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Documental»Para Sama»: un crudo retrato de la guerra en Siria contado en primera persona

El documental es un diario de guerra que el poder que adquiere el cine cuando es guiado por la abrumadora honestidad de los sentimientos; fue nominado al Oscar.

El arrullo de un bebé que se confunde con los sonidos de explosiones a lo lejos, dando pie a la búsqueda desesperada de refugio en los pasillos de una construcción que se tambalea, para luego hacer una ágil transición y alcanzar el desolado futuro, algunos meses más adelante, con la niña un poco más crecida, pero aún en medio de un conflicto que se recrudece y no parece que vaya a terminar. Esa es la de devastadora forma en que los directores —una de ellos es también la protagonista— establecen desde un principio la estructura que habrá de seguir “Para Sama”, un retrato de las despiadadas entrañas de la guerra.

Aquí la mezcla de imágenes, que van de una boda realizada en pleno desastre, o las de algunos amigos comprometidos con el movimiento que bromean mientras tratan de mantener en pie un hospital, a las visiones de aviones sobrevolando a punto de atacar, para dimensionar la incertidumbre y luego mostrar los estragos de los bombardeos, adquieren sentido con los saltos en el tiempo en los que se une el espíritu del video casero y el periodístico, gracias a la enorme lucidez del trazo redondeado con los recursos fílmicos.

Todo sin caer en el morbo o el efectismo a la hora de alcanzar los puntos más álgidos, y es que el drama no los necesita para asestar golpes duros al espectador; es más que suficiente con la realidad por sí misma y con el necesario afán de ponerle nombre a las víctimas, para recordarnos que estas no son solo números para las estadísticas, y así dejarnos conocerlas aunque sea por breves instantes, porque irremediablemente los iremos perdiendo. Esto mientras recorremos desde los momentos de euforia que dejó el efímero triunfo de la insurrección previa, hasta aquellos en que es aplastada por el ejército sirio y sus aliados rusos, que mantienen el estado de sitio de lo que queda de la ciudad de Alepo.

Las imágenes de la bebé a quien está dirigido el relato son una constante, al igual que la voz en off de la madre, quien busca explicar la lucha, enseñarle el camino, hablarle de la importancia de la resistencia, y quizás encontrar cierta redención tras haber decidido quedarse en el lugar junto con su esposo y ayudar a los heridos, a pesar de su nacimiento.

Se trata de un diario de guerra que da muestra del poder que adquiere el cine cuando el ojo que captura las imágenes, ya sea con una cámara o un celular, es guiado por la abrumadora honestidad de los sentimientos,  en este caso elaborado por una revolucionaria para su hija, con quien ha vivido lo peor del conflicto, que empuja a mirar a través de sus ojos y a reflejarse en los de la pequeña.

Desoladora declaración del pecado de los padres que se convierte en el de todos, cuando lo que le ofrecemos a los niños no sólo es un mundo que hemos roto y no somos capaces de arreglar, sino que insistimos en seguir haciéndolo pedazos. “Para Sama” estuvo nominada en la categoría a Mejor Documental en los premios Oscar y BAFTA, se estrenó en plataformas digitales, como Netflix, pero con la reapertura de los cines ya también llegó a la cartelera comercial y es la indispensable de este fin de semana, aunque definitivamente no es para todas las sensibilidades.

Fuente: https://www.razon.com.mx/entretenimiento/sama-crudo-retrato-guerra-siria-contado-primera-persona-405074

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El Salvador: Las mujeres de San Julián enfrentan el hambre y desigualdad con huertos caseros

El Salvador permaneció bajo cuarentena obligatoria durante tres meses. El gobierno de Nayib Bukele prometió que abastecería de alimentos a todas las familias afectadas económicamente por las medidas para contener la propagación de la COVID-19; pero en muchas zonas la ayuda nunca llegó. Una de esas zonas está en San Julián, Sonsonate, donde las mujeres lograron sobrevivir al hambre y sostener a sus familias gracias a la comida que ellas mismas cultivan. Contaron a GatoEncerrado que al verse encerradas en cuarentena, sin la posibilidad de salir a ganarse el sustento diario y sin transporte público para movilizarse a los mercados, las mujeres se metieron en cuerpo y mente a trabajar en sus huertos caseros.

Estas mujeres, apoyadas por organizaciones como la Unidad Ecológica Salvadoreña (Unes), son la prueba de que los huertos caseros son la alternativa viable y necesaria para sobrevivir a la crisis económica y a la agudización de la desigualdad que dejará el impacto de la pandemia por COVID-19. Economistas han señalado que las medidas gubernamentales ante la pandemia en El Salvador dejará a más de cien mil personas sin empleo y que la desigualdad incrementará.

Uno de los informes más recientes de Oxfam, titulado «¿Quién paga la cuenta?«, señala que el impacto de la pandemia es tan grave que los países de América Latina y el Caribe (incluido El Salvador) tendrán un retroceso económico de 15 años. El informe también explica que entre los más golpeados están los más vulnerables y pobres de la región, pero no los ricos y multimillonarios. Entre los más vulnerables, como suele ocurrir en las crisis, están las mujeres. Por eso, la experiencia de mujeres que cultivan sus huertos caseros, como en San Julián, es valiosa para plantearse como una alternativa ante la crisis y desigualdad, según Jennifer Guzmán de Unes.

El informe de Oxfam también detalla que mientras los más vulnerables y pobres tienen que recurrir a medidas extremas para sobrevivir ante los impactos económicos de la pandemia, hay ricos que en medio de la crisis sanitaria se han hecho más ricos. Oxfam logró determinar, por ejemplo, que desde que iniciaron los confinamientos en la región hay ocho nuevos multimillonarios con un patrimonio mayor a los mil millones de dólares. Mientras tanto, hay mujeres en zonas como San Julián que lo único que tienen es su huerto casero.

