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Continuidad, discontinuidad y la necesaria metamorfosis educativa

Por: Francesc Imbernón

  • La pandemia ha colocado al sistema educativo en una situación muy compleja que obliga a los centros y sus profesionales ha mantener una continuidad de su labor en una discontinuidad constante. Es un buen momento para repensar algunos de los cimientos que sostienen esa continuidad anterior: organización escolar, currículo, papel del profesorado, inversión…

Ya estamos inmersos en un nuevo curso. Y desde que comenzó la pandemia, hace meses, ha habido tiempo de reflexionar sobre lo que pasó y está pasando a la educación en el confinamiento y en el inicio de curso. Hemos leído en artículos y en redes sociales que hay de todo: vivencias del profesorado, angustias, propuestas y preparación del nuevo curso en las escuelas.

Quisiera centrarme, no tanto en los problemas del nuevo curso, de lo que ya se ha escrito y hablado mucho, sino en lo que pasó al final del curso anterior, con una enseñanza virtual de emergencia, no de normalidad, y analizar que la situación puso en evidencia las limitaciones y debilidades del sistema educativo en cuanto a la infraestructura y formación tecnológica, el equipamiento del alumnado y del profesorado en casa, el apoyo familiar necesario, el aumento de las exclusiones y desigualdades por falta de presencialidad y la autonomía del alumnado para realizar tareas virtuales, entre otros. Y destacar un aspecto que ya conocíamos, que las dificultades escolares se agravan cuando los niños y niñas necesitan una metodología más inclusiva con especialistas, materiales y entornos adaptados.

Y no podemos olvidar aspectos que el profesorado sabe, pero que tal vez la sociedad no: que la escuela es muy importante para crear identidades sociales y necesita de espacios físicos y simbólicos: contacto, relaciones y presencialidad para trabajar la transmisión cultural y el desarrollo personal como seres sociales. Que la educación es una actividad social, no hay duda de que es donde se aprende, pero también cuida a la persona de forma individual y grupal. La enseñanza requiere un seguimiento individualizado de cada niño y niña dentro de lo posible, es decir, una guía y una supervisión de qué se hace y cómo se hace con su educación.

Hemos sufrido en la educación lo que el enfoque antropológico de la transmisión cultural (la escuela es cultura por antonomasia), llama el proceso de continuidad y discontinuidad. Antes de la pandemia en la educación se vivía, de una forma tranquila o inquieta. Era una etapa de continuidad, es decir, aquellos momentos experimentados y vividos donde existe una estabilidad en la forma de ser y comportarse, sin cambios destacables que impliquen la adquisición de nuevas interacciones, prácticas o aprendizajes.

Y de golpe, nos llega la pandemia y aparece la discontinuidad. El proceso de discontinuidad se produce cuando hay un cambio abrupto entre un modo de ser, hacer y comportarse y otro muy diferente. Modificaciones en el trabajo, se organizan nuevas interacciones, nuevas prácticas y nuevos aprendizajes. Y cuando hay una falta de cohesión y preparación entre la continuidad y la discontinuidad se produce mucha ansiedad.

Ahora parece que se ha de volver a una continuidad. En un momento en el que se producen una serie de situaciones de emergencia que necesitan cumplir de una determinada manera de hacer escuela con diferencias y discrepancias que hacen modificar el trabajo del profesorado, las relaciones entre los compañeros y con los niños y las prácticas educativas.

Esta nueva continuidad puede desembocar en la aparición de un profesorado disociado puesto que debe repensar y reconfigurar constantemente su identidad personal, profesional y colectiva a partir de experiencias nuevas y viejas vividas tanto dentro como fuera del centro escolar. La pandemia nos ha provocado muchas nuevas experiencias inesperadas y abruptas. Y fruto de estas nuevas experiencias -positivas o negativas- tienen lugar los procesos de nueva continuidad y nueva discontinuidad. A lo que hay que sumar la presión de la administración y del propio profesorado porque ha de mantenerse la estructura educativa (currículo, estructura, organización, normativa, metodología, etc., anterior). Por lo tanto, ¿será como la continuidad de antes? No puede ser.

Podemos ver la nueva continuidad y la discontinuidad educativa actual y pasada como positivas, si permiten la metamorfosis educativa entendida como transformación y regeneración constante. No puede haber soluciones viejas para problemas nuevos. Por lo tanto, deberíamos aprovechar la reflexión y la experiencia vivida para hacer un cambio radical de la forma de enseñar y aprender en esta nueva continuidad y discontinuidad constante.

