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Entrevista a Martin Paul: «Habilidades de aprendizaje y programas híbridos»

Por: Observatorio de Innovación Educativa

El presidente de Maastricht University, Martin Paul, habla sobre las habilidades de aprendizaje independiente, los programas educativos híbridos, la necesidad de repensar el modelo de la universidad europea y cultivar ciudadanos del futuro.

Transcripción de la entrevista

Habilidades de aprendizaje independiente

Martin Paul: Después de cuatro años de universidad ya no estamos ahí para ayudar a los estudiantes, así que pienso que, desde el día uno, necesitamos de verdad empoderar a los estudiantes para que sean aprendices independientes porque necesitan aprender después en sus vidas. Recibimos a estas personas, tienen 17, 18, 19 años, vienen de escuelas donde pasaron 12, 13 años en un pupitre con alguien hablando enfrente. Estas personas son muy inteligentes, están estimuladas, y ahora necesitamos darles la oportunidad de desarrollarse como personas, como personalidades.

Programas educativos híbridos

Martin Paul: Hace unos años creamos una universidad de humanidades y ciencias donde los estudiantes y tutores puedan integrar su propio currículum. Porque otra cosa es que cuando los estudiantes que van a las universidades hoy, él o ella, no sabe probablemente, “quiero ser abogado, quiero ser ingeniero” y así. Por ello les damos la opción de tomar programas híbridos. El estudiante piensa: “me interesa la filosofía y las ciencias computacionales”, así que pueden combinar estos cursos, y en este programa de humanidades y ciencias hay algunos cursos base que todos deben tomar, como historia, historia mundial, filosofía de la ciencia, ética, o lo que sea. Ya sea que quieras ser ingeniero o biólogo o persona de negocios, tienes que tomar estos cursos. Esta es la tendencia que vemos, como programa, va a tener más integración holística de diferentes áreas y cosas que son importantes como ciudadano activo en la sociedad.

Las universidades jóvenes

Martin Paul: Yo solía trabajar en una universidad muy vieja, y así que existe cierta diferencia. Yo solía trabajar en Charité en Berlín, la cual tiene más de 300 años, y si estás en una posición administrativa o gerencial, probablemente puedes cambiar de curso si empujas con fuerza el volante, un poco hacia la izquierda, un poco hacia la derecha. Las universidades jóvenes aún están creciendo, aún son ideas por desarrollar.

Así que, para nosotros es, desde mi punto de vista, es más fácil desarrollar nuevas cosas. Una de las cosas que desarrollamos es, como sabemos que las ingenierías y ciencias duras son extremadamente dominadas por hombres, un gran porcentaje de los estudiantes son hombres, empezamos con un programa de humanidades orientado hacia las ciencias, donde le damos a los estudiantes la flexibilidad para decir “quiero hacer algo con ciencias, pero no sé si quiero ser un ingeniero en materiales  o matemático o científico computacional”. Es un tipo de enfoque flexible para guiar a los estudiantes hacia alguna disciplina. También el 50% de nuestros alumnos son mujeres en este programa. Esto es algo que podemos hacer con mayor facilidad que en una universidad de la vieja guardia. Como universidad joven, todos los trabajadores que vienen a nosotros vienen no porque Maastricht sea una ciudad hermosa, lo cual es cierto, sino porque están intrigados con nuestra filosofía educativa y eso es diferente, diría yo, a comparación con las instituciones que son más viejas de Europa. 

Repensar la universidad europea

Martin Paul: Maastricht es nuestra ciudad europea y de verdad necesitamos repensar la universidad europea. La universidad es una invención de Europa, si lo piensas así, y todos hablan de las ideas de Von Humboldt. Yo trabajaba en la Universidad de Humboldt en Berlín, y él, claro, tenía contribuciones fantásticas, pero creo que él también estaba desarrollando esta idea en un estado muy centralista, con ideas muy elitistas, ¿sabes? Su idea de la universidad era la universidad sólo para la élite. Yo creo que hoy, cuando hay muchos más estudiantes que van a la universidad, tenemos que repensar este concepto. Así que esta llamada nos provocó, y dijimos “vamos a poner a un grupo de universidades jóvenes, una de esas universidades que son más flexibles para rebotar ideas” y encontramos esta idea de que la educación superior de hoy necesita ser accesible, necesita ser inclusiva.

Acuñamos la frase:“queremos ser excelentes pero no elitistas”, y eso no significa que todos deban ir a la universidad. No, digo, también hay un lugar para escuelas de ciencias aplicadas y entrenamiento vocacional, pero cualquiera debería tener acceso a la universidad, debería tener esa posibilidad basada en su talento, no en la riqueza de sus padres o en la red de compadrazgos y amiguismos que no es tan buena, así que esta es nuestra idea.

Somos los nuevos chicos en la cuadra. Todas somos universidades de menos de 50 años de edad, y presentamos esta idea de crear un piloto en un espacio abierto donde los estudiantes puedan seguir los cursos donde quieran y si lo quieren hacer de forma integrada o no. Fueron como 54 aplicaciones admitidas para las alianzas de universidad de las cuales se eligieron entre cinco y ocho universidades. Nosotros obtuvimos la calificación más alta, tuvimos 97 de 100 puntos, nunca habíamos tenido una calificación tan alta.

Estamos provocando algo en Europa, repensemos la educación desde un espíritu académico, desde la calidad y de muchas cosas de las ideas que tenemos en Maastricht y necesitamos también proveer ciudadanos activos en la sociedad. Así que lo estamos haciendo con esta red de alianzas. El diseño que queremos tener en los cursos es que puedas empezar tu programa en Roma, hacer el siguiente bloque en Madrid, y luego seguir en Chipre. Claro, lo puedes hacer a través de varias universidades, es un programa privado, pero sabes, diseñamos algunos temas específicos, uno de ellos es Europa, el futuro de Europa. Todo ese curso es sobre Europa, la sociedad digital. Estos son cursos que están presentes en todas las universidades. También se tratan temas como sustentabilidad y ciudadanía, así que, diseñamos algunos temas al inicio para ver cómo pueden funcionar estos cursos abiertos, y luego los evaluamos después de tres años. Así que es un piloto y la idea es si hay evaluación positiva, entonces cierta cantidad de alianzas en universidades también podrán obtener lo que llamamos como un estatuto europeo. No eres solo una universidad nacional sino también una marca europea. 

