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“Los pobremente educados”

Por: Orlando López-Selva

El fenómeno de la inmigración europea fue único. Debido al nazismo, Alemania, una potencia entonces, forzó a muchos de sus científicos a huir a Estados Unidos.

El jefe del personal de la Casa Blanca, John Kelly, acaba de declarar: “Creo que la vasta mayoría de los inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera sur hacia los Estados Unidos no asimilan bien porque están pobremente educados”.

Washington tiene el derecho soberano para decidir  quién entra o no a EUA. Pero, cuando escuchamos aseveraciones como estás, surgen muchas preguntas.

Mi punto: hay un miedo subyacente, un temor sobrecogedor. Lo dicho puede ser, estadísticamente tendiente a; pero no implica una verdad absoluta. No puede ser aplicable a todos. Y hay algo más: se evidencia sobrada arrogancia de políticos con débiles destrezas. Si los latinos que emigran hacia allá son tildados de menos educados, eso solo los hace menos competentes. ¿Cómo definen ellos educación?

Es cierto que la mayoría de los inmigrantes que llegan del sur no tienen grandes títulos universitarios. Pero, ¿los tenían los antepasados de estos que hoy hablan tan desdeñosamente, cuyos abuelos emigraron desde las islas británicas?

El fenómeno de la inmigración europea fue único. Debido al nazismo, Alemania, una potencia entonces, forzó a muchos de sus científicos a huir a Estados Unidos.

¿O el señor Kelly dice esto porque los inmigrantes del sur no hablan tan bien el inglés?

¿Qué tan hábiles son los norteamericanos para aprender de otras culturas? Si ellos emigraran a países de habla no-inglesa, ¿se sentirían bien si fueran infravalorados por sus pobres habilidades lingüísticas?

Claro, ¿quién interpreta, desapasionadamente, las estadísticas? ¿El señor Kelly habla así porque está prejuiciado? ¿O asume que sus declaraciones son irrefutables?

¿Qué dirían los alemanes (¡pongo este ejemplo, porque siendo el inglés una lengua germánica les es más cercana, ya que no veo a un norteamericano hablando a la perfección un idioma romance o eslavo!) si evaluaran las destrezas de los residentes estadounidenses en Alemania?

Verídico; hay latinoamericanos a quienes les cuesta mucho aprender inglés. Pero ello no los hace menos educados. Tienen una desventaja comunicacional. Tampoco, por el hecho de hacer labores manuales, tienen menos valor. ¿Qué tipo de trabajo haría un norteamericano medio si se fuera a China o Alemania, con las sabidas competencias lingüísticas que ellos tienen? ¿Dónde quedarían en la escala social? ¿Cuánta facilidad tienen los norteamericanos promedio para aprender idiomas?

Claro, argumentan dos cosas: 1) en Estados Unidos se habla inglés y los que lleguen deben aprender la lengua del país (¡Validísimo!); 2) los norteamericanos no tienen por qué aprender otro idioma; el inglés es universal (¡Prepotencia!)

Tales expresiones viniendo de un funcionario republicano―no son sorprendentes. Esta casta política estadounidense en el poder nunca ha dado muestras de moderación, recato o discreción en su discurso. Esas declaraciones son ofensivas.

En mi opinión, constituye un insulto cultural, que espero los gobiernos latinoamericanos sepan responder con dignidad, entereza y exigiendo respeto.

Uno no trata de esta manera a los vecinos. Pero, bueno, si estos señores siguen así: ¿cuántos amigos perderá ese Gobierno?

Obviamente, también hay un miedo subyacente. En Washington perciben que los que hablan otros idiomas aumentan, numéricamente. Por eso, los republicanos se empequeñecen sin asumir el reto: conocer otras culturas. Es una fobia etno-céntrica. ¿Impotencia o debilidad?

Hay casi 50 millones de ciudadanos norteamericanos e indocumentados residentes―que hablan español solamente o ambas lenguas: español e inglés. Es la minoría creciente, pujante, apabullante que tiene también muchos valores  universales. No hay culturas superiores; simplemente hay muchas culturas.

En este contexto, si bien todos los pueblos en mayor o menor medida estamos anuentes a aceptar cambios que nos llegan con la globalización, ¿por qué los estadounidenses precursores de la idea de la globalización―son reacios a abrirse a otras culturas?

El señor John Kelly trató de suavizar sus declaraciones diciendo que estas personas no tienen “destrezas” (otro prejuicio, pues él no conoce a todos los inmigrantes). ¿Cómo puede él definir qué es ser diestro o no? Y que “no son malas personas”.

Obviamente que a nivel gubernamental, los políticos republicanos no parecen dispuestos a aceptar cambios culturales. A lo más que llegan es a adoptar algunas mejicanadas: comer nachos, burritos, quesadillas o a beber “Corona”, ―palabras advenedizas en sus hogares. Y a eso, ellos le llaman “culturizarse”. Lo siento. Eso no es así.

Pero siguen sin encontrar razones válidas. Pero, un día deberán comprender y aceptar que el bilingüismo también es un hecho estadístico creciente, que ya no pueden ocultar.

Así, los temores subyacentes, las debilidades culturales o la cerrazón hacia otros, siguen siendo flancos frágiles en una sociedad que siempre se autocalifica de moderna y abierta.

Fuente: https://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/464131-educados/

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Pobreza, conflictos y exclusión amenazan a la mitad de los niños en el mundo, según informe

Alemania/02 de Junio de 2018/El Comercio

Más de la mitad de niños en todo el mundo ve su infancia perjudicada por algún tipo de amenaza como la guerra, la pobreza extrema o la discriminación de las niñas, según un informe presentado hoy, 30 de mayo del 2018, por la organización humanitaria internacional Save the Children.

La infancia de más de 1 200 millones de niños y niñas de todo el mundo está en juego, se advierte en el informe ‘Los rostros de la exclusión’, en el que se destaca que los menores de África Central y Occidental son los que más expuestos están.

«El matrimonio infantil, el trabajo infantil y la falta de alimentación son sólo algunas de las alarmantes situaciones que roban la infancia a los niños», dijo la gerente de Save The Children en Alemania, Susanna Krüger.

En la mayoría de países de América Latina y en el Caribe la situación de los menores registra una mejoría.

Los avances para impedir el trabajo infantil en Perú o el Salvador mejoró la calificación de estas naciones.

En Panamá y Venezuela, sin embargo, la situación empeoró. En el caso de Panamá debido a que menos niños han sido escolarizados en comparación con años anteriores, situación que también se observa en Venezuela, donde además aumentó la mortalidad infantil.

En el estudio, que se llevó a cabo en 175 países, se señala que en total la situación ha mejorado en términos generales en 95 países, mientras en una cuarentena ha empeorado considerablemente. Níger sigue siendo el que está en la cola de la lista. Mali, la República Central Africana y Chad le siguen de cerca.

De entre los países iberoamericanos, solo dos figuran entre los 15 primeros: Portugal en el lo más alto (puesto 11), seguido de España (en el 14), Chile (en el 58), Argentina (en el 73), Brasil y México (en el 93), Perú (en el 95).

