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De la opresión a la esperanza: el legado de Grandes Maestros Latinoamericanos a la NEM

Por: Adriana Yolanda Domínguez Cornejo

 

«Cada uno de los maestros latinoamericanos de los que este sencillo artículo habla, merecen con total justicia, artículos independientes y libros completos que describan a detalle sus excelentes aportes en la forja del pensamiento pedagógico decolonial…»

Opresión y esperanza representan dos conceptos que sintetizan de manera integral las ideas pedagógicas de grandes maestros latinoamericanos como Simón Rodríguez, Domingo Faustino Sarmiento, José Martí, José Carlos Mariátegui, Ignacio Ramírez “El Nigromante”, Ignacio Manuel Altamirano, Justo Sierra hasta llegar a Paulo Freire quienes, como buenos hijos de su tiempo y de su época, levantaron su voz por la educación de las infancias, juventudes así como de las mujeres y de los hombres adultos de esta región del mundo que intentaba (intenta) superar un colonialismo arraigado en su historia, en su piel y en su espíritu; ellos desenvainaron su pluma, esgrimieron un ideario educativo revolucionario que defendieron en la práctica, portando muchas veces el sencillo traje del profesor de aula; algunas más, el del guerrero en el campo de batalla o el del literato y poeta en la soledad de sus aposentos; otras tantas, el del militante, el del reo político, el del exiliado o el del repatriado o inclusive, el del funcionario público que edificó los cimientos del sistema educativo de su nación.

Todos y cada uno de ellos han heredado a las maestras y a los maestros de este cambiante siglo XXI, a partir de sus inspiradoras y paradigmáticas biografías, una aleccionadora congruencia entre la vida y la obra y especialmente, una vigencia de sus ideas pedagógicas que traspasan las fronteras geográficas y temporales hasta lograr alcanzar a una naciente Nueva Escuela Mexicana (NEM) que busca un genuino cambio educativo con mayor identidad en lo latinoamericano, en la educación popular, en los saberes comunitarios, a partir de un pensamiento crítico y decolonial, fundamentado en las epistemologías del sur y, especialmente, buscando, la reivindicación social y humanista que absolutamente todas las mexicanas y todos los mexicanos necesitamos y merecemos en este justo momento de nuestra evolución como país y sociedad a partir de los escenarios que toca el manto incluyente de la educación pública.

¿Y de dónde retomo las conceptualizaciones de “opresión” y “esperanza”? Ciertamente, de todos los maestros latinoamericanos antes mencionados porque de una u otra forma aluden en sus escritos a estas dos caras de la praxis educativa en la región latinoamericana, aunque particularmente quien los explica y los abraza a profundidad, es el último de la lista, el más reciente en su ser y acontecer y, posiblemente, el más reconocido y cercano para el profesorado: Paulo Freire. Por lo que, a continuación, detallo el sentido que el educador brasileño otorga a estos términos.

Veintidós años son el tiempo que separa la publicación de dos libros pilares para comprender la pedagogía decolonial nacida en Latinoamérica: Pedagogía del oprimido publicado en 1970 y Pedagogía de la esperanza. Un reencuentro con la Pedagogía del oprimido, en 1992; ambos textos, legado del maestro Paulo Reglus Neves Freire, mejor conocido como Paulo Freire (1921-1997). El primer libro detona el origen de una reflexión avasallante para cualquier lector: desde un enfoque dialéctico, o eres opresor o eres oprimido en cualquier contexto en el que te posiciones: económico, político, social y, enfáticamente, en el educativo. Una perspectiva ontológica y epistemológica verdaderamente telúrica, cimbreante para las conciencias de las y los docentes de cualquier época, más aún si niegan o justifican dicha opresión.

