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El ministro de Educación de Brasil explicará ante el Congreso cómo será el retorno a las clases presenciales

América del sur/Brasil/17 Septiembre 2020/monumental.co.cr

La comisión de fiscalización del Congreso brasileño que supervisa las acciones del gobierno de Jair Bolsonaro frente a la pandemia de coronavirus recibirá este jueves al ministro de Educación, Milton Ribeiro, quien deberá explicar las estrategias que lleva adelante su cartera para lograr el retorno a las clases presenciales.

Según el presidente de la comisión bicameral, Confúcio Moura, Ribeiro deberá presentar los protocolos planeados para la reapertura de escuelas y explicar las prioridades de su gestión, ya que asumió el cargo en julio, el cuarto titular en lo que va del gobierno de Bolsonaro.

Si bien en las calles del país la actividad ha resurgido notablemente, con las playas muy concurridas en los fines de semana, los colegios públicos continúan cerrados y sin fecha, en muchos casos, para su reapertura. Hasta el momento, solo los alumnos de la red pública del estado de Amazonas asisten a las aulas de manera presencial.

Como en todo lo relacionado con la crisis sanitaria en Brasil, cada uno de los 27 gobiernos regionales tiene su propio cronograma y políticas frente a la pandemia.

Río de Janeiro permitió solo la apertura de las escuelas privadas, aunque la mayoría no lo ha hecho y la decisión fue objetada en la justicia, mientras que Sao Paulo liberó desde este martes apenas las clases de refuerzo en los centros con la previsión de retomar las aulas normales a partir del 7 de octubre.

Otras administraciones, como la de Rio Grande do Norte, solo prevé la vuelta a las clases presenciales en las escuelas públicas a partir de 2021.

Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Brasil se encuentra entre los países que más tiempo lleva con los colegios cerrados con motivo de la pandemia, de un total de 46 naciones analizadas. Además, el “club de los países ricos” advirtió que Brasil afrontará un desafío adicional con respecto a este asunto debido al alto número de alumnos por clase, lo que puede favorecer la aparición de rebrotes.

El nombramiento de Ribeiro, quien también es pastor evangélico y profesor, satisface al ala conservadora de Bolsonaro.

Fuente: https://www.monumental.co.cr/2020/09/16/el-ministro-de-educacion-de-brasil-explicara-ante-el-congreso-como-sera-el-retorno-a-las-clases-presenciales/

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Entrevista a Jaime Arias: “A muchos universitarios aún les falta disciplina para la educación virtual”

Entrevista/América del sur/Colombia/17 septiembre 2020/semana.com

En diálogo con Semana Educación, el rector de la U. Central y exministro de Educación y Salud, Jaime Arias, se refirió a la situación actual de las universidades, cómo se preparan para retornar a la presencialidad y qué lecciones le deja a la academia la pandemia.

Desde esta semana cualquier universidad en Bogotá podrá pasar la solicitud a la Alcaldía para retomar las clases presenciales en el corto plazo. Pese a que las universidades colombianas definieron lineamientos claros para dictar clases en modalidad virtual y, en algunas ocasiones, semipresenciales, muchos estudiantes y docentes coinciden en que no hay nada como la clase presencial.

Para el rector de la Universidad Central, Jaime Arias, “si bien muchos estudiantes usan mucho la tecnología, en el tema de la educación aún falta mucha disciplina y por eso es vital el regreso al campus, que además tiene muchos otros valores agregados”.

En diálogo con Semana Educación, el exministro de Educación y Salud se refirió a la situación actual de las universidades, cómo se preparan para retonar a la presencialidad y qué lecciones le deja a la academia la pandemia.

¿Cuál es el balance final del semestre que terminó y que fue casi todo de forma virtual?

Jaime Arias (J.A.): Lo logramos terminar de buena forma a pesar de las dificultades. Por una coincidencia, cuando llega la pandemia nosotros nos estábamos preparando para la virtualidad, en ese momento los profesores llevaban un tiempo tomando algunos cursos, avanzando en educación remota. Cumplimos en un 95 por ciento el semestre académico, hubo algunas dificultades con las prácticas pero todo se ha ido nivelando. Otro problema fue la dificultad de conectividad o falta de equipos del 10 de estudiantes, situación que también se presenta en las instituciones privadas, se hicieron las inversiones y préstamos de equipos. En el caso de los estudiantes, pensamos que se iban a adaptar de forma más rápida a la educación virtual, hemos visto que los jóvenes son usuarios de tecnologías pero muchas veces para otros fines, en materia educativa aún falta mucha disciplina y por eso es vital el regreso al campus, que además tiene muchos otros valores agregados en la formación del estudiante.

