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El currículum escolar: entre la ley o la vida

LAS CAVAS

EL CURRÍCULUM ESCOLAR: ENTRE LA LEY O LA VIDA

Miguel Andrés Brenner

Junio de 2015

 

andresbrenner@yahoo.com.ar

 

 

La verdadera cara de un sistema se muestra

en cómo trata a los más vulnerables,

                                                                       a los más necesitados,a los más desposeídos.

 

 

 

Entendiendo la escuela como práctica política[1], dentro del mismo enfoque, considero también a la didáctica como práctica política. Así, varios de mis trabajos abonan dicha posición, entre otros, “Alumnicidio o de la destrucción pedagógica de la infancia”[2]. El presente texto va orientado en ese sentido.

 

¿Dilema? ¿La ley o la vida? La ley mata, el espíritu vivifica.[3] Platón ve la decadencia de los gobiernos hasta los límites de la construcción de un final apocalíptico, dentro de la acción de los marcos de la ley, ve al cuerpo como cárcel del alma. En Pablo, la ley es vista como cárcel del cuerpo, aparece entonces la utopía de una libertad más allá de la ley, un orden sin ley. El sujeto debe rebelarse contra la ley de la ciudad, la ley de la polis, romper los límites del encierro en la jaula de un pensamiento a partir del poder que no deja ningún espacio para sujeto.[4] ¿Y al respecto, qué acontece en el llamado escenario educativo? ¿Predomina la ley o el sujeto?, ¿la norma o la vida en comunidad?  En el contexto de las políticas neoliberales domina una especie de tsunami normativo como narcisismo normativo pedagógico.

Y, al respecto, ingresemos en ese juego narcisista con el abordaje de la primer mirada.

 

PRIMERA MIRADA

El Ministerio de Educación de la Nación Argentina establece, según la Resolución 201/2013, tres años consecutivos para la formación docente continua en ejercicio y gratuita. Elabora, para maestros y profesores, 4 tomos con 994 páginas[5], cuyos contenidos son nada más y solamente normas. Con ese material vale un perfeccionamiento centrado en las normas, que de hecho, por el sentir de su inoperncia,difícilmente sea leído por el común de los educadores.

Con la finalidad de entrever cómo funciona la cosa, vayamos a una normativa muy simple y breve, en este caso redactada en el ámbito de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, y que apela al aprendizaje del  “desarrollo sustentable”.

En tal sentido, se afirma lo siguiente:

“Se trata del concepto de “desarrollo sostenible”, el cual consiste en usar y gozar del ambiente de modo tal que se satisfagan las necesidades de la generación presente sin comprometer las de las generaciones futuras. Consagra no sólo el derecho sino también el deber de conservar y proteger el ambiente, es decir, la obligación de todos los habitantes de la Provincia de Buenos Aires de ser agentes de tutela ambiental. Ello se debe a que el ambiente es un bien de incidencia colectiva, pertenece a todos por igual y no es susceptible de apropiación privada. Por ello, todos tenemos el derecho a disfrutar de él y, a la vez, el deber de conservarlo. Es importante recalcar que, cuando hablamos de “ambiente” no sólo referimos al suelo, agua, aire, flora y fauna, sino que también queda comprendido el patrimonio cultural y el paisaje.”[6]

Valga aclarar que los significados se sitúan dentro del plano jurídico, del derecho abstracto-formal-igualitario, separado de la praxis histórico/situada de la vida en comunidad. Se pretende que los alumnos aprendan  “ideas” ubicadas en una especie de mundo más-allá, el sujeto queda en el olvido, un sujeto que grita sin ser escuchado.

 

SEGUNDA MIRADA

Se trabaja lo mismo, la problemática ambiental, aunque desde otro lugar, desde la vida en comunidad: Las Cavas. Ciertamente, por ende, lo mismo deja de ser lo mismo.

Aproximadamente dos hectáreas, pareciendo montañas y paredones, pero no de roca o cemento, sino de basura compactada, contaminada y contaminante. En ese ambiente viven seres humanos, a quienes difícilmente se les otorgue un empleo digno. ¿Por qué?, porque viven entre la basura, son descartables. Pero, el problema reside en que son descartables no reciclables, y lo no reciclable no reditúa ganancia. Son seres humanos excluidos que, en el mejor de los casos, juntan basura, no como restos orgánicos, sino como reciclables, ¿para qué?, ¿para sobrevivir?  Reiterando, estos seres humanos no son reciclables, la basura sí.

Las Cavas, un barrio no barrio, por cuanto depende de la basura de la ciudad, mientras la ciudad, si lo mira -difícilmente lo haga-, lo hace de re-ojo, no sea contamine su vista de microbios, bacterias, virus… y ratas, contamine su vista de lo no deseable.

Como medio de subsistencia para sobrevivir, sus habitantes no solamente tiran la propia basura, también llevan ahí basura de la ciudad, mientras que empresas que trabajan al servicio de la municipalidad hacen lo mismo. Y la ausencia del Estado Municipal en materia de recolección de residuos es muy presente.

Compartiendo en la comunidad, relato una breve experiencia. En ese ambiente, veo y escucho a una adolescente, con13 años de edad,que se levanta de dormir, bajo un techo donde entra aire frío y lluvia, mientras con su pobre abrigo expresa “tengo frío”.  Inmediatamente me pregunto: ¿Aprenderá en la escuela “La Declaración de los Derechos Universales del Niño”?  Con sus hermanitos y amiguitos, alrededor de una mesa, hablan de la policía. La yuta los reprime.

La “cana”[7]lleva en su sangre lo no deseado por la “gente bien”, gente de la ciudad. Las condiciones de vida de los no deseables son miserables, y se los trata como miserables, extranjeros en su propia tierra, y como extranjeros no de la Europa culta y adinerada, sino con la piel mestiza, en especial de hombre blanco e india, o de indio y mujer blanca. Encuentro de dos mundos, el indio y el blanco[8]. He aquí el pecado original, el pecado de origen: ¿cómo, pues, de indio y blanco puede salir algo bueno? Entonces, la policía da respuesta. Y no la policía como mera corporación, sino como representación de lo indeseable de esa “gente bien”. Es por ello que dichos  “vecinos” jamás serán “villeros”. El “yo soy Nisman”[9] no puede trocarse en “yo soy villero”.Cuando en vez de decir “yo soy Nisman”, se escuche de los tales sectores sociales favorecidos “yo soy villero”, con un espíritu éticamente reparador por no haber sido vulnerable al otro necesitado, seguramente, no habrán más cortes de caminos ni de autopistas o rutas para visibilizar la protesta. Que sean escuchados… pues existen.

Y aquí hay algo interesante a señalar: la crítica a la policía es la crítica a la civilidad, la ciudadanía, y no estrictamente a la policía, o bien que es lo mismo, la crítica a la policía es la crítica a la democracia liberal, y no meramente a la corporación policial.

Cuando hay quienes se organizan y reclaman ante el municipio mostrando las ratas en pancartas y muertas, recién ahí algún funcionario se acercaa Las Cavas. Comienzan algunas obras de saneamiento, algunas porque la contaminación permanece. Pero molesta, molesta que inmundos ensucien la voluntad de poder de quienes se encuentran encaramados en sus funciones de gobierno. El pueblo molesta, la organización que no se somete al poder de turno molesta.Ante las cercanas elecciones del 2015, los funcionarios se acercan por la protesta acaecida yno por reconocer un tratamiento inhumano sobre la comunidad de Las Cavas.  ¿Qué acontecerá después, cuando asuman nuevas autoridades o el futuro acto eleccionario se encuentre lejos en el tiempo? Si pasan algunos días sin resolver de fondo la cuestión, volverá a darse el mismo problema, como un eterno retorno de lo mismo, eterno retorno de la basura. Nunca pasaba el camión recolector de residuos, ahora la “promesa” es que pasará una vez por semana, mezquina promesa y con futuro incierto. Mientras tanto, la solución de fondo, la contaminación del ambiente retorna de manera constante, dañando a excluidos para excluirlos más aún.

¿Qué aconteció luego del reclamo frente al edificio municipal en el centro de la coqueta Adrogué?

Casualmente, ¡oh!, casualmente, dos caballos, que permiten tirar de los carros para retirar la basura de la ciudad, así los desheredados de su propia tierra puedan sobrevivir, son robados por otros pobres, también necesitados, hambreados (conjuntamente, además, es sustraída una bicicleta, instrumento de trabajo). Pobres éstos lanzados por punteros políticos para romper con la organización de la comunidad de oprimidos, hambrearlos, desesperanzarlos. Se sabe donde están aquellos delincuentes, donde viven, mas la comunidad de víctimas no se prende en el delito y no reacciona con violencia física así recuperar los bienes robados, simplemente sufre su ausencia como que les hubiesen “cortado las piernas”. Entre tanto, comienzan a circular rumores que se crean desde el poder de funcionarios y punteros. Esos dimes y diretes irritan el ánimo de otros habitantes víctimas de robos en Las Cavas. Los rumores señalan a quienes sufrieron el robo de los caballos y la bicicleta como los verdaderos ladrones del barrio, y de ahí surge la indignación y repudio hacia ellos. El repudio acaece frente al Centro Cultural (que también es una casucha en la que habitan niños[10] y adultos) donde se organizan para defenderse de los atropellos. Se pretende generar desconcierto, temor, apaciguar las “ganas” de un poco de humanidad. ¿Aprenderán los niños en la escuela “La Declaración Universal de los Derechos del Ciudadano”?

 

TERCERA MIRADA

Un currículum otro, desde el rostro del otro,buceando en las experiencias de vida comunitaria en Las Cavas.

Se presentan núcleos de aprendizaje prioritarios para que los niños puedan ponerse en palabras, en palabras con otros, dialogando, pues en sentido de Paulo Freire los contenidos surgen de las experiencias de vida de las comunidades de víctimas, no de las normas hechas en oficinas de funcionarios y expertos. No significa esto negar conocimientos de la historia de la cultura, mas bien, considerarlos para trascender las propias condiciones de existencia,las propias experiencias de vida del niño, así aprender otras realidades más allá de las propias.

Un currículum sustentado en normas significa ley que mata la vida, un currículum sustentado en las comunidades de víctimas significa espíritu que vivifica todo contenido, sea científico, sea tecnológico, sea artístico. Por ende, las diferentes áreas curriculares se encuentran interpeladas:Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Lengua y Comunicación, Arte y expresión, Matemática.

Veamos, v.gr., la praxis de una pedagogía otra[11]:

  • Los niños relaten sus condiciones de vida: ¿cómo vive un niño en Las Cavas? Los niños diferencien sus condiciones de las de otros: ¿cómo vive un niño en la ciudad?
  • A partir de ahí, la pregunta ¿por qué como niño vivo así y en la ciudad sus niños no viven así?
  • Y haciendo memoria, porque la memoria debe ser recuperada, el interrogante: ¿qué pasó, qué ocurrió para que la historia se diera así?
  • Pero no se vive en un mundo de ideas, por eso lo siguiente: ¿cómo es el medio ambiente de Las Cavas y cómo el medio ambiente de la ciudad?,¿con qué elementos contaminantes convivo?, ¿puedo protegerme, de qué manera?
  • Y en ese hábitat: ¿de qué me alimento y cómo?, ¿cómo se alimentan los niños delcentro de la ciudad de Adrogué?, ¿por qué me alimento de diferente manera?
  • Construyendo las miradas: ¿cómo me miran los niños de la ciudad?, ¿cómo miro a los niños de la ciudad?, ¿qué puedo hacer para mirarnos de otra manera?
  • En el trabajo: ¿puedo aprender a reciclar la basura que traen los carros tirados por sus caballos?, ¿qué hacer, luego, con eso reciclado? Lo que no puedo reciclar en Las Cavas, ¿dónde se vende?, ¿a qué precio?, ¿qué empresas se benefician en última instancia?, ¿me llega algún beneficio de las ganancias de esas empresas?
  • Los Derechos Universales del Niño: ¿trabajan los niños recogiendo la basura de la ciudad, vendiéndolas?, ¿las venden haciendo cálculos aritméticos relacionando peso y tarifa?¿Y qué pasa con la Declaración Universal de los Derechos del Niño? ¿De qué manera puedo estudiar “Construcción de la Ciudadanía”?
  • ¿Y cuando estoy en la escuela, si tengo dificultades en el aprendizaje, hay maestros que se ponen a mi lado hasta que aprenda? Si me alimento en la escuela (por el lapso que insume esa actividad), ¿tengo el mismo tiempo de aprendizaje que los niños de la ciudad?
  • ¿Podremos los niños de Las Cavas juntarnos con los niños de la ciudad para compartir, para decir cómo nos vemos, para hacer cosas juntos, e intentar asíenriquecernos mutuamente en el diálogo, en nuestra humanidad?
  • Otra pregunta más: señor maestro, señor director,¿te da miedo todo esto?[12]

 

REFLEXIÓN

Nos diceThomas Hobbes, filósofo político inglés, allá cuando en el año 1651 publica su libro Leviatán: “Las pasiones que inclinan al hombre a la paz son el miedo a la muerte, el deseo de cosas necesarias para una vida cómoda y la esperanza en la industria para obtenerlas.» [13]

Consideremos que en el siglo XVII predominó en Inglaterra, y en general en Europa, el miedo político. El Estado se había convertido en un instrumento de poder absoluto que absorbía los demás temores. Los castigos procedían del Estado, cuyo poder era máximo e incontrolado. Inspiraba miedo a los súbditos.Miedo en cuanto al temor ala ira de quien ejerce el poder, y miedo en cuanto hace que la comunidad se tema a sí misma, pues la propia valoración está disminuida y manchada por la conciencia de que se tiene miedo. Ante el miedo político, miedo al poder instituido como Estado, todo otro miedo es menor.[14]  Por ende, en tal sentido, las decisiones políticas fundamentales del ser humano se toman en base al miedo.

Desde aquí nos preguntamos si el sistema educativo no es una especie de Leviatán, poder absoluto disfrazado de democracia, con un cúmulo de normativas cual tsunami que arrasa todo pensamiento alternativo.  Y a veces en la simulación se dice “propuesta”, aunque se entienda como norma; es que toda propuesta da pie a una contrapropuesta, pero solo se piensa en obligación, prescripción.

 

CONCLUYENDO

De manera muy breve:

  • ¿Es posible una pedagogía otra o tenemos miedo?
  • ¿Ficción pedagógica o posibilidad pedagógica?
  • Si la didáctica es una práctica política, vale la pena trampear un sistema normativo que ahoga, de ahí la desobediencia pedagógica como astucia pedagógica[15].

 

 

 

 

 

[1]Brenner, Miguel  Andrés. “La escuela como práctica política.” Editorial AGMER. Paraná. 2011.

[2]Brenner, M. A. “Alumnicidio o de la destrucción pedagógica de la infancia.” En publicación Convocación. Montevideo, Uruguay. Noviembre de 2013. Nos. 12 y 13. Pgs. 80 a 90. Y en http://ademys.org.ar/blog/debates-sobre-educacion/; http://www.argenpress.info/2013/10/alumnicidio-o-de-la-destruccion.html; http://gacetillasargentinas.blogspot.com.ar/2013/11/alumnicidio-o-de-la-destruccion.html; http://www.xepl.com.mx/completa1.php?s=tecnologia&i=81428; http://revistapedagogicanuevaescuela.blogspot.com.ar/2013/10/alumnicidio-o-de-la-destruccion.html; http://www.noticias-ciencia-tecnologia.paginadigital.com.ar/Tecnologia/2171/Alumnicidio_o_la_destruccion_pedagogica_de_la_infancia.htm;  http://laherramientauntref.blogspot.com.ar/2013_02_21_archive.html;

etc.

[3] 2 Corintios 3, 6.

[4] Hinkelammert, Franz. “El grito del sujeto.”Editorial DEI. San José, Costa Rica. 1998. Pgs. 181-182

[5] Ministerio de Educación de la Nación. “Normativas.”  Programa Nacional de Formación Permanente. Consejo Federal de Educación, resolución 201/2013. Tomos I a IV.

[6]http://servicios2.abc.gov.ar/lainstitucion/organismos/coordinacionprogramasociales/descargas/Cuadernillo%20CPI%20SLyT.pdfFicha didáctica: la Constitución Provincial Ilustrada. (consulta: 11/05/2015)

[7]La palabra «cana» derivada de «Encanar: Encarcelar, meter a alguien en la cárcel».http://www.anacdeltango.org.ar/chamuyo_articulo.asp?id=371 (consulta: 12/05/2015)

[8] Cabe aclarar que el mestizaje es más complejo, por ejemplo, puede ser entre indio enlatinoamérica y negro.

[9]El 18 de enero de 2015 fue hallado muerto en su departamento el fiscal Alberto Nisman, a cargo de la investigación del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina – AMIA – el 18/07/1994 en la ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina. Nisman había formulado una denuncia contra la presidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner, por encubrimiento del atentado (cuatro jueces y la cámara de apelaciones con sus tres integrantes desestimaron la denuncia de Nisman por no hallar fundamentos). El 18 de febrero, un mes después, sectores de la derecha hicieron una masiva manifestación callejera para reclamar justicia portando pancartas con la leyenda “yo soy Nisman”, acusando de hecho a la presidenta ser la responsable del asesinato del fiscal. La fiscal Fein, que investiga la muerte de Nisman, siempre mantuvo la hipótesis del suicidio como la más firme, aunque sea difícil el esclarecimiento.

 

[10] Frente a la protesta, sus moradores retiraron de la vivienda a los niños.

[11] Cada vez que se mencione “yo”, entendámoslo como “nosotros”, sujeto comunitario.

[12] En ocasiones diferentes, trabajando bajo la dinámica taller la didáctica como práctica política, en un caso una maestra de escuela primaria, en el otro un profesor de escuela secundaria, dijeron: “si hacemos eso, las autoridades nos matan”.

[13] Hobbes, Thomas. “Leviatán.”  Pg. 53 Versión digital. http://eltalondeaquiles.pucp.edu.pe/sites/eltalondeaquiles.pucp.edu.pe/files/Hobbes_-_Leviatan.pdf (consulta: 11/05/2015) En negrita y cursiva, nuestra.

[14] C. Enríquez, Verónica Astrid Karam. “Leviatán.”  Universidad Nacional Autónoma de México. http://www.mexicodiplomatico.org/art_diplomatico_especial/reino_unido_leviathan_hobbes.pdf

(consulta: 11/05/2015)

[15] Brenner, Miguel Andrés. “La obediencia pedagógica como astucia pedagógica.” Buenos Aires, 2015. (inédito)

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Jóvenes estudiantes de  la Universidad Indígena de Venezuela

 

Dedicado a la memoria del Presidente Chávez, al legado de Ajishama, a la lucha de Sabino Romero, al  trabajo de Hernán González, a Shejerume mujer Wotuja,Lucia, mujer Yukpa y  a todos y todas los estudiantes de la Universidad Indígena de Venezuela.

 

Introducción

La investigación  propone discutir el tema de las identidades  juveniles presentes en  estudiantes de diferentes pueblos indígenas de Venezuela quienes tienen como  característica común el haber cursado o estar cursando estudios universitarios en la Universidad Indígena de Venezuela (UIV). Es preciso destacar que desde su creación, antes del reconocimiento por parte del Estado venezolano, esta casa de estudios fue concebida como un proyecto educativo que priorizó el ingreso de jóvenes indígenas.En consecuencia, esta concepción fue considerada en la redacción  del Decreto Presidencial Nº 8.631 de de fecha 29 de noviembre de 2011, documento que la formalizó como la primera universidad indígena del país  por cuanto en el  objeto del mismo, la UIV se concibe como un espacio para “(…) afianzar  en los pueblos y comunidades indígenas los principios y fundamentos de las culturas originarias valorando su idioma , cosmovisión ,valores, saberes y mitología (…)”.

Por otro lado, es esencial aclarar que este trabajo se ocupa de la indagación de un universo representativo de estudiantes indígena de  la UIV, de manera que no abarca  aquellos indígenas cursantes del resto de las universidades criollas del país[1].

Se advierte que en Venezuela el tema sobre juventudes indígenas no ha sido explorado como un campo teórico específico. En consecuencia, no existen estudios  sobre las configuraciones identitarias de los indígenas que se asumen como jóvenes estudiantes. Sin embargo, la existencia del tema  visto a la luz de investigaciones en realidades universitarias en países como México, Colombia y Perú, allanaron  el camino para  plantear este trabajo desde el punto de vista teórico y situarlo en el marco de  categorías de análisis flexibles capaces  de enunciar  las cualidades más emergentes y rupturas a partir de la deconstrucción del concepto joven e indígena y su relación con la experiencia de ser estudiante universitario.

Los testimonios de los entrevistados son para esta investigación fuente de conocimiento que permiten vislumbrar un camino más comprensivo sobre los las juventudes indígenas. Al mismo tiempo, las voces de estos estudiantes indígenas aportan en el debate sobre la pertinencia de la  educación universitaria[2] no solo como un medio para la formación de profesionales o mano de obra técnica, sino como proyecto de liberación de los pueblos indígenas. Para cumplir con lo planteado, este trabajo indaga sobre aspectos de la socialización presentes en los estudiantes indígenas, el papel que desempeña la universidad en sus vidas, las descripciones que ellos y ellas hacen sobre quien es  joven indígena y el futuro que proyectan como juventudes a partir de sus experiencias en la Universidad Indígena de Venezuela.

