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Morir en el intento

Por: Ilka Oliva Corado

Por su condición de indocumentados los migrantes en tránsito son expuestos al escarnio público siempre y cuando exista una finalidad política en su movilización, tal es el caso de la masa humana que migró de Honduras hace unas semanas en busca de asilo en Estados Unidos. Misma que fue organizada con claro beneficio para el partido Republicano en las elecciones intermedias de hace unos días. Como lo hizo Obama con la crisis humanitaria de niños que viajaban solos en el 2014, misma que utilizó para militarizar desde la frontera sur de Estados Unidos hasta Honduras y para aplicar el Plan Colombia desde México hasta Honduras.

Eso no quiere decir que estas personas no tengan la necesidad de salir huyendo de su país, no para buscar riquezas como muchos los señalan sino para salvar sus vidas y buscar oportunidades de desarrollo.

Junto a esa caravana van docenas más, invisibles, en las sombras, tanto de salvadoreños como de guatemaltecos, no es una crisis humanitaria de hace unas semanas, es el resultado de las dictaduras impuestas desde hace décadas en la región centroamericana, es la consecuencia del asalto de bandas criminales oligárquicas a los gobiernos centroamericanos. El genocidio migrante que se vive en México viene como resultado de todo un plan orquestado por quienes quieren desangrar a los pueblos, sea cual sea su procedencia.

Crisis humanitaria ha existido en Latinoamérica desde la invasión española hace 500 años. Esto no es una crisis humanitaria, esto es el resultado de la explotación del rico hacia el pobre.

La migración indocumentada de centroamericanos y mexicanos hacia Estados Unidos se da en un contexto sociopolítico muy claro: la corrupción, la violencia institucionalizada y la impunidad.

Conocemos las causas y aun así nos atrevemos a utilizar a nuestra conveniencia la desgracia de estos migrantes. Tal es el caso de la cantidad de «experimentos sociales» que andan rondando en las redes sociales donde cualquiera opina desde la confort de su estabilidad económica a través de la pantalla de un teléfono celular o una computadora. Ricas son las tortillas de maíz, otra cosa es salir a tapiscar la milpa.

Los criticamos si en un momento de ansiedad, angustia, y aturdimiento emocional explotan como hemos explotado nosotros en innumerables ocasiones; pero nosotros sí podemos, ellos no, ellos no porque están expuestos al escarnio público donde son juzgados por personas de doble moral que están dispuestas a denigrarlos. Eso sin mencionar el periodismo rosa y amarillista que los utiliza para sus fines inescrupulosos.

Tienen derecho a explotar, a renunciar, a deprimirse, a escupir, a llorar, a insultar, como lo hemos hecho nosotros también en algún momento de nuestras vidas, son humanos y eso que estén de paso en un país o que lleguen a otro sin los documentos que los visibilice en sus derechos no los coloca en menor posición que nosotros en nuestro confort. ¿Qué pasaría si nosotros estuviéramos en sus zapatos? ¿Cómo nos gustaría ser tratados?

Hay que tener alma para entender lo que obliga a un ser humano a migrar en esas condiciones; nuestra ira, nuestra cólera, nuestra furia no debería ser lanzada hacia ellos, al contrario, debería hacernos reaccionar y salir de las redes sociales, de la comodidad de un teléfono celular o una computadora y salir a la calle. Esa energía que nos hierve en la sangre cuando uno de ellos explota con improperios tan comprensible en su situación, debería hacerlos reaccionar y luchar por crear un cambio en el sistema y que nuestros países no obliguen más a sus hijos a migrar. Porque emigra la vida, la creatividad, la inteligencia, emigra la alegría, la familia, la sociedad, las tradiciones, la cultura, la memoria, emigra nuestra raíz que se desperdiga desamparada en la intemperie del olvido.

De nada sirve pedirle a Dios en oraciones, cuando no hacemos nada por cambiar el sistema. De nada sirve llorar en las redes sociales cuando no hacemos nada para que las migraciones indocumentadas desaparezcan. De nada sirve criticar a un gobierno como el de Estados Unidos tenga el presidente que tenga, si nosotros no hacemos nada por cambiar los gobiernos en nuestros países de origen; para que nadie nunca más tenga que migrar en esas condiciones. Es la tierra la que se abona, la que se deshierba para sembrar y para que esa siembra tenga frutos saludables. Si la raíz es mala hay que arrancarla y es eso lo que tenemos que cambiar nosotros: cambiar el sistema de raíz.

Para que una persona emigre así, primero tuvo que haber sufrido mucho, haber sido excluida desde su nacimiento. Rechazada, oprimida, la gente no emigra solo por migrar. La gente no arriesga la vida solo porque sí, porque quiere riquezas o porque le han contado historias de tierras donde el dinero se recoge con palas. La gente emigra así porque no hay salida y como único camino se van, a morir en el intento.

Fuente: https://www.aporrea.org/ddhh/a272400.html

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Panamá: La UNESCO y Meduca lanzan el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2019

Redacción: Panamá On

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) en conjunto con el Ministerio de Educación (Meduca) de Panamá, lanzó el Informe 2019 de Seguimiento de la Educación en el Mundo, a través de un acto con la participación de representantes del gobierno, universidades, ONG’s (Organizaciones No Gubernamentales) nacionales e internacionales y otras agencias de las Naciones Unidas.

