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El perfil humano del Apóstol

Por: Graziella Pogolotti

Siempre quise visitar Playita de Cajobabo. Aspiraba a conocer un sitio de peregrinación, un lugar sagrado de la patria. Cuando pude hacerlo, la experiencia resultó estremecedora. En aquel paisaje concreto, saltando por encima del tiempo transcurrido, estaba tocando con las manos la presencia viva del Apóstol.

A plena luz del día, bajo un sol resplandeciente, palpé la arena áspera y rugosa, tan distinta a aquella otra, suave y fina, donde hubiera podido jugar —con aro, balde y paleta—  la niña de los zapatos de rosa. Del mar emergían rocas filosas como garfios. Imaginé entonces esa noche oscura de 1895, cuando remeros luchaban contra oleajes, evadiendo las amenazas ocultas por el agua después de haber escapado al acoso de un enemigo bien informado acerca del movimiento de los conspiradores.

Entre esos hombres de manos curtidas, José Martí tensaba los músculos en descomunal esfuerzo. Endeble el cuerpo, minada la salud, marcado por las heridas abiertas de los grillos en sus tiempos de adolescente sometido a trabajos forzados en las canteras de La Habana, cargaba fusil, balas, botiquín de primeros auxilios, libros y papeles. Vencía el dolor y el agotamiento, porque la Isla lo estaba esperando. Después del desembarco lo recibió el esplendor de la naturaleza virgen, la acogida generosa de los campesinos dispuestos a ofrecer hamaca para el reposo, y alimento para recuperar fuerzas y proseguir la dura marcha que hermana hombres.

En el breve tránsito que lo condujo a Dos Ríos, Martí no conoció el descanso. Mientras otros dormían, fijó sus vivencias en un diario que constituye uno de los más hermosos textos literarios de nuestra lengua. Hecho con prisa y despojado de artificios, anuncia algunas audacias de la vanguardia. Las páginas parecen brotar de una poderosa necesidad interior. Escribirlas le deparó, sin duda, instantes de plenitud y disfrute, porque en noches febriles y sueño escaso, el deber, siempre vigilante, le demandaba otras tareas. Había que proseguir la vindicación de Cuba en la prensa de Nueva York. La ternura también impone su exigente mandato. Encontró el momento para aconsejar a la pequeña María Mantilla sobre su porvenir posible como maestra en escuelita propia y sobre los requisitos del arte de traducir.

Volcó su proyecto hacia los pobres de la tierra. La pobreza fue su compañera de siempre, desde su edad primera en la modestísima casa de La Habana. Niño todavía, actuó como amanuense de su padre, obrero y soldado, en los trabajos que emprendiera en el Hanábana. A su talento y su voluntad esforzada debió la ayuda que le prestara su maestro Mendive. Con los desamparados del mundo padeció el horror del castigo en las canteras. Concluidos sus estudios en Zaragoza renunció al acomodo de una carrera de abogado. Optó por el sacrificio máximo para abrir camino a la cristalización tangible del sueño de la patria. Se convirtió en peregrino y aprendiz de América. En México, en Venezuela, en Guatemala, su trabajo cotidiano de maestro y periodista le permitió conocer, desde lo más profundo de la realidad, el panorama de nuestras repúblicas maltrechas. Con esas armas, inició su tarea definitiva en Estados Unidos.

El hombre de la levita gastada y de frágil contextura física desempeñó entonces una tarea gigante. Conoció el país volcado hacia su destino imperial mejor que sus contemporáneos situados a ambos lados del Atlántico. Percibió que el futuro de su Isla estaba ligado, de manera inseparable, al de la América nuestra. Juntó voluntades. Lo hizo en los espacios públicos a través de su palabra ardiente y en el contacto directo persona a persona. Atenido a las características de su interlocutor, empleó la persuasión y fue intransigente en los principios cuando lo consideró necesario. Así lo revela su correspondencia. Mucho más debió haber en tanta palabra que la oralidad ha borrado. Las visitas al Cayo respondieron a la necesidad de involucrar a los obreros en la batalla de todos. Hospedado en la casa de los tabaqueros, compartiendo albergue, comida y cotidianidad, encontró aliento, consuelo y compensación espiritual. Hombre de ideas, no hizo nunca de ellas nociones abstractas esterilizantes, porque echó ancla en lo más profundo de la realidad social y en la dimensión concreta de los seres humanos.

Confieso que no me satisface la estatua marmórea erigida para perpetuar memoria y homenaje. Prefiero evocar al hombre de frente ancha y levita raída que puede seguir andando entre nosotros como Maestro de la conducta y la palabra, capaz de trascender los tiempos por seguir siendo útil en épocas de grandes desafíos, cuando las batallas se libran en el plano de la economía y en el ámbito sutil e intangible de las subjetividades.

Con fe inquebrantable en el mejoramiento humano, el hombre de La Edad de Orosembró futuro en las niñas y los niños de Nuestra América. Entró como amigo en su entorno más cercano para evocar a los héroes, entregar poemas, contar fábulas y abrir horizontes hacia un mundo sin fronteras, desde la exposición internacional de París hasta la vida de los anamitas. Así, como presencia familiar, debe permanecer entre nosotros, mucho más allá de las efemérides que siempre conmemoramos. Las suyas, al igual que tantas otras, no pueden reducirse al cumplimiento rutinario de una tarea. Su enorme legado, palpitante de razón y pasión, tampoco habrá de limitarse a la reiteración de citas, apotegmas  extraídos de sus contextos e integrados ya al saber común. Salgamos, así mismo, al encuentro del ser humano atravesado por cicatrices y desgarramientos. Esa proximidad estremecedora agiganta el mensaje de un peregrino que traspasa todos los tiempos y, ahora mismo, sigue andando entre nosotros.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2018/01/28/el-perfil-humano-del-apostol/#.Wm8_1Lzia00

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Gandhi, el personaje del siglo XX

Por: Ignacio Mantilla

Por estos días, más exactamente el 30 de enero, se conmemoran 70 años de un hecho que conmovió al mundo como pocos: el asesinato de Mohandas Karamchad Gandhi, más conocido como Mahatma Gandhi, líder de la no violencia, quien consiguió la independencia de la India después de luchar pacíficamente durante décadas, usando como única arma la verdad y el amor a los demás.

