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Brasil y la insoportable desigualdad social

Autor: Thomas Milz

Brasil es uno de los países más desiguales del mundo. Mientras la clase alta vive como en Suiza, la mayoría es pobre. Expertos ven en el sistema impositivo una de las fallas estructurales del sistema.

La inequidad en la distribución de la riqueza es extrema en Brasil. Los seis brasileños más ricos poseen la misma fortuna que 100 millones de brasileños pobres. Y estos últimos casi siempre son de piel oscura, descendientes de los esclavos que fueron llevados a ese país por la fuerza desde África hace 350 años.

«El origen de esa desigualdad está en la época colonial y en la esclavitud”, señala el economista Samuel de Abreu Pessoa, de la consultora Reliance, de Sao Paulo, en entrevista con DW. «Pero ese proceso es continuo y se repite. Por eso no ayuda en nada mirar solo hacia el pasado”, añade.

En primer lugar, falla el sistema educativo, explica el experto. «Nuestra inequidad fue impulsada por la forma en que encaramos el problema de la educación en una época de gran crecimiento poblacional”, dice. Entre 1930 y 1980, la población creció vertiginosamente. «En ese momento hubo una falta de financiación en el área educativa”, dijo de Abreu Pessoa a DW. Las inversiones representaban solo un 1 por ciento del rendimiento económico. Hoy son de un 6 por ciento.

Fallas en sistema educativo

«Brasil no gasta precisamente poco en educación, pero lo hace con extrema ineficiencia”, dijo a DW, por su parte, Bernard Appy, del grupo de expertos CCiF (Centro de Cidadania Fiscal). «La calidad del sistema de educación pública es muy mala”. Según él, eso tiene consecuencias. Debido a la baja productividad de los trabajadores, los salarios son correspondientemente bajos, aclara Pessoa. El Estado no logra equilibrar eso a través de la política fiscal y el gasto social. «Lo que está haciendo aquí el Estado apenas reduce la inequidad”, subraya.

El sistema tributario contribuye masivamente a la inequidad social. Mientras un 10 por ciento de los más pobres debe entregar un 32 por ciento de sus ingresos al fisco, la carga impositiva entre el 10 por ciento de los más ricos está en un 21 por ciento. «Nuestro sistema tributario está regido principalmente por los gravámenes al consumo”, sostiene Tathiane do Santos Piscitelli, de la Fundación Getúlio Vargas, de Sao Paulo, en conversación con DW. Eso lleva indefectiblemente a la injusticia social: las familias más pobres gastan gran parte de sus ingresos en consumir bienes, por lo cual se les aplica más impuestos que a los que más dinero ganan y, proporcionalmente, gastan menos.

Los más pudientes también tienen ventajas en cuanto a impuestos a las ganancias. «El impuesto a los ingresos debería ser progresivo, pero en realidad es regresivo”, explica Piscitelli, «ya que las ganancias y los dividendos están completamente libres de impuestos para personas naturales”. Si bien el impuesto a las corporaciones está en un 34 por ciento, las empresas, a través de trucos fiscales legales, apenas pagan impuestos. «Eso es algo que hay que repensar urgentemente”, agrega la especialista.

En Brasil hay 34 millones de empleos informales, es decir, sin regular.En Brasil hay 34 millones de empleos informales, es decir, sin regular.

Pensiones de empleados públicos, «fuera de la realidad”

También habría que repensar el sistema estatal de pensiones, cuyo déficit está aumentando de manera explosiva. Responsable de eso son las jubilaciones caras en el sector público. «El sector público se atribuye unas jubilaciones que están fuera de la realidad”, afirma Pessoa. Hasta ahora, todos los intentos de reforma han chocado con la negativa de los empleados estatales. «El sector público está en manos de grupos de interés, y los funcionarios utilizan al Estado para sus fines, en lugar de que el Estado esté al servicio de los ciudadanos.”

Actualmente, un 14 por ciento del rendimiento económico va a parar a las jubilaciones. En Japón es un 10 por ciento, a pesar de que, en comparación, allí hay cuatro veces más jubilados que en Brasil. Al Estado le falta dinero para inversiones en la infraestructura, en escuelas y hospitales. «Por eso, la gente rechaza pagar impuestos”, dice. Un círculo vicioso.

La crisis económica que golpea a Brasil desde 2014 amenaza ahora, además, a los éxitos obtenidos en la lucha contra la pobreza. «Desde 2001 hasta 2014 logramos reducir la desigualdad social un poco cada año. Los ingresos del 5 por ciento más pobre crecieron con el doble de la rapidez que el promedio”, dijo el economista Marcelo Negri a DW. Los programas sociales redujeron la pobreza en un 66 por ciento en ese período. «Pero hoy en día, la inequidad está creciendo fuertemente, algo que no sucedía desde 1989. Siete millones de brasileños cayeron en la pobreza desde 2014, según Neri.

El gasto en educación se hace en Brasil de manera poco eficiente, según experto.El gasto en educación se hace en Brasil de «manera poco eficiente», según experto.

El balance de la desigualdad

El balance: 13 millones de desempleados, 34 millones de empleos informales, 27 millones de personas que no tienen ningún tipo de trabajo. Como contraparte, hay 33 millones de empleos con seguro social. «Tenemos que reducir rápidamente el número de empleos informales para que los trabajadores puedan volver a acceder a las prestaciones sociales que garantiza la ley”, dijo a DW Carlos Geraldo Langoni, expresidente del Banco Central de Brasil. «Solo con un crecimiento económico anual de un 3 a un 4 por ciento podremos pensar otra vez en hacer política social”, añadió.

