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Ansiedad infantil, ¿cómo detectarla?

Por: Sofía García-Bullé

 

La ansiedad puede ser más persistente que el estrés, causando efectos nocivos a largo plazo.

 

La extensión del periodo de aislamiento debido a la pandemia es inevitable. En artículos anteriores, hemos hablado sobre cómo conservar la salud mental y manejar el estrés en adultos, pero en la mayoría de los casos, los adultos ya tienen las herramientas para identificar que están estresados y que su rutina podría estar afectando su salud mental.

¿Qué pasa cuando los niños en casa continúan inquietos a pesar de tener una agenda balanceada y suficiente tiempo de interacción con sus padres? Si manejar una constante comunicación para aminorar el estrés de los niños en esta época de incertidumbre no ha sido suficiente para estabilizar su estado de ánimo, podríamos estar hablando de ansiedad. Para aprender a detectarla y trabajarla, necesitamos entender que estrés y ansiedad no son lo mismo.

Estrés vs. Ansiedad

La línea entre la ansiedad y el estrés es muy delgada. Las dos son respuestas emocionales a un efecto adverso, pero existen características que las distinguen. El estrés, por ejemplo, es causado por un estímulo externo. Este estímulo puede ser de corto plazo, como un examen, una mudanza o una fecha límite, así como de largo plazo, como la pobreza, la discriminación sistémica, una enfermedad crónica, o en el presente caso, una pandemia.

En cambio, la ansiedad no es causada principalmente por un elemento externo, sin por una persistente y excesiva preocupación que podría estar ligada a un estímulo, pero no lo necesita para presentarse.

Los síntomas más comunes de la ansiedad y del estrés son, dificultad para concentrarse, agotamiento, irritación, tensión muscular y problemas para dormir. Sin embargo, el estrés podría catalogarse como más fácil de manejar, dado que su causa es un estímulo externo del cual es más factible disociarse o que bien podría terminar si es de corto plazo. En el caso de la ansiedad, las causas que lo potencian se nutren de una reacción interna, por lo cual es más difícil de identificar.

Infografía original por Global Medical Education. Traducida por Web Psicologos. (Fragmento)   Original completa español
Infografía original por Global Medical Education.
Traducida por Web Psicologos. (Fragmento)
¿Cómo saber si es ansiedad?

La ansiedad, tanto en niños como en adultos, es la reacción negativa que persiste aún después de que un evento negativo y el estrés consecuente han terminado. Puede detectarse cuando los mismos síntomas asociados al estrés continúan o empeoran.

Además de estos patrones, los niños con ansiedad también pueden presentar falta de autoestima y confianza para tratar cosas nuevas o realizar tareas simples, problemas para comer, mal manejo de la ira, pensamientos negativos o un comportamiento consistentemente pesimista, así como el deseo de evitar actividades comunes como ver a sus amistades o tomar clases en línea.


¿Cómo combatir la ansiedad en niños?

Lo más difícil de entender con respecto a la ansiedad es que no se trata de un ciclo lineal con principio y fin. Como padres o maestros no podemos eliminar la ansiedad en un niño, eso solo podría lograrse en terapia, lo que sí podemos hacer es ayudarle a manejarla. Si su problema de ansiedad no ha escalado, enseñarles a tolerar la ansiedad puede hacer que esta desaparezca con el tiempo mientras el niño va ganando control sobre sus efectos.

Otra medida importante es no evitar completamente las cosas que podrían poner a un niño ansioso, si bien esto puede hacer que se sienta bien a corto plazo, a largo podría reforzar su ansiedad y coartar el desarrollo de habilidades necesarias, lo ideal es realizar el acompañamiento que le ayude gradualmente a disminuir el estrés que causa la ansiedad.

Las expectativas al momento de ayudar a un menor de edad con un problema de ansiedad deben ser realistas y empáticas. No se le puede prometer que cualquier situación en la que se pone ansiosa no va a volver a suceder, pero se le puede reforzar la confianza en que estará bien de todas formas, si le damos las herramientas para manejar los sentimientos negativos consecuentes.

¿El aislamiento ha afectado el nivel de ansiedad de tus hijos o alumnas? ¿Qué métodos has puesto en práctica para tratar de disminuir este estado de ánimo? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/ansiedad-infantil

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Si cae la Escuela —Bueno, es un decir…

Por: Manuel Gil Antón 

Hace días recordé los versos que César Vallejo escribió cuando la guerra civil española estaba en vilo, pues de manera similar, salvando las distancias, hoy lo está la escuela y su permanencia como proyecto humano. En España, aparta de mí este cáliz, las primeras palabras son: “Niños del mundo/si cae España —digo, es un decir—”

Quizá, como España en esa infausta guerra, la escuela pueda caer, desmoronarse. Se afirma que está en el ocaso lo que conocemos como tal: la relación entre las maestras y los profesores con quienes asisten y estudian, y el vínculo entre ellos. Agoreros: será parte de un museo de antigüedades y se irán con ella, a la covacha, las estrategias que procuran generar la interiorización de hábitos de rigor y coherencia lógicas, la maravilla de leer juntos y escribir de cerca y con otros, la disciplina para pensar y poner en cuestión (raíz de la crítica) lo establecido, a partir del trabajo duro y el asombro de entender.