La edición 2019 del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM), publicado por la UNESCO y titulado ‘Migración, desplazamiento y educación: construir puentes, no muros’, revela que la cantidad de niños y niñas migrantes y refugiados en edad escolar alrededor del mundo, actualmente, podría llenar medio millón de aulas, un aumento del 26% desde el año 2000.

Como plantea la directora de la UNESCO en San José, Costa Rica, Esther Kuisch- Laroche, “el aprendizaje no es un lujo. Cuando se niega la educación a migrantes y refugiados, todos pierden. La educación es clave para la inclusión y la cohesión, y la mejor forma de forjar comunidades más fuertes y resilientes”.

Este reporte revela en qué lugares de América Latina y el Caribe se ve cuestionado este derecho. Así, cada vez hay más menores no acompañados en los centros de detención, donde, por lo general, no tienen acceso a la educación. Cerca de 50,000 niños de El Salvador, Guatemala, Honduras y México fueron detenidos cada año en promedio en la frontera de los Estados Unidos, entre 2013 y 2017.

En México, 35,000 menores, más de la mitad no acompañados, han permanecido en centros de detención sin educación organizada, excepto por actividades ad hoc con un componente educativo limitado, tales como talleres de artesanía o debates de carácter religioso.

Gina Garcés, viceministra de Educación, señaló que “en el caso de Panamá, la educación es un derecho universal, consagrado por la Convención de 1989 sobre el Derecho de los Niños y ratificada, en 1990, por Panamá y en nuestra Constitución se establece el derecho a la educación”.

Panamá no puede negar que asistan a las escuelas, aunque la documentación que porten no esté completa. Es por ello que, actualmente, el Meduca elabora un instructivo con el propósito de hacer pruebas sencillas e identificar el nivel de escolaridad para su incorporación a nuestro sistema educativo.

Cabe señalar que unos 24,060 estudiantes tuvieron convalidaciones al 2016, para ingresar al sistema educativo, tanto el sector oficial como particular. Venezuela, Colombia y Nicaragua son los que más solicitan estos procesos, 22,899 estudiantes revalidaron en materias como geografía, historia y cultura de Panamá

Se estima que para el 2018 unos cinco mil 972 estudiantes venezolanos, entre los diferentes niveles del sistema educativo, y, de igual manera, cuatro mil 602 educandos colombianos se encuentran matriculados en los diferentes centros educativos oficiales panameños.

En la República Dominicana, los haitianos sin Estado no disfrutan plenamente del derecho a la educación. Los índices de asistencia a la educación primaria fueron de un 52% para los niños y las niñas nacidos en Haití, un 79% para aquellos originarios de República Dominicana de padres y madres inmigrantes y, de un 82%, para aquellos de otros países. Además, aun cuando logran matricularse, les es difícil avanzar a través del sistema.

Como si fuera poco, los inmigrantes haitianos necesitan acreditar su nacionalidad para registrarse en la base de datos nacional y rendir exámenes nacionales para obtener la admisión en la educación secundaria. Y, si logran superar esas barreras, los colegios les piden a los alumnos de 18 años o mayores una copia de su carné de identificación nacional lo que, en la práctica, a menudo se traduce en que no se pueden graduar. Conscientes de que posiblemente no consigan un diploma, muchos pequeños abandonan la educación

En Chile, aunque una directiva presidencial de 2008 anunció una educación pública para todos los niños, sin importar su estado de migración, en la práctica esto ha quedado a discreción de los funcionarios de los gobiernos locales.

Sin embargo, en la región hay también numerosos buenos ejemplos de inclusión en la educación de migrantes y personas desplazadas a la fuerza. Colombia se ha convertido en líder, al usar su marco legal para proteger la educación de su población desplazada internamente. En 2002, la Corte Constitucional ordenó a las autoridades educacionales municipales que tratasen de forma preferencial a los niños y las niñas desplazados en términos de acceso a la educación.

En el último tiempo, Colombia, al igual que otros países de la región, incluso algunos no hispanoparlantes, como Brasil y Trinidad y Tobago, han abordado las consecuencias que tiene en la educación el desplazamiento cada vez más común de personas entre fronteras en América Latina, y reciben a estudiantes venezolanos junto con los propios.

Argentina ayudó a muchas personas migrantes no documentadas a convertirse en ciudadanos regulares por medio de una ley de migración de 2004 y de su posterior Plan Patria Grande, el cual afirmaba que “bajo ninguna circunstancia deberá el estatus irregular de un inmigrante impedir su admisión como estudiante en ninguna institución educativa”.

