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Pisa y Paraisópolis: vitrinas de la sorda guerra de clases

Por: Mario Maestri

«¡Ama, con fe y orgullo, la tierra en la que naciste! ¡Niña, no verás ningún país como éste! ¡Buena tierra! Nunca negó a los que trabajan. El pan que mata el hambre, el techo que viste….Quien con su sudor lo hace fructífero y húmedo, ve su esfuerzo pagado, y es feliz, y se hace rico! Hija, no verás ningún país como éste: ¡Imita la grandeza de la tierra en la que naciste!”. Durante muchos años, los niños brasileños se vieron obligados a aprender de memoria y a recitar la poesía «La Patria» en escuelas privadas y públicas.

Ciento quince años después de que Olavo Bilac escribiera su oda a la patria imaginada y disfrazada – sólo 17 años después del final de la obra esclavizada -, la encuesta mundial del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA) acaba de registrar que casi el 50% de los estudiantes brasileños de bachillerato que leen la poesía «La Patria» no entenderían las areniscas de los más patrióticos de nuestros pueblos. Los resultados en matemáticas y ciencias fueron aún peores.

Estos jóvenes «analfabetos funcionales» proceden en su mayoría de familias populares. Los hijos de los ricos logran resultados superiores, pero no son muy brillantes, especialmente en los llamados países avanzados. Con algunas variaciones, los resultados medidos se acercan a los obtenidos durante el gobierno petista y los gobiernos anteriores. No son puntos fuera de la curva. Los evaluados tienen entre quince y dieciséis años, preparándose así para el mercado laboral, la mayoría, o la educación superior, la minoría.

El nombre del infierno

El domingo 1° de diciembre, la policía militar de São Paulo, bajo órdenes superiores, fue responsable de la masacre gratuita de nueve jóvenes en un baile funk en una comunidad llamada Paraisópolis, en las afueras de la megacapital. Como en los miles de casos nacionales similares, las autoridades civiles y militares «expulsaron» temporalmente de las calles a los responsables y abrieron «investigaciones» que no conducirán, como siempre, a nada. A menos que, tal vez, futuros ascensos para los directamente involucrados.

A pesar de la gravedad de lo ocurrido, salvo por error, ninguna dirigencia nacional de la oposición fue capaz de ofrecer solidaridad y exigir el castigo implacable de los responsables. Las universidades, colegios, clubes deportivos, etc. de São Paulo y Brasil no se detuvieron ni un minuto en honor de las víctimas. La gran mayoría de las asociaciones profesionales ni siquiera emitieron una declaración de protesta: historiadores, sociólogos, ingenieros, médicos, etc. Por el contrario, el día 4, la oposición pretendió -con Freixo, Fernanda Melchionna y Edmilson Rodrigues- [1] unirse al golpe y apoyó la iniciativa de Moro [paquete “anticrimen”] para aumentar la represión de la población. Hay cada vez más raras excepciones.

Los sucesos de Paraisópolis fueron clasificados en el portafolio de las actuales masacres policiales que se han venido produciendo durante décadas, y que ahora se multiplican, sin atraer la atención real de los partidos y movimientos que dicen ser de oposición, de izquierda y populares. Es comprensible. Incluso en las noticias que denunciaban esos hechos, tres palabras desarmaban cualquier sentimiento multitudinario de identificación con las víctimas, por parte de la población: era un baile funk para los jóvenes de una favela.

Nosotros y ellos

Decenas de millones de brasileños de las clases ricas, medias e incluso populares saludaron o excusaron la acción criminal de la policía militar, bajo las órdenes o protección de sus oficiales y autoridades civiles, contra jóvenes de las clases populares que se divirtieran. Los primeros se debieron al odio atávico hacia los trabajadores y los pobres, especialmente los negros, considerados enemigos de clase, que deben permanecer desorganizados, alienados y principalmente reprimidos.

La falta generalizada de empatía popular se debe a la permanente sensación de inseguridad, exacerbada por los principales medios de comunicación, especialmente en las periferias urbanas. La población teme y es comúnmente agredida por jóvenes pobres y, con frecuencia, por personas de raza negra. Igual que los millones que se van cada día a trabajar, por salarios indignos, o en busca de una ocupación, que es cada vez más rara. Jóvenes con un nivel de educación muy bajo, a pesar de tener, en el papel, un diploma completo de segundo grado.