¿Nos avasallará el adiestramiento en casa o en la empresa, las TIC como tic que reitera la solución inmediata, en línea, para todo? En mala hora ha de ocurrir, si acaso, la desaparición de la experiencia escolar, personal, viva, en donde cada uno huele, ve, toca, se enamora o aterra ante otros u otras… ese microcosmos, espacio social, guarida donde ser.

Sin saber si estoy en lo cierto, cosa que ocurre cada vez con más frecuencia, propongo que la escuela tiene un aura semejante a la que Benjamin postulaba para el original de una obra de arte. Que la imagen virtual de una muchacha, o un chaval, nunca se arruga, ni tiene mal aliento o carácter áspero y tampoco te lleva la contraria; pero daría mi palabra a que todos preferimos al compañero o la compañera que tocamos, imperfectos, piel, textura, la rotunda presencia del volumen vivo, asible, al que abrazamos pues nos contiene en el dolor de la muerte, hace llevadera la vida y posible al amor: las tres heridas, Miguel Hernández, que vivir trae consigo.

Pink Floyd tiene razón: si sólo hay sarcasmo, maltrato a la inteligencia, uniformidad a toda costa para medir buena conducta, saberes consagrados y respuestas sin preguntas, entonces el aula es jaula y nosotros, los maestros, otro ladrillo en la pared. Calabozo, crujía. Esa escuela no.

La que es espacio de lo posible a pesar de su diseño para domesticar. La que es una cancha en la que el partido no está fácil, pero tampoco perdido sin remedio. Donde reconocí a otros como hermanos, me supe otro de los otros, copié, me copiaron (y luego se arrepintieron); defendí a alguno, me defendieron de un gandul o varios y me enamoré de la Miss Limón en pleno tercero de primaria.

La suerte de lo que sucede en la escuela no está echada. Hay fronteras interiores, o puede haberlas y depende de nosotros que las haya. No encuentro sitio más propicio para rompernos la cara frente a la otredad, y construir, con paciencia, esa especie de musculatura intelectual y ética que luego nos permite aprender y vivir con rumbo.

Como dice Paz, “…para que pueda ser he de ser otro/salir de mí, buscarme entre los otros/ los otros que no son si yo no existo/los otros que me dan plena existencia…”

Si la educación, enseña Freire, puede ser camino a la libertad a pesar de estar diseñada para el control; si no tiene solo una cara sino también la que desata, no hay modo de sustituirla con (i)realidades virtuales.

Robo y cambio, de nuevo, las palabras a Vallejo: “Niños todos/ Si cae la escuela — digo, es un decir/¡Salid, niños del mundo; id a buscarla!” Habrá que hacerle remiendos, arreglos y reparar o ampliar cuarteaduras, pero, con León Felipe, “por hoy y para mí”, quiero estar en el grupo de niños que saldrá a buscarla, junto a Juana, Matteo y Fer.


Fuente e imagen:  https://profelandia.com/si-cae-la-escuela-bueno-es-un-decir/amp/?__twitter_impression=true

Fuente original:  El universal

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ONU insta a Israel a liberar niños palestinos encarcelados

Asia/Israel/13/05/2020/Autor y fuente: telesurtv.net

Un comité de expertos de las Naciones Unidas instó, el pasado lunes, a Israel a liberar inmediatamente a los niños palestinos detenidos por parte de Tel Aviv ante la crisis del coronavirus.

En un comunicado, precisaron que los menores arrestados tienen «un mayor riesgo de contraer la Covid-19» porque en los centros penitenciarios es más difícil mantener el distanciamiento físico y otras medidas de prevención.

Asimismo, la ONU señaló que «la mejor manera de defender los derechos de los niños detenidos en medio de una pandemia peligrosa, en cualquier país, es liberarlos de la detención».

De acuerdo con la ONU, «los procedimientos legales están en espera, casi todas las visitas a la prisión se cancelan y a los niños se les niega el acceso en persona a sus familias y abogados».

A finales de marzo, las autoridades israelíes detuvieron a 194 niños palestinos en cárceles y centros de detención, principalmente en Israel, según datos publicados por el Servicio de Prisiones de Israel, la cifra más alta que el promedio mensual de niños detenidos durante 2019.

Fuente e imagen: https://www.telesurtv.net/news/onu-insta-israel-liberar-menores-palestinos-encarcelados—20200511-0014.html

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¿Por Qué Los Padres Están Retirando A Sus Hijos De La Escuelas Online?

Por: Sofía García-Bullé

Para asegurar un aprendizaje efectivo, primero deben reunirse los criterios de salud mental y emocional de los niños.

La actual crisis de salud ha obligado al sistema educativo a apoyarse enteramente en la tecnología para la enseñanza remota de emergencia. Los recursos de tecnología educativa (EdTech),  han tenido un enorme crecimiento en los últimos meses debido a la necesidad de soluciones rápidas para asegurar la continuidad de la educación durante los tiempos de contingencia.

