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¿Por qué el coronavirus podría ser más letal para los países pobres?

Por: Gonzalo Fajul. 

El riesgo es que el esfuerzo de Europa, Estados Unidos y otras regiones desarrolladas se limite a ellos mismos. Sería insensato enfrentar una pandemia mirando solo hasta donde llegan las fronteras políticas.

Mientras la crisis del coronavirus succiona la atención y los recursos de los países ricos con la fuerza de un agujero negro, la otra mitad del planeta observa con preocupación mal disimulada lo que se les viene encima. Para regiones como África subsahariana, el Covid–19 puede ser una tormenta perfecta en forma de problema sanitario y, sobre todo, de catástrofe económica para la que carecen de red de seguridad. La comunidad internacional debería tenerlo muy en cuenta a la hora de diseñar su respuesta, porque en este asunto nadamos o nos hundimos juntos.

Desde el punto de vista epidemiológico, las incertidumbres son tantas como las certezas. Egipto declaró esta semana la primera muerte continental por el virus –un ciudadano alemán–, y la epidemia no tiene todavía la tracción que ha mostrado al otro lado del Mediterráneo. La edad media de la población y la respuesta del virus a climas más cálidos podrían jugar en favor de regiones como África, Centroamérica y Asia del Sur.

Pero, como explica bien este reportaje de la BBC, la verdadera vulnerabilidad de los países más pobres es la debilidad de sus sistemas de salud y de determinados grupos de pacientes. Enfermedades infecciosas más alarmantes pero mucho menos extendidas, como el ébola, pusieron patas arriba a Estados enteros en 2014-16. Cierto que la letalidad de esta epidemia es muchísimo más baja, y eso puede determinar la respuesta. En una nación como Mozambique, donde casi 80.000 niños mueren cada año antes de cumplir los cinco años, se entendería que el coronavirus se ponga a la cola de las prioridades de salud pública. Sobre todo cuando estas cifras podrían desplomarse abordando formas de neumonía infantil que ya son perfectamente evitables y tratables, como han recordado estos días numerosos expertos. Pero el Covid–19 se ceba en pacientes inmunodeprimidos (recuerden: solo en África hay casi 24 millones de infectados con el VIH), se extiende como la pólvora en ciudades atestadas y puede llegar a colapsar los sistemas sanitarios que lidian con todas las demás prioridades.

Las consecuencias económicas de la crisis presentan menos dudas: el coronavirus golpeará duro a regiones que ya se encontraban con la soga al cuello. UNCTAD ha publicado esta semana una primera estimación del coste global de la epidemia: alrededor de un billón de dólares en 2020 y una cantidad indeterminada en los años siguientes. Las grandes economías emergentes acusarán la ralentización del crecimiento y la demanda (pueden ver en esta pieza del Centre for Global Development una explicación detallada de las consecuencias a corto y largo plazo). Pero la crisis golpeará de manera especial a países más pobres exportadores de materias primas, que sortearon la Gran Recesión con dignidad gracias al empuje de la economía china. No tendrán esa suerte en esta ocasión y quedarán completamente expuestos a una crisis de deuda que en este momento prácticamente dobla (191%) el PIB total del mundo en desarrollo. Al menos una quinta parte de los 117 países en desarrollo (ver selección en el gráfico adjunto) muestran la vulnerabilidad combinada de un servicio de la deuda alto y una gran dependencia del comercio con China (que, además, es uno de sus principales acreedores).

Distribución de una selección de países en desarrollo de acuerdo a: (Y) Porcentaje de sus ingresos públicos destinado al servicio de la deuda y (X) Comercio total con China como porcentaje de su PIB. Ambos datos corresponden a 2018.ampliar foto
Distribución de una selección de países en desarrollo de acuerdo a: (Y) Porcentaje de sus ingresos públicos destinado al servicio de la deuda y (X) Comercio total con China como porcentaje de su PIB. Ambos datos corresponden a 2018. UNCTAD.

UNCTAD deja claro que la intensidad, duración y extensión de este batacazo dependerá de algunas variables: el alcance de la epidemia, el descubrimiento temprano de la vacuna y, esta es la clave, la respuesta que ofrezcan los gobiernos. Para los países más pobres, que carecen de cualquier tipo de margen fiscal, el riesgo es que todo el esfuerzo de Europa, Estados Unidos y otras regiones desarrolladas se limite en ellos mismos. Esto sería tan injusto como insensato. El Banco Mundial ha anunciado un primer paquete contra la epidemia de 12.000 millones de dólares, de los cuales 6.000 irán dirigidos de manera prioritaria a los países más pobres y al fortalecimiento de los sistemas de salud en respuesta a la crisis del coronavirus. De acuerdo con la información recogida y actualizada por la Kaiser Family Foundation, el donante que sigue al Banco Mundial en este esfuerzo son los Estados Unidos, con 1.300 millones de dólares. La Comisión Europea, ay, está en tercer lugar con 140.000 dólares, que es básicamente lo que se han gastado los madrileños en reservas de papel higiénico. Es de esperar que la conmoción de estas semanas dé paso al sentido común y a la solidaridad internacional.