María Avilés contó a GatoEncerrado que lleva 25 años cultivando su huerto casero. En tiempos de pandemia, crisis y vacas flacas, su huerto ha sido lo único que ha logrado sostener a su familia. Foto/Emerson Flores.

En su huerto, María Avilés siembra frutas y vegetales, pero en todo el proceso, según dijo, no utiliza químicos. Esto con el fin de garantizar que el alimento que llega a su mesa sea orgánico, sin preservantes artificiales. Foto/Emerson Flores.

«Muchas mujeres han tenido los beneficios de su propio empoderamiendo, ya que ahora ellas se visualizan a sí mismas como proveedoras de su hogar», aseguró Jennifer Guzmán, técnica territorial de la Unidad Ecológica Salvadoreña (Unes). Esta organización acompaña y apoya a las mujeres de San Julián, para que sigan cultivando en los huertos caseros. Por el momento, según Guzmán, la Unes tienen 35 iniciativas agroecológicas en la zona, junto al Comité Ambiental de San Julián.

En estos 25 años, María Avilés ha logrado ampliar su huerto. Gracias a su trabajo, no solo provee alimento a su familia, sino que su huerto también le da para vender en mercados y regalar alimento a sus vecinas. La crisis provocada por la pandemia le afectó menos, debido a que ella misma cultiva su comida: «Si yo quiero un tomate o mora, solo voy y la corto», explicó. Foto/Emerson Flores.

«Para mí es importante tener mi huerto, porque lo tengo cerca, lo tengo saludable. Yo sé lo que estoy consumiendo y sé que no lleva químicos», mencionó María Avilés, mientras mostraba su huerto. Foto/Emerson Flores.

Angélica María Monroy recibió un diplomado en Ciudad Mujer, en el que aprendió a cultivar sus propios alimentos. Hace más de un año empezó a recibir capacitaciones con la Unes y así empezó su huerto casero. Foto/Emerson Flores.

Angélica Monroy asegura que tener su huerto en casa le ayudó ante las dificultades económicas provocadas debido a la pandemia por las medidas que tomó el gobierno para evitar la propagación de COVID-19. Foto/Emerson Flores.

Angélica Monroy explicó que en su huerto siembra tomate, chile, cebolla, cebollines y maíz. Su esposo y uno de sus nietos le apoyan en el cultivo y cuidado de su huerto. Foto/Emerson Flores.

Sonia Esperanza Huezo también tiene su huerto, en el que cultiva maíz, yuca, hierba buena, espinaca y otro tipo de semillas que sirven para la alimentación de ella, su esposo y sus dos hijos. Foto/Emerson Flores.

«Esto es bueno, porque nos ayudamos y ya no gastamos dinero para salir a comprar comida. A mi esposo yo le enseñé a cultivar, ahora él es el que cultiva la milpa», dijo Sonia Huezo. Foto/Emerson Flores.

septiembre 10, 2020

 Fuente: https://gatoencerrado.news/2020/09/09/las-mujeres-de-san-julian-enfrentan-el-hambre-y-desigualdad-con-huertos-caseros/

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Institución escolar e incertidumbre sanitaria

Por Antoni

Vivimos tiempos convulsos, en los cuales cualquier día podríamos vernos bajo un confinamiento, de nuevo. Los centros de enseñanza se encuentran también en medio de esta vorágine.

En este sentido, el canal de YouTube de RTVE Noticias tituló literalmente, mayúsculas incluidas, un vídeo que subió el 20 de agosto de 2020 de la siguiente manera: “FERNANDO SIMÓN aboga por hacer los ESFUERZOS NECESARIOS para abrir los CENTROS EDUCATIVOS” [1] Se trataba de un extracto de la rueda de prensa de este médico, epidemiólogo, director desde hace ocho años del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, y portavoz del Ministerio de Sanidad sobre Covid-19. En él, afirmaba: “Vuelta al colegio. Queremos que sea segura. Hay margen de actuación. Hay margen de actuación en todos los ámbitos (…). No está todo implementado ahora. Aún hay unas semanas de margen. Dos, tres semanas de margen (…). No podemos tener a nuestros niños sin estudiar. No podemos hipotecar la competitividad de nuestras promociones de niños. No podemos tener el año pasado y este con una calidad de educación, que aunque se hagan todos los esfuerzos en hacer la educación no presencial y etcétera, no podemos hacer que dos promociones de nuestros niños no tengan una educación con el mismo nivel de calidad que cualquier otra. (…) Es un año, esperemos que no sean dos (…). La educación no es solo tener conocimientos. La educación implica relaciones sociales. En este caso, diferentes, porque las relaciones no pueden ser iguales que hace dos años (…). No consiste en tener un grupo bien formado, sino tener una generación completa bien formada.” Estas eran las últimas palabras del corte seleccionado por el medio estatal.

Quienes nos dedicamos a la enseñanza, a la pedagogía, al magisterio, llevamos toda la vida oyendo, leyendo y viendo a todo tipo de personas, de las más variopintas profesiones, o sin ellas, hablando, escribiendo, o debatiendo sobre educación, pese a no tener formación alguna sobre ello. Se puede llegar a lo más alto del Ministerio de Educación habiendo estudiado Derecho, como fue el caso de José Ignacio Wert, y promulgar una ley de presunta mejora de la calidad de la enseñanza. Se puede ser economista y realizar todo tipo de escritos y análisis sobre educación y las reformas que deben acometerse, y serán publicados por el Banco Mundial, o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), constituyéndose, no por casualidad, en argumentos para las reformas de los sistemas de enseñanza, como nos dijo hace tres décadas el Catedrático Mariano Fernández Enguita, un síndrome permanente [2]. El tiempo le ha dado la razón.

