Page 3 of 4
1 2 3 4

Gordon Porter: «La educación de calidad y la educación inclusiva son dos caras de la misma moneda

Canadá / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Educaweb

El experto en educación inclusiva Gordon Porter explica cómo promover escuelas inclusivas, preludio de lo que tratará en el Congreso Internacional de orientación para la inclusión

Gordon L. Porter posee experiencia en educación inclusiva desde 1982. Actualmente ejerce como director de Inclusive Education Canada, una ONG comprometida con la calidad de la educación para todos los estudiantes. Ha ejercido como consultor en más de 40 países y actualmente es asesor político en Dubái. Ha participado en la redacción de políticas inclusivas en la provincia de New Brunswick y en el seguimiento de la Declaración de Salamanca sobre necesidades educativas especiales. Estará presente en el Congreso Internacional de orientación para la inclusión. Barcelona inclusiva,que se celebrará entre el 17 y el 19 de noviembre de este año. 

¿Cómo define la educación inclusiva?

La educación inclusiva significa que todos los estudiantes asisten y son bienvenidos en la escuela de su barrio. Aprenden, contribuyen y participan en todos los aspectos de la vida de la escuela en un entorno de aprendizaje común con sus compañeros. El enfoque de la escuela es implementar prácticas y apoyos para estudiantes y maestros. La escuela inclusiva es colaborativa e identifica áreas de mejora en la práctica escolar y en el aula.

¿Por qué es importante lograr una educación inclusiva?

El principio de inclusión en los sistemas educativos aparece reflejado ahora en los convenios internacionales y los tratados de derechos humanos. También es apoyado por iniciativas enfocadas en la mejora de la escuela y la efectividad de la formación. Creo que cada acción tomada para fortalecer la inclusión escolar contribuye a construir una escuela más efectiva para cada estudiante.

La educación inclusiva beneficia a todos los estudiantes. Les permite desarrollar fortalezas y dones individuales, con expectativas altas y apropiadas, y trabajar en objetivos individuales mientras participan en la vida de la clase con otros estudiantes. La inclusión fomenta una cultura escolar de respeto y pertenencia, y brinda oportunidades para aprender y aceptar las diferencias individuales, disminuyendo el impacto del acoso y la intimidación. Permite el desarrollo de la amistad con una amplia variedad de niños, cada uno con sus propias necesidades y habilidades individuales.

Finalmente, e igualmente importante, una escuela inclusiva ayuda a la comunidad a apreciar la diversidad y la inclusión y, por lo tanto, influye en un nivel más amplio.

¿Cómo era la situación en New Brunswick cuando se comenzó a implementar la inclusión?

Nuestra necesidad de cambiar y desarrollar un enfoque más sistémico para satisfacer las necesidades de nuestros estudiantes coincidió con una gran conmoción en la estructura legal de Canadá. En 1982, Canadá adoptó una Carta de Derechos y Libertades y, por primera vez, los derechos de igualdad fueron parte de nuestra constitución. Se necesitaron cambios importantes en nuestra ley de educación para garantizar que proporcionáramos educación de calidad a todos nuestros estudiantes, incluidos aquellos con discapacidades.

A principios de la década de 1980, el sistema educativo de New Brunswick no prestaba un gran apoyo a los estudiantes con problemas de aprendizaje. Hubo una serie de escuelas segregadas, muchas de ellas gestionadas por asociaciones de padres sin fines de lucro, así como varias instituciones administradas por el gobierno. Algunas comunidades tenían clases especiales en escuelas regulares. El distrito escolar o la autoridad educativa local donde trabajé cambiaron su política para lograr esto y varios años después, en 1986, la provincia de New Brunswick cambió la ley para hacer lo mismo.

Como director y administrador del sistema, pude ver la falta de apoyos y adaptaciones para los estudiantes con necesidades especiales. Nuestras escuelas tenían muy poca capacidad en lo que entonces se consideraba programas de «educación especial». Esto se debió en parte a que éramos un área rural sin tradición de servicios especializados. Era claramente un sistema «primitivo» en comparación con centros más urbanos con mayor población.

En muchos sentidos, este estado de desarrollo «primitivo» fue una ventaja. Significaba que teníamos menos cosas que cambiar cuando surgió la idea de «inclusión» y menos intereses arraigados para afrontar. Pudimos construir un sistema de apoyos diseñado para que funcionara la inclusión.

¿Cuál es el estado actual de inclusión en New Brunswick?

El esfuerzo para hacer que las escuelas sean inclusivas en New Brunswick ha tenido éxito. Hemos recibido un gran reconocimiento, tanto en Canadá como en otros países, así como de instituciones internacionales como la UNESCO (2014) y la Iniciativa Proyecto Zero (2016) con sede en Austria.

Sin embargo, es importante reconocer que no ha sido fácil. Durante los casi 30 años que hemos estado en este camino, ha habido cuatro revisiones principales del esfuerzo de educación inclusiva. Fui el investigador principal de la evaluación más reciente en 2012. La revisión requirió un año completo y el informe se tituló Strengthening Inclusion, Strengthening Schools (Fortaleciendo la inclusion, fortaleciendo las escuelas).

