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Para superar el subdesarrollo nada mejor que las cooperativas

Por: José Yorg
“El desarrollo de la comunidad tiene como objetivo la promoción y movilización de recursos humanos e institucionales mediante la participación activa y democrática de la población, en todo lo que tiene que ver con mejorar el nivel y la calidad de vida”
Ezequiel Ander-Egg  

El repaso sobre la temática del subdesarrollo nos ha permitido también descubrir la extraordinaria y creciente importancia de las cooperativas en la superación de una etapa de atrofia civilizatoria.

Así, en esa tarea, analizamos la tesis doctoral de Aldo Ferrer, economista argentino, que reflejó en gran medida su experiencia en Naciones Unidas y se transformaría luego en su primer libro “El Estado y el desarrollo económico”.

“El desarrollo de las economías atrasadas -señalaba- exige un intenso esfuerzo colectivo de estímulo y organización de las capacidades productivas, que dada la debilidad de la empresa privada, sólo puede ser puesto en marcha por el Estado. Por otra parte y aunque parezca paradójico, el fortalecimiento de la empresa privada y su aporte efectivo al progreso económico y social depende de que el Estado cree las condiciones básicas que lo permitan”.

En esa misma línea de pensamiento, Raúl Prebisch- también economista argentino, secretario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe- CEPAL entre los años de 1950-1963) ha llamado Centro y Periferia a los ámbitos que ocupan los países, sean desarrollados o subdesarrollados e introduce el concepto de “dependencia”, aquella relación existencia del país periférico con respecto al país centro. Consecuentemente, el país subdesarrollado y dependiente se organiza económicamente al servicio de los intereses del país centro.

La CEPAL es una de las comisiones regionales de las Naciones Unidas y su sede está en Santiago de Chile. Se fundó en el año 1948 para contribuir al desarrollo económico de América Latina.

Sin embargo, desde las reflexiones del escritor uruguayo Eduardo Galeano, “el Subdesarrollo es el Resultado Histórico del Desarrollo Ajeno” y así lo define:

“El subdesarrollo no es una etapa en el camino del desarrollo, no estamos viviendo la infancia del desarrollo. El subdesarrollo es el resultado histórico del desarrollo ajeno. Una historia que ya para América, tiene cinco siglos de edad, durante los cuales, América Latina en general ha estado trabajando para el desarrollo ajeno. Ha estado contribuyendo con su pobreza a la riqueza de otros. No hay en el mundo, ninguna riqueza que sea inocente, porque de algún modo son todas, riquezas que han resultado de un proceso histórico de estafa colosal”.

Más allá de nuestros notables desacuerdos con las posiciones neoliberales referidas a los límites y posibilidades porque imponen a la existencia concreta de los países, el método político-económico del subdesarrollado y dependencia, aceptado, por cierto, por los gobiernos, sin embargo, valoramos los eventuales intentos de salir de esa situación anómala.

A nuestro modesto juicio la situación del subdesarrollo es fundamentalmente un asunto político, de decisiones políticas que generan poblaciones con conciencia subdesarrolladas sobre la realidad. En ese marco apuntado, vemos con mucha frecuencia que suelen darse márgenes de posibles actuaciones, aunque sean ajustados, con posibilidades de encarar planes y proyectos que impacten fuertemente en las economías regionales y de tal modo superar marginalidad y miseria poblacional.

Cabe preguntar: ¿Están los gobiernos, realmente, interesados en superar el subdesarrollo?

Rol de las cooperativas en un plan de desarrollo

Incluir, específica y seriamente, a las cooperativas en un plan de desarrollo implica que dicho plan está orientado a impactar fuertemente sobre las trabas objetivas y/o ficticias que frenan el progreso económico y social de la población.

Las cooperativas son aquellas empresas organizadas, administradas y gestionadas por sus asociados y guiadas por los valores y principios rochdelianos: Membresía abierta y voluntaria; Control democrático de los miembros; Participación económica de los miembros; Autonomía e independencia; Educación, entrenamiento e información; Cooperación entre cooperativas; Compromiso con la comunidad.

Por tanto, por una parte se asume que el plan posee una gran dosis de realismo, practicidad, respeto por la pluralidad y el de humanizar la economía. Una decisión política de destrabar los frenos que mantienen a una economía subdesarrollada requiere de una herramienta que concite todo el entusiasmo y participación: Las cooperativas.

Estas organizaciones están orientadas a cumplir su deber con auto-disciplina y eficiencia dado su valor intrínseco de autonomía e independencia que las posesiona como empresas confiables, por ello, entendemos y proclamamos que para superar el subdesarrollo nada mejor que las cooperativas.

La economía social, materializada por la empresa cooperativa, integrada a un plan de desarrollo se viabiliza el accionar de un valioso instrumento para promover, precisamente, el desarrollo, humanizando la economía, generando puestos de trabajo de calidad y promoviendo la conciencia, la cultura del desarrollo local y global en la población.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

*Fuente: www.rebelion.org
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¿Por qué las democracias predilectas asesinan indios insumisos en nombre del desarrollo?

Por: Ollantay Itzamná 
Mientras las noticias espectaculares sobre América Latina están centradas en las “pacíficas” protestas callejeras de los ricos en contra de los pobres en Venezuela, en la América Latina profunda los pueblos indígenas y campesinos soportan una sangrienta y recargada represión neoliberal permanente, sin que ello sea noticia.

El pasado 20 de mayo, los hermanos Miguel y Agustín Vázquez, defensores del pueblo indígena Wixárrika, fueron asesinados por hombres armados, en un hospital, en Jalisco, México.

El 22 de mayo, en Chiapas, México, fue asesinado el defensor indígena, Guadalupe Huet, del pueblo indígena tzotzil, y consejero de la Organización Nacional del Poder Popular.

Según representante de la ONU en México, estos asesinatos están relacionados con la defensa de derechos que realizaban las víctimas.[1]

El pasado sábado 27 de mayo, Carlos Maaz Coc, indígena maya q’echí, del gremial de pescadores, fue asesinado en El Estor, Izabal, Guatemala, en el desalojo violento que realizó la Policía Nacional Civil de una protesta contra la empresa minera (CGN) que contamina el lago donde pescan. El gobierno nacional, no sólo respondió con represión a las demandas legítimas de los defensores del lago, sino que negó que existiese persona fallecida en el desalojo.

En Colombia, después de la firma de los Acuerdos de Paz, ya suman más de 30 defensores indígenas y campesinos asesinados violentamente. Todos por defender tierra y territorios. El último caso fue el asesinato del Gobernador del Cabildo Kite Kiwe, Gerson Acosta Salazar, en Timbío, Cauca, el pasado 19 de abril.[2]

Todos estos y otros asesinatos premeditados ocurren en pueblos indígenas que defienden sus territorios y medios de vida ante la violenta invasión de empresas hidromineras, sin licencia social.

¿Qué dicen los gobiernos neoliberales y organismo internacionales?

La honestidad intelectual y espiritual del entonces Canciller de Guatemala, Harold Caballero, en 2012, ante las denuncias públicas de la masacre de indígenas mayas en Totonicapán, por las fuerzas del orden, expresa el pensamiento compartido por los gobiernos neoliberales: El pastor evangélico y político que fungía como Canciller dijo:

“Tampoco vamos alarmarnos con ocho muertes. Aquí tenemos todos los días el doble de ocho asesinatos”.[3]

Si bien, organismos internacionales como la ONU emiten sus voces de “preocupación” al respecto. Otros, como la Relatoría de pueblos indígenas de la OEA son silentes cómplices.

Sin embargo, hay organismo financieros internacionales como el Banco Mundial (que financian proyectos hidromineros por todas partes) que son elocuentes en su valoración sobre el delicado tema.

En abril del 2016, en Nueva York, Jim Jong Kim, Presidente del Banco Mundial, al referirse al asesinato de la indígena lenca hondureña Berta Cáceres, justificó aquel acto delictivo en los siguientes términos:

“No se puede hacer el tipo de trabajo que estamos tratando de hacer y no tener algunos de estos incidentes.”[4]

Estas reacciones premeditadas de lo más “sublime” de la civilidad de las sociedades hegemónicas actuales evidencia lo medular de la filosofía occidental moderna respecto a los pueblos indígenas. En especial sobre defensores indígenas en resistencia ante avasallamiento de la mítica inversión privada en los territorios.

Para ellos, los derechos humanos son privilegios privativos para los nichos sociales que ellos representan. Al igual que la dignidad y la condición humana.

El o la indígena no tiene derechos. Sólo obligaciones. No es un ser humano, sino un complemento más de la tierra y de los bienes a saquear para generar divisas (para otros). El o la indígena tiene derechos sí, y sólo si es para defender la finca del patrón.

El o la indígena en resistencia es un patógeno a erradica de las fincas

Los “inversionistas” y gobiernos neoliberales protegen a los animales en extinción de la fauna silvestre, mientras aniquilan a mansalva a familias y pueblos indígenas enteros en busca del desarrollo criminal.

Promueven y premian a indígenas exóticos académicos y obedientes, pero castigan mortalmente a indígenas insumisos y en resistencia porque temen que la obediencia cristianamente instalada en las fincas (como máxima virtud) sea provocada por la insolencia de atrevidos defensores indígenas de derechos.

Estos neoliberales gobiernos democráticos y sus “inversionistas” del mal desarrollo, moral e intelectualmente, son más voraces que Colón, Cortés, Alvarado, Pizarro, Almagro, y otros, invasores de la primera generación. Éstos por lo menos no alardeaban discursos sobre derechos humanos universales, mucho menos presumían gobiernos democráticos, como sí lo hacen los actuales gobiernos de Guatemala, Honduras, México, Perú, Colombia,… países donde, acuerpados por organizaciones como la OEA, se masacran selectiva y silenciosamente a defensoras/es indígenas de manera impune, sistemático y permanente.

Notas:

[1] https://www.servindi.org/actualidad-noticias/25/05/2017/onu-dh-condena-los-asesinatos-de-lideres-indigenas

[2] http://www.telesurtv.net/news/Asesinan-a-otro-lider-indigena-de-Colombia-en-Cauca-20170419-0069.html

[3] https://www.plazapublica.com.gt/content/toto-41012-primera-masacre-del-ejercito-tras-la-firma-de-la-paz

[4] http://www.contagioradio.com/banco-mundial-justifica-el-asesinato-de-la-lideresa-berta-caceres-articulo-23274/

*Fuente: www.ollantayitzamna.wordpress.com
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Argentina: Fuga de capitales y aumento de la deuda externa

Por: Fabian Kovacic

Argentina conoce un proceso de endeudamiento similar al observado poco antes de la debacle de 2001. La fuga de divisas y la falta de inversiones siguen deteriorando la economía cotidiana de los ciudadanos en el corto plazo.

Entre enero y marzo de este año la fuga de dólares del sistema financiero argentino alcanzó los 4.000 millones, según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav).(1) Un récord cuyo antecedente más cercano se dio en 2003, previo a la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia.