¿Cómo inicia este segundo semestre académico?

J.A.: Se ve un avance. Esperamos regresar clases presenciales aunque no sea al 100%, las estrategias y protocolos del Ministerio los vemos con buenos ojos. Hubo países que entraron de lleno y no han tenido problema graves respecto a contagios, estamos listo para una semipresencialidad.

Una preocupación grande era la deserción, ¿finalmente cuál fue la cifra?

En estudiantes nuevos tuvimos una baja, recibimos poco más de la mitad de lo que acostumbramos. En lo que hablamos con muchos de ellos, que son la mayoría de quienes terminaron el colegio en calendario B, es que están esperando 6 meses debido a la incertidumbre que sienten, también hay razones económicas. En los que ya estaban, es decir rematrículas, el impacto final fue una caída del 10 por ciento. No obstante, esperamos que el próximo semestre haya un repunte.

¿Fracasó la virtualidad?¿Hay la misma calidad que en la educación presencial?

La educación virtual y remota requieren una gran disciplina, no es tan fácil, pero sí hay casos muy exitosos y herramientas que han tenido gran acogida. El mundo hoy está inmerso en el e-learning que puede tener todos los componentes de calidad, pero la vida universitaria es muy importante, siempre es necesario todo eso que ocurre al alrededor de esa etapa, los compañeros, los jóvenes socializan, eso es vital y es irremplazable. El ideal es que haya presencialidad pero con elementos de virtualidad.

¿Es costoso aplicar los protocolos de bioseguridad en la universidad?

Las inversiones para la alternancia no son tan grandes, alrededor de 200 millones para cumplir algunas medidas de bioseguridad. Lo más complicado es lo de los salones, garantizar la ocupación y distancia. La inversión en tecnología sí fue muy fuerte, nosotros ya lo habíamos hecho y habíamos avanzado, esta pandemia no nos ahorró un peso, como muchos se imaginan. Hubo inversiones fuertes para otorgar descuentos y becas. No olvidemos que las universidades que veníamos obteniendo acreditaciones de calidad hemos invertido, acreditar implica inversiones fuertes por varios años, contratar profesores PHD en tiempo completo.

Con la pandemia seguramente cambiará el perfil de las carreras que se requieren, ¿lo ve así?

Curiosamente en la actualidad hay ciertas profesiones que no se han impactado, la Medicina sigue y seguirá siendo fuerte, el Derecho y las Administraciones siguen siendo carreras muy elegidas. Desde hace años se dice que van a cambiar los perfiles pero los jóvenes buscan las profesiones clásicas. Con todo esta coyuntura creo que ese cambio se va a dar más rápido y vamos a notar cómo se requerirán en todas las carreras algún conocimiento en tecnología, en programación, en blockchain, quizás no de lleno pero cada perfil debe estar familiarizado. Sobre las profesiones del futuro, hemos investigado y es claro que las carreras relacionadas con el sector salud y con el cuidado de adultos mayores o con discapacidad tendrán una demanda importante. El telecuidado y la telesalud serán un área de desarrollo grande. Habrá mucha demanda de tecnólogos y técnicos con conocimientos muy específicos. En el futuro los profesionales deben tener un curriculum muy integral.

Como exministro de Educación y Salud, ¿qué opina de la reapertura de colegios que tanta polémica ha causado?

En una pandemia las incertidumbres son muy grandes, aún no conocemos mucho del coronavirus. Los gobiernos han replicado en gran medida lo ocurrido en la pandemia de 1918, cuarentenas y mascarillas, eso se uso. Este debate se debe dar con datos y lo claro es que los niños se contagian menos y no son tan propagadores como con la influenza. Cada departamento, cada ciudad, cada institución, cada familia, será la que deba decidir cómo será ese retorno seguro. Los traumas en la salud mental y aprendizaje están quedando documentadas y pueden ser irreversibles.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/a-muchos-universitarios-aun-les-falta-disciplina-para-la-educacion-virtual/202036/

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Covid-19 más mortal para niños y adolescentes de minorías en EE.UU.