Ergo, Freire a lo largo de las memorables páginas escritas desde el exilio, en su Pedagogía del oprimido nos invita a romper esas relaciones antagónicas de poder, siempre verticales y violentas a través de una “praxis que es reflexión y acción de los hombres sobre el mundo para transformarlo” (Freire, 1987, p. 43). En efecto, una praxis basada en el encuentro dialógico y horizontal de iguales, que configura una educación que es problematizadora y liberadora a la vez, dejando atrás y para siempre, la de tipo bancaria, ésa que se caracteriza por ser un mero “acto de depositar en el cual los educandos son los depositarios y el educador quien deposita” (Freire, 1987, p.72); en otras palabras, abandonar las transferencias de “conocimientos” (que realmente son datos, información acumulada) en la mente del otro, al que se le resta autonomía en la construcción de su saber.

Respecto al segundo libro referido, con un Freire ya en la madurez de su pensamiento pedagógico y nuevamente radicado en Brasil tras el exilio, brinda testimonio de sus años de lucha por la educación popular y la alfabetización crítica con trabajadores desarrolladas en diversas latitudes del orbe, recapitula experiencias que lo llevan a la orilla en un mar de reflexiones y que le permiten replantear la Pedagogía del oprimido al agregar un espléndido complemento semántico con honda carga emotiva: de la esperanza, que de ninguna manera se contrapone a su posicionamiento respecto a la opresión, sino más bien lo fortalece, para animar la misión de todo educador progresista, diciendo que la “esperanza es necesaria pero no es suficiente. Ella sola no gana la lucha, pero sin ella la lucha flaquea y titubea. Necesitamos de la esperanza crítica como el pez necesita el agua incontaminada” (Freire, 1993, p.8).

De esta manera, llama a asumir esta esperanza crítica como educadores, una esperanza que indudablemente no es pasiva, sino activa; no es ingenua, sino perspicaz y precavida; no lucha por utopías sino por realidades concretas y asequibles; en fin, se trata de una esperanza como motor de acción para combatir y resistir las múltiples manifestaciones de la opresión que se camufla con rostros multiformes (de amabilidad, manipulación y engaño que esconden explotación y abuso colonial, capitalista o patriarcal) en todas las épocas y lugares y que la educación, potencialmente, puede hacer consciente y con base a esta toma de conciencia construir un mundo mejor, entendido como “un mundo donde mujeres y hombres se hallen en un proceso de liberación permanente” (Freire, 1993, p.62).

De manera análoga a Freire, Simón Narciso de Jesús Carreño Rodríguez, identificado mejor como Simón Rodríguez (1769-1854) analizó la opresión bajo la lente de la esperanza desde Venezuela, en una época que transitaba del colonialismo virreinal a la república independiente, primeramente como maestro y guía del libertador Simón Bolívar y brillantemente, como pensador vanguardista e independiente, que abrazó la educación popular como el espacio para conquistar una autonomía pedagógica latinoamericana sin imitar modelos europeos y lograr la inclusión de los pueblos indígenas, de pobladores de todas las razas y credos, particularmente los más pobres, dentro de las aulas (Puiggrós, 2005) y asimismo, rescatando la enseñanza de los oficios y saberes populares dentro del currículum escolar.

Igualmente, Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) cimentó las bases de la educación en Argentina con ideas civilizatorias genuinas, encontrándose en la encrucijada de trascender su pensamiento reformista a partir de la función pública como presidente de su nación, esto es, trascender la esperanza, que no siempre es posible ni viable ni pertinente; José Julián Martí Pérez, el gran José Martí (1853-1895), prócer de la Guerra de Independencia de Cuba, quien, entre sus polifacéticas cualidades, así como su abundante literatura educativa, empoderó a las infancias con la edición de la espléndida revista La Edad de Oro (1889) generó auténtica esperanza para las niñas y los niños de su pueblo.