Este uso estratégico de recursos tecnológicos ha permitido establecer plataformas de educación en línea en todos los niveles. Escuelas y universidades alrededor del mundo ofrecen clases en línea de español, matemáticas, historia, química, filosofía, artes y educación física, entre otras.

Aún con las áreas de oportunidad que la educación en línea presenta, el esfuerzo conjunto para mantener abiertas las escuelas, en modo virtual, ha permitido a millones de estudiantes alrededor del mundo continuar su aprendizaje. Sin embargo, una cantidad importante de padres de familia está retirando a sus hijos de las escuelas online a medida que la cuarentena se alarga. ¿A qué se debe esto?

La salud emocional infantil en la cuarentena

El peso psicológico de vivir una agenda de aislamiento tan estricta a largo plazo, no solamente afecta a los adultos, los niños son especialmente vulnerables en una situación de cuarentena como la que vivimos ahora. En casa, los padres con opción a trabajar a distancia, deben equilibrar sus obligaciones laborales con el trabajo que es necesario hacer en casa, y ayudar a sus hijos con las asignaciones escolares. Lo anterior ha probado ser una carga muy pesada para los padres con niños en nivel de educación básica.

Sarah Parcak, madre de un niño de siete años, se volvió viral al publicar en Twitter la razón por la que retiraría a su hijo de la escuela en línea:

“Acabamos de escribir un correo serio. Le dije a la (encantadora, noble y dedicada) maestra de nuestro hijo que él no participará más en su “salón virtual”, y que el primer grado estaba terminado para él. No podemos con esta locura. Asegurar su salud emocional y su bienestar es lo primero”.

La también arqueóloga, agregó que la familia sigue realizando actividades para cultivar la inteligencia académica, emocional y motora de su hijo, pero a un ritmo que los padres pueden seguir sin sobrecargar a un niño ya de por sí abrumado por la situación extraordinaria de aislamiento mandatorio.

El breve pero contundente mensaje que recibió más de 36 mil likes y 3 mil quinientos retweets, la mayoría de padres identificados con la experiencia de Parcak ha sido sin duda catártico para muchos, pero genera preguntas importantes sobre el futuro académico de los niños cuyos padres los retiren de la escuela en línea.

¿Qué pasa con el avance académico de los niños?

Para los padres que toman la decisión de retirar a sus hijos de la escuela debido a la cuarentena, la mayor inquietud es que los niños puedan retrasarse en comparación con otros. Jon E. Pedersen, decano de la Escuela de Educación de la Universidad de Carolina del Sur, explicó que el retraso comparativo no sería mucho, dado que son muchos los niños que están en la misma situación, ya sea que sus padres los hayan retirado de la escuela en línea o que tengan problemas para adaptarse a este modelo. “[…] no van a estar solos, la mayoría de las escuelas en el año siguiente tendrán que lidiar con lo que se perdió durante la crisis. Los aspectos académicos se pueden recuperar. Podemos superar esto”, comentó el decano.

De la misma forma, maestros, personal educativo y expertos en educación se preparan para una contingencia educacional, cuando termine la crisis de salud y sea tiempo de volver a llenar las aulas. Ya se están discutiendo opciones y estrategias para que los alumnos puedan compensar el tiempo perdido sin tener que repetir año. De momento, la prioridad debe ser asegurar primero el bienestar emocional de niños y padres de familia, es así como se establece un espacio seguro para el aprendizaje en todos los niveles.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/padres-escuela-online

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Casi la mitad de niños que viven en hogares donde solo entra un sueldo están en riesgo de pobreza

Europa/España/Autor y fuente: elperiodico.com

El Observatorio Social de La Caixa concluye que la recuperación económica no ha alcanzado a las capas más débiles de la sociedad.

Un 48,1% de los niños que viven en España en hogares donde solo trabaja uno de los progenitores está en riesgo de pobreza,  según un informe del Observatorio Social de La Caixa hecho público este martes.

El informe, titulado ‘Objetivo: paliar la pobreza infantil’, analiza la estrecha relación entre la pobreza infantil, el mercado de trabajo y las ayudas económicas públicas y concluye que el empleo es determinante en la pobreza infantil, incluso en épocas de bonanza económica.

El estudio constata que en el 2008 el riesgo de pobreza anclada entre los niños que vivían en hogares donde solo uno de los padres tenía empleo era del 35,5%, mientras que en el 2018 esa cifra subió al 48,1%. Según la autora del estudio, Sara Ayllón, investigadora del Departamento de Economía de la Universitat de Girona, en España, cuando solo uno de los dos progenitores está empleado, «vivir con ambos no garantiza una vida digna» para los niños.

El informe denuncia que España tiene una de las tasas de pobreza infantil más altas de Europa y al mismo tiempo es uno de los cinco países europeos que menos ayudas destinan a la infancia.

Por debajo del umbral de la pobreza

También destaca que en el 2018, el 29,9% de los niños españoles vivían por debajo del umbral de la pobreza, una cifra superior a las de antes de la crisis, lo que significa que la recuperación económica no ha alcanzado a las capas más débiles de la sociedad.