Según Bernard Appy, el problema es el complejo sistema fiscal «disfuncional”, así como los recortes y exenciones fiscales para las empresas. «Eso conduce a un sistema económico totalmente distorsionado, y a problemas políticos”. Según él, así se pierde un 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Appy propone un cambio radical en la distribución de la riqueza: «Proponemos que se registre el número de identificación fiscal al hacer una compra, y que ese dato se vincule a los datos de los programas sociales. De ese modo, podríamos devolverles a los pobres una parte de lo que pagaron por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en su compra. Así pondríamos el foco en el grupo correcto”. Cuatro candidatos presidenciales –Ciro Gomes, Marina Silva, Geraldo Alckmin y Fernando Haddad- ya habrían apoyado la propuesta, asegura Bernard Appy.

Fuente: https://www.dw.com/es/brasil-y-la-insoportable-desigualdad-social/a-45258868

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Afrodescendientes y Discriminación

Redacción: Fedora Carbajal

Si bien hay evidencia de que la discriminación existe, sus mecanismos de transmisión no necesariamente se alinean con las explicaciones que provienen de la economía

La integración de la población afrodescendiente a la sociedad uruguaya se ha dado históricamente en base a desigualdades. La discriminación existe y es un problema sistémico en los países latinoamericanos. La desigualdad de oportunidades se relaciona con desigualdades no aceptables y con características que no están bajo el control de un individuo (como la etnia, el lugar de nacimiento, el sexo de una persona, etc.) y su importancia en parte se fundamenta en su alta relación con la desigualdad de ingresos cuando los individuos llegan a la vida adulta. La existencia de igualdad de oportunidades en una sociedad, solo es posible si se eliminan las desventajas existentes por la existencia de discriminación. Existe discriminación cuando ante circunstancias idénticas los miembros de un grupo minoritario son tratados de forma menos favorable respecto a aquellos de un grupo mayoritario, aún cuando comparten características similares.
Si bien hay evidencia de que la discriminación existe, los mecanismos por los cuales esta se transmite no necesariamente se alinean con las explicaciones tradicionales que provienen de la economía (la discriminación basada en preferencias y la que se fundamenta en estadística). Sin embargo, en los últimos años, trabajos desde el campo de la psicología y de la evaluación experimental han avanzado en la comprensión de cómo se construye el prejuicio.
En este sentido, uno de los estudios experimentales pioneros y que se ha difundido en diferentes países para detectar si existe discriminación en el mercado laboral consiste en repartir Currículums Vitae (CVs) ficticios para cubrir vacantes laborales en llamados que efectivamente existen en la realidad (los que son publicados en los clasificados de un periódico de referencia, por ejemplo). Para ello se envían para cada vacante de forma aleatoria un conjunto de CVs idénticos respecto al nivel educativo alcanzado y la experiencia laboral, entre otras características relevantes, y se diferencian únicamente en algún elemento distintivo de la etnia o rasgo fenotípico del individuo (por ejemplo, a través de incluir una foto diferente en cada CV o un nombre o apellido identitario de una etnia específica). Estudios en Perú y Colombia, por mencionar algunos países latinoamericanos donde se aplicó este diseño, muestran evidencia de que los afrodescendientes reciben menos llamadas para entrevistas de empleo que los no afrodescendientes. Esto muestra mecanismos de discriminación explícitos o implícitos.
En Uruguay desde que se cuenta con información sobre ascendencia racial en la principal fuente de datos para estudios relativos a condiciones socioeconómicas, la Encuesta Continua de Hogares (ECH) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se han encontrado diferencias sistemáticas en términos de las remuneraciones que perciben trabajadores afrodescendientes respecto a los de ascendencia blanca, implicando que los primeros perciben ingresos alrededor de un 25% a 35% menores. Esto en parte se explica por diferencias en ocupaciones, ramas de actividad donde se emplean y tipo de empresas o instituciones donde están ocupados y por características propias de los trabajadores como es la educación y la experiencia laboral. Sin embargo, hasta un 32% de la brecha de ingresos laborales la explicaría lo que podría estar asociado a la discriminación. Asimismo, al desagregar empleos según sean de baja o alta remuneración, se ha encontrado que la discriminación se reduce en empleos de baja calificación lo cual implica que los afrodescendientes son segregados a este tipo de ocupaciones.
Adicionalmente, los afrodescendientes presentan mayores niveles de informalidad, subempleo y concentración en tipos de ocupación con menor calificación; mayor carga de trabajo no remunerado (principalmente las mujeres afro); mayor proporción de embarazo adolescente, resultados educativos menos favorables en términos de menos años de escolaridad promedio (los jóvenes afro alcanzan alrededor de dos años menos de educación), menor acceso a los niveles educativos más altos, mayor rezago educativo y deserción; mayores tasas de pobreza monetaria y de incidencia de pobreza multidimensional, hogares con mayor proporción relativa de niños y jóvenes y con necesidades básicas insatisfechas; mayor cobertura en la salud pública y peor percepción del estado de salud en general; se concentran (a excepción de Montevideo) como se observa en la Figura 1 en departamentos del país con menor Índice de Desarrollo Departamental de CINVE (Artigas, Cerro Largo, Rivera y Tacuarembó).
Fuente: elaboración propia en base a Censo de Población y Vivienda 2011 (INE) y CINVE (2018).
Nota: el Índice de Desarrollo Territorial (IDT) se elabora en función de las dimensiones: 1) seguridad ciudadana y sistema de derecho, 2) Sociedad incluyente, preparada y sana, 3) Mercados de factores eficientes y dinámicos, 4) Infraestructura física y tecnológica.
Sin embargo, estos antecedentes no son suficientes para determinar cuáles son los mecanismos donde mayormente opera la discriminación hacia la población afrodescendiente y en qué grado efectivamente existe discriminación en el mercado laboral uruguayo. Uruguay tiene que tomar muy seriamente la tarea de generar información y evidencia fuerte que permita dirigir las políticas públicas a eliminar la desigualdad de oportunidades que sufre la población afrodescendiente y diagnosticar la magnitud de la discriminación.
Para esto es necesario una serie de medidas. En primer lugar, se deben medir mejor las características étnicas de las personas, ya que la aproximación utilizada en la actualidad a través de la autoidentificación étnica es imperfecta. Esto es clave para la discusión y evaluación de políticas públicas ya que serán utilizadas como criterio de selección e identificación en acciones afirmativas, como por ejemplo por la Ley 19.122 que establece como obligatoria la contratación de personas afrodescendientes en un 8% de los puestos de trabajo en empleos. En segundo lugar, se debe recabar información de forma representativa, sistemática y periódica, en cada uno de los sectores de actividad y el sector público, que permita tener un mejor diagnóstico y por lo tanto, ofrecer políticas focalizadas para mejorar la condición de vida de la población afro más vulnerable. Finalmente, es necesario generar evaluaciones experimentales de la existencia de discriminación que ofrecen evidencia directa contundente sobre el fenómeno en Uruguay.
Afrodescendientes y Discriminación
Fuente: https://www.elobservador.com.uy/afrodescendientes-y-discriminacion-n1265785
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Lina Gálvez: «¿Rankings de universidades? Habría que relativizarlos»

