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Médica Irene Kyamummi, premiada por reducir mortalidad infantil en África

Redacción: El Comercio

La médica ugandesa Irene Kyamummi recibió este jueves 5 de marzo de 2020 en Madrid el Premio Harambee 2020 a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana por su participación en el programa ‘Children Health Project’ (CHEP), que tiene como objetivo disminuir la mortalidad y la malnutrición infantil en Kenia y que ahora quiere trasladar a su país.

«En los asentamientos de Nairobi donde nació el programa CHEP, la mortalidad infantil alcanza los 150 niños fallecidos menores de un año por cada 1 000 nacidos vivos», señaló la galardonada durante la rueda de prensa organizada por la ONG internacional Harambee, que otorga el premio.

Kyamummi, doctora en anestesia y cuidados intensivos, trabajó durante dos años en el proyecto y ahora, tras los buenos resultados logrados en Kenia, donde han logrado atender a más de 5 000 niños, quiere afrontar el «inmenso reto» de llevar esa iniciativa a su país natal.

En Uganda, con una población de más de 42 millones, «más de la mitad de la población son niños» (23 millones) y en las zonas rurales «tres de cada diez menores de cinco años sufren desnutrición y dos millones tienen retrasos en el crecimiento», señaló la premiada, que quiso recalcar también la importancia de fomentar «una cultura de la sanidad» en África.

Según Kyamummi, la cuarta de ocho hermanos y que desde pequeña quiso ser médica, se trata de atender no solo a los niños sino a los padres, lo que provoca un «efecto multiplicador» porque de esta manera «pueden cuidar mejor de sus hijos».

«Somos muchos los africanos que dedicamos nuestras vidas a promover la igualdad básica de niñas y niños. Mi deseo es que puedan vivir sanos y tengan la oportunidad de continuar una cadena de servicio al ciudadano», dijo la doctora, perteneciente a la tribu Baganda, el grupo étnico más grande de su país.

El presidente de Harambee en España, Antonio Hernández, destacó el «valor especial» del proyecto CHEP porque «nace de una realidad local» y no de «un despacho».
https://twitter.com/i/status/1235482793049653248

Irene Kyamummi, que siempre se ha involucrado en proyectos para ayudar a personas con pocos recursos, quiso compartir el galardón con las «miles de mujeres del África subsahariana» que «comienzan pequeñas empresas familiares».

«Los países de mi entorno, según el Banco Mundial, tienen la tasa de emprendimiento más alta del mundo, y es la única región en la que las mujeres están más dispuestas a emprender que los hombres. No quería dejar de compartir esta alegría, y este premio, con todas esas mujeres», aseguró.

Fuente: https://www.elcomercio.com/tendencias/kyamummi-premio-mortalidad-infantil-africa.html

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¡Educación inicial neuropedagógica para superar la pobreza!

Por: Franklin Almeyda Rancier

La pobreza se asocia a necesidades materiales, lo mismo ocurre con la miseria. Esto me recuerda una conversación entre el profesor Juan Bosch y el poeta Pedro Mir, en tertulias que con frecuencia ambos sostenían. Se referían a que hubo una época en la que el país vivía en un capitalismo tan tardío, que existían muchas precariedades de servicios y de condiciones de vida, pero no había hambre.
Aquella conversación me animó a escribir en el Listín Diario un artículo que titulé: “Cuando la Miseria no Era Hambre”. Refería que el agua era cargada en “jícaras” desde los ríos o tomada de las lluvias; se iluminaba con “jumiadoras” y velas, las casas tenían piso de tierra techadas de yaguas y las mejorcitas de madera, con techos de cana o zinc, se dormía en catres y cama-batidor o con base de madera, etc. Sin embargo, sobraban los víveres y en cualquier hogar mataban un animal o una gallina al ser visitado por familiares y amigos apreciados”.

La pobreza y la miseria de ahora es que, además de precariedades materiales, es hambre. Salir de la pobreza monetaria no es suficiente; lo transformador es alcanzar desarrollo humano, lo que implica formar y preparar recursos humanos con capacidades para forjar su propia libertad y aportar al entorno. El país ha tenido un crecimiento económico del PIB, sin llevar el mismo ritmo en la educación, así como en la formación técnico-profesional. El crecimiento económico ha sido vertiginoso desde 2004 al 2012, de 21 mil 643 millones de dólares a casi tres veces más, 60 mil 882 millones; es decir, creció 39 mil 39 millones. Desde el 2012 al 2018 creció a 85 mil 555 millones, o sea, 24 mil 873 millones (Fuente: Banco Mundial).

Si se revisa el perfil poblacional, se ven fuertes debilidades en la educación y formación de esa población, para seguir un crecimiento económico sostenido.

La población estimada para 2019 fue de 10 millones, 358 mil 320 habitantes; hombres 5 millones 174 mil 343 (49,95%) y mujeres 5 millones 183 mil 977 (50.05%). Esta población ha recibido menor proporción de esa riqueza que los ricos; los pobres mucho menos para superar su pobreza. Los indicadores que ofrece el Banco Mundial sobre la pobreza es que ha descendido de 50.4% en el 2003 a 39% en 2012 y a 23% al 2019.

