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Javier Tolcachier: Por el derecho a una internet con derechos

¿Qué duda cabe que la época está atravesada por una rasante revolución tecnológica, con la irrupción de la digitalización en casi todas las actividades sociales?

Internet, un espacio tan vital para nuestra interacción social ha ido mutando en sus características, alejándose de todo posible control democrático y siendo cada vez más permeado por los intereses mercantiles corporativos. Intereses que concentran poder y riquezas en un puñado de empresas transnacionales que van ejerciendo un control de facto sobre los contenidos que circulan por la red.

¡Sí!, la internet y sus tecnologías conexas, que idealmente pudieran servir para una mayor democratización del conocimiento y del quehacer político, que pudieran contribuir a una mejor distribución del bienestar y el patrimonio colectivo de la humanidad, se encuentran intervenidas por intenciones monopólicas particulares, que impiden o dificultan que aquello se realice.

De allí que es imprescindible analizar con mayor precisión cuáles son las intenciones y procesos que subyacen a la instalación de este modelo tecno-digital, cuáles son sus principales impactos y su posible devenir.

Los procesos en curso

Suele suceder que procesos que guardan alguna similitud externa, pero que son movilizados por distintas intenciones son confundidos y asimilados como idénticos, pese a constituir direcciones históricas distintas y hasta opuestas.

Tal es el caso de procesos como la mundialización [1] y la globalización. Mientras la primera corresponde a una tendencia histórica de conexión entre pueblos y culturas, llegando en la actualidad a formar un mosaico de diversidad plenamente interconectado y en camino a una posible Nación Humana Universal, la globalización responde al interés de empresas capitalistas de ampliar sus operaciones sin límites geográficos, intentando a su vez evadir toda responsabilidad localizada.

Es obvio que mientras la mundialización tiene una clara dirección de evolución, conllevando la posibilidad de compartir la acumulación histórica de cada cultura y de colaborar mutuamente para sortear los desafíos comunes y también los particulares de cada pueblos, la globalización actúa de manera regresiva, concentrando capital y poderío y alejando de la base social las capacidades de decisión democráticas, de por sí menguadas por la propia descomposición de la democracia formal en la institución Estado.

Algo similar acontece con las tecnologías digitales y la internet, encuadradas como están en los procesos anteriormente mencionados.

Si uno observa el avance de la digitalización a la luz de la mundialización, se hace evidente la utilidad de acortamiento del tiempo y las distancias en la comunicación junto a la posibilidad de acceder a conocimientos y compartirlos de forma libre.

Desde un espíritu mundializador, internet es una vía positiva para expresarse, cotejar hábitos, compartir experiencias, fortalecer proyectos, comunicar utopías, convocar a transformaciones y percibir al mundo y la humanidad como un todo, unido por un destino común.

Pero si se mira a estos mismos portentos tecnológicos bajo la lupa de la globalización, se devela que estamos ante un momento de reconversión del sistema capitalista, inmerso en una encrucijada por la monstruosa derivación especulativa de sus excedentes, y la reducción para el capital de espacios con márgenes de ganancia apetecibles en actividades productivas de la economía real para su afán de lucro ilimitado y presuroso.

La economía digital globalizada constituye una puerta de escape, junto con la promocionada “revolución verde”, de un sistema de acumulación excluyente e injusto que tiende, por su misma esencia, a la concentración de riqueza, a la segmentación social y, contrariamente a lo que se pretende pregonar, a la depredación del hogar común, privatizando el bienestar y socializando tan solo dificultades.

No es de extrañar entonces que el mismo Foro Económico Mundial, un cónclave de los poderosos e insensibles del mundo, haya abrazado con fervor al mismo tiempo la causa digital y el discurso de transformación ecologista. Para Naomi Klein, “El gran reinicio” – programa presentado en Davos 2020 por Klaus Schwab, director del FEM y también miembro del consejo de administración del elitista club Bilderberg y el príncipe Carlos, conspicuo miembro de la realeza Británica- es un lugar para pregonar soluciones tecnológicas con fines de lucro para problemas sociales complejos; para escuchar a los jefes de los gigantes petroleros transnacionales opinar sobre la necesidad urgente de abordar el cambio climático; para escuchar a los políticos decir las cosas que dicen durante las crisis: que esto es una tragedia pero también una oportunidad, que se comprometen a reconstruir mejor y a marcar el comienzo de un «planeta más justo, más verde y más saludable».

No por nada, entre los principales oradores en esa ocasión estuvo también el presidente de Microsoft, Brad Smith, quien señaló de modo explícito: «Los datos, y la tecnología en general, son herramientas indispensables para resolver casi todos los problemas a los que nos enfrentamos».

Tampoco es casual que ya en marzo de 2017, el Foro Económico Mundial (WEF) inaugurara el primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial en San Francisco, Estados Unidos, en una zona de alta concentración de incubadoras y empresas tecnológicas.

Los dos caminos 

Estamos ante una clara bifurcación de caminos. Un camino corto y veloz, el de una tecnologización digital acrítica, que conduce a una mayor dependencia de poderes concentrados y un aumento de la desigualdad y la exclusión social. El otro camino, con la mirada puesta en el interés común y la participación social, es quizás  más largo y lento, pero conduce a más autonomía, equidad, inclusión y complementación social.

Por el camino que pretende el capital concentrado, internet perderá todo componente social y humano. La ansiada conectividad universal será entonces tan solo el aprovechamiento por parte de ávidos hombrecillos del negocio corporativo de la inversión social en infraestructura ejecutada por los Estados.

Por esta vía, se multiplicarán las plataformas digitales ofreciendo trabajo precarizado. El teletrabajo, lejos de servir a la reducción de la jornada laboral, la aumentará. Se agudizarán las diferencias salariales entre trabajadores del conocimiento y empleos de segundo o tercer orden. Para las mujeres, la nueva explotación digital se sumará al trabajo de cuidado no remunerado y las diferencias de paga con los hombres.

Si internet se convierte definitivamente en la autopista del negocio transnacional, continuarán proliferando los instrumentos de manipulación informativa, de vigilancia y control, transformando a las personas en objetos de un extractivismo de datos ilimitado.