Fuente: http://www.panamaon.com/noticias/educacion/56464-la-unesco-y-meduca-lanzan-el-informe-de-seguimiento-de-la-educacion-en-el-mundo-2019.html

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Informe UNESCO Migración, desplazamiento y educación: CONSTRUYENDO PUENTES, NO MUROS

En el Informe GEM de 2019 se seguirán evaluando los avances realizados en la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible relativo a la educación (ODS 4) y sus diez metas, así como de otras metas relacionadas con la educación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En él también se presentará información sobre la magnitud y las características de los distintos tipos de migración y las diferencias entre las políticas y tendencias migratorias de los países en el ámbito de la educación. Se facilitarán nuevos datos sobre las disparidades que existen entre los estudiantes inmigrantes y sus compañeros del país de acogida en lo que respecta a las oportunidades educativas y los resultados de la educación. Se dará cuenta igualmente de la influencia que la educación ejerce en la migración, así como de los claros y complejos desafíos que los movimientos de población plantean para los sistemas educativos y la adquisición de competencias.

Los análisis empíricos se basarán en una amplia gama de nuevos conjuntos de datos procedentes de fuentes internacionales y nacionales. En los análisis y estudios se pondrán de relieve ejemplos de políticas y programas que recurren a la inclusión valorando al mismo tiempo el origen cultural y las experiencias de los alumnos migrantes. Para concluir, se formularán recomendaciones dirigidas a los países de acogida y de origen para la elaboración de políticas adaptadas al contexto.

INFORME COMPLETO (EN)

SPECIAL REPORTS

English / Français / Español / Русский /  العربية / 中文 (Ver todos los idiomas disponibles)

Fuente: https://es.unesco.org/gem-report/node/1878

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El día que  la Niña Heladera participó en la Feria Internacional del Libro de Venezuela 

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado

El sábado 10 de noviembre a las 2 de la tarde hora de Venezuela presenté mi libro Historia de una indocumentada, travesía en el desierto de Sonora-Arizona, en la Feria Internacional del Libro de Venezuela, FILVEN.

Esa mañana me levanté temprano, preparé café de Guatemala que solo tomo en ocasiones especiales y me senté frente a la ventana de mi habitación  y  disfruté el paisaje otoñal de la época del frío en el norte de América.

Ordené mi escritorio, le sacudí el polvo y quemé incienso, me volví a sentar y sorbí lentamente el café de mi pueblo natal mientras mis pensamientos se perdían en la lejanía de las memorias de infancia en mi Gran Amor.  La melancolía asomó con aroma de ayote en dulce y flor de muerto y con ella el bullicio del mercado y las polvaredas de noviembre en la arada poblada de barriletes que llenaban el cielo de colores y de sonrisas los rostros de los niños de piel agrietada por el frío.

El aroma del café humeante  se mezcló con la esencia de los aceites  de anís, canela, clavo,  hierba limón y  hojas de artemisa a los que huele mi habitación; respiré profundo y acaricié mis manos con unas gotas de aceite de hierbabuena.  Advertí que la  Niña Heladera me observaba por un resquicio del ocre del tiempo y me sonrió con su peculiar inocencia  cuando  nuestras miradas se cruzaron: estoy de pie, le dije, en un arranque de emoción, nostálgica  y  con un terrón de sal que se desmoronaba en mi garganta mientras su silueta se desvanecía entre las hojas de los arces del otoño.

Quise abrazarla, acariciar su cabello despeinado y escucharla relatar sus aventuras con sus palabrotas del arrabal, quise decirle que todo está bien, que estoy sumamente orgullosa de ella y que la quiero. Quise decirle que me he contagiado de su valor y de su fuerza  y que me ha enseñado tanto todos estos años.  Seguramente como siempre, no me pondría atención y me contaría de los barrancos  que añoro y del zacatal de la arada, de las tardes pastoreando a las cabritas  y de sus interminables e innumerables  peleas callejeras. Sería yo entonces la que guardaría silencio, embelesada con su candidez.

Desde el desierto  de Sonora silbó el viento del otoño recordándome que no lo olvide, y los cactus de Arizona con sus raíces fecundas erigieron largas ramas cundidas de tunas saludándome desde la frontera; no los he olvidado, les dije mientras coloqué la silla junto a la pared donde guardan cautelosos mis abstractos la naturaleza de mi enajenación.

A las 11 en punto de la mañana hora de Chicago, comenzó la videoconferencia en uno de los salones  de la Casa Amarilla, allá a lo lejos a miles de kilómetros de distancia, en el sur de América. Lenin Brea editor de la Editorial El Perro y la Rana, la  casa editorial que publicó mi  libro en Venezuela,  comenzó la presentación en la que contó a los asistentes los detalles de la publicación, seguido de Guillermina Soria que profundizó en la migración desde la visión de género. Raúl Cazal, el presidente del Centro Nacional del Libro y  uno de los organizadores de la feria  fue quien me presentó a los asistentes, con palabras tan humanas, sinceras y humildes que solo pueden venir de aquellas personas que creen en el valor humano más allá de las etiquetas y las fronteras.

Y de pronto ahí estaba yo,  en una pantalla, en videoconferencia relatando mi historia de travesía, que es la de miles alrededor del mundo: con sus dolores, sus fantasmas, sus miedos, sus frustraciones, sus paranoias y sus estigmas. Ahí estaba yo 15 años después de aquella odisea dando mi testimonio de sobreviviente de frontera, una historia de las miles nada más.  Tratando de denunciar el peregrinar de las migraciones forzadas, como una más de los millones a través de la historia del tiempo.