En los últimos diez años, según otro informe, titulado “Paro y blanqueo. La dialéctica de los dos paros”, de los economistas Tomás Raffo y Claudio Lozano (del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, Ipypp, y ligados a la Cta), la fuga de dólares alcanzó unos 240.000 millones con un aceleramiento en los últimos tres meses. Cifras similares exponen también en su último informe el Centro de Economía Política Argentina (Cepa) y estudios contables a los que consultó Brecha.

Dólares voladores

Datos como estos apuntan a un futuro incierto para la economía argentina. Según el informe de la Undav, la salida de 4.000 millones de dólares en dos meses supera en 83,9 por ciento al promedio de fuga de dólares de los últimos quince años, y los factores que provocan esa estampida financiera son los siguientes: una política de endeudamiento en pesos y en dólares; la apertura indiscriminada de la importación de bienes manufacturados que intensifica la salida de divisas y destruye el entramado industrial nacional; la eliminación de restricciones a la permanencia mínima de capitales que ingresan al país, lo que estimula la inversión especulativa y los llamados capitales golondrina (cortoplacistas) y, finalmente, el desmantelamiento de la Unidad de Investigaciones Financieras (Uif), que ha tenido como consecuencia la disminución de los controles que esa repartición estatal debiera ejercer para prevenir y combatir delitos económicos.

No obstante, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, insistió en considerar un logro el resultado de la colocación de bonos en lo que va del gobierno de Macri y el blanqueo de capitales pergeñado por su antecesor, Alfonso Prat Gay. Pasada la fecha límite del 31 de marzo para declarar bienes y capitales y acogerse al régimen de amnistía fiscal, la ley de blanqueo de activos generó un ingreso de 9.500 millones de dólares a las arcas estatales. A su vez, el titular del Banco Central (Bcra), Federico Sturzenegger, ensayó una cabriola gramatical para explicar la fuga de capitales. Frente al crecimiento de la deuda externa y la cantidad de dólares argentinos en cuentas extranjeras, Sturzenegger afirmó, en junio de 2016 durante un seminario en el Bcra organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (Bid), que “el país es acreedor neto respecto del resto del mundo”, porque sobre un monto de deuda externa cercano a los 160.000 millones de dólares (a fines de 2015; 2016 cerró con una deuda externa bruta de más de 192.000 millones de dólares) los activos privados argentinos radicados en cuentas y propiedades fuera del país superan los 226.000 millones. “Esto es ine-ficiente, es cierto”, reconoció, admitiendo la desconfianza en el sistema económico local. “Pero el aspecto positivo es que el ahorro está ahí: lo que enfrentamos es la elección de dónde invertir y cómo hacerlo en moneda local”, añadió quien fuera funcionario durante el gobierno de la Alianza (1999-2001) y procesado a propósito de la operación financiera conocida como “megacanje”, por la cual en 2001, mediante la emisión de bonos, se difirieron vencimientos por casi 17.000 millones de dólares, lo cual dio lugar al tristemente célebre corralito financiero, implementado por el ministro Domingo Cavallo, que terminó con una salida masiva de divisas del circuito financiero argentino y la debacle de diciembre de ese año, con la caída del gobierno. Recién en setiembre pasado Sturzenegger fue sobreseído por la justicia federal.

Mitad en blanco

La mirada del titular del Bcra sobre los bienes en moneda y propiedades de argentinos en el exterior se apoya también en los resultados del llamado “blanqueo de capitales”. La ley de sinceramiento fiscal sancionada en julio de 2016 permitía declarar cuentas bancarias y propiedades pagando por única vez un impuesto mínimo de 5 por ciento hasta un máximo de 15 por ciento, según el monto y la fecha en que fuera hecha la declaración patrimonial. El resultado festejado por el oficialismo deja en claro que efectivamente los bienes argentinos en el exterior superan ampliamente la deuda externa del país. Brecha realizó una encuesta entre estudios contables vinculados con estas operaciones de blanqueo. Éstos coincidieron en que “muchos clientes optaron por no declarar los bienes fuera del país y otros tantos sólo blanquearon una parte, lo cual eleva la cifra de fuga de capitales probablemente al doble de lo declarado”.

Pese a los acuerdos firmados en los últimos años entre Argentina y Uruguay para detectar bienes de argentinos en el país vecino, para muchos estudios contables y bufetes de abogados de Buenos Aires sigue siendo una plaza atractiva para “resguardar valores”, según describió un contador a Brecha. Incluso teniendo en cuenta el acuerdo firmado entre ambos gobiernos en 2012, por el cual Argentina puede solicitar datos puntuales sobre cuentas bancarias, propiedades y movimientos financieros de argentinos en Uruguay, la situación sigue siendo favorable para inversionistas de Buenos Aires.

Panamá Papers

El revuelo que generaron las revelaciones de los llamados Panama Papers sobre las empresas offshore creadas por el estudio Mossack Fonseca en Panamá alertó a los argentinos que utilizaban ese método para la fuga de dinero. “Esa vía no tiene buena prensa, digamos, pero sigue siendo legal”, subrayó un contador a Brecha, y reconoció que en los últimos tres meses, mientras pequeños ahorristas blanqueaban dinero que tenían depositado en Uruguay, al mismo tiempo medianas y grandes empresas utilizaban el país para transferir dinero hacia otros destinos. “Panamá o Uruguay son vías legales dentro del juego de salida de efectivo por la eterna falta de confianza en la situación económica y legal del país”, señaló.

En ese sentido, y como contracara de la interpretación de Sturzenegger, el informe elaborado por los economistas Claudio Lozano y Tomás Raffo señala que “se trata de una fuga de excedentes económicos y financieros que lleva cuarenta años de historia económica”. Lozano y Raffo indican que además de los 240.000 millones de dólares acumulados en el exterior en setiembre de 2016 (según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Indec), otras “estimaciones privadas ubican en 375.000 millones de dólares los activos de los millonarios argentinos en el exterior”.

El Centro de Economía Política Argentina (Cepa) confirma el fenómeno con otros datos reveladores. “Con la apertura de la economía en diciembre de 2015 y la salida del cepo al dólar impuesto por el kirchnerismo en 2011, se verificó que desde entonces por cada dólar ingresado como inversión salieron cinco fugados hacia el exterior”, sostiene en su informe de abril, titulado “Cinco por uno, no va a quedar ninguno”.

El informe muestra que está en obra un mecanismo de endeudamiento similar al practicado durante el gobierno de la Alianza, con un régimen de cambio flotante, inversiones extranjeras a corto plazo y compra de bonos argentinos de manera tercerizada, en el que el ciclo de salida de dólares se genera por la toma de deuda del Estado para pagar subsidios a empresas privadas contratistas de obras de infraestructura que luego salen del país a cuentas privadas en bancos extranjeros. El Cepa señala que “en este modelo, las reservas no tienen mayores utilidades dado que el Bcra no opera de manera directa en el mercado cambiario. El único fin del endeudamiento es el financiamiento artificial de la fuga de capitales”.Todos los informes mencionados señalan además de la fuga de capitales, la falta de inversiones o, en todo caso, que las inversiones de capitales golondrina volvieron a ser parte del panorama económico argentino desde que asumió Mauricio Macri, el 10 de diciembre de 2015. La reciente visita del presidente argentino a su colega estadou-nidense Donald Trump para atraer inversión hacia Argentina es parte de una coreografía de anuncios poco factible para un modelo pensado para la especulación financiera similar a la implementada en los períodos 1976 y 1983, bajo la dictadura militar y en los años del menemismo, cuando Sturzenegger y Dujovne fueron funcionarios de sus segundas líneas. Mientras tanto la emisión de deuda sigue creciendo a ritmo sostenido.

Nota

1) Santiago Fraschina (coordinador), “Política monetaria y cambiaria”, Marzo de 2017.Argentina conoce un proceso de endeudamiento similar al observado poco antes de la debacle de 2001. La fuga de divisas y la falta de inversiones siguen deteriorando la economía cotidiana de los ciudadanos en el corto plazo.

Entre enero y marzo de este año la fuga de dólares del sistema financiero argentino alcanzó los 4.000 millones, según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav).(1) Un récord cuyo antecedente más cercano se dio en 2003, previo a la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia.

En los últimos diez años, según otro informe, titulado “Paro y blanqueo. La dialéctica de los dos paros”, de los economistas Tomás Raffo y Claudio Lozano (del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, Ipypp, y ligados a la Cta), la fuga de dólares alcanzó unos 240.000 millones con un aceleramiento en los últimos tres meses. Cifras similares exponen también en su último informe el Centro de Economía Política Argentina (Cepa) y estudios contables a los que consultó Brecha.

Dólares voladores

Datos como estos apuntan a un futuro incierto para la economía argentina. Según el informe de la Undav, la salida de 4.000 millones de dólares en dos meses supera en 83,9 por ciento al promedio de fuga de dólares de los últimos quince años, y los factores que provocan esa estampida financiera son los siguientes: una política de endeudamiento en pesos y en dólares; la apertura indiscriminada de la importación de bienes manufacturados que intensifica la salida de divisas y destruye el entramado industrial nacional; la eliminación de restricciones a la permanencia mínima de capitales que ingresan al país, lo que estimula la inversión especulativa y los llamados capitales golondrina (cortoplacistas) y, finalmente, el desmantelamiento de la Unidad de Investigaciones Financieras (Uif), que ha tenido como consecuencia la disminución de los controles que esa repartición estatal debiera ejercer para prevenir y combatir delitos económicos.

No obstante, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, insistió en considerar un logro el resultado de la colocación de bonos en lo que va del gobierno de Macri y el blanqueo de capitales pergeñado por su antecesor, Alfonso Prat Gay. Pasada la fecha límite del 31 de marzo para declarar bienes y capitales y acogerse al régimen de amnistía fiscal, la ley de blanqueo de activos generó un ingreso de 9.500 millones de dólares a las arcas estatales. A su vez, el titular del Banco Central (Bcra), Federico Sturzenegger, ensayó una cabriola gramatical para explicar la fuga de capitales. Frente al crecimiento de la deuda externa y la cantidad de dólares argentinos en cuentas extranjeras, Sturzenegger afirmó, en junio de 2016 durante un seminario en el Bcra organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (Bid), que “el país es acreedor neto respecto del resto del mundo”, porque sobre un monto de deuda externa cercano a los 160.000 millones de dólares (a fines de 2015; 2016 cerró con una deuda externa bruta de más de 192.000 millones de dólares) los activos privados argentinos radicados en cuentas y propiedades fuera del país superan los 226.000 millones. “Esto es ine-ficiente, es cierto”, reconoció, admitiendo la desconfianza en el sistema económico local. “Pero el aspecto positivo es que el ahorro está ahí: lo que enfrentamos es la elección de dónde invertir y cómo hacerlo en moneda local”, añadió quien fuera funcionario durante el gobierno de la Alianza (1999-2001) y procesado a propósito de la operación financiera conocida como “megacanje”, por la cual en 2001, mediante la emisión de bonos, se difirieron vencimientos por casi 17.000 millones de dólares, lo cual dio lugar al tristemente célebre corralito financiero, implementado por el ministro Domingo Cavallo, que terminó con una salida masiva de divisas del circuito financiero argentino y la debacle de diciembre de ese año, con la caída del gobierno. Recién en setiembre pasado Sturzenegger fue sobreseído por la justicia federal.