El avance corporativo digital sobre la educación y la salud traerá consigo la intervención ideológica de sus contenidos y la invasión de la privacidad de las comunidades involucradas, siempre para mayor gloria y riqueza de los accionistas de fondos de inversión.

Por este camino, aumentará la desigualdad entre el Norte y el Sur global, que continuará abasteciendo al Norte con materia prima digital y física a través del consumo extendido sin gozar de los beneficios que otorgan la propiedad de las patentes y licencias de tecnología.

Por ese sendero, las corporaciones irán primero  invadiendo y después capturando todo resquicio de actividad democrática, tornándose en una suerte de gobierno global corporativo, avanzando sobre el sistema multilateral de relaciones internacionales  y convirtiéndolo en mera pantalla para legitimar sus intereses.

El camino alternativo es el de la apropiación común de la tecnología digital para beneficio exclusivo de la comunidad humana en su conjunto.

Para que el derecho a internet constituya una ampliación efectiva de derechos, como en cualquier otro campo y ocasión de la historia, es imprescindible la participación decidida de los pueblos y sus organizaciones.

De este modo, podrá establecerse una alianza entre el Estado y la comunidad organizada, una alianza público-comunitaria que desplace la nefasta “asociación público-privada”, que en el marco neoliberal legitimó la intromisión del capital en regiones hasta entonces vedadas a sus negocios.

Desde esa alianza público-comunitaria podrán acometerse proyectos de conectividad universal de gestión compartida o autónoma para que las infraestructuras, herramientas y conocimiento y la necesaria inversión estatal se orienten al bien común y a la formación de usuarios activos y críticos.

En esa perspectiva, las prioridades son garantizar la soberanía y la autonomía con la generación de alternativas tecnológicas descentralizadas, no invasivas, interoperables y de libre elección; forjar redes de cooperación entre organizaciones para pasar de ser meras receptoras a generadoras y hacedoras de políticas sobre tecnología y posibilitar el acceso irrestricto y compartido al conocimiento estratégico entre naciones.

Es ineludible colocar hoy fuertes impuestos a las grandes empresas tecnológicas y plataformas digitales y evitar su fuga a guaridas fiscales para financiar una Renta Básica Universal Incondicional. Asimismo exigir leyes que garanticen la protección y propiedad individual o comunitaria de los datos y regulen el accionar de plataformas digitales comerciales desde el interés público.

Es fundamental apropiarse no solo del uso, sino también de la creación de tecnología y redes sociales no tuteladas ni extractivistas para favorecer la comunicación, la organización y el acercamiento social.

En definitiva, el progreso científico-tecnológico es un logro de los pueblos y de su acumulación histórica. Las herramientas digitales deben servir para la plena realización del ser humano. De lo contrario, no solo son inútiles, sino también perjudiciales.

Esta ponencia fue expuesta el 6/10/21 en el marco de la sesión del Grupo de Educación, Academia, Ciencia y Tecnología (GEACT), mecanismo de la sociedad civil en la agenda de desarrollo sostenible (Agenda 2030) y en el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre Desarrollo Sostenible (FPALCDS). Algunos de los contenidos vertidos forman parte de los diagnósticos y propuestas colectivas de las Jornadas “Utopías o distopías. Los Pueblos de América Latina y el Caribe ante la era digital” organizadas por el espacio Internet Ciudadana.

Nota:

[1] Para ampliar el concepto de mundialización ver: Silo, Diccionario del nuevo humanismo. Obras completas Vol. II. pag. 538 (2002)  México. Editorial Plaza y Valdés.

Javier Tolcachier es investigador en el Centro Mundial de Estudios Humanistas y comunicador en agencia internacional de noticias de Paz y No Violencia Pressenza.

Fuente: https://rebelion.org/por-el-derecho-a-una-internet-con-derechos/

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Procesos de lectoescritura deben romper esquemas tradicionales escolares

Por: Erick Juárez Pineda

En el marco del II Coloquio Internacional sobre Prácticas Lectoras en clave Interseccional y Post-colonial: subjetividades subversivas y desdenes ontológicos desde otros mundos, Marisol Silva Laya, directora de Investigación y Posgrado de la Universidad Iberoamericana señaló que es necesario reconocer las prácticas letradas que se realizan fuera en otros contextos fuera de los esquemas escolares, los cuales a veces resultan autoritarios.

Explicó que existe un esquema autoritario que se la ha otorgado al conocimiento escolar, sin embargo, considera que se debe reconciliar el aprendizaje externo y el uso de la palabra como factor de pluralidad y de la construcción de una ciudadanía activa.

Ante ello, dijo que el aprendizaje de la lectura y escritura se ha formado como actividad exclusiva de la escuela tradicional, sin embargo, consideró que en los fracasos, errores y aciertos de la vida cotidiana, también se pueden captar muchos conocimientos.

Por ello, puntualizó, que se debe desnaturalizar esa adjudicación al canon académico y trasladar habilidad y talento natural al ejercicio de la propia expresión humana a través de la palabra.

Por su parte,  Judith Kalman, investigadora del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN, en la ponencia titulada “Promoviendo la ciudadanía crítica a través de significados controvertidos en las prácticas de alfabetización”, señaló que en el actual currículum se incluye un rubro de participación social, y en ello, incluyen el tema de la revisión y estudio de documentos como herramientas de interacción ciudadana.

“Este tipo de “papeleo cotidiano”, que a veces resulta atosigante, nos da existencia en el mundo actual. Llama mucho la atención que estos documentos tengan un gran peso en la sociedad y esto es reflejo de la importancia del mundo letrado y escrito, pues sin estos papeles, pareciera que dejamos de existir”, advierte.

Actualmente, explica, el mundo nos enseña que escribir no solo es un proceso cognitivo, sino una práctica asociada a lo histórico y social, y ello plantea un reto para contar con una verdadera pedagogía social, una de alfabetización y una orientada a la justicia educativa.

“Esto implica aprender cuáles son los documentos que constituyen este mundo letrado, en cuanto a lo oficial, y también cómo utilizarlo”, añadió.

