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Cómo entendemos la autonomía en educación infantil

Por: Alicia Halperin 

Tendríamos que bajarnos de la veloz carrera de la adquisición de habilidades para atender a procesos que van de dentro afuera y crear situaciones tranquilas donde cada niña, cada niño, pueda expresarse y relacionarse de acuerdo a sus posibilidades, necesidades y deseos.

Ver comer a nuestros niños y niñas sin nuestra ayuda, comprobar que han aprendido a lavarse la cara, admirar cómo se visten… son algunas de las cosas que nos encantan y hacen sentir orgullo a quienes nos dedicamos a educar, seamos padres, madres o educadores profesionales. En este caso, la adquisición de autonomía es siempre un objetivo central de nuestras programaciones.

Sin embargo, hay un riesgo que corremos con frecuencia: admiramos la autonomía física, más fácilmente visible, pensando a veces que tenemos casi todo conseguido, y dejamos en segundo plano aspectos relacionados con lo afectivo, con el pensamiento y con lo ético, menos evidentes pero no menos importantes.Cabría preguntarse: ¿estamos logrando que las criaturas elijan de acuerdo a sus gustos, que tomen decisiones de acuerdo a aspectos válidos o convenientes desde sus necesidades, que se sientan cómodas con quien comparten su día a día?

A veces nos cuesta librarnos de la herencia del “dile a tu compañera que no le vas a pegar más”, “¿a que lo tú quieres es…?” o “no toques eso que es caca”… Situaciones en las que nos adueñamos del saber, intentando que los niños y las niñas tomen nuestras ideas como verdades y evitando que hagan el camino de llegar a sus propias conclusiones.

Si queremos atender a estas cuestiones, necesitamos cambiar nuestro foco de atención en las aulas. Tendríamos que bajarnos de la veloz carrera de la adquisición de habilidades, muchas veces poco significativas, para atender a procesos que van de dentro hacia afuera y crear situaciones tranquilas donde cada niña, cada niño, pueda expresarse y relacionarse de acuerdo a sus posibilidades, necesidades y deseos. Aunque en principio no resulte muy fácil, tenemos maneras de hacerlo.

Organizar el aula en rincones de actividad y permitir el funcionamiento en agrupaciones que se van constituyendo según el momento y la necesidad, en lugar de formar grupos fijos predeterminados por las personas adultas, permite que se pregunten ¿con quién quiero jugar y a qué?, y cambiar de actividad si ya no están a gusto. Poner a los niños y niñas en situación de pensar en estas cosas ayuda a que sean conscientes de lo que les pasa y desean, para que puedan tomar sus decisiones. Dando importancia a la expresión de cada cual, respetamos y valoramos, creando una base de seguridad y autoconfianza.

En la asamblea con el grupo, podemos pedir opiniones sobre todos los acontecimientos que transcurren en la clase, desde los temas que les interesan para desarrollar proyectos de aula, pasando por buscar soluciones a conflictos, a entender situaciones de aprendizaje o cotidianas, dando lugar a que todo el mundo exprese sus sentimientos.

Para aprender a formarse criterios propios hace falta detenerse a observar los acontecimientos y, a medida que la edad lo posibilita, reflexionar sobre las situaciones, sobre lo que piensa cada cual. También hablar del porqué de los conflictos, de las cosas que nos gustan y de las que no, de las reacciones propias, de las situaciones inesperadas, contando con la opinión de quienes se expresan con gestos, miradas, cambios de tono y postura o palabras.

Compartir las cosas vividas, permite apropiarse de ellas y, poco a poco, ir haciendo una recreación mental de los hechos, reconocer, reflexionar. Es nuestra tarea fomentar estos procesos de intercambio y aprendizaje con los demás.

Las criaturas aprenden de sus aciertos y sus errores, de la observación de sus pares y de las personas adultas cercanas. Aceptando los errores como parte del proceso de aprendizaje y no como un aspecto negativo o del que haya que avergonzarse, les demostramos nuestra confianza aunque tengan dificultades, como una forma de afianzar su propia seguridad.

Necesitamos crear ambientes seguros y ricos en estímulos para que desde bebés puedan moverse, explorar y controlar su cuerpo y el espacio, sin temor a que se hagan daño, sin que tengan que recurrir a nosotras permanentemente. También que los materiales y todo lo que necesiten esté a su alcance para obtenerlos y para guardarlos. Si participan en la organización de la clase, el resultado será asumible como propio y estaremos facilitando que se muevan autónomamente en un medio reconocido y acogedor.

Si nos libramos de las prisas por ver las tareas finalizadas evitaremos resolverles nosotros las cosas que pueden hacer autónomamente. Para ello hace falta permitir la observación e investigación, sin interrumpir, respetando pausas y silencios y haciendo propuestas que puedan realizar en función de sus posibilidades. Preparar ambientes y elementos de juego en las clases, en los momentos de comida o situaciones cotidianas son tareas que asumen progresivamente.