«Al inicio del período estudiado, en 2008, más de tres de cada diez niños en esta situación vivían bajo el umbral de pobreza anclada (35,5%), pero el panorama para este grupo no ha mejorado: en 2018, el 48,1% de los niños en este tipo de hogares vivían en la pobreza», señala Ayllón.

Los colectivos más vulnerables

Los más vulnerables son aquellos niños de familias en las que ninguno de los dos progenitores trabaja, lo que hace que en el 2018 fueran pobres ocho de cada diez menores en esta situación, frente a los siete de cada diez del 2008.

A estos les siguen los niños que crecen en familias monoparentales en las que el padre o la madre no trabaja (siete de cada diez son pobres).

Según Ayllón, la recesión económica tuvo importantes consecuencias en los niños, «agravando una situación ya preocupante antes de la crisis» y ha dejado que España tenga actualmente una de las tasas de pobreza infantil más elevadas de Europa.

Tomando como referencia la pobreza relativa (indicador que considera a aquellos que viven en hogares con rentas inferiores al 60 % de la renta mediana equivalente), la tasa era alta ya en 2008 (26,9%), alcanzó su máximo en el 2014 (30,2 %) y bajó ligeramente con la recuperación económica hasta llegar en el 2018 al 26,6%.

Apuesta por las ayudas directas a la infancia

El estudio incluye un apartado dedicado a «las transferencias a la infancia como mejor método para luchar contra la pobreza infantil», elaborado por los investigadores de la Universidad de Málaga Elena Bárcena, M.Carmen Blanco y Salvador Pérez. Este trabajo concluye que concentrar las ayudas económicas en la infancia es tres veces más eficaz para combatir la pobreza infantil que canalizarlas hacia toda la población en función de su nivel de renta.

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Los niños son los mejores educadores ambientales

Por: Manuel Carmona.

Con el poso de la sabiduría que dan los años de experiencia, los conocimientos adquiridos y el trabajar codo con codo con otros especialistas, hablan siendo conscientes de la realidad ante la que nos encontramos desde Tierra del Fuego hasta Tokio pasando por el Cabo de Gata. Son Javier Arístegui, catedrático de Ecología e investigador del Instituto de Oceanografía y Cambio Global; Isabel Marín, presidenta de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental; y Mario Rodríguez, director ejecutivo de Greenpeace España.

Los tres lo tienen claro: las generaciones de niños y niñas y de adolescentes de 2004 a 2019, están obligando al resto de generaciones a que cambiemos los hábitos de vida.

Al igual que hace 20 años, cuando las generaciones de 1974 a 1989 impulsaron la lucha contra el tabaco, y lograron un cambio radical en su consumo; Arístegui, Marín y Rodríguez están convencidos de que nuestros menores lograrán con tesón, coherencia y valentía parar la crisis ambiental que vivimos.

“Lo hemos vivido en Sanidad con el tabaco: los mejores agentes antitabaco que ha tenido el sistema sanitario han sido los menores en los domicilios luchando con los padres cuando estos fumaban. Un niño que se conciencia desde las etapas iniciales de la Educación en sostenibilidad, en la prevención del cambio climático y en la alteración del ecosistema, es clave para que el resultado sea más exitoso. La sostenibilidad, el consumo responsable, las energías limpias o el reciclaje tienen que trabajarse de forma transversal en todos los contenidos curriculares desde pequeñitos”, expresa Marín.

«Vivimos en un mundo de noticias falsas propagadas por las redes sociales, donde los negativistas y mentirosos están dominando

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Arístegui destaca que nuestros jóvenes están poniendo el acento en otra de las llagas de este cáncer mundial: ¡erradicar las noticias falsas! Para Arístegui, “lo más importante es la Educación y la concienciación social. Vivimos en un mundo de noticias falsas propagadas por las redes sociales, donde los negativistas y mentirosos están dominando, y eso tiene una gran influencia sobre la juventud. Es necesario educar a la gente con una Educación ambiental y solidaria”.

La mirada de Rodríguez se focaliza cuando nos dice: “Observo que en los libros actuales, depende de la voluntad del profesorado que se toquen temas ambientales y que se evalúe de la forma que sea. Esa formación ambiental debiera estar, cuando menos, hasta la ESO o incluso hasta la universidad”.

Una materia ambiental

En Italia se acaba de aprobar que a partir del curso 2020-21, haya una materia dedicada a la formación ambiental. El sistema educativo español también la necesita, y que se haga con una visión práctica, clara y firme para la vida cotidiana.

Es una de las reivindicaciones que lidera Arístegui con sus compañeros: “Hay una gran necesidad desde Primaria hasta la universidad de una formación en Educación ambiental”.

Desde Greenpeace, Rodríguez reconoce con honradez y sinceridad el papel secundario hasta hoy de la organización en formar a los jóvenes: “Suministramos información en programas de colegios e IES, pero somos más pasivos que activos. Si nos llaman, colaboramos. Lo nuestro son las denuncias y protestas. Evidenciamos los problemas ambientales y sus responsables. Conectamos con la comunidad educativa a través de nuestro Departamento de Movilización para que la gente se mueva en las ciudades. Tenemos materiales actualizados que suministramos al profesorado y otros a petición de ellos”.