 

La parte inicial de la exposición discurre sobre el complejo tejido  argumentativo necesario para abordar un lugar teórico práctico que permita  convencer sobre la existencia de jóvenes indígenas a partir de  las múltiples “variaciones en la definición y caracterización de lo joven, según los actores y sus contextos de enunciación (autocaracterización vs. heterocaracterización), organizados por posición cultural, social y de género” (Pérez Ruiz,2011:73). De igual manera, la investigación explora en lo que considera una categoría emergente que es la de jóvenes estudiantes indígenas, condición que equilibra  en la UIV las relaciones entre sujetos que  pertenecen a pueblos originarios diferentes los unos de los otros.

Por otra parte, este trabajo caracteriza a la Universidad como espacio de socialización cultural que influye en la configuración de identidades juveniles indígenas. La UIV permite a los estudiantes identificarse con un proyecto político educativo que les otorga la libertad de ser ellos, de ser ellas, a partir de ciertos mecanismos que les permiten negociar algunas de las pautas culturales propias de cada uno de los pueblos a los que pertenecen, sin obviar el hecho de que este proceso de negociación-flexibilización  son constitutivos a la existencia de fuerzas que están  en tensión permanente con  los referentes de la juventud criolla.

El enfoque metodológico se ubica  dentro del ámbito  cualitativo enmarcado en la investigación acción. Con este enfoque  se avanzó en  conocer  la realidad del objeto de estudio  en movimiento con  sus relaciones y sus contradicciones. Las voces de   los estudiantes pertenecientes a los pueblos Wotuja, Pumé, Pemon, Yekuana, Eñepá, Yukpa, Jivi, Wayu y Warao son las protagonistas en esta investigación.El análisis estuvo centrado en la perspectiva de los actores mediante la escucha de su palabra, lo cual, fue sin duda, fuente inexpugnable de conocimiento. Las vivencias de estos, sus visiones del entorno, el recuerdo de sus  trayectorias de vida cuyos datos  biográficos aluden a instancias socio históricas y culturales, me permitieron irrumpir en el debate sobre las “juventudes indígenas” a partir de la perspectiva construida por  los estudiantes.  La decisión metodológica estuvo definida por la necesidad de vincular las voces de los entrevistados a ciertos  aspectos teóricos referidos al tema juventudes, indígenas y educación universitaria. En analogía con el texto de Ana Lau  Jaiven (1998), “Cuando hablan las mujeres”, esta investigación se propuso visibilizar realidades objetivas y subjetivas de  estos estudiantes, por  tanto se revelan datos importares a partir de cuando hablan los jóvenes estudiantes indígenas.

En cuanto a los  instrumentos para la recolección de la información se empleó las entrevistas en profundidad dirigidas a  21 estudiantes indígenas,  universo que se consideró representativo por pertenecer todos  al total de  los pueblos que para el periodo del estudio se encontraban  presentes en la UIV: Pemon, Wotuja, Warao, Yekuana, Yukpa, Pumé,Eñapá. De igual modo, se incorporaron dos entrevistas de estudiante Wayu y Pemón quienes cursan estudios en universidades criollas, esto con la intención de consolidar el objetivo relacionado al papel que juega la educación universitaria hegemónica y la intercultural. Las entrevistas fueron semiestructuradas, centradas en  conversaciones  intencionales con los estudiantes y que fueron de utilidad para  organizar a partir de relatos testimoniales, aquellas vivencias personales  o sucesos  significativos desde el punto de vista  histórico de su realidad social.  En algunos casos la narración se centró en la propia  vida del informante, lo cual acerca algunas entrevistas a relatos de vida. Por otra parte, se procedió en el diseño de un cuestionario  aplicado al total de la población de 72 estudiantes que se encontraban cursando estudios en el segundo periodo académico del año 2013. La intención de este fue el de visibilizar  tendencias  en cuanto a espacios para la socialización, representaciones sociales, gustos musicales, motivaciones sobre el estudio y perspectivas a futuro. El cuestionario  planteado fue de tipo combinado, es decir, en el que se encontraron presente preguntas abiertas no estructuradas, pregunta cerrada dicotómica y preguntas de tipo mixta, en las cuales se propuso la explicación o justificación de su respuesta. Se acordó  fecha y hora para que todos los estudiantes reunidos en la churuata ateneo[3] respondieran las preguntas. La  selección de los casos y trabajo de campo, esta fue intencional a partir de:

  • Estudiantes indígenas que antes de empezar su ciclo en la UIV, cursaron estudios en instituciones
  • Estudiantes que para ir a la UIV, fueron postulados por la comunidad y que no transitaron por ninguna institución criolla.
  • Estudiantes que por  mandato comunitarios tuvieron que interrumpir sus estudios en la UIV.
  • Estudiantes mujeres que por situaciones relacionadas al “ser mujer” tuvieron que interrumpir sus estudios en la UIV.
  • Estudiante que cursa  trayectoria final o último semestre en la UIV.
  • Estudiantes que son líderes en su comunidad de origen.
  • Estudiantes cursantes en universidades criollas.

En  cuanto a los  controles para el trabajo de campo, antes de proceder con todas las entrevistas,  se realizó  una prueba del instrumento en dos casos lo que permitió rectificar algunas de las preguntas. Todas las entrevistas fueron efectuadas por  la autora de esta investigación, están grabadas y se realizaron en espacios de la Universidad escogidos por los  mismos estudiantes a partir de  la consideración de la privacidad  de la persona entrevistada. Algunos de estos espacios fueron  a lo interior de la churuata Eñapá sentados una  hamaca, sobre el banquito improvisado debajo de un gran árbol de mango,  sentados  por la noche  en medio de la residencia estudiantil de la  comunidad Yekuana. Adicionalmente, las observaciones del trabajo de campo referentes a la actitud  del informante, las clases de los demás profesores o  facilitadores, los espacios de  juego y tiempo libre fueron  recogidas  en libreta  de apuntes y en algunos casos grabadas. La confidencialidad de las entrevistas está garantizada. Cada estudiante tiene su nombre escogido a partir de su lengua que es el nombre con el cual se  conocen entre ellos en la UIV y el nombre criollo que es el que aparece en el documento de identidad. Lo que se hizo fue escoger un seudónimo.

Durante el proceso de recolección de la información el acercamiento con los estudiantes no fue difícil por cuanto  he estado familiarizada a partir de mi participación  como facilitadora durante los últimos cinco años en la UIV[4]. Con respecto al procesamiento  y análisis de la información, el registro de cada entrevista se  hizo mediante la grabación del audio previa autorización del entrevistado y  luego fueron transcritas textualmente. Se diseñó un esquema para el análisis a parir de los objetivos específicos. En cuanto a la validación y confiabilidad de los resultados se tomó en cuenta los criterios de credibilidad, transferibilidad, dependencia y confirmabilidad (Guba, E.G; Lincoln, Y.S,1985: 85) y las técnicas y controles metodológicos de Thomas Skirtc (Ruiz e Izpizua,1989:76) los cuales estuvieron sujetos a  la observación persistente de la realidad, así como a la permanente retroalimentación de los datos. Se triangularon todos los datos con las técnicas de recolección de información, análisis de investigaciones previas  sobre el tema de juventudes indígenas y con las notas de campo[5] recabadas durante todas las visitas  a la UIV .Importante resaltar el hecho de que se compartió con los estudiantes indígenas los resultados de la investigación durante dos encuentros pautados para este fin. Esto permitió corroborar  hallazgos de la investigación, sobre todo los relacionados a quién es un  joven indígena para estos estudiantes y cuál es su papel como juventudes a partir de las reflexiones continuas que  realizan en la Universidad Indígena.

 

Juventudes indígenas  y  la categoría de estudiantes

 

Apela este trabajo por la categoría  joven estudiante indígena[6] entendiendo que se trata de distintas identidades y distintas formas de asumirse joven. Es vital reconocer que el tema  ha estado  mediado por una afirmación que se  ha hecho casi  absoluta o tratada como una verdad y es lo referido a que  entre los pueblos indígenas el niño pasa a  ser adulto. La estrategia para ubicar un focus teórico sobre juventudes indígenas  la señaló el  hecho de que existe “una  necesidad de reconceptualizar la infancia y la juventud desde una perspectiva latinoamericana (como ámbito geográfico, académico y cultural), abordando  las nuevas  formas de ver y vivir estas  edades que se configuran con el cambio del milenio” (Feixa, 2002 en  Feixa y Cangas, 2006: 172). Por ello, es necesario  entender que nos encontramos ante un reto  o “una emergencia  de algo  que puede denominarse período juvenil en los pueblos como en las ciudades” (Castro Pozo, 2008: 7) lo que conduce a establecer como categoría lo juvenil étnico, a lo que se le suma el mandato de visibilizar al sujeto joven en  un amplio marco de identidades.

El tema de las clasificaciones sociales impacta en la perspectiva  y en la intencionalidad con la que se quiere abordar las investigaciones sobre  juventudes indígenas.  De allí que  antes de nada se deba  explorar  la  clasificación  sobre  lo que es ser “indígena”  tomando en consideración la construcción colonial  que sobre ese término se  ha ido  afianzando.“Aunque la identidad indígena ha sido apropiada y resignificada políticamente como una identidad transétnica y transcultural para aglutinar la gran diversidad de poblaciones con orígenes prehispánicos que luchan para obtener sus derechos como pueblos, para estos actores es claro que su identidad como indígenas (heterodenominación impuesta en la Colonia y apropiada en la actualidad) no sustituye ni es equivalente a la identidad que consideran como la propia (autodenominación) y que han construido históricamente desde ciertos criterios para marcar su pertenencia a un lugar, a una cultura y a una lengua, y que hacen evidente y ponen en acción en ciertos contextos de interacción para diferenciarse de otros a quienes consideran ajenos” ( Pérez Ruiz,2011:67).El uso de “indígena” o” indio” remite  a una nominación  que “en contextos de asimetría y dominación constituye un aspecto revelador  de las relaciones interétnicas, en tanto que  evidencia uno de los mecanismos de la etnización, al tiempo que es en sí mismo un hecho productor de etnicidad” (Idem:68). A partir de las apreciaciones anteriores, este trabajo rechaza de cualquier  intento de caracterización esencialista a partir de las identidades de los estudiantes de los pueblos Wotuja,Yekuana,Pemon,Pume,Yukpa,Warao, Jivi, Eñepá y Wayu. Intenta si,  visibilizar a estos  actores sociales en relación con  sus contextos socio históricos, para cooperar con narrativas que abracen  la construcción teórica y cultural de la juventud a partir de la  diversidad (Feixa y Cangas: 2006:177).

Ahora bien, es necesario establecer puentes para entender a estos jóvenes quienes en el marco de la educación como un derecho universal, aspiran a su ingreso a  educación universitaria. Diversos estudios sobre estudiantes indígenas han sido desarrollados en México, Perú y Bolivia. Los mismos se centran en caracterizar las barreras y obstáculos que los estudiantes indígenas experimentan en el marco del acceso a la educación universitaria y algunos  en el análisis de los programas de apoyo  dirigidos a estos.(Castillo Martínez, L., Aguilar-Morales, J.E. y Vargas-Mendoza; Raesfeld,L; Escobar J, Largo E,Peréz Carlos; Villasante Llerena,M). La revisión de estos trabajos permitieron  identificar elementos que son afines a las realidades de los estudiantes indígenas que protagonizan esta investigación  asociados  su ingreso y permanencia en la educación universitaria.Por ejemplo, en un caso de estudio dirigido a estudiantes indígenas Zapoteca y Mixe de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, las conclusiones derivaron a los problemas que estos indígenas identifican como barreras para su ingreso y permanencia en la universidad. Estos se refieren a las dificultades económicas, la incertidumbre ante su inserción laboral en el mercado de trabajo del estado,  la preocupación por pasar las materias, problemas de salud que enfrentan alguno de sus familiares y la precepción de “tener miedo”  a no terminar su carrera (Castillo Martínez et al. ,2009:35). En correspondencia  con otro estudio de caso sobre estudiantes indígenas de la Universidad  Autónoma de Hidalgo, se señala el hecho asociado a que la mayoría de los  estudiantes encuestados expresaron que son discriminados por el hecho de ser indígenas (Raesfeld y Ramírez, 2008).  En Colombia,  la investigación realizada  durante  el periodo 1994-2006  sobre factores  asociados a la deserción y permanencia de estudiantes en Universidad del Valle concluye “que  aquellos estudiantes que poseían fenotipos indígenas eran quienes tenían más probabilidad de desertar  en un 49%, comparados con los estudiantes con fenotipos negros también identificados en el estudio” (Escobar et.al,2006:72).  En Bolivia,   el estudio referido a  educación superior  y pueblos indígenas  de IESALC – UNESCO (Vargas, 2004)  advierte sobre la  invisibilización de los estudiantes indígenas lo que acarrea un desconocimiento generalizado de sus realidades  étnicas y en consecuencia  “las políticas de educación superior no consideran orientaciones específicas para las poblaciones indígenas como tampoco dispositivos que favorezcan la ampliación, acceso y cobertura de la educación superior” (Vargas: 66). Esta realidad se evidencia también en el estudio llevado a cabo en la Universidad del Cusco en Perú en el  cual se evidencia  que en dicha casa de estudios “no existen estadísticas reales acerca de la demografía, identidades, idiomas, lenguas y otras características de los alumnos y por sobre todo sobre los tipos de atención educativa que reciben los estudiantes indígenas”(Villante,2002).

 

En el caso de Venezuela los estudios relevantes sobre los jóvenes indígenas universitarios no han sido objeto de preocupación por las ciencias sociales, mas no así los estudios referidos a la juventud en general.   Este tema ha  tenido un avance progresivo  desde el punto de vista de  abordaje teórico y metodológico. Investigadores  del área reflexionaron de la perspectiva  positivista que había estado dominando en las investigaciones desarrolladas desde 1.878 hasta  la década de los 50. A  finales de los 80 con la conformación de equipos de investigadores en la Universidad Simón Bolívar y Universidad Central de Venezuela se inició como “un esfuerzo de reflexión acerca el concepto de juventud, cuestionando los enfoques que lo definen como un dato acotado estadística y demográficamente y llamando la atención sobre la necesidad de definir  el concepto de juventud a partir de los jóvenes desde su ámbito social de vida y no con los criterios del mundo adulto” (Bermúdez et al.,2010: 93). Así mismo, se incorporan a los estudios variables de la cultura política sobre todo porque los 80 y 90 en Venezuela estuvieron marcados por profundas crisis económicas impuestas por los pactos neoliberales de los gobiernos representativos con políticas monetarias como las del Fondo Monetario Internacional. Los “jóvenes universitarios” pasan a ser  el centro de atención de muchos estudiosos quienes abordaron sus trabajos  desde el punto de vista cualitativo y cuantitativo. En seguida surge la representación de “movimiento estudiantil”, producto del “papel beligerante que como grupo social tuvo ese movimiento entre 1958 y 1989 (López, 2007:94) tanto en el cuestionamiento del régimen democrático como ocurrió con los movimientos de las décadas de los 60 y 70 o como protesta frente a la política universitaria, en especial la política de restricción de cupos, como sucedió en los ochenta” (Ídem).

Las reflexiones sobre las participaciones de los jóvenes en los problemas del país, asignan al concepto de “generación” un lugar privilegiado desde donde “mirar” a los estudiantes universitarios. “Esta idea de generación ha sido apropiada por el análisis y una parte del discurso político nacional actual para construir el modelo de joven que le país necesita” (Ibídem: 95).

Este breve recorrido nos lleva a la década del 2.000 y la ruptura política que se inauguró con el periodo de la Revolución Bolivariana que incorporó un amplio marco legal dedicado a los jóvenes del país. En la Constitución venezolana se consagra un artículo sobre la posición estratégica de la juventud que  expresa el hecho de que  “los jóvenes y las jóvenes tienen el derecho y el deber de ser sujetos activos del proceso de desarrollo. El Estado, con la participación solidaria de las familias y la sociedad, creará oportunidades para estimular su tránsito productivo hacia la vida adulta y en particular la capacitación y el acceso al primer empleo, de conformidad con la ley” (CRBV, 1999). Para el año 2002, se decreta la Ley Nacional de la Juventud donde destaca  la misión de  promover el primer empleo como derecho en el transito a la vida adulta. Ya para el 2.008 se exhorta una modificación de la misma que contemple un sistema más amplio de protección para la juventud estipulado en la Ley del Poder Popular para la Juventud.

Resulta oportuno citar esta ley porque define el ser joven. “A los efectos de esta Ley, sin menoscabo de otras definiciones, y sin sustituir los límites de edad establecidos en otras leyes, se consideran jóvenes a las personas naturales, correspondientes al ciclo evolutivo de vida entra las edades de quince y treinta años, que por sus características propias se considera la etapa transitoria de la adultez” (Título I ,disposiciones fundamentales, definición de joven).En el titulo referido  a los deberes y derechos de la juventud, se hace referencia a las garantías de la juventud indígena y su “derecho a un proceso educativo intercultural y bilingüe, que responda a los usos, costumbres y normas originarias, así como a la promoción e integración laboral y productiva; y al goce de sus derechos ciudadanos, sin discriminación alguna”.

Observando lo anterior queda claro que la categoría juventud indígena es enunciada  en el marco de lo indígena como una condición  general,  objeto de derechos. Mientras la categoría hegemónica de juventud ha sido estudiada en  sus múltiples variables,  la caracterización de ser joven y además  indígena ha quedado incomunicada. Es importante indagar las razones de esta omisión que se explica como  parte del dominio teórico de la caracterización de la juventud desde  referentes occidentales y también al hecho de obviar las equivalencias a la fase de ciclo vital  que  los pueblos indígenas  poseen  y su  reconocimiento frente al saber occidental.

Si  la tendencia ha sido  posicionar el tema de la  juventud como grandes portadores de valores y bastiones de lucha frente a los procesos de cambio sociales y políticos de Venezuela, resulta  comprensible que desde este enfoque sea invisibles  las acciones de los jóvenes indígenas, quienes no han sido sujetos protagónicos de revueltas populares nacionales o  manifestaciones universitarias, esto solo por nombrar algunos eventos que  han servido para llamar la atención de estudiosos del tema. La construcción hegemónica de “esa imagen de generación sobre el papel de la juventud en los procesos políticos” ha sido la única tomada en cuenta, “el problema es que a partir de esa construcción elaborada por políticos e intelectuales se ha creado una representación sobre el  papel que como actor político debe jugar la juventud en Venezuela y acerca sus prácticas, de tal forma que ello impide mirar otras iniciativas que tienen que ver con diferentes maneras de hace política por parte de algunos grupos de jóvenes actualmente”(Bermúdez et al., 2010:105).

El objeto de estudio de lo “joven” ha sido asociado a sujetos a partir de sus experiencias como  estudiantes universitarios, sujetos contestatarios  frente a  políticas públicas de redistribución de recursos, sujetos para el consumo, actores políticos y datos demográficos. Pero los adolescentes y jóvenes de los diferentes pueblos indígenas, no han sido incluidos en el discurso.  Ellos y ellas son claves para comprender  las situaciones de deterioro progresivo de las cientos de comunidades indígenas del país, así como  claves en  manifestar  sus esperanzas frente un futuro que parece incierto. Con esto no se quiere  decir que en Venezuela se haya  obviado los  estudios  etnográficos  sobre la presencia indígena en general. Pero el sujeto de análisis  en la mayoría de los casos ha sido un hombre adulto visto como chaman o  guardián de la cultura amenazada; sujeto en profundo proceso de pérdida de identidad, sujeto pobre materialmente o victima de la violencia ante la pérdida progresiva de los territorios frente a  los terratenientes.

La población indígena de Venezuela se encuentra presente en casi todo el territorio nacional, tanto en centros urbanos como rurales, los cuales no son necesariamente asentamientos tradicionales. Datos revelan que el 63,24% de la población que se autoreconoció como indígena reside  en zonas urbanas, lo  que  conduce a  valorar a los fenómenos migratorios como realidades de gran incidencia en este  mapa nacional. El censo 2011 registró un total de 52 pueblos indígenas que constituyen el 2,7 % del total de la población venezolana; en cifras esto corresponde a  724.592 personas auto reconocidas como indígenas de 26.503.338 no indígenas.  (Instituto Nacional de Estadística 2011, Resultados básicos del censo indígena en XIV censo de población y vivienda).  El censo reconoce así que aunque hubo un crecimiento del número de venezolanos auto reconocidos como indígenas,  hubo una disminución en quienes son hablantes de sus idiomas de origen. El censo también revela una  disminución relativa de los menores de 15 años y un incremento de la población en edad potencial de trabajar de 15 a 64 años; también  “se observa una disminución relevante de la dependencia juvenil, menores 15 años, como evidencia de la disminución de la fecundidad. Incidiendo en el desplazamiento de la edad mediana de 19 años (censo 2001) a 21 años según el censo 2011”. (Instituto Nacional de Estadística, 2014. Resultados Censo indígena 2011). En cuanto a las características educativas, el censo no  precisa cuantos indígenas están en universidades, solo destaca  un aumento en las cifras de alfabetización y  un estimado de la  brecha frente a los no indígena  de  alrededor de un 30% (Ídem).