La brecha entre los explotados y los explotadores se estrechó relativamente después de la abolición de 1888 y, algo más, con la industrialización de la década de 1930. Sin embargo, no sólo los trabajadores más explotados nunca fueron vistos como miembros plenos de la sociedad. Siempre se les consideró personas diferentes. En Brasil, la zanja profunda siempre se mantuvo, separando «nosotros» de «ellos». ¡Si no, cómo explicar que, bajo la justificación de ser imposible dar más, se pretendía, incluso en los gobiernos populares, que el trabajador viviera, como la gente normal, con un salario mínimo! Esta brecha abismal se debió y se debe a relaciones de fuerzas fuertemente desfavorables para los trabajadores y favorables para las clases explotadoras.

Atrapados en el Odio

El Brasil contemporáneo se organizó en función de las necesidades de los grandes capitales nacionales e internacionales. Se construyó un apartheid social radical que, paradójicamente, aunque siempre cuenta con el apoyo de las clases media y media alta, hoy también se está volviendo en su contra, incluso relativamente. Para los plebeyos, se han creado escuelas públicas con la función principal de mantener a los jóvenes fuera de las calles.

Es necesario mantener el control; ¡no es necesario educar!. Para las clases media y media-alta, se han organizado escuelas privadas y universidades de alto precio y calidad relativa. Muy pronto, con la privatización de las universidades federales, las clases medias ya no podrán enviar a un niño a un curso excelente, sin endeudamiento para toda la vida.

También se ha creado la medicina, que es muy cara, sobre todo para las personas mayores, que son las que más la necesitan, de calidad dudosa, y la medicina pública y gratuita, que es peligrosa y de difícil acceso para la población. La seguridad pública se ha convertido en un servicio de contención para los trabajadores, mientras que los servicios privados se pagan a un precio elevado: porteros, garajes, guardias de seguridad, aparatos electrónicos, etc.

La actual destrucción del sistema de jubilaciones afecta ahora a los empleados mejor pagados y a los trabajadores asalariados, cuando no pertenecen a los sectores militar y de justicia, por supuesto. Cada vez más, las facciones de los segmentos medio y medio-alto encuentran consuelo en su relativa e incesante disminución del odio irrestricto hacia los trabajadores, los pobres, los negros y la izquierda.

Los realmente ricos viven con sus familias en el extranjero, miles de ellos en Florida y Miami, y trabajan unos días a la semana cuando trabajan en Brasil. Todos son patriotas furiosos. Pagan una fortuna por casas milagrosas, con paredes de madera contrachapada y revestimiento de yeso. Compran millones de reales de casas en Portugal o intentan trasladarse allí para disfrutar de los servicios públicos de salud, educación y seguridad, que niegan a la población nacional, en un país con un gobierno mucho más de izquierdas que las petistas del pasado, lo que no es difícil, tenemos que estar de acuerdo.

El viaje imposible al pasado

Además de la represión militar-policial, este interminable apartheid social tenía como válvulas de seguridad su capacidad de abrir brechas, mayores o menores según la época, para que los individuos pudieran progresar socialmente debido a oportunidades, capacidades e inteligencia únicas: expansión de los agronegocios; iglesias de tragamonedas; actividades políticas y sindicales; corrupción; narcotráfico, etc.

En los últimos tiempos, algunos toques cosméticos en el despótico orden social han asumido el estatus de políticas progresistas, como las cuotas sociales, raciales y étnicas en las universidades públicas, que dejaron a las grandes multitudes populares en manos del dios dará.

Hay una gran expectativa en los medios de comunicación politizados de la oposición de que, a través de las elecciones de 2020 y 2022, las cosas volverán a ser como eran antes, o casi. Lula da Silva, el PT y sus remolcadores son una clara confirmación de esta ilusión. Uno sueña con este regreso al pasado, aunque haya tratado a las inmensas clases populares como una mala madrastra.

Pero, dicen los defensores de este retorno imposible, ya sería un alivio, aunque las clases populares ganen poco o, en algunos casos, casi nada de ello. En la vida real no es posible hacer milagros – repiten, esperando estar entre los bendecidos por el «milagro».

