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Lina Gálvez: «¿Rankings de universidades? Habría que relativizarlos»

Entrevista a: Lina Gálvez

Por: Teresa López Pavón

«Cada universidad debe saber dónde tiene sus fortalezas y apostar por ellas»

«Las cuotas las ha habido siempre en los gobiernos, no sólo desde el feminismo. Pero eran cuotas calladas»

«No tiene sentido que en la misma ciudad haya posgrados muy parecidos. Hay que avanzar en más racionalidad y especialización»

«Hay que buscar maneras de incentivar a los mejores expedientes, a los excelentes»

«Las empresas han tenido mano de obra tan barata y en condiciones tan precarias, que se han desentendido de la formación»

Entre sus autores favoritos se encuentra Paul Auster, pero el libro que tiene sobre la mesa de su despacho es El estado emprendedor, de la economista italo-americana Mariana Mazzucato, profesora en la University College London (UCL). Y no es una casualidad. Además, es feminista confesa, militante y hace apostolado permanente de la causa. Catedrática de Historia Económica y experta en instituciones económicas, Lina Gálvez lleva dos meses al frente de la Consejería de Conocimiento, Investigación y Universidad y tiene entre sus competencias todo lo que atañe a la economía social y la externalización de las empresas a través de la sociedad Extenda, que ella preside.