Conseguir que nuestras escuelas sean inclusivas puede ser un proceso de transformación si se hace de manera efectiva. Requiere un liderazgo de principios que opere desde una base de derechos humanos. También debe construir prácticas en la escuela y el aula que apoyen a los maestros para servir a todos los estudiantes, no solo a algunos de ellos. La educación de calidad y la educación inclusiva son dos caras de la misma moneda.

En general, ¿cree que las escuelas están preparadas para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes?

¡Sí! Las escuelas pueden ser inclusivas y cumplir con éxito las expectativas de los estudiantes, los padres y la comunidad. Lograr ese éxito depende invariablemente de los esfuerzos cooperativos de los padres, los líderes escolares y los maestros de apoyo. Los padres deben estar facultados para compartir su visión de futuro para sus hijos donde la participación en la comunidad, en el trabajo, en el ocio y en la ciudadanía sea una realidad. Esta visión no puede lograrse a través de la participación en clases segregadas o escuelas segregadas.

Pero, para que funcione, los maestros deben recibir apoyo para desarrollar prácticas nuevas y efectivas. Enseñar clases heterogéneas con estudiantes con necesidades diversas es una tarea compleja. Dado que la capacitación previa al servicio de los docentes en prácticas inclusivas a menudo es inadecuada, las administraciones educativas deben invertir en la capacitación del personal y la recapacitación con el foco puesto en las estrategias de la escuela y el aula.

¿Qué pasos deben seguirse para satisfacer las necesidades personales de los estudiantes y hacer que la inclusión sea un éxito?

Primero, debemos tener claro que nuestro objetivo es tener escuelas comunitarias inclusivas y efectivas, que estén comprometidas con la inclusión y puedan llevarla a cabo. Una vez que se establece ese objetivo, se necesita liderazgo a todos los niveles: los legisladores, la autoridad educativa local, la escuela y el aula. Son necesarios los siguientes siete pasos críticos:

  1. Un plan para la transición y el cambio, por lo menos de 3 a 5 años para hacerlo correctamente;
  2. Invertir en la capacitación de los maestros y líderes escolares existentes;
  3. Desarrollar fuertes apoyos para los maestros de aula;
  4. Crear modelos positivos de éxito: identificar aulas, escuelas y comunidades que hacen un buen trabajo y compartir su éxito y estrategias;
  5. Identificar un cuadro de líderes e innovadores en todos los niveles y ayudarlos a construir redes donde puedan compartir su conocimiento;
  6. Identificar y compartir las mejores prácticas de la investigación, así como las prácticas que surgen de la experiencia local;
  7. Reconocer que las innovaciones y los cambios que marcarán la diferencia requerirán recursos. Eso significa inversión en dinero y personas.

¿Qué se debe evitar al implementar la inclusión?

Debemos tener en cuenta que hacer que nuestras escuelas sean inclusivas no es un asunto de un día. Es un esfuerzo a largo plazo para desarrollar capacidades en nuestras escuelas y aulas. También es importante evitar pensar que la inclusión es un problema de educación especial. No lo es. Se trata del papel de las escuelas en una sociedad democrática en el siglo XXI.

También es importante evitar la idea de que crear una escuela inclusiva es una tarea individual. Se necesita un esfuerzo de cada miembro del equipo de la escuela para hacerlo realidad. Eso significa maestros, directores, padres y estudiantes. Y las escuelas individuales necesitan colaborar y compartir con otras escuelas. Mantener una escuela inclusiva es una tarea compleja, una de las más desafiantes pero gratificantes en educación.

¿Por dónde deberíamos comenzar? ¿Hay modelos internacionales para inspirarnos?

Una escuela inclusiva que atienda a todos los niños y niñas requiere inversiones y apoyos para tener éxito. Necesita docentes cualificados y efectivos, buenos apoyos para los maestros, apoyo para estudiantes individuales, inversiones que aseguren el acceso y el uso de la tecnología asistencial. Este es un desafío en New Brunswick y estoy seguro de que lo es en Catalunya.

Esto hace que sea aún más importante mantener a los estudiantes en el entorno de aprendizaje común en las escuelas de la comunidad y destinar todas las inversiones disponibles allí. Cuando sacamos a los estudiantes de la escuela y los enviamos a otro lugar, llevamos dinero con ellos. Esto disminuye los recursos disponibles para proporcionar educación de calidad. Si mantenemos a todos los estudiantes, podemos mantener el dinero allí e invertirlo en la construcción de escuelas inclusivas que mejoren nuestros esfuerzos para fortalecer la educación pública de calidad.