Su asesinato trascendió a todos los continentes y lo convirtió en un mártir de la humanidad. Y no es para menos, pues fue incuestionable el impacto que causó su muerte, pocos meses después de la liberación de la India y a escasos tres años de haberse puesto fin a la Segunda Guerra Mundial.

En el momento de su asesinato, este ideólogo pacifista ya se erigía como líder ejemplar que se anteponía a los métodos violentos usados por otros poderosos líderes. Con la consigna “La verdad te hará libre” y sin derramar ni una gota de sangre, consiguió lo que parecía imposible, mientras otros líderes, tras baños de sangre, no lograron lo que creyeron posible.

Su multitudinario funeral se llevó a cabo al día siguiente de su muerte. Se dice que dos millones de personas se agolparon a lo largo de los ocho kilómetros que recorrió el cortejo fúnebre hasta el lugar donde, siguiendo la tradición india, su cuerpo fue incinerado.

De su muerte fue acusado Nathuram Godse, nacionalista de ultraderecha, quien, indignado ante la separación de Pakistán, planeó su asesinato. Godse fue ejecutado en noviembre de 1949.

Gandhi no sólo era el artífice de la independencia de la India; era también un líder religioso para la población de mayoría hindú, querido y admirado por personas de todas las religiones y castas.

India es hoy el segundo país más poblado del mundo, después de China. Supera los 1.300 millones de habitantes y se afirma que en pocos años ocupará el primer lugar, teniendo en cuenta la tasa de crecimiento actual. En el año de 1800, la India contaba con 150 millones de habitantes y en 1947, año de su independencia, tenía 500 millones de habitantes, sumando la población de entonces de Pakistán y Bangladés, que hoy no forman parte de la India y que son también países muy poblados. Pakistán tiene actualmente cerca de 200 millones de habitantes y Bangladés unos 30 millones menos.

Estoy seguro de que en cualquier clasificación que se realice sobre los grandes personajes del siglo XX, sin importar el criterio que se elija para hacerla, aparecerá Gandhi en los primeros lugares de la lista, aunque es también probable que la sola contabilidad de citaciones de su nombre, por ejemplo, nos dé insospechadas sorpresas y la cifra sea superada por citaciones de líderes condenables.

Lo cierto es que ahora, cuando se cumplen siete décadas de su muerte, su mensaje está más vivo que nunca. Sin duda aún sentimos admiración por su capacidad de resistencia pacífica ante el dominio inglés, así como los métodos pacifistas utilizados para denunciar la situación desigual e injusta que vivía la población india. Su asesinato marcó el fin de una época y el inicio de una nueva, en la que, gracias a su conquista, Nehru pudo conducir una India libre e independiente.

En Colombia, el año de 1948 también traería, dos meses después del asesinato de Gandhi, la fatídica noticia de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, asesinado en el centro de Bogotá, avivando aún más la violencia que combatía Gandhi, la que él definía como el miedo a los ideales de los demás. Y en las últimas décadas nos hemos alimentado de noticias aterradoras de actos violentos que no deben repetirse.

Las enseñanzas de Gandhi son relevantes para nuestro país, para nuestro proceso de paz y en especial para la recomposición social y la reconciliación de los colombianos. Qué bueno fuera entonces que, aprovechando la conmemoración, realicemos en Colombia eventos que nos permitan conocer y reflexionar sobre la filosofía de la verdad y la no violencia, cultivada por Mahatma Gandhi.

La Embajada de la India y el Centro de Estudios sobre India de la Universidad Externado de Colombia han tomado ya esta iniciativa y anuncian un evento con la participación de reconocidos expertos.

Ojalá este 2018, año de grandes decisiones políticas en Colombia, sirva para consolidar la paz, retomando el mensaje de Gandhi: “No dejes que se muera el sol sin que hayan muerto tus rencores”.

Fuente: https://www.elespectador.com/opinion/gandhi-el-personaje-del-siglo-xx-columna-735677

Imagen: https://ciudades30.com/historia/quien-fue-mahatma-gandhi/

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Entrevista al sociólogo James Petras: «Debemos comparar a Martin Luther King con Rosa Luxemburgo: ambos lucharon contra la guerra»

Entrevista al sociólogo James Petras
«Debemos comparar a Martin Luther King con Rosa Luxemburgo: ambos lucharon contra la guerra»

 

Hernán Salina
CX36 Radio Centenario

 

«Martin Luther King también puso distancia con las organizaciones de negros que sólo buscaban terminar con las leyes racistas sin entrar en la lucha por la liberación social»

 

Hernán Salina: Empecemos por lo que está siendo noticia a nivel internacional, un episodio más de Trump, pero para conocer si esto tiene derivaciones políticas importantes, esto de los insultos del presidente de EE.UU. a algunos países latinoamericanos y africanos en una reunión con congresistas, ¿qué ha significado? ¿Hay algún cambio? ¿Esto genera algún movimiento político en la interna estadounidense?

