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En México: Educación para “dreamers”, desigual y opuesta a la reforma educativa

Ayer, durante el evento “Educación sin Fronteras”, celebrado en Palacio Nacional, Peña Nieto anunció seis medidas, entre éstas, la instalación, en coordinación con la secretaría de Gobernación, de módulos en 11 puntos de repatriación de la frontera; el aprovechamiento de maestros hablantes de inglés; un programa especial de español para niños que no lo dominan y, la emisión de lineamientos para hacer operativas las reformas a la Ley General de Educación relativas al asunto promulgadas ayer.

Las medidas para la educación de migrantes mexicanos repatriados se han marcado por la premura, un aspecto que presumió el mandatario federal en su discurso, al reconocer que en un mes desde que envió la iniciativa, el Congreso aprobó las reformas a la Ley General de Educación, que, sin embargo, aún no está reglamentada para poder implementarse.

Con la misma prisa, aún sin definir la forma de acreditación de estudios o equivalencias, ni los programas que se implementarán para la recepción de alumnos, el primer módulo fronterizo de la SEP se inaugurará hoy, cuando Aurelio Nuño y Miguel Ángel Osorio Chong visiten Piedras Negras Coahuila. Según el mensaje de ayer, los otros 10 módulos se instalarán en el transcurso de un mes.

Apro realizó una revisión de algunos aspectos anunciados para beneficiar a mexicanos repatriados para contrastarlos con las condiciones para quienes viven en territorio nacional.

Por ejemplo, bajo un principio de “solidaridad y confianza”, aunque no se cuente con documentos ni forma de probar formación, el anuncio de Peña Nieto implica que se recibirán maestros repatriados que darán clases de inglés. En contraste, de acuerdo con la convocatoria emitida por la Secretaría de Educación Pública (SEP) el pasado 20 de enero, el perfil de quienes buscan concursar por una plaza docente en el sistema educativo en los niveles preescolar y básico para el ciclo escolar 2017-2018 es el siguiente:

“Podrán participar los egresados de escuelas normales y demás instituciones formadoras de docentes de educación básica del país, públicas o privadas, con reconocimiento de validez oficial”.

Hay más. La convocatoria establece que el concursante a una plaza docente debe presentar Título Profesional, Cédula Profesional o Acta de Examen Profesional, en tanto, los participantes que a la fecha de registro no cuenten con esa documentación, deben presentar Constancia de Estudios especificando la fecha de su conclusión, así como la fecha de celebración del Examen Profesional.

Además, un aspirante a impartir clases de inglés debe presentar un comprobante en el que la Dirección General de Acreditación, Incorporación y Revalidación de la SEP lo certifique con nivel 12, en tanto, para francés, debe acreditar el mismo nivel 12 o acreditar nivel B 2, del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas Extranjeras certificado por el Centro Internacional de Estudios Pedagógicos de París.

Reconocimiento desigual

Por la tarde, luego del acto en Palacio Nacional, al inaugurar la exposición Destellos de Esperanza, en el marco del Día Mundial del Síndrome Down, Nuño Mayer fue más específico respecto a los anuncios de Peña Nieto.

En entrevista, expuso que con la reforma se eliminan la traducción certificada de documentos de validez de estudios y el apostillado, y adelantó que el jueves se emitirá la modificación al Acuerdo 286 de la SEP, relativo a reconocimiento de estudios por experiencia mediante un examen.

La eliminación burocrática, sin embargo, no está clara. El Acuerdo 286, consiste en reconocer mediante una serie de exámenes, conocimientos adquiridos de manera autodidacta o por experiencia profesional. Pero no es aplicado por la SEP, tampoco es inmediato y tiene costo para cualquier mexicano que desee sustentarlo.

Dicha aplicación se lleva al menos un año por la diferenciación de fechas desde el primer examen de conocimientos hasta el examen oral y el examen de un caso práctico, correspondientes a las tres etapas contempladas por la única institución autorizada para aplicar dichos exámenes: la asociación civil denominada Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval).

De acuerdo a su lista de precios vigente, después de cumplir una serie de trámites en la SEP que debe autorizar la recepción del sustentante, por ejemplo, para alguien que busca obtener su licenciatura en biología por este sistema, el Ceneval cobraría en la primera etapa del examen 2 mil 010 pesos, mientras que para la segunda 14 mil 190 pesos y para la tercera etapa otros 14 mil 420 pesos.