No omito mencionar a El Amuta (el maestro, en quéchua), José Carlos Mariátegui La Chira (1894-1930) quien desde el exilio bosquejó la educación peruana con los matices marxistas buscando la toma de conciencia de la clase trabajadora para conquistar su emancipación ideológica y cultural. Finalmente, delineo acaso, el pensar educativo de tres maestros que creyeron que, gran parte de la evolución de nuestro México tenía que emerger de los salones y las escuelas: Ignacio Ramírez Calzada “El Nigromante” (1818-1879) ferviente ideólogo liberal y acérrimo defensor de la educación indígena; posteriormente su discípulo, Ignacio Manuel Altamirano (1834-1893) encarnación de la formación intelectual autónoma como senda de emancipación de los pueblos originarios y, además, entre sus muchos aportes, fundador de la Escuela Normal de Profesores de México, la cual, por cierto, tuvo mayor auge e impulso durante el porfiriato, tiempo en el que Justo Sierra Méndez (1848-1912), El Maestro de América, discípulo a su vez de Altamirano, así como creador del proyecto de Universidad Nacional de México, buscó, comprometidamente, elevar los niveles educativos y culturales de los nacidos en tierra azteca durante los albores del siglo XX, a partir de su inserción en la función pública.

Cada uno de los maestros latinoamericanos de los que este sencillo artículo habla, merecen con total justicia, artículos independientes y libros completos que describan a detalle sus excelentes aportes en la forja del pensamiento pedagógico decolonial nacido en Latinoamérica, ya que estas líneas sólo aspiran a incitar la curiosidad de los lectores, para que exploren estas magistrales joyas en las vetas de una historia emergente de la educación, que otorga sólidas bases a una NEM que florecerá paulatinamente con la sensibilidad, creatividad y entusiasmo del magisterio nacional.

A manera de colofón: En estos días que circundan la conmemoración del Día del Maestro en nuestro país, solamente quiero decir que dedico estos renglones a mis estudiantes normalistas y pares docentes de todos los niveles educativos, exhortándoles a colorear su enseñanza con esperanza y determinación; a trastocar el matiz del monólogo por la luminosidad del diálogo en la clase; a trazar relaciones más simétricas en los ámbitos escolares evitando ser opresor (a) y tampoco permitir ser oprimido (a); a combatir de forma inteligente, con estudio, investigación, saberes y praxis educativa decolonial cualquier forma de injusticia o exclusión que lastime o inhiba la mente, el alma y la conciencia de sí mismos, de sus educandos o de sus comunidades; a ser innovadores y no tan conservadores; a problematizar para liberar; a sonreír más…

Referencias:

Freire, P. (1987). Pedagogía del oprimido. Siglo Veintiuno Editores.

Freire, P. (1993). Pedagogía de la esperanza. Un reencuentro con la Pedagogía del oprimido. Siglo Veintinuno Editores.

Puiggrós, A. (2005). De Simón Rodríguez a Paulo Freire. Educación para la integración iberoamericana. Convenio Andrés Bello. Colección Confluencias. Disponible en: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20190930040039/puiggros_de_simon_rodriguez_a_paulo_freire.pdf

TEMÁTICAS: NUEVA ESCUELA MEXICANA | PLAN DE ESTUDIOS 2022 | SEP
Adriana Yolanda Domínguez Cornejo
Adriana Yolanda Domínguez Cornejo
Maestra en Formación Docente y Especialista en Formación de Formadores. Docente de la Escuela Normal de Educación Física de Toluca, me apasiona el estudio, interpretación e investigación del amplio universo educativo desde nuevos enfoques.
Fuente de la información:  https://profelandia.com

 

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Darnos a la tarea de la construcción de la teoría política cooperativa.

Por: José Yorg

“En sociedades donde la oligarquía concentra en sus manos los medios de comunicación, y esto ocurre hoy en la mayoría de las sociedades del mundo, la ignorancia política es una catástrofe. El cóctel de sociedades con un bajo nivel, en general, de alfabetización política de su población, y la existencia de medios de comunicación concentrados por un bloque de poder oligárquico que produce desinformación, manipula a la ciudadanía y construye una opinión pública favorable a sus valores e intereses, es letal para la democracia y, lo que es peor aún, para el desarrollo de la nación y el bienestar general del pueblo. Aquí está la razón de ser de esta propuesta que presentamos: “promover la elevación del nivel de alfabetización política de la ciudadanía que conforma el amplio campo popular”. José Luis Lens.