Saca al caballo de la lluvia. Estamos viviendo una metamorfosis estructural en el país, en el que los gobiernos de Temer y Bolsonaro funcionaron como vientres sustitutos de monstruos que pretenden vivir entre nosotros para siempre. Lo que era malo empeorará. Las escuelas públicas serán aún más degradadas, transformadas en madrasas evangélicas o cobertizos, colgadores de empleos para suboficiales retirados. La policía de la milicia recorrerá las calles, las comunidades populares, las industrias que matan, reprimen y encuentran a la población trabajadora, desempleada y pobre.

Una y otra vez matarán a un hombre rico y blanco, que será excusado, porque sabemos que, en cada guerra, siempre hay pérdidas debidas al «fuego amigo». Las clases medias y altas también tendrán que inclinar la cabeza ante cualquier sargento corporal y armado, como en los gloriosos ancianos del «Redentor».

Un país de mentirita

El golpe de 2016 vino a transformar al país en un productor de chucherías, granos, petróleo y minerales industrializados, bajo las órdenes del gran capital mundial, teniendo como gerentes locales a los generales, a los grandes jueces, a los políticos y sindicalistas de la situación y a la oposición bien educada, todos con responsabilidades compartidas y remuneraciones diversas. Esto es algo que ya podemos seguir a diario, incluso cuando la liquidación de la sociedad y de la nación está todavía incompleta.

Muchos argumentan que el camino hacia el retorno propuesto al pasado reside en el retorno de la izquierda a la periferia, donde, de hecho, nunca ha estado. El movimiento para no organizar la salida a las calles de las «masas» organizadas, es lógico. La paz» y el «amor» deben reinar entre nosotros. Por el contrario, debemos «volver a las «periferias» para garantizar buenos resultados electorales -o menos malos- en 2020. Más concejales y alcaldes por la «oposición mentirosa». Lo que, si sucede, sólo apoyará la abrumadora reconstrucción patológica del país.

Como se ha señalado, los parlamentarios «opositores» apoyan o no ven en la legislación golpista una aprobación incesante. Los gobiernos de izquierda del Nordeste suelen seguir a los golpistas, cuando no se adelantan a ellos.

No habrá solución a la triste patria, cantada en colores idílicos por Olavo Bilac en 1904, mientras los residentes, obreros, estudiantes, etc. de las periferias, favelas, escuelas públicas, fábricas, granjas, cuarteles, etc., no tomen su destino en sus propias manos, dejando a un lado a los falsos profetas que hablan en su nombre, incluso a los que vienen de sus líneas.

La barbarie seguirá arraigándose entre nosotros si los trabajadores y el pueblo no organizan la defensa de sus lugares de residencia, trabajo y ocio frente a la agresión, independientemente de su procedencia. Donde hay resistencia, en general no hay abuso. Nos sumergiremos en una barbarie sin fin si no construyen, en sus espacios sociales y geográficos, organizaciones, asociaciones, partidos, etc., realmente suyos, ordenando a políticos y líderes profesionales que canten en otras parroquias.

Si las clases trabajadoras y populares, los «ellos» de esta historia, no se hacen cargo de sus vidas, según sus necesidades, no habrá salvación para el país y también para «nosotros». No con una oración fuerte y con todos los orixás empujando al andor, con la mayor buena voluntad!

Mário Maestri es historiador y autor de «Revolución y contrarrevolución en Brasil: 1530-2019», segunda edición ampliada. https://clubedeautores.com.br/backstage/my_books/278203

Traducción: Ernesto Herrera, para Correspondencia de Prensa.

Nota  (Correspondencia de Prensa)

[1] Se refiere al paquete “anticrimen” de Sergio Moro, Ministro de Justicia de Bolsonaro. El pasado 5 de diciembre fue votado por 408 votos a favor, 9 contrarios y 2 abstenciones. La bancada del PT y los diputados del PSOL (Partido Socialismo y Libertad), Marcelo Freixo, Fernanda Melchionna y Edmilson Rodrigues también votaron a favor.  El paquete “anticrimen”, tal cual fue aprobado, permite aumentar penas para determinados delitos, así como la pena máxima. Amplia los criterios de “legítima defensa” del policía, y busca fortalecer el bárbaro y racista sistema carcelario. El argumento de Freixo, fue que sólo había dos opciones: «votar en la propuesta original o en la propuesta deshidratada».