Ciudadanos del futuro

Martin Paul: Yo pienso, número uno, que se debe tener algún tipo de entendimiento cultural. Un entendimiento de que las personas son diferentes, tienen contextos distintos, diferentes necesidades, y en un salón de clases internacional como los que usamos, necesitamos crear una red, tratamos de crear esa atmósfera. Número dos, necesitamos deshacernos de la idea de inequidad, lo cual es muy difícil en el proceso a largo plazo. Pero si le das a los estudiantes las herramientas, por ejemplo, de una educación de ciudadanía global donde los eduquemos en cierta forma, no solo conocimiento sobre los hechos, pero también, de nuevo, con las habilidades que necesitas para abordar esto, entonces generas una buena contribución.

Muchos de nuestros graduados trabajan en ONGs y son activos, también, junto a sus estudios en esa área. Así que, es un proceso de largo plazo, pero al final, yo pienso que la solución al populismo y al nacionalismo es el conocimiento, es proveer una educación, es lograr tener a gente inteligente. Recuperar una generación para que no dependa de tweets como base de conocimiento. Así que es un proyecto a largo plazo, pero, le llamamos a esto, sabes, generación Maastricht, no, no son solo estudiantes de Maastricht, son estudiantes que nacieron después de 1992, nunca han visto a Europa disolver fronteras. Para ellos Europa significa otra cosa de lo que significa para las personas mayores de 50, quienes votaron en su mayoría por el BREXIT. Así que necesitamos construir esta nueva base de conocimiento y necesitamos hacerlo desde abajo para arriba. Es una perspectiva a largo plazo, no puedes resolver esto mañana pero tienes que poner algo, una alternativa en tierra, una alternativa al nacionalismo o populismo basado en conocimiento y basado en entendimiento y basado en habilidades culturales. 

El futuro de la educación superior

Martin Paul: Es muy difícil predecir el futuro, pero yo pienso que la educación superior tendrá mucha más variedad para las universidades y para los estudiantes. Seguiremos viviendo en un sistema basado en el campus. Los estudiantes van irán a las universidades, es decir, tendrán contacto uno a uno. Yo pienso que, dado a las innovaciones tecnológicas donde los estudiantes tienen muy buenas habilidades y técnicas que los maestros no, la posibilidad de escoger tu propio curso o modificarlo, creo que tendremos una forma más holística de acercarnos a esto. Será mucho mejor, será una mezcla de tecnología y orientación basada en campus, y probablemente será algo que los modelos educativos no serán puestos en contexto de cuatro o tres años. También serán esparcidos más hacia una vida de estudio. ¿Cuál será el valor de un título? Se necesitan desarrollar comunidades académicas donde todos estos aspectos puedan florecer. Así que será una tarea mucho más compleja el organizar a las universidades. Sigue siendo un sistema de un solo tamaño, así que tendremos más variedad.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/entrevista-martin-paul-maastricht-university

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María Dolores Prieto: «Los estudiantes más creativos tienen mayores habilidades para identificar y solucionar problemas»

Por: Carlota Fominaya

«Los estudiantes más creativos tienen mayores habilidades para identificar, definir e implementar soluciones eficaces a problemas». Esta es una de las afirmaciones hechas por María Dolores Prieto, Catedrática de Universidad en el área de Psicología de la Educación (UM), y una de las ponentes del I Encuentro sobre Artes, Emociones y Creatividad organizado por Fundación Botín y que se celebra estos días en el Centro Botín (Santander).

Tanto la creatividad como la inteligencia emocional son dos de las grandes cualidades más valoradas en el siglo XXI, ¿por qué?

En efecto. La primera porque es la habilidad para resolver problemas de forma novedosa y válida o correcta; y en el mundo cambiante en el que vivimos cada vez hay más problemas que nos son nuevos o a los que no nos hemos enfrentado antes. Con respecto a la inteligencia emocional, se trata de una competencia que permite al ser humano interactuar con los otros.

Esta interacción es sumamente relevante ya que no vivimos aislados; particularmente hoy día se valora el trabajo en equipo, tanto es así que los grandes logros de la ciencia y de la innovación tecnológica se consiguen gracias a los esfuerzos conjuntos. Es cada vez más infrecuente encontrar la figura del creativo solitario.

¿Qué nos permite la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional, usualmente definida como la capacidad de percibir, expresar y manejar emociones en nosotros mismos y en otros, no solo nos permite interactuar con los demás; si no también conocernos a nosotros mismos y regular nuestras emociones; lo cual puede ser relevante cuando afrontamos un problema. Esta inteligencia emocional va a permitirnos mantener nuestra atención en el problema que queremos resolver y no desanimarnos en el proceso.

En su investigación han querido comprobar si existe alguna asociación entre la inteligencia emocional y la creatividad. ¿Qué es lo que han encontrado?

Lo que diferencia a nuestra investigación sobre el resto es que esta relación es una cuestión que había sido estudiada con adultos, pero no en edades infantiles. Para ello, se valoró la inteligencia emocional utilizando un cuestionario muy conocido (el de Bar-On, que está editado por TEA) y la creatividad (utilizando la prueba de pensamiento divergente de Torrance) en niños de educación primaria que habían sido identificados como alumnos de altas capacidades. Y sí, había correlación. Estos alumnos se caracterizan por tener no sólo una alta inteligencia sino también una alta motivación y una elevada creatividad. Además, también medimos la inteligencia emocional de otros niños de habilidades medias.

¿Qué más encontraron al realizar este análisis?

Los resultados indicaron que, al comparar a los alumnos de altas capacidades con sus compañeros, los alumnos de altas capacidades puntuaban más alto en la variable «adaptabilidad» de la inteligencia emocional. Esto significa que los alumnos que son más fluidos en sus ideas y que enfocan los problemas desde distintas perspectivas mostrando originalidad (que son más creativos), son también aquellos que comprueban si lo que sienten en un momento dado está acorde con la realidad externa, tienen facilidad para adaptar sus emociones y pensamientos a la situación, y ello les permite resolver problemas de forma efectiva. Este resultado es consistente con otras investigaciones realizadas por el grupo con alumnos de Secundaria, donde se comparó la inteligencia emocional de alumnos más creativos con los menos creativos.

En definitiva, aunque la creatividad es un fenómeno complejo en el que intervienen muchas variables (la inteligencia, el contexto educativo, el tipo de problema, el conocimiento previo…), parece que la inteligencia emocional podría estar jugando un papel muy importante en el desarrollo de la creatividad.

¿Dónde está el error cuando queremos mejorar la creatividad?