“Sería en verdad una actitud ingenua esperar que las clases dominantes desarrollasen una forma de educación que permitiese a las clases dominadas percibir las injusticias sociales en forma crítica”. Paulo Freire.

Nuevamente interrogamos: ¿Existe una teoría política del cooperativismo? ¿Qué es la teoría política del cooperativismo? ¿Por qué es importante conocer la teoría política del cooperativismo? La tarea fundamental del Foro del poder político cooperativo Latinoamericano es indagar, estudiar a fondo la temática y elaborar una tesis.

Partimos necesariamente de la regla cooperativa que está inserta incluso como característica de las cooperativas en la normativa que regula jurídica y contablemente estas entidades como la Ley 20337 de Argentina, nos referimos en concreto a la “neutralidad política”.

Naturalmente nuestra posición a esta regla es antagónica, es más, nos parece un absurdo y contrasentido doctrinal y filosófico y más aún, político, pues, el cooperativismo es un movimiento que expresa su reacción contraria al capitalismo industrial en su etapa fundacional, y ello implica, esa reacción y posición contraria, una posición política con todas las letras.

En este punto tropezamos con el primer elemento de la incipiente teoría política del cooperativismo que, a nuestro juicio, estamos prefigurando, puede utilizarse para determinar y justificar los criterios de la teoría política del cooperativismo:

Análisis conceptual de las categorías que constituyen la reflexión política de los fundadores del cooperativismo sobre la sociedad tal y como se les presentaba a la clase trabajadora, una sociedad cuyo poder económico y político impusieron una trama de relaciones desventajosa para el trabajador, como el poder, el Estado, la comunidad, la justicia, la propiedad, etc.; etc.

Ese acto de juzgamiento sobre la sociedad del siglo XIX lo hicieron a la luz de las ideas y postulados socialistas, naturalmente, una visión política.

Análisis conceptual sobre el juzgamiento de los Pioneros, quienes no se detuvieron en la mera crítica, sino que promovieron una visión de sus ideas, es decir, caracterizaron la sociedad nueva y cooperativa, con nuevos valores y principios, una visión filosófica política transformadora y contestataria. Una visión teórica política rupturista con la sociedad capitalista.

Como vamos argumentando, la teoría política del cooperativismo se ocupa de la reflexión y  análisis conceptual que realiza sobre las formulaciones doctrinales e históricas expuestas por los teóricos y realizadores cooperativos, con el firme propósito de que estas  nociones teóricas-elementos concluyentes-resulten prácticas a la hora de hablar, estudiar o debatir sobre esta propuesta y que luego podamos movilizarlas.

Entonces, la teoría política cooperativa se nos presenta como una guía para la acción, pero que además, nos permite afirmar nuestra propia identidad y coherencia doctrinal. Repetimos, que es la conclusión filosófica cooperativa a partir de lo que examinamos y cotejamos sobre la sociedad, el Estado, el poder, y todos los elementos que encajan bajo la ciencia política.

Y es a partir de esto mismo que habría que entender la lectura, el estudio y la constatación fehaciente de estas afirmaciones para hacer teoría política cooperativa.

La neutralidad política es castración intelectual.

“¿Cuáles son los costos de la ignorancia política? Una ciudadanía con un bajo nivel de alfabetización política es una ciudadanía desempoderada. Una ciudadanía sin formación política y desinformada es un blanco perfecto para la manipulación de la oligarquía. A una ciudadanía en estas condiciones se le puede mentir, engañar, faltarle el respeto e insultar su inteligencia, sin que ella se dé cuenta, lo que es penoso y degradante” José Luis Lens.

Pero, a esta altura surgen interrogantes sobre el aporte que requiere el cooperativismo de la intelectualidad cooperativa sobre la temática que estamos discutiendo, más allá de la vigencia de los trabajos que nos legaron, por ejemplo, León Schujman, y sus formidables aportes, uno en especial que incorporamos “El método de análisis y el contenido teórico del enfoque cooperativo”.

