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La extraviada Reforma Educativa de la 4T

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

El próximo 12 de diciembre, se cumplirán dos años de que el presidente López Obrador envió la iniciativa de reforma al texto constitucional en materia educativa, específicamente de los artículos 3, 31 y 73 de la Carta Magna, con la finalidad de cancelar y modificar los términos, contenidos y leyes secundarias que formaban parte de la anterior reforma educativa del período 2012-2018. Con ese acto de 2018, oficialmente, se inició el proceso de la “Reforma Educativa de la 4T”.

Independientemente de los factores asociados durante el presente año, como son la crisis sanitaria y la crisis económica, la Reforma Educativa de la “4T” se encuentra extraviada. A dos años de su lanzamiento, como iniciativa de cambio gradual, moderado, y planteada desde las nuevas élites gobernantes, dicha iniciativa e impulso reformistas se han tornado desangelados, sin fuerza, cada día más debilitados a la vista de las evidencias.

El mismo Esteban Moctezuma, secretario de educación pública federal, con frecuencia omite hablar o escribir acerca de la “Reforma Educativa del 2018-2019”, como tal, sino que más bien se refiere, en su lugar, al Acuerdo Educativo Nacional o a la creación de la “Nueva Escuela Mexicana” (esta última, inspirada en los proyectos de la “Fundación Azteca”, donde él trabajó y manejó el concepto de “excelencia musical”, entre otros términos y valores empresariales). Me pregunto ¿Acuerdo con quién, cómo, para qué?

Si uno busca las fuentes documentales de la nueva “Reforma Educativa de la 4T”, no se encuentra ningún texto unificado. El gobierno del presidente López Obrador, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), no ha elaborado un documento integrador en ese sentido. La Cámara de Diputados federal, donde el partido Morena y aliados son mayoría, ni el organismo creado en lugar del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), esto es, la Comisión para la “Mejora Continua” de la Educación, nadie ha elaborado un documento que dé sustento, precisión y consistencia al más reciente proceso reformista. Y no sólo eso, tampoco se percibe una solidez discursiva por parte de las autoridades, sino más bien un abandono del lenguaje “reformista” en los registros y en el accionar de las políticas públicas educativas aplicadas durante los dos años recientes.

Algunas preguntas generadoras para motivar el análisis

¿Cuáles son los contenidos de la Reforma Educativa (RE) impulsada por el gobierno de la «4T»? ¿Qué cambios o transformaciones se han proyectado durante este sexenio de la “4T” en el campo educativo? Hasta ahora, ¿qué se ha logrado? Tiempo, por cierto, del cual ya ha trascurrido el primer tercio ¿Qué cambios de fondo se han producido o se proyectan en aprendizajes escolares (y su evaluación formativa); en las prácticas docentes (y su evaluación formativa, no punitiva ni para controlar)?

¿Qué hay en cuanto a cambios al currículo escolar; en nuevos métodos y enfoques de enseñanza; en nuevos modelos de gestión educativa y escolar? ¿Qué en la atención integral e institucional a la inequidad educativa como parte de la inequidad social? ¿Qué se ha hecho en cobertura; en organización escolar (con la intención de que sea menos burocratizada); en materiales didácticos (para fomentar la lectura, más allá de las TIC); en formación continua para docentes y directivos escolares en servicio; en procesos de formación Inicial y preparación profesional para las y los estudiantes de las escuelas normales, los CAM y la UPN? ¿Qué cambios sustantivos en infraestructura educativa? ¿Qué hay con respecto al financiamiento público hacia la educación? ¿Qué avances se puede anotar el gobierno de la “4T” para abatir el rezago educativo?

Así describía, en 2019, EMB los puntos contenidos en la Reforma Educativa de la “4T”: “Queda abrogado el texto constitucional previo. Con la aprobación de la iniciativa, se eliminarían también la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Ley del Servicio Profesional Docente. No habrá evaluaciones punitivas ni obligatorias. Los maestros tendrán derecho a un sistema de formación y actualización gratuito. No existirá ninguna relación entre evaluación y permanencia en la plaza de los educadores. Se reinstalarán a los profesores que fueron cesados a raíz de la aplicación de la reforma educativa (de 2013) y se eliminarán las sanciones contrarias a los derechos laborales. En la iniciativa se establece que la enseñanza es el centro del sistema educativo, por lo que se suprimirán las cargas administrativas. La promoción de los maestros estará asociada con sus conocimientos, aptitudes y experiencia y no a exámenes estandarizados. En la iniciativa, los derechos laborales del magisterio quedan debidamente protegidos. En búsqueda de una educación de excelencia, se propone el mejoramiento integral para lograr el máximo aprendizaje en el aula. Por primera vez, el concepto ‘joven’ aparece junto con el de niños, niñas y adolescentes como el centro de la educación. El curso del nivel de educación superior es obligatorio y se recupera la educación inicial. Se fomentará un nuevo pensamiento crítico y valores. El civismo regresa como materia. Se promueve el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación, pero tendrá un énfasis en las autoridades educativas. Por primera vez las familias se vuelven corresponsables de la educación, porque se requiere también la participación de los padres. La educación se define como equitativa. Por ello se impulsarán acciones que reviertan carencias alimentarias, de infraestructura y su mantenimiento en zonas de alta marginación. También se considera como inclusiva, multicultural y plurilingüe, con respeto a los derechos de todos. Se fortalece en la educación la convivencia y el cuidado del medio ambiente. Se habla de una educación para las diferentes realidades de México. Por ello, se invitarán a actores sociales para las tareas, para que cada región tenga expresada su cultura. Los adultos mayores contarán con acceso y garantías al sistema educativo. Los planes y programas de estudio van a tener perspectiva de género. Además, tendrán como materias: ciencias y humanidades, historia, geografía, filosofía, civismo, lenguas indígenas y extranjeras, artes, tecnología, deporte, promoción de estilos de vida saludables, cuidado del medio ambiente y cultura de paz. Habrá un énfasis en los derechos humanos, para que todas las personas sepan defenderlos. Se garantiza la educación especial para personas con discapacidad. El respeto y la promoción de la autonomía universitaria. Más oportunidades de acceso a la educación superior hasta lograr el cero por ciento de rechazo.” (1)

Hasta el momento, (ubico al período 2018-2020), no ha habido tal “transformación”. Este intento de “Reforma” se ha quedado corto. En la búsqueda de nuevos consensos políticos durante la gestión legislativa, el gobierno de la “4T” sólo ha “descafeinado” los términos de la reforma educativa prometida en campaña electoral (que sería supuesta y paradójicamente “radical”). El decreto (2), por ejemplo, que se publicó el 15 de mayo de 2019, donde se concentran los productos de las negociaciones legislativas en torno a la iniciativa del presidente López Obrador, muestra más continuismo discursivo y de conceptos educativos y pedagógicos, que ruptura con respecto a la reforma educativa pasada (la palabra “reforma” sólo aparece ahí cuatro veces y se refiere al cambio del texto constitucional, no a un proyecto educativo de largo alcance).