Para que alguien piense y actúe por sí mismo, necesitará conocer un marco de criterios razonables en el que moverse. Crear en conjunto las normas de convivencia en la clase y en la escuela, invita a reflexionar y hacerse cargo del lugar propio y del lugar común, a saber cómo comportarse y qué es lo que no conviene hacer en la vida con los demás.

Poder llevar un juguete de casa o una foto familiar, y tenerlos accesibles para tocarlos en un momento de “echar de menos”, también les da la certeza de que pueden hacer algo por tranquilizarse, lo que permite descubrir la posibilidad de autorregularse.

Partimos del reconocimiento que las personas, desde bebés son seres potentes, capaces, con posibilidades de desarrollarse en la medida en que encuentran apoyo y estímulo en las personas adultas que son su referencia y en el medio del que son parte. Solo dedicando tiempo a escuchar a cada niña y niño de la clase y a incentivar que se expresen en todos los sentidos, valorándoles individualmente, lograremos que sientan seguridad, y aportaremos a que construyan su autonomía.

Puede ser que atender a todos estos procesos implique dedicarles mucho tiempo de clase, pero ¿no es de las cosas más importantes que tenemos para hacer en la escuela en el conjunto de la etapa de infantil?

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/01/08/entendemos-la-autonomia-educacion-infantil/

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Educación pública de calidad para los niños de Colombia

Colombia/11 enero 2018/Fuente: irispress

Este es un homenaje a la gente que siempre está ahí, a los imprescindibles.

El objetivo de de la Fundación Pies Descalzos es brindar educación pública de calidad para los niños y niñas en situación de vulnerabilidad en Colombia.

La educación es la oportunidad que muchos de ellos necesitan para romper el círculo de la pobreza.

Con el apoyo de la Obra Social “la Caixa” apoyamos a más de 7.000 niños cada año para que puedan tener un futuro mejor

Fuente noticia: http://irispress.es/2017/08/24/educacion-publica-colombia/

Fuente imagen: http://www.vanguardia.com/sites/default/files/imagecache/Noticia_600x400/foto_grandes_400x300_noticia/2011/08/19/20nacio15a003_big_ce.jp

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«Es el camino a una invasión cultural»: Irán prohíbe el inglés en la escuela primaria

Irán/11 enero 2018/Fuente: Aporrea

 ha prohibido la enseñanza del inglés en las escuelas primarias luego de que altos clérigos del país, entre ellos el líder supremo Alí Jameneí, advirtieran que aprender ese idioma a una edad temprana abriría el camino a la «invasión cultural» occidental.

«Enseñar inglés en las escuelas gubernamentales y privadas dentro del marco del plan de estudios oficial viola las leyes y regulaciones», reiteró el pasado sábado la directora del Consejo de Educación Superior Estatal, Mehdi Navid-Adham. La funcionaria subrayó además que las clases de inglés de forma extracurricular también podrían ser restringidas.

Por lo general, la enseñanza del inglés en las escuelas de Irán empieza cuando los niños tienen entre 12 y 14 años, pero en algunas oportunidades se inicia a una edad más temprana.

Fuente: https://www.aporrea.org/internacionales/n319362.html

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Argentina: En 2018 comienzan las reformas en la Secundaria

Autor: Marcos Denevi

La implementación será progresiva respecto de la cantidad de escuelas y se inicia modificando la práctica escolar de los primeros años del nivel. En Luján, la reforma la encabezan cinco escuelas: dos de gestión pública y tres de gestión privada. Año a año se irán sumando establecimientos educativos. Desde diferentes sectores critican la incertidumbre frente a la propuesta y los gremios hablan del «ocultismo y hermetismo» con el que se desarrollan estas reformas.

Las reformas educativas en el Nivel Secundario se comenzarán a aplicar a partir del año que viene en cinco escuelas secundarias de Luján.

Los cambios que se impulsan a partir del proyecto “Secundaria 2030” comenzaron a circular en el ámbito educativo a través de una serie de documentos, muchos de ellos en “versión borrador” y afectarán distintas dimensiones del proceso educativo: la organización de los aprendizajes, la organización docente, el régimen académico y la formación y el acompañamiento.

La implementación será progresiva. Es decir, año a año, un grupo de instituciones se incorporarán al proyecto. En el distrito de Luján, según los datos a los que accedió EL CIVISMO, las escuelas que iniciarán la puesta en práctica de estas reformas a partir del 2018 son tres de gestión privada: Instituto Nuestra Señora de Luján de las Hermanas Vicentinas, la Escuela Doctor Ángel Gutiérrez y el Centro de Formación Rural Los Aromos, una escuela secundaria femenina que comenzará a funcionar durante los próximos meses en Jáuregui.

