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Los riesgos de la pornografía, según una campaña de Nueva Zelanda

Oceanía/Nueva Zelanda/25 Junio 2020/https://www.pagina12.com.ar/

En las redes sociales explotó una campaña financiada por el gobierno de Nueva Zelanda, en la que dos actores porno desnudos se presentan en la casa de una madre de familia para explicarle que sus videos en línea no son la mejor educación sexual para su hijo.

Con una toalla en el pelo en forma de turbante y una taza de té en la mano, la madre escucha con interés a la actriz y al actor que, en el umbral de la puerta, le comentan que han notado que su hijo los miraba en todo tipo de pantalla. Le explican que sus videos están destinados a adultos y que no representan la realidad.

La madre llama a su hijo, que se lleva un buen susto al ver a los dos visitantes completamente desnudos, y al final le dice que tienen que «hablar» sobre «la diferencia entre lo que [el niño] ve en internet y las relaciones en la vida real».

Una portavoz del gobierno neozelandés explicó que el video «Keep it real online» se enmarca en una campaña más amplia para sensibilizar a los padres sobre los peligros que entraña internet para los niños, por la pornografia, la captación de menores para fines sexuales o el acoso. «La acogida de esta campaña fue enorme», declaró a la agencia AFP.

«En la primera semana y media, los anuncios fueron visionados 11 millones de veces en internet», agrega. El video sobre pornografía fue visionado cerca de 2 millones de veces en YouTube.

El anuncio «busca llamar la atención sobre el hecho de que muchos jóvenes obtienen su educación sexual a través de la pornografía», explicó. «Esto puede ser muy problemático para los más jóvenes a causa de los mensajes negativos que la pornografía expande sobre el consentimiento, la imagen del cuerpo, la sexualidad«, añadió.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.pagina12.com.ar/273691-los-riesgos-de-la-pornografia-segun-una-campana-de-nueva-zel

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La educación sexual a lo largo de toda la vida: una necesidad social sin respuesta

Noticia/25 Junio 2020/elpais.com

La ausencia de contenidos educativos sobre el hecho sexual humano ha dejado un espacio a la pornografía que cada vez es más utilizada en edades tempranas, incluso en la etapa infantil

Una de las carencias constatadas en la educación abarca todo lo relacionado con la educación sexual. Las sucesivas leyes de educación en España han ignorado de una u otra forma la necesidad social de una educación de calidad sobre el hecho sexual humano, sustentado actualmente en un amplio campo epistemológico y teórico (Amezua, 1999). Esto ha sido puesto en evidencia en numerosas ocasiones por profesionales de la educación, la medicina y la psicología, pero, sobre todo, por los profesionales que trabajan en el área de la sexología, que han contribuido y contribuyen con ideas y conceptos a mejorar el conocimiento científico y la práctica docente.

Esta necesidad se ha visto especialmente acrecentada en los últimos años, en los que, con el uso y abuso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), además de la vida de los adultos, la infancia y la adolescencia se han visto profundamente alteradas e influenciadas por imágenes y contenidos que distorsionan lo que es y representa la sexualidad humana.

A pesar de los muchos esfuerzos realizados en las últimas décadas en favor de la educación sexual, la ausencia de contenidos educativos sobre el hecho sexual humano, fundamentales para el crecimiento personal y la adquisición de los conceptos, las ideas, las actitudes y el lenguaje adecuados, ha dejado un espacio que ha sido ocupado por los contenidos procedentes del consumo de pornografía a través de internet, especialmente en dispositivos móviles de última generación y tablets que cada vez son más utilizados en edades tempranas, incluso en la etapa infantil, y que son comunes en la preadolescencia y adolescencia.

Ese consumo de pornografía hace que la información y la percepción de la sexualidad se vea interferida y distorsionada por contenidos que, en la mayoría de las ocasiones, nada tienen que ver con la información científica, rigurosa, positiva y ética que necesitan, tanto las personas jóvenes, como las adultas.