Dado que el sistema desarrollado en New Brunswick no se basó en una aproximación de educación especial o deficitaria, el camino de aprendizaje y el modelo que ofrece esta experiencia pueden y han sido utilizados en otros países. En este sentido, mi experiencia internacional me dice que al menos puede ser instructivo en el desarrollo de sistemas de educación inclusiva en muchos contextos diferentes. Esa es la vía que hemos seguido en New Brunswick desde 1986. Hemos recorrido un largo camino, pero continuamos nuestros esfuerzos. Se promulgó una nueva política en septiembre de 2013 y se completó un plan de acción de tres años para aumentar la capacidad en 2016. Pero el trabajo nunca termina. Nuevos desafíos y nuevas oportunidades están por venir.

Una última palabra: mi experiencia me dice que, al fortalecer la inclusión, de hecho podemos fortalecer nuestras escuelas.

Fuente de la Entrevista:

http://www.educaweb.com/noticia/2017/10/31/educacion-calidad-educacion-inclusiva-son-dos-caras-misma-moneda-15178/

Comparte este contenido:

España: El Govern aprueba el decreto de escuela inclusiva en el que invertirá 142 millones en cuatro años

España / 22 de octubre de 2017 / Autor: Europa Press / Fuente: La Vanguardia

  • La Generalitat ha aprobado este martes el nuevo decreto de la escuela inclusiva que regula la atención a todo el alumnado y no solo al que presenta necesidades educativas especiales (NEE) y que prevé una inversión de 141,9 millones de euros en cuatro años.

La Generalitat ha aprobado este martes el nuevo decreto de la escuela inclusiva que regula la atención a todo el alumnado y no solo al que presenta necesidades educativas especiales (NEE) y que prevé una inversión de 141,9 millones de euros en cuatro años.

El decreto prevé que todos los alumnos con NEE se escolaricen en centros ordinarios y, excepcionalmente, las familias puedan solicitar su escolarización en uno de educación especial para el alumnado con discapacidad grave o severa.

Las familias serán, con el apoyo y asesoramiento de los equipos de asesoramiento y orientación psicopedagógicos (EAP) –que elaborarán un informe–, quienes decidan dónde escolarizar a sus hijos.

«Queremos que todos los alumnos de Catalunya vayan a centros ordinarios y que todos los centros sean inclusivos», ha asegurado la directora general de Educación Infantil y Primaria de la Generalitat, Carme Ortoll, que ha calificado el decreto como un gran paso.

La normativa sustituye al vigente desde 1997 y comenzó a gestarse en julio de 2014, formando parte del proceso participativo con 400 reuniones de trabajo con más de 800 personas.

El decreto recoge tres tipos de medidas y apoyos a los alumnos: universales –para todos– como la orientación y la tutoría; adicionales, para aquellos en situación de vulnerabilidad y circunstancias especiales, que aplican los docentes con apoyo de los maestros de educación especial, y las intensivas –que cifran para un 5%– destinadas a alumnos con NEE.

«RECURSOS ADECUADOS» PARA CADA ALUMNO

Este tipo de medidas intensivas, que comportan la aplicación de un plan de apoyo individualizado para planificar las actuaciones y apoyos, las aplican profesionales de educación especial, orientadores o especialistas en audición y lenguaje.

Ortoll ha asegurado que cada alumno podrá tener «los recursos adecuados» para facilitar su aprendizaje, unas medidas que se revisarán periódicamente para ajustarlas a las necesidades.

El decreto establece la colaboración entre centros ordinarios y especiales, que pueden ser también proveedores de servicios y recursos (CEEPSIR), ofreciendo orientación a los docentes de escuelas ordinarias.

MAPA DE RECURSOS

La Generalitat está elaborando un mapa de recursos para planificar los recursos en el territorio catalán, y prevé que en los próximos cuatro cursos un aumento de recursos para equilibrar la distribución de una forma eficiente.

Más allá de las enseñanzas obligatorias, el decreto ofrece a aquellos alumnos que han acabado la ESO sin obtener el título propuestas para obtener el graduado o el título profesional básico, con la creación de centros de segunda oportunidad.

También ofrece a los alumnos de Bachillerato itinerarios flexibles adaptados a sus ritmos de aprendizaje, y ha iniciado itinerarios de formación específica para aquellos con NEE entre 16 y 20 años con una discapacidad leve o moderada y que no pueden seguir la FP ordinaria.

El decreto prevé una coordinación con las consellerias de Salud, Justicia, Economía y Conocimiento y Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, y un impacto presupuestario de 141,9 millones de euros.

Ortoll ha destacado que la planificación presupuestaria se destina básicamente a personal docente hasta el curso 2020/2021, con 99,7 millones; seguido del personal de administración y servicios, con 40,2 millones, y el orientado a equipamiento tecnológico, con 1,34 millones.

Ha asegurado a este respecto: «Veremos más profesionales, repartiremos los que ya tenemos según las necesidades, habrá un trabajo de formación con los claustros y los profesores, y más personas en el servicio educativo para orientarnos».