Los intelectuales del cooperativismo actual parecieran que han claudicado a producir adelantos y enfoques científicos y académicos sobre la temática del “poder político cooperativo”. Se han colocado en una situación estéril, políticamente, pero peligrosa, dado que la “neutralidad política” es castración intelectual que tiene un costo brutal, tal como lo dice Lens en la cita precedente.

Ahora ¿Cuál fue la visión de la sociedad que prefigura Robert Owen? “Para que la reorganización de la sociedad beneficie a la raza humana tiene que ser completa en todas sus partes. Es necesario que las cosas viejas perezcan y todo se renueve. La religión, las leyes, el gobierno, las clases, las instituciones y todas las reglamentaciones comerciales del viejo mundo, deben ser puestas de lado y abandonadas apenas se realice la nueva organización y ocupe el puesto de aquella que incluye en su seno toda la vieja miseria humana”.

Si esas anticipaciones no están expresando una posición política del reformador social galés sobre el régimen del gobierno y de la sociedad del siglo XIX  ¿Qué son?

Esa prefiguración de Owen, el padre de la cooperación, “de la sociedad que beneficie a la raza humana” es el objetivo del cooperativismo, su razón de ser, por medio de las cooperativas, pero, políticamente, se ha abandonado.

Ahora, hoy estamos en el siglo XXI en pleno capitalismo financiero, y la humanidad enfrenta no tan sólo el incremento del infortunio más despiadado pese al avance de la ciencia y la técnica más revolucionaria que podría ayudar a la resolución de tanta penuria, sin embargo, también la naturaleza es ferozmente atacada.

Cabe cuestionar severamente: ¿Cuál es la teoría política cooperativa ante el desastre provocado por el capitalismo? Cruzarse de brazos y seguir recitando las bondades del cooperativismo, no ayudan para nada.

Los valores y principios cooperativos y la visión de Robert Owen ya están prefigurados en las iniciativas y acciones que orientan al cooperativismo, y por ello, sumamos nuestros esfuerzos y nos damos a la tarea de la construcción de la teoría política cooperativa”.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Fotografía: Raúl Rodríguez

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Educación es vida

Por: Noel Aguirre Ledezma

 

Paulo Freire, uno de los más grandes educadores de América Latina y el Caribe, en el libro El grito manso dice que las personas “somos seres históricos que se hacen y rehacen socialmente” y “en cuanto seres históricos, somos seres incompletos, inacabados o inconclusos”. Además, a diferencia de otro ser vivo, “conseguimos hacer de nuestra existencia algo que es meramente vivir” y es en este momento que nos “sabemos que somos inacabados, en esta radicalidad de la experiencia humana reside la posibilidad de la educación. La conciencia del inacabamiento… (es) lo que llamamos la ‘educabilidad del ser’. La educación es entonces una especificidad humana”. También señala que los seres humanos constantemente estamos “leyendo el mundo”, es decir que “Muchos siglos antes de saber leer y escribir, los hombres y las mujeres han estado ‘inteligiendo’ el mundo, captándolo, comprendiéndolo… Esa capacidad de captar la objetividad del mundo proviene de una característica de la experiencia vital que nosotros llamamos curiosidad. La curiosidad es, junto con la conciencia del inacabamiento, el motor esencial del conocimiento.” Es más, “la curiosidad nos empuja, nos motiva a develar la realidad a través de la acción.” Es un “movimiento constante de búsqueda” que necesariamente está ligada a la esperanza, por lo que los seres humanos “son esperanzados, no por obstinados, sino como seres buscadores. Es la condición del buscar humano: hacerlo con esperanza. La búsqueda y la esperanza forman parte de la naturaleza humana.” La esperanza no supone “esperar que las cosas ocurran”, es un compromiso y militancia con la rebelión, emancipación y liberación, se trata de construir el realismo esperanzado y crítico que “es un imperativo existencial e histórico necesario, pero no suficiente. La esperanza sola no transforma el mundo, pero no es posible prescindir de ella si se quiere cambiarlo.”