El índice se elabora tras comparar indicadores como la falta de alimentos, el acceso a la educación, la alimentación, problemas de salud y violencia extrema.

Save the Children exige a todos los gobiernos que permitan a todo menor comenzar su vida de forma óptima. «Las naciones tienen que actuar para que se puedan cumplir los acuerdos de sostenibilidad de la ONU y ofrecer a todos los niños sin excepción un futuro», dijo Krüger.
 

Fuente: http://www.elcomercio.com/actualidad/infancia-amenazados-ninos-mundo-informe.html

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No solo las guerras hacen de África un foco de pobreza

África/26 de Mayo de 2018/Europa Press

Los conflictos, la alta deuda del colonialismo, la debilidad institucional casi crónica y la corrupción «omnipresente», son algunas causas de la pobreza en África, según apuntaba el subsecretario general de la ONU y administrador adjunto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Magdy Martínez-Solimán, tras publicarse los datos correspondientes al Índice del Desarrollo Humano 2016. Este viernes 25 de mayo se celebra el Día de África.

Pero no sólo las guerras son las que hacen de África un foco de pobreza. Según indicó el experto a Europa Press, otros factores determinantes son: la debilidad del sistema educativo y de salud, la dependencia energética, la economía rural de subsistencia y sin apenas exportaciones o la mala gobernabilidad. Además, apuntaba que son países que nacen con muy poco y recordaba también que la «deuda» del periodo colonial es «muy alta».

La pobreza extrema se ha desplazado a lo largo de la última década desde la costa atlántica africana (Guinea Bissau, Burkina Faso y Sierra Leona) a la ribera del Lago Chad y el centro del continente (República Centroafricana, Níger y Chad), según se desprende de los datos correspondientes al Índice del Desarrollo Humano 2016, en comparación con el IDH de 2007-2008.
Hace una década, Sierra Leona era el país menos desarrollado del mundo, seguida por Burkina Faso, Guinea-Bissau, Níger, Mali, Mozambique, República Centroafricana, Chad, Etiopía y República Democrática del Congo. Diez años después, la instantánea de los diez países a la cola del desarrollo no se mueve de África pero se desplaza al interior, en concreto, hacia República Centroafricana –el último país en grado de desarrollo humano del mundo–, Níger y Chad.  A estos les siguen Burkina Faso, Burundi, Guinea, Sudán del Sur, Mozambique, Sierra Leona y Eritrea.

Tal y como constató Martínez-Solimán, se ha producido un desplazamiento de la pobreza en la última década hacia el centro de África, hacia la zona ribereña del Lago Chad y lo atribuye al movimiento de los «epicentros de conflictos».

Según precisó este experto, si se observa la lista de los países con menos desarrollo del planeta, en ella se encuentran aquellos que han sufrido un conflicto «de manera muy prolongada», como República Centroafricana, Níger, Burundi, Guinea, Sudán del Sur o Sierra Leona. «Las guerras generan una sangría de desarrollo humano», puntualizó.

RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

Para Martínez-Solimán, la responsabilidad de tal pobreza es «compartida» entre los propios países africanos y el primer mundo; de las élites locales que a veces han esquilmado las riquezas del país y de los gobiernos que han hecho «la vista gorda» cuando sus multinacionales exprimían el limón sin preocuparse de un buen comportamiento.

Por el contrario, otros países que hace diez años se encontraban a la cola del desarrollo han subido posiciones. Es el caso de Guinea Bissau, con una mejora que Martínez-Solimán achacaba a una cierta estabilización y al incremento de los ingresos gracias a actividades económicas o licencias pesqueras.

La responsable del Programa de Desarrollo Sostenible de la ONG Alianza por la Solidaridad, Almudena Moreno, que viajó a Guinea Bissau durante los últimos diez años, contó a Europa Press que esta subida en el ranking no es tan visible en las zonas rurales en las que ellos trabajan –Gabú y Bafatá– donde la desigualdad «sigue siendo grande», especialmente para las mujeres.

 Algunos ejemplos concretos de esta pobreza en las zonas rurales son la falta de suministro eléctrico o un servicio de salud al que solo pueden acceder los más privilegiados. A esto se suman los efectos del cambio climático que tan pronto provoca una sequía como lluvias erráticas muy abundantes que afectan a los cultivos.

En todo caso, Moreno apreciaba algunas diferencias a mejor entre la fotografía del Guinea Bissau que ella conoce de hace diez años y el de ahora, gracias al trabajo de las ONG y de la sociedad civil: tierras recuperadas frente a las baldías de hace una década; mujeres en primera línea defendiendo sus intereses frente a las que se quedaban calladas detrás de los hombres; y huertas ordenadas que producen todo el año frente a las abandonadas de entonces.

DE LOS OBJETIVOS DEL MILENIO A LOS DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

Para combatir esta pobreza en sus múltiples dimensiones, al inicio del nuevo milenio, los líderes mundiales se reunieron en las Naciones Unidas con el objetivo de idear una estrategia, lo que se tradujo en los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que se lanzaron en 2000 y que expiraban en 2015.

Los máximos dirigentes a nivel mundial pusieron el foco en ocho puntos a abordar en el curso de 15 años, entre los que se encontraban: Erradicar la pobreza extrema y el hambre; Lograr la enseñanza primaria universal; Promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer; o Reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años.

Niños en Benín

«Los ODM ayudaron a que más de 1.000 millones de personas escaparan de la pobreza extrema, a combatir el hambre, a facilitar que más niñas asistieran a la escuela que nunca antes, y a proteger nuestro planeta», defendía el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en el informe sobre el grado de cumplimiento de los ODM de 2015, donde añadía que, a pesar de los «notables» logros, era «profundamente consciente» de que las desigualdades persistían.
No solo las guerras hacen de África un foco de pobreza

Ante este clima, el 25 de septiembre de 2015, más de 150 líderes mundiales se dieron cita en Nueva York (Estados Unidos) en la Cumbre de Desarrollo Sostenible durante la que adoptaron una nueva agenda en esta materia con la vista puesta en 2030, y donde se aprobaron los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que tomaron el relevo a los ODM y que, a diferencia de estos, fueron el resultado de un proceso de negociación en el que han participado los 193 Estados miembros de la ONU, la sociedad civil y otras partes interesadas.

PONER FIN AL HAMBRE Y GARANTIZAR LA EDUCACIÓN

En concreto, se enumeraron un total de 17 ODS, entre los que se encuentran: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo; Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible; Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad; y lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres.
No solo las guerras hacen de África un foco de pobreza

También se proponen: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible; Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos; Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos; Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos; y Luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de la diversidad biológica, entre otros.

Según se recoge en el documento final aprobado en el marco de la cumbre de las Naciones Unidas para la aprobación de la agenda para el desarrollo después de 2015, la próxima reunión del foro político de alto nivel, organizada bajo los auspicios de la Asamblea General, tendrá lugar en 2019.