Fuente de la Noticia:

http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20171017/432142518511/el-govern-aprueba-el-decreto-de-escuela-inclusiva-en-el-que-invertira-142-millones-en-cuatro-anos.html

Fuente de la Imagen:

http://www.abc.es/elecciones/catalanas/2015/abci-cataluna-espanola-educacion-201509171859.html

Comparte este contenido:

Argentina: Semana de la Educación Especial

América del Sur/Argentina/08 octubre 2017/Fuente y Autor:elancasti

Alumnos del Instituto APANE participaron de una jornada con los chicos del nivel inicial en el marco de la Semana de la Educación Especial.

La vicedirectora de la institución, María de los Ángeles Romero y la representante legal, Aída Acevedo comentaron que se sumaron a algunas actividades que programaron desde la Dirección de Educación Especial, “los chicos intercambiaron experiencias con alumnos del nivel Inicial del Colegio Enrique Hood y compartieron juegos, también se realizaron actividades en el Parque de los Niños y en la Casa de la Puna donde hay alumnos que realizan trabajos de capacitación en tejido”.

En el marco de la Semana de la Educación Especial se llevaron a cabo diversas actividades en conjunto con las escuelas con las que cuenta el nivel, entre las cuales se destacó una muestra de trabajos artísticos y difusión realizada por establecimientos educativos y ONG en la plaza 25 de Mayo.
En referencia a la conmemoración de la semana, la directora de Educación Especial, Mónica Seleme expresó que “el propósito de la misma, es pensar a la educación inclusiva como una realidad, ya que esta es una modalidad de eje transversal en todos los niveles del sistema educativo.

Las instituciones de educación y sus actores, son los que pueden hacer posible la inclusión de sus estudiantes, ya que representan un marco favorable para asegurar la igualdad de oportunidades y la plena participación”.

Fuente de la noticia: http://www.elancasti.com.ar/info-gral/2017/10/7/semana-educacion-especial-349310.html

Fuente de la imagen: http://www.elancasti.com.ar/u/fotografias/fotosnoticias/2017/10/6/116676.j

Comparte este contenido:

Entrevista a Carme Fernández y Juan Rodríguez.“La inclusión implica romper con el modelo de educación especial, hay que meter al PT en el aula ordinaria”

Por: El diarios de la educación/Daniel Sánchez Caballero/28-07-2017

Carme Fernández y Juan Rodríguez son dos de las personas erigidas en punta de lanza en favor de la inclusión de personas con diversidad funcional. «La capacidad de un chico no puede condicionar los derechos humanos nunca».

Ha sido la última, pero no la única. La reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja que daba la razón a una familia para que hijo, con diversidad funcional, sea matriculado en un centro ordinario y no en uno específico, ha vuelto a poner en primer plano la batalla por la que muchas familias luchan -contra la Administración- con el fin de que sus hijos no sean derivados a centros de educación especial y puedan relacionarse con sus iguales en colegios ordinarios.

Porque en España, la ley -no contundentemente desarrollada, pero sí lo bastante clara en favor de la inclusión como principio de actuación- y los hechos no van por el mismo camino en esta materia. “La ley no se cumple”, asegura Carme Fernández, quien desde la Fundació Gerard, que fundó y dirige, se ha volcado en apoyar a las familias que deben enfrentarse a estas situaciones.

Lo corrobora Juan Rodríguez Zapatero, abogado especializado en derecho administrativo, y colaborador de Fernández y de las familias cuando los casos de estos estudiantes acaban en los juzgados como única alternativa para la resolución del conflicto. Este hecho sucede, lamentan, más a menudo de lo que sería deseable, ante la falta de alternativas para los padres.

Adrián podrá volver a clase en un centro ordinario de educación.

El caso de Adrián

Sirva el caso de Adrián, el pequeño de 11 años de La Rioja al que la Consejería de Educación quería enviar a un centro de educación especial, como paradigma de lo que sucede con los menores con necesidades educativas especiales que acuden a la justicia para reivindicar un modelo inclusivo. Resumiendo mucho, Adrián empezó en un colegio ordinario, luego Educación lo pasó a una modalidad combinada irregular (que la ley no contempla) en la que alternaba este centro con uno especial. Finalmente, acabó con un diagnóstico en el que se recomendaba que pasase todo su tiempo en este último colegio, porque en uno ordinario no podría ser correctamente atendido según sus necesidades.

Sus padres, que en un principio desconocían sus derechos, recogidos en la Convención de la ONU sobre personas con discapacidad y a la que España está adherida, veían que a Adrián le iba mejor cuando se mezclaba con sus compañeros del centro ordinario. Pero chocaron con la pared burocrática de la Administración y acabaron en los tribunales, donde un juez les dio la razón: Adrián tiene derecho a acudir a un colegio no segregado. Además, la Administración no había acreditado que el pequeño solo pudiera recibir ese apoyo que requiere en un centro especial.

El caso de Adrián es el de tantos, recuerda Rodríguez. Él ha trabajado en más de una veintena de casos, casi siempre con el mismo perfil: la Consejería de Educación de turno ignora la ley, las familias pelean y acaban ganando. Ya hay al menos cinco casos, dos en Cataluña, otro en Castilla La Mancha y dos en La Rioja.

