Biografía de Adolphe Ferriére

Por: Pedagogía PMCE UAZ.

Educador, escritor y conferencista suizo, Adolphe Ferriére (1879-1960)  dio clases en el Instituto Jean-Jaques Rousseau, en Ginebra. Tal vez el más ardiente divulgador de la escuela activa y de la educación nueva en Europa.

Es uno de los pioneros de la Escuela Nueva, sus ideas se basaron inicialmente en las concepciones bilógicas, transformándose después en una filosofía espiritualista.

Ferriére consideraba que el impulso vital espiritual es la raíz de la vida, fuente de toda actividad, y que el deber de la educación sería conservar y aumentar ese impulso de vida. Para él, el ideal de la escuela activa es la actividad espontánea, personal y productiva.

En 1899 fundó el Comité Internacional de las Escuelas Nuevas, con sede en Ginebra. Debido a la creación de innumerables escuelas nuevas con tendencias diferentes, en 1919 el Comité aprobó treinta puntos considerados básicos para la nueva pedagogía; para que una escuela se enmarcara en el movimiento debería cumplir por lo menos con dos terceras partes de las exigencias. En resumen, la educación nueva sería integral (intelectual, moral y física); activa; práctica (con trabajos manuales obligatorios); individualizada; autónoma (campestre en régimen de internado y coeducación).

Criticaba a la escuela tradicional afirmando que ésta había sustituido la alegría de vivir por la inquietud, el regocijo por la gravedad, el movimiento espontáneo por la inmovilidad,  las risas por el silencio.

Por todo lo anterior, en la Escuela Nueva el niño es el centro de la educación, su papel es activo y el docente es el guía y promotor de la actividad y del impulso vital espiritual.

El aprendizaje se da a través de centros de interés tomados de la vida corriente que llevarán al niño, a través de la actividad, al impulso vital espiritual que es la raíz de la vida y del conocimiento.

En la actualidad se le da énfasis a la actividad de los alumnos, donde a partir de la vida cotidiana, traen al aula conocimientos, por ejemplo: en los niveles de preescolar y primaria se puede jugar a la “tiendita”, donde los alumnos activamente traen objetos que se encuentran en la realidad y pueden ayudar a la práctica de las matemáticas y de la lengua escrita. Ya que algunos de los alumnos venden y otros compran.

Ferriére coordinó la articulación internacional de la Escuela Nueva y en sus obras: Práctica de la escuela activa, Transformemos la escuela y La escuela activa, entre otras, logró sintetizar corrientes pedagógicas distintas en sus manifestaciones, pero unidas en la preocupación de colocar al niño en el centro de las perspectivas educativas.

Martín Heriberto del Río Castrellón

REFERENCIA

Gadotti, M. (2005) Historia de la ides pedagógicas. México: Siglo XXI. Sexta edición.

Fuente de la reseña: http://martindelrio619.blogspot.com/2010/10/adolphe-ferriere.html

Comparte este contenido:

Inger Enkvist: «Se necesitan maestros con más autoridad que no acepten perder el tiempo en tonterías en el aula»

Suecia / 07 de octubre de 2018 / Autor: Maximiliano Fernández / Fuente: Infobae

La prestigiosa pedagoga e investigadora sueca habló con Infobae sobre los desafíos educativos de Argentina y la nueva pedagogía. «Dar autonomía al estudiante se suele traducir en abandono porque no tienen muy claro qué hacer», dijo

Son épocas en las que se habla y pondera la innovación en el aula. Se habla de la tecnología aplicada para mejorar los aprendizajes, de trayectos personalizados, de que los alumnos no deben aprender lo mismo. Se repite que ya no tiene sentido memorizar, que para qué aprender de memoria las capitales o las tablas de multiplicar si para eso está Google. Se habla también de que el alumno necesita autonomía.

En ese contexto, Inger Enkvist, una de las más prestigiosas pedagogas, escritoras, investigadoras, catedráticas suecas sostiene volver a las bases de una pedagogía más tradicional, una corriente que empieza a tomar fuerza nuevamente entre los académicos.