Para investigar a los “jóvenes indígenas” es necesario saber que se trata de un campo  sin conclusión absoluta y buscar superar “la mezcla arbitraria entre la temática delo joven en general, de lo “étnico e indígena en general”, o sólo  de la derivación hacia lo joven desde otras temáticas relevantes, como la migración, la educación, la salud” (Idem: 73). Existe una inclusión problemática de las distintas realidades de los jóvenes indígenas frente a una realidad nacional que presiona de forma agresiva los sistemas sociales indígena, cada día más fragmentada.  Se han alterado los sistemas que tradicionalmente han incido en  las pautas de socialización de la infancia indígena lo que conlleva a  profundas modificaciones en las distintas construcciones de la identidad. Las realidades de exclusión material y las ausencias subjetivas en los campos del saber, otorgan al problema  un carácter  de  urgencia, y que se visibiliza en  los  jóvenes  estudiantes de la Universidad Indígena de Venezuela. Desde el punto de  vista de estudios decoloniales, cuando me refiero a las identidades, entiendo estas como “procesos amplios de formaciones de sujetos, que expresan no sólo personalidades particulares , sino también agrupaciones colectivas [así] las identidades comprenden un medio crucial a través del cual los procesos sociales se perciben, se experimentan y se expresan” ( Saurabh,2009).  Por consiguiente, las identidades juveniles protagonistas de esta investigación  están definidas por relaciones históricas de producción, poder y aprobación. Se intenta subvertir la institucionalización  de lo que es ser joven, indígena y estudiante  universitario, para se  conjugan  elementos  críticos sobre  la construcción de la raza, las divisiones de género y clase, para avanzar en rectificar en la medida de este humilde aporte, el desequilibrio que reina en las construcciones hegemónicas de las categorías de análisis enunciadas.

Desde esta posición de sujetos subalternos se propone el  análisis del tema. La producción de la juventud indígena situada en  los diferentes pueblos es observada y problematizada desde  las realidades de migración,caso de jóvenes del pueblo Jivi; educación secundaria, tema central en todas las experiencias; consumo hegemónico de redes sociales,muy presente entre jóvenes yekuana y pemon,el devenir de la Universidad Indígena de Venezuela como espacio que enfatiza  lo juvenil desde  el elemento común dado por el hecho de ser estudiante y por último el tema de género y relaciones de poder.  Falta aproximarse a especificidades que  dan lugar a estos procesos amplios de “resemantización”, y que sin duda  cumplen con  objetivos vitales en las trayectorias de vida de estos estudiantes. Las  configuraciones identitarias de estos indígenas buscan  un lugar  con sentido protagónico  en la sociedad venezolana, específicamente  instando a la reflexión de la educación universitaria.

 

Breve caracterización de la  Universidad Indígena de Venezuela

La Universidad se inspira en particular  con la creación de la  Universidad Intercultural de las Nacionalidades  y Pueblos Indígenas “Amawtay Wasi” en Ecuador, y en general con en  el movimiento de instituciones indígenas del continente. El camino de la UIV por el reconocimiento por parte del Estado  venezolano ha estado marcado por momentos de tensión producto de las necesidades económicas para garantizar la atención de los estudiantes en materia de alimentación, transporte, salud así como también infraestructura. Esta realidad llevó a la Universidad a solicitar apoyo en distintos entes gubernamentales, aun y cuando, al interior de la misma no se había planteado como objetivo fundamental contar con el reconocimiento oficial. Al respecto, uno de los fundadores afirma que “para nosotros los mas importante fue y ha sido el reconocimiento de los pueblos indígenas, sin embargo, la realidad económica fue la que nos llevó a encaminarnos por el reconocimiento oficial  para contar con un presupuesto que garantizara su funcionamiento y permanencia en el tiempo. Una de las primeras puertas que tocamos  en el 2007 fue la de Fundayacucho[7], institución que  empezó a prestarnos un apoyo económico muy modesto dentro del programa de becas del poder popular” (González,2013).  Importante es destacar que en un acto de entrega de becas en la que asistió el presidente Chávez, una representación de cuatro estudiantes de la UIV  indígenas fue invitada.  Al final del discurso del Presidente, Wesiyuma, para entonces coordinador académico, pidió derecho de palabra para solicitarle al  Presidente Chávez el reconocimiento de la UIV. En respuesta, el mandatario nacional accede a dicha petición, acción que marcó en la vida de la UIV un antes y un después. Transcurridos unos  días, el Ministerio de Educación Universitaria contacta al equipo académico de la UIV para acordar  pautas del trabajo conjunto  en dirección a su declaración formal. Finalmente, la UIV fue reconocida en el marco de la Misión Alma Mater[8],  misión  que se creó con el propósito de impulsar la transformación de la educación universitaria venezolana bajo criterios  de articulación institucional y territorial, estos  en función de las líneas estratégicas del Proyecto Nacional Simón Bolívar[9], garantizando el derecho de todas y todos a una educación superior de calidad sin exclusiones.

Se resalta el hecho de que el  nombre Universidad Indígena de Venezuela fue cambiado en el decreto 8.631 y en Gaceta Oficial No.39.810 por el de Universidad Nacional Experimental Indígena del Tauca (UNEIT), aspecto que  fue debatido al interior de la UIV por considerar que representativamente el alcance reconocido oficialmente se circunscribiría solamente a los indígenas del estado Bolívar y Amazonas y no como lo que es en realidad, una universidad para todo los pueblos indígenas el país.

Si bien el reconocimiento aconteció en el año 2011, la creación de la UIV data del  año 2000 cuando fue registrada como la asociación civil Universidad Indígena de Venezuela. El hermano Jesuíta  José María Korta Ajishama, conoce el Caño Tauca del Municipio Autónomo Sucre del Estado Bolívar  en el año 1992, lugar que se convierte en sede de “Causa Amerindia Kiwxi”, donde se realizó durante una década  cursos de concientización y autoncientización indígena con el apoyo de un equipo de aliados a la causa y conscientes de que los propios pueblos debían ser protagonistas de su propia  afirmación cultural. Para el año 2000 fue convocado un primer grupo de jóvenes indígenas de diferentes pueblos con el objeto de crear, dentro de una metodología bilingüe e intercultural, textos para ser utilizados en las escuelas indígenas, es decir, que estos jóvenes con el apoyo y herramientas de la educación criolla, realizaron  sus propios libros encarnados en su cosmovisión y vida. Dicho esto, la UIV se erigió “no solo como una Universidad para Indígenas si no como una  la Universidad desde los  indígenas pues ellos promovieron su creación” (Korta,2012). Al inicio confluyeron en la propuesta de la Universidad solo  los Ye´kuanas, Eñepá y Pumé. En la actualidad  incorporan, además de las anteriores, estudiantes de los pueblos  Yuckpas,  Wótjüja, Warao, Jibi y los Pemon.  En otro orden de ideas, la infraestructura de la UIV  responde a las realidades arquitectónicas de  los pueblos indígenas. Las residencias estudiantiles  y las áreas comunes de reunión son en su inmensa mayoría churuatas, razón por la cual los materiales que predominan son el barro, la madera y la palma.

La Universidad  está orientada a “la formación integral de los estudiantes indígenas  caracterizados por su alto compromiso con las comunidades, su capacidad de organización y liderazgo, para recrear espacios culturales que ayuden a la formación de futuras generaciones” (Informe ejecutivo de la UIV presentado ante el Consejo Nacional de Universidades, 2010). La Universidad es concebida como una “universidad–comunidad, de  allí que la máxima autoridad de la UIV sea el consejo de sabios y ancianos conformado por  mayores de cada pueblo.   En cuanto al diseño curricular, la UIV  organiza el plan de estudios en un primer ciclo referido al tronco común transversalizado por los ejes de  concientización, identidad y producción.  El segundo ciclo se concentra en la formación especializada que culmina con un trabajo de investigación. El tiempo de la trayectoria de estudios es de 4 años. El año académico lo conforman dos semestres que se turnan uno “cursado” en la comunidad y el otro en la universidad. Educación cultural indígena, estudios jurídicos, agroecología indígena y comunicación social indígena, son las cuatro carreras que ofrece la UIV.

El proceso formativo se da en contextos concretos que son en primera instancia las comunidades “que se constituyen como espacios de investigación de exclusivo valor por la presencia de ancianos y la posibilidad de conocer mejor la cultura milenaria y las potencialidades para su rescate” (Entrevista a Hernán González, co fundador de la UIV, 2013); están también las residencias estudiantiles, donde cada pueblo tiene  construida una  edificación  según corresponda  al diseño tradicional de  cada cultura.  El estudiante  “puede crear y recrear su propia cultura, donde  habla su idioma”. Estas residencias buscan ser autogestionarias lo que se edifica como una práctica de incalculable valor pedagógico pues permite que los estudiantes  reproduzcan de alguna forma ele espacio  de donde son originariamente. También están las áreas demostrativas,  que son “espacios de práctica y ensayo de modelos de producción, aprendizaje de nuevas técnicas y diseño de proyectos”. Por otra parte, la UIV se encuentra  bajo el desafío de “validar dentro de sus programas de formación el conocimiento de los pueblos indígenas” (González,2013) como aportes a una educación universitaria  concebida para y por los pueblos indígenas en su relación con sus realidades culturales y en  diálogo intercultural con  la sociedad venezolana.

Los estudiantes y sus contextos comunitarios

Se  presenta sucinta descripción  que intenta precisar los rasgos característicos de los distintos contextos geográficos, trayectorias históricas y culturales de los protagonistas de esta investigación y al mismo tiempo, nombrar los problemas  que  presionan  la  vida de las comunidades  de donde provienen. No pretende ser una síntesis de datos antropológicos ni lingüistas. Procura situar al lector en  las distintas realidades que impactan  a los jóvenes indígenas y sus tejidos comunitarios.

La participación de los estudiantes del  pueblo Yékuana en la Universidad Indígena está ligada a  a su fundación y consolidación. En la década de los 70 se conformó una de las organizaciones de indígenas de mayor trayectoria en el país, la Unión de Maquiritares del Alto Ventuari, UMAV (Rivas,2014-cofundador Ecomunidad- Causa Amerindia Kiwxi, entrevista).Los Maquiritares como les llama el criollo a los Yekuana, en vez de dispersarse en su propio territorio, tal como preveían terratenientes invasores en la zona supuestos “ganaderos”, decidieron concentrarse poblacionalmente en Cacuri, organizándose también en la cría de ganado bufalino, especie adaptable al sistema climático del Amazonas y así defender su ancestral territorio. Los hijos  e hijas y de esta lucha comunal Yekuana, son postulados hoy para asistir por los ancianos de su pueblo. Muchos de los yekuanas se desempeñan en roles importantes dentro de su comunidad. Hoy enfrentan graves problemas por la invasión minera en sus territorios.

Los estudiantes y las estudiantes  del  pueblo Pemón que asisten a la UIV son principalmente de las comunidades ubicadas en el  municipio Gran Sabana. El pueblo  Pemon  es  el tercero con mayor población en Venezuela y su cultura ha sido muy influida por la intervención de la religión occidental, a través de los misioneros católicos capuchinos y de los protestantes adventistas. Su territorio fronterizo con la Guayana y Brasil, rico en oro y diamante, ha provocado conflictos armados entre indígenas, garimpeiros y fuerzas militares, resultando, según testimonio de los propios pemones, en indígenas asesinados ya que son los que poseen mayor vulnerabilidad y menos protección  de todos los actores que participan en la explotación de los minerales preciosos. Las mujeres Pemon han denunciado en distintos espacios  la explotación sexual a la que son objeto algunas  niñas y adolescentes en contextos donde la minería legal e ilegal ha  ido desplazando las relaciones económicas comunitarias.

La mayor parte de los jóvenes Waraos que van a la Universidad Indígena de Venezuela provienen de las comunidades alrededor del caño Mariusa y Isla La Tortuga.  El 40% de las comunidades   waraos no tienen acceso a servicios básicos de salud   debido la falta de redes de transporte fluvial. Enfermedades epidémicas  como el sarampión, cólera, tuberculosis  asi como el consumo de alcohol configuran uno de  los riesgos a los que estas comunidades están expuestas (Wilpert;Lafée Wilpert:2008:363). El pueblo Warao ha sido una de los grupos etnicos que con mayor fuerza ha sufrido el proceso de transculturización bajo la influencia de los sacerdotes Capuchinos de la iglesia católica, la explotación del Palmito, terratenientes que han invadido parte de la tierra cultivable en el Delta (solo el 25% de la tierra es cultivable) y la empresa Petróleos de Venezuela, que ha utilizado su mano de obra barata y su experticia geográfica en el delta para la explotación del recurso La lengua Warao  corre un gran peligro de desaparecer ya que se calcula que unos 18.000 mil miembros del pueblo sólo hablan la lengua originaria, unos 16.000 lo mezclan con el español y el resto de la población, solo se expresa en castellano (Luzardo,2009).

Por su parte, los estudiantes del pueblo Wotuja  son de Mawako de Autana, municipios del estado Amazonas. Entre los problemas que  reportan están los relacionados con la minería y con  violaciones al derecho al libre tránsito  por parte de grupos armados guerrilleros y paramilitares.  La violencia contra la mujer  es otro problema mencionado por  una de las estudiantes consultadas. Algunos de los estudiantes hacen referencia a experiencias negativas que parten de las relaciones que sus padres y abuelos tuvieron en el pasado con los misioneros evangélicos estadounidenses  “Nuevas Tribus”[10] y  con los salesianos de la iglesia católica.

Los estudiantes entrevistados del pueblo Pumé  provienen del estado Apure, una zona de extensos llanos y sabanas.Los problemas más nombrados por los entrevistados están relacionados a la invasión de sus territorios por terratenientes y la violencia de los colonizadores de ayer  y la expansión de los hatos y fundos criollos de  más de  recién data establecidos en las tierras situadas al norte del Capanaparo.

En relación con la presencia de los yukpas en la UIV, la misma  está ligada al líder indígena Sabino Romero[11]. Son  dos de sus  hijos y una de sus hijas quienes han turnado  su estadía en la universidad con largos ciclos de  permanencia en su comunidad Chaktapa, antigua hacienda Tizina,  la cual que fue recuperada por la  familia Romero en el 2009. El pueblo yukpa está en el occidente del estado Zulia, específicamente en la Sierra de Perijá y se  ha asentado alrededor de las cuencas de los ríos Apón, Negro, Yaza y Tukuko.  La misión capuchina  “Los ángeles del Tokuko”, ubicada en el centro piloto Tokuko, ha ejercido gran influencia en el destino de ese pueblo hasta el punto de que la comunidad donde se asentó es hoy la de mayor concentración de yukpas en convivencia con  criollos venezolanos y colombianos. Fue precisamente en  el Tokuko donde  Sabino Romero  fue ajusticiado.

Los estudiantes del  pueblo E ñepá  proceden uno de la comunidad Sabanita en el sector Perro de Agua y el otro, fundador de la UIV, de la comunidad Keipon, ambas comunidades en estado Bolívar. Entre las dificultades  que hacen referencia están las asociadas al alcoholismo, la pérdida acelerada del idioma debido en parte a que en  la escuela primaria se privilegia el idioma español por encima que el Eñepá.  También refieren como problema a enfrentar el inicio de la construcción de la central hidroeléctrica Chorrín, proyecto que  ha dividido la opinión entre los habitantes de las comunidades  directamente  afectadas.

Los jóvenes del  pueblo Jivi provienen de comunidades semi rurales ubicadas en  Guarataro, uno de los municipios del estado Bolívar. Es importante destacar que los Jivi son quizá uno de los pueblos indígenas  con mayor índice de desarraigo en comparación con otros pueblos y que se ha visto   en la necesidad de migrar hacia otros  sectores  en busca de tierras   para   el cultivo.

Resultados y discusión

Espacios de socialización

Los testimonios de los estudiantes permiten identificar espacios para la socialización los siguientes: las residencias estudiantiles, el infocentro, los juegos deportivos y en específico el terreno aplanado que se usa  como cancha para jugar futbol. En cada una de estos espacios los estudiantes se agrupan para “escuchar música,” echar broma” o “trabajar a gusto”. La libertad se experimenta de forma más plena  en virtud de que no hay presencia  de figuras de autoridad. A la par de los mencionados, especial atención merece  la música  que aparece como un elemento simbólico  presente  a través de los dispositivos celulares.   De igual forma el tiempo  libre  estipulado en el horario de actividades los sábados luego del medio día y los domingos.

Es importante resaltar que en la interacción de distintas culturas  los jóvenes valoran el nacimiento de redes de amistad que se crean a partir de reconocerse a sí mismo en los otros. Uno de los aspectos que más hacen referencia los estudiantes es la oportunidad de poder  conocer la diversidad de pueblos indígenas que existen en Venezuela. Javier, del pueblo yukpa  comenta que antes de su experiencia en la UIV, él pensaba que  sólo  existían en Venezuela  pueblos indígenas del estado Zulia. Por otra parte, sorprende  las valoraciones que cada  estudiante hace a partir de las apreciaciones de los otros en función del compartir que se genera  en las residencias estudiantiles. Alberto, del pueblo Yekuana expresa que:

Lo que me ha impactado fue, como se llama, los chamos  Eñepá, porque ellos son se ven como callados  y a la hora de hacer cosas como son directos, van directo al tema y si tú cometiste un error ellos lo discuten en el momento o te llevan para la coordinación para que se pueda resolver. Yo viví un tiempo con ellos. Me dí cuenta de que aunque son callados son muy directos, si son bravos, entonces no te dicen pero a la hora que tienen que decirlo te dicen y eso también me ha enseñado cosas.

José, del pueblo pemon comenta que cuando ingresó  a la  UIV lo ubicaron en  residencias estudiantiles distintas a las de su pueblo. Esta experiencia le permitió conocer a los demás jóvenes

Cuando vine por primera vez sentí que recibieron como en mi casa  pues  la mayoría de los jóvenes indígenas me aceptaron. Los primeros con los que me relacioné fue con los chirianas, Jivi y Sanema.  Me dejaron alojar ahí en mi chinchorro. Aunque tenemos diferentes  idiomas, el español me sirvió para comunicarme  y no quedarme encerrado en mí mismo.  Me quedé un semestre y luego en el otro también con otro pueblo. Los indígenas tenemos una forma de ser que nos  hace parecidos. Empecé a tener más confianza y a echar broma, compartir cuentos. Empecé también a aprender palabras de otros idiomas.

 

Durante la convivencia en las  residencias estudiantiles, existen espacios libres de las figuras de autoridad representadas por facilitadores, ancianos o por el coordinador general. Durante la semana están  las horas de estudio personalizado,  los encuentros que acontecen durante la hora de las tres comidas del día. En las residencias estudiantiles también se abren espacios para la resolución de conflictos que son abordados por  todos los integrantes que viven en dicho espacio.

El tiempo libre es empleado para  distintas actividades,  pero la respuesta más concurrida fue la de buscar a las amistades para compartir, seguida por lavar la ropa en el río y la actividad  de “ir a pescar con mis  amigos”. Por otra oparte,  la forma como la universidad indígena ha estructurad  el horario surgió como un aspecto que llama la atención de Rafael, joven yukuana, por cuanto este explica que en su comunidad no existe ningún programador de las actividades para guiar lo que cada quien debe hace; sin embargo él admite que es necesario que en la UIV todos y todas se guien por un horario.

En la universidad indígena nosotros somos jóvenes estudiantes  de diferentes pueblos, no solo Yekuana, nosotros somos 8 pueblos aquí. Entonces viendo la diferencia  y la diversidad de todos los pueblos es necesario poner normas que nos puedan equilibrar el comportamiento. El Yekuana le gusta despertarse temprano, los adultos, se duerme tarde. El Warao es diferente, el Warao se duerme temprano, y se para temprano temprano también. El Pemón se para, puede tener su diferencia también. Entonces para regular eso es necesario una norma, o sea un horario que  es una hora donde todos se puedan despertar, donde todos puedan comer.

Respecto con el  uso del tiempo libre,  la mayoría de los estudiantes refieren  como principal actividad la de buscar  a mis amigos para compartir (24), seguida por la de lavar ropa  e  ir  a pescar (Resultados Cuestionario Identidades Juveniles Indígenas en la UIV, 2013).

Durante la observación participante se constató la presencia de un acompañante  ruidoso que se  activa  en medio de reuniones informales entre los estudiantes: el celular como dispositivo para escuchar música.  Diferentes géneros musicales  comparten la escena  a diario, desde raspacanilla, paseándose por el reggaetón hasta el rock romántico, el vallenato y  música llanera. El 53% de los estudiantes afirmó tener celular.  Para cada uno de los estudiantes entrevistados, la música constituye un referente identitario que lo distingue del otro. Por ejemplo, Alejandro, joven  del pueblo Wotuja  señala que en su comunidad lo mas que se escucha es  “reggaetón y raspacanilla pa lante”, él  se ha inclinado por  el rock mencionado a la  agrupación The Killers y la canción “Here with me”.  Igualmente le gusta  la música romántica pues se considera  un “hombre triste por dentro pero por fuera demuestro alegría”.