Esa población que ha salido de la pobreza, ha sido fundamentalmente en sus condiciones monetarias y materiales, no en su desarrollo humano. Se entiende por desarrollo humano según la definición aceptada de Amartya Sen (2000), de que es “como un proceso de expansión de las libertades reales de las que disfrutan los individuos”; se trata de participación económica, cohesión social, política y realización personal y familiar.

Para que pueda hablarse de superación de la pobreza, el Estado está obligado a políticas de Estado que proporcionen con mucha calidad educación, salud, empleos, seguridad y derechos de vida; bajo la premisa de que las necesidades son crecientes, para alcanzar el desarrollo humano.

Las cosas se complican cuando un sector importante va quedando atrás. Eso ocurre si el 23% de la población aún no supera la pobreza monetaria. Ese porcentaje significa un poco más de 2.4 millones de dominicanos, sobre una población de 10.3 millones. Equivale a más de 400 mil familias.

La tasa de natalidad fue de 19.83% y de fecundidad 2,39; la primera es por cada mil habitantes en un año y la fecundidad es número de hijos promedio por mujer. Esto significa que el crecimiento de la población es un factor parejo a considerar para disminuir la pobreza.

¿Qué se hace con el 4%?

Desde el 2012 se aprobó el 4% del PIB para la educación. Se trata de sumas fabulosas; pero se han destinado a atender prioritariamente la construcción de aulas, mejorar los salarios de los educadores y ofrecer alimentos a los estudiantes. El país no exhibe una educación de calidad. Mucho menos un rediseño curricular de última generación.

El Presidente Medina hace gala de la cantidad de aulas y los espacios construidos, pero ha convertido la educación en un programa social de alimentación y resguardo de los niños en tandas extendidas.

El presupuesto de este año 2020 trae una partida importante, disponible para el Ministerio de Educación para lograr calidad en la educación y cerrar brecha en esa población (23%) que aún se mantiene en la pobreza y para los hijos de los que vienen saliendo desde los gobiernos que presidió el Dr. Leonel Fernández. Estos son los integrantes de lo que el Presidente Medina llama nueva clase media.

La partida presupuestal del Ministerio de Educación es de 194 mil 523 millones. El presupuesto total para todo el Estado, para este año 2020, es de 997 mil 119 millones de pesos.

Como puede verse, se tienen los fondos para destinar una pequeña partida a un programa de educación inicial Neuropedagógica para desatar un proceso que transforme la educación y genere crecimiento humano sostenido.

No basta con sacar de la pobreza monetaria a un sector importante de la población, el Estado está obligado a asumir necesidades crecientes para llevar a los dominicanos en el más alto nivel de desarrollo.

Desciende la tasa de natalidad en República Dominicana en 2017
La tasa de natalidad en República Dominicana (número de nacimientos por cada mil habitantes en un año) fue en 2017 del 19,83, y el índice de fecundidad (número medio de hijos por mujer) de 2,39.

Esta cifra asegura que la pirámide población de República Dominicana se mantenga estable, ya que para ello es necesario que cada mujer tenga al menos 2,1 hijos de media (fecundidad de remplazo).

Si miramos la evolución de la Tasa de Natalidad en República Dominicana vemos que ha bajado respecto a 2016, en el que fue del 20,17%, al igual que ocurre al compararla con la de 2007, en el que la natalidad era del 23,18%.

Fuente: https://www.elcaribe.com.do/2020/02/28/educacion-inicial-neuropedagogica-para-superar-la-pobreza/
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Pobreza y pocos amigos: La infancia en la España vacía

Redacción: El Independiente

Niños en pueblos despoblados, escuelas vacías o familias sin hijos. Son problemas a los que pone voz Bolaños de Campos frente a la España vacía de niños en zonas rurales. El municipio vallisoletano forma parte del reto demográfico del país para lograr el mínimo bienestar para la infancia. Una situación que se vive en Bolaños de Campos, Valladolid. Este pueblo forma parte de la comarca del cereal, en Tierra de Campos, con 337 habitantes. Varios son los problemas a los que se enfrentan los más pequeños de este pueblo: 11 niños y niñas que se tienen que desplazar cada día, alrededor de 20 kilómetros, para acudir al centro educativo de primaria Campos de Castilla en Becilia de Valderaduey, colindando con Bolaños.

Los niños de Bolaños encuentran dificultades para realizar actividades extraescolares por falta de servicios. Aunque desde el Centro de Desarrollo Rural (CDR) Valdecea, que abarca 35 municipios de la comarca, se organizan talleres y charlas para los más pequeños. Sin embargo, durante el fin de semana sus opciones de ocio se limitan ya que muchos de los niños tienen que desplazarse a municipios más grandes para poder jugar o relacionarse con otros niños. Pero muchas de las familias no cuentan con esa posibilidad.