Por otra parte, aprecio que la actual reforma educativa (de la “4T”) es «reactiva», porque se inspiró en la abrogación de las leyes secundarias que derivaron de los cambios al texto constitucional de 2013, pero en sí misma, la actual, no es una reforma que haya surgido ni se haya desarrollado de una matriz original, ni de un auténtico proyecto educativo nacional alternativo. La modificación inmediata y precipitada (recordemos el “detalle” de la autonomía universitaria, eliminada en borrador) del texto constitucional, en la iniciativa de diciembre de 2018, pareció ser más un acto reformista reflejo que un resultado tangible de un movimiento nacional (“desde abajo”) que abanderara a la reforma en sentido progresista, a partir de las demandas sociales y de la voz del magisterio. Y aunque a las y los docentes se les invitó a participar en consultas públicas, entre julio y noviembre de 2018, el resultado de las modificaciones constitucionales de 2019, y la operación gubernamental que se ha dado desde entonces, están lejos de empatarse con lo manifestado por López Obrador durante la campaña de ese mismo año, cuando habló de un “cambio de raíz”.

Al caracterizar al reformismo educativo en México, como una especie de afiliación obsesiva por emprender “reformas educativas” en automático, que ha intentado pasar del reformismo conservador-tecnocrático (2013) al reformismo progresista, moderado (2018-2019), ni siquiera ve reflejados dichos impulsos “gradualistas”; mucho menos se podría hablar de un “reformismo educativo radical», lo cual, en sí mismo y por sentido lógico, sería una contradicción.

¿Cuál transformación de la cosa pública en materia de educación hemos tenido? La RE, hoy, es retórica, es discurso vacío, es demagogia, es contradicción sin proyecto propio. Por todas estas razones y cuestionamientos, me parece más bien que estamos frente al umbral de una crisis del reformismo educativo en México.

Fuentes consultadas:

(1) “Esteban Moctezuma explica, punto por punto, la iniciativa para la reforma educativa”, El Financiero, 21 de marzo, 2019.

(2) Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de los artículos 3o., 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia educativa. DOF, 15 de mayo, 2019.

Fuente e imagen: https://www.sdpnoticias.com/amp/columnas/la-extraviada-reforma-educativa-de-la-4t.html?__twitter_impression=true

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México: Regreso presencial a clases no será intempestivo, reitera la SEP

América del Norte/México/04-10-2020/Autora: Carolina Gómez Mena/Fuente: www.jornada.com.mx

Ciudad de México. El regreso a las clases presenciales no será intempestivo, aseguró el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán.

Aseveró que en ningún momento se tomarán acciones que no estén bien pensadas, medidas y calculadas, cuando haya semáforo epidemiológico verde en las entidades.

En su mensaje con motivo de la primera sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar (CTE), recordó que el Sistema Educativo Nacional fue el primero en ordenar el distanciamiento social, con la intención de salvaguardar la salud de quienes integran las comunidades escolares.

Asimismo, sostuvo que una de las principales consideraciones para retomar las actividades presenciales es que la Secretaría de Salud (Ssa) emita el semáforo epidemiológico en verde en cada entidad, y las autoridades locales definan la apertura de los planteles escolares.

«Esto es algo muy importante, porque hay condiciones muy diferenciadas en todos los estados que no podemos manejar desde la Secretaría de Educación Pública, a nivel federal».

Destacó que la reingeniería pedagógica, que llevó a todos los docentes a transformar sus hogares en salones de clase y a la Secretaría a adaptarse para hacer posible la producción de la estrategia de aprendizaje a distancia Aprende en Casa l y ll.

A raíz de la pandemia por COVID-19 la comunidad educativa tuvo que dar un “salto tecnológico y pedagógico sin precedente”, por lo que exhortó a las maestras y maestros a que, de acuerdo con la filosofía de la Nueva Escuela Mexicana, centren sus esfuerzos en el aprendizaje integral y en el desarrollo emocional de niñas, niños y adolescentes.

Moctezuma Barragán afirmó que la SEP instrumenta una estrategia “formal, duradera y resiliente” que permitirá el fortalecimiento de la educación pública ante cualquier adversidad, y que garantice el derecho a la educación de niñas y niños en todo el país.

Explicó que el CTE busca estimular el discernimiento acerca de las estrategias pedagógicas más idóneas sobre el trabajo cotidiano con los estudiantes y la planificación de sus esfuerzos ante el confinamiento a causa de la pandemia del COVID-19.

El CTE se realiza con el propósito de revisar los recursos del programa a distancia Aprende en Casa II, a un mes de haber iniciado el Ciclo 2020-2021.

Es un espacio de reflexión promovido por la SEP, para que mensualmente docentes de todo el país compartan sus experiencias académicas y se enriquezcan mutuamente, además de que valoren la situación y avance de los estudiantes en su regreso a clases.

Todo ello, propicia que se retome el Programa Escolar de Mejora Continua (PEMC) a partir de un “diagnóstico amplio” de las condiciones actuales de la escuela, que plantea objetivos, metas y acciones dirigidas a fortalecer y resolver problemáticas escolares.

El subsecretario de Educación Básica, Marcos Bucio Mújica, expresó su beneplácito porque sinergias como la del CTE, sean el espacio de comunicación horizontal y de planeación multianual que orienten las acciones de la Nueva Escuela Mexicana, en la que maestras y maestros sean quienes mejoren sistemáticamente sus resultados educativos, para que los colectivos docentes retomen el PEMC dispuesto por nuestra estructura institucional.

“Quienes iniciaron esta experiencia a distancia en el Ciclo Escolar anterior, podrán fortalecer sus conocimientos bajo las condiciones en las que ahora se brinda el servicio educativo, y lograr así que niñas, niños y adolescentes adquieran conocimientos, habilidades, actitudes y valores significativos, a pesar de las limitaciones sanitarias».

En la Primera Reunión Ordinaria del CTE, la guía de reflexión consta de tres apartados:

1. “¿Cómo nos fue en el retorno a clases? Los colectivos docentes realizarán un ejercicio de valoración sobre sus formas de intervención a distancia, identificarán sus fortalezas y áreas de oportunidad, así como a educandos en condición de rezago”.

2. “Planificación de las actividades para el aprendizaje de nuestros alumnos. Revisarán los recursos de Aprende en Casa II y los progresos de sus alumnos para diseñar su planeación. Las intervenciones de las maestras y maestros, son las que permiten mejorar los resultados de aprendizaje, por lo que es fundamental para la escuela que los docentes organicen su intervención con visiones compartidas sobre los aprendizajes que van a priorizar y sobre las estrategias que aplicarán para que todas y todos sus alumnos logren resultados de aprendizaje satisfactorios”.