En tanto, en la esfera de gestión pública, las instituciones son la Escuela Secundaria Nro. 13 del barrio Juan XXIII y la Escuela Secundaria Nro. 6 de la localidad de Torres.

El proyecto busca sus fundamentos en el artículo 32 de la Ley de Educación Nacional y justifica sus modificaciones a partir de la polémica y cuestionada “Evaluación Aprender”, particularmente en los resultados que arrojó este instrumento en 2016.

“Los datos estadísticos recientes de nuestro sistema educativo indican que el ingreso, la permanencia y el egreso no están garantizados para todos por igual. Cinco de cada diez estudiantes no logran terminar la escuela secundaria. A su vez, los resultados del operativo Aprender 2016 indican que el 40,9 por ciento de los estudiantes de 6º año de secundaria se encuentran por debajo del nivel básico en matemática y solo el 53,6 por ciento alcanza niveles de desempeño satisfactorio o avanzado en lengua. Es decir, una alta proporción de aquellos que logran terminar la secundaria no cuentan con los saberes fundamentales para desarrollar su proyecto de vida con autonomía”, detalla uno de los documentos titulado “Marco de Organización de los Aprendizajes”.

En este contexto, agrega que “esta realidad es la que moviliza la necesidad de promover cambios profundos y estructurales en los procesos de enseñanza y aprendizaje (…) Los datos objetivos mencionados son los que revelan que las políticas educativas implementadas hasta el momento no han sido suficientemente potentes para reconvertir el funcionamiento originario de la escuela secundaria”.

EL CIVISMO dialogó con algunos directivos de escuelas de Luján donde, a partir del año próximo, se comenzarán a instrumentar los cambios. Varios de ellos sostienen que en la reforma puede haber “algunas prácticas interesantes, pero que hasta el momento y a esta altura de año, hay muy pocas certezas respecto de los cambios concretos si pretenden aplicarlo en 2018. Nos dijeron que tenemos que comenzar a aplicar esto, pero muchas cosas carecen de argumentos y posibilidades de instrumentación. Están sobre la nada misma”.

¿Cuáles serían las modificaciones?

El marco teórico del proyecto detalla el supuesto intento de cambio de paradigma. Sin embargo, a tres meses del inicio del próximo ciclo lectivo, las acciones concretas y el impacto real sobre la actual vida escolar aún se encuentran en terreno de lo hipotético.

El Ministerio de Educación y Deportes de la Nación y la Dirección de Cultura y Educación bonaerense difundieron, en algunos ámbitos, que el camino de cambio tiene cinco recorridos e intenciones:

– Pasar de “una estructura ‘mosaico’ rígida, burocrática, obsoleta con asignaturas escindidas hacia aprendizajes conectados, multidisciplinares, proyectos que involucran saberes de distintas disciplinas. Aprendizaje interdisciplinario”.

– Pasar de “trayectorias escolares fragmentadas hacia trayectorias escolares sólidas, sostenidas y diversificadas”.

– Pasar del “modelo tradicional de enseñanza hacia el aprendizaje activo y colaborativo, con foco en el desarrollo de capacidades”.

– Pasar de “una brecha entre la escuela y el mundo académico/laboral hacia un aprendizaje contextualizado, relevante, conectado con los empleos del futuro”.

– Pasar de “profesores con formato ‘taxi’ con poco tiempo para el trabajo con colegas a nivel institucional hacia profesores por cargo, con más tiempo para el trabajo con colegas, la planificación compartida y la participación en proyectos compartidos”.

Desde esta perspectiva, el documento “Marco de Organización de los Aprendizajes” del proyecto “Secundaria 2030” propone seis capacidades fundamentales para la vida que los estudiantes deberán desarrollar a lo largo de su trayectoria escolar obligatoria: resolución de problemas, pensamiento crítico, aprender a aprender, trabajo con otros, comunicación y compromiso y responsabilidad.

Además, argumenta que todos estos cambios tienen la intencionalidad de “erradicar el fracaso escolar, enseñar prioritariamente aquello que los adolescentes deben aprender en el transcurso de la educación secundaria, logrando aprendizajes relevantes y construir una sólida articulación entre Escuela-Proyecto de Vida-Educación Superior y Trabajo”.

Cambios en la organización docente

Los profesores tendrían una mayor carga horaria en una escuela y además de sus horas de aula nucleadas en una institución, contarían con horas institucionales para “poder trabajar en equipo con directivos y docentes, involucrarse en el proyecto de planificación institucional del aprendizaje, trabajar en colaboración con sus colegas, y lograr apoyar las trayectorias continuas y exitosas de los estudiantes”.