América del norte/Estados Unidos/17 septiembre 2020/prensa-latina.cu

Al menos 121 menores de 21 años murieron por la Covid-19 en Estados Unidos, de los cuales dos tercios eran hispanos y afronorteamericanos, informaron hoy los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
De acuerdo con un estudio de esa agencia, un 45 por ciento de los niños y adolescentes fallecidos a causa de la enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 eran latinos; un 29 por ciento eran afronorteamericanos; y un cuatro por ciento, indígenas o nativos de Alaska.

Tales grupos representan un 41 por ciento de la población total del país, pero constituyeron más del 75 por ciento de los decesos por Covid-19 entre personas menores de 21 años.

Esas cifras confirman cómo la pandemia afecta de forma desproporcionada a las poblaciones minoritarias, fundamentalmente hispanos y negros, quienes también han sufrido más los efectos de la recesión económica provocada por la crisis de salud.

Al respecto, los investigadores del estudio, entre ellos miembros del personal de los CDC y funcionarios de casi 30 departamentos de salud estatales, dijeron que las personas de color tienen más probabilidades de ser trabajadores esenciales que no pueden realizar su labor desde casa.

Eso resulta en un mayor riesgo de exposición al virus, con transmisión potencial a quienes viven en sus hogares, incluidos niños y adultos jóvenes.

De igual modo, determinantes sociales de la salud, incluidas las condiciones de vida hacinadas, la inseguridad alimentaria y de vivienda, las brechas de riqueza y educación y la discriminación racial, pueden incidir en las disparidades raciales y étnicas en las muertes por Covid-19, escribieron los autores.

La tasa más alta de muerte entre niños y adultos jóvenes de color probablemente también responde a los desafíos para acceder a la atención médica, debido a la falta de seguro, cuidado infantil, transporte o licencia por enfermedad pagada, añadieron.

Además, manifestaron que el análisis subraya el riesgo que representa la Covid-19 para los jóvenes, aunque estos no suelen enfermarse tanto como los pacientes mayores con coronavirus, y agregaron que esos datos deben seguirse continuamente a medida que reabren las escuelas y centros de cuidado infantil.

El 75 por ciento de los fallecidos con menos de 21 años tenían alguna condición de salud subyacente, entre ellas enfermedad pulmonar crónica, obesidad, padecimientos neurológicos y del desarrollo, problemas cardiovasculares, cáncer y diabetes.

La mayoría de las muertes ocurrieron en personas entre 14 y 20 años, lo cual podría indicar que los adolescentes y los adultos jóvenes tienen más probabilidades de fallecer de Covid-19 que los niños más pequeños.

En total, la nación norteña se acerca a los 200 mil decesos por Covid-19 entre personas de todas las edades, una cifra mayor a la de cualquier otro país del mundo.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=396797&SEO=covid-19-mas-mortal-para-ninos-y-adolescentes-de-minorias-en-ee.uu.
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Cómo y por qué hay que educar a los niños en el aquí y el ahora

Por: Sonia López Iglesias

Los expertos recomiendan una pedagogía centrada en el ser que establezca sus pilares en ocho puntos claves

La pandemia global que azota a todo el planeta y la incertidumbre que esta genera sobre la población en general y más concretamente en nuestros niños y jóvenes, provocará que la educación experimente una gran transformación. Enseñar de forma personalizada a vivir en el aquí y ahora debe convertirse en unos de los pilares de nuestro acompañamiento.

– ¿A ti no te da miedo no saber qué pasará mañana?

– No, ¿por qué debería dármelo?

– Por qué es más fácil vivir si tenemos todo controlado y pasamos qué sucederá.

– Seremos mucho más felices si únicamente nos entregamos y vivimos en presente.

Jamás hubiésemos imaginado vivir una situación tan excepcional. De un día para otro toda nuestra vida ha dado un giro de 360 grados, quedándose congelada en muchas de sus parcelas, modificándose sustancialmente en todo el resto.

Nadie hubiese imaginado que un virus nos obligaría a encerrarnos entre cuatro paredes durante meses y nos haría modificar de forma casi instantánea nuestra forma de trabajar, relacionarnos e incluso educar. Que nos robaría los contactos, abrazos y los besos que tantos necesitamos.

Esta pandemia nos ha zarandeado el alma sin miramientos, nos ha aleccionado en que es necesario aprender a vivir en la incerteza y sin condiciones, reservas o excusas. Nos ha recordado violentamente la fragilidad de nuestra existencia y nos ha evidenciado que el ser humano es vulnerable y tiende a vivir con temor a lo desconocido.