JP: Bueno sí, porque los demócratas están aprovechandolo para debilitar a Trump y como Trump utiliza el lenguaje del imperialismo, han tenido resonancia entre la izquierda. Pero debemos ir al fondo del asunto, Trump es la culminación de una política estadounidense, no es la iniciativa hacia una nueva política.

Por ejemplo, entendemos que en Haití están los gobiernos de Clinton, Bush y Obama, que han destruido la economía de Haití, particularmente con la invasión y el desplazamiento del presidente Aristide. Entonces, lo que Trump está diciendo, acusando a Haití de ser un país de mierda, es una reflexión del debilitamiento, la destrucción de la economía, los fraudes que cometió la Fundación Clinton que robó 300 millones de dólares que debían ser para Haití.

También con El Salvador, debemos recordar que EE.UU. fue el apoyo de los derechistas en ese país que lanzaron las masacres, destruyeran el país y forzaran a cientos de miles de salvadoreños a salir del país. Los insultos de Trump son producto de lo que hicieran los gobernantes anteriores.

Con África tenemos muchos casos del pasado, el colonialismo que hizo tanto daño a África y causó las condiciones deterioradas de lo que ahora Trump llama la basura del mundo. Para citar un hecho, Obama lanzó la invasión de Libia. Libia era un país rico, positivo, con muchos beneficios sociales hasta que Obama y Clinton invadieron el país fomentando la violencia, tirando bombas, destruyendo la economía.

Como consecuencia de todo eso, los migrantes tenían que salir, migrantes de Haití, de El Salvador, de Libia y otros países de África. Entonces, cuando Trump empieza a atacar a los inmigrantes, debe hacer una autocrítica, llamar a EE.UU. el país de mierda. Mierda por los asesinatos de años y el robo de la riqueza de los países.

HS: Petras, ante esta situación, esta posibilidad de que cientos de miles de inmigrantes sean expulsados, ¿puede esperarse algún tipo de reacción del sistema político estadounidense y de las comunidades hispanas?

JP: Bueno, van a denunciar los insultos, van a denunciar la política de Trump, que está bien, que deben denunciarlo, un presidente payaso que ha hecho mucho daño a los pueblos. Entonces, deben denunciarlo.

Pero deben ir al fondo de lo que causa este tipo de insulto. Como decía, los países latinos deben criticar a Macri, deben criticar a Temer, deben criticar a Santos porque son ellos los que están colaborando con Trump ahora. Debemos denunciar los insultos de Trump, pero debemos ir más allá, debemos profundizar y decir, sí, Trump es un payaso, es una persona no potable. ¿Pero de qué trata Trump? Trata lo que hicieron los años anteriores los gobernantes en América Latina y los EE.UU. que facilitaron la destrucción de la economía en estos países y mucho más.

HS: Hemos leído que EE.UU. ha confirmado la creación de una fuerza de 30.000 combatientes, aduce que es para proteger la estabilidad territorial de Siria en la frontera con Turquía. Además tendría influencia en Irak que es vecina. Turquía está rechazando esta noticia como preocupante e inaceptable, el Gobierno sirio ha declarado que condena enérgicamente esta decisión, que es un atentado a la soberanía. ¿Qué cabe esperar de esta decisión de EE.UU.?

JP: Bueno, Washington busca en primera instancia financiar a los terroristas. Una vez que los sirios, con apoyo de Rusia, empezaron a ganar la lucha, Washington aumentó el número de combatientes estadounidenses y kurdos, para ocupar una parte del terreno del norte de Siria. Debemos entender entonces que la política actual de EE.UU. es la colonización de regiones de Siria frente a la oposición de Siria en el sur y Turquía en el norte.

El hecho es que Washington está usando a los kurdos como fuerza de choque, pero detrás de los kurdos hay miles de fuerzas especiales estadounidenses, hay armas estadounidenses, son las mentiras de Washington tratando de decir que ellos están creando un territorio de protección contra el terrorismo cuando ellos mismos son el respaldo del terrorismo. Y Turquía va a meterse en el conflicto ahora, porque los kurdos no quedan simplemente con la idea de ocupar una porción de Siria, quieren también ocupar parte del sur de Turquía, el distrito poblado por kurdos.

Entonces vamos a tener un conflicto muy complicado, Turquía contra los kurdos y contra Siria, Siria contra los kurdos, los estadounidenses y los turcos. Todos están luchando dentro del territorio de Siria y cada cual tiene sus propias ambiciones contra la soberanía de Siria. Incluso hay algunos izquierdistas despistados que están hablando de la lucha de liberación de los kurdos, que ahora mismo son colonia de EE.UU., es una cosa difícil de entender

HS: Pero va a haber un delicado equilibrio ahí ante las acciones militares de Siria con Rusia, con los aliados en esa línea donde va a haber presencia militar estadounidense. Habrá que ver hasta dónde pueden llegar con acciones militares que no generen una mayor tensión directa con EE.UU. ¿no?

JP: Sí, pero creo que los rusos son muy cautos y los sirios no van a atacar las bases de ocupación estadounidense. La otra cosa es que los estadounidenses están mezclados con los kurdos y los kurdos tienen ambiciones más allá de Siria. Entonces, lo más probable, lo vamos a ver en pocos días, es el conflicto turco-kurdo. Yo creo que es muy probable que en los próximos días Turquía lance un ataque fuerte contra los kurdos que sirven de punta de lanza de EE.UU. Hasta qué punto Turquía va a cruzar la frontera y entrar en el territorio ocupado por los kurdos, es algo para ver.