La acreditación por equivalencia compete a 41 profesiones y una carrera técnica. En relación a nueve profesiones, el costo sería de 30 mil 620 pesos; en 31 opciones costaría 16 mil 200 pesos y, en el caso de la carrera técnica, 23 mil 915 pesos. En tal caso, lo relativo a documentos y otros “engorrosos trámites burocráticos”, como los denominó Peña Nieto, deben cumplirse.

Aprenda español en unos meses

Entre las acciones que ayer presumió Aurelio Nuño destaca la implementación de un programa de español para quienes no lo dominen y que corresponde también a una de las seis medidas anunciadas por Peña Nieto.

De acuerdo con el secretario de Educación, el Instituto Nacional de Educación para los Adultos (INEA) tendrá una ampliación presupuestal de 60 millones de pesos para que implemente dicho programa en los municipios con mayor índice de retorno de mexicanos.

La calidad, medida con evaluación educativa, es otro de los argumentos discursivos de la Reforma Educativa desde 2013, pero dado lo expuesto por Aurelio Nuño, se pone en entredicho pues pretende enseñar en “unos cuantos meses” a niños angloparlantes a dominar el español.

“Estaremos presentando en los próximos días… hay un programa que estamos haciendo junto con el INEA para todos aquellos que no hablen el español o que no lo hablen suficientemente bien, puedan tener un curso intensivo para que en unos cuantos meses puedan estar familiarizados con el idioma español y eso les permita poder tomar clases de mejor manera (sic)”.

En noviembre pasado, en una entrevista con Carmen Alcira López Florez, encargada del departamento de Educación del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef-México), sobre la enseñanza a niños de educación básica hablantes de una lengua indígena y las evaluaciones educativas en español, explicó que el aprendizaje de una lengua se estima en dos años promedio.

“Yo no podría evaluar a alguien en el conocimiento de una materia si no me he asegurado antes de que la lengua utilizada para comunicar es manejada con solvencia”, expuso.

Luego ejemplificó el aprendizaje idóneo de una segunda lengua:

“Lo que hacen los colegios bilingües internacionales (por ejemplo, los colegios Americano, Franco-Mexicano, Alemán, etcétera) es que tienen un currículo que asegura el manejo de la lengua desde el preescolar. Los niños pequeños tienen una inmersión muy cuidadosa en la segunda lengua: el francés, el inglés, el alemán. La inmersión en la lengua es cuidadosa, para que cuando entren a primaria sea suficientemente comparable a la que tendría un niño francés, un niño inglés o alemán: reciben libros y contenidos de otras áreas sin que la lengua sea un obstáculo; son evaluados para el bachillerato internacional con pruebas del extranjero y a veces los niños bilingües tiene mejores resultados que los del país de origen de la lengua, porque el bilingüismo tiene muchas ventajas cognitivas, pero ahí el colegio se aseguró de que la lengua no fuera obstáculo.

“Si no se logra asegurar que haya suficiente comprensión, una evaluación no nos dará la información que necesitamos como maestros y planificadores y va a ser injusta con el propio sistema, porque el resultado dirá que es insuficiente y los niños no aprenden, pero no va a poner el foco donde debe ponerlo, porque no es un tema de falta de dominio de lectura y escritura sino un problema de falta de dominio de la lengua en la que se está dando la enseñanza”.

Fuente: http://www.proceso.com.mx/478991/educacion-dreamers-desigual-opuesta-a-la-reforma-educativa

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Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano Nº 42 – Segunda Época

Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano Nº 42 – Segunda Época
Injusticia y luchas por el reconocimiento : ¿Objetividad cognitiva o preeminencia política?

Delfín Grueso. [Autor]
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Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano.