Este virus ha puesto en evidencia nuestro miedo a salir de la zona de confort y nuestra actitud conservadora que a menudo nos condena a vivir en una rutina que nos automatiza a pensar y actuar siempre de una determinada manera.

A grandes y pequeños nos ha tocado reinventarnos de la noche a la mañana, aprender a vivir sin saber qué pasará desde la resiliencia y la confianza. Todo lo que estaba programado, cuantificado o examinado ahora ya no sirve, ha caducado. Esta circunstancia ha puesto sobre la mesa la inutilidad de intentar controlarlo todo, de querer anticiparnos a los acontecimientos.

Nos hemos visto obligados a aprender a vivir en la improvisación, sin poder seguir un patrón establecido. A compaginar nuestra vida familiar, laboral y personal desbordados emocionalmente, preocupados laboralmente y condicionados por la incertidumbre.

Ojalá esta pandemia provoque una enorme transformación en nuestra forma de educar. Yo creo que así será, porque la educación es la única herramienta que permite cambiar el mundo. Ojalá nos instruya a vivir en el aquí y ahora sin preocuparnos demasiado por lo que pasará mañana. Aceptando que nos va a tocar innovar en todas las facetas de nuestra vida y a aprender a aprovecharnos de los imprevistos.

Necesitamos un nuevo paradigma educativo que redefina nuestra tarea educativa. Que elimine la manera de entender el acto educativo como la estandarización de la sociedad y empodere a nuestros pequeños y jóvenes a decidir como quieren mirar, comprender y disfrutar el mundo considerando a cada uno de ellos como seres únicos e irrepetibles.

Que dote a nuestros hijos de los recursos personales necesarios para poder dar la mano a lo impredecible, para saber bailar con lo inesperado, para abrazar el cambio, para disfrutar con lo incierto.

Una educación centrada en el SER, que establezca sus pilares en:

1. Educar en la VALENTÍA, el ATREVIMIENTO, en las GANAS de exprimir la vida. En aprender las competencias necesarias para MIRAR a la vida con CORAJE, para saber empezar de cero las veces que haga falta, para mitigar los daños de los tropiezos.

2. Conectar con las EMOCIONES aceptando cada una de ellas sin prejuicios. Aprendiendo a ponerles nombre, a gestionarlas y legitimarlas sin miedo. Sabiendo que no existen las emociones buenas y malas, que todas son necesarias. Un aprendizaje que les permita entender todo lo que les recorre por dentro.

3. VIVIR EN EL PRESENTE con la atención plena siendo conscientes de todo aquello que nos pasa. Desarrollando una actitud de apertura y aceptación, aprendiendo a conectar con la propia esencia, siendo testigos de uno mismo.

4. Desarrollar las estrategias necesarias para ver el CAMBIO como un reto, como una nueva oportunidad para vivir algo diferente, para descubrir y crecer. Para enfrentarse a él con intrepidez, aprendiendo que en ocasiones será mejor ir paso a paso y en otras hará falta hacer una verdadera revolución.

5. Aprender a cuestionarse el PORQUÉ de las cosas, resolver la indecisión con las ganas de intentarlo sin temer las consecuencias del tropiezo. Para conseguir ser protagonistas siendo muy conscientes que quien arriesga puede perder pero es inmensamente más feliz. A creer más que nunca en el «y por qué no».

6. Trabajar a diario la DETERMINACIÓN, RESILENCIA y DISCIPLINA. Aprendiendo a confiar en el instinto, a dejar fluir, a desafiar el miedo con descaro. Redibujando el plan de ruta las veces que sea necesario mostrando siempre una actitud proactiva.

7. Aceptar el ERROR como parte imprescindible del viaje, como un gran maestro. Fomentando la creatividad, la autonomía e iniciativa personal. Aprendiendo a definir correctamente el éxito y a tomar tomando decisiones sin que tiemble el pulso.

8. Descubrir FORTALEZAS y DEBILIDADES para poder liderar sin complejos el propio camino y creer a fuego en los propios ideales. Descubriendo por sí mismos quiénes verdaderamente son. Sintiéndose únicos, especiales, libres.