El economista Jeffrey Sachs, director de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible, aseguró en marzo de 2017 a su paso por España que «el desarrollo sostenible es el camino a seguir» y que todas las naciones necesitan «una economía inteligente, justa y sostenible». Si bien, alertó de que no es fácil avanzar con políticas e ideales «intolerantes» como los del presidente de EEUU, Donald Trump.

En todo caso, se mostró «optimista» sobre la consecución de los ODS para 2030 y puso de relieve los avances conseguidos en los últimos años en los que «la pobreza extrema ha disminuido desde el 37% en 1990 a un 9,6% en 2015» y se han conseguido mejoras «con respecto al índice de mortalidad y el control de las enfermedades».

Fuente: http://www.europapress.es/epsocial/derechos-humanos/noticia-no-solo-guerras-son-hacen-africa-foco-pobreza-20180524182105.html

 

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Esposas de los dioses: las niñas esclavizadas por los pecados de su familia

Por: BBC Mundo

Miles de niñas y mujeres en África occidental han perdido su libertad por una práctica que ha perdurado a través de los siglos conocida como trokosi.

«Cuando tenía 7 años, me trajeron a Ghana y me forzaron a ser parte de un sistema del que no sabía nada», cuenta Brigitte Sossou Perenyi.

«Me secuestraron y me mantuvieron como una esclava en un santuario religioso».

«Este sistema me robó mi infancia», reflexiona la joven 20 años después de haber sido liberada.

Brigitte había sido entregada para «pagar» por el delito de adulterio que había cometido su tío y se suponía que pasaría toda su vida allí.

Ni siquiera sabía por qué la habían sacado de su hogar y de su país.

«Me dijeron que me tenía que ir de la casa y vivir con mi tío».

«Me subieron en la parte de atrás de una motocicleta, cuyo conductor ni siquiera conocía».

«Pensé que el viento fuerte era lo que hacía que me salieran las lágrimas, pero creo que realmente estaba llorando porque me estaban apartando de mi familia».

«Me dejaron en un lugar en el que nunca antes había estado. Ni siquiera entendía el idioma».

Desde las 5 de la mañana

A Brigitte la despojaron de su ropa y la envolvieron en un paño morado, dejando sus hombros y brazos descubiertos.

Tenía que poner sobre mi cabeza baldes pesados de agua»

Brigitte Sossou Perenyi

«Incluso me quitaron mi nombre», evoca.

La niña había sido llevada a una especie de santuario, que era dirigido por un sacerdote y en donde se adoraban deidades.

Le pusieron la etiqueta de trokosi o «esposa de los dioses», es decir, alguien que pagaba por un crimen cometido por un familiar.

Cada mañana se tenía que levantar a las 5 de la mañana para buscar agua.

«Tenía que poner sobre mi cabeza baldes pesados de agua. Era un trabajo físico duro para una niña», recuerda.

También la hacían trabajar en la granja durante jornadas largas.

«No me dejaban jugar ni ir a la escuela. Estaba en un aislamiento absoluto», señala.

La adopción

En 1997, un equipo de periodista del programa estadounidense 60 Minutes de la cadena CBS filmó las condiciones en las que se encontraba Brigitte.

«Recuerdo haber sentido una gama de emociones diferentes», recuerda de ese día.

«¿Extrañas a tus padres?» le preguntó la periodista.

«Sí», dijo.

Cuando vuelve a ver la filmación, la joven habla de sentimientos de abandono, rechazo, aislamiento, dolor.

Lo que Brigitte nunca imaginó es lo que la transmisión de ese reportaje provocaría.

Con la ayuda de la organización de caridad International Needs, Kenneth Perenyi, un ciudadano estadounidense, decidió viajar a Ghana para ayudar a que la niña fuese puesta en libertad.

Y lo logró. Además se convertiría en su padre adoptivo.

«Me llevó a Estados Unidos donde pasé los siguientes 13 años».

Después de un año, Brigitte pudo salir del santuario, donde -dice- su «vida no era vida».

En busca de su familia

Pero pese a conseguir su libertad, sentía «un enorme vacío que nunca podía ser llenado».

«Aun pensaba en mi familia en Togo, mi familia de nacimiento. Estaba en mi corazón, en mi mente. Nunca dejé de pensar en ellos».

Crecer sin su madre fue devastador. «Lo que me hacía continuar (en el santuario) eran unos pocos recuerdos bonitos de mi infancia».

Brigitte era la segunda de cuatro hermanos y cuando era niña se sentía cercana a su padre.

Junto a su padre adoptivo, decidió regresar y buscar a su familia biológica.

La organización de caridad la ayudó a llegar a su pueblo, ubicado en una zona muy apartada, y allí los encontró.

«No sabían que iría. Ni siquiera sabía si los encontraría con vida».

En un emotivo encuentro, Brigitte abrazó a su madre, quien no podía contener el llanto.

«No había visto a mi madre desde que tenía siete años. Conocí a un hermano menor que no sabía que existía».

«Ese día fue como un sueño».

¿Por qué?

Brigitte visitó en varias oportunidades su pueblo, pero «nunca tuvo el coraje» de preguntar por qué la habían entregado, algo que la había intrigado toda su vida.

«Todo lo que sabía es que uno de mis tíos me mandó a buscar».

20 años después de ser liberada, se sintió preparada para preguntárselo a su padre.

Lo hizo con ayuda de un traductor porque ella olvidó su idioma materno.

«Tu tío dijo que te necesitaba para hacer las tareas de la casa», respondió.

Su tío vivía en Lome, la capital, a donde su padre fue a buscarla, pero no la encontró.

«Deambulé por las calles sin parar y no te encontré. Volví a casa muy frustrado», le dijo.

En busca de pistas, su padre fue a un adivino. «Me dijo que estabas viva, pero que no podía revelar dónde te encontrabas», recordó.

Cuando Brigitte le preguntó si sabía a dónde la había llevado su tío, dijo que no.

«No quiero culpar a nadie. No es ni mi culpa ni la de tu madre. Seguir con esta conversación solo traerá conflicto. Sea lo que haya sucedido, ya pasó. Estoy feliz de que estés de vuelta en casa. Pero si quieres culpar a alguien, cúlpame a mí».

La mentira

Brigitte no quiere culpar a nadie, sólo entender lo que le pasó.

Y descubrió que a sus padres les mintieron.

«Pensaron que me habían mandado a vivir con mi tío, quien me ayudaría a tener una educación», indica la joven.

«No escogieron mandarme a un santuario», dice.

«Y eso fue un gran alivio», señala.

Para complacer a los dioses

El trokosi todavía es una práctica de comunidades rurales de Ghana, Togo y Benín

Las enfermedades en la comunidad revelan que alguien ha pecado»

Anciano de la comunidad Ewe

En Ghana, Briggitte conoció a los líderes ancianos de la comunidad Ewe.

Para celebrar su llegada, elevaron unas plegaras y regaron libaciones en honor a sus dioses.

