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Cuba: Hemingway está en La Habana

Cuba/Junio de 2017/Autora: Madeleine Sautié/Fuente: Granma

La certeza de que el autor de El viejo y el mar no ha muerto fue una tesis cabalmente defendida por el investigador cubano Walfrido López al exponerla en su ponencia con la que se inició la segunda jornada del 16 Coloquio Internacional Ernest Hemingway…

La certeza de que el autor de El viejo y el mar no ha muerto fue una tesis cabalmente defendida por el investigador cubano Walfrido López al exponerla en su ponencia con la que se inició la segunda jornada del 16 Coloquio Internacional Ernest Hemingway, acaecida ayer en el hotel Ambos Mundos de La Habana, centro donde se respira la presencia del escritor norteamericano.

Muchas razones ofreció el ponente para demostrar esa verdad de Perogrullo que es la supervivencia del escritor insigne que no pasa de tiempo, autor de diez novelas, 12 libros de cuentos, relatos excelentes y periodista excepcional.

Entre las claves sostenidas está su condición de héroe, el que participó en la Primera Guerra Mundial y que fue herido en ella; el héroe de su país; el galardonado; corresponsal en la Guerra Civil Española; el galán y el valiente; el cazador de búfalos; el pescador de los mares de Cuba, y del Caribe; el cazador africano capaz de enfrentarse a un elefante, el sobreviviente de accidentes aéreos, aunque a intervalos pequeños.

Otros referentes son su estancia durante tantos años en Cuba, donde creó un mundo hemingwayano; sus gestos generosos como el de «entregar» la medalla del Premio Nobel a la Virgen de la Caridad; y el carácter de santuarios, que adoptan sus viviendas, como la propia Finca Vigía y el Ambos Mundos.

El argentino Ricardo A. Koon, miembro de la Cátedra Ernest Hemingway del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, es biógrafo del autor de Por quién doblan las campanas. «Lo estudio hace 40 años y ya presenté mi libro aquí –expresó a Granma–. Vengo al coloquio porque me encanta aportar sobre la vida de Hemingway. Mi ponencia tratará de la filmación de El viejo y el mar; para ello el escritor pidió a los productores de Hollywood que el rodaje se llevara a cabo en escenarios originales».

Desde su correspondencia el escritor revela múltiples aristas. La profesora norteamericana Sandra Spanier lleva la avanzada en esta zona de la escritura de Hemingway. «Vengo al coloquio desde que se fundó. En mi ponencia hablo sobre el tercer tomo, que está ya en muchas partes del mundo. Pero ya en meses sale el cuarto tomo. Las cartas son muy reveladoras. Dejan ver lo mismo su humor, su sensibilidad que su pasión por la escritura de turno, reveló a Granma.

Como este evento que concluirá mañana, se celebran muchos en el mundo. Cada vez son más los estudiosos de su vida y obra. La concurrencia de los llamados «similares» –seres con asombroso parecido al escritor–; competencias de pesca deportiva; actividades en bares donde bebió un trago o donde besó a una mujer son, entre otras patentes, muestra de la vida eterna de Hemingway, que por estos días revisita sus sitios predilectos en la Isla desde la voz y de la mano de los participantes del foro, que ya se preparan para su próxima edición prevista del 20 al 23 de junio del 2019.

Fuente: http://www.granma.cu/cultura/2017-06-16/hemingway-esta-en-la-habana-16-06-2017-23-06-15

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Un intelectual revolucionario

Por: Emir Sader

Fernando Martínez  Heredia, muerto esta semana en La Habana, fue el intelectual más importante de la revolución cubana. Su trayectoria, su obra, su actuación en Cuba y en toda América Latina, han hecho de él y de sus pensamientos, una presencia insustituible en la lucha de ideas.

Fernando dirigió la revista Pensamiento Crítico, la más importante del continente en los años 60, que hacía llegar a Cuba y a muchísimos países de América Latina lo más nuevo y relevante que producía la nueva izquierda mundial. Se mezclaban textos del Che, discursos de Fidel, con artículos de Ernest Mandel, de Althusser, de líderes de la izquierda latinoamericana, junto a la redición de textos clásicos del marxismo.