“En este sentido, la modificación del acceso al cargo, es decir los mecanismos de designación docente también pueden ser objetivo de cambio”, detalla el documento.

En tanto, el documento “Marco de implementación para Secundaria 2030” manifiesta que los concursos docentes pueden incluir instancias de presentación de proyectos elaborados específicamente para la escuela donde se encuentra el cargo vacante y/o de entrevistas con los equipos directivos”.

Por otro lado, la conformación de nuevas grillas horarias con áreas integradas y proyectos, puede implicar redefinir los perfiles docentes y la conformación de los cargos.

También se sumaría la figura de un “Profesor Acompañante de Trayectorias”, que tendría una carga horaria semanal de cuatro horas para acompañar a un curso desde Primero a Tercer año, algo similar a lo que se conoce como profesor tutor.

Cambios en la evaluación y asistencia

Cada institución deberá construir los acuerdos acerca del sentido pedagógico de la evaluación “que apunten a construir una coherencia entre las formas de evaluación en los distintos espacios curriculares”.

Además, se proponen regímenes de asistencia “más flexibles y diferentes posibilidades de cursado que contemplen formas alternativas y diversas de organizar los mismos procesos de enseñanza para sostener los aprendizajes. El tiempo escolar flexible, permite hacer foco en los aspectos más cualitativos para que el tiempo escolar sea productivo en términos de aprendizaje”.

Se estima que, con relación a la acreditación y promoción de las materias, ya no habría mesas de examen sino un “proceso de continuidad de aprendizaje diciembre-marzo” que se acordará con el docente para rendir los contenidos no acreditados durante el año y no así la materia completa.

Cambios en el proyecto Institucional del Aprendizaje

Aquí se detallan diferentes propuestas concretas de enseñanza en diversos formatos que “apunten a la integración de aprendizajes y constituyen una oportunidad de trabajo colectivo no solo entre los docentes sino también entre los estudiantes, promoviendo el aprendizaje colaborativo”. Algunos posibles formatos consistirían en:

Proyectos interdisciplinares: “permiten integrar los conocimientos y aplicarlos a situaciones de la realidad. Implica la elaboración, a partir de un problema o situación inicial y de algún tipo de producción que sintetice lo trabajado durante todo el proceso”.

Módulos de aprendizaje integrado (MAI): “Suponen espacios centrados en necesidades e intereses de los estudiantes para abordar el aprendizaje de contenidos que usualmente se desarrollan en diferentes asignaturas. Estos módulos buscan romper la fragmentación tradicional de los espacios de conocimiento e integrar contenidos de distintas asignaturas”.

Además, proponen determinar institucionalmente la organización de propuestas de enseñanza en formatos que “propicien la articulación entre las distintas disciplinas” y decidir “los saberes prioritarios, emergentes y las capacidades y competencias digitales transversales” que se trabajarán en las materias de cada institución.

EL DATO

¿Por qué “Secundaria 2030”?

La implementación será progresiva y por cohortes (grupos de escuelas). En 2018 comienza la primera cohorte a aplicar las reformas en los cursos menores de Secundaria. Cuando estas escuelas se encuentren aplicando este proyecto en el último año de Secundaria, allá por 2023 o 2024, un último grupo de escuelas comenzarían a implementarlo. Por lo tanto, en 2030 todas las escuelas y todos sus cursos habrían aplicado esta reforma.

Hermetismo y críticas

Todos los gremios de la Educación durante octubre y noviembre han alzado su voz y alertado sobre la aplicación de una “reforma educativa” en la provincia de Buenos Aires “sin consultar a los docentes”. Este parece el mayor reclamo del sector y que puede abrir un escenario de tensión y conflicto en vistas al año próximo.

Desde Feb (Federación de Educadores Bonaerenses) aseguran que el Gobierno provincial busca poner en funcionamiento “diferentes planes educativos” que “no son más que parches que pretenden implementar sin consultar a los docentes” y Suteba advirtió que “los sindicatos seguimos sin ser convocados a participar de este proceso, a pesar de que éste implica cuestiones laborales concretas en las que está claro que es imprescindible nuestra palabra”.

También Udocba manifestó que “los docentes somos los que tenemos que opinar porque tenemos un lugar muy importante en la comunidad educativa”

Todos coinciden en criticar el “ocultismo y hermetismo” con el que se desarrollan estas reformas.

Fuente del Artículo:

http://www.elcivismo.com.ar/notas/30594/

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Proyecto de educación superior: Chile Vamos advirtió eventuales «arreglos» cuando asuma

Chile/09 de enero de 2018/Fuente: http://www.cooperativa.cl

A menos de un mes para el inicio del receso legislativo, desde Chile Vamos continúan las críticas respecto a la celeridad del Gobierno de la Presidenta Michelle Bacheletpara aprobar los proyectos en el marco de la reforma a la educación superior en la parte final de la actual Administración.

