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Los superhéroes y heroínas negros que luchan contra el racismo a través de un cómic afrobrasileño

Redacción: Actualidad

Para el autor Hugo Canuto, ‘Cuentos de los Orixás’ es una contribución para la lucha antirracista en Brasil, donde «la herencia de la esclavitud continúa moldeando la sociedad hasta el día de hoy».

Un cómic creado por un artista brasileño da vida a superhéroes y heroínas negros basados en las divinidades de la naturaleza de las prácticas ritualísticas afrobrasileñas del Candomblé. La principal batalla de los cada vez más famosos superhéroes del cómic brasileño ‘Cuentos de los Orixás’ es combatir el racismo implícito en la escasez de figuras negras como referentes culturales. Ilustrado y escrito por Hugo Canuto, artista del estado de Bahía, la obra narra una aventura para salvar al planeta.

«En tiempos remotos, dioses y héroes caminaban entre los hombres. Lidiaron batallas con furor, enseñaron a curar y a tratar la tierra, el hierro y el fuego. Reinaron y amaron con la misma intensidad», describe la sinopsis de esta novedosa historia en viñetas.

Superhérores y heroínas afrobrasileños de cómic para combatir el racismo

«Mi idea era llevar para el lenguaje del cómic, que es un lenguaje universal y popular, un recorte de este universo mítico y espiritual que son los Orixás y valorizar esta herencia africana», explicó Canuto con motivo del lanzamiento de su obra, que cumplió esta semana un año desde su publicación en enero de 2019. «Las historias moldean el mundo», declara Canuto en entrevista a RT. «La ficción, en general, alcanza un gran público. Se puede generar una reflexión social al mostrar personajes de otras etnias que ocupan espacios importantes».

Su propósito, como él mismo aclara, no es que las aventuras traten sobre asuntos específicos de las religiones de matriz africana, sino crear personajes a partir de los mitos y leyendas afrobrasileños para dar más espacio en la escena cultural a héroes y heroínas negros. Entre los personajes destacan Iemanjá, reina del mar; Oxum, reina de las aguas dulces, del oro y del amor; Xangó, rey del fuego y de los truenos; Iansã, reina de los vientos y tempestades; Ogúm, rey de la guerra, del metal y del fuego; Oxóssi, rey de la caza; Nanã, la divinidad más antigua, reina del fango, de la fecundidad y de la muerte, y Exú, guardián de la calle y de los cruces de caminos, mensajero entre los dioses y los humanos, entre otros.

Mi obra surge

en un momento muy necesario puesto que la intolerancia religiosa y el racismo continúan muy presentes, principalmente en el ambiente escolar, donde (el actual Gobierno) sugiere excluir obras de autores negros o de otros como Jorge Amado

Para Canuto, ‘Cuentos de los Orixás’ es una contribución para la lucha antirracista en Brasil, donde «la herencia de la esclavitud continúa moldeando la sociedad hasta el día de hoy». El autor añade que toda su creación artística tiene como objetivo contribuir para la reflexión y el cambio social. «Mi obra surge en un momento muy necesario puesto que la intolerancia religiosa y el racismo continúan muy presentes, principalmente en el ambiente escolar, donde (el actual Gobierno) sugiere excluir obras de autores negros o de otros como Jorge Amado que aborden estos asuntos». Si bien él especifica que siempre ha tenido cuidado para que su cómic atraiga a todos los públicos, reconoce que su objetivo primordial era llegar a los más jóvenes para que «las nuevas generaciones puedan desarrollar otro punto de vista sobre estos asuntos».

En un estudio realizado por el Centro de medios de la mujer (Women’s Media Center, WMC) y por la BBC en 2018 con entrevistas a unos 2.500 niños, niñas, madres y padres en Estados Unidos, el 70% de los jóvenes que se reconocían como afroamericanos o hispánicos, afirmaban que deseaban ver más protagonistas que se pareciesen a ellos físicamente. Según respondieron los entrevistados, los superhéroes son figuras modelo que, cuando se sienten identificados, les hace sentir más fuertes, valientes y seguros de sí mismos, entre los tres adjetivos más citados por los cuestionados.