Entrevista a: Lina Gálvez

Por: Teresa López Pavón

«Cada universidad debe saber dónde tiene sus fortalezas y apostar por ellas»

«Las cuotas las ha habido siempre en los gobiernos, no sólo desde el feminismo. Pero eran cuotas calladas»

«No tiene sentido que en la misma ciudad haya posgrados muy parecidos. Hay que avanzar en más racionalidad y especialización»

«Hay que buscar maneras de incentivar a los mejores expedientes, a los excelentes»

«Las empresas han tenido mano de obra tan barata y en condiciones tan precarias, que se han desentendido de la formación»

Entre sus autores favoritos se encuentra Paul Auster, pero el libro que tiene sobre la mesa de su despacho es El estado emprendedor, de la economista italo-americana Mariana Mazzucato, profesora en la University College London (UCL). Y no es una casualidad. Además, es feminista confesa, militante y hace apostolado permanente de la causa. Catedrática de Historia Económica y experta en instituciones económicas, Lina Gálvez lleva dos meses al frente de la Consejería de Conocimiento, Investigación y Universidad y tiene entre sus competencias todo lo que atañe a la economía social y la externalización de las empresas a través de la sociedad Extenda, que ella preside.

¿Usted se reconoce como la ‘cuota feminista’ del Gobierno de Susana Díaz?
No. Aunque no tengo problema en ser cuota de nada porque es un concepto que siempre he defendido. Cuotas siempre ha habido en todos los gobiernos, aunque han sido cuotas ‘calladas’, no explícitas, y me refiero a las cuotas territoriales, por ejemplo. Pero creo que con mi nombramiento se buscaba ampliar el espectro del gobierno.
 ¿Y cómo se lleva la perspectiva de género a algo tan técnico como la externalización de las empresas?
Yo creo que es un campo muy político, no sólo técnico. Extenda es una herramienta muy valorada por el mundo empresarial. Si la usamos para dar mayores cuotas de poder a las mujeres, pues les damos visibilidad en un ámbito que se considera estratégico. Hemos incorporado al Instituto de la Mujer (IAM) a su consejo de administración.
Sin embargo, la Junta de Andalucía se ha convertido en una de las grandes generadoras de empleo precario, y esa precarización es mayoritariamente femenina. Me refiero, por ejemplo, al uso de subcontratas para prestar servicios.
Empleo no es mi ámbito de actuación, pero conozco muy bien la realidad del mercado de trabajo. La precarización del trabajo, que era específicamente de la mujer, ha llegado también a los hombres y muy especialmente a los jóvenes, que son los grandes pagadores de la crisis. Conozco bien lo que ha ocurrido en la Universidad, por ejemplo. Durante la crisis se ha tirado de figuras de contratación muy precarias porque era la única manera de seguir manteniendo los servicios mínimos. Lo importante es que eso se esté revirtiendo.
El Gobierno de Susana Díaz nombró a su antecesor, Antonio Ramírez de Arellano, que era entonces rector en la Hispalense, precisamente para que impulsara la reforma del modelo de financiación de las universidades. Se ha ido del departamento y esa reforma no se ha hecho.
De alguna manera, el Gobierno andaluz estaba pendiente de la reforma de la financiación autonómica. Con escasos recursos es muy díficil establecer un reparto de forma permanente. Pero sí creo que hay definir una regla de juego transparente que permita diseñar mejor las prioridades, establecer mecanismos de rendición de cuentas e interpretar mejor los indicadores, porque la realidad es que la Universidad de Granada y la Pablo de Olavide no tienen nada que ver entre sí. Y esa diversidad hace mucho más complejo el reparto.
Dice que entre sus prioridades está la confección de un mapa de titulaciones en función de las necesidades del mercado. ¿Y, cómo que eso no se ha hecho ya? ¿Quiere decir que seguimos en manos de los lobbies universitarios?
Depende. Evidentemente, cada grado o título de máster que se crea tiene un proceso de certificación y de aprobación obligado. Pero también hay muchas diferencias entre universidades. Por ejemplo, en la Pablo de Olavide todo el diseño del posgrado se hace de forma centralizada, no desde las facultades, y, por tanto, más alejado de esos lobbies. Ése es el modelo que me gusta y que yo impuse cuando fui vicerrectora de posgrado. Y evidentemente no gustó a esos grupos de poder que siempre hay en las universidades. Lo que queremos ahora es elaborar un estudio que se adelante un poco a las necesidades futuras.
¿La cuarta revolución industrial?
Sea tercera o cuarta, se va a producir una irrupción tecnológica muy profunda. Y creo que es el momento de repensar el mapa y de usar las sinergias en posgrados conjuntos. No tiene mucho sentido que en una misma ciudad haya posgrados que se parecen mucho. Hay que avanzar en más racionalidad y especialización.
Ustedes han puesto en marcha el programa ‘Talentia senior’ para atraer a investigadores. ¿Tiene eso que ver con que falta versatilidad en las plantillas?
Le hemos trasladado al ministro la necesidad de elaborar un estatuto del PDI (Personal Docente e Investigador). Hay que reformar la carrera del PDI, dotarla de mayor flexibilidad. En Cataluña tienen su propia carrera paralela. Se están dando pasos en diferentes vías precisamente para alcanzar esos objetivos.
¿Es el modelo catalán del ICREA el que se quiere implantar en Andalucía?
No exactamente. La Generalitat creó un organismo externo, que es el que contrata al margen de las universidades. Ese modelo ha atraído talento y ese talento a su vez ha captado muchos fondos internacionales de investigación, con lo que al final esa inversión retorna a la Universidad. Pero no todas las universidades catalanas están igual de contentas con el modelo. Nosotros queremos traer este curso a 10 investigadores de fuera, que no es poco para empezar.