Y me viene a la cabeza la idea de Edgar Morin sobre la ceguera del conocimiento. Estaremos ciegos de conocimiento si no somos capaces de hacer una metamorfosis para abrirnos a nuevas ideas, a nuevos rumbos, ir mucho más allá de la anterior continuidad, investigar, reflexionar y buscar el cambio colectivamente. Si no somos capaces de perder el miedo a lo desconocido, a lo nuevo, a los cambios y dejar de creer ciegamente en las ideas o proposiciones ya impuestas y aceptadas por otros, no podremos desarrollar las propias en el campo educativo, en el terreno de la organización de nuevas ideas y propuestas.

Y esta metamorfosis debe analizar y transformar aspectos macro y micro. Dentro de lo macro encontramos tantas cosas que cambiar que no sé si serán necesarias varias legislaturas. Por ejemplo, alcanzar un acuerdo social y político sobre educación con el que alcanzar una gran modernización y, así, evitar hacer tantas reformas.

Sin recursos muchas cosas no se pueden hacer. Ha de aumentarse el PIB dedicado a educación que ha ido bajando los últimos años. También para alcanzar la siempre reivindicada mejora laboral y la carrera del profesorado. Se necesitan más recursos en los centros que les permitan asumir una mayor autonomía de gestión, organización y profesionalización para mejorar el aprendizaje del alumnado. Sin olvidar cómo reducir el fracaso, el abandono prematuro y la repetición, así como aumentar la escolarización obligatoria hasta los 18 años; erradicar la segregación y hacer una verdadera inclusión e invertir en la escuela pública como espacio de lucha contra las desigualdades sociales, revisando la doble red de escuelas.

A nivel micro se debe cambiar la estructura, la organización y la metodología de las escuelas, sin demasiados cambios después de siglos. Se debería huir de la estructura rígida, piramidal y gerencial del profesorado para crear estructuras más flexibles y que permitan una mayor implicación de todo el personal que interactúa en el aprendizaje de los niños (profesorado, personal de servicios, familia, comunidad, territorio, etc.). La revisión del currículo es otro de los asuntos destables: qué es lo que hay que enseñar y aprender en el siglo XXI y qué herramientas presenciales y virtuales son necesarias para ello. Tiene que haber un cambio de organización, de estructura, de currículo y del profesorado y su formación. Una metamorfosis total.

Esto que ha pasado y pasa nos obliga a una continuidad dentro de una discontinuidad muy diferente. Hay que luchar por una educación diferente desde los poderes públicos, la sociedad y el profesorado para desarrollar una sociedad mejor con valores democráticos y de responsabilidad colectiva. Freire nos dice que «la educación no cambia el mundo, cambia a las personas que lo cambiarán». Y en esto debemos poner muchos esfuerzos y no caer en una continuidad (dicen nueva normalidad, pero no lo es) como la que teníamos.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/10/08/continuidad-discontinuidad-y-la-necesaria-metamorfosis-educativa/

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La pandemia a través de los ojos de las adolescentes (IV): más desigualdad, más mutilación genital

Noticia/África/elpais.com

En muchos países la ablación es norma social con origen en la desigualdad de género. Unos 200 millones de mujeres la han sufrido y, sin campañas de prevención por la covid-19, su práctica aumenta. Esta serie documental recoge, de la mano de Unicef, el testimonio de 16 jóvenes sobre el impacto en sus vidas. La ofrecemos en castellano en exclusiva

En esta cuarta entrega de nuestro documental, han transcurrido cuatro semanas desde que las chicas nos permitieron echar un vistazo a su mundo, pero con el paso del tiempo, la situación de la covid-19 ha evolucionado. Con el aumento de los contagios, en muchos países el impacto del virus empieza a golpear más cerca de casa y se sienten los efectos.

Antes de la pandemia, la desigualdad de género ya limitaba la capacidad de muchas niñas para acceder a la educación. Ahora, a medida que algunas escuelas reabren después de los confinamientos, la covid-19 añade una nueva serie de complicaciones que reducen aún más su acceso a la educación y algunas chicas lo sufren más que otras. Aunque la pandemia está dificultando que estas niñas se mantengan al día con los estudios, y a pesar del confinamiento en Nepal, Madhu sigue haciendo todo lo posible para aprender desde casa. “Por culpa del coronavirus, a mi padre y a mi madre les preocupa nuestra educación y que podamos olvidar lo que hemos aprendido hasta ahora […] Uno de los problemas a los que se enfrenta mi familia es que no hay dinero para comprarnos libros y otro material. Por eso cogí el dinero que ahorré con mis hermanos y compramos libros y bolígrafos para estudiar”, explica esta joven.