Hablaba el médico y epidemiólogo sobre educación, sobre la vuelta al cole, hablando sin duda de lo que no le compete, y de espacios que más que probablemente ni pisa, mientras, por ejemplo, en Sevilla, Córdoba, Cádiz o Málaga, asociaciones de madres y padres se movilizan ante la falta de medidas de seguridad, o por las bajadas de las ratios [3]. La prensa conservadora, como no podía ser de otro modo, las llama asociaciones de extrema izquierda [4], en un proceso típico, prácticamente criminalizador, hasta descrito con ejemplos en Periodistas, el negocio de mentir, cuando veíamos, hace ya dos décadas, como se tachaba de lo que hiciera falta a estudiantes que protestaban contra la visita de Aznar a la Universitat Autónoma de Barcelona o a trabajadores en lucha de la Naval de Gijón [5].

El estado de alarma decretado desde marzo de 2020 nos hizo hasta cierto punto vivir sin pan y circo, sin fútbol, sin un alto número de cuestiones… y sin escuelas. En septiembre de 2020 vuelve la enseñanza obligatoria, pese a que ya tenemos casos de reaperturas y cierres por Covid-19 tanto en Alemania como en Georgia, Estados Unidos [6]. En todos los casos, mediáticamente, no habría discusión sobre el papel de los centros de enseñanza, una cuestión básica más para el pensamiento hegemónico.

Obviamente, los medios de comunicación de masas, traficantes de información para autores como Pascual Serrano, no van a cuestionar la desinformación llevada a cabo, por ejemplo, con respecto a la pandemia, especialmente durante los meses de febrero y marzo, algo, sin embargo, ya estudiado [7], aunque no por ello difundido.La escuela es algo prácticamente irrebatible en las radios, televisiones, medios digitales y prensa de mayor difusión.

Las contradicciones que estamos encontrando con respecto a la vuelta a las aulas, y a niños y niñas, resulta enormemente alarmante. De nuevo Fernando Simón, a modo de portavoz del Gobierno, una vez más, contribuía a la desinformación y a las medias verdades el pasado 27 de agosto: “La infección de sus hijos no se tiene que producir únicamente en el colegio, se puede producir en el parque, cuando ven a sus primos, cuando el padre vaya a trabajar se infecte en el trabajo e infecte el seno familiar. Tenemos que entender que los niños no puede ser nuestros niños burbuja (…). Ahora mismo, con los datos que tenemos, entre los niños menores de diez años, la hospitalización, dando margen, para que se tienen infección y sintomatología, esta se desarrolle, es decir, dando datos de aquellos que se han infectado hasta el 9 de agosto, la tasa de hospitalización es del 1,1%, la letalidad del 0%. No ha fallecido ningún niño de menos de 10 años. El ingreso en UCI de aquellos que se hospitalizan puede llegar a ser de un 8%, con criterios bastante más laxos que los que teníamos hace unos meses. Es verdad que tenemos muchos más casos en niños, es verdad que puede haber transmisión en el colegio, pero tenemos que valorar riesgo/beneficio de acudir al colegio. Yo creo ahora mismo que los riesgos con las medidas que se están proponiendo en los colegios para nuestros hijos son muy bajos. No quiere decir que no vaya a haber algún brote, no quiere decir que vaya a haber algún infectado, no quiere decir que alguno de esos infectados no vaya a tener que ser hospitalizado, eso puede pasar, pero lo cierto es que la probabilidad es relativamente pequeña” [8].

El argumento probabilístico de Simón es tan aterrador como tantas de sus declaraciones previas a la declaración del estado de alarma: “En general en España va a ser bajo o muy bajo. Pero sí que es cierto que en algunos puntos concretos puede ser moderado, o en alguna zona concreta de alguna ciudad concreta puede llegar a ser incluso alto. Pero lo cierto es que a nivel nacional lo hemos planteado como moderado para garantizar que mantenemos la tensión y la sensibilidad, pero en la mayoría de España va a ser bajo” [9]. “Nosotros creemos que España no va a tener, como mucho, más allá, de algún caso diagnosticado, esperemos que no haya transmisión local, si la hay, será transmisión muy limitada y muy controlada” [10]. La hemeroteca, con clase política, periodistas y hasta expertos y expertas, sería demoledora. Por no hablar de que el que nos indica las medidas de protección contrajo el propio Covid-19 a finales de marzo.

Diversos datos son, de nuevo, no muy favorables para el portavoz citado. En los Estados Unidos, ya hay 442785 casos totales de Covid-19, en niñas y niños, notificados, con un aumento del 21% en casos de niños durante dos semanas, del 6 al 20 de agosto [11]. Sí, la mortalidad, según los datos oficiales en el Estado español, podría ser del 0%, y sí, hasta el momento parece demostrado que es mínima. Pero eso no quita para que en Estados Unidos hayan muerto ya 90 niñas y niños en solo unos pocos meses [12]. Una niña de solo 11 años, sin patologías previas, fallecía con 11 años en Tarragona el pasado 11 de agosto… [13].

Hay mucho más a disposición de cualquier lectora o lector crítico. De nuevo, sin que nadie nos lo interprete, recurrimos a la fuente primaria, Fernando Simón, el cual afirmaba a finales de mayo: “Tenemos que ser muy conscientes de que un solo brote podría ser el inicio de otra epidemia o [sic] otra onda epidémica a nivel nacional, y creo que el impacto que hemos visto en la primera no nos alegraría nada que se produjera una segunda” [14]. ¿El criterio para “pequeñas fiestas inocentes”, a lo que se refería la cita anterior, no es aplicable a las escuelas?