Hemos conocido recientemente los resultados del ranking de Shangai. ¿Hay que trabajar por estar en esos rankings internacionales?
Lo primero es reconocer que a Granada le ha ido muy bien en Shangai y hay que estar satisfechos. Pero, en líneas generales, habría que relativizar los rankings. Por ejemplo, los resultados distan mucho si se tienen en cuenta los datos per cápita o no. La mayoría de los rankings miden un tipo determinado de investigación en revistas que se llaman ‘de impacto’ las cuales están controladas por las mismas empresas que se dedican a los rankings. Hay que poner los resultados también en relación a la inversión en investigación de los territorios, tanto la pública como la privada. Si en España estamos ligeramente por encima del 1%, en EEUU están en el 3% y en Gran Bretaña, por encima del 2%. Dicho esto, creo que cada Universidad debe saber dónde tiene sus fortalezas y apostar por ellas, porque es lo que nos garantiza resultados, aunque sin volvernos locos con los rankings.
Con la bonificación de matrículas se ha rebajado la ‘matrícula de honor’ al 5. Se prometió plantear incentivos también para los expedientes brillantes. Nada se ha hecho, sin embargo.
Efectivamente, hay que pensar en maneras de incentivar a los excelentes. Ni como alumna ni como profesora me han gustado nunca los aprobados generales ni el ‘café para todos’. Me parece muy injusto. Pero tener un buen expediente tiene sus ventajas inherentes. Por ejemplo, para hacer la carrera como investigador universiario. El otro día escuché a un señor de una empresa de captación de talentos decir que el expediente no era ya tan importante. Yo me indigné mucho y le dije: «Qué pasa, que, ahora que somos las mujeres las que tenemos mejores notas, ¿ahora ya no son importantes?».
¿Y no puede ser que el perfil académico tiene poco que ver con el perfil del trabajador que buscan las empresas?
Ése es otro mito. Además, las empresas están representadas en las universidades a través de los consejos sociales. Y, desde Bolonia, tienen voz en las evaluaciones, las acreditaciones… La formación no es responsabilidad exclusivamente de las universidades y del sistema educativo. Las empresas han tenido mano de obra tan barata y en condiciones tan precarias, que se han desentendido de la formación. Pues bien, tienen cauces en la Universidad para decir qué tipos de profesionales necesitan, así que también tienen que ponerse las pilas. Tenemos que avanzar en las FP duales, en los grados duales, en los doctorados industriales…Eso implica una inversión también de las empresas.
Con todo lo que hemos visto en los últimos años, la Junta no está para dar muchas lecciones en cuestión de formación para el empleo. Ese prestigio perdido va a tardar años en recuperarse.
Yo le hablaba más desde el ámbito de la Universidad, porque la formación para el empleo no está entre mis competencias, pero habrá que recuperar ese prestigio porque nos jugamos mucho en ello. Lo único que puedo hacer desde esta Consejería es mejorar la comunicación y las sinergias entre la empresa y la universidad, tanto en formación como en investigación.
Otro de los mantras durante la crisis ha sido que había que cambiar el modelo productivo. Como experta en instituciones económicas, ¿encuentra usted algún indicio de que efectivamente haya cambiado?
La inercia, el path dependence, es muy terca. La clave está en la innovación. Y la innovación también desde otras perspectivas, por ejemplo, la de la economía social. Hemos mejorado muchísimo en las exportaciones. Esto tiene que ver con buenos productos, buen marketing, sabiendo cómo llegar a los mercados y, en eso Extenda está haciendo una magnífica labor. Creo que es una buena herramienta de política pública. Pero también necesitamos un crecimiento endógeno. Un mercado interior fuerte, con salarios decentes y suficientes para que suba el consumo. Y para eso hay que mejorar el reparto de los beneficios, y creo que esa capacidad la tiene la economía social, que reparte la riqueza y asienta a la población en el territorio.
Como referente feminista, me gustaría confrontar con usted una reflexión casi personal. ¿No existe un riesgo real de volver a los tiempos del sexo débil, por la vía de convertir a la mujer en víctima por el hecho de serlo? Ahora le estamos pidiendo a los taxistas que nos esperen hasta que entremos en casa, a los autobuses que nos dejen bajar fuera de las paradas. A ver, usted y yo pertenecemos a la misma generación y no recuerdo que saliéramos a la calle con tanta prevención.
Pero, porque nos parecían normales comportamientos que no lo son. Como si el precio que había que pagar fuera toparnos por la calle con un exhibicionista.
Pero, entonces, habría que darle a la mujer mas herramientas para que se defienda.
Sí, claro. Entiendo perfectamente lo que me dice y es verdad que estamos transmitiendo mucha esquizofrenia. A ver, yo quiero que mi hija piense que es libre, autónoma y que tome sus propias decisiones, y a la vez le estamos diciendo «tápate», «ten cuidado que te pueden echar burundanga en la bebida». Pero eso no es nuevo, lo que pasa es que en cada época lo afrontamos de forma distinta. Y a mí me reconforta que las chicas jóvenes estén encontrando su manera de hacerle frente, aunque a lo mejor no es la mía. Claro que no estoy de acuerdo con muchas cosas que se dicen, como cuando se intenta excluir la visión del hombre. El feminismo no quiere para la mujer sólo el trozo de la tarta que le corresponde, que sí que lo queremos, ojo; yo quiero la mitad de todo. Pero, sobre todo, quiero otra manera de hornear el pastel, con otra idea del poder, otra idea del éxito, otros valores diferentes. Y en eso necesitamos a los hombres, sin duda. Todos los movimientos tienen sus propias contradicciones. Pero nadie está aquí para repartir carnés de feminista y por eso son importantes los estudios sobre el asunto. Porque se trata de una realidad muy compleja.