En este contexto, el cómic ‘Cuentos de los Orixás’ viene a sumar su contribución al debate público ya atizado por otras creaciones, como la reciente película Black Panther, que tuvo un enorme éxito de taquilla y donde la mayoría de los protagonistas son personas negras. Este filme se basa en Pantera Negra (T’Challa), el primer superhéroe de piel negra creado por Marvel en 1966. A pesar de que en los años 90 en Estados Unidos nacieron incluso editoras, como Milestone Comics, enfocadas en crear personajes negros, su protagonismo continúa siendo minoritario hasta el día de hoy y la representatividad de heroínas mujeres negras es aún más escuálida. Una de las pocas heroínas negras que se ha hecho conocida es Tormenta, que apareció por primera vez en 1975 en X-Men.

En la encuesta del WMC, el 63% de las niñas entre 10 y 19 años autoidentificadas como «de color» (afroamericanas o hispánicas) afirmaron que ver más heroínas como ellas las ayuda a «sentir que pueden conquistar sus objetivos». En este estudio, los tres personajes de ficción más votados por los jóvenes entrevistados fueron en orden de importancia: la Mujer Maravilla (citada principalmente entre las chicas), Batman (entre los chicos) y Pantera Negra (entre los jóvenes afroamericanos).

El origen mitológico de los superhéroes y heroínas negros inspirados en los Orixás

Las prácticas ritualísticas de origen africano que perduran hasta hoy en el continente americano van desde la Santería hasta la Umbanda y el Candomblé, entre muchas otras, y presentan diversos grados de sincretismo ya que durante muchos años estuvieron prohibidas. Aún a día de hoy, algunos de sus practicantes continúan enfrentando ciertas discriminaciones, motivo por el que Canuto decidió crear personajes negros basados en estas religiones, principalmente en el Candomblé, para rendirles homenaje y cuestionar algunos de los prejuicios existentes.

El arte es política, los cómic son política y, en el actual escenario brasileño de atraso, de ignorancia y de barbarie, es importantísimo hablar y crear arte que aborde estos asuntos

El Candomblé es una creencia animista, es decir, que basa sus principios en el ánima o alma de la Naturaleza, y surgió en el siglo XIX en el estado brasileño de Bahía. Esta fue una de las regiones de Brasil que recibió mayor número de personas esclavizadas provenientes de diversas partes de África, cada una con sus creencias, sus prácticas rituales y sus idiomas. Según diversos factores, se establecieron ciertas clasificaciones, como la Yorubá que incluye hablantes de lenguas derivadas de este tronco lingüístico provenientes, generalmente, del territorio donde hoy se ubican Nigeria, Benín y Togo. En las prácticas ancestrales, cada grupo Yorubá podía adorar a un solo Orixá o elemento de la naturaleza, aunque con la agrupación de los africanos en el territorio brasileño estos acabaron incluyendo todas las divinidades dentro de las posibilidades de culto del Candomblé.

Los Orixás son arquetipos milenarios de fuerza, valentía y sabiduría, según destaca Canuto que encontró en estas figuras la inspiración para superhéroes y superheroínas. «El arte es política, los cómic son política y, en el actual escenario brasileño de atraso, de ignorancia y de barbarie, es importantísimo hablar y crear arte que aborde estos asuntos».

Tras la creación de esta historia, que implicó un profundo proceso de investigación social y académica durante los dos años y medio de elaboración, Canuto se propuso donar más de 100 ejemplares a escuelas públicas y bibliotecas en el estado de Bahía, como forma de contribución con la ley nacional que establece como obligatoria la enseñanza de la historia afrobrasileña y africana en la educación primaria y secundaria obligatoria, tanto pública como privada. Además, Canuto distribuye gratuitamente su cómic en instituciones culturales y centros de Candomblé, aunque expresa que también intenta llegar a personas que no están tan familiarizadas con estos asuntos. «Para mí, los mayores reconocimientos son mostrar mi tierra y su cultura a un público internacional, así como recibir el respeto de todas esas personas negras a las que yo pretendo homenajear con la obra».