La presentación se hizo en la Casa Amarilla en la cancillería venezolana, en un salón hermoso como hermosa es Venezuela.

Estaba feliz por presentar mi libro en la Feria Internacional del Libro de Venezuela, FILVEN y  porque había sido publicado en la Editorial El Perro y la Rana, ambas fundadas por el Niño Arañero; por haber sido invitada a asistir en persona, pero triste a la vez porque en cada letra de ese libro está inmersa la sangre de miles de migrantes que intentaron cruzar esa frontera y murieron en el intento; estar ahí era como reivindicarlos, honrarlos, pronunciar sus nombres a través de la memoria colectiva  y el ADN que tenemos en común los migrantes indocumentados alrededor del  mundo.

Cuando la videoconferencia terminó, pude llorar finalmente la emoción de la alegría y de la tristeza juntas, no se puede celebrar del todo un libro y una publicación cuando en el camino quedaron tantas vidas entre las piedras y los nopales del desierto. Nunca será una felicidad total por más publicaciones y traducciones que tenga.

Apagué la computadora, acaricié el quinqué que me acompaña como gurú y destapé una botella de vino, me  serví una copa y me senté frente a la ventaba a llorar el enorme privilegio que tuve de ser invitada a la Feria Internacional del Libro de Venezuela y de ser publicada por la Editorial EL Perro y la Rana. Me puebla un  inmenso orgullo y agradecimiento con el niño vendedor de dulces de papaya  (Hugo Chávez Frías) que creó una revolución para nombrar, visibilizar y crear oportunidades a los marginados del mundo, y yo soy una de ellos.

No me alcanzará la vida para agradecerle a Venezuela esta inmensa oportunidad y alegría que ha dado a mi vida.

Quiero agradecer a Raúl Cazal por el humanismo y la humidad y por haber abierto las puertas para que yo publicara en Venezuela y estuviera en la Feria. A Ernesto Villegas, Ministro de Cultura de Venezuela por acercarme a mi patria querida y hacerme parte de esta fiesta cultural, sé que un día iré en persona a ese gran país porque los amores sinceros están destinados a encontrarse. A la Editorial El Perro  y La Rana por su empeño y profesionalismo para que este libro estuviera impreso a tiempo para la feria y por darme la oportunidad de ser publicada en tremenda casa editorial;  y por la humildad de fusionar Ilka Editorial en la publicación del libro: eso es hermanar sueños.

Quiero agradecer a los asistentes que me dieron el privilegio de poner ser parte de esta fiesta cultural, a FILVEN y al Ministerio de Cultura de Venezuela  por el extraordinario acompañamiento desde las redes sociales. A mi patria Venezuela, por esta muestra de amor y por reivindicar que para los lazos de humanidad no existen fronteras.

Agradecer a Maya Monasterios, a Vanessa Gutiérrez y al Ministerio de Cultura de Venezuela, por las fotografías y videos que guardaré con gratitud.

Y las gracias infinitas a las dos mujeres que confiaron en mi testimonio mucho antes de que se convirtiera en libro, a Priscila Casasola y a Carolina Vásquez Araya, por apoyarlo y respaldarlo desde el momento de su gestación.

Dedico esta publicación a los parias del mundo, a los migrantes indocumentados, a los vendedores de mercado, a mi natal Comapa y a mi Gran Amor: Ciudad Peronia. Yo merita, la Niña Heladera.

 Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado

14 de noviembre de 2018

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Gobierno admite que éxodo de docentes afecta la educación en Venezuela

América del Sur/Venezuela/31.07.18/Fuente: www.eltiempo.com.

El ministro de Educación dijo que el sector universitario ha sufrido un impacto negativo en el país

El ministro de Educación de Venezuela, Elías Jaua, admitió que la migración está impactando al sector universitario al señalar que profesores y personal «calificado» han dejado el país en medio de la grave crisis económica que también está afectando, según dijo, a «todo el sistema educativo».

«No podemos negar que hay un impacto de la migración en ese sector, no así en el de la educación inicial», dijo en una entrevista grabada al canal privado Televen y transmitida este lunes.

Jaua, que solo dirige el ministerio para la educación básica, indicó que ha estado trabajando con su par del Ministerio de Educación Universitaria, Hugbel Roa, el tema de la ausencia de los profesores universitarios.

«La planta de maestros de profesores y profesoras en la educación (básica) por lo menos se ha mantenido casi inalterable, pero en la educación universitaria, bueno, tenemos que estar atentos para garantizar la permanencia de personal calificado, profesional«, dijo.

«Sin embargo, en el sistema de educación básica nosotros hemos podido culminar un año exitoso, medio millón de bachilleres se graduaron, 4 % más que el año pasado», continuó.

«Con los docentes universitarios nos encontramos en negociaciones»

Asimismo, se refirió a las jornadas de paro que han realizado docentes universitarios por mejores salarios y dijo que se encuentran en negociaciones, aunque destacó que fue aprobada una escala salarial que establece un aumento cada tres meses, pero con la que varios sectores están en desacuerdo. El ministro no ofreció detalles de cuánto sería el aumento con esta escala salarial que asegura que se aprobó.