Vayamos algo más allá, y empleemos uno de las últimas investigaciones a nuestra disposición, publicado el 19 de agosto, cuyas afirmaciones son claras: “A nivel individual, a las familias les preocupa cómo la infección por SARS-CoV-2 podría afectar a sus hijas e hijos y familiares. Es especialmente preocupante para las familias que pertenecen a clases socioeconómicas bajas, donde la prevalencia de la infección por SARS-CoV-2 es mayor y donde la convivencia multigeneracional es la norma, lo que aumenta el riesgo de transmitir la infección a abuelos y abuelas vulnerables y personas adultas mayores. Este estudio revela que los niños y las niñas pueden ser una fuente potencial de contagio en la pandemia de SARS-CoV-2 a pesar de una enfermedad más leve o la ausencia de síntomas, y la desregulación inmunológica está implicada en MIS-C posinfeccioso grave” [15].

Sí, según Fernando Simón tenemos que valorar riesgo/beneficio de acudir al colegio. Efectivamente, quien entra pobre, tiene un altísimo porcentaje de posibilidades, o probabilidades de esas que menciona Simón, de salir pobre. No se afirma a la ligera, incluso contamos con una investigación de 9020 individuos que lo corrobora: “en términos generales, la proporción de hijos que toman la clase de sus padres es alta. Los movimientos que implican un cambio de sector no son pronunciados. Son similares a los de otros países europeos” [16]. No tenemos que ser Karl Marx, ni tan siquiera simpatizar con él, los hechos los corroboran los datos. Un título universitario ya no garantiza nada, “la cifra de universitarios pobres ha crecido un 29% en España. Prácticamente uno de cada diez está bajo el umbral de la pobreza” [17]. Todo ello, hablando de forma general, sin entrar en género [18], o etnia, pues 6 de cada 10 niños y niñas de etnia gitana abandonan los pupitres antes de acabar la Educación Secundaria Obligatoria, y solo el 17 por ciento de la comunidad gitana tiene estudios de secundaria o superiores frente al 77 por ciento del conjunto de la población [19].

Pero ese riesgo/beneficio se convierte en palabras mayores cuando hablamos de salud y hasta de riesgo vital. Rafael Romero, director del Instituto Andaluz para la Prevención del Acoso Escolar (IAPAE), lo afirma con rotundidad: “la mayoría de los centros escolares no pueden garantizar, a día de hoy, las mínimas medidas sanitarias exigidas en cuanto a distancia de seguridad, higiene y desinfección, ratio de alumnos y ampliación de la plantilla de docentes para dicho cometido. De hecho nadie se hará responsable de lo que ocurra a los menores. Si el Ministerio de Sanidad recomienda que no haya reuniones de más de 10 personas (incluso entre familiares), cómo permite el Ministerio de Educación que haya 20 o 25 alumnos en un espacio cerrado durante varias horas. No tiene ningún sentido” [20].

Qué podemos hacer cuando hasta los expertos y las expertas presuntamente científicos no están precisamente al servicio de las personas [21]. La historia demuestra las consecuencias que trajo la fe ciega, y cuando el lucro, la “nueva normalidad” y el cambio para que nada cambie son la norma, nuestro futuro son las eternas cadenas que nos esclavizan, ese pasado “¡Vivan las cadenas!” de los absolutistas españoles en 1814, cuando volvieron a colocar en el poder a Fernando VII, miembro de una monarquía que aún mantenemos y sufrimos. Poco después de ello, se publicaba en 1849 Del deber de la desobediencia civil, conferencia de Henry David Thoreau, con una pregunta bien clara: “Hay leyes injustas. ¿Nos contentaremos obedeciéndolas o trataremos de corregirlas y seguiremos obedeciendo hasta que lo consigamos o, más bien, las trasgrediremos en seguida?” [22].

Notas:

[1] Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=bHPIoVFYycI

[2] Fernández, M. (1990). La escuela a examen. Edudema: Madrid.

[3] Por ejemplo, Escuelas de Calor en Sevilla (@escuelasdecalor), o AMPAS en pie en Málaga (@AmpasPie).

[4] Disponible en https://sevilla.abc.es/andalucia/sevi-asociaciones-extrema-izquierda-calientan-vuelta-colegio-andalucia-202008202250_noticia.html

[5] Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=CLS9VLYaOuM

[6] Informaciones disponibles en https://www.republica.com/2020/08/07/alemania-cierra-dos-colegios-por-casos-de-covid-solo-cinco-dias-despues-de-reabrirlos/https://www.scientificamerican.com/article/schools-have-no-good-options-for-reopening-during-covid-19/

[7] Nadal, A. (2020). Enseñanza, diagnóstico virtual y didáctica digital. El caso Covid-19. II Congreso Internacional de Derechos Humanos y Globalización. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=wuByAmyNXXA

[8] Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=rS882Ql0Xy8

[9] “Del «habrá algún caso como mucho» a 11.000 fallecidos en dos meses”. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=vCcba3l62vY

[10] Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=MJfXrNiYgCQ

[11] Disponible en https://services.aap.org/en/pages/2019-novel-coronavirus-covid-19-infections/children-and-covid-19-state-level-data-report/

[12] Disponible en https://cnnespanol.cnn.com/2020/08/11/ha-habido-un-aumento-del-90-en-los-casos-de-covid-19-en-ninos-estadounidenses-en-las-ultimas-cuatro-semanas-segun-informe/

[13] Disponible en https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20200812/fallece-nina-covid-19-joan-xxiii-tarragona-catalunya-coronavirus-8072670

[14] Simón: «Un brote en una pequeña fiesta inocente puede ser el inicio de otra onda epidémica». Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=ksQBB36DwP4

[15] Pediatric SARS-CoV-2: Clinical Presentation, Infectivity, and Immune Responses. Disponible en https://www.jpeds.com/article/S0022-3476(20)31023-4/fulltext

[16] Marqués, I. y Herrera-Usagre, M. (2010). ¿Somos más móviles? Nuevas evidencias sobre la movilidad intergeneracional de clase en España en la segunda mitad del siglo XX. Revista Española de Investigaciones Sociológicas (Reis), 131, 43-73.