Este lunes, a las 10:00 de la mañana y a las 19:00 horas se tratará en las comisiones de Educación y Hacienda del Senado, respectivamente, en la sede del Congreso en Santiago, el proyecto de ley que fortalece y moderniza las universidades del Estado.

 En tanto, la comisión de Educación continuará la discusión en particular del proyecto de educación superior a las 15:30 horas.

En diálogo con Cooperativa, la senadora de la UDI e integrante de la comisión de Educación, Ena von Baer, aseguró que el proyecto «no se puede hacer bien en tres semanas», señalando que lo mismo sucedió con la Ley de Inclusióny que tuvieron, según dijo, que hacer dos leyes para arreglarla.

Consultada sobre cómo actuará la derecha siendo oficialismo desde el 11 de marzo, día del cambio de mando, si se llega a aprobar un «mal proyecto», la legisladora sostuvo que «vamos a tener que arreglarlo tal como este Gobierno tuvo que arreglar sus propios proyectos«.

«Eso ya sucedió en este Gobierno con la Ley de Inclusión, pero también con la reforma tributaria, donde tuvimos que aprobar un proyecto para poder arreglar los problema que habían quedado en la deficiente tramitación», recordó la ex vocera de Gobierno.

Carlos Montes le respondió a Chile Vamos

El senador del Partido Socialista Carlos Montes, presidente de la comisión de hacienda, le respondió a Von Baer rechazando que la celeridad implique una mala legislación.

«Eso no significa (la rapidez de la legislación) de que tengan que ser necesariamente mal hechas las cosas. Siempre las leyes son perfectibles y siempre pueden legislarse de nuevo para perfeccionarlas«, comentó Montes.

El senador además agregó que «todos estos argumentos es porque no asumen que la Nueva Mayoría decidió hacer lo imposible por terminar estos dos proyectos durante este periodo legislativo«.

La Confech rechaza la reforma

El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Alfonso Mohor, señaló que era decepcionante que no hubieran señales sobre el CAE en la reforma.

«El día lunes tenemos una reunión como Confech con el Ministerio de Educación, donde este (el CAE) será uno de los temas más importantes, y por lo mismo, ahora estamos preparando alguna forma de revertir este escenario«, aseguró Mohor.

Fuente de la Noticia:

http://www.cooperativa.cl/noticias/pais/politica/agenda-legislativa/proyecto-de-educacion-superior-chile-vamos-advirtio-eventuales/2018-01-07/112043.html

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Notas sobre los resultados de Chile en la última prueba internacional de formación ciudadana

Por: Daniel Miranda y Juan Carlos Castillo

Los resultados del Estudio Internacional de Educación Cívica y Formación Ciudadana (ICCS) 2016, aplicado a escolares de 8° básico de más de 20 países y dados a conocer en noviembre, dejaron a Chile con nota roja. En la medición de conocimiento cívico nuestro país obtuvo 483 puntos, quedando bajo el promedio internacional. La misma prueba fue aplicada en 2009 y los resultados obtenidos entonces (482 puntos) no han variado. Los autores de esta columna desmenuzan los resultados de la ICCS a la luz de las reformas en el currículo escolar implementadas en 2009, aunque advierten que el conocimiento cívico de los alumnos carga con un sesgo de origen, dado por el nivel educacional de los padres o el número de libros en el hogar.

¿Qué nota se sacan nuestros alumnos en conocimiento cívico? Hace pocas semanas se publicaron los resultados del último estudio internacional de formación cívica y ciudadana ICCS (por su sigla en inglés), evaluación en la que participaron 24 países. Este estudio reconoce que la ciudadanía y sus expresiones son un fenómeno complejo, en línea con la discusión reciente respecto del concepto de ciudadanía (Miranda, Castillo, & Sandoval-Hernandez, 2017). Uno de los focos centrales de este estudio es el logro en conocimiento cívico, en la que Chile obtiene 482 puntos, puntaje que se encuentra bajo el promedio internacional de 500 puntos. Anteriormente, en la prueba ICCS 2009 Chile había obtenido 483 puntos, lo que nos deja en una situación no solo de bajo puntaje en relación a otros países, sino también de estancamiento. En concreto, los estudiantes chilenos de 8° básico en el año 2016 saben lo mismo acerca los principios cívicos, la sociedad, participación e identidades cívicas que lo que sabían los estudiantes de 8° básico en el año 2009.

FIGURA 1

Los resultados de Chile en ICCS 2016 son relevantes cuando se analizan en relación a una serie de reformas educativas que se han llevado a cabo los últimos años en temas formación ciudadana, y que al parecer no están brindando los resultados esperados.