Ahora más que nunca nuestros hijos van a necesitar que les acompañemos con grandes dosis de cariño y comprensión. Sin cansarnos de repetirles que estamos con ellos sin CONDICIÓN, de repetirles que la VIDA es demasiado corta para DEJARLA IR, que la decisión de hacerlo es lo que cambia todo.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/09/03/mamas_papas/1599126540_721091.html

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La covid amenaza la educación de los refugiados

Noticia/10 Septiembre 2020/http://www.ipsnoticias.net/

 La educación y el potencial de millones de niños y jóvenes refugiados en el mundo están bajo la amenaza de la pandemia covid-19, porque carecen de recursos para reinsertarse en el sistema educativo, advirtió este jueves 3 un nuevo informe de la Agencia de las Naciones Unidas los Refugiados (Acnur).

El titular de Acnur, Filippo Grandi, recordó que “la mitad de los niños refugiados del mundo no estaban escolarizados antes de esta situación”, causada por la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales, y “después de todo lo que han soportado no podemos robarles su futuro negándoles hoy una educación”.

“A pesar de los enormes desafíos que plantea la pandemia, si se ofrece un mayor respaldo internacional a las personas refugiadas y a sus comunidades de acogida, podremos desarrollar más medios innovadores para proteger los avances fundamentales obtenidos durante los últimos años”, dijo Grandi.

El nuevo informe, “Uniendo fuerzas por la educación de las personas refugiadas”, examinó la situación de los refugiados en 12 países de acogida: Chad, Etiopia, Iraq, Jordania, Kenia, Líbano, Pakistán, Ruanda, Sudán del Sur, Tanzania, Turquía y Uganda.

Al cierre de 2019 había en esos países 10 539 000 refugiados, más de la mitad de los 20,4 millones alcanzados por el mandato de Acnur en todo el mundo.

Antes de la pandemia, un niño refugiado tenía el doble de probabilidades de no asistir a la escuela que un niño no refugiado. Más de 1,8 millones de niños refugiados en esos países, 48 por ciento de todos ellos, no asistía a una escuela.

Aunque la tasa bruta de matriculación de refugiados en escuelas primarias es de 77 por ciento, solo 31 por ciento de los jóvenes se matriculó en escuelas secundarias, y apenas tres por ciento pudieron hacerlo en educación superior.

En secundaria la matrícula de las niñas con respecto a los varones es 10 por ciento menor, y los impactos sociales y culturales de la covid pueden desalentar el regreso a clases de una gran cantidad de ellas, según el informe.

“Me preocupa especialmente el impacto en las niñas y jóvenes refugiadas. La educación no solo es un derecho humano, sino que la protección y los beneficios económicos para las niñas refugiadas, sus familias y sus comunidades educativas son evidentes”, dijo Grandi.

La situación en general empeorará por el cierre de escuelas, las graves dificultades para pagar matrículas, uniformes o libros, la falta de acceso a tecnologías o porque niños, niñas y jóvenes se verán obligados a trabajar para ayudar a sus familias.

Por ejemplo, en la región del Sahel, la franja semiárida al sur del Sahara que comparten una docena de países africanos con poblaciones de refugiados, se prevé que la violencia fuerce el cierre de unas 2500 escuelas, a las que acuden 350 000 estudiantes.

El informe considera que se ponen en peligro esfuerzos y avances para alcanzar, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para 2030, el ODS 4, de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos.

También destaca que adaptarse a las limitaciones impuestas por la covid ha sido especialmente duro para 85 por ciento de los refugiados, quienes viven en países en desarrollo o menos desarrollados.

Ello porque recursos como teléfonos móviles, tabletas, ordenadores portátiles, buena conectividad, o incluso los aparatos de radio, necesarios para emprender tareas como educación a distancia, con frecuencia no se encuentran fácilmente disponibles para las comunidades desplazadas.

El informe recomienda a escuelas y universidades que den la bienvenida a los refugiados, capaciten a los maestros para integrarlos, ofrezcan becas para el tercer nivel, sean comprensivos con las realidades del desplazamiento, eviten obstáculos burocráticos y hagan frente a la discriminación, la xenofobia y el acoso sexual.

A los Estados y ciudades se les pide asegurar que los niños y jóvenes refugiados sean incluidos en el esfuerzo para reiniciar la educación, asegurar que las niñas tengan las mismas oportunidades, e incluso dar a los refugiados acceso a la escuela aún sin documentación o certificación.

A empresas y donantes se les pide asociarse a los programas de inversión en educación para refugiados, apoyando con financiamiento, equipos o materiales para capacitación de maestros, conectividad, infraestructura, pasantías y capacitación de estudiantes y oportunidades de trabajo.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2020/09/la-covid-amenaza-la-educacion-los-refugiados/

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Colombia: ‘Ningún padre será obligado a enviar a sus hijos al colegio’: Claudia López

América del sur/Colombia/10 septiembre 2020/semana.com

La alcaldesa señaló que el 80 por ciento de los padres de familia no quieren que sus hijos vuelvan a clase de manera presencial, pero quienes estén a favor de la iniciativa tendrán la oportunidad de hacer la solicitud.