«Si no existe la Educación ambiental y científica, nunca habrá aceptación social de la necesidad de la transición energética

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Javier Arístegui considera necesario “explicar qué es el cambio climático, su origen, sus evidencias y consecuencias. Y, sobre todo, cómo afecta a la vida de las personas y de la humanidad. Y después hablar de la desigualdad es importantísimo”.

El catedrático de Ecología recuerda que “para 2050 seremos 10.000 millones de habitantes en la Tierra, y de estos un 90% vivirán en países en vías de desarrollo, y solo el 10% vivirán en países industrializados”, por lo que “si no somos conscientes de esa desigualdad en muchos aspectos, no seremos capaces de solucionar un problema global que nos afecta a todos”, advierte. Según el catedrático, “si no existe la Educación ambiental y científica, nunca habrá aceptación social de la necesidad de la transición energética”.

Greenpeace y Rodríguez también lo tienen claro: “Lo primero es que haya una información clara, concreta y objetiva de cuál es la problemática ambiental que vivimos (desde el cambio climático hasta la crisis de biodiversidad, desde el consumismo a la contaminación). Y, segundo, bajar a un plano más práctico que incite a los estudiantes a actuar en su vida cotidiana, por ejemplo: explicar el cambio climático con su origen, causas, consecuencias y alternativas”.

Los medios de comunicación desempeñan un papel clave en la creación de una conciencia ambiental.

Las familias y los medios de comunicación son dos agentes decisivos más para llevar a cabo la inexcusable regeneración en costumbres cotidianas y conservación de la casa común, la Tierra. ¿Qué responsabilidad y competencias les corresponden a unos y a otros?

Esta es la perspectiva de Javier Arístegui: “Me alegra ver que en algunos medios de comunicación, incluso en la televisión, se habla sobre el cambio climático y la sostenibilidad. Hay programas como la previsión meteorológica que está haciendo especial hincapié en divulgar el cambio climático. Esto lleva luego a que la gente hable en corrillos sobre esto. Y aunque la gente esté desinformada, el hecho simple de que se hable de ello, ya es importante”.

Desde la óptica de Isabel Marín, “partiendo de los gobiernos y hasta el último de los ciudadanos debiéramos de ir en línea, y un papel clave lo juegan los medios de comunicación”. “Cuando veo anuncios muy llamativos de productos de fácil consumo para los menores, y a precios muy baratos –dos menús a siete euros y te regalamos una corona–, y muy pequeño debajo escrito: mantén hábitos saludables, me enervo”, expresa.

Marín entiende que “los medios a través de la publicidad hayan de conseguir dinero, pero han de ser muy cuidadosos porque ellos influyen más que nosotros a la hora de decidir los hábitos de consumo de un menor. Y los mayores o tutores han de estar muy atentos porque es mucho más fácil y rápido atender una demanda de un menor, que explicar el por qué sí o por qué no. O seguir fomentando el Día de la Fruta en los colegios. Y evitar los productos en grasas saturadas”.

«Los medios están más focalizados en el impacto del último incendio que en hacer que la gente sepa valorar la importancia de los bosques como reservas de agua o de la biodiversidad

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Mario Rodríguez tiene claramente identificadas las lagunas de los medios de comunicación cuando tratan los asuntos medioambientales: “Vemos que los medios, salvo honrosas excepciones, están más focalizados por ejemplo en el impacto del último incendio, que en qué hay que hacer para que la gente sepa valorar la importancia de los bosques como reservas del agua o de la biodiversidad, o fuentes de suministro de alimentos. Cuando en un trabajo pones en valor la riqueza de estos ecosistemas, y propones soluciones y alternativas, pocos son los medios que se hacen eco de ello. Si hablan de la sequía les impacta más el estado de los embalses que los orígenes de la sequía y cómo se puede solucionar”.

Muchas de las medidas están testadas, probadas y demuestran que son eficaces y eficientes. Pero ha llegado la hora de dar un paso al frente. Ni los mares y océanos, ni los ríos ni los ecosistemas terrestres y de los acuíferos, pueden esperar más. Tampoco nosotros, ni el resto de especies animales y vegetales. Hablan científicos que saben y sin morderse la lengua en un diáfano ejercicio de compromiso y responsabilidad.

¿Qué acciones concretas proponen?

Arístegui aboga para reducir la huella del carbono, “que haya un cambio en la forma de desplazarnos, pero esto lo podemos hacer cada uno a nivel personal, sino que tiene que haber una infraestructura y un apoyo político al transporte público. Ser más ahorradores a la hora de usar la energía eléctrica, el agua, el reciclaje de la basura y demás. Cambiar nuestros hábitos alimenticios y hacerlos más vegetarianos. Si queremos utilizar energías limpias tiene que haber una transición clara desde la clase política para que el ciudadano no se gaste fortunas en placas solares o en energías limpias, ha de ayudársele”.

En esa línea Marín profundiza en las medidas: “Hay que legislar para que siempre la opción más sostenible sea la más fácil. Ahora es complicado cambiar todos los coches a eléctricos, pero estoy convencida de que es el futuro porque es más sostenible, más barato y porque va a dejar de emitir contaminación de metales pesados”.