Para muchas niñas, acceder a la educación antes de la crisis sanitaria mundial ya era un problema. Ahora hay una amenaza muy real de que el virus empeore aún más la discriminación y la desigualdad, y cree una barrera más para las niñas. Pero más allá de la falta de acceso a la educación, hay otras prácticas dañinas que las discriminan. En muchos países, la práctica de la mutilación genital femenina es una norma social profundamente arraigada que tiene su origen en la desigualdad de género. En todo el mundo, hay al menos 200 millones de niñas y mujeres que han sido sometidas a este ritual, que consiste en realizar una escisión total o parcial de los órganos genitales femeninos o cualquier otra lesión de los mismos por motivos no médicos. En Malí, se calcula que casi nueve de cada 10 niñas y mujeres la han sufrido. “Me dan lástima las niñas cuyos padres las envían a que les hagan esto. No creo que sea bueno porque complica la vida de sus hijas. Actualmente, las autoridades no castigan con dureza a los padres, de modo que hacen lo que quieren con sus hijas”, se lamenta Laetititia, desde Chad.

Mientras que las familias en países como Chad mantienen la práctica en secreto, las familias de otros países no lo hacen. En Indonesia, a pesar de que la práctica es ilegal, casi una de cada dos niñas ha sufrido la ablación, que suele aceptarse más abiertamente desde el punto de vista cultural. “En mi zona también se circuncida a las niñas, por lo general cuando tienen alrededor de cinco, seis o incluso siete años. Normalmente, las niñas que son circuncidadas llevan un vestido bodo de siete capas. Es la ropa tradicional de Bugis. Cuando es circuncidada, sus padres celebran una fiesta”, explica Zulfa, desde Indonesia.

Muchos de los países con altas tasas de mutilación genital femenina han ilegalizado el ritual, pero en la mayoría de ellos, la práctica continúa, aunque se hable menos de ello. Ahora, con los confinamientos y las medidas de distanciamiento social en todo el mundo, es más importante que nunca seguir prestándole atención y seguir hablando de ello. Si queremos que la situación cambie, tenemos que asegurarnos de que vemos y escuchamos los problemas de estas chicas.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/10/06/planeta_futuro/1601994688_299254.html

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Entrevista a Aldo Casas: «El capitalismo nos condujo a un punto donde o retomamos la lucha por el comunismo o aceptamos un retroceso civilizatorio descomunal»

Entrevistas/08 Octubre 2020/rebelion.org

Hace 153 años, el 14 de septiembre de 1867, se publicó el primer volumen de «El Capital» de Karl Marx, que sigue siendo uno de los libros más influyentes de la historia mundial.

M.H.: ¿Qué te motivó a escribir Carlos Marx nuestro compañero

A.C.: Dos cosas, la primera es mi convicción personal intelectual y política de que Marx sigue siendo una referencia imprescindible en la lucha contra los males del capitalismo porque la investigación y la crítica que hizo Marx hace 200 años, sigue siendo insuperada. Pero además de eso, lo que me llevó a escribir el libro fue que, desgraciadamente, tengo la impresión que las luchas y los movimientos sociales en las últimas décadas perdieron de vista esa referencia y Marx es en gran medida un desconocido para gran parte de los nuevos luchadores y los que lo conocen a veces tienden a imaginarlo como un intelectual encerrado en una biblioteca que escribió un libro muy largo y muy difícil de leer en varios tomos que se llama El Capital.

Contra esa idea quise rescatar lo que me parece es una valoración más justa y más correcta de lo que significó Marx, que es reivindicarlo como un compañero, un militante revolucionario en una época histórica bastante distinta a la nuestra pero que tuvo la capacidad, en pleno Siglo XIX, de prevenir como ningún otro los males que hoy estamos viendo, por ejemplo, con esta pandemia, en la que cada vez es más evidente que el curso y el progreso y la modernidad en los términos en que el Capitalismo ha dado contenido a estos procesos conducen no solo a una mayor explotación y marginación de millones y millones de hombres y mujeres, sino también al riesgo cierto de un colapso civilizatorio. Ese es el sentido de rescatar a Marx como un compañero, un militante, seguramente con mucha más capacidad que nosotros.

M.H.: Hay puntos débiles en Marx y hay contribuciones valiosas. En uno y otro aspecto ¿qué nos podrías comentar? 

A.C.: Es cierto, en algunos aspectos, para ser fiel a lo esencial y a la línea roja del pensamiento de Marx hay que atreverse a discrepar con él en algunas cosas. Por ejemplo, y yo lo señalo así en este libro, Marx a pesar de la agudeza de su crítica al capitalismo, en algún momento esa crítica se mezcla con una cierta ilusión que el mismo desarrollo de las fuerzas productivas y la economía iban a generar condiciones que prácticamente preparaban una victoria relativamente sencilla de la revolución. Hay frases de Marx que usó bastantes veces como cuando afirmaba que en las entrañas del capitalismo estaba formándose ya la nueva sociedad y que, en un momento de crisis, cuando madurasen las condiciones, el proletariado tendría la suficiente fuerza, capacidad organizativa y claridad política como para terminar con el capitalismo y utilizar la herencia del desarrollo capitalista en función de la construcción de una sociedad nueva.