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=263648

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Marruecos sube al puesto número 121 en el índice de desarrollo humano de la ONU, después de Gaza, Libia y Yemen.

Redacción: Ecsaharaui

El Índice de Desarrollo Humano 2019 del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas ha clasificado a Marruecos como el 121º país más desarrollado de los 189 países. Aunque dos lugares por encima de su clasificación anterior, la nueva clasificación coloca a Marruecos dos veces por debajo del estado de Palestina, incluida la franja de Gaza.

Con un índice de 0.676, Marruecos tiene un «desarrollo humano muy bajo». En otras partes del Magreb, el PNUD considera que Argelia (82º a nivel mundial) y Túnez (91º a nivel mundial) tienen un «alto desarrollo humano», junto con otros seis países africanos que se clasificaron por encima de Marruecos.

Las Seychelles, Mauricio, Botswana, Sudáfrica, Gabón y Egipto también se sitúen en el ranking de alto desarrollo.

El Índice de Desarrollo Humano mide la capacidad de «vivir una vida larga y saludable, adquirir conocimientos y la obtención de ingresos para un nivel de vida básico».

Marruecos no ha registrado mejora sustancial en el ranking desde que comenzó el índice en 1990. En 1990, Marruecos tenía una putuación de 0.458, en 2000 una puntuación de 0.531 y en 2010 ascendió a 0.618.

Si bien, el 10% de la población de Marruecos vive por debajo de la línea de pobreza reconocida internacionalmente con menos de $ 1.90 por día.

Mirando más allá de la pobreza monetaria, el índice estima que el 19% de los marroquíes viven en «pobreza multidimensional».

Un sistema educativo deficiente

En el corazón de la máquina desigual está el sistema educativo. «Un sistema inclusivo e igualitario aliviaría las disparidades sociales y eliminaría parcialmente las diferencias relacionadas con el entorno de origen», señala el informe. Sin embargo, aunque Marruecos dedica el 21.5% de su presupuesto a este sector (mucho más que el promedio de Medio Oriente y África del Norte, con un 13.9%), su sistema educativo está fracasando en gran medida. La duración promedio de la escolarización es de 4.4 años, dos años menos que el promedio de los países árabes. Y los resultados escolares varían considerablemente dependiendo del entorno de los estudiantes.

En este contexto, la privatización masiva de la educación, alentada por las autoridades, acentúa la lógica desigual. Se estima que el 14% de los estudiantes marroquíes están matriculados en escuelas privadas y hasta el 80% en ciudades grandes como Casablanca y Rabat.

Fuertes desequilibrios territoriales
El reino también enfrenta fuertes desequilibrios territoriales. Ejemplo con acceso al agua: mientras que casi todos los habitantes urbanos están conectados a una red de agua potable, esta proporción se reduce al 64% en las áreas rurales, e incluso al 40% en la región de Tánger-Tetuán -Al Hoceima (norte). Esta última ciudad fue escenario de un importante movimiento social en 2017.

Finalmente, las desigualdades entre hombres y mujeres siguen siendo evidentes. Según el informe global «Brecha de género global», que tiene en cuenta la participación de las mujeres en la economía, la vida política, su acceso a la educación y la salud, Marruecos ocupa el lugar 137 entre 144 países. A pesar de los esfuerzos realizados en el campo de la educación, el 41,9% de las mujeres marroquíes se declaran analfabetas, estadísticas de 2014 (en comparación con el 22,1% de los hombres), una cifra que se eleva al 60,4% en las zonas rurales. En 2009, el 62.8% de las mujeres marroquíes reportaron haber experimentado algún tipo de violencia de género.