Más adelante, Fernando fue un activo participante del Centro de Estudios de América (CEA), que reagrupó lo mejor y lo más importante de la intelectualidad cubana, publicando textos determinantes para entender la realidad en Cuba y de todo el continente.

En el momento de su muerte, trato de rescatar su trayectoria personal, su formación política, para que se tenga una idea de cómo se formaba la intelectualidad cubana en los comienzos de la revolución. Siempre uno llegaba a La Habana y buscaba a Fernando para enterarse de cómo andaba la isla, a qué se dedicaba él, cuáles eran sus grandes preocupaciones. Y puedo decir que siempre, a lo largo de tantas décadas transcurridas desde el comienzo de la revolución, hemos coincidido siempre en nuestras visiones políticas y preocupaciones teóricas.

En uno de esos viajes le hice una larga entrevista para la revista Crítica y Emancipación (año 9, número 5) que yo fundé y dirigí en sus primeros años, cuando dirigía Clacso. Así él se refería a sus orígenes: “Nací en el pueblo de Yaguajay, en la antigua provincia de Las Villas. Mi padre pedía limosna en la calle cuando era niño y no fue nunca a una escuela. Mi madre hizo sólo el primer año de primaria y de ahí pasó a ser una niña obrera en la industria del tabaco. Eramos seis hermanos pero sólo cuatro llegamos a adultos. Yo nací en 1939. Estudié siempre en escuelas públicas. Comencé a leer cosas politizadas en Bohemia, la revista semanal cubana más famosa, de extraordinaria calidad. Tiraba más de 300 mil ejemplares. Enviaba 700 ejemplares a Buenos Aires por avión.

En Santa Clara participé en las protestas estudiantiles. Por primera vez oí hablar de Fidel. Asaltaron al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 y ello me causó un impacto decisivo. Yo tenía entonces 14 años y mi mamá me había llevado a ver unos familiares a un poblado. Al salir vimos el cuartel con todos los soldados en guardia. Preguntamos a alguien, que nos dijo que habían peleado en Santiago de Cuba y que el ejército estaba movilizado. Al día siguiente el dictador habló al país, lo escuché y pensé que había dicho muchas mentiras, y que los asaltantes al Moncada eran unos héroes revolucionarios. Para hacer algo comencé a anotar en una libreta los pocos nombres de los muertos que iban apareciendo, para evitar que cayeran en el olvido.

Cómo viviste el primero de enero del 1959, le pregunté: “Yo estaba en Santa Clara, se estaba combatiendo ahí desde el 28 de diciembre. Es la famosa batalla que dirigió el Che. Recuerdo al Che con un brazo fracturado, con una seguridad absoluta en sí mismo, caminando por una vía principal, la calle Independencia, ancha y recta. El ejército trataba de avanzar como a 700 metros, venía con dos tanques; sus disparos eran lejanos, pero en línea recta el fusil es efectivo a esa distancia y más. El Che se detuvo delante de una vidriera destrozada del Ten Acentos, y llegó bajo el fuego hasta la esquina siguiente, donde había cinco o seis rebeldes. Yo estaba a unos 50 metros, con bastante miedo, pegado a la acera. Ahora pienso que actuaba así para darles confianza a los que veían, porque los cañones de tanques en una ciudad hacen un ruido espantoso.”

Así Fernando tuvo las primeras noticias y los primeros contactos con Fidel y con el Che, así empezó a integrarse a la revolución en su país. La primera lectura de marxismo que le dieron fue el Manual de Economía Política, de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética. Y reaccionó rápido: Si esto es el marxismo, yo no sigo, esto es insoportable. Felizmente para el marxismo cubano pocos meses después le dieron El Estado y la Revolución, de Lenin, cuya lectura le encantó. Pero su maestra principal del marxismo era la revolución. Yo absorbía todo lo que Fidel decía.