HS: Estamos a 15 de enero y hemos mencionado en la radio que corresponde a un aniversario del nacimiento de Martin Luther King en EE.UU. y del asesinato de la revolucionaria alemana Rosa Luxemburgo.

JP: Martin Luther King representaba una gran movilización de masas de afroamericanos, los progresistas blancos y la izquierda, tenía enorme respaldo en todas las acciones. Y lo más importante de Martin Luther King es que empezó con una lucha contra las leyes segregacionistas, las leyes racistas. Pero con el tiempo empezó a ampliar su lucha contra el guerrerismo estadounidense, las guerras en Indochina, Vietnam y contra la República Dominicana.

Más allá de eso, Martin Luther King empezó a mezclarse con la lucha de clases, los obreros sanitarios en el sur y también empezó a visitar los grandes centros urbanos donde vivían y viven muchos afroamericanos trabajando con salarios bajos, desocupados, sufriendo todas las consecuencias del capitalismo. Entonces, no es la imagen que celebran hoy en la fiesta de Martin Luther King, sólo quieren tratarlo como un luchador contra el racismo y no en la lucha social, la lucha contra las guerras y contra el imperialismo

HS: Por eso fue asesinado, por ese papel creciente que estaba teniendo…

JP: Absolutamente. Y luego del asesinato, la policía federal hizo la investigación con poca profundidad, poco interés, nunca buscaron a los que dirigieron el asesinato. Buscaron a un tipo de bajo nivel, un incapaz, no explican cómo pudo escapar, cómo pudo enfrentar a toda la policía de EE.UU. Después lo encontraron y lo juzgaron anulando de cualquier testimonio que quería dar sobre los autores intelectuales del crimen.

Yo creo que debemos comparar a Martin Luther King con Rosa Luxemburgo, porque ambos lucharon contra la guerra. En el caso de Rosa Luxemburgo, la Primera Guerra. Segundo, como Martin Luther King, Rosa Luxemburgo era muy crítica con los colaboracionistas, los socialdemócratas que hablaban de socialismo y trabajaban con el imperialismo. Y Martin Luther King también puso distancia con las organizaciones de negros que sólo buscaban terminar con las leyes racistas sin querer ir más allá en la lucha por la liberación social y la política antiguerrerista.

Entonces, los dos eran revolucionarios. Más allá de las leyes liberales, querían cambios sociales, económicos, antimilitaristas. Y la gente no quiere hacer esta comparación, tratar de compatibilizar, hablar del socialismo de Rosa Luxemburgo pero sin vincularlo con las luchas por el mundo anticolonial en China, en India y otros países. En este sentido Rosa Luxemburgo era internacionalista.

En este sentido debemos profundizar nuestra visión de los dos, la visión de internacionalismo, justicia social y liberación de los pueblos, no solamente los africanos sino los asiáticos y también los pueblos oprimidos de trabajadores blancos.

HS: Muy bien, para redondear, profesor Petras, lo dejamos con algún tema más que usted quiera mencionar esta semana.

JP: Bueno, dos temas en particular, aquí debemos hablar de las dos Coreas, que están negociando y buscando soluciones inmediatas, como compartir la bandera en los Juegos Olímpicos, pero es un paso, es un puente hacia mejoramientos en Corea denunciando la política de Trump, que busca provocar una guerra.

Hace pocos días en Hawái lanzaron una alarma de misiles por error, pero todo el pueblo en Hawái estaba preocupado, pensaban que ya había empezado la Tercera Guerra Mundial. Escondieron a los niños en los sótanos porque demoraron una hora para reconocer que no había misiles que venían de Corea.

Y ese es un indicio del peligro de la política bélica que existe, cuando un tipo equivocado, loco o lo que sea comete un error precipitando una alarma de que ya empezó la guerra de misiles, es una cosa muy preocupante, cuando todo el mundo podría ser destruido simplemente por el mal cálculo sobre los sistemas de misiles.

Y finalmente quiero señalar una cosa, como estoy en California aquí hay muchos trabajadores mexicanos que están trabajando en todos los niveles, no simplemente como jardineros y agricultores, son técnicos en tecnología estadounidense, especialistas en muchas las actividades. Por eso hay una lucha en inmigración, porque Trump está tratando de jugar el antiinmigrante a favor de los fascistas y los derechistas, pero los capitalistas aquí saben que si expulsan a los inmigrantes van a destruir un tercio de toda la economía. Y los acomodados que buscan de alguien que cuide sus vidas y les facilite sus ganancias, van a sufrir.

El problema inmigrante no es simplemente un acto humanitario, es también un asunto económico. Los inmigrantes sirven en California, el Estado más rico de EE.UU. vive de los inmigrantes.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=236850

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Estados Unidos: The key to honoring King is equality in education

Estados Unidos/Enero de 2018/Fuente: The Kansas City  Star

Resumen:  Al celebrar el aniversario del cumpleaños del reverendo Martin Luther King Jr., también debemos reconocer otro aniversario importante, este año: el asesinato del gran líder de los derechos civiles hace 50 años, el 4 de abril de 1968, en Lorena Motel en Memphis, Tenn.

El asesinato de King fue el evento más aleccionador y desastroso de su época para los afroamericanos en todo el país. Más de 100 ciudades en todo Estados Unidos explotaron en disturbios cuando los afroamericanos expresaron abiertamente su indignación y su dolor por el asesinato de King.

Habiendo visitado recientemente el Museo Nacional de Derechos Civiles en el Motel Lorraine, donde están en marcha los reconocimientos del aniversario del asesinato de King, recuerdo el impacto duradero de la vida y la muerte de King en nuestra comunidad y el país, así como la importancia de revitalizar su sueño.

