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Los estudiantes universitarios están exhaustos emocionalmente y necesitan ayuda

Por: Paulette Delgado

A más de un año de la pandemia, los estudiantes universitarios de nuevo ingreso están exhaustos mental y físicamente.

A medida de que los estudiantes universitarios de nuevo ingreso toman sus primeras clases presenciales, muchos están emocionados por iniciar una nueva etapa pero también están sintiendo los estragos de los desafíos creados por la pandemia. Según resultados preliminares de la encuesta anual de participación estudiantil para estudiantes universitarios de nuevo ingreso (BCSSE por sus siglas en inglés) las y los estudiantes están agotados y presentan un aumento en problemas de salud mental. El estudio se aplicó a cerca de 50 mil estudiantes de nuevo ingreso desde mayo hasta septiembre de 2021. De los participantes, más del 50 % contestó que se sienten mental y físicamente exhaustos, un 30 % sufre de depresión, el 27 % se siente más solos, otro 27 % siente incapacidad para concentrarse, y un 20 % se siente desesperado.

A casi un año y medio de pandemia y cambios en la normalidad, era de esperarse que surgieran este tipo de problemas, especialmente porque el acceso a apoyo en temas de salud mental también se vio afectado. Otra encuesta que se enfoca en el impacto del COVID-19 en la salud mental de 18,764 alumnos universitarios estadounidenses. De estos, 41.8 % respondió que han buscado apoyo pero, de este porcentaje, el 60.1% dijo que obtener ayuda es algo o mucho más complicado. Por otro lado, el 69 % de los estudiantes dijeron que la administración de su institución les brindó ayuda pero de dónde más recibieron respaldo fue de sus profesores (78 %).

La Fundación JED realizó una guía sobre cómo abordar la salud mental y el bienestar en el campus. Según la Fundación, además de preocuparse por un regreso presencial sin riesgo de contagios, se necesita abordar temas de bienestar mental y emocional. En este sentido, lo primordial es la planificación estratégica. Para garantizar el éxito, el bienestar y la seguridad de los estudiantes se necesita organización, especialmente para garantizar que todos tengan la mismas oportunidades y no excluir a minorías. Este proceso debe incluir a los profesores, el personal y las familias ya que han pasado por los mismos desafíos que los estudiantes, sugiere la fundación.

Debido a que cada institución es diferente, la Fundación JED recomienda realizar encuestas, tener grupos de enfoque, o cualquier otra medida para recopilar datos para saber qué están pensando no sólo los alumnos, sino el personal educativo y las necesidades de toda la comunidad educativa. Después de tener una buena recolección de datos y se creen estrategias, es importante planear cómo comunicarse con la comunidad de manera clara y relevante. Las y los estudiantes, sus familias y el personal docente son bombardeados con actualizaciones e información que cambia constantemente, así que decirles las cosas de manera puntual y oportuna es muy importante para que no haya confusiones. Hacerlo, según la Fundación JED, mejorará la confianza de la comunidad en los procesos y decisiones de las instituciones.

Otra estrategia valiosa es enfocarse en habilidades para la vida ya que estas ayudan a los alumnos a lidiar con los factores estresantes producidos por la pandemia, a tomar decisiones, fomentar la resiliencia y lograr el éxito académico. Ofrecer programas enfocados en conexiones sociales, la empatía, el procesamiento del dolor, manejo del estrés, la atención plena, entre otros, e incluir recursos para el profesorado y el personal administrativo. El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés), por ejemplo, creó una página de recursos integrales para lidiar con el estrés. Además, es esencial recordar que probablemente muchos estudiantes perdieron a alguien cercano debido al COVID-19, por lo que es recomendable ofrecer grupos de apoyo, programas y demás servicios enfocados en el duelo.

Los sentimientos de soledad se han visto exacerbados por el distanciamiento físico durante el último año y medio, por lo que es clave que se promueva la conexión social y crear una comunidad. La Fundación JED recomienda promover programas de apoyo entre pares, siempre que sea posible, e incentivar el activismo estudiantil ya que puede fomentar conexiones y colaboraciones entre los propios alumnos. Sobre este último punto, las universidades deben trabajar con sus estudiantes para garantizar que cuenten con los apoyos y estructuras adecuadas para que se expresen. Proporcionar una variedad de recursos de apoyo, como foros o grupos estudiantiles, es fundamental para permitir que ellos procesen su activismo.