3. “Retomar y fortalecer nuestro PEMC. Los colectivos harán un análisis sobre las condiciones para la continuidad del aprendizaje de los alumnos, fuera de los salones de clases”.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/10/02/regreso-presencial-a-clases-no-sera-intempestivo-reitera-la-sep-8471.html

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Nueva Escuela Mexicana: el futuro como legitimación

Por: Carlos Ornelas.
En el Plan Sectorial de Educación 2020-2024, que el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, presentó la semana pasada, hay una frase que sintetiza la creencia del gobierno de la 4T sobre el poder de la educación, en concreto, de la Nueva Escuela Mexicana, para conquistar el futuro. “[…] la Nueva Escuela Mexicana [NEM] sentará las bases para la regeneración moral del país, a partir de una orientación integral basada en valores como la honestidad, honradez, ética, libertad y confianza” (p.5).

La legitimidad de un gobernante, de acuerdo con postulados de Max Weber, descansa en la credibilidad que los gobernados le otorguen. Y ésta depende de la eficacia del hacer gubernamental. Si la gente piensa que lo hace bien y entrega resultados palpables, su legitimidad crece. Pero si no hay frutos específicos, puede suceder lo contrario.

En el Plan Sectorial de Educación 2020-2024, que el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, presentó la semana pasada, hay una frase que sintetiza la creencia del gobierno de la Cuarta Transformación sobre el poder de la educación, en concreto, de la Nueva Escuela Mexicana, para conquistar el futuro.

En un ensayo breve (mimeografiado), María del Carmen Ainaga Vargas resume las teorías de la legitimación de Norberto Bobbio. Uno de los asuntos que trata Bobbio es que los mandatarios se remiten a la historia y al futuro para legitimarse.

El PSE está lleno de frases que condenan al pasado, en especial al reciente: la corrupción, hostigamiento a los docentes, compra, venta y herencia de plazas. En suma, una crisis moral. Por ello, desde la SEP, con las herramientas de la política educativa, se inculcarán valores cívicos para la regeneración moral. Esta frase, por cierto, evoca la consigna del gobierno de Miguel de la Madrid, el primero de la época neoliberal, según la retórica de la 4T.

La remisión a la historia futura, abrevia Ainaga Vargas, constituye uno de los criterios para la legitimación del poder. Se trata de imponer un nuevo orden y destruir el viejo esquema. La NEM, sin embargo, no trata de desgajar un trazo viejo, sino a la “mal” llamada Reforma Educativa del gobierno de Peña Nieto. El PSE presenta al pasado como condición y al futuro como anhelo, pero poco del presente.

La tipología de la dominación legítima de Weber destaca tres caracteres: tradicional, carismático y racional. El Estado democrático moderno descansa en la dominación racional, en el derecho, no en la creencia en la infalibilidad del líder (“los hombres obedecen a las leyes, no al gobernante”). El presidente López Obrador apuntala cada día su carisma como eje de gobierno, invade el espacio público, centraliza el poder, mientras el proceso de toma de decisiones racional burocrático se desvanece.

En el gobierno de Peña Nieto, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación contradijo y se apoderó de porciones del espacio público. La fortuna, como diría Maquiavelo, es generosa con AMLO, pero él hace su tarea de seducción con las mañaneras, giras y videos a cada rato. No tiene un adversario orgánico, los partidos de oposición no pintan, pero en la plaza pública le llueven críticas; ése es su flanco débil.

Por lo pronto, hay ofertas de símbolos, la NEM es una venta de esperanza, sin asideros conceptuales firmes y con problemas inmensos inmediatos. La pandemia le da cierto respiro a la SEP, justifica la falta de resultados, pero no habrá mucho terreno para moverse en la nueva (a)normalidad porque la austeridad republicana abrumará al sector educativo. No sabemos cuáles serán las providencias para conocer si honestidad, honradez, ética, libertad y confianza imperan o siguen por el camino.

La CNTE, por lo pronto, no brega contra la SEP, pero el gobierno —aunque le haga concesiones— le niega su participación, no legitima sus textos ni materiales. A fe mía que cuando no haya fondos para más plazas y otras sinecuras, saltará al espacio público.

Además, sospecho que la falta de resultados de la Nueva Escuela Mexicana se hará patente ante los segmentos sociales que hoy creen en la palabra de AMLO, el carisma también se desgasta.

La legitimación por medio de la historia y del futuro tiene límites, el presente —la práctica— es más importante.

Fuente del artículo: http://www.educacionfutura.org/nueva-escuela-mexicana-el-futuro-como-legitimacion/

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La Nueva Escuela Mexicana y lo que la hace distinta de las reformas anteriores

Por: Miguel Ángel Pérez

El pasado viernes 3 de julio, fui invitado por los colegas de la Unidad 161 Zamora de la UPN, a un Panel sobre la Nueva Escuelas Mexicana y la formación de docentes en el marco de la realización de su Foro Internacional que organizan año con año. En esta ocasión y por cuestiones atribuidas a la pandemia se realizó dicho evento totalmente a distancia con el apoyo de las plataformas digitales. El panel en el que participé fue un dialogo informado al lado de los siguientes colegas: la Mtra. Leticia Torres Soto de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Fidel Negrete Estrada Director de la Unidad 161 (Morelia) de la UPN, y Dany Becerra de la CNTE (Sección 18).

Quiero desarrollar en este espacio parte de mis intervenciones en dicho evento, dando las gracias de antemano, a la Unidad 162 Zamora de la Universidad Pedagógica Nacional, a su director y a la organizadora de este espacio por permitirme desarrollar estas ideas.

Inicio diciendo que la Nueva Escuela Mexicana (NEM) intenta desde su origen distanciarse de lo que fue la propuesta de Reforma Educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto, para ello se buscó resolver el problema legal en la parte legislativa. Y para buscar las diferencias entre una y otra propuesta, habría que definir cuando menos tres coordenadas para hacerlo. Dichas coordenadas podrían ser las siguientes:

  1. Lo solidez en los contenidos de la propuesta.
  2. La pertinencia para responder a las necesidades educativas de la sociedad. Y
  3. El vínculo o la legitimidad con el resto de los actores y agentes educativos.

La propuesta educativa durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (EPN), tuvo la distinción de que fue el dispositivo de evaluación sobre el cual giraron la mayoría de las acciones. La evaluación terminó secuestrando al sistema y dicho gobierno se vinculó con la OCDE orara cumplir con su lista de intenciones marcadas por aquel organismo. Pero el mayor desacierto del gobierno de EPN fue el violentarse con el magisterio, al utilizar a la evaluación de manera punitiva y como un recurso para castigar y excluir, y no para conocer y retroalimentar el propio desempeño académico de los y las educadores.