¿Usted se reconoce como la ‘cuota feminista’ del Gobierno de Susana Díaz?
No. Aunque no tengo problema en ser cuota de nada porque es un concepto que siempre he defendido. Cuotas siempre ha habido en todos los gobiernos, aunque han sido cuotas ‘calladas’, no explícitas, y me refiero a las cuotas territoriales, por ejemplo. Pero creo que con mi nombramiento se buscaba ampliar el espectro del gobierno.
 ¿Y cómo se lleva la perspectiva de género a algo tan técnico como la externalización de las empresas?
Yo creo que es un campo muy político, no sólo técnico. Extenda es una herramienta muy valorada por el mundo empresarial. Si la usamos para dar mayores cuotas de poder a las mujeres, pues les damos visibilidad en un ámbito que se considera estratégico. Hemos incorporado al Instituto de la Mujer (IAM) a su consejo de administración.
Sin embargo, la Junta de Andalucía se ha convertido en una de las grandes generadoras de empleo precario, y esa precarización es mayoritariamente femenina. Me refiero, por ejemplo, al uso de subcontratas para prestar servicios.
Empleo no es mi ámbito de actuación, pero conozco muy bien la realidad del mercado de trabajo. La precarización del trabajo, que era específicamente de la mujer, ha llegado también a los hombres y muy especialmente a los jóvenes, que son los grandes pagadores de la crisis. Conozco bien lo que ha ocurrido en la Universidad, por ejemplo. Durante la crisis se ha tirado de figuras de contratación muy precarias porque era la única manera de seguir manteniendo los servicios mínimos. Lo importante es que eso se esté revirtiendo.
El Gobierno de Susana Díaz nombró a su antecesor, Antonio Ramírez de Arellano, que era entonces rector en la Hispalense, precisamente para que impulsara la reforma del modelo de financiación de las universidades. Se ha ido del departamento y esa reforma no se ha hecho.
De alguna manera, el Gobierno andaluz estaba pendiente de la reforma de la financiación autonómica. Con escasos recursos es muy díficil establecer un reparto de forma permanente. Pero sí creo que hay definir una regla de juego transparente que permita diseñar mejor las prioridades, establecer mecanismos de rendición de cuentas e interpretar mejor los indicadores, porque la realidad es que la Universidad de Granada y la Pablo de Olavide no tienen nada que ver entre sí. Y esa diversidad hace mucho más complejo el reparto.
Dice que entre sus prioridades está la confección de un mapa de titulaciones en función de las necesidades del mercado. ¿Y, cómo que eso no se ha hecho ya? ¿Quiere decir que seguimos en manos de los lobbies universitarios?
Depende. Evidentemente, cada grado o título de máster que se crea tiene un proceso de certificación y de aprobación obligado. Pero también hay muchas diferencias entre universidades. Por ejemplo, en la Pablo de Olavide todo el diseño del posgrado se hace de forma centralizada, no desde las facultades, y, por tanto, más alejado de esos lobbies. Ése es el modelo que me gusta y que yo impuse cuando fui vicerrectora de posgrado. Y evidentemente no gustó a esos grupos de poder que siempre hay en las universidades. Lo que queremos ahora es elaborar un estudio que se adelante un poco a las necesidades futuras.
¿La cuarta revolución industrial?
Sea tercera o cuarta, se va a producir una irrupción tecnológica muy profunda. Y creo que es el momento de repensar el mapa y de usar las sinergias en posgrados conjuntos. No tiene mucho sentido que en una misma ciudad haya posgrados que se parecen mucho. Hay que avanzar en más racionalidad y especialización.
Ustedes han puesto en marcha el programa ‘Talentia senior’ para atraer a investigadores. ¿Tiene eso que ver con que falta versatilidad en las plantillas?
Le hemos trasladado al ministro la necesidad de elaborar un estatuto del PDI (Personal Docente e Investigador). Hay que reformar la carrera del PDI, dotarla de mayor flexibilidad. En Cataluña tienen su propia carrera paralela. Se están dando pasos en diferentes vías precisamente para alcanzar esos objetivos.
¿Es el modelo catalán del ICREA el que se quiere implantar en Andalucía?
No exactamente. La Generalitat creó un organismo externo, que es el que contrata al margen de las universidades. Ese modelo ha atraído talento y ese talento a su vez ha captado muchos fondos internacionales de investigación, con lo que al final esa inversión retorna a la Universidad. Pero no todas las universidades catalanas están igual de contentas con el modelo. Nosotros queremos traer este curso a 10 investigadores de fuera, que no es poco para empezar.
Hemos conocido recientemente los resultados del ranking de Shangai. ¿Hay que trabajar por estar en esos rankings internacionales?
Lo primero es reconocer que a Granada le ha ido muy bien en Shangai y hay que estar satisfechos. Pero, en líneas generales, habría que relativizar los rankings. Por ejemplo, los resultados distan mucho si se tienen en cuenta los datos per cápita o no. La mayoría de los rankings miden un tipo determinado de investigación en revistas que se llaman ‘de impacto’ las cuales están controladas por las mismas empresas que se dedican a los rankings. Hay que poner los resultados también en relación a la inversión en investigación de los territorios, tanto la pública como la privada. Si en España estamos ligeramente por encima del 1%, en EEUU están en el 3% y en Gran Bretaña, por encima del 2%. Dicho esto, creo que cada Universidad debe saber dónde tiene sus fortalezas y apostar por ellas, porque es lo que nos garantiza resultados, aunque sin volvernos locos con los rankings.
Con la bonificación de matrículas se ha rebajado la ‘matrícula de honor’ al 5. Se prometió plantear incentivos también para los expedientes brillantes. Nada se ha hecho, sin embargo.
Efectivamente, hay que pensar en maneras de incentivar a los excelentes. Ni como alumna ni como profesora me han gustado nunca los aprobados generales ni el ‘café para todos’. Me parece muy injusto. Pero tener un buen expediente tiene sus ventajas inherentes. Por ejemplo, para hacer la carrera como investigador universiario. El otro día escuché a un señor de una empresa de captación de talentos decir que el expediente no era ya tan importante. Yo me indigné mucho y le dije: «Qué pasa, que, ahora que somos las mujeres las que tenemos mejores notas, ¿ahora ya no son importantes?».
¿Y no puede ser que el perfil académico tiene poco que ver con el perfil del trabajador que buscan las empresas?
Ése es otro mito. Además, las empresas están representadas en las universidades a través de los consejos sociales. Y, desde Bolonia, tienen voz en las evaluaciones, las acreditaciones… La formación no es responsabilidad exclusivamente de las universidades y del sistema educativo. Las empresas han tenido mano de obra tan barata y en condiciones tan precarias, que se han desentendido de la formación. Pues bien, tienen cauces en la Universidad para decir qué tipos de profesionales necesitan, así que también tienen que ponerse las pilas. Tenemos que avanzar en las FP duales, en los grados duales, en los doctorados industriales…Eso implica una inversión también de las empresas.
Con todo lo que hemos visto en los últimos años, la Junta no está para dar muchas lecciones en cuestión de formación para el empleo. Ese prestigio perdido va a tardar años en recuperarse.
Yo le hablaba más desde el ámbito de la Universidad, porque la formación para el empleo no está entre mis competencias, pero habrá que recuperar ese prestigio porque nos jugamos mucho en ello. Lo único que puedo hacer desde esta Consejería es mejorar la comunicación y las sinergias entre la empresa y la universidad, tanto en formación como en investigación.
Otro de los mantras durante la crisis ha sido que había que cambiar el modelo productivo. Como experta en instituciones económicas, ¿encuentra usted algún indicio de que efectivamente haya cambiado?
La inercia, el path dependence, es muy terca. La clave está en la innovación. Y la innovación también desde otras perspectivas, por ejemplo, la de la economía social. Hemos mejorado muchísimo en las exportaciones. Esto tiene que ver con buenos productos, buen marketing, sabiendo cómo llegar a los mercados y, en eso Extenda está haciendo una magnífica labor. Creo que es una buena herramienta de política pública. Pero también necesitamos un crecimiento endógeno. Un mercado interior fuerte, con salarios decentes y suficientes para que suba el consumo. Y para eso hay que mejorar el reparto de los beneficios, y creo que esa capacidad la tiene la economía social, que reparte la riqueza y asienta a la población en el territorio.
Como referente feminista, me gustaría confrontar con usted una reflexión casi personal. ¿No existe un riesgo real de volver a los tiempos del sexo débil, por la vía de convertir a la mujer en víctima por el hecho de serlo? Ahora le estamos pidiendo a los taxistas que nos esperen hasta que entremos en casa, a los autobuses que nos dejen bajar fuera de las paradas. A ver, usted y yo pertenecemos a la misma generación y no recuerdo que saliéramos a la calle con tanta prevención.
Pero, porque nos parecían normales comportamientos que no lo son. Como si el precio que había que pagar fuera toparnos por la calle con un exhibicionista.
Pero, entonces, habría que darle a la mujer mas herramientas para que se defienda.
Sí, claro. Entiendo perfectamente lo que me dice y es verdad que estamos transmitiendo mucha esquizofrenia. A ver, yo quiero que mi hija piense que es libre, autónoma y que tome sus propias decisiones, y a la vez le estamos diciendo «tápate», «ten cuidado que te pueden echar burundanga en la bebida». Pero eso no es nuevo, lo que pasa es que en cada época lo afrontamos de forma distinta. Y a mí me reconforta que las chicas jóvenes estén encontrando su manera de hacerle frente, aunque a lo mejor no es la mía. Claro que no estoy de acuerdo con muchas cosas que se dicen, como cuando se intenta excluir la visión del hombre. El feminismo no quiere para la mujer sólo el trozo de la tarta que le corresponde, que sí que lo queremos, ojo; yo quiero la mitad de todo. Pero, sobre todo, quiero otra manera de hornear el pastel, con otra idea del poder, otra idea del éxito, otros valores diferentes. Y en eso necesitamos a los hombres, sin duda. Todos los movimientos tienen sus propias contradicciones. Pero nadie está aquí para repartir carnés de feminista y por eso son importantes los estudios sobre el asunto. Porque se trata de una realidad muy compleja.

Fuente: http://www.elmundo.es/andalucia/2018/08/11/5b63247b468aeb6c608b4662.html

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El 61 % de los niños y adolescentes de Brasil vive en la pobreza, dice Unicef

América del sur/Brasil/16 Agosto 2018/Fuente: La vanguardia

El 61 % de los niños y adolescentes en Brasil vive en la pobreza, según un informe publicado hoy por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) que tiene en cuenta factores que van más allá de la renta.

En el estudio «Pobreza en la infancia y en la adolescencia», Unicef resalta que, al hablar de pobreza, es necesario observar el conjunto de privaciones de derechos a los que son sometidos los menores en Brasil.

En el documento se analiza la renta de los niños y adolescentes y su acceso a seis derechos: educación, información, protección contra el trabajo infantil, vivienda, agua y saneamiento básico.

Los resultados revelan que en Brasil 32 millones de niños y adolescentes (61 %) viven en la pobreza, teniendo en cuenta sus múltiples dimensiones.

Dieciocho millones de niños y adolescentes están en situación de pobreza monetaria, mientras que otros catorce millones, a pesar de alcanzar los niveles mínimos de renta, están privados de uno o más derechos, según Unicef.