Por otro lado, las personas que trabajan en las universidades muchas veces son la única conexión que un estudiante tendrá, especialmente si su educación es totalmente en línea, por lo que es fundamental tener programas de capacitación y formación para la facultad. La Fundación JED también recomienda promover recursos para que las familias reconozcan las señales de advertencia en jóvenes con problemas de salud mental para que respondan y refieran a los estudiantes el apoyo que necesitan. Además, aconsejan tener información actualizada en sus sitios web principales, no sólo en centros de bienestar o asesoramiento.

También sugieren incluir el bienestar emocional en los servicios de salud del campus. Por ejemplo, dentro de las herramientas de detección del COVID-19, incluir preguntas sobre cómo se sienten emocionalmente y no sólo si han estado en contacto con alguien que haya salido positiva. Estas preguntas proporcionarán datos útiles sobre los desafíos que enfrentan las y los alumnos y no sólo ayudará a planear la mejor manera de atender sus necesidades, sino también es un recurso para que el alumnado reflexione sobre su salud mental. Como se mencionó anteriormente, el 60 % de los estudiantes encuestados informan que la pandemia aumentó la dificultad para atender su salud mental. Los campus pueden considerar la posibilidad de crear boletines o campañas de salud mental para difundir sus recursos y hacerlos más accesibles. El sitio web del Centro de asesoramiento de la Universidad de Pittsburgh es un buen ejemplo de cómo mostrar todos los servicios disponibles. Por su parte, el Tec de Monterrey creó el programa “Tqueremos” que se enfoca en el bienestar integral de los estudiantes, brindando apoyo emocional, social, financiero, ocupacional, espiritual, intelectual, física y social.

Para que los recursos de atención de salud mental sean más integrales y efectivos, la Fundación JED recomienda incrementar el personal de apoyo, que la diversidad del personal refleje la población estudiantil, flexibilidad en los enfoques de tratamiento y proveedores fuera del campus que ofrecen servicios complementarios o especializados. Por otro lado, la fundación insiste en considerar a los profesores dentro de estos programas ya que de esta manera ellos también pueden procesar sus experiencias y trauma con respecto al impacto de la pandemia al mismo tiempo que apoyan las necesidades de los estudiantes.

Por último, la Fundación JED aconseja tener un protocolo de emergencia claro y accesible para guiar a la comunidad. Proporcionar información de emergencia como números de teléfono para situaciones de crisis, chats o servicios de texto también es de gran ayuda. La información que proporcione la universidad debe ser clara de manera que sea sencillo para la comunidad universitaria encontrar estos recursos y puedan compartirlos con sus compañeros y colegas. Las universidades también deben estar preparadas con información y protocolos sobre qué hacer en caso de que algún alumno muera debido al COVID-19, cuando se presente algún caso de suicidio u otro tipo de accidente o enfermedad. Saber reconocer, responder y referir a los estudiantes que presentan problemas de salud mental y tendencias suicidas puede ayudar a prevenir crisis.

La encuesta anual de participación estudiantil para estudiantes universitarios de nuevo ingreso reporta que los estudiantes se mantienen optimistas, a pesar de estar exhaustos emocionalmente. Ahora que más universidades están retomando las clases presenciales o usan modelos híbridos, es indispensable dar prioridad a la salud mental de la comunidad, planear la mejor manera de apoyar tanto al alumnado, profesorado, así como también a las familias y la comunidad.

¿Has considerado que la pandemia te ha afectado emocionalmente? ¿Te sientes más agotado? ¿Crees que tu universidad tiene buenos recursos sobre salud mental? ¿Los conoces? Deja tus comentarios abajo.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx

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La pobreza multidimensional también es problema étnico

En India, cinco de cada seis personas que viven en pobreza multidimensional -que mide ingresos, salud, educación y nivel de vida- pertenecen a las llamadas «tribus o castas bajas», de acuerdo con un índice del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

El origen étnico, la casta y el género tienen un impacto enorme en la probabilidad de que las personas vivan en pobreza multidimensional, la que es medida con indicadores de ingreso, salud, educación y nivel de vida, expuso un nuevo informe del PNUD divulgado este jueves 7.