Esta parte del estudio del papelelo plantea que el poder de los documentos no viene de él mismo, sino de su uso. Los documentos no son neutrales ni transparentes. Hay que tener en cuenta que en los documentos oficiales hay una actividad letrada importante detrás de ello, donde los burócratas y archivistas y gerentes de bajo nivel mueven la administración pública y hacen funcionar a todas las instituciones

Por ello, finalizó, la escuela debe impulsar la enseñanza de la importancia de los documentos en el mundo social.

Finalmente, Juliana Enrico, académica de la Universidad de Córdoba, Argentina, bajo la ponencia “Horizontes críticos de lectura/reescritura/transformación del mundo contemporáneo desde la mirada de género/feminista/queer/cuir”, dijo que el feminismo, junto a otras pedagogías críticas, visibiliza la multiplicidad de los procesos, sujetos,  voces e identidades en pugna por no inscribirse en las matrices culturales hegemónicas en el espacio social.

Explicó que el paso a las prácticas virtuales educativas, como en otros aspectos de la vida social, presupone que hay un acceso tecnológico  para poder ejercer los derechos de la ciudadanía, tal como es el caso de las plataformas virtuales del registro de las vacunas.

Esto implica, señala, no solo un mínimo ejercicio de prácticas de lecto escritura, sino un sofisticado uso de los medios tecnológicos, lo cual, aún no está garantizado.

Finalmente, señaló que esto demuestra una enorme desigualdad en el acceso a los medios virtuales, por lo que se debe de reducir esta brecha.

Fuente e imagen: www.educacionfutura.org

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Miriran Martínez: La Educación Popular Feminista una acción de cambio social

Desde el 2018 con la llegada de la 4T a México, las reformas legales a favor paridad, la llegada de muchas mujeres a las diferentes cámaras y el uso de las redes sociales ha retomado auge la participación política de las mujeres en diversos ámbitos, ante la inminente visibilización de su participación social.

Sin embargo, este ejercicio no debe encasillarse ni limitarse al ámbito público o electoral, ya que la participación de las mujeres no debe ser tomada como un jugoso botín político que representa un 52% de la población.

Cambiar el mundo y transformar la sociedad requiere del compromiso de todas y todos los actores desde el territorio. Para ello impulsar la educación popular feminista, implica asumir nuestro poder como educadoras populares.

Propiciar espacios de coincidencia desde el territorio es necesario para impulsar el intercambio de experiencias y procesos de aprendizaje entre iguales, tomando en cuenta que la colectividad representa una parte fundamental en el proceso de deconstrucción y transformación.

Por ello me permito afirmar que es desde tierra donde la educación popular adquiere sentido como una práctica educativa “de, por y para el pueblo.”

Dentro de este enfoque de aprendizaje, las personas enseñan y aprenden analizando críticamente sus vidas, sus contextos y los temas que son de mayor importancia para ellas.

Que la mujeres se reúnan para cuestionar el mundo implica el primer ejercicio de emancipación social, puesto que la participación activa promueve el proceso de aprendizaje, concientiza, empodera y define una agenda en común para la organización y las acciones conjuntas de las personas, a la vez que fortalece la concientización a favor de la organización y la construcción de movimientos.

Visibilizar como mujeres nuestro sentir con respecto a la realidad que vinimos implica reencontrarnos en colectividad, esto nos devuelve el poder para rescatar la esperanza, desde el acompañamiento, la organización y movilización. Por ello, no te juzgo, te escuchó y te leo.

Movilizar mujeres con una visión política contra la injusticia a partir de sus intereses es trabajar hoy en la construcción de nuevas sociedades a partir del diálogo, la reflexión y la acción.

Por ello, hombres y mujeres reflexionemos para transformar el mundo desde la acción.

Fuente: https://www.idimedia.com/noticias/politica/la-educacion-popular-feminista-una-accion-de-cambio-social/

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Entrevista a Daron Acemoğlu: «América Latina es desigual debido a su historia, una sociedad creada por un pequeño grupo de élites coloniales para explotar a la gran mayoría de las personas»

En su libro «Por qué fracasan las naciones», dos reconocidos economistas contemporáneos, analizaron las razones que llevan a unos países a hacerse ricos y a otros a permanecer en la pobreza.

¿Hay una receta para salir del subdesarrollo?

Daron Acemoğlu, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y James A. Robinson, profesor de la Universidad de Harvard, intentaron dar respuesta a esta pregunta alejándose de la extendida tesis que apunta a factores culturales, geográficos, o educativos como origen de la brecha entre ricos y pobres.

Tras analizar grandes bases de datos estadísticos e históricos, el libro proponía que la causa de las diferencias en el bienestar de los ciudadanos empezaba antes.

La brecha comienza en la formación de las instituciones, que en cada país sucedió en un momento distinto y determinaron la senda del desarrollo de cada sociedad.

Varios ganadores del Premio Nobel de Economía vieron en este libro un renovado enfoque para un viejo problema de los economistas: la desigualdad.

Ahora, en su nueva obra «El pasillo estrecho», los autores acuden de nuevo a los datos y la historia para responder por qué algunos países logran conquistar la libertad y la democracia, mientras otros viven (o caen) en tiranías o autocracias.

Portada del Libro
Pie de foto,¿Por qué algunos países alcanzan la libertad y otros viven en tiranías o autocracias? El libro «El pasillo estrecho» intenta dar respuesta a esta pregunta

¿Por qué es tan frágil la libertad?

Por qué el pasillo que lleva a ella es muy estrecho y para los ciudadanos es tan peligroso un estado fuerte como uno débil, dice.

«El estado es una parte muy importante en la resolución de conflictos, en proporcionar servicios públicos o ayudar a los desfavorecidos. Pero luego tenemos que mantener al estado y sus élites bajo control. Y eso es parte del desafío», explica a BBC Mundo Daron Acemoğlu.

«La vida bajo el yugo del Estado también puede ser desagradable, brutal y corta», se lee en el libro.

Lo que sigue es un extracto de la conversación que el profesor de economía mantuvo con BBC Mundo en la que repasó el grado de libertad del que gozan los distintos países de América Latina.

En su libro cuenta que en 1830, el continente latinoamericano se había librado casi por completo del colonialismo de España y aún así Bolívar se mostraba decepcionado. ¿Puede explicarnos por que el Libertador de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela era tan pesimista?