El primer problema es que el Estado no ha hecho sus deberes. “Tenía que haber acomodado la legislación nacional y autonómicas a la convención de la ONU y no lo ha hecho en diez años, más allá de pinceladas”, lamenta Fernández. “A nivel normativo, la mayoría de las leyes, estatales y autonómicas, sí hablan de la educación inclusiva, equidad, apoyo a la diversidad”, tercia Rodríguez. “Hay un reconocimiento formal a la necesidad de los ‘ajustes razonables’ que necesitan los niños en los centros ordinarios. Pero la realidad práctica no es esta. Nos encontramos una falta de atención, de sensibilidad, tanto para enviar a centros especiales como a centros ordinarios, con tratamientos discriminatorios”.

Carme Fernández, presidenta de la Fundació Gerard.

De los centros especiales a las aulas especiales

La ley establece que la inclusión debe ser la norma habitual, pero la realidad es la contraria. “Hace diez años existía un compromiso para que los centros de educación especial desaparecieran o, al menos, se transformaran”, explica Fernández. Pero no solo no ha ocurrido, sino que “se ha creado un nuevo modelo segregador: las aulas específicas dentro de los centros ordinarios”, continúa. Esto es, los alumnos están matriculados en colegios inclusivos, pero acuden a aulas específicas con otros niños con diversidad funcional, con lo que acaban igualmente segregados.

Las administraciones, cuentan Fernández y Rodríguez, creen que esto es inclusión también. “Desde nuestro punto de vista y el de la Convención, esto no es así. A la inclusión no se llega desde la segregación. Son caminos paralelos que no pueden confluir en ningún punto. Esto es una forma de perpetuar la segregación. Las aulas específicas en el fondo tiene sus raíces en los prejuicios que nos acompañan desde hace un siglo con la diversidad funcional”, argumenta Fernández, en alusión a cuando se matriculaba a los pequeños con diversidad funcional “como gesto humanitario y para tenerlos controlados”.

“Todos estos prejuicios se han instalado en el sistema de creencias de la sociedad y están en la base del modelo de segregación”, explica la activista. “La inclusión implica romper con el modelo de educación especial, es la única forma de avanzar. Esto se logra a partir de unos mínimos estándares que necesariamente implican la presencia del alumno en el entorno y, a partir de ahí, incluir. La inclusión se hace incluyendo”.

Básicamente, para la Administración es más fácil, cómodo y barato juntar a los chicos con diversidad funcional, bien en centros especiales o en aulas específicas en centros ordinarios, que proporcionar los apoyos que requerirían (un especialista Pedagogo Terapeuta, uno de Audición y Lenguaje) y meterlos en el aula normal. Pero, salvo casos muy extremos, los juzgados les vienen diciendo a las consejerías que esto tienen que demostrarlo fehacientemente y que, en la mayoría de los casos, no es así.

De centros específicos y diagnósticos clínicos

Por qué las administraciones eligen la vía del centro específico contra la ley y los precedentes legales no está claro, pero Fernández y Rodríguez se atreven con alguna opinión.

“El modelo especial genera mucho dinero para muchas personas”, lanza Fernández. “Los centros de educación especial son privados o concertados en su mayoría. Y no acaba aquí. ¿Dónde van luego? No se incorporan a la sociedad, este modelo no prepara a nadie, es mentira. Todos estos alumnos siguen en el ‘circuito de lo especial’: residencias, centros ocupaciones que funcionan como empresas donde solo trabajan personas con discapacidad con sueldos bajísimos (pero empleados, a fin de cuentas). Todo esto genera mucho dinero”, relata.

Rodríguez apoya el argumento y añade que cree que la inclusión realmente “no ha penetrado en la Administración. También falta formación del profesorado y una estrategia clara de apoyo”, afirma.

Y, por último, las familias. No las de los menores con diversidad: las otras. En ocasiones, son las primeras que presionan para que estos alumnos salgan de las clases de sus hijos. Hace no demasiado, los padres de dos colegios de Galicia y Andalucía rechazaron llevar a sus hijos a clase hasta que el colegio no expulsara a dos pequeños con diversidad funcional que, decían, ponían en riesgo la integridad física de sus pequeños.

Rodríguez ha llevado casos similares a estos. Fernández también conoce algún ejemplo y se pregunta “dónde está el papel de la escuela. En la mayoría de los casos, promueve que las familias realicen esas quejas. Muchas veces, la misma escuela filtra información que no debe y eso crea alarma social por prejuicios”, lamenta.

Rodríguez y Fernández explican que parte del problema es que la (no) inclusión se da porque se aborda el fenómeno como un problema clínico-sanitario, en función de lo que le ocurra al pequeño de turno, y no como un asunto educativo.