Por su parte, Damian, del pueblo Pemon no tuvo dudas al precisar sus gustos musicales agrupados en la música electrónica pues “me aburre mucho la música que escuchan en la comunidad, mucha viene de Brasil y no me gusta, prefiero DJ Tiesto, Simple Plan, Green Day”. Tanto este joven Pemon, como el joven  Wotuja comparten un estilo de peinado que también es usual  en jóvenes urbanos  consumidores de las mismas tendencias musicales. El uso del sweter negro, jeanes muy anchos,  el corte de pelo Emo son también el reflejo de una parte  de la identidad conectada  en el consumo global  musical. Todo esto indica  la función simbólica de la música que funge como  parte  de  “la socioestética”, categoría empleada por  Reguillo y que puede  entenderse como  “producto de mezclas, préstamos e intercambios que resignifican, en una solución de continuidad , la contradicción”(Reguillo,2012:119).   Los géneros musicales  consumidos por los estudiantes son en orden de preferencia raspacanilla, vallenato, merengue, joropo, reggaetón, rock, y música romántica (Resultados Cuestionario Identidades Juveniles Indígenas en la UIV, 2013).

Otro espacio es el infocentro, el cual es un módulo de dos pisos dotado con computadoras  con acceso a internet. A pesar de que no todos los estudiantes  van  con frecuencia al infocentro, quienes acuden,  afirman hacerlo  no solo para hacer sus trabajos sino también  para buscar información y hacer uso del facebook.   El 32% de los consultados afirma tener cuenta en facebook. Al revisar seis perfiles  de seis estudiantes diferentes, se puede constatar  la circulación de  selfie o autorretratos en distintos lugares de la universidad. El contacto se hace con amistades que se encuentran en sus comunidades o  estudiando en las ciudades. Mensajes de amor, amistad, nostalgia predominan, así como comentarios de otras fotografías y saludos en la distancia. Es importante señalar  que el facebook también se usa como una forma de hacer circular el orgullo identitario. Esto se pudo constatar en  casi todos los perfiles revisados la semana alrededor del 12 de octubre, conocido como Día de la Resistencia Indígena. Muchos de los autoretratos fotográficos estaban acompañados de frases como “soy indígena y luchador”; “orgulloso de mi pueblo” o “100% indígena”, lo que refleja un uso politizado del facebook que debe ser valorado  y potenciado. Comenta  un joven que

El facebook lo he utilizado para comunicarme con la gente. Eso a veces me lo critican aquí, pero yo les explico que depende porque es cuestión de usarlo bien porque yo lo uso como una herramienta de comunicación, lo utilizo como herramienta de denuncia de lo que reflexiono. Lo que he puesto  últimamente  ha sido sobre el tema de la comunicación, cómo tiene que ser definida la comunicación desde los indígenas,  he puesto  este tema a ver qué me dicen y para saber en que andan algunos comunicadores indígenas del mundo.

En cuanto a los deportes, destaca el hecho de que se organizan juegos indígenas  que son  practicados  en ciertos momentos con  vestimenta tradicional de cada pueblo.  Por su  parte, el futbol, es una actividad de alta participación en la UIV y se lleva a cabo en uno de los cuatro terrenos cavados para proyectos de acondicionamiento de   piscinas para el cultivo de cachama[12].Los deportes indígenas  son propicios  para  el intercambio entre pueblos, demostrando así cierta competitividad  que resulta interesante pues  entre bromas se hace referencia a ciertas hegemonías  de unos pueblos por sobre otros que se evidencian en comentarios como  “los pemones somos los mejores en el futbol aunque estamos ahí ahí  con los yekuana, pero los ganadores a ciencia cierta son los  Piaroa

(Testimonio de estudiante recogido durante juego de futbol, octubre 2013, nota de campo). Son los  sábados por la tarde y en especial los días domingos, una vez que   el sol cede, los días  que se aprovechan para  los juegos deportivos.  Mientras se enfrentan los dos equipos,  alrededor del terreno se sientan los espectadores a apoyar a sus equipos, entre risas y bromas, transcurre la tarde de deportes.  Considera esta investigación que las practicas de futbol en la UIV son los espacios de recreación más vitales y  con mayor concurrencia.

 

Autovaloración sobre quién es joven- estudiante  indígena

La condición de ser joven indígena varía según las experiencias de  vida de cada estudiante entrevistado. Las definiciones revelan contextos y trayectorias de vida asociadas a la  familia, la escuela, su relación con los abuelos y abuelas y la participación en actividades laborales, la mayoría informales.  Sin embargo, surgió como categoría común  la  relacionada al estatus de estudiante, el cual fue considerado  como un rasgo  importante  que mucho tiene que ver en la definición de ser joven indígena.  La escuela como agente de socialización es también nombrada por todos los entrevistados como la institución responsable de muchos de los cambios que los jóvenes han experimentado, por cuanto la misma ha sustituido el tiempo que antes  los padres, madres y abuelas  les dedicaban a los niños.  En la encuesta realizada,  los estudiantes respondieron que son jóvenes indígenas porque “hago cosas que  hacen los  jóvenes criollos y los indígenas”; “porque tengo la edad de ser joven” y “porque estudio en la Universidad”. El 64% de los jóvenes reportaron haber  estudiado en  secundaria con jóvenes indígenas y criollos (Resultados Cuestionario Identidades Juveniles Indígenas en la UIV, 2013).

Juan, del pueblo Wotuja quien se considera así  mismo “100% joven indígena”  explica lo siguiente:

Claro, los jóvenes de hoy han cambiado mucho a cómo eran antes.  Los niños antes sabían cómo era el ritmo de la comunidad, lo respetaban. De niños pasaban a portarse bien como adultos de la comunidad, a trabajar en el conuco, a cuidar de la familia. Eso ya no está. Ahora  la escuela los hace jóvenes después  y quieren hacer otras cosas. Los padres que le dicen a sus hijos hoy?. Hijo vaya usted para la escuela que  yo voy para el conuco, voy de cacería. Entonces el  hijo se queda en la escuela y lo atiende una maestra que le habla puro en castellano y no le enseña cosas de la comunidad sino de libros  que son criollos”. -Porque los jóvenes indígenas de aquella época  desde la niñez ya tenía su formación orientado avanzado comparado con los otros  no indígenas el caso de los campesinos los criollos  siendo el joven, ya desde niño tenia la orientación de sus padres claro eso no dificultaba si el enfrentaba todas sus cosas.

Su apreciación coincide con la de  Isamel,  Eñepá, quien manifiesta que  algunos jóvenes “no hacen mucho trabajo en la comunidad sino que  se preocupan de vivir por su  propia cuenta. Eso ocurre sobre todo  en los  jóvenes que han estudiando más o menos desde sexto  grado hasta  el segundo año en  escuelas criollas. Ellos estudian a veces con jóvenes criollos y aprenden a no participar en trabajos comunitarios. Les da pena si son mujeres dicen que  no es trabajo de los jóvenes y que ellas no  van a  hacer lo que  hacen los mayores”.

Este comentario revela  la influencia de las aspiraciones hegemónicas en las trayectorias de vida de los jóvenes indígenas. Los proyectos de vida individual, muy presente como metas en los jóvenes no indígenas, son asumidos  también por los indígenas. Esto incide en el debilitamiento de los tejidos comunitarios y en la fragmentación de las prácticas colectivas de los pueblos indígenas.

El testimonio proveniente de Félix, Yekuana,  vincula la juventud con el compromiso de defender su pueblo.  Está conectado con la necesidad de manejar temas que las generaciones que le antecedieron no manejaban. Félix, es estudioso del tema de demarcación. Es padre de familia y fue el primer coordinador indígena que tuvo la universidad.  “Yo me considero indígena Yekuana, o sea con mucha fuerza, con mucha claridad y eso es primero. Para mi ser joven indígena Yekuana es un orgullo pues, el fruto de la resistencia. Si nosotros  los jóvenes no  nos preparamos  entonces como van a quedar nuestros pueblos? Van a quedar otra vez aplastados”

José, comenta que  “nunca  he perdido tiempo como joven desde mi juventud siempre  he  hecho cosas útiles. Hay siempre que aprovechar en la Gran Sabana, en la selva se pueden hacer cosas. Soy joven Pemón y tengo que aprovechar que tengo fuerza para hacer cosas”.

Por su parte Rafael,  precisa que es joven  indígena porque “soy hijo de la comunidad de Tencua y soy  hijo también de Yekuanas conocedores de la cultura y mi mamá también es Yekuana. Y eso me hace ser Yekuana, me siento orgulloso de ser Yekuana. Y eso me hace sentir como, como indígena”. Resulta interesante saber que este joven tiene esposa pero aun no  tiene  hijos. Al ser interrogado sobre el por qué, él contesta que “aun no lo hemos decidido.  Habrá tiempo de tener hijos, y eso será cuando no tenga muchas responsabilidades ya sea aquí o en otra parte”.   El ser joven estudiante le permite a Rafael,  el poder  de  aplazar su rol de padre.   El acto de estudiar en la UIV es tomado en cuenta por este joven como una de las responsabilidades que más pesa en este momento de su  vida y que  lo  lleva a decidir que no es el momento de convertirse en padre de familia. Rafael hace uso de métodos anticonceptivos para evitar que su esposa  quede embarazada. Desde la vivencia de jóvenes urbanos, el tener hijos no resulta  compatible con  el hecho de estar cursando alguna carrera universitaria. Es bien conocido el  consejo de estudiar primero para luego poder tener los medios de mantener a la familia.  Por ello, se puede  afirmar que  el ser joven indígena para este muchacho representa también la posibilidad de tomar  desde lo juventud  hegemónica, este arreglo  que le permite  tener tiempo para dedicarse a sus estudios. Por su parte, Alejandro, afirma que

Soy un joven que aprende todos  los días en Universidad. Me gusta las fiestas también  y  como aun no estoy casado aprovecho del tiempo aquí para pintar, me gusta pintar, los indígenas somos  muy buenos artistas”. Wiliam, del mismo pueblo pero de otra comunidad  se define como joven y  a su vez  “mestizo”  porque “mi mama y mi familia es Piaroa  y mi papa es colombiano. Por ahora siento orgullo de ser indígena  y como joven rescatar la cultura, tener la experiencia de lo que vivieron mis abuelos, saber  que hacían, cómo pasaban  la vida.

Del pueblo Eñepá, Ricardo, manifiesta  su concepción de joven indígena como “la edad para poder ayudar más a la comunidad” en virtud de que  a partir de los 12 años “los Eñepá empezamos a trabajar  15 o  16 años para arriba  el Eñepá  para arriba comienza a trabajar  pero no solo en la familia, o a los padres sino  en el campo para todos”. David Palmar[13], es del pueblo Wayú y explica que

Me defino un joven indígena que  le apuesta  a la pervivencia  de los seres vivos y la ética planetaria. Desde la perspectiva occidental  el ser joven  implica  ser una persona que tiene presiones por ser objeto de  expectativas sociales. Y eso lo vivo también yo como indígena. Es un vaivén de desaprobaciones como por ejemplo “los wayuu no hacen esto o aquello”, “no pareces Wayuu”. Muchas de estas desaprobaciones  vienen  también de tu misma gente. Es una carga doble de expectativas. Hay romanticismo de que  los ancianos  son quienes tienen la verdad absoluta. Pero hay situaciones en las que  hay que hacer una lectura muy compleja.

Lo narrado por David  revela la doble carga que tienen los jóvenes indígenas en la construcción que otros hacen sobre ellos y ellas. Por ello “la forma de autonombrase en las diferentes adscripciones identitarias (…) ha desempeñado un papel muy importante no solo  en relación con las formas de comunicación entre pares, sino con respecto a  los diversos modos en que  se posiciona ante la sociedad” (Reguillo, 2012: 99).

Es de singular  importancia  algunas valoraciones que estos estudiantes  indígenas  hacen de los jóvenes criollos. En todos los testimonios  surgieron episodios de racismo  y sentimientos de superioridad por parte de los criollos. El 89% de los estudiantes indígenas considera que los jóvenes criollos y los indígenas  son diferentes. Las reflexiones que se desprendieron a partir de las interrogantes si te consideras joven indígena y por qué, surgen también de  precisar  las diferencias  en relación con el joven criollo.  Así Eduardo, del pueblo Pumé relata que

Lo que yo he visto, no sé, los criollos siempre han sido, han visto, ven a los indígenas como muy inferiores, ellos creen así no, y dicen que los indígenas no saben nada pero viendo eso yo me he preguntado en mi personal, y los pumé  somos iguales, pensamos iguales, lo que pasa.  Los criollos  utilizan una palabra. Que el indígena “pluma”. Esa es la palabra que usan. Pero entonces en mi interpretación, he analizado así no,  y pluma significaría que no vale, no. Ello sería carne y el indígena pluma que no vale.

Las experiencias de racismo  han estado  muy presentes en las escuelas primarias y secundarias  donde las clases se comparten con  estudiantes criollos. Adedukawa narra que “en el colegio la Guanota Fe y Alegría Apure.  Porque allá los campesinos, los criollitos estaban acostumbrados a joder a los indígenas “mira, indio” los Yekuana siempre hemos sido talento en el futbol, jugamos más que los criollos, que aquellos entonces nos envidiaban y uno se sentía, bueno no sé porque uno no se burla sino que es la realidad y bueno cuando  nosotros estábamos en la cancha jugábamos los mejores entonces nos envidiaban “indio come lombriz, come casabe, come mañoco” entonces una vez lo agarré. Peleamos ahí y hasta ahí pues” De hecho, 70% de los estudiantes afirmaron el haber sufrido alguna forma de  racismo en sus vidas. Y en cuanto a las relaciones con los jóvenes criollos,  el 53% afirman que entre los indígenas y no indígenas “no se relacionan mucho” y un 23% expresó que las peleas son porque los jóvenes criollos se creen más que los jóvenes indígenas (Resultados Cuestionario Identidades Juveniles Indígenas en la UIV, 2013).

Alberto, cuanta que existe mucha competencia entre los criollos e indígenas. Así narra que

En un liceo básicamente criollo  donde él cursaba estudios junto con dos primos nos decían  que esos indígenas no saben nada eso me ha arrechado mucho a mí me ponía molesto como éramos chamos  paso  una vez nos caímos a coñazos después, ellos se creían más y no era verdad porque nosotros decíamos vamos a estudiar a ver qué tal vamos a medirnos en el estudio y  nos  mediamos también en las matemáticas.

Muchos de los estudiantes observan  como principal diferencia entre los jóvenes criollos es  que los indígenas “saben hacer más cosas”, juegan mejor el futbol, tienen más habilidades  y destrezas como por ejemplo correr en la selva, cazar, pescar.  En este sentido, Rafael afirma que los jóvenes criollos de la secundaria “primero no saben hacer su comida (…) segundo, nosotros hacíamos una cosa como pequeña que es difícil para ellos que es peluquearnos, o sea simplemente con una tijera y ya se hace un corte. Y ahí es donde eso sorprendía. Bueno, son prácticas. Nosotros sabemos hacer eso. En el deporte también siempre ganábamos los indígenas. Entonces y se ha visto mucho eso la competencia también.

Los estudiantes yukpas consultados, son entre  todos los de la universidad, quienes más  cerca han experimentado el racismo, la discriminación y la injusticia. No solo  en los términos de la lucha  cuerpo a cuerpo contra los terratenientes, sino desde la escuela de “los curas”  en donde estuvieron internados para aprender a leer y escribir bien. Javier recuerda  que

Cuando yo estudié pues en la escuela de la misión del Tokuco que se llamaba Unidad Educativa Sagrada Familia, fundada desde muchos tiempos por los curas, entonces como mi papá Sabino  pues ha luchado o ha tenido  muchos tiempo de lucha  entonces ya  nos tenían señalados entre los ganaderos ,entonces  bueno nosotros  como los hijos del cacique Sabino alli pues nos trataban mal , nos castigan mucho y que a barrer eso o limpiar cosas  feas, podridas pues,  como por ejemplos los excrementos  de perros, a botar basura que tenía mucho tiempo. El padre Eduardo y el padre que es español y el padre Sandoval y que es de Caracas, y el padre español Víctor, este ellos decían siempre cuando yo estoy haciendo ya cuarto grado yo lo escuchaba cuando  estaba diciendo que si mi papa  seguía con la lucha nos iban a sacar; decían ellos, los curas decían ellos pues, que  tenían que sacar  a los hijos de Sabino, nos amenazaban con los estudios pues, nos amenazaban decían que  tenían que cansarnos para que nos fuéramos de la escuela (…)porque  ellos nos decían que  nuestro padre estaba haciendo malas cosas;  también nos decían que teníamos que aprender mucho sobre la religión como hijo de Sabino  (…) y que nuestra cultura eso ya no valía pues porque ya hasta si hablamos asi pues en nuestro idioma ellos decían que nuestro idioma no existía (…) nos juntábamos con los muchachos de Toromo  a echar cuentos en yukpa pero los curas querían siempre que uno este leyendo eso de lo que dicen biblia sino, nos decían que es importantísimo de estar diariamente  rezando por el único dios que ellos tienen no sé donde.

Ismael narra que  en la secundaria algunos estudiantes criollos provocaban a los jóvenes indígenas para “poner  bravos a esos indios”. Pero ese “indio” tiene nombre. Igualmente recuerda  comentarios como  “los indios no son de aquí venezolanos”. Yo les decía que mira chamo ustedes tienen sangre indígena, y ellos se reían que va chamo yo no soy indio”. Sin embargo, a pesar de esto, Najté con orgullo también  recuerda que hizo equipo en  algunos cursos con  un estudiante  Piaroa porque “era bueno en matemática y  que “cuando el profesor me mandaba a sacar el problema de la física” los demás estudiante s criollos buscaban anotarse con ellos para hacer equipo.

Atendiendo a los testimonios citados, se considera que los estudiantes de la UIV, todos con experiencias diferentes, han construido simbólicamente un nosotros, que somos jóvenes indígenas estudiantes, como  terreno de representaciones  que les es común a todos y todas.  Podría afirmarse que  existe también una  identidad colectiva a partir del encuentro de las diferentes  identidades individuales, las historias colectivas de los pueblos y  las vivencias de racismo y discriminación que le son  comunes a todos los entrevistados.  Se debe aclarar este aspecto porque no se trata de afirmar que sea una identidad colectiva que hace que todos sean iguales. Lo que acontece es que se afianza  “el carácter relacional” de la identidad como proceso de “identificación- diferenciación” con relación a un  Otro criollo que refleja  en su relación con el Otro indígena su   cognitivo de  racismo.

Valoración de la Universidad Indígena  para la reafirmación cultural

En lo  relativo el rol que ocupa la UIV la vida de los estudiantes,  vale la pena por conocer lo afirmado por Ricardo, Eñepá.

Yo me hice más consiente aquí en la Universidad. Los criollos piensan mal de uno. Los criollos dicen por qué estudian los indígenas?. Los pueblos indígenas estudian por su vida, por su comunidad (…)aquí estudié sin dejar de dedicarme a la producción de arroz de mi comunidad

Los jóvenes reflejan un sentido de pertenencia a la Universidad Indígena que viene dado desde un lugar que “señala un camino” en frases como que “la universidad  me ha cambiado (…) me trajo otra vez a mi lugar porque yo estaba yendo  a otro lado”. Ese “otro lado” al que hace referencia uno de los estudiantes  Yekuana quien experimentó  dos años la experiencia  de estar en una universidad  nacional, siendo él solo el único indígena, implica  la transición entre un camino que escogió pero que luego de experimentarlo decidió “el regreso”  que lleva en sí la posibilidad para la realización personal   resignificada a partir de la valoración de su  identidad indígena. Esta no niega en este joven el poder, por ejemplo, de escoger estudiar comunicación social en la Universidad Indígena, manejar programas avanzados de edición de videos y diseño gráfico, al mismo tiempo poseer cuenta de facebook  y tener contacto con el mundo a través de esta red digital.

Hasta el momento,  muchos elementos  indican que la Universidad es apreciada porque  involucra  espacios para  la libertad identitaria  y la posibilidad de pertenecer a un proyecto que da sentido a la existencia de estos jóvenes.Alejandro, cuenta que luego de la muerte de su padre “me quise suicidar yo me sentía que no servía, fumaba mucha marihuana, no sabía qué  hacer”.Hay un antes y un después en la vida de los estudiantes. Narra Rafael que “en un momento llegué a pensar de querer ser salesiano. Porque yo estuve con los salesianos 6 años. Después pensé estudiar, mirando la universidad pensé estudiar veterinaria y conseguir trabajo por lo menos en una hacienda  y vivir.