Hay un conflicto. Ese personaje, pertenecía al corazón de la élite y su proyecto estaba impulsado por la élite.

Pero creo que también se dio cuenta de lo difícil que sería borrar la historia de colonialismo, de instituciones extractivas y de élites que se iban a oponer al desarrollo económico y político de América Latina.

Se dio cuenta de que la independencia sola no iba a ser suficiente. Y de hecho, es la historia de América Latina.

Está bastante claro que, por supuesto, la independencia de España fue un paso importante, pero no cambió mucho las cosas.

En algunos lugares, incluso las empeoró cuando fueron las élites locales las que se convirtieron en los nuevos amos explotadores.

Esa situación ha durado dos siglos. No de una manera estatista e inmutable. No es que las mismas personas que dirigen México hoy se parezcan a las que lo hicieron en 1820.

Se han formado nuevos negocios y han aparecido nuevos líderes, pero el sistema político ha seguido siendo ampliamente extractivo y corrupto.

Chávez y la figura nueva de Bolívar.
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Hugo Chávez, cuando era presidente de Venezuela, mandó exhumar los restos del Libertador para hacer un nuevo retrato.

¿Por qué cree que América Latina es una sociedad tan desigual?

América Latina es desigual debido a su historia.

Es una sociedad creada por un pequeño grupo de élites coloniales para explotar a la gran mayoría de las personas.

Hay que luchar contra ese legado histórico para construir la igualdad, para construir la justicia, para construir la libertad.

No ha sido un viaje fácil en ninguna parte del mundo. Pero ha sido especialmente difícil en América Latina.

Así que no creo que sea sorprendente que Costa Rica sea el país más exitoso en consolidar la democracia y sentar las bases de la libertad.

Fue uno de los países en sufrir menos las consecuencias de las élites que sometieron a las poblaciones indígenas y la reprimieron después.

Realmente no pasó por las mismas experiencias que vivieron Chile, Argentina, México, Brasil, Guatemala y toda Centroamérica.

Esa historia importa.

Pobreza
Pie de foto,
La pobreza se ha disparado en Argentina.

 

¿Qué necesita la libertad para florecer?

Lo que decimos en «El pasillo estrecho» es que para que haya libertad se necesita tanto el Estado como la sociedad. Ambos elementos.

Hoy en día hay una concepción estrecha de la libertad.

La gente a veces prefiere definir la libertad como el individualismo especialmente frente al Estado, la libertad de hacer lo que quiera, de pensar lo que quieras.

Esta es una parte muy importante de la libertad, pero no creo que sea suficiente.

Una persona no es realmente libre si no tiene un estatus social y se siente inferior o tiene miedo de no poder alimentar a su familia.

El estado es una parte muy importante en proporcionar servicios públicos, ayudar a los desfavorecidos o en resolver conflictos,.

Pero luego tenemos que mantener al Estado y sus élites bajo control.

Y eso es parte del desafío.

Fans de Costa Rica
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Costa Rica está por encima de muchos de sus vecinos en desarrollo económico y social.

¿Puede nombrar un Estado en América Latina que mantenga ese equilibrio entre Estado y sociedad?

No creo que ninguna sociedad de América Latina haya logrado ese equilibrio completamente. Muchos países han tomado medidas en esa dirección.

Uruguay,por ejemplo, después de su historia de dictadura, realmente se ha movilizado y ha hecho que la democracia funcione mucho mejor, pero tiene camino por recorrer.

Costa Rica es, en algún sentido la democracia con mejor desempeño en América Latina y, en general, protege bien a las personas. Pero tiene mucho camino por recorrer en términos de lidiar con las desigualdades y otros problemas aún.

Creo que Chiletiene algunas de las mejores instituciones estatales en términos de apoyo al desarrollo económico y mantenimiento del orden, etc. Pero, por otro lado, hay niveles muy, muy altos de desigualdad y aún no ha conseguido sacudirse del todo el legado del régimen de Pinochet.

De una u otra manera, todos los países tienen sus propios problemas.

¿Cuáles serían entonces los países de la región con peor equilibrio según su opinión?

En este capítulo compiten muchos más nombres. Incluso aunque dejamos fuera el Caribe, que incluye obviamente Haití, Jamaica o Cuba, que ya tienen sus propios problemas.

Venezuela tiene que estar entre los primeros puestos de esta lista. Se convirtió en un lugar distópico y terrible bajo Chávez, quien realmente hizo más que cualquier otro líder en el pasado reciente para destruir sus instituciones.

Pero, ya sabes, si pensabas que eso era lo peor, luego llegó Maduro.

Maduro
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Maduro, así como lo hizo Chávez en su día, ha gobernando bajo la figura de Bolívar.

¿Y el resto de países de la región?

El Salvador, Honduras y Guatemala, lo han pasado terrible por el colapso de las instituciones estatales y la incapacidad del estado de proporcionar la mínima cantidad de orden o servicios públicos.

También tiene que estar en esta listaNicaragua. El legado de Ortega ha sido terrible.

Las intervenciones de Estados Unidos más el gobierno de Ortega han destruido por completo el potencial del país.

Pero también sería negligente si no agregara el país que más ha retrocedidorecientemente, que es Brasil.

Probablemente Bolsonaro esté justo detrás de Maduro como el peor líder que tiene América Latina en este momento.

El presidente brasileño ha hecho mucho para destruir instituciones y polarizar al país y también ha causado muchas muertes innecesarias debido a su total desprecio por el conocimiento científico y los consejos médicos (durante la crisis sanitaria del covid-19).

¿Qué explica el auge y la caída de la democracia y cómo llega un Estado a la dictadura?

Esa es una pregunta compleja. Creo que no hay un solo factor que explique el auge de la democracia. Durante mucho tiempo, sociólogos y analistas se sintieron atraídos por lo que yo veo como una teoría no tan exitosa o útil: la modernización.

El famoso sociólogo político estadounidense Seymour Lipset, por ejemplo, argumentó que a medida que los países se vuelven más ricos, se volverán más democráticos casi automáticamente.

Otros sugirieron que alcanzarían un nivel de educación mayor. Este se convirtió en un punto de vista muy influyente.