La Alcaldía de Bogotá y la Secretaría de Educación le apuestan a «un retorno gradual, progresivo y seguro» de las clases presenciales en colegios, jardines y universidades. En rueda de prensa, la mandataria Claudia López explicó que «ningún padre o madre de familia será obligado a enviar a sus hijos al colegio. No es que vayamos a obligar a ir a unos un día y al otro no».

De acuerdo con una encuesta realizada por el Distrito, aseguró López, el 80 por ciento de los padres están en desacuerdo con volver a las clases presenciales, pero para el 20 por ciento restante que sí aprueba la medida se debe garantizar un modelo educativo que los incluya.

«A partir de hoy los colegios (privados) pueden inscribirse en la página web)«, señaló Edna Bonilla, secretaria de Educación de Bogotá. «Tenemos que darle la posibilidad a la familia que decida si quiere enviar a su hijo al colegio o al jardín».

En otras palabras, desde este 7 de septiembre, los colegios y jardines privados están habilitados para inscribir su protocolo de bioseguridad en la Secretaria de Educación y deberán esperar un plazo aproximado de tres a cinco días hábiles para que la entidad avale o no su regreso a las aulas.

En juego está el proceso formativo de 793.566 estudiantes en instituciones oficiales y 485.387 estudiantes en instituciones privadas.

Entre los requisitos a revisar está que la institución cuente con el aval del consejo directivo del colegio, como máximo órgano de regulación, y con el consentimiento informado de los padres y acudientes del niño o niña. Si los documentos están en regla, solo faltará la evaluación de la Secretaría de Salud para dar el visto bueno y así, las instituciones podrán volver al siguiente día hábil de obtener el permiso.

No obstante, hay que resaltar que el decreto que avaló la ‘nueva realidad‘ de Bogotá, a partir del 27 de agosto, contempla que para no llenar el cupo epidemiológico de la ciudad es necesario que la actividad académica se dé los días: lunes, martes, miércoles, viernes y sábados (en el caso de los jardines). No habrá restricción horaria, pero solo estará permitido el 35 por ciento de aforo del total de estudiantes inscritos. Docentes y personal administrativo no tiene límite de aforo.

El transporte escolar se debe apegar a los requisitos de MinTransporte, entre ellos, un máximo de 50 por ciento de aforo por vehículo.

Para el caso de los colegios públicos, el Distrito tiene contemplado iniciar pilotos en el mes de octubre, posterior a la concertación con los colegios y el gremio de docentes de la capital. Además, en noviembre la alcaldía evaluará la reapertura de las instituciones que se haya dado el momento, teniendo en cuenta que en ese mes está previsto el segundo pico de la pandemia de coronavirus. «No se hará nada en contra de padres y maestros. Todo será concertado», afirmó la alcaldesa.

Universidades e institutos técnicos y tecnológicos

En el sector de la educación superior también regirá la autonomía de cada una de las 128 instituciones que hay en la ciudad, pero las actividades presenciales estarán permitidas exclusivamente los lunes, martes, viernes y sábado con restricción horaria en dos franjas: de las 10 a.m. a 4 p.m. y de 7 p.m. a 10 p.m. El aforo total de estudiantes no debe exceder el 25 por ciento.

En caso de brotes de contagio…

Alejandro Gómez, secretario de Salud de Bogotá, indicó que el protocolo exigido para la comunidad educativa es «de sentido común»: Tapabocas permanente y, en la medida de lo posible, distanciamiento en el aula y lavado de manos. Pero si aun así hay dos o más casos de contagio en los colegios o universidades se debe reportar la situación a la Secretaría de Educación y de Salud para hacer seguimiento al brote.