Fuente: https://actualidad.rt.com/actualidad/341385-superheroes-heroinas-negros-luchar-racismo-comic-brasil

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Libro(PDF): «El sindicalismo latinoamericano en los ochenta»

Reseña: CLACSO

Este libro reúne las ponencias presentadas al seminario: El Sindicalismo Latinoamericano en los 80, realizado en Santiago de Chile entre el 20 y 23 de mayo de 1985 por la Comisión de Movimientos Laborales de CLACSO. Esta publicación debe ser considerada, por tanto, como una suerte de Actas del Seminario, ya que incluye todos los trabajos allí expuestos, conservando sus distintos niveles de profundidad, elaboración y sistematización. Los debates del Seminario estuvieron marcados por el reconocimiento de la tensión entre dos problemáticas fundamentales que parecen atravesar hoy día al sindicalismo: el enfrentamiento de la crisis económica, expresada especialmente en los efectos de largo plazo que supone el endeudamiento externo, y los desafíos de redemocratización o consolidación democrática de los sistemas políticos, según se trate de procesos que se vinculan a las experiencias autoritarias-militares, o a sociedades en las cuales la democracia se ha obtenido e intenta mantenerse.

Autores (as): 

Francisco Zapata. Carlos Zubillaga. Samuel Valenzuela. Emilio Morgado Valenzuela. Gilda Farrel. Liliana De Riz. Marcelo Cavarozzi. Jorge Feldman. María Herminia Tavares. Laís Abramo. Guillermo Campero. René Cortázar. Rosa Albina Garavito E.. Martín Gargiulo. Héctor Lucena. René Antonio Mayorga. Roberto Laserna. Roque Aparecido da Silva. Marcia de Paula Leite. Helia Henríquez. Iván Valenzuela. Oscar Mac-Clure H.. Bjorn Feuer. María Elena Cruz D.. Arturo Sáez Chatterton. Jorge Parodi. Kenneth M. Coleman. HIlda Kogan. Alberto L. Bialakowsky. Cristina Micieli. [Autores y Autoras de Capítulo]

Editorial/Editor: CLACSO.

Año de publicación: 1986

País (es): Chile

Idioma: Español

ISBN: –

Descarga: El sindicalismo latinoamericano en los ochenta

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=605&pageNum_rs_libros=130&totalRows_rs_libros=1362&orden=

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Para una nueva declaración universal de los derechos humanos (I)

Por: Boaventura de Sousa Santos

El gran filósofo del siglo XVII, Baruch Spinoza, escribió que los dos sentimientos básicos del ser humano (afectos, en su terminología) son el miedo y la esperanza. Y sugirió que es necesario lograr un equilibrio entre ambos, ya que el miedo sin esperanza conduce al abandono y la esperanza sin miedo puede conducir a una autoconfianza destructiva. Esta idea puede extrapolarse a las sociedades contemporáneas, especialmente en una época en la que, con el ciberespacio, las comunicaciones digitales interpersonales instantáneas, la masificación del entretenimiento industrial y la personalización masiva del microtargeting comercial y político, los sentimientos colectivos son cada vez más “parecidos” a los sentimientos individuales, aunque siempre sean agregaciones selectivas. Es por ello que actualmente la identificación con lo que se oye o se lee resulta tan inmediata (“eso es precisamente lo que pienso”, aunque nunca antes se haya pensado sobre “eso”), al igual que la repulsión (“tenía buenas razones para odiar eso”, a pesar de que nunca se haya odiado “eso”). De este modo, los sentimientos colectivos se convierten fácilmente en una memoria inventada, en el futuro del pasado de los individuos. Por supuesto, esto solo es posible porque, a falta de una alternativa, la degradación de las condiciones materiales de vida se vuelve vulnerable a una reconfortante ratificación del statu quo.

Si convertimos los sentimientos de esperanza y miedo en sentimientos colectivos, podemos concluir que tal vez nunca haya habido una distribución tan desigual del miedo y la esperanza a escala global. La gran mayoría de la población mundial vive dominada por el miedo: al hambre, a la guerra, a la violencia, a la enfermedad, al jefe, a la pérdida del empleo o a la improbabilidad de encontrar trabajo, a la próxima sequía o a la próxima inundación. Este miedo casi siempre se vive sin la esperanza de que se pueda hacer algo para que las cosas mejoren. Por el contrario, una diminuta fracción de la población mundial vive con una esperanza tan excesiva que parece totalmente carente de miedo. No teme a los enemigos porque considera que estos han sido anulados o desarmados; no teme la incertidumbre del futuro porque dispone de un seguro a todo riesgo; no teme las inseguridades de su lugar de residencia porque en cualquier momento puede trasladarse a otro país o continente (e incluso comienza a barajar la posibilidad de ocupar otros planetas); no teme la violencia porque cuenta con servicios de seguridad y vigilancia: alarmas sofisticadas, muros electrificados, ejércitos privados.

