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Investigación de la Ctera sobre la privatización de la educación: Escuela de negocios

Argentina / 28 de octubre de 2018 / Autor: Laura Vales / Fuente: Página 12

Una investigación de la Ctera sobre la privatización de la educación denuncia que, desde la asunción del macrismo, las corporaciones avanzan sobre el sistema público. ONGs, integradas por grandes empresas y bancos, penetran en escuelas y universidades para transformar la educación en una mercancía

Desde la asunción del macrismo, las corporaciones –sus fundaciones y ONG– entraron en escuelas y universidades. La educación es un gran nicho de negocios y la Argentina, un mercado a conquistar; pero el fenómeno tiene además, otros brazos: las grandes empresas han estado interesadas desde siempre en el campo educativo, con el objetivo de que los alumnos puedan ser entrenados para sus necesidades productivas. Finalmente, en lo político, la educación es un factor a controlar, en la medida en que a través de ella se introducen en las personas ciertas lógicas, se apaga o aviva el pensamiento crítico. Todo este proceso es abordado en el libro La privatización educativa en la Argentina, resultado de una investigación que realizó la Ctera en el marco de la Internacional de la Educación. La doctora en Educación Adriana Puiggrós, que trabajó en el estudio como asesora, habló con PáginaI12 sobre estos temas. Algunos de sus aspectos son bien conocidos, como el aumento de las familias que inscriben a sus niños en escuelas privadas. Otros resultan novedades absolutas, como el concepto de home-schooling y los criterios que apuntan al reemplazo de los docentes por animadores formados en seis meses.

–¿Cuál es el sujeto de la educación? ¿Y cuál el que cree está viendo el macrismo?

–Hablar del sujeto de la educación es hablar de algo muy complejo, porque es la sociedad en su conjunto, y la sociedad no es un ente homogéneo. Toda la sociedad es sujeto de educación, y más aún en estos tiempos en que nos educan todo el día, todo el tiempo, en que penetran a través de nuestros oídos, de nuestros ojos, en un proceso educativo constante. Respecto a lo que ve el macrismo… eso es lo que ve: un gran mercado constituido por todos los aspectos en que la sociedad puede ser penetrada con mensajes que puedan transformar a las personas en clientes, en un símil de ciudadano que en realidad dista mucho del ciudadano imaginado incluso por el liberalismo. No es el ciudadano de la república liberal, es el ciudadano del país ordenado en función de los intereses de las grandes corporaciones.

–En ese escenario, ¿cómo juega la educación formal?

–Ahí tenemos una lucha profunda entre quienes pensamos que la educación tiene que cambiar teniendo en cuenta las transformaciones tecnológicas, políticas… porque hay un enorme cambio que sufre la sociedad en cuanto a sus desarticulaciones culturales, desde que tener que adaptarse a un ritmo brutal, en mirar la televisión, hablar con los demás, dar respuesta, correr, es decir desde otra concepción del tiempo y por lo tanto de la historia, hasta los cambios en el lenguaje y en los valores. Por eso los docentes estamos frente a una situación en la que cobra más fuerza que nunca la idea de Paulo Freire de una educación dialógica: el proceso educativo tiene que ser un diálogo, porque las nuevas generaciones tienen muchos conocimientos que no son simplemente de la tecnología en el sentido mecánico del término, sino que acceden a la cultura desde una lógica distinta. Nosotros, mi generación y una o dos más, accedemos a los cambios que se van produciendo desde una lógica anterior, de la modernidad, y lo que sucede hoy está bastante más allá de la modernidad. Para el docente es muy importante no perder el lugar del educador, que haya una educación dialógica no quiere decir que borre el lugar del educador, porque la relación educador-educando es una relación de diferencia, cada uno tiene otra conformación cultural. Un niño pequeñísimo que toma el celular y entiende su lógica no está realizando una operación simplemente mecánica: está comprendiendo una serie de cosas. Cuando además el niño consigue el celular pataleando, forzando a los padres, y los padres se resignan y se lo dan, ahí estamos frente a una ruptura de un vínculo de enseñanza aprendizaje que es complicado.

–El libro habla del avance privatizador en la Argentina. ¿Qué encontraron los investigadores? 

–En la Argentina tenemos un punto de arranque para entender esta época, que es el Congreso Pedagógico de 1985. Ese congreso fue convocado por Raúl Alfonsín con un impulso democratizador, pero allí todas las fuerzas políticas acordaron que la educación en la Argentina no iba a ser ya pública o privada, sino que iba a ser o pública de gestión privada o pública de gestión estatal. Esto fue muy importante porque a partir de ese momento se perdió ese valor tan profundo que tenía la sociedad argentina, puesto en la educación pública como sinónimo de educación estatal. En la Argentina tuvimos un pacto como sociedad, un pacto hecho a fines del siglo XIX y que duró más de un siglo, respecto a que para la existencia de la Nación era necesario sostener un sistema de educación pública, y que su responsable principal sería del Estado.

–Desde ese lugar avanzó la privatización después del ‘85… 

–Antes, el gobierno de Arturo Frondizi abrió las puertas al desarrollo de muchísimas universidades privadas. Y no estoy diciendo que no deba haber universidades privadas, sino que a partir de ese momento empezó a haber universidades empresariales que fueron las que dieron origen a este sector de CEOs que nos está gobernando. Universidades que no son sólo las tradicionales, y que a partir de los ‘90 van a ser grandes formadoras de la actual elite. La dictadura golpeó muy fuerte a toda la educación, pero no desarmó el sistema. Siguió habiendo educación pública, educación privada y sistema escolar. Pero fue en aquel Congreso Pedagógico del ‘85, cuando el conjunto de las fuerzas políticas definieron que la educación pública va a ser pública de gestión estatal o pública de gestión privada, donde le pegaron un golpe muy fuerte en el orden de lo ideológico a aquel pacto de la sociedad argentina respecto a la centralidad de la educación pública para sostener la Nación. Así llega la década de los ‘90, en la se formó la actual elite neoliberal en las universidades privadas y en la que además, y esto es central, lo que sucedió es que empezaron a entrar fundaciones y ONGs. Van entrando a la Argentina y van silenciosamente ubicándose, creciendo mucho en los momentos de crisis, ocupando lugares que el Estado no ocupó. Con el kirchnerismo se retrajeron, y con el gobierno de Cambiemos avanzaron para ocupar todos los espacios de lo público.

–¿De dónde vienen esas fundaciones?

–La mayor parte son norteamericanas y también hay europeas; básicamente, son de las corporaciones. Todos los grandes bancos tienen sus fundaciones que trabajan en educación. La mayor parte de los campus informáticos de las universidades públicas están administrados por fundaciones de bancos. La cuenta sueldo de las universidades públicas está administrada por entidades financieras privadas. Desde la fundación de Techint hasta la fundación de cualquier banco que uno quiera tomar… encontrás desde la fundación Cimientos de Blaquier, o sea Ingenio Ledesma, hasta la fundación u ONG Enseñar por Argentina, que es filial de Teach for América que es filial de Teach for All, y basta con mirar su página web para ver que son las grandes corporaciones las que están detrás. Hoy hay muchas así en la Argentina.

En el libro que publicó Ctera, es una investigación hecha por Myriam Feldfeber, Miguel Duhalde y asesorado por Susan Robertson, que es una muy importante pedagoga de Cambridge, se hace un puntual listado y explicación de cuáles son las ONG y fundaciones que están trabajando en la mercantilización de la educación pública y también golpeando sobre las privadas para tercerizar.

–¿Qué alcance tiene este proceso? ¿Es propio de Argentina, de la región o se ve en todo Occidente?

–En todo Occidente, por lo menos.