Fuente: https://www.ecsaharaui.com/2019/12/marruecos-sube-al-puesto-numero-121-en.html
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Libro(PDF): «Pueblos indígenas y pobreza. Enfoques multidisciplinarios»

Reseña: CLACSO

En los más diversos contextos geográficos, múltiples factores configuran un patrón que vincula de manera compleja a pueblos indígenas y pobreza. Las comunidades indígenas no tienen las mismas oportunidades de empleo y acceso a servicios públicos, protección de la salud, cultura y administración de justicia que otros grupos sociales. Tanto en países desarrollados como no desarrollados, este patrón ha sido históricamente construido por factores políticos, económicos, sociales, militares y ambientales, que articularon experiencias cualitativas y cuantitativas de privación material, jurídica y simbólica y de reproducción de relaciones de desventaja. ¿Cuáles son las causas o condicionantes que generan la correlación entre pueblos indígenas y pobreza? Las posibles respuestas se relacionan con las condiciones histórico-políticas que desvincularon a los pueblos indígenas del control de sus territorios, sometiéndolos a condiciones de pobreza, y relegándolos a los márgenes de la sociedad o excluyéndolos. Frente a esa situación, sus reacciones políticas se traducen en reclamos de autonomía, autodeterminación y/o reformulación de sus relaciones con el Estado. En respuesta directa a las situaciones de desventaja que padecen, la reivindicación de los derechos territoriales constituye una plataforma común de los movimientos indígenas a nivel internacional. La territorialidad se transforma así en un aspecto fundamental del debate contemporáneo acerca de la libre determinación de estos pueblos y la pobreza. El control del territorio ha sido medular en la construcción histórica de cualquier forma de Estado conocida, y generalmente se ejerció expropiando los derechos históricos de los habitantes originarios. La cuestión de la autodeterminación emerge por ende como un aspecto central para enfrentar el desafío socio-económico de la reducción de la pobreza en los pueblos indígenas.

Autores (as):  Alberto Cimadamore. Robyn Eversole. John Andrew McNeish. [Coordinadores].
Pablo Alarcón-Cháires. A. Carolina Borda Niño. Darío J. Mejía Montalvo. Siri Damman. Adrián González Romo. Benito Ramírez Valverde. Alfonso Macias Laylle. Néstor G. Estrella Chulín. Héctor Javier Sánchez-Pérez. Guadalupe Vargas Morales. Josep María Jansá. Louise Humpage. Robyn Eversole. Leon Ridgeway. David Mercer. Christian Jakob Burmeister Hicks. Ánde Somby. Indra Overland. Don McCaskill. Jeff Rutherford. Stephen Cornell. Scott Simo. [Autores de Capítulo]

Editorial/Editor: CLACSO

Año de publicación: 2006

País: Argentina

Idioma: Español

ISBN: 987-1183-50-X

Descarga: Pueblos indígenas y pobreza. Enfoques multidisciplinarios

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En Trípoli, Líbano, intelectualizan protestas antigubernamentales

Por: Armando Reyes Calderín

Al unísono de protestas antigubernamentales en Trípoli, 80 kilómetros al norte de esta capital, sus residentes en debates cada vez más numerosos tratan de buscar soluciones intelectualizadas a la deteriorada situación nacional.

Todos exigen más o menos lo mismo, elecciones anticipadas, resolución de la pobreza, cambios constitucionales y eliminar la corrupción, pero su intención es sintetizar el enojo popular.

Todas las noches, Sarah al-Ghur, de 32 años de edad, se reúne con otros residentes en una especie de círculo de estudio para analizar el tema.

‘Prefiero participar en las discusiones que aplaudir o gritar consignas’, dice.

Después de años de desilusión y apatía, economía en caída libre y dificultades de todo tipo, dentro de la desobediencia civil los libaneses comienzan a intelectualizar los problemas nacionales.

Ghur camina entre las carpas de debate y se detiene frente a una, en la cual discuten una hoja de ruta para lo que ellos denominan revolución.

Hombres y mujeres de cualquier edad, credo o afiliación, se sientan en el suelo, se acomodan en bancos y escuchan a ponentes.

‘Conocí leyes que ignoraba’, apunta, y agrega que ahora es más consciente de sus derechos y deberes.

Uno de los expositores explica que la sublevación popular debe evolucionar hacia diálogo político, uno de los primeros pasos, elecciones, asegura, y luego revisar la estructura confesional del Estado.

Esos residentes de Trípoli, a menudo universitarios, activistas e intelectuales, intentan reconstruir el país mediante la unificación de los reclamos de las protestas masivas.