En nueve grupos étnicos encuestados por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) y la Iniciativa de Oxford para la Pobreza y el Desarrollo Humano, más de 90 por ciento de su población está atrapada en la pobreza.

La investigación para el informe se realizó en 109 países donde viven 5900 millones de personas, hizo un desglose por etnia, raza y casta en 41 naciones, y dio como resultado el Índice de Pobreza Multidimensional del PNUD.

En los países en desarrollo hay 1309 millones de personas en situación de pobreza multidimensional, y de ellos 1100 millones viven en zonas rurales y 209 millones en áreas urbanas. Dentro de un país, esa pobreza puede variar enormemente entre los distintos grupos étnicos.

Los pueblos indígenas de América Latina, por ejemplo, se encuentran entre los más pobres. En Bolivia, las comunidades indígenas constituyen 44 por ciento de la población, pero representan 75 por ciento de los pobres multidimensionales.

En India, cinco de cada seis personas en situación de pobreza pertenecen a “tribus o castas inferiores”, de acuerdo con la investigación.

Los dos grupos étnicos de Gambia tienen más o menos el mismo valor en el Índice, pero con diferentes privaciones, mostrando que se necesitan diferentes acciones políticas para encontrar soluciones efectivas en casos distintos.

En Vietnam, las minorías étnicas constituyen una sexta parte de la población total, pero casi la mitad viven en pobreza multidimensional.

El Índice “nos recuerda que, si queremos aprovechar esta crisis para construir mejor en el futuro y diseñar respuestas efectivas que no dejen a nadie atrás, es necesario obtener una imagen general de los efectos de la pobreza sobre las personas, saber quiénes son y dónde viven”, dijo Achim Steiner, administrador del PNUD.

En cuanto a la cuestión del género, el estudio muestra que cerca de dos tercios de las personas multidimensionalmente pobres, es decir, 836 millones, viven en hogares donde ninguna mujer o niña ha completado al menos seis años de escolarización.

“El Índice de Pobreza Multidimensional nos recuerda que, si queremos aprovechar esta crisis para construir mejor en el futuro y diseñar respuestas efectivas que no dejen a nadie atrás, es necesario obtener una imagen general de los efectos de la pobreza sobre las personas, saber quiénes son y dónde viven”: Achim Steiner.

Además, una sexta parte de todas las personas en esta situación, unos 215 millones, viven en hogares en los que al menos un niño o un hombre completó seis o más años de escolarización, pero ninguna niña o mujer lo ha hecho.

El informe también constata que estas mujeres y niñas corren un mayor riesgo de sufrir violencia doméstica.

En África subsahariana, 556 millones de personas (53 por ciento de la población) viven en pobreza multidimensional, y 532 millones en el sur de Asia (29 por ciento). Los países con más personas en esa condición son India, Nigeria, Pakistán, Etiopía y la República Democrática del Congo.

En América Latina y el Caribe la pobreza multidimensional alcanza a 37,4millones de personas, y en los Estados árabes a 45,6 millones,

Vivir en la pobreza multidimensional puede significar cosas muy distintas, pues por ejemplo 1000 millones de personas se ven expuestas a riesgos sanitarios debido al uso de combustibles sólidos para cocinar, otros 1000 millones viven con un saneamiento inadecuado, y otros 1000 millones habitan en viviendas precarias.

Unos 788 millones viven en hogares con al menos una persona desnutrida, y 568 millones carecen de fuentes de agua potable en un radio de 30 minutos a pie.

Casi la mitad de las personas que viven en la pobreza multidimensional (644 millones) son niños: uno de cada tres es multidimensionalmente pobre, en comparación con uno de cada seis adultos.

El PNUD expuso que la pandemia covid-19 evidenció que, más allá de los ingresos, las personas experimentan la pobreza de formas superpuestas, al quedarse atrás en salud, educación y nivel de vida, de acuerdo con indicadores como la falta de agua potable, adecuadas nutrición y vivienda, o la educación primaria.