Estas reflexiones tienen un corolario con otro planteamiento de Paulo Freire, esta vez en su libro Pedagogía de la autonomía, en el que manifiesta: “En verdad, el inacabamiento del ser o su inconclusión es propio de la experiencia vital. Donde hay vida, hay inacabamiento.”

Asumiendo los planteamientos de Freire, la educación es propia de la especificidad humana, de tener conciencia que somos seres inacabados y como tal estamos en constante búsqueda del sentido de nuestras vidas y en permanente construcción de esperanzas críticas y emancipadoras. Parafraseando, donde hay vida, hay conciencia y ética de las y los humanos que somos seres inacabados, hay búsqueda y esperanza, hay educación.

Entonces, ¿tiene algún sentido seguir pensando que la educación es sinónimo de escuela? La escuela no supone solo la educación primaria sino el espacio formativo donde hay cronogramas y horarios establecidos, currículo previamente definido, un maestro que enseña y estudiantes que aprenden, evaluaciones y calificaciones que son de dominio del profesor, etc. Estas “escuelas” existen en la primaria, secundaria, universidad e inclusive en instituciones que dicen ofrecer una “educación de alta tecnología”. La educación es mucho más que escuela, más en los tiempos actuales. La educación se realiza en el sistema escolarizado y también en los hogares, en el taller, en los lugares de siembra, por medio de los medios de comunicación, las redes sociales, los amigos del barrio, cuando cultivamos deportes o artes. La educación puede ser formal y también permanente, popular y comunitaria, está en todos los espacios de la vida. Es parte de la dinámica de las sociedades que se construyen y deconstruyen permanentemente, depende en gran parte de su “lectura del mundo”, su accionar y de todo lo que hagan los actores involucrados para reproducir o transformar la sociedad.

La educación es a lo largo y ancho de la vida. Se puede y debe aprender en cualquier edad, y se realiza en todos los contextos de la vida y a través de distintas modalidades y medios. Reconoce, valora y desarrolla procesos formativos pertinentes a la diversidad de la población, sea por criterios de género, capacidad, contexto socioeconómico, identidad cultural, etc.

La educación es el “latido” de la sociedad, mientras haya vida habrá educación. Implica, en consecuencia, cambios profundos en la manera convencional de entender y organizar la educación, la política y práctica educativa, así como la transformación de la educación. Es una invitación a asumir derechos y también responsabilidades.

Noel Aguirre Ledezma es educador popular, maestro y pedagogo.

Fuente de la información: https://www.la-razon.com

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Libro (PDF): Teoría y resistencia en educación. Henry Giroux

Prologo de Paulo Freire 

Es difícil sentarse a escribir un prefacio para la edición en español de un libro de Henry A. Giroux no precisamente por las dificulta- des teóricas y las implicaciones político-educativas que entraña el pensamiento de este autor, las cuales seguramente serán motivo de interés, atención, duda y preocupación por parte del lector a lo largo de su recorrido por el libro, sino porque el hecho mismo representa un momento culmine de un proceso en el que hemos participado de muy diversas maneras un gran número de educado- res mexicanos, principalmente de distintas universidades de los estados y de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Llegar a este acariciado momento significa muchísimas cosas, principalmente el encontrarnos cada vez más cerca del momento en que esta obra básica del pensamiento educativo crítico contem- poráneo podrá estar en manos de miles de lectores de habla hispana de México y de otros países de América Latina, seguros de que la contribución que en estas páginas encontrarán será invaluable.

Significa valorar, después de haber recorrido un largo camino, la tarea que apenas se imaginó cuando llenos de entusiasmo toma- mos la iniciativa para que se tradujera este libro.