CLACSO.
Buenos Aires.
Marzo de 2017

En esta segunda época, los Cuadernos de Pensamiento Crítico se presentan como documentos de opinión e intervención sobre las problemáticas sociales y políticas contemporáneas que atraviesan las sociedades latinoamericanas. Destacados pensadores abordan temáticas como democracia, educación, trabajo, políticas públicas, entre otras, en un formato accesible al gran público, sin perder el rigor académico.
Para descargar, haga click aquí:
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Fuente de la Reseña:
http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1215&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1155&orden=
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Europa debe regresar a la escuela del mundo, como alumna

Boaventura de Sousa Santos

Europa tiene que regresar a la escuela del mundo y de su diversidad infinita. Para aprender, tiene que estar dispuesta a desaprender muchas de las concepciones sobre sí misma y acerca del mundo no europeo que la trajeron hasta aquí, a este momento de grado cero de innovación social y política en que está.

Un sentimiento de agotamiento histórico y político recorre Europa y el norte global en general. Tras cinco siglos de imponer soluciones al mundo, Europa parece incapaz de resolver sus propios problemas, y entrega su resolución a empresas multinacionales a través de acuerdos de libre comercio, cuyo objetivo es eliminar los últimos resquicios de cohesión social y de conciencia ambiental adquiridos después de la Segunda Guerra Mundial.

En Estados Unidos, Donald Trump es más una consecuencia que una causa de la descomposición de un sistema político altamente corrupto, disfuncional y antidemocrático, donde el candidato más votado en elecciones nacionales puede ser derrotado por el candidato que obtuvo 3 millones menos de votos de los ciudadanos. Domina la convicción de que no hay alternativas al estado crítico al que se llegó.

Los líderes mundiales, reunidos recientemente en el Foro Económico de Davos, reconocieron que los ocho hombres más ricos del mundo acumulan tanta riqueza como la mitad de la población mundial más pobre, pero no por ello les pasó por la cabeza apoyar políticas que contribuyan a redistribuir la riqueza. Por el contrario, instaron a los desgraciados del mundo a mejorar su desempeño para ser ricos el día de mañana.

Mientras tanto, los instrumentos de análisis y comunicación social global de que disponemos nos impiden ver que fuera de Europa y de los países del norte global hay mucha innovación social y política que podría servir de estímulo para buscar nuevas soluciones globales que garanticen un futuro políticamente más democrático, socialmente más solidario y ecológicamente más sostenible. Curiosamente, algunas de estas soluciones han partido de ideas y experiencias europeas (aunque abandonadas por Europa) reinterpretadas y reconfiguradas a la luz de los diferentes contextos concretos y liberadas de dogmas y ortodoxias. Al mismo tiempo, Europa parece encoger, mientras que el mundo no europeo se expande. El futuro del mundo será mucho menos europeo de lo que lo fue su pasado.

Sería lógico pensar que Europa tiene gran interés en conocer mejor lo innovador que está emergiendo en el mundo. Pero para ello Europa debería estar dispuesta a interrogarse sobre la forma en que a lo largo de la Era Moderna se vio como maestra del mundo e imaginarse a sí misma como alumna del mundo, como coaprendiz del futuro junto con otras regiones y culturas del mundo. Resulta que Europa tiene grandes dificultades para aprender de las experiencias no europeas, sobre todo cuando tienen origen en el sur global, debido a un persistente prejuicio colonial. Al y fin y al cabo, ¿cómo podría Europa beneficiarse de experiencias de “regiones y culturas más atrasadas”, soluciones que, además, remiten a problemas que Europa supuestamente resolvió hace tiempo?

¿Cómo vencer este prejuicio y crear una nueva disposición para aprendizajes mutuos a escala global? Para responder necesitamos dar un paso atrás en el tiempo. El periodo álgido de Europa como poder global e imperial terminó en 1945. Cuando los países periféricos del sur global, muchos excolonias europeas, se volvieron independientes y trataron de escribir su propia historia en un mundo posteuropeo, el camino fue accidentado, con Europa y Estados Unidos cuestionando cualquier intento de desvinculación del sistema capitalista y la Unión Soviética rechazando cualquier alternativa que no fuera la suya.