Para esa entidad de las Naciones Unidas “la pandemia covid-19 ha revelado que nos estamos quedando cortos en nuestro compromiso de no dejar a nadie atrás”, y ofreció el Índice como “ayuda a los legisladores para abordar las brechas a través de evidencias que colocan a las personas en el centro de la planificación”.

Fuente: https://ipsnoticias.net/2021/10/la-pobreza-multidimensional-tambien-es-problema-etnico/

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India: Bombay, la escuela de los últimos que resistió a la pandemia

El Instituto Santa Catalina de Siena de Bandra proporcionó smartphones a sus alumnos y comidas diarias a las familias más necesitadas. Alerta de la UNESCO sobre la situación de la educación: «En la India, el 19% de los cargos de enseñanza están sin cubrir y muchos docentes están subcalificados».

Bombay (AsiaNews) – El reporte de la UNESCO «Sin docentes no hay clase», resalta el impacto que ha tenido el coronavirus en la educación india en 2021. Según el informe, más de un millón de puestos de enseñanza en las escuelas de todo el país siguen vacantes, es decir, el 19% del total; si solo se consideran las zonas rurales, el porcentaje de cargos vacantes trepa al 69%. A esto se añaden las conclusiones del gobierno indio sobre los pobres resultados en el aprendizaje. Por tanto, el panorama del sistema educativo indio no es nada halagüeño. “La actual pandemia de Covid-19″, escribe la UNESCO, «resalta aún más el papel crucial que desempeñan los docentes para garantizar una formación significativa y unos sistemas educativos resilientes».

El Hermano Joseph es director de la Escuela y Orfanato Santa Catalina de Siena, en Bandra, en el distrito de Bombay (estado de Maharashtra, costa oeste de la India). Frente a esta situación, se aboca a garantizar una instrucción de calidad y constante a los niños pobres de los barrios marginales.

«En nuestra escuela estudian niños de familias económica y socialmente frágiles», explica a AsiaNews, «Ellos han sufrido mucho las consecuencias de la pandemia. La mayoría de los centros educativos de la ciudad cuentan con todas las facilidades para impartir las clases en línea”. La situación es diferente allí: “nuestros alumnos han tenido muchas dificultades para conectarse; muchos de nuestros niños no pueden permitirse ni siquiera el teléfono más barato. La mayoría de las familias con las que trabajamos sólo tienen un smartphone, que comparten entre muchos hermanos». En promedio, hay un smartphone por cada cuatro alumnos, y normalmente el hijo mayor tiene prioridad sobre los demás. De modo que los  más pequeños no tienen posibilidades de seguir las lecciones online”.

Fundada en 1957 por el padre Anthony Elenjimittam (este año se cumple el décimo aniversario de su muerte), la escuela de Santa Catalina surgió con el objetivo de proporcionar una educación a los niños pobres, independientemente de su casta, credo o condición social.

Fiel a este compromiso, el año pasado este centro escolar adquirió 72 teléfonos móviles nuevos -con aplicaciones para acceder a la educación en línea- y los entregó a los padres para facilitar el acceso al aprendizaje online. Gracias a esta iniciativa, la mayoría de los alumnos pueden participar en las clases. “Visitamos a muchas familias de nuestro barrio durante la pandemia», explicó el Hermano Joseph, «y nos dimos cuenta de que muchísimos padres tenían dificultades para alimentar a sus hijos. Entendimos que en ese momento, la prioridad no era tanto proporcionar teléfonos móviles, sino garantizar una comida para esos niños». La escuela de Santa Catalina comenzó entonces a distribuir comidas calientes y desayunos a las familias más necesitadas: «Tengo que agradecer a nuestros docentes que fueron más allá del deber en esta tarea, asegurándose de que los alumnos más pobres recibieran sus raciones de comida cada día».

Fuente: http://www.asianews.it/noticias-es/Bombay,-la-escuela-de-los-%C3%BAltimos-que-resisti%C3%B3-a-la-pandemia-54229.html

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Ecuador: Las clases privadas tapan el vacío escolar en pandemia

https://www.expreso.ec

Maestras desempleadas aprovechan la no presencialidad en las escuelas para nivelar conocimientos de los niños. Esto les genera algo de ingresos.