La división social global del miedo y la esperanza es tan desigual que fenómenos impensables hace menos de treinta años hoy parecen características normales de una nueva normalidad. Los trabajadores “aceptan” ser explotados cada vez más a través del trabajo sin derechos; los jóvenes emprendedores “confunden” la autonomía con la autoesclavitud; las poblaciones racializadas se enfrentan a prejuicios racistas que a menudo provienen de aquellos que no se consideran racistas; las mujeres y la población LGTBI siguen siendo víctimas de violencia de género, a pesar de todas las victorias de los movimientos feministas y antihomofóbicos; los no creyentes o creyentes de religiones “equivocadas” son víctimas de los peores fundamentalismos. En el plano político, la democracia, concebida como el gobierno de muchos en beneficio de muchos, tiende a convertirse en el gobierno de pocos en beneficio de pocos, el estado de excepción con pulsión fascista se va infiltrando en la normalidad democrática, mientras que el sistema judicial, concebido como el Estado de derecho para proteger a los débiles contra el poder arbitrario de los fuertes, se está convirtiendo en la guerra jurídica de los poderosos contra los oprimidos y de los fascistas contra los demócratas.

Es urgente cambiar este estado de cosas o la vida se volverá absolutamente insoportable para la gran mayoría de la humanidad. Cuando la única libertad que le quede a esta mayoría sea la libertad de ser miserable, estaremos ante la miseria de la libertad. Para salir de este infierno, que pareceprogramado por un plan voraz y poco inteligente, es necesario alterar la distribución desigual del miedo y la esperanza. Es urgente que las grandes mayorías vuelvan a tener algo de esperanza y, para ello, es necesario que las pequeñas minorías con exceso de esperanza (porque no temen la resistencia de quienes solo tienen miedo) tengan miedo de nuevo.

Para que esto ocurra, se necesitarán muchas rupturas y luchas en los terrenos social, político, cultural, epistemológico, subjetivo e intersubjetivo. El siglo pasado comenzó con el optimismo de que rupturas con el miedo y luchas por la esperanza estaban cerca y serían eficaces. Este optimismo tuvo el nombre inicial e iniciático de socialismo o comunismo. Otros nombres-satélite se unieron a ellos, como republicanismo, secularismo, laicismo. A medida que el siglo avanzaba se unieron nuevos nombres, como liberación del yugo colonial, autodeterminación, democracia, derechos humanos, liberación y emancipación de las mujeres, entre otros.

Hoy, en la primera mitad el siglo XXI, vivimos entre las ruinas de muchos de esos nombres. Los dos primeros parecen reducirse, en el mejor de los casos, a los libros de historia y, en el peor, al olvido. Los restantes subsisten desfigurados o, como mínimo, se ven confrontados ante la perplejidad de acumular tantas derrotas como victorias protagonizan. Por estas razones, las rupturas y las luchas contra la distribución torpemente desigual del miedo y la esperanza serán una tarea ingente, porque todos los instrumentos disponibles para llevarlas a cabo son frágiles. Además, esta discrepancia constituye en sí misma una manifestación del desequilibrio contemporáneo entre el miedo y la esperanza. La lucha contra tal desequilibrio debe comenzar por los instrumentos que reflejan este mismo desequilibrio. Solo a través de luchas eficaces contra este desequilibrio será posible señalar la expansión de la esperanza y la retracción del miedo entre las grandes mayorías.

Cuando los cimientos se derrumban, se convierten en ruinas. Cuando todo parece estar en ruinas, no hay más alternativa que buscar entre las ruinas, no solo el recuerdo de lo que fue mejor, sino especialmente la desidentificación con lo que al diseñar los cimientos contribuyó a la fragilidad del edificio. Este proceso consiste en transformar las ruinas muertas en ruinas vivas. Y tendrá tantas dimensiones cuantas sean exigidas por la predictora socioarqueología. Comencemos hoy, al inicio de año, por los derechos humanos.