Esa perspectiva se rebeló equivocada y hoy creo que tiene que estar claro para todos que el capitalismo no prepara las condiciones para un pasaje relativamente sencillo a una sociedad sin clases, sino que preparara las condiciones y nos empuja hacia un abismo. De tal manera que la revolución es más que nunca una lucha y una construcción que exige creatividad, reflexión crítica y autocrítica. En ese sentido también Marx, y yo dedico a eso el último capítulo de mi libro, fue el primer crítico de Marx, él fue capaz de decir y varias veces, medio en broma, pero en serio, frente a sus discípulos que se reclamaban marxistas y como tal le pedían opinión sobre tal o cual cosa, él los frenaba y les decía que no era marxista.

Más allá de lo que podía tener de ironía esa frase, hacia el fin en 1880, en sus últimos años, mientras trataba de completar El Capital, cosa que nunca terminó de hacer, acometió investigaciones teóricas y políticas de una dimensión descomunal que han permanecido desconocidas. Por ejemplo, para entender lo que pasaba en Rusia, donde había comenzado un movimiento de protesta contra la autocracia zarista muy grande, con corrientes revolucionarias que eran una mezcla de anarquismo y terrorismo, que eran los populistas, Marx se apasiona por estudiar esa realidad y aprende ruso para leer en su idioma los documentos y los libros que le permitieran entender esa realidad y formula un diagnóstico que contradice gran parte de lo que él había dicho antes y lo que sostenían la mayor parte de sus discípulos de ese momento. Concretamente que en Rusia se había abierto la posibilidad de una revolución que tuviese como base para avanzar hacia el socialismo, no a la clase obrera ni a la gran industria sino al campesinado que tenía la peculiaridad, que a diferencia de todo lo que había pasado en el resto de Europa, el campesinado ruso mantenía elementos de la comuna rural.

Los populistas sostenían, romantizando un poco la realidad del campesinado, que la posibilidad de sacar a Rusia de la autocracia y el atraso estaba justamente en el campesinado y Marx dice que hay un elemento de verdad en eso que hay que rescatar agregándole: a condición de que impidamos que el capitalismo termine de destruir esos elementos que aún subsisten de propiedad colectiva de la tierra y también de que en auxilio de esta posible emancipación ocurran las revoluciones en otras partes del mundo, especialmente en Europa.

Y Marx para llegar a esa conclusión que la hace figurar en el que tal vez sea el último texto que escribe, que es el último prólogo a una edición del Manifiesto comunista en ruso, introduce un párrafo en el que dice exactamente esto que acabo de decir, que era una herejía para lo que él había escrito. Y en cartas con otro pensador de la época, Marx dice que muchos le atribuyen tener una teoría del desarrollo histórico, pero que no es así, que él escribió un análisis crítico de cómo se desarrolló el capitalismo en Europa Occidental. Cómo va a ser la revolución en otras partes del mundo no lo sé porque no lo he estudiado suficiente, afirmó. Ese es el Marx que yo creo que si uno lo rescata siempre va a seguir aprendiendo de él, cuando acierta y cuando se equivoca.

La pandemia como toda gran crisis es una posibilidad, pero es necesario advertir el tremendo peligro que tenemos por delante 

M.H.: Vamos a la actualidad, en abril conversé con Daniel Campione y lo trajimos a Gramsci a la actualidad y ahora lo quiero traer a Marx. Hay un tema central que es que el excedente del capitalismo surge de la explotación de la fuerza de trabajo, creo que es una afirmación fuerte de Marx y que en estos días lo estamos viendo. 

A.C.: Yo subrayaría que Marx denuncia que todo el desarrollo y lo que el capitalismo llama progreso está basado en la explotación del trabajo, y más aún que la explotación del trabajo puede parecer que es darle a la gente un poquito menos de lo que produce.

Marx afirma que la explotación bajo el capitalismo es mucho más que eso, la explotación es la expropiación de los medios de vida, de los medios de trabajo, de los productos del trabajo del hombre y en definitiva la expropiación de la misma actividad productiva de los hombres. Esa es una afirmación muy fuerte y temprana de Marx y que hoy tiene una vigencia descomunal.

Estas características hacen justamente que el mundo generado por el capitalismo sea un mundo loco, invertido, en el que los hombres y la capacidad productiva de la humanidad se transforma no en un elemento de progreso humano y desarrollo sino en un elemento que esclaviza a los hombres y los convierte en engranajes de un sistema que funciona como productor imparable, irrefrenable de valor y plusvalor, de ganancia para una minoría del mundo, acumulando en el otro polo, explotación, marginamiento, etc.