El movimiento de los no alineados, iniciado en 1955 con la Conferencia de Bandung convocada por los presidentes Nehru (India), Sukarno (Indonesia), Nasser (Egipto), Nkrumah (Ghana) y Tito (Yugoslavia), fue la primera manifestación de la intención histórica de diseñar un camino más allá de la visión bipolar y contradictoria que Europa ofrecía al mundo, ora liberal y capitalista, ora marxista y socialista, dos sistemas poco sensibles a las realidades extraeuropeas, y ambos con exigencias de lealtad incondicional. Esta dicotomización en los asuntos mundiales, dramáticamente ilustrada por la Guerra Fría, planteó dilemas políticos irresolubles a las nuevas élites políticas del sur global, incluso a las más distanciadas de la cultura occidental capitalista y comunista, que veían en ambos sistemas trampas gemelas basadas en la supremacía del “hombre blanco”.

Pero el movimiento de los no alineados fue neutralizado por el neoliberalismo global y la caída del muro de Berlín, y el llamado Tercer Mundo se diversificó hasta el punto de perder contenido. No obstante, esto no impidió que nuevas soluciones siguieran siendo diseñadas y ejecutadas. Siempre que cuestionaran el dominio del norte global y, en particular, del imperialismo norteamericano, este tipo de soluciones se combatieron violentamente: del embargo a Cuba a la destrucción de Irak, Libia y Siria; del Nuevo Orden Económico Mundial a la neutralización de los BRICS (la cooperación entre los llamados países emergentes: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

La verdad es que, a pesar de ello, la tenacidad con que los pueblos del mundo van buscando soluciones de liberación y autonomía continúa sorprendiendo a los analistas. No se trata de romantizar tal tenacidad o de aceptar acríticamente las soluciones resultantes de ella. Se trata solamente de iniciar una conversa del mundo que no se agote en la discusión de las soluciones que una pequeña parte del mundo, el eurocéntrico, legitimó en el pasado. Esas soluciones fueron, sucesiva o simultáneamente, el colonialismo, la evangelización, el neocolonialismo, el imperialismo, el desarrollo, la globalización, la ayuda externa, los derechos humanos, la asistencia humanitaria. Dependiente de estas soluciones, el mundo no europeo terminó casi siempre por adoptarlas, voluntaria o forzadamente, residiendo ahí su condición subalterna respecto a Europa y Estados Unidos. Pero nunca dejó de pensar fuera de la caja eurocéntrica. En este tiempo de aparente eliminación de las alternativas, ese pensamiento puede ser hoy muy valioso para impulsar la posibilidad de nuevos aprendizajes globales como alternativa a la parálisis y a la guerra.

Por parte de Europa, hay dos condiciones principales para ese aprendizaje y ninguna de ellas responde a soluciones rápidas. Ambas implican la construcción de una nueva visión de Europa. La primera condición consiste en someter a un debate profundo el propio concepto de Europa. Debemos comenzar asumiendo que no existe una definición oficial de “europeo”, por lo menos en términos de políticas culturales. ¿Cuántas Europas existen? ¿Cuántos son los países europeos? ¿Qué significa ser europeo? La desintegración de la Unión Soviética, la reunificación alemana y el movimiento a gran escala de migrantes, trabajadores y refugiados por toda Europa crearon una nueva complejidad, tanto en el dominio de las identidades como en el de las fronteras. Por esta razón, muchos autores sostienen que el discurso de “la identidad de Europa” es prematuro.

Así como no hay “una Europa”, sino una pluralidad de definiciones históricas específicas y concurrentes entre sí, existen “identidades europeas” contrastantes y rivales, subordinadas al diseño de las fronteras y a la percepción de la naturaleza de la “europeidad”. Los servicios de inmigración y de fronteras van desarrollando sus propias ideas sobre Europa y la identidad europea, pero sin ninguna conexión con otros niveles de discusión.

La segunda condición, íntimamente relacionada con la primera, se refiere a lo que se entiende por sur global en cuanto mundo no europeo. El sur que confronta a Europa como “el otro” existe tanto dentro como fuera de Europa. En las primeras décadas del siglo XIX, el estadista austriaco Metternich escribía que “Asien beginnt an der Landstrasse”, es decir, que Asia comienza en una calle de la periferia de Viena, la calle donde vivían inmigrantes provenientes de los Balcanes. Entonces, como ahora, la distinción entre los Balcanes y Europa parece clara, como si aquellos no perteneciesen a Europa. Hoy, el sur dentro de Europa son los inmigrantes; los gitanos; los hijos de inmigrantes, algunos de los cuales nacieron en esta misma Europa hace varias generaciones, portadores de pasaportes europeos sin, por ello, ser reconocidos como “europeos como los otros”. Y todavía hay otro sur dentro de Europa que particularmente nos interesa. Es el sur que, siendo periférico en sentido geográfico, lo es también en muchos otros sentidos. Me refiero a Portugal, España, el sur de Italia y Grecia. Históricamente, siempre hubo dos Europas, la del centro y la de la periferia, y la primera nunca imaginó que pudiese aprender algo positivo de la experiencia de la segunda.