«En otros países en los que se ha hecho la reapertura se han tenido que cerrar colegios, y esa es una posibilidad que vamos a tener», agregó Edna Bonilla, secretaria de Educación de Bogotá.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/regreso-a-clases-en-bogota-no-habra-alternancia-claudia-lopez–noticias-hoy/701685

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Los docentes adaptan contra el reloj los ya discutidos contenidos escolares

Por: Ana Torres Menárguez

La seguridad de los centros educativos está consumiendo casi todas las energías y concentrando el debate público en esta vuelta a las clases en mitad de una pandemia que no deja de ofrecer cifras preocupantes; ya hay más de medio millón de casos en toda España. Pero una vez decidido que es imprescindible reabrir las escuelas, tal y como defiende la ONU, para evitar una “catástrofe generacional”, sobre todo entre los alumnos más desfavorecidos y con menos conexión a Internet, hay que resolver otro gran problema: ¿qué y cómo se va a enseñar a los alumnos en estas circunstancias excepcionales?

La realidad es que, mientras los docentes trabajan a marchas forzadas para adaptar los programas académicos, centrándose en contenidos esenciales e integrando los temas imprescindibles para seguir adelante que no se llegaron a ver el año pasado, se hace más presente que nunca el debate, arrastrado desde hace años, sobre si el currículo educativo español es demasiado extenso, enciclopédico y anticuado. “Es una ficción, todos saben que es inabarcable; el currículo prescrito en la ley no se corresponde con el que finalmente aprenden los alumnos en el aula”, opina el profesor Carlos Magro, presidente de la asociación Educación Abierta.

Los educadores que estos días andan adaptando las clases de los colegios e institutos a la realidad de la pandemia no son ajenos a esa cuestión. “Nuestro currículo es muy denso, hay demasiado contenido y desde las sociedades matemáticas llevamos años peleando para que se reduzca, como poco un 20%”, señala Lluís Bonet, docente del instituto público Mare Nostrum de Alicante, antes de volver a temas más inminentes: “Se dice que los deberes están hechos, pero en los centros solo se ha hablado de las medidas de prevención higiénicas y sanitarias; está claro que hay que prever más allá de la distancia social en las aulas, pero lo pedagógico sigue en un segundo plano”, decía el jueves pasado, poco antes del inicio de las clases. Su gran preocupación es cómo van a seguir las lecciones desde casa los estudiantes de 2º de ESO y de los cursos posteriores, ya que solo irán al centro el 50% de ellos en días alternos.

A grandes rasgos, los centros de infantil y primaria y los de secundaria coinciden en un punto: este curso se centrarán en los contenidos esenciales. Durante el tercer trimestre del pasado curso, todos los centros siguieron las recomendaciones acordadas por el Ministerio de Educación y los consejeros autonómicos de no seguir avanzando en el temario para no dejar atrás a quienes tienen menos recursos y apoyo familiar. En junio, los docentes hicieron informes individualizados, dejando por escrito las calificaciones finales de cada alumno y sus carencias. Ahora, durante el mes de septiembre, deben elaborar las programaciones académicas —tienen autonomía para hacerlo—, teniendo como base los contenidos prescritos por el ministerio y las consejerías; el Estado fija el 65% y las autonomías el resto, salvo en las que existe lengua cooficial, donde el Gobierno fija el 55%.

“Vamos a optar por integrar lo que no se trabajó solo en las áreas en las que es imprescindible, como Inglés. En primaria, los contenidos de la mayoría de asignaturas se repiten en los diferentes cursos, y en ese sentido estamos muy tranquilos”, explica Vicent Mañes, presidente de la federación de asociaciones de directores de infantil y primaria, que aglutina a los responsables de unos 2.600 colegios de toda España. Pone un ejemplo: “Si en Inglés queremos trabajar la circulación en las ciudades, tenemos que recuperar los verbos de movimiento que no pudimos ver en el tercer trimestre”. Mañes recuerda que siempre diseñan las programaciones a partir de las evaluaciones finales del año anterior y de los datos de evolución de los alumnos. Pero en esta ocasión, reducirán los objetivos curriculares, con menos temas, y lo que quede pendiente lo integrarán en los próximos años, “ya libres de pandemia”, anhela.

El patio del colegio San Sebastián de El Bolao (Madrid).
El patio del colegio San Sebastián de El Bolao (Madrid).

El “gran reto” que afrontan los docentes de estas etapas es el de formarse para seguir integrando las herramientas tecnológicas en su metodología, porque hasta ahora “era un recurso auxiliar a lo manual”. “En infantil y primaria el niño se tiene que ensuciar con la arena, usar el pegamento… Con la pandemia hemos aprendido que esto tiene que complementarse con las herramientas digitales que permitan a los alumnos trabajar de forma más autónoma en casa”, añade.