En palabras del profesor  y  co fundador de la UIV, Hernán  González,  al ser la universidad una expresión de  “identidades geohistóricas que constituyen cada pueblo indígena”,  las relaciones interculturales que  incluyen no solamente la  relación entre una cultura indígena determinada y la hegemónica sino que también, las relaciones entre estudiantes de distintos pueblos, genera espacios que nutren los modos de ser individuales que se encuentran en un espacio  colectivo y  que son  el fruto de un “proceso permanente de resemantización y enriquecimiento a través de las relaciones de interculturalidad”.( Entrevista a Hernán González, 2013)

Aquí se toma conciencia, aquí se está preparando generación de jóvenes, digamos asumiendo una identidad y estamos tomando conciencia y no echarnos para taras como doce alguna gente criolla. La idea es que nosotros los indígenas nos prepararemos a partir de nuestra cultura en primer lugar, pero  también tomando las herramientas que nos ofrece la cultura occidental, lo necesario. Por eso  yo agradezco mucho al Hermano Korta en Yarikajé[14], me cambió porque fue un espacio donde reflexioné profundamente a partir de por qué  fuimos maltratados, escuché sobre el genocidio, exterminio.  Nos decía que ustedes son valiosos, ustedes son seres humanos, ustedes no son animales, echa para adelante tu pueblo va a seguir siendo marginado por la cultura criolla si no  valoras tu cultura.

Adedukawa  quien  ya finalizó  sus estudios en la UIV y cumplió  su labor como coordinador indígenas en más de una ocasión ratifica que

Cuando llego allá [a Yarikajé su comunidad] siento que estoy preparado. Al escuchar la gente, una reunión, un análisis, un debate, te convierte como una persona que puede conducir, cuando… Después cuando hay conflictos, tú eres la persona adecuada. Entonces cuando yo digo “esta es la propuesta” entonces todo el mundo en ambas partes dice ok.

Los procesos cotidianos de gestión de la  Universidad son llevados a cabo por  un equipo de coordinadores  indígenas electos en asamblea cada  dos años.  Se aborda desde  lo académico, las áreas demostrativas,  el reporte de  daños en infraestructura, las compras de la comida en  los poblados más cercanos, el seguimiento del estado de las residencias estudiantiles. Por otro lado, los estudiantes han tenido  un acercamiento importante con organizaciones indígenas que han visitado la universidad, luchadores   como David Copenhague del pueblo Yanomami;  Amil del Pueblo Paltier Suruí,  la asistencia a reuniones con los aliados, atención de invitaciones eventos nacionales e internacionales relacionados a temas de educación y derechos  territoriales y culturales de los pueblos indígenas.  En lo simbólico, la Universidad ratifica en sus espacios y en los temas impartidos su lugar como institución comunitaria en permanente autoafirmación  de su carácter emancipador. Najte comenta que  “yo me acuerdo del año 2008 en donde yo estudiaba, los profesores no se preocupaban mucho a dar clases de donde esta historia  de los pueblos indígenas”.  En la UIV la historia colectiva de estos pueblos cobra fuerza como proyecto político “constituyendo una esfera  autónoma y especializada, que adquiere corporeidad en las practicas cotidianas de los actores, en los intersticios  que los poderes no pueden vigilar” (Reguillo 1997 citada por Reguillo 2012:36).

En relación a lo antes expuesto conviene  precisar dos eventos  que acontecen anualmente: la semana de la sabiduría indígena y la semana de la resistencia indígena. En el primero, cada comunidad estudiantil debe convocar a ancianos y ancianas de sus comunidades quienes hacen acto de presencia en la Universidad por una semana, la cual se  organiza de  tal manera que permita que  estos abuelos  vayan a la selva con los jóvenes a intercambiar historias, reflexiones, prácticas.  El segundo, organizado alrededor del 12 de Octubre, menos íntimo que la semana de la sabiduría, incorpora visitantes  de otros países, así como a activistas  sociales, profesores de distintas casa de estudios.  La semana de la resistencia finaliza con reflexiones que son compartidas en la “churuata ateneo”.

Para Eduardo, Pumé, “la universidad es netamente indígena y  es una oportunidad  para los pueblos  originarios que nunca tuvieron nuestros abuelos y hoy si los tenemos. Antes no tuvimos oportunidad entonces eso sería no, como un, eso seria. La esperanza de los pueblos indígenas (…) he aprendido muchas cosas que no sabía en la comunidad. Tati, por  su parte opina que

He  tenido reflexión sobre el pueblo Pumé por mi parte la universidad indígena  es muy importante porque aquí se conoce la diversidad de cultura y aprendes a través de la reflexión por lo menos a través del cine foro que cuando uno está viendo se ve uno mismo y llama la atención sobre la lucha que están haciendo los indígenas en otros países y comparando en eso pues es muy importante la universidad indígena que nos brinda la oportunidad seguir conociendo esas realidades.

Atendiendo las voces  citadas, la Universidad Indígena se erige como un espacio interiorizado con sentido de pertenencia en cada estudiante. Las distintas maneras de  significar la Universidad nos habla de un sentido de protección, reafirmación identitaria, posibilidad de  organizarse como sujetos políticos a través del entendimiento  de las causas de exclusión social y material de  las comunidades a las que pertenecen  estos estudiantes. Cobran sentido sus experiencias en el contexto de la Universidad a partir de las discusiones colectivas de la realidad nacional y las tensiones históricas entre el estado venezolano y los pueblos indígenas

Yo crecí escuchando de Tauca. A mí no me lo explicaba mi papa pero le explicaba era a mi mamá. Como nosotros dormimos siempre juntos, o sea nosotros no tenemos cuarto. Mi papa se acostumbró así, una casa grande para todos, duermen todos y toda la conversación se escucha, en las mañanas. Y yo crecí escuchando  que Tauca era un sitio donde estaban los jóvenes estudiando, los jóvenes indígenas, que aprendían a escribir en su idioma, también aprendían a manejar computadoras,  aprendían a expresarse, hablar bien, también profundizaban los conocimientos de su cultura y claro . Y bueno eso fue así, lo que yo escucho sobre la Universidad. Yo tendría como 7-8 años.

Un joven E ñepá afirma que

Me entere de la UIV por  Korta al salir del 3er año quería estudiar electricidad pero mi papa  no quería él quería que estudiara medicina pero no pude pagar los viajes para inscribirme y perdí la inscripción. Me case de esperar. Fue cuando decidí hablar con mi papa para irme a la UIV porque no ponían trabas ni me pedían papeles. Mi papa y mi tio  como autoridades de la comunidad  nos dieron el permiso a 5 a los que éramos  mayores de edad para ver cómo era eso de la UIV. Como cuando Korta fue a la granja a hacer la promoción y yo me acuerdo cuando Korta se sentó en la mesa donde yo estaba y me preguntó  qué  etnia  yo pertenecía  le dije “soy Eñepa” y me pregunto la comunidad. Yo equivocadamente le dije que Caicara,  claro, teníamos casa allá pero Korta me corrigió y me dijo “no, que Caicara no hay  Eñepa!” que en Caicara están los criollos, entonces me sentí así como que en verdad no era así como lo que yo estaba diciendo”

Las incertidumbres que con fuerza están presente en la vida de los jóvenes indígenas, en la  Universidad   pasan a un terreno donde  crece la posibilidad de ubicar respuestas.  Al ser la Universidad  un lugar identificado de antemano por los padres y ancianos de las comunidades, les permite a los estudiantes  incorporarse con mayor confianza. José, de la comunidad Pemon Mapaurí,  coincide con otros entrevistados en el hecho de que la Universidad “le sembró su conciencia”  pues “aunque yo internamente  tenía interés por mi cultura, en la escuela no se hablaba mucho (…) se hablaba  de básico, la historia, cómo  fue la conquista, pero no se profundizaba (…)el maestro o el profesor  indígena de  hoy, no  se preocupan por los estudiantes jóvenes (…) estos buscan después formarse como profesionales en la vida pero a  favor de una cultura dominante, es un a critica pues que yo hago” (…)desde que estoy aquí yo pienso, dialogo con la cultura dominante, esto es como un objetivo de la universidad”

Se puede afirmar así la Universidad como un territorio de anclaje para estos  jóvenes. No solamente porque   hay similitudes en la pertenencia de clase, sino por y sobre todo, se comparte en lo profundo  el pertenecer a una población racializada en los términos de la colonialidad del poder.  La Universidad se establece como una respuesta a un problema  el cual “radica  en la traducción de la discriminación racial al estatuto de políticas públicas que cierra la pinza de  un  imaginario que la modernidad no logró erradicar: el de una superioridad anclada en la diferencia racial, también llamada ‹supremacía›” (Reguillo 2002:152)

Cuando estamos en clase, los compañeros  que  tienen más conciencia y viven la realidad, buscan, tratan de que el estado abra los ojos para que también se sepa la realidad de los pueblos indígenas. Por ejemplo,   el problema de la minería, veo algunos de los compañeros que sienten la realidad y discuten el mismo problema y allí se ve la importancia de que los estudiantes deban unir un solo pensamiento para buscar un fin determinado y decirle  a  las instituciones que esto está pasando.

En contraposición de la UIV, Kepler,  estudiante Pemon de  una  universidad  en Caracas argumenta que

El sistema educativo  [universidades criollas] está diseñado desde mi punto de vista para crear empleados, por lo que le importan nada si eres o no un joven indígena. Lo que les interesa es  que compitan entre sí generando en muchos estudiantes ambiciones desmedidas, y en algunos casos rompimiento de valores,  muy pocas universidades si educan  a sus estudiantes a ser emprendedores, por ende, que se puede esperar de estas casas de estudio donde lo más importante es si logras calcar, memorizar toda la información eres parte del sistema.

El  ubicarse  como joven indígena en  contextos  sociales donde predominan los no indígenas implica  para los entrevistados el correcto  uso del idioma castellano, al mismo tiempo del idioma propio; la capacidad para  escribir y  liderar  procesos de organización y en los casos donde la discriminación cabalga, una forma irreductible es la demostración de la fuerza física, ya sea en los deportes o  ante enfrentamiento cuerpo a cuerpo.  En la Universidad Indígena 94% de los estudiantes afirmó  hablar bien el idioma y el 77 %  lo escribe y  la pregunta ¿cómo haces para  manejarte en la interculturalidad?, el 65% expresa el manejo correcto tanto del español como del idioma propio, seguido por  el uso de la vestimenta (Resultados Cuestionario Identidades Juveniles Indígenas en la UIV, 2013)

Felix expresa que “es importante que los indígenas en esta universidad aprendamos a utilizar la escritura, eso es fundamental,  y que aprendamos a usar las computadoras, es necesario”.  Para este joven la escritura también en una forma de  poder registrar la palabra de los ancianos entonces, así

Un anciano me explica algo  y  a veces me  da flojera recordar  todo o no sé si que por tatas cosas de la cultura occidental a veces  mi mente no  le cabe mas información, es cuando yo me digo, “oye pero ya va, se está perdiendo tiempo, yo lo que quiero es escribir, vamos a planificar”. Igualmente este joven conforma que “el criollo se siente de igual a ti cuando tu dominas el español. Ahí tú te defiendes, y es cuando tu asimilas también la estrategia del porque  te comunicas perfectamente y sabes decir “oye, respétame, eso no es así” “no, que tú…” “oye, pero ya va, un momento.

Se observa también que no  es únicamente es el manejo del idioma dominante lo que ayuda a ganarse el respeto, sino también el idioma propio; al respecto este  joven comenta que “yo me siento cuando hablo Yekuana  y lo pronuncio bien; no mezclo palabras de castellano y Yekuana. Y cuando hablo en un discurso a la gente en un público; sea en un encuentro, un congreso yo me paro y también hablo bien el castellano”.

Es de singular importancia destacar que el “hablar bien español” implica en estos  jóvenes el uso de  términos o jerga característica de  jóvenes no indígenas. La experiencia de Luis, joven Jivi  lo explica.  Su comunidad está en Guarataro, centro semi urbano con una alta presencia de  criollos. El conuco de  la familia de Luis es compartido con campesinos criollos. En el marco de estas relaciones productivas se han presentado  problemas entre indígenas de su familia y criollos, muchos de estos  por el robo de la cosecha de la yuca (mandioca) por parte de algunos campesinos.

Nosotros hacemos mañoco de la yuca que sembramos y ellos [criollos campesinos] cosechan la yuca y lo venden. Nos hemos dado cuenta que a veces se quieren robar la cosecha y ahí vienen los problemas, por ejemplo los jóvenes criollos, yo he notado eso, como  que  quieren hacerse mas primero que los indígenas. Cuando ven a un indígena reclamarle, lo quieren tratar como menos, esto es porque se  fijan en su expresión cuando no hablan bien el castellano (…) por eso  uno aprende a hablar bien para  no dejar que crean que uno es menos”.

Al respecto Hernández afirma que “los jóvenes jivis tiene fama de malandro en Guarataro, la gente los  juzga, pero lo que se obvia es que muchos de estos muchachos han tenido que aprender a defenderse frente al otro que  lo roba o  maltrata. Una forma es aprender a expresarse como lo hace un joven malandro de  pueblo, de otra forma este joven será dominado también el terreno del lenguaje, pero el lenguaje del barrio” (Hernández, entrevista, 2013). Se puede afirmar que estamos frente un caso de uso estratégico del idioma desde  la apropiación de términos que emplean los jóvenes vistos en el sentido peyorativo como malandros. Las fronteras identitarias  de Luis tienden puentes para  la sobrevivencia material a partir de tener que expresarse  como  el criollo que  habla “calé”[15] y que en este caso ejerce violencia; es una  manera también de contrarrestar la posibilidad de ser dominado por el Otro.  Se observa algo muy parecido con los jóvenes  yukpas y los modos de hablar español sobre todo cuando están frente a jóvenes criollos que forman  parte del  servicio militar, con quienes tienen que socializar de alguna forma pues es muy común las detenciones breves y  que acaecen  de forma rutinaria, ya sea para solicitarles a estos muchachos documentos de  identidad, preguntar  hacia donde se dirigen o que llevan en los bolsos.

Para Ismel, la palabra enunciada en español le otorga libertad para entenderse con el otro incluso en  espacios para la negociación. Este estudiante, al ser responsable de las compras de algunos víveres de la Universidad, se ha visto en  situaciones donde debe  intentar persuadir al vendedor para  que le  haga algunas rebajas en los precios. Al respecto  comenta que:

Cuando no hablaba bien  me querían tumbar [quitar sin razón] 400 bolívares  de pasaje cuando era 300. O una vez  en mercal me querían vender la comida  más  cara y yole dije mira, como es eso?  Aquí está igual que la bodega?,  o acaso  esta no es la cosa para  la comida del pueblo? y eso?” y así uno va (…) Pero poco a poco he aprendido a convencer  conversando.  La otra vez no me alcanzada el dinero para la azúcar y otra comida que compré en la bodega en Guarataro, entonces le expliqué al señor que  esa comida era para los estudiantes de la Universidad Indígena que era necesario que  me llevara, y así me pregunto pero bueno chico cuanto tu tienes y le dije esto, y me  dijo está bien llévate  así.

Dentro del marco del respeto, algunos de los estudiantes hacen referencia a ciertas habilidades y destrezas. Este joven narra una situación acontecida en la secundaria  en  la que se vió obligado a   “caerse a golpes” con un joven criollo quien  se estaba burlando de un estudiante indígena “

Entonces se paró [el estudiante criollo] otra vez y me agarró,  yo ya no quería seguir, pero bueno, estuvimos contra la pared, después nos revolcamos pero de ahí no, el que perdía era el que quedaba de espalda abajo, entonces él  no pudo superar mi técnica, no pudo hacer nada, nos revolcamos  pero al final él no me bajó (…)la fuerza física me ayudó mucho en ese tipo de enfrentamiento. El ser Yekuana yo me sentía seguro porque a veces había enfrentamientos físicos entre nosotros pero yo no respondía a eso, pero cuando ya no tenía  otra opción para  enfrentar el rechazo, pues hacia uso de mi fuerza también  Uso técnica yekuna (…) en esa parte yo me gané la confianza del compañero Yukpa también. Pasamos a 5to año desde ahí, fui como delegado.

Cabe considerar la experiencia de  Henry, yukpa, quien antes de incorporarse a la UIV se alistó en el servicio militar del estado Táchira. El contexto  en que él decidió hacer esto  estuvo marcado por la persecución ganadera activada con ciertas alianzas militares y actores del  sicariato en la zona que acabaron por asesinar  a su padre, Sabino Romero. Henry  argumenta su decisión así:

Allá nadie me conocía (…) me interesaba de los armamentos que los militares que trabajan con los ganaderos, utilizan en contra de nosotros, yo me decidí  ir a conocer  ese armamento  y aprender a usarlo (…) En el ejercito aprendí el desarme y este el disparo  tiro a tiro, disparo en garrafa que dicen, y este  a tirar bombas lacrimógenas este a aguantar bombas lacrimógenas cuando está echando humo” de esta forma afirma sentirse más seguro de regreso a su comunidad,  que al estar en zona de frontera  está en permanente resguardo de cuerpos de seguridad estadales como  la Guardia Nacional y ejército. Por ello, afirma que “fue importante aprender ara potente,  hay veces que  los militares muy alzados  con los yukpas, y como uno no sabe para que usan ese armamento, pero ahora yo sé y no tengo miedo.

Otra estrategia para el tránsito en zonas de fronteras  donde las identidades compiten es enfatizar en  ciertos rasgos  que evidencian ante el otro que se es un indígena seguro de sí mismo. Juan, comenta que “yo por lo menos siempre le  digo a todos los criollos que se presenta que so con doctorados que  soy 100% indio, un indio feo, y  asi veo qué me dicen y cómo se portan”. David Palmar, del pueblo Wayú  acude a vestirse como Wayuu porque es parte de  “las estrategias de persuasión que uso para incidir espacios de alta negociación sobre políticas públicas, en específico con el tema de la comunicación. También el uso del renombre familiar y del clan, esto facilita mucho las incidencias en espacios”.

Protagonistas de un futuro

Los  estudiantes de la Universidad Indígena entrevistados  vinculan el futuro con el  “trabajo en mi comunidad”; “estar con mi pueblo”, “tener un proyecto para la comunidad”, “estar en la lucha”. Sólo uno de los consultados, quien se define a sí mismo como un artista indígena respondió que “me gustaría  que el mundo me conozca, conozca mi arte, me gustaría viajar y conocer  a todos los pueblos indígenas del mundo”

Javier dice, “yo quisiera  mi sueño si dios me lo permite  si mi creador me lo permite mi sueño en realidad es pues si termino aquí en la Universidad  yo quisiera  estar enseñando  a los jóvenes de Chakpata o a los  niños de Chakpata”. Eduardo, Pumé señala  que “desde el compromiso que yo tengo, tengo que regresar  a mi pueblo. Y la idea es trabajar con mi pueblo, servir a mi pueblo”. Por su parte, Félix comenta

Quiero estar de lleno en esta lucha, la organización de base, la demarcación. No tengo otro proyecto fuera de eso. Ahora, empezando 2015 vence el acta constitutiva  [de Kuyunu, organización Yekuana creada para la defensa del territorio contra la minería] y ahí hacemos una nueva reestructuración a través de una asamblea y yo quiero proponer que sea Wesiyuma el que asuma eso. Entonces después quiero seguir luchando por demarcación.

Rafael por su parte dijo que:

Siempre vino en mi pensamiento crear un centro así como quise hacer la apicultura, un centro donde los jóvenes puedan ir, o sea los jóvenes que están en  las comunidades puedan ir aprendiendo, no solo de apicultura, también donde vean una experiencia de abejas, de siembra, de vivero, de huertos ecológicos, cosas así que en la comunidad no se han enseñado y son muy importantes para no estar usando alimentos de afuera.

Mientras que Alberto, indica que “propuse hacer un centro de producción documental audio en cuanto a la cultura, hacer documentales d en idiomas indígena sobre temas  que afectan a los indígenas, también me gustaría  dar clases en la escuela”. Cabe destacar lo expresado por dos estudiantes quienes también avizoran el  futuro con la posibilidad de asumir  algún cargo político o maestro pero desde el sistema  formal de la educación básica, lo cual implica tener un sueldo y cumplir con un horario. En ambos casos, los estudiantes se mostraron críticos ante esta posibilidad, así que “todo depende de lo que diga la gente, como quieren que yo luche, que es lo que quieren de mí. Eso es importante porque a veces uno se daña porque escoge ser diputado, pero epa,  no se puede  uno autonombrarse, cosa que yo no he hecho. Mucha gente se autonombra y hasta ahí llegó”.