Mitad en blanco

La mirada del titular del Bcra sobre los bienes en moneda y propiedades de argentinos en el exterior se apoya también en los resultados del llamado “blanqueo de capitales”. La ley de sinceramiento fiscal sancionada en julio de 2016 permitía declarar cuentas bancarias y propiedades pagando por única vez un impuesto mínimo de 5 por ciento hasta un máximo de 15 por ciento, según el monto y la fecha en que fuera hecha la declaración patrimonial. El resultado festejado por el oficialismo deja en claro que efectivamente los bienes argentinos en el exterior superan ampliamente la deuda externa del país. Brecha realizó una encuesta entre estudios contables vinculados con estas operaciones de blanqueo. Éstos coincidieron en que “muchos clientes optaron por no declarar los bienes fuera del país y otros tantos sólo blanquearon una parte, lo cual eleva la cifra de fuga de capitales probablemente al doble de lo declarado”.

Pese a los acuerdos firmados en los últimos años entre Argentina y Uruguay para detectar bienes de argentinos en el país vecino, para muchos estudios contables y bufetes de abogados de Buenos Aires sigue siendo una plaza atractiva para “resguardar valores”, según describió un contador a Brecha. Incluso teniendo en cuenta el acuerdo firmado entre ambos gobiernos en 2012, por el cual Argentina puede solicitar datos puntuales sobre cuentas bancarias, propiedades y movimientos financieros de argentinos en Uruguay, la situación sigue siendo favorable para inversionistas de Buenos Aires.

Panamá Papers

El revuelo que generaron las revelaciones de los llamados Panama Papers sobre las empresas offshore creadas por el estudio Mossack Fonseca en Panamá alertó a los argentinos que utilizaban ese método para la fuga de dinero. “Esa vía no tiene buena prensa, digamos, pero sigue siendo legal”, subrayó un contador a Brecha, y reconoció que en los últimos tres meses, mientras pequeños ahorristas blanqueaban dinero que tenían depositado en Uruguay, al mismo tiempo medianas y grandes empresas utilizaban el país para transferir dinero hacia otros destinos. “Panamá o Uruguay son vías legales dentro del juego de salida de efectivo por la eterna falta de confianza en la situación económica y legal del país”, señaló.

En ese sentido, y como contracara de la interpretación de Sturzenegger, el informe elaborado por los economistas Claudio Lozano y Tomás Raffo señala que “se trata de una fuga de excedentes económicos y financieros que lleva cuarenta años de historia económica”. Lozano y Raffo indican que además de los 240.000 millones de dólares acumulados en el exterior en setiembre de 2016 (según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Indec), otras “estimaciones privadas ubican en 375.000 millones de dólares los activos de los millonarios argentinos en el exterior”.

El Centro de Economía Política Argentina (Cepa) confirma el fenómeno con otros datos reveladores. “Con la apertura de la economía en diciembre de 2015 y la salida del cepo al dólar impuesto por el kirchnerismo en 2011, se verificó que desde entonces por cada dólar ingresado como inversión salieron cinco fugados hacia el exterior”, sostiene en su informe de abril, titulado “Cinco por uno, no va a quedar ninguno”.

El informe muestra que está en obra un mecanismo de endeudamiento similar al practicado durante el gobierno de la Alianza, con un régimen de cambio flotante, inversiones extranjeras a corto plazo y compra de bonos argentinos de manera tercerizada, en el que el ciclo de salida de dólares se genera por la toma de deuda del Estado para pagar subsidios a empresas privadas contratistas de obras de infraestructura que luego salen del país a cuentas privadas en bancos extranjeros. El Cepa señala que “en este modelo, las reservas no tienen mayores utilidades dado que el Bcra no opera de manera directa en el mercado cambiario. El único fin del endeudamiento es el financiamiento artificial de la fuga de capitales”.Todos los informes mencionados señalan además de la fuga de capitales, la falta de inversiones o, en todo caso, que las inversiones de capitales golondrina volvieron a ser parte del panorama económico argentino desde que asumió Mauricio Macri, el 10 de diciembre de 2015. La reciente visita del presidente argentino a su colega estadou-nidense Donald Trump para atraer inversión hacia Argentina es parte de una coreografía de anuncios poco factible para un modelo pensado para la especulación financiera similar a la implementada en los períodos 1976 y 1983, bajo la dictadura militar y en los años del menemismo, cuando Sturzenegger y Dujovne fueron funcionarios de sus segundas líneas. Mientras tanto la emisión de deuda sigue creciendo a ritmo sostenido.

Nota

1) Santiago Fraschina (coordinador), “Política monetaria y cambiaria”, Marzo de 2017.

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Livro: Universidades na penumbra

Universidades na penumbra
Neoliberalismo e reestructuração universitária

Pablo Gentili. [Organizador]

Edgardo Lander. Hélgio Trindade. Hugo Aboites. Marcela Mollis. Pablo González Casanova. Roberto Follari. Roberto Leher. [Autores de Capítulo]
…………………………………………………………………………
CLACSO Coediciones.
ISBN 85-249-0811-4
CLACSO. CORTEZ.
São Paulo.
2001

Neste livro, renomados intelectuais discutem o presente e o futuro das instituições de ensino superior, no marco das severas condições de ajuste promovidas pelas políticas neoliberais na América Latina. As análises aqui desenvolvidas se organizam em torno de uma problemática comun -a fusão e confusão das linhas de demarcação entre o público e o privado nas universidades latino-americanas-, buscando examinar como se configuram as novas modalidades de privatização e mercantilização do ensino superior. Nesse espaço de penumbras, redefine-se agora uma nova geopolítica dos saberes hegemônicos, concomitante como a drástica restrição das condições de democratização das instituições públicas de formação superior. Um livro que alerta contra as reformas que levam nossas universidades à ruína, hipotecando assim o futuro de sociedades onde a pobreza e a exclusão social só fazem crescer e se multiplicar.
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¿Una incognita? El plan maestro.

LA REFORMA EDUCATIVA COMO REFORMA LABORAL

Por: Miguel Andrés Brenner

Mayo de 2017

Buenos Aires, Argentina

El propósito de este trabajo es mostrar cómo, en última instancia, bajo la fachada de una reforma pedagógica subyace una reforma laboral dentro de los cánones del capitalismo neoliberal.

Desde hace varias décadas hacia atrás, en nuestra América Latina, múltiples reformas educativas atraviesan sus sistemas educativos. En Argentina, desde la recuperación de la democracia, al menos tres, la de la década del noventa, la de la primer década del nuevo milenio y la actual. Dentro de las dos primeras, a su vez, por la descentralización/segmentación del sistema escuela, en cada una de ellas aparecen varianzas según las jurisdicciones, o sea, la reforma de la reforma. La camada docente se encuentra “descreída” de las mismas, lo que resulta grave. Si una reforma no se hace con los docentes, se hace sobre ellos, y así puede preverse un nuevo fracaso. A veces, desde el poder político, se presenta como ejemplo la bondad del modelo finlandés; más allá de las discusiones que merece, resulta oportuno señalar que en Finlandia, desde principios de la década del noventa del siglo XX hasta el presente, existe una política de Estado en materia de educación, independientemente de los avatares político partidarios y el poder formal de su democracia. En nuestra Argentina, cada gobierno tiene su propia reforma, y aún más, coexiste la reforma de la reforma. La nueva que se nos anuncia, ya se encuentra prefigurada en los acuerdos del Consejo Federal de Educación, con la participación de los ministros de educación de todas las jurisdicciones. Así, a saber el Anexo de la Resolución 276/16 –febrero- llamada “Declaración de Purmamarca”[1]y el Anexo de la Resolución 285/16 – agosto- llamada “Argentina Enseña y Aprende. Plan Estratégico Nacional 2016-2026″[2]. Ambos documentos son desconocidos hasta la actualidad por la casi totalidad de los docentes, bajo la intencionalidad política de su no publicidad, aunque se declare lo contrario.

Se vislumbra en Argentina un “cambio”[3] para el sistema educativo desde las políticas nacionales, con una supuesta participación ciudadana desde una página web oficial, donde muy pocos acuden, o bien estos pocos resultan ser solamente un simulacro de participación. Entre tanto, las universidades, los sindicatos, las escuelas en los diferentes niveles educativos, al respecto, son “convidados de piedra” y no producen a fondo pronunciamiento público. En el mejor de los casos existe tardíamente alguna reacción, nada más. Es que las luchas pedagógico políticas tienden a ser más que nada “luchas por reacción”[4] y no “luchas por anticipación”.

Las luchas docentes pasan por la reacción, a veces tardías, y antes que nada se reducen al presupuesto y al salario. Mientras tanto, la neoderecha diseña “reformas educativas” que con apariencia se centran en lo pedagógico, aunque en última instancia constituyen una reforma administrativa, burocrático, laboral en el espíritu de la precarización o flexibilidad de todo tipo de empleo.

Mientras los docentes luchan por una escala salarial digna, la burocracia política en la conducción del gobierno prepara una reforma educativa laboral. Desde ninguna institución con poder (académico o sindical), que pretende diferenciarse del economicismo, se atiende a la cuestión de la “calidad educativa” con propuestas de lucha anticipatoria, término problemático por cuanto desde el bloque hegemónico se lo significa en el plexo de la economía de mercado, es decir, considerando el mejor estándar, que facilita la observación y medición de los productos en escala mundial, además de su comparación, con una apariencia de neutralidad valorativa, de objetividad y de criterios técnicos pertinentes. Desde ahí se pretende la “rendición de cuentas”, accountability, para la “toma de decisiones”, conceptos propios del “management” o administración de empresas o su gerenciamiento. Esos conceptos – calidad, educativa, observación, medición, objetividad, criterios técnicos, rendición de cuentas, toma de decisiones- marcan tendencia en el Plan Maestro[5], con la crucial importancia, en tal sentido, de la evaluación, sea en primer lugar a los estudiantes y más que nada a los docentes, signados como principales responsables del fracaso escolar, amén de sus consecuencias como reforma laboral considerando lo que se denomina “toma de decisiones”. Dicha reforma laboral, en particular, es referida al ingreso y permanencia en cargos/horas de clases de los docentes, además de establecer incentivos salariales por mérito individual, con lo que se desarma todo tipo de comunidad o todo tipo de fuerza sindical, pues la camada docente es reducida a átomos.

La “lucha por anticipación” significa la posibilidad de propuestas reales y efectivas, factibles, que permitan una “calidad educativa” con sentido popular y colectivo o comunitario.

El documento Plan Maestro[6], a elevarse en 2017 para su aprobación en la legislatura como ley nacional, modifica toda otra ley, o bien determinados articulados, que difiera del mismo. Por ejemplo: el Estatuto del Docente.