Pero es profundamente engañoso.

Vemos que no existe un vínculo ni directo ni indirecto, entre la riqueza de un país y su nivel de democracia.

Arabia Saudita y Kuwait son países cada vez más ricos pero el dinero se concentra en manos de unas pocas personas. No van a volverse más democráticos.

Y en Chile, desde la dictadura, las empresas empezaron a ganar más dineroy esto ha erosionado su nivel de democracia.

La democracia solo puede sobrevivir si la sociedad la exige y la sociedad la protege. Eso es lo que decimos en «El pasillo estrecho».

¿El sistema económico que elige un país tiene algo que ver con la libertad que logra?

Sí, pero nuevamente, es una relación más compleja. Algunos economistas de libre mercado, como Hayek y Friedman, establecieron un vínculo directo entre la democracia y el capitalismo

Pero sabemos que eso no es cierto.

China es una economía de mercado que no está haciendo nada para fomentar la democracia.

Y hay otros países que han tenido una estructura basada en la propiedad privada, pero eran tan explotadores y tan desiguales que en realidad no estaban construyendo un sistema democrático liberal.

Protestas en Chile
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La crisis de Chile en 2019 se desató después de que el gobierno anunciara el alza de los precios del pasaje de metro en Santiago.

¿A qué país se refiere?

El mejor ejemplo sería Chile bajo Pinochet.

En ese momento se emprendieron muchas reformas que aplaudieron muchos defensores del libre mercado, pero eso no hizo nada por la democracia.

Algunas medidas tuvieron buenos resultados otras malos, pero ese no fue el camino a la democracia.

Así que creo que tenemos que reconocer que no existe un vínculo directo entre el libre mercado o incluso el tipo dereformas favorables al mercado y la democracia.

Pero habiendo dicho eso, a largo plazo, creo que la economía de mercado es la única que puede sobrevivir si un Estado es ya realmente democrático.

Y la razón de esto es que si tienes una economía que no se basa de alguna manera en los mercados y, por lo tanto, no se descentraliza, el poder político estará cada vez más concentrado en manos de quienes tienen el poder económico y eso socavará la democracia.

Pero lo que quiero decir con esto es que ese tipo de economía no es la que propugna Friedman basada en un mercado sin restricciones y donde el valor e para los accionistas.

Las democracias necesitan lo que denominamos en «Por qué fracasan las naciones» mercados inclusivos, mercados que se basan en servicios públicos, medidas del Estado, que creen un campo de juego nivelado, etc.

Xi Jinping
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China ahora podría superar a Estados Unidos como la economía más grande del mundo en cinco años, pero la calidad de su democracia es muy cuestionada.

¿Qué hay entre libre mercado y economía centralizada en los Estados?

Tenemos que encontrar el equilibrio adecuado entre los Estados centralizados, pero controlados, y el tipo adecuado de mercados que permiten a las personas avanzar en su profesión, desplegar su creatividad, pero al mismo tiempo están regulados.

Creo que el problema en América Latina es que la gente ve las dictaduras como algo que trae estabilidad. No es la forma correcta de abordar esta cuestión.

Pero también, hay un lado que cree que el libre mercado tiene buenos resultados.

Pero al final del día, esos sistemas trajeron beneficios para los ricos a expensas de los pobres y no eran realmente justos. No creaban oportunidades para la gente.

De nuevo Chile es el mejor ejemplo de esto.

Es uno de los países más exitosos de Latinoamérica pero también esuno de los más desnivelados. Ha mejorado la desigualdad económica pero sigue habiendo mucho descontento tal y como se vio en las protestas de finales de 2019.

Porque a pesar de que la desigualdad económica estaba disminuyendo, la desigualdad social no lo hacía.

El mercado no estaba creando oportunidades para que las personas de bajos niveles socioeconómicos, que no formaban parte de las élites, fueran a las mejores escuelas, recibieran la mejor educación, trabajaran en las mejores empresas o pudieran viajar fuera del país.

Hay una demanda de la sociedad de mejores políticas gubernamentales que nivelen el campo de juego.

Guerrilleros de las FARC en enero de 1999
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La guerra en Colombia dejó un total de 262.000 muertos, 80.000 desaparecidos y 8 millones de desplazados, según datos del Centro Nacional de Memoria Histórica.

¿Cómo se deben abordar los desafíos que enfrentan las democracias en este momento?

No creo que haya una receta fácil para construir la democracia. Creo que todos los problemas de los que hablamos hay que abordarlos al mismo tiempo.

Hay que mejorar la calidad de la democracia y al mismo tiempo, hay que mejorar la participación de la sociedad en la política.

También hay que generar confianza pública en estas instituciones porque de lo contrario la gente no cooperará con ellas, no trabajará con ellas, tratará de bloquearlas.

No es imposible, pero es una tarea difícil.

En el libro contamos ejemplos de como se logró a nivel local en Lagos, en Nigeria, o en Bogotá, Colombia, cuando los alcaldes llegaron al poder y entendieron que por un lado tenían que mejorar la recaudación de impuestos para proporcionar servicios a la población y por otro también entendieron que la única forma de hacerlo era generar confianza pública, lo que significaba que tenían que hacerse más responsables.

Ese creo que es el camino para las instituciones nacionales. Copiar el modelo de las instituciones locales. Por qué la gente que llega a la política nacional con mucho poder no quiere hacerse responsable. ¿Cómo van a hacer responsables mañana a alguien como Chávez o Maduro?

Como sociedad tenemos que elegir a las personas adecuadas también y ese es el gran desafío. Entonces eso es lo que deberían hacer los ciudadanos. No elijas personas que no serán responsables.