As we celebrate the anniversary of the Rev. Martin Luther King Jr.’s birthday, we must also acknowledge another important anniversary, this year — the assassination of the great civil rights leader 50 years ago, on April 4, 1968, at the Lorraine Motel in Memphis, Tenn.

King’s assassination was the most sobering and disastrous event of its time for African Americans nationwide. More than 100 cities across the United States exploded in riots as African Americans openly expressed their outrage and grief over the slaying of King.

Having recently visited the National Civil Rights Museum at the Lorraine Motel, where acknowledgments of the anniversary of King’s assassination are underway, I am reminded of the lasting impact of King’s life and death on our community and the country as well as the importance of revitalizing his dream.

As I reflect on King, his leadership and his work, I know he would be deeply saddened by the state of affairs in this country today. He fought for equality for the black community and for greater opportunity for those living in poverty. Today, we see civil rights laws being undone, segregation once again well entrenched and education in rapid decline. Our country, our community and our children are traumatized by the division, the inequity and the violence in today’s America.

Perhaps we have become numb to the recurring shootings of unarmed black men in our streets, to the stories of increasing poverty and violence against women and children.

Perhaps we feel too discouraged to demand change today. Despite the efforts of King and other civil rights leaders more than 50 years ago, we are facing a 21st century Jim Crow with the school-to-prison pipeline, reminding us that the need for future prison beds is based on the current number of students who are not reading at grade level by third grade.

Perhaps we feel powerless when we read reports like “The State of Teacher Diversity in American Education,” which tells us that more than 60 years after the Supreme Court Brown vs. Topeka Board of Education decision in 1954, which ended legal segregation, efforts to get more teachers of color in schools has been abysmal.

Perhaps we are bewildered to learn that from 1987 to 2012, the minority share of American teachers increased from 12 percent of the total to 17 percent, while in the same 25-year period, the minority share of the American student population mushroomed so that children of color now account for more than half of all public school students.

There is one more disturbing bit of information from the report: Teachers of color are concentrated in urban schools serving high poverty, minority communities.

While all of this is true, we who watched King, studied him and honor him must revive, reactivate and resurrect the civil rights leader’s dream!

That is why the National Association for Multicultural Education will commemorate both the Rev. Martin Luther King Jr. and the movement with NAME’s 28th annual international convention in Memphis this year. The NAME conference theme will be “How Many More ’Til We Rise Up? Multicultural Education, a Radical Response of Love, Life and Dr. King’s Dream.”

Multicultural education was born out of the struggles of the civil rights movement in the 1960s. With leaders like King, the movement brought change to the United States and the rest of the world. As we work to resurrect King’s dream we must challenge policies that seek to roll back civil rights gains.

We must call for radically informed education that meets the needs of an emerging majority-minority nation and empowers marginalized, traditionally underserved groups. We must challenge racism, sexism, homophobia, anti-Semitism, Islamophobia, xenophobia, bigotry, all forms of oppression and neoliberal efforts that seek to make unjust practices mainstream.

In these difficult times, the best way to honor King’s legacy is to take action that disrupts injustice and inequities in education because education is the key to a successful future for our youth.

The National Association for Multicultural Education reminds us that “injustice anywhere is a threat to justice everywhere and, now more than ever, multicultural education must be at the forefront in reviving King’s dream.”

This should be everyone’s aim, especially considering recent reports that show students of color suffer a disproportionate percentage of suspensions, expulsions and placement in special education classes. It should also be no surprise that efforts to destroy the foundation of education for minority students will result in fewer entering college, fewer completing their degrees and being hired in good paying careers.

The association must address these and other equity and social justice concerns at its Memphis conference including King’s push to end poverty. The minimum wage reached its inflation-adjusted historic high in 1968, the year King was assassinated. While the minimum wage is now $7.25 per hour, at least one report says that using the 1968 benchmark, the minimum wage today should be $21.16 an hour.

King fought for and won the Voting Rights Act, yet legislatively that law has been defanged, and many states now make it restrictive for people of color to cast ballots.

Yes, it is time to revive, revitalize, resurrect King’s dream for all Americans. It’s well past time for people to act. The U.S. cannot afford to wait any longer.

Education has to lead the way, but we, as individuals must act, as well. Where to start? Read, inform and educate yourselves.

Start with something from our history, like “The Mis-Education of the Negro” by Carter G. Woodson, and then something new, like “Our Fathers: Making Black Men” by Lewis Diuguid.

Then act. Do something to make the world around you better. Volunteer at a school or library, read to neighborhood kids, become a mentor. These things matter.

Fuente: http://www.kansascity.com/news/local/article194718539.html

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Apuntes maestros

Por: Ignacio Mantilla

Muchos de ustedes habrán tenido profesores excepcionales, que en el salón de clases dan muestras de una excelente elocuencia y dominio del tema, pero que, inexplicablemente, pocas veces dejan una obra escrita como huella de esa cautivadora exposición magistral que se les reconoce. En la Universidad Nacional pasa en todos los campos del conocimiento y en cada facultad es posible identificar personajes que desde su extraordinaria docencia ponen una importante impronta en algunas generaciones de profesionales, pero que, en cambio, su obra escrita es corta y desconocida, aun para sus exalumnos.

Si bien esto ha venido cambiando con el tiempo, por las exigencias de producción académica que hacen las universidades de hoy, perviven entre nosotros aquellos maestros que utilizan únicamente la palabra hablada para la transmisión de sus conocimientos, sus enseñanzas y sus experiencias. Sin lugar a dudas, la historia oral, la palabra hecha sonido, es una poderosa vía de comunicación, pero necesita de mucho esfuerzo y disciplina para que el mensaje que se transmite sea conservado.