En diálogo con Infobae, fue contundente: «No hay ejemplos de que los sistemas que dan mucha ‘autonomía’ a los alumnos sean exitosos ni intelectual ni socialmente – y menos a largo plazo. Los alumnos no logran motivarse a sí mismos más que por un tiempo muy breve y los primeros en cansarse son los que menos apoyo reciben en sus casas».

-¿No comparte la idea de innovación en el aula, muy boga en estos momentos?

-La palabra innovación es tramposa. Lo que queremos es un buen aprendizaje. Si el aprendizaje es novedoso es lo de menos. Con el cuento de la innovación la plata de la educación ha ido a parar a los bolsillos de los «innovadores» y no a la mejora del aprendizaje. ¿De qué innovación estamos hablando si se invirtió tanta plata en la innovación y los resultados están empeorando?

-¿Está de acuerdo con que se debe poner al estudiante en el centro de la enseñanza o es una idea peligrosa?

-Es otro término tramposo, porque por un lado dice algo que es obvio y es que todo en educación es para que el estudiante aprenda. En ese sentido, el alumno está y ha estado siempre en el centro de la educación. La idea de «poner al alumno en el centro de la enseñanza» parece anodina, pero así empieza una fragmentación de la organización de la escuela y de los presupuestos, y empieza a bajar el resultado. Ese es uno de los muchos lemas que circulan en educación no comprobados científicamente.

-¿Qué consecuencias tuvo esa idea?

-Introdujo una serie de nociones no tan positivas como la de decir que cada alumno debe tener su propio currícula, que tiene derecho a adaptaciones y que debe tener derecho a elegir sus tareas y su ritmo de trabajo. En otras palabras, el término se utiliza para quitarle importancia a que el alumno estudie lo que está en el currículo del año. Tendrá un plan de estudio «personalizado». La idea está también asociada a que el profesor debe motivar al alumno. No se dice que es la tarea del alumno estudiar el contenido del año. Uno puede pensar en los países del sureste asiático que lograron resultados magníficos en un tiempo récord. Y no fue tratando a cada alumno de manera diferente.

-Algunos académicos piensan que el modelo finlandés es poco menos que una farsa, que cuando cambiaron empezaron a caer en las pruebas internacionales. ¿Está de acuerdo?

-No es correcto. El modelo existe y es bueno, pero el gobierno finlandés tomó hace unos años decisiones en educación que son desacertadas. Se nota el factor de la «sociedad de bienestar» que hace que los jóvenes estudien algo menos, pero de ninguna manera es una farsa.

(Universidad de Lund)

(Universidad de Lund)

-¿Hasta qué punto es bueno darle autonomía a un estudiante y hasta qué punto es contraproducente?

-La autonomía es un concepto muy vago y no es raro que se traduzca como abandono porque se le deja «libre», sin una idea clara de lo que debe hacer. Los más flojos y los menos interesados en aprender desperdician el tiempo. La autonomía más importante es la que tiene el alumno para aprender en su casa. Tiene total libertad para organizar sus estudios en casa y algunos lo hacen bien y otros no tanto.

-¿Cómo se trabaja con alumnos hiperestimulados por la tecnología?

-Hay que crear en la escuela zonas sin tecnología donde reinen el silencio, la concentración y el enfoque en el aprendizaje intelectual. Crear entusiasmo por el aprendizaje colectivo del grupo y a veces el aprendizaje individual con buenos profesores que abran el mundo del conocimiento. Es enormemente estimulante entender cosas nuevas.

-Hoy se dice que con Google no vale la pena aprender de memoria, pero usted no coincide. ¿Dónde ve el valor de memorizar?

-Porque no hay otro aprendizaje que el del cerebro, es decir de la memoria. La memoria es lo que posibilita nuestro desarrollo intelectual. Sin la memoria seríamos más como los animales. La memoria es nuestra faceta de seres racionales. El concepto mismo de escuela se basa en la idea de lo racional que, a su vez, necesita basarse en los conocimientos adquiridos, guardados en la memoria.

-Los exámenes también empezaron a estar mal vistos. ¿Cómo se debería evaluar a los estudiantes?