Yo he sido muy claro con eso, con mi familia y mi comunidad. La comunidad me ofrece ser maestro, ante una asamblea dije que no, que no me preparé para ser maestro y que no estaba listo para asumir esa responsabilidad porque yo era muy joven y quería estudiar más. Luego la alcaldía me ofreció un cargo porque el alcalde es mi tío y yo le dije a mi familia “no, no me metan en ningún cargo, no me gusta. Yo quiero ser libre, no quiero tener jefe., tal vez yo quiero ser jefe, pero no quiero tener un jefe” porque para mí es eso, un cargo, tener un jefe. Entonces, hasta ahora en lo que estoy ahora, le he dicho a mis compañeros, a mi familia también que en caso que quiera tener un cargo me gusta en defensoría del pueblo, me gustaría estar ahí, en caso de que yo quisiera tener un cargo pero en otro no me anima”

El futuro para estos jóvenes es  proyectado como un regreso a la comunidad.  Este regreso se acciona como puente entre la posibilidad de desarrollar proyectos colectivos y un sentido de  ser protagonistas de los mismos sin  depender de las instituciones. Se desmarcan de los indígenas que han sido captados por la burocracia institucional que no les han dado respuesta a los problemas fundamentales de los pueblos. “No me quiero verme  con la barriga llena, gordo porque no  voy a conuco, sentado en un escritorio como diputado indígena , hablando  en idioma pero sin defender al pueblo, más bien hundiéndolo”, expresó un jóven yukpa  al  hacer referencia miembro de la comisión nacional  permanente de pueblos indígenas de la Asamblea Nacional. Es casi un hecho predecible de que los jóvenes indígenas que han cursado estudios en universidades nacionales criollas, suelen ser absorbidos en cargos burocráticos, en parte, por el  manejo del español y los conocimientos occidentales que ha adquirido.

Los entrevistados enuncian su sentido de pertenencia étnica con  orgullo,  valorando el ser de la comunidad, a la vez de poder operar desde un amplio repertorio de  formas de relacionarse con la cultura criolla. Este  repertorio articula de forma extraordinaria aspectos simbólicos en función a los sentidos temporales en los que  navegan. En términos  empleados por la metáfora de los tres relojes (Feixa,2003),la construcción temporal de lo juvenil de  estos estudiantes de cara  al futuro, se basa en elementos de socialización  aportados desde el reloj de arena, analógico y digital pues “en cada lugar y momento coexisten diferentes concepciones del tiempo” no de forma deliberada  y mucho menos  mezclas sin sentido, sino por el contrario,  predominan como una suerte de guía o bitácora, individual que se fortalece en lo colectivo

Mujer indígena, joven y estudiante

Las voces de las mujeres entrevistadas desafían la categoría de género universal elevada por el feminismo euronrcéntrico que excluye las especificidades de las mujeres de los pueblos indígenas, estigmatizadas no sólo por ser indígenas, sino por ser mujeres y portadoras de formas diferentes de concebir la vida y las relaciones con el mundo.  Es necesario tomar en consideración  que los modelos vigentes de ser  mujer indígena son también el resultado  del sistema de dominación colonial que se ocupó de naturalizar la violencia contra ellas, pero no únicamente ejercida desde los sujetos privilegiados, sino también  por parte de “aquellos hombres que continúan siendo víctimas de  la dominación racial” convirtiéndolos en partícipes de distintas formas de violencia (Lugones,2008: 75). Lucia, del pueblo Pemón revela la presencia de discriminación a la que es expuesta en  la secundaria.

Si, fue en 8vo Grado, en el Colegio donde yo estudiaba, la población estudiantil era mixta, y en una oportunidad un compañero me dijo maldita india, en este momento no me acuerdo muy bien porque fue, pero fue una expresión que me dolió mucho, lloré de la impotencia; fue cuando mi Profesora Guía salió a mi defensiva y regañó a mi compañero, y ella me dijo que para la próxima le respondiera y le dijera a mucha honra,  eso me ayudó a estabilizar mis emociones y sentimientos. Ahora que alguien me diga eso, creo que ni me dolería ni en mínimo.

Las entrevistadas hacen referencia a situaciones que sobre ellas ha ejercido presión, injusticia o prejuicios y que no solo provienen del mundo criollo sino también, en algunos casos, de compañeros indígenas. Las mujeres consultadas ponen en evidencia  otros aspectos que median en la socialización a lo interno de la UIV, estos asociados a la necesidad  de ganarse el respeto de sus compañeros así como lo difícil de enfrentar temas como el noviazgo  a lo interno de la UIV pues “siempre, los muchachos le echan la culpa a las mujeres, como que si quien se enamora es una nada más y no el hombre”, confirmó María del  pueblo Wotuja.

Lucia fue la primera coordinadora mujer en  la UIV. Desde esa experiencia comenta el haberse  sentido juzgada en el momento en que salió embarazada y que a la par continuaba con sus funciones como coordinadora.

No estoy casada y eso me lo han criticado (…) Lo más difícil de ser mujer es, ser señalada por la comunidad cuando la sociedad es machista y no ser comprendida y aceptada; Soy madre soltera. A mis 19 años de edad estuve en concubinato con un hombre indígena (pemon – akawaio) a tan solo 8 meses de estar conviviendo juntos, él falleció. Después de 5 años acontecidos esto,  quedé embarazada de una relación que mantuve con un voluntario (no indígena) de la UIV, le confieso que estuve asustada por la reacción que pudiera tener Ajishama (Fundador de la UIV); cuando le confesé que estaba en estado, su reacción fue tan serena y comprensible que nunca olvidaré sus palabras “Las madres no escogen a los hijos, ni los hijos escogen a las madres… los hijos son un regalo del Creador, que hay que recibirlos con alegría y como una Bendición… ”. la relación con el Padre de mi hijo no fluyó por lo que la relación tuvo que terminar; posteriormente me vi relacionada sentimentalmente con un estudiante de la UIV (de la étnia Pume) que desde la opinión de mis compañeros voluntarios indígenas lo desaprobaron, yo alegué diciendo que en mi condición de mujer soltera yo habría recibido algún halago o insinuación de ellos siendo compañeros, voluntarios, (con pareja allí con ellos ) pero no fueron correspondidos por respeto a ellos y a sus familias. Y si yo me vi relacionada con el estudiante fue porque él me apoyaba en las atenciones que yo carecía en ese momento, y nació como un sentimiento de admiración y agradecimiento. Los profesores aliados, en ese momento no le dieron mayor importancia u opinión a ésta situación, esa reacción influyó en el estudiante que se retiró  de la Universidad sin culminar sus estudios, es un estudiante muy valioso. La relación tampoco se concretó.

Para las mujeres, pareciera haber una pauta diferente de socialización que se ve afectada cuando asumen la maternidad o ciertos roles del liderazgo colectivo.Miriam, Yukpa,fue estudiante de la UIV. No regresó desde que salió embarazada producto de una relación con un joven de una comunidad vecina.

Me hace falta la Universidad, lo que más me gustaba es lo que aprendí y que podía estar descalza, ir a clases, bañarme en el caño, estudiar.  Ya tengo un niño. Estoy criándolo con mi mama, mis hermanas me ayudan (…). Quiero preguntar a la coordinación indígena si puedo volver a la Universidad con mi hijo, no sé, tú crees?, yo creo que no me van a dejar, verdad.

En cuanto a la distribución del tiempo en la UIV, Lucia comenta que pudo ser capaz de  asumir las responsabilidades de la coordinación junto con las de la crianza de su hijo pues

Siempre quise que mi hijo estuviera en contacto con lo que hago (mi trabajo) y mi hijo lo atendía personalmente en mi aldea, y siempre lo cargaba conmigo para que interactuara con los demás pueblos indígenas hermanos y aliados, para que conozca la realidad. Fue impresionante ver como mi bebé a tan solo tres añitos se había aprendido los nombres de los estudiantes. Me siento orgullosa de él.

Por otra parte explica que la Universidad le ofreció la oportunidad de relacionarse con muchas personas y así ir decidiendo de cual forma podría continuar sus estudios. Sin embargo, esto no fue fácil porque “me sentí juzgada por mis compañeros que no entendieron mis estudios en la UPEL [16]paralelo al trabajo de la UIV; y también me juzgaron porque había sido  becada por FUNDAYACUCHO [17]para estudios de pregrado”. Ante todo esto, Ana comenta que a pesar de las críticas cuya razón de las mismas, ella  atribuye el hecho de que la gente, mis paisanos, “pretendían que yo me quedara en mi comunidad sin hacer mas nada”, procuró seguir adelante en virtud de que porque soy mujer Pemon, no quiere decir que no  voy a seguir estudiando”.

 

Vivencias como las de Lucia,  también son referidas por  otra de las entrevistadas.   Para ellas, la UIV les posibilita “seguir siendo  mujer Wotuja”, “mujer Pemon sin tener que necesariamente  que estar casada o  tener hijos. El uso estratégico de la juventud como categoría que infiere búsqueda de libertad y autonomía es  asumido por  algunas de las mujeres estudiantes en un lugar de  afirmarse  en el  marco de   la apropiación de algunos derechos al mismo tiempo de no sentir que “traicionan” su cultura de origen por cuanto en la UIV, el proyecto a futuro no se desvincula con la posibilidad de aportar al impulso de su comunidad y pueblo. Así  María argumenta  que el ser joven es lo que ha hecho que no  haya decidió aun por el matrimonio:

A una le cuesta decidir. Me caso o no me caso? Y bueno pienso en algo que  me pueda servir (…) uno ve la realidad de los familiares, a veces veo a mis primas y el hombre maltratándola y pegándole  a los niños. Entonces para qué casarme ahorita? (…)busco  ser alguien en la vida para aportarle a otras personas, ayudarles y ese es el compromiso que a uno le dice ¡ya va! Todavía no  he cumplido con tu misión (…) no quiero regresar con las manos vacía a mi comunidad

 

Tanto Lucia, como María, han estado a cargo de la coordinación general de la UIV; esto les ha servido como experiencia para  “ganarse el respeto” de una comunidad estudiantil dominada por la presencia de hombres y que muchas veces algunos alegaban “que había competencia entre ellos y yo”.

Lo difícil de la mujer aquí es que a veces no nos entendemos y  a veces hay complicaciones que hay en la vida.  Ha pasado que a veces las muchachas  nos unos enamoramos pero los  muchachos no nos ayudan (…) me he dado cuenta que  no solamente de los jóvenes criollos  faltan el respeto  la mujer, sino  también los  jóvenes (…) no me gusta  la manera como hablan con la persona y si es mujer a veces  les gritan (…) yo pongo limites con mis compañeros, si es de echar broma echamos broma  pero con respeto y si es de trabajar se trabaja y busco me respeten si yo tengo que  mandarles a  hacer algo para que todo salga bien”. Respuesta: es muy difícil dejarse  respectar ya tengo mucho tiempo conociendo a los ser hacia los muchachos, profesores. Pues a mi gusta echar broma, reír, se cuando puedo portarme bien y cuando hablar seriamente, tener cada espacio para cada cosa eso me hace  ganar el respecto de los muchachos. Por ejemplo para mantener el respeto con los muchachos hay que tener una limitación. Si me pongo a echar broma con ellos pero si se pasan ya me dejo de reír, como control para no pasar los limites.

En cuanto a las diferencias entre las mujeres indígenas  y las criollas,  las entrevistadas argumentan que las criollas suelen “ser tener más oportunidades para estudios universitarios”; “siempre están a la moda”, “dominan  la tecnología” mientras que las indígenas “son más sencillas en su forma de vestir”, ”caminan descalzas sin dificultad”, “domina tanto el idioma materno como el español”.

Entre la mujer indígena y la mujer criolla, entre la mujer indígena esta ella tiene miedo a los muchachos, ya que cualquier cosa que le digan los muchachos que no sea su familia como corrígete tu estas mal, la mujer indígena  a veces lo toma serio veces como se siente parte de su hermano lo toma en serio porque tienen que ver con su vida; en cambio se ve ese respeto se rompe se ve el respeto y no se meten, en cambio la mujer criolla como que eso es normal para ella, no hay mas respeto todo es igual se siente igual, no se siente que la mujer esta arriba y el hombre abajo es igual. En cambio nosotras alguien nos dice tu estas así ya me siento que ese es mayor que yo y lo respeto por lo que dice.

Tanto Miriam como María coinciden en la idea de que “la gente respeta  más a  la mujer criolla (…) a nosotros [los yukpas de la comunidad Chaktapa] pues cuando tomamos las haciendas los ganaderos nos decían perras váyanse, las  vamos   a matar a todas, ustedes paren como acures” .Lo pronunciado por Miriam es parte de la violencia  a la que son sometidas las mujeres indígenas sobre todo,  si estas  han sido protagonistas  en procesos de recuperación de sus tierras como el caso de  las mujeres yukpas.  Pero la violencia también es  ejercida a lo interno de sus comunidades. Todas  entrevistadas  también concuerdan en este aspecto.

En mis familiares más que todo si, vi un caso de mi prima ella tienen seis  hijos, cinco varones y una niña. Por el maltrato que ha recibido por el marido ha perdido el ánimo de seguir en la vida se deprime, la ultima niña tiene siete años. La última vez  le hicieron oración, su pareja es Wotuja pero se la pasa en la ciudad. Con la oración ha mejorado un poco. El la dejaba golpeada, morados en la cara, y los hijos también le pegaba. Estando embarazada en la maltrato y ella aborto. La segunda vez paso lo mismo. Y ella aborta y aborta. Y por esa reacción se llamaron los chamanes para que le haga la limpieza.

 

 Conclusiones y recomendaciones       

El análisis de las experiencias expuestas por estos jóvenes corrobora el hecho de que estamos frente a profundos procesos de re significación  de lo que implica ser joven e indígena. Así,  lo tradicional indígena  adquiere otros sentidos que no necesariamente tienen que ver con separarse de los mandatos culturales que les son propios según sus pueblos y culturas de pertenencia.  El trabajo de campo pone en evidencia  el vinculo que existe entre el proyecto educativo decolonial y las construcciones de ser joven   indígena basadas en pautas de  negociación- y no de   negación, entre  la libertad individual y el sentido colectivo relacionando ambos con  la posibilidad de impulsar proyectos de vida en sus pueblos. Los hallazgos de esta investigación no coinciden con algunas tendencias  de especialistas que afirman que la pérdida identitaria de los indígenas acontece de forma inmediata con el consumo de bienes  simbólicos y o materiales urbanos.

Estos estudiantes dislocan  con frecuencia  la búsqueda del otro por  definirlo. De allí que el tema del consumo de las redes sociales entre en disputa con su sentido de pertenencia y conocimiento de la cultura propia, ambos “instrumentos” con los que el Otro mide  cuan más o menos es determinado estudiante, un  indígena. Uno de los facilitadores argumentó que para  muchos de estos estudiantes el tener cuenta en facebook es algo asi como “tengo facebook; luego existo”.  Sin embargo, al comprobar cuántos estudiantes en efecto poseen cuentas en esta red social, la generalización de este facilitador invisibiliza los muchos otros espacios simbólicos a los que acuden los jóvenes para “existir”.  Los espacios de socialización permiten evidenciar procesos permanentes de reapropiación identitaria. Y cuando estos están ligados al  uso y consumo de información a través de  las redes sociales, lejos de lo que algunos especialistas  han  avizorado, los jóvenes de UIV  han demostrado  estrategias para  articular sentidos de pertenencia.

La categoría joven indígena es reforzada con las experiencias de estudios en la Universidad Indígena. La triangulación de la condición joven indígena  con  la de estudiante proyecta la posibilidad de profundizar en la cuestión de la democracia protagónica en Venezuela.  Importante señalar que  la permanencia de los estudiantes en la UIV constituye una forma a la que acuden para contrarrestar la discriminación, exclusión y la falta de acceso a la educación universitaria. Los jóvenes indígenas señalan importantes premisas para debatir a fondo los modelos curriculares de las universidades convencionales y su compromiso con los saberes originarios localizados por cada pueblo y  con el  conocimiento indígena en general.

El proyecto educativo de la UIV con sus desafíos inherentes a su experiencia  de cara al reconocimiento por parte del Estado, demuestra   el hecho de que es posible la preparación de jóvenes indígenas capaces de confrontar los procesos de globalización y homogeneización cultural, a partir de  la reflexión  de sus identidades geo históricas. Esto no los excluye de la capacidad que tienen de manejar herramientas occidentales   para el porvenir de sus pueblos.

Es fundamental promover  estudios sobre  la condición de lo juvenil en los distintos pueblos indígenas para abordar con mayor precisión los procesos  de cambio que acontecen en sus contextos sociales, culturales, geográficos.

En el ámbito de políticas públicas, se sugiere triangular  desde el Ministerio del Poder Popular para los  Pueblos Indígenas, Ministerio de la Juventud y el de Educación Universitaria, el diseño de un instrumento para avanzar en una consulta nacional   que permita identificar  tendencias en cuanto a aspiraciones, usos del tiempo libre, si se está cursando  o no estudios universitarios,  inserción laboral, en aquella población que según el censo 20122 se auto reconoció como indígena. Este instrumento ha de contemplar  preguntas acordes con las realidades de estos jóvenes como por ejemplo  los problemas más significativos que jóvenes indígenas enfrentan  en sus comunidades asociados con  el extractivismo, despojo territorial y  derechos humanos Se propone   además, incluir  indagaciones sobre racismo y discriminación. El criterio de  circunscribir la juventud por rango etario, podría en este caso, apoyar la ejecución de la consulta por cuanto, la Ley  Nacional del Poder Popular para la Juventud se hace una definición de quien es joven en Venezuela.

Se impone acelerar el debate nacional sobre los espacios académicos que respondan  a la diversidad cultural y lingüística de los más de 40 pueblos indígenas del país, tomando en consideración estudios que  demuestran como a mayor formación académica de estudiantes indígenas en universidades convencionales, menor es el grado de autorreconocimiento. El conocimiento académico  eurocentrado que predomina en  las universidades nacionales debe ser cuestionado y analizado a  partir de las experiencias de los jóvenes indígenas. Ellos y ellas se erigen como potenciales constructores en la inclusión de otros paradigmas del conocimiento que se desprenden de  la herencia ancestral y el diálogo intercultural.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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[1] Hasta el año 2005, el número de universidades públicas, privadas, institutos y colegios universitarios  corresponde al de 169 (Departamento de Estadística Consejo Nacional de Universidades).

[2] Este trabajo utilizará el termino educación universitaria en correspondencia  a la aprobada Ley Orgánica de Educación de fecha 15/08/2009,  en donde se decide cambiar el nombre de Educación Superior al de Educación Universitaria. Esto respondió a un extenso debate sobre el término educación “superior” el cual  no era coherente con el proceso de transformación  de la educación  que venía adelantando el Presidente Chávez.

[3] La churuata ateneo es una de las edificaciones más importantes de la UIV por ser espacio de reunión por excelencia de todos los estudiantes. Allí se discuten las agendas de trabajo, la planificación de la semana, se  llevan a cabo ceremonias, actividades del cine foro  y  encuentros culturales.

[4] En algunos casos  hubo  timidez al principio pero en general,  todos y todas  muy dispuestos a conversar y compartir las reflexiones. Se intentó al máximo no inducir ninguna de las respuestas. El abordaje de cada tema  dependía mucho del hilo de la conversación. Si se empezaba por conversar y preguntar sobre qué es ser indígena, joven  y de esa respuesta se hacía referencia a otro tema, pudo acontecer que se retomaba luego el de especial interés, son cortar la conversación. Muy  importante destacar como experiencia el hecho de que  al ser el español el idioma a través del cual nos comunicamos, en varias oportunidades,  me fue difícil reformular  preguntas para poder ser entendidas por mi interlocutor.

 

[5] Durante el período de la investigación se llevaron a cabo ocho visitas a la UIV.

[6]  La investigación usará por tanto el término indígena pero procurará que cuando hable un estudiante de determinado pueblo,  este sea identificado como parte de ese pueblo. Si  la voz de un indígena de una comunidad  en Alto Ventuari  habla, pues este estudiante será identificado  como Yekuana, o Wotuja, Pumé según el caso, esto para superar los reduccionismo  que el pensamiento  occidental ha impuesto sobre la clasificación indígena. Este reduccionismo  se ha visto reforzado por “imponer una identidad  de origen colonial, cuyo uso implica connotaciones de asimetría, desigualdad y discriminación, que hace del sujeto étnico (del etnizado) un “otro”, diferente del resto de los integrantes de la sociedad” (Perez Ruiz:67).  En Venezuela, la ley orgánica de pueblos  y comunidades indígenas  define para efectos legales indígena como “toda persona descendiente de un pueblo indígena, que habita en el espacio geográfico (…) y que mantiene la identidad cultural, social y económica de su pueblo o comunidad, se reconoce a sí misma como tal y es reconocida por su pueblo y comunidad, aunque adopte elementos de otras culturas”.

[7] Institución adscrita al Ministerio de Educación Universitaria ventrada en  el otorgamiento de becas para nivel universitario.

[8]    Con la Misión Alma Mater  se crearon 15 nuevas universidades y se transformaron progresivamente  29 Institutos y Colegios Universitarios dependientes del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior en Universidades Nacionales Experimentales, que se integrarán en la Red de Universidades Alma Mater.  Las 29 instituciones abarcan 20 entidades federales, cuentan, para el año 2009, con una matrícula de 185.000 estudiantes y han desarrollado una importante tradición en la formación de Técnicos Superiores Universitarios (TSU) en diversas áreas.  La transformación implica, entre otros, cambios curriculares en las estructuras académicas, la relación con la sociedad y los modelos de gestión (Oficina de Estadística y Análisis Prospectivo – MPPES, 2009).