[17] Titulados pobres: la crisis diluye el blindaje de la universidad. Disponible en https://www.publico.es/sociedad/universidad-titulados-pobres-crisis-diluye-blindaje-universidad.html

[18] Gálvez, L. y Torres, J. (2010). Desiguales. Mujeres y hombres en la crisis financiera. Prólogo de José Luis Sampedro. Icaria editorial: Barcelona.

[19] Disponible en https://www.madridiario.es/madrid-educacion-gitanos-abandono-escolar

[20] Carta al señor/a alcalde/sa. Disponible en https://www.facebook.com/624171921541112/photos/a.626099908014980/638735576751413/?type=3&theater

[21] Feyerabend, P. (2001). Cómo defender a la sociedad de la ciencia. Polis1, 1-8.

[22] Thoureau, H. D. (2008). Del deber de la desobediencia civil. Prólogo de Henry Miller. Medellín, Colombia: Editorial pi.

Antonio Nadal Masegosa es profesor del Departamento de Teoría e Historia de la Educación y Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga. antonionm@uma.es

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México gasta en sus estudiantes menos que el promedio de la OCDE

América del Norte/México/11-09-2020/Autor(a) y Fuente: www.la-saga.com

Daniel Sánchez Serra, analista de educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), señaló que México gasta aproximadamente 70% menos en cada uno de sus estudiantes que el promedio de los países que conforman a la Organización, mencionando que la pandemia de Coronavirus podría hacer que los recursos destinados a este sector se vean aún más afectados.

En la presentación del informe ‘Panorama de la Educación 2020’ de la OCDE, se informó que México destina 3 mil 320 dólares al año en la educación de cada estudiante de tiempo completo desde el nivel básico hasta el superior, el promedio se encuentra en 11 mil 231 dólares.

Asimismo, a pesar del impacto que la pandemia generará en los recursos de educación, advirtió que otro de los grandes problemas es la deserción escolar, dando a conocer que la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha reportado un 10% en deserción.

Este porcentaje es altísimo, sabemos que los más afectados son los alumnos más vulnerables y de bajos recursos”.

Entre los retos también se encuentra el regreso a clases puesto que el tamaño promedio a nivel primaria en la OCDE es de 21 alumnos, mientras que en México es de 29, esto complicaría que se realicen las medidas de distanciamiento ante la pandemia.

Fuente: https://www.la-saga.com/actual/mexico-gasta-en-sus-estudiantes-menos-que-el-promedio-de-la-ocde

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Entrevista a Enrique Viale: «Los mapas de la pobreza coinciden con los mapas de la contaminación ambiental en Argentina»

Por:  Guillermo Cichello

 

Cuando se desarrollaba la Cuarta Cumbre sobre el Cambio Climático en el entonces Centro Municipal de Exposiciones, al lado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, alguien le dijo a un estudiante de abogacía que miraba en los pasillos: “¿Querés entrar?”. Y entró. Era el año 1998 y el estudiante era Enrique “Quique” Viale. “Siempre supe que el derecho no lo iba a ejercer de manera normal, sino relacionándolo con lo social. En ese momento le encontré una vuelta de tuerca: lo socio-ambiental. Ahí me empecé a interesar”.

Unos años después de esa entrada, Viale fundaba la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (2004), asesoraba a la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Senado de la Nación, litigaba en numerosas causas por daño y recomposición ambiental contra la Barrick (como abogado de la Asamblea del pueblo de Jáchal, San Juan, por los derrames de cianuro en la mina Veladero), contra Monsanto, Chevron, el grupo inmobiliario IRSA, o participaba en la histórica causa que tramita ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por el saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo.

“Cuando egresé en el año 2000 hice un postgrado llamado Régimen Jurídico de los Recursos Naturales y empecé a contactarme con asambleas de distintas partes del país que venían luchando contra la megaminería, etc. Me especialicé a la fuerza”.

Atravesamos un año absolutamente excepcional para los debates socio-ambientales; no sólo por la irrupción de la pandemia del COVID-19 que al interrogar sus causas es imposible no hacer foco en la depredación de la naturaleza, sino por la multitudinaria movilización en defensa del agua a principios de año en Mendoza, por el intenso debate sobre la posible instalación de mega-factorías de cerdos debido a la peste que diezmó la población porcina de China, y –por estas horas, con el humo en Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe- con el debate de una ley de humedales que ponga límite a los demenciales incendios promovidos por productores rurales.

Por eso nos resultó propicia la ocasión para sostener una conversación con Enrique Viale.

-Tal vez no es tan conocido un pronunciamiento muy lúcido de Perón del año 1972 sobre la cuestión ambiental. Más allá de aquel mensaje, ¿cómo pensás la relación que existe entre la cuestión ambiental y los partidos que a grandes rasgos podríamos inscribir en la tradición del peronismo, los movimientos nacionales y populares, los partidos progresistas, etc.?

