introducing new taxes or committing to wholesale budget changes to fund free education.

Answers aren’t forthcoming. In the last few days, differences between students have been pointed out. There’s a growing acknowledgement of the “silent majority” who don’t want campuses closed. Nzimande has called on parents to take an active role in combating campus violence. The Democratic Alliance has started an online petition to open universities. Wits will poll its student body on a way forward. A number of organisations have called on students to isolate those causing violence. There appear to be many students who support change but don’t want their studies to be interrupted, or to risk further costs to their families. Black and white students are weighing their potential careers and ability to help their families against the long-term costs and benefits of university closure.

Protesting students appear united in their demand for free education, or at least steps towards it. They want it now. Past protests suggest mass demonstrations will end when most students accept they’ve made a point and need to continue their studies, ready to fight another day, or internal divisions lead to only a small group of protesters continuing. That could change depending on the response of universities, government and police.

Students, however, have held up society’s shackles for all to see. Even if the protests pause, they will resume again in future. Academic programmes and individuals might suffer. That’s the cost of living in an unequal society.

The balance can’t hold. The pain will be spread. The outcome is unknown.

Fuente: http://www.dailymaverick.co.za/article/2016-09-28-student-protests-only-the-start-of-greater-pain/#.V-yARRJGT_s

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Israel sede de Cumbre de Ministros de Educación de la OCDE

Asia/Israel/Septiembre de 2016/Fuente: Infopúblico

Por primera vez en la historia de Israel: una conferencia internacional dirigida por el ministro de Educación, Naftali Bennett se llevará a cabo en Jerusalén la semana del 25-27 de septiembre de 2016. Las delegaciones de alto nivel de unos 30 países asistirán, entre ellos Alemania, Suiza, Finlandia, Suecia, Nueva Zelanda y Argentina. Los ministros de Educación y funcionarios de alto nivel estarán expuestos a la innovación israelí, especialmente en los ámbitos de la educación formal y no formal.

Ministro de Educación Naftali Bennett dijo: “Los ministros de todo el mundo están llegando a Israel, para ver la innovación increíble y mentes creativas que tenemos aquí. La Cumbre, celebrada en Jerusalén, es la respuesta apropiada a la campaña de deslegitimación de Israel. Israel es la nación de inicio y esta conferencia nos permite mostrar a los principales profesionales del mundo del trabajo educativo, lo hecho aquí. Al participar, los funcionarios de alto rango de decenas de países estarán votando en contra de BDS y a favor de Israel “.

La Cumbre de la OCDE se ocupará de la innovación tecnológica y social, y su incorporación en los sistemas educativos de todo el mundo. Los Ministros también verán las innovaciones que tienen en las escuelas y en los jardines de infancia. Durante la cumbre, los ministros de educación, académicos y funcionarios de la industria estarán expuestos a la creatividad de Israel, especialmente en los ámbitos de la educación formal e informal.

El primer día de la Cumbre contará con un recorrido de Jerusalén y las instituciones educativas. Los siguientes días serán dedicados a igual discusiones y sesiones de mesa redonda sobre educación innovadora.

Fuente: http://infopublico.com/israel-sede-de-cumbre-de-ministros-de-educacion-de-la-ocde/2212859/

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Educación Superior: Régimen de lo público, financiamiento y calidad

Chile / elmostrador.com / 28 de Septiembre de 2016

El proyecto de Reforma a la Educación presentado por el Ministerio no se orienta por una comprensión de la educación como un derecho, tampoco busca el fortalecimiento de la Educación Superior al interior de un régimen de lo público. Cuestiones, ambas, que debieran constituir la columna vertebral y horizonte de la reforma.

No es suficiente que una universidad se declare «de vocación pública» para que así sea. Debe regirse por normas internas que hagan posible este compromiso con lo público. Pero, más importante aún es que el Estado opere con un sistema de regulación que oriente a que todas las instituciones de educación superior que reciben financiamiento estatal operen bajo un régimen de lo público. Esto es: sin lucro efectivo, pluralistas, laicas, autónomas respecto de cualquier interés de grupos ajenos a la propia universidad, es decir, sin sujeción al control unilateral de algún interés particular, sea este de orden económico, político o religioso.

Un régimen de lo público significa investigación, creación y extensión pertinente a las necesidades del país, con una perspectiva crítica y propositiva hacia las políticas públicas, aportando al bien común y al desarrollo inclusivo y sostenible del país y sus regiones; con libertad de expresión y de cátedra; con participación de sus estamentos en los órganos colegiados; con políticas estudiantiles de acceso e inclusión; con transparencia y rendición pública de sus recursos.