Su estructura es la siguiente:

  • Presentación ante el Honorable Congreso de la Nación. 2 páginas
  • Justificación/exposición de motivos. 2 páginas
  • De forma para la sanción de la ley. 1 página
  • Anexo I. Dimensiones y líneas de acción principales. 38 páginas
  • Anexo II. Metas. 12 páginas

PRESENTACIÓN ANTE EL HONORABLE CONGRESO DE LA NACIÓN

Parte de dos supuestos fundamentales:

  • Menciona el Artículo 2 de la Ley Nacional de Educación 26.206/2006: “la educación es un bien público y un derecho tanto social como personal, que deben ser garantizados por el Estado”.[7]
  • La educación y sus productos principales, la información y el conocimiento son variables claves en el siglo XXI para la competitividad económica, la ciudadanía política y la equidad social. Lo que se propende es hacia una educación justa.

En última instancia, todo el texto Plan Maestro, considera como fundamento los derechos humanos y, en particular, la justicia educativa. El presente neoliberalismo coopta los “derechos humanos” para la justificación de sus discursos.

Finaliza el primer tramo señalando que el plan establece un sistema de evaluación y monitoreo y ejecución del plan, con la participación ciudadana, amén de realizar los ajustes necesarios. Cabe considerar que desde diciembre de 2015, en que asume el gobierno el frente político Cambiemos, en principio la información pública en materia de política educativa es muy sesgada, oscura y no fácilmente hallable. A su vez, el conocimiento y la discusión pública del Plan Maestro acontecen solamente para quien acude a la web en el sitio oficial desde abril de 2016, y durante mayo del mismo año. Es, también, un criterio de participación demasiado acotado, pues casi la totalidad de los interesados en las cuestiones pedagógicas no se informa normativamente a través de dicho medio-web. El Plan Maestro nace como una incógnita y es una incógnita. La práctica política de la participación es la que define el espíritu de la letra de la norma: no existe. Más aún, se solicita la “pronta sanción del presente proyecto de ley”. Por ende, la premura, la urgencia, hace a la pretendida institución de una “masa silenciosa” por negación de las instancias democráticas requeridas. Y a ello, importa agregar un curioso dato, de no menor importancia: es difícil acudir al documento ministerial mediante la web (google) si en el buscador se escribe “Plan Maestro”, pero se lo halla si se consigna en el mismo “Plan Maestro” + “diálogo.compromiso por la educación”, aparentando así el reforzamiento de la “incógnita” por su alentado desconocimiento.

JUSTIFICACIÓN, EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

  • La igualdad de oportunidades.
  • Lograr una educación de calidad, centrada en los aprendizajes socialmente significativos.
  • La reducción de la desigualdad y la erradicación de la pobreza.

Veamos la siguiente reflexión crítica:

  • El concepto “igualdad de oportunidades” supone un individualismo meritocrático. Cada individuo se haría cargo de aprovechar una igualdad hipotetizada, fantaseada, puesto que en la realidad las injusticias sociales y económicas, además de políticas, son la frecuencia. Entonces, el “yo” siempre sería responsable de su éxito o fracaso
  • El sentido de una educación de calidad fue criticado más arriba. Por otro lado, el significado de aprendizaje “socialmente significativo” es nebuloso como tal, puesto que es desde el ejercicio del poder hegemónico que se lo define como tal, y no desde las necesidades prioritarias de los sectores populares.
  • Reducción y erradicación. Son dos metáforas. Reducir como acortar o achicar. Erradicar como sacar de raíz. En ambos casos, las injusticias sociales no serían consecuencia de relaciones contradictorias entre los seres humanos a partir del ejercicio del poder. Reducción: achicar, es decir, los “no-pobres” nada tendrían que ver con quienes“instituyen” los pobres, o sea, al haber menos pobres, se asimilarían a los no-pobres que gozan de los beneficios del capitalismo neoliberal. Erradicar: sacar de raíz como se extirpa una anomalía en un cuerpo biológico, suponiendo que habría que restituir un supuesto equilibrio perdido. Ambos conceptos se encuentran cargados de valoraciones ideológicas.

DE FORMA PARA LA SANCIÓN DE LA LEY

No hacemos aquí ningún comentario por ser el texto una mera formalidad a fin de la sanción de la ley.

ANEXO I. DIMENSIONES Y LÍNEAS DE ACCIÓN PRINCIPALES

Es la parte más extensa de la Ley. Son ocho sus capítulos. Aparece una multidimensionalidad conceptual pedagógica. Implica más un “tratado de pedagogía” que el texto de una ley, imposible de reglamentar en un apartado posterior. Su estudio, con la seriedad del caso, requeriría un seminario de perfeccionamiento anual para ya avezados en la materia, con la participación de equipos multidisciplinarios, a fin de explicar posicionamientos, discutirlos, hacer propuestas diferenciales y acceder a conclusiones consensuadas. Su excesiva generalidad no da pie para una efectiva concreción, y con significaciones “nebulosas” puede llegar a justificarse todo tipo de acción político educativa, bajo el pretexto de que se encuadra en el fundamento de la normativa legal y, desde la “rendición de cuentas” o “accountability” establecer una “toma de decisiones”.

Veamos la siguiente reflexión crítica:

  • Sus conceptos aparentan ser genéricos, se presentan a modo de universales (donde en realidad se universaliza la particularidad del capitalismo neoliberal, mientras se presenta el colonialismo del Norte identificado con la “justicia educativa”) y,por ende, “seductores” para los no avezados en una “segunda lectura” de trasfondo. Para analizar la especificidad de los mismos es necesario contextualizar lo valorativo y/o ideológico del texto. Una forma es bucear en la web en los escasos autores de textos señalados, que son mencionados solamente por algún apellido y fecha, sin otro dato; en esos textos se aprecia claramente el posicionamiento filosófico político de quienes redactaron el Plan Maestro. Los transcribo en el apartado final “Anexo: documentos”, con indicación de datos faltantes y brevísima síntesis de conceptos educativos.
  • Hay una especie de “pensamiento mágico”: o sea, se muestra en la normativa legal, se efectivizaría realmente. O bien, mirada la cuestión desde otro lugar, hay una voluntad de poder para subsumir en el espíritu de la ley toda realidad educativa, a la fuerza.
  • Se identifica información con conocimiento, en alusión a la sociedad del conocimiento. El estado de la cuestión muestra que, según las versiones, hay diferentes formas de interpretar información y conocimiento. No se hace revisión de dicho estado de cuestión, pues se supone una única interpretación, sin discusión alguna. Esa unidimensionalidad significa que la información tiene que ver con los datos a los que se accede en el marco de las nuevas tecnologías de la información, el conocimiento tiene que ver con el procesamiento de la información desde una mentalidad tecnocrática, eficientista, meritocrática, según los parámetros de la competitividad económica en la que “todo”, a partir de estándares universales, es materia de observación, medición, rendición de cuentas y toma de decisiones. Además, hay otro problema muy serio, por cuando el fundamento de lo social no serían las relaciones entre sectores sociales, o entre clases sociales, o entre sectores populares o, lisa y llanamente, entre sectores sociales, sea desde el punto de vista micro –como las pequeñas comunidades- o macro –como las comunidades ampliadas. Críticamente podemos decir que el fundamento de lo social sería dado por la información/conocimiento, cuya producción, acceso y distribución resulta supeditada al ejercicio del poder económico y del poder político dentro del bloque hegemónico, que ya de por sí es éticamente injusto. El término “comunidad”, en este contexto, carece absolutamente de sentido. Pero resulta también interesante señalar que, tanto en la literatura académica como periodística, surgen en estos tiempos neoliberales dos términos asimilados por su endeblez para significar la “sociedad”: “tejido social” y “lazo social”, caracterizados como metáforas (tejido y lazo) en base a la fragilidad de lo social, consecuencia de la fragmentación, el debilitamiento de la cohesión y las solidaridades, la precarización en las condiciones de vida y, particularmente, en las condiciones de vida educativa, modo vigente de opresión.[8]
  • Tampoco hay estudios de factibilidad al respecto de las “líneas de acción principales”, sean de factibilidad política u orgánica o administrativa o presupuestaria, implicando plazos precisos, lo que también puede aplicarse al Anexo II referido a las metas. Consideremos que el documento afirma que se realizará lo establecido en la normativa legal no excediendo el año 2026.
  • Según los textos mencionados en el apartado del presente texto “Anexo: Documentación”, se correlaciona fuertemente evaluación al logro de la calidad educativa, sea evaluación a los alumnos como evaluación a los docentes. En el mundo hay diferentes formas de evaluación en términos de neoliberalismo educativo. El libro de Barber y Mourshed, citado más abajo en el recién mencionado anexo, y a partir de la evaluación a los alumnos, explica que existen muy diferentes formas de mejorar un sistema educativo, pero la complejidad de la tarea y la falta de certeza acerca de sus resultados fueron reflejadas en el debate internacional. Se preguntan los autores, entonces, ¿por qué algunas tienen éxito y otras no?  Afirman que las experiencias exitosas tienen en común los siguientes aspectos: conseguir a las personas más aptas para el ejercicio de la docencia, desarrollarlas hasta convertirlas en instructores eficientes y garantizar que el sistema sea capaz de ofrecer la mejor instrucción posible a todos los niños. Valga aclarar, en el caso de Finlandia, que a fin acceder a una carrera para ser docente se exige una prueba de ingreso a la universidad a la que solo pueden matricularse quienes hubieren obtenido los más altos puntajes, con una posterior licenciatura de tres años y una maestría de dos años, el salario es acorde a la función, parte del tiempo se destina a la enseñanza en el aula, otra parte en tareas diferentes con lo que el docente no se convierte en una máquina de dar clases, quien a su vez garantiza su autoridad enseñante con el prestigio social que aprenden ya los niños antes de comenzar a aprender en la escuela, o sea, hay un aprendizaje social en tal sentido.

Sé que lo que ahora propongo, al respecto, es discutible, y es nada más que un tópico que debiera ser entendido en un conjunto a crear de manera integral que, por la brevedad de esta escritura, no aclaro, además de implicar la necesidad de un trabajo colectivo y consensuado. Considero que la educación del nivel primario es la base de todo el sistema/escuela. Los cuatro años para la formación de maestros, en las condiciones actuales, me parece excesiva. Tres es suficiente. Quienes se postulan para el magisterio podrían aprobar una evaluación de comprensión de textos, con un puntaje mínimo de siete, que sería administrada bajo sobre cerrado proveniente de las autoridades educativas nacionales, con docentes ajenos a la institución de los postulantes. Quienes aprueben ingresarían directamente al primero de los tres años. Quienes no aprueben se los invitaría a realizar un curso de un año de duración, con una carga horaria de veinte horas semanales, en pequeños grupos de taller, y nada más que con una temática, “comprensión y redacción de textos” teniendo en cuenta las diferentes áreas curriculares. Ello haría al requerimiento de un aumento de la planta funcional de docentes. Al finalizar este año introductorio, se aplicaría una misma evaluación en similares condiciones. Obviamente, esta propuesta significa consenso por parte de la camada docente, y una política de Estado que exceda a los tiempos político partidarios y priorice los tiempos pedagógicos. Si esta idea no resultara potable, otra u otras tendrían que reemplazarlas, así promover la lucha por anticipación, superando la mera lucha por reacción.