REFORMAS EDUCATIVAS

La formación para la ciudadanía en etapa escolar ha tomado cierto protagonismo en la última década, tanto en Chile como en otras latitudes. El interés principal de estos estudios es comprender los procesos de socialización de las actitudes y comportamiento de los ciudadanos en las experiencias escolares y su proyección en la vida adulta (Cox & Castillo, 2015). Este renovado interés en la formación ciudadana se sustenta en la necesidad de comprender la baja sostenida en los niveles de participación electoral, el poco interés en política formal y la merma sostenida en la confianza en instituciones políticas (Corvalán & Cox, 2013), junto a la creciente diversificación y ampliación de los repertorios de participación (por ejemplo protestas y marchas), particularmente en las cohortes más jóvenes.

En este contexto, Chile ha realizado una serie de modificaciones curriculares con la finalidad de mejorar la formación para la ciudadanía. En el año 2004 el Gobierno convocó a una comisión plural coordinada por el Ministerio de Educación para asesorar al Estado en materia de Formación Ciudadana. Siguiendo en parte las recomendaciones de aquella comisión, en diciembre de 2009 se realizó un ajuste curricular que entró en vigencia en 2010 y que incorporó elementos nuevos orientados a fortalecer la formación ciudadana.

Adicionalmente, desde el año 2014 se incluyó de manera complementaria a la prueba SIMCE la medición de Indicadores de Desarrollo Personal y Social (IDPS), entre los que se encuentra la dimensión de Participación y Formación Ciudadana (PFC). Sumado a esto, en abril de 2016 se promulgó la Ley n° 20911 que crea el “Plan de Formación Ciudadana para los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado”, que además incorpora una asignatura obligatoria de “Formación ciudadana” para los estudiantes de 3° y 4° Medio a partir del año 2018.

Todas estas iniciativas ponen en la institución escolar y el diseño curricular la responsabilidad de brindar a los “estudiantes la preparación necesaria para asumir una vida responsable en una sociedad libre y de orientación hacia el mejoramiento integral de la persona humana, como fundamento del sistema democrático, la justicia social y el progreso. Asimismo, deberá propender a la formación de ciudadanos, con valores y conocimientos para fomentar el desarrollo del país, con una visión del mundo centrada en el ser humano, como parte de un entorno natural y social” (Ley N° 20911, 2016). Una gran responsabilidad, considerando lo que se sabe acerca de la influencia de la escuela sobre este tema.

Si bien la evaluación ICCS 2016 no alcanza a reflejar los efectos de la ley de formación ciudadana, los estudiantes que rindieron la prueba el año 2009 fueron evaluados bajo el currículo previo (anterior a la reforma aprobada ese mismo año), mientras que los estudiantes que rindieron la prueba en 2016 fueron evaluados bajo el ajuste curricular propuesto en la reforma del año 2009. En ese sentido es posible decir que independiente del diseño curricular considerado, los estudiantes chilenos obtienen los mismos niveles de conocimiento cívico. Sin embargo, antes de culpabilizar a las reformas por los malos resultados, es relevante considerar algunos antecedentes adicionales sobre las influencias de otros factores además de la escuela en los resultados en pruebas de conocimiento cívico.

TRANSMISIÓN DE LA DESIGUALDAD POLÍTICA

Al igual que en las otras pruebas de conocimiento en las que Chile participa (PISA o PIRLS, por ejemplo), la adquisición del conocimiento cívico se relaciona estrechamente con sesgos de origen, como el nivel educacional de los padres o el número de libros en el hogar. Esto impacta los resultados educativos principalmente en contextos de alta desigualdad económica, tal como el chileno. En el reporte ICCS 2016 podemos observar para Chile que estudiantes que crecen en familias donde alguno de sus padres tiene educación universitaria obtienen 58 puntos más que estudiantes que crecen en familias cuyos padres no la poseen. Así mismo, crecer en una familia con 26 libros o más (versus tener menos libros o no tener libros disponibles en el hogar) genera una diferencia promedio de 49 puntos en la prueba de conocimiento cívico. Esto muestra que las familias transmiten intergeneracionalmente sus ventajas, traduciendo sus recursos socioeconómicos en habilidades y conocimientos relevantes para el ejercicio de la ciudadanía.

Adicionalmente, de las investigaciones realizadas en el país con los datos de ICCS 2009 (ver Cox & Castillo, 2015), sabemos que al relacionar el nivel de conocimiento cívico de los estudiantes chilenos con las expectativas de participación electoral en la vida adulta, un resultado relevante del estudio es que aquellos estudiantes que obtienen menores puntajes de conocimiento cívico tienden a tener menores expectativas de participación electoral. En concreto, los estudiantes que pertenecen al 20% de menor puntaje en la muestra chilena (menos de 374 puntos en la prueba de conocimiento cívico) presentan un promedio de 47.14 puntos en la escala de expectativas de participación electoral, mientras que los estudiantes que pertenecen al 20% de mejor rendimiento (más de 614 puntos) reportan en promedio 53.6 puntos (distancia que es estadísticamente significativa). Si bien este patrón de relación entre conocimiento político y participación también es posible de observar en población adulta, llama la atención que desde edades tempranas sea posible observar dicha tendencia. Esto es particularmente relevante a la hora de pensar el abstencionismo electoral presente en un gran número de países, pero con particular fuerza en Chile.