Hablan de un gobierno alejado del sectarismo, en un país que vive bajo un legado de una guerra civil (1975-1990) que entronizó un equilibrio de poder entre 18 comunidades religiosas.

Discuten sobre la pobreza, con un tercio de la población en ese estatus y advertencias del Banco Mundial que la proporción podría llegar pronto a la mitad.

Pero también debaten la independencia entre comillas del poder judicial, la corrupción, el saqueo de los fondos públicos y hasta de una desordenada planificación urbana que emergió, según rumores, con obras sufragadas por dinero lavado.

La mitad de los residentes vive en el umbral de la pobreza o por debajo de ella, de ahí que si, en otras ciudades hay evidencias de fatiga, en Trípoli las manifestaciones conservan igual energía desde que iniciaron el 17 de octubre último.

El profesor de filosofía Hala Amoun comenta que antes de las protestas, la mayoría de los libaneses perdió confianza en los políticos que en tres décadas no resolvieron los interminables cortes de energía, la desigualdad, el desempleo y la corrupción oficial.

A juicio de Amoun, la situación actual volvió a las personas más conscientes y salir a la calle para protestar no es suficiente; necesitan entender, saber más.

Otra de las asistentes a las espontáneas citas de debate asevera que los libaneses tienen hambre de conocimiento, de examinar su realidad económica, social y política, a fin de comprender cómo su líder político o sectario controla su vida.

Mientras, el médico Nadim Shakes, que llama a las tardes de debate conferencias de sensibilización, estima que el objetivo consiste en pensar en el futuro, prever lo que acarreará la corriente sublevación contra la clase gobernante.

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=325642&SEO=en-tripoli-libano-intelectualizan-protestas-antigubernamentales
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Educación, pobreza y desigualdad

Por: Jorge Ramírez.

Insumos básicos requeridos para lograr que los planes de desarrollo municipal y departamental tengan impacto en la reducción de la pobreza y de las desigualdades.

Hace poco fui invitado a desarrollar una conferencia sobre la pobreza en Cúcuta y en Norte de Santander; el evento fue organizado por la Secretaria Departamental de Fronteras y de Cooperación Internacional y contó con el apoyo de la Red de Investigación de Asuntos de Frontera. Debo decir que la conferencia fue realizada en coautoría con el Profesor Mario Zambrano con quien desarrollo actualmente una investigación sobre la materia.

Al analizar el estado de la pobreza en Cúcuta y en Norte de Santander se evidenció que:

Primero, la falta de articulación institucional, la duplicidad de funciones y el uso no eficiente de los recursos públicos, en conjunto, se convierten en los principales obstáculos para superar la pobreza multidimensional en el territorio. Segundo, los hacedores de política y los planeadores del desarrollo territorial no cuentan con una política social de carácter local (o regional) que en complemento a la política nacional contribuya a la reducción paulatina de la pobreza. Tercero, los planes de desarrollo municipal y departamental a punto de terminar son dos grandes documentos de política pública útiles para estos fines. No obstante, su contenido está lleno de un marco aspiracional deseable y de buenas intenciones, ergo, ambos documentos de política territorial carecen de acciones articuladoras  que transversalmente y de modo diferencial conecten e integren la agenda social y la agenda económica para generar oportunidades sociales y con éstas lograr el cierre de brechas urbano-rurales. Cuarto, la alta dependencia de los recursos de transferencias de la nación ha generado una especie de heteronomía e inercia institucional que se resumen en desesperadas epístolas que exigen del gobierno central: soluciones externas a los problemas estructurales de nuestro territorio – problemas – que se hacen más visibles con el cierre de la frontera, los desplazamientos internos y las migraciones.

En tal sentido, la educación como derecho y como bien público puede ser el factor (no único) pero relevante que en el marco de las políticas públicas locales y con el buen uso de los recursos nacionales, territoriales y de cooperación internacional pueden contribuir a la generación de oportunidades sociales como apuesta para la superación de la pobreza multidimensional, lo cual hace necesario enfocarse en los canales de transmisión intergeneracional que son: el analfabetismo, el rezago escolar, el bajo logro educativo y en mayor medida el empleo informal (DANE, 2018).