Rodríguez y Greenpeace apuestan por hacer un cambio radical: “Hay que cambiar los patrones de consumo de aquí a una década. Hemos tardado en afrontarlos un siglo. Hay que acelerarlos”. ¿Cómo pueden ayudar la tecnología y las alternativas que hacen plausible ese cambio? Rodríguez cree que “es un tema psicológico, más que nada porque la información está, todo el mundo asume que hay que cambiar hábitos, pero esos patrones de consumo establecidos hacen que la gente se eche para atrás”.

Rodríguez pone como ejemplo la reducción del uso del coche particular en el tráfico diario: “Todo el mundo diría que sí, pero cuando tiene que dedicar más tiempo o el transporte público es más incómodo o le cuadra menos con la logística familiar, pues se complica. Si además a la hora de comprar un coche, el más ecológico es muy caro, necesita un sistema de fiscalidad y de ayudas que permitan comprarlo. Y así se va reduciendo el abanico”.

Fuente de la reseña: https://www.magisnet.com/2020/02/los-ninos-son-los-mejores-educadores-ambientales/

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Tres historias de cáncer infantil en tiempos de desabasto de medicinas en México.

América/México/12/02/2020/Autor: Jon Martín Cullell/fuente: elpaís.com

Las familias con niños en tratamiento de quimioterapia se movilizan frente a la escasez crónica y a la atención precaria en los hospitales públicos.

A Álex Hernández, Cristal Flores, y Emmanuel Fernández, tres niños enfermos de cáncer, les faltó en el último año vincristina, metrotexato, ciclofosfamida y purinethol. Todos son medicamentos fundamentales para sus tratamientos de quimioterapia. En plena revisión del sistema público de salud por parte del Gobierno, los padres de niños con cáncer en México han tenido que enfrentarse a repetidos episodios de desabasto en los hospitales. Estos no son nuevos, pero sí se han vuelto más frecuentes y hacen sentir su peso sobre unas familias marcadas por el sacrificio y las dificultades económicas. Ahora han dicho basta.

“Al aeropuerto”, propuso Omar Hernández, padre de Álex, en enero. En el Hospital Infantil de México faltaba vincristina, medicamento administrado por vía intravenosa para tratar desde leucemias a tumores cerebrales. Eran meses de encontrarse en situaciones parecidas y un grupo de padres quería hacer ruido. “No nos hacen caso, pues vamos a buscar un punto donde la gente nos vea”, dijo Hernández. Antes de convertirse en quesero, había trabajado en el aeropuerto como personal de seguridad y se lo conocía al dedillo. Se metieron las cartulinas debajo de las playeras y se colaron en uno de los vestíbulos con más tráfico de pasajeros de América Latina. Funcionó. Ese mismo día, el Gobierno les comunicó que ya había llegado el medicamento. Una victoria con fecha de caducidad, sospechan los padres.

Omar Hernández, “el que cierra avenidas” y padre de Álex

En el comedor de su casa, Hernández desglosa el viaje de Álex por los meandros de la leucemia, que fue también su viaje de vendedor de queso a activista. El niño se sienta en frente, colorea dibujos de superhéroes en un cuaderno y recuerda lo cansado que se sentía antes. A punto de cumplir 11 años, la leucemia ya está controlada y vuelve a comer chilaquiles tras meses sin probarlos, pero su padre no baja la guardia. En el hospital ya lo conocen como “el que cierra avenidas”.

Su activismo empezó hace dos años. Durante una de las rondas de quimioterapia para Álex en el Hospital Infantil de Ciudad de México, empezó a escasear el purinethol, un medicamento que ralentiza el crecimiento de células cancerígenas. Al principio, lo tuvieron que comprar en las farmacias a precio comercial; eran 1.200 pesos para 10 días, un monto sustancial para una pareja que acababa de cerrar su puesto de quesos para poder acompañar a Álex al tratamiento. Al cabo de un mes, ya ni se encontraba en las tiendas. Hernández se plantó.

“Los papás ninguno se quejaba: ‘¿Cómo voy a hacer algo? Me van a correr”, recuerda que le decían. Hace año y medio, firmó su primer acto de activista: una carta a la Secretaría de Salud para pedir mejor atención. Sin respuesta. Continuó recabando firmas en la sala de espera, pintada de jirafas y piñatas voladoras. Un doctor le llamó la atención: “Está prohibido; si sigue haciendo eso no sé qué va a pasar”. “Me vale… Cómpreme usted los medicamentos”, le espetó él.

A las pocas semanas, un puñado de padres cerró Reforma, una de las principales avenidas de la capital. Fue la primera movilización de una cadena. En febrero de 2019 volvió a faltar purinethol; se manifestaron en el Zócalo. En agosto, escaseó metrotexato, también fundamental para la quimioterapia. Pancartas en alto, decidieron entonces paralizar la entrada al aeropuerto, la primera vez que lo hacían.