El sur fuera de Europa ha sido entendido desde el siglo XV de una forma groseramente reduccionista. Son los países proveedores de materias primas y, más tarde, mercados de consumo a explotar; países cuyas catástrofes naturales hacen necesaria la ayuda humanitaria europea; países incapaces de cubrir las necesidades de su población, dando origen al problema de la inmigración que “aflige” a Europa; países que crean terroristas contra los cuales es necesario luchar con el máximo de inclemencia. Esta visión del sur global continúa dominada por la empresa colonial. Esta estipulaba que las poblaciones y las naciones sujetas al dominio europeo, independientemente de la diversidad de su pasado, estaban condenadas a un solo futuro: el futuro dictado por Europa. Así, el futuro de Europa quedó rehén de los límites que imponía al mundo no europeo. ¿Cuántas ideas y proyectos fueron descartados, desacreditados, abandonados, demonizados dentro de Europa simplemente por no servir al proyecto colonial?

Europa tiene que regresar a la escuela del mundo y de su diversidad infinita. Para aprender, tiene que estar dispuesta a desaprender muchas de las concepciones sobre sí misma y acerca del mundo no europeo que la trajeron hasta aquí, a este momento de grado cero de innovación social y política en el que se encuentra.

Fuente del Artículo:

http://www.la-razon.com/suplementos/animal_politico/Europa-regresar-escuela-mundo-alumna-animal-politico_0_2672732741.html

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Gestión pública y corrupción

Por: José Manuel Restrepo

Uno de los dramas de los países en desarrollo y de aquellos a quienes les cuesta trabajo avanzar en crecimiento o desarrollo social es que desperdician mucho tiempo en discusiones inútiles o aún en problemas inexistentes o menores. Cuando la energía de una sociedad se gasta en discusiones o propuestas de políticas poco relevantes, descuidamos lo que es esencial y sobre todo malgastamos recursos que pueden ser valiosos para prosperar. Un ejemplo no muy lejano de nuestra realidad colombiana es haber abierto una espuria discusión sobre una reforma política inoportuna, incompleta y, hoy inútil, en lugar de debatir sobre asuntos de fondo para el futuro de la nación.

Pero ejemplos en Colombia, de malgastar el tiempo del debate o de no definir una buena política pública o de no responder oportunamente a nuestros problemas, hay muchos más. Algo de esto se extrae de aquella famosa expresión de nuestro premio nobel de literatura, cuando al cerrar el texto de la denominada Comisión de Sabios que estudió en 1994 el futuro de Colombia y que describió aquel año como un momento al “filo de la oportunidad”, decía: “Creemos que las condiciones están dadas como nunca para el cambio social, y que la educación será su órgano maestro… (Una educación) Que canalice hacia la vida la inmensa energía creadora que durante siglos hemos despilfarrado en la depredación y la violencia, y nos abra al fin la segunda oportunidad sobre la tierra que no tuvo la estirpe desgraciada del coronel Aureliano Buendía”.

Pues bien, durante más de cincuenta años el gran problema para mejorar como nación y canalizar los activos del país (humanos o físicos) fue justamente tanta violencia, terrorismo y depredación. Hoy, luego de haber alcanzado un proceso de paz, tenemos un nuevo momento para aprovechar, pero, como en el pasado, parece que la nueva dificultad y problemática a enfrentar y a solucionar se llama corrupción. Un tema respecto del cual, aparte de propuestas mediáticas de políticos de turno, nada tenemos para proponer. El problema es que es un determinante clave de nuestro propio futuro.