-La evaluación es una parte de cómo se enseña, cómo se practica, cómo se organizan las clases. Sí, es útil tener exámenes. Da a todos la misma posibilidad de prepararse. Si hay evaluación continua, supuestamente hay menos estrés, pero también se podría hablar de un estrés continuo. La evaluación continua da más importancia al criterio del profesor, mientras que un examen normalmente es más objetivo. Algo que no se dice lo suficiente es que el valor de un examen depende también de cómo se integra en el resto del trabajo y de la inteligencia con la que se preparan las preguntas.

-Otro tema del que se habla mucho es la integración de las nuevas tecnologías al aula. ¿Le parece que se le da demasiada importancia o que la amerita?

-Lo importante es aprender lenguaje, conocimientos culturales generales y matemática. Si el alumno domina esto, aprende fácilmente tecnología. Si al revés dedica mucho tiempo a las tecnologías, pero no aprende lenguaje y conocimientos generales, no sale a la vida adulta bien preparado. La escuela debe, en primer lugar, preparar al alumno intelectualmente, es decir, formar su cerebro. El riesgo hoy es que se dedique tiempo a actividades que son secundarias.

-¿Qué modelo educativo en el mundo ve hoy como un ejemplo a seguir?

-Es peligroso contestar una pregunta así, porque siempre se puede encontrar algún «pero». En un mismo país puede haber escuelas buenas y menos buenas. Hay buenas escuelas en muchos países, pero tenemos un problema con los políticos que intentan introducir principios que no pertenecen al mundo de la educación. He visto con mis propios ojos buenas escuelas en Finlandia, Estonia, Suiza, Alemania, Estados Unidos. También en Argentina. El problema es cómo convertir lo bueno en lo común.

(EFE)

(EFE)

-El sistema educativo argentino tiene muchos problemas. Solo la mitad se gradúa en tiempo y forma de la secundaria, por ejemplo. ¿Cómo cree que se mejoran los indicadores desde la pedagogía?

-La lista de lo que se debe hacer es larga: mejor enseñanza primaria, mejor formación docente, mantener el orden en las escuelas, itinerarios en la secundaria para que no todos tengan que hacer exactamente lo mismo al mismo ritmo, revisar los currículos que se proponen.

-¿Cómo se logra en los hechos que los estudiantes no hagan lo mismo al mismo tiempo y sigan sus ritmos de aprendizaje?

-Es complejo y hay dos tiempos: la primaria y la secundaria. Para empezar hay que hacer varias cosas a la vez: tener profesores inteligentes y bien preparados, que pueden dar buenas clases y lograr un aprendizaje sólido desde el primer grado. Tener un currículo coherente. Nunca aceptar que se pierda tiempo en tonterías en la escuela. No aceptar que los alumnos no asistan con asiduidad. Cuando los alumnos lleguen a la adolescencia, permitir que elijan itinerarios algo diferentes para poder terminar sus estudios con éxito. Basar la escuela obligatoria en el modelo de «la misma talla para todos» simplemente no corresponde a lo que sabemos sobre los seres humanos.

-¿Qué hace falta para que el país puede salir del estancamiento educativo?

-Si los países del sureste asiático han podido levantarse en pocos años, también podría hacerlo Argentina. Lo que hace falta es más esfuerzo. Sin esfuerzo no se avanza. Una vez, un periodista me replicó que, por razones culturales, el esfuerzo sostenido en el estudio en Argentina no gusta. Mi comentario es que se trata de una elección. Si uno elige no hacer el esfuerzo, uno elige, a la vez, las consecuencias.

-¿Más esfuerzo de los estudiantes, de los maestros o ambos?

-Más esfuerzo de los estudiantes. Reglas de conducta y de rendimiento escolar más claras. Quizá ni siquiera es más esfuerzo sino solo más orden. Es fácil decir que el maestro debe esforzarse más pero también hay que hablar del cansancio del profesor, un cansancio que tiene mucho que ver con que los alumnos no se comportan siempre como alumnos. Se cargan sobre la espalda del profesor todos los problemas sociales, y se espera que el profesor haga también las veces de asistente social y policía. Esto es pedir demasiado al profesor.

-¿Cree que los maestros, en general, ganan poco dinero para la función que cumplen?

-Sí. Los maestros deben venir bien preparados y ganar un sueldo respetable. Nunca se podrá reclutar buenos profesionales si no se les paga adecuadamente. Allí Argentina necesita hacer una reforma. Otros países latinoamericanos se han esforzado más por resolver ese problema.