Fuente de la noticia: http://www.eltiempo.com/mundo/venezuela/el-exodo-de-docentes-afecta-la-calidad-educativa-en-venezuela-249606

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Los africanos son europeos sólo para el fútbol

Por: Aram Aharonian

 

1400 muertos en seis meses por la xenofobia europea: No tienen nombre ni rostro (los medios hegemónicos los reducen a ser solo números), y para siempre quedaron sepultados en el anonimato del fondo del mar y para siempre separados de la familia.

 

Inglaterra, Francia y Bélgica, tres de las cuatro naciones semifinalistas del Mundial de Fútbol Rusia 2018, tienen en sus planteles jugadores de ascendencia africana. El legado del colonialismo y la inmigración como consecuencia de ello pone de relieve una historia que sigue latiendo al ritmo de la xenofobia y la discriminación.

Catorce de los 23 integrantes de la selección campeona, ¿Francia?, son de origen africano: Kanté es de Mali; Mendy, Dembelé y Sidibé de Senegal, Pogbá de Guinea, Umitití y Mbappé de Camerún, Ramis de Maruuecos, Fekir de Argelia, Kimpembé de Congo, Tolissó de Togo, y N´Zonzi, Mandanda y Matuidi de la República Democrática del Congo.

Hace 20 años, en el Mundial de Francia 1998, la selección local logró coronarse campeona al admitir que los descendientes de africanos eran también ciudadanos franceses. Desde ese momento, no es raro ver a negros, turcos y árabes en otras selecciones “europeas” como Alemania, Bélgica, Inglaterra e incluso las escandinavas.

Zinedine Zidane revolvió entonces muchos sentimientos de culpa de los franceses porque «Zizou» es hijo de una Argelia en la que el colonialismo francés perpetró demasiados horrores. Veinte años después, la selección de Francia es incluso más multicultural que en 1998. Inglaterra es otro ejemplo de multiculturalidad que beneficia a su fútbol. Diferente es la historia de Croacia: los Balcanes no son tierra de inmigración, sino más bien lo opuesto. Suiza puede dar fe de ello con varios balcánicos en su selección.

Ilógico quizá, nunca un conjunto africano pasó de cuartos de final, pero África triunfa en Rusia mediante Bélgica, Inglaterra y Francia. Hombres y mujeres que dejaron Congo, Guinea, Marruecos, Camerún, Argelia, Mali, Nigeria y Angola para instalarse en Europa, ven hoy con orgullo cómo sus hijos son héroes deportivos vistiendo las camisetas de esos países en que todos crecieron, y mayoritariamente nacieron.

Esos hijos son franceses, belgas, ingleses, daneses o suecos, pero saben bien de dónde vienen sus familias. Es el caso del belga Romelu Lukaku, cuyos padres llegaron del ex Zaire, hoy República Democrática del Congo. El de Blaise Matuidi: sus padres abandonaron Angola, devastada por una guerra civil que dejó más de medio millón de muertes. «Nunca olvidé mis raíces angoleñas. Tuve que tomar una decisión difícil al optar por Francia», dijo años atrás el mediocampista.

Y el caso de Samuel Umtiti, autor del gol que lanzó a Francia a la final, nació en Camerún pero creció en Francia. Sin duda, África aportó mucho al creciente éxito de Europa.

1.400 muertos en seis meses por la xenofobia europea

Más de 1.400 inmigrantes, de enero hasta principios de julio 2018, perdieron la vida en las aguas del Mediterráneo. No tienen nombre ni rostro (y los medios hegemónicos los convierten en números), y para siempre quedaron sepultados en el anonimato del fondo del mar y para siempre separados de la familia.

Sus sueños se transforman en pesadillas, la esperanza en tragedia. Según el diario italiano Corriere della Sera en el primer cuatrimestre de 2018 el 9% de los migrantes-refugiados del norte de África se ahogaron en el cruce del Mediterráneo. Sería evidentemente una exageración llamarlos mártires de la migración.

En cuanto a la inmigración actual de los refugiados, el fenómeno se debe, entre otros factores, a la asimetría aguda entre los países y las regiones centrales y países periféricos. Lo cierto es que el progreso técnico y el crecimiento económico, por sí solos, no conducen al desarrollo integral ya la paz, que sólo son posibles cuando el crecimiento se acompaña de una distribución real y profunda de la renta y la riqueza.

La asimetría es aún mayor cuando comparamos las naciones del viejo continente europeo con aquellas del nuevo continente africano. Con la revolución del transporte y de las comunicaciones, cosas y personas corren y vuelan a una velocidad, una aceleración sin precedentes: asombra hoy la velocidad de desplazamiento de mercancías, dinero, tecnología, noticias, conocimiento, información, armas, drogas y violencia, a veces apenas por Internet.

Los jóvenes africanos tienen, al otro lado del desierto y del Mediterráneo, una posible salida de Eldorado. Se agregan a esto los factores que conducen al éxodo masivo de su propia tierra, incluyendo un sentido de liberación de las sociedades tradicionales de control social rígido, dice Alfredo Gonçalvez, vicario general de la Congregación de los Misioneros de San Carlos.