Times Higher Education, en un artículo de estudio, concluyó que Colombia, junto con países como Chile, Tailandia, Turquía y Serbia, tiene el potencial de superar a países como China, Rusia, Brasil, India y Sudáfrica en materia educativa. Sin embargo, concluye también el autor, la única razón para no lograrlo son justamente los índices de corrupción, por cuanto los niveles de corrupción son inversamente proporcionales a la calidad educativa.

En lugar de una reforma política hecha a la carrera y desconectada de las necesidades del país, propongo avanzar en dos frentes de discusión: de un lado, en estrategias contra la corrupción, y de otro, en una gestión pública inteligente. En el primer asunto, reflexionemos sobre el actual modelo de financiación a las campañas políticas y démosle un cambio de 180 grados; avancemos en una campañas políticas y démosle un cambio de 180 grados; avancemos en una campaña de mayor eficiencia, sistematización, transparencia y simplificación de la gestión pública (es sorprendente, pero aún a la fecha, por ejemplo, y a pesar de leyes antitrámites, seguimos firmando documentos públicos y poniendo al lado una huella digital. ¿Conoce usted algo más ineficaz?); revisemos los incentivos y mensajes que lanzan la justicia y la propia administración pública en relación a los actos de los corruptos y endurezcamos las penas; fortalezcamos, dignifiquemos y profesionalicemos aún más el rol de los servidores públicos y hagamos de este papel uno tan atractivo como otras actividades del sector privado, y trabajemos de

mejor manera en el fortalecimiento de la democracia participativa y en la construcción de una cultura de integridad desde la educación. Podría agregar más asuntos, pero por lo menos de estos surge una batería de acciones a seguir.

Finalmente, es indispensable también actuar en una gestión pública inteligente, que, como propone la Cepal en reciente estudio de Sergio Bitar, sea menos improvisada, tenga más profundidad estratégica, piense a mucho más largo plazo y prepare la nación para estos nuevos escenarios de incertidumbre.

¿Será mucho pedir que el país prefiera dar estos, que son los debates que tiene que dar, y que la forma de hacerlo sea oportuna, profunda y consensuada?

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/gestion-publica-y-corrupcion-columna-683007

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La solución está en la democracia y en la educación

Por: Mundiario

La democracia genuina brilla por su ausencia. Pretenden basarla exclusivamente en las urnas en lugar de hacerlo en los valores éticos esenciales de la igual dignidad de todos los seres humanos, la justicia, la libertad y la solidaridad.

Se había advertido por numerosos “vigías” y desde múltiples ángulos de observación que una unión sólo basada en el dinero y en el poder excesivo del “mercado”, sin balizas éticas, desembocaría en el fracaso más estruendoso. No fueron capaces de alcanzar más unión que la monetaria cuando debía ser una unión política, económica, cultural y social. Quienes soñaban con la Europa unida por “principios democráticos” –como establece el preámbulo de la Constitución de la UNESCO- se han visto defraudados. Quienes, como Robert Schumann y Jean Monnet en 1949, proclamaron que “hay que inventar Europa”, no han sido tenidos en cuenta por los políticos del siglo XXI, incapaces de contener el aluvión dinerario.

¡La excelente Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea!, aprobada en el año 2000, ha sido relegada por los gobernantes y parlamentarios actuales, en lugar de situarla como eje fundamental de sus brújulas, de sus “hojas de ruta”.

Y así, nos hallamos inermes ante unos hechos socialmente intolerables –el Informe de OXFAM-INTERMON sobre la concentración del poder financiero en muy pocas manos es desolador- y con inadmisibles -e inimaginables, en el caso de España- muestras de insolidaridad y, lo que es más angustioso todavía, con rebrotes de racismo, fobias y fanatismo. La solución está en la democracia y en la educación. La democracia genuina brilla por su ausencia. Pretenden basarla exclusivamente en las urnas en lugar de hacerlo en los valores éticos esenciales de la igual dignidad de todos los seres humanos, la justicia, la libertad y la solidaridad. Así lo propusimos hace ya algún tiempo en un proyecto de Declaración que abarca la democracia ética, social, política, económica, cultural e internacional.

La educación –para forjar ciudadanos del mundo “libres y responsables”- debe estar orientada para “ser” y no para “tener”. Ser plenamente para ejercer sin cortapisas las facultades distintivas de la especie humana: reflexionar, imaginar, innovar, ¡crear! Y actuar en virtud de las propias decisiones y nunca más al dictado de nadie ni de dogma alguno.