“Los recursos en los colegios son escasos y obsoletos”, afirma Estefanía del Pozo, coordinadora en CDR Valdecea.

Según explica Estefanía del Pozo, coordinadora del CDR Valdecea, «hace falta apoyo económico para poder garantizar la igualdad de oportunidades en el medio rural». Los equipos y el acceso a Internet de los colegios de la zona son bastante precarios, señala Del Pozo. No obstante, los ratios por aula son mucho menores lo que hace que el aprendizaje sea más significativo y, en muchos casos, individualizado. También los menores con necesidades educativas especiales o específicas reciben la atención adecuada mediante profesionales especializados.

Tan solo dos niños del pueblo acuden a las escuelas infantiles en las proximidades de Bolaños, que dan servicio educativo a niños de 0 a 3 años. Dada la falta de actividades infantiles, desde el CDR Valdecea promueven actividades a los ayuntamientos como campamentos, jornadas del Día del niño o ludotecas. Además, durante este año se pretender implantar una ludoteca.El CDR Valdecea participa en el programa de sensibilización sobre la despoblación en el medio rural y emprendimiento, para incentivar la creación de puestos de trabajo, y pertenece a la Confederación de Centros de Desarrollo Rural (COCEDER).

Cuando los niños de Bolaños tengan que cursar secundaria o bachillerato tendrán que desplazarse al instituto de Villalón de Campos, a unos 30 kilómetros y posteriormente, dejar su municipio para estudiar en Valladolid u otra provincia ciclos profesionales o estudios universitarios.

Centro de Desarrollo Rural Valdecea, Valladolid.

La pobreza vive en el pueblo

Según explica Gabriela Jorquera, experta en pobreza y desigualdad en Save the Children, «la tasa de pobreza en el ámbito rural es mayor debido a rentas bajas», por el tipo de estructura productiva y falta de oportunidades de empleo. De esta manera, se impulsa el éxodo de la población a las zonas urbanas, en busca de oportunidades laborales, y esto es especialmente acusado en familias con hijos, que están en una edad económicamente activa. «Para los niños significa un riesgo más alto de pobreza con menos oportunidades educativas y de ocio», indica Gabriela.

«El riesgo de pobreza rural en hogares con niños suelen tener entre 5 y 6 puntos más altas que el resto de la población», señala Gabriela Jorquera, experta en pobreza en Save The Children.

Como sucede en Bolaños, «la baja fecundidad afecta especialmente a las mujeres de zonas rurales», afirma la experta en Save The Children, que abandonan sus hogares en búsqueda de condiciones de vida más estables. De la misma forma que en el ámbito rural, si hay pocos niños no es porque los españoles no quieran tenerlos, ya que «manifiestan el deseo de tener en torno a dos hijos, equivalente a 1,3 hijos por mujer», indica Teresa Castro, demógrafa del CSIC.

Por lo que la situación del pueblo vallisoletano aviva la tasa de envejecimiento del país que supera ya los 9 millones de personas, mayores de 65 años, según fuentes del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La falta de oportunidades educativas de la España vacía afecta especialmente a las etapas escolares no obligatorias. Entre estas, son las escuelas infantiles de 0 a 3 años, que tienen una gran importancia para la estimulación cognitiva para la formación del cerebro y tienen efectos positivos en la tasa de empleo femenina.

En zonas rurales, la implementación de este tipo de servicios son comparativamente más difíciles, debido a tiempos de traslados largos y transportes más caros. En educación obligatoria, la falta de servicios adecuados afecta a secundaria, puesto que esta etapa requiere de condiciones de profesorado e instalaciones específicos.

Varios niños en actividades organizadas por CDR Valdecea.

Pueblos sin ayudas

La universalización de las escuelas infantiles de 0 a 3 años y garantizar la calidad mínima de educación secundaria, son una de las medidas que se ofrecen desde el gobierno para lograr la igualdad de oportunidades de los niños en zonas despobladas. También, reducir la tasa de abandono escolar temprano, indican, que es necesario para la construcción de la cuarta pata del ‘Estado de Bienestar’.

«Las dificultades de las familias en el campo repercuten al bienestar emocional de los niños y niñas», afirma Gabriela Jorquera.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), España es el país que menos reduce pobreza a través de transferencia de rentas en Europa. Como indica Gabriela Jorquera, «somos unos de los 6 países que no tienen una prestación por hijo a cargo universal» con unas cuantías aún muy bajas. En el medio rural, las familias crían a sus hijos con muy poco apoyo del Estado.

Por ello, la Secretaría de Estado pretende incrementar las ayudas por hijo a cargo hasta alcanzar los 1200 euros. Unas ayudas que a día de hoy son de entre 480 y 590 euros mensuales. Además, muchos ayuntamientos intentan poner punto y final a la despoblación con medidas que favorecen la implantación de empresas e incentivos para crear nuevos emprendedores.

Como señala Gabriela Jorquera, «tenemos pocos niños, así que procuremos que estén bien cuidados». Hace falta un tejido económico, político y social a largo plazo en medios rurales y sobre todo, en pueblos como Bolaños de Campos.