Tenemos que estar atentos. Tenemos que estar bien informados y tenemos que asegurarnos de echar a los sinvergüenzas.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-56155540

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Repensando la participación educativa en el contexto de una pandemia sanitaria

Diario de la Educación /Grupo Editea

Un equipo de investigadoras e investigadores vinculados, sobre todo, a las Universidades Autónoma de Madrid, Camilo José Cela, Alcalá y Católica de Valencia llevamos dos años y medio, aproximadamente, desarrollando un proyecto del Plan Nacional de Investigación 2017 (EDU 2017-86739-R), con el acrónimo EDITEA (i), que tiene como propósito general mantener una mirada evaluativa sobre el desarrollo de nuestro sistema educativo desde la perspectiva de compromiso con una educación más inclusiva. Para ello quisimos, en primer lugar, ponernos en la piel de uno de los grupos más vulnerables a las diferentes caras de la exclusión educativa (segregación, marginación/maltrato/menosprecio o fracaso escolar); nos referimos al alumnado considerado dentro del espectro autista, alumnado que ha tenido un importante incremento en los últimos años (Matson y Kozlowski, 2011).

Pensamos que lo que el sistema educativo fuera capaz de hacer para responder con equidad a su derecho a acceder a las escuelas ordinarias, aprender y participar con sus iguales sin…, sería, por añadidura, un logro inestimable para todo el alumnado en su conjunto y para algunos para quienes la satisfacción de sus necesidades educativas especiales plantea menos desafíos a las culturas, políticas y prácticas escolares hegemónicas.

La segunda premisa, ya apuntada, fue la de adoptar un enfoque metodológico mixto (cualitativo/cuantitativo) para esta investigación, pero que tiene en los relatos o historias de vida (Moriñas, 2016), un espacio privilegiado en nuestro proyecto. Buscábamos ese ponerse en la piel, en las vivencias, emociones y puntos de vista de los actores principales de este proceso: los propios estudiantes, sus familias y las personas relevantes de su entorno, con la vista puesta en tratar de comprender mejor lo bueno y lo menos bueno que se hace desde la acción escolar.

Y, en tercer lugar, convenimos en que el foco de nuestra indagación y análisis estaría, sobre todo, en el constructo de la participación social que, a nuestro parecer (y el de otros muchos equipos de investigación, Koster, Nakken, Pijl y van Houten, 2009), tiene una centralidad incuestionable en las dinámicas promotoras de una educación más inclusiva o, por su defecto, en las más excluyentes.

En estos momentos tan singulares que estamos viviendo, confinados por una pandemia cuyos efectos en los distintos órdenes de la vida son impredecibles, pero que, sin embargo, están poniendo de manifiesto la importancia de sentirse parte de un grupo, nos ha parecido que era oportuno y útil compartir, brevemente, los análisis que hacemos desde el equipo sobre esta cuestión. Porque lo que sí tenemos claro es que si algo bueno cabe esperar de esta calamitosa pandemia eso sería que nuestro sistema educativo se repensara profundamente desde su capacidad para preparar mucho mejor a todos los estudiantes con las actitudes, destrezas y comportamientos que sostienen tan importante percepción, indispensable en última instancia para nuestra supervivencia como especie.

Un concepto ampliado de participación social: sentirse parte, formar parte y tomar parte

En el marco de referencia sobre la educación inclusiva que manejamos devoto de la propuesta de Booth y Ainscow (2015), la dimensión de participación tiene un rol central. Tal y como nosotros la entendemos y hemos operativizado en este proyecto se trata de un constructo multidimensional que, globalmente, nos habla, sobre todo, de la cualidad/calidez de las experiencias y procesos educativos vividos por el alumnado. Con el paso del tiempo nos hemos visto, sin embargo, en la necesidad de ir desgranando más y mejor este constructo.

Por aquello de jugar un poco con las palabras y los conceptos a los que estas se refieren, hemos diferenciado tres subdimensiones con un extremo positivo, a saber; sentirse parte, formar parte y tomar parte y otro claramente negativo; malestar emocional, marginación/maltrato y menosprecio/manipulación.

El primero de ellos, sentirse parte lo vinculamos, fundamentalmente a la percepción de bienestar emocional, bienestar que descansa, sobremanera, en una percepción de una autoestima social y académica asentada, toda vez que estamos analizando, sobre todo, su papel en el ámbito escolar. Su contrapunto sería una percepción de baja autoestima y el consiguiente malestar emocional. Pero bien sabemos que la autoestima es sumamente dependiente de la visión y valoración que otros tienen de nosotros y, por lo tanto, de las relaciones que mantenemos con iguales y otras personas significativas de nuestro entorno.

De ahí que el segundo elemento, en intersección constante con el primero, es el formar parte de un grupo de iguales, siendo valorado, estimado y reconocido por lo que uno es y como es. Seguramente este elemento es de los más difíciles de asentar en el caso de muchos alumnos o alumnas considerados con NEE, pero muy en particular para el alumnado dentro del espectro autista, por sus intrínsecas características. Pero, para ellos y para todo el alumnado sin distinción, conviene no olvidar que “sin reconocimiento no hay conocimiento” (Puig Rovira, 2012). Ese ser reconocido es, además, la base indeleble de una educación justa y para la justicia social (Murillo y Hernández, 2015). Aparece aquí otra de las facetas de este formar parte, entendida a la vez como condición necesaria para una convivencia positiva y una resolución pacífica de los conflictos y también como efecto deseado de cualquier institución educativa (Barrios, Gutiérrez, Simón, y Echeita, 2018).

Lo contario de formar parte y, por ello, de ser capaz de establecer y mantener y disfrutar de relaciones sociales positivas – llegando hasta la amistad-, es no tener ni tan siquiera interacciones con otros, o sentirse marginado; esto es, carecer de oportunidades y experiencias de encuentro, apoyo, juego o amistad, con iguales u otros significativos. En el extremo más opuesto al formar parte estarían las manifestaciones más graves del maltratado por abuso de poder llevado a cabo por aquellos con los que, sin embargo, se debería convivir positivamente en un clima de respeto y afecto.

Finalmente, la triada de elementos que articulan esta compleja e importantísima dimensión de la participación, es la relativa a tomar parte. Esta subdimensión se vincula al derecho a ser escuchado y considerado en las decisiones educativas que a uno le conciernen (UNICEF, 1989), individual o colectivamente. Ello conecta con las oportunidades (o la falta de ellas) de participar en las estancias formales que los centros escolares tienen para promover la participación educativa, sea en la propia clase o en los órganos colegiados de participación formal o informalmente establecidos. Conecta, a su vez, con la existencia, o no, de oportunidades para ser escuchado y que la propia voz, sea tomada en serio en todo lo que concierne a la acción educativa (Susinos et al 2019), para llegar en última instancia hasta el nivel del “aprendizaje intergeneracional” del que nos habla Fielding (2011). En tensión dialéctica con la ambición de promover oportunidades a todo el alumnado de tomar parte, estarían las actitudes de menosprecio y sobre todo de manipulación de la voluntad y derechos de la infancia.