Descargalo aqui: Teoria-y-Resistencia-Henry-Giroux

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CII-OVE: Escuela internacional sobre del Pensamiento pedagógico Paulo Freire (Videos)

Otras Voces en Educación 

En el 2021 juntos a la CEIP Histórica realizamos varias escuelas internacionales con grandes y reconocidos invitad@s 🤓, de las cuales les estaremos compartiendo los link de las diferentes escuelas

En esta oportunidad l@s invitamos a ver, escuchar y compartir los encuentros y reflexiones de la escuela internacional sobre del Pensamiento pedagógico Paulo Freire 👇🏻

1)Alfonso Torres (Colombia) https://www.youtube.com/watch?v=b3e8iMm7omI&t=39s


2)Carlos Rodriguez Brandao (Brasil), quien trabajo junto a Paulo Freire
https://www.youtube.com/watch?v=LXJ4j78nTP0&t=2060s


3) Lidia Rodríguez (Argentina). https://www.youtube.com/watch?v=Oh0Qs7hc9QI&t=17s


4) Maria Teresa Sirvent (Argentina) https://www.youtube.com/watch?v=7yaA8bpLc2c&t=22s


5) Nelida Céspedes (Perú) https://www.youtube.com/watch?v=2Gg9pfbc-RI&t=17s

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Paulo Freire y acto de leer

Para Freire, el actor de leer, es un ejercicio de la libertad humana.

La obra del pedagogo brasileño Paulo Freire abarca un gran número de temáticas educativas en las que se vio envuelto, su quehacer transformador lo llevó a poner en práctica una serie de preceptos que reflexionó con el paso de los años, sus propuestas buscaron siempre el sustento en la realidad, a partir de ella ideó el cambio social de la mano de su principal planteamiento pedagógico que conocemos como Educación Popular.

Entre sus escritos enfocados a la lectura, podemos destacar “La importancia del acto de leer”, una propuesta que originalmente presentó en el Congreso Brasileño de Lectura, realizado en Campinas, Sao Paul, Brasil, en 1981, donde expuso un análisis crítico de lo que se ha entendido como leer. En el documento Freire explica que –bajo su concepción- el acto de leer conlleva tres tiempos: en el primero encontramos al individuo, quien efectúa una lectura previa de las cosas del mundo que lo rodea, se trata del primer contacto con el entorno representado por signos y símbolos, que se manifiestan en los olores, ruidos y sentidos, en las creencias, valores, preferencias y todo tipo de acto humano, siempre con una enorme carga sociocultural dependiendo del lugar en que se habite. Un segundo tiempo se presenta cuando el ser humano realiza la lectura de las palabras escritas previo el proceso de aprendizaje en los sistemas generalmente estandarizados de la educación “formal”. El tercer y último tiempo acontece cuando el ser humana lleva a cabo una relectura y reescritura del mundo que lo rodea, involucrando la conciencia como un elemento activo enfocado a la transformación.

Freire afirma que: “la lectura del mundo precede a la lectura de la palabra, de ahí que la posterior lectura de ésta no pueda prescindir de la continuidad de la lectura de aquél”. La concepción que presenta el educador latinoamericano se contrapone de manera directa a la mecanización y memorización características del acto de leer entendido como la descripción de los contenidos, careciendo de profundidad al no posibilitar la generación de conocimiento significativo por la falta de un proceso real de interiorización del saber. El autor de “La pedagogía del oprimido” es muy claro al referir que: “la comprensión del texto —afirma— es alcanzada por su lectura crítica, es decir, implica la percepción de relaciones entre el texto y el contexto”. Por ello, el primer tiempo de lectura descrito líneas arriba es fundamental, pues de la conciencia que desarrollamos sobre el mundo, es de donde surgirá nuestra interpretación del mismo.

La enajenación del ser humano sobre su contexto es una de las grandes limitantes para la generación de pensamiento crítico, la lectura memorística únicamente desarticula la posibilidad de cambio, carece de relevancia en este sentido la cantidad de textos utilizados en el estudio, si previamente se ha desactivado la conciencia sobre el entorno en el que el ser humano interactúa, al acontecer lo anterior se desarticula toda relectura y reescritura de la realidad, el ser enajenado únicamente reproduce mecánicamente lo que se le impone.