De esta forma, el financiamiento del sistema bajo un régimen de lo público, debe incorporar a todas las universidades acreditadas: estatales, no estatales del CRUCH y privadas que acepten operar bajo este régimen.

Las universidades estatales deben constituir el eje del sistema y deben tener el financiamiento que les permita «liberarse» de un régimen de mercado que -aún sin dueño ni grupos controladores- las expone a intereses particulares, las obliga a competir y termina, en cierto sentido, privatizándolas en tanto las lleva a alejarse de su autonomía y función pública. Financiamiento para la docencia vía gratuidad y aporte fiscal directo para la investigación nos parecen los mecanismos apropiados.

En el proyecto de reforma la calidad se asocia directamente con los procesos de acreditación, manteniendo una lógica «productivista», de  «ranking» y de competencia entre las universidades, por sobre lógicas de colaboración intra e inter instituciones o de valoración de proyectos autónomos y singulares, que tengan como horizonte la búsqueda de la justicia, la inclusión o la contextualización del proceso educativo, coherentes con la misión y visión que determinadas universidades puedan darse en el marco de su autonomía.

El acceso a la gratuidad que se estableció en la glosa presupuestaria del año 2015 no puede circunscribirse a los años de acreditación de las instituciones, más aún cuando en el propio proyecto se expresa que » No es claro lo que significa un año más o un año menos en las decisiones de acreditación » (pp. 15).

Los recursos hoy disponibles permiten extender la gratuidad a la gran mayoría del sistema educacional en todos sus niveles. En el nivel terciario se puede extender de inmediato la gratuidad a más de la mitad de todo el estudiantado, redestinando a esta partida los cuantiosos recursos fiscales que hoy se desembolsan en el desprestigiado, injusto y discriminador sistema de créditos y becas. Vemos necesario el término inmediato de los llamados «Créditos con Aval del Estado (CAE)», que en realidad son créditos con dinero y aval del Estado. Este ítem constituye de lejos la principal partida del presupuesto respectivo, lo cual significa que en los hechos determina la esencia de la política actual.

Si bien estos mecanismos han proporcionado un porcentaje importante de los recursos que muchas de nuestras instituciones han necesitado para formarse y sobrevivir, ello ha sido a costa de endeudar a cientos de miles de estudiantes que provienen de familias modestas.

Al transferir a gratuidad los recursos destinados a CAE y becas, que representan dos tercios de las denominadas «ayudas estudiantiles», se pueden triplicar de inmediato los recursos destinados al nuevo esquema.

La mercantilización del sistema de educación superior en Chile y el afán de lucro que lo alimenta han generado en muchas instituciones el alejamiento de criterios académicos de excelencia, y ha instalado la demanda por mejorar la calidad de la educación y puesto en evidencia la débil regulación y lo mucho que requerimos avanzar en este ámbito.

Tal discurso, instalado principalmente por los estudiantes, propone que puede haber calidad fuera de la lógica mercantil y, a la inversa de ésta, que el lucro no es compatible con la calidad en el mundo universitario, puesto que cuando hablamos de calidad necesariamente aludimos a una cierta noción o entendimiento de lo que es una universidad, cuál es su carácter, la función pública que cumple y que le da su especificidad como institución.

En el proyecto de reforma la calidad se asocia directamente con los procesos de acreditación, manteniendo una lógica «productivista», de  «ranking» y de competencia entre las universidades, por sobre lógicas de colaboración intra e inter instituciones o de valoración de proyectos autónomos y singulares, que tengan como horizonte la búsqueda de la justicia, la inclusión o la contextualización del proceso educativo, coherentes con la misión y visión que determinadas universidades puedan darse en el marco de su autonomía.

Resulta evidente que algunos indicadores de calidad utilizados son discutibles. Urge una mirada crítica, capaz de analizar la calidad y su relación con la reproducción de la desigualdad social. Nos inquieta el hecho de que las universidades que mejor califican en los rankings sean justamente aquellas donde se forman los  jóvenes que han tenido las mejores oportunidades de aprendizaje.

Fuente:http://www.entornointeligente.com/articulo/8995368/Educacion-Superior-Regimen-de-lo-publico-financiamiento-y-calidad-25092016

Imagen: http://www.definicionabc.com/

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