Porque conviene no olvidar una lección fundamental de esta crisis: la definición misma de una pandemia infecciosa es que no puede ser combatida de acuerdo con nuestras arbitrarias fronteras políticas. Durante la última década hemos contemplado por el retrovisor epidemias extremadamente graves para los países afectados (todos ellos pobres) como el zika, el ébola o el chikungunya. El Covid–19 es la primera gran crisis sanitaria de la globalización con su epicentro en Europa. Lo que es válido para nosotros y nuestros intereses debe ser válido también para los intereses ajenos.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2020/03/14/3500_millones/1584201502_545688.html

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Distópica

Por: Marta Sanz. 

 

Al principio, fue una exageración que mutó en extrañeza, atontamiento, incredulidad. En la sensación, tan literaria, de vivir una distopía. La literatura duró poco o quizá persistió proporcionando un lugar para rescatar la alegría y resistir. El lobo —más literatura— enseñó las orejas. Suspensión, cancelación, aplazamiento. Tachones en el cuadernito contable. Al principio, más que el miedo a la enfermedad fue el miedo a no poder trabajar. La radical patología del capitalismo avanzado: la indefensión que se experimenta cuando intuyes que, si no te salvas tú, nadie lo va a hacer. Ahora, mientras corro a lo largo del pasillo de mi casa, me sitúo en otro escenario: tomo conciencia de la gravedad no de mi situación, sino de la de todo el mundo, confío en la responsabilidad colectiva y expreso mi apoyo a los trabajadores y trabajadoras de la salud. Especialmente, al colectivo de la sanidad pública, que lleva expuesto desde el principio, es vulnerable y sufre un agotamiento extremo.

Me interesan las lecturas que Morelli y David Trueba hacen de esta crisis sanitaria. Ahora, italianos, alemanas, españolas somos foco de contagio e infección. Somos ese virus extranjero, con el que Trump enladrilla racismo y xenofobia, y que debemos contener para no masacrar a quienes son endémicamente débiles: países sin infraestructura sanitaria, con hambruna, en guerra. El coronavirus nos obliga a pensar de un modo en que se hacen evidentes contradicciones de difícil resolución dialéctica: la deshumanización, que conlleva evitar la vida social, se palia con el vínculo blando de nuevas tecnologías hoy imprescindibles que, sin embargo, intensifican ciertas desigualdades y no pueden sustituir la fisicidad y la socialización fuerte, fundamentales para una educación integral —sobre todo, de la infancia—; el higienismo, objeto de burlas, se opone a un hedonismo que no podemos perder, pero que resulta obsceno cuando, en plena alerta sanitaria, nos vamos de vacaciones a nuestras segundas residencias; reajustamos la idea de lo leve y lo grave, lo prioritario; revisamos las nociones de autoexplotación y explotación laboral en un contexto en el que puntualmente el teletrabajo nos salva, aunque más adelante pueda exhibir el lado oscuro de la flexibilización e hiperconexión: la disponibilidad eterna y el deseo inducido de estar siempre disponible, la ansiedad por no estarlo; la libertad individual, simplificada en el “yo me tomo una cerveza cuando me sale de los cojones”, se sitúa frente al bien común y reinterpretamos solidaridad, egoísmo, empatía…

Repienso hasta que mi amiga Ángeles manda un audio y temo que, hoy, que el humor nos libra del ahogo, esta incitación no sea broma: “¡Cofrades, a la calle, que no va a pasar absolutamente nada, tenemos que ir a besapiés y besamanos, no os pongáis nerviosos, que nos quieren atacar, no temer nada, ahora, cofrades, a la calle!”. Entonces yo, que también espero que la piel, los abrazos y las librerías regresen, me planteo en qué consiste mi percepción distópica, recuerdo la España de charanga y pandereta, histeria colectiva, lágrimas de sangre, y me pregunto cómo vamos a frenar esta pandemia mientras echo de menos la racionalidad, el espíritu ilustrado y, pese a sus efectos privatizadores, la mismísima desamortización de Mendizábal.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2020/03/13/opinion/1584120502_159516.html

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La pobreza social y la presencia del coronavirus