Incluso Marx anticipándose a una época en que no existían la ecología ni la crisis ambiental con la magnitud que tienen hoy, tiene una frase que dice “el capitalismo solo puede desarrollarse agotando las dos únicas fuentes de riqueza reales que existen que son la naturaleza y el trabajo humano”. Ese es el mundo que tenemos hoy, esa destrucción del trabajo humano y la naturaleza se expresa en la crisis medioambiental, en el hecho de que existen millones y millones de hombres y mujeres que no tienen ni siquiera acceso a la posibilidad de ser explotados, porque no pueden trabajar, hay una masa excedentaria que el capitalismo utiliza también para presionar sobre el trabajo vivo para imponer condiciones cada vez más enajenadas e insoportables de trabajo. Es decir, el proletariado del mundo se convierte cada vez más en lo que algunos sociólogos de Latinoamérica llaman con mucha agudeza el “pobretariado” del mundo contemporáneo ultra fragmentado sin ningún tipo de derechos.

Y la pandemia que hoy estamos viviendo, que nadie sabe cómo va a terminar nos enfrenta con un futuro preñado de peligros, como toda gran crisis es una posibilidad, pero hoy es más fácil y necesario advertir el tremendo peligro que tenemos por delante.

Hoy estaba leyendo un pronóstico de uno de los institutos económicos más serios de Inglaterra que acaba de hacer un informe estableciendo que Inglaterra este mismo año ingresa en lo que va a ser la crisis más seria de los últimos 300 años de la vida de Gran Bretaña y pronostican una caída del PBI superior al 14/15% en lo inmediato. Así que a ese futuro nos enfrentamos y frente a ese futuro solo cabe oponer respuestas colectivas que están por construirse. Eso también hace a la actualidad de Marx.

Marx polemizaba con otros luchadores sociales que proponían disminuir o eliminar tal o cual aspecto negativo del capitalismo diciéndoles “el capitalismo no admite formas, por eso es necesaria una revolución total”. No se trata de buscar en la sociedad capitalista el lado bueno y el malo y desechar el malo, porque esa es una utopía, hay que advertir las contradicciones y resolverlas de la única manera que se pueden resolver que es con una revolución, que debe ser total.

Esas palabras de Marx tienen una actualidad total. Y algunos investigadores y críticos sociales agudos de nuestros tiempos están diciendo por nuestros días las mismas cosas, me refiero por ejemplo a Harvey o Benjamin Foster que dicen que el capitalismo nos condujo a una situación donde no hay más alternativa que o retomamos la lucha por el comunismo o condenarnos a aceptar un retroceso civilizatorio descomunal. Yo creo que efectivamente en esa situación estamos.

Fuente e imagen tomadas de: https://rebelion.org/el-capitalismo-nos-condujo-a-una-situacion-donde-retomamos-la-lucha-por-el-comunismo-o-aceptamos-un-retroceso-civilizatorio-descomunal/

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Aprueban plan de contingencia para la educación en el SICA

Centroamérica/01 Octubre 2020/prensa-latina.cu

El Consejo de Ministros de Educación del Sistema para la Integración Centroamericana (SICA) aprobó un Plan de contingencia para la educación en los Estados adscritos a ese organismo internacional, informó hoy un medio gubernamental.
El documento contiene la estrategia regional para enfrentar los desafíos del sector, derivados de la pandemia de la Covid-19 y de las líneas de acción de cada país para la atención y continuidad de los procesos educativos, expone un reporte de El 19 digital.

Los diferentes representantes de cada nación coincidieron en la importancia de la preparación de los directores y docentes de los centros escolares para la atención de los estudiantes en cualquier situación de riesgo. Durante el cónclave, celebrado de forma virtual bajo la rectoría del Ministerio de Educación nicaragüense, también trascendió la importancia de la integración de las familias en todos los procesos educativos, principalmente en estos momentos en que las teleclases y clases en línea tienen un rol fundamental.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=400553&SEO=aprueban-plan-de-contingencia-para-la-educacion-en-el-sica
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Reabren en Brasil escuelas privadas del estado Río de Janeiro

América del sur/Brasil/prensa-latina.cu

Las escuelas privadas del estado brasileño de Río de Janeiro pueden recibir a partir de hoy a los estudiantes para clases presenciales después de permanecer cerradas desde marzo por la pandemia de Covid-19.
La decisión de la justicia permite el regreso a las aulas, pero precisa que la alcaldía debe supervisar la aplicación de los protocolos de salud, además de garantizar, a discreción de los responsables, la opción de la continuidad de la educación a distancia.