        Trabajar todos los lineamientos explicitados en el borrador de la ley es una tarea

extensísima y ciclópea, por lo que de aquí en adelante haremos alusión solamente a algunos tópicos, transcribiendo en primer lugar afirmaciones establecidas en el documento:

  1. “… se configura una nueva propuesta de ampliación de la jornada escolar…/con/ … familias y organizaciones de la sociedad civil que trabajen junto a la escuela en los desafíos presentes…”[9] Aquí se da pie para que las Organizaciones No Gubernamentales[10], llamadas organizaciones de la sociedad civil, cuyos soportes provienen del establishment o poder económico, ingresen en las escuelas y dejen su impronta privatizadora en todas ellas.
  2. “… implementar un sistema de evaluación nacional… sobre los aprendizajes de los estudiantes… con enfoque de justicia educativa…”[11] Cuestión tal a la que ya nos hemos referido, por lo que no hacemos comentario.
  3. Específicamente, abiertamente, el documento no alude a la evaluación docente, pero considerando la “Declaración de Purmamarca”[12], el Anexo de la Resolución del Consejo Federal de Educación “Argentina Enseña y Aprende”[13], además de la bibliografía citada en el Apéndice I del presente trabajo, no cabe otra interpretación en tanto irremediablemente se concluye en ese tipo de evaluación, y más aún teniendo en cuenta el concepto “rendición de cuentas para la toma de decisiones”,  muy caro a la teoría y práctica del management o gerenciamiento empresario.
  4. “Desde hace años, la evidencia ha venido demostrando que la calidad de los aprendizajes está fuertemente condicionada por la calidad de la enseñanza y de la gestión escolar, una vez despejadas las variables socioeconómicas (Barber y otros, 2008).”[14] Esta expresión hace recordar una jornada docente en época de la dictadura cívico/militar, año 1982, en la que se exigía a maestros y profesores analizar las causas de la deserción escolar despegando las variables socioeconómicas.
  5. “… la Argentina hoy no cuenta con estrategias de evaluación que permitan análisis rigurosos y confiables sobre sus políticas docentes.”[15] “… la evaluación también debe incorporar en sus fines la rendición de cuentas.”[16]“La información para la toma de decisiones es una condición indispensable y necesaria para poder emprender las mejores alternativas.”[17]“/Un nuevo/ diseño de carrera /docente/ permitirá superar el sistema actual, donde el mejoramiento de las condiciones salariales es la antigüedad”. [18]A modo explicativo, valga el siguiente ejemplo: hay un camino lleno de baches, el automóvil se encuentra destartalado, el conductor se siente mal, pero se lo “mide”, y compara con otros conductores en contextos favorables, para ver si llegó a destino en tiempo y forma.

ANEXO II. METAS

Se presentan algunas metas de modo seductor, para atrapar al no avezado en estas cuestiones. Como se dijo más arriba, no hay en múltiples metas serios estudios de factibilidad al respecto. Señalamos algunos pocos ítems, invitando a la lectura de este Anexo Metas.

A saber:

  • “Diseñar e implementar para el año 2021 un sistema de evaluación para los estudiantes y egresados de los Institutos de Formación Docente.”[19] Lo que no se precisa son las consecuencias de la “rendición de cuentas para la toma de decisiones”. Sospechosamente, dicha medición puede hacernos suponer cualquier toma de decisión en materia de precarización laboral.
  • “Lograr en el año 2026 que el CIEN POR CIENTO (100%) de los alumnos del nivel primario y del nivel secundario de gestión estatal asista a establecimientos de jornada extendida o completa.”[20] Aquí hay un ejemplo de meta seductora, tipo anzuelo para favorecer la adhesión al Plan Maestro. Por un lado, no hay estudios de factibilidad, por el otro no se aclaran los contenidos de la jornada. En el caso de la República de Cuba[21], los maestros noveles deben acudir durante cuatro días a la semana donde se les ayuda a preparar clases, y todos los maestros deben acudir con la misma finalidad dos sábados por mes. Además, ¿habrá en la jornada extendida un trabajo muy puntual, con escasos alumnos por docente, para trabajar muy concretamente sobre las dificultades en los aprendizajes, lo que implicaría una erogación presupuestaria fuerte, no asimilable a los criterios de ajuste económico?

APÉNDICE I: DOCUMENTACIÓN

A fin de comprender el Plan Maestro, resulta indispensable la lectura de este Apéndice I, pues sintéticamente se patentizan los textos que fundamentan al mismo.

De aquí en adelante, ofrecemos información acerca de algunos textos que aparecen citados. Todas las citas son demasiado incompletas. En general, aparece algún apellido y año, sin otro dato, por lo que hay que bucear en la web para encontrarlos. Como puede apreciarse, ya no es el Estado quien diseña las políticas públicas, sino las ONGs[22], fundaciones, banca bilateral y multilateral, empresas privadas que financian el diseño de las políticas públicas con criterios netamente economicistas, por lo que podemos entrever una particular, pero fortísima, privatización de la educación, de una manera que hasta la década del sesenta del siglo veinte era desconocida. Es decir, las políticas públicas son diseñadas por intereses de una constante  acumulación de tasas de ganancias por parte de emprendimientos privados, nacionales e internacionales.

Mencionamos, ahora, los siguientes textos:

  • VELEDA, CECILIA; MEZZADRA, FLORENCIA Y RIVAS, AXEL (2015). DIEZ PROPUESTAS PARA MEJORAR LA EDUCACIÓN EN ARGENTINA.36 páginas.[23] En el marco de CIPPEC. Se agradecen los aportes, entre otros, de Inés Aguerrondo, Juan Carlos Tedesco, Guillermina Tiramonti, Juan José Llach, Jason Beech, María Inés Vollmer, Esteban Bullrich, Manuel Alvarez Trongé. Trongé cuenta con cargos directivos gerenciales en Telefónica de España, Argentina, Chile, México, Brasil, Perú, Uruguay, etc.[24]; además es el fundador y presidente de la ONG Educar 2050, sostenida, entre otros, por Ledesma, Santander, Telefónica, ICBC, Mastercard[25].

CIPPEC[26], es sostenida entre otros por National Endowment for Democracy –que actúa en consonancia con la Central de Inteligencia Americana CIA- , BID, Banco Mundial, Arcos Dorados, Banco Santander, Banco de Galicia, Roggio, Dow Química Argentina, Intel, Ledesma, Loma Negra, Manpower, Metrogás, Microsoft, Unilever, Telefónica, Telecom, etc.[27]

  • MEZZADRA, FLORENCIA Y VELEDA, CECILIA (2014). “APOSTAR A LA DOCENCIA. DESAFÍOS Y POSIBILIDADES PARA LA POLÍTICA EDUCATIVA ARGENTINA”. Buenos Aires, Ediciones CIPPEC. 81 páginas.[28]  Entre otros, hace referencia al control de calidad en las ofertas de formación docente y en el acceso a los cargos docentes. Examen de habilitación para el ingreso a la docencia, tanto para los egresados de los ISFD como de las universidades.
  • VELEDA, CECILIA; RIVAS, AXEL y MEZZADRA, FLORENCIA (2014). “CONSTRUCCIÓN DE LA JUSTICIA EDUCATIVA.” Buenos Aires, Ediciones CIPPEC. 214 páginas.[29]

Centrado en la evaluación a los alumnos. Algunos temas: Considerar la educación como derecho humano. Situar a los sectores populares en el centro del sistema educativo. Construir una concepción de justicia basada en el mundo real. Actuar compromisos y escuchar la voz de los excluidos.

  • ELENA DURO. LA AUTOEVALUACIÓN EN ARGENTINA Y LA REGIÓN DE LAC[30]. En el marco de CEADEL, ONG. Centro de Apoyo al Desarrollo Local.[31] Presidente de CEADEL: Federico Carlos Sedano Acosta, Servicio de Consultores en Informática y Suministros de Programas de Informática[32].  El texto tiene como eje la autoevaluación. En su página web, CEADEL no informa acerca de sus sostenedores.
  • BARBER, MICHAEL & MOURSHED, MONA (2008). “CÓMO HICIERON LOS SISTEMAS EDUCATIVOS CON MEJOR DESEMPEÑO EN EL MUNDO PARA ALCANZAR SUS OBJETIVOS.” Ediciones PREAL[33]. 48 páginas.[34]

Se refiere más que nada a la evaluación de los alumnos. Señala que existen muy diferentes formas de mejorar un sistema educativo, pero la complejidad de la tarea y la falta de certeza acerca de sus resultados fueron reflejadas en el debate internacional. Se preguntan los autores, entonces, ¿por qué algunas tienen éxito y otras no?  Las experiencias exitosas tienen en común los siguientes aspectos: conseguir a las personas más aptas para el ejercicio de la docencia, desarrollarlas hasta convertirlas en instructores eficientes y garantizar que el sistema sea capaz de ofrecer la mejor instrucción posible a todos los niños. [35]

  • BRUNS, BÁRBARA y LUQUE, JAVIER (2015). “PROFESORES EXCELENTES. CÓMO MEJORAR EL APRENDIZAJE EN AMÉRICA LATINA.” – Washington D.C., Ediciones Grupo Banco Mundial. 360 páginas.[36]Traducción al español del Grupo Banco Mundial. Título en lengua inglesa: “GREAT TEACHERS. How to raise student learning in Latin America and the Caribbean.” En Lengua inglesa: 375 páginas. Sus autores-coordinadores: Bruns, Bárbara es economista principal del Banco Mundial[37]; Luque, Javier se graduó como Bachiller en Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú, con una Mastería y Doctorado en Economía de la Universidad de Rochester[38].

Algunos tópicos textuales. De la evaluación del desempeño docente en forma eficaz y regular. Mejorarlo con capacitación docente. Pago individual basado en las capacidades o desempeño. Un sistema de este tipo crea la base de información necesaria para establecer incentivos al desempeño individual y las medidas para exigir que los profesores rindan cuentas. Un sistema de este tipo crea la base de información necesaria para establecer incentivos al desempeño individual y las medidas para exigir que los profesores rindan cuentas.  La evaluación docente pone de relieve las deficiencias del sistema educativo en su conjunto; puede usarse para la acreditación de escuelas y sistemas; es una plataforma esencial para recompensar a quienes tienen un alto desempeño, y es especialmente valiosa para focalizar la capacitación en servicio en las áreas, y los profesores, que necesitan el mayor grado de ayuda. Es mucho más fácil convocar a una huelga cuando se reclama un porcentaje de aumento uniforme, que cuando los miembros obtienen incrementos distintos y los profesores mejor pagos pueden no adherir a la medida. Páginas 62 y 63, 75 a 77, 209, 318 y 321.

APÉNDICE II: LECTURA COMPLEMENTARIA SOBRE EVALUACIÓN A LOS DOCENTES

En virtud de la importancia asignada a la evaluación docente dentro de las políticas educativas actuales, señalo algunos textos que produje al respecto y algunos links donde es factible encontrarlos.