En la entrevista Fernando relata cómo nació la idea de la revista Pensamiento Crítico, cómo surgió su primer número a finales de 1966, sobre las luchas armadas en América Latina. A partir de ahí Fernando Martínez Heredia se proyectó como un líder de vanguardia del pensamiento crítico cubano y latinoamericano. En los últimos años se dedicó a un balance de la historia cubana del siglo XX, retomando temas como la cuestión nacional, su articulación con la lucha por el socialismo, así como un balance del pensamiento y de la vida de Fidel, su última obra.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=228006

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Che

Por: Graziella Pogolotti

Los visitantes acuden al monumento que guarda sus restos. Su imagen recorre el mundo. Es leyenda y paradigma. Su figura está aureolada por la acción heroica, por el sacrificio sin límites, por la consecuencia entre la acción y la palabra. Cruza fronteras porque, en tiempos difíciles, la humanidad necesita soñar con un mundo mejor, presidido por principios de justicia, rotos los abismos entre los poderosos y aquellos otros (una gran mayoría) despojados de todo, aun de la esperanza.

La fuerza de la imagen es tanta que deja en la sombra su contribución al desarrollo de un pensamiento crítico y creador, merecedor de una relectura inscrita en los problemas de la actualidad. Fidel había llamado a su rescate en 1986 en ocasión del proceso de rectificación de errores y tendencias negativas. Pero el desafío impuesto por las consecuencias del derrumbe del campo socialista y la necesidad de concertar los esfuerzos en la batalla por la supervivencia dejaron poco espacio para debates de orden conceptual. Sin embargo, las ideas del Che se habían forjado en estrecho diálogo entre teoría y práctica. Su largo peregrinar juvenil por la América Latina distó mucho del cómodo andar de un turista. Hecho en condiciones precarias, le impuso la cercanía con los de abajo. Fueron experiencias compartidas en su compleja realidad contradictoria, un aprendizaje de vida, todavía ajeno a generalizaciones librescas más abstractas. Sufrió en Guatemala el impacto de la agresión imperial contra un Gobierno que intentó cambios de carácter más reformista que radical. Sus lecturas de entonces empezaron a nutrir la base de un cuerpo de ideas.

En el transcurso de menos de una década, su tiempo cubano simultaneó aprendizaje y creación. Para hacer Gobierno con perspectiva transformadora, había que saber.

Estudió economía y matemáticas. Desplegó una importante actividad internacional. Viajó con mentalidad de investigador atento y crítico, sin dejarse ofuscar por los intercambios protocolares. Encontró fisuras peligrosas en los procesos de construcción socialista europea que se expresaron en sus apuntes de economía política y lo condujeron a formular algunas de sus ideas centrales. El manejo de las cifras del plan producía un desajuste entre la aplicación de estímulos por sobrecumplimiento y el rendimiento real. El énfasis en el estímulo material no encontraba contraparte en la formación de la conciencia. Debilitaba el papel del sujeto en tanto partícipe activo del proceso transformador.

No se desentendió de una clara percepción de los problemas concretos de la realidad, ni de las debilidades que atraviesa la especie humana, marcada por un largo condicionamiento histórico. Como Ministro de Industrias, tuvo que afrontar problemas de la más diversa naturaleza, heredada de un mundo heterogéneo integrado por la avanzada tecnológica de la producción de níquel paralizada por quienes la abandonaron sin dejar huellas del funcionamiento de su andamiaje. Se hizo cargo de la tradición azucarera. Al mismo tiempo, tuvo que incorporar pequeños talleres poco rentables que constituían, sin embargo, una fuente de trabajo en una coyuntura de alto desempleo. Emprendía la gigantesca tarea en medio de la emigración del personal experimentado. Fundó entonces una escuela para la preparación de administradores a fin de capacitar en lo esencial a quienes tenían entonces un bajo nivel de escolaridad. A la vez, con mirada de futuro, abrió un departamento de sicología con el propósito de valorar científicamente los rasgos de personalidad de quienes habrían de impulsar el sector. No desdeñó tampoco el espacio que correspondía al diseño en el desarrollo de una industria nacional. Partiendo del subdesarrollo establecía los cimientos para una edificación vuelta hacia la modernidad.