«La gente trae vacas, cabras u ovejas para que las matemos. Entre más grande es la promesa, más exitoso serás», le dice uno de los ancianos.

Pero ellos también creen que si alguien ofende a los dioses, eso traerá desgracias.

«Las enfermedades en la comunidad revelan que alguien ha pecado. Pero después de que hacemos nuestros sacrificios, las desagracias se detienen», dice otro de los ancianos.

Cuando Briggitte les pregunta si ha habido sacrificios humanos, responden: «Depende, algunos dioses piden humanos como sacrificio, no para matarlos, sino para aislarlos».

Esa es la definición de trokosi: cuando te destierran de la comunidad para pagar por los delitos de tu familia.

Servidumbre sexual

«Este miedo a ser castigados por los dioses me hace entender por qué la práctica de trokosi ha podido sobrevivir más de 300 años», señala Briggitte.

El doctor Robert Ame y el reverendo Walter Pimpong, de la Universidad de Ghana, han estudiado esta práctica y han denunciado los abusos que se han cometido en los santuarios.

«Para que la practica fuese consumada, había la necesidad de que el sacerdote tradicional durmiera con la niña virgen que llegaba», explica Pimpong.

La servidumbre sexual era común y muchas mujeres dan a luz los hijos de los sacerdotes.

«Fui liberada antes de la pubertad. Por eso no tuve que pasar por eso», dice Briggitte.

Algo que siempre le ha intrigado es cómo se escogía a la persona que pagaría por el delito de la familia.

«Los Ewes creen que tienen el derecho de seleccionar a cualquier miembro de una familia para servir en el santuario independientemente de si esa persona cometió un crimen o no. Por los principios colectivos, ellos creen que están haciendo lo correcto», indica Ame.

5.000 mujeres

Cuando Briggitte pudo salir del santuario en 1997, alrededor de 5.000 niñas y mujeres eran trokosi en Ghana.

Miles de ellas fueron liberadas cuando la práctica se declaró ilegal en 1998.

Pero ningún sacerdote ha sido procesado.

Y la práctica sigue ejerciéndose y a diferencia de Briggitte, no todas las víctimas han tenido una segunda oportunidad.

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/bbc-mundo/esposas-los-dioses-las-ninas-esclavizadas-por-los-pecados-familia_235784

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Argentina: Escuelas albergues, cómo es la educación en lugares inhóspitos

Argentina/19 de Mayo de 2018/El Sol

En Mendoza existen unos 60 establecimientos que brindan un hogar a chicos de bajos recursos o que por la distancia no pueden regresar a sus casas. El internado, la vocación docente y el modelo pedagógico.

Las escuelas albergues cumplen un rol fundamental en las zonas rurales. En Mendoza existen 38 establecimientos de Nivel Primario, 6 Secundarios orientados y 17 Técnicas que aseguran educación a poblaciones inhóspitas y brindan un hogar a los niños y adolescentes de bajos recursos o que por la distancia no pueden regresar a sus casas.

Distribuidas en Lavalle, La Paz, Santa Rosa, San Rafael, Malargüe, General Alvear y San Carlos. Cada institución se adapta a la realidad de su comunidad, implementando modelos pedagógicos alternativos para atender sus particularidades.

Vivir en el internado

En este sentido, cada una adopta un régimen especial de internado. El tiempo más reducido que están los chicos es de lunes a viernes y los fines de semana con su familia. Aunque el sistema que se da con mayor frecuencia esde 9 por 5 y de 17 por 13 en el Sur, dado el clima de la zona.

«Las escuelas se van adaptando al contexto, a la realidad de la gente, de los puesteros… «, señaló la coordinadora de la Modalidad Rural, Graciela Pérez Tanquini e indicó que no todos los niños están internos, «algunos vuelven a sus hogares» cuando viven cerca.

Por ejemplo, en La Paz, la Ruben Darío contiene alrededor de 130 chicos de distintos pueblos y también de San Luis ya que queda en la Ruta 7, en el Arco Desaguadero.

Juan Valerio Valdez es su celador y lleva 20 años trabajando en el lugar. «Los tenemos hasta el viernes a la tarde. Luego se van a sus casas. Los chicos están acostumbrados. No extrañan y si alguno llora siempre hay alguien para consolarlo».

Los padres de los alumnos son puesteros y por la distancia deben dejar a sus hijos en la escuela.

Luego del desayuno, van a clases y al mediodía almuerza. Durante la siesta tienen una hora de descanso y juego donde pueden ver televisión, películas o divertirse con juegos didácticos. A la tarde, hasta las 18, trabajan en proyectos como huertas o en áreas artísticas.

Tras esto, pasan a depender de un maestro preceptor que le hace hacer las tareas, juega con ellos hasta que pasan a ser responsabilidad del nochero que está encargado de que se higienicen, cenen y arreglen su cuarto.

Cuentan con un presupuesto especial, tanto para la comida diaria donde se amplió la partida este año y otro dinero destinado al mantenimiento del lugar: para comprar elementos de limpieza o hacer arreglos menores.

Las que están sobre la ruta tienen más acompañamiento de la sociedad y acceso a comercios para realizar las compras de su canasta básica que las que están inmersas en el campo. Se estira al máximo el presupuesto con inteligencia a la hora de adquirir los alimentos para las comidas. Los fondos influyen en el menú.

A las que se encuentran en Lavalle, por ejemplo, a comienzos de 2018 se entregaron 18 equipos para el abatimiento de arsénico que permiten cumplir con los parámetros de agua de consumo no sólo para las comunidades educativas sino para toda la población de la zona.

En tanto también se renovaron unos 450 colchones y dieron nuevos elementos de cocina que fueron distribuidos en entre ese departamento y Malargüe.

La baja matrícula y los plurigrados

Mientras que en el sector urbano, hay cerca de 400 alumnos por institución, en el ámbito rural la matrícula es muy baja, disminuye el 75 %, y puede ser de 50 o incluso de 30 chicos en Primaria. Debido a esto, la enseñanza por lo general se hace en grados agrupados (multisala y plurigrado).

Se trata de un aula en la que confluyen alumnos de diferentes grados, respetando el Nivel. Están a cargo de un único maestro, trabajan en un mismo espacio y al mismo tiempo.

«Esto se da porque no se tienen los grados completos. Pero no hay pluriaño en Secundaria porque, por el contrario, la matrícula es muy alta ya que luego de finalizada la educación Primaria estos niños confluyen en una misma escuela en el siguiente Nivel. Esto se llama agrupamiento», aclaró.

Tal es el caso de la escuela de Primaria, El Sosneado de San Rafael que queda a 140 kilómetros de la ciudad y a 75 kilómetros de Malargüe. Con una matrícula de 79 alumnos, las salas de 4 y 5 están agrupadas, al igual que 2º y 3º, 4º y 5º, y 6º y 7º. Sólo 1º está solo.

Cada salón de clases tiene unos 8 y como mucho 15 alumnos. Para abarcar todos los contenidos prioritarios, se realiza una planificación que se va graduando.