  • La evaluación como práctica política colonizadora y opresora. O de la evaluación del desempeño docente.
  • De la evaluación a los alumnos a la evaluación a los docentes. O de la muerte de la pedagogía.
  • El síndrome del avestruz y la escuela pública.
  • Lo que maestros y profesores ignoran acerca de PISA” (este texto se refiere a la evaluación a los alumnos, pero muestra el espíritu de todo tipo de evaluación)

CONCLUSIÓN

Es un imperativo bogar en la lucha por anticipación de modo consensuado y comunitario, así superar la mera lucha por reacción. La historia tendrá su palabra.

[1]http://educacion.gob.ar/data_storage/file/documents/declaracion-de-purmamarca-58af36ecea19d.pdf (consulta: 18 de marzo de 2016)

[2]http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL005360.pdf  (consulta: 25 octubre 2016)

[3] La palabra “cambio” tiene aquí un doble sentido, pues alude a modificación,  pero también al frente político neoliberal que asume el gobierno a partir de diciembre de 2016, ya no mediante golpes de Estado, sino dentro de los cánones de la democracia vigente. Ese frente se denomina “Cambiemos”.

[4] Caso concreto, la lucha por reacción contra el “Operativo Aprender 2016” de evaluación a los alumnos, implementado en Argentina, octubre de 2016.

[5] Este término nada novedoso es, también se da en Chile.  www.elplanmaestro.cl

[6]https://dialogo.compromisoporlaeducacion.edu.ar/  (consulta: 25 de abril de 2017) Ver el Proyecto de Ley Plan Maestro en esta página web.

[7] Es propio de la presente derecha despotenciar todo significado liberador. Así hasta acontece con el posicionamiento revolucionario de la pedagogía de Paulo Freire. Ejemplo: siendo que las escuelas “charters” son una joya preciada de la privatización capitalista neoliberal de la educación, consideremos que en el Estado de Nueva Jersey existe la “Paulo Freire Charter High School”, con toda una fundamentación explicitada.http://www.thefreireschool.org/  (consulta: 16 agosto de 2016)

[8] En el proyecto de ley no se consigna la metáfora “tejido”, pero sí la metáfora “lazo”. V.gr.: “construir lazos de confianza para favorecer los procesos de enseñanza y aprendizaje” – pg. 24.

[9] Plan Maestro. Pg. 18.

[10]Las ONGs se explican por lo que el Estado ya no hace: diseñar y ejecutar políticas públicas.

[11] Plan Maestro. Pg. 20.

[12]Donde se explicita la evaluación del desempeño docente.

[13]Donde también se explicita la evaluación del desempeño docente.

[14] Plan Maestro. Pgs. 21/22.

[15] Plan Maestro. Pg. 22.

[16] Plan Maestro. Pg. 42.

[17] Plan Maestro. Pgs. 42 y 43.

[18] Plan Maestro. Pg. 27.

[19] Plan Maestro. Pg. 49.

[20] Plan Maestro. Pg. 49.

[21] Brenner, Miguel Andrés (2016). La evaluación como práctica política y colonizadora. O de la evaluación del desempeño docente.”http://www.sul-sur.com/2016/03/la-evaluacion-como-practica-politica.html  (consulta: 3-05-2017)

[22] ONG menciona a ciertas instituciones desde lo que el Estado ya no hace, Organizaciones No Gubernamentales. En el lenguaje neoliberal para no identifica algo por lo que no hace, se inventa otro similar, OSC, Organizaciones de la Sociedad Civil.

[23]http://politicaeducativa.cippec.org/materiales/10-propuestas-para-mejorar-la-educacion-en-la-argentina/  (consulta: 1º-05-2017)

[24]http://www.consejo.org.ar/Cvs/alvareztronge_manuel.html ; http://portalacademico.derecho.uba.ar/catedras/plan_estudio/asig_catedras_doc_curr.asp?depto=10&idmat=34&idcat=157&mat=Metodos%20Alternativos%20para%20el%20Abordaje%20de%20Conflictos&cat=Susana%20Irene%20Cures&iddoc=2339&catdoc=Adjunto  (consultas: 1º-05-2017)

[25]http://educar2050.org.ar/quienes-somos/  (consulta: 2-05-2017

[26] Fundación Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento.

[27]www.cippec.org   (consulta: 10 de agosto de 2013)

[28]https://www.unicef.org/argentina/spanish/educacion_CIPPEC_Apostar_a_la_Docencia.pdf  (consulta: 1º-05-2017)

[29]https://www.unicef.org/argentina/spanish/CIPPEC_JusticiaEducativa.pdf  (consulta: 1º-05-2017)

[30] Carece de fecha de ponencia. Última fuente de información citada: año 2015.

[31]http://www.ceadel.org.ar/IACEunicef/Archivos/Ponencia_EDuro_IVConf_ReLAC_Lima.pdf       (consulta: 1º-05-2017)

[32]https://www.cuitonline.com/detalle/20221360479/sedano-acosta-federico-carlos.html (consulta 1º-05-2017)

[33] Programa para la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe. Es una usina de producción neoliberal en educación.

[34]www.oei.es/historico/pdfs/documento_preal41.pdf. (consulta: 1º-05-2017)

[35] Barber y Mourshed. Ídem. Pg. 6

[36]https://openknowledge.worldbank.org/bitstream/handle/10986/20488/9781464801518.pdf?sequence=1(consulta: 6/04/2017)

[37]http://envivo.bancomundial.org/expertos/barbara-bruns  (consulta: 6/04/2017)

[38]http://www.iadb.org/es/temas/educacion/muestro-equipo,9792.html?id=986(consulta: 6/04/2017)

 

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Entrevista: “Hoy en la política hay más emociones que argumentos”

Entresvista a Boaventura de Sousa Santos

Boaventura de Sousa Santos, es uno de los sociólogos más importantes del mundo por sus análisis sobre las crisis de las democracias contemporáneas. Ha publicado trabajos acerca de la globalización, la sociología del derecho, epistemología y derechos humanos. Este año estará presente en la Feria del Libro de Bogotá para exponer su último libro Democracia y transformación Social, un texto en el que expone, entre otras cosas, las posibilidades que tienen las izquierdas, a pesar de su fracaso; los retos de la transformación social por las vías pacíficas; y dedica un apartado especial al proceso de paz en Colombia.

SEMANA: Ante los recientes resultados electorales en el mundo existe la sensación de que la democracia está en riesgo. ¿Comparte esta apreciación?

BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS: Aunque los procesos electorales recientes son muy distintos, todos apuntan a la misma crisis de la democracia. En el caso de Trump y del brexit tenemos un fenómeno que es la posverdad. Es decir, procesos en donde hay manipulación de emociones, a través de mentiras, en donde los hechos y la realidad no cuentan porque no se usan los argumentos para convencer, sino las emociones de los ciudadanos. De alguna manera, ocurrió lo mismo en Colombia durante el plebiscito porque fueron difundidas muchas ideas falsas: como que las jurisdicciones especiales de paz serían una manera de impunidad en relación con todos los crímenes cometidos por las Farc.

SEMANA: Pero el único problema de la democracia no es la posverdad…

B.S.S.: No, hay otro riesgo, el uso de chivos expiatorios: tratar de encontrar grupos de personas para culparlos de una situación particular y crear unidad nacional a través del miedo por una amenaza común. Por ejemplo, en Europa, se creó la idea de que los refugiados y los migrantes son la fuente y la causa de todos los problemas del continente. Así mismo, Estados Unidos utilizó a los migrantes latinos, y después a los musulmanes, como chivos expiatorios para culparlos del desempleo, la pobreza y la inseguridad. En Colombia ocurrió con las Farc, el supuesto culpable de los males del país.

SEMANA: Usted ha dicho que Europa necesita de los migrantes…

B.S.S.: Sí. La media de edad de los europeos es mucho más alta que en otros países. Por eso, las políticas públicas apuntan a un equilibrio de las generaciones. Tiene que haber gente más joven que trabaje y que pague impuestos para poder financiar la seguridad social, la educación, las pensiones y la salud. Los cálculos dicen que necesitamos entre 1.000 y 30 millones de jóvenes. Por esa razón, deberíamos tener otra posición frente a los migrantes y refugiados: muchos de ellos son mano de obra calificada. Sin embargo, los partidos políticos quieren utilizar el miedo a la inseguridad en los ciudadanos para gobernar.

SEMANA: ¿Cómo juzgará la historia este momento, en especial el actuar con los migrantes y los refugiados?

B.S.S.: La historia será bastante crítica porque es un tiempo en el que las sociedades son políticamente democráticas, pero socialmente fascistas, debido a la desigualdad y a que el Estado cada vez está más dominado por los grupos económicos poderosos y empresas criminales. Es un tiempo donde por primera vez el capitalismo y la economía amenazan con destruir la naturaleza. Y cada vez más se habla de una manera irresponsable de guerra nuclear.

SEMANA: ¿Los problemas ambientales pueden causar nuevos desafíos para la democracia?

B.S.S.: Buena parte de los refugiados de la próxima década van a ser refugiados ambientales. En África ocurre y en India también. No estamos encontrando soluciones para resolver un problema ecológico porque el modelo de desarrollo pasa por una explotación de la naturaleza sin precedentes, y a esto se le suma la agricultura industrial, que será el peligro de Colombia próximamente:muchos países que apoyan el proceso de paz porque tienen intereses en el territorio para explotar la agricultura industrial.

SEMANA: ¿Cómo define el populismo y por qué se extiende por el mundo?

B.S.S.: El populismo para mí es siempre de derecha. No considero que pueda haber populismo de izquierda, aunque se habla y se dice que Chávez era un populista de izquierda. El populismo es una forma de política que se basa en la manipulación de la emoción de los ciudadanos porque impide la mediación política de los partidos, porque no hay mediaciones o programas políticos entre los ciudadanos y los gobernantes. En el populismo no se puede discutir, no se razona, no se argumenta, siempre hay manipulación.

SEMANA: ¿Considera que la reaparición de la derecha en América Latina es un fracaso de la izquierda?

B.S.S.: Sí, claro. Pero hay dos causas fundamentales por las que la izquierda fracasó. Fue un error asumir el poder político sin hacer una reforma política y económica, lo que condujo, por ejemplo, a que en Brasil la derecha lograra destituir a la presidenta Dilma Rousseff. No hubo reforma política porque tampoco hubo un modelo de desarrollo nuevo. Se ha mantenido el modelo extractivista, que representa una gran continuidad con el periodo colonial, cuando la agricultura industrial no elaboraba productos manufacturados, solo materia prima como petróleo y oro. Como el costo de estos minerales era alto, la izquierda podía gobernar cómodamente. Sin embargo, ante la crisis fueron insostenibles.

Por otro lado, estos gobiernos emergieron en un periodo en que EE.UU estaba concentrado en el Medio Oriente, Irak en la primera década sobre todo, y por eso descuidaron mucho su «patio trasero» que siempre fue América Latina. Cuando EE.UU vuelve su mirada a América Latina lo hace de una forma contundente apoyando el golpe de Estado en Honduras en 2009 y después torna su mirada a América Latina.

SEMANA: ¿Por qué la proliferación de fascismos y nacionalismos en el mundo de hoy?