Con respecto al empleo informal hace unos años realicé en coautoría dos investigaciones que evidencian que la baja presencia institucional en el territorio, el modesto desarrollo industrial y la pobreza son variables que se convierten en un ancla a la hora de generar un círculo vicioso del desarrollo en los departamentos colombianos que están localizados en zona de frontera.

Abordados estos problemas como soluciones por la vía de la educación y en clave de política pública es la base para lograr procesos de desarrollo integral en Cúcuta y en Norte de Santander; esto requiere de una planeada articulación institucional, la utilización de información con base en la evidencia, la cuantificación de las inversiones, el uso eficiente y transparente de los recursos públicos.

En síntesis, estos son insumos básicos requeridos para lograr que los planes de desarrollo municipal y departamental tengan impacto en la reducción de la pobreza y de las desigualdades territoriales que se constatan usando el índice de pobreza multidimensional de Cúcuta y de Norte de Santander; que pese a los avances las brechas son persistentes entre género y muy amplias en las áreas urbanas y rurales de nuestro territorio (DANE, 2005 y 2018).

Adenda: agradezco al Ing. Jairo Yáñez (Alcalde electo) y a su equipo asesor, permitirme hacer parte del empalme en la Secretaría de Educación Municipal y en el Centro Tecnológico de Cúcuta.

Fuente del artículo: https://www.laopinion.com.co/columna-de-opinion/educacion-pobreza-y-desigualdad-187944#OP

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Educación vocacional ayuda a combatir pobreza en China, según informe

Asia/China/01-12-2019/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com

Las escuelas secundarias vocacionales han jugado un rol activo en la lucha contra la pobreza, según un informe de evaluación sobre este campo publicado por el Ministerio de Educación de China.

Hay 347 escuelas de formación profesional secundarias en áreas de extrema pobreza, con casi 600.000 estudiantes inscritos. Alrededor de 142.000 graduados profesionales de estas escuelas encontraron trabajo en 2017, con una tasa de empleo superior al 90 por ciento, indica el informe.

Más de 2,5 millones de estudiantes de escuelas vocacionales secundarias en todo el país recibieron becas y subvenciones en 2017, de los cuales la mitad eran de las zonas occidentales del país, añade el informe.

China contaba con un total de 10.671 escuelas secundarias vocacionales en todo el país en 2017. Alrededor de 15,9 millones de estudiantes de tiempo completo fueron matriculados en dichos centros educativos, lo que representa el 40 por ciento del número total de alumnos de nivel secundario, de acuerdo con el documento.

En 2017, 840.000 maestros de tiempo completo trabajaron en escuelas secundarias vocacionales de toda China, alcanzando la proporción de un maestro por cada 19 educandos, precisa el informe.

El texto agrega que las condiciones concernientes a los dispositivos y recursos de enseñanza continúan necesitando modernizaciones a fin de mejorar la calidad de la educación.

La evaluación fue realizada por la Academia de Ciencias Pedagógicas de Shanghai en 2018, basada en información de más de 6.800 escuelas vocacionales de todo el país y alrededor de 340.000 cuestionarios.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2019-11/29/c_138592826.htm

Imagen: PublicDomainPictures en Pixabay

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Atilio Borón: El capitalismo por su funcionamiento normal es una máquina de generar pobreza

Redacción: m24

Entrevistado en InterCambio el sociólogo y politólogo argentino Atilio Borón, analizó causas y factores determinantes de los retrocesos y las derrotas consecutivas que vienen registrando los progresismos e izquierdas latinoamericanas durante la última década, con las dramáticas consecuencias sociales, desmantelamientos estatales y pérdidas de soberanía que aquellos desenlaces representan para los países de la región.

Borón caracterizó que lo que hubo en su país de origen en los últimos cuatro años del gobierno liberal presidido por el empresario Mauricio Macri “fue un plan de saqueo”.

A diferencia de lo que piensan muchos críticos de ese proceso en el sentido de que fracasó, la realidad es que éste triunfó largamente y con contundencia ya que su objetivo “no era desarrollar” Argentina sino instrumentar “un proyecto de saqueo” y transferencias de ingresos y riquezas hacia el gran capital representado por Macri y sus respaldos internos y externos.