Fuente: https://www.elindependiente.com/sociedad/2020/02/29/pobreza-y-pocos-amigos-la-infancia-en-la-espana-vacia/

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País Vasco: La educación de la infancia más pobre, en riesgo

Redacción: Consumer

La exclusión en cada paso hacia la educación no hace más que perpetuar la situación de pobreza, y es una de las principales causas de una crisis global del aprendizaje.

La educación es uno de los factores que más influye en el avance y el progreso de las personas y las sociedades, pero la falta de fondos en educación, o los fondos distribuidos de manera desigual, dan como resultado aulas saturadas, maestros sin la formación adecuada, carencia de materiales educativos e infraestructura escolar deficiente. Esto, a su vez, tiene un efecto negativo en la asistencia, la matriculación y el aprendizaje de los menores. Pese a que hoy en día hay más niños y niñas que nunca matriculados, cerca de una de cada tres niñas adolescentes de las familias más pobres en el mundo no ha podido ir nunca a la escuela. Hay más datos y consecuencias de esta desigualdad. Las contamos en las siguientes líneas, como también qué se puede hacer al respecto.

Pobreza, discriminación por sexo, discapacidad, origen étnico o lengua de enseñanza, distancia física de las escuelas y falta de infraestructuras son algunos de los obstáculos que privan a los niños y niñas más pobres del acceso a una educación de calidad. La exclusión en cada paso hacia la educación no hace más que perpetuar la situación de pobreza, y es una de las principales causas de una crisis global del aprendizaje.

Los países de todo el mundo están fallando a los niños y niñas más pobres del mundo y, al hacerlo, se están fallando a sí mismos. Porque mientras el gasto en educación pública esté desproporcionadamente sesgado hacia los menores de los hogares más ricos, los más pobres tendrán pocas esperanzas de escapar de la pobreza, aprender las habilidades que necesitan para competir y tener éxito en el mundo de hoy, y contribuir a las economías de sus países.

La evidencia nos lo dice. El reciente informe de UNICEF ‘Abordar la crisis de educación: una necesidad urgente de financiar mejor la educación de los niños más pobres’ subraya las principales disparidades en la distribución del gasto en educación pública. Tras el análisis de 42 países observamos que la educación para los niños y niñas del 20 % de los hogares más ricos recibe casi el doble de fondos que los del 20 % de los hogares más pobres.

Desigualdades del gasto educativo

Las mayores desigualdades del gasto educativo se producen en diez países de África, con cuatro veces más fondos asignados a los menores más ricos en comparación con los más pobres. En Guinea y República Centroafricana, países con algunas de las tasas más altas del mundo de niños y niñas sin escolarizar, los pequeños más ricos se benefician hasta nueve y seis veces más, respectivamente, de la cantidad de fondos públicos para educación que los más pobres. Y, en general, los recursos de la educación pública tienden a beneficiar primero a los niños y niñas de hogares urbanos ricos, quedando relegados al final los de hogares rurales pobres.

Pero esto puede cambiar si seguimos el ejemplo de países como Barbados, Dinamarca, Irlanda, Noruega y Suecia, que distribuyen la financiación de la educación por igual entre los quintiles más ricos y más pobres.

La falta de recursos disponibles para los niños y niñas más pobres está exacerbando una crisis educativa paralizante, ya que las escuelas no están proporcionando educación de calidad a sus estudiantes. Para muchos de ellos la educación no es lo mismo que aprender. El Banco Mundial, para resaltar esta crisis de aprendizaje global, ha introducido el concepto de “pobreza de aprendizaje”: la incapacidad de leer y comprender un texto simple a los 10 años. Y se estima que el 53 % de los menores en países de ingresos medios y bajos terminan la escuela primaria sin saber leer bien.

Cómo lograr la equidad educativa

Debemos avanzar desde un enfoque equitativo con el objetivo de llegar a cada niño y a cada niña para que nadie se quede atrás. Y para que podamos hablar de equidad en la educación, los gobiernos deberían, dentro de las posibilidades de gasto interno, distribuir los fondos de tal forma que los pequeños del 20 % de los hogares más pobres se beneficien de al menos el 20 % de la financiación para la educación.

También tendrían que priorizar la financiación pública para los niveles más bajos de educación, donde los niños y niñas de los hogares más pobres están más representados, y aumentar de manera gradual las asignaciones a niveles más altos cuando la cobertura sea casi universal en los niveles más bajos. Esto es el principio de la universalidad progresiva para tomar decisiones de gasto eficiente y equitativo en contextos financieros restringidos.

Además, proporcionar al menos un año de educación preescolar universal para cada niño y niña resulta fundamental, porque esta educación es la base sobre la cual se asienta cada etapa de la escolarización. Los que completan la educación preescolar aprenden mejor, tienen más probabilidades de permanecer en la escuela y contribuyen más a sus economías y sociedades cuando alcanzan la edad adulta. Asignar al menos el 10 % de los presupuestos nacionales de educación a preescolar ayudará a lograr el acceso universal, pero en 2017 solo se dedicó el 6,6 % de los presupuestos de educación a nivel mundial. Únicamente uno de cada cinco están matriculados en educación preescolar en países de bajos ingresos.