Sin embargo, el problema desde el origen de la Nueva Escuela Mexicana en el marco de la 4 T, es que, a sus creadores, les ha preocupado de manera obsesiva el ser diferentes a sus antecesores. La NEM, es uno de los proyectos o las iniciativas educativas oficiales menos documentadas, no existe el libro blanco de la propuesta (modelo reforma, acuerdo) o como le quieran llamar sus creadores, se ha generado mucha más literatura desde los espacios externos ms que desde la propia SEP.

La NEM efectivamente no se parece a la propuesta de reforma de EPN, lo primero fue hacer los ajustes legislativos, modificar la ley para que no aparezca el carácter obligatorio de la evaluación y lo lograron, pero hace falta muchas cosas más.

El gran acierto de la NEM es que tiene la mirada puesta en atender a los des-atendidos ancestralmente, a partir de los componentes de equidad, inclusión y justicia educativa, pero la NEM no camina porque existen problemas serios en dos planos:

Primero no existe un pleno consenso de la propuesta educativa en las esferas del gobierno y del grupo cercano al señor presidente. Las posiciones en el grupo en el poder se asumen encontradas.

Y Segundo, en aras de legitimar la propuesta a toda costa la los creadores y defensores de la NEM (con el titular de la SEP a la cabeza) se han encargado de negociar con todas las instancias, intentan quedar bien con todos, con dios y con el diablo para ganar apoyo, consenso, legitimidad y no siempre se puede. Las autoridades educativas dialogan por igual con la dirigencia de la CNTE, con la cúpula del SNTE y con el grupo de empresarios interesados desde hace algunos años en la intromisión estratégica en los asuntos educativos con Mexicanos Primero a la cabeza.

En otra pregunta se nos pedía en el panel mencionado ¿dar cuenta de qué le falta a la NEM para que camine? Y yo decía tres cosas:

  1. Mayor claridad en cuanto a los contemos programáticos de la propuesta (lo propiamente educativo).
  2. Mayor claridad en cuanto al diseño de la ruta de acción que se pretende seguir y las metas o los fines intermedios a los que se pretende llegar.
  3. Y como tercer punto, el ser más enérgicos en cuanto a la negociación que se tiene con la propuesta de desarrollo educativo de carácter sexenal. Parece que la actual cúpula de la SEP en aras de quedar bien con todos, no deja plenamente satisfechos a nadie, es necesario que la balanza se incline hacia algún lado.

Me parece que de manera segada en la actual coyuntura entramos en una fase importante en cuanto a las propuestas educativas que surgen desde la esfera de gobierno, dicho elemento consiste en el reconocimiento verdadero (no solo retórico) del carácter pluricultural, pluriétnico y plurisocial, de nuestro país; el gobierno de López Obrador es el primer en entender que eso que le llamamos México se compone de muchos Méxicos y a cada uno hay que atenderlo por separado.  Para ello entonces se requiere que el modelo nacional sea flexible y se atienda verdaderamente a los entornos especificas a los contextos regionales y sobre todo a las necesidades específicas de cada comunidad en concreto.

Por último, la relación de la NEM con la formación de docentes y con el magisterio en general, ahí dije que es importante recuperar el carácter profesional del magisterio, el arribo del siglo XXI y a partir de la frase de Manuel Castels, de que hemos pasado de una época de cambios a un cambio de época, nos exige pensar de mejor manera en el asunto de los docentes.

Parece que estamos ante el agotamiento del aparato de gobierno como generador de propuestas educativas, que se pueden sostener y es importante entones comenzar y gestar y generar propuestas dese los intersticios y los márgenes del sistema, se trata de recuperar el carácter de intelectual orgánico de los profesores y profesoras, como líderes de las comunidades y de las causas populares, pero para ello necesitamos contar con docentes que lean, que escriban que piensen, que se cuestiones y que revisen y sistematicen la práctica que realizan en el entorno de la comunidad en donde se encuentran.

La técnica está secuestrando al intelecto, por lo tanto, se requiere regresar a revisar al carácter profesional del magisterio, junto con su compromiso social. Pero también con propuestas, muchas prácticas educativas se realizan en los márgenes, pero en los mismos márgenes se pierden, se trata ahora de recuperar y sistematizar dichas experiencias para dialogar con el gobierno la conformación de un modelo de NEM desde la práctica y desde los saberes prácticos de los y las educadores.

Debido a que el Panel se llevó a cabo, en el marco de un foro nacional organizado por la Unidad Zamora de la UPN al final dije que habría que regresar a hacer efectivo el lema de nuestra universidad “Educar para transformar” hoy más vigente que nunca.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-nueva-escuela-mexicana-y-lo-que-la-hace-distinta-de-las-reformas-anteriores/

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Atender sin entender el enfoque inclusivo de la discapacidad: la evaluación como reto en tiempos de pandemia

Por:  *Alfonso Fermín García Millán/Colectivo Educación Especial Hoy

La Nueva Escuela Mexicana supone la construcción de terrenos cada vez más incluyentes, en los cuales la sociedad juega un papel fundamental; nos toca desaprender la visión reduccionista de una cultura donde la diferencia solo se reconoce por su derecho a recibir educación, lo que conlleva a dar cumplimiento parcial de nuestro Artículo 3° Constitucional.

En este sentido la NEM pretende transitar de un ideal de escuela que abre las puertas a la diversidad, a una en la que a pesar de la falta de capacitación institucional se atiende a los alumnos desde las posibilidades y capacidades de cada maestra y maestro; siendo esta la “estrategia” para garantizar la educación de excelencia a la que aspira el Sistema Educativo Nacional. Para ello se estableció un aparato normativo que supone blindar derechos adquiridos por la población vulnerable, quedando establecido en la Ley General de Educación:

Capítulo VIII

De la educación inclusiva.

 Artículo 61. La educación inclusiva se refiere al conjunto de acciones orientadas a identificar, prevenir y reducir las barreras que limitan el acceso, permanencia, participación y aprendizaje de todos los educandos, al eliminar prácticas de discriminación, exclusión y segregación.

La educación inclusiva se basa en la valoración de la diversidad, adaptando el sistema para responder con equidad a las características, necesidades, intereses, capacidades, habilidades y estilos de aprendizaje de todos y cada uno de los educandos. 