El caso más extremo de esto se da con un fenómeno cada vez más habitual: el diagnóstico de trastornos mentales a niños que no los tienen para justificar su ingreso en centros especiales. “Existen determinados alumnos que incomodan mucho. Son alumnos que sin tener dificultades intelectuales, sí las tienen de comportamiento y actitud. Como tienen capacidades (y vivimos en un sistema capacitista), no estaría bien visto llevarlos a un centro de educación especial. La solución entonces es abogar por que tienen trastornos mentales y encerrarlos en unidades terapéuticas”, lamenta Fernández.

La guerra por la inclusión lleva años peleándose. En los últimos tiempos, sus defensores van sumando pequeñas pero significativas victorias. “Estamos en un momento histórico en el que hay que abrir camino para que en los próximos años esto sea mucho más fácil”, opina Fernández. “La capacidad de un chico no puede condicionar los derechos humanos nunca. Estos son independientes de la capacidad: se tienen y ya”. Junto a Rodríguez, promete no parar.

*Fuente:http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/07/13/la-inclusion-implica-romper-con-el-modelo-de-educacion-especial-hay-que-meter-al-pt-en-el-aula-ordinaria/

Comparte este contenido:

México: Solo el 3% de personas con Síndrome de Down estudian

México/10 de Julio de 2017/ADN 40

Solo el 3% de personas con Síndrome de Down estudian

En México más de 250 mil personas padecen síndrome y sólo un porcentaje tiene acceso a la educación.

La presidenta de la Fundación Mosaico DownYesenia Escudero, en una presentación de la campaña; Lápiz, papel o tijera, que se llevó a cabo en la Universidad del Valle de MéxicoCampus Chapultepec, hizo un llamado al Gobierno e Instituciones educativas a que se involucren más en la enseñanza a las personas con síndrome de down.

México está muchos pasos atrás de países como España y Argentina en la inclusión de personas con discapacidad en el ambiente laboral y en la integración con la sociedad” señaló la presidenta.

La principal razón de no llevar a los niños con capacidades diferentes a la escuela es por la falta de centros educativos, y por no contar con materiales para su enseñanza.

Yesenia Escudero señaló que hay varios Centros de Atención Múltiple por parte de la SEP, en donde se reciben a menores que padecen desde parálisis cerebral, síndrome de downhasta autismo, pero complica la labor de docentes y el aprendizaje de los niños, debido a que sus necesidades educativas son diferentes.

Lápiz, Papel o Tijera, tiene como objetivo sumar el fortalecimiento de la educación para evitar la deserción educativa para personas con capacidades diferentes y sensibilizar a la población con el tema de la inclusión.

Fuente: http://www.adn40.mx/noticia/mexico/nota/2017-07-07-08-30/solo-el-3–de-personas-con-sindrome-de-down-estudian/

Comparte este contenido:

Puerto Rico: Julia Keleher conoce escollos de maestros de Educación Especial

Centro América/Puerto Rico/26 Febrero 2017/Fuente: primerahora/Autor:Bárbara J. Figueroa Rosa

La Secretaria de Educación, Julia Keleher, está de acuerdo con los hallazgos de un estudio que revela que el 80% de los niños registrados en el programa de Educación Especial están en un salón de la corriente regular atendidos por maestros que, en su mayoría, no se sienten capacitados o con recursos suficientes para realizar esta tarea.

Esta semana la Fundación SM difundió los resultados de una investigación titulada Educación Especial en Puerto Rico: Necesidades de formación profesional en el magisterio que, entre muchos factores dejó establecido que en un salón de la corriente regular en el que un maestro atiende un promedio de 25 alumnos, al menos cuatro estudiantes tienen una necesidad especial.

Se destacó, además, que esto implica un gran reto para los educadores pues el 80% de ellos dice sentir el gran reto de trabajar en un ambiente de inclusión cuando casi no han sido expuestos a actividades de desarrollo profesional en el área de educación especial. Entre ellas, mencionaron que les gustaría recibir capacitación en: enseñanza diferenciada, atención a la diversidad, estrategias y técnicas pedagógicas, manera de evaluar a los alumnos, cómo mantener la disciplina y control de grupo, con tenido curricular y el uso de la tecnología en la enseñanza.

“Durante estas casi ocho semanas que han transcurrido nos hemos percatado de que hay varias cosas que no ocurren como deberían; no existe una base de datos correcta que pueda servir para manejar la situación de Educación Especial, como corresponde”, manifestó Keleher.

El estudio también menciona un alza alarmante en el periodo de una década en los casos de niños registrados en el Programa de Educación Especial. Actualmente hay 160 mil participantes. Esa cifra es más de un 50% a los casos registrados en el 2010 cuando las estadísticas eran de 97 mil alumnos inscritos.

“¿Por qué esa alza? La alta participación de estudiantes en el Programa de Educación Especial provoca muchos cuestionamientos acerca de los procesos de evaluación y elegibilidad”, destacó Hiram Guadalupe, editor de la investigación al agregar que ese es tema de una futura investigación.