Debemos entender el libro como una tecnología que nos permite transmitir conocimientos, valores y la cultura. Por eso es importante ofrecer un espacio para estimular la publicación de algunos trabajos cuyos autores no han considerado difundir, pero que bien vale la pena dar a conocer.

Hace cinco años, pensando en una estrategia para divulgar los trabajos de algunas personas que han tenido una estrecha vinculación con la universidad, desde la rectoría ideamos las colecciones editoriales “Apuntes Maestros” y “Obras Escogidas”, que rescatan trabajos de académicos que han influenciado a cientos de estudiantes e integrantes de la comunidad universitaria.

Como lo expreso en la presentación de las obras que conforman la colección Apuntes Maestros, los autores son representantes excepcionales de distintas áreas del conocimiento: las artes, las ciencias, las humanidades. En la mayoría de los casos hemos tenido que recurrir a la insistencia para derrotar la modestia de los autores y editores que aún se encuentran entre nosotros, hacerles ver que nuestra colección es un reconocimiento justo a obras que se originan en el pensamiento maduro de quienes conforman la comunidad universitaria.

También debemos señalar que nuestras colecciones no se componen únicamente de autores colombianos, y desafortunadamente no todos se encuentran vivos. Existió un proceso de búsqueda de archivos, de rescate de la memoria, toda una labor tras escena que incluyó hablar una y otra vez con quienes conservaban sus archivos y memorias. Fue un intenso trabajo que nos permitió traer de vuelta a verdaderos clásicos del pensamiento social y científico.

En retrospectiva, uno de los más destacados es sin duda Marta Traba en facsímil, un compendio de material inédito y algunos textos poco conocidos de la filósofa y crítica de arte argentina que sacudió el campo artístico en las décadas del 60 y 70 del siglo XX. La extensa obra de Traba continúa siendo de interés y actualidad para los investigadores del arte y de la estética.

En el 2016, como un compromiso por la divulgación de la ciencia, decidimos publicar el libro de Juan Diego Vélez, Antonio Vélez y Ana Cristina Vélez, Neuróbicos. Los caminos del razonamiento.

La joya de la corona es sin duda la obra recopilada en dos tomos El Dorado. Estampas de viajes y cultura de la Colombia suramericana, de Ernst Rothlisberger, que fue incluido en la lista de los libros más importantes del 2016 por la revista Arcadia y El Espectador.

En 2016 también se publicaron en la colección Obras Escogidas dos tomos con la obra completa de Camilo Torres Restrepo, y este año el libro Campesinos de los Andes, de Orlando Fals Borda, en la misma colección, fue uno de los más vendidos durante la Feria del Libro de Bogotá.

El pasado jueves, además, se lanzaron los libros Las formas cambiantes de la criminalidad. Colombia a finales del siglo XX, de Pablo Cáceres Corrales; Notas históricas. Reflexiones sobre la Universidad Nacional de Colombia, de Fernando Sánchez Torres, y, en el marco del año Colombia-Francia, como la apuesta cultural para estrechar lazos entre los dos países se publicaron los libros El sentimiento de sí. Historia de la percepción del cuerpo, de Georges Vigarello, y La construcción social del cuerpo, de la socióloga Christine Détrez. En especial el libro de la socióloga francesa resulta clave porque reflexiona sobre cómo la idea del cuerpo ha venido cambiando a través de la historia, una apuesta investigativa que toma fuerza hoy con las exploraciones artísticas y los debates sobre tecnología y corporalidad.

Con motivo del cumpleaños 150 de la Universidad Nacional, además, ideamos una apuesta independiente de Apuntes Maestros y Obras Escogidas. Hablamos de la colección Sesquicentenario, que a través de 12 tomos y 167 autores pretende ser un relato claro y riguroso sobre la historia de la institución que ha formado a miles de colombianos.

Para el próximo año estamos preparando dos libros: la reedición de La Universidad Nacional de Colombia en sus pasillos, del profesor Ciro Quiroz, y Supervivencia del embrión bovino, de Aureliano Hernández. La nueva edición del libro de Quiroz, que se ha convertido de culto por su estilo de narración, estará acompañada de algunas caricaturas e imágenes de archivo de la Universidad Nacional desconocidas por el público lector.

Y para resaltar aún más el papel de las mujeres en la ciencia, tenemos como proyecto la publicación del libro Estructura, función y cambio de la familia en Colombia, de la antropóloga Virginia Gutiérrez de Pineda, quien fue pionera en el análisis de la configuración histórica de la forma en que conviven los colombianos.

Desde la rectoría de la Universidad Nacional, patrimonio de todos los colombianos, hemos venido apostándoles a todos los medios de difusión para lograr que los productos académicos y los aportes que se hacen a la comprensión de la intrincada realidad social y ambiental del país tengan mayor difusión y traspasen nuestra casa en común.

Fuente: https://www.elespectador.com/opinion/apuntes-maestros-columna-725098

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Che, comandante, compañero, amigo

Por: Graziella Pogolloti

Para conocer las entrañas de la Tierra, consideró el Che la posibilidad de asomarse al cráter de un volcán. Durante años, me ha atenaceado la necesidad de indagar acerca del trasfondo humano palpitante tras las hazañas del constructor y del combatiente guerrillero. He perseguido el anecdotario conservado en la memoria de sus compañeros y colaboradores, las obras que nos fue dejando, los textos inconclusos, los testimonios personales dejados en crónicas, diarios y en la escasa correspondencia conocida. Puedo configurar una silueta, aun cuando muchos rasgos esenciales se me escapan. Apenas abocetada, esa dimensión humana ha de permanecer, como lava ardiente, en beneficio de la generación actual y de aquellas otras que están por llegar.