Artículo 62. El Estado asegurará la educación inclusiva en todos los tipos y niveles, con el fin de favorecer el aprendizaje de todos los estudiantes, con énfasis en los que están excluidos, marginados o en riesgo de estarlo, para lo cual buscará:

  1. Favorecer el máximo logro de aprendizaje de los educandos con respeto a su dignidad, derechos humanos y libertades fundamentales, reforzando su autoestima y aprecio por la diversidad humana;
  2. Desarrollar al máximo la personalidad, los talentos y la creatividad de los educandos;

III. Favorecer la plena participación de los educandos, su educación y facilitar la continuidad de sus estudios en la educación obligatoria;

  1. Instrumentar acciones para que ninguna persona quede excluida del Sistema Educativo Nacional por motivos de origen étnico o nacional, creencias religiosas, convicciones éticas o de conciencia, sexo, orientación sexual o de género, así como por sus características, necesidades, intereses, capacidades, habilidades y estilos de aprendizaje, entre otras, y
  2. Realizar los ajustes razonables en función de las necesidades de las personas y otorgar los apoyos necesarios para facilitar su formación.

 Artículo 64. En la aplicación de esta Ley, se garantizará el derecho a la educación a los educandos con condiciones especiales o que enfrenten barreras para el aprendizaje y la participación.

Las autoridades educativas, en el ámbito de su competencia, para atender a los educandos con capacidades, circunstancias, necesidades, estilos y ritmo de aprendizaje diversos, realizarán lo siguiente:

  1. Ofrecer formatos accesibles para prestar educación especial, procurando en la medida de lo posible su incorporación a todos los servicios educativos, sin que esto cancele su posibilidad de acceder al servicio escolarizado;

III. Prestar educación especial para apoyar a los educandos con alguna discapacidad o aptitudes sobresalientes en los niveles de educación obligatoria;

  1. Garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje de los educandos con alguna discapacidad, su bienestar y máximo desarrollo para la autónoma inclusión a la vida social y productiva, y

VII. Promover actitudes, prácticas y políticas incluyentes para la eliminación de las barreras del aprendizaje en todos los actores sociales involucrados en educación. 

Artículo 65. Para garantizar la educación inclusiva, las autoridades educativas, en el ámbito de su competencia, ofrecerán las medidas pertinentes, entre ellas:

  1. Facilitar el aprendizaje del sistema Braille, otros modos, medios y formatos de comunicación aumentativos o alternativos y habilidades de orientación y de movilidad, así como la tutoría y el apoyo necesario;
  2. Facilitar la adquisición y el aprendizaje de la Lengua de Señas dependiendo de las capacidades del educando y la enseñanza del español para las personas sordas;
  • Asegurar que los educandos ciegos, sordos o sordociegos reciban educación en los lenguajes y los modos y medios de comunicación más apropiados a las necesidades de cada persona y en entornos que permitan alcanzar su máximo desarrollo académico, productivo y social;
  1. Asegurar que se realicen ajustes razonables para las personas con discapacidad, y
  2. Proporcionar a los educandos con aptitudes sobresalientes la atención que requieran de acuerdo con sus capacidades, intereses y necesidades.

Es importante reconocer que, con anterioridad a estos planteamientos, en las escuelas ya se estaba trabajando en la mejora de la evaluación que se lleva a cabo a las niñas y niños; dejando de privilegiar la evaluación sumativa y transitando poco a poco hacía una evaluación formativa que contemple los procesos de avance de cada estudiante, con el fin de asegurar el aprendizaje de todos los alumnos, principalmente de los que se encuentra en mayor desventaja como los alumnos con discapacidad.

Por lo que, desde esta mirada, es importante reconocer que para llevar a cabo la evaluación formativa se requiere estar juntos para observar, acompañar y nutrir el aprendizaje en cada uno de los alumnos. Pedro Ravela, Beatriz Picaroni y Graciela Loureiro (2017) consideran la evaluación como parte de la cotidianidad en el sistema educativo, ésta tiene varias implicaciones:

  • Comprobar constantemente los aprendizajes que los alumnos van logrando. (Shepard, 2006).
  • Valorar si el desarrollo de la planeación es congruente con lo planeado (SEP, 2012).
  • “Permite una acción reguladora entre el proceso de enseñanza y el proceso de aprendizaje” (Casanova, 2007).
  • Observar en diferentes momentos el proceso de avance de los aprendizajes del alumno (Ravela, 2017).
  • La participación activa entre evaluadores y evaluados en un proceso de diálogo en el proceso de diseño, desarrollo y resultados en la evaluación (Santos, 2014).
  • La retroalimentación como elemento para la mejora de los estudiantes y se puede dar entre docente-alumno, alumno-alumno durante el proceso de aprendizaje (Shepard, 2006).

Con base en estas premisas, es importante reconocer que, pese a los esfuerzos por mejorar los aprendizajes, los resultados educativos reflejan que aún falta mucho por hacer; se requiere una verdadera capacitación al magisterio sobre atención a la diversidad, así la contratación de más personal de educación especial para que contribuya al logro de las metas planteadas desde el papel (Capítulo I, Artículo 7, inciso c y d) y como apoyo de los alumnos que lo requieren.

La inclusión es una política sólo de afirmación, afirma la presencia del otro allí donde no estaba, pero no hay nada de su existencia, nadie pregunta cómo la está pasando, porque creen que lo que interesa es simplemente que esté allí”, palabras que Carlos Skliar ocupa para describir la existencia en el sistema educativo de los alumnos con discapacidad por mandato, pero que en lo real no han sido visibilizados en su totalidad desde el Sistema Educativo Nacional para garantizar la atención desde la individualidad, las características y habilidades de cada estudiante, así como se refiere en lo siguiente:  artículo 7, fracción II,  a); Capítulo III, fracción VII;  Capítulo VIII, artículos 61, 62 (fracción II,IV,V), 64 (fracción II, III, VI, VII) y el Artículo 65 en todas sus fracciones.

De acuerdo con cifras del INEGI 2018 existe en el país una población aproximada de 7. 7 millones de personas con alguna discapacidad de acuerdo a la encuesta nacional de la Dinámica Demográfica y la esta población existente de acuerdo a cifras del ciclo escolar 2018 – 2019 se atendió en educación básica a 624,371 NNA con alguna discapacidad en CAM, USAER y UDEEI, lo que representa la atención de 4,527 escuelas de prescolar, primaria y secundaria; 1,665 CAM, de 198,731 escuelas de educación básica, 3,200 inicial,  73,779  preescolar, 87,260 primaria, 34,492 secundaria logrando una cobertura del  3. 11%  en atención a las escuelas por parte de educación especial lo que configura un gran reto lo establecido en el la Ley general de Educación, Capítulo VIII de la educación inclusiva, Artículo 64, Fracción III que hace referencia a “la prestación de educación especial para apoyar a los educandos con alguna discapacidad o aptitudes sobresalientes en los niveles de educación obligatoria”.