«Estamos luchando hoy por hoy, para que los docentes que llegan a estos lugares estén capacitados para trabajar de esta manera. En el aula a los niños los ponés en grupos de acuerdo a sus capacidades. Tal vez uno de segundo grado va avanzando al ritmo del de tercerlo. La maestra es la encargada de triangular, hacer la planificación e ir graduándola, motivarlos para que después no se aburran cuando al año siguiente escuchen el mismo contenido», comentó Tarquini.

Los que no quedan internos deben recorrer varios kilómetros para volver a sus casas.

Vocación docente

El aislamiento del trabajo docente es una de las principales características de la modalidad rural y en particular de las albergues. La vocación de servicio se revela con mayor fuerza que en el resto de los establecimientos.

Son maestros, psicólogos, brindan contención y cuidado a los niños, al tiempo que hacen los arreglos menores de las escuelas y el hogar.

«Es una realidad distinta tenés que ir con vocación. Te demanda horas, compromiso y dejar a tu familia», dijo la coordinadora de la Modalidad Rural.

Mario Cebadero, director de la escuela 8597 Pedro Escalabrini del Sosneado hizo referencia al sacrificio de los maestros en el Sur que permanecen 24 horas al cuidado de los pequeños.

«En la regional Sur no existe la figura del preceptor o sereno por lo que el mismo profesional queda a cargo de los chicos. Lo que buscamos es que nuestros alumnos tengan la misma oportunidad educativa que los del resto de la provincia», alertó.

Sin contar el desgaste físico y psicológico. En esa labor la parte económica no ayuda. Dependiendo de la antigüedad, pueden cobrar unos $18.000. Lo mismo que uno que cumple doble jornada en cualquier escuela. Tampoco el ítem zona del 100% marca un número significativo en la en la cuenta final.

«A veces se critican a los docentes que faltan o no cumplen con sus funciones, pero son una minoría. Deseamos que se conozca la realidad sobre el esfuerzo que hacen los maestros y cómo están los chicos donde pese a las dificultades se les brinda lo mejor», dijo.

El eje de la comunidad

En la zona es el lugar más respetado y centro de la comunidad, donde van a pedir soluciones y donde se hacen festejos y fiestas patronales. Además la posta sanitaria está cerca de ella también.

Por eso, cuando ocurrió el incendio Nº 8-699 “Por los Senderos de la Patria”, ubicada en el puesto La Josefa, en Santa Rosa , el 22 de abril pasado, activó la solidaridad de la comunidad. Trabajaron para recuperar dos grandes habitaciones del colegio para que pueda seguir albergando a los chicos de la zona.

En ese momento habían 14 alumnos, de entre 8 y 16 años, y 10 adultos, entre celadores y maestros. Se quemaron unos 20 colchones, unas 8 cuchetas, computadores, frazadas, libros, muebles, entre otras cosas.

Es el motor también de acciones solidarias por lo que también ayudan a las familias y a los chicos con ropas y alimentos que reciben de donaciones.

Fuente: https://www.elsol.com.ar/escuelas-albergues-como-es-la-educacion-en-lugares-rurales-e-inhospitos

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México: Es necesario que toda la población ejerza de manera efectiva su derecho a la educación: CONEVAL

México/19 de Mayo de 3018/El Heraldo

En la población indígena, los niveles de educación son bajos, 50.3% de este grupo poblacional contaba como máximo con primaria completa en 2016, condición que se convierte en un obstáculo por sí mismo para acceder a mejores oportunidades laborales.

El Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018, publicado recientemente por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), destaca que la condición económica es un factor que determina diferencias en el acceso al derecho a la educación, en ese sentido, la gratuidad de la educación pública obligatoria no es suficiente, es necesario garantizar que toda la población pueda solventar los costos extras de la educación (transporte, comidas, actividades extracurriculares, entre otros) y que toda la población, particularmente la que está en situación de pobreza, tenga acceso efectivo al derecho a la educación.

De esta manera, el Informe de Evaluación 2018 señala que la carencia por rezago educativo disminuyó de 2008 a 2016, al pasar de 21.9% a 17.4% pero persisten dificultades económicas y condiciones que generan diferencias en las oportunidades de educación de la población.

Gasto público en educación

En 2016 el gasto federal en educación representó 4.3% del Producto Interno Bruto (PIB), este se concentró en la educación básica (56.4%), seguido de la educación superior (23.2%), la media superior (12.3%) y otros rubros (8.1%), incluyendo capacitación para el trabajo, la educación para adultos, la cultura y el deporte, así como los gastos de administración central. Esta inversión permitió que para el ciclo 2016-2017 la tasa neta de escolarización alcanzara 98.4% en primaria y 86.2 en secundaria.

Avances y retos en educación

A pesar de los avances en el rezago educativo, en 2016 poco más de un millón de menores de edad, que viven en hogares con ingresos por debajo de la línea de bienestar mínimo, no asistieron a la escuela.  En el mismo año se identificaron 444,275 menores indígenas con rezago educativo y 543,936 que no asistían a la escuela. En relación con los espacios educativos, en el ciclo escolar 2014-2015 más de 21% de los grupos de alumnos de 4°, 5° y 6° de primaria no contaban con mobiliario para sentarse ni materiales para escribir.

Población indígena

En lo referente a la población indígena, los niveles de educación son bajos, 50.3% de este grupo poblacional contaba como máximo con primaria completa en 2016, condición que se convierte en un obstáculo por sí mismo para acceder a mejores oportunidades laborales.

Además, se identificó que los materiales didácticos son escasos en los salones de clases de las escuelas primarias y casi inexistentes para la atención a estudiantes con alguna discapacidad o hablantes de lengua indígena

Población con discapacidad

Otro de los sectores que enfrenta obstáculos para acceder a la educación es la población con discapacidad, ya que en 2016 presentó mayores porcentajes de rezago educativo y menores de asistencia escolar para todos los niveles educativos en comparación con las personas sin discapacidad (48.8 y 9.3 por ciento, respectivamente). En este sentido, el Informe de Evaluación 2018 reconoce que existen pocos incentivos para que las personas con discapacidad asistan a la escuela, como lo son el bajo porcentaje de becas para esta población, la infraestructura que no se adapta a sus necesidades de movilidad, la poca o casi nula capacitación de adolescentes de acuerdo con los distintos tipos de discapacidad y la discriminación a la cual pueden ser sujetos.

Jóvenes

Respecto a la población joven, el Informe de Evaluación 2018 destaca que es necesario explorar si factores como el deterioro de la calidad de la educación media y superior, el desfase entre la oferta y la demanda de competencias profesionales, la falta de valoración de las competencias adquiridas o a la ausencia de empleos de buena calidad que puedan ajustarse a los altos niveles de calificación y aspiraciones de los jóvenes, pueden explicar el desempleo, el subempleo, los bajos salarios y la escasa participación de los jóvenes con mayores niveles educativos en el mercado laboral.