La falta de saneamiento básico es uno de los principales problemas y afecta a 13,3 millones de niños y adolescentes, seguido de educación (8,8 millones), agua (7,6 millones), información (6,8 millones), vivienda (5,9 millones) y trabajo infantil (2,5 millones).

De acuerdo con Unicef, los negros sufren más que los blancos, lo que considera «reflejo de la discriminación racial y la exclusión que muchos niños y muchos adolescentes sufren en Brasil», en especial en las zonas rurales.

Por regiones, los habitantes del norte y noreste del país, las más pobres de Brasil, afrontan más dificultades que los del sur y el sureste.

Para Unicef, «comprender cada una de esas dimensiones es esencial para diseñar políticas públicas capaces de revertir la pobreza en la infancia y en la adolescencia».

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20180814/451325652832/el-61–de-los-ninos-y-adolescentes-de-brasil-vive-en-la-pobreza-dice-unicef.html

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‘Love’, el documental que da voz a las menores prostituidas en Sierra Leona: «Son niñas haciendo el trabajo de adultas»

Redacción: Europa Press

223 millones de menores son explotados sexualmente en el mundo

«Son niñas: piensan como niñas, sienten como niñas, aunque estén haciendo el trabajo de una prostituta adulta». Así describe Jorge Crisafulli, misionero salesiano y director del centro Don Bosco Fambul para la protección de Menores en Sierra Leona, la «humillante situación» a la que se enfrentan en este país «un buen número de niñas, muy jóvenes, desde los 9 años, 10, 11, 12, 13, 14….» que son obligadas a prostituirse.

‘Love’, el documental que da voz a las menores prostituidas en Sierra Leona: «Son niñas haciendo el trabajo de adultas»

Crisafulli es el narrador principal del documental ‘Love’ que Misiones Salesianasa estrena este miércoles 4 de abril, con motivo del Día Mundial contra la Protitución Infantil, que afecta a 223 millones de menores en el mundo. La cinta forma para de la campaña ‘Venderse para comer’, con la que la organización hace un llamamiento contra esta forma de «esclavitud», «uno de los grandes desafíos del siglo XXI».

El documental ‘Love’, dirigido por Raúl de la Fuente, pretende acercar la realidad que viven las menores que se ven forzadas a prostituirse en Freetown, la capital de Sierra Leona. Asimismo, muestra el trabajo que desarrollan los Salesianos para «sacar de la calle y ofrecer educación» a muchas niñas que «la única salida que ven» para sobrevivir es la prostitución.

Misiones Salesianas denuncia que la prostitución infantil «es una forma moderna de esclavitud» que en la actualidad sufren más de 150 millones de niñas y 73 millones de niños en el mundo: «La infancia tiene que ser protegida de una de las peores formas de maltrato contra los niños y niñas», señalan.

Además, hacen hincapié en las «graves secuelas» que deja «de por vida» a los menores que son explotados sexualmente, aparte de las «graves consecuencias» que tiene para su salud física y psicológica».

«PEOR QUE UN PERRO»

En este sentido, Crisafulli, tacha de «inhumano» el trato que reciben las menores. «En Sierra Leona, nacer niña significa ser tratada peor que a un perro», explica el misionero.

Por este motivo, en septiembre de 2016 nació el programa ‘Girls OS +’ destinado a menores de 9 a 17 años en situación de prostitución en este país de África. Desde Misiones Salesianas, explican que los objetivos del proyecto, entre otros, es enseñarles un oficio para que «abandonen» esa situación «tan humillante» así como «acogerlas y cuidarlas en un entorno familiar».

«La batalla contra la lacra de la explotación sexual de la infancia se gana también con la creación de un entorno de protección para los menores, de una sensibilización a la sociedad y de una prevención que tiene en la educación, en la reintegración con sus familias y en la reinserción social los ejes fundamentales», destacan los Salesianos. Según aseguran, más de 125 chicas menores de edad ya han pasado por este programa durante el año y medio que lleva en marcha.

Precisamente, en el documental ‘Love’ de Misiones Salesianas se narra la historia de Aminata, una de esas menores que gracias a la ayuda de los Salesianos «ya ha empezado una nueva vida». «Una historia triste y de soledad al vivir en la calle pero con final feliz gracias a los Salesianos, ya que tiene un futuro prometedor y ha empezado a hacerlo realidad», afirman los Salesianos.

Sierra Leona está en la cola de todos los indicadores económicos, sociales educativos y sanitarios a nivel mundial, según los misioneros, que también explican que muchas jóvenes se dedican a la prostitución porque nacieron en la calle o debido a que la epidemia de ébola las ha dejado «solas en el mundo sin ver otra salida para comer que vender su cuerpo y su dignidad». E incluso alguna lo hace para poder pagarse unos estudios, recalcan los misioneros salesianos de Don Bosco.

Asimismo, lamentan que muchas jóvenes hayan visto «destrozada su vida» y hayan «comprometido su futuro» para conseguir el equivalente a 3 euros para poder comer. Y denuncian que hay casos en los que las menores están en lugares donde «se cuelan las ratas por la noche y construido sobre una cloaca».

‘Love’, el documental que da voz a las menores prostituidas en Sierra Leona: «Son niñas haciendo el trabajo de adultas»

«La calle está llena de peligros, nos pegaban nos robaban y hasta la Policía abusaba de nosotras», dice Mariatzu, una de las chicas que forma parte del programa de los Salesianos en Freetown que agradece al centro Don Bosco Fambul su labor y ayuda.

Fuente: http://www.europapress.es/epsocial/igualdad/noticia-love-documental-da-voz-menores-prostituidas-sierra-leona-son-ninas-haciendo-trabajo-adultas-20180403145249.html

 

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Fruta fea para los niños de los suburbios de Nairobi

Redacción: Pablo L. Orosa/El País

En Kenia, cada día 75 toneladas de alimentos acaban en el basurero solo por razones estéticas. Parte de ellos se están sirviendo en los menús escolares de los barrios más desfavorecidos del país.

Faith tiene hambre. Desde que se levantó, a las cuatro y media de la madrugada, no ha probado bocado. Y ha hecho muchas cosas. Ha caminado dos horas para llegar a la escuela. Ha correteado por el descampado y ha atendido en clase. En la de matemáticas. Y en la de inglés. Faith, 12 años y unas ganas enormes por sonreír, quiere ser una buena estudiante. Pero tiene hambre. Y así no hay quien se concentre en la pizarra. Lo que le dan en la escuela de Mcedo, en los subirbios de Nairobi, la capital de Kenia, es a menudo lo único que come en el día.