Con 10 años de experiencia como maestra, Stephania Pilaló (38), docente desempleada, recibe en su vivienda a siete niños de entre seis y doce años, a quienes da clases de apoyo para nivelar ciertas dificultades que tienen en determinados espacios curriculares.

Lo hace desde el 2020, luego de ser desvinculada del magisterio fiscal, durante los meses más fuertes de la pandemia, en donde más de 8.000 maestros a nivel nacional, también, perdieron sus plazas de trabajo.

La educación no presencial y las falencias de aprendizaje que atraviesan varios estudiantes debido a las clases virtuales, que se pusieron en marcha desde que se cerraron las instituciones educativas, han sido la oportunidad para que Pilaló se mantenga vigente en el proceso de enseñanza y para que pueda generar algún ingreso económico para su familia.

“No es mucho lo que gano dando clases particulares de refuerzo, ya sea en mi casa o en el domicilio del niño; pero eso me mantiene a la vanguardia del conocimiento y me brinda la oportunidad de ayudar a aquellos niños que no están teniendo un buen aprendizaje, ya sea porque no tienen quién los guíe o porque no cuentan con los recursos a su alcance”, indica la maestra, mientras revisa las tareas de los menores, quienes tres veces a la semana visitan su vivienda ubicada en la 23 y Rosendo Avilés, suburbio de la ciudad.

Ella cobra $ 2 la hora si los niños van a su casa y $ 3 si tiene que trasladarse a los hogares de ellos. “No se les puede cobrar más, porque los padres tampoco tienen muchos recursos, pero sí quieren que sus hijos aprendan”, anota.

Las clases particulares han sido las más requeridas en estos últimos 18 meses, dicen los maestros consultados por EXPRESO. Incluso, se dan de una manera novedosa, pues no solo sirven para reforzar algún conocimiento que los chicos no pueden asimilar, sino que hasta tienen el fin de enseñar contenidos desde cero. Es que la falta de presencialidad en las escuelas y colegios cada día sumó nuevos obstáculos para algunos escolares.

Las clases individuales a domicilio, y en algunos casos virtuales pero personalizadas, nacieron también para aliviar las cargas económicas de algunos maestros y de quienes estudian carreras afines a la docencia. También han servido para atender la preocupación de los padres que quieren ver aprobado el año lectivo de sus hijos.

clases privadas
Cindy Caicedo da clases particulares a estudiantes de primero a séptimo básico. Por una hora de enseñanza puede llegar a cobrar hasta

Y esa es la ayuda que presta Cindy Caicedo, maestra con 20 años de experiencia, que fue desvinculada del magisterio en abril de 2020.

A su vivienda ubicada en el sector de Las Malvinas, sur de la ciudad, llegan dos veces a la semana cuatro menores que cursan desde primero hasta séptimo básico, que buscan apoyo en las asignaturas de Lenguaje (lectura) y Matemáticas, que son las áreas donde el rezago escolar tiene mayor énfasis, según un diagnóstico elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Me he visto en la necesidad de buscar ayuda particular para que mi hija, que está en tercero básico, pueda nivelar sus conocimientos que se han visto afectados por las clases virtuales.

Eugenia Constante, madre de familia

De acuerdo a este informe, nueve de cada diez menores de entre 10 y 12 años no cumplen el estándar mínimo de lectoescritura establecido para un niño de 7 años, correspondiente al tercero de educación básica. El razonamiento matemático va por el mismo camino. Pero este problema no es nuevo, pues antes de la pandemia ya había déficit de aprendizaje en estas áreas, como informó EXPRESO en varios reportajes.

La maestra desempleada notó ciertas dificultades en determinados espacios curriculares. Según ella, Lenguaje y Matemáticas son materias por las que todos los años los alumnos piden ayuda para aprobarlas. “Me he percatado de que los chicos también tienen problemas con Historia y Geografía, a las cuales les doy un espacio para el repaso”, menciona, mientras enseña a sumar y restar a un menor que está en quinto grado, quien ya debería manejar estas operaciones numéricas.

La no presencialidad le ha pasado factura al aprendizaje de los niños y como padres debemos buscar los medios para que nuestros hijos no se queden rezagados en el proceso de enseñanza.