Los derechos humanos tienen una doble genealogía. A lo largo de su vasta historia desde el siglo XVI, fueron sucesivamente (a veces de manera simultánea) un instrumento de legitimación de la opresión eurocéntrica, capitalista y colonialista, y un instrumento de legitimación de las luchas contra esa opresión. Pero siempre fueron más intensamente instrumento de opresión que de lucha contra ella. Por eso contribuyeron a la situación de extrema desigualdad de la división global del miedo y la esperanza en la que nos encontramos hoy. A mediados del siglo pasado, tras la devastación de las dos guerras en Europa (con impacto mundial debido al colonialismo), los derechos humanos tuvieron un momento alto con la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que vino a sustentar ideológicamente el trabajo de la ONU. El 10 de diciembre pasado se conmemoraron los 71 años de la Declaración. No es aquí el lugar para analizar en detalle este documento, que en su origen no es universal (de hecho, es cultural y políticamente muy eurocéntrico) pero que gradualmente se fue estableciendo como una narrativa global de dignidad humana.

Es posible decir que entre 1948 y 1989, los derechos humanos fueron predominantemente un instrumento de la guerra fría, lectura que durante mucho tiempo fue minoritaria. El discurso hegemónico de los derechos humanos fue usado por los gobiernos democráticos occidentales para exaltar la superioridad del capitalismo en relación al comunismo del bloque socialista de los regímenes soviético y chino. Según tal discurso, las violaciones de los derechos humanos solamente ocurrían en ese bloque y en todos los países simpatizantes o bajo su influencia. Las violaciones que había en los países “amigos” de Occidente, crecientemente bajo influencia de los Estados Unidos, eran ignoradas o silenciadas. El fascismo portugués, por ejemplo, se benefició durante mucho tiempo de esa “sociología de las ausencias”, tal como sucedió con Indonesia durante el período en que invadió y ocupó Timor Oriental, o con Israel desde el inicio de la ocupación colonial de Palestina hasta hoy. En general, el colonialismo europeo fue por mucho tiempo el beneficiario principal de esa sociología de las ausencias.

Así se fue construyendo la superioridad moral del capitalismo en relación al socialismo, una construcción en la que colaboraron activamente los partidos socialistas del mundo occidental.

Esta construcción no estuvo libre de contradicciones. Durante este período, los derechos humanos en los países capitalistas y bajo la influencia de los Estados Unidos fueron muchas veces invocados por organizaciones y movimientos sociales en la resistencia contra violaciones flagrantes de esos derechos. Las intervenciones imperiales del Reino Unido y de los Estados Unidos en el Medio Oriente, y de los Estados Unidos en América Latina, a lo largo de todo el siglo XX, nunca fueron consideradas internacionalmente violaciones de derechos humanos, aunque muchos activistas de derechos humanos sacrificasen su vida defendiéndolos. Por otro lado, sobre todo en los países capitalistas del Atlántico Norte, las luchas políticas llevaron a la ampliación progresiva del catálogo de derechos humanos: los derechos sociales, económicos y culturales se juntaron a los derechos civiles y políticos. Surgió entonces cierta disociación entre los defensores de la prioridad de los derechos civiles y políticos sobre los demás (corriente liberal), y los defensores de la prioridad de los derechos económicos y sociales o de la indivisibilidad de los derechos humanos (corriente socialista o socialdemócrata).

La caída del Muro de Berlín en 1989 fue vista como la victoria incondicional de los derechos humanos. Pero la verdad es que la política internacional posterior reveló que, con la caída del bloque socialista, cayeron también los derechos humanos. Desde ese momento, el tipo de capitalismo global que se impuso desde la década de 1980 (el neoliberalismo y el capital financiero global) fue promoviendo una narrativa cada vez más restringida de derechos humanos. Comenzó por suscitar una lucha contra los derechos sociales y económicos. Y hoy, con la prioridad total de la libertad económica sobre todas las otras libertades, y con el ascenso de la extrema derecha, los propios derechos civiles y políticos, y con ellos la propia democracia liberal, son puestos en cuestión como obstáculos al crecimiento capitalista. Todo esto confirma la relación entre la concepción hegemónica de los derechos humanos y la guerra fría.