En 2014 los resultados de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica indican que el nivel de escolaridad promedio de la población de 15 años y más es de 9 años, mientras que para la población con discapacidad es de 5 años lo que indica 4 años de menos permanencia en la escuela.

Desde mi experiencia como docente, director y evaluador certificado en la antigua ley del Servicio Profesional Docente en el campo de educación especial, he observado que cuando se habla de evaluación, los maestros se enfrentan a la dificultad no solo de asignar una calificación, sino al qué y cómo evaluar a la población que por su condición o situación de vulnerabilidad requiere de oportunidades equivalentes para acceder al aprendizaje.

Hoy en el marco de la Pandemia generada por el COVID – 19 se ha invisibilizado la inclusión, quedando al descubierto todas las inequidades existentes, incluso los grupos vulnerables hoy se demuestra que siguen siendo los  más perjudicados pese a las leyes de papel que poco han servido para garantizar los derechos fundamentales, las comunidades indígenas han sido excluidas por la conectividad, la tecnología y más aún por la pobreza en la que están inmersos, los migrantes que no reciben apoyo por el gobierno que los ha relegado del sistema de salud y trabajo, pero también las personas con discapacidad que han sido excluidas en lo económico , seguridad social y también en lo educativo

La pandemia exhibió las inequidades del Sistema Educativo Nacional y las problemáticas para atender a la Jornada Nacional de Sana Distancia; en la Guía de la sesión ordinaria de Consejo Técnico Escolar, para el cierre de ciclo escolar se reconoce “que el acceso a la oferta educativa en este periodo fue desigual, ya sea por la carencia de recursos tecnológicos o por falta de condiciones en los hogares”. Aun con los grandes esfuerzos de “priorizará el interés superior de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el ejercicio de su derecho a la educación” (Título Primero; del derecho a la educación; Capítulo I; Artículo 2.), no se alcanzó la meta de cumplir el eslogan “no dejar a nadie atrás, no dejar a nadie afuera”.

El COVID-19 es una problemática de salud pública, las decisiones en materia educativa han puesto en peligro el bienestar de la población al insistir en compromisos adquiridos con organismos internacionales.

Resulta evidente que la equidad no se puede “medir” con libros de texto, televisión, radio e internet; además de que no todos tienen acceso a ellos, el tenerlos no garantiza el cumplimiento de lo siguiente:

“VI. Será equitativa, al favorecer el pleno ejercicio del derecho a la educación de todas las personas, para lo cual combatirá las desigualdades socioeconómicas, regionales, de capacidades y de género, respaldará a estudiantes en condiciones de vulnerabilidad social y ofrecerá a todos los educandos una educación pertinente que asegure su acceso, tránsito, permanencia y, en su caso, egreso oportuno en los servicios educativos;

VII. Será inclusiva, al tomar en cuenta las diversas capacidades, circunstancias, necesidades, estilos y ritmos de aprendizaje de los educandos, y así eliminar las distintas barreras al aprendizaje y a la participación, para lo cual adoptará medidas en favor de la accesibilidad y los ajustes razonables”.

Hoy, tenemos que ser honestos y claros reflexionando y admitiendo que la inclusión aún sigue siendo un ideal lejos de realizarse en un sistema que asume la política como una forma de ahorrar recursos económicos, la verdadera inclusión de las personas con discapacidad, representa una gran inversión en personal especializado, además de los gastos de electricidad, computadoras, Internet, infraestructura accesible, materiales adaptados, agua potable, sanitarios, material de consumo, limpieza,  personal de apoyo y asistencia a la educación, administrativos y personal docente.

Con estas políticas de austeridad se está desmantelando la educación especial; a la par de que la crisis educativa demuestra la necesidad de nuestro personal, no únicamente para las escuelas, si no para la atención y acompañamiento a toda la población que enfrenta barreas para el aprendizaje y la participación; porque la homogeneización del trabajo y la población han excluido a la mayoría de esta poblaciónse intentó trasladar la escuela a la casa y se olvidaron las necesidades particulares de cada niña, niño y adolescente al no “tomar en cuenta las diversas capacidades, circunstancias, necesidades, estilos y ritmos de aprendizaje de los educandos, y así eliminar las distintas barreras al aprendizaje y a la participación, para lo cual adoptará medidas en favor de la accesibilidad y los ajustes razonables” (Articulo 16, fracción VII y artículo; Artículo 62, fracción V y el artículo 65).

Es importante reflexionar que en el marco del modelo social de la discapacidad se visualiza a la discapacidad (y yo agrego la vulnerabilidad) como un supuesto en el que la sociedad anula las capacidades de esta población imponiendo barreras actitudinales, políticas y culturales; en este sentido los entornos en que se insertan estos grupos vulnerables y las actitudes negativas hacia ellos son los que discapacitan y/o anulan sus potencialidades.

Es importante señalar que la escuela en muchos de los casos no actúa con dolo ante lo descrito en el párrafo anterior, sin embargo, como parte de una cultura interiorizada de la mirada hacia el otro y principalmente a del otro que se encuentra en desventaja, se tiene que reconocer que existen actitudes que atentan contra su desarrollo integral.

Pero hoy el tema es otro, a medida que avanzan los días existe más incertidumbre por el regreso a la escuela y habiendo concluido el ciclo escolar 2019-2020, dependerá de la sociedad que la curva de contagios empiece a bajar o se extienda.

Más allá de las estrategias implementadas por los docentes para hacer llegar actividades a sus alumnos o de las propuestas gubernamentales tecnología (las cuales no consideraron la economía de las familias para solventar los gastos), existe otro elemento que preocupa sobre manera a los maestros:  la evaluación.

Pero… ¿cómo reconocer el avance de los alumnos en estos tiempos de no estar juntos en la escuela? ¿Es posible evaluar?

Será esta experiencia el pretexto para quienes no han logrado modificar su práctica en la evaluación de procesos o solamente un alto para otros que permita ajustar lo que están haciendo para acompañar el aprendizaje de sus alumnos.

La propuesta de la autoridad educativa es clara para esta etapa complementaria a la contingencia, retoma una evaluación sumativa, promediar los dos periodos de evaluación cursados en la escuela, una carpeta de experiencias en las que se incluyen las actividades a distancia propuestas por los docentes y respuestas a preguntas que se integran al final de la programación educativa para salvar un ciclo escolar que además de ser inusual atraviesa por otra transformación hacia la Nueva Escuela Mexicana.

Hoy la evaluación formativa tendrá que esperar al regreso y no solo por no estar juntos docentes y alumnos, sino también por no tener la certeza del aprendizaje logrado por aquellos que recibieron apoyo, de los que les hicieron la tarea, de los que por diversas razonas no trabajaron o por aquellos que por su condición de discapacidad o vulnerabilidad no cumplieron con el programa Aprende en Casa.