Las técnicas y procedimientos afinados por el capitalismo no son descartables, siempre y cuando se convoquen al servicio de la construcción de un modelo emancipador. Con el oído puesto en los avatares de la emergencia cotidiana, el desafío exigía una sistemática dedicación al estudio riguroso de materiales teóricos.

En horas tempranas de la mañana, el Ministro ofrecía el ejemplo personal y comprometía en el empeño a sus colaboradores. Concedió particular importancia a la investigación científica. Fundó una institución dedicada a explorar las posibilidades de desarrollo de los derivados de la industria azucarera con vistas a responder a demandas nacionales y a liberarnos de la dependencia de la producción de una materia prima de escaso valor agregado y sujeta a la siempre amenazante volatilidad de los mercados.

La labor educativa del Che no se limitó a jerarquizar la superación en el plano intelectual, necesario pero insuficiente para hacer del hombre la palanca impulsora de los cambios. Lo decisivo se situaba en el ámbito de los valores sustentados en el compromiso pleno con una ética inquebrantable. Para no sucumbir, había que crecer en la impalpable zona de lo espiritual. En el trabajo con los cuadros, en las visitas a las fábricas, desconfiado de halagos y de las intrigas palaciegas frecuentes en el entorno del poder, profundizó en la búsqueda de la verdad, procuró la información certera y convirtió en regla el ejercicio de la crítica. Puso un valladar a los gérmenes de corrupción y a la complacencia con compromisos establecidos en círculos de amistad.

Cuando el neoliberalismo expande su doctrina economicista, socava la solidaridad entre los hombres y amplía las brechas sociales, la figura del Che se reafirma como símbolo y llamado a la resistencia. Admirable en su heroísmo, lo es también por su contribución al enriquecimiento del pensamiento socialista, por su ejemplo de educador y su cercanía a las masas. Cuando los medios seducen y manipulan el imaginario colectivo, la voluntad del Che de construir un sujeto para la revolución mediante la reivindicación de valores morales compromete con una necesaria continuidad, porque vinculada a la ética, la política recupera su fuente nutricia.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2017-06-11/che-11-06-2017-22-06-41

Imagen: https://es.pinterest.com/explore/che-guevara/

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Intelectuales indígenas del siglo XVI