Fuente: http://www.elmundo.es/andalucia/2018/08/11/5b63247b468aeb6c608b4662.html

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El 61 % de los niños y adolescentes de Brasil vive en la pobreza, dice Unicef

América del sur/Brasil/16 Agosto 2018/Fuente: La vanguardia

El 61 % de los niños y adolescentes en Brasil vive en la pobreza, según un informe publicado hoy por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) que tiene en cuenta factores que van más allá de la renta.

En el estudio «Pobreza en la infancia y en la adolescencia», Unicef resalta que, al hablar de pobreza, es necesario observar el conjunto de privaciones de derechos a los que son sometidos los menores en Brasil.

En el documento se analiza la renta de los niños y adolescentes y su acceso a seis derechos: educación, información, protección contra el trabajo infantil, vivienda, agua y saneamiento básico.

Los resultados revelan que en Brasil 32 millones de niños y adolescentes (61 %) viven en la pobreza, teniendo en cuenta sus múltiples dimensiones.

Dieciocho millones de niños y adolescentes están en situación de pobreza monetaria, mientras que otros catorce millones, a pesar de alcanzar los niveles mínimos de renta, están privados de uno o más derechos, según Unicef.

La falta de saneamiento básico es uno de los principales problemas y afecta a 13,3 millones de niños y adolescentes, seguido de educación (8,8 millones), agua (7,6 millones), información (6,8 millones), vivienda (5,9 millones) y trabajo infantil (2,5 millones).

De acuerdo con Unicef, los negros sufren más que los blancos, lo que considera «reflejo de la discriminación racial y la exclusión que muchos niños y muchos adolescentes sufren en Brasil», en especial en las zonas rurales.

Por regiones, los habitantes del norte y noreste del país, las más pobres de Brasil, afrontan más dificultades que los del sur y el sureste.

Para Unicef, «comprender cada una de esas dimensiones es esencial para diseñar políticas públicas capaces de revertir la pobreza en la infancia y en la adolescencia».

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20180814/451325652832/el-61–de-los-ninos-y-adolescentes-de-brasil-vive-en-la-pobreza-dice-unicef.html

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‘Love’, el documental que da voz a las menores prostituidas en Sierra Leona: «Son niñas haciendo el trabajo de adultas»

Redacción: Europa Press

223 millones de menores son explotados sexualmente en el mundo

«Son niñas: piensan como niñas, sienten como niñas, aunque estén haciendo el trabajo de una prostituta adulta». Así describe Jorge Crisafulli, misionero salesiano y director del centro Don Bosco Fambul para la protección de Menores en Sierra Leona, la «humillante situación» a la que se enfrentan en este país «un buen número de niñas, muy jóvenes, desde los 9 años, 10, 11, 12, 13, 14….» que son obligadas a prostituirse.

‘Love’, el documental que da voz a las menores prostituidas en Sierra Leona: «Son niñas haciendo el trabajo de adultas»

Crisafulli es el narrador principal del documental ‘Love’ que Misiones Salesianasa estrena este miércoles 4 de abril, con motivo del Día Mundial contra la Protitución Infantil, que afecta a 223 millones de menores en el mundo. La cinta forma para de la campaña ‘Venderse para comer’, con la que la organización hace un llamamiento contra esta forma de «esclavitud», «uno de los grandes desafíos del siglo XXI».

El documental ‘Love’, dirigido por Raúl de la Fuente, pretende acercar la realidad que viven las menores que se ven forzadas a prostituirse en Freetown, la capital de Sierra Leona. Asimismo, muestra el trabajo que desarrollan los Salesianos para «sacar de la calle y ofrecer educación» a muchas niñas que «la única salida que ven» para sobrevivir es la prostitución.

Misiones Salesianas denuncia que la prostitución infantil «es una forma moderna de esclavitud» que en la actualidad sufren más de 150 millones de niñas y 73 millones de niños en el mundo: «La infancia tiene que ser protegida de una de las peores formas de maltrato contra los niños y niñas», señalan.

Además, hacen hincapié en las «graves secuelas» que deja «de por vida» a los menores que son explotados sexualmente, aparte de las «graves consecuencias» que tiene para su salud física y psicológica».

«PEOR QUE UN PERRO»

En este sentido, Crisafulli, tacha de «inhumano» el trato que reciben las menores. «En Sierra Leona, nacer niña significa ser tratada peor que a un perro», explica el misionero.

Por este motivo, en septiembre de 2016 nació el programa ‘Girls OS +’ destinado a menores de 9 a 17 años en situación de prostitución en este país de África. Desde Misiones Salesianas, explican que los objetivos del proyecto, entre otros, es enseñarles un oficio para que «abandonen» esa situación «tan humillante» así como «acogerlas y cuidarlas en un entorno familiar».

«La batalla contra la lacra de la explotación sexual de la infancia se gana también con la creación de un entorno de protección para los menores, de una sensibilización a la sociedad y de una prevención que tiene en la educación, en la reintegración con sus familias y en la reinserción social los ejes fundamentales», destacan los Salesianos. Según aseguran, más de 125 chicas menores de edad ya han pasado por este programa durante el año y medio que lleva en marcha.