Esto es importante porque cuando pensamos en mejorar la creatividad, muchas veces nos centramos en mejorar las variables cognitivas: mejorar el pensamiento divergente, el pensamiento metafórico, el pensamiento crítico, la búsqueda de información, el uso de analogías creativas, el entrenamiento del insigh, etc., y nos olvidamos de esa parte no cognitiva que tiene que ver con rasgos de personalidad como es la perseverancia ante los obstáculos, la disciplina en el trabajo, mantener una motivación intrínseca incluso cuando no es fácil la tarea.

¿Y la relación entre creatividad y escuela? ¿Cómo se puede mejorar?

En la escuela a veces se asume que trabajar la creatividad implica jugar y divertirse afrontando retos, pero ¿qué pasa cuando un problema no es divertido? Si nos preguntan cómo debería de mejorarse la creatividad, la respuesta sería trabajar en las dos vertientes: tanto a nivel cognitivo, dando acceso al conocimiento que se va a necesitar para resolver los problemas, como a los razonamientos más complejos. Como a nivel no cognitivo, trabajando la motivación y la regulación de emociones, así como la autoestima y la voluntad de asumir riesgos en nuestro trabajo, saber asumir las críticas, convertirlas en «feedback» para mejorar…

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Historias sobre la Psicología “Conductista”

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

En este 2019 se cumplen 60 años desde que se inició, a nivel profesional, la carrera de Psicología en la UNAM (1). A la manera de una conmemoración reflexiva sobre ese acontecimiento, retomo algunas de mis preocupaciones sobre la historia de la Psicología “Conductista” en México, a partir de preguntas e interrogantes como las siguientes: ¿Cómo se dio la “ruptura” al interior del grupo líder de la Psicología «Conductista» en México? ¿Se podrían reconstruir las historias de esos hechos a partir de textos escritos o publicados, debido a las dificultades de recuperar la narrativa en vivo? ¿O quién podría reunir a los “disidentes” del “conductismo” en México? ¿Cómo convocarlos para conversar sobre sus historias?

Mientras tanto y con esa intención, me he dado a la tarea de indagar en los contenidos de algunos materiales escritos, que están disponibles en los medios electrónicos, en dos sentidos: 1) Con la finalidad de realizar una búsqueda indirecta y plantear algunas hipótesis de trabajo al respecto, y 2) Con el propósito de reconstruir los signos de esa significativa “ruptura”. Como se puede apreciar, (dicho esto en lenguaje “kuhniano”) mis preocupaciones tienen mayor interés en las “rupturas” que en las “continuidades”.

Historias cortadas

Según Edgar Galindo, “Entre 1959 y 1990 coexisten diferentes escuelas de psicología y psicoanálisis: el psicoanálisis freudiano, frommiano, freudomarxista y lacaniano; escuelas cognoscitivas (europeas) tradicionales, como la de Piaget; la psicología cognoscitiva estadounidense, el conductismo, el guestaltismo redescubierto y la psicología humanista de Rogers. Sin embargo, el trabajo de las escuelas se concentra en las universidades, en la formación profesional. A principios de los setentas, la investigación en psicología es rara en México y la publicación de resultados más rara aún. El volumen de la investigación –y por consiguiente de las publicaciones– crece constantemente, sobre todo entre 1975 y 1990, con excepción de un periodo difícil entre 1982 y 1987, que corresponde a los años de la crisis económica de México. No obstante, a pesar del gran número de enfoques que han existido en México en 30 años, es evidente la existencia de 5 grandes escuelas en la psicología: Conductismo, psicología transcultural, psicología cognoscitiva de orientación norteamericana, psicología social de orientación norteamericana y enfoque psiquiátrico-psicométrico.” (Galindo, 2004)

Los pioneros del “Conductismo” en México, grupo académico que floreció específicamente en la UNAM y en la Universidad Veracruzana entre 1967 y 1982, son reconocidos por varios autores y protagonistas de los hechos, como el colectivo que dio origen, de manera formal, a ese movimiento. Tomo como referencia el año de 1982 como tiempo de término del período de auge del “Conductismo” en la UNAM, de acuerdo con una afirmación de Emilio Ribes. (ver mi texto: “Emilio Ribes y el Conductismo en México”. Tercera y última parte. SDP Noticias, 15 de octubre, 2018).

“Para los conductistas, la conducta es el objeto de estudio de la Psicología. La tarea de ésta es el estudio objetivo de la conducta y su instrumento de investigación es la metodología operante. La investigación con animales se considera correcta para la comprensión del comportamiento del hombre, en el sentido de que los conceptos y las leyes encontradas en el laboratorio pueden extrapolarse a los seres humanos. La psicología aplicada es, entonces, la aplicación de los principios y los métodos de la psicología experimental en diferentes campos del comportamiento humano… Los psicólogos deben dominar los principios de la modificación de conducta para ser capaces de resolver problemas en diferentes campos: en la educación y el desarrollo infantil, en la educación especial, en el terreno social, en la solución de problemas clínicos, en la industria y el trabajo y en el campo de la salud en general. Esta lógica regula la enseñanza, la investigación y la práctica en los ámbitos dominados por los conductistas.” (Galindo, 2004)

Aunque no existen muchos trabajos sobre las historias de “ruptura” ni sobre la evolución conceptual del “Conductismo” en México (dado que el circuito “estímulo-respuesta fue rebasado), contamos sin embargo con algunas aproximaciones historiográficas sobre la decadencia de ese movimiento en México: “Los psicólogos conductistas aprovechan la ampliación de la UNAM (en 1975) para aplicar en la ENEP-Iztacala un currículum totalmente conductista orientado hacia la formación práctica en áreas consideradas prioritarias para la sociedad mexicana; esfuerzos semejantes no llegan a consolidarse en la ENEP-Zaragoza. Hacia 1976, el análisis experimental de la conducta y la modificación de conducta se convierten en la orientación que más influye en la formación de los psicólogos del país, pues predomina en al menos 30 instituciones de enseñanza.” … “A pesar de sus logros, la fuerza del movimiento conductista parece haber disminuido a finales de los ochentas. El apasionamiento ingenuo de los conductistas por la modificación de conducta en los primeros tiempos inició un evidente proceso de diferenciación desde finales de los setentas. Las limitaciones existentes en la concepción teórica del conductismo son reconocidas en diferentes grados por algunos autores, que admiten los límites que fija la realidad social al trabajo psicológico. Otros han expresado claramente su desilusión ante las limitaciones del modelo conductista (Molina, 1980; Alvarez y Molina, 1981; Millán, 1982; Lozano Mascarúa, 1985 y Rueda, 1986), aunque algunos reconocen sus aportaciones (Páez, 1981). En pocas palabras, el conductismo no parece haber llenado las expectativas de los psicólogos mexicanos, muchos de los cuales exploran otras alternativas para la creación de una psicología científica y socialmente comprometida en otras escuelas psicológicas, ya viejas o recientemente conocidas.” (Galindo, 2004)

Preguntas e hipótesis…

Las siguientes preguntas podrían animar o motivar el trazo de una línea o campo de investigación sobre las historias de la Psicología “Conductista” en México, a 60 años de iniciada formalmente esta profesión: Los textos escritos por algunos de los protagonistas de la “ruptura” frente al “Conductismo” en México, ¿podrían contribuir a la reconstrucción de esas historias? ¿Se podría armar una narrativa indirecta o conectar los textos escritos, que fueron preparados en marcos teóricos e históricos diversos, para reconstruir la fenomenología de esa “ruptura”?