Álex Hernández, enfermo de leucemia en fase de vigilancia, con sus padres Blanca y Omar.
Álex Hernández, enfermo de leucemia en fase de vigilancia, con sus padres Blanca y Omar. SEILA MONTES

La crisis de medicamentos para el cáncer, enfermedad que es la tercera causa de mortalidad en el país, ha desatado un cruce de acusaciones. La respuesta del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido confusa; ha negado el desabasto y, al mismo tiempo, lo ha reconocido. Culpa a los problemas de suministro mundial y, en México, a la supuesta corrupción de las farmacéuticas -diez proveedores recibieron el 80% del gasto entre 2012 y 2018, según el Gobierno-. Para incrementar la presión sobre la industria mexicana, el Ejecutivo acaba de aprobar por decreto la importación de medicamentos del extranjero aunque no estén registrados en el país.

Frente a las acusaciones, el director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica, Rafael Gual, apunta al papel del Ejecutivo en este embrollo, debido a los retrasos en las licitaciones y a la forma cómo se llevaron a cabo. Las últimas, lanzadas a finales de año, establecían que un solo fabricante se llevara el 80% de la provisión de un medicamento. “Si falla, el que tiene el 20% restante difícilmente podrá cubrirlo”, explica. “Tienes que permitir que haya cuatro o cinco proveedores para un mismo producto”.

Los hospitales tienen escaso margen de maniobra. “Es como ir a una comida corrida; tomas lo que haya. A lo mejor me la das más cara, pero no te vas a poner tú a cocinar fideos”, dice una directiva del Hospital Infantil de Ciudad de México que prefiere mantener el anonimato al tener prohibido dar entrevistas. “Te avisan en la mañana que no hay medicamento. Algunas veces hemos tenido que ir a comprar a la Farmacia del Ahorro [una cadena de tiendas de bajo coste]”. Para ciertas medicinas, dependen casi totalmente de Laboratorios Pisa, una farmacéutica que se enfrenta a una posible inhabilitación debido a varias investigaciones que el Gobierno ha abierto por supuestas irregularidades en las licitaciones.

Tras la manifestación en el aeropuerto en enero, el Gobierno informó que el Hospital Infantil de México, que trata a unos 800 niños con cáncer, había recibido vincristina en cantidad suficiente para un mes. El cirujano Pablo Lezama, jefe del servicio de cirugía oncológica, dice que se trata apenas de una solución temporal. “El suministro no está asegurado de forma sostenida”, afirma. “Si los pacientes pasan 15 días sin medicina o se les da una alternativa, eso disminuye la efectividad del tratamiento”. En veinte años de carrera nunca había visto desabastos tan frecuentes.

El secretario de Salud, Jorge Alcocer, y la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, se dieron de bruces con la realidad en una visita sorpresa a un hospital público la semana pasada. “¿Cuál es la situación en esta área?”, preguntaron los funcionarios. Lo que siguió fue un chaparrón de necesidades. “Presentamos escasez de material, principalmente de insumos como sedas, gasas. La semana no teníamos ningún guante absolutamente para operar. A los enfermos se les está pidiendo todo ese tipo material. No hay batas, cepillos”, enumeró una enfermera de blanco, presente en el encuentro improvisado. “No tenemos jabón ni para lavarnos las manos”, añadió otra.

Pese a las promesas de soluciones inmediatas, los padres no se fían. Omar Hernández repasa una lista de una treintena números de teléfono de todo el país, escritos en lápiz sobre un folio azul. “¿Qué onda? ¿Llegó la medicina?”, va preguntando a padres que están luchando contra la escasez en otros Estados.

Crisanto Flores, refugiado y padre de Cristal

Entre los escépticos, está Cristanto Flores, uno de los padres que se manifestó con Hernández en el aeropuerto. Hace casi un año, a su hija Cristal de tres años de edad se le empezó a hinchar el ojo izquierdo. “El ojo o su hija”, dijo el doctor tras descubrirle un tumor maligno. Vivían en Puerto de Veracruz, una ciudad con casi un millón de habitantes pero sin el equipo requerido para el tratamiento de Cristal. Tuvieron que salir en ambulancia hacia Ciudad de México, a unas siete horas por carretera. Para familias como la de Flores, el desabasto, un problema de siempre pero que se ha intensificado en los últimos meses, es un elemento más de una vida que se asemeja a la del refugiado.

Flores era albañil. A los 55 años, ha tenido que dejar su trabajo para mudarse a la capital y ahora se dedica a esperar durante horas frente a la fachada del Hospital Infantil, de colores alegres para disfrazar el dolor en sus tripas. Despunta el alba y otros padres en la misma situación se arreglan la manta sobre las piernas y apuran las últimas horas de sueño sentados en unos bancos de metal frío. Mientras Cristal entra a su ronda de quimio con una bata de personajes de Disney, Flores se pasea de arriba abajo, se sienta a ver vídeos de su hija bailando y hace cuentas.

Aunque el Estado cubre el coste de la quimioterapia desde hace más de una década, las familias todavía tienen que pagar los análisis y comprar medicamentos importantes como gotas y antibióticos. En dos años, Cristal necesitará una nueva prótesis para el ojo izquierdo. Cuesta unos 20.000 pesos, alrededor de 1.000 dólares. Pese a su semblante tranquilo, Flores no esconde la preocupación. “Ya no tenemos ni para los pasajes”, explica. “Lo poquito ahorrado se nos fue; todo se fue para abajo”.