Precisamente, en el documental ‘Love’ de Misiones Salesianas se narra la historia de Aminata, una de esas menores que gracias a la ayuda de los Salesianos «ya ha empezado una nueva vida». «Una historia triste y de soledad al vivir en la calle pero con final feliz gracias a los Salesianos, ya que tiene un futuro prometedor y ha empezado a hacerlo realidad», afirman los Salesianos.

Sierra Leona está en la cola de todos los indicadores económicos, sociales educativos y sanitarios a nivel mundial, según los misioneros, que también explican que muchas jóvenes se dedican a la prostitución porque nacieron en la calle o debido a que la epidemia de ébola las ha dejado «solas en el mundo sin ver otra salida para comer que vender su cuerpo y su dignidad». E incluso alguna lo hace para poder pagarse unos estudios, recalcan los misioneros salesianos de Don Bosco.

Asimismo, lamentan que muchas jóvenes hayan visto «destrozada su vida» y hayan «comprometido su futuro» para conseguir el equivalente a 3 euros para poder comer. Y denuncian que hay casos en los que las menores están en lugares donde «se cuelan las ratas por la noche y construido sobre una cloaca».

‘Love’, el documental que da voz a las menores prostituidas en Sierra Leona: «Son niñas haciendo el trabajo de adultas»

«La calle está llena de peligros, nos pegaban nos robaban y hasta la Policía abusaba de nosotras», dice Mariatzu, una de las chicas que forma parte del programa de los Salesianos en Freetown que agradece al centro Don Bosco Fambul su labor y ayuda.

Fuente: http://www.europapress.es/epsocial/igualdad/noticia-love-documental-da-voz-menores-prostituidas-sierra-leona-son-ninas-haciendo-trabajo-adultas-20180403145249.html

 

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Fruta fea para los niños de los suburbios de Nairobi

Redacción: Pablo L. Orosa/El País

En Kenia, cada día 75 toneladas de alimentos acaban en el basurero solo por razones estéticas. Parte de ellos se están sirviendo en los menús escolares de los barrios más desfavorecidos del país.

Faith tiene hambre. Desde que se levantó, a las cuatro y media de la madrugada, no ha probado bocado. Y ha hecho muchas cosas. Ha caminado dos horas para llegar a la escuela. Ha correteado por el descampado y ha atendido en clase. En la de matemáticas. Y en la de inglés. Faith, 12 años y unas ganas enormes por sonreír, quiere ser una buena estudiante. Pero tiene hambre. Y así no hay quien se concentre en la pizarra. Lo que le dan en la escuela de Mcedo, en los subirbios de Nairobi, la capital de Kenia, es a menudo lo único que come en el día.

“Sí, muchos días es lo único que como”, reconoce mientras espera, con su jersey raído en el pecho, a que le llegue su ración. Hoy, como casi siempre, toca githeri, una mezcla de maíz y alubias hervidas. También hay naranjas. Y a Faith le encantan las naranjas. “Mucho. Mucho”, farfulla en inglés. A su espalda, una veintena de chicos, todos menores de 14 años, aguardan en la fila su plato de githeri. A algunos, como a Morientos Avugwi, el mayor de cinco hermanos, se les escapa una de esas barrigas hinchadas con las que ironiza la desnutrición. Mientras espera por su cuenco azul, infla los carrillos. Como si así pudiese engañar al hambre. Morientos Avugwi tiene hambre.

“Estamos hartas del githeri, es todos los días lo mismo. Queremos algo más. Queremos pollo”, se escucha desde el otro lado del patio. Es una voz que en realidad son cuatro, la de Lucy, la de Cynthia, la de Violet y la de Lydia, que es la que habla por todas. Son las compañeras de clase de Faith. Ellas también tienen hambre.

Mathare, una sucesión de slums en la periferia de Nairobi, es desde hace tiempo una de esas ciudades de sombra en las que familias llegadas desde las zonas rurales tratan de conquistar un futuro. “Nosotros llegamos hace 10 años desde una aldea de Kisumu”, en la ribera del lago Victoria, a este lado de la frontera con Uganda. Lo dice Milicent, la madre de Lydia. Pensaban que en Nairobi habría más oportunidades, pero a día de hoy apenas tienen que llevarse a la boca. “El padre está intentando ganar algo de dinero, pero no siempre lo consigue”. Trabajos precarios, en la construcción o en lo que salga, que no dan para los seis miembros de la familia. En Mathare es lo que hay: hambre.

Las sonrisas en Mathare cuestan 0,016 euros

A la escuela de Mcedo acuden a diario 485 chicos de la barriada. Más de 300 comen aquí gracias al programa de menús escolares apoyado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) desde 1980. En 2009, el Gobierno de Kenia se hizo cargo del grueso del proyecto, del que se benefician 1,2 millones estudiantes, mientras el PMA se mantiene como responsable de los complementos alimentarios de las zonas más complicadas: los cuatro condados afectados por la sequía, Garissa, Mandera, Turkana y Wajir, y los barrios chabolistas de Nairobi. En total, 393.904 alumnos que reciben su ración diaria de cereales, legumbres, verduras y, desde mediados de 2016, fruta fresca.

“Los menús escolares son una red de seguridad muy efectiva: atraen y retienen a los alumnos en la escuela, contribuyen a aliviar el hambre a corto plazo y para muchos niños suponen una parte importante de su ingesta diaria de energía y nutrientes», destaca el PMA. En la práctica se trata que los alumnos de Mcedo no piensen en otra cosa que seguir estudiando. Y que cada vez obtengan mejores resultados. “Antes se enfermaban más, tenían menos fuerzas. Ahora se les ve con energía. Además, ayuda a luchar contra el abandono escolar: si no vienen al colegio, no les damos comida”, asegura Mark Okwiri, el jefe de estudios.