“Sí, muchos días es lo único que como”, reconoce mientras espera, con su jersey raído en el pecho, a que le llegue su ración. Hoy, como casi siempre, toca githeri, una mezcla de maíz y alubias hervidas. También hay naranjas. Y a Faith le encantan las naranjas. “Mucho. Mucho”, farfulla en inglés. A su espalda, una veintena de chicos, todos menores de 14 años, aguardan en la fila su plato de githeri. A algunos, como a Morientos Avugwi, el mayor de cinco hermanos, se les escapa una de esas barrigas hinchadas con las que ironiza la desnutrición. Mientras espera por su cuenco azul, infla los carrillos. Como si así pudiese engañar al hambre. Morientos Avugwi tiene hambre.

“Estamos hartas del githeri, es todos los días lo mismo. Queremos algo más. Queremos pollo”, se escucha desde el otro lado del patio. Es una voz que en realidad son cuatro, la de Lucy, la de Cynthia, la de Violet y la de Lydia, que es la que habla por todas. Son las compañeras de clase de Faith. Ellas también tienen hambre.

Mathare, una sucesión de slums en la periferia de Nairobi, es desde hace tiempo una de esas ciudades de sombra en las que familias llegadas desde las zonas rurales tratan de conquistar un futuro. “Nosotros llegamos hace 10 años desde una aldea de Kisumu”, en la ribera del lago Victoria, a este lado de la frontera con Uganda. Lo dice Milicent, la madre de Lydia. Pensaban que en Nairobi habría más oportunidades, pero a día de hoy apenas tienen que llevarse a la boca. “El padre está intentando ganar algo de dinero, pero no siempre lo consigue”. Trabajos precarios, en la construcción o en lo que salga, que no dan para los seis miembros de la familia. En Mathare es lo que hay: hambre.

Las sonrisas en Mathare cuestan 0,016 euros

A la escuela de Mcedo acuden a diario 485 chicos de la barriada. Más de 300 comen aquí gracias al programa de menús escolares apoyado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) desde 1980. En 2009, el Gobierno de Kenia se hizo cargo del grueso del proyecto, del que se benefician 1,2 millones estudiantes, mientras el PMA se mantiene como responsable de los complementos alimentarios de las zonas más complicadas: los cuatro condados afectados por la sequía, Garissa, Mandera, Turkana y Wajir, y los barrios chabolistas de Nairobi. En total, 393.904 alumnos que reciben su ración diaria de cereales, legumbres, verduras y, desde mediados de 2016, fruta fresca.

“Los menús escolares son una red de seguridad muy efectiva: atraen y retienen a los alumnos en la escuela, contribuyen a aliviar el hambre a corto plazo y para muchos niños suponen una parte importante de su ingesta diaria de energía y nutrientes», destaca el PMA. En la práctica se trata que los alumnos de Mcedo no piensen en otra cosa que seguir estudiando. Y que cada vez obtengan mejores resultados. “Antes se enfermaban más, tenían menos fuerzas. Ahora se les ve con energía. Además, ayuda a luchar contra el abandono escolar: si no vienen al colegio, no les damos comida”, asegura Mark Okwiri, el jefe de estudios.

Al otro lado de la cocina, una estancia coloreada por el humo negro que emana de la lumbre, Milicent asiente con la cabeza. “Es verdad, los niños se sienten mejor desde que está en marcha el programa”. Ella es una de las madres voluntarias que acude cada día al centro escolar a preparar el menú para para los más de 300 alumnos. Entre ellos, dos de sus hijas.

Incorporar fruta fresca ayuda a aumentar el valor nutricional de los menús escolares, a menudo la única comida diaria de muchos chicos

Llenar de sonrisas Mathere cuesta dos chelines. 0,016 euros al cambio. Es el precio que tiene incorporar las frutas frescas al programa. En total, cada menú cuesta 11 chelines al día (0,08 euros). Una vez al trimestre, Okwiri organiza un concurso entre los proveedores locales para adquirir, con los fondos del PMA, sal, aceite, alubias y maíz. “Las verduras las compramos cada semana, también en el mercado local”, señala. Esta fórmula, de la que se sirven 88 de las 91 escuelas con 80.000 estudiantes en total adheridas a la iniciativa en los suburbios de Nairobi, sirve además de catalizador para la economía vecinal, pues son los productores locales los que venden sus cultivos a la escuela.

El problema, apuntan los técnicos de la agencia internacional, es la fluctuación de los precios y las limitaciones de muchos centros para guardar los alimentos y prepararlos cada día. No en todas las escuelas hay personas como Milicent, dispuestas a pasar la mañana cocinando para los niños del barrio.

75 toneladas de frutas tiradas a diario

En un país donde casi la mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y uno de cada cuatro niños sufre problemas de crecimiento retardado a causa de la malnutrición, cada día se rechazan 75 toneladas de frutas y verduras cultivadas para su exportación por no cumplir los estándares estéticos. Esa cantidad equivale a, por ejemplo, 600.000 tomates.

El país africano es uno de los grandes suministradores de frutas y hortalizas al mercado europeo. El 43,6% de los repollos importados por la Unión Europea proceden de Kenia. El sector hortofrutícola supone el 23% del PIB y da empleo, directa e indirectamente, a ocho millones de personas. Sin embargo, casi la mitad de los cultivos, el 44,5% según un informe de Feedback Global, son rechazados para su exportación por su aspecto: por ser demasiado grandes o pequeños, por tener manchas, imperfecciones, porque su color no es el deseado o, simplemente, porque su forma no resulta atractiva.

El programa de menús escolares es una herramienta contra la desnutrición y contra el abandono escolar

Sin embargo, “son perfectamente aptos para el consumo”. Feos pero nutritivos. Hasta ahora, continúa Dina Aburmishan, nutricionista del PMA, algunos de estos excedentes eran enviados a orfanatos o utilizados para alimentar animales, aunque la mayoría acababan inevitablemente en los vertederos.