Manuel Rodríguez, padre de familia

Caicedo explica que su mayor ‘clientela’ está representada por niños de primaria (de primero a séptimo básico). “Los padres me los traen, preocupados por la falta de explicación de los temas a los chicos, parece que hay una gran dificultad en el sistema con el uso del formato virtual o con las clases que reciben a través de Whatsapp”, remarcó.

Claudia Solórzano, quien el próximo año se gradúa de maestra de educación primaria, y desde hace cuatro meses imparte clases privadas a domicilios, cuenta que quienes más participan de las clases de apoyo son los alumnos de primero, segundo y tercero de básico. “Los más grandes no buscan apoyo, y no porque no lo necesiten, sino porque les da vergüenza admitir que no están aprendiendo porque no entienden o porque su maestra no les explica bien”, expresa.

El Ministerio de Educación anunció que en este segundo quinquemestre que empezó el 4 de octubre pasado en el régimen Costa, se pondrá en marcha el plan nacional ‘Aprender a Tiempo’, que busca disminuir el rezago y brechas educativas existentes en los estudiantes del sistema educativo, acentuadas por las clases no presenciales implementadas durante la pandemia de la COVID-19. Pero de esto, poco se conoce.

https://www.expreso.ec/guayaquil/clases-privadas-tapan-vacio-escolar-pandemia-113159.html

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La pandemia amplió las desigualdades en el aprendizaje en Colombia

Por: infobae.com

La educación en Colombia, entre otros pilares del país, fue uno de los factores más golpeados a causa de la llegada de la pandemia de coronavirus, a territorio nacional, durante el primer semestre del año 2020. Los estudiantes con menores recursos económicos, o residentes en zonas vulnerables, se vieron más afectados en comparación con los niños, niñas y jóvenes de las principales ciudades que, a diferencia de la primera población, en gran parte, tienen acceso a internet o a aparatos electrónicos que favorecieron su aprendizaje en estas épocas en las que la virtualidad es clave. Según un estudio hecho por la Universidad de los Andes y la Fundación Barco, la covid-19 habría aumentado, en más del 100%, la desigualdad de aprendizaje.

Teniendo como base de su investigación los resultados de las Pruebas Saber 11 del 2020,ambas entidades estudiaron factores como el acceso a internet en los hogares, la tendencia de un computador, el género y la zona de 570.000 estudiantes, y compararon las conclusiones con la situación de los alumnos en años anteriores.

Para empezar, el estudio arrojó la cifra de 19% en el tema acceso a internet. Según evidenciaron la Universidad y la Fundación, el número de estudiantes que no tienen acceso a internet o a un computador, en su hogar, aumentó en ese porcentaje. “Nuevamente lo que más preocupa, y que se observó en este análisis, es una diferencia mucho más pronunciada de los estudiantes de los colegios oficiales, en donde la reducción fue cuatro veces más grande, frente a quienes están en instituciones privadas. Así mismo aumentó 17 puntos la brecha entre niños de zonas rurales con respecto a los de zonas urbanas”, afirmó Sandra García, profesora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes e investigadora en temas de educación.

Esta misma docente, en momentos previos, y en entrevistas anteriores, ya había hablado de las dificultades que hoy se viven en colegios, escuelas, institutos y universidades. Hasta el pasado 20 de septiembre, según el Ministerio de Educación Nacional de Colombia registró, hasta el 20 de septiembre de este año, faltaban 2′898.352 estudiantes por regresar a los colegios públicos. Respecto a cifras del sector privado, se supo que han regresado a las aulas de clase 1′417.977, que corresponde al 72% de los matriculados.

”Hay tres secretarías de educación que no han abierto y que van a completar ya un año y medio sin asistencia a las aulas (…) Por lo general, los colegios privados están regresando con una periodicidad mucho más alta que los colegios públicos. Esto preocupa porque el tiempo efectivo de enseñanza y todos los procesos de aprendizaje se está llevando de forma desigual”, manifestó la experta.