-Acá los aumentos salariales dependen casi exclusivamente de la antigüedad del maestro en el cargo. No se valoran los resultados académicos, ni la innovación. ¿Cree que se debería modificar?

-Es un asunto controversial. Lo que se podría hacer es establecer un plan de, pongamos, diez años y aumentar paso a paso los salarios para todos los profesores que vayan mejorando sus conocimientos. La idea es que si el profesor tiene más conocimientos, la sociedad va a pensar que está justificado dedicar más plata a pagar a ese profesor, y el profesor probablemente enseñará mejor y con más entusiasmo, ya que ese suele ser el resultado de adquirir más conocimientos. No es seguro que funcione así, pero es bastante probable.

-La brecha educativa en el país es muy grande entre las distintas clases sociales. ¿Cómo se puede achicar en el aula?

-Lo que ya se ha dicho: buenos profesores, pagados adecuadamente. Devolverle la autoridad al profesor en el aula, porque si esto no se hace los jóvenes más idóneos no van a querer ser profesores ni tampoco los alumnos van a aprovechar la inversión que hace la sociedad en educación. Los jóvenes más inteligentes no van a aceptar pasar su vida profesional en unas aulas en las que los chicos pueden comportarse despectivamente. Sin orden y sin exigencias en las aulas, también en los barrios vulnerables, es imposible que disminuya la diferencia en aprendizaje entre las capas sociales.

Fuente de la Entrevista:

https://www.infobae.com/educacion/2018/07/28/inger-enkvist-se-necesitan-maestros-con-mas-autoridad-que-no-acepten-perder-el-tiempo-en-tonterias-en-el-aula/

ove/mahv

Comparte este contenido:

Una forma crítica de andar y pensar la ciudad

Por: Jaume Carbonell

Dos experiencias, la uno en Valencia y la otra en Madrid, que muestran una manera alternativa de construir conocimiento colectivamente y desde los barrios.

Todos los relatos que tratan de romper con la pedagogía de la vieja escuela se plantean la observación y el conocimiento del entorno natural y social de manera más o menos sostenida. Ahora bien, este contacto con el medio suele ser con frecuencia demasiado epidérmico, dirigido y dependiente del currículo oficial. No obstante, esta lógica situada dentro del orden establecido, empieza a romperse en algunas experiencias educativas de cierta radicalidad democrática y con las de la deriva urbana practicadas y teorizadas por Charles Baudelaire y Walter Benjamin.

Nos referimos a la suerte de callejear sin rumbo, dejándose sorprender por lo imprevisto, como puede ser un cruce de miradas, lo que ocurre dentro de un comercio, una conversación cogida al vuelo, el grafito de una pared, los ruidos y olores más genuinos, la arquitectura de una vivienda o su dejadez,  los encuentros colectivos y las soledades urbanas, las diversas presencias culturales e intergeneracionales… Es un ejercicio que permite descubrir zonas desconocidas y olvidadas de la ciudad, nombrarlas, resignificarlas y conceptualizardas posteriormente.

La deriva tiene una larga historia. La incorporó el movimiento surrealista y el movimiento situacionista del mayo francés del 68 y se ha ido enriqueciendo con el paso del tiempo con una mayor contribución y cruce de actores y saberes asociados a la antropología, los estudios culturales, la educación expandida, la ciudad educadora, los movimientos sociales, el arte contemporáneo, el lenguaje audiovisual, la conversación crítica, la escritura… Esta perspectiva menos escolarista, más socioeducativa y netamente interdisciplinar, abre las puertas a un aprendizaje crítico e innovador y a una investigación participativa y comprometida con la transformación social. Veamos dos ejemplos ilustrativos sobre construcción de este nuevo saber compartido acerca del espacio urbano, coincidentes en el discurso de fondo pero diferentes en la forma de operar en la práctica.