–¿Con qué mecanismos el gobierno de Macri les abrió las puertas? 

–Con el mecanismo del desgaste. El Gobierno supone que va a desgastar a los docentes, supone que pueden no cumplir las leyes y que, poco a poco, va a ir instalando su propio orden. El desgaste consiste en no llamar a las paritarias. Esto es muy fuerte, porque negar la paritaria no es sólo negarse a discutir el salario, sino negarse a discutir las condiciones de trabajo que hacen a la enseñanza: que un docente tenga cinco cargos en vez de uno, que no se discutan las condiciones edilicias, entonces estallan las escuelas, que no se discutan las condiciones pedagógicas. ¿Por qué no quieren discutir nada? Porque si la educación en realidad es un elemento del mercado, no hay nada que discutir. Lo único que tenés que discutir es el precio. La otra cosa es tercerizar funciones: tercerizar la formación docente, la comida, los tests, para armar un supermercado de la educación, donde vos vas y compras lo que querés y en última instancia, para la concepción que trata de imponer la OCDE, llegás al home-schooling, es decir al chico sentado en la casa con la computadora adonde llegó el paquete de contenidos y el paquete de evaluación, y en todo caso hay uno de estos líderes o acompañantes formados por estas ONG.

–¿Cómo es ese modelo del home-schooling?

–Es el tipo de educación que en Estados Unidos llegó a un pequeño porcentaje, pero que marca estadística. En la Argentina también empezamos a verlo: familias que deciden no mandar a los chicos a ninguna institución, para que se eduquen en casa. O se juntan dos o tres familias y contratan a uno de estos líderes que acompaña a los chicos: compran los paquetes ya hechos de contenido. Entonces, ahí el Estado ya se tiene que retirar. La educación planificada, organizada y basada en un acuerdo social y en donde el Estado tenga un papel principal es lo contrario del libre mercado en la educación, de la misma manera que en el libremercado de la educación no entra la idea de la educación como derecho.

–La investigación también señala la entrada de las fundaciones y ONG en las universidades.

–Cuando Google pone un aula informática no solamente está poniendo el hardware: está introduciendo una concepción de la educación, de contenidos, porque es socia de quien los produce, o la editorial Pearson, inglesa, productora del test PISA que se aplica en Argentina con resultados que dañan al país. No por el lugar donde quede la Argentina en el ranking que ellos hacen, sino por el uso político que se hace en contra del pueblo, de las diferentes regiones del país. A favor de una idea unitaria, de la vieja oligarquía que coincide hoy con la mentalidad de los dueños de las grandes corporaciones. Aplican una prueba con la que indagan los mismos contenidos, acá o en cualquiera de los 60, 80 o 100 países donde se aplica.

–¿Por qué tiene ese nivel de expansión el test PISA? 

–Porque es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) la que encarga a Pearson esta prueba. La OCDE ha sacado una resolución a fines de los ‘90 por la cual la educación pasó a ser un bien transable, y exige a los países miembro que levanten todo tipo de limitación a la compraventa de educación. Es la aplicación del libre mercado a la educación, también con la misma idea de que el mercado encontrará su propio equilibrio. ¿Qué podría pasar con la libre compraventa de educación sin ningún tipo… no ya de restricción del Estado, sino de acuerdo social?

–Una primera manera de entender el avance de las fundaciones y ONG es entonces el negocio. ¿Y en lo político?

–En lo político hay un objetivo, pero sobre todo una concepción. Cuando la gobernadora de la provincia de Buenos Aires dice que los pobres no aprenden y entonces no vale la pena hacer universidades para pobres, refiriéndose a las 20 nuevas universidades que se hicieron en el país durante el kirchnerismo, ahí hay una concepción profunda. Es la concepción que siempre tuvo la oligarquía argentina, y que ahora encaja perfectamente en este gobierno integrado por administradores y accionistas de las grandes empresas.

–Los datos del libro señalan que el país tiene 11 millones de estudiantes, con un 71 por ciento dentro del sistema estatal y un 29 en el privado. Es decir que hay un alto porcentaje de chicos, sobre todo en la primaria, que van a la escuela pública. Pero esa escuela pública, da la impresión, ya no puede reunir a todos los sectores sociales.

–Todavía hay diversos sectores, pero en los últimos treinta años hemos visto un corrimiento a la escuela privada, también con esta mentalidad, con la idea de que es un producto más caro. Por eso pongo el acento en el momento en que se decide que la escuela publica puede ser privada o estatal. Porque en los momentos en que mejora la situación económica, la clase media tiende a mandar a los chicos a la escuela privada, y en los momentos en que empeora la situación económica, los sectores populares no pueden sostener a los chicos en la escuela pública por diversas razones, porque trabajan, etc., y los mandan a la escuela parroquial o a la ONG sostenida por una cooperativa. Y esto va más allá de la calidad de una o de otra, porque hay escuelas públicas y privadas buenas, más o menos, y malas; no hay estadística alguna que demuestre que hay una diferencia de calidad entre la escuela publica y la escuela privada.

–La investigación fue hecha con la Internacional de la Educación

–Sí. La Internacional de la Educación ya la hizo en África y en Asia. En América Latina se realizó en Colombia, Brasil, Uruguay y en Perú. Otra cosa es que en Estados Unidos hay mucha investigación. En realidad, donde más investigación hay sobre el tema de la privatización de la educación pública es en los Estados Unidos.

–¿Para qué sirve hacer estas investigaciones?

–En primer lugar para saber, para tomar conciencia de lo que está ocurriendo. Para que sepamos que nos están considerando una mercancía, que muchas de las decisiones que se toman tienen que ver con ponernos un precio, para conocer los aspectos más negativos de los cambios civilizatorios que estamos viviendo. Si uno cree que es posible que los pueblos orienten el cambio civilizatorio hacia un espacio democrático de dignidad y de creación de productividad, si uno cree que ese futuro es posible, tiene que tener conciencia de que lo contrario también es posible, y que lo contrario es lo que está ocurriendo en Brasil, lo que nos lleva a preguntarnos por qué el pueblo a veces, algunos sectores del pueblo, votan contra sí mismos. Ahí es donde cabe el lugar de la educación en el sentido amplio, en el sentido de que el proceso educativo abarca a toda la sociedad, no es solamente el sistema escolar. Ahora: tenemos que cuidar el sistema escolar, cuidar la educación pública y cuidar la escuela, porque el otro elemento junto con el home-schooling, con esa idea, es la desescolarización. Hay teóricos de la desescolarización que son asesores de este Gobierno, que son entre otros lo que han redactado la ley de fundación de la Unicaba, la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires, ley dentro de la cual está escondida la disolución de los institutos de formación docente. Ahí la idea básica que tienen es la de que la escuela es un impedimento para el desarrollo de la educación, que la escuela es una institución de siglo XX, del siglo XIX y junto con la escuela, el docente. Es decir, barren a la escuela y al docente.

Fuente de la Entrevista:

https://www.pagina12.com.ar/149060-escuela-de-negocios

ove/mahv

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El informe de la OCDE subraya el vínculo entre pobreza y resultados educativos

PrensaIE

La relación causal entre la pobreza y el bajo rendimiento educativo se ha subrayado en un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El informe, “PISA: Equidad en la educación: derribando las barreras a la movilidad social” , se centra en la relación entre la desventaja socioeconómica y el rendimiento, el bienestar y la movilidad social de los estudiantes. Sus resultados apuntan a los desafíos educativos que enfrentan las familias de bajos ingresos, dada la relación probada entre la pobreza y el bajo rendimiento educativo. Para la Internacional de la Educación (IE), esto es más evidencia de que la justicia social exige una acción gubernamental sobre este tema.

El estudio, publicado el 23 de octubre, está respaldado por una amplia gama de datos, que van desde el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) hasta la Encuesta Internacional de Matemáticas y Ciencias para niños de diez años (TIMSS) y el Programa para el Evaluación internacional de competencias de adultos (PIAAC).

Resultados clave

Uno de los hallazgos clave del informe es el vínculo entre los antecedentes socioeconómicos y el rendimiento estudiantil, en particular cuando se trata de escuelas desfavorecidas. Sorprendentemente, este enlace parece tener efectos negativos mínimos en el bienestar de los niños en las escuelas, según el informe. Sus hallazgos también reconfirman la postura de larga data de la IE respecto a la influencia positiva crucial de la educación infantil temprana para mitigar el efecto de la desventaja.

El informe también desmiente el mito de la elección de escuela, uno de los argumentos preferidos de los defensores de la privatización de la educación, que establece que las reformas destinadas a fomentar la elección de escuela «tienden a aumentar la zonificación académica y socioeconómica».

El informe también incluye recomendaciones para los gobiernos y los responsables de la formulación de políticas, incluidos mayores recursos para las escuelas desfavorecidas y el acceso a la educación de la primera infancia para todos los niños.

IE: la acción del gobierno es vital

Según la IE, el sindicato mundial de docentes, el informe de la OCDE es importante porque destaca un hecho fundamental sobre la educación: el impacto de la desventaja en la vida y el aprendizaje de los jóvenes.

«La OCDE desafía con razón a los gobiernos a tomar medidas prácticas», dijo el Secretario General de la IE, David Edwards. “No podemos confiar en que los jóvenes sean lo suficientemente académicos y sociales como para superar las desventajas. Demasiados se deslizan a través de la red «.

Edwards dio la bienvenida a las propuestas de la OCDE a favor de un mayor apoyo y recursos para estudiantes, maestros y escuelas en áreas desfavorecidas. Sin embargo, subrayó que la igualdad de oportunidades educativas solo podía garantizarse mediante políticas efectivas para eliminar la pobreza y mejorar la justicia fiscal. «Las escuelas son fundamentales para la salud social y económica de la sociedad, pero es responsabilidad de los gobiernos abordar sus males más amplios», concluyó. 

Fuente: https://ei-ie.org/en/detail/16042/oecd-report-underlines-link-between-poverty-and-educational-outcomes

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Cómo Portugal logró convertir su sistema educativo en uno de los mejores del mundo

Europa/Portugal/25 Octubre 2018/Fuente: Semana

A pesar de sus problemas económicos, el país está por encima de la media de las naciones más ricas, agrupadas en la OCDE, en la evaluación Pisa. La BBC contó cómo lo logró.

En los últimos años en la Unión Europea se observa un fenómeno que llama la atención: uno de los miembros más pobres del bloque, que todavía siente los efectos de una grave crisis económica, está ascendiendo cada vez más en la principal prueba internacional de educación.

Portugal logró que sus alumnos de 15 años se situaran por encima de la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a los países más ricos del mundo, en las tres áreas de estudio evaluadas por la prueba Pisa: ciencia, lectura y matemáticas.

Desde que la OCDE comenzó a aplicar la encuesta -que se realiza cada tres años- en 2000, Portugal ha avanzado «a pasitos». Desde hace una década y media el país europeo mantiene esa trayectoria en sus resultados y es el único del continente que mejora su desempeño cada año.

Ni siquiera durante los períodos más duros de la última gran crisis, cuando se redujeron las inversiones y hubo un ajuste fiscal impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, se frenó esta evolución.

Es tal la consistencia de los resultados, que Portugal hoy recibe el apodo informal de «estrella ascendente de la educación internacional».

Lo logró sin apostar por ninguna estrategia educativa importante sino invirtiendo en las personas que componen la comunidad escolar, especialmente las madres y los niños de 0 a 6 años.

A pesar de los resultados positivos, muchos creen que todavía queda bastante por mejorar. Uno de ellos es el profesor António Gomes Ferreira, director de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad de Coimbra, quien recomienda tener prudencia en la lectura de los datos.

«El Pisa refleja un buen rendimiento, pero no una buena posición: Portugal está sólo ligeramente por encima de la media de la OCDE, que ocupa un lugar medio», observa. Entre los 72 países que participan en la prueba, la puntuación de Portugal en la última evaluación fue de ocho puntos por encima de la media en ciencia, cinco puntos en lectura y dos puntos en matemáticas.

Los puestos finales de los alumnos portugueses, por disciplina fueron:

  • 17 en ciencia,
  • 18 en lectura
  • 22 en matemáticas

Esto sitúa a Portugal entre los mejores del mundo, pero aún está lejos del rendimiento de los sistemas educativos de referencia internacional, como Singapur, Finlandia, Hong Kong, Canadá y Suiza.

«Lo que Pisa y otras evaluaciones nos muestran es que Portugal tiene un nivel de país desarrollado, pero aún está lejos de sumarse a los que están en la parte superior del cuadro», dice Gomes Ferreira, que coordina el Grupo de políticas educativas y el Centro de Estudios para la Educación Dinámica Interdisciplinarios del Siglo 20 (Ceis20).

Sin embargo, el experto reconoce que no es casual que el país muestre avances en la evaluación y está de acuerdo con que esto merece ser reconocido.

Escolarización de las madres

Durante los últimos 50 años, Portugal ha logrado un desarrollo educativo que va más allá del tamaño de sus escuelas. Viene de un esfuerzo amplio para cambiar el status socioeconómico y cultural de la población en general, particularmente de las comunidades de menores ingresos.

En la década de 1970 Portugal universalizó la educación, logrando tener a todos los niños en edad escolar en centros educativos. Esto significa que los padres de los niños que están hoy en la escuela son la primera generación escolarizada, y eso, a su vez, lleva a otra manera de educar y también a expectativas diferentes en relación al curso académico de los hijos.

En un período más reciente, entre 2003 y 2015, el número de madres que completaron la enseñanza secundaria subió en un 41%. «El indicador que más influye en el rendimiento escolar es la educación y la escolarización de la madre«, dice Gomes Ferreira.

«Si hoy tenemos madres más educadas y más apoyadas, es natural que tengamos niños más capaces de insertarse en la escuela, de involucrarse y de evolucionar». Otro aspecto positivo tiene que ver con la primera infancia: la mortalidad infantil en menores de 5 años en Portugal ha caído en un 94% desde 1970, según Unicef.

Un informe de 2017 también indica que sólo 15 países, entre ellos Portugal, han adoptado tres políticas nacionales básicas para apoyar a los padres de bebés y niños pequeños durante el período más crítico de su desarrollo:

  • dos años de guardería gratuitos
  • pausas para lactancia en el trabajo para las nuevas madres por seis meses
  • licencia parental adecuada

«Eso (el desarrollo de los niños en los primeros años de vida) puede ser tan o más relevante para esos resultados que un método u otro aplicado a la educación», asegura Gomes Ferreira.

Sin embargo, destaca que este es un desafío para el cual el Estado y la sociedad aún necesitan movilizarse, ampliando la oferta de guarderías y jardines de infantes para todos y atendiendo otras necesidades en el ámbito sanitario y materno-infantil.

De acuerdo con un informe publicado recientemente por la OCDE, a pesar de los recientes avances, Portugal está entre los países más desiguales de esa organización, con una gran proporción de adultos sin educación y niveles de desigualdad de ingresos por encima de la media.

El 10% más rico tiene un rendimiento casi cinco veces superior al 10% más pobre, y la diferencia está relacionada con la baja educación de la población, ya que el 55% de las personas entre 18 y 64 años no concluyó la enseñanza secundaria.

«Los países que presentan mejores resultados educativos son aquellos que son más cohesionados socialmente«, dice Gomes Ferreira, agregando que generalmente son también sociedades menos violentas, más eficientes, más igualitarias y con más calidad de vida y bienestar.

En este sentido, su opinión es que Finlandia, hoy referencia en educación, fue el primer «alumno aplicado», al garantizar un equilibrio de sus políticas sociales y crear un desarrollo sostenido. El Pisa simplemente mostró su consistencia desde el punto de vista educativo, asegura.

Los desafíos

Si hay una receta portuguesa para el progreso en la educación consiste en trabajar juntos y consistentemente en la organización de la sociedad. «La gente se olvida de que la educación es mucho más que la escuela», señala.

La percepción general es que las instituciones educativas portuguesas están bien estructuradas, con el foco en el desempeño de los alumnos, espacio para la crítica entre colegas y una buena planificación.

Las diferencias están, por ejemplo, en la importancia dada a las actividades orientadas a la recuperación, a las relaciones pedagógicas y al apoyo individualizado ofrecido a cada alumno.

Hay una hipótesis controvertida que asegura que los buenos resultados de los estudiantes portugueses se debe al énfasis que las escuelas dan a las pruebas, que son aplicadas con frecuencia y regularidad, a contramano de países como Finlandia, que realizan menos exámenes para reducir la ansiedad de los alumnos con el aprendizaje.

Aunque todavía es difícil establecer el efecto exacto de estos elementos en el rendimiento de los estudiantes portugueses, uno de los principales factores de riesgo señalados por el estudio de la OCDE es el uso frecuente de la reprobación escolar.

Para Gomes Ferreira, esa política «indeseable y perniciosa» sólo existe por tradición y «afecta principalmente a niños de familias de menos ingresos». Para él, el desafío de las escuelas portuguesas es instigar el éxito a través de la discriminación positiva y reforzar la consistencia de la comunidad estudiantil.

Una de las escuelas portuguesas con mejores resultados, la escuela media Carcavelos, cuenta con la tasa de repetición más baja del país (alrededor del 3%). Esa escuela, sin adoptar un modelo educativo específico, decidió acabar con las repeticiones hasta el noveno año de la enseñanza básica. La acción viene acompañada por un programa más intensivo de apoyo al alumno.

Los docentes

En cuanto a los profesores, el reto que preocupa actualmente a Portugal es el envejecimiento de esta población. Según la OCDE, solo el 1% de los profesores de enseñanza básica y secundaria tienen menos de 30 años y el 38% tiene 50 años o más, con un aumento del 16% entre 2005 y 2016.

Esto genera otro desafío educativo: la resistencia a la innovación. También existe un riesgo de escasez de profesores debido al poco interés de los jóvenes por la profesión. Según las últimas conclusiones de la OCDE, el salario es compatible con el mercado de trabajo y, en la cima de la carrera, incluso está por encima de la media de los otros países.

Lo que hace que la carrera educativa sea menos atractiva para los jóvenes es la falta de puestos de trabajo. Sabiendo que la tendencia es al desempleo, los jóvenes no eligen la profesión.

Por el lado positivo, los profesores en Portugal están mejor capacitados y seleccionados hoy que hace 15 años: entre los docentes del 3er ciclo de secundaria, comprendidos por Pisa, la formación mejoró en un 48% entre 2003 y 2015.

Gomes Ferreira resalta que la relación entre las políticas educativas y el desarrollo educativo son muy inconclusas, dejando margen para análisis más sutiles.

La principal cuestión, en opinión del profesor, es si los cambios son sólidos, consistentes y permiten que las generaciones futuras tengan mejores perspectivas, construyendo una sociedad más libre, igualitaria y capaz de beneficiar a aquellos que no tienen buenas condiciones.

Por eso cree que la lectura del Pisa interesa más en términos de futuro que de presente. «Quedarse simplemente con la idea de que ‘hoy somos mejores de lo que éramos en el pasado‘ no alcanza», concluye.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/como-portugal-logro-convertir-su-sistema-educativo-en-uno-de-los-mejores-del-mundo/587997

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La equidad educativa de España no ha mejorado en los últimos años según la OCDE

Europa/España/25 Octubre 2018/Fuente: El diario la Educación

“Allí donde los éxitos escolares están más ligados al contexto familiar que a las capacidades del estudiante, la educación no promueve la movilidad social. Se limita a reproducir las desigualdades», asegura un informe de la OCDE.

La OCDE ha publicado un nuevo informe bajo el título Equidad en educación. Rompiendo las barreras de la movilidad social en el que ha repasado la serie histórica de datos y resultados tanto de PISA como de PIAAC y TIMSS en el que repasa la capacidad de los sistemas educativas para limar la influencia que tiene el origen socioeconómico de chicas y chicos en sus resultados académicos.

Además de medir cuáles son los resultados comparados de unos alumnos y otros en las diferentes disciplinas que mide PISA, se ha puesto atención también a otros factores como el grado de pertenencia del estudiantado con respecto a su centro o cómo de equitativos son los logros en la educación superior.

Del repaso e los datos históricos, la OCDE saca, entre otras muchas cosas, en claro que hay 14 países que no han avanzado en más de una década en sus datos relativos a la equidad en relación al origen socioeconómico de. España es uno de ellos.

Otro de los puntos donde pone el acento el nuevo documento de la OCDE es en la capacidad de la educación para mejorar la movilidad social de las y los jóvenes egresados de la educación superior, medido por el número de quienes terminan teniendo en cuenta sus orígenes socioeconómicos.

Invertir más y mejor

Por supuesto un factor importante en la mejora de la equidad tiene que ver con la inversión de recursos que se hace, pero ya desde la misma apertura del documento, Andreas Schleicher, responsable de Educación dentro de la OCDE, asegura que la apuesta hay que hacerla no en la educación secundaria o superior, sino en la primera infancia.

Es en los primeros años de vida escolar en donde pueden observarse los primeros efectos de las diferencias socioeconómicos en el avance del alumnado por el sistema educativo. Se convierte en un cierto predictor de hasta dónde llegará cada persona.

Por eso hay que apostar por los primeros años. “Los países también deben establecer metas ambiciosas para y monitorear el progreso de los estudiantes desfavorecidos, destinar recursos adicionales a estudiantes y escuelas desfavorecidos y reducir la concentración de estudiantes desfavorecidos en las escuelas”, asegura Schleicher.

En realidad la apuesta que desde la OCDE se hace por la educación infantil no es nueva. Desde muy pronto en la serie de PISA comenzó a señalarse la relación entre los años de escolarización temprana y en rendimiento a los 15 años en todas las materias que evalúa el informe.

A pesar de esto, según diferentes estudios en lugares muy dispares, la apuesta por la educación infantil, principalmente en los primeros tres años de vida, sigue siendo prácticamente anecdótica en cuanto a plazas, precios y profesionales.

No solo cantidad, asegura el responsable de PISA, sino que la calidad de la educación que se ofrece es fundamental para que las mejoras en la equidad sean posibles. No todo vale. Y como ejemplo de esto, el nuevo informe de la OCDE pone también el foco en los avances en la educación terciaria o superior en relación a la mejora de la equidad de la sociedad.

En las últimas décadas, la expansión de la educación, también de la terciaria, ha sido constante en todos los países que participan en lo estudios. Pero, asegura la organización, si no hay políticas claras de fomento del acceso a estos niveles educativos destinados a las clases más desfavorecidas, lo único que se conseguirá es que las clases medias y altas permanezcan siempre a la cabeza en los logros académicos y, claro, en el posterior acceso a puestos de trabajo mejores.

Afirma el documento que “las diferencias en el logro educativo, en el logro de la educación terciaria, no se han estrechado en estas décadas a pesar de la gran expansión en este mismo periodo”.

Esto se relaciona con esas políticas de incentivo a las clases populares y a otro factor determinante ya nombrado más arriba: la educación en la infancia. “Las disparidades en la educación terciaria, afirma el nuevo informe de la OCDE, se construyen en las diferencias en la educación temprana, que provienen, a su vez, de diferencias en la calidad de la educación obligatoria”.

En este sentido, el propio Schleicher, en la introducción al informe, habla de la necesidad de una mayor apuesta por la formación docente en la detección temprana de los posibles problemas de aprendizaje que tenga su alumnado.

También deberían tener una mayor capacidad de gestión de la diversidad en el aula y “ para establecer vínculos sólidos con las familias y para alentar a estas a participar más en la educación de sus hijos”.

El papel del profesorado también es clave para fomentar el bienestar del alumnado además de para “ crear un ambiente de aprendizaje positivo para todos los estudiantes”.

La organización es clara en la necesidad de mayores y mejores apuestas por la equidad y la igualdad de oportunidades en los primeros años de la educación.

“Allí donde los éxitos escolares están más ligados al contexto familiar que a las capacidades del estudiante, la educación no promueve la movilidad social. Se limita a reproducir las desigualdades previas durante generaciones”.

“Cómo tratamos a los estudiantes más vulnerables muestra quiénes somos como sociedad”, sentencia Schleicher.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/10/23/la-equidad-educativa-de-espana-no-ha-mejorado-en-los-ultimos-anos-segun-la-ocde/

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Estonia: El país que revolucionó la escuela pública y se convirtió en el líder de Occidente en el ranking de educación

Europa/Estonia/18 Octubre 2018/Fuente: Semana

La pequeña república báltica es un gigante en términos de rendimiento en la prueba internacional de educación Pisa, donde obtuvo el mejor resultado de Europa. Te contamos cómo lo logró.

Sólo por detrás de Singapur y Japón.

En la última edición del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (más conocido por sus siglas, Pisa), una prueba trienal realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Estonia obtuvo el tercer puesto.

Eso significa que la pequeña república bañada por el mar Bálticotiene la mejor educación de Europa o, incluso, la mejor de Occidente.

La ministra de Educación e Investigación del país, Mailis Reps, le contó a BBC News Brasil que «el éxito de la educación en Estonia se basa en tres pilares»:

  • La educación es valorada por la sociedad
  • El acceso es universal y gratuito
  • Hay amplia autonomía (de profesores y escuelas)

«Los estonios realmente creen que la educación abre una amplia gama de posibilidades», subrayó la ministra.

En Estonia la educación es gratuita e inclusiva en todos los niveles, explicó Reps, lo que significa que todos tienen las mismas posibilidades de inserción.

«También ofrecemos acceso igualitario a varios servicios de apoyo, según las necesidades, como comidas gratuitas en la escuela, suministro de materiales didácticos, servicios de asesoramiento, además de subsidios en transporte y, a partir de la enseñanza secundaria, alojamiento».

Amor por las letras e inversión

Durante siglos, el pueblo estonio fue dominado por otras naciones, principalmente Suecia y Rusia. El país obtuvo su autonomía apenas en 1917.

De 1940 a 1991 se convirtió en un Estado miembro de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Por este motivo, Estonia es un joven país de solo 27 años. Pero hay algo que nunca cambió en la historia estonia: el aprecio de la población por las letras y la cultura.

Un ejemplo de ello son los registros históricos de hace 150 años que muestran que ya en esa época el índice de alfabetización de la población alcanzaba el 94%.

Cuando el país se modernizó e independizó, el gobierno decidió priorizar las inversiones en educación. Actualmente el Estado invierte el 6% de su Producto Interno Bruto (PIB) en la enseñanza.

En la práctica, significa que invierte unos US$7.400 por alumno al año en la enseñanza básica.

Si bien es una cifra alta comparada, por ejemplo, con lo que invierten los países latinoamericanos, contrastada con los otros países europeos no impresiona. La media de la Unión Europea (UE) —bloque que incluye a Estonia desde 2004—, es de unos US$10.800 por alumno al año.

Profesores valorados

Tal vez la respuesta a la eficiencia estonia, por lo tanto, esté en una mezcla de buenas inversiones y eficiencia en el uso de ese dinero. «Nos esforzamos por la excelencia en la educación porque creemos que cada persona debe tener la oportunidad de desarrollar y usar su mayor potencial», dijo la ministra.

«La educación siempre ha sido una prioridad para las inversiones, ya sea los salarios de profesores, la red de escuelas o la infraestructura digital», resaltó Reps.

«El aumento salarial de los profesores estonios también se destaca a nivel internacional», señaló. En la última década, Estonia incrementó los ingresos docentes en un 80%.

Hoy el salario base de los docentes es de 1.150 euros (US$1330). «El año que viene el piso de la categoría será de 1.250 euros, y el promedio será de 1.500 euros», afirmó la ministra.

«Considerando el estándar general de vida, la educación es un área en el que se invierte un porcentaje considerable del presupuesto«.

«La clave está en el acuerdo con la sociedad. Todos deben entender la necesidad de la educación, solo así es posible obtener resultados», aseguró.

Autonomía y libertad en el aula

Las directrices de la enseñanza están en el currículo nacional. Pero cómo aplicarlas queda, en gran parte, a criterio de cada escuela.

«El currículo determina los resultados generales. La manera de alcanzarlos es elegida por los profesores», dice la ministra.

Además el currículo se actualiza constantemente.

«En Estonia, las escuelas y los profesores disfrutan de un alto grado de autonomía en la toma de decisiones en todos los aspectos del aprendizaje y la enseñanza», completa.

Esta descentralización se volvió norma tras la disolución de la Unión Soviética. Fue cuando el gobierno decidió dar libertad a las escuelas, exigiendo de ellas, por otro lado, la responsabilidad en cuanto a las directrices.

En general, las materias se enseñan de forma integrada, es decir, sin la división clásica entre las disciplinas. Las competencias más valoradas son «aprender a aprender», ética, emprendimiento y educación digital.

Todos los profesores deben tener maestrías en sus áreas de actuación.

Durante el período escolar los alumnos deben aprender idiomas y literatura estonios, primera y segunda lengua extranjera, matemáticas, biología, geografía, física, química, humanidades, historia, civismo, música, arte, artesanía, tecnología y educación física.

Pero también son comunes las clases de historia de las religiones, diseño y economía.

En el contraturno —período del día en que los alumnos no tienen clases— todas las escuelas ofrecen clases de deporte, música, artes y talleres de tecnologías.

Es cuando también se solucionan los problemas individuales de los alumnos con bajo rendimiento. En el sistema educativo estonio, buenos y malos alumnos no están separados en clases diferentes.

Pero aquellos con más dificultad reciben ayuda, fuera del horario de las clases, de profesores particulares, psicólogos y psicopedagogos, según la necesidad.

Éxito

Los buenos resultados se ven no solo en el lugar obtenido en el ranking Pisa, sino también analizando los índices de alumnos en el nivel más bajo de aprendizaje.

Solo el 8% de los jóvenes estonios de 15 años —la edad de los evaluados por Pisa— están en el nivel más bajo (por ejemplo, tienen dificultades para relacionar entre sí diferentes partes de un mismo texto).

La media de los países de la UE en esta categoría es del 15%.

«Claro que nos sentimos orgullosos de nuestras conquistas, de nuestra evaluación en Pisa», comentó Reps. «Pero el objetivo es la educación y no la puntuación en pruebas«.

Los candidatos a directores de escuelas son entrevistados por un consejo formado por padres, profesores y representantes del gobierno municipal. A la hora de contratar a un profesor, la responsabilidad le corresponde al director de la escuela.

¿Sirve para otros países?

Replicar un modelo de un país a otro, en opinión de la ministra estonia, no es algo tan factible.

«Cada país es diferente y no existe una receta o un modelo secreto que pueda ser usado solo copiando todo», señaló.

Las salvedades son obvias: discrepancias en el tamaño de la población, problemas históricos aún no resueltos o incluso diferencias culturales.

«El modelo de Estonia fue formulado considerando a un país pequeño», destacó Reps.

Sin embargo, la funcionaria reconoció la importancia de formar alianzas entre naciones. En el caso de Estonia, con la igualmente exitosa Finlandia, que actualmente ocupa el quinto lugar en el ranking Pisa.

«Finlandia es nuestro principal socio cuando tratamos de mejorar nuestras prácticas educativas, siempre hay algo que aprender de los vecinos», subrayó.

«En cuanto a la formulación de políticas públicas en el campo de la educación estamos siempre abiertos a cambios y la innovación, pero al mismo tiempo valoramos y preservamos enfoques tradicionales que han funcionado bien», dijo la ministra.

«El futuro seguramente seguirá trayendo nuevos desafíos, principalmente con el desarrollo de nuevas tecnologías. Creemos que necesitamos aprender unos con otros y enfrentar los desafíos juntos», concluyó.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/las-lecciones-de-estonia-el-pais-que-revoluciono-la-escuela-publica-y-se-convirtio-en-el-lider-de-occidente-en-el-ranking-de-educacion/587004

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“Los pobres de Colombia también deben tener acceso a educación de alta calidad”: Gloria Sepúlveda

Colombia / 7 de octubre de 2018 / Autor: Juan Miguel Hernández Bonilla / Fuente: El Espectador

Así se resume la apuesta pedagógica de Gloria Sepúlveda, rectora del colegio Mercedes Ábrego de Cúcuta. En esta entrevista cuenta como la institución que lidera logró resultados sorprendentes en las pruebas PISA for Schools al superar el promedio de países como Chile, Grecia y Rumania.

¿Cuál es el modelo pedagógico del colegio que usted lidera?

El colegio Mercedes Ábrego, de Cúcuta, basa su quehacer educativo en la pedagogía conceptual desarrollada por la Fundación Merani. Nuestro lema es: “Cada día más alegres, más fraternos, más competentes”.

¿Qué es la pedagogía conceptual y cómo empezaron a implementarla?

El sentido de este método es priorizar la lectura crítica y las habilidades de pensamiento lógico por encima de la memorización y de la educación convencional. Llegué a la rectoría en el año 2008. Desde 2002, las directivas habían construido un PEI que incluía la pedagogía conceptual, pero nadie sabía qué era. Ni los profesores ni los alumnos se habían apropiado del modelo. Me contacté con la Fundación Merani y empezamos a trabajar. Esta metodología tiene dos ventajas que identifiqué desde el principio: la primera es que fue creada por colombianos. La segunda, que aterriza la teoría abstracta a las prácticas de las aulas de clase. Eso me enamoró y dije: por aquí es.

Acaban de salir los resultados de las pruebas PISA for Schools. ¿Cómo le fue al colegio Mercedes Ábrego?

Estamos maravillados con los resultados. Ha sido un proceso interesantísimo. El año pasado estábamos en pleno paro del magisterio, en mayo de 2017, luchando para que haya más presupuesto para la educación en Colombia, cuando nos dijeron que habíamos sido seleccionados para presentar las pruebas. Nos tocó convocar a los alumnos de 15 años y lo hicimos por redes sociales, mensajes a los padres de familia, visitas puerta a puerta. Nos reunimos con ellos y les dijimos: tenemos que sacar la cara por Colombia. Y lo logramos. Quedamos al nivel de Israel y Hungría, muy por encima de Chile, Argentina y Brasil, y, por supuesto, muy arriba del promedio de nuestro país. Es más, estuvimos muy cerquita de España y Francia. Todo esto con pedagogía conceptual.

¿Qué ha sido lo más difícil de aplicar esta metodología?

Para nosotros, lo más difícil ha sido convencer a los padres de la compra del libro. Somos un colegio público en una ciudad muy complicada, con 3.500 estudiantes, en su mayoría de estratos 1 y 2, y 120 profesores. En un principio, la pedagogía conceptual es un programa diseñado para colegios privados, con pocos estudiantes. Sin embargo, poco a poco les hemos demostrado que sí funciona. Ahí están los resultados.

¿Usted cree que la pedagogía conceptual es una buena forma de cerrar las brechas en la educación?

Si. Tengo una creencia profunda de que los muchachos pobres y de clase media de Colombia también pueden y deben tener acceso a la educación de alta calidad.

¿Qué otro factor ha influido en los buenos resultados?

El trabajo en equipo entre padres, profesores y estudiantes. El colegio ha sido tradicionalmente un buen colegio. Los padres de familia todavía tienen el interés y la convicción de que la educación puede generar movilidad social para sus hijos. Los alumnos, por su parte, son muy comprometidos, muy formales, muy juiciosos. Los docentes son mediadores y los dirigentes representan una figura de autoridad importante.

Fuente de la Entrevista:

https://www.elespectador.com/noticias/educacion/los-pobres-de-colombia-tambien-deben-tener-acceso-educacion-de-alta-calidad-articulo-803085

 ove/mahv
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Finlandia – cómo la igualdad de oportunidades ayudó a que se convirtiera en referencia mundial en educación

Finlandia / 30 de septiembre de 2018 / Autor: BBC / Fuente: Intermedia

Los finlandeses conocieron el asfalto en la década de 1920. Hasta principios del siglo XX, lo que conocían era básicamente la pobreza.

Como contraste, cuando en 1909 la avenida Paulista se convirtió en la primera vía asfaltada en la ciudad brasileña de Sao Paulo, en Finlandia predominaba una economía agraria y sus primeros 14 km de autopista no se inaugurarían hasta 1963.

¿Cómo cambiaron estos países en los siguientes años?

Por un lado, Finlandia se transformó con un conjunto de políticas educativas y sociales que crearon uno de lo modelos más celebrados de excelencia en educación pública en el mundo.

Mientras que en Brasil, como en la mayoría de América Latina, reducir la inmensa desigualdad de oportunidades educativas entre niños que nacen en familias pobres y los de familias ricas, sigue siendo uno de los principales desafíos.

El “milagro” finlandés

El conocido milagro finlandés inició en la década de los 70 y cobró fuerza en los años 90 con una serie de reformas innovadoras.

En un lapso de 30 años, Finlandia transformó un sistema educativo mediocre e ineficaz en una incubadora de talentos que encabezó rankings mundiales de desempeño estudiantil y apalancó el nacimiento de una economía sofisticada y altamente industrializada.

Se trata, a primera vista, de un enigma: los finlandeses están haciendo exactamente lo contrario de lo que el resto del mundo hace en la eterna búsqueda de mejores resultados escolares, y está bien.

El recetario finlandés incluye reducir el número de horas de clase y limitar al mínimo los deberes de casa y las pruebas escolares.

Educadores internacionales estudian el paradójico modelo finlandés en busca de la fórmula milagrosa. Y la respuesta de los finlandeses es esta: la educación pública de alta calidad no es el resultado de políticas educativas por sí solas, sino también de políticas sociales.

“El estado de bienestar social finlandés desempeña un papel crucial para el éxito del modelo al garantizar a todos los niños oportunidades y condiciones iguales para un aprendizaje gratuito y de calidad”, dice el educador Pasi Sahlberg, uno de los creadores de las reformas políticas educativas de Finlandia en los años 90, en el libro Finish Lessons (“Lecciones Finlandesas”).

Iguales oportunidades

La preocupación por garantizar que todos los finlandeses tengan oportunidades de desarrollo iguales es visible en las instalaciones de la escuela Viikki, uno de los centros educativos de enseñanza media más importantes en la capital finlandesa, Helsinki.

Como en todas las escuelas de Finlandia, ahí se puede ver al hijo de un empresario estudiando junto al hijo de un obrero.

En el amplio comedor, se sirven a diario comidas saludables de manera abundante a los estudiantes, mientras que los servicios de atención médica y odontológica cuidan de manera gratuita la salud de los 940 alumnos.

Todo el material escolar también es gratuito. Los equipos de pedagogos y psicólogos acompañan cuidadosamente el desarrollo de cada niño para identificar problemas como dislexia y proporcionar apoyo inmediato. Y las matrículas escolares no existen.

Sahlberg destaca además el impacto del ejercicio en la enseñanza en el modelo de igualdad y justicia social creado gradualmente por los finlandeses a partir de la posguerra: salud, educación y vivienda para todos, generosos permisos de paternidad para cuidar a los niños y guarderías ampliamente subsidiadas o hasta gratuitas.

También hay una amplia y solidaria red de protección a los ciudadanos.

“La desigualdad social, la pobreza infantil y la ausencia de servicios básicos tienen un fuerte impacto negativo en el desempeño del sistema educativo de un país”, puntualiza Sahlberg.

La transformación

Hasta finales de los años 60, solo el 10% de los finlandeses había terminado la enseñanza secundaria. Las oportunidades eran limitadas y el acceso, desigual. Muchas familias no podían pagar las instituciones privadas de enseñanza y las escuelas públicas eran insuficientes.

Un diploma universitario era considerado, en ese entonces, un trofeo excepcional: solo el 7% de la población contaba con educación superior. Y en todas las áreas de aprendizaje, Finlandia era símbolo de retraso.

La historia del país, sin embargo, siempre se caracterizó por la resiliencia de su pueblo, que logró su independencia hasta 1917, después de seis siglos bajo el dominio del reino de Suecia y más de cien años como gran ducado del Imperio ruso y sus cinco zares.

En la década de los 70, la nación fue convocada a cambiar. Una educación pública estelar pasó a ser percibida como la base fundamental para la creación de un futuro menos mediocre y desarrollar el capital humano del país se convirtió en la misión primordial del Estado finlandés.

El principio de igualdad e inclusión social marcó el desarrollo de los años 70 de la nueva peruskoulu (educación obligatoria finlandesa), que abarca la enseñanza primaria y la media.

En una decisión histórica del Parlamento finlandés, todos los niños, independientemente de contexto socioeconómico o domicilio, pasaron a tener acceso igualitario y gratuito a escuelas de calidad para cumplir los nueve años de educación básica.

El siguiente paso fundamental fue una valoración sin precedentes del profesor.

Finlandia lanzó programas de formación de excelencia para el magisterio en las universidades del país. Creó condiciones notables de trabajo y amplia autonomía para tomar decisiones en las escuelas, pagando razonablemente bien a sus profesores.

La profesión de maestro se convirtió en una de las favoritas entre los jóvenes finlandeses, por encima de las profesiones en medicina, derecho y arquitectura.

Participación de la sociedad

En los años 90, el país anunció una nueva revolución de la enseñanza.

Las asociaciones de profesores, políticos, padres, miembros de la academia y diferentes sectores de la sociedad fueron llamados a participar en la creación de dos nuevos y revolucionarios paradigmas de la educación en el país.

rechazaron la fórmula convencional aplicada en la mayor parte del mundo como receta para mejorar el desempeño escolar.

“Fue particularmente significativo el papel que desempeñaron varias organizaciones de la sociedad civil”, destaca Sahlberg, quien también fue uno de los consejeros del Ministerio de Educación finlandés en los años 90.

La transformación del sistema fue profunda. Y rápida. Como resultado, a finales de la década de los 90 la peruskoulu finlandesa se convirtió en líder mundial en matemáticas, ciencia e interpretación.

Los primeros resultados del Programa Internacional de Evaluación a Alumnos (PISA por sus siglas en inglés), publicados en 2001, sorprendieron a los propios finlandeses: en todos los ámbitos académicos, Finlandia empezó en la cima del ranking mundial.

Y permanece hasta hoy entre los más destacados miembros del club.

 

Finlandia dice haber aprendido una lección: las políticas de educación efectivas deben ir de la mano con políticas sociales.

“Las personas en Finlandia tienen un profundo sentido de responsabilidad compartida sobre la importancia no solo de la vida propia, sino del bienestar de los demás”, observa Sahlberg en su libro Finish lessons.

“Los cuidados al bienestar del niño comienzan antes del nacimiento y se extienden hasta la edad adulta. Las guarderías públicas son un derecho garantizado para todos los niños, quienes también tienen acceso igualitario a todo tipo de servicio básico. La educación se considera en nuestro país se considera un bien público. Y es, por lo tanto, protegida en la constitución del país como un derecho humano básico”, añade.

La inversión finlandesa en la educación también se considera uno de los motores centrales del desarrollo económico y para poner fin a la pobreza en el país.

Ciudadanos altamente capacitados han aprovechado el crecimiento de la producción y la transformación de Finlandia en uno de los principales polos de innovación y tecnología en el mundo con el nacimiento de empresas como el gigante de las telecomunicaciones Nokia.

Y las políticas educativas crecieron al lado de las políticas sociales.

Igualdad desde la cuna

La vasta red de beneficios sociales en Finlandia es el resultado de la construcción, a partir de los años 70, de un generoso Estado de Bienestar social, financiado por una de las más altas cargas tributarias en el mundo.

La tasa de impuestos sobre la renta individual en el país es hoy del 51.6%, lo que no impidió a Finlandia aparecer este año en la cima del ranking de los países más felices del mundo elaborado por la ONU (World Happiness Report).

Pero ya desde finales de los años 30, Finlandia ofrece a todas las mujeres embarazadas un kit de maternidad con unas 50 cosas básicas para el bebé. El objetivo del regalo es proporcionar a todos un comienzo de vida igual, independientemente de clase social.

Además, cuando un niño nace en Finlandia, la madre tiene derecho a 105 días hábiles de permiso de maternidad. El padre recibe otros 54 días de licencia. Y las parejas pueden dividir entre sí un periodo adicional de más de cinco meses de permiso parental.

Esto significa que la mayoría de los niños finlandeses pueden tener la atención de sus padres en casa durante el primer año de vida.

Después del periodo de permiso de paternidad, uno de los padres tiene derecho a permanecer en casa con el niño, si así lo prefiere, y recibir un apoyo de cerca de 450 euros al mes (US$525). En estos casos, el padre o la madre podrán volver al mismo empleo que tenían antes hasta que el niño cumpla 3 años de edad.

Los padres tienen todavía la opción de regresar al trabajo, pero con carga horaria reducida, y obtener un apoyo parcial del Estado.

La mayoría de los padres y madres regresan eventualmente al trabajo, y cuando deciden hacerlo, el Estado ofrece una red de guarderías especializadas y altamente subsidiadas para cuidar de los niños.

Por ley, todos los niños de 0 a 6 años tienen derecho a un lugar en la guardería, ya sea tiempo parcial o completo. Las tasas varían de acuerdo con la renta de los padres y la zona en la que reside la familia. El valor máximo de la mensualidad es actualmente de 290 euros (cerca de US$338).

Para familias de menores ingresos, las guarderías son gratuitas.

Gratis hasta el final

Al cumplir los 6 años, todos los niños finlandeses tienen derecho a la educación preescolar, que es completamente gratuita. El objetivo de los centros preescolares es proporcionar a cada niño el aprendizaje de habilidades y conocimientos básicos, con el fin de prepararlos para la vida escolar.

Con el acceso gratuito a universidades e instituciones de enseñanza técnica y profesional, la educación de nivel superior también ha sido una oportunidad de igual acceso para todos. La educación en Finlandia es gratuita para todos, desde el preescolar hasta el doctorado.

Las estadísticas apuntan al éxito de la fórmula de aliar políticas educativas con políticas sociales, dice Sahberg.

“Las sociedades igualitarias tienen ciudadanos con el grado de educación más elevado, raros casos de evasión escolar, menores tasas de obesidad, mejores indicadores de salud mental e índices más reducidos de embarazos adolescentes, en relación con los países en los que la brecha entre ricos y pobres es mayor”, enfatiza el educador finlandés.

Innovar, siempre, es importante, enseñan los finlandeses. Ya en los años 90, la reforma educativa conducida por Finlandia sorprendió al mundo académico con una teoría paradójica, que probaría ser visionaria.

Paradoja 1: Los alumnos aprenden más cuando los profesores enseñan menos

La experiencia finlandesa desafía la lógica convencional, que prescribe más horas de clase y mayor cantidad de lecciones en casa como fórmula para impulsar el desempeño estudiantil.

Los días son más cortos en las escuelas de Finlandia, con menos horas de claseque en todas las demás naciones industrializadas, según estadísticas de la OCDE, organización que reúne a los países más ricos del mundo.

“Es importante que los niños tengan tiempo para ser niños“, dijo la profesora Erja Schunk, de la escuela Viikki, situada en un campus de la Universidad de Helsinki. “Lo más importante es la calidad del tiempo en el aula, y no la cantidad”.

En los Estados Unidos, un profesor pasa aproximadamente el doble del tiempo enseñando en el aula por semana, en comparación con un profesor finlandés.

“Dar seis horas de clase al día es una tarea ardua, que deja a los profesores demasiado cansados para dedicarse a otras tareas importantes para el trabajo de un educador, cómo planificar, renovarse y dar atención cuidadosa al alumno”, dice Sahlberg.

En una típica escuela finlandesa, los profesores dan unas cuatro clases al día.

“La preocupación central de la escuela finlandesa no es alcanzar récords de desempeño escolar, sino ayudar a desarrollar las aptitudes de un niño para formar individuos capaces de vivir vidas felices, dentro y fuera del trabajo”, añade Sahlberg.

Los profesores finlandeses tampoco creen que aumentar la carga de tareas a los estudiantes lleve necesariamente a un mejor aprendizaje, especialmente si las lecciones son tediosos ejercicios que no desafían la capacidad creativa del alumno.

Según estadísticas de la OCDE, los estudiantes finlandeses pasan menos tiempo haciendo tareas que los estudiantes de todos los demás países: cerca de media hora al día.

“Los alumnos aprenden lo que necesitan saber en el aula, y muchos hacen el deber de casa aquí mismo, en la propia escuela, así que tienen tiempo para convivir con sus amigos y dedicarse a las cosas que les gusta hacer fuera de la escuela, lo que también es importante “, dijo el profesor Martti Mery en la escuela Viikki.

En la fase preescolar, la prioridad es desarrollar la autoconfianza de los niños. Los días en la escuela se cumplen con tareas como aprender a orientarse sin compañía en un bosque, o atar solos sus patines de hielo.

Paradoja 2: Los alumnos aprenden más cuando tienen menos exámenes y evaluaciones

Los estudiantes finlandeses no necesitan preocuparse por evaluaciones: su sistema educativo no cree en la eficacia de una alta frecuencia de exámenes, por lo que se aplican con poca regularidad.

A pesar de eso, Finlandia brilla en los rankings globales de educación, al lado de los países con mejor desempeño escolar del mundo.

¿Milagro? La filosofía finlandesa es que el objetivo principal de los profesores debe ser ayudar a los alumnos a aprender sin ansiedad, a crear y desarrollar la curiosidad natural, y no simplemente a pasar evaluaciones.

“La presión del modelo tradicional de enseñanza trae consecuencias dramáticas para los alumnos, como el miedo, el aburrimiento y el temor a correr riesgos”, afirma el educador Sahlberg.

Los informes del PISA indican que sólo el 7% de los alumnos finlandeses se siente ansioso al estudiar matemáticas. Mientras tanto, en el rígido sistema de enseñanza de Japón, que ostenta altos niveles de desempeño escolar, se registran récords de suicidio entre estudiantes, con un índice que llega al 52%.

Y en las aulas de la escuela Viikki, el ambiente es tranquilo y relajado. No hay uniformes escolares, y los alumnos estudian descalzos – reflejando el clima de las casas escandinavas, donde nadie usa zapatos.

La escuela primaria es prácticamente un periodo libre de evaluaciones. Con el fin de evitar que los niños se clasifiquen de acuerdo con su rendimiento, el sistema finlandés virtualmente abolió la evaluación por notas escolares en los cinco primeros años de la peruskoulu.

En los años siguientes, la evaluación se realiza con base en pruebas elaboradas por el profesor y en el desempeño del alumno en el aula, además de una amplia evaluación de cada estudiante realizada colectivamente por los profesores al final de cada semestre.

Los que necesitan mayor asistencia en la enseñanza reciben atención particular: la filosofía finlandesa aprecia la creencia de que todos los niños tienen el potencial de aprender, si tienen apoyo y oportunidades adecuadas.

El magisterio en Finlandia se convirtió además en una carrera de prestigio.

Cada primavera, miles de jóvenes solicitan un espacio para estudiar en los departamentos de formación de profesores de las universidades de Finlandia.

Pero sólo los mejores y más preparados estudiantes pueden convertirse en profesores: en el exigente sistema finlandés, sólo cerca del 10% de los candidatos suelen ser aprobados para cursar la maestría obligatoria en la universidad.

El grado de maestría se ha convertido en el requisito básico y obligatorio de un profesor para poder enseñar en las escuelas finlandesas, incluso para la educación preescolar.

Y las innovaciones continúan: el currículo escolar adoptado en 2016 creó, por ejemplo, la enseñanza basada en fenómenos o proyectos, que actualiza la tradicional división por materias y da más espacio para que determinados temas (como la Segunda Guerra Mundial) sean trabajados conjuntamente por profesores de diferentes disciplinas.

Todos los aspectos detrás del éxito finlandés parecen ser, por lo tanto, lo opuesto de lo que se hace en la mayor parte del mundo, donde la competencia, la alta carga de pruebas y clases, la uniformidad de la enseñanza y la privatización son por regla general los principios dominantes.

“Ejercer controles rígidos sobre las escuelas y los alumnos, pagar a los profesores en base al desempeño de los estudiantes, entregar el liderazgo de las escuelas a especialistas en gestión o convertir escuelas públicas en privadas son ideas que no tienen lugar en el repertorio finlandés de desarrollo de la educación” , dice el educador Sahlberg.

Sahlberg resume así el pensamiento finlandés sobre la educación pública de calidad:

“Es una obligación moral, pues el bienestar y en última instancia la felicidad de un individuo depende del conocimiento, de las aptitudes y de las visiones del mundo que son proporcionadas por una educación de calidad. Es también un imperativo económico, ya que la riqueza de las naciones depende cada vez más de las habilidades y el conocimiento”.

Fuente de la Noticia:

https://intermedia.press/2018/09/25/finlandia-como-la-igualdad-de-oportunidades-ayudo-a-que-se-convirtiera-en-referencia-mundial-en-educacion/

ove/mahv

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