¿Cómo podemos contribuir a este tiempo?

  • Sí a la evaluación que contemple los aprendizajes de este periodo, pero no para calificar, sino para reconocer qué se logró aprender y focalizar qué tendría que retomarse para el siguiente ciclo escolar.
  • Como parte de lo justo en la evaluación (Frade, 2006), considerar lo realizado por los alumnos con una carga menor en los criterios de evaluación, que no afecte la calificación final de los alumnos que no realizaron las actividades; tomando en cuenta que esta situación no es culpa de nadie, entendiendo además que muchos de nuestros alumnos, incluyendo a los que por su condición de discapacidad o vulnerabilidad solo adquieren aprendizajes o trabajan cuando están en el salón de clases.
  • Por otro lado, exigir el que se garanticen los preceptos enunciados en la Ley General de Educación, principalmente lograr la cobertura el 96.88% del personal faltante de educación especial en las escuelas.

Las demás reflexiones de esta realidad se las dejo ustedes, porque hay mucho que analizar.

Referencias bibliográficas

  • Dirección de Educación Especial. (2011). Modelo de Atención de los servicios de Educación Especial. Distrito Federal: Dirección de Educación Especial.
  • Dirección General de Desarrollo de la Gestión Educativa. (2019). Consejo Técnico Escolar. Primera sesión ordinaria. Educación preescolar, primaria y secundaria. SEP.
  • Diario Oficial de la Federación. (2019). DECRETO por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de los artículos 3o., 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia educativa. Recuperado el 15 de Octubre de 2019. https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5560457&fecha=15/05/2019
  • Diario Oficial de la Federación. (2019). DECRETO por el que se expide la Ley General de Educación y se abroga la Ley General de la Infraestructura Física Educativa. Recuperado el 30 de Septiembre de 2019. https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5573858&fecha=30/09/2019
  • Skliar, Carlos. (2000). Pedagogías de las diferencias. Argentina. Flacso.
  • (2018). Manual para el evaluador etapa 2. Proyecto de Enseñanza para la Evaluación del Desempeño del Personal Docente y Técnico Docente, primaria. México. SEP.
  • Casanova, Antonia. (2007). Manual de evaluación educativa. Madrid. La Muralla.
  • Ravela, Pedro. (2017). ¿Cómo mejorar la evaluación en el aula?. México. SEP.
  • Miguel Angel. (2014). La Evaluación como Aprendizaje. España. Narcea.
  • (2012). El enfoque formativo de la evaluación. Serie: Herramientas para la evaluación en educación básica. México. SEP.
  • Shepard, Lorrie. (2006). La evaluación en el aula. Traducción México. INEE.
  • (2019). Principales cifras del sistema educativo nacional 2018 – 2019. Dirección General de Planeación, Programación y Estadística Educativa. México. SEP.
  • (2018). Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018. INEGI. México.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/atender-sin-entender-el-enfoque-inclusivo-de-la-discapacidad-la-evaluacion-como-reto-en-tiempos-de-pandemia/

Imagen: https://pixabay.com/

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Otra Nueva Escuela Mexicana es posible

Por: Miguel Ángel Pérez

En este trabajo me disculpo con los zapatistas al retomar una de sus frases estelares: de “otro mundo es posible”, “otra educación es posible” y concluido con “otra nueva escuela mexicana es posible”. Esta posibilidad en realidad es la idealización de una alternancia, ante la realidad de la propuesta gubernamental de Nueva Escuela Mexicana propongo construir desde los márgenes la concreción de otra Nueva Escuela Mexicana que también es posible, pero dicha posibilidad deberá pensarse como una posibilidad real pero que ya se vive de facto pero que requiere organización y sistematización.

La propuesta oficial de la NEM peca desde el origen de ese exceso gubernamental de hegemonista y centralista, sólo la SEP y el Secretario que está al frente de la misma saben de ella y tienen “la neta del planeta”, sólo ellos saben cuál es el camino que deberá seguirse y sólo ellos saben el manejo de los tiempos de cuándo y a qué hora llegará la gran propuesta, la verdadera propuesta educativa para este país. Otro aspecto importante dentro de este contexto, es que las iniciativas de gobierno en educación en los primeros años de gestión, son más discurso que acciones y luego la lógica se va invirtiendo, hoy estamos bajo esta misma realidad en donde el excesivo discurso no corresponde con la dispersión de las acciones.

En educación como muchos saben, los tiempos y la modalidad de arribar a propuestas educativas pertinentes, (la pertinencia se refiere a que es verdaderamente innovadora y a que nos ayuda a resolver problemas que no se han resuelto con otros propuestas o a que prácticamente garantiza mejores resultados y menor tiempo y a más bajo costo), caminan más despacio con los ritmos políticos. Esa es otra distinción de la NEM del actual gobierno, quiere sujetar la propuesta educativa al calendario de los tiempos políticos.

De esta manera la otra NEM como ya dije se teje desde los márgenes ¿qué significa esto?, que el actual gobierno está incurriendo en los mismos errores de su antecesor en cuanto a los procedimiento y pretende impulsar una reforma educativa (en este caso un Acuerdo Educativo) en las cúpulas empresariales, con los organismos sindicales y con algunas ONG, pero desplazando y dejando de lado las propuestas y la experiencia del magisterio sobre todo de los maestros y maestras movilizados.

Una alternativa podría ser, el lograr hacer compatible la propuesta oficial con las propuestas que se tejen en los márgenes del sistema, un verdadero acuerdo educativo es aquel que es capaz de recoger todas las voces, todas las propuestas de los distintos actores y agentes, (aun los que pudieran ser o parecer incompatibles), a partir de una matriz articuladora.

Este es el punto clave del gran reto y del enorme desafío que se le presenta a los impulsores oficiales de la NEM, en el marco de la 4 T, generar un amplio acuerdo sumando todas las voces y todas las propuestas. De no ser así, estaremos ante el acostumbrado paralelismo de propuestas educativas. Arriba se pacta una cosa mientras que abajo se tejen desde la acción otras muy diferentes y lo más triste aun es que no siempre dichas iniciativas son compatibles entre sí.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/otra-nueva-escuela-mexicana-es-posible/

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Congreso Nacional de Investigación Educativa: ¿mismo traje, otros actores?

Por: Abelardo Carro Nava

Después de haber asistido al XV Congreso Nacional de Investigación Educativa (CNIV) del Consejo Mexicano de Investigación Educativa A.C., de regreso a casa, en alguna de las casetas de peaje que se encuentran en la autopista Acapulco-México, me encontré con los padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa; como parece obvio, éstos solicitaban una cooperación a los automovilistas que les permitiera continuar con la búsqueda de sus hijos. Ello me llevó a modificar, de cierta manera, la serie de ideas que ya tenía en mente con la intención de exponer lo que, desde mi punto de vista, logré percibir en uno de los eventos que es de los más importantes en México.