La salida de la enajenación está para Freire vinculada a la alfabetización, entendida como un acto creador asociado a la conciencia sobre la realidad, la praxis se presenta como idea-acción en el proceso dialéctico, posibilitando al ser humano efectuar una lectura crítica de todo, que en términos generales es para Freire el verdadero acto de leer, tal y como menciona: “la lectura crítica de la realidad, dándose en un proceso de alfabetización o no, y asociada sobre todo a ciertas prácticas claramente políticas de movilización y de organización, puede constituirse en un instrumento para lo que Gramsci llamaría acción contrahegemónica”. Para Freire, el actor de leer, es un ejercicio de la libertad humana.

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Libro – Paulo Freire: un educador en el mundo (PDF)

Paulo Freire: un educador en el mundo

Fernando de la Cuadra

Reseña del libro-homenaje Paulo Freire Centenário: um educador no mundo, de Adelaide Gonçalves, Débora Dias y Fernando de la Cuadra (eds.)

Comenzando el mes de abril fue lanzado en Portugal el libro-homenaje del gran educador brasileño, titulado Paulo Freire Centenário: um educador no mundo. El libro es una recopilación de artículos publicados por Freire en Chile y en Portugal, los cuales fueron organizados por las profesoras Adelaide Gonçalves y Débora Dias, junto con el autor de esta breve reseña. Tal como se advierte en la presentación del mismo: “Este es un libro de Paulo Freire, con la presencia y la palabra del educador en entrevistas, en debates y en escritos autobiográficos. Es la reflexión y la memoria de Paulo Freire por él mismo, una memoria que nunca fue en primera persona, que se hace en plural a pesar que se refiere a sí mismo, incluso cuando expone su sensibilidad y los modos como fue realizando su lectura del mundo”.

Este libro-homenaje a Paulo Freire, recuerda su centenario con la publicación de textos inéditos en Portugal, juntando escritos autobiográficos, debates y entrevistas. En ellos se puede percibir que Freire se transformó en un educador del mundo y en el mundo por la amplia difusión de sus ideas filosóficas, de su método pedagógico y de su acción emancipadora, primero en Brasil, después en Chile, continuando en países de América Latina, Estados Unidos, Europa, Asia y Oceanía.

En relevo se encuentran momentos claves de la trayectoria de Paulo Freire y el itinerario internacionalista de un pensamiento cuja recepción fue marcada durante largos años por la censura, por una circulación clandestina y por el exilio. En el libro, Paulo Freire cuenta sus experiencias en el ámbito de la pedagogía y la alfabetización de adultos en varios países, especialmente en Brasil, Chile, Guinea-Bissau, San Tomé y Príncipe, Angola y Cabo Verde.

También reúne entrevistas y conferencias dictadas en Chile y Portugal, en las cuales se exponen sus ideas filosóficas y su método de enseñanza, el que actualmente es aplicado en una escala global. Dicho método que fue siendo elaborado ya en los años cincuenta del pasado siglo, superaba el dualismo profesor/alumno para construir en conjunto el proceso de aprendizaje, resaltando el conocimiento y la realidad presente en los diversos sujetos participantes en esa acción pedagógica.

En muchos de sus estudios, argumentaba -a partir de una lectura dialéctica realizada del ensayo de Frantz Fanon Los condenados de la tierra– que la opresión deshumaniza tanto a los oprimidos como a los opresores y que las luchas emancipatorias de aquellos que se encuentran en una condición de subordinación son, en última instancia, una tarea que implica la liberación simultánea de sí mismos y de sus opresores. En síntesis, Paulo Freire se entregó por entero a una causa y a un proyecto humanista y pedagógico, en que generaciones seguirán aprendiendo y por el cual será siempre recordado con admiración y respeto.

El libro puede ser encomendado aquí: https://bit.ly/3lYucM0

Fernando de la Cuadra es doctor en Ciencias Sociales, editor del blog Socialismo y Democracia y autor del libro De Dilma a Bolsonaro: itinerario de la tragedia sociopolítica brasileña (editorial RIL, 2021).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/paulo-freire-un-educador-en-el-mundo/

 

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