Sin dudas, la movilidad humana se encuentra umbilicalmente ligada a la política económica de cada país y de todo el globo. Hoy, los desplazamientos humanos masivos se convirtieron en planetarios y de ahí su relación con la geopolítica mundial, con el giro a la derecha (y ultraderecha) de varios países, los europeos (en especial Francia., Alemania, en parte el Reino Unido, Austria, Hungría, Polonia, Italia) y Estados Unidos. Incluso los países escandinavos, la República Checa, Eslovenia.

Lo más grave es que tal actitud xenófoba suele ser una caja de resonancia de las respectivas poblaciones, en las que reina el miedo, la amenaza y el rechazo al otro, al extranjero, en los que se basa el prejuicio y la discriminación, el racismo y la xenofobia.

La última cumbre de la Unión Europea (UE) formada por 18 países, se realizó el 28 y 29 de junio pasado, donde quedó patente que el tema de los migrantes representan una ‘papa caliente’. Los gobernantes son presionados por buena parte de su población que no acepta la vecindad de los migrantes; y también por el Acuerdo de Berlín de 2017, con la promesa de un sistema de cuotas para cada nación

¿Progresos en la cumbre? Nada cambió: cada país se presenta con una serie de condiciones que más parecen muros invisibles, y rechazan un posicionamiento taxativo y solidario, aun cuando reconocen que ningún país puede resolver por sí solos lo que ellos llaman » crisis migratoria «, pero al mismo tiempo, se aferran a las ventajas y desventajas de la política interior y exterior.

Los medios hegemónicos –que representan los poderes fácticos de cada país y de la UE– siguen hablando de inmigrantes ilegales. La prensa italiana, por ejemplo, habló del fracaso de la cumbre, otros del «caos, la indiferencia y la insensibilidad», «decadencia y la ceguera» o «matanza silenciosa» para definir el resultado de las negociaciones fallidas en Europa. Y el retorno prevalecer es el nacionalismo de otros tiempos, es una especie renovada de la ideología de la seguridad nacional notoria.

Criminalización de los migrantes

La potitización de las migraciones representa, en general, la criminalización de los migrantes, señala el vicario brasileño Alfredo Gonçalves. Son fuertemente indeseados, rechazados. Para los gobiernos de derecha, constituyen un «problema» que exige soluciones; para ciertos medios de comunicación son una «amenaza» disfrazada; para buena parte de la población, provocan «miedo y riesgo», temen lo que califican despectivamente como «ola negra», «avalancha humana”.

Algunos analistas más serios hablan de tener en cuenta el argumento de la demografía, ya que varios países europeos están en declive de población, con un crecimiento por debajo de cero. Los migrantes, en su mayoría jóvenes, podrían llenar el vacío de una generación en cuanto a la sustitución de la mano de obra que tarde o temprano comienzan a agotarse..

Según otros, Europa está cosechando lo que sembró en los siglos pasados, en los oscuros días del colonialismo más rapaz, despojando a vastas zonas de África y Medio Oriente de todas sus riquezas, llevándose incluso a los trabajadores que fueron convertidos en esclavos y enviados a las Américas.

Lo cierto es que el discurso de la derecha xenófoba -expatriar a los indocumentados e impedir la entrada de nuevos inmigrantes (copiado casi literalmente de la política de «tolerancia cero» de Trump),- detenta gran apoyo popular. Algunos gobiernos de centroizquierda, intentaron e intentan mantener las fronteras abiertas, socorro, rescate, acogida e intento de inserción.

Hay casos extremos, como en Hungría, donde las personas, familias y entidades que se disponen a acoger y ayudar a los inmigrantes pueden ser consideradas criminales y, por lo tanto, pasibles de penalidad y prisión.

En julio, el austríaco Sebastián Kurz, dictó medidas para reforzar el control en la frontera entre Austria e Italia en Brennero. El ultraderechista italiano Matteo Salvini envió una circular a todos los alcaldes, para restringir el derecho de asilo a los inmigrantes y llevó al Tribunal Supremo a la idea europea de cerrar los puertos italianos a todos los buques internacionales.

Fronteras como las que unen y dividen Turquía y Grecia, Norte de África y el sur de Europa, México y EE.UU., Myanmar y Bangladesh, la isla de Batan (Malasia) y Singapur, Chile, Perú y Bolivia, al mismo tiempo, Venezuela, Colombia y Brasil, Paraguay, Argentina y Brasil, entre otros,- se convierten en volcanes en estado de erupción.

Las motivaciones de la migración son casi siempre las mismas: pobreza, miseria, hambre, falta de empleo y oportunidad; violencia, guerra, conflictos que pueden ser étnicos, religiosos o político-ideológicos; desastres naturales, no raramente amplificados debido a los progresivos cambios ambientales. Escapan a los jóvenes sobre todo, pero también a las mujeres y, de forma creciente, a los niños desatendidos

La población que llega a Europa viene en su inmensa mayoría de los países de África, Oriente Medio y Asia menor. «En el corredor entre Europa y África, en cambio, lo que está en juego son los países pobres, donde domina la ‘limpieza’ étnica, religiosa o ideológica, las luchas fratricida, la sequía y las inundaciones, sea la persecución política, la prisión o ejecución pura y simple, sea la muerte a cuentagotas ya los ojos de la propia familia, debido a las condiciones precarias en que viven..