En su clásico ensayo sobre el socialismo y el hombre en Cuba, el Che comienza por recordar que los revolucionarios están movidos por profundos sentimientos de amor. Esa pasión lúcida no se dirige a un concepto abstracto de humanidad. Se reconoce en la persona concreta, inmersa en circunstancias históricas determinadas.

En ese contexto específico, hay que sembrar conciencia mediante la palabra, la acción y el sacrificio compartidos, así como por la indispensable superación.

Desde edad temprana, afrontó Ernesto Guevara su lucha personal contra la adversidad. El asma que siempre lo acompañaría lo apartaba de la escuela y del retozo junto a sus coetáneos. Con disciplina y voluntad férreas, con el estudio, con la práctica del deporte y el refinamiento de un artista, fue construyendo su perfil, su sentido de la vida y su destino. Fue médico, pero su experiencia personal y sus lecturas en el campo de las ciencias sociales y las humanidades le enseñaron que no bastaba con curar los males del cuerpo. Entonces, quiso tocar la realidad con las manos.

Se hizo viajero, nunca turista superficial acomodado al bienestar de los hoteles. Apegado a la tierra, con medios rústicos, recorrió la Argentina. Fascinado por el paisaje, en el andar azaroso, allí donde lo atrapaba la noche, descubrió a la gente común.

Comprendió así la necesidad de dar el gran salto hacia la América nuestra. Conoció el vivir de los portuarios de Valparaíso, de los mineros del norte de Chile y en las noches de frío compartió la manta con algún desheredado de la fortuna. Sin abandonar el contacto directo con los de abajo, indaga acerca de las culturas originarias ante la obra deslumbrante de los incas y de los mayas.

Está llegando a Guatemala, punto de partida del giro definitivo de su existencia. Vive desde dentro el proceso que conmovió a la juventud progresista en los 50 del pasado siglo cuando el movimiento popular y el proyecto de reforma agraria fueron aplastados por la intervención imperialista. Se apresta a servir en lo necesario. Ante la metralla de la aviación contra un país inerme, Jacobo Árbenz cede. Durante años, el pequeño país habrá de pagar un alto precio de sangre y sufrimiento. Es allí donde el Che establece su primer vínculo con los cubanos. Había encontrado su destino y su medida de hombre.

Como Martí y Fidel, el Che ejerció un ininterrumpido magisterio. Lo hizo en la lucha guerrillera, desde sus funciones en el Ministerio de Industrias y en el Banco Nacional. En todos los casos, la célula matriz estaba en el fundamento ético, siempre de cara a la verdad para afrontar, con clara conciencia, las más duras realidades y en equilibrado reconocimiento a los éxitos y a los méritos personales. Mantuvo así la cohesión de los combatientes acosados por el hambre, el enemigo y por la naturaleza hostil en la travesía invasora que los condujo de la Sierra Maestra al Escambray.

Para  sobreponerse a la adversidad y proseguir el camino, era indispensable la solidaridad incondicional entre los hombres, la confianza en el jefe y la firme convicción en el propósito común.

Con el triunfo revolucionario no había llegado la hora del reposo. Todo lo contrario. Ante la complejidad de los problemas, los días sin sueños imponían una conducta que compartiera la austera ejemplaridad, la permanente proximidad con la temperatura popular y un enorme desafío intelectual. Para los combatientes de ayer había llegado la hora de estudiar, tanto más cuando muchos técnicos calificados abandonaban el país. Porque vivimos una realidad planetaria cada vez más riesgosa e injusta, sus victimarios no pudieron asesinar al maestro. Al poder de las armas y de las finanzas, se suma ahora la sofisticada manipulación de las mentalidades con el propósito de convertir al ser humano en mercancía al servicio de las demandas del mercado. La batalla decisiva se está librando también en el terreno de la conciencia. Así lo comprendió el Che desde fecha temprana y, desde esa perspectiva, advirtió fisuras en el campo del llamado socialismo real. Contraponía entonces la necesidad de construir, mediante la crítica, la lúcida compenetración con el individuo concreto y el estudio, al sujeto protagonista de la historia. Por eso, política, ética, apego  a la verdad y lúcida comprensión de nuestras propias deficiencias resultaban inseparables.

Para fortalecer el vínculo solidario, el amor se convertía en impulso transformador. En lo más profundo, siempre pudoroso, tocaba la cuerda de la ternura, reconocible en los textos que escribió y en los fragmentos del epistolario que han pasado al dominio público. Tenemos que fijar la mirada en su semblanza del Patojo –el guerrillero guatemalteco–, del Vaquerito, anónimo y arrojado combatiente cubano y en el desgarrador relato del sacrificio del cachorro en los días de la Sierra Maestra.

En las efemérides y en la vida cotidiana, rindamos culto merecido al héroe. Profundicemos en el estudio de su pensamiento. Guardemos, en lo más profundo del corazón, al decir del cantor popular, «tu querida presencia, Comandante Che Guevara».  (Tomado de Juventud Rebelde)

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2017-10-08/che-comandante-companero-amigo-08-10-2017-20-10-59

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Rafael Correa en la Universidad Nacional

Por: Ignacio Mantilla

La semana pasada celebramos, con múltiples actividades académicas, deportivas y culturales, el cumpleaños 150 de la Universidad Nacional. Uno de los eventos más concurridos fue la conferencia “La universidad latinoamericana: visión y logros”, a cargo del expresidente de Ecuador, Rafael Correa. En efecto, hubo lleno total en el auditorio León de Greiff y en la plaza central de la Ciudad Universitaria para oír al exmandatario.