Estamos en un momento crítico. Si invertimos en la educación de los niños y niñas de manera acertada y justa, tendremos la mejor oportunidad de sacarles de la pobreza, ya que les daremos las habilidades necesarias para acceder a oportunidades y crear nuevas posibilidades para sí mismos.

Fuente: https://www.consumer.es/solidaridad/educacion-infancia-pobre-riesgo.html

 

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Pau Marí-Klose: “No es verdad lo de pobres pero felices”

Redacción: Nueva Revista

Pau Marí-Klose es profesor de Sociología en la Universidad de Zaragoza y un experto en el estudio de la pobreza, lo que le abrió el camino para desempeñar el cargo de alto comisionado para la lucha contra la pobreza infantil (2018-2019). En la actualidad ejerce como diputado del PSOE por Zaragoza y preside la comisión de Exteriores del Congreso. Ayer disertó sobre La pobreza: algunos apuntes para la reflexión sobre su caracterización e implicaciones, en el marco del seminario sobre Justicia social” organizado por Nueva Revista, que dirige el profesor Antonio Argandoña. [En el vídeo insertado a continuación se puede seguir la conferencia del profesor Marí-Klose].

 

Una percepción bastante común es considerar la pobreza  como “carencia de bienes materiales básicos para subsistir”, dijo Marí-Klose, tener que pasar “con menos de dos dólares al día”, pero visto así, “la pobreza estaría cerca de erradicarse en el mundo desarrollado”. Sin embargo, no se puede afirmar que no haya pobres en el primer mundo “si admitimos la definición de pobreza a la que a la que se abonan” los pensadores más destacados en este campo. Adam Smith la definía como “la imposibilidad de satisfacer necesidades de carácter natural o derivadas de la costumbre”. Karl Marx escribió que “nuestras necesidades y disfrutes surgen de la sociedad”, y puesto que son de naturaleza social, “son relativas”. Amartya Sen expone que los pobres son las personas a las que su situación social les priva de condiciones (recursos, bienes, ingresos) para desarrollar capacidades de funcionar con el fin de conseguir resultados valiosos. Amartya Sen subraya la libertad para vivir una vida que valga la pena (freedom to live a valued life). Para Anthony Atkinson, pobres son quienes hallan dificultades para “participar en las actividades cotidianas de la sociedad en que viven y que, a resultas de ello, no logran desarrollar las capacidades que tienen”.

A pesar del carácter relativo de la pobreza, la experiencia subjetiva de la pobreza es muy parecida en los distintos contextos sociales y culturales, como ha puesto de manifiesto Robert Walker, señaló el ponente. Se puede hablar de “tercer” mundo dentro del “primer” mundo, de Haití en Glasgow. Son comunes los sentimientos de degradación, vulnerabilidad e impotencia, la frustración porque no quedan satisfechas aspiraciones materiales, la baja autoestima porque se vive en condiciones inapropiadas, porque hay que pedir ayuda o endeudarse, porque no se desempeña el papel social como se debería (de marido o de padre, verbigracia) y porque se siente “haber fallado” a los seres más cercanos y queridos. Hay con frecuencia sentimiento de humillación (las víctimas de maltrato o explotación) y se experimenta vergüenza asociada al estigma de la pobreza: colas para intentar ser contratado, colas para pedir ayudas públicas… Ese estigma será diferente en Noruega que en otras partes, pero también se da en Noruega, dijo Marí-Klose. Por ejemplo, allí, los hijos de familias pobres pueden vivir en un piso de protección oficial, pero precisamente serán señalados por sus amigos más favorecidos justo por vivir en ese piso de protección oficial. En Afganistán, la vergüenza y el estigma pueden surgir de tener que hacer las necesidades íntimas (evacuación intestinal) en la calle.

Antonio Argandoña y Pau Marí-Klose. Foto: © Josema Visiers
Antonio Argandoña y Pau Marí-Klose. Foto: © Josema Visiers

La respuesta psicológica a la pobreza es el ocultamiento de la situación y el retirarse o apartarse de la vida social, lo que ahonda el aislamiento y la exclusión. Se produce el resentimiento hacia los otros (hacia el sistema” y hacia otros pobres a los que se considera con “niveles menores de merecimiento”) y el fenómeno de utilizar atajos cognitivos” para entender lo que sucede, como las explicaciones conspiranoides o las dinámicas incontrolables (la adicción al juego es un caso). Obsérvese del mismo modo la proliferación de casas de apuestas en los barrios pobres de ciudades.