La gran mayoría migratoria se origina en los países africanos, especialmente en la región subsahariana; Oriente Medio. Países como Siria, Afganistán, Iraq en el Oriente Medio; , Libia, Etiopía, Eritrea, Somalia, Sudán, Senegal, Burkina Faso, Chad, Malí (África) aparecen en el primer plano. Las demás naciones como la India, Sri Lanka, Filipinas, Myanmar e Indonesia (Asia) expulsan a miles de personas, algunas de las cuales también llegan a Europa.

Brasil y Argentina ¿son europeos?

También el gobierno golpista de Brasil y el neoliberal de Argentina estudian cómo impedir la entrada de los ciudadanos, a la inmigración, es decir, la forma legal y documentada, para desencadenar la carrera represiva a través de «ilegales» y sin documentos en orden. No sólo contra los tradicionales migrantes de sus países vecinos, sino también los provenientes de Haití, Centroamérica, África y Oriente Medio.

Fútbol y migración

Un 7% de la población francesa es de origen inmigrante, proporción que en su selección se multiplica por diez. Suiza, donde uno de cada cuatro habitantes tiene procedencia extranjera, presentó en Rusia una selección con 60% de jugadores de origen inmigrante. Similar es lo de Inglaterra, con un 10%, cifra que en la selección, con importante aporte jamaiquino, crece al 50%.

Inglaterra presentó seis futbolistas de origen nigeriano en el último Mundial Sub 17, para el que paradójicamente (o quizás no tanto) Nigeria no se clasificó. Los ingleses son hoy campeones mundiales sub 17 y sub 20 y buscan el título de mayores, señala Sebastián Fest..

Y no solo África renueva y mejora el fútbol europeo. Más allá de los jamaiquinos de Inglaterra, Alemania tiene entre sus figuras a hijos de inmigrantes turcos, como Mesut Özil e Ilkay Gündogan, además de jugadores de origen africano, como Sami Khedira (su papá es tunecino) y Jérôme Boateng (de padres ghaneses). El hermano de éste, Kevin-Prince, juega para Ghana.

Albania lo hace representada por la Confederación Helvética. Edi Rama, el primer ministro albanés, abrió días atrás una cuenta bancaria para que sus conciudadanos donaran dinero que permitiera pagar las multas a Granit Xhaka y Xherdan Shaquiri por haber celebrado sus goles a Serbia haciendo el gesto del águila bicéfala, símbolo de la Gran Albania y de explosivas reverberancias geopolíticas en los Balcanes.

Suiza cuenta con futbolistas nacidos en Camerún, Costa de Marfil y Cabo Verde. Xhaka y Shaquiri nacieron en Suiza, pero siguen muy ligados a la tierra de sus padres. Incluso Taulant, hermano de Granit, juega por Albania. Y Bélgica, ejemplo clarísimo de talento de la inmigración, es una Torre de Babel: sus futbolistas hablan entre sí básicamente en inglés en los partidos, añade Fest.

Y aunque el protagonismo no sea el de sus selecciones, África aportó mucho al creciente éxito de Europa. Hay una revolución que se gesta en las periferias de las grandes ciudades europeas: tras cambiarle la cara a la sociedad europea, la inmigración está cambiándosela ahora también a su fútbol, a pesar de la xenofobia y la discriminación alentada por sus elites.

*Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=244378

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Kasai, un tsunami de pobreza, privaciones y conflicto

Por: Tiziana Trotta

La violencia amaina en esta región de la República Democrática del Congo, pero el hambre, la falta de acceso a sanidad, escuelas poco seguras y el reclutamiento en el conflicto amenazan a la infancia

La región de Kasai, en el centro de la República Democrática del Congo (RDC), no consigue levantar la cabeza, a pesar de que se ha producido una tregua de los combates y que algunos desplazados están empezando a regresar a sus comunidades. La zona está sumida en la violencia desde finales de 2016 y la situación humanitaria, denuncian las organizaciones internacionales, se mantiene muy grave, sobre todo para la infancia. Malnutrición, ataques a escuelas, reclutamiento de niños por parte de grupos armados y falta de acceso a cuidados médicos son algunos de los problemas a los que tienen que enfrentarse los más pequeños.

Pese al descenso de la violencia desde la segunda mitad de 2017, sigue existiendo el riesgo de que se reanuden los combates y en la zona rige la inseguridad, con lo cual los movimientos de población no se han detenido. Aunque el acceso a los servicios básicos está mejorando, las consecuencias para la infancia son devastadoras.

El hambre amenaza la vida de al menos 400.000 menores de cinco años que sufren desnutrición severa

Al menos 770.000 niños, la mitad de todos los menores de cinco años de la región, sufren desnutrición aguda, denuncia el informe Kasai: una crisis para los niños, publicado este viernes por Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. El hambre amenaza a la vida de 400.000, una cifra que podría dispararse si no se toman medidas de manera rápida, alerta el estudio. La malnutrición crónica es la causa de que la mitad de los menores de cinco años de la región sufra un retraso en el crecimiento.