Según Sandra García, profesora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, el tiempo de ausencia de niños, niñas y adolescentes en las aulas de clase equivale a dos años de retraso en el aprendizaje
Según Sandra García, profesora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, el tiempo de ausencia de niños, niñas y adolescentes en las aulas de clase equivale a dos años de retraso en el aprendizaje

En 2020, según los resultados entregados por el Dane de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida, incrementó en un 13% la inasistencia de estudiantes a sus instituciones académicas. Mientras que en el año 2019 el 2,7% de los menores entre los 6 y los 16 años dejaron de asistir al colegio, en 2020, esta cifra fue del 16,4%.

Sandra García, frente a esto, enfatizó, en testimonios recogidos por el periódico El Tiempo, que existen “dos maneras de evitar el aumento en la inasistencia escolar: garantizar comunicación entre docentes y estudiantes vía acceso a conectividad, o abrir los colegios de manera decidida. Para millones de niños en Colombia no se hicieron ninguna de las dos”. Según el Gobierno Nacional, hasta septiembre de este año, se ha abierto el 83,3% de las sedes educativas del país para garantizar la asistencia de los niños, niñas y adolescentes, es decir, en otras cifras, las puertas de 36.539 instituciones educativas están abiertas, y 7.302 colegios, o escuelas, continúan cerrados.

“Cuando uno va a mirar el tipo de educación que están teniendo, hasta agosto de 2021, solo el 47% de hogares manifestaron que sus hijos estaban asistiendo a educación presencial o alternancia. Por otro lado, de ese 50% restante, que no está asistiendo, solo el 12% señaló que ha tenido, recientemente, encuentros con un profesor o un tutor de manera virtual. La otra estrategia que usan para aprender es a través de guías por profesores y haciendo uso de WhatsApp”, expuso García que, a su vez, manifestó que este tipo de situaciones retrasan los proceso de aprendizaje y afecta, especialmente, a las personas de menores recursos en el país. Lo que argumenta García es que el retraso que menciona sería equivalente a dos años escolares.

”La reapertura es el primer paso, pero después debemos recuperar el bienestar emocional de los estudiantes y concentrarnos en reforzar los aprendizajes básicos”, dijo García luego de recalcar que es importante que, cuando haya oportunidad, será necesario hacer hincapié en temas de lectoescritura y operaciones básicas en matemáticas.

https://www.infobae.com/america/colombia/2021/10/06/la-pandemia-amplio-las-desigualdades-en-el-aprendizaje-en-colombia/

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Tras crisis de pandemia, 124 países reabren escuelas en su totalidad

Por: Lenin Patiñ0 / contralinea.com 

A año y medio del comienzo de la pandemia de la Covid-19, 124 países han reabierto totalmente sus escuelas, 44 han abierto de forma parcial y sólo 16 las mantienen cerradas, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Estos números reflejan la necesidad de prestar atención a la salud y el bienestar de los docentes durante la reapertura de las escuelas, así como al desarrollo profesional para integrar y desplegar con éxito la tecnología educativa, explicó la ONU en un comunicado. Agregó que para sanar al sector educativo se requiere una mayor inversión en el bienestar, la formación, el desarrollo profesional y las condiciones de trabajo de los 71 millones de educadores que hay en el mundo.

Según datos de la Unesco –órgano de las Naciones Unidades encargado de la educación, la ciencia y la cultura–, el 71 por ciento de los países priorizaron de algún modo la vacunación contra la Covid-19 a los profesores, pero sólo 19 países los incluyeron en la primera ronda de inoculaciones. Por el contrario, 59 Estados no les dieron ningún tipo de preferencia en sus planes de distribución de la vacuna.

En el marco del Día Mundial de los Docentes –el cual se celebra cada 5 de octubre–, la ONU también destacó que los maestros son parte esencial de la recuperación del sistema educativo tras los estragos de la pandemia, además de ser fundamentales para acelerar el progreso hacia una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos los alumnos.

“La recuperación de la educación se hará realidad si se lleva a cabo mano a mano con los docentes, dándoles voz y espacio para participar en la adopción de decisiones y respetando sus conocimientos pedagógicos y su experiencia al reimaginar la salida de la crisis y construir sistemas educativos más resistentes“, subrayó Naciones Unidas.

https://contralinea.com.mx/tras-crisis-de-pandemia-124-paises-reabren-escuelas-en-su-totalidad/

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Alemania: del trabajo y plantas cerradas: la pandemia sigue rompiendo las cadenas globales de suministro

La inflación en Alemania aumenta a niveles récord. Una de las razones es que las cadenas globales de suministro siguen dislocadas. El fabricante de automóviles Opel ha tenido que cerrar incluso una planta entera.