“El pronunciamiento de Perón de 1972 ante la Cumbre de la Tierra, en Estocolmo, es un documento que no sólo mantiene actualidad en 2020, sino que es de vanguardia. Lamento que no sea tan conocido, incluso dentro del peronismo; pareciera que en el peronismo no pudiera haber una corriente que pudiera ver este tema con otros ojos. El documento es de una potencia extraordinaria, de una visión de estadista única, que anticipaba cada uno de los conflictos y nos señalaba además cómo superarlos. Salvo Pino Solanas y algún otro, la verdad que dentro del peronismo se han hecho y se hacen bastante los tontos con ese documento. Hay gente joven que le está hoy dando una vuelta de tuerca, como Leonardo Groso (presidente de la comisión de Ambiente en la Cámara de Diputados de la Nación) etc., pero la mayoría mira para otro lado. Ese documento es complementado con la encíclica Laudato si, del papa Francisco, del año 2015: uno de los documentos más extraordinarios del siglo XXI, con una fuerte inspiración en esa carta de Perón. Es muy interesante. Le cuesta a los progresismos darse cuenta de esto porque tienen esa vieja creencia -superada hace 30 años (incluso el documento de Perón la supera)-, de que primero tenemos que atender lo social y después veremos lo ambiental, como si no tuvieran las mismas causas, como si las causas de la degradación ambiental no fueran las causas de la degradación social, como si los mapas de la pobreza no coincidieran con los mapas de la contaminación, como si no conocieran la historia de América Latina y su rol de exportadora de naturaleza, una historia de saqueo y contaminación. Eso es lo que realmente me preocupa y me alarma”.

– Asistimos a un debate interesante en la Argentina y en el mundo que conjuga la justicia social, los derechos a una distribución de la riqueza, con la protección del ambiente, ¿podemos definir que estamos ante el nacimiento de un ambientalismo popular? Y, en su caso, ¿en qué consiste para vos?

“Creo que el ambientalismo popular nació hace mucho tiempo; estaba concentrado o resultó difícil popularizarlo, pero fue la experiencia de las asambleas ciudadanas en muchos países, de los campesinos y las comunidades indígenas que vienen luchando y defendiendo su territorio. Esto tiene una larga historia no sólo en nuestro país, sino en toda América Latina. No es casual que América Latina sea la región donde más defensores ambientales o defensores de la naturaleza han sido asesinados. Muere asesinado uno cada dos días. Una locura. Este ambientalismo popular existe. Muchas veces es ninguneado por la prensa hegemónica, pero también por los sectores progresistas que lo relativizan. En el último tiempo esto ha empezado a cambiar y ya no es tan fácil ridiculizar ni invisibilizar a estos sectores”.

-Por estos días, adquirió cierta relevancia pública un acuerdo con China para la instalación de granjas industriales de cerdos –debido a la proliferación en aquel país de la peste porcina africana que diezmó su población porcina. Tu visión de esta perspectiva.

“Lo que trascendió del acuerdo con China para la instalación de mega-factorías de cerdos en nuestro país, realmente nos alarma, nos asusta y por eso iniciamos una campaña para ponerle luz pública y promover un debate nacional en ese sentido. Ni siquiera es que China les va a comprar a nuestros productores más carne y así aumentar nuestras exportaciones, sino que China quiere instalar, como enclaves de exportación, estas mega-factorías de carne porcina. Lo que implica varias capas de alarma. La primera es que estamos en el medio, sufriendo la peor parte de una pandemia, de un virus zoonótico, de un virus que saltó de los animales a los humanos por este tipo de producciones. ¿En este contexto nosotros vamos a instalar aquí esas fábricas de pandemias? Mega-granjas con miles y miles de animales hacinados, ¿nos parece razonable o por lo menos merecería un debate público? Otra capa es seguir con la misma historia: primarizar nuestra economía como la única forma de desarrollo. No hay creatividad en buscar otras formas o posibilidades de superar nuestros índices de pobreza que se ven acentuados, obviamente, por la pandemia, en todo el mundo y en la Argentina también. Esto preocupa porque parece que deberíamos acentuar las cosas que nos trajeron hasta acá. Para salir de la pobreza que aparejó el modelo primario del agronegocio, megaminería y fracking, la solución sería más agronegocio más megaminería y más fracking. Es para pensarlo”.

– La pandemia del Covid-19 representa una oportunidad para repensar las cuestiones ambientales, ya que se escuchan voces que ligan esta enfermedad a la devastación del planeta. Más allá de la ansiosa y entendible espera de una vacuna que ponga fin a la pandemia, ¿en dónde para vos es conveniente poner el foco para profundizar en la reflexión de sus causas o de las causas de futuras pandemias?