Por: Rose Mary Hernández.
Recientemente, las sociedades mundiales se encuentran de cara al estallido de una pandemia producto de la aparición del COVID 19 o coronavirus en Wuhan, China. De inmediato, la Organización Mundial para la Salud (OMS) se ha incorporado para procurar  informar sobre los consejos más adecuados  en la prevención y, así disminuir el número de afectados o muertes a causas de la presencia de este flagelo que no distingue raza,  credo, ideología, moda, sexualidad, forma de vida o patrón cultural.
Sin embargo, a pesar de las alertas o medidas de protección que son tomadas por jefes de Estados en algunos países, no solo de la región y, conjuntamente con representantes ministeriales, se ha hecho presente una ventana que muestra con dolor la desventaja que marca preocupación en los grupos altamente vulnerables o pobres, donde difícilmente el poder adquisitivo para comprar alimentos, medicinas y resguardarse en casa es posible y, aun estando en casa, los problemas sanitarios, escasez de agua, fallas eléctricas, o todo lo que implica servicios básicos, se hace una tormenta muy bien disimulada al no referirla con responsabilidad y sinceridad por parte de los responsables gubernamentales.
Parecen preocupaciones diferentes y  antagónicas los criterios éticos generales con los cuales se deciden aislar a las ciudadanías para evitar contaminarse con el coronavirus, dejando claro que, la desigualdades o brechad sociales perturban cualquier posibilidad de éxito en relación a la alimentación, alternativas de continuidad de educación,  sistemas hospitalarios, entre otros, que marcan los ascensos o no de los pueblos, y que si no se toman medidas más adecuadas o pertinentes  desde la justicia social se tendrán efectos negativos muchos más perdurables y que a lo cual, los gobiernos y la comunidad internacional parece no tener respuesta.
Desde lo epidemiológico, los puntos de vistas son coincidentes. Lo religioso también hace su aparición tratando de ganar seguidores o de convertir en la fe y las creencias. Sin embargo, en lo social y laboral pocos pronunciamientos se han generado. Los sindicatos laborales permanecen en silencio o sin reflexionar públicamente sobre el daño que han causado al no forjar una lucha leal desde lo colectivo en pro de un mejor bienestar para lxs empleados públicos.
Los trabajadores y el pueblo sin mayores posibilidades limitadas por malas políticas económica se encuentran sumergidos en la triste vida de los oprimidos, arrojados en abismo del pauperismo. La pobreza no escapa de ninguna amenaza. No tiene enemigo disminuido. El poder y endiosamiento del hombre, o incluso,  lo microscópico como los virus, pueden acabar con su existencia.  Ante esta realidad, es necesario que, las familias  tengan una mayor holgura económica, que los salarios de quienes a diario trabajan y dependen de las instituciones públicas, sean realmente garantía de un pago digno como derecho humano  que permita cubrir las necesidades básicas como: nutrición, vivienda, la atención médica, la educación y unos ahorros básicos para poder hacer frente a situaciones a-típicas  como la señalada donde las presencias laborales se vuelven inseguras o se convierten en un riesgo para la salud.
 Fuente: la autora escribe para el Portal OVE
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Conozca las consecuencias positivas del coronavirus

Redacción: TeleSUR

La gran cantidad de voluntarios chinos en su país, la cooperación de ciudadanos en el extranjero que envían máscaras y otros equipos médicos a China, son algunos aspectos positivos relacionados con el Covid-19.

El Covid-19 reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una pandemia, este viernes ya sobrepasa los 135.000 casos de personas infectadas en 126 países, con unos 5.000 fallecidos a nivel mundial. No obstante, el virus también ha traído consigo algunas consecuencias positivas que vale reconocer.

Disminución de la contaminación

Debido a los protocolos de contención se han reducido las actividades industriales, y a su vez se han disminuído los desplazamientos en vehículos y aviones, lo que ha causado una baja en las emisiones como las de CO2 y dióxido de nitrógeno (NO2) y particulas finas en China, durante los últimos meses, de acuerdo con organismos como la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa) y la ONG World Air Quality Index.

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Los animales salvajes temporalmente están a salvo en China

El Parlamento chino reconoció «el grave problema del consumo excesivo de animales salvajes y los grandes peligros ocultos para la salud y la seguridad pública», por lo que prohibió desde el 24 del pasado mes de febrero, la comercialización de dichas especies.

Expertos en salud creen que el brote de Covid-19 podría haberse originado en murciélagos. FOTO: Reuters

De modo que, murciélagos, serpientes, civetas, salamandras, y especialmente, pangolines, una especie que se encuentra en la lista roja de las amenazadas, por ser una de las más cazadas a nivel mundial para su consumo, sobretodo en el sudeste de Asia; entre otros animales, se encuentran provisionalmente protegidos por ser considerados intermediarios en la transmisión del coronavirus.

El pangolín, que es el único mamífero cubierto de escamas que existe, está temporalmente a salvo, por ser considerado un posible transmisor del Covid-19.  FOTO: Reuters

Las medidas de protección han disminuído la gripa en Francia

El seguimiento de las medidas de protección frente al coronavirus, como el hecho de lavarse con frecuencia las manos, ha influenciado en el hecho de que «la actividad gripal está disminuyendo en la mayoría de las regiones de la metrópoli» según la Salud Pública de Francia, dicha reducción representa una noticia positiva considerando que la epidemia de la gripa ocasionó 8.000 fallecidos en esa nación entre los años 2018 y 2019.