En efecto, existen algunos escritos que, de manera tácita –me parece- se refieren a la “ruptura” frente a la Psicología “Conductista”, los cuales se han expresado en diversos contextos y al calor del análisis de diferentes fenómenos; en ellos he encontrado, digamos, una suerte de narrativa en torno a la “separación”, al “quiebre”, donde el telón de fondo es, a veces, -según mi interpretación- el “Conductismo”. Textos, por ejemplo, sobre el abandono de una tradición, o sobre el corte de una identidad, me parece que guardan alguna relación o plantean una evocación, a lo lejos, con lo que algunas profesoras y profesores vivieron como “ruptura” a finales de los años 70´s e inicios de los 80´s, en una época marcada por la decadencia de esa corriente teórica y metodológica de la Psicología académica, sobre todo en la UNAM.

En un texto escrito a propósito de los procesos subjetivos del exilio, se señala lo siguiente: “…una de las consecuencias de las catástrofes, sean éstas una invasión, un golpe militar, una devastación natural, es que alteran o fracturan los vínculos que el sujeto ha establecido, haciéndole perder su lugar en el conjunto al que pertenecía y a partir del cual había construido su continuidad. El ataque contra la identidad del espacio y de la sociedad, es un ataque contra el origen y contra el orden simbólico; incluye necesariamente el ataque contra el cuadro metapsíquico, entendido como la estructura grupal en la que se apuntala la psique de un sujeto singular. Es por esto que la catástrofe no es sólo un acontecimiento, es también un proceso que, desde el punto de vista de las historias, tanto de los sujetos singulares como de los grupos, implica correlativamente la movilización de múltiples procesos e instancias que le permitan contender contra los conflictos más íntimos y profundos en defensa de su continuidad, de su permanencia como sujetos, de la vigencia de sus proyectos, construyendo en su horizonte la posibilidad última del exilio, la clandestinidad, la resignación, o la renuncia a la existencia misma.” (2)

En otro texto y en una coyuntura ajena, se asevera lo siguiente: “Ahora es necesario redimensionar estos discursos, replantear el estatuto que guarda la puesta del humano en circunstancia, enfocar la comprensión de los avatares de sus relaciones, no desde la formalidad discursiva de las disciplinas que pretenden su caracterización definitiva; sino restituyéndole la posibilidad de su propio lenguaje, en el sentido más amplio del término; en suma, verlo como actor de su historia personal, no de la que oficial y teóricamente es protagonista, sino de la más íntimamente suya, de la que construyó su cuerpo, su deseo, sus vínculos, su mundo.” … “Es tiempo también de generar los dispositivos, los mecanismos, que han de abrir los espacios para que el que escucha, el que observa, el que estudia lo humano, renuncie a sus propio prejuicio teórico, como condición necesaria para dejarlo hablar de otro modo y no sólo escuchar lo que es hablado a través de él, esto es, para oír otras palabras de lo que tiene que decir y no limitarse únicamente a recuperar, con su intermediación, los discursos que hablan de él.” (3)

En el problema de la “ruptura”, en sí misma, -pienso- quizá lo que hoy se puede valorar es el paso de los hechos, los procesos, los registros y los significados, explícitos e implícitos, expresados en las palabras. Las palabras escritas, publicadas, como caminos para entender, para comprender lo sucedido, para aventurar una interpretación. Indagar, directa o indirectamente, sobre las representaciones de tales “rupturas” y lo que éstas expresan. Porque las palabras no escritas se quedarán en lo privado, casi siempre. ¿Qué clase de “ruptura” fue? Epistemológica, ideológica, de disolución de la identidad grupal, ¿o fue una ruptura de hartazgo con el liderazgo y las formas de distribución del poder lo que generó la batalla contra el “conductismo” a la mexicana? ¿O fueron, en parte y en todo, el conjunto de esos factores? ¿Cuál es el signo de la “ruptura” que generó el “quiebre” del grupo líder en la enseñanza de la Psicología conductista en la UNAM? ¿Por qué ya no es pertinente hablar de ello; o sí lo es? ¿Quién y desde dónde está dedicado al estudio historiográfico de ese “quiebre”? ¿Cuáles son los significados y los medios de la negación de lo sucedido? Éstas son quizá algunas preguntas para investigar sobre una parte de las historias no habladas, pero sí escritas, de la Psicología conductista en la máxima casa de estudios y de otras universidades, públicas y privadas, que imparten esa carrera profesional en México.

Fuentes consultadas y nota:

(1) Edgar Galindo (2004). Análisis del desarrollo de la psicología en México hasta 1990. Con una bibliografía in extenso. Psicol. Am. Lat.  n. 2. México.

Nota: El dato de referencia fue señalado por Lara Tapia y recuperado por Galindo cuando afirma: “ En 1959 fue fundada la carrera de psicología en la UNAM (Lara Tapia, 1983); aunque la psicología ya se enseñaba en México desde 1896 y aunque en la Universidad Nacional Autónoma de México existía un posgrado en psicología desde 1938, en 1959 la psicología se empieza a enseñar como disciplina autónoma en el país y con ello se da un paso más hacia su reconocimiento como una profesión. Esa fecha constituye el hito histórico que marca el fin del periodo de formación de la psicología en México. En ese momento se inicia lo que he llamado periodo de expansión.”

(2) Carlos Fernández Gaos. Al País del Otro. (Algunas reflexiones sobre el contexto del dispositivo clínico en migrantes, exiliados y transterrados). Revista Electrónica Psicología Iztacala, Vol. 2, No. 1, feb. 1999. FES Iztacala, UNAM. México.