La tecnología digital debe hallarse al servicio de los seres humanos y no al contrario.

Sí: cada ser humano libre y responsable, capaz de crear y de llevar en sus manos las riendas de su destino, nuestra esperanza. La única esperanza para esclarecer horizontes hoy tan sombríos.

Fuente: http://www.mundiario.com/articulo/politica/solucion-democracia-educacion/20170305024456081214.html

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México: Senadores ya discuten reforma educativa para ‘dreamers’

México/06 de Marzo de 2017/Excelsior

En el Pleno, Manuel Bartlett Díaz, legislador del PT, dijo que la reforma se encamina más a una privatización del sistema formativo nacional que a la atención de los migrantes.

n el objetivo de facilitar el trámite de revalidación de estudios a ‘dreamers’ deportados —incluyendo a niños y jóvenes en el sistema nacional educativo, aunque éstos carezcan de papeles— por las políticas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald John Trump, en el Senado de la República ya se debate la Ley General de Educaciónpara su aprobación.

Es el tema a tratar en la sesión ordinaria de este martes 28 de febrero 2017; las constancias de revalidación y equivalencia de estudios deberán ser registradas en el Sistema de Información y Gestión Educativa. Se avalaría una reforma presentada por Enrique Peña Nieto.

En sintonía con las necesidades de orientación para con los connacionales, se busca avalar la reforma derivada de la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto que faculta a la autoridad educativa federal para expedir normas de control en los rubros de inscripción, reinscripción, promoción, regularización, acreditación y certificación de estudios: para la educación básica.

Los legisladores acotaron que estas medidas están encaminadas para proteger los derechos básicos de los mexicanos que se encuentren en una situación de vulnerabilidad debido al estatus migratorio que acarrean en la Unión Americana; en este sentido, el senador Juan Carlos Romero Hicks por el Partido Acción Nacional (PAN), llamó desde la tribuna a tomar cartas en el asunto.

Precisó que el desafío para los grupos parlamentarios de las diversas instituciones políticas radica en otorgar servicios educativos de calidad, que sean óptimos tanto para el desarrollo efectivo de los estudiantes que retornen a México como para las autoridades educativas de México.

Al externar su oposición a dicha reforma, el senador Manuel Bartlett Díaz, del Partido del Trabajo (PT), dijo que lo que se plantea en el dictamen va más encaminado a la privatización del sistema educativo nacional que a beneficiar a los jóvenes deportados y la población en general.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2017/02/28/1149197

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Trump: la disputa por el relato

Por: Luis Hernández Navarro

Como candidato, Donald Trump derrotó por nocaut a los grandes medios de comunicación estadunidenses. Ahora se propone hacer lo mismo como presidente de Estados Unidos. En el centro del pleito se encuentra la definición de quién elabora la narrativa sobre el nuevo gobierno: si el magnate o la prensa.

Los ataques de Trump contra los medios han sido duros, a la cabeza y continuos. Sea a través de tuits o en conferencias con periodistas, el mandatario no da tregua. Un día dice que los medios se han convertido en gran parte del problema, parte del sistema corrupto, y otro afirma que el público ya no les cree. La prensa está fuera de control, el nivel de deshonestidad está fuera de control.

El presidente dispara indistintamente contra los medios electrónicos y los escritos. “Los medios con noticias falsas (los perdedores The New York Times, NBC, ABC, CBS, CNN) no son mi enemigo, son el enemigo del pueblo estadounidense”, escribió en un tuit. Ufano, asegura que «muchos de los medios en Washington, junto con los de Nueva York y Los Ángeles en especial, no hablan para la gente, lo hacen para intereses especiales. La gente ya no les cree. Quizás yo tenga algo que ver en ello. No lo sé. Pero ya no les creen».

Al menos en este punto, Trump es consistente en sus convicciones. En 1981, acusaba: «La prensa es mentirosa, está ahí para manipular a la gente y a eso se dedica».