El juez Peterson Barroso Simão, de la tercera sala civil del Tribunal de Justicia, y otros dos magistrados juzgaron un recurso de la ciudad de Río contra la orden judicial que impedía el retorno de los colegios particulares.

Según la determinación, corresponderá al municipio ‘administrar y supervisar la aplicación de los protocolos de salud preparados por las instituciones públicas’.

En un comunicado posterior a la decisión, la administración estadual indicó que, según la subsecretaría de Vigilancia Sanitaria y el Comité Científico, ‘las escuelas privadas tienen condiciones sanitarias para volver a las clases si lo desean’. Pero, detalló, debe quedar claro que son estas las que deciden.

Insistió en que ‘el gobierno de la ciudad solo autoriza el regreso a las escuelas privadas si cumplen con estrictas normas sanitarias’..

Río aparece como el segundo foco de la pandemia en el país, detrás de Sao Paulo, al concentrar 18 mil 487 defunciones por el patógeno y 264 mil 783 contagios.

Junto a Estados Unidos y la India, el gigante suramericano se ubica entre los países del mundo más afectados por el coronavirus SARS-CoV-2.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=400430&SEO=reabren-en-brasil-escuelas-privadas-del-estado-rio-de-janeiro
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Responsables políticos y escuela: una distancia social

Por: Guadalupe Jover

  • La pandemia hubiera podido ser, en su fatalidad, ese punto de inflexión que propiciara la puesta en marcha de unas reformas que no pueden esperar más. Pero la distancia entre la realidad de las aulas y los responsables políticos se nos antoja -salvo honrosas excepciones- abismal.

Lo de este curso se veía venir. La suspensión de las clases en marzo pasado nos pilló con el pie cambiado, pero que la cosa iba para largo lo supimos enseguida. Una situación excepcional reclama medidas excepcionales, y la coyuntura parecía la idónea para impulsar acuerdos en materia de infraestructuras, ratios, currículos, etc. Salvo contadas excepciones, los poderes públicos no están dando respuesta a las necesidades acuciantes que tenemos en las aulas. Sus declaraciones nos sumen en el más hondo desconcierto.

La ministra Celáa anunciaba la semana pasada que se estaban estudiando cambios normativos que permitieran aligerar la rigidez de los currículos y adaptar las programaciones didácticas a la nueva situación educativa provocada por la pandemia. Tarde, pensamos, muy tarde. Los docentes llevamos ya tres meses preparando los materiales didácticos para este curso 20-21, y los mimbres de la programación hay que establecerlos en septiembre. Esas modificaciones las esperábamos como tarde en julio, en lo que hubiera debido ser un primer paso hacia la prometida reforma curricular.

No sé si los cambios normativos anunciados entonces se referían a las medidas acordadas el martes en el Consejo de Ministros y publicadas ayer en el Boletín Oficial del Estado. Después de eliminar el requisito del máster del profesorado para poder dar clases durante la pandemia, se recogen en el Real Decreto otra serie de disposiciones.

1. “Con el fin de facilitar la adaptación de las programaciones didácticas a las decisiones que se tomen sobre presencialidad del alumnado, se otorga el carácter de orientativos a los estándares de aprendizaje evaluables”. ¿Y cuándo han tenido otro carácter? Bajemos a tierra, pisemos el aula: 101 estándares de aprendizaje para una sola asignatura en un solo curso, por poner el ejemplo que me queda más a mano. A razón de 30 o 33 estudiantes por clase, ¿alguien pensaba que los cuantificábamos uno a uno? Lo que la comunidad educativa viene pidiendo desde la imposición de la LOMCE es pura y sencillamente su eliminación. Para este viaje, ciertamente, no necesitábamos alforjas.

Decepción análoga habíamos vivido días atrás cuando, en rueda de prensa, la ministra decía salir al paso de la necesidad de docentes y estudiantes de 2º de bachillerato de saber a qué atenerse en este difícil curso. Esperábamos una drástica reducción de los inabarcables currículos: el alumnado, en muchas comunidades autónomas, solo asistirá a clase la mitad de las horas. Esperábamos, también, unas ciertas líneas de consenso en torno a un modelo de examen que en algunos territorios ha acabado por convertirse en la más eficaz herramienta de castración intelectual de nuestros jóvenes. Pero no. Los cambios se limitaban a mantener la optatividad en las preguntas de la EvAU, tal y como se hizo el pasado junio. Aquello, entendimos, fue una solución de urgencia ante una situación sobrevenida. Pero ahora había margen y motivos para acometer reformas más ambiciosas. Las pruebas de acceso a la Universidad han acabado por colonizar retroactivamente los dos cursos de bachillerato y la secundaria toda. Y lo que está en juego no es ver qué Comunidad pone el examen más difícil (o más fácil), sino quién propone el más inteligente. Porque de lo que se trata, en última instancia, es de devolver su carácter formativo a un curso marcado por la memorización a destajo y las crisis de ansiedad.