El pasado curso, la agencia puso en marcha una iniciativa piloto bautizada como Transformers para aprovechar estos cultivos rechazados por su aspecto. Varias empresas exportadoras pusieron a disposición sus productos, que eran enviados a una empresa de catering encargada de elaborar los menús escolares para tres escuelas de Nairobi con 2.200 alumnos.

Está previsto que este verano el Gobierno keniano se haga cargo de la alimentación de las 1.095 escuelas que todavía están bajo el mandato del PMA. A Faith poco le importa quien se encargue de la comida mientras sigan trayendo naranjas. “Me gustan mucho”, insiste. El timbre de la tarde ha sonado ya y los estudiantes de Mcedo salen a la carrera. Algunos juegan al fútbol en el descampado, mientras otros se entretienen con el pilla-pilla entre pequeñas montañas de basura.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/07/04/planeta_futuro/1530715477_282442.html

 

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Fin de curso: trozos y retales

Por: Xavier Besalú

Pobreza, educabilidad, papel docente, sexismo y flexibilidad y ganas de mejora con algunos de los elementos que no debemos olvidarnos al pensar en la escuela, en la educación.

Uno. Aunque se trata de un clásico, al menos desde el Informe Coleman, no está de más recordarlo cuando lo profundo tiende a difuminarse y lo aparente se expande: “El 90% de los que nacen pobres mueren pobres, por más esfuerzo o mérito que hagan, mientras que el 90% de los que nacen ricos mueren ricos, independientemente de que hagan o no mérito para ello”. Lo ha proclamado Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía. No lo leo como una defensa del determinismo sociológico, sino como una nueva llamada de atención a un grave problema, como un poner el foco sobre lo esencial. ¿Se acuerdan ustedes de aquellos que lo basaban todo en la llamada cultura del esfuerzo? ¿De aquellos que atribuyeron el fracaso y el abandono escolar a los propios alumnos por no esforzarse como es debido? ¿Cuántas veces –desde la propia institución escolar- no hemos hecho gala de la igualdad con que tratamos a los alumnos, de la igualdad de oportunidades que se les ofrece y de que los resultados obtenidos, en consecuencia, serían estrictamente debidos a sus capacidades individuales? La pobreza en la escuela es una realidad invisible, una situación que poco a poco va revistiéndose de nuevos ropajes, de forma que el que entró pobre en muchos casos acabó saliendo suspendido o sin expectativas…

Dos. Xavier Bonal, sociólogo, reclama “más educabilidad y menos educación” si de verdad queremos mejorar los resultados escolares de los pobres, porque los factores asociados a la pobreza (capital económico, capital cultural, red de relaciones, expectativas instructivas y laborales, condiciones sanitarias y alimenticias, uso del tiempo libre, etc.) impiden en gran manera el aprovechamiento de las oportunidades educativas. Poner el acento en la educabilidad tiene como mínimo dos consecuencias. La primera: que garantizar el acceso a un puesto escolar es de todo punto de vista insuficiente. Porque, debido a la segregación sistémica que se da en muchas ciudades españolas, no todas las escuelas disponen de los recursos, contextos y ambiente adecuados. Porque la equidad debe demostrarse también en todo el recorrido escolar, desde que se entra en él hasta que se sale, y en garantizar a todos el dominio de las llamadas competencias básicas y la adquisición de los saberes indispensables para poder seguir en el sistema o para seguir aprendiendo autónomamente a lo largo de la vida. La segunda: que la política educativa no se agota, ni queda restringida, al ámbito del Ministerio de Educación, sino que compete a las políticas del gobierno en general, de manera especialmente significativa a las que dependen de los Ministerios de Igualdad; Sanidad, Consumo y Bienestar Social; Ciencia; Alimentación; Trabajo, Migraciones y Seguridad Social; Cultura y Deporte…

Tres. La escuela y los profesores cuentan. Sabemos que las desigualdades estructurales delimitan y comprimen el campo de posibilidades. Tenemos claro que la enseñanza no es un mundo aparte, sino que se inscribe en el conjunto de políticas y acciones sociales que buscan mejorar la vida de todas las personas, especialmente de las más necesitadas o vulnerables. Pero una vez conseguida la escolarización universal –logro que desgraciadamente todavía no ha llegado a todos los rincones del mundo, no lo olvidemos– los educadores adquirimos una responsabilidad ante la sociedad en su conjunto, ante cada familia en particular y ante cada alumno en singular. “No nos podemos contentar con dar de beber a quienes ya tienen sed; también hay que dar sed a quienes no quieren beber”, nos dice el pedagogo Philippe Meirieu. Ahí radica el núcleo duro del oficio de educar: en buscar, proponer, organizar, mostrar, ejemplificar… alternativas, posibilidades, situaciones, actividades, retos, problemas… que saquen a la luz el deseo de aprender, el ansia de corregir lo que sale mal, el anhelo de comprender lo que parece incomprensible, las ganas de saber, de todos y cada uno de los alumnos, especialmente de aquellos que parecen menos predispuestos o más alejados de la cultura escolar. Aunque la situación no es equivalente, puede ser útil comparar el docente con un entrenador deportivo que busca que cada jugador dé lo mejor de sí mismo y, para ello, procura conocer lo mejor posible a cada uno de sus pupilos, sus carencias y sus posibilidades, para corregir aquellas y potenciar éstas, no para calificarlas, sino para que todos aprendan y mejoren. En contrapartida, ningún jugador tiene la tentación de esconder sus debilidades y errores –como sí ocurre lógica y desgraciadamente en las aulas– sino que es el primero en ponerlas de manifiesto justamente para poder enmendarlas…