Ante este escenario, se imponen dos conclusiones paradójicas e inquietantes, y un desafío exigente. La aparente victoria histórica de los derechos humanos está derivando en una degradación sin precedentes de las expectativas de vida digna de la mayoría de la población mundial. Los derechos humanos dejaron de ser una condicionalidad en las relaciones internacionales. Cuando mucho, en vez de sujetos de derechos humanos, los individuos y los pueblos se ven reducidos a la condición de objetos de discursos de derechos humanos. A su vez, el desafío puede formularse así: ¿será todavía posible transformar los derechos humanos en una ruina viva, en un instrumento para transformar la desesperación en esperanza? Estoy convencido que sí. En la próxima crónica intentaré rescatar las semillas de esperanza que habitan la ruina viva de los derechos humanos.

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/204320

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Foro Económico Mundial: Los 10 países que más se acercan a la igualdad de género

Redacción: Entrepreneur

Islandia ha vuelto a ocupar el primer puesto en el último Índice de brecha de género global del Foro Económico Mundial.

De acuerdo con las últimas cifras del Foro Económico Mundial, la brecha global de género se redujo ligeramente a 68.6%, aún así la igualdad de género todavía está a un siglo de distancia de ser alcanzada si se sigue el ritmo actual de cambio. El primer lugar en el Índice de brecha de género mundial se encuentra Islandia, país que ha sido el líder durante 11 años conseutivos.

La nación nórdica con una población de poco más de 360,000, ha cerrado casi el 88% de su brecha de género y ha aumentado su liderazgo sobre Noruega, que ocupa el segundo lugar. Por otro lado, Estados Unidos ocupa el puesto 53 en el ranking, con una caída de dos lugares, mientras China bajó tres y se posiciona en el 106.

Foto: Foro Económico Mundial 

A un siglo de distancia

Las últimas cifras indican una dirección positiva general.

La brecha global de género, que se mide en cuatro áreas clave o subíndices: salud, educación, trabajo y política, se ha reducido ligeramente al 68,6%. La brecha promedio que queda por cerrar ahora es del 31,4%, en comparación con el 32% del año pasado.

No obstante, todavía hay una espera insoportablemente larga para la igualdad de género: se necesitarán 99,5 años para lograr la plena paridad entre hombres y mujeres al ritmo actual de cambio.

Los mejores en el índice

La mayoría de los países avanzó hacia la paridad en los últimos 12 meses, algunos avanzando más rápido que otros. Los 16 países que conforman el 10% superior del índice registraron una mejora de más del 3,3% interanual.

Desde que comenzó el informe en 2006, los países nórdicos con frecuencia han monopolizado los primeros lugares en el ranking, y 2020 no es una excepción. Justo debajo de Noruega, en segundo lugar, se encuentran Finlandia y Suecia.

En quinto lugar está Nicaragua, seguida de Nueva Zelanda, Irlanda, España, Ruanda y Alemania.

Los países que mejoraron más son Albania, Etiopía, Malí, México y España.

Estados Unidos ocupa el puesto 53 este año, una caída de dos lugares. La segunda economía más grande del mundo, China, ha bajado de tres a 106.

En cuanto a los datos por región, Europa occidental ha hecho el mayor progreso en el cierre de la brecha de género, seguido por América del Norte, América Latina y el Caribe, Europa del Este y Asia Central, África Subsahariana, Asia del Sur y Oriente Medio y Norte África.

Progreso en política

85 de los 153 países cubiertos en la última edición nunca han tenido una jefa de gobierno. Quizás no sea coincidencia que cinco de los 10 países con mayor igualdad de género tengan mujeres a cargo.

La mejora general de este año fue principalmente el resultado del progreso en la política, a medida que aumentó el número de mujeres en los parlamentos de todo el mundo. Aun así, solo el 24.7% de la brecha en el subíndice de Empoderamiento Político se ha cerrado hasta ahora.

Foto: Foro Económico Mundial 

También hubo ganancias marginales en Logro Educativo y Salud y Supervivencia, los cuales se están acercando a la paridad en 96.1% y 95.7%, respectivamente.

Sin embargo, la brecha de Participación Económica y Oportunidad se agrando ligeramente, lo que significa que ahora tomará aún más tiempo para cerrar, 257 años, en comparación con la estimación anterior de 202 años.

Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/344521

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“Educar es impregnar de sentido todo lo que hacemos en cada momento”

Por: Leonardo Boff

Aparte de los grandes empresarios que aplauden calurosamente al ministro Paulo Guedes porque ganan con la crisis, es repudiable el balance de 2019 desde la perspectiva de las víctimas de los ajustes fiscales, de aquellos que perdieron derechos en la reforma de pensiones y de los resistentes.