[9]  Primer Plan Socialista -PPS- del Desarrollo Económico y Social de la Nación para el período 2007 – 2013.

[10] El 12 de octubre del año 2006 el Presidente Chávez anuncia la expulsión del territorio nacional de la misión Nuevas Tribus. Esta misión es acusada de realizar trabajos de prospección geológica y mineral en el Amazonas venezolano  así como de graves violaciones a los derechos humanos de pueblos indígenas  Yekuana, Yanomami y Wotuja.

[11] Sabino Romero  fue asesinado el 3 de marzo de 2013 por sicarios.

[12] Pez de río de alto valor proteíco.

[13] David Palmar no es estudiante de la UIV. Sin embargo, se consideró  importante su testimonio por  considerarse joven indígena desde la cultura Wayú, pueblo de mayor presencia en el territorio nacional. Palmar cursó estudios en la Universidad del Zulia. Es documentalista y ha participado en  encuentros nacionales   e internacionales de realizadores audiovisuales indígenas. Es cofundador de la  MICIV – Muestra Internacional de Cine Indígena de Venezuela

[14] Comunidad Yekuana en Alto Ventuari

[15] El “habla calé” es relacionado al menos en las ciudades de  Venezuela,  al tono de voz y  a los términos que emplean los  jóvenes transgresores. Es una forma de hablar, de expresarse que denota ante el Otro que lo juzga, la presencia de un “joven malandro”. El joven que habla calé es  etiquetado de  forma negativa.

[16] Siglas de Universidad Pedagógica Experimental Libertador

[17]  Siglas de Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, institución que promueve becas para cursos de pregrado

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Brunei. Maestros de educación especial visitan Kuching.

Brunei / 19 Abril 2016/Autor: OC YEOH /Fuente: Th Brunei times.

Los maestros y los funcionarios del Ministerio de Educación de la Unidad de Educación Especial visitaron recientemente Kuching para aprender más sobre sus políticas de educación inclusiva.

La delegación de 27 miembros realizó una visita de trabajo de cuatro días a la Escuela de Educación de la ciudad capital de Sarawak Nacional Especial, donde fueron informados sobre las políticas y prácticas de educación especial.

Un comunicado de prensa de la Unidad de Educación Especial ayer dijo que los funcionarios aprendieron sobre diversos proyectos e iniciativas dedicadas a promover la inclusión de niños con necesidades especiales en las escuelas ordinarias.

Brunei también presentó un breve resumen de la política actual del país sobre la educación inclusiva.

Los funcionarios también compartieron algunas de las mejores prácticas y desafíos, incluyendo la exploración de áreas potenciales para la colaboración futura.

La delegación también intercambió ideas sobre cómo ambas partes pueden trabajar juntos para apoyar mejor las necesidades de aprendizaje de los niños con discapacidad visual en las escuelas.

También visitaron la Sociedad de Ciegos y aprender cómo los miembros ciegos o con visión baja de Kuching están integrados en la sociedad a través de programas de capacitación y rehabilitación.

Encabeza la delegación de Brunei fue el coordinador de los Servicios de Apoyo para Niños con Discapacidad Visual en la Unidad de Educación Especial, Hj Roslan Hj Zulkefli. – Nabilah Haris

Fuente: http://www.bt.com.bn/news-national/2016/04/19/special-education-teachers-visit-kuching

Información de la Foto: Delegados de Brunei durante su visita a Kuching para estudiar sus políticas de educación inclusiva.

Dirección de la Foto:

http://www.bt.com.bn/sites/default/files/styles/600×450/public/images/articles180416-NH-KUCHINGSPECIAL-006.transformed.jpg?itok=p8IVFTzI

Socializado por:

Javier Ernesto Chávez Torrealba. Licenciado en Educación. Docente Universitario. Investigador del CIM. Coordinador del Centro Nacional de Investigaciones Educativas por el estado Portuguesa

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Argentina / UNTREF: Conferencia y debate Analizar las prácticas docentes

Conferencia y debate

Analizar las prácticas docentes:

aportes desde la investigación clínica y dispositivo de formación

Claudine Blanchard-Laville (Université Paris Ouest Nanterre – La Défense) y Philippe Chaussecourte (Université Paris Descartes) disertarán sobre la formación inicial y continua de docentes, a partir del enfoque clínico psicoanalítico. Desde esta perspectiva, los especialistas presentarán la fundamentación y los rasgos del “acompañamiento clínico grupal”, dispositivo de formación que han creado y ponen en práctica con los profesionales de la enseñanza.

Contacto: pae@untref.edu.ar

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Ciudadanía, formación en valores y educación

Omar Hurtado Rayugsen

Instituto Pedagógico de Caracas / UPEL

Centro Internacional Miranda / MPPEUCT

A manera de introito:

Permítannos iniciar nuestra comparecencia ante tan augusto auditorio, agradeciéndoles a los organizadores por el honor, que creemos inmerecido, de invitarnos para que leamos la conferencia inaugural de estos III Congreso Regional de Investigación, (UPEL – Región Capital), y III Congreso Anual de Investigación, (UPEL – IPC). Queremos expresar, públicamente, un agradecimiento muy especial a la doctora Miren de Tejada Lagonell, y al equipo que brillantemente la ha acompañado en esta ardua tarea; quienes con un sostenido esfuerzo, digno de mejor causa, no han cejado hasta vernos instalados frente al podio en esta mañana. A ustedes que, se han resignado a escucharnos, muchas gracias por su paciencia. Esperamos que nuestras sencillas ideas sirvan de justificación al esfuerzo que todos han realizado.

Con vuestra anuencia transcribiremos un mensaje que colocamos en las redes el pasado 26 de febrero: “[ayer], como a las 20 horas, nos dejó el Maestro Luis Antonio Bigott, (Delta Amacuro, 1935). Insigne educador, autor de obras imprescindibles para comprender la evolución del pensamiento nuestro americano, como: El educador neocolonizado, (1978); Nicaragua: proyecto de educación popular,(1986); Educación para transformar, (1991); Investigación alternativa y Educación Popular en América Latina, (1992); Historia del bolero cubano, (1993); Una política nacional universitaria, (1993); Ciencia, Educación y Positivismo en el siglo XIX, (1995); y, Redes Socio culturales, Investigación y Participación Comunitaria, (2013); entre otras. Con el doctor Bigott nos unió, como a muchos comunes relacionados, una amistad entrañable y hacia él guardamos, como sus innumerables alumnos, una admiración sin límites. Hombre de origen humilde, como la inmensa mayoría de los venezolanos; indoblegable luchador a  favor de las mayorías excluidas, igual que sus compañeros de ideales; individuo de irrenunciables principios, como sus coetáneos soñadores; maestro de centenares de alumnos, en las aulas abiertas de la vida; y ser comprometido, de raigal manera, con el proceso de cambios que se ha echado a andar en el continente de la esperanza y que ninguna añagaza detendrá”.

Confiando en vuestra comprensión, queremos dedicar esta oración a la Memoria de tan insigne educador, quien –en sus años mozos- también fue estudiante del Instituto Pedagógico Nacional.

Para la ocasión que nos reúne hilvanamos unas palabras que, variando las orientaciones de quienes nos incluyeron en la programación, hemos intitulado:

CIUDADANÍA Y FORMACIÓN CON VALORES:

¿QUÉ NOS ESTÁ PASANDO?

“El futuro nos pide decisiones críticas y globales

 de cara a los conflictos mundiales

que aumentan el número

 de excluidos y necesitados”

Francisco, ONU (25 / 09 / 2015) [1]

Hemos querido utilizar esta afirmación de su Santidad, extraída del discurso que pronunció ante la Septuagésima Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas; y que fue celebradopor todo el mundo, aunque no nos atrevemos a decir, a unos doscientos días de su lectura, que esté siendo aplicado en la misma proporcionalidad; para ilustrar la complejidad de la solicitud que, agradeciéndola porque noshonra, nos han hecho.

Comenzaremos por decir, guardando el mayor respeto por quienes piensen lo contrario, que nos parece poco conveniente hablar de “educación en valores” y nos inclinamos por referirnos a la “educación con valores”. La primera fórmula la vemos como si estuviésemos señalando una especie de elementos que fuesen extraños a nuestro comportamiento. La segunda la entendemos como algo que asumimos de una forma mucho más cercana a nuestro quehacer. La graficamos con el aserto de quienes nos precedieron en el tránsito vital y nos educaron con “la pedagogía del ejemplo”. Concretemos, los valores, más que transmitirlos, debemos vivirlos; y preguntémonos, por ejemplo: ¿Existirá alguna manera más eficiente de formar en el amor a la naturaleza que compartiendo con nuestros estudiantes desde el respeto a las formas animadas, sean estas vegetales o animales?

El segundo alinderamiento que expresaremos, en el campo de las definiciones clave, es que entendemos al ejercicio docente como una actividad plena de optimismo. No nos alineamos con quienes, llamándola crítica social y exagerando nuestra inclinación a hablar más de lo que fue, que del porvenir, dedican la mayor parte de su quehacer pedagógico  a exaltar el tiempo pasado con  figuras como: “nunca se había visto”, “pedagógico el del tiempo ido, aquél en el yo estudié” y/o “estamos en la época de lo último”. Un conocido opositor de esta teoría los identifica como: “los quelloran más que camión de cochinos en curva”.

Por el contrario, para nosotros, la posibilidad de ser educadores nos ubica frente al material más retador con el que profesional alguno puede trabajar: los jóvenes de cualquier edad. Maruja Taborda, nuestra Maestra, nos enseña que: “alumno es alumno, así tenga ochenta años”, de lo que colegimos que siempre tenemos algo que enseñar y mucho más que aprender. Fijemos un ejemplo. ¿Cuántos de nosotros, al llegar a un ambiente, que –a cualquier escala- siempre será educativo, no nos encontramos con alguien que –independientemente de las décadas transcurridas desde el último contacto sostenido con él o ella- nos dice: “¿Qué toma?, ¿Qué está comiendo?, ¿Qué hace?, ¿Cómo se conserva?, porque, usted está igualito”, y nosotros le creemos. ¿Cuántos otros profesionales pueden presumir de tanta nobleza en el trato? Ese, o esa,joven, más allá del formol vital en que nos hayamos conservado, lo que nos está diciendo es: “Maestro, lo recuerdo”, “lo admiro” y, ¿por qué no?, “lo quiero y me gustaría ser como usted”. ¿Cuántos profesionales, repetimos, están en capacidad de vanagloriarse de tanto optimismo existencial?

La tercera definición la relacionaremos con:¿dónde?, ¿cómo?, ¿por qué?, ¿para qué?, y ¿cuándo?, vamos a hablar de valores. Aunque parezca una situación baladí, consideramos que saber dónde estamos  estableciendo nuestra definición, no es poca cosa.  En efecto, no tenemos ninguna duda en cuanto a que los valores que se mueven en una sociedad de las calificadas como avanzadas, digamos: Estados Unidos de América, Gran Bretaña o Francia; no tienen el mismo cariz que los que utilizamos en las llamadas naciones emergentes; por ejemplo India, China o Suráfrica; ni se valoran igualmente en la menos favorecidas; verbigracia Nigeria, Nepal o Haití.

La espacialidad propuesta nos lleva, ineludiblemente, a rememorar a Luis Britto García, cuando nos indica que las palabras no son neutras y que la objetividad, desde los años iniciáticos de Albert Einstein, es más ubicable en el campo de la ciencia ficción. Si admitimos lo anterior, será menos difícil que aceptemos que ello es mucho más obligante para las ciencias sociales, y que adquiere una condición “sine que non”, si aspiramos hablar de valores. Lo anterior es conocido por todos nosotros, quien les habla, entre tantas definiciones, ha sumido  la educación como: “la iniciativa más hermosa que puedan emprender los grupos humanos, la que tiene las más profundas raíces históricas y la que proyecta los más sólidos vínculos económico –sociales”.

La clasificación silueteada incide en los modos que les asignemos al sistema de valores. No es igual hacerlo en una nación donde la mayor preocupación sea la de cómo sobrevivir, a una en la que las que las angustias se orienten hacia como ascender socialmente, y menos aúna otra en la que los esfuerzos se orienten en función del qué hacer para mantener el estatus. Evidentemente, la clasificación de los valores, no será –nunca- igual a las razones que mueven a los ciudadanos de un país en el queestén garantizados los niveles de vida de calidad, que en otro en el que se carezca de lo más elemental para subsistir.

No añadiremos nada nuevo si le pedimos pensar en la enorme diferencia cualitativa que guardan los sistemas de valores defendidos por el gran capital y sus asociados, con los de aquellos seres cuyos territorios han sido expoliados por siglos, mientras ellos han sido condenados, por obra y gracia de la civilización, al papel de esclavizados y explotados. Como no nos gustaría que alguien pensara que nos estamos desviando del tema asignado; citaremos a la Organización de las Naciones Unidas que, en su último informe anual, señala que en el mundo persisten 168 millones de niños en condición deesclavos, de los cuales 13 millones están ubicados en América Latina y el Caribe. ¿Alguien podrá hablarles a estos infantes de bondad, compasión y caridad? [2]

Han pasado casi 17 décadas desde el momento en que un Manifiesto, [3]; muy manoseado, pero no sabemos si igualmente leído; nos alertaba acerca de la pérdida de vigencia de las fronteras políticas, por obsoletas, y su sustitución por las económicas, porque éstas son mucho más dinámicas. A nuestra manera de ver, eso es lo que está pasando con la construcción de los sistemas de valores. Observamos como la vieja manera de estructurarlos, consolidarlos, difundirlos, reelaborarlos y defenderlos está perdiendo terreno frente a los nuevos estilos; a todas luces, más atractivos y –evidentemente- mucho más lucrativos.

Hemos de tener muy presente la ubicación en el presente histórico que nos corresponde; es decir saber que lo estamos haciendo en el siglo XXI, es clave para entendernos. La irrupción en el tercer milenio ha traído una serie de paradojas superiores para la humanidad. Verbigracia; por un lado nos estamos adentrando en la era en la que los límites, bien sea entre los países o entre las dimensionalidades del conocimiento, se desdibujan progresivamente en mayor medida, al tiempo que tomamos conciencia de nuestra mayor indefensión frente a las imponderables; en otro frente, avanzamos hacia la era de la mayor producción de conocimiento, mientras grandes masas yacen en la más absoluta agrafía; asimismo, también nos adentramos en la era de la creciente velocidad de las comunicaciones, mientras ignoramos al vecino más cercano. ¿Será así como queremos conversar de la necesidad de compartir y de la solidaridad?

Pese a todo ello, para nosotros, lo más importante  de esta caracterización es que,  en esta centuria, que ya se está haciendo vieja, lo que más nos preocupa –como educadores- es la hiperconcentración de los mecanismos de poder económico y político. La revista Forbes, que anualmente publica su ranking de las mayores fortunas, tituló una de sus más recientes portadas pregonando: “El 1 % aparece aquí, el resto nos lee”, [4]. Se estima que el mayor reto a resolver, en el mileno que nos arropa,es el drama de ¿cómo harán los que más tienen, que cada día son menos, para solucionar las acuciantes carencias de quienes menos tienen, que cada día son más?, [5]. De forma que aquellos a quienes algunos llaman los hombres más ricos del mundo; y que nosotros, mucho más prudentes, identificamos como los que tienen más dinero, están enfrentados a un crucial disyuntiva: o atienden a los reclamos de las mayorías desasistidas o se atienen a una posible implosión social; cuyas consecuencias –por los momentos- parecen incalculables. Aquellos que lo duden solo tienen que detenerse a observar el terrible drama vivido por los que apenas ayer, (en la  post-  guerra), llamábamos inmigrantes, y hoy –entre bombas lacrimógenas, balas y perros amaestrados- calificamos  de refugiados, [6].  ¿A estos millares de excluidos podremos hablarles de tolerancia, piedad, comprensión, respeto a la diversidad y gratitud?

Ello encierra un enorme reto para los pedagogos, que trataremos de ilustrar con un conocido chiste. En una escuela multi étnica el Maestro propone un tema: ¿Cuál es su opinión sobre los derechos del resto del mundo a superar la escasez de alimentos? Tal problema hizo que los estudiantes reaccionaran de manera diversa. El nativo del país teocrático preguntó: ¿Qué es opinión?, el proveniente de una nación regida por una dictadura,  exclamó: ¿Qué es derecho?, el estadounidense, se interrogó: ¿Qué es el resto de mundo?, el alemán inquirió: ¿Qué es escasez? ,y el africano, a su vez, cuestionó: ¿Qué es alimento? La respuesta ante esta tremenda responsabilidad nos la enseña a despejar Luis Antonio Bigott, al decirnos: “un buen educador[debe] serauténtico,… humilde con los humildes y soberbio con los poderosos… [y soñar] con que algún día podamos construir una nación donde por fin… cada niño, cada niña, hombre o mujer tengan un pan del tamaño de su hambre, [7].

Como lectores de la realidad circundante coincidimos con quienes caracterizan los tiempos que corren como los de la mayor incertidumbre que la humanidad haya conocido. Ciertamente, si revisamos la sucesión de presentes que ha signado la evolución cubierta por la especie humana; encontraremos que, ante cada problema mayúsculo que hayamos enfrentado, siempre supimos encontrarla solución. De manera que, aunque a estas alturas nos parezcan insuficientes, hemos visto desfilar al Sentido Mágico – misterioso, la Fe, la Razón, el Ilustracionismo, la Libertad, y la Cuestión social; términos que Hernández Sánchez Barba llama las palabras clave de cada era, [8]. Nuestro tiempo como que no ha encontrado la que le corresponde; a pesar que buena parte de las gestiones que nos ocupan aparecen dominadas por el replanteamiento de la dicotomía exclusión –inclusión. Que, ciertamente, no es la manera más expedita para que nos explanemos sobre la amistad, la generosidad y la corresponsabilidad.

Un ligero paneo a través de los movimientos más representativos puede ilustrarnos al respecto.  La última década del pasado siglo y las que van del presente han visto surgir significativas iniciativas en, prácticamente, todos los países del orbe. La vieja Europa vio como algo natural la aparición del terremoto que, iniciándose con el Mani pulite,(manos limpias), italiano, desembocó en el Indignaosespañol; que antes, voceando “Comprometeos”,  había arrasado con la sede de los Tory en la bucólica Londres, y hasta la tierra de los zares se encontró con el “Rusia unida”, que arrastró con los restos del socialismo real.En momentos más cercanos nos encontramos con la “Primavera árabe” que sacudió los cimientos del hasta entonces imperturbable mundo del espacio político nor africano; y con “Ocupa Wall Street”, que llegó a actuar en más de 2.600 centros urbanos y significó una crisis de proporciones inauditas en el mayor polo económico, por lo menos deoccidente. En espacios más inmediatos hemos presenciado “la Salida”, y, en el gigante del sur, la “Operación Lava Jato”, (Auto lavado), cuyos definitivos desenlaces aún desconocemos, [9].

No nos costará mucho, con solo seguirlos por los medios de comunicación, constatar que los vocablos más usados en todos estos movimientos son: democracia, libertad, igualdad, honestidad, ética, probidad, credibilidad, responsabilidad y verticalidad; entre tantos otros. Aquí es donde, creemos encontrar una veta inacabable para lo que hemos denominado educar con valores. Sin que ello signifique que nos erigiremos en jueces de ninguna de las posiciones enunciadas. No pretendemos hacerlo, ni siquiera con aquellas siempre hemos adversado.

A propósito; circunscribiéndonos a la nociónde que el tiempo no se comporta como una línea abstracta continua, sino que funciona como una espiral compleja, en la que cada hito expresa –sintetizándolos- los relictus que los antecedieron y sugiere los enclaves que vendrán, como Hegel, [10], nos lo está enseñando desde el siglo XVIII, y nuestro Maestro Ramón Tovar, [11], desde los años sesenta de la centuria pasada, ha propalado en los ambientes de este cuasi octogenario centro de formación docente; mencionaremos que, mientras nos encontramos reunidos aquí, en la Plaza de la República, en la Ciudad Luz, nuevamente están chocando las fuerzas del orden con las masas identificadas con el movimiento “Nuit Debout”, (Noche en pie), quienes constituyen la representación actual de los indignados, y que;  apoyándose en el coraje, que representa un valor;  están protestando, contra el desconocimiento que, el gobierno socialista, pretende hacer del valor del Respeto al bien común, a través de la nueva reforma laboral, [12].

Para nosotros, docentes de aula en Geohistoria, lo que le confiere validez a cualquier posición es su coherencia en el espacio y en el tiempo. Permanentemente estamos reivindicando el aserto con el que León Davídovich Bronstein, (Trotsky), [13], define al revolucionario, cuando nos dice: “El revolucionario se distingue por la plena coherencia que guarda, siempre, entre lo que piensa, lo que dice y lo que hace; sobre la base de un sólido compromisos social”. Nosotros extrapolamos esa definición para el educador; quien está obligado a ser coherente y guardar fidelidad a su compromiso de transformación social. No dudamos en reafirmar que la educación guarda en si los más preocupantes gérmenes del conservatismo, pero que -al mismo tiempo- incuba los más esperanzadores signos de cambio; y que, en esta contrastación, el obrero más efectivo es el Maestro.