Los coches nuevos en Alemania se han encarecido en unos 360 euros, según el experto en automóviles Ferdinand Dudenhöffer, director del Centro de Investigación del Automóvil (CAR) de Duisburgo. La causa es la escasez de semiconductores que afecta cada vez más al sector del automóvil. «La escasez de oferta de coches provoca un aumento de los precios netos y lleva a una situación en la que, si los precios de lista se mantienen constantes, las concesiones hechas por los vendedores se reducen», dice Dudenhöffer.

La gravedad de los problemasya se había puesto de manifiesto en las últimas semanas, cuando varios fabricantes anunciaron jornadas reducidas para sus empleados. Ahora, la filial de Stellantis, Opel, anunció un nuevo golpe: va a detener toda la producción en su planta de Eisenach (Turingia) hasta principios del próximo año debido a la escasez mundial de chips.

La escasez de materias primas y productos intermedios en muchos sectores de la industria está haciendo subir los precios cada vez más. Según una primera estimación de la Oficina Federal de Estadística de Wiesbaden, la inflación en Alemania subió al 4,1% en septiembre. Es el nivel más alto en casi 30 años.

El coronavirus sigue haciendo estragos en la economía

Los analistas culpan, por un lado, a los llamados efectos de base – como la reducción temporal del IVA y los bajos precios de la energía durante la crisis del 2020. Pero, por otro lado, la subida de los precios también se debe a la falta de oferta en las cadenas de suministro y a un aumento generalizado de la demanda, ya que la gente está invirtiendo el dinero que no pudo gastar en viajes y similares a causa de la pandemia en bienes de consumo o en equipos de oficina para el hogar.

En la industria del automóvil y de la electrónica escasean sobre todo los semiconductores; en la construcción escasean la madera, el acero y los plásticos, y los precios han subido en consecuencia. Pero los alimentos también experimentan actualmente un importante aumento de precios.

Las distorsiones tras la pandemia desempeñan un papel fundamental: la demanda es alta tras las restricciones y los cierres, y la mayoría de las economías están en alza. Al mismo tiempo, muchas empresas y proveedores han reducido su producción durante la crisis. Además, los trabajos de corta duración o los cierres siguen interrumpiendo la producción en algunas regiones.

Vietnam sale de la cadena de suministro, por el momento

El fabricante de artículos deportivos Adidas, por ejemplo, informa de interrupciones en su producción ante el aumento de las cifras de contagios en Vietnam. La empresa está considerando trasladar temporalmente la producción a otros países. Nike también está sufriendo las medidas antipandemia en las fábricas vietnamitas. Así, la producción tardará varios meses en alcanzar el nivel habitual, dijo el director financiero de Nike, Matt Friend.

Según un portavoz de Puma, toda la industria está ahora afectada por nuevos brotes en Vietnam. Y los posibles compradores del nuevo iPhone 13 de Apple también tienen que prepararse para posibles largos tiempos de espera, ya que algunas partes de la óptica se fabrican en Vietnam…

La incertidumbre de las empresas sobre el suministro de materias primas y materiales es «una amenaza para el crecimiento», afirmó la directora del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, en el Foro de Bancos Centrales del BCE celebrado el pasado miércoles.

¿Luz al final del túnel?

El jefe de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, expresó su frustración porque los problemas de la cadena de suministro no mejoran. Según sus estimaciones, esta situación se prolongará probablemente hasta el próximo año y mantendrá la inflación en un nivel más alto de lo previsto.

Según recientes encuestas del instituto de estudios económicos Ifo, en septiembre, más del 77% de las empresas alemanas reportaron cuellos de botella y problemas en la adquisición de productos intermedios y materias primas. Al menos, según el Ifo, la situación de la oferta en el sector de la construcción se ha suavizado un poco. Un primer rayito de esperanza.

Fuente: https://www.dw.com/es/reducci%C3%B3n-del-trabajo-y-plantas-cerradas-la-pandemia-sigue-rompiendo-las-cadenas-globales-de-suministro/a-59381736

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