(3) Carlos Fernández Gaos. Masculinidad: errática zaga de un lugar imposible.

http://biblioteca.clacso.edu.ar/Mexico/crim-unam/20100428124919/Masculyempleo.pdf

Fuente: http://www.educacionfutura.org/historias-sobre-la-psicologia-conductista-la-ruptura/

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¿Intuitivo o analítico?: descubre qué hemisferio predomina en tu personalidad

Por: Paco Pepe Gil

Al menos una parte de las características más llamativas de nuestra personalidad depende de cuál de los dos hemisferios del cerebro predomina en ella. A continuación, todo lo que debes saber sobre literalidad cerebral y su influencia directa en la manera en que pensamos y nos comportamos.

Es bien sabido que el cerebro consta de dos mitades o hemisferios conectadas entre sí por un extenso haz de fibras nerviosas llamado cuerpo calloso. El hemisferio izquierdo gestiona el pensamiento analítico mientras que el lado derecho se inclina más por la intuición. El predominio de uno sobre otro influye en nuestra personalidad y nuestra forma de actuar.

La lateralidad cerebral se refiere al diferente funcionamiento que tiene cada uno de los hemisferios del cerebro humano. Pero esa lateralidad no es total y ambas partes se reparten muchas funciones y colaboran y se comunican entre ellas para desempeñar bien cada tarea concreta. ¿Qué hace exactamente cada hemisferio? ¿El predominio de uno u otro es una constante en la personalidad o existen circunstancias que pueden hacer que varíe?

 

Qué hemisferio predomina en ti

Por lo general, se relaciona el cerebro con las capacidades y funciones de la persona pero también es el órgano que controla la inteligencia, la memoria y los sentidos, de manera que condiciona en gran medida nuestra personalidad, nuestra forma de ser. El que alguien sea más creativo que lógico, más práctico que idealista, más atrevido que tímido depende hasta cierto punto de su estructura cerebral, un terreno que todavía un buen número de incógnitas.

Lo que sí se sabe es que la personalidad viene muy condicionada por hemisferio cerebral dominante. Así, por ejemplo, en las personas diestras –factor también a tener en cuenta- el sector izquierdo es el que se ocupa del lenguaje y es, por tanto, un cerebro racional y lógico que piensa en serie, reduciendo todo a números, palabras y letras. Por el contrario, si alguien está dominado por el hemisferio derecho se mostrará más intuitivo y no tan verbal, capaz de recurrir a pensamientos en patrones e imágenes y más proclive a centrarse en lo general que en lo particular.

El cerebro es un centro de mando muy curioso, capaz de suplir sus propias carencias. Así, una lesión en el hemisferio izquierdo puede provocar que se `borre´ la letra de una canción y sin embargo la melodía permanezca absolutamente nítida. Por el contrario, si la zona dañada es el lado derecho, que está vinculado al arte, a la música, la contemplación y la meditación, la persona puede olvidarse totalmente de la tonadilla, pero la letra no se borrará.

 

Misiones diferentes, una finalidad compartida

En su vida cotidiana, las personas utilizan continuamente un hemisferio más que otro. Muchas funciones que desempeñamos a diario, como hablar, escribir, escuchar música están lo que se podría denominar como lateralizadas. Por ejemplo, el lenguaje hablado o la capacidad artística, la capacidad de síntesis y muchas tareas de visión espacial dependen del hemisferio derecho, que es igual de capaz que su socio y que además es más integrador y está especializado en las sensaciones y concibe las situaciones, integra varias fuentes de información (olores, sonidos, etc.) y las computa como un todo.

Otras funciones, como el cálculo matemático o el análisis, están asignadas al hemisferio izquierdo, que también está especializado en el manejo de la lógica, el procesamiento de la información, el pensamiento proporcional, la organización de la sintaxis, el control del tiempo, la toma de decisiones y la memoria a largo plazo.

Es curioso como cada parte del cerebro realiza sus funciones y sus capacidades. El hemisferio izquierdo controla mejor su parte del cuerpo que el derecho y funciona mucho mejor en tareas de memoria cuando el contenido es verbal. Sin embargo, el derecho rinde mucho más en misiones de capacidad espacial, es decir en cuestiones de distancia y dirección, y también en el campo emocional, ya que interpreta de forma sobresaliente las expresiones faciales, los estados de ánimo y los cambios de humor.

Por lo general, siempre hay un hemisferio dominador en nuestra conducta y generalmente es el izquierdo entre el 80 y el 87% de las personas. Sin embargo ambos lados siempre están conectados entre sí y funcionan como procesadores de información independientes con funciones complementarias. Es decir, que trabajan de forma coordinada, en equipo, y cuando uno de ellos resulta dañado se altera la función correspondiente aunque esta lesión no tenga lugar en el lado superior en el desempeño de dicha tarea.

Un dato a tener en cuenta es que el lado que prevalece, generalmente el izquierdo, parece estar más estrechamente asociado con la consciencia.

¿Se puede cambiar la dominancia?

No hace demasiado tiempo, se pensaba que la lateralización del cerebro era una característica específica de los seres humanos y que el resto de animales no tenían esta diferencia. Esta es una teoría que se basaba, principalmente, en la prominencia del hombre. Actualmente, está bastante desfasada. Lo que está claro es que en una persona diestra, el hemisferio dominante es el izquierdo y tienen más habilidad y mayor rendimiento con la mano, la pierna, el oído y el ojo derecho. Justo lo contrario de lo que les ocurre a los zurdos.

Un factor a tener en cuenta es que cerca del 40% de los sujetos no tienen establecida plenamente una dominancia por parte de uno de los dos hemisferios. O la tienen mezclada.

El cerebro es un órgano transformable y que se adapta mucho más de lo que se creía y no solo de niño, sino también de adulto. Se ha intentado cambiar la dominancia mediante la meditación y el aislamiento y se ha tratado de adormecer el lado izquierdo con la falta de estímulos y la privación sensorial para motivar el hemisferio derecho.

Todavía hay mucho terreno para explorar y aprender del cerebro aunque se ha progresado muchísimo en las últimas décadas. Actualmente se conocen mejor las zonas asociadas a distintas funciones y las especializaciones que tienen cada hemisferio, su relación entre ellas y como afectan a la personalidad, aunque aún se desconoce cómo actúan concretamente. Se sabe, eso sí, que alteraciones orgánicas en el cerebro provocan cambios de comportamiento, unas veces severos y otras muy sutiles.

Funciones específicas de cada hemisferio

– Derecho: controla el espacio, la intuición, la inteligencia global, el sentido artístico. Es el encargado de analizar toda la información que recibimos. Tiene un carácter desestabilizante y donde se asientan los sentimientos negativos.