En función de lo anterior, pensamos que no basta con que escuchemos enunciar los postulados que consideramos básicos; además de la pronunciación tenemos derecho a analizar el comportamiento de los actores, frente a esos mismos postulados en el tiempo histórico. Isaac Rosa, el año 2005, nos dice: “…la retórica ha convertido en lugar común, descargándolas  de su real significado] a palabras como: represión, clandestinidad,régimen, comunista, célula, camarada [así como] las situaciones [que las generan”, [14]]. Años antes, en la década de los sesenta y desde las aulas provisionales del Pueblo, J, R. Guillent Pérez nos instruía: “Para hablar sobre el ser, es necesario que el que habla esté totalmente comprometido con aquello de lo que habla”, [15]. Más recientemente, en su poema “Las palabras”,el bardo que Paso de los Toros, Uruguay, regaló al mundo, nos advierte: “No me gaste las palabras / no cambie el significado / mire que lo que yo quiero / lo tengo bien claro. / No me ensucie las palabras / no les quite su sabor / y límpiese bien la boca / si dice revolución”, [16].

De los asertos anteriores podemos inferir que una de las condicionantes esenciales para educar con valores reside en la perseverancia, la paciencia y la fidelidad con los principios que pregonamos. Estamos conscientes en cuanto a que, en nuestra contemporaneidad, no resulta fácil tal conducta. Recordemos que comenzando la cuarta década del siglo pasado Marshall Mc Luhan nos alertó acerca de la globalización de la aldea que nos aloja, esta caracterización es hoy mucho más avasallante.Hemos de reconocer que la lentitud de respuesta en  las estructuras inherentes al proceso educativo nos hace mucho más vulnerables, frente a lo que los comunicadores denominan inmediatez. De esta colisión deducimos que nuestro sentido de responsabilidad resulta seriamente abollado. Pero el educador, estamos convencidos, tiene la capacidad para, apoyándose en las nuevas tecnologías, avanzar en el camino de la formación cierta.

La escuela, como un todo, tiene bastante tiempo que dejó de ser un entelequia abstrusa y poco convencional. Simón Rodríguez, en 1794, se quejaba de que –en las colonias- “pocos conocían de su utilidad”, [17],pero indudablemente en su época esta percepción ya había variado, y desde entonces empezamos a observar como los grandes emporios comenzaron a valorizarla como el instrumento ad hoc para el logro de sus fines. Prieto Figueroa, en 1943, nos dice que, frente a las iniciativas privadas, “El Estado interviene, por derecho propio, en [su] organización y [la] orienta, según su doctrina política”, [18]. En nuestro medio, desde avanzada la sexta década del veinte, los organismos multilaterales han avanzado las tesis intervencionistas en educación, como el medio de asegurarse sus propósitos. Los especialistas en el tema han demostrado que, cada vez que se anuncia una conflictividad social de ciertas proporciones en la región, aquellos entes adelantan una reforma curricular, [19]. Así hemos pasado por la taxonomía de los objetivos, la instauración de la educación básica y los ciclos diversificados, la enseñanza moderna, la transversalidad y la educación por competencias; entre otras.

No queremos que se entienda como descalificador nuestro lenguaje. Solo estamos llamando la atención acerca de algunos elementos que nos podrían explicar los obstáculos que, los docentes de aula e investigadores, encontramos para el pleno ejercicio de la docencia con valores. Detengámonos , como muestra, en el tan citado trabajo de Jacques Delors, La educación encierra un tesoro, [20]; que –dicho sea, de paso- es un excelente libro, en el mismo encontramos que, al hablarnos de la formación dual en Alemania, nos dice: “…con el inicio de la integración europea y la globalización las empresas requirieron nuevos profesionales y exigieron cambios radicales en la formación superior no universitaria en aspectos como: mayor integración entre la teoría y la práctica, participación de las empresas en [el diseño de] los currículos, menor tiempo de estudio y formación profesional para la demanda real”.

Casi un cuarto de siglo antes, Edgard Faure coordinó otro equipo multi nacional e inter disciplinario que nos entregó: Aprender a ser, en el que se nos informabaque: “… si [bien] la educación a menudo enseña virtudes como la solidaridad y la cooperación, también puede, con sus procedimientos, alimentar de forma bastante malsana el espíritu de la competición”, [21]. La revisión de los mencionados informes, hace que nos preguntemos, ¿será de esta manera como vamos a desarrollar la educación con sentido de pertenencia en confianza, humanismo y paz?

En oposición a esta prédica, en la que se contraponen los objetivos educativos con las prácticas propugnadas; recordaremos que en estos vetustos terrenos, tuvimos profesores, de diferente filiación política, quienes, pese a su diversa militancia, eran Maestros en todo el sentido de la acepción: puntuales, estudiosos, responsables, organizados, exigentes con ellos mismos, respetuosos y virtuosos. Lo que nos permite confirmar queestos educadores, aunque separados por sus respectivas ubicaciones partidistas, estaban unidos por el ejercicio ético de la docencia.

Ampliaremos algo que no cuesta entender. La UNESCO, siglas que quieren significar la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura, desde sus más calificadas instancias, ha invertido más de los dos tercios de existencia en insistir en la urgencia de revisitar la categorización de la educación. Mencionaremos que el “Congreso Mundial de Educación”, que se desarrolló en Incheón, Corea del Sur, el 27 de junio del pasado año,ha sido uno de los más recientes desencuentros de este combate. Para nuestra prez, nos encontramos entre los más de doscientos académicos de todo el mundo que, concluidas las referidas deliberaciones, dirigimos una Carta a la Doctora Irina Bokova, Directora General del organismo, para denunciar la avasallante presencia de los representantes del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, del Banco Central Europeo y otros entes afines, quienes coparon las conferencias centrales y las mesas de trabajo, mientras, contrastantemente, era notoria la ausencia de delegados de los organismos educativos,[22].

Sea propicio el momento para informarles que también hemos dirigido sendas comunicaciones al Consejo Mundial de Educación Comparada y al IESALC, reclamando el uso del español como idioma universalmente aceptado para el funcionamiento de los citados organismos, que debe usarse igual que los que la visión eurocéntrica  tiene siglos imponiéndonos.  Igualmente hemos denunciado la manipulación en la definición de categorías fundamentales para la elaboración del Mapa de la Educación Superior para América Latina y el Caribe, (MESALC).

Este aspecto, no por citarlo casi al final es de menor importancia.Es bien sabido que tenemos décadas sufriendo el desvirtuamiento de los fines supremos de la educación. Para ubicarnos en lo que aspiramos decir, formularemos una interrogante: ¿Quées realmente lo que ha sucedido en esta parte del orbe?, ¿no hemos tenido proyecto de países por carecer de proyectos educativos, o ¿carecemos de proyectos educativos porque no tenemos proyectos de países? Para buscar las respuestas a estas interrogantes, tal vez hará falta que nos preparemos para los IV Congresos de Investigación; oportunidad en la –lógicamente- otros estudiosos avanzarán sus propuestas al respecto. Intentaremos sugerir algunos de los tópicos que debemos abordar, en la búsqueda de soluciones al enigma: ¿funcionan –realmente- las definiciones trasladadas automáticamente a la educación desde otras áreas?, ¿es válido hablar de calidad en educación?, ¿tiene pertinencia insistir en la calidad educativa total?, ¿es la educación un proceso gerencial?, ¿debe el educador ponderar –fundamentalmente- la vertientes alóctonas?, ¿qué hacer con las intervinientes locales?; y no sabemos cuántas más.

Con la intención de sugerir una hoja de ruta para las futuras deliberaciones de cónclaves como este,  en los que deben estar muy presentes las diferentes motivaciones que definen las múltiples finalidades que se le asignan a lo que se asume como el sistema deseable de Educaciónen Valores; visión frente a la marcamos terreno; los invitamos a que sigan –con toda la atención posible- el curso de las deliberaciones y  lean –detenidamente- los documentos emanados de los organismos multinacionales que fungen como ductores del proceso que nos ocupa, a escala global. El más reciente de estos es: Replantear la Educación. ¿Hacia un bien común mundial?, [23], entregado por la UNESCO a finales del 2015; en el que la propia Directora General, luego de ofrecerlo como la continuación de los trabajos de Delors y de Faure, sostiene que: “Los autores proponen que sean considerados bienes comunes tanto el conocimiento como la educación. Ello supone que la creación de conocimiento, así como su adquisición, validación y utilización sean comunes a todas las personas como parte de una empresa social colectiva”, (las cursivas aparecen en el texto original). Dejamos a vuestro albedrío las interpretaciones.

Como si fuera una conclusión:

Lejos de nosotros el haber querido formular un memorial de agravios contra la educación con valores. Por el contrario, estamos absolutamente convencidos del enorme potencial que este proceso contiene para arbitrar las respuestas a los mayores enigmas que enfrenta la especie. Lo que si nos ha consumido la exposición es el interés en delinear las grandes trabas que encontramos para su más consciente ejercicio.

De manera general nos hemos referido a los encontrados intereses que surgen de la estructuración política de los diferentes regímenes y países; a la contrastante priorización de acuerdo a la ubicación económico – social de los individuos; a la no vinculante articulación en función de la espacio – territorialidad con las súper estructuras políticas; y al mutante interés de los organismos –supuestamente- llamados a impulsar la validación de las categorías de análisis que nos permitan hablar; no de una instrucción acerca de nociones que parecieran ir por laacera de enfrente, sino de una  verdadera educación con valores, asumida desde nuestra cotidianidad.

Luego de cartografiar una especie de mapa desolador, queremos expresar, de manera inequívoca, nuestra fe en la Escuela, el Maestro y el joven educando. La Escuela la entendemos como un todo; que incluye el entorno, la comunidad, el ambiente y todos los elementos vinculantes con el proceso educativo. Así lo hemos aprendido de Aníbal Ponce, quien, desde la primera tercera parte de la anterior centuria, nos enseña que: “la educación es para la vida”, [24].

El Maestro, por su parte, es el más eficiente artesano, el que está en capacidad de moldear, apoyado en los mejores ejemplos, la delicada arcilla que la humanidad le confía, para la construcción de la sociedad justa que todos merecemos y necesitamos. Belén Sanjuán nos instruye al respecto, cuando afirma: “El papel del Maestro es formar al ciudadano del futuro, que ya empezó”, [25]. Claro, que ella se pivotea en el Maestro de América, cuando nos dice: ¿Queréis tener república?, ¡formad republicanos!, [26]. El joven, a su vez, está representado por todo aquel que entienda que el aprendizaje – enseñanza no se detiene nunca, sino que está en desarrollo constante, como proceso permanente lo tipifican quienes se identifican con ésta acepción, diferenciándose de los que creen –equivocadamente- que hay una etapa en la que ya todo se sabe.

Los jóvenes tienen, por su naturaleza y por su esencia, que ser inconformes, iconoclastas y contestatarios. ¡Pobre de la sociedad en la que los jóvenes no protesten! José Ingenieros, asevera, en Las Fuerzas Morales, “Joven es todo aquel que, con la conciencia limpia y los bolsillos vacíos, corre raudo hacia la construcción del mejor futuro”, [27]. En esta onda, una de las consignas que más no ha llamado la atención fueesgrimida por los estudiantes chilenos, quienes, reclamando comprensión a la sociedad post dictadura,para su derecho al estudio, voceaban: “Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir”. Confesaremos que no hemos encontrado una mejor posibilidad de acoplamiento para elaborar la salud social, que es uno de los valores de más difícil consecución: mientras los viejos dormimos, los jóvenes sueñan, con el por…venir.

Aproximándonos a la conclusión de esta disertación, que nos ha resultado más extensa que lo deseable, proclamaremos nuestro optimismo; que entendemos como un valor supremo de la condición humana. Porque los valores, como los principios, que en definitiva son, se asumen críticamente y se defienden combativamente. Creemos en el optimismo vital. Ese que proclamó sir Bertrand Russell, cuando con 90 años, fue a dar con sus nobles huesos de par del reino,  a la cárcel de la culta Gran Bretaña, por haber presidido el Tribunal Internacional contra la Guerra de Vietnam y reafirmado su acendrado pacifismo, [28].

Reivindicamos el optimismo existencial que practicó Luis Beltrán Prieto Figueroa, cuando con 66 años rompió con el movimiento político al que había dedicado su vida y se identificó con las banderas del socialismo; optimismo que refrendó cuando,a los setenta y dos años, se dedicó a escribir poesía, de tan alto vuelo como la que leemos en Isla de Azul y Viento  y que le hiciera ocupar un asiento –como poeta- en la Academia Venezolana de la Lengua, [29]. Nos identificamos con el optimismo vivificante que diferencia a Don Francisco Tamayo; quien, con 62 años, supo dejar a un lado las miserias humanas que, basadas en el egoísmo que se contrapone con los valores de la honestidad y la empatía, lo separaron de la cátedra de Biogeografía que él había  creado en todas las universidades del país, se vino a su querido Pedagógico de Caracas; donde se imbricó, aúnmás, en la elaboración del Mapa Fitogeográfico de Venezuela; que hoy, a más de tres décadas de la partida del Maestro, representa un legado único en su tipo, [30].

Rememoraremos que en esta oportunidad; se está cumpliendo el 481º aniversario de la ocasión en la que Tomás Moro, el autor de Utopía, se negara a aceptar que el todo poderoso rey de Inglaterra fuese el Jefe de la iglesia, sin temerle al presidio, ni a la decapitación que sufriría un años más tarde; queremos ratificar nuestra plena identificación con el más optimista ejercicio de la docencia, porque estamos absolutamente convencidos que en la medida en que logremos ejercer nuestro apostolado,apuntalándonos en las mejores reservas que identifican la condición humana, habremos superado las grandes contradicciones que nos separan de la educación con valores. Y agradeceremos a Laura Guevara, una joven cantautora venezolana a la que nunca hemos visto pero si leído, quien nos dio la clave para concluir estas palabras; cuando nos dice:”… mi preocupación no es únicamente musical, es integral…hablo desde mi verdad, desde lo que conozco……en casa he estado expuesta al arte y a la vida, de ahí viene mi vena…Tengo la bendición de mi amigos… [les recomiendo que] confíen en ustedes mismos, crean en sus intuiciones, en lo que piensan y sueñen…Pero también cuiden… [que] lo que hagan tiene que estar bien hecho”, [31].

Cerrando podemos preguntarnos: ¿Cuántas enseñanzas nos deja la lección de Tomás Moro? Igualmente, interroguémonos, ¿estaremos en capacidad de asumir el reto que, desde sus frescos 28 años, nos lanza Laura? Nuestras respuestas retratarán la disposición que, realmente, tenemos para asumir la Educación con valores. Para concluir, diremos que, si alguien nos llegara a increpar acerca del título de esta intervención, preguntándonos: ¿En definitiva, qué está pasando en la Formación con Valores?; lo único que le responderíamos, apoyándonos en el epígrafe que abre estas líneas, sería: Lo que, en verdad, necesitamos para impulsarla  es  ¡una mejor Escuelay más Maestros que sientan el orgullo de vivir su Magisterio con optimismo!

¡¡¡Muchas gracias por vuestra amabilidad, que también es un valor!!!

Notas:

[1]https://www.youtube.com/wacht?v=MRonfPxF-08

[2]www.unicef.org/spanish/protection/index_childlabour.html

[3] www.bsst.org.ve/documentos/…/manifiesto_del_partido_comunista.pdf

[4] https://www.oxfam.org/…/bp210-economy-one-percent-bax-haven-18011_es_0.pdf.

[5] Lapierre, Dominique (2010]. La ciudad de la Alegría. Barcelona. Editorial Planeta.

[6] www.univision.com/noticias/…/crisis-en-europa-refugiados-o-inmigrantes

[7] Bigott, Luis Antonio, (2011, 16, 11). La formación de los educadores investigadores es un proceso de reflexión. Participación en el Foro: Concepción de la Maestra y el Maestro Investigador. Caracas. Centro Internacional Miranda.

[8] Hernández Sánchez Barba, Mario, (2011). Alianza Atlántica: Crisis de Occidente. (Relaciones Europa –  Estados Unidos). Madrid. Editorial Universidad Francisco de Vitoria.

[9] Naím, Moisés, (2016). Repensando el mundo. 111 sorpresas del siglo XXI. Caracas. La Hoja del Norte.

[10] Hegel, George W. Friedrich, (1989). Lecciones sobre Filosofía de la Historia Universal. Madrid. Alianza Editorial.

[11] Tovar, Ramón, (2015). El Enfoque Geohistórico. Caracas. Reimpresión facsimilar del Ministerio del Poder Popular para la Educación.

[12] www.lemonde.fr/…/ou-va-la-nuit-debout-4902009_…

[13] Bronstein, León Davídovich (Trotsky), (2006). Mi vida. Madrid. Editorial Debate.

[14] Rosa, Isaac, (2005), El vano ayer. Barcelona. Editorial Seix Barral

[15] Guillent Pérez, J. R., (1964). Lecciones de Introducción a la Filosofía. Caracas. Editores Reuniones de Profesores.

[16] Benedetti, Mario, (2002. Antología Poética. Madrid. Editorial Alfaguara.

[17] Rodríguez, Simón, (1794). “Reflexiones sobre los Defectos que vician la Escuela de Primeras Letras de Caracas y medio de lograr su reforma por un nuevo establecimiento”, en Rafael Fernández Heres, (1995), Pensamiento Educativo en Venezuela. Siglos XVI al XX. Ediciones de la Universidad Nacional Abierta.

[18] Prieto Figueroa, Luis Beltrán, (2006). El Estado Docente. Caracas. Fundación Biblioteca Ayacucho.

[19] Bonilla – Molina, Luis y otros, (2014). Informe Mundial de la calidad Educativa.En este debate: ¿de qué se está hablando? Caracas. Red Global / Glocal por la Calidad de la Educación.

[20] Delors, Jacques, (1966). La Educación encierra un Tesoro. Madrid. Editorial Santillana.

[21] Faure, Edgard et al, (1973). Aprender a ser. Madrid. Alianza Universidad.

[22] Torres, Carlos Alberto y otros, (2015, junio), Carta dirigida a la Directora General de la Unesco, Caracas [y veintitrés ciudades más].

[23] unesdoc.unesco.org/images/0023/00236/23697s.pdf

[24] Ponce, Aníbal, (1975). Educación y Lucha de Clases. Buenos Aires. Editorial Claridad.

[25] Bracho Arcila, América, (Compiladora), (2013). Belén Sanjuán: Testimonio de una Maestra. Caracas. Ediciones del Ministerio del Poder Popular para la Educación.

[26] Rodríguez, Simón, (1990).  Sociedades Americanas. Caracas. Monte Ávila Editores.

[27] Ingenieros, José, (1965). Las Fuerzas Morales. Buenos Aires. Editorial Losada.

[28] Russell, Bertrand, (2010). Caminos de Libertad: Socialismo, Anarquismo y Comunismo.Madrid. Editorial Tecnos.

[29]Ledezma, Minelia de, (2012). “Luis Beltrán Prieto: Maestro, Político y Poeta”, en Homenaje a Luis Barrera Linares. Edición del Instituto Venezolano de Investigaciones Lingüística y Literarias Andrés Bello.

[30] Hurtado Rayugsen, Omar, (2005). Francisco Tamayo: Estudio de su vida y aproximación a la vigencia de su obra. Caracas. Ediciones del Rectorado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.

[31] Díaz, Estefanía, “Laura Guevara: ‘Más que un concierto, será una manifestación onírica’ “[Quinto Día, Caracas, 2016, 8 al 15 de abril].

 

 

 

 

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ODS / Objetivo 17: Alianzas para los objetivos

Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la alianza mundial para el desarrollo sostenible

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible solo se pueden lograr con el compromiso decidido a favor de alianzas mundiales y cooperación. Si bien la asistencia oficial para el desarrollo de las economías desarrolladas aumentó en 66% entre 2000 y 2014, las crisis humanitarias provocadas por conflictos o desastres naturales continúan demandando más recursos y ayuda financiera. Muchos países también requieren de esta asistencia para estimular el crecimiento y el intercambio comercial.

Hoy el mundo está más interconectado que nunca. Mejorar el acceso a la tecnología y los conocimientos es una forma importante de intercambiar ideas y propiciar la innovación. Para lograr el crecimiento y desarrollo sostenibles, es vital que se coordinen las políticas para ayudar a los países en desarrollo a manejar su deuda y para promover inversiones para los menos desarrollados.

La finalidad de los objetivos es mejorar la cooperación Norte-Sur y Sur-Sur, apoyando los planes nacionales en el cumplimiento de todas las metas. Promover el comercio internacional y ayudar a los países en desarrollo para que aumenten sus exportaciones, forma parte del desafío de lograr un sistema de comercio universal equitativo y basado en reglas que sea justo, abierto y beneficie a todos.

Fortalecer la solidaridad global es uno de los 17 Objetivos Globales de la nueva Agenda para el Desarrollo Sostenible. Un enfoque integral es crucial para avanzar en los diversos objetivos.

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