No es de extrañar el incremento de prácticas sexuales que son consideradas como inadecuadas o de riesgo, que incluyen comportamientos sexistas, agresivos y violentos a partir de la adolescencia, y contribuyen al incremento de los embarazos no deseados.

Estas realidades constituyen factores de riesgo real para una vivencia adecuada y con valores de la sexualidad humana, en la que se prime el respeto, el afecto y los sentimientos positivos por sí misma/o y por la pareja. La vivencia del reconocimiento mutuo como personas sexuadas y el comportamiento ético y responsable son principios de la educación sexual que se van adquiriendo desde las primeras etapas de la educación infantil, con los contenidos adecuados a cada etapa del desarrollo, y serán determinantes a lo largo de la vida.

La demanda social de una educación sexual de calidad se une al interés en que ésta se conforme como un instrumento básico para generar un cambio de actitud que favorezca el desarrollo libre e integral del proceso de sexuación de las personas; así como una actitud ética en la toma de decisiones desde la igualdad, con responsabilidad, reciprocidad y respeto a la diversidad.

En ello hemos incidido en el documento La educación sexual en España: propuestas para asegurar el acceso, publicado por la Fundación Alternativas. Tras analizar el desarrollo de la educación sexual en el sistema educativo español, creemos que asegurar el acceso generalizado y suficiente a esta materia y responder a esta necesidad social precisa de un proceso para diseñar adecuadamente una asignatura específica de educación sexual o educación en sexualidad, acompañada por el impulso de una campaña institucional de concienciación y sensibilización social.

Es esencial la formulación de un proyecto que impulse el debate y el encuentro para consolidar la educación sexual en el sistema formativo

Estas acciones deberían liderarse desde las Administraciones públicas, sanitarias y educativas que, de forma coordinada, trabajen los contenidos curriculares adecuados a los distintos niveles formativos del sistema educativo, evaluando su implantación y resultados. Existen numerosas publicaciones, programas formativos y profesionales con amplia experiencia en el ámbito educativo que pueden contribuir a definir los diferentes contenidos y la metodología más adecuada.

Organismos internacionales como la UNESCO y la OMS llevan reiterando desde hace décadas la importancia de fomentar el diseño y la impartición de programas formativos en educación sexual para dar respuesta a una necesidad objetiva y generalizada en toda la población a nivel mundial.

Para que esta reforma se lleve a cabo, vemos como esencial la formulación de un proyecto que impulse el debate y el encuentro de profesionales de la sexología y de la educación, con experiencia, tanto a nivel estatal y autonómico como local, con el fin de consolidar la educación sexual en el sistema educativo.

Ahora que la LOMLOE inicia su trayectoria legislativa, esperamos que se contemple la educación sexual de forma positiva y con entidad y estructura de asignatura. Con el fin de contribuir a este debate, hacemos público este documento e invitamos a las autoridades sanitarias y educativas a que, de una vez por todas, den respuesta a esta necesidad social y que juntos podamos trabajar para asegurar el acceso a una educación sexual de calidad para nuestros jóvenes.

* Matilde Díaz Ojeda es médico especialista en Medicina del Trabajo; Isabel Tajahuerce es profesora de Comunicación y Género en la UCM; José Luis Pedreira es médico especialista en Psiquiatría y Pediatría. Los tres son autores del documento ‘La educación sexual en España, propuestas para asegurar el acceso’, publicado por la Fundación Alternativas

Fuente: https://elpais.com/economia/2020/06/25/alternativas/1593076197_475697.html

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Perú: Cuando la pornografía reemplaza la educación sexual del adolescente

Redacción: La República

Las películas para adultos no se asemejan a la realidad de los encuentros sexuales, pero ¿qué ocurre cuando se cree que esa ficción sustituye la educación sexual que nos ha sido negada?

«En una sociedad sin educación sexual, el porno es tu libro de instrucciones”, dice el eslogan de un video hecho por el Salón Erótico de Barcelona, que se hizo viral hace un tiempo. Una cinta que pone en debate el rol de la pornografía y las ideas machistas que se generan sobre el sexo.