– Izquierdo: controla el tiempo, el lenguaje, el pensamiento analítico, el cálculo, sabe lo que hay que hacer y cómo hacerlo, los procedimientos. Ofrece estabilidad y tranquilidad. Es el lugar donde se asientan los sentimientos positivos.

Fuente: https://www.elperiodico.com/es/port/vida/20190715/hemisferio-cerebral-personalidad-lateralidad-piscologia

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Autoestima y dificultades de aprendizaje

Autora: Cristina Martínez Carrero / Fuente: INED21

PERSONALIDAD

La personalidad se define como un ‘conjunto de rasgos y cualidades que configuran la manera de ser de una persona y la diferencian de las demás’, es decir, es la forma que tenemos de pensar, sentir y actuar. Es algo que forjamos día a día desde que somos pequeños.

El ambiente que nos rodea, las vivencias que tenemos con la familia, escuela y amigos, son piezas clave.

Tenemos dos tipos de mecanismos para conformar la personalidad a lo largo del tiempo son:

Aprendizaje observacional

El aprendizaje observacional, con el cual aprendemos las consecuencias de determinadas acciones viendo el resultado que generan en otras personas.

Aprendizaje directo

El aprendizaje directo, es el que todos conocemos por ensayo-error. A lo largo de nuestra vida vamos probando diferentes acciones y aprendemos lo que es agradable y desagradable. Lo agradable se va a convertir en nuestra motivación, querremos repetirlo, lo desagradable se tiende a evitar.

Sabemos que tener una dificultad de aprendizaje, muchas veces connota baja autoestima y motivación, pero ¿por qué?

Siempre hablamos de TDAH, Dislexia, TEL… pero no nos damos cuenta de que detrás de estas «etiquetas» se encuentran niños y adolescentes que vivencian sus dificultades con cierto conflicto.

El aprendizaje directo que tienen en muchos aspectos de su vida (escuela, amigos…) tienden a generar unasensación de fracaso continua; tropiezan constantemente, por lo que en la mayoría de los casos se acaban convierto en situaciones algo «desagradables». Ponen mucho esfuerzo, sin embargo, el resultado no suele ser el esperado.

Imagina que intentas hacer algo una y otra vez, y pese al gran esfuerzo que realizas no llegas a la meta propuesta. Es normal que acabe en frustración, desmotivación y/o abandono de la tarea, apareciendo conductas de evitación.

Lógicamente, estas vivencias negativas generan una baja autoestima, influyendo directamente en la personalidad. Por este motivo, los niños con dificultades de aprendizaje suelen ser más inseguros, les cuesta tomar decisiones, confían poco en sí mismos, evitan afrontar nuevos retos…

Los más introvertidos intentarán pasar por desapercibidos dentro del aula, interactuando lo menos posible, sin preguntar dudas, su comportamiento será bueno pues no quieren destacar ni llamar la atención.

También hay muchos otros casos en los que aparecen «conductas disruptivas», ocurre lo contrario, intentan llamar la atención de cualquier manera, portándose mal, molestando al de al lado…

AUTOESTIMA Y MOTIVACIÓN

Por eso, lanzamos la pregunta «¿Cómo se vivencia una dificultad en 1º persona?», ¿nos paramos a pensar cómo se sienten? Es una invitación a la reflexión a todas las personas implicadas en el proceso de aprendizaje de niños y adolescentes. A veces, nos centramos en las dificultades académicas y dejamos de lado la más importante, la autoestima y motivación, olvidándonos de que son la puerta de entrada para el resto de aprendizajes.

Os ofrecemos algunas pautas para reforzar la autoestima y motivación cuando hay una dificultad de aprendizaje:

No tratéis sus dificultades como un tema tabú, sentaros con él/ella cuantas veces haga falta, para hablar sobre qué le pasa, cuáles son sus puntos fuertes y débiles, porque acuden a terapia

Ofrecedle un espacio y un clima de confianza, por si tiene algún problema que necesite compartir; que tenga la confianza de poder expresar sus emociones, sin sentirse juzgado por ellas.

Reforzad positivamente cada pequeño paso, cada mínimo avance; lo que para nosotros puede ser algo sencillo para ellos es un gran esfuerzo. No sólo necesita tener éxito sino que se lo subrayen.

No valoréis las notas sino el esfuerzo empleadoSino llega a la meta, debemos hacerle/a ver que no pasa nada. Ofrecer refuerzo positivo.

Evitad comparativasson muy dolorosas para ellos.

Reforzad aquellas cosas que se les dé bien, el deporte, la cocina, las manualidadesQue sienta que no todo se le da mal, que es capaz de destacar en algo.

Debéis ser conscientes de la realidad y adaptaros a ella. Esto supone realizar exigencias razonables a su capacidad y nunca presionar más de lo debido.

Nunca dudéis de sus capacidades y mucho menos delante de él/ella.

Dejaros asesorar por los profesionales y seguir las pautas que os proporcionen. Exigid contacto con la escuela; el trabajo multidisciplinar es importante cuando trabajamos una dificultad de aprendizaje.

No olvidemos que cada niño es único y su dificultad también lo es, así como la forma de afrontarla no siempre va a ser la misma. Recordad…

Trabajar sobre el éxito para recuperar

la confianza en sí mismo/a

Fuente del Artículo:
https://ined21.com/autoestima-y-dificultades-de-aprendizaje/
ove/mahv
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Cómo la adolescencia afecta a nuestro cerebro y moldea nuestra personalidad

Por: BBC.

Los cambios de humor y el estrés desencadenado por la pubertad pueden afectar nuestro cerebro y tener influencia en nuestro comportamiento futuro, según explica el psicólogo Christian Jarrett, especializado en la personalidad.

Mis hijos gemelos de 4 años se parecen en muchos aspectos. Los dos son sociables, traviesos y amorosos. Pero ya es posible notar algunas diferencias entre ellos. El niño, por ejemplo, es más consciente del tiempo y es muy curioso sobre el futuro. La niña, por su parte, se muestra más determinada a hacer las cosas por sí misma. Como psicólogo especializado en la personalidad, y como padre, ver cómo emergen y se desarrollan las particularidades de cada uno me fascina. Está claro que todavía es pronto, y aunque nuestra personalidad tenga raíces en la infancia, sé que habrá muchos cambios en el futuro, principalmente cuando entren en la pubertad.

Hay investigaciones que señalan consecuencias beneficiosas de los cambios de personalidad de los adolescentes.