Los daños sanitarios y cognitivos de la pobreza se traducen, según relató Marí-Klose, en malestar (las personas que ocupan posiciones más bajas en la escala social suelen valorar más negativamente su vida, se declaran más infelices y se muestran más pesimistas respecto al futuro), en desigualdad (la pobreza como la causa de las causas de mala salud”) y en erosión de capacidades cognitivas. Los pobres se incapacitan progresivamente para tomar las decisiones adecuadas. Marí-Klose citó aquí los trabajos de Sendhil Mullainathan y Eldar Shafir. Mullainathan y Shafir han demostrado que tanto el dolor, como las preocupaciones, tristezas, ansiedades y enfados son mayores a medida que disminuye la renta. “No es verdad –destacó Marí-Klose– lo de ‘pobres pero felices’, no, bastante infelices”. 

Si la pobreza es mala, en la infancia todo se agrava. El hecho es tanto más duro porque los niños son inocentes, “no han hecho nada para merecer esa suerte”. Ya el tiempo perinatal, como consecuencia de la tensión en los hogares y del deterioro de la calidad de los estilos parentales, influye en que los niños pobres tengan una salud más precaria y hasta en que luego sean más obesos. Por la pobreza infantil apenas si se accede a la atención sanitaria y a los acompañamientos psicopedagógicos. Por la pobreza infantil se está más expuesto a condiciones y a episodios vitales desestabilizadores (hostigamiento en la escuela y en los entornos residenciales). Por la pobreza infantil se goza de menos “inversión familiar” en tiempo, dinero y calidad y se está más expuesto a efectos de concentración adversos, como la convivencia con otros pobres y personas marginadas, de tal manera que con frecuencia, más adelante, se aprende solo de compañeros que se dedican a actividades poco recomendables, como el narcotráfico.

Marí-Klose se manifestó a favor de una agenda de inversión centrada en la lucha contra la pobreza infantil por “una razón de justicia y equidad”. Se refirió al artículo 27 de la Convención de Derechos de la Infancia, a las especificidades de la condición infantil, a los efectos corrosivos de una mala infancia y al hecho de que con una infancia en la pobreza uno se incapacita sin culpa para saber lo que es el mérito y para que luego se recompense el mérito. No se entiende el “esfuerzo” si no se ha tendido una infancia normal. La inversión en infancia beneficia al conjunto de la sociedad. Combatir las desventajas en la infancia es la forma más efectiva de prevenir las consecuencias más dañinas de la desigualdad social, como la segmentación de la sociedad, el deterioro de la confianza social, la desorganización social y la violencia. Las desventajas sociales en la infancia tienen costes. Dañan la competitividad económica. El sistema se puede desmoronar económicamente. La legitimidad del sistema puede terminar siendo puesta en entredicho.

Marí-Close denunció los efectos perniciosos de una infancia en la desgracia aludiendo también a estudios de epigenética (correlación entre el nivel socioeconómico y el de desarrollo de ciertas regiones cerebrales asociadas con funciones ejecutivas básicas y capacidades lingüísticas). Las brechas cognitivas entre niños en situación de pobreza y niños que no lo están aparecen muy pronto y se incrementan aceleradamente si no se actúa enseguida. En España, por ejemplo, los estudiantes de entornos más desfavorecidos han repetido a los quince años 6,2 veces más que los de entornos acomodados. En la Unión Europea  solo” 4 veces más.

Al ponente, en el turno de preguntas, se le pidió que desarrollara cómo luchar contra la pobreza. Y respondió que con políticas contra la desigualdad; con políticas contra la privación material y con políticas contra las consecuencias de la privación material, especialmente en la infancia. Marí-Klose mencionó medidas predistributivas y medidas redistributivas. “Hay una iniciativa que ha lanzado el Gobierno recientemente que con cautela puede tener efectos beneficiosos, el salario mínimo interprofesional”. Marí-Klose añadió: “Está la posibilidad de que a través de la negociación colectiva se consiga comprimir la estructura salarial, para impedir que determinados sueldos sean muchas veces mayores que el salario medio. Yo no pondría ningún tope a los salarios más altos, simplemente porque propician por otra parte capacidad recaudatoria para el Estado, que después se puede gastar de manera redistributiva.”

Pau Marí-Klose. Foto: © Josema Visiers
Pau Marí-Klose. Foto: © Josema Visiers

Pero más allá de eso, “es imperioso tomar cartas en el asunto de la escasa protección a los colectivos más desfavorecidos”. Dijo Marí-Klose: “En nuestro sistema de bienestar la mayoría de los beneficios están ligados a las contribuciones realizadas; y eso es una ventaja en términos de legitimidad del sistema a la que no se puede renunciar, pero el nivel de protección del que disfrutan las capas más bajas es mínimo, y la crisis lo ha puesto de manifiesto. En el momento en que ha faltado el empleo para ese colectivo, se ha hundido. No ha tenido acceso a protección social”.