Esta frase cala en una sociedad aún conservadora y machista como la nuestra, donde la educación sexual es la que más brilla por su ausencia. A pesar de los esfuerzos del Ejecutivo, aún existen vacíos en las políticas públicas con las que se rigen los colegios. Mientras tanto, continúa siendo un punto inaceptable para algunos colectivos religiosos fundamentalistas.

“Si existiese una educación sexual en las escuelas y en las familias, entonces no tendría por qué existir la pornografía como una fuente para adolescentes o niños que quieran aprender o aclarar sus dudas sobre sexualidad”, señala el psicólogo clínico, Christian Martínez, a La República.

Para retratar mejor esta situación en Perú, la Universidad Cayetano Heredia junto con el Instituto Guttmacher, reveló en un estudio que el 85% de escolares en el país indicaron que aprendieron sobre sexualidad en Internet y otros medios de comunicación, especialmente la televisión.

Este panorama resulta preocupante, si se toma en cuenta que los elementos presentados en la industria pornográfica no representan la realidad de las relaciones sexuales.

Basta con preguntarnos ¿qué vemos en las películas para adultos?: vulvas perfectas, mujeres maquilladas y con cuerpos esbeltos, que con tan solo tocarlas alcanzan al orgasmo; por el otro lado, tenemos a hombres con miembros viriles grandes y gruesos, fornidos y dispuestos a embestir a cualquiera y, que además con solo besarlos tienen una erección duradera.

La pornografía crea prototipos de belleza y rendimiento sexual

Para el también sexólogo, el porno no solo se olvida del placer femenino y legitima ideas machistas sobre el cuerpo de esta, sino que también afecta a cómo el hombre mide su masculinidad en base a su rendimiento sexual.

Por eso, ocurre que “la importancia del hombre es el tamaño del pene, en cuánto dura sexualmente, en que es el responsable de dar placer sexual a la mujer, en que el encuentro sexual termina cuando él eyacula o en que el orgasmo es lo mismo que eyaculación”, menciona.

grupo larepublica

Así, al final de todo, lo único que se obtiene es frustración y resignamiento por cada una de las partes, e incluso “una sociedad enferma sexualmente”, tal y como señala el especialista.

La pornografía consolida estereotipos de género

Sin embargo, esto no queda allí. Martínez sostiene que esta industria genera estereotipos de género, donde prima el sexismo y la misoginia. “Lo que hace la (producción de videos para adultos) es despreciar y representar a la mujer a través de su sexo, donde ella solo sirve a nivel erótico y sexual”. En este punto coincide Magally Alegre Henderson, historiadora especialista en sexualidad femenina, quien hace hincapié en que «la pornografía está pensada, diseñada y producida por hombres, que no consideran las formas de eroticidad femenina”.

Por eso, el psicólogo asegura que algunos hombres piensan que la obligación de la mujer es complacerlo sexualmente. «Estas concepciones que se producen a partir de este tipo de contenidos son absolutamente sexistas”, añade Alegre.

grupo larepublica

Y, pese a que la historiadora data de movimientos feministas que se dedican a la producción de contenidos para adultos con un enfoque de género, aún hablar de sexo es tabú y el Internet está al alcance de la mayoría.

Ambos especialistas coinciden en que la pornografía no ha creado nada nuevo y no tiene la culpa de los aspectos negativos ya mencionados, pues son “contenidos para adultos” – que tienen el objetivo de causar placer y excitación – pero que desfortunadamente cae en manos de menores de edad que recién están explorando su sexualidad.

“Una manera de frenarlo es con una educación sexual integral, con el respeto del uno hacia el otro y con enfoque de género”, resalta Christian Martínez.