Y es que mire usted, tal parece que, en nuestro país, las realidades que vivimos a diario nos conducen a preguntarnos qué es lo que pasa con relación a tal o cual hecho y del que, por obvias razones, de desprenden una serie de reflexiones como las que ahora le comparto. Por un lado, tenemos lo que en cada sexenio se escucha decir hasta el hartazgo: con los cambios que habremos de implementar, ahora sí seremos un país moderno y desarrollado; con las políticas que implementaremos, ahora sí saldremos del “atolladero” en que nos metieron otros gobiernos; con las reformas a la Constitución que propondremos, ahora sí transitaremos de un estado corrupto a uno de derecho; con una nueva reforma educativa que impulsaremos, ahora sí en México habrá niños, jóvenes y adultos mejor formados, y maestros y maestras mejor pagados. Vaya, que lindo se leen estas palabras que, como usted sabe, se repiten en diversos espacios hasta el cansancio; sin embargo, bien valdría preguntarnos si todo ello ya es una realidad “tangible o palpable” o si, como ha sucedido, es parte de ese discurso esperanzador y de cambio que se nos han prometido cada seis años pero que, lamentablemente, no ha llegado.

Digo, reza el refrán: del plato a la boca, se cae la sopa; y es cierto. Más allá de filias y fobias – por aquello de las pasiones que mi comentario puede generar –, la verdad de las cosas, es que estamos ante un escenario, particularmente educativo, que deja ver los mismos trajes, pero con diferentes actores. Me explico.

Después de la aprobación a las reformas a los artículos 3º, 31º y 73º constitucionales que propuso el gobierno lopezobradorista, así como también, de las leyes secundarias aprobadas en el legislativo hace unas semanas, tales como la Ley General de Educación (LGE), Ley General para el Sistema de Carrera de las Maestras y los Maestros (LGSCMyM) y la Ley General para la Mejora de la Educación (LGMCE); no olvidando, desde luego, las breves pinceladas sobre la Nueva Escuela Mexicana que, Esteban Moctezuma, Secretario de Educación Pública, nos regala a través de sus vídeos, pero también, de lo que se ha abordado sobre ésta en uno de los Consejos Técnicos Escolares (en el mes de agosto de este año, por ejemplo) es que puedo afirmar, que estamos, ante un rompecabezas educativo que, para acabar pronto, se explica a partir de la abrogación de una reforma laboral que le ha dado forma a otra de la misma naturaleza pero que, en los hechos, no resuelve (ni resolverá) los problemas (o grandes problemas) que enfrenta México.

Llegado a este momento de la lectura, con mucha seguridad usted se preguntará ¿qué se puede hacer para revertir, gradualmente, los problemas educativos que conocemos? Desde hace más de quince años, diversos investigadores han realizado serios estudios con el propósito de generar conocimiento en, sobre y para la mejora del Sistema Educativo Nacional; sin embargo, los gobiernos o, particularmente, los representantes de esos gobiernos, han hecho y deshecho lo que han querido.

De un Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB), hemos transitado a lo que hoy se ha llamado Nueva Escuela Mexicana (NEM); los resultados parecen obvios, y las condiciones en que se encuentra la educación en nuestro país, es una de las tantas realidades que palpamos los que a diario transitamos alguna de las calles y/o rincones de nuestra República Mexicana. ¿Qué hace falta para que logremos edificar una educación que satisfaga nuestras propias necesidades y demandas?, ¿mayores recursos económicos y financieros?, ¿mejores esquemas de formación inicial, capacitación, actualización y profesionalización docente?, ¿mejores diagnósticos que nos lleven a proponer formas de participación de los diferentes actores  educativos y no educativos?, ¿mejores salarios y prestaciones para los maestros y maestras?, ¿mejoramiento de la infraestructura educativa de todos los niveles?, ¿mayores y mejores esquemas de participación social en el hecho educativo? Sí, con seguridad todo eso (y más) hace falta; no obstante, tal situación, me lleva a formular una interrogante más que, podría abarcar, las anteriores, ¿cómo cerrar la brecha de desigualdad que hoy enfrentamos ante un mundo que, a cada minuto, se convulsiona por diversos factores, particularmente, del económico? Sí, desafortunadamente todo se mueve y tienen que ver con el dinero: el capital, las inversiones, la tecnología y el medio ambiente (entre otros), pero específicamente, con el dinero. ¿Neoliberalismo le llaman algunos?

De esta forma, pregunto nuevamente, ¿qué ha hecho la investigación para aminorar estos males? Mi respuesta es inequívoca: generar conocimiento. ¿Qué tipo de conocimiento? Aquel que se desprende de la ciencia o del conocimiento científico. Los datos, las evidencias, los hechos verificables ahí están; corresponde a los tomadores de decisiones hacer lo conducente ¿Qué es lo que éstos han hecho? Los resultados los conocemos: 52.4 millones de mexicanos en pobreza y, de esos, 9.3 millones viven en extrema pobreza. Un dato que engloba TODO (valga la redundancia) y que explica TODO.

Esto último viene a colación porque en el CNIV, tuve la maravillosa oportunidad de escuchar y observar el trabajo que presentaron unos estudiantes del Centro de Actualización del Magisterio de Chilpancingo; ahí, a través de sus historias de vida, pude constatar las grandes (o enormes) dificultades que, muchos jóvenes guerrerenses, enfrentan para acceder a una carrera profesional, por ejemplo; algunos de los factores que inciden en tal hecho son pobreza, inseguridad (ligada con la delincuencia del crimen organizado), discriminación y, en sentido estricto: exclusión social.

Sí, ésta fue una de las más de 1800 contribuciones aceptadas y que fueron presentadas por sus autores a lo largo de los 5 días en los que se desarrolló el evento que, dicho sea de paso, logró reunir a más de 4000 congresistas en esa entidad federativa. ¿Por qué aquellos tomadores de decisiones no acudieron a tal Congreso? Pregunta ingenua si usted gusta, pero que me permite responderla de la manera más sencilla posible: cada gobierno tiene su propia agenda y, en la que como parece obvio, la generación de conocimiento no forma parte de ella. ¿Menosprecio a la investigación educativa? No lo creo, más bien, creo se trata de una miopía disfrazada de un mismo traje, pero con diferentes actores que se dicen educativos.

Al tiempo.

Con negritas:

Desde este espacio envío una enorme felicitación a la expresidenta del COMIE, Angélica Buendía; su gestión inmejorable, pero su discurso inaugural, fue de lo mejor que he escuchado en los últimos años.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/congreso-nacional-de-investigacion-educativa-mismo-traje-otros-actores/

 

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