La primera es la experiencia desarrollada hasta hace unos años por el profesor de la Universidad de Valencia Jaume Martínez Bonafé conjuntamente con su alumnado del grado de Educación Social y con docentes y estudiantes de Bellas Artes, Ingeniería Agrícola y Arquitectura. Tras acotar un espacio de la ciudad, se organizan grupos de media docena de personas a lo sumo que deambulan a la deriva. Cada cual observa y comenta lo que encuentra significativo, le sorprende, le interroga o le interpela. Lo que encuentra de común y de diferente: “Una multiplicidad de experiencias y situaciones del cotidiano, aparentemente irrelevantes y, sin embargo, productoras cada una de ellas de la cultura popular”. El paseo -que no la visita al barrio- dura entre dos y tres horas. Al finalizar, se juntan todos los grupos en un local del barrio para tomar algo y, a la manera del aprendizaje dialógico freiriano, se intercambian percepciones y opiniones sobre la experiencias vividas que posteriormente se plasman individualmente en la escritura y el uso de recursos visuales, confeccionando “El libro de la ciudad”.

Jaume Martínez subraya los momentos mágicos que se crean durante las andanzas: cuando un grupo descubre, por ejemplo, la retransmisión en un bar de un partido de fútbol en árabe o cuando se constata la amplia y contrastada diversidad de miradas. También le choca el desconocimiento que tienen muchos estudiantes de algunos barrios de la ciudad que apenas distan veinte minutos de sus casas.

Nadie obtiene créditos por realizar esta actividad tan enriquecedora donde se complementan saberes y experiencias entre sujetos y disciplinas, porque este profesor reprueba las obsesiones credencialistas y corporativistas de titulaciones cerradas y apuesta por las prácticas de universidad abierta y libre nacidas de las asambleas de aula. Esta experiencia de exploración del entorno urbano y agríola se inscribe dentro de un programa de estudio de la ciudad como proyecto didáctico: “Estudiar la ciudad como currículum, es decir, como ‘texto’ que penetra la experiencia de subjetivización en los diferentes programas educativos en los que a lo largo de la vida participa el sujeto”.

La segunda experiencia es “Carabancheleando”, una plataforma de investigación militante sobre la periferia de Madrid, surgida al calor del 15-M, donde participan el Observatorio Metropolitano y diversos colectivos sociales de Carabanchel como la Asamblea Popular, la Casa del Barrio, la Universidad Popular o la Asociación de Vecinos La Fraternidad de los Cármenes.

Su objetivo es la producción de saberes autónomos desde los barrios y desde la autoorganización a la búsqueda de resignificar palabras y conceptos al servicio de la transformación social. Tras lecturas, discusiones, marchas y paseos por muchas periferias se han mapeado o cartografiado distintas realidades e iniciativas urbanas. Y en este andar pensando, yendo de un sitio a otro  observando y preguntando, se formulan hipótesis, prácticas y producción de subjetividades rebeldes potencialmente transformadoras. Se han categorizado tres formas de periferia: la obrera, que nace en los años 50 ante las necesidades de absorción de la inmigración rural y para terminar con el chabolismo; la periferia circular-gueto, que se traduce en exclusión espacial a través de una intervención institucional, y la periferia neoliberal, que se basa en enclaves segregados, con sus propias normas y códigos, con un mapa complejo marcado por la competencia y la inclusión diferencial.

“Sobre las casas sin gente y la gente sin casas”, se ha convertido en uno de los paseos, encuentros e investigaciones más significativos, no solo por el origen y el desarrollo actual de la vivienda para la clases populares, sino también porque en torno a esta necesidad se están produciendo múltiples fenómenos interrelacionados: especulación financiera, desahucios, nuevos desarrollos urbanos, nuevo modelo de ciudad neoliberal, redes de apoyo mutuo, ocupaciones y okupaciones, movimientos sociales, etc.

“El objetivo era charlar sobre la vivienda y todas las ideas, relaciones y luchas que lleva aparajeda, con el fin de obtener unas cuantas claves conceptuales que nos ayudasen a definirla en nuestro Diccionario de las periferias. Una mañana de aprendizaje y construcción del saber colectivo entre cafés, bollos y palabras….”. Precisamente se ha editado el libro Diccionario de las periferias(Traficantes de Sueños, 2017), que contiene mapas, cartografías, paseos, encuentros, debates, hipótesis,… “Una apuesta política por buscar y generar relatos distintos a los hegemónicos”. Una invitación a leer, pensar y combatir.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2018/05/30/una-forma-critica-de-andar-y-pensar-la-ciudad/

Comparte este contenido:

Mejor pedagogía y más formación docente: el reto de la educación a la primera infancia en Colombia

América del sur/Colombia/19 Agosto 2017/Fuente: Caracol

Un estudio realizado de manera piloto por parte del Ministerio de Educación e el Eje Cafetero reveló fortalezas y debilidades de la educación a los niños de 0 a 6 años.