Cuatro. El sexismo, la consideración de que las mujeres son inferiores a los hombres, es una discriminación profundamente arraigada en nuestra sociedad y, por ello, muy difícil de revertir. El sexismo tiene manifestaciones dramáticas que afortunadamente la sociedad española mayoritariamente ya no excusa, ni consiente: la violencia de género en los hogares españoles, los abusos y violaciones en el espacio público… la violencia y la violación como técnica de humillación y de combate en tantas guerras y éxodos… Pero más allá de estas agresiones inadmisibles y reprobables, hay todo un mundo de creencias, de imaginarios, de actitudes, de predisposiciones, sutiles, cargadas de ambigüedad, interpretables, que responden a esa misma matriz sexista, androcéntrica, patriarcal. Una de las estudiosas más persistentes de cómo se construye esta ideología y de cómo puede repararse y combatirse desde la educación es Marina Subirats que, en uno de sus últimos artículos publicados, hace especial énfasis en la educación infantil: “El género se adquiere por transmisión desde el nacimiento, al mismo tiempo que se adquiere el idioma o el movimiento, puesto que son mensajes que están en todas partes. Entre los tres y los cuatro años los niños ya muestran desprecio por los juguetes o ropas de niña y las niñas se apartan cuando un niño quiere coger una bicicleta o un juguete”. Si tenemos evidencias más que suficientes de la importancia de la educación infantil, tanto para compensar las carencias y las distancias de las criaturas de familias pobres, como para combatir desde su misma raíz el racismo, el sexismo y la LGTBIfobia, que impregna todavía la cultura y la vida cotidiana, no se explica que los espacios educativos para los niños de 0 a 2 años no sean considerados un servicio público universal y gratuito como lo es el parvulario y se dejen al albur del mercado y de las cuotas, también los centros públicos, muchos de ellos en manos municipales. Dice también Subirats: “Cuando llegan a la adolescencia ya es demasiado tarde” y es sumamente complicado revertir la creencia de que los géneros son fruto de la naturaleza y que ésta ha establecido la superioridad del macho sobre la hembra.

Y cinco. Me gusta la gente que duda, la que está dispuesta a cambiar, a probar; la gente que tiende a ser comprensiva, a perdonar, a ser flexible; aquella que atiende a los matices, a las circunstancias, y no se aferra a los principios, a las tablas de la ley como argumento inamovible y definitivo, caiga quien caiga y tenga las consecuencias que tenga. Por eso cito al filósofo Josep Maria Terricabras, que ahora ejerce de eurodiputado: “Los valores absolutos se mueven siempre en una especie de cielo platónico, lejos de la realidad: si se afirma que aquellos valores valen para siempre y en cualquier circunstancia, es precisamente porque allí, en el paraíso, no hay vida ni circunstancias. Los valores absolutos solo valdrían para un mundo absolutamente puro, pero no para el nuestro, avezado, complejo, ambiguo, difícil”. La ética de los principios absolutos y permanentes suele ser el camino más directo a toda clase de fundamentalismos, políticos, religiosos, pedagógicos… Lo contrario no es –como algunos pretenden– ni el relativismo del todo vale, ni la inseguridad del que siempre se abstiene, ni la indiferencia del que pasa de todo, sino la actitud del que escucha al otro, del que está dispuesto a contrastar sus argumentos, del que está convencido de que la perfección total solo puede existir en algunas pruebas de gimnasia…

¡Feliz verano!

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/07/16/fin-de-curso-trozos-y-retales/

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La importancia de las distintas tonalidades del feminismo

Autor: Vicenç Navarro

Uno de los movimientos sociales que, junto con la protesta de los pensionistas, ha tenido mayor influencia en la vida política del país este año es el movimiento feminista, que está adquiriendo mayor intensidad como consecuencia, entre otros factores, de la creciente conciencia sobre el sesgo profundamente conservador y machista de sectores de la judicatura española, claramente expresado en su tolerancia hacia la violación masiva en el caso de “La Manada”, que ha indignado a la mayoría de la población española.

Aunque este movimiento ha alcanzado una visibilidad mediática y una movilización muy notoria en los pasados meses, es un movimiento de larga historia que lleva mucho tiempo luchando por intentar conseguir la igualdad entre el hombre y la mujer, exigiendo el fin de la explotación de la mujer por parte del hombre. Desde la protesta frente a la violencia machista hasta la demanda de eliminar la brecha salarial, este movimiento está hoy adquiriendo una gran extensión cubriendo una amplia gama de demandas. Es un movimiento enormemente positivo que está mejorando la sociedad, rompiendo con el conservadurismo tan extendido en este país.

Su impacto es considerable. No hay duda de que sin la marcha del 8 de Marzo hoy no habría un gobierno en España en el que la mayoría son mujeres, las cuales ocupan ministerios de gran poder y capacidad de influencia. Y es importante también resaltar que tal movimiento está influenciando a todas las sensibilidades políticas en el país, como lo demuestra que en las primarias a la presidencia del partido más conservador que existe en España, dos de las personas que tienen más posibilidades de ganar son mujeres.

Las tonalidades del movimiento feminista

El feminismo se está expandiendo y penetrando en todos los sectores de la sociedad española, adquiriendo distintas tonalidades y exigiendo diferentes propuestas dependiendo del sector y fuerza política que lo promueva. Lo cual nos lleva a hacer una observación que, aun siendo una obviedad, raramente se menciona. Y es que de la misma manera que entre los hombres hay clases sociales, las mujeres también están divididas por clases sociales. Una mujer burguesa tiene elementos en común con la mujer trabajadora derivados del hecho de que, al ser mujer, ambas están sujetas a la discriminación consecuencia del machismo existente en la sociedad. Ahora bien, tal experiencia y la manera como se expresa, así como las consecuencias que de ello se derivan y las propuestas que se realizan (incluyendo las políticas necesarias para proteger a la mujer y eliminar dicha discriminación) es probable que sean distintas. Y esta realidad es de una enorme importancia.

Las demandas de políticas públicas feministas dependen de quién las haga

Pude ver esta realidad en los años ochenta en EEUU, cuando tuve el gran honor de asesorar al dirigente del movimiento de izquierdas estadounidense –The Rainbow Coalition- Jesse Jackson senior, y también de ser elegido para la dirección de tal movimiento, que incluye los mayores movimientos sociales en aquel país, desde los sindicatos y el movimiento de derechos civiles –The Civil Rights Movement- hasta el mayor movimiento feminista de EEUU, NOW. Pude entonces ver que las peticiones realizadas por la dirección de este movimiento –mujeres de clase media profesional-, muy necesarias, eran medidas muy relevantes para mujeres de clase media/media-alta pero no tan relevantes para mujeres de raza negra pertenecientes al sector de clase trabajadora no cualificada, de renta muy baja. Las leyes del divorcio, para prevenir el cambio sustancial del nivel de renta de un ama de casa (pasando de clase media y media alta de renta alta a pobreza, cuando se divorcia), son de una enorme importancia. Pero para la mujer cuyo esposo está en paro, con un nivel de renta bajísimo, viviendo en gran pobreza, la pensión que el marido tiene que pagar a la mujer en un divorcio tiene un impacto mucho menor y es de menor relevancia para impedir la pobreza en la que la mujer está ya sumergida.