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Intención de reducir la dependencia de la producción china

Ante la disminución de los suministros provenientes de China, y otras naciones de Asia, debido a los efectos económicos del Covid-19, especialmente en el caso de las industrias farmacéuticas, varias naciones europeas han considerado «urgente reducir nuestra dependencia de estos países y restablecer nuestra soberanía sanitaria, en especial para los medicamentos indispensables como antibióticos o anti-cancerígenos» según la integrante de la Academia Nacional de Farmacia de Francia, Marie-Christine Belleville.

Esa motivación de la reubicación de las empresas en Europa, generaría más empleos en ese continente y favorecería su economía a largo plazo.

La disminución de los suministros de China hacia países europeos, los ha llevado a replantearse el tema de la producción nacional y las reubicaciones empresariales. FOTO: Bizneo

La promoción de una mejor higiene en los centros educativos

Entre los efectos positivos del coronavirus está  reconocer las deficiencias de productos higiénicos, como papel sanitario y jabón, en las instituciones educativas, así como las fallas en los sistemas de salud de las naciones, para mejorarlas.

Por ejemplo, siguiendo las recomendaciones de la OMS, que ha aconsejado lavarse las las manos con agua y jabón como medida preventiva frente al Covid-19, el ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer, ha asegurado que trabajará en conjunto con la Asociación de Alcaldes de Francia (AMF) y las rectorías, para garantizar el suministro del jabón en los establecimientos escolares de ese país.

Esta nueva guía de @UNICEFenEspanol y la @WHO da consejos básicos para prevenir el en las escuelas y proteger a alumnos y maestros de la pandemia: https://www.who.int/es/news-room/detail/10-03-2020-covid-19-ifrc-unicef-and-who-issue-guidance-to-protect-children-and-support-safe-school-operations 

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La unidad ejemplar de China

La construcción de un hospital en diez días, el acatamiento de las medidas de contención en una nación con una cantidad enorme de habitantes, lograr mantener temporalmente a 1.400 millones de personas en casa bajo cuarentena, el caso de una granjera que donó sus ahorros para ayudar a los médicos chinos a combatir el coronavirus, son consecuencias admirables que han tenido que ver con la presencia del virus en esa nación.

La gran cantidad de voluntarios, la cooperación de chinos en el extranjero que envían máscaras y otros equipos médicos a China, también son aspectos positivos relacionados con el Covid-19, que demuestran la unidad, la eficiencia y la autodisciplina de esa nación asiática, y que sirve de ejemplo al mundo entero.

 El coronavirus ha sacado a relucir la eficiencia y autodisciplina China. FOTO: La Vanguardia

 

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/coronavirus-consecuencias-positivas-pandemia-oms-20200313-0028.html

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China: Cierran todas las escuelas en capital kirguís a causa de gripe

China/05 de Diciembre de 2016/spanish.china.org.cn

Todas las escuelas de Bishkek, capital de Kirguizistán, fueron cerradas por cuarentena causada por la mayor incidencia de gripe y una Infección Viral Respiratoria Aguda (IVRA), informó hoy la oficina de prensa de la alcaldía de la ciudad.

Todas las escuelas de Bishkek, capital de Kirguizistán, fueron cerradas por cuarentena causada por la mayor incidencia de gripe y una Infección Viral Respiratoria Aguda (IVRA), informó hoy la oficina de prensa de la alcaldía de la ciudad.

Los datos del Centro Estatal Sanitario y Epidemiológico muestran un incremento estacional en la incidencia de gripe e IVRA en Kirguizistán.

El 66,8 por ciento de los pacientes son niños de hasta 14 años, incluidos 41,3 por ciento de hasta cuatro años y 25,5 por ciento de cinco a 14 años.

La incidencia de la gripe aumentó en 15 por ciento anualmente debido al clima frío. Ahora se tienen registrados más de 10.000 casos de IVRA en la capital, 60 por ciento de los cuales son de niños.

La asistencia a la escuela ha disminuido fuertemente. De acuerdo con los datos de monitorización de los centros regionales de educación, en 35 de las 93 escuelas, el porcentaje de niños ausentes es de más de 20 por ciento.

«Para organizar medidas oportunas sobre prevención y medidas de fortalecimiento sobre la incidencia de influenza e IVRA se decidió suspender el proceso de enseñanza en las escuelas de la capital del 5 al 12 de diciembre. Los jardines de niños serán monitorizados», señala el informe. F

Fuente: http://spanish.china.org.cn/international/txt/2016-12/03/content_39839181.htm

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