 El estudio reveló que una de las grandes fallas que aún tiene el sistema de educación en la primera infancia es la falta de pedagogía adecuada para que estos espacios no sean solamente para que los niños jueguen, sino que además haya un real aprendizaje a través de ese juego.

Según la Ministra de Educación, Yaneth Giha, a ese reto se suma la necesidad de incrementar el presupuesto para esa educación inicial, pues aunque ya han más de un millón de niños de 0 a 6 años escolarizados, aún quedan muchos por fuera.

Explicó que los esfuerzos de la educación deben concentrarse en esas edades, donde está la oportunidad de enamorar a los niños del colegio, «hicimos este ejercicio con 14 municipios de los tres departamentos, adelantando desde encuestas hasta observación en el aula para mirar cual es la calidad de esa educación que reciben los niños y lo que se debe mejorar de esa política de atención integral a la primera infancia».

Se encontró que la política de educación inicial es muy importante para el país pues docentes, nutricionistas y gente especializada en muchos temas están generando un impacto real, además se destacó el involucramiento de las familias, «de los encuestados solamente el tres por ciento de los padres advirtió que no había ido a ningún taller en el centro en el que está su hijo, entonces la mayoría, el 97 por ciento de la muestra, si están involucrados».

Entre lo que se tiene que trabajar en el país, según el estudio, es la formación docente porque se requiere un nivel mayor de capacitación de los docentes que están con estos niños, «tenemos que mejorar la interacción en el aula, hay lugares en los que los profesores se concentran mucho en juegos y desaprovechamos la oportunidad para tener una robustes pedagógica»

Además revelaron que hay que trabajar en la transición de los niños cuando van a pasar al colegio.

El estudio que costó cerca de 1700 millones de pesos, se ampliará del Eje Cafetero a nivel nacional.

Fuente: http://caracol.com.co/emisora/2017/08/18/pereira/1503051906_366024.html

Comparte este contenido:

Algunas reglas y herramientas para la nueva educación

Juan Freire

Existe un, quizás aparente, consenso sobre la necesidad de cambio educativo … pero el debate suele terminar en la crítica de lo existente. Necesitamos ir más allá y explicitar, diseñar, experimentar y confrontar alternativas; debatir sobre el futuro y no más sobre el pasado (por mucho que siga siendo presente). Peter Senge describe de forma clara las que creo que deben ser las reglas de juego de la nueva educación en esta entrevista de El País aprovechando su paso por la Universidad Camilo José Cela, sobre el presente y futuro de la educación:

  • Comunidades de aprendizaje intergeneracionales e “indicisplinares”
  • Aprendizaje significativo y profundo basado en el trabajo sobre “lo que nos afecta”. Procesos situados que enfrentan problemas complejos
  • Tecnología al servicio de los procesos y de las personas
  • Transformación desde la escuela, liderada por pequeños equipos de profesores y directivos

No son las palabras de Senge, es su traducción a los términos y conceptos que hemos manejado en los proyectos que estoy implicado en los últimos tiempos. Son reglas que en realidad abren múltiples oportunidades porque la nueva educación es y será diversa y adaptada a las necesidades y deseos de personas diversas.

Lograr ese cambio será consecuencia de múltiples acciones, complicidades y alianzas. Es un cambio en marcha, aunque menos público que la crítica del problema y el debate sobre leyes y políticas, tan largo como poco efectivo.