Fuente: https://larepublica.pe/sexualidad/2019/12/12/sexo-cuando-la-pornografia-toma-el-rol-de-educacion-sexual-en-la-sexualidad-de-los-jovenes-fotos-y-video-atmp/

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Cómo educar a los niños en el afecto (para combatir el porno)

Por: La vanguardia

La educación sexual de las nuevas generaciones es una preocupación compartida tanto por las familias como por las escuelas

La educación sexual de las nuevas generaciones es una preocupación compartida tanto por las familias como por las escuelas. El acceso masivo a internet desde muy corta edad a través de los dispositivos móviles obliga a las instituciones a afrontar una cuestión trascendental que algunas sociedades de tradición cristiana han demorado durante demasiado tiempo: ¿cómo dar respuesta a las inquietudes que surgen en los niños y niñas crecidos en la dualidad entre un entorno hipersexualizado y los tabús heredados de la moral sexual religiosa?

España es uno de los pocos países europeos que aún no ha adoptado las recomendaciones de organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO) o la Organización Mundial de la Salud (OMS) para proporcionar un enfoque pedagógico integral sobre la sexualidad a través de la escuela, aunque los argumentos para poner en marcha este tipo de proyectos educativos son difícilmente rebatibles.

UNESCO en español

@UNESCO_es

¡La educación sexual integral de calidad es UN DERECHO esencial para fomentar la salud y el bienestar, el respeto de los derechos humanos y la igualdad de género!♀️

Consulta el manual de la @UNESCO_es aquí 👉http://on.unesco.org/2CPA1nb 

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Por un lado, numerosas investigaciones demuestran que en los territorios en los que se imparten estos contenidos de manera obligatoria –entre ellos, prácticamente todos los países de nuestro entorno excepto Italia– el inicio de las relaciones sexuales es más tardío y más seguro. La OMS indica que disminuyen los comportamientos de riesgo de los adolescentes y aumenta el uso de métodos anticonceptivos. Adicionalmente, la falta de información tiene efectos nocivos, ya que cuando los menores no ven satisfecha su curiosidad en materia de sexo ni en clase ni en casa, recurren con una alarmante facilidad al porno online.

“Los chavales de 13 a 18 años tienen el móvil lleno de porno”

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), casi el 90% de los menores de 10 años tienen acceso a internet, y uno de cada cuatro tiene un smartphone propio. No sorprende, en consecuencia, que estudios recientes revelen que los menores españoles tienen su primer contacto con la pornografía a los ocho años de edad : “En estas edades tan tempranas aún no les interesa, lo encuentran asqueroso, e incluso tienen sentimiento de culpa cuando se encuentran con esos contenidos, pero algunos ya empiezan a masturbarse con 9 años; a partir de los 12, cuando ya casi todos tienen móvil, se acaba definitivamente la edad de la inocencia; y los chavales de 13 a 18 años tienen el móvil lleno de porno, conocen muchas más webs adultas que los mayores”, explica Elena Crespi, psicóloga y sexóloga que acaba de publicar el libro ‘Habla con ellos de sexualidad’ (Lunwerg Editores).

Más allá de los riesgos relacionados con la salud y los embarazos no deseados, muchos sociólogos han relacionado el “alto contenido violento” de la pornografía online con el patrón que se reproduce en algunos episodios de violencia sexual en grupo que se han producido recientemente en nuestro país, como el caso de ‘la Manada’ y otros similares. “El problema no es que vean porno, porque eso ya es inevitable, sino que su socialización sexual sea solo esa; que nadie debata con ellos y ellas lo que significa besarse o abrazarse; que no se les explique que el sexo no es un instinto animal y que deben aprender a gestionar su deseo; que en una relación no hay placer sin libertad, y que su felicidad y sexualidad tiene que ver con la felicidad y la sexualidad del otro”, lamenta Jaume Funes, educador y autor de varios ensayos sobre la psicología de los adolescentes.

Ante la falta de una ley estatal que imponga las directrices a seguir en los planes de estudio, las únicas iniciativas en marcha surgen de las comunidades autónomas, aunque de momento son escasas y tienen poco recorrido. Por otra parte, las administraciones que han intentado integrar este tipo de enseñanzas en el currículo escolar se han encontrado con múltiples trabas. Es el caso de Skolae, un programa pionero en nuestro país estrenado en 2017 por el Gobierno Foral de Navarra. De momento ha llegado a 116 escuelas, y el nuevo gobierno socialista pretende implantarlo en todos centros educativos a pesar de la gran controversia política y social que ha suscitado.