El imperio de la impostura se ha establecido aquí. Un presidente que debería dar ejemplo al pueblo de las virtudes que todo gobernante debe tener, realiza actos brutales que, en lenguaje religioso, bien entendido por él, son verdaderos pecados mortales. Para la moral cristiana más tradicional es un pecado mortal calumniar a ciertas ONGs, así como al actor Leonardo di Caprio, culpándolos de fomentar los incendios en el Amazonas o difamar al reconocido pedagogo Paulo Freire y al científico Ricardo Galvão o de mentir incesantemente a través de noticias falsas y alimentar el odio y el rencor contra la homoafección,  la comunidad LGBTI, indígenas, quilombolas, mujeres y nordestinos. La lentitud del juicio de la masacre de Brumadinho-MG y Mariana-MG está demostrando la insensibilidad de las autoridades. Algo similar ocurrió con el derrame de petróleo ignoto (?) en 300 playas de 100 municipios del Nordeste.

No le corresponde a nadie juzgar su intención subjetiva. Eso es asunto de Dios. Pero nos corresponde juzgar los hechos y actos, por lo tanto, las realidades objetivas y concretas para las que nos corresponde un juicio ético y teológico. Esta actitud inmoral ha sido entendida por muchos como carta blanca para deforestar aún más, para asesinar a los líderes indígenas y para que la policía se vuelva más violenta, hasta asesina.

Vivimos bajo el imperio de la impostura en el ámbito nacional e internacional. El psicoanalista francés Roland Gori escribió un libro instigador «La fabrique des imposteurs» (París 2013). Para él, el impostor es el que prefiere los medios a los fines, el que niega las verdades científicas, el que distorsiona la realidad solar, el que no se rige por valores porque sólo es un oportunista, el que afirma algo y luego lo niega según su conveniencia, el que practica el arte de engañar a las personas en lugar de emanciparlas mediante el pensamiento crítico, el que desprecia el cuidado del medio ambiente, el que va más allá de las leyes, el que culpa a los pobres y el que no muestra ni amor ni piedad.

Lo que he transcrito aquí está referido en el libro «La fabrique des imposteurs» y representa un retrato de la atmósfera de la impostura que reina en las más altas instancias políticas de Brasil.

Las medidas contra la educación, la salud, la ciencia, el medio ambiente y los derechos humanos son la más despiadada impostura contra todo lo que se ha construido positivamente en las últimas décadas. Estamos siendo conducidos a una etapa regresiva, anterior a la Ilustración, en una mentalidad fundamentalista con sesgo fascista.

Quizás el acto más humillante para nosotros fue el gesto explícito de vasallaje del actual gobernante al presidente de los Estados Unidos, ofreciéndole lo que podía sin recibir nada a cambio. Fue risible y ridículo cuando, en una recepción para jefes de estado, Trump le dice «I love you» y recibe sólo 17 segundos de atención.

La impostura arrasa enérgicamente, en primer lugar en los Estados Unidos, donde el Presidente Trump, como dice Paul Krugman (Premio Nobel de Economía), es un peligro para la humanidad. Miente hasta más no poder y se justifica diciendo que son «verdades alternativas». La misma impostura se produce en los países ultraliberales donde el pueblo se rebela como en Chile, Ecuador, Colombia, culminando en un golpe de estado contra la población indígena y su representante en Bolivia, arrojando al pueblo al hambre y a la desesperación.

La impostura peligrosa ocurrió en la COP25 de Madrid que contra todas las evidencias y datos científicos prevalecieron los negadores del calentamiento global, Brasil incluido. Contra ellos, el informe final recoge la advertencia de la ONU: «Si no hacemos nada, al final del siglo, la temperatura puede aumentar de 4 a 5 grados». Con estos niveles, la vida tal como la conocemos no sobrevivirá. Será un verdadero Armagedón ecológico. Nuestra especie estará en peligro.

A pesar de esta atmósfera tenebrosa, es justo celebrar la liberación de Lula, víctima de la «guerra jurídica», instrumento de persecución política con el fin de retenerlo. Lo que ocurrió.