Por: Federico Navarrete

Es casi un lugar común afirmar que cada nación, o al menos cada ideología nacionalista, necesita sus creadores intelectuales: los escritores, historiadores y filósofos que definen la identidad nacional y le inventan un pasado. Aunque la palestra de los progenitores del nacionalismo mexicano está ya sobrepoblada, rara vez se incluye en ella a unos personajes clave, a los que la nación mexicana debe su identificación con el pasado indígena, un sentimiento que nos ha dado símbolos nacionales, espectaculares museos e incontables atractivos turísticos. Estos son los intelectuales nahuas del siglo XVI y XVII, verdaderos cosmopolitas capaces de escribir en náhuatl, español o latín, y que conocían a fondo la cultura indígena, la española y la clásica. Como descendientes de los gobernantes prehispánicos de México, Tetzcoco, Chalco y Cuauhtitlan, buscaron conservar sus privilegios bajo el régimen colonial español por medio de la cooperación con los nuevos dominadores. Fueron educados esmeradamente por los grandes maestros de las órdenes religiosas, que querían convertirlos en un clero indígena encargado directamente de la cristianización de sus congéneres. En escuelas como el convento de Santiago Tlatelolco se les enseñó teología y los principales elementos de la tradición intelectual clásica, a la vez que se aprovechó su conocimiento de las tradiciones indígenas para colaborar en la realización de las grandes obras de los frailes sobre las culturas nativas, como la de Bernardino de Sahagún.
Estos intelectuales sirvieron, pues, de intérpretes de los complejos conceptos religiosos y culturales de sus dos culturas, tanto para predicar el catolicismo entre los indios como para explicar a los frailes las sutilezas de la religión y cosmovisión indígenas. Por ello su posición política y cultural era inevitablemente ambigua. Por un lado, como fieles colaboradores del orden colonial gozaban de importantes privilegios y poderes y, seguramente, eran cristianos sinceros. Por el otro, como orgullosos miembros de la élite indígena defendían el poder de su grupo y, seguramente, compartían muchas de las creencias, prácticas y conocimientos de sus antepasados. Para mantener esta equívoca posición tenían que mantener contentos tanto a sus intolerantes patrones españoles como a sus exigentes y resentidos aliados indígenas.
Fue desde esta contradictoria situación que los intelectuales indígenas coloniales realizaron su gran empresa cultural y política: transcribir y traducir la historia indígena a libros escritos en alfabeto latino y a términos que resultaran comprensibles y aceptables a los españoles y pudieran así servir para consolidar la posición privilegiada de su grupo. Esta labor no sólo implicó transcribir a una nueva forma de escritura los antiguos códices pictográficos y tradiciones orales, supuso también la explicación de los complejos conceptos políticos indígenas, la conversión de sus plurales cronologías a la occidental, así como la cristianización, aunque fuera aparente, de los elementos religiosos y mágicos de las historias. Sin embargo, a la vez, los historiadores nahuas tenían que mantenerse fieles a los contenidos y los valores esenciales de la historia prehispánica para que ésta siguiera siendo fuente de identificación y orgullo para ellos y sus compatriotas.
Sus obras históricas son producto, pues, de un doble diálogo entre la cultura española y la indígena, y se dirigen a un doble público. A través de ellas podemos conocer la historia de los pueblos prehispánicos y mucho de sus valores políticos y culturales, pero no sólo eso. En su afán de hacer atractiva, a ojos cristianos y propios, la vida y la cultura de sus antepasados, los historiadores indígenas produjeron mitos y símbolos perdurables: la narración de la historia de la peregrinación mexica como una gesta heroica equiparable al éxodo del pueblo judío; el ensalzamiento de la fiereza militar de los aztecas y de su trágico fin; la concepción de la gran Tenochtitlan como centro cósmico y político de la tierra; la figura de los reyes sabios y poetas como Nezahualcóyotl, y la idea de que aborrecían secretamente los sacrificios humanos y habían ya atisbado el monoteísmo.
Estos mitos debían servir para definir y defender la identidad de las élites indígenas, pero la paradoja más amarga de esta paradójica empresa fue que este grupo perdió su importancia en la sociedad novohispana muy poco tiempo después, de manera que los descendientes de estos brillantes intelectuales no pudieron aprovechar su labor.
Los que se apropiaron de los poderosos símbolos identitarios que construyeron fueron los criollos que fundaron con ellos una nación que habría de llamarse con un nombre indígena y concebirse como heredera exclusiva de su pasado prehispánico a la vez que marginaba y agredía a los pueblos indígenas que vivían en su territorio. –

Fuente: http://www.letraslibres.com/mexico/intelectuales-indigenas-del-siglo-xvi

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Estados Unidos: Worcester Prep student appointed to the United States Merchant Marine Academy

Estados Unidos/Mayo de 2017/Fuente: Delmarvanow

Resumen:  Reid Carey, residente de Worcester Prep School y residente de Dagsboro, recibió su nombramiento en la Academia de Marina Mercante de los Estados Unidos durante la convocatoria de la escuela el 24 de mayo. Carey es uno de aproximadamente 250 estudiantes en la nación para recibir una cita a la academia. Su comisión vino del Teniente Coronel jubilado Steve Rakow de las Reservas de Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. «Estoy feliz de estar aquí esta noche para honrar a Reid Carey por una cita muy distinguida que ha escuchado a la Academia de Marina Mercante de los Estados Unidos». La academia, localizada en Kings Point, Nueva York, entrena a los miembros más nuevos de los marinos de la marina de guerra de los E. para servir en sus buques. Para recibir una cita, Rakow explicó que Carey necesitaba mostrar un alto éxito académico, pasar un examen de salud y pasar un examen de aptitud física.

Reid Carey, a Worcester Prep School senior and Dagsboro resident, received his appointment to the United States Merchant Marine Academy during the school’s convocation May 24.