En el caso de algunas autonomías, como la valenciana, la consejería lanzó cursos de formación en TIC para más de 5.000 profesores durante el mes de julio con el objetivo de que aprendieran a usar la plataforma Moodle Aules, un entorno de trabajo digital que permite compartir tareas y comunicarse con los alumnos de forma sencilla.

“El ritmo en los institutos va a ser más lento”, afirma Esteban Álvarez, presidente de la asociación de directores de secundaria de Madrid. Como en primaria, ellos adaptarán las asignaturas a los contenidos esenciales. “En los diferentes cursos de la ESO, los conceptos se repiten con diferente grado de dificultad, de modo que lo que no podamos ver este curso, lo incluiremos en las programaciones del próximo”, añade. Como en el resto de comunidades, el primer mes de clase se va a destinar a planes de refuerzo, en los que se recordará lo más relevante del curso anterior. Su gran preocupación es segundo de Bachillerato. “No podemos mantener el mismo temario ni ritmo que cuando todos los alumnos acudían de forma presencial; necesitamos que el Ministerio de Universidades y las consejerías vuelvan a adaptar la selectividad como hicieron el pasado julio, que en lugar de proponer opciones cerradas, dejaron que el alumno pudiera desarrollar entre una amplia gama de temas”, clama Álvarez.

Conjunto enciclopédico

Pero todo ese trabajo no puede abstraerse del otro debate más amplio sobre los contenidos escolares, pues la pandemia y el cierre prematuro de los centros ha puesto sobre la mesa un obsoleto sistema educativo, demasiado hinchado y con unos métodos de enseñanza con dificultades para funcionar sobre raíles tecnológicos. Docentes, estudiantes, familias y políticos reconocen que el conjunto de asignaturas en España es enciclopédico y que el país va a la cola en cuanto a la modernización del modelo de escuela, por detrás de otros como Portugal, que después de adelgazar los contenidos ha conseguido reducir la tasa de abandono escolar temprano al 12,6% (aún por encima del 10,6% de media de los países europeos), frente al 17,2% de España.

El objetivo es ir hacia los llamados aprendizajes significativos, los que dejan huella. El biólogo y psicólogo cognitivo Héctor Ruiz, director de la International Science Teaching Foundation —con base en Londres y Barcelona en la que analizan la forma en la que los niños aprenden las ciencias en diferentes países—, coincide con los docentes en la idea de sobredimensión. “La memoria no funciona como un músculo; la retención de datos sin profundizar en ellos no ayuda al pensamiento crítico”, expone. “Aprender listados de nombres no te va a dar una ventaja a la hora de entender cualquier otro contenido; para tener la capacidad de resolver problemas hacen falta conocimientos profundos, es la única forma de conectar diferentes campos”.

En el Ministerio de Educación son conscientes del problema y quieren dar un vuelco al currículo. “Sabemos que los programas para cada uno de los cursos están recargados y queremos ir a un modelo más ligero que se centre en lo fundamental”, señala el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana. Prefiere no hablar de porcentajes o de qué asignaturas podrían suprimirse, pero sí adelanta que los centros tendrán la posibilidad de fusionar las asignaturas por ámbitos, como ya ha hecho Portugal, catalogada por la prensa internacional como “la estrella emergente en educación” por sus avances en el informe PISA (que mide las competencias en matemáticas, comprensión lectora y ciencias de los alumnos de 15 años de los países de la OCDE) y considerada como la nueva Finlandia.

Algunos docentes ya hackean el sistema desde hace años. Reaccionan con unos contenidos realistas, a sabiendas de que, un curso más, no serán capaces, o no querrán, llegar al final del temario propuesto por la Administración. “El enfoque, como cuando yo estudiaba, sigue siendo memorístico, almacenar en el cerebro los títulos de las obras sin entender los motivos que llevaron a esos autores a escribirlas; desactiva toda curiosidad por la lectura”, explica Rosa Linares, profesora de Literatura en el instituto público Leonardo Da Vinci de Majadahonda, en Madrid. Junto a un grupo de profesoras unidas en el colectivo Guadarrama, cree que no basta con dar a los estudiantes de secundaria las nociones generales de la historia de la literatura española, que tienen carencia de referentes internacionales, y que no se trabajan las habilidades de expresión y comunicación. “No se dan cuenta de que con ese currículo conseguimos el efecto contrario al que buscamos: fomentar de por vida el hábito de lectura”.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/educacion/2020-09-09/los-docentes-adaptan-contra-el-reloj-los-ya-discutidos-contenidos-escolares.html

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