Crisanto y Maricruz Flores acompañan a su hija Cristal al Hospital Infantil de México para una ronda de quimio.
Crisanto y Maricruz Flores acompañan a su hija Cristal al Hospital Infantil de México para una ronda de quimio. SEILA MONTES

La desigualdad en el acceso a atención de calidad también es territorial. Mientras la capital y los Estados del norte del país alcanzan o al menos se acercan a las 18 camas hospitalarias por cada 100.000 habitantes que la Organización Mundial de la Salud recomienda, 12 de los 32 Estados, entre ellos el Veracruz, tienen entre cinco y seis camas hospitalarias por cada 100.000 habitantes. En este contexto, casi el 70% de los casos se diagnostica en etapas avanzadas según el Instituto Nacional de Cancerología, un retraso que dificulta el tratamiento.

A veces, las fundaciones cubren el hueco y costean los medicamentos, pero el desabasto ha aumentado la presión. El director general de la Casa de la Amistad, Baltasar Madrid, sostiene que de los 27 hospitales públicos en 16 Estados con los que tienen convenio “todos tienen algún problema”, asegura. La fundación lleva varias semanas apoyando a un par de ellos con el suministro de medicamentos oncológicos.

Flores no ha recurrido a una fundación por ahora. La familia que los acoge ayuda con los pasajes al hospital y otros gastos y, recientemente, una conocida a la que llama señora Brenda le consiguió unos lentes para Cristal.

Brenda Galicia, recolectora de tapas y madre de Emmanuel

Hasta hace poco, Brenda Galicia, de 44 años, era ama de casa. Vivía con su esposo arquitecto y su hijo Emmanuel de 9 años en un condominio de clase media y caseta de vigilancia próximo a la capital. Querían ir a París de viaje. El cáncer cerebral que diagnosticaron a su hijo hundió los planes.

Galicia creó una página de Facebook para recibir donaciones y empezó a reunir tapas de botellas y garrafones. Cuando conseguía una tonelada, las enviaba a reciclar y sacaba unos 4.000 pesos, alrededor de 200 dólares. También se puso a vender pulseras y blusas bordadas chiapanecas en mercadillos. Con lo que juntaban ella y su marido – metido a conductor de Uber tras cerrar su despacho de arquitectura- pagaban medicinas y traslados.

Cada vez que iban al Hospital Infantil de México, Galicia cargaba una mochila de plástico transparente con todo lo necesario: dentífrico, termómetro, gasas y antibióticos. Por si acaso. “¿No hay? Pues tome”, les decía a las enfermeras abriendo la cremallera. “Mi hijo va a tener su medicina”. En ocasiones, la escasez alcanzaba hasta lo más básico. Durante una ronda de quimioterapia en abril del año pasado faltaron las cobijas. “Es que es domingo; nos redujeron el personal y no hay quien las lave”, recuerda que le dijeron. “¿Y yo con qué tapo a mi niño?”.

El Gobierno de López Obrador ha anunciado la rehabilitación de 52 nuevos hospitales y 50 centros de salud para este año y la compra de equipo médico. Esas promesas contrastan con los drásticos recortes de presupuesto. El Hospital Infantil de México se ha quedado sin el personal subcontratado que representaba alrededor de un tercio de la plantilla y el servicio de oncología ha tenido que reducir casi un 30% el número de cirugías. “Tenemos que ser más selectivos en la selección de pacientes que operamos”, afirma el cirujano Pablo Lezama. La promesa del Gobierno de abrir nuevas plazas todavía no se ha materializado.

Emmanuel falleció hace dos meses. Murió en estado vegetativo, poco después de una operación en la que las enfermeras lo amarraron a la cama porque no podía con el dolor. En casa de los padres, el luto tiene forma de pequeño altar con una vela encendida y un mono de peluche. Una miniatura en bronce de la Torre Eiffel, a la que quería subir Emmanuel, preside la mesa del salón.

El matrimonio arrastra una deuda de unos 100.000 pesos, unos 5.000 dólares. “Esto acaba contigo en todos los aspectos”, afirma Galicia. Mientras él intenta recuperar los clientes de su antiguo negocio de arquitectura, ella no ha dejado de recolectar tapas. Tiene un patio trasero lleno hasta arriba de bolsas, a la espera de que un camión las recoja. Ya tienen destinatario. A los 10 días de la muerte de su hijo, le mandaron el caso de un chico con cáncer a quien habían amputado una pierna. “Yo te junto una tonelada”, pensó. “Sé las necesidades que hay”, dice. “La gente se está uniendo. ¿Cuántas familias no han pasado por algo así?”.

Brenda Galicia sujeta la mochila de medicinas de Emmanuel.
Brenda Galicia sujeta la mochila de medicinas de Emmanuel. J. M. C 

Fuente e imagen: https://elpais.com/sociedad/2020/02/10/actualidad/1581295136_012381.html

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