Carey is one of roughly 250 students in the nation to receive an appointment to the academy. His commission came from retired Lt. Col. Steve Rakow of the United States Marine Corps Reserves.

«I am happy to be here tonight to honor Reid Carey for a very distinguished appointment that he has heard to the U.S. Merchant Marine Academy.»

The academy, located in Kings Point, New York, trains the newest members of the U.S. Merchant Marine midshipmen to serve on its vessels.

In order to receive an appointment, Rakow explained Carey needed to show high academic success, pass a health test and pass a physical fitness test.

Carey also needed to receive a congressional appointment, of which he received three: Sen. Tom Carper, D-Del., Sen. Chris Coons, D-Del., and then-Rep. John Carney, D-Del., who is now Delaware’s governor now.

«Quite an accomplishment,» Rakow said.

Rakow, though, did remind Carey that his education is being paid for by the United States government, his education won’t come free.

Carey, as a new midshipan — called a pleb — will have to go through a rigorous summer program and  follow strict rules during his first year.

Carey will also have to spend an entire year at sea on a United States Merchant Marine vessel and will have the option of either entering the Navy Reserve upon graduation or enter any of the five service branches — Marine Corps, Army, Navy, Air Force or Coast Guard — and serve for at least five years.

But Rakow said Carey is ready.

«Today I take great pleasure, and consider it a high honor, on behalf of Rear Admiral James Helis, the academy’s superintendent, to recognize the appointment of Reid. S. Carey to the United States Merchant Marine Academy for the class of 2021,» Rakow said. «This remarkable achievement reflects great credit upon Reid and demonstrates that he is already living up to the academy’s motto: Acta Non Verba, which is deeds, not words.»

Fuente: http://www.delmarvanow.com/story/news/local/maryland/2017/05/25/worcester-prep-student-appointed-united-states-merchant-marine-academy/342338001/

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La última entrevista a una dedicada maestra de Fulgencio Yegros

La última entrevista a una dedicada maestra de Fulgencio Yegros

La docente jubilada nació el 28 de junio del año 1921, inició su labor de enseñanza desde muy joven, cuando tenía tan solo 15 años ya se dedicaba a guiar en las aulas a los niños. Brindó clases en diferentes escuelas de la ciudad y luego de 37 largos años de enseñanza disfrutó de su jubilación.
Doña Celmira empezó a dar clases en el año 1936 en la Escuela de Isla Sacã, luego en una precaria escuela en Pindoyu, posteriormente fue a enseñar en Alejo García N° 64, para quedar finalmente en la institución República Alemana en donde enseñó hasta jubilarse en el año 1973 tras completar casi 40 años de acompañar y formar a cientos de niños de la sexta jurisdicción del país.
Comentó que existe una diferencia muy grande con respecto a la enseñanza de su época con la de ahora, ya que los alumnos de hoy en día ya no conocen del respeto hacia sus semejantes, honestidad, responsabilidad, dichos valores que ella enseñaba siempre.
«Los alumnos hoy en día ya no saludan a los maestros como antes, solo levantan la mano, hacen un gesto y nada más, incluso los maestros ya no enseñan como antes, en tiempo de lluvia si o si nos ibamos al igual que los alumnos, no había niños con malas notas», indicó.
La maestra en una entrevista que se le realizó durante el pasado miércoles había recordado que en una institución en donde enseñaba uno de los turnos era privado y los padres tenían que pagar, había algunos que no podían, entonces le pagaban con gallinas, huevos, mandioca entre otros productos.
También recordó aquellas inolvidables veladas en fechas importantes en donde tenía que sacar su fase de artista para cantar y bailar.
Mencionó que le encantaba la sopa paraguaya, la chipa y el chipa guasu, pero que cuidaba mucho su alimentación debido a su avanzada edad evitando alimentos pesados y muy condimentados.
Dijo que su almuerzo consistía en un ligero menú, con leche, yogur y licuados de diferentes frutas para mantenerse sana y fuerte, como se la pudo observar con su impactante sonrisa durante su última entrevista brindada al trabajador de prensa de la Municipalidad de Fulgencio Yegros, Aldo Dávalos.
Al consultarle si asistía a fiestas en su juventud, respondió que sí, solía irse linda y coqueta a divertirse de vez en cuando.
Durante todo el tiempo de haberse desempeñado como maestra tuvo la oportunidad de ser partícipe de la educación de muchos niños, que hoy son grandes personas.
Doña Celmira Dejesús, impartió la práctica de valores como la responsabilidad, el respeto entre todos, la honestidad y el amor, que deja como un legado a las familias yegreñas y a la sociedad misma. Una mujer admirable, una persona de gran corazón, una maestra como pocas, que pintó huellas imborrables, digna del mayor respeto y profundos agradecimientos.
La docente falleció el pasado viernes por problemas de salud y hoy en el día del maestro ya descansa en paz enseñando su sabiduría a los ángeles del cielo.
Fuente: http://www.ultimahora.com/la-ultima-entrevista-una-dedicada-maestra-fulgencio-yegros-n1081857.html
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Luis Beltran Prieto Figueroa, maestro