Además, para las mujeres en edad normativa escolar, que se encuentran en situación de embarazo y maternidad, la educación obligatoria no se ha vuelto accesible a sus circunstancias por lo que resulta necesario generar políticas que faciliten la continuidad o reinserción social de las madres adolescentes e implementar medidas especiales que ayuden a disminuir el embarazo en menores de edad.

Por último, el Informe de Evaluación 2018 resalta que el derecho a la educación conseguirá la eficacia si los estudiantes logran adquirir, con un nivel suficiente de dominio, los conocimientos y habilidades que se esperan de acuerdo con los planes, objetivos y contenidos planteados por el Sistema Educativo Nacional o por evaluaciones internacionales.

Recomendaciones

De acuerdo con esta situación, el CONEVAL hace las siguientes recomendaciones para lograr un acceso efectivo al derecho a la educación:

  • Incrementar la disponibilidad de instituciones públicas que ofrecen educación media superior en regiones con poca oferta de servicios y alta concentración de población potencial.
  • Mejorar la focalización de la población a la que se le otorgan becas, distintas de las del Programa de Inclusión Social Prospera, midiendo mejor el grado de vulnerabilidad o necesidad económica de quienes la solicitan.
  • Explorar otros mecanismos de apoyo a la inclusión educativa (educación gratuita, becas de manutención de amplia cobertura) destinados específicamente a jóvenes de bajos ingresos en educación media y superior.
  • Construir inmuebles para fines educativos con todos los servicios y con materiales duraderos para los alumnos que actualmente asisten a clases en espacios construidos con materiales precarios o con otro tipo de insuficiencias, así como proveer mobiliario suficiente y los recursos pedagógicos necesarios a todas las escuelas.
  • Garantizar que las instalaciones cuenten con mobiliario y materiales para personas con discapacidad, así como explorar alternativas para incrementar su inclusión escolar y la conclusión de sus estudios.
  • Reforzar la evaluación de los procesos educativos.

(CONEVAL)

Fuente: http://www.elheraldodesaltillo.mx/2018/05/14/es-necesario-que-toda-la-poblacion-ejerza-de-manera-efectiva-su-derecho-a-la-educacion-coneval/

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Entrevista a Gonzalo Pontón sobre La lucha por la desigualdad (I)

Entrevista a Gonzalo Pontón
Por: Salvador LópezArnal
“Había mucha luz en las casas de los ‘ilustrados’, pero las chozas y las viviendas de los pobres seguirían a oscuras durante muchos años”
Presentación: Gonzalo Pontón (Barcelona, 1944) es licenciado en Historia Moderna y Contemporánea por la UB. A los veinte años se incorporó a la editorial Ariel y ha sido fundador de las editoriales Crítica (1976) y Pasado & Presente (2011). Se calcula que a lo largo de 50 años, ha publicado más de dos mil títulos, de los cuales unos mil son libros de historia. En 2016 publicó su primer libro: La lucha por la desigualdad que sido Premio Nacional de Ensayo de 2017 otorgado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Déjeme darle mi más sincera enhorabuena por su libro, por su grandísimo libro (que incluye una cronología magistral). 776 páginas, casi 40 páginas de bibliografía comentada, innumerables notas… ¿Cuánto tiempo ha dedicado a la investigación y escritura de su libro? ¿Desde cuándo lo tenía en mente?

Entre 2009 (fecha de mi jubilación oficial) y 2011 dispuse de dos años, vamos a llamarlos sabáticos, durante los cuales trabajé intensamente, y obsesivamente, en investigar las fuentes de mi tema -la heurística-. Luego necesité cinco años más, no tan acuciantes, para redactar La lucha por ladesigualdad. Una historia del mundo occidental en el siglo XVIII.

De los más de dos mil libros que ha publicado a lo largo de 50 años de trabajo editorial, la mitad son libros de historia. ¿Por qué ese interés tan acentuado por la historia? ¿No le importan tanto la filosofía, la literatura, la biología o las ciencias formales por ejemplo? ¿No tienen tanta importancia para saber a qué atenernos en el mundo de hoy?

El lema de Crítica –su programa- al iniciar su andadura, en 1976, era: “Esta editorial, que pretende contribuir a la formación de una cultura crítica, quiere poner al alcance de todos, junto a obras clásicas todavía vigentes, lo más vivo y valioso del pensamiento contemporáneo”. Un vistazo al catálogo histórico de Crítica puede dar cuenta de si esos propósitos se han cumplido, o no. En cualquier caso, una buena parte de lo que he publicado ahí son colecciones, dirigidas por los mejores especialistas, sobre el conocimiento filosófico, político, económico, social, literario, científico y artístico. Otro tanto puedo decir de Pasado & Presente, donde he seguido publicando libros de esa misma temática, quizá aún con más intensidad, tratando de ser fiel al lema de esta editorial: “Pasado & Presente quiere ofrecer al lector las reflexiones más rigurosas sobre nuestro pasado (histórico, científico y cultural) y al mismo tiempo intervenir, con espíritu crítico y curioso, en el debate intelectual y moral del presente. Esto es, pensar el futuro”. Es cierto que en ambos textos programáticos sobrevuela la voluntad de un cierto historicismo, y es un hecho que debo haber publicado cerca de mil títulos de historia, seguramente por dos razones: primero, por mi propia formación académica y, después, por mi concepción de la historia como ciencia y como arma: para interpretar el mundo y para tratar de cambiarlo.

La lucha por la desigualdad es el título de su libro. ¿Quiénes lucharon por la desigualdad? ¿Con qué objetivos: más dinero, más riqueza, más poder político, voluntad de poder en estado puro?

Entiendo la lucha por la desigualdad en el contexto de la lucha de clases. Cuando la clase dominante ve peligrar su posición por la amenaza de las clases subalternas, utiliza todo el poder que puede conseguir para preservar sus privilegios y la injusticia de su dominio -su desigualdad-, que defenderá a muerte. Así, la aristocracia feudal contra la burguesía; la burguesía contra el proletariado.

El subtítulo del ensayo: “Una historia del mundo occidental en el siglo XVIII”. ¿Qué límites tiene ese mundo occidental al que hace referencia? ¿Por qué el siglo XVIII? ¿Qué tiene de especial ese siglo que solemos llamar el siglo de la Ilustración? ¿Por qué no los siglos de Bruno o Galileo?

La larga sombra del siglo XVIII se proyecta aún sobre el siglo XXI. En aquella época se produjo un salto cualitativo en los niveles de desigualdad europeos, un “equilibrio puntuado”, en términos evolutivos. Hasta entonces la desigualdad tenía bases esencialmente agrarias, las propias del régimen feudal, lo que la hacía permanente, pero estática. Tras la acumulación primitiva de capital que supuso un comercio cada vez más predatorio, el capitalismo inició un nuevo avatar: el manufacturero basado en el carbón y el algodón, los pilares de la Revolución industrial. A diferencia de lo que había ocurrido con el capitalismo comercial, este paso no requirió grandes inversiones, pero sí una mano de obra numerosa e indigente. La encontró en los campesinos, que los terratenientes habían desahuciado del campo, los artesanos de las ciudades, ahora proletarizados tras la destrucción de sus gremios, y en el saldo demográfico que llenaba las ciudades de miserables. La explotación de esa mano de obra cautiva, sobre todo de mujeres y niños, dentro del continente europeo, y la de los esclavos –negros y blancos— que extraían las materias primas en las colonias, fue inmisericorde, pero determinó el espectacular éxito económico de la burguesía.