A esta interrogante Keleher dijo que aún cuando en el Departamento de Educación (DE) hay varios sistemas de recopilación de información que incluyen el diagnóstico de condiciones y la asignación de ayuda hace falta indagar más.

“No existe una práctica de gerenciar, de analizar y buscar las razones de porqué ocurren las cosas. No hay sistemas de control en los que podamos apoyarnos. No obstante, desde que llegué y me di cuenta de esto, comencé a rediseñar los procesos y espero que para finales de este curso escolar estemos más claros y podamos implementar procesos que sí funcionen para el bienestar de los niños y las niñas de educación especial y sus padres, como corresponde y se merecen”, agregó la funcionaria.

Cabe destacar que este proceso de integración se genera por acuerdos de ley tras el caso de Rosa Lydia Vélez y porque están establecidos en estatutos estatales (Ley 51) y federales (Ley IDEA).

Fuente de la noticia: http://www.primerahora.com/noticias/gobierno-politica/nota/juliakeleherconoceescollosdemaestrosdeeducacionespecial-1208383/

Fuente de la imagen:http://rec-eph.gfrcdn.net/images/tnph3/615/304/1/1/615/304/2017/02/24/crop_48accb76-ac0a-44d0-9d9b-8efe02539024.jpg

Comparte este contenido:

«Los niños de alta capacidad necesitan una atención educativa diferente»

14 de febrero de 201/Fuente: el comercio

«La parte cognitiva, la creativa y la personalidad, además de la curiosidad, son distintivos de una mente así, aunque es díficil detectarlo»

Cristina López Escribano es doctora en Ciencias de la Educación y tiene muy claro que los niños con altas capacidades necesitan una atención educativa «diferenciada». La necesitan porque aprenden y conciben el mundo que les rodea de manera «diferente». Consciente de esa diferencia y de esa atención específica, dirige la Unidad de Altas Capacidades de Asturias desde las oficinas que ocupan en la sede de la Escuela Oficial de Idiomas de Oviedo.

Unidad de Altas Capacidades en Asturias. Solo el nombre ya impone.

–No, qué va. En realidad es un equipo regional que tiene tres áreas. Una dedicada a la Atención a la Diversidad, otra es la Unidad de Conducta y luego está la Unidad de Altas Capacidade

¿Cómo se trabaja en el área de altas capacidades?

–Empezó hace unos veinte años en Latores. En aquel momento, la dificultad era el desconocimiento. Primero, por saber qué eran altas capacidades y segundo, porque no se veía la necesidad de dar al niño una respuesta diferenciada por el hecho de tener alta capacidad.

Ahora, ¿la concepción ha cambiado?

–La comunidad educativa te va informando de las necesidades que tienen. Son niños de necesidades educativas específicas porque aprenden de forma diferente.

¿Qué significa aprender de forma diferente?

–Su forma de incorporar los conocimientos y de interpretar el mundo es diferente. Por lo tanto, hay que ayudarles y darles respuesta de una forma un poco diferenciada.

Sin embargo, cuando a un pequeño se le cataloga como niño de alta capacidad a los padres les entra el pánico.

–Yo tranquilizaría a las familias, porque esa diferencia, si el docente está ya formado, muy bien…

¿Y si no lo está?

–Si no lo está hay una metodología específica que los docentes aplican de forma natural, en la mayor parte de los casos. De otra forma, lo que hay que conocer es la casuística individual de cada alumno. La familia necesita trabajar en colaboración con el centro educativo, es lo fundamental.

El papel de la familia de un niño de altas capacidades, ¿es más que primordial en su desarrollo?

–El niño es feliz si ve feliz a su familia. Por eso siempre pedimos a los papás que confíen en que sus aportaciones van a llegar, porque están coordinándose con un docente, con un técnico, sin dejar que el niño quede con «me dicen que soy listo». Eso ya lo saben.

Quizá la pregunta sea: ¿Cómo se sienten estos pequeños?

–Va a depender de la propuesta que hagamos los adultos. La adecuada es la que nos va demandando el propio niño. Cuando el profe o los papás tienen dudas solo hay que fijarse en si el niño disfruta. Si lo hace, esa es la clave.

¿Que el niño sea feliz?

–Él es feliz si ve feliz a su familia. Reitero, hay que tranquilizar a las familias.

Hay mucha retórica sobre el mundo de las altas capacidades. ¿Qué diferencia a un niño de este tipo?

–Es muy difícil responder a esta pregunta. No hay una línea real que lo diferencia. Un déficit de otro tipo tiene una línea clínica definida, en el tema de altas capacidades es más complejo, más amplio.

¿Pero habrá alguna característica que los defina?

–Primero el estilo cognitivo, su capacidad intelectual tiene que ser superior a la media. Esto sirve a la familia pero, para el técnico que lo evalúa, hay que ser un poco más serio.

¿En qué sentido?