La adolescencia es una fase de transformaciones rápidas. No en vano la neurocientífica cognitiva británica Sarah-Jayne Blakemore, especializada en el cerebro adolescente, describió recientemente el desafío de esta etapa del desarrollo humano como «una tormenta perfecta» por el aumento repentino y simultáneo de «alteraciones hormonales, neuronales, sociales y de presiones de la vida». A la lista podía haber añadido perfectamente «los cambios de personalidad».

Efectivamente, desde los primeros años de la infancia hasta su etapa final, nuestra personalidad y temperamento se consolidan a medida que adoptamos una forma de pensar, actuar y sentir más consistente. La estabilidad de la personalidad se refuerza de nuevo a partir de la fase final de la adolescencia hacia la edad adulta.

Pero en la fase intermedia, es decir, en la adolescencia, esa tendencia se interrumpe. El caleidoscopio de la personalidad se agita y es profundamente importante cómo se colocan las piezas.

Estudios a largo plazo muestran que los rasgos que aparecen durante nuestra adolescencia pueden predecir una serie de resultados a lo largo de la vida, como el éxito académico o el riesgo de desempleo.

Las investigaciones sobre el tema todavía son incipientes, pero las posibles conclusiones son relevantes y emocionantes. Al entender más sobre las fuerzas que moldean la personalidad de los adolescentes posiblemente podremos intervenir y ayudarlos a trazar un camino más saludable y exitoso. Los cambios de personalidad no son exclusivos de la adolescencia.

Si usted se aleja y mira toda su vida, observará que hay, en general, un incremento constante de atributos deseables: menos angustia, más autocontrol, una mente menos cerrada, más simpatía. Los psicólogos llaman a esto el «principio de la madurez». Si tienes 20 y pocos años, eres inseguro y ansioso, puede ser reconfortante saber que, según el patrón, al envejecer serás más tranquilo. No se puede decir lo mismo, sin embargo, sobre los preadolescentes, porque en esa etapa entra en juego algo que se conoce como «la hipótesis de la ruptura».

En Holanda se realizó un estudio con miles de adolescentes: durante la investigación, que comenzó en 2005, se les sometió desde los 12 años de edad a tests de personalidad anuales, por un periodo de seis o siete años. Al comienzo de la pubertad, los chicos presentaron una reducción temporal de la meticulosidad (organización y autodisciplina) en tanto que las chicas manifestaron un aumento transitorio de la neurosis (inestabilidad emocional).

El resultado parece reforzar los estereotipos sobre los adolescentes: habitaciones destartaladas y cambios de humor. Pero, felizmente, ese retroceso en la personalidad es de corta duración y los datos holandeses muestran que las características positivas previas de los jóvenes reaparecieron al final de la adolescencia. Tanto los padres como los hijos están de acuerdo en que ocurren cambios en esta fase. Pero, sorprendentemente, las alteraciones percibidas pueden variar según el punto de vista.

Eso es lo que constató un estudio de 2017 realizado con más de 2.700 adolescentes alemanes. Los jóvenes evaluaron sus propias personalidades en dos momentos: a los 11 y a los 14 años de edad. En ambas ocasiones, los padres también analizaron las personalidades de los hijos.

Se revelaron algunas diferencias: los adolescentes notaron, por ejemplo, una reducción en el grado de amabilidad, pero los padres consideraron ese declive mucho más acentuado. Además, los jóvenes se sentían cada vez más extrovertidos, mientras que los padres pensaban que estaban más introvertidos.

«Los padres, de una manera general, observaron que los hijos eran menos agradables», interpretaron los investigadores. Y, al mismo tiempo, clasificaron la reducción de meticulosidad de los adolescentes con menos rigor que los jóvenes.

La divergencia puede parecer en principio contradictoria. Pero tal vez se pueda explicar por los grandes cambios en las relaciones entre padres e hijos, desencadenados por las crecientes demandas de los adolescentes de una mayor autonomía y privacidad.

Los investigadores resaltan que además pueden estar usando parámetros distintos: mientras que los padres evalúan las características de los hijos en relación con un adulto, los jóvenes se comparan con sus colegas. El resultado va en la misma línea que otros estudios que también identificaron un patrón de reducción transitoria de los rasgos positivos (especialmente la amabilidad y la autodisciplina) al inicio de la pubertad.

La visión general de la adolescencia como una «ruptura» temporal de la personalidad parece, por tanto, correcta. Además, en la investigación alemana, padres e hijos estuvieron de acuerdo en que la amabilidad había disminuido, solo disentían en cuánto se había reducido. Naturalmente, son estudios de largo plazo que analizan los cambios de personalidad comunes entre adolescentes.

Pocos datos individuales

Este tipo de dato en un ámbito de grupo enmascara la cantidad de variación individual que existe de un adolescente a otro. En verdad, apenas estamos comenzando a entender la complicada mezcla de factores genéticos y ambientales que contribuyen a los patrones individuales de cambio de personalidad.

El cerebro adolescente es un buen punto de partida. En las últimas dos décadas, Sarah-Jayne Blakemore y otros especialistas mostraron cómo el desarrollo de los jóvenes está marcado por importantes cambios en el cerebro, incluyendo una «poda» del exceso de materia gris, asociada al aprendizaje.

Ese factor podría contribuir a los patrones de cambio de personalidad en la adolescencia, de acuerdo a un estudio noruego de 2018 basado en imágenes cerebrales.

Los investigadores examinaron los cerebros de decenas de jóvenes dos veces a lo largo de un periodo de dos años y medio y les pidieron a los padres que analizaran las personalidades de los hijos en las dos ocasiones.

Descubrieron que los que tenían puntuaciones más altas en términos de meticulosidad presentaban una tasa más alta de afinación del área cortical en varias partes del cerebro, señal de una «poda» más eficiente de materia gris y de mayor madurez. Lo mismo se observó en relación con las evaluaciones más altas en la cuestión de la estabilidad emocional.

Esta línea de investigación todavía es nueva, pero según los científicos los resultados sugieren que «grandes variaciones individuales en los rasgos de personalidad pueden estar parcialmente relacionadas con la maduración cortical durante la adolescencia». En otras palabras, la forma como nuestra materia gris cambia en la adolescencia puede afectar la manera como nos sentimos y comportamos.

El estrés y los disgustos

Está claro que factores externos como situaciones de estrés o adversidad también están intrínsecamente ligados a cualquier cambio de personalidad en esta fase. Y es evidente que ser adolescente produce ansiedad.