Evidentemente hay “un problema de intensidad de empleo. Muchos colectivos, más que salarios bajos, que también, lo que tienen es un problema de vinculación frágil al mercado del trabajo. De todo el tiempo potencial que podrían trabajar, no consiguen trabajar más que una parte pequeña. Eso genera problemas tanto en términos de ingresos como en términos de adquisición de derechos sociales, sobre todo a la prestación de desempleo contributiva. En situaciones de crisis, muchos colectivos se han encontrado en la intemperie, y en ese sentido las propuestas de un ingreso mínimo vital son absolutamente necesarias para hacer de nuestro Estado de bienestar, un Estado de bienestar más distributivo. Yo impulsé las prestaciones por hijo a cargo, una renta para la infancia más pobre, que es muy rudimentaria en este país. Nuestra prestación por hijo a cargo resulta absolutamente ridícula en comparación con otros países, y no tienen ningún efecto de protección sobre la infancia. Somos el país de Europa con una capacidad más pequeña, a través de sus transferencias sociales, de reducir la pobreza infantil”.

Marí-Klose explicó: “La ayuda familiar en España fue ´la joya de la corona del Estado de bienestar franquista´. Desarrolló el famoso “salario familiar”, para complementar, en situaciones de privación económica, los escasos salarios. Estas políticas se han mirado con mucha suspicacia durante mucho tiempo. Fundamentalmente -y aquí entono un mea culpa– los partidos de la izquierda renunciamos a desarrollar las políticas de familia, muchas veces porque las asociamos, digamos, a unas concepciones de familias desvinculadas de nuestra tradición política. Y esto resulta paradójico. Mientras, los escandinavos, la izquierda, la socialdemocracia, estaban apostando por las políticas de ayuda a la familia, con otra fundamentación: posibilitar la emancipación de las mujeres y la igualación de los roles masculinos y femeninos. Pero el resultado final es que la grandes inversiones públicas que se realizan en Estados de bienestar del norte de Europa son inversiones en familia, inversiones por hijo a cargo, inversiones en escuelas infantiles que llegan a todos, también a las poblaciones más desfavorecidas, inversiones en actividades extraescolares, inversiones en cuidados a dependientes, etc. La familia se convirtió en el campo privilegiado de las políticas socialdemócratas en el norte de Europa, mientras que nosotros las desatendemos”.

El conferenciante denunció las “pocas rentas mínimas, pocas políticas de inclusión para los más desfavorecidos y pocas políticas de infancia. Hay ciertas políticas de familia, pero con un carácter muy poco equitativo, a través del IRPF: deducciones por los hijos, por familia numerosa, etc. Pero ese ´gasto oculto´ no es para las capas más desfavorecidas, que no reciben los beneficios fiscales. Los más desfavorecidos solo tienen la prestación por hijo a cargo, que resulta absolutamente insuficiente: era de 291 euros al año, cuando ciertos países en Europa la sitúan en doscientos y pico al mes. En marzo los subimos a 588, también insuficiente, muy por detrás de la media europea”.

Finalmente, a una pregunta sobre el papel de la educación para salir de la pobreza, Marí-Klose contestó que la educación puede reproducir las diferencias y mantenerlas, no corregirlas, si no se hace bien. “Hay determinadas intervenciones educativas que son clave para corregir las desigualdades, por ejemplo, la escuela infantil de uno a tres años, la estimulación cognitiva, que muchas veces no se produce en estas familias y que se puede producir en centros de educación infantil de calidad, con tasas adecuadas de tutores con niños a cargo, con cariño y delicadeza en la actividad, no como en los orfanatos que fundó Ceausescu en Rumanía, y que tanto hicieron sufrir a tantos niños. Las brechas cognitivas a los seis años están detrás del fracaso escolar a los 14, 15 o 16 años. Por eso las intervenciones en edades tempranas son las más efectivas, más equitativas y por lo tanto más eficientes. A los 12, 13 años, corregir ya es mucho más difícil.”

Fuente: https://www.nuevarevista.net/destacados/pau-mari-klose-no-es-verdad-lo-de-pobres-pero-felices/

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Casi la mitad de niños que viven en hogares donde solo entra un sueldo están en riesgo de pobreza

Europa/España/Autor y fuente: elperiodico.com

El Observatorio Social de La Caixa concluye que la recuperación económica no ha alcanzado a las capas más débiles de la sociedad.

Un 48,1% de los niños que viven en España en hogares donde solo trabaja uno de los progenitores está en riesgo de pobreza,  según un informe del Observatorio Social de La Caixa hecho público este martes.

El informe, titulado ‘Objetivo: paliar la pobreza infantil’, analiza la estrecha relación entre la pobreza infantil, el mercado de trabajo y las ayudas económicas públicas y concluye que el empleo es determinante en la pobreza infantil, incluso en épocas de bonanza económica.

El estudio constata que en el 2008 el riesgo de pobreza anclada entre los niños que vivían en hogares donde solo uno de los padres tenía empleo era del 35,5%, mientras que en el 2018 esa cifra subió al 48,1%. Según la autora del estudio, Sara Ayllón, investigadora del Departamento de Economía de la Universitat de Girona, en España, cuando solo uno de los dos progenitores está empleado, «vivir con ambos no garantiza una vida digna» para los niños.

El informe denuncia que España tiene una de las tasas de pobreza infantil más altas de Europa y al mismo tiempo es uno de los cinco países europeos que menos ayudas destinan a la infancia.