Al otro lado de la cocina, una estancia coloreada por el humo negro que emana de la lumbre, Milicent asiente con la cabeza. “Es verdad, los niños se sienten mejor desde que está en marcha el programa”. Ella es una de las madres voluntarias que acude cada día al centro escolar a preparar el menú para para los más de 300 alumnos. Entre ellos, dos de sus hijas.

Incorporar fruta fresca ayuda a aumentar el valor nutricional de los menús escolares, a menudo la única comida diaria de muchos chicos

Llenar de sonrisas Mathere cuesta dos chelines. 0,016 euros al cambio. Es el precio que tiene incorporar las frutas frescas al programa. En total, cada menú cuesta 11 chelines al día (0,08 euros). Una vez al trimestre, Okwiri organiza un concurso entre los proveedores locales para adquirir, con los fondos del PMA, sal, aceite, alubias y maíz. “Las verduras las compramos cada semana, también en el mercado local”, señala. Esta fórmula, de la que se sirven 88 de las 91 escuelas con 80.000 estudiantes en total adheridas a la iniciativa en los suburbios de Nairobi, sirve además de catalizador para la economía vecinal, pues son los productores locales los que venden sus cultivos a la escuela.

El problema, apuntan los técnicos de la agencia internacional, es la fluctuación de los precios y las limitaciones de muchos centros para guardar los alimentos y prepararlos cada día. No en todas las escuelas hay personas como Milicent, dispuestas a pasar la mañana cocinando para los niños del barrio.

75 toneladas de frutas tiradas a diario

En un país donde casi la mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y uno de cada cuatro niños sufre problemas de crecimiento retardado a causa de la malnutrición, cada día se rechazan 75 toneladas de frutas y verduras cultivadas para su exportación por no cumplir los estándares estéticos. Esa cantidad equivale a, por ejemplo, 600.000 tomates.

El país africano es uno de los grandes suministradores de frutas y hortalizas al mercado europeo. El 43,6% de los repollos importados por la Unión Europea proceden de Kenia. El sector hortofrutícola supone el 23% del PIB y da empleo, directa e indirectamente, a ocho millones de personas. Sin embargo, casi la mitad de los cultivos, el 44,5% según un informe de Feedback Global, son rechazados para su exportación por su aspecto: por ser demasiado grandes o pequeños, por tener manchas, imperfecciones, porque su color no es el deseado o, simplemente, porque su forma no resulta atractiva.

El programa de menús escolares es una herramienta contra la desnutrición y contra el abandono escolar

Sin embargo, “son perfectamente aptos para el consumo”. Feos pero nutritivos. Hasta ahora, continúa Dina Aburmishan, nutricionista del PMA, algunos de estos excedentes eran enviados a orfanatos o utilizados para alimentar animales, aunque la mayoría acababan inevitablemente en los vertederos.

El pasado curso, la agencia puso en marcha una iniciativa piloto bautizada como Transformers para aprovechar estos cultivos rechazados por su aspecto. Varias empresas exportadoras pusieron a disposición sus productos, que eran enviados a una empresa de catering encargada de elaborar los menús escolares para tres escuelas de Nairobi con 2.200 alumnos.

Está previsto que este verano el Gobierno keniano se haga cargo de la alimentación de las 1.095 escuelas que todavía están bajo el mandato del PMA. A Faith poco le importa quien se encargue de la comida mientras sigan trayendo naranjas. “Me gustan mucho”, insiste. El timbre de la tarde ha sonado ya y los estudiantes de Mcedo salen a la carrera. Algunos juegan al fútbol en el descampado, mientras otros se entretienen con el pilla-pilla entre pequeñas montañas de basura.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/07/04/planeta_futuro/1530715477_282442.html

 

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Fin de curso: trozos y retales

Por: Xavier Besalú

Pobreza, educabilidad, papel docente, sexismo y flexibilidad y ganas de mejora con algunos de los elementos que no debemos olvidarnos al pensar en la escuela, en la educación.

Uno. Aunque se trata de un clásico, al menos desde el Informe Coleman, no está de más recordarlo cuando lo profundo tiende a difuminarse y lo aparente se expande: “El 90% de los que nacen pobres mueren pobres, por más esfuerzo o mérito que hagan, mientras que el 90% de los que nacen ricos mueren ricos, independientemente de que hagan o no mérito para ello”. Lo ha proclamado Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía. No lo leo como una defensa del determinismo sociológico, sino como una nueva llamada de atención a un grave problema, como un poner el foco sobre lo esencial. ¿Se acuerdan ustedes de aquellos que lo basaban todo en la llamada cultura del esfuerzo? ¿De aquellos que atribuyeron el fracaso y el abandono escolar a los propios alumnos por no esforzarse como es debido? ¿Cuántas veces –desde la propia institución escolar- no hemos hecho gala de la igualdad con que tratamos a los alumnos, de la igualdad de oportunidades que se les ofrece y de que los resultados obtenidos, en consecuencia, serían estrictamente debidos a sus capacidades individuales? La pobreza en la escuela es una realidad invisible, una situación que poco a poco va revistiéndose de nuevos ropajes, de forma que el que entró pobre en muchos casos acabó saliendo suspendido o sin expectativas…

Dos. Xavier Bonal, sociólogo, reclama “más educabilidad y menos educación” si de verdad queremos mejorar los resultados escolares de los pobres, porque los factores asociados a la pobreza (capital económico, capital cultural, red de relaciones, expectativas instructivas y laborales, condiciones sanitarias y alimenticias, uso del tiempo libre, etc.) impiden en gran manera el aprovechamiento de las oportunidades educativas. Poner el acento en la educabilidad tiene como mínimo dos consecuencias. La primera: que garantizar el acceso a un puesto escolar es de todo punto de vista insuficiente. Porque, debido a la segregación sistémica que se da en muchas ciudades españolas, no todas las escuelas disponen de los recursos, contextos y ambiente adecuados. Porque la equidad debe demostrarse también en todo el recorrido escolar, desde que se entra en él hasta que se sale, y en garantizar a todos el dominio de las llamadas competencias básicas y la adquisición de los saberes indispensables para poder seguir en el sistema o para seguir aprendiendo autónomamente a lo largo de la vida. La segunda: que la política educativa no se agota, ni queda restringida, al ámbito del Ministerio de Educación, sino que compete a las políticas del gobierno en general, de manera especialmente significativa a las que dependen de los Ministerios de Igualdad; Sanidad, Consumo y Bienestar Social; Ciencia; Alimentación; Trabajo, Migraciones y Seguridad Social; Cultura y Deporte…