Las investigaciones muestran que determinados tipos de estrés pueden tener un impacto sobre cambios específicos de la personalidad.

En un estudio publicado en 2017 que contó con la cooperación de voluntarios estadounidenses los investigadores evaluaron la personalidad de los participantes, con edades entre los 8 y los 12 años, y repitieron el procedimiento tres, siete y diez años después. En paralelo, los voluntarios registraron experiencias estresantes o adversas que vivieron en la adolescencia.

El estudio mostró que las situaciones de adversidad que estaban fuera del control de los participantes -como el divorcio de los padres o un accidente de tráfico- se asociaron con el aumento de la inestabilidad emocional a lo largo del tiempo, tanto en la adolescencia como en la edad adulta.

Cuando el estrés estaba directamente relacionado con actitudes o decisiones de los participantes -como mal comportamiento, que puede llevar a la expulsión de clase- este tuvo un efecto mayor en la personalidad, pues fue relacionado no solo con un aumento de la neurosis (inestabilidad emocional) sino con una disminución de la meticulosidad y la amabilidad con el paso de los años.

Los investigadores creen que las adversidades generadas por las acciones de un joven pueden ser consideradas más estresantes, perjudicando así el desarrollo de su personalidad.

Esto sugiere que ofrecer apoyo emocional adecuado a los adolescentes, especialmente a los que atraviesan situaciones de estrés, puede ayudar a combatir un ciclo de cambios negativos de la personalidad. Pero no todo es perjudicial.

Aspectos positivos

Hay investigaciones que señalan consecuencias beneficiosas de los cambios de personalidad de los adolescentes. Un estudio suizo de 2013 muestra, por ejemplo, que el proceso de afirmación de la identidad de los jóvenes, como percibir que pueden actuar de forma auténtica, tener el control de la propia vida y saber lo que se espera de ellos, a la larga está asociado con el desarrollo positivo de la personalidad, incluyendo una mayor estabilidad emocional y meticulosidad.

Otro estudio reveló por su parte un vínculo entre la autoconfianza en la escuela y el desarrollo positivo de la personalidad. Hallazgos como este son halagüeños porque ofrecen pistas sobre cómo podemos crear ambientes más estimulantes para los adolescentes a fin de ayudar en el desarrollo de su personalidad. Un enfoque en el que vale la pena invertir, ya que los rasgos de personalidad en la adolescencia son predictivos de experiencias posteriores.

Por ejemplo, un estudio británico realizado entre más de 4.000 adolescentes mostró que aquellos que presentan una evaluación baja en meticulosidad eran dos veces más propensos a estar desempleados en el futuro, en comparación con los que consiguieron puntuaciones altas en la misma cuestión.

Nos concentramos mucho en hacer que los adolescentes estudien y aprueben el examen de acceso a la universidad. Pero tal vez nos deberíamos enfocar también en ayudar a cultivar sus personalidades. Pensando en mis gemelos, esa es un área de investigación que quiero seguir de cerca.

Fuente de la reseña: https://www.semana.com/educacion/articulo/como-la-adolescencia-afecta-a-nuestro-cerebro-y-moldea-nuestra-personalidad/587723

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La estructura emocional, el aprendizaje y la tarea docente

Por: José de Jesús Reveles

A partir de los años sesenta cuando la psicología empírica comenzó a otorgar mayor valor a los aspectos cognitivos y su influencia en el comportamiento y personalidad; trabajos del canadiense Albert Bandura (1982), y otros autores, demostraron el impacto que nuestros pensamientos y creencias ejercen sobre nuestras actuaciones y proporcionan herramientas terapéuticas eficaces en el control de la ansiedad y la depresión.

Martin Seligman (1981) sostiene que el pesimismo es un estilo de pensamiento, caracterizado por la explicación que la persona se hace de la adversidad como algo permanente universal y personal.Esta forma de pensamiento lleva a la indefensión y a la desesperanza.

Por el contrario, el estilo optimista de pensamiento explica la adversidad como transitoria, específica y externa a la persona. Esto permite mantener viva la esperanza y sentir que el cambio es posible. La esperanza hace que la persona esté dispuesta a ponerse en pie, a continuar esforzándose, a buscar alternativas y a persistir frente a la adversidad.

La mayoría de los niños y jóvenes encuentran en su entorno familiar y en los contextos en los que viven, las condiciones de protección y los modelos que necesitan para desarrollarse. Sin embargo, en algunos casos no reciben la atención necesaria por parte de las personas encargadas de su cuidado.

En estas situaciones, el desarrollo evolutivo no se produce adecuadamente, afectando esto tanto a su competencia y adaptación social, como a los aprendizajes escolares.

Hoy en día, las instituciones educativas son los lugares propios de socialización de los niños y jóvenes, y es en ellas donde manifiestan con más claridad sus dificultades en las tareas y competencias de cada una de las etapas de crecimiento académico y social.

Los profesionales de la educación cumplen un papel importante en la prevención, detección e intervención, cuando alguno de los niños o jóvenes está sufriendo una situación de riesgo o se están vulnerando sus derechos desde cualquiera de los contextos donde vive.

Es así que en los diferentes procesos educativos se tienen un compromiso con el bienestar de éstos y les obliga a tomar postura activa en aquellos casos en los que los niños están siendo víctimas de situaciones de desprotección, o no están siendo satisfechas de forma adecuada sus necesidades básicas, y a notificar estas situaciones para poner en marcha las actuaciones de protección oportunas.

En tal sentido, los aprendizajes significativos son producto de la interacción que fluye entre el docente y el estudiante permeados por emociones gratas, los cuales internalizados en un proceso entre la razón y la emoción garantiza un efecto deseado.

Así, se ha demostrado que las emociones representan junto a los procesos cognitivos un factor determinante en la adquisición del conocimiento, tomando en consideración que, si la experiencia de aprendizaje es agradable a los estudiantes, ellos lograran aprendizajes significativos, de lo contrario propiciarán procesos emocionales negativos que generará una conducta de huida hacia la disciplina que administre el docente en su momento y entre los diversos estudios generados sobre ella.

En este sentido, es importante señalar que los procesos emocionales deben ser considerados en el campo educativo, puesto que estos no solamente ocurren en el interior del sujeto, sino que también son parte de la interacción social. Circunstancia por la que se suelen llamarse procesos psicosociales, los cuales conforman la base central de la educación.

Fuente: https://www.elsoldezacatecas.com.mx/analisis/la-estructura-emocional-el-aprendizaje-y-la-tarea-docente-1587687.html

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