FIGURA2

Como se deduce hasta aquí, el contenido que se aprende en la escuela es importante y la prueba ICCS se enfoca principalmente en contenidos de aprendizaje cívico. Sin embargo, investigaciones adicionales han identificado que los estilos de instrucción también son relevantes para la formación ciudadana (Campbell, 2008). Un clima abierto a la discusión de temas sociales y políticos se asocia con mayores niveles de actitudes democráticas y tolerantes y a mayores expectativas de participación (Knowles & McCafferty-Wright, 2015). Además, se ha observado que esta dimensión de la formación ciudadana está expuesta a menores sesgos socioeoconómicos (Castillo, Miranda, Bonhomme, Cox, & Bascopé, 2015).

¿Qué nos indican todos estos antecedentes? que a medida que los jóvenes “saben más” acerca del sistema político, sobre sus funciones, reglas y procedimientos tienden a tener una mejor disposición hacia la participación. Por tanto, las definiciones políticas que apunten en la dirección que los jóvenes adquieran mayores niveles de conocimiento sobre la vida democrática estarían en la dirección de aumentar el interés por la participación electoral. Sin embargo, los aprendizajes logrados por los estudiantes presentan un fuerte sesgo socioeconómico de origen que se traduce en una trasmisión intergeneracional de las desigualdades políticas. Por lo tanto, toda modificación acerca del proceso de socialización política en la escuela debe considerar que cualquier implementación en las condiciones actuales reproduce los sesgos socioeconómicos de origen, y debería considerar también una dimensión que incluya a las familias de las y los estudiantes.

Por otro lado, la evidencia reciente indica que no sólo se debe considerar los contenidos a adquirir sino que también el clima en que se adquieren y practican estos conocimientos. En otras palabras, ciertamente es difícil transmitir contenidos de ciudadanía democrática en ambientes autoritarios. Esto se hace relevante en la medida que los espacios de socialización política permiten apertura a la discusión como forma de atenuar las diferencias origen socioeconómico. Al respecto, la nueva ley de formación ciudadana del año 2016 ofrece una serie de oportunidades de participación estudiantil que podrían repercutir positivamente en la formación de nuestras alumnas y alumnos. Veremos si esto se refleja en las próximas evaluaciones sobre este tema, como el estudio sobre Formación Ciudadana incluido en el plan nacional de evaluación de la Agencia del Calidad de la Educación o la próxima aplicación del estudio ICCS el año 2022.

*Los autores son investigadores del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES). COES es un FONDAP (Fondo de Financiamiento de Centros de Investigación en Áreas Prioritarias), que reúne a más de 70 investigadores que estudian temas de conflicto y cohesión social desde las ciencias sociales. Las universidades a cargo son, la Universidad de Chile y la Universidad Católica, y como patrocinadoras la Universidad Diego Portales y la Universidad Adolfo Ibáñez.

Referencias:

Campbell, D. E. (2008). Voice in the Classroom: How an Open Classroom Climate Fosters Political Engagement Among Adolescents. Political Behavior30(4), 437–454. https://doi.org/10.1007/s11109-008-9063-z

Castillo, J. C., Miranda, D., Bonhomme, M., Cox, C., & Bascopé, M. (2015). Mitigating the political participation gap from the school: the roles of civic knowledge and classroom climate. Journal of Youth Studies18(1), 16–35. https://doi.org/10.1080/13676261.2014.933199

Corvalán, A., & Cox, P. (2013). Class-Biased Electoral Participation: The Youth Vote in Chile. Latin American Politics and Society55(3), 47–68. https://doi.org/10.1111/j.1548-2456.2013.00202.x

Cox, C., & Castillo, J. C. (Eds.). (2015). Aprendizaje de la ciudadanía: Contextos, experiencias y resultados (1st ed.). Santiago: Ediciones UC.

Knowles, R. T., & McCafferty-Wright, J. (2015). Connecting an open classroom climate to social movement citizenship: A study of 8th graders in Europe using IEA ICCS data. The Journal of Social Studies Research39(4), 255–269. https://doi.org/10.1016/j.jssr.2015.03.002

Ley N° 20911. (2016). Ley que crea el plan de formación ciudadana para los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado. Santiago de Chile: Ministerio de Educación.