Este comportamiento diferenciado por clase social es una constante en el análisis de propuestas de políticas públicas. Lo es para los hombres y lo es también para las mujeres. Las propuestas feministas que afectan el bienestar de las mujeres pueden tener orientaciones muy distintas en función de quién las diseñe y las proponga. Las escuelas de infancia para niños de 0 a 3 años (que en España se llama “guarderías”) son muy importantes, por ejemplo, para las familias españolas (y decir familia en España quiere decir mujer), pero para las mujeres de clase trabajadora lo son mucho más que no para las mujeres de renta alta, que pueden contratar ayudas en personal de atención que cuiden a los infantes que no tiene la mayoría de mujeres, que pertenecen a las clases populares. Y lo mismo con un largo listado de propuestas.

De ahí que haya distintos feminismos

De ahí que el impacto que las políticas públicas que se propongan dependa mucho no solo de género sino también de la composición por clase social de la fuerza política que la proponga. Y, no me estoy refiriendo a la clase social del político específico que las promueve (aun cuando este factor tampoco puede olvidarse), sino de la clase social de las mujeres que representa. De ahí que las propuestas feministas derivadas de los partidos conservadores (próximos a las clases sociales de mayor renta) o de los movimientos feministas dirigidos o representantes de las mujeres de mayor renta es probable que sean distintas a las propuestas de los movimientos feministas dirigidos o representantes de las mujeres de las clases populares. En España, la gran fortuna del movimiento feminista es que las mujeres que lo han establecido y liderado, como se vio en la marcha del 8 de Marzo, eran personas claramente de izquierdas que, en la convocatoria de la manifestación definieron bien las causas de la explotación de la mujer: el patriarcado y el capitalismo depredador que tiene como objetivo la acumulación del capital a costa del bienestar de la mayoría de la población, que son mujeres. Esta percepción es una de sus fortalezas del feminismo español pues permite, favorece y estimula toda una serie de alianzas y colaboraciones con fuerzas políticas y movimientos sociales dedicados al fin de toda forma de explotación.

El contraste con el mayor movimiento feminista de EEUU

Una de las características del movimiento feminista de EEUU (dirigido por personas de clase media profesional, de educación superior) fue, en los años noventa y principios del siglo XXI, dar prioridad a las políticas de integración de las mujeres en la sociedad, a través de las medidas antidiscriminación del gobierno federal. Estas políticas eran muy necesarias en un país en el que la discriminación por raza, grupo étnico y género es muy acentuada. De ahí que el gobierno federal, presionado por el movimiento feminista y por el movimiento de defensa de los derechos civiles de la población negra, haya aprobado políticas públicas antidiscriminatorias que han tenido un impacto muy positivo y destacable. Como consecuencia de ello, ha habido un aumento muy notable de mujeres en los espacios de decisión de las instituciones públicas (y en menor medida en las privadas). Tras la elección de Obama, una persona negra como presidente de EEUU, faltaba ahora elegir a la candidata Hilary Clinton, para ser la primera mujer presidenta de EEUU. Hilary Clinton era la candidata feminista y presentó su campaña como feminista. Su orientación económica, sin ambargo, era profundamente favorable a continuar y expandir el neoliberalismo. Fue, por ejemplo, como Ministra de Asuntos Exteriores, una gran influencia en la expansión de la globalización económica que estaba debilitando a las clases trabajadoras estadounidenses. Como consecuencia, la gran mayoría de las mujeres de clase trabajadora blanca no se sintieron representadas por ella y votaron a Trump, que canalizó el enfado de la clase trabajadora blanca (hombres y mujeres) hacia el establishment político-mediático neoliberal, representado por la Sra. Clinton. El voto por Trump fue predominantemente un voto en contra del establishment neoliberal. Los intereses de clase de las mujeres trabajadoras blancas (que erróneamente asumieron que defendería el candidato Trump) prevalecieron sobre sus intereses como mujer, tal como lo presentaba la Sra. Clinton. No existe en EEUU un partido de izquierdas con vocación transformadora del capitalismo darwinista existente en aquel país, muy limitado en la protección social que el estado ofrece a la ciudadanía, la mayoría de la cual son mujeres. El permiso de maternidad en aquel país es de dos semanas, comparado con un año en Suecia.

Es importante que se establezca una prioridad en las políticas públicas feministas

En España, tal como está evolucionando la situación política, nos podríamos encontrar en una realidad paradójica en la que las mujeres sean mayoría en el gobierno central (como ya ocurre) y, sin embargo, el nivel de vida de las mujeres, la mayoría pertenecientes a las clases populares no cambie o incluso empeore, a no ser que cambien las políticas neoliberales llevadas a cabo por los gobiernos anteriores. La atención al tema de la brecha salarial es necesario y urgente para mejorar el nivel de vida de las mujeres trabajadoras. Ahora bien, es muy insuficiente (ver: “La necesaria corrección de  la brecha salarial es insuficiente”, Público, 28 de febrero de 2018). En realidad, la brecha salarial, aun cuando importante, no es de las peores de la UE. Las mujeres trabajadoras reciben salarios menores que los hombres. Pero lo que es importante subrayar –y que no se subraya en los medios- es que los salarios de las mujeres trabajadoras (y de los hombres trabajadores) son de los más bajos de la UE. De ahí que luchar por cerrar la brecha salarial es necesario pero insuficiente. Lo que se necesita es complementar la reivindicación de conseguir igualdad, de género, con la demanda de terminar con la explotación laboral, pues la mayoría de las mujeres son trabajadoras con salarios muy bajos.

Tener mujeres en la estructura de poder es necesario pero no suficiente para mejorar su bienestar

La experiencia estadounidense muestra las consecuencias de seguir la estrategia del movimiento feminista liderado por NOW y por la Sra. Clinton, y podría ocurrir en España. El hecho de que la nueva ministra de Economía (una economista de conocida predicación neoliberal) en España sea mujer tiene importancia desde el punto de vista simbólico, lo cual es importante. Pero la mujer de clase trabajadora no se beneficiará mucho de ello. La Ministra Nadia Calviño es de una gran ortodoxia neoliberal y la aplicación de dichas políticas neoliberales dañará a las clases populares, en las cuales las mujeres son mayoría. Lo más relevante para el bienestar de las mujeres de las clases populares es que las políticas públicas no sean de carácter neoliberal. Repito que el hecho de ser mujer tiene una importancia simbólica importante y entiendo el gran impacto que ha tenido. Lo aplaudo. Pero, siendo conocedor de las consecuencias tan dañinas del neoliberalismo, tengo mis reservas que no solo para la mayoría de mujeres, sino también para la causa feminista, sea bueno que el principal personaje para llevar a cabo tales políticas nefastas sea esta economista. Seguro que hay otras mujeres de diferente sensibilidad económica que serían más sensibles a las necesidades de la mujer perteneciente a las clases populares.