“Cuando empezó esto, en las primeras semanas empezamos a reflexionar con Maristella Svampa (con quien estamos por sacar juntos un libro en septiembre). La pandemia nos hace pensar nuestra propia existencia y teniendo en cuenta que el virus reconoce claros orígenes en la degradación socio-ambiental, esto nos debería además permitir reflexionar sobre nuestros medios de vida, sobre nuestros modos de producción y sobre nuestro modo de relacionarnos con la naturaleza. Propusimos entonces juntar justicia social con justicia ecológica y plantear un gran Pacto Eco-social y Económico para la post-pandemia, acordado por toda la sociedad y el Estado, consistente en cinco puntos. No es para nada un pacto verde, ecológico, solamente, sino que lo primero que plantea es un Ingreso Ciudadano Universal para que toda persona por el sólo hecho de existir pueda tener una mínima renta para garantizar sus condiciones dignas de vida. También propusimos una auditoría y suspensión de la deuda externa, repensar el modelo tributario argentino que es absolutamente injusto y promover –es el momento- un impuesto a las grandes fortunas. También un sistema nacional de cuidados para cuidar a los sectores más vulnerables de la sociedad, tan importante en estos momentos y proporcionalmente tan injusto al recaer sobre las mujeres. Y el quinto punto –el más ecológico, si se quiere- es una transformación socio-ecológica radical. Nosotros creemos que puede contribuir a la recuperación económica transformar nuestros sistemas de vida, nuestras formas de habitar el país –un país absolutamente urbano con el 92 % de la población que vive en ciudades (el promedio mundial es del 54 %), lo cual es absolutamente inviable. Hay que generar condiciones para la vuelta a las pequeñas y medianas localidades, generando cordones agroecológicos en las ciudades que den trabajo, arraigo y una mejor educación y salud. Tenemos que garantizar que la gente no tenga que venir a hacinarse en las grandes ciudades, justamente donde estamos viviendo las peores consecuencias de la pandemia, como el área metropolitana de Buenos Aires. Es el momento de esto y de una transformación del sistema energético que puede generar miles de puestos de trabajo. Repensar nuestros modelos productivos es clave».

Fuente e imagen:  Diario Registrado

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Educación y confinamiento

Por: Dinorah García Romero

La gestión gubernamental ha sido bastante traumática. A estos rasgos hemos de agregar la pobreza que afecta a muchos dominicanos, por lo cual no pueden permanecer confinados.Viven de la informalidad y necesariamente han de salir de la casa para buscar cómo sobrevivir. En un contexto de pobreza, la discrepancia es mucho más acentuada.

La educación es un proceso que influye en todas las dimensiones que configuran al ser humano y a la sociedad. Es una ciencia con un potencial elevado para transformar a las personas y a las estructuras sociales y político-económicas. De igual manera, la carencia de educación agiliza la muerte intelectual, social y física, tanto de las personas como de la sociedad.  Con estas afirmaciones no busco deificar la educación. No. Las ciencias tienen sus límites, pero esto no impide que reconozcamos el despliegue de fuerzas que esparcen para enriquecer a los seres vivos, especialmente a los humanos. En el caso de la educación, los indicadores de transformación, cuando puede intervenir con efectividad una situación determinada, son múltiples las evidencias que se pueden registrar. Empecemos valorando el peso que tiene la educación en los países de mayor desarrollo en el mundo; y el desastre que opera en aquellos en el que la educación es un bien que no llega a todos y que, además, posee calidad escasa.

Las personas y la sociedad que se ven afectadas por la carencia de una educación de calidad, ponen en riesgo su desarrollo, su inserción orgánica en la construcción de un mundo sostenible. También ponen en alto riesgo su vida y la de las demás personas e instancias con las que interactúan. Por esto, la acción para que la educación sea un derecho para todos no puede ni debe bajar la intensidad ni la frecuencia. Si la educación es un cauce de vida personal y social, ya es insostenible pretender organizar, cambiar y desarrollar una nación al margen de ella. Los avances de Vietnam, Korea del Sur y Costa Rica han de animarnos a un cuidado más sistémico y cualificado de la educación de la población dominicana.

En la nueva época que vivimos, constatamos que en varios países de América Latina y el Caribe se observa discrepancia entre la respuesta educativa que debe dar la población ante el avance de la pandemia y los requerimientos que esta exige para superar el incremento de los contagios y la letalidad incontrolable que afecta a varios países. En la República Dominicana, un país tropical marcado por la alegría, el sentido de fiesta y el encuentro cercano entre las personas, la gestión personal y familiar de la pandemia se ha convertido en un trabajo difícil. La gestión gubernamental ha sido bastante traumática. A estos rasgos hemos de agregar la pobreza que afecta a muchos dominicanos, por lo cual no pueden permanecer confinados.Viven de la informalidad y necesariamente han de salir de la casa para buscar cómo sobrevivir. En un contexto de pobreza, la discrepancia es mucho más acentuada. El problema se vuelve más agudo por los errores de las políticas del Ministerio de Salud Pública y de la campaña electoral en tiempos de COVI-19. Todos estos aspectos son factores causales del desorden con el que se ha manejado la política global vinculada a la pandemia que nos vuelven a colocar a la puerta de un nuevo confinamiento más prolongado y más complejo. El confinamiento que nos espera nuevamente es necesario, pero nos interpela a todos, particularmente a los que trabajamos en los procesos de formación y aprendizaje de las personas y de las instituciones. Es necesario que busquemos formas alternativas que le ayude a comprender a la población que el autocuidado y el cuidado de los otros son aspectos prioritarios. Hemos de reimaginar las metodologías y los procedimientos para ayudar a las personas a que retomen la importancia de la responsabilidad y, de forma especial, a que inicien, aunque sea tarde, la educación de la razón y de la voluntad.

Educación y confinamiento son dos ejes que vertebran nuestra existencia en este período y hemos de hacer todo lo posible para que la interrelación sea equilibrante y potenciadora de las personas y de la colectividad. La educación crítica es una necesidad en todos los sectores y en todas las zonas del país. Trabajemos con más empeño para que la población del país avance hacia una actuación razonada, hacia una voluntad educada y hacia un compromiso serio consigo y con la nación

Fuente: https://acento.com.do/opinion/educacion-y-confinamiento-8840790.html

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Pobreza, educación y tecnología

Por: Elisabeth de Puig

Una pregunta difícil es la de saber cómo se desarrollarán las competencias de los alumnos de familias que “no saben de letras” o tienen una educación mínima, y que no podrán recurrir a tutores durante las horas de docencia virtual de las cuales no sabemos cuánto tiempo durarán.