B.S.S.: La crisis económica en Europa de 2008 generó recortes en salarios y en los servicios públicos. Esto no fue producido por las migraciones, sino por los capitales financieros que están totalmente desregulados. Luego vino la crisis de Grecia en 2011 y esto generó un descontento y una frustración de los ciudadanos que estábamos acostumbrados a tener más protección. Pero la extrema derecha no va a decir que necesitamos combatir el Fondo Monetario Internacional y los capitales financieros. Necesita crear los chivos expiatorios. Marie Le Pen dijo “nuestras fronteras son trincheras”, es decir, vamos a cerrar el país como Trump, que quiere cerrar la frontera con México. Se culpa a otros de la crisis y no se atiende el problema real.

SEMANA: El filósofo Slavoj Zizek, ante la realidad mundial migratoria y de desigualdad, hace un llamado en su libro por una nueva lucha de clases, por un mundo más solidario. ¿Esta idea se puede relacionar con la suya de reestructurar la izquierda?

 

 B.S.S.: Sí, pienso que las izquierdas tienen que refundarse para minimizar sus diferencias y pensar que el régimen económico dominante en este momento, que dio una libertad sin límites a los capitales financieros, no es compatible con la izquierda. La izquierda tiene que pensar en alternativas conscientes y fuertes al neoliberalismo, y no que puede gobernar un país con recetas nuevas de este modelo económico, que además está en crisis.

El mismo Trump critica el neoliberalismo aunque le conviene este modelo. El presidente norteamericano está mostrando que Estados Unidos está más interesado en dominar a través de la guerra que hacerlo económicamente porque, a largo plazo, la dominación no va a ser posible mediante el neoliberalismo.

SEMANA: ¿Las redes sociales son útiles o inútiles para la democracia?

B.S.S.: Esta es una de las contradicciones de nuestro tiempo. Nosotros saludamos a las redes sociales y a internet como plataformas, como una forma de democratización del conocimiento y de la información. Pero en tiempos recientes, en el régimen de la posverdad, las redes sociales y el internet son utilizados para manipular la opinión pública con base en una cosa que es difícil de entender para una persona no técnica: Los algoritmos son los mecanismos con los que se puede medir el éxito de un mensaje, no con base en la verdad de los hechos. Por eso, si la mentira funciona y se difunde, es útil para las redes.

Uno de los casos más interesantes para estudiar es un grupo que poco antes de las elecciones en EE.UU. dijo que el papa Francisco apoyaba a Trump. El mensaje se volvió viral porque el algoritmo dice que la gente de derecha cree en ideas de este tipo. La verdad es que el papa no apoyó a ningún candidato, pero la mentira tuvo una influencia en los potenciales votantes de Trump. Y esto es una muestra del gran daño que las redes sociales pueden hacer en la opinión pública.

SEMANA: ¿Considera que parte de la crisis de la democracia se debe a que los medios de comunicación han perdido credibilidad?

B.S.S.: En el régimen de la posverdad refutar no funciona porque el daño ya está hecho. En los últimos tiempos, muchos medios de comunicación no apostaron por un periodismo riguroso porque están dominados por grandes convenios económicos. Por ejemplo, en Europa el grupo de Rupert Murdoch, el magnate que acapara varios medios de comunicación en Inglaterra, está intentando desacreditar al líder del partido de los laboristas, que es Jeremy Corbyn, cuando se anuncia que va a haber elecciones. Es decir, ya hay una estrategia desde los mismos medios enfocada en destruir al candidato de izquierda con mentiras para poder garantizar el apoyo al partido conservador. Por eso es muy difícil combatir las noticias falsas. Afortunadamente, también hay muchos buenos periodistas, el problema es que los sacan de los medios o que son amenazados y asesinados.

SEMANA: En su última columna dijo que era tiempo de democratizar la revolución y de revolucionar la democracia. ¿Nos puede explicar esta idea?

B.S.S.: Al inicio del siglo XX se creó una oposición entre una revolución muy violenta, pero con cambios muy rápidos; y las transformaciones legales democráticas, conocido como el Reformismo. La primera iba contra las instituciones democráticas y la otra utilizaba las instituciones. Las dos se quedaron divididas, pero se organizaron en dos bloques; el soviético (revolución) y el bloque europeo, norteamericano y de otros países de América Latina, que eran democráticos. Con la caída del muro de Berlín los dos bloques colapsan. No solo el soviético, la idea de una democracia que promovía más igualdad social, justicia social, más derechos sociales y redistribución de riqueza también fracasa. En este momento en la agenda política no hay revolución y en los países capitalistas los ocho hombres más ricos del mundo tienen una concentración de riqueza brutal. Esto es la negación de la democracia. Estamos en un proceso de retroceso y no de progreso de la democracia.

SEMANA: ¿Y qué propone?

B.S.S.: que pensemos, sobre todo para las izquierdas, la posibilidad de articular una nueva revolución con democracia y la democracia con revolución. Lo principal es que los fines nunca justifican los medios. La revolución siempre justificó las atrocidades por alcanzar sus objetivos. Por eso tuvimos los crímenes de Stalin. Es necesario crear nuevas asambleas constituyentes que busquen articular la democracia participativa con la democracia representativa. Nosotros no podemos democratizar el Estado si no democratizamos la sociedad y eso es lo que llamo revolucionar la democracia. La democracia y el socialismo fracasaron. Propongo reinventar la democracia: el régimen político debe estar dado por la participación de la gente y no por el capital financiero.

SEMANA: Hoy se tejen diferentes conjeturas sobre el papel de los jóvenes de la sociedad, algunos afirman que les preocupa más el mundo virtual (muy ensimismados) que el real. ¿Hay futuro para el planeta?

B.S.S.: Yo trabajo bastante con jóvenes y debo decir que nunca son cínicos o pasivos. Lo que pasa es que la política que tenemos no es buena para politizar a los jóvenes. Entonces los jóvenes buscan formas alternativas. Por ejemplo, trabajo mucho con raperos de Brasil, Portugal, Angola y México. Son jóvenes que transforman sus lúdicas y sus letras en formas de protesta, en formas de organización, de lucha contra la droga. Ellos se están inventando otras formas y han encontrado otras herramientas como la música, por eso no soy pesimista con ellos.

Soy pesimista con los políticos y los profesionales que no son capaces de identificar las angustias de las jóvenes y encontrar formas de canalizar su fuerza y su entusiasmo. Algunos buscan transformarlos en consumistas que no tienen metas o ideales. Por eso, muchos se hacen sicarios, como pasa en Colombia o en México. Eso es lo que me molesta del sistema político y económico, que quiere crear jóvenes “ricos” y consumistas.

SEMANA: ¿Cómo puede actuar la sociedad civil para que la paz sea democrática y no solo beneficie a los poderosos como lo expone en su último libro ‘Democracia y transformación social’?

B.S.S.: En Colombia se está mirando el proceso por una vía legalista y no por una vía jurídica y económica. La paz no puede perder de vista las razones que llevaron a la formación de las FARC: la concentración de la tierra ha sido un problema estructural de ese país por lo tanto debe haber una reforma agraria. También es necesaria una reforma política para que los guerrilleros puedan entrar en la vida política y que no los maten como pasó con la Unión Patriótica. Para eso es necesario la participación popular de todos los sectores de la sociedad y la compañía de los colombianos al proceso.

Mi temor con Colombia, que es un país que está muy cerca de mi corazón porque lo estudio desde hace más de 15 años, es que si no se logra la paz democrática esto solo va a ser un suceso que desencadenará otros periodos de violencia, y puede ser nefasto para una sociedad civil que me ha impresionado por su capacidad de resistencia. Estamos viendo este año que asesinan a los líderes defensores de derechos humanos en Cauca o Antioquia, quizá los paramilitares saben de eso. Este año la violencia contra los líderes es más grande que el año pasado y así pienso que la paz va a ser muy difícil.

SEMANA: Pero usted ha dicho también que Colombia podría ser un ejemplo para el mundo…

B.S.S.: Yo creo que Colombia es el país que puede dar una buena noticia por la democracia. La única buena noticia que puede venir de América Latina es el éxito del proceso de paz y eso es una gran responsabilidad.

Fuente de la Entrevista:

http://www.semana.com/cultura/articulo/hoy-en-la-politica-hay-mas-emociones-que-argumentos/522850

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Shutting Down American-Style Authoritarianism

By Henry A. Giroux

Editor’s note: A shorter version of this piece appeared in CounterPunch.

It is impossible to imagine the damage Trump and his white nationalists, economic fundamentalists, and white supremacists friends will do to civil liberties, the social contract, the planet, and life itself in the next few years.

Rather than address climate change, the threat of nuclear war, galloping inequality, the elimination of public goods, Trump and his vicious acolytes have accelerated the threats faced by these growing dangers. Moreover, the authoritarian steam roller just keeps bulldozing through every social protection and policy put in place, however insufficient, in the last few years in order to benefit the poor, vulnerable, and the environment.

A neo-fascist politics of emotional brutality, militant bigotry, and social abandonment has reached new heights in the United States. Think about the Republican Party call to eliminate essential health benefits such as mental health coverage, guaranteed health insurance for people with pre-existing conditions, and the elimination of Meals on Wheels program that benefit the poor and elderly.
As the Trump regime continues to hollow out the welfare state, it builds on Obama’s efforts to expand the surveillance state but with a new and deadly twist. This is particularly clear given the Congressional Republicans’ decision to advance a bill that would overturn privacy protections for Internet users, allow corporations to monitor, sell, and use everything that users put on the Internet, including their browsing history, app usage and financial and medical information.

This is the Orwellian side of Trump’s administration, which not only makes it easier for the surveillance state to access information, but also sells out the American public to corporate demagogues who view everything in terms of markets and the accumulation of capital.

On the other side of the authoritarian coin is the merging of the punishing society and permanent warfare state with a culture of fear and cruelty. Under these circumstances, everyone is viewed as either a potential terrorist or narcissistic consumer making it easier for the Trump machine to elevate the use of force to the most venerable national ideal while opening up lucrative markets for defense and security industries and the growing private prison behemoth.

At the level of everyday life, the merging of corporate and political brutalism into a war culture were on full display in the savage beating of a United Airlines passenger who refused to give up his seat because the airlines over booked. Couple this with the Star War spectacle of the United States dropping a 21,600 pound non-nuclear bomb on the Achin district in Afghanistan, which has a population of around 95,000 people. Nobody on the plane came to the aid of the passenger as he was being assaulted and dragged from his seat as if he were a dangerous criminal suggesting that brutality, fear, and powerlessness have become normalized in America.

Moreover, the relative silence of the American public in the face its government dropping the “Mother of All Bombs” in Afghanistan and unloading endless weapons of death and destruction in Syria testify to the amnesiac state of the country and the moral coma which has settled like a dense fog on so many of its inhabitants. As historical memory is erased, public spheres and cultural spaces are saturated with violence and the endless spectacles of civic illiteracy. Pedagogies of repression now enable the suffering produced by those most vulnerable, who disappear amidst the endless trivialization produced by the mainstream media, which anxiously awaits for Trump’s next tweet in order to increase their ratings and fuel the bottom line.