2. “Se flexibilizan también las condiciones de evaluación, promoción y titulación en primaria y secundaria, de manera que tanto las administraciones educativas como los equipos docentes puedan adecuarlos a la situación provocada por la pandemia”. ¿En qué influye esto, nos preguntamos, en las condiciones de educabilidad -hoy- de niñas y niños, en los procesos de aprendizaje de adolescentes y jóvenes? Son parches puestos al final del camino, que en nada subsanan los problemas que en estos momentos estamos viviendo. Claro que habrá que flexibilizar dichas condiciones para no ahondar aún más en una lacra endémica de nuestro sistema educativo: la elevadísima tasa de repetición. Pero de nada sirven las medidas adoptadas en los criterios de evaluación y promoción si no se mejoraran sustancialmente los procesos de aprendizaje. Esto suena a jugar con las cifras para maquillar un fracaso.

Por supuesto que maestras y maestros evitaremos penalizar aún más a los estudiantes por unas circunstancias que no han elegido, y diremos en voz alta lo que repetimos en departamentos y pasillos: la semipresencialidad es un fraude. La educación semipresencial supone expropiar una parte sustancial del derecho a la educación. No estamos garantizando la formación de chicas y chicos a tiempo completo, digan lo que digan nuestros responsables políticos. Se está pretendiendo transferir a adolescentes de 14 o 15 años -a ellos y a sus familias- una responsabilidad que compete a la escuela. Y la consecuencia más palpable, más dolorosa también, es que la brecha educativa no hará sino aumentar. La semipresencialidad no es solo consecuencia de la pandemia; es consecuencia del abandono arrastrado de la escuela pública: ratios inasumibles, espacios saturados, recorte de plantillas. Es a esto a lo que urge poner freno.

Flaco favor nos hacen los responsables políticos a los docentes en general y a los equipos directivos en particular cuando afirman que las escuelas son espacios seguros y que caminamos hacia la presencialidad absoluta. Porque no es cierto. La precariedad es la norma. Vamos como funambulistas al filo de lo imposible. Y cuando las autoridades no lo reconocen, las quejas por los docentes que faltan -14 en mi centro la semana pasada- o por los barracones que no llegan pasan a recaer sobre unos profesionales ya exhaustos a estas alturas de curso.

3. “Además, se suprimen las evaluaciones de final de etapa […] por contar con otras fuentes de información del rendimiento del alumnado”. Sería para reír si no nos hiciera llorar. ¿Siete años han tardado en descubrirlo? Quienes nos hemos pronunciado en contra de las reválidas desde la promulgación de la LOMCE no hemos cesado de repetir que quien necesita ser evaluado no es ya más nuestro alumnado, sino todos los demás elementos y agentes del sistema educativo. Hace falta un diagnóstico certero y voluntad política para impulsar reformas coherentes con él. Porque puestos a evaluar, habría que empezar con nuestras administraciones educativas: nos preguntamos en qué se están gastando los fondos COVID.

La pandemia hubiera podido ser, en su fatalidad, ese punto de inflexión que propiciara la puesta en marcha de unas reformas que no pueden esperar más. Pero la distancia entre la realidad de las aulas y las declaraciones de los responsables políticos se nos antoja -salvo honrosas excepciones- abismal.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/10/01/responsables-politicos-y-escuela-una-distancia-social/

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Se abren las puertas a Francia en la 7ª Cumbre Digital de Líderes por la Educación

Europa/Francia/semana.com

En su primera versión virtual, la Cumbre apuesta por la exploración del modelo educativo de Francia como una alternativa de aprendizaje en medio de la pandemia y pospandemia.

La Cumbre Líderes por la Educación cada año atrae a un amplio grupo de profesionales del sector educativo, estudiantes y padres de familia. Es un evento de gran importancia para la pedagogía innovadora, el futuro de la educación en el país y en el exterior, y el intercambio de conocimientos concretos y operacionales. Mantener la Cumbre Líderes por la Educación en las circunstancias actuales es una señal clara de resiliencia y una apuesta por el futuro de Colombia. Este año, con Francia como país invitado de honor, el plurilingüismo y su modelo educativo tendrán un lugar privilegiado durante la Cumbre, para intercambiar experiencias entre profesionales colombianos y franceses.