Se trató del “mismo” proyecto para “Brasil con (Jair) Bolsonaro”, por eso importa que en otros países de la región “la gente mire el vecindario” para comprender lo que está en juego en los procesos políticos y electorales. Siempre “se puede bajar” más de donde se está “y Macri lo ha probado, y Bolsonaro lo ha probado”, recalcó el reconocido académico y experimentado activista.

Borón se está sintiendo “muy impresionado por lo de Chile”, ya que hasta el levantamiento popular del 18 de octubre el país trasandino “era un sonámbulo político transitando por el mundo”, hasta que sus masas “se dieron cuenta del saqueo” de que son objeto desde la dictadura. Allí son apropiados y saqueados “no solo el cobre y el salmón” sino también “el bolsillo popular”. “A la gente la asaltaron de una manera impresionante”.

Ese proceso se dio “primero” con “el terror de los años de (Augusto) Pinochet” y “después” con “el engaño de la Concertación”, hasta que “ahora te tenés que endeudar para comer”. En Chile “la universidad pública es paga, la educación pública es paga, la salud es paga” y también “la seguridad social (…) es una estafa gigantesca”.

Destacó que eso no es así en Argentina “gracias a Amado Boudou, fue el que vio eso y dijo ´es una estafa´”. Entonces “lo convenció a Néstor (Kirchner), que no estaba muy convencido” y éste le pidió al exministro de Economía y ex vicepresidente que redactara un informe para explicarlo. El informe fue tan contundente que Kirchner frenó un proyecto para privatizar totalmente la previsión social. Esto le valió a Boudou un castigo judicial orquestado por los capitales ligados a la previsión privada, dado que “les sacó de la mano un negocio de centenares de miles de millones de dólares”.

El entrevistado precisó que en el régimen previsional chileno, todos los ciudadanos aportan una cuota y pagan “comisiones exorbitantes” a una AFP “menos las Fuerzas Armadas y de Seguridad”, cuyos integrantes mantienen el régimen previo a la privatización impuesta por la dictadura.

Después reseñó las resignaciones de ingresos y mecanismos por los que el Estado argentino con Macri se desfinanció y debilitó hasta la debacle en apenas cuatro años. “Y si no hubiera sido por el entramado social que se armó” en el país para compensar la merma de ingresos en los bolsillos de gran parte de la población, “la pobreza” se ubicaría “en el 60%”.

“Cuando ponés la economía al servicio del capital financiero, el resultado es esto”, recordó. Se trata de algo “inevitable” dado que esa opción opera sobre un hecho de carácter estructural, como que “el capitalismo por su funcionamiento normal es una máquina de generar pobreza”, una evidencia que el teólogo y político inglés “Tomás Moro” ya había verificado hace cinco siglos para el entonces incipiente capitalismo británico.

“Es una ley de hierro” la que vuelve a confirmar que “si no tenés un Estado fuerte” que al menos regule y mitigue esas desigualdades y asimetrías, “el resultado es lo que tenés en Argentina y en Brasil”, entre otros ejemplos.

Después de caracterizar las situaciones socioeconómicas y políticas que golpean otra vez a los países de la región, abrió el análisis de las razones que vienen conduciendo a las mismas. En cuanto a esto, mencionó las campañas político-mediáticas mediante las que se transmite “una mezcla de mentira” y de “manipulación mediática”, incluyendo “en Chile también” otro factor como “la sensación de que ibas a vivir del crédito toda tu vida”.

Asimismo, en varios procesos progresistas, como ocurriera con el campo nacional y popular en Argentina, los movimientos, partidos, conductores y gobernantes creyeron en “un infantil economicismo” consistente en “pensar que si a la gente le das mejores condiciones de vida, eso genera una actitud política favorable a hacer cambios, hacia las reformas sociales”, señaló.

“En segundo lugar, el absoluto desdén por las tareas de educación política, formación de los cuadros y de la opinión pública”, anotó el sociólogo. “En tercer lugar, la absoluta impericia en comunicación, la imprevisión en comunicación política en la Argentina de Kirchner, en el Brasil de Lula, en la Bolivia de Evo Morales”, cuando este “es un tema fundamental”, apuntó.

Fuente: http://m24.com.uy/atilio-boron-el-capitalismo-por-su-funcionamiento-normal-es-una-maquina-de-generar-pobreza/

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