The government propaganda machine has turned into a comic version of a failed Reality TV series. Witness the daily spectacle produced by the hapless Sean Spicer. Spicer dreams about and longs for the trappings of Orwell’s dystopia in which he would be able to use his position as a second rate Joseph Goebbels to produce, legitimate, and dictate lies rather than be in the uncomfortable scenario, in which he now finds himself, of having to defend endlessly Trump’s fabrications. For Spicer, the dream of the safety of Orwell’s dystopia has given way to the nightmare of him being reduced to the leading character in the Gong Show. Actually, maybe he is the confused front man for our stand-in-president who increasingly resembles the psychopath on steroids, Patrick Bateman, from the film, American Psycho—truly a symbol for our times. Ignorance is a terrible wound, when it is the result of systemic constraints or self-inflicted, but it is a pathology and plague when it is willful—the active refusal to know- and translates into power. Trump and his mostly incompetent and ignorant government appointees are not just stupid and offensive in their ideological smugness, they are a threat to the very act of thinking and its crucial connection to memory, justice and truth.

Neo-fascist policies and practices now feed a war culture and demand more than a political and moral outrage. At the very least, it must be recognized that neo-fascism must be restored as Paul Gilroy has argued “to its proper place in the discussions of the moral and political limits of what is acceptable.” This would suggest making visible not only the elements of neo-fascism that animate the new policies and political formations being produced in the Trump administration, but also unveiling how power is reproduced through those architects, managers, and intellectuals and institutions for hire that legitimate this distinctively American neoliberal-military machine.

The supine response of the mainstream press and the general public to ongoing acts of state and corporate violence is a flagrant and horrifying indication of the extent to which the United States government has merged the corporate state with the military state to create a regime of brutality, sadism, aggression, and cruelty. State sovereignty has been replaced by corporate sovereignty. All the while, militarized ignorance expands a culture awash in public stupidity and views critical thought as both a liability and a threat making it all the more difficult to recognize how authoritarianism appears in new forms.

The established political parties and politicians are nothing more than crude lobbyists and shock troops for the financial elite who believe everything is for sale. The boundaries of humanity are now inscribed and defined exclusively through the metrics of the twin logic of commercial transactions and the politics of disposability. The horrors unfolding under the Trump administration are not only abetted by white supremacists, religious evangelicals, but also by liberals who still believe that capitalism and democracy are synonymous, and who appear to delight and rush to support any military intervention or act of aggression the United States wages against a foreign power. Liberals are affronted over alleged charges of Russian spying but say nothing about their own country which does far more than spy on other countries it disagrees with, it overthrows them through either illegal means or military force.

Trump’s brand of authoritarianism is a combination of the savagery of neoliberalism and civic illiteracy on steroids. This legacy of neo-fascism represents more than a crisis of civic literacy and courage, it is a crisis of civic culture, if not politics itself. As civic culture wanes, a market based ideology increases its grip on the American public. This militant ideology of sadism and cruelty is all too familiar and is marked by unbridled individualism, a disdain for the welfare state, the elevation of unchecked self-interest to an organizing principle of society, the glorification of militarism, and a systemic erosion of any viable notion of citizenship.

This ideology has produced over the last forty years an agency killing form of depoliticization that paved the way for the election of Donald Trump and an updated version of American authoritarianism. This homegrown and new edition of neo-fascism cannot be abstracted from the cultural spectacles that now dominate American society and extend from the trivializing influence of celebrity culture and the militarism of video game culture to the spectacles of violence that dominate Hollywood and the mainstream media.

The new technologies increasingly lock people into orbits of isolation and privatization while the wholesale deformation of the formative cultures and public spheres that make a democracy possible disappear at a terrifying pace. Neo-fascism feeds on the spectacle, a misplaced populism, and a “mood economy” that reduces all problems to matters of self-blame and defective character. Under such circumstances, the militarization of society expands more readily and reaches deeply into everyday life producing militarized subjects, exalting military-style discipline, criminalizing an increasing range of social behaviors, transforming local police into paramilitarized soldiers, and normalizing war and violence. Rather than viewing war and militarization as a source of alarm, they become sources of national pride. The curse of the theatrical performance so endemic to fascism has been updated with the Internet and new digital technologies and allows the legacies of fascism to live on in a distinctively American modality.

The war culture must be stopped and hopefully more and more efforts will be made in the name of collective struggle to think anew what an effective form of resistance might look like. Any struggle that matters must acknowledge “that eradicating racial oppression ultimately requires struggle against oppression in all of its forms… [especially] restructuring America’s economic system.”

There is no shortage of diverse movements operating in multiple spheres that extend from the local to national levels. Some aim at winning general elections, conduct sit-ins, or engage in direct action such as blocking the vehicles of immigration officers. Others provide support for sanctuary movements that include institutions that range from churches to institutions of higher education. Many of these movements do not call for a qualitative change in fundamental institutions of power, especially in the economic realm, and as such offer no long term solutions. But, no viable form of collective struggle will succeed if it fails to link resistance efforts among the local, state, federal, and international spheres.

There are a wealth of strategies available that contain the possibility of becoming more radical, capable of merging with other sites of resistance, all of which look beyond tactics as diverse as organizing massive protests, direct resistance, and rebuilding the labor movement.

Martin Luther King, Jr. in his speech at the Riverside Church spoke eloquently to what it meant to use non-violent, direct action as part of a broader struggle to connect racism, militarism, and war. His call to address a “society gone mad on war” and the need to “address the fierce urgency of now” was rooted in an intersectional politics, one that recognized a comprehensive view of oppression, struggle, and politics itself. Racism, poverty, and disposability could not be abstracted from the issue of militarism and how these modes of oppression informed each other.

This was particularly clear in a program put forth by The Black Panther Party, which called for “equality in education, housing, employment and civil rights” and produced a 10 Point Plan to achieve its political goals. A more recent example of a comprehensive notion of politics and can be found in the Black Lives Matter movement’s call to connect police violence to wider forms of state violence, allowing such a strategy to move from a single-issue protest movement into a full-fledged social movement.

Such struggles at best must be about both educating people and creating broad-based social movements dedicated not merely to reforms but transforming the ideological, economic, and political structures of the existing society. Social transformation has to be reconnected with institutional change. This means rejecting the notion that global capitalism cannot be challenged successfully at any of these levels alone, especially if such resistance, however crucial, is not connected to a comprehensive understanding of the reach of global power. Lacino Hamilton is right in arguing that “institutional patterns and practices will not change unless protesters go beyond rallying, marching, and what usually amounts to empty slogans. “The function of activists,” he writes, “is to translate protest into organized action, which has the chance to develop and to transcend immediate needs and aspirations toward a radical reconstruction of society.”

Clearly, resistance to this impending and ongoing reality of neo-fascism is more urgent than ever and necessitates challenging not only the commanding structures of economic power but also those powerful cultural apparatus that trade in the currency of ideas. A formidable resistance movement must work hard to create a formative culture that empowers and brings together the most vulnerable along with those who inhabit single issue movements.

The power of such a broad-based movement could draw inspiration from the historically relevant anti-war, anti-racist, and civil rights movements of the sixties and the ACT UP movement of the late eighties. At the same time, current social movements such as Podemos in Spain also offer the possibility of creating new political formations that are anti-fascist and fiercely determined to both challenge authoritarian regimes such as the Trump regime and dismantle the economic, ideological, and cultural structures that produce them. What all of these movements revealed was that diverse issues ranging from the war abroad to the racist and homophobic wars at home were symptomatic of a more profound illness and deeper malady that demanded a new understanding of theory, politics, and oppression.

There is certainly something to be learned from older proven tactics such as using education to create a revolution in consciousness and values along with broad-based alliances to create the conditions for mass disruptions such as the use of the general strike. Such tactics combine theory, consciousness and practice as part of a strategy to paralyze the working of this death dealing machinery of casino capitalism and its recent incarnation in the Trump administration.

One of the most powerful tools of oppression is convincing people that the conditions of oppression they experienced are both normal and cannot be changed. At the same time, this oppressive ideology of normalization prevents any understanding of the larger systemic forces of oppression by insisting that all problems are individually based and ultimately a matter of individual character and responsibility. Dominant ideology spread its message through a range of cultural apparatuses extending from the schools to the mainstream media. The message was generally the same in that it insisted that there are no structures of domination only flawed individuals solely responsible for the problems they experience and that the system of capitalism as a whole was organized for their own good. The sixties produced a range of critical thinkers who challenged this central element of oppression, and included Herbert Marcuse, Malcom X, W. E. B. Du Bois, James Baldwin, Robin Morgan, and Susan Willis to brilliant theorists such as Stanley Aronowitz, Mary Daly, Louis Althusser, Pierre Bourdieu, Zygmunt Bauman, and many others. For them structures of domination were rooted in both subjectivity itself as well as in larger economic apparatuses.

Those who believe in a radical democracy have got to find a way to make this regime ungovernable. Planting seeds and local actions are important, but there is a more urgent need to educate and mobilize through a comprehensive vision and politics that is capable of generating massive teach-ins all over the United States so as to enable a collective struggle aimed at producing powerful events such as a nation-wide boycott, sit-ins, and a general strike in order to bring the country to a halt.

The promise of such resistance must be rooted in the creation of a new political party of democratic socialists, one whose power is rooted in the organization of unions, educators, workers, young people, religious groups, and others who constitute a popular progressive base. There will be no resistance without a vision of a new society and new mechanisms of resistance. In this instance, resistance registers as a form of total paralysis for the financial elite, religious fundamentalists, and neo-conservative warmongers. In doing so, it gives birth to what we might term a politics of ungovernability.

America now chokes on its claim to innocence. Up until now, it has been successful in both evading that fact and covering up its lies—lies about its history, about social mobility, about freedom, about justice, about the end of racism, about the value of meritocracy, about spreading democracy abroad, and so it goes. The era of hiding behind this mythical innocence has passed. In the age of Trump, the raw brutality of casino capitalism, with its highly visible acts of violence against all aspects of ethical and political decency, is enacted without apology.

A moral political coma now drives an authoritarian society that embraces greed, racism, hatred, inequality, stupidity, disposability, and lawlessness, all of which are celebrated as national virtues. The dark present is now the endpoint of a history of violence and barbarism that can no longer be camouflaged, in part, because it is unapologetic about the viciousness of its practices and the savagery of its effects. I want to hope that this moment of unmitigated violence, this period of punitiveness, and era of unimaginable cruelty will provoke people to wake up from the nightmare that has befallen the American public. Hopefully, in that wakefulness, in a resurgent act of witnessing and moral outrage will grow and provide the basis for a new kind of politics, a fierce wind of resistance, and a struggle too powerful to be defeated.

 

Henry A. Giroux is a Contributing Editor for Tikkun magazine and the McMaster University Professor for Scholarship in the Public Interest and The Paulo Freire Distinguished Scholar in Critical Pedagogy. His most recent books include The Violence of Organized Forgetting (City Lights, 2014), Dangerous Thinking in the Age of the New Authoritarianism (Routledge, 2015), coauthored with Brad Evans, Disposable Futures: The Seduction of Violence in the Age of Spectacle (City Lights, 2015), and America at War with Itself (City Lights, 2016). His website is www.henryagiroux.com.
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