Esta situación no representa una excepción en un país con uno de los índices de desnutrición más elevados del mundo, donde seis millones de niños padecen desnutrición crónica y otros dos millones, aguda, según los últimos datos de Unicef. “La desnutrición crónica siempre se ha mantenido muy elevada”, explica Inés Lezama, jefa de nutrición de la organización en RDC. “La aguda, en cambio, se había reducido entre 2007 y 2013”.

Un hombre junto a su mujer, enferma de malaria, en el centro de salud de Kananga (RDC), el pasado 20 de enero.
Un hombre junto a su mujer, enferma de malaria, en el centro de salud de Kananga (RDC), el pasado 20 de enero. VICENT TREMEAU / UNICEF

Las tierras, abandonadas tras la fuga de la población, se han dejado de cultivar y, en algunas zonas de Kasai, se han perdido ya tres cosechas agrícolas. “Si bien el conflicto está retrocediendo y empieza a haber más productos en los mercados, la inseguridad alimentaria sigue en niveles de emergencia y muchas familias no disponen de los recursos económicos para acceder a los alimentos”, asegura la experta desde una de las regiones más pobres del país. “Hay que actuar de manera rápida”.

Más de un niño de cada diez muere antes de celebrar su quinto cumpleaños. “A menudo, las necesidades de los más pequeños están desatendidas, ya que las mujeres cuentan con una sobrecarga importantes de trabajo, al tener que ocuparse del hogar y de la agricultura”, añade Lezama. “Si necesitan ir al campo, dejarán a los hijos solos en casa”.

Otro desafío para la región reside en subsanar el colapso del sistema de salud. A pesar de que mejora el acceso a los centros, alrededor de 200 de estas estructuras han sido saqueadas, quemadas o destruidas durante el conflicto. “Si las instalaciones sanitarias no disponen de suficiente material o de personal, las familias dejarán de acudir”, destaca Lezama. Por el momento, no se han registrado brotes de cólera y sarampión, pero la experta de Unicef advierte que no se puede bajar la guardia; después de la fase de emergencia más aguda, es crucial asegurar una asistencia continua.

Unos niños descansan con sus padres durante una evaluación médica en el centro de salud de Kananga, en la región de Kasai (RDC), el 20 de enero de 2018.
Unos niños descansan con sus padres durante una evaluación médica en el centro de salud de Kananga, en la región de Kasai (RDC), el 20 de enero de 2018. VICENT TREMEAU / UNICEF

Más de 400 escuelas de Kasai han sido atacadas o utilizadas con fines militares desde el comienzo del conflicto y 100 han sido destruidas. El año pasado, casi medio millón de niños no pudieron acabar el curso escolar. Unicef prevé que esta situación se mantendrá inalterada a lo largo de este 2018.

Miles de niños han sido, además, reclutados por grupos armados activos en la región. Durante el auge de la crisis (entre otoño de 2016 y el verano de 2017), más de la mitad (60%) de los milicianos tenía menos de 18 años, según estimaciones del Grupo Mundial de Protección y el Grupo Mundial de Educación. La mayoría de ellos, incluso no llegaba ni a los 15 años. Kate Shaw, asesora de World Vision para la respuesta de emergencia a la crisis de Kasai, sostiene haber hablado con exniños soldados que le han informado de la presencia entre las milicias de menores de cinco años.

Mientras que los más jóvenes se emplean en las cocinas o en otras tareas domésticas, los mayores se pueden ver obligados a matar o se utilizan como escudos humanos. Sea cual sea su edad, señala el informe de Unicef, tienen que someterse a ritos de iniciación que incluyen beber brebajes que pueden contener alcohol o huesos humanos molidos, o comer carne humana para adquirir supuestos poderes que les protegerán en los combates.

UN PAÍS AL BORDE DEL ABISMO

A Kasai, se suman otros focos de violencia e inseguridad del país, como las zonas de Kivu, Tanganica e Ituri. En la última conferencia de donantes, organizada por Naciones Unidas y celebrada el pasado mes de abril, se recalcó que las necesidades de la RDC están aumentando y que para hacer frente a la crisis se necesitarían casi 1.700 millones de dólares este año (1,4 millones de euros), el doble de la suma pedida para el año anterior.

Sin embargo, las autoridades de la RDC no acudieron a Ginebra al considerar que el encuentro ofrecía una mala imagen del país y que el Estado puede hacerse cargo de las necesidades humanitarias internas.

“La mayoría de estos niños fueron obligados a unirse a los combatientes por parte de sus familiares u otros coétaneos”, explica Shaw. “Se les amenazaba, de lo contrario, con matar a sus padres o a ellos mismos”. Aunque las milicias están poniendo en libertad a los soldados más jóvenes desde el pasado verano, muchos de ellos necesitan apoyo para la reinserción y superar los traumas que han vivido. “A menudo, se sienten culpables por lo que han sido obligados a hacer o siguen con el miedo a ser perseguidos, pero tienen que lidiar solos con ello”.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/05/10/planeta_futuro/1525962484_477827.html

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