Dueña del poder político y económico, la burguesía vio en el consumo de artículos y mercancías, que antes había sido exclusivo de la aristocracia feudal, la satisfacción de su éxito. Se lanzó entonces a un sistema de producción cuya única finalidad, como había establecido Adam Smith, era el consumo. Ese modelo económico desde el lado de la oferta, iniciado a finales del siglo XVIII pero que ha llegado a la exasperación en nuestros días, ha llevado a las clases subalternas a supeditar la vida a la consecución de los recursos económicos necesarios para sobrevivir en el capitalismo, a la abolición del ocio y a la renuncia a la educación y la cultura, pero también a la dilapidación, hasta entonces desconocida, de materias primas semielaboradas y a la extenuación de los recursos naturales del planeta, que es aún el modelo de sociedad en que vivimos hoy.

Con el fin de blindar su poder en el tiempo, la burguesía se dotó de referentes doctrinales que sancionaran su legitimidad sin que se alterara el orden social. Se alió entonces con los miembros más proclives del Antiguo régimen y con la intelligentsia, los “ilustrados”, para formar una elite de nuevo cuño que controlara los medios de comunicación y la opinión pública. Esta nueva elite estableció sus propios ámbitos de socialización en los que tejió una red de vínculos familiares, económicos y políticos que le permitió un acaparamiento de oportunidades y el acceso a una bolsa de valores de información privilegiada y exclusiva que impermeabilizó férreamente ante las clases subalternas. Para ello creó instituciones educativas específicas para sus miembros al tiempo que se oponía ferozmente a la alfabetización y escolarización de las clases subalternas, expulsándolas tanto de la formación no deseada como de la información privilegiada. No solo eso: acuñó un lenguaje específico -una “imagen manifiesta” (Dennett)- en contraposición a la realidad, que establecía en la conciencia colectiva una reverencia acrítica hacia las directrices de las elites que se presentaban no solo como infalibles, sino como las únicas posibles, ya que la sola alternativa era la “anarquía”.

Se consiguió, así, consolidar una desigualdad categórica: desigualdad económica, sí; pero también desigualdad intelectual: las dos mordazas del tambor con las que el capitalismo controla, todavía hoy, a la sociedad global.

El prólogo del libro lo ha escrito Josep Fontana. ¿Ha sido profesor, maestro suyo? ¿Qué papel cree usted que ha jugado el profesor Fontana en la historiografía española de estas últimas décadas?

Josep Fontana es, sin discusión, el mayor historiador español de la segunda mitad del siglo XX y de lo que llevamos del XXI. Su obra como historiador, tanto desde la cátedra como en la investigación, es de una amplitud, de una densidad y de una intensidad admirables. Desde sus trabajos sobre las bases económicas y fiscales de las sociedades del Antiguo régimen hasta sus más recientes y comprometidos libros de historia del siglo XX, pasando por sus abundantes reflexiones sobre el oficio de historiador y el papel de este en sociedades en crisis, el profesor Fontana ha conjugado el análisis histórico de sociedades pasadas con el destino de los hombres y mujeres de hoy para denunciar la explotación del hombre por el hombre y la necesidad de seguir luchando para construir un mundo mucho más justo e igualitario, es decir, más humano.

En el prólogo, el doctor Fontana comenta que usted ha construido una máquina de guerra “que desarrolla poderosamente” con el objetivo de demoler los mitos del siglo de las Luces. ¿Cuáles son los principales mitos que, en su opinión, rodean y envuelven al acaso mal llamado “siglo de las luces”?

Las “luces” es un vocablo usado desde el Renacimiento con la misma intención que en el siglo XVIII. No quiere decir nada más allá de que se opone a la pretendida oscuridad de la Edad Media (cf. Dark Ages). Pero bajo la advocación de “siglo de las Luces” se ampara la pretensión burguesa de haber abierto entonces las ventanas a la educación y al conocimiento. Es cierto, pero no es la verdad. “Para que la sociedad sea feliz, y la gente se sienta cómoda en las peores circunstancias, es necesario que existan muchas personas que, además de pobres, sean ignorantes”, escribía Bernard de Mandeville en los años veinte del siglo XVIII. Para luchar por su desigualdad, la burguesía creó instituciones educativas específicas para sus hijos y desdeñó la enseñanza de las viejas e inútiles universidades. Al mismo tiempo, se opuso ferozmente a la alfabetización y escolarización de las clases subalternas, especialmente las campesinas -un trabajo propio de las bestias de carga, según el ilustrado Forney- para que se mantuvieran en el lugar que les había asignado la divina providencia; es decir para que trabajaran sin descanso y para que no pusieran en cuestión el nuevo orden social burgués: “No hay arma más peligrosa que el conocimiento en manos del pueblo al que hay que engañar para que no rompa sus cadenas” (Philippon de la Madeleine).

Había mucha luz en las casas de los “ilustrados”, pero las chozas y las viviendas de los pobres seguirían a oscuras durante muchos años.

Abre usted su libro con una de Cervantes , Don Quijote de la Mancha, 2ª parte, capítulo XX. La copio: “¡A la barba de las habilidades de Basilio!, que tanto vales cuanto tienes, y tanto tienes cuanto vales. Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una agüela mía, que son el tener y el no tener, aunque ella al de tener se atenía”. ¿Es una ley histórica universal? ¿Es la conjetura del Manifiesto formulada siglos antes y acaso con otro lenguaje? ¿No hay otra ni puede haber otra?

¿Qué eufemismo usa la lengua inglesa para no tener que decir ‘pobres’ y ‘ricos’?: Los ‘have’ y los ‘have-not’, los que tienen y los que no tienen. Los ‘have’ cada día tienen más y los ‘have-not’ cada día menos. No es una cuestión específica del siglo XVIII. Si en 2007, al empezar la gran recesión, 500 familias disponían de la misma riqueza que la mitad más pobre de la humanidad (3.500 millones de personas), en 2015 se habían reducido a 62 y en 2018 van a ser, quizás, una decena, cuyos nombres son bien conocidos: Jeff Bezos, Bill Gates, Warren Buffett, Amancio Ortega, Mark Zuckerberg, Bernard Arnault, Carlos Slim, Larry Ellison, Larry Page e Ingvar Kamprad, que han ganado, solo en 2017, 149.000 millones de dólares.

Hoy hay más de 1.000 millones de seres humanos que viven en la pobreza extrema; otros 500 millones ganan 1,5 $ al día; mueren seis millones de niños por falta de alimentos y medicamentos cada año y otros 125 millones están sin escolarizar.