Miranda, D., Castillo, J. C., & Sandoval-Hernández, A(2017).Young Citizens Participation: Empirical Testing of a Conceptual Model. Youth & Society. https://doi.org/10.1177/0044118X17741024

Fuente de la Reseña:

http://ciperchile.cl/2017/12/28/notas-sobre-los-resultados-de-chile-en-la-ultima-prueba-internacional-de-formacion-ciudadana/

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Reformas educativas: el turno de América Latina

Por: Carlos Ornelas

Aunque no hay un concepto homogéneo de Reforma Educativa, parece existir cierta conformidad en calificar cambios curriculares, incrementos en niveles escolares o modificaciones legales, como reformas de la educación. En cierta forma, cada quien entiende por reforma lo que le cuadre a sus propósitos de análisis o de mensaje político.

El Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe organizó un seminario, el jueves y el viernes de la semana pasada, en Pátzcuaro, Michoacán. El propósito fue debatir —y vaya que hubo debate— y “Aprender de las reformas: Educación en América Latina”. Se trataba de reunir a funcionarios e investigadores para confrontar posiciones y resultados.

El objetivo expreso fue: “Generar un espacio de análisis y reflexión en torno a los alcances y desafíos de la reciente Reforma Educativa en México, a la luz de otras experiencias consideradas exitosas en países de la región de América Latina y el Caribe”. El espacio se generó, pero no fue posible hacer comparaciones inmediatas entre la Reforma Educativa de México y las de otras latitudes del continente. Por lo regular, las exposiciones de los casos se enfocaron a exponer las particularidades.

Este punto no puede considerarse una debilidad. En realidad, es poco lo que sabemos y menos lo que discutimos de reformas educativas fuera de nuestra realidad. El desafío para los organizadores es ofrecer esa comparación y extraer las enseñanzas que se consideren pertinentes. El último de los objetivos promete esa oferta: “Realizar una publicación basada en las experiencias y actividades llevadas a cabo en el seminario”.

Los otros objetivos, analizar casos, identificar retos y hacer comparaciones se cumplieron en la medida que el tiempo lo permitió. Conocemos la tiranía que el reloj impone. Sin embargo, los expositores tuvieron oportunidad de presentar sus verdades e ilustrar sus movimientos de reforma o de continuidad en las políticas. Predominó la exhibición de los casos de éxito, aunque los ponentes no ocultaron las dificultades por las que atraviesan sus proyectos de cambio.

No obstante, no fue un desfile color de rosa. Hubo críticas, pero sin sobresaltos. Debates, pero siempre en tono de respeto. Incluso, una representante de la Sección 18 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, uno de los bastiones de las fuerzas disidentes dentro del magisterio, expuso el postulado de lo que persigue su movimiento de rechazo a la Reforma Educativa.

Vale la pena detenerse para comentar este asunto. El día anterior, un grupo de cinco maestros que se presentaron como representantes de la S-18 “advirtió” a los organizadores del seminario que deberían suspenderlo. Que hablar de la reforma era propaganda a favor del gobierno y que los estigmatizaba a ellos: que se les decía que eran revoltosos y violentos. Calificaciones que rechazaban.

El director del Crefal, Sergio Cárdenas, les explicó que no era un acto oficial, que los maestros del SNTE que ellos vieron sentados en el auditorio no respondieron a una invitación especial, que fue abierta y que ellos también podían acceder al auditorio. Incluso les ofreció un espacio cuando se discutiera el caso de México. Quedaron de consultarlo con su “estructura”.

La maestra de la S-18 que asistió explicó las razones de su movimiento. Calificó a la reforma como laboral y punitiva; dijo que no se criticaba a los políticos que heredan los puestos a sus hijos, pero sí a los maestros. Defendió la actividad sindical como actos de rebeldía. Lo hizo en tono mesurado y sin la perorata que caracteriza a los militantes. Aunque otros ponentes no coincidían con su postura, la felicitaron por la claridad en su exposición y el respeto a la concurrencia.

El seminario fue rico; en varias mesas se analizaron los casos de Perú y Cuba; Uruguay, Chile y República Dominicana; Ecuador y Brasil; México y Costa Rica; Argentina y Bolivia. Remató con una conferencia de Pak Tee Ng, uno de los líderes del Instituto Nacional de Educación de Singapur. Explicó muy bien las “paradojas” de su sistema de educación y proceso de reforma permanente.

No pienso que las reformas exitosas de un país puedan implantarse en otro; pero considero que sí es posible pedir prestadas nociones e ideas y adaptarlas a otras realidades. Discurro que es correcto ver la reforma mexicana a la luz de otras experiencias y dejar de pensar que somos el ombligo del mundo.

Fuente del Artículo:

Reformas educativas: el turno de América Latina

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