En un mundo laboral cada vez más competitivo, abierto e internacional, tener un acercamiento a otras culturas y a otra comprensión del mundo es una ventaja indiscutible. Si bien es cierto que el manejo del inglés es imprescindible, no basta en el mundo global actual. Esta es una de las profundas convicciones y directrices del modelo educativo de ciertos liceos bilingües. En los cinco liceos franceses en Colombia, por ejemplo, la enseñanza del español, francés e inglés, y a veces de un cuarto idioma, ya es una exigencia.

Por esta misma razón, tras el encuentro de los ministros de Educación de Francia y Colombia en 2019, el 25 de agosto de este año se resolvió un proyecto de reintroducción y fortalecimiento del francés en los colegios públicos de Colombia, a raíz de una iniciativa piloto implementada entre 2019 y 2020 para mejorar la calidad de la enseñanza de este idioma en cinco colegios públicos de Bogotá. Se prevé la ampliación de esta primera experiencia a 20 instituciones en diferentes ciudades del país. Se realizará en colaboración estrecha con el Ministerio de Educación colombiano y las Secretarías de Educación de las diferentes ciudades, por medio de un conjunto de acciones complementarias desarrolladas, gracias a las Alianzas Francesas en Colombia, para el desarrollo de competencias lingüísticas y culturales. Esto permite el acceso de estudiantes y profesores a más de 250.000 herramientas disponibles en la plataforma digital Culturethèque, así como la evaluación de competencias lingüísticas por medio de los exámenes oficiales DELF (Diploma de Estudios de Lengua Francesa).

Con la enseñanza del francés, los cerca de 10.000 alumnos que participen en dicho proyecto y los más de 4.000 estudiantes de liceos franceses podrán acceder a un tercer idioma que les abrirá las puertas en un mundo de 300 millones de francófonos, impactando su vida laboral en el sector del turismo y comercio, la ingeniería, la cultura y más. Así, accederán al pensamiento de grandes intelectuales de la historia como Molière o Victor Hugo.

Más allá del interés cultural que motiva el aprendizaje del francés, practicar otro idioma abre las puertas a la educación y a las oportunidades de trabajo en el extranjero. En este caso, la Cumbre Líderes por la Educación es la oportunidad para que estudiantes y padres tengan mayor información sobre los estudios en Francia, cuarta nación en el mundo de acogida de alumnos colombianos, donde la oferta de educación superior y los 150 convenios de doble titulación con el país atraen a cerca de 4.500 estudiantes colombianos al año.

La Cumbre será además un espacio de diálogo sobre el aporte de otros modelos educativos en Colombia, siendo este uno de los objetivos del convenio del 25 de agosto, que busca el intercambio de experiencias y la colaboración entre los dos países en los campos de la innovación educativa, educación ciudadana, entre otros. La lucha contra el fracaso escolar, la apuesta por una escuela de la confianza que favorece la adquisición de competencias y saberes, la escolarización infantil desde los 3 años o antes, y la igualdad de oportunidades son características de gran importancia del modelo educativo francés.

Reducir la desigualdad en la educación es un tema clave, para ambos países. Desde 2012, Francia ha insistido en la escuela primaria y las escuelas de los barrios populares con el fin de mitigar la desigualdad social. En 2017, el ministro de Educación Nacional, Jean-Michel Blanquer, redujo a la mitad el número de alumnos en las clases de transición y primero de primaria en las zonas con más desafíos educativos, beneficiando a cerca de 300.000 alumnos.

Igualmente, en 2017 y 2018 se establecieron las evaluaciones nacionales en francés y matemáticas en transición, primero y quinto de primaria, y en noveno de bachillerato, permitiendo identificar los logros y brechas del alumno para que el docente adapte su pedagogía o para dedicar horas de acompañamiento adicionales al estudiante.

Finalmente, uno de los temas de mayor importancia de este modelo educativo, y que será abordado en la Cumbre, es la educación en la primera infancia, en que Francia tiene una larga experiencia, reforzada recientemente con la Ley para la Escuela de la Confianza (2019). La escolarización obligatoria a partir de los 3 años (en algunos casos desde los 2 años) beneficia a 30.000 niños en entornos aislados o en zonas prioritarias de educación. Gracias a este enfoque temprano sobre el desarrollo del lenguaje oral, la escritura y la autonomía, el alumno se prepara para ingresar con éxito a la escuela elemental y vivir en sociedad.

Hablar de plurilingüismo y de otros modelos educativos es abrirles nuevos horizontes a futuros estudiantes, profesionales y ciudadanos. La pandemia de la covid-19 demostró cómo el mundo está interconectado, y la educación debe abrirse a otros modelos adaptables al cambio que propicien la evolución en el mundo.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/se-abren-las-puertas-a-francia-en-la-7-cumbre-digital-de-lideres-por-la-educacion/202038/

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