Pero, más allá de la impresionante expectativa y acogida por parte de la comunidad universitaria, sus ideas y pensamiento heterodoxo han sido durante esta semana foco de discusión en el centro educativo.

A lo largo de su intervención, el expresidente Correa socializó las transformaciones que el sistema educativo ecuatoriano vivió durante sus años en la Presidencia. “Entre 2007 y 2016 asignamos US$14.000 millones a la educación superior, pasando esta asignación del 0,7 % del PIB en el 2006 al 2,16 % en el 2015”. Con la Ley Orgánica de Educación Superior, Correa metió en cintura a las universidades de pésima calidad: “La gran mayoría eran universidades privadas sin fines de lucro, aunque demasiadas resultaron ser de lucro sin fin”.

El exmandatario habló de la creación de cinco nuevas universidades para el desarrollo científico, como Yachay Tech, Uniartes y la Universidad Nacional de Educación (UNAE), centros educativos que buscan liderar la innovación y servir de rectoras de la educación superior en el vecino país.

Para tratar el caso general de la universidad latinoamericana, Correa centró su intervención en la excelencia académica, el desarrollo científico, la educación técnica y la investigación.

Me gustaría compartir con los lectores algunas de sus más importantes ideas con relación a la educación superior, expuestas en este evento.

La primera tesis que vale la pena analizar con atención es la valoración especial del mundo académico como un espacio que potencia no sólo la formación ilustrada sino la sensibilidad social: “En la academia ustedes encuentran lo mejor del ser humano”, señaló el expresidente Correa. Sin duda una idea valiosa. El campo académico no es un paraíso libre de conflictos, como lo ilustró el sociólogo de la educación, Pierre Bourdieu. El Homo academicus no es beato. Pero el estudiante universitario y el docente, en relación constante con sus pares, están profundamente permeados por los valores promovidos por los centros educativos, en nuestro caso, la rectitud, la empatía y la solidaridad. Valores apreciados en un mundo en donde prima la búsqueda del bienestar individual sobre el colectivo. Bien lo decía Aristóteles: “Los que obran bien son los únicos que pueden aspirar a la felicidad en la vida”.

La segunda tesis del economista está relacionada con las consecuencias de una débil producción en los campos de la ciencia y la tecnología en los planos industrial, comercial y político: “Los países que no generemos esos conocimientos seremos más ignorantes en términos relativos y más dependientes de lo que producen otros”, enfatizaba Correa, quien se declaró un convencido del papel transformador de la ciencia y la tecnología para garantizar las diferentes formas de vida y alcanzar el buen vivir. En este sentido, Correa le encomienda a la universidad un papel estratégico, conectando el desarrollo tecnológico con un mejor lugar en el mercado mundial para poder salir de la dependencia económica, del consumo de servicios, conocimiento u otros activos que la nación no produzca.

La tercera tesis de Correa es que una cultura de la excelencia permea todos los espacios de la vida social. Al respecto señalaba: “Los países más exitosos son aquellos en los que desde el más sencillo lustrabotas hasta el presidente de la República hacen las cosas extraordinariamente bien”.

Llevando esta tesis al escenario académico, el economista ecuatoriano lanza una sentencia clave con la que me identifico y que comparto plenamente: “La mejor manera de contribuir al desarrollo es la excelencia académica”.

Al terminar su intervención magistral, una serie de preguntas provenientes del público hizo que el exmandatario movilizara las pasiones de los asistentes al expresar puntualmente sus opiniones.

La corrupción, el avance tecnológico y cómo lograr la equidad por medio de la educación fueron los tópicos centrales sobre los cuales trataron las preguntas. Una en especial despertó la atención de muchos de los asistentes: ¿cuál es la importancia del gobierno universitario para responder a las verdaderas necesidades de la universidad y para fortalecer la autonomía? “Hay que tener un cogobierno responsable. Pero, ¡cuidado!, muchas veces somos los campeones mundiales de un democratismo intrascendente”, dijo Correa, quien afirmó conocer muy bien el sistema de gobierno universitario desde cuando fue dirigente estudiantil. Señala que no se puede someter todo el tiempo a consulta la designación de los directivos de alto nivel y hasta de los directores de departamento.

Para desarrollar sus afirmaciones, Correa abordó el caso regional y cuestionó la manera como es entendida la democracia en una perspectiva rutinaria y formal. “La democracia no se reduce a las elecciones, y hay sectores donde el que más sabe debe tomar las decisiones. Y debe haber jerarquía, por supuesto, debe haber cogobierno, escuchar las necesidades estudiantiles, a los trabajadores, pero las decisiones académicas las deben tomar los académicos”. El público asistente aplaudió la intervención.

Sin duda, la conferencia del expresidente de Ecuador, Rafael Correa fue un evento pensado para generar debate y opinión. Se puede estar de acuerdo o no con el exmandatario, pero la Universidad Nacional de Colombia, patrimonio de todos los colombianos, siempre será escenario para escuchar y debatir con los principales personajes protagonistas de la ciencia, la política y la cultura a nivel mundial. Por sus instalaciones han pasado cientos de personajes, entre los que podríamos traer a colación a Jean-Francois Lyotard, Noam Chomsky, David Harvey o el premio nobel de física William D. Phillips, entre muchos otros científicos y pensadores planetarios.

Me quedo con una frase de Correa: “No me hablen de competencia hasta que todos tengamos las mismas oportunidades”.

Fuente: https://www.elespectador.com/opinion/rafael-correa-en-la-universidad-nacional-columna-715753

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