Lo dicho hasta ahora tiene también relevancia para entender por qué, en general, la experiencia internacional muestra que los derechos de las mujeres y su integración en las instituciones representativas son mayores en los países gobernados históricamente por partidos progresistas cuya base electoral es predominantemente de clases populares en general y la clase trabajadora en particular, como por ejemplo los países escandinavos, tales como Suecia y Noruega. Son precisamente los países como EEUU, donde los partidos progresistas de izquierda son más débiles y donde la mayoría de las clases populares no vota (la abstención en las elecciones federales alcanza casi la mitad del electorado, habiendo una relación inversa entre participación electoral y nivel de renta del país), donde las mujeres (así como los hombres) tienen menos derechos civiles, y ello a pesar de tener movimientos feministas grandes y de visibilidad mediática mayor. En las últimas elecciones, NOW apoyó mucho más a Hilary Clinton que a Bernie Sanders, el candidato socialista, que fue claramente marginado por el aparato del partido Demócrata, controlado por Hilary Clinton.

Estos datos prueban que la articulación de las demandas y de los movimientos feministas que las generan con las demandas de cambio profundo en la sociedad son más eficaces para conseguir la igualdad entre el hombre y la mujer que no la completa independencia del movimiento feminista, no relacionado y sin formar parte del cambio profundo de la sociedad, como ocurre en EEUU. El movimiento feminista estadounidense es un movimiento muy grande, y sin embargo, los derechos civiles de las mujeres (y de los hombres) son muy limitados. Y continuará siendo muy limitado a no ser que los distintos movimientos reivindicativos existentes en aquel país, incluyendo el feminista, se coordinen y/o sean parte de un movimiento más amplio de transformación, como ha ocurrido en los países escandinavos, donde las izquierdas han gobernado durante la mayor parte del periodo post II Guerra Mundial. Hay todavía mucho por hacer en estos países para alcanzar la igualdad entre el hombre y la mujer. Pero, en una cultura que favorece la igualdad, la desigualdad entre las mujeres es mucho menor que no en EEUU. Esta realidad es importante que se conozca pues su relevancia para el bienestar de las mujeres españolas es enorme. Es importante y urgente que todos los movimientos reivindicativos (incluyendo el de la mujer) se alíen y colaboren en la transformación profunda de nuestra sociedad para eliminar la explotación de la mujer junto con otras explotaciones, como la explotación de clase que también afecta a la mayoría de las mujeres que pertenecen a las clases populares. Desde este punto de vista, el movimiento feminista actual en España representa un punto de referencia internacional pues su horizonte es claro –cambiar profundamente la sociedad- en alianza y no en contraposición a otras fuerzas y movimientos sociales y políticos reivindicativos que comparten tal objetivo.

Una última observación: la importancia del tema social en las propuestas feministas españolas

Una de las grandes aportaciones del movimiento feminista en España ha sido el poner el tema social en el centro del debate político y económico. Y ello es consecuencia de la identificación de la causa feminista con los deseos y aspiraciones de la mujer de clase popular, y que beneficia a todas las mujeres (y a todos los hombres). Hoy el énfasis por ejemplo en la economía de los cuidados es fundamental para mejorar la calidad de vida de la población así como mejorar la eficiencia económica. Si en España hubiera una persona de cada cuatro (como ocurre en Suecia) que trabajara en los servicios públicos del Estado del bienestar (sanidad, educación, servicios comunitarios, escuelas de infancia, servicios domiciliarios, servicios sociales, vivienda social, programas de integración del inmigrante y prevención de la pobreza, entre otros) en lugar de uno de cada diez, habrían en España 3 millones y medio más de puestos de trabajo, eliminando el desempleo en España. Esto no lo harán las feministas neoliberales o conservadores sino las feministas progresistas movilizada para presionar a las estructuras del poder masculino para que cambien, y se transformen en instituciones al servicio y al cuidado de la mayoría de la población, que son mujeres. Así de claro.

Fuente: http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2018/07/06/la-importancia-de-las-distintas-tonalidades-del-feminismo/

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Pobreza y desigualdad en América Latina

Redacción: El Día

La pobreza y desigualdad social son los principales factores que afectan la primera infancia en la región, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) .

Claudia Robles, responsable de la División de Desarrollo Social de la Cepal, destacó en una cumbre en Ecuador que las desigualdades en oportunidades provocan la desnutrición crónica en niños menores de 5 años, según el nivel educativo de la madre.

Guatemala es el país con el mayor índice de desnutrición en América Latina, según el informe divulgado por la experta, que detalla que Uruguay encabeza la desigualdad en oportunidades de desarrollo con impactos a lo largo del ciclo de vida entre niños de tres a cinco años.

La situación de vida de la madre es la clave para el desarrollo del niño. Un tercio de las mujeres no tienen ingresos propios, no ejerce derechos al trabajo, educación, salud y seguridad social.

Esto se suma a la pobreza y desigualdad en América Latina que obstaculiza la posibilidad de que mujeres jóvenes se eduquen, trabajen y reciban remuneraciones, señala.

Estos fenómenos afectan directamente a la primera infancia de un niño, señala el informe.

La experta detalló que se debe generar políticas integrales de cuidado para que madres y niños accedan a servicios de calidad, y señaló que se debe reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social.

En el encuentro participan expertos nacionales y extranjeros, quienes pretenden identificar la organización, responsabilidades y acuerdos institucionales necesarios para la aplicación en el país de la llamada “Misión Ternura”.

Esta estrategia, que forma parte del Plan gubernamental “Toda una Vida”, está dirigida a la primera infancia, que abarca desde el momento de la gestación hasta los 4 años y 11 meses de vida de un niño.

Fuente: https://www.eldia.com/nota/2018-7-4-1-10-11-pobreza-y-desigualdad-en-america-latina-opinion

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