Las nuevas autoridades educativas han tenido que afrentar rápidamente algo así como la cuadratura del círculo, o mejor dicho, la resolución de un problema sin soluciones satisfactorias para todos los involucrados.

El optimismo que ha generado en ciertos sectores el anuncio de la virtualización de la educación para el año escolar entrante, que permitiría cerrar la brecha digital existente en nuestro país, no logra esconder el miedo que sacude a otros frente a las modalidades reales de aplicación de un regreso a clase virtual en la situación actual.

Si bien existe la férrea voluntad política de lograr un cambio y la imperativa necesidad de buscar soluciones al inicio del año escolar, al igual que se está haciendo en los demás paises afectados por la pandemia, no deja de preocupar la aplicación de estas medidas en los hechos y sus implicaciones en la República Dominicana, donde las brechas social y educativa son ampliamente marcadas.

En las clases acomodadas, los hijos e hijas son inscritos en colegios privados que ya han experimentado la enseñanza virtual durante la cuarentena. Estas familias manejan computadoras, tabletas, IPads y Smart phones.

Según datos de la CEPAL, el 61% de los niños y niñas de estas familias tienen computadoras de escritorio, 57% computadoras portátiles y 56% tablets. Además, los hogares están equipados de Wifi y ofrecen suficiente espacio para que los alumnos y alumnas puedan aislarse comodamente para trabajar.

La encuesta Enhogar 2018 señala la relación positiva que hay entre el mayor nivel académico alcanzado por el jefe o jefa de hogar y el acceso a las TICs; sin embargo, son muchos los padres y madres que no tienen tiempo ni formación pedagógica para apoyar a sus hijos e hijas.

Para esos fines ya se están promoviendo ofertas de tutores a domicilio que proponen trabajar junto a los niños, para que estos puedan seguir las clases durante las horas que los padres estén fuera de casa trabajando, evitar conflictos intra familiares, asegurar la disciplina y lograr que los niños estudien realmente en línea frente a una pantalla.

Los problemas de la escolaridad virtual se plantean de otra manera y con diversos grados de intensidad en los sectores vulnerables, donde las nuevas tablets que entregarán a los niños escolarizados se afrentarán a varios obstáculos, entre ellos el hacinamiento, el ruido intenso y continuo, los ladronzuelos y las plagas.

Cuando más de 5 personas duermen en una pieza de 15m2, lo que suele ser a menudo la realidad que viven nuestros niños, niñas, adolescentes y sus familias, los espacios de vida no están bien delimitados y de la misma manera que la cafetera puede facilmente voltearse sobre un cuaderno podría hacerlo sobre la tablet.

Por otro lado, no hay escapatoria al ruido intenso y continuo del vecindario y esta maravilla de la tecnología se volverá rápidamente objeto de deseo, tanto del vecino como del hermano tecato que vendería su padre o su madre para comprar “piedra”.

Sin contar que muchas de estas familias conviven a menudo con roedores cuyos estragos, además de la leptopirosis, pueden sorprender a muchos, como se puede apreciar en este testimonio.

D…10 años Villas Agrícolas

(Llorando) No quiero ir a la escuela. Le tengo miedo a la maestra. Se va a quillar. Pero no es mi culpa… son los ratones. Comieron mi mochila y mi cuaderno de sociales se puso feo. No tiene borde. Va a decir que es un descuido.

Cuando mi papá estaba vivo y se emborrachaba mucho, se quedó dormido en el piso con comida y los ratones le mordieron los dedos. Mi mama le dijo de todo, pero hubo que llevarlo al hospital…

Una pregunta difícil es la de saber cómo se desarrollarán las competencias de los alumnos de familias que “no saben de letras” o tienen una educación mínima, y que no podrán recurrir a tutores durante las horas de docencia virtual de las cuales no sabemos cuánto tiempo durarán.

Con este sistema, impuesto por las circunstancias, nuestros niños y niñas estarán desprovistos de protección contra la violencia intrafamiliar muchas veces detectada por las psicólogas y trabajadores sociales de las escuelas y contra la violencia barrial, cuando los padres salgan a trabajar.   

Otra preocupación enunciada por diversos sectores es la de saber si habrá tiempo hasta el inicio de la docencia, el 2 de noviembre, para mejorar las infraestructuras digitales deficientes y las restricciones existentes a la conectividad en sectores rurales y urbanos marginados, tomando en cuenta que en los hogares de más bajos ingresos el 89% de los niños entre 5 y 12 años no están conectados al internet, según el informe especial de la CEPAL “Universalizar el acceso a las tecnologías digitales para enfrentar los efectos del COVID-19”.

Como lo confirma la CEPAL, según las condiciones socio económicas de las familias, las edades y el lugar de residencia, las diferencias entre las posibilidades que se ofrecen a nuestros alumnos y alumnas son muy amplias y deberán ser tomadas en cuenta con correctivos.

¿Qué hacer para que el año escolar 2020/21 no sea un año perdido para un amplio sector de la población en edad de ser escolarizada? ¿Qué hacer dentro del marco anunciado por el Ministerio de Educación para que por causa de pandemia no se refuerce aun más el sistema vigente de una educación a varias velocidades?

Algunas vías de solución podrían estar en la hibridación de sistemas, en el uso de estrategias innovadoras combinadas con estrategias más tradicionales como la utilización de la radio y la enseñanza a pequeños grupos. De lo que se trata es de no perder el lazo con los alumnos y alumnas, evitar la deserción escolar y el trabajo infantil, así como darles seguimiento a las familias cuyos niños y niñas están desprotegidos.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/pobreza-educacion-y-tecnologia-8856308.html

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