Es importante resaltar la gran interdependencia entre estas tres subdimensiones y, de hecho, habremos de preguntarnos si su diferenciación aporta más de lo que pudiera llegar a obscurecer. Por ejemplo, cuando uno se sabe reconocido y se siente valorado por los demás, se siente más competente socialmente y capaz de reclamar la atención de los otros. Seguro que eso le anima a interactuar, a tomar parte en iniciativas grupales y a aportar su voz cuando se dé la oportunidad.

En todo caso, nuestra posición de momento es que sentirse parte y formar parte son las dos caras indivisibles de una misma y conocida moneda en la investigación existente: el sentido de pertenencia (en inglés Sense of Belonging, SOB), que ya fue reconocido por Maslow (1943) como una necesidad humana fundamental. Hablamos del deseo social de estar conectado con otro ser humano y ser y sentirse aceptado por el grupo, siendo que este grupo puede ser desde la familia a una pandilla y estar tanto en la escuela como en el trabajo o en otros muchos contextos. Este sentido de pertenencia descansa y se nutre de experiencias significativas con otros y se satisface compartiendo acciones, pensamientos y sentimientos, así como con aceptación, respeto, reconocimiento y comprensión.

Lo cierto es que en este ámbito también tenemos una abundante y rica investigación sobre el tema, tanto en general como específicamente en el ámbito escolar (sentido de pertenencia a la escuela, School Sense of Belonging, SSOB). Por ello se conocen bien, tanto sus efectos sobre dimensiones psicológicas y sociales importantes, como sobre dimensiones académicas, y cómo evaluarlo e implementarlo (Prince y Hadwin, 2013). Esa investigación conecta también con los trabajos sobre school engagement o por su cara oscura con el sentimiento de “desenganche escolar”, antesala del fracaso escolar (Portela, Nieto y Toro, 2009).

Un efecto muy dañino del COVID-19 sobre la educación escolar, no es a nuestro juicio, la pérdida de clases para cubrir “el temario”, como se suele decir, sino las restricciones que el confinamiento pone a la participación tal y como nosotros la hemos descrito. Sin oportunidades para reforzar el sentido de pertenencia, no solo ocurre que el aprendizaje camina bien cojo, sino que el desarrollo psicosocial de todos se puede ver muy afectado siendo que los más vulnerables verán multiplicada esta desventaja. Es por ello que el sentido de pertenecía se revela en este periodo de confinamiento como primordial. Por eso, es frecuente ver en las redes en estos días cómo las escuelas mandan vídeos de su claustro unido, hacen vídeos o mandan fotos de su alumnado y tratan, en definitiva, de «tirar» de ese sentido de pertenencia porque, sin la menor duda, es una necesidad que actúa como un pegamento social imprescindible.

Siempre se ha dicho que lo peor de la adversidad es que pueda dejarte doblemente herido; en el momento en el que la sufres y porque te imposibilite un futuro sin esperanza. Esa esperanza, como en su día explicara Fullan (2003), “no es una visión ingenua y luminosa de la vida. Es la capacidad de no entrar en pánico en situaciones graves y de encontrar modos y recursos para abordar problemas difíciles”. El mejor modo de abordar esos problemas difíciles es la disposición a trabajar juntos, unidos por un fuerte sentimiento de pertenencia, colaboración y apoyo mutuo. Si la crisis del COVID-19 nos hace repensar profundamente el sistema educativo desde estos parámetros, en el marco de una nueva ecología de la equidad (Ainscow, Dyson, Goldrick y West,2003), entonces las preocupaciones y quebrantos de estos tiempos no habrán sido en balde.

Referencias

Ainscow, M., Goldrick, S. y West, M. (2013). Promoviendo la equidad en educación. Revista de Investigación en Educación, 11 (3), 44-56.

Barrios, Á., Gutiérrez, H., Simón, C. y Echeita, G. (2018). Convivencia y educación inclusiva: Miradas complementarias. Convives, 24, 6-13.

Booth, T. y Ainscow, M. (2015). Guía para la Educación Inclusiva. Desarrollando el aprendizaje y la participación en los centros escolares. Madrid: OEI/FUHEM.

Fielding, M. (2011). La voz del alumnado y la inclusión educativa: una aproximación democrática radical para el aprendizaje intergeneracional, Revista interuniversitaria de formación del profesorado 70: 31-62.

Fullan, M. (2003). Sobre el cambio educativo. En A. Hargreaves (Ed.) Replantear el cambio educativo. Un enfoque innovador. Buenos Aires: Amorrortu

Koster, M., Nakken, Pijl y van Houten, E. (2009). Being part of the peer group: A literature study focusing on the social dimension of inclusion in education. International Journal of Inclusive Education, 13, 117-140.

Maslow, A. (1987). Motivation and personality. 3erd ed. Nueva York: Harper and Row.

Matson, J. L., y Kozlowski, A. M. (2011). The increasing prevalence of autism spectrum disorders. Research in Autism Spectrum Disorders, 5(1), 418-425.

Moriña, A. (2016). Investigar con historias de vida. Metodología biográfico-narrativa. Madrid: Narcea.

Murillo, J. y Hernández-Castilla, R. (2015). Liderando escuelas justas para la justicia social. Revista Internacional de Educación para la Justicia Social, 3(2), 13-32.

Puig Rovira, J.M. (coord.), Domenech, I., Gijón, M., Martin, X., Rubio, L, Trillo, J.(2012). Cultura moral y educación. Barcelona: Graó

Portela, A., Nieto, J.M. y Toro, M. (2009). Historias de vida: perspectiva y experiencia sobre exclusión e inclusión escolar. Profesorado. Revista de Currículum y Formación del Profesorado,13(3),193-218.

Prince, E. J., y Hadwin, J. (2013). The role of a sense of school belonging in understanding the effectiveness of inclusion of children with special educational needs. International Journal of Inclusive Education, 17(3), 238-262.