La entrevista a Senge aparece casi a la vez que se hace público un proyecto que ofrece algunas herramientas para el cambio. La Aventura de Aprender  ha compartido sus guías didácticas; un proyecto coordinado por Antonio Lafuente y Patricia Horrillo que ofrece prácticas y herramientas para que las comunidades de aprendizaje puedan convertir sus problemas en proyectos. En síntesis para para trabajar y aprender sobre “lo que nos pasa”

Fuente del articulo: http://juanfreire.com/algunas-reglas-y-herramientas-para-la-nueva-educacion/

Fuente de la imagen:http://juanfreire.com/wp-content/uploads/2017/01/guias_LADA.jpg

Comparte este contenido:

México pone fin a un sistema educativo de casi 60 años

México/16 marzo 2017/Fuente: El País

México puso el lunes las bases para modernizar su sistema educativo, optimizar los recursos que destina a la educación y dejar de ser el último país de la OCDE (Organización para la cooperación y el Desarrollo) en educación.

En el escenario de las grandes ocasiones, el Palacio Nacional, el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Educación Aurelio Nuño presentaron el nuevo modelo educativo con el que México quiere entrar en el siglo XXI y dejar atrás el rezago que arrastra la educación pública. Hacía falta una “revolución educativa” dijo Nuño durante su presentación.

La modernización educativa impulsada por Peña Nieto, uno de los pilares de su gobierno, cuenta con tres novedades respecto al sistema vigente diseñado en los años sesenta durante el gobierno de Adolfo López Mateos.

El primero de ello es dejar atrás las viejas técnicas de memorización para modernizar la forma de enseñar. Un modelo pedagógico que ayude a pensar al alumno y los anime a investigar, analizar la información, sintetizarla y presentarla de forma estructurada, en pocas palabras, “Aprender a aprender” resumió el secretario de Educación.

El cambio implicará formar a los maestros, elaborar nuevos libros de texto, dotar a las escuelas de servicios, desde retretes a conexión de internet, y mejorar la equidad y la inclusión en comunidades marginadas.

Otra de las innovaciones será imponer el inglés desde primaria hasta la universidad lo que obligará a enseñar el idioma a decenas de miles de profesores durante el próximo año.

La tercera novedad será la autonomía que logran las escuelas. Un 80% del nuevo sistema será igual para todos los colegios públicos del país, pero un 20% quedará en manos de profesores y padres para que lo ajusten según sus necesidades.

Poner en marcha un transatlántico educativo como el mexicano, el quinto más grande del mundo, con 34 millones de alumnos, más de dos millones de maestros y 260.000 escuelas, tardará un año, según el secretario de Educación que anunció que entrará en vigor en el curso 2018/19.

Sin embargo, el nuevo modelo educativo cuenta con varios retos que ponen en duda el alcance de la medida. Por un lado el dinero. En un momento de desaceleración económica y con el fantasma Trump merodeando las finanzas públicas será difícil dotar de nuevos recursos a las escuelas para la necesaria capacitación de los profesores.

En este sentido, uno de los objetivos del plan educativo anunciado el lunes será aprovechar mejor el dinero destinado. México es el país de la OCDE que más dinero destina a la educación, más del 5% de su PIB, pero es el que peores resultados obtiene debido a que el grueso de los gastos, el 86%, es para pagar salarios.

El resultado es que sólo el 30% de los jóvenes llega a educación superior y México ocupa la última posición en ciencias por debajo de países como República Dominicana, Argelia o Kosovo que cierran la lista de 72 países examinados por la OCDE en 2015.

Por esta razón, junto al nuevo modelo el gobierno mexicano incluyó una hoja de ruta que incluye los planes, programas y un calendario de aplicación del mismo. “No se va a poder hacer todo de un vez”, pero “trabajamos un documento con la Secretaría de Hacienda, que va a dar una ruta para los próximos diez años, con escenarios presupuestales, para que se convierta en una realidad”.

Otro de los desafíos será alcanzar un consenso político que permita su aplicación. A un año y cuatro meses de las elecciones presidenciales de 2018 el nuevo modelo educativo podría quedar aparcado en caso de victoria de un gobierno distinto al del Revolucionario Institucional (PRI), ya que el proyecto no cuenta con la consideración de un pacto de estado, con la que sí contaron otras reformar.

El principal reto del gobierno será lograr llevar su modelo a las escuelas de Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Chiapas que han rechazado hasta el momento con huelgas y protestas todos los intentos del gobierno por modernizar la educación y ha sumido a estas entidades en los últimos lugares del país

Fuente:http://internacional.elpais.com/internacional/2017/03/13/mexico/1489431383_940844.html

Comparte este contenido: