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La educación y el crecimiento inclusivo

Colombia / 1 de febrero de 2018 / Autor: Luis Felipe Gómez Restrepo / Fuente: La República

Esperamos que muy pronto Colombia pueda sentarse en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) entre Chile y Corea, lugar que nos tienen ya “reservado”. Luego de pasar por 20 de los 23 comités técnicos para la admisión, Colombia está a un paso de su ingreso, proceso que inició en el 2013. Este club de buenas prácticas, que en el fondo busca armonizar y alinear los intereses del sector privado y de la política pública para asegurar una competitividad de los países, nos ha permitido, entre otros, compararnos en el tema educativo.

Los parámetros de la Ocde nos han exigido hacer muchos ajustes institucionales, y por supuesto, a mirar seriamente la importancia del sector educativo. Una educación de excelencia es causa y consecuencia del papel que el sector desempeña en un modelo donde se promueve tanto la inclusión como el crecimiento económico.

El informe educativo de la Ocde de 2017 ayuda a pensar en los ajustes que son necesarios en nuestro sistema, no para “ser como los otros”, sino para mejorar la competitividad y el crecimiento del país, yendo de una visión sectorial hacia una visión de país.

La medición de la educación ha dejado en evidencia sus falencias. Uno de ellos es el desempeño que obtiene Colombia en las pruebas Pisa, muy por debajo de los resultados de los países miembros. El informe muestra que entre cerca de 40 países, Colombia queda en último lugar tanto en el desempeño de los estudiantes en la prueba PISA de 2015, como en el grado de desigualdad en las condiciones socioeconómicas de los estudiantes que las presentaron.

Se han realizado esfuerzos importantes en educación. El informe muestra que el gasto en este sector como porcentaje del PIB en Colombia en 2015 fue de 5,8% frente al 5,2% de los países del Ocde y el gasto público fue de 14,1% del total, frente al 11,3% en promedio de la Organización. Lo que inmediatamente nos hace pensar en los problemas de eficiencia en el gasto público, como también ser realistas que en valor absoluto el monto invertido no es muy grande porque nuestra economía no ha logrado salir de la trampa del ingreso medio y el universo, PIB, es pobre relativamente. También se aprecia que el gasto en educación es compartido de forma importante entre el sector privado y el público, siendo que en el país, el sector privado aporta el 1,9% del gasto frente al 0,8% del Ocde. Aquí las políticas públicas de fortalecimiento de la universidad pública y el subsidio para ingreso en la universidad privada, serán tareas indispensables a profundizar en el inmediato futuro. Igualmente, hay que pensar en una mayor coordinación y complementación entre ambos sectores, más que profundizar tensiones sobre cuál tipo de educación debe apoyarse o fortalecerse, máxime cuando es el mismo servicio público que prestan ambas.

Con todo, estos indicadores no verán reflejados los esfuerzos en el mejoramiento global del sistema si no se enfrentan, al mismo tiempo, tanto la inequidad como el dinamismo económico necesario para aprovechar las nuevas capacidades que se pretenden incrementar en las personas que se educan. Junto a una fuerte apuesta por la calidad y relevancia de la educación para el mercado laboral, la innovación y el emprendimiento, se conectan proyectos con perspectiva territorial y para una gobernanza efectiva, una visión integradora de lo rural-urbano, la inversión en Tic’s y en infraestructura que aportan externalidades a la cadena de valor. Esta es la idea del “crecimiento inclusivo” que está en juego desde lo económico y una visión de país compartida por los líderes políticos y sociales, en el horizonte del posacuerdo y la reconciliación en Colombia.

Llegar a la Ocde es una gran oportunidad que nos puede ayudar a dar saltos cualitativos, pero sin olvidar que el país tiene como prioridad, más que el mero crecimiento, el fortalecimiento de nuestra sociedad en clave de mayor justicia y equidad.

Fuente del Artículo:

https://www.larepublica.co/analisis/luis-felipe-gomez-restrepo-2524772/la-educacion-y-el-crecimiento-inclusivo-2593869

Fuente de la Imagen:

http://blog.antoniopulido.es/cuadro-de-mando-para-un-crecimiento-inclusivo-2/

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¿Qué podemos aprender del sistema educativo finlandés?

Finlandia / 1 de febrero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Universia Chile

Finlandia ofrece un sistema educativo ejemplar y con aspectos que le diferencian del resto de países

  • Según el informe PISA sobre educación, Finlandia es el país con el mejor sistema educativo y el más prestigioso.
  • Conoce más sobre el sistema educativo de Finlandia y sus ventajas frente a otros países.
  • El valor de la figura del profesor es uno de los pilares de la educación del país.

Finlandia está reconocido, a nivel mundial, como el país que ofrece el mejor sistema educativo y la formación más efectiva para sus jóvenes.

Las cifras avalan este título, donde el 71% de su población – unos 5,4 millones de habitantes – obtienen un título universitario y son especialistas en formas a profesionales en los sectores de la ingeniería y la arquitectura.

Uno de los valores diferenciales de su sistema se basa en la formación profesional. Finlandia ofrece 75 titulaciones profesionales y se pueden desarrollar en un centro de estudios o en un centro de trabajo. Esto supone que muchas personas acceden a formación con un contrato de aprendizaje y que, con esto luego, pueden acceder a formación superior si así lo desean.

Estas son algunas de las características que se pueden poner en práctica en otros sistemas de formación:

Gasto público

La enseñanza es gratuita y los gastos corren a cargo del Estado:

  • Material escolar
  • Comedor
  • Transporte, si se vive a más de 5 km del centro de estudios.

Los estudios universitarios también son gratuitos y no solo para los jóvenes estudiantes.

Los adultos que deseen mejorar en su trabajo o reciclar su formación, también pueden disfrutar de este privilegio.

Sistema pedagógico

La escolarización se realiza a los 7 años de edad.

Hasta esa edad, se deja a los niños que disfruten de su tiempo, jugando y aprendiendo cosas a través de su curiosidad.

Durante este tiempo se les educa más en valores y actitudes que les ayude a formarse como personas.

Su etapa escolar comienza con las asignaturas más sencillas, como lengua y educación física. Poco a poco, se introducen nuevas materias, como son las matemáticas, la ciencia o la historia.

A partir de los 11 años es cuando se les comienza a evaluar y reciben notas por sus logros académicos.

Aprendizaje personalizado

Aunque las aulas sean de decenas de alumnos, cada uno de ellos recibe un aprendizaje adecuado a su ritmo y necesidades.

A los alumnos con más problemas de aprendizaje se les asigna un tutor personal y reciben clases de apoyo para no distanciarse del resto de alumnos.

El sistema finlandés opta por intervenir de forma muy temprana en las debilidades que puede presentar cada alumno y ponerles remedio con los medios del centro.

Esto también ayuda a que los alumnos con necesidades especiales no se sientan excluidos del grupo, además de motivarles para que se esfuercen en su aprendizaje.

El profesorado

Es el elemento más significativo del éxito de Finlandia.

Por un lado, el programa educativo de primaria, secundaria y universitario es elaborado en coordinación, ya que participan los profesores de cada etapa formativa. De esta forma se crea un sistema total y en colaboración de todos los agentes especializados.

Los profesionales que se dedican a la docencia son considerados una élite y los mejores estudiantes suelen decantarse por dedicarse a la educación infantil y primaria.

Gozan de gran prestigio social y acceden a una carrera universitaria con una de las notas de corte más altas. Por tanto, solo los alumnos destacados suelen dedicarse a la educación.

No son funcionarios y el valor de su trabajo es evaluado continuamente. Por lo que, al igual que en otras profesiones, los profesores se esfuerzan por conseguir buenos resultados y un aprendizaje de calidad.

Además, cada centro suele invertir tiempo y recursos en motivarles y valorarles. Además de que la preparación de las clases y del material necesario cuenta como horas de trabajo, por lo que dividen su jornada entre dar clases y preparar las clases.

No cabe duda de que todos debemos de aprender algo sobre el sistema educativo finlandés.

Fuente de la Noticia:

http://noticias.universia.cl/educacion/noticia/2018/01/29/1157403/podemos-aprender-sistema-educativo-finlandes.html

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¿Ángeles o Demonios? Lo que hay detrás de los Sistemas de Evaluación de la Calidad Educativa

María Magdalena Sarraute Requesens

mariamsarraute@gmail.com

 

Los organismos mundiales de medición y evaluación cada día más se han apoderado de los sistemas educativos globales, desde que vieron la gestión de la educación como un gran negocio. Por esa razón, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y demás, han desdibujado los sentidos de la educación como horizonte de transformación de los pueblos.

Hoy los países han asumido los sistemas de evaluación como una paradoja estéril, donde la génesis de las contradicciones es nula, ya que se asume como natural la modificación de los sistemas educativos en virtud de encuadrarse en lo establecido por los rankings mundiales de los organismos internacionales de medición.

Esta situación de esterilidad, hace a la cultura dominada por el neoliberalismo, traicione su propia esencia, asumiendo al colonizador, como dominador y padre opresor, convirtiendo ajena a la cultura, que se introduce en la juventud a través de la educación y los medios de comunicación, para convertirlos en hombre y mujeres de masas.

Es por ello, que el conocimiento se reduce a estándares, competencias e instrumentalización del saber, donde el imaginario educativo se convierte en un estudio de mercado, ya que las evaluaciones y reformas son aplicadas con criterios de costo – beneficio, para reducir el costo financiero de la formación del individuo, desplazando así el proyecto pedagógico de los países, dándole prioridad a las necesidades empresariales de las grandes corporaciones y de quienes financian la educación.

En ese sentido, el hecho educativo se ha diseñado desde las corporaciones, quienes se han apropiado del lenguaje técnico “taylorista y toyotista” promovido por la banca multilateral y acogido por las tecnocracias políticas de los ministerios, triada que a nombre de lo técnico no acepta discusión sobre las políticas, reduciendo la deliberación, a anotaciones puntuales en lo legislativo.

De esta forma, la sociedad actual es determinada por esos supuestos expertos que se hacen dueños de la verdad y quienes promueven la no contradicción para que se asuma como borregos la colonización del saber, sin refutar su injerencia en las soberanías nacionales, legitimando lo necesario desde el sentido práctico de la vida y aún peor con el apoyo de Estados, organizaciones, corporaciones e instituciones que tienen intereses particulares en los pueblos. De esta forma, Contreras (2006:64), nos menciona que “la razón instrumental orienta sus decisiones hacia los medios y no hacia los fines”. Por esta razón, es que emergen las llamadas competencias “tecnocráticas” que fragmentan el conocimiento en teórico y práctico, con el fin de que la sociedad se satisfaga bajo soluciones técnicas. Es decir, que, frente a un problema emergido, busquemos una solución técnica y no busquemos la razón que causa la existencia del problema.

Es necesario dejar de mirar la realidad con soluciones instrumentales, ya que ésta hace que se pierda la esencia de una sociedad, convirtiéndose en lo que otros quieren que se convierta. En ese sentido, Contreras (2006), expone, “La ciencia construye una sociedad sin hombres desde el momento en el que no permite un gran debate sobre su evolución y desarrollo. La ciencia pierde su valor contemplativo o su racionalidad pura mediante su tecnificación (…) la tecnocracia es una dictadura dirigida por la voluntad, el consejo y la participación de unos pocos considerados expertos y por ello, capacitados para tomar decisiones sobre el resto de la comunidad” (p.3).

El peligro más acentuado de las transformaciones y modificaciones que se ejecutan en la educación es que no cuentan con una participación popular y protagónica de sobre cómo, cuándo y dónde realizarlos, más bien se le da todo el énfasis a las líneas multilaterales y a las solicitudes que se hacen desde estas instancias en conjunto con una cadena de tecnócratas nacionales que están en posiciones importantes en el sistema educativo y funcionan como el engranaje de ellas para producir paradojas estériles, es decir, una parálisis educativas por su falta de pertinencia e identidad con la necesidades de su nación.

Asimismo, esta parálisis educativa es consecuencia de la brecha entre el discurso político y la realidad educativa, y evidencia las restricciones socioeconómicas del proyecto de construcción de país. Situación que emerge por la incongruencia de los imaginarios colectivos, es decir, el discurso, generado por las élites, ministerios y demás; lo emancipado, es decir, la costumbre, que es vivenciada por el pueblo que transita en una realidad especifica que frecuentemente es desdibujada de las políticas educativas establecidas.

En ese sentido, es que hoy tenemos una cantidad relevante de instrumentos de evaluación de la calidad en el mundo generados por los organismos económicos internacionales que buscan la estandarización de los sistemas educativos, como son:

  • El Sistema Nacional de Evaluación de Resultados de Aprendizaje (SIMCE) de la Agencia de la Calidad Educativa de Chile (1988), que evalúa los logros de aprendizaje en las asignaturas de Lenguaje y Comunicación (Comprensión de Lectura y Escritura); Matemática; Ciencias Naturales; Historia, Geografía y Ciencias Sociales e inglés. Las pruebas se aplican a estudiantes de 2°, 4°, 6°, 8° básico, II y III medio.
  • El Estudio de las Tendencias en Matemáticas y Ciencias (TIMSS) de la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA) (1995), es una evaluación internacional de conocimientos de matemáticas y ciencias de los estudiantes inscritos en los grados cuarto y octavo de todo el mundo. Compara logros educativos de los estudiantes de las diferentes naciones del mundo.
  • El Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la Oficina Regional de Educación de América Latina y el Caribe de la UNESCO (1997), es un estudio que evalúa el desempeño escolar en tercer y sexto grado de escuela primaria en las áreas de Matemática, Lenguaje (lectura y escritura) y, para sexto grado el área de Ciencias Naturales. Su objetivo principal fue aportar información para el debate sobre la calidad de la educación en la región, así como orientar la toma de decisiones en políticas públicas educativas.
  • El Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA) de la OCDE (2000), tiene por objeto evaluar el rendimiento de los aprendizajes en matemática, lectura y ciencias de estudiantes con quince (15) años de edad. Es aplicada cada tres (3) años y principalmente compara rendimientos de estudiantes de los países participantes para el establecimiento de rankings.
  • la Encuesta Internacional sobre Docencia y Aprendizaje (TALIS) de la OCDE (2009), encuesta internacional enfocado al entorno del aprendizaje y a las condiciones de trabajo de los maestros en las escuelas; realiza comparaciones internacionales de los sistemas educativos. Además, pretende la generación de análisis educativos para la generación de políticas.
  • Estudio Internacional sobre Educación Cívica y Ciudadana (ICCS) del Ministerio de Educación de España (2009), su objetivo, es investigar, en una serie de países, en qué medida los jóvenes están preparados, y por tanto dispuestos, a asumir su papel como ciudadanos. Para lograr este objetivo, el estudio evalúa el rendimiento de los alumnos mediante una prueba de comprensión de conceptos y de competencia en lo que respecta al civismo y ciudadanía.
  • La Medición Independiente de Aprendizajes (MIA) del CIESAS – Golfo, la Universidad Veracruzana y organizaciones de la sociedad civil de Veracruz en México (2014), que emerge para generar información sobre el rendimiento de los aprendizajes de lectura y matemáticas en los niños y jóvenes que están en el sistema educativo formal y en los que se encuentran en el hogar. Además, el proceso es acompañado por los integrantes de la comunidad donde se aplica la evaluación.
  • El Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA) del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación en México (2015), que tiene como propósito general conocer la medida en que los estudiantes logran el dominio de un conjunto de aprendizajes en lenguaje, comunicación y matemáticas en los diferentes momentos de la educación obligatoria.

Es importante destacar que éstos sistemas de evaluación buscan estandarizar los sistemas educativos mundiales en virtud de lo que solicitan las grandes corporaciones, quienes dirigen actualmente la educación en el mundo. Es por ello, que Gentili (2014), menciona que “la evaluación en sí misma no es ni buena ni mala, depende de cómo se evalúe y qué se evalúe. El Banco Mundial y otras organizaciones como la OCDE han desarrollado mecanismos internacionales de evaluación que son profundamente cuestionables” …

PISA es un verdadero invento de la ingeniería genética del neoliberalismo; en el cual se supone que es posible tomar pruebas en tres áreas del conocimiento, que son las matemáticas, las ciencias y el lenguaje en diferentes países del mundo; y a partir de los resultados de esas pruebas comparar cómo funcionan los sistemas educativos del mundo, haciendo caso omiso a las condiciones históricas de desarrollo de los sistemas educativos.

Es decir, que ahora la OCDE, vino a establecer como el mejor juez quienes somos buenos y malos y que debemos saber para sobrevivir en este mundo. Particularmente, para la implementación de PISA lo que hicieron fue convertir esos saberes en competencias y la empezaron su aplicación sin contar que no cuentan con variables, ni indicadores para la medición de la construcción de ciudadanía, de felicidad, esperanza, entre otros. Todo esto bien pintado de tecnocraticismo sobre el hecho educativo. No podemos permitir trabajar con indicadores que nos traen problemas entre maestros(as), escuelas y países, además, que desconocen nuestras realidades, lo que suceden en las comunidades y en el entorno social de la vida de los sujetos.

Para Torres, C. (2014), lo modelos educativos basados en “testing“, han sido impulsado por el neoliberalismo, con el fin de aplicar exámenes basados en indicadores de múltiples respuestas que en gran medida determinan el futuro de muchos jóvenes y niños del mundo entero sin que los proyectos de desarrollo de los países estén articulados a los fines educativos. Todos los sistemas de evaluación se comportan como un termómetro, midiendo que tan enfermos o no están, con un termómetro único que no sirve para todos.

En ese sentido, la educación está secuestrada por los organismos internacionales y por grupos de empresarios que ven en la educación, un negocio, estableciendo indicadores de calidad para la generación de ranking que desdibujan nuestros sistemas educativos de nuestras realidades, ya que deben ajustarse a los indicadores definidos en los instrumentos para poder ser acreditados entre los mejores en el mundo. Torres, C. (2014), “los rankings no tienen ningún sentido, se hacen con variabilidad, porque los que venden las revistas y los materiales necesitan que se mueva el ranking. Por eso existen estos rankings universitarios»… “No hay un solo ranking en el mundo que mida el multiculturalismo de las universidades.»

Es por ello, que la escuela desde esta postura neoliberal tiende a reproducir dentro y fuera de ella, en la sociedad, las diferencias y desigualdades sociales, convirtiéndose en un espacio de reproducción y satisfacción del mercado, donde los ciudadanos son formados para el desempeño de determinadas labores que necesitan los grandes consorcios y corporaciones. En ese sentido, no resulta nada extraño que organismo como el Fondo Monetario Internacional, invierta en educación, ya que se dieron cuenta que a través de la pedagogía logran lo que quieren de los pueblos.

En ese orden de ideas, Anderson (2014), expresa “ellos han tenido éxito en el mundo de los negocios, suponen que tiene sentido que una escuela se maneje como un negocio”…“tienen sentido que las escuelas deberían competir entre ellas, los alumnos y docentes, etc., que deben comportarse más y más como un mercado y deberían medir los resultados en una forma cuantitativa como miden sus productos en sus fábricas».

Continua Anderson (2014), mencionando “El problema es que la transferencia de esas ideas del sector de los negocios al sector de la educación requiere una traducción y una reflexión muy intensa” … “el centro de lo que hace un negocio y el centro de lo que hace una escuela son muy diferentes”. En ese sentido, en los negocios los productos no son estudiantes, por ende, no se puede manejar bajo la misma lógica. “En un negocio tiene sentido eliminar la varianza de producto; en educación tenemos que lidiar con la varianza de los estudiantes, que son diferente, no son productos, entonces, lo que funciona en un negocio no necesariamente funciona en una escuela”.

En congruencia con lo anterior, González (2014), expresa, «Estos gobiernos, que nosotros denominamos neoliberales, colocaron en el centro que la escuela pública sólo debe enseñar aquellos elementos que posteriormente van a ocupar los ciudadanos en el campo laboral”. Es por ello, que la educación se ha visto reducida sólo al mundo laboral y no a la construcción de ciudadanía y de seres humano liberados. Por eso, sigue González (2014), “se acuñó a este término de educación para la vida, entendiendo únicamente la vida, como el mundo del trabajo».

En otro sentido, la educación en contextos neoliberales, lleva la intención de que la educación forme personas para un mundo donde la génesis de la historia es el mercado. Es por ello, que Simón Rodríguez, plantearía que este modelo pedagógico apunta a la formación de papagayos, de repetidores de contenido sin capacidad de pensar con cabeza propia. El tamaño del neoliberalismo ha debilitado lamentablemente todas las esferas, todos los espacios públicos -incluida la escuela-, se ha debilitado la importancia de la democratización de la educación, sea rebajando la calidad de los conceptos teóricos y burocratizando, de alguna forma, los sistemas académicos que se han venido encerrado en sí mismos.

La educación, se ha convertido en un negocio manejados por los organismos económicos del mundo, Torres, J. (2014), «donde compite como cualquier otro sistema productivo” … “lo que lo hace más importante, va a ser educar a un nuevo tipo de ciudadanía, donde vemos lo que es el contenido relevante, las materias que van a estar incluidas en el currículo, las más y las menos importantes”.

Las políticas educativas neoliberales, se expresan principalmente en producir procesos de privatización y exclusión del sistema educativo, ya que la inversión realizada no será para todo el mundo, serán para los que tengan mayores oportunidades, los más marginados que se queden en la educación pública para que sean atendidos allí y no pongan en riesgos todo el dinero que está en el negocio.

Por ello, han generado más exclusión y pobreza, ya que marginan a los ciudadanos principalmente de las periferias, los menos favorecidos por el modelo económico, haciendo así, que el modelo educativo sea un total reflejo de la economía establecida.

Por estas razones y a manera de cierre, es que los sistemas de medición de la calidad educativa hoy en día sólo buscan: a) La medición principalmente es de los aprendizajes y los factores asociados solo se enfocan para verificar como inciden en el rendimiento, sólo valora el resultado y no el proceso, b) Están basadas principalmente en el currículo, fragmentado la educación como totalidad, c) Enfatizan que el rendimiento estudiantil se debe a los niveles socioeconómicos de la población, por ende, los resultados se conocen a priori, ya que en la región existe un sistema con poca equidad e igualdad, sobre todo en los más vulnerable d) Sus indicadores, miden es meramente lo cognitivo, es decir, si sabe leer, escribir, sumar, restar, graficar y demás, en ningún momento existen indicadores para la valoración social, humanística y para la construcción de ciudadanía, e) Establecimiento de rankings mundiales para desvalorar a los Estados que hacen contraposición a las intenciones de los organismos internacionales, f) Son estudios que principalmente se quedan en el diagnóstico estandarizado de los sistemas educativos, donde es estática la brecha entre las políticas públicas y los resultados de desigualdades, g) el maestro/a es el principal responsable del fracaso escolar del estudiante, h) No existen un análisis del proceso de enseñanza y aprendizaje, sólo los resultados del rendimiento estudiantil, i) Los resultados se quedan en el conocimiento de las élites, poco bajan a cada escuela de la región y cuando lo hacen, son en forma de normas y reglas que hay que seguir, sin haberlas discutidas previamente y desdibujadas de la realidad del aula.

Referencias

 

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“Escolaridad sin aprendizaje es una oportunidad desperdiciada”

Bolivia / 25 de enero de 2018 / Autor: Alejandro Zegada / Fuente: El País en Expansión Nacional

“En todo el mundo, cientos de millones de niños alcanzan la adultez joven sin desarrollar las destrezas y habilidades más básicas”, advierte un reciente informe publicado por el Banco Mundial (BM, aunque producido por contribuidores externos), titulado “Reporte de Desarrollo Mundial 2018: Aprendiendo a Realizar la Promesa de la Educación”.

En este sentido, el reporte explica que incluso si los niños van a la escuela, “muchos salen sin las habilidades para calcular el cambio correcto de una transacción, leer las instrucciones del doctor, o interpretar las promesas de una campaña política; mucho menos construir una carrera satisfactoria o educar a sus hijos”.
Esta crisis de aprendizaje es, por tanto, una “crisis moral”. Según los expertos que elaboraron el estudio, cuando se cumple bien, la educación cura una multitud de enfermedades sociales. “Para los individuos, promueve el empleo, las ganancias, la salud y la reducción de la pobreza. Para las sociedades, estimula la innovación, fortalece las instituciones y fomenta la cohesión social”.
Sin embargo, estos beneficios dependen en gran medida del aprendizaje. Y es que escolaridad sin aprendizaje es una oportunidad desperdiciada. “Más que eso, es una gran injusticia: los niños a los que la sociedad les falla son quienes más necesitan una buena educación para triunfar en la vida”.

Aprendizaje como prioridad
Algunos casos sirven de ejemplo de que, cuando el aprendizaje se vuelve una prioridad, se puede lograr muchos avances.
Es el caso de Corea del Sur, que a principios de la década de 1950, era una sociedad desgarrada por la guerra y anclada al subdesarrollo por sus bajísimos niveles de educación. Pero para 1995, ese país alcanzó escolaridad universal en educación de alta calidad a través de la escuela secundaria.
“Hoy en día, sus jóvenes rinden a los niveles más altos en las evaluaciones internacionales de aprendizaje”, destaca el informe del BM.
Otro ejemplo emblemático es el caso de Vietnam, país que “sorprendió al mundo” el año 2012, con sus resultados del Programa para Evaluación de Estudiantes Internacionales (PISA, por su sigla en inglés), que mostraron que los estudiantes de 15 años de edad estaban rindiendo al mismo nivel que los de Alemania, pese a que Vietnam es un país de ingresos medios-bajos.
El caso de Perú también es destacado por los expertos del BM. Entre 2009 y 2015, el vecino país “logró uno de los crecimientos más altos en cuanto a resultados de aprendizaje en general, una mejora atribuible a políticas concertadas”.
Tonga, Liberia y Papua Nueva Guinea lograron que la lectura de comprensión en los primeros cursos mejorara de manera “sustancial en un periodo muy corto” gracias a “esfuerzos enfocados basados en evidencia”. Y recientemente, Malasia y Tanzania lanzaron enfoques colaborativos a nivel de toda la sociedad para mejorar sistemáticamente el aprendizaje.
“Lograr progresos como estos requiere un diagnóstico muy claro, seguido de acciones concertadas y bien enfocadas”, sintetiza el reporte.

Aprender para crecer
Los expertos coinciden en que la educación debería “equipar” a los estudiantes con las habilidades necesarias para tener vidas saludables, productivas y significativas. Aunque estas habilidades pueden variar de un contexto sociocultural a otro, hay algunas que son consideradas universales.
Por ejemplo, todos necesitan aprender a interpretar muchos tipos de pasajes escritos, “desde etiquetas de medicamentos a ofertas laborales, desde declaraciones bancarias a grandes obras literarias”.
Todas las personas necesitan también saber entender “cómo funcionan los números, para así poder comprar y vender en los mercados, prepara presupuestos familiares, interpretar contratos de préstamos o escribir software de ingeniería”.
En pocas palabras, necesitan el “razonamiento de orden superior y la creatividad que se basa en estas habilidades fundacionales”, además de las habilidades socioemocionales –como la perseverancia y la habilidad de trabajar en equipo- que les ayudan a adquirir y aplicar las demás habilidades.
Sin embargo, muchos países no están logrando estos objetivos. Los expertos del BM han identificados algunas dimensiones de la crisis del aprendizaje que ayudan a apuntar sus causas.

La crisis del aprendizaje
Aunque los niveles de escolaridad (cantidad de personas que van a la escuela, y los años que éstos permanecen en sus estudios) han aumentado mucho en las últimas décadas –Bolivia es un ejemplo importante de estas mejorías-, esto no necesariamente se traduce en una mejora del aprendizaje.
Y es que, como apunta el reporte del BM, escolaridad no es lo mismo que aprendizaje. “Los niños aprenden muy poco en muchos sistemas educativos alrededor del mundo: incluso después de varios años en la escuela, millones de estudiantes carecen de las habilidades numéricas y literarias básicas”.
Para cambiar este problema de forma efectiva, es necesario primero entender cómo las escuelas les están fallando a los estudiantes, y cómo los sistemas educativos están fallando a las escuelas.
El reporte del BM devela cuarto ingredientes clave para el aprendizaje en las escuelas: 1) estudiantes preparados, 2) enseñanza efectiva, 3) insumos educativos enfocados en el aprendizaje, y 4) la gestión y gobernanza cualificada que los reúne a todos.
Como se ve a continuación, los cuatro factores identificados están fallando en los países en desarrollo en general, y en Bolivia en particular.

Ingredientes para el aprendizaje
Sobre el primer punto, los expertos afirman que “los niños suelen llegar a las escuelas sin estar preparados para aprender –si es que llegan. La desnutrición, enfermedades, baja inversión de los padres y el duro ambiente relacionado con la pobreza, socavan el aprendizaje en los primeros años de la niñez”.
Así, incluso en buenas escuelas, los niños que sufren privaciones aprenden menos, y con el tiempo, romper con estas trayectorias de bajo aprendizaje se vuelve más difícil a medida que con la edad el cerebro se vuelve menos maleable. “Por tanto, los sistemas educativos tienden a amplificar las diferencias iniciales”.
Respecto al segundo punto, el reporte encontró que generalmente los profesores de escuela “carecen de las capacidades o la motivación para ser efectivos”. Esto es grave porque los maestros son “el factor más importante entre los que afectan el aprendizaje en las escuelas”.
Esto es así especialmente en los países en desarrollo más que en los países ricos, “pero la mayoría de los sistemas educativos no atraen aspirantes con buena formación. Estos problemas son aún más severos en comunidades remotas, ampliando las desventajas” que ya sufren los estudiantes rurales.
“Estos diagnósticos no buscan culpar a los profesores”, aclara el informe del BM, “sino llevar la atención sobre cómo los sistemas educativos socavan el aprendizaje por no apoyarlos adecuadamente”.
El tercer ingrediente, los insumos (equipamiento, infraestructura, etc.), pese a ser fuertemente priorizados por los gobiernos, “explican solamente una pequeña parte de la crisis de aprendizaje”.
Según el reporte del BM, tras analizar diferentes sistemas y escuelas, se encontró que “similares niveles de recursos están frecuentemente asociados con vastas diferencias en resultados de aprendizaje”, y que “incrementar los insumos en un lugar dado generalmente tiene pocos efectos en los resultados de aprendizaje”.
Parte de la razón de esto es que estos insumos en muchos casos no llegan a los profesores y estudiantes, o no los saben aprovechar. El reporte cita ejemplos de casos como Sierra Leona y Brasil. Pero Bolivia tiene sus propios ejemplos, sumamente ilustrativos.
Tal es el caso de las computadoras Kuua (ensambladas por la empresa estatal Quipus). El Gobierno entregó desde 2014 miles de computadoras a las unidades educativas del país, pero no se logró los resultados esperados, porque lejos de influir en la mejora de la calidad educativa, el buen uso de las máquinas dotadas enfrentó una cadena de dificultades, que derivó, en algunos casos, en la decisión de guardarlas en cajones y no usarlas.
Fueron los propios profesores de las escuelas beneficiarias quienes identificaron tres principales razones para el fracaso de esta iniciativa, que coinciden plenamente con lo que expone el informe del BM: la falta de infraestructura adecuada, ausencia de preparación o capacitación de los docentes y el deficiente o inexistente servicio de internet en las unidades educativas.
En este sentido, la falta de un enfoque realmente centrado en el aprendizaje, ha impedido que una medida que en principio fue buena, no sólo no tenga ningún impacto en la calidad educativa, sino que resulte en un esfuerzo desperdiciado, un gasto desaprovechado.
Finalmente, el cuarto ingrediente, se refiere a que la mala gestión y mala gobernanza frecuentemente socavan la calidad educativa. “Aunque un liderazgo escolar efectivo no mejora el aprendizaje de forma directa, sí lo hace indirectamente al mejorar la calidad de los educadores y asegurando un uso efectivo de los recursos”.
Tras analizar ocho países, el BM encontró una correlación entre la capacidad de gestión de las escuelas y el sistema educativo y los resultados en el aprendizaje de los estudiantes: por cada punto de mejora en la capacidad de gestión, había una mejora de entre 0,23 y 0,43 puntos en el aprendizaje.
Lo que está pasando es que “los directores de escuelas no estén activamente involucrados en ayudar a los profesores a resolver problemas, no proveen asesoría institucional, y no establecen metas que prioricen el aprendizaje”.

Se mejora empezando
por el diagnóstico
El reporte del BM argumenta que para que los países puedan mejorar, se debe avanzar urgentemente en tres frentes: evaluar el aprendizaje, actuar en base a la evidencia concreta, y alinear a los actores bajo un mismo objetivo.
Sin embargo, el gobierno boliviano se niega a implementar evaluaciones de la calidad educativa, tal como el PISA (la más conocida y estandarizada), argumentando que esta es una medición “imperialista”, algo curioso considerando que países como China, Vietnam o Singapur encabezan los resultados en estas pruebas.
El año pasado se informó que Bolivia firmó un acuerdo con la Oficina Regional de Educación para América Latina (OREALC), con lo cual se adhirió al Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE).
“Actuar efectivamente requiere primero entender cómo las escuelas están fallando a los estudiantes, y cómo el sistema le está fallando a las escuelas”, sentencia el reporte.

Fuente del Artículo:

http://www.elpaisonline.com/index.php/2013-01-15-14-16-26/local/item/279833-escolaridad-sin-aprendizaje-es-una-oportunidad-desperdiciada

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La famosa educación danesa. Todas sus claves

Por: María Merino

El conocido Informe PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes) se ha convertido en los últimos años en un referente dentro del ámbito de la educación. Y es que es la manera que tienen muchos países de conocer en qué momento se encuentra la suya y si es necesario tomar medidas para mejorarla. Un informe que ha hecho que, junto a otras como la finlandesa, la educación danesa se haya convertido en un ejemplo de calidad en todo el mundo.

¿Quieres conocerla a fondo para saber qué ofrece? Sigue leyendo. Te lo contamos todo a continuación:

Tres etapas en el sistema educativo

Lo primero que hay que saber acerca de la educación danesa es que cuenta con un sistema educativo sustentado en tres etapas fundamentales:

  • Enseñanza secundaria, para alumnos de entre 16 a 19 años, aproximadamente.
  • Enseñanza superior, donde se incluyen los estudios de corta duración y los de larga duración.

Por supuesto, tampoco hay que pasar por alto que es una educación gratuita, de alta calidad y de nueve años de enseñanza obligatoria.

educación danesa
Tres niveles de enseñanza y unos objetivos claros

Objetivos fundamentales de la educación danesa

Si importante es conocer la estructura de la educación en Dinamarca también lo es descubrir sus pilares fundamentales. En este caso, el fin más importante que persigue es el de proporcionar a la mayor cantidad de los alumnos una formación reglada y oficial que les permita acceder a estudios superiores o a ocupaciones específicas.

De la misma manera, en relación al objetivo anterior, también está el que pretende conseguir que exista la mayor coordinación y coherencia posible entre lo que es el sector laboral y el sistema de educación.

No menos relevante es que se pretende que los estudiantes no solo consigan una serie de conocimientos académicos sino que desarrollen sus habilidades y capacidades en áreas tales como la comunicación.

¿Por qué la educación danesa se considera excelente?

Como hemos expuesto al principio del artículo, la educación danesa se ha convertido en un referente mundial tras los datos positivos que consigue en el Informe PISA. ¿Por qué está considerada tan excelente? Por cuestiones tales como estas:

  • Apuesta por presentar la enseñanza como una herramienta vital y necesaria en nuestro tiempo donde se consigue darle importancia a la igualdad, a la democracia y a la libertadValores que se inculcan desde Primaria.
  • Se inculca a los alumnos desde temprana edad la importancia del diálogo y de la paz para poder resolver los conflictos.
  • Asimismo, enseña a trabajar en equipo.
  • Uno de los pilares más importantes que tiene es que apuesta por la diferenciación educativa. Esto lo que significa es que se opta por tener en consideración las aptitudes de cada estudiante para acometer el planteamiento de la enseñanza.
  • Fomenta la participación continua del alumnado.
educación danesa
Se fomenta el trabajo en equipo

Más datos de interés

Además de todos los aspectos indicados, hay otra serie de cuestiones sobre la educación danesa que merece la pena tener en cuenta:

  • Hay una gran descentralización en lo que es la dirección y el reparto de competencias.
  • Antes de entrar en Primaria, existe un año de preescolar voluntario para pequeños de 5 y 6 años. Un curso ese de 20 horas semanales
  • Los padres tienen un papel fundamental en la Enseñanza Primaria, dependiente de los municipios, y participan en la misma de forma activa. En concreto, lo hacen a través de los llamados consejos escolares.
  • La Enseñanza Secundaria está en manos de las provincias, aunque, por supuesto, el Ministerio de Educación tiene también ciertas potestades a la hora de, por ejemplo, supervisar lo que son los contenidos.
  • No se debe pasar por alto que en Dinamarca también tienen un importante peso las escuelas privadas o libres, con gran tradición. Estas se sustenta en tres principios fundamentales: la libertad de escuela, que establece que el centro establece su propio funcionamiento; el derecho de la minoría, en pro de que cada uno viva de acuerdo a sus ideas, y el derecho de los padres. Este último establece que los progenitores tienen el derecho a elegir la educación que recibirán sus hijos.

Fuente del Artículo:

https://okdiario.com/bebes/2018/01/21/educacion-danesa-1721089

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Libro: La inutilidad de PISA para las escuelas

Reseña:

El Autor Julio Carabaña nos expresa que, desde que en el año 2000 se puso en marcha el programa internacional para la evaluación de estudiantes de la OCDE, conocido como PISA, la prensa dedica grandes titulares a sus resultados, los expertos se afanan por comprenderlos y los políticos los utilizan para justificar sus reformas y para atacar las de sus adversarios, y ello en todos los países participantes sin excepción. Sin embargo, profundizando se puede ver que contiene muy poca información, una vez establecida la posición relativa de los países.

La carencia más obvia es advertida por el propio PISA: si no se evalúan contenidos sino competencias, no se puede comparar la eficacia de las escuelas para trasmitir contenidos. Además, PISA muestra que si se analizan los resultados teniendo en cuenta otras variables, como el programa de estudios o las características de las escuelas, tampoco se llega a conclusiones útiles para docentes, directores de centros o profesionales de la educación. Usando los datos de los informes PISA, este libro sintetiza las principales razones por las que PISA carece de valor para mejorar la enseñanza en las aulas y la organización de las escuelas.

Link de descarga: http://www.redalyc.org/pdf/916/91649685011.pdf

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Colombia: Evaluaciones sobre la educación

Colombia / www.elcolombiano.com / 10 de Enero de 2018.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo -Ocde evalúa anualmente los colegios públicos de 72 países en matemáticas, ciencias y comprensión de la lectura, por medio de sus pruebas Pisa. Colombia ha venido mejorando sus resultados en estas evaluaciones, superamos hoy a Brasil, a México y a Perú; sin embargo, ocupar en 2016 un puesto 57 en tales pruebas no es motivo de gran satisfacción para los colombianos.

El Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior -Icfes- también evalúa anualmente los colegios públicos y privados, de 1 a 10, por medio de una prueba llamada Saber 3 – 5 – 9 – 11, según el año evaluado. Saber 11 es la puerta de ingreso a las universidades.

Con base en las pruebas Saber, elaboramos en Colombia, además, el Índice Sintético de Calidad Educativa -Isce- incluyendo en las pruebas Saber cuatro indicativos adicionales medio subjetivos y teóricos: 1. Progreso con relación a las pruebas Saber del año anterior. 2. Desempeño comparado con el resto del país. 3. Eficiencia, porcentaje de los que aprobaron el año anterior. 4. Ambiente en las aulas de clase.

Me ha llamado la atención que en el artículo publicado por la revista Dinero el 14 de diciembre de 2017 y titulado: “Los mejores colegios de Colombia según la prueba Saber 11 de 2017”. Se puede ingresar a Dinero por Internet, Google, a la tabla donde se ordenan del mejor al peor los 13.425 colegios evaluados en el primero y en el segundo semestre de 2017. Participan en este documento tanto instituciones privadas como oficiales, calendarios A, B y O, este último el de los semestralizados.

Espero no haberme equivocado, pero los mejores colegios No Oficiales de Antioquia fueron: 1. Montessori de Medellín, puesto 68. 2. José María Berrío Sabaneta, 79. 3. Seminario Corazonista, Marinilla, 82. 4. Theodoro Hertzl del Retiro, 85. 5. Corazonista de Medellín, 104. 6. Vermont del Retiro, 104. 7. Cumbres de Envigado, 125.

El primer colegio Oficial entre los 13.425 de la tabla citada aparece en el puesto 148 y es el bachillerato de la Universidad de Nariño. Entre los primeros 500 colegios de dicha tabla, tan solo hallé 11 oficiales, de los cuales ninguno de ellos figura en “Antioquia la más educada”.

Coincido con quienes insisten en que apremia para mejorar la calidad de la educación en Colombia: 1. Consolidar la jornada única. 2. Ampliar la cobertura del bachillerato o de una formación tecnológica al 60% de los colombianos. 3. Elevar la calidad del preescolar, la primaria y el bachillerato. 4. Cerrar la brecha entre la educación rural y la urbana. 5. Si bien la educación no tiene que estar liderada por los avances tecnológicos, muestran los profesores de los países más educados un gran interés en los dispositivos móviles, las tabletas, las computadoras, en fin, en la educación apoyada por medio de estos dispositivos. 6. Evaluar los profesores, pagarles bien, exigirles y actualizarles sus conocimientos de cuando en cuando.

Fuente: Evaluaciones de la OCDE

 

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