Tres. La escuela y los profesores cuentan. Sabemos que las desigualdades estructurales delimitan y comprimen el campo de posibilidades. Tenemos claro que la enseñanza no es un mundo aparte, sino que se inscribe en el conjunto de políticas y acciones sociales que buscan mejorar la vida de todas las personas, especialmente de las más necesitadas o vulnerables. Pero una vez conseguida la escolarización universal –logro que desgraciadamente todavía no ha llegado a todos los rincones del mundo, no lo olvidemos– los educadores adquirimos una responsabilidad ante la sociedad en su conjunto, ante cada familia en particular y ante cada alumno en singular. “No nos podemos contentar con dar de beber a quienes ya tienen sed; también hay que dar sed a quienes no quieren beber”, nos dice el pedagogo Philippe Meirieu. Ahí radica el núcleo duro del oficio de educar: en buscar, proponer, organizar, mostrar, ejemplificar… alternativas, posibilidades, situaciones, actividades, retos, problemas… que saquen a la luz el deseo de aprender, el ansia de corregir lo que sale mal, el anhelo de comprender lo que parece incomprensible, las ganas de saber, de todos y cada uno de los alumnos, especialmente de aquellos que parecen menos predispuestos o más alejados de la cultura escolar. Aunque la situación no es equivalente, puede ser útil comparar el docente con un entrenador deportivo que busca que cada jugador dé lo mejor de sí mismo y, para ello, procura conocer lo mejor posible a cada uno de sus pupilos, sus carencias y sus posibilidades, para corregir aquellas y potenciar éstas, no para calificarlas, sino para que todos aprendan y mejoren. En contrapartida, ningún jugador tiene la tentación de esconder sus debilidades y errores –como sí ocurre lógica y desgraciadamente en las aulas– sino que es el primero en ponerlas de manifiesto justamente para poder enmendarlas…

Cuatro. El sexismo, la consideración de que las mujeres son inferiores a los hombres, es una discriminación profundamente arraigada en nuestra sociedad y, por ello, muy difícil de revertir. El sexismo tiene manifestaciones dramáticas que afortunadamente la sociedad española mayoritariamente ya no excusa, ni consiente: la violencia de género en los hogares españoles, los abusos y violaciones en el espacio público… la violencia y la violación como técnica de humillación y de combate en tantas guerras y éxodos… Pero más allá de estas agresiones inadmisibles y reprobables, hay todo un mundo de creencias, de imaginarios, de actitudes, de predisposiciones, sutiles, cargadas de ambigüedad, interpretables, que responden a esa misma matriz sexista, androcéntrica, patriarcal. Una de las estudiosas más persistentes de cómo se construye esta ideología y de cómo puede repararse y combatirse desde la educación es Marina Subirats que, en uno de sus últimos artículos publicados, hace especial énfasis en la educación infantil: “El género se adquiere por transmisión desde el nacimiento, al mismo tiempo que se adquiere el idioma o el movimiento, puesto que son mensajes que están en todas partes. Entre los tres y los cuatro años los niños ya muestran desprecio por los juguetes o ropas de niña y las niñas se apartan cuando un niño quiere coger una bicicleta o un juguete”. Si tenemos evidencias más que suficientes de la importancia de la educación infantil, tanto para compensar las carencias y las distancias de las criaturas de familias pobres, como para combatir desde su misma raíz el racismo, el sexismo y la LGTBIfobia, que impregna todavía la cultura y la vida cotidiana, no se explica que los espacios educativos para los niños de 0 a 2 años no sean considerados un servicio público universal y gratuito como lo es el parvulario y se dejen al albur del mercado y de las cuotas, también los centros públicos, muchos de ellos en manos municipales. Dice también Subirats: “Cuando llegan a la adolescencia ya es demasiado tarde” y es sumamente complicado revertir la creencia de que los géneros son fruto de la naturaleza y que ésta ha establecido la superioridad del macho sobre la hembra.

Y cinco. Me gusta la gente que duda, la que está dispuesta a cambiar, a probar; la gente que tiende a ser comprensiva, a perdonar, a ser flexible; aquella que atiende a los matices, a las circunstancias, y no se aferra a los principios, a las tablas de la ley como argumento inamovible y definitivo, caiga quien caiga y tenga las consecuencias que tenga. Por eso cito al filósofo Josep Maria Terricabras, que ahora ejerce de eurodiputado: “Los valores absolutos se mueven siempre en una especie de cielo platónico, lejos de la realidad: si se afirma que aquellos valores valen para siempre y en cualquier circunstancia, es precisamente porque allí, en el paraíso, no hay vida ni circunstancias. Los valores absolutos solo valdrían para un mundo absolutamente puro, pero no para el nuestro, avezado, complejo, ambiguo, difícil”. La ética de los principios absolutos y permanentes suele ser el camino más directo a toda clase de fundamentalismos, políticos, religiosos, pedagógicos… Lo contrario no es –como algunos pretenden– ni el relativismo del todo vale, ni la inseguridad del que siempre se abstiene, ni la indiferencia del que pasa de todo, sino la actitud del que escucha al otro, del que está dispuesto a contrastar sus argumentos, del que está convencido de que la perfección total solo puede existir en algunas pruebas de gimnasia…

¡Feliz verano!

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/07/16/fin-de-curso-trozos-y-retales/

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