Stephen K. Bannon, el hombre más influyente en el equipo presidencial, confirmó esta «doctrina» en una entrevista a The New York Times: «Los medios de comunicación deberían estar avergonzados, sentirse humillados y mantener la boca cerrada. Deberían empezar a escuchar. Quiero que tome esta cita textual: los medios de comunicación son el partido de la oposición. Ellos no entienden este país. Todavía no entienden por qué Donald Trump es el presidente de Estados Unidos» (http://goo.gl/mu4F2D).

Los golpes del presidente y su asesor contra los medios de comunicación llueven sobre mojado. Una encuesta de Gallup, difundida el 14 de septiembre de 2016, encontró que sólo 32 por ciento de los estadunidenses tienen mucha confianza en los medios de comunicación «para reportar la noticia de manera completa, precisa y justa». Se trata del nivel más bajo en la historia de estos sondeos. Una caída de ocho puntos porcentuales con respecto al año pasado (https://goo.gl/e3ywhU).

Esta desconfianza hacia la prensa es aún mayor entre las personas de 18 a 49 años de edad. Sólo 26 por ciento se fían de la verosimilitud de lo que los medios informan.

La cobertura que muchos de estos medios han hecho sobre los gobiernos progresistas en América Latina muestra que no faltan razones para esta incredulidad. No pocos periódicos y cadenas televisivas se han comportado allí –tal como advierte Steve Bannon– como partidos de oposición alternos, y no han comprendido lo que sucede en la región. Su aparente «objetividad» está condicionada por su proclividad a favorecer la visión de los grupos empresariales afectados por las reformas y por los intereses estadunidenses en el área.

Claramente, existe una diferencia sustantiva en cómo la gente ve a los medios y cómo se ven ellos a sí mismos. Mientras éstos se asumen como un cuarto poder real, como un mensajero entre los que piensa y sienta la ciudadanía y el poder, los hombres y mujeres de a pie los consideran cada vez más como parte del establishment. Para muchos ciudadanos, no hay diferencias sustanciales entre los medios y la clase política.

Trump y su equipo se han apoyado en esta diferencia de percepción para imponer la narrativa sobre su gobierno. No importa si lo que el mandatario dice es falso o verdadero. Le valen gorro los valores clásicos del periodismo. Lo que le importa es que su relato sobre lo que él es y hace se imponga sin cortapisas. Y a sus seguidores les tiene sin cuidado si lo que dice es cierto o es mentira. Lo que quieren son palabras que les permitan reafirmar sus convicciones previas.

Durante su campaña electoral, el magnate se presentó como un no político e hizo de la comunicación directa, sin agentes mediáticos (pero contra ellos), el centro de su estrategia con los votantes. Tenía una reputación previa como empresario de éxito forjada en las páginas de tabloides y de shows de entretenimiento. Con una organización territorial eficaz, el uso de redes sociales y el dominio de las reglas del juego del mundo del espectáculo le dio la vuelta a la industria de la información y el entretenimiento. Hoy parece tenerla contra las cuerdas.

A pesar de que nunca lo tomaron con seriedad, los medios de comunicación fueron claves en el triunfo electoral de Trump. No porque hablaran bien de él, sino por la enorme cobertura gratuita que le brindaron. Lo hicieron por una razón muy sencilla: porque era negocio. Durante la campaña, CNN ganó 100 millones de dólares extras por informar y opinar ampliamente sobre Trump.

Según un informe de MediaQuant, en las elecciones primarias del Partido Republicano Trump contó con mil 898 millones de dólares en publicidad no pagada en distintas plataformas.

Sobre advertencia no hay engaño. Aunque el influyente Steve Bannon realmente no es leninista, se presentó en una entrevista con el historiador Ronald Radosh como un seguidor del revolucionario soviético. “Lenin –le dijo– quería destruir el Estado, y ese es también mi objetivo. Quiero que todo se venga abajo, destruir todo el sistema actual.” Obviamente, la prensa es parte de ese sistema.

A tuitazos, el beligerante Donald Trump avanza en la destrucción del viejo orden. Los grandes medios de comunicación tradicionales están en su mira. Ellos han reaccionado disparando ya sus más potentes descargas. Sin embargo, apenas parecen haberle hecho daño. Por lo pronto, el pleito sigue.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=223217&titular=trump:-la-disputa-por-el-relato-

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