–La Organización Mundial de la Salud propuso un 130 de coeficiente intelectual, pero si lo pensamos friamente ¿un niño con 129 ya no lo es? Un grupo de orientadores de toda Asturias acordamos ampliar un poquito ese aspecto y proponer 130 más menos cinco, desde 125. La OMS fijó ese parámetro para niños superdotados, pero en altas capacidades entran también muchos otros niños que tipológicamente no son superdotados.

¿Qué diferencia hay entre un niño superdotado y otro de alta capacidad?

–Altas capacidades es la totalidad de la población de la que estamos hablando. Luego, dentro de este grupo, hay que añadir la creatividad, que influye decididamente en la respuesta del alumno, la expresión oral y escrita, la manera de intervenir, el nivel de curiosidad, la crítica…

Sin embargo, a un niño de altas capacidades le puede caer el sambenito de ‘resabidillo’ o ‘listillo’.

–El profesor, a fecha de hoy, suele ser muy respetuoso con ese tipo de comentarios, pero también somos humanos. Lo mejor es hablar con claridad y saber que hay una diferencia y reconocer que la parte cognitiva, la creativa y la personalidad son distintivos de una mente con alta capacidad.

El sistema educativo, ¿está preparado para primero identificar y luego gestionar a este tipo de alumno?

–No soy quién para juzgar un sistema educativo.

Pero seguro que tiene una opinión fundamentada sobre ello.

–Mi opinión personal es que, a fecha de hoy, el profesorado tiene mucha inquietud por saber. Los centros de profesores están intentando formar en todas aquellas necesidades que detectan y desde esta unidad estamos impartiendo toda respuesta que consideramos para que el profesorado conozca sus atribuciones.

¿Y las conoce?

–Las conoce porque, por ley, tiene que impartir una respuesta educativa de calidad y diferenciada. Cada docente tiene su propio criterio metodológico, que también se lo otorga la ley. La respuesta educativa pasa por las medidas ordinarias, las que otorga el profesor; las extraordinarias, a través de programas de enriquecimiento o de ampliación; y las excepcionales, que es la flexibilización, el salto de curso, para que nos entendamos.

Si se llega a este punto, ¿es porque el alumno está preparado para ello?

–Porque lo necesita. Ahí sí que el alumno debe de ser el primero en estar muy informado, a la edad que sea, y decidir en gran medida lo que él demanda. En ocasiones, la familia se da cuenta de que el niño ha superado con creces lo que se imparte en el aula de referencia, incluso puede que el niño acuda al aula del curso siguiente a hacer alguna actividad, pero se niega en redondo a ser flexibilizado, a pasar de curso. Y expone razones propias de una madurez impresionante.

«Quieren saber»

¿Es fácil detectar a un niño de alta capacidad?

–Es un niño distinto y no es fácil detectarlo, lo mismo que comenté sobre sus características.

¿Alguna pista darán a su familia o profesores?

–Sí, a bote pronto yo señalaría la curiosidad. Les interesa un tema, profundizan en él, pero en ocasiones no es el propio de aula y el profesorado debe o bien implicar al resto del grupo o bien decididamente aparcarlo para responder más adelante. Son niños muy curiosos, con un sentido crítico más agudo, que quieren saber y están interesados por algo, no siempre un tema curricular, que es lo que más desconcierta al docente.

¿Cómo se detecta?

–Hace años se aplicaba un cuestionario de Educación Infantil de cinco años. Según los resultados, se demandaba al orientador para una valoración previa. Pero la mejor detección la hacen la familia y el docente, porque el orientador es un técnico con un montón de alumnos que valorar, por lo que él no es el responsable último, pero sí tiene un orden de prioridades para hacer una valoración de ese alumno derivado por el docente y la familia.

¿Una cosa es pensar que nuestro hijo es muy inteligente y otra que sea superdotado?

–Las altas capacidades constan de unas tipologías muy diferentes: el niño precoz que aprende antes, su vocabulario es superior al de la propia familia, pero puede derivar a las altas capacidades o bien regularse con sus pares de edad cronológica. Luego está el superdotado, que es más bien un punto de llegada que de partida. Es el niño que regula prácticamente sus competencias pero que nos pasa desapercibido en esa gran etapa de Primaria porque no es de sobresaliente en todo.

¿Hay relación entre alta capacidad y buenas notas?

–No, aunque realmente debiera haberla. La alta capacidad es una buena ayuda para obtener buenas notas y habrá que mirar por qué no lo logra.

Entran en juego muchos elementos.

–Sí pero pero la familia necesita saber que dar respuesta a nivel de contenido a estos niños es lo más fácil. Lo más difícil es transmitir que su hijo tiene unas necesidades específicas. La familia está para aportar cariño, ternura y vida emocional.

Fuente: http://www.elcomercio.es/oviedo/201702/13/ninos-alta-capacidad-necesitan-20170213175204.html

Imagen: www.elcomercio.es/noticias/201702/13/media/cortadas/crislopez-k7CB-U212108134624ZCB-490×578@El%20Comercio.jpg

Comparte este contenido:
Page 3 of 4
1 2 3 4