En una entrevista de finales de 2017 usted señaló que cualquier opinión sobre un período político debe situarse en el contexto histórico. De acuerdo, muy de acuerdo. Si aplicamos su razonable observación al período que ha estudiado, ¿no es acaso demasiado crítico con el siglo de la Ilustración? ¿No es demasiado exigente cuando afirma (son sus palabras de cierre) que la Ilustración no fue un movimiento original y unitario, paneuropeo, destructor del cristianismo, padre de la democracia, defensor de la igualdad y redentor de los oprimidos? ¿No hay una parte de la Ilustración que sí que fue eso?

Creo que lo que yo he hecho en mi libro (o, por lo menos, he intentado hacer) ha sido precisamente situar la Ilustración en su contexto histórico, el contexto de las Revoluciones burguesas, y probar que la cultura que prevaleció fue la cultura de las clases hegemónicas. Los burgueses del siglo XVIII obtuvieron la cobertura intelectual que necesitaban de los intelectuales de su clase, no de improbables “intelectuales” plebeyos, que no existían. Los philosophes franceses, los economistas políticos británicos, los pietistas de Prusia, los cameralistas de Austria, los jurisdiccionalistas italianos y hasta algunos de los proyectistas españoles –es decir, los “ilustrados”– defendían sin fisuras una sociedad basada en la libertad, la propiedad, la jerarquía y el orden, dictada por Dios e inmutable en el tiempo. Como escribió Diderot –el más decente de todos los “ilustrados”—: “La sociedad será feliz si la libertad y la propiedad están garantizadas […] En la democracia, incluso en la más perfecta, la igualdad entre sus miembros es una quimera […] El populacho es demasiado estúpido, demasiado miserable y está demasiado ocupado como para ilustrarse”. Y como escribió Voltaire –el más indecente de todos ellos–: “Los hombres están divididos en dos clases, una la de los ricos que mandan y, otra, la de los pobres que sirven. El género humano no puede subsistir sin que haya una infinidad de hombres útiles que no posean absolutamente nada. […] El hombre común ha de ser dirigido, no educado: no merece serlo… Nueve de cada diez ciudadanos deben seguir siendo ignorantes, porque el vulgo no merece ser ilustrado y se le debe tratar como a los monos”.

Por lo demás, permítame insistir, si la Ilustración no fue eso, ¿qué fue entonces en su opinión?

Ya lo explicó Kant en ¿Qué es la Ilustración?, en diciembre de 1783, tan desgraciadamente, y tan parcialmente, traducido al castellano. El texto completo de Kant a la pregunta del pastor Johann Friedrich Zöllner se inscribe en una defensa de la libertad de opinión pública, es decir de la Öffentlichkeit burguesa. Según Kant, los hombres deben abandonar su falta de madurez y utilizar los conocimientos que ya tienen con independencia de lo que digan otros. El famoso Sapere aude! procede de Horacio y se halla en el contexto de una pulsión pragmática y utilitaria, con una apelación a no perder tiempo. Lo que hace Kant es lanzar un reto intelectual a todos aquellos que, disponiendo como disponen de los conocimientos de la Revolución científica, y de las obras filosóficas y económicas de su tiempo, no deben ignorarlas viviendo con la placidez de un rústico, sino que deben ponerse a la tarea sin pérdida de tiempo. ¿Qué tarea? La construcción de la sociedad burguesa, prescindiendo del mundo del Antiguo régimen, porque este no iba a cambiar por sí solo. La Ilustración se erigió, así, en el intelectual orgánico de la burguesía.

Voltaire, Montesquieu, D’Holbach, Locke, incluso Diderot y Rousseau componían una suerte de «gauche divine», según sus palabras, al compartir la misma conciencia de clase hegemónica. Le s horrorizaba, también son sus palabras, “que los niños campesinos fueran a la escuela y dejaran de labrar los campos, no sabían lo que es la solidaridad, apelaban más bien a una vaporosa fraternidad universal”. ¿No podríamos decir que también ellos hicieron o contribuyeron a hacer lo que podía hacerse y que no fue poco, lo mismo que usted ha comentado al hablar de nuestros años de transición en esa entrevista a la que hacía referencia anteriormente?

Empiezo por el final: a diferencia de lo que pasó en la transición (yo prefiero llamarla ‘transacción’), los ilustrados de toda Europa no vivían bajo la amenaza cierta de un golpe militar. Su mayor amenaza era la Iglesia católica (ni siquiera eso en los países protestantes), que no era despreciable, como explico en mi libro, pero que no tenía nada que hacer si el poder burgués del estado decidía intervenir. Sostengo que los que llamamos ilustrados dieron cobertura intelectual a la clase dominante (a la que casi todos pertenecían) y eso me parece totalmente razonable. Pero es radicalmente falso que no pudieran hacer otra cosa. Algunos intelectuales del siglo XVIII como Boulanger, Maréchal o Babeuf, en Francia; John Millar o Mary Wollstonecraft, en Gran Bretaña; Bergk o Erhard, en Alemania; Radicati, en Italia, Ramón Salas, en España, etc. se arriesgaron a perder la cátedra, la libertad e, incluso, la vida para defender una sociedad más justa, más culta, menos desigual. Todos ellos aparecen en mi libro, pero no en el repertorio heredado de la Ilustración que durante más de dos siglos nos ha brindado, sospechosamente, un relato casi sin fisuras sobre sus logros y los pretendidos valores universales que nos legaron sus autores. ¡Qué coincidencia que no aparezca ninguno de los que acabo de citar!. Justamente en línea con mi afirmación de que hay que situarse en el contexto de una época para analizarla, la propaganda burguesa lo ha hecho ignorando las realidades económicas y sociales del contexto en que aquellos intelectuales escribieron sus obras, separándolos de su tiempo en una iconografía exenta e ignorando los textos, los pasajes o los párrafos que no convenían porque desmienten de forma palmaria muchos de los méritos que han atribuido a aquellos intelectuales, hijos, al fin, de su tiempo y comprometidos con él.

Permítame insistir un poco más. ¿No fueron Marx, Engels, Jenny Marx, Bakunin y tantos otros, unos ilustrados heterodoxos? A ellos sí que les importaba que los niños campesinos fueran al colegio. Francisco Fernández Buey tal vez hubiera dicho de ellos que eran “algo más que ilustrados”.

Justamente Marx et alii demuestran lo que acabo de escribir. Todos ellos eran burgueses, como Boulanger, Millar o Erhardt, pero desclasados como ellos. Y no solo no ejercían de tales, sino que se rebelaban contra su clase. El mundo que quería construir Marx no era el de la revolución burguesa, sino el de la revolución proletaria. ¿Quién si no un burgués, con la formación y la educación burguesa, podía escribir El Capital? ¿Acaso hubiera podido hacerlo Helene Demuth, tal vez Friedrich Lessner?

No, no hubieran podido. Descansemos un momento si no le importa.

De acuerdo.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=241077&titular=%93hab%EDa-mucha-luz-en-las-casas-de-los-

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