Por: Giulio Parotto Paterno

En el recorrido histórico de la educación en Venezuela nos encontramos con un personaje de gran significación, Luis Beltrán Prieto Figueroa, maestro por excelencia, que le ha configurado teóricamente en todas sus dimensiones filosófica, pedagógica, didáctica, organizativa, administrativa, política y gremial, en la práctica como docente, en todos los niveles y modalidades, como administrador educativo, en los cargos ministeriales, como político en el congreso y comisiones congresuales, como sindicalista en las organizaciones gremiales, y como revolucionario, exilado o preso, con los regímenes dictatoriales de derecha, pseudo izquierda y confesionales católicos. Un educador completo e insigne, como él lo describía y lo soñaba: pedagogo, político, revolucionario y promotor de la democracia popular a través de una educación liberadora de masas, servidor del Estado Docente.

Esta descripción, que por lo concisa queda corta, nos pone frente a un apóstol de la educación, que sin duda, aventaja con creces a todos los que, en el ideario venezolano, se consideran sustentadores de nuestra educación en el pasado hasta el presente. Dado este perfil viene a preguntarnos ¿Por qué a Prieto se le ha invisibilizado y ninguneado? La respuesta viene precisamente de su perfil y pensamiento educativo que entró en conflicto con todos los estamentos de poder, quienes a falta de argumentos, optaron por hacerle el silencio y ejercer libremente su hegemonía educativa protectora de sus respectivos intereses.

Las discrepancias se desarrollaron y siguen presentes alrededor del Estado Docente, la libre enseñanza, la educación popular democratizadora y la sindicalización y militancia política del magisterio. Los estamentos más conservadores, la iglesia católica, la burguesía conservadora, Copei y los militares, se trabaron en el Estado Docente, la libre enseñanza, las clases de religión y la politización comunista del magisterio. Acción Democrática, partido al cual perteneció Prieto, se fue apartando de los ideales educativos democratizadores asumiendo progresivamente el capitalismo neoliberal, conjuntamente con el empresariado parásito del estado petrolero, transformado la educación en un instrumento muy eficiente de la dominación capitalista.

A pesar del diseño, autóctono y extranjero, de un proyecto tras otro la educación en Venezuela no acaba de encontrar su rumbo, y sobre todo de dar respuesta a la construcción del proyecto socialista de país, cuyos lineamientos coinciden sorprendentemente con los planteamientos de Prieto, como si Chávez los hubiera tomados de él como, entre muchos: fortalecimiento del Estado Docente,masificación con calidad, sustento a los estudiantes, localización, participación popular en el proceso educativo, nacionalismo, educación integral, atención educativa agrícola, técnica, comercial y social, formación política, laicidad, pedagogía activa, colectivos magisteriales, formar para el trabajo productivo. Estas coincidencias nos llevan a proponer el rescate del pensamiento socio educativo Prieto, para conformar un proyecto histórico de nuestra educación.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a243718.html

Imagen: http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:149787

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