Por debajo del umbral de la pobreza

También destaca que en el 2018, el 29,9% de los niños españoles vivían por debajo del umbral de la pobreza, una cifra superior a las de antes de la crisis, lo que significa que la recuperación económica no ha alcanzado a las capas más débiles de la sociedad.

«Al inicio del período estudiado, en 2008, más de tres de cada diez niños en esta situación vivían bajo el umbral de pobreza anclada (35,5%), pero el panorama para este grupo no ha mejorado: en 2018, el 48,1% de los niños en este tipo de hogares vivían en la pobreza», señala Ayllón.

Los colectivos más vulnerables

Los más vulnerables son aquellos niños de familias en las que ninguno de los dos progenitores trabaja, lo que hace que en el 2018 fueran pobres ocho de cada diez menores en esta situación, frente a los siete de cada diez del 2008.

A estos les siguen los niños que crecen en familias monoparentales en las que el padre o la madre no trabaja (siete de cada diez son pobres).

Según Ayllón, la recesión económica tuvo importantes consecuencias en los niños, «agravando una situación ya preocupante antes de la crisis» y ha dejado que España tenga actualmente una de las tasas de pobreza infantil más elevadas de Europa.

Tomando como referencia la pobreza relativa (indicador que considera a aquellos que viven en hogares con rentas inferiores al 60 % de la renta mediana equivalente), la tasa era alta ya en 2008 (26,9%), alcanzó su máximo en el 2014 (30,2 %) y bajó ligeramente con la recuperación económica hasta llegar en el 2018 al 26,6%.

Apuesta por las ayudas directas a la infancia

El estudio incluye un apartado dedicado a «las transferencias a la infancia como mejor método para luchar contra la pobreza infantil», elaborado por los investigadores de la Universidad de Málaga Elena Bárcena, M.Carmen Blanco y Salvador Pérez. Este trabajo concluye que concentrar las ayudas económicas en la infancia es tres veces más eficaz para combatir la pobreza infantil que canalizarlas hacia toda la población en función de su nivel de renta.

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Concentrar a los niños de los entornos más pobres en las mismas escuelas no es una receta para el éxito educativo o la superación de la pobreza

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

El relator especial de la ONU sobre la pobreza da un tirón de orejas a España por sus políticas sociales y llama la atención sobre las relacionadas con la segregación escolar y el abandono temprano.

Con estas palabras se cierra el apartado dedicado a educación del informe preliminar del relator especial de Naciones Unidas, Philip Alston, que visitó España entre el 27 de enero y el pasado día 7.

Cuatro párrafos dedicados a la educación, principalmente a las tasas de abandono escolar temprano, a los costes de una educación obligatoria que muchas familias no pueden afrontar, a la segregación socioeconómica y étnica del sistema educativo o al número de menores que se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. El informe definitivo será publicado el próximo junio.

«Existen problemas reales con el coste y la calidad de la educación, así como la segregación por nivel socioeconómico y étnico», reza el texto publicado el pasado viernes. Un documento en el que se habla de la relación entre los índices de pobreza y la educación y cómo el 33,7% de las personas que tan solo tienen un nivel educativo de educación primaria se encuentan en riesgo de exclusión social y pobreza. Veinte puntos porcentuales más que aquellas que han alcanzado niveles superiores.

A estos porcentajes habría que sumar las altas tasas de repetición de curso en España, de las mayores del continente, así como las de abandono escolar temprano que, hoy por hoy, se encuentran en el 17%, todavía por encima del 15% que la UE propuso a España como objetivo para 2020 (mientras el resto de la Unión se fijaba una meta del 10%).

Según el informe preliminar de Philip Alstron, estas cifras «apuntan no solo a problemas serios con la calidad del sistema educativo en general, sino a una pérdida importante en el bienestar económico general de el país».

Segregación

Aunque, señala el texto, la educación obligatoria también es gratuita, muchos de los gastos paralelos resultan excesivos para muchas familias: comedor escolar, libros de texto, transporte… Unos costes que han ido asumiendo las familias durante los años de la crisis económica, desde 2009 principalmente, y que han aumentado, asegura el relator, un 34% desde 2009 hasta 2016.

El 44% de los estudiantesy el 72% de los menores en situaciones vulnerables están escolarizados, según las cifras que maneja la ONU, en «escuelas segregadas de facto» en las que se concentran en proporción demasiado alta niñas, niños y adolescentes de entornos socioeconómicamente pobres, población gitana y migrante. También aquel alumnado con necesidades educativas especials; «lo que representa 46.8 porcentaje del total de centros educativos».

«La segregación escolar aumenta la repetición de grados, el fracaso y el abandono escolar; disminuye los puntajes de las evaluaciones; y afecta negativamente las expectativas de los estudiantes de seguir estudios universitarios», asegura el texto.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2020/02/10/concentrar-a-los-ninos-de-los-entornos-mas-pobres-en-las-mismas-escuelas-no-es-una-receta-para-el-exito-educativo-o-la-superacion-de-la-pobreza/

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