Susinos, T., Ceballos, N., Saiz, A., y Ruiz, J. (2019). ¿Es la participación inclusiva el unicornio en la escuela? Resultados de una investigación sobre la voz del alumnado en centros de educación obligatoria. Publicaciones, 49(3), 57-78

UNICEF (1989). Convención de los Derechos del Niño. CDN. Recuperado de: https://www.unicef.es/causas/derechos-ninos/convencion-derechos-ninos

(i) El equipo del proyecto EDITEA que firma este artículo está formado por los siguientes miembros (por orden alfabético): M. Soledad Andrés (UA), Ángela Barrios (UAM), Margarita Cañadas (UCV) Maria José de Dios (UCJC), Gerardo Echeita (UAM), Pedro González (UA), Héctor Gutiérrez (UAM), Teresa Gutiérrez (UAM), Juana M. Hernández (MEFP), Gabriel Martínez (UCV), Yolanda Muñoz (UA), Raquel Palomo (UAM), Maria Pantoja (UAM) y Cecilia Simón (UAM)

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Cuba muestra amplia cobertura de la enseñanza especial

Centro América/ Cuba/ 07.01.2018/ Fuente: www.radiocubana.cu.

Más de 34 mil niños, adolescentes y jóvenes son atendidos en la red de escuelas especiales que existe en Cuba, informó Ena Elsa Velázquez, ministra de Educación, al reconocer los avances de ese sistema de enseñanza que celebra hoy el aniversario 57 de su fundación.

Otros 12 mil estudiantes con necesidades educativas asisten a las escuelas regulares, donde se atienden con la participación de especialistas, dijo la titular en una serie de tuits en los que recordó que antes del triunfo de la Revolución esas personas no eran atendidas.

Velázquez envió una felicitación a los trabajadores de este nivel educativo y precisó que la escuela especial Solidaridad con Panamá, en La Habana, es un paradigma dentro de las de su tipo en Cuba y próximamente otras dos se abrirán en Santiago de Cuba y Villa Clara, como muestra de los ajustes de la Revolución.

En la Isla el sistema de enseñanza especial se caracteriza por la creación de los Centros de Orientación y Diagnóstico para la identificación, orientación y evaluación de las necesidades específicas, así como también la introducción de métodos y aditamentos para ampliar el diagnóstico y rehabilitación.

Más de mil 500 estudiantes con discapacidad visual, auditiva y limitación físico- motora han optado por carreras de nivel superior y los ministerios de Educación, Trabajo y Seguridad Social y las asociaciones no gubernamentales posibilitan que los egresados de este y otros niveles de enseñanza alcancen una mejor inserción y permanencia en el empleo y en consecuencia niveles superiores de participación social.

En la Isla el sistema de enseñanza especial se caracteriza por la creación de los Centros de Orientación y Diagnóstico para la identificación, orientación y evaluación de las necesidades específicas, así como también la introducción de métodos y aditamentos para ampliar el diagnóstico y rehabilitación.

Más de mil 500 estudiantes con discapacidad visual, auditiva y limitación físico- motora han optado por carreras de nivel superior y los ministerios de Educación, Trabajo y Seguridad Social y las asociaciones no gubernamentales posibilitan que los egresados de este y otros niveles de enseñanza alcancen una mejor inserción y permanencia en el empleo y en consecuencia niveles superiores de participación social.

 

Fuente de la noticia: http://www.radiocubana.cu/noticias-de-la-radio-cubana/68-noticias-nacionales/24317-cuba-muestra-amplia-cobertura-de-la-ensenanza-especial

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Cuba: Exhorta Díaz- Canel a perfeccionar la educación entre todos

Centroamérica y El Caribe/ Cuba/ 30.04.2018/ Fuente: cubasi.cu.

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, expresó hoy que la educación es un tema que concierne a la sociedad cubana, por lo que su III perfeccionamiento se construye de manera entusiasta entre todos.

Sus declaraciones fueron en el contexto del Seminario Nacional de Preparación del Curso Escolar 2018-2019, celebrado hasta hoy en esta capital, momento en que comentó además la necesidad de formar con integralidad a los docentes, pues ellos tienen en sus manos la formación del futuro de la Patria.

En dos o tres años se satisfará el déficit de maestros en la enseñanza primaria y especial, gracias a los 18 mil graduados de las 26 escuelas pedagógicas y los más 25 mil que en la actualidad cursan estudios en estas, afirmó.

Díaz-Canel Bermúdez dijo que es necesario dar prioridad a los jóvenes recién graduados, aprovechar todo su entusiasmo y darles todas las posibilidades para que se superen y formen parte en la toma de decisiones.

Insistió en la importancia de la preparación metodológica de los profesores, de dar la atención necesaria al personal docente y de enriquecer la planificación en todos los procesos.

El Presidente cubano, quien había escuchado atentamente el debate generado en una de las comisiones del seminario, resumió que los principales postulados eran defender la calidad de la enseñanza, hacer un mayor trabajo metodológico desde la base, disfrutar los beneficios del trabajo en red y ejercer la pedagogía de una manera creativa.

También se refirió a la importancia de utilizar la comunicación e Internet para difundir cada una de las conquistas de la Revolución y callar las mentiras de la prensa enemiga, para lo cual es vital avanzar en el proceso de informatización de la sociedad.

Recalcó que los maestros tienen que distinguirse por leer, investigar, y por difundir las ideas de Martí, Fidel, Raúl y otros grandes intelectuales tales como Cintio Vitier y Graziella Pogolotti.

Finalmente, exhortó hoy a todos los educadores cubanos a participar en el desfile por el Día Internacional de los  trabajadores, por celebrarse el próximo Primero de Mayo.

Como parte de la clausura, se entregaron reconocimientos a profesores y cuadros destacados del sector, tales como la Orden Frank País de Primer y Segundo grados, la medalla José Tey, la Distinción Por la Educación Cubana, entre otros.

Fuente: http://cubasi.cu/index.php?option=com_k2&view=item&id=76683:exhorta-diaz-canel-a-perfeccionar-la-educacion-entre-todos&Itemid=

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