Termino con las duras palabras del Premio Nobel de Medicina de 1974, Christian de Duve: «La perspectiva no sólo es preocupante: es aterradora. Si no podemos contener el crecimiento de la población (podría decir el calentamiento global) racionalmente, la selección natural lo hará por nosotros de manera irracional, a costa de una privación sin precedentes y de un daño irreparable al medio ambiente. Tal es la lección que nos ofrecen cuatro mil millones de años de historia de la vida en la Tierra» (Polvo Vital 1997,369).

El Papa Francisco lo subrayó en su encíclica ecológica: «las predicciones catastróficas no pueden ser miradas con desprecio e ironía»  (n. 161). La impostura nos hace sordos a estos clamores. Debido a esto, el destino humano difícilmente escapará de una tragedia.

Fuente: https://www.pressenza.com/es/2020/01/educar-es-impregnar-de-sentido-todo-lo-que-hacemos-en-cada-momento/

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Libro(PDF): Antología del pensamiento crítico guatemalteco contemporáneo

Reseña: CLACSO

La tarea de elaborar una antología del pensamiento social crítico en Guatemala ha supuesto un esfuerzo en varios sentidos. En primer lugar, delimitar qué se entiende por pensamiento crítico, y luego, decidir qué período abarcar, cuáles autoras y autores incluir, y cuáles los textos pertinentes […].

Para acotar la búsqueda se comprendió como pensamiento social crítico al conjunto de ideas elaboradas desde perspectivas divergentes, a contracorriente de los discursos y las historias oficiales, que han sido el resultado de la investigación, análisis, sistematización y reflexión sobre la realidad de la sociedad guatemalteca, con el propósito de desentrañar las estructuras de poder que sostienen un orden desigual, de raíces coloniales, que niega derechos y limita el desarrollo humano de la mayoría de la población, particularmente de las mujeres, y los pueblos indígenas.

En la antología que ahora se presenta, se incluye a treinta y cinco autoras y autores, mujeres y hombres, de diversas identidades, y generaciones. Algunos con una producción muy vasta y otros que inician sus reflexiones. Se trató de mostrar una polifonía de voces y perspectivas, y para efectos de una mejor comprensión se establecieron cuatro ejes que dan cuenta de las principales preocupaciones sociales, intelectuales y políticas que han predominado en las décadas de finales del siglo veinte e inicios del veintiuno: “Estado, política, sociedad y economía” (Eje 1); “Violencia política, movimientos sociales, memoria e historia” (Eje 2); “Etnicidad, relaciones interétnicas, racismo” (Eje 3); y, por último, “Cuerpos, género, feminismos, sexualidades, violencia” (Eje 4). […]

Considero este texto como un aporte más en el conocimiento de la producción intelectual en Guatemala, una invitación a profundizar en el pensamiento social crítico, a identificar autorías, temas y problemáticas que ahora no fueron incorporadas. Una motivación para continuar indagando y construyendo la historia de los aportes intelectuales en el país, ampliando miradas y ejes de análisis, temporalidades y temáticas.

Autores (as):

Ana Silvia Monzón. [Coordinadora]

Guillermo Toriello. Edelberto Torres Rivas. Matilde González-Izás. Gladys Tzul Tzul. Claudia Dary Fuentes. Alfredo Guerra-Borges. Gustavo Palma. Patricia Castillo. Manuel Ángel Castillo. Gabriel Aguilera. Jorge Romero Imery. Mario Payeras. Ricardo Falla. Carlos Figueroa Ibarra. Yolanda Colom. Ana María Cofiño. Julio Castellanos Cambranes. Miguel Ángel Albizúrez. Edgar Ruano Najarro. KajKok (Máximo) Ba Tiul. Saría Acevedo. Severo Martínez Peláez. Marta Elena Casaús. Demetrio Cojtí. Carlos Guzmán Böckler. Arturo Taracena. Aura Marina Arriola. Irma Alicia Velásquez Nimatuj. Aura Cumes. Alaíde Foppa. Ana Lorena Carrillo. Yolanda Aguilar. Lily Muñoz. Ana Lucía Ramazzini. Francisca Gómez Grijalva. Emma Delfina Chirix García. Cuerda La. Luz Méndez. Walda Barrios-Klee. Glenda Joanna Wetherborn. [Autores y Autoras de Capítulo]

Editorial/Editor: CLACSO.

Año de publicación: 2019

País (es): Argentina

Idioma: Español

ISBN: 978-987-722-556-3

Descarga: Antología del pensamiento crítico guatemalteco contemporáneo

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1811&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1361

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