Catalunya también ha iniciado en el presente curso escolar su propio programa piloto de educación sexual y afectiva, bautizado como Coeduca’t . En una primera fase se llevará a cabo en 300 escuelas e institutos públicos de todas las etapas educativas obligatorias, desde P3 hasta cuarto de ESO. El conseller de Educación, Josep Bargalló, anunció hace un par de semanas en el Parlament que el objetivo es que llegue a todos los centros públicos en tres años, pero ya a partir de enero los docentes dispondrán de los materiales trabajados con entidades especializadas a través de un espacio web en xtec.cat.

Los contenidos se han elaborado sobre la base de las conclusiones obtenidas de la investigación ‘ La educación afectiva y sexual: un derecho, una prioridad ’ (pdf), que hace dos años reveló los déficits de los modelos pedagógicos actuales y del abordaje de la materia en los centros educativos, a menudo se limitada a intervenciones externas puntuales, como charlas o talleres. “Lo que ha ocurrido hasta ahora en Catalunya es que cada uno ha hecho la guerra por su cuenta: por un lado, los equipos directivos de los centros decidían qué contenidos impartir y con qué métodos; por otro, las AMPAS organizaban talleres asesorados por asociaciones externas; y en otras escuelas no se ha hecho nada. Esta situación provoca que se perpetúe la desigualdad de acceso a la formación en sexualidad”, explica Jordi Baroja, director del Centre Jove d’Atenció a les Sexualitats (CJAS).

Un amplio estudio realizado por el grupo de investigación AFIN de la UAB, en el que han participado 600 niños, 112 profesores y 78 padres y madres, pone de manifiesto el desconocimiento de los alumnos y las dificultades de familias y maestros a la hora de tratar el tema. “Según los resultados de nuestro estudio, los niños y niñas no saben qué es el clítoris, ya que la mayoría de los libros con los que trabajan muestran el aparato reproductor femenino en vez del aparato genital; todos saben cómo es un pene, pero muy pocos saben dibujar una vulva”, revela Estel Malgosa, una de las investigadoras.

Asimismo, existen grandes diferencias de género en los relatos sobre sexualidad y reproducción que hacen niños y niñas de 8 a 12 años: “Ellas se centran en el embarazo y en una dimensión más relacional; ellos, en las relaciones sexuales y en el placer masculino”, explica Malgosa. Pero la ignorancia es patente. “Muchos niños de 11 y 12 años no tenían información alguna sobre los cambios que se producirán en breve en su cuerpo, como la regla, el flujo vaginal o las eyaculaciones”. Y preguntados para qué sirve la pornografía, un grupo de niños de 6º de Primaria responden: “para aprender”.

Para paliar esta falta de información, el Departament d’Educació ha construido, con la ayuda de entidades especializadas, un itinerario curricular que integra la formación afectivosexual en la escuela con un enfoque interdisciplinario y transversal. “El objetivo es plantear una aproximación integral que cubra todas las dimensiones de la sexualidad, que no sólo tiene que ver con la reproducción y la prevención de riesgos, lo único que se enseña hoy en día”, reflexiona el director del CJAS, uno de los organismos que ha contribuido en la elaboración de los materiales.

Algunos niños y niñas de la última etapa de Primaria no reciben información alguna sobre sexualidad, ni en casa ni en el cole. b-d-s / Getty
Algunos niños y niñas de la última etapa de Primaria no reciben información alguna sobre sexualidad, ni en casa ni en el cole. b-d-s / Getty

La transmisión de conocimientos será gradual y evolutiva, y se tratarán conceptos como la autoestima, la salud sexual, la igualdad de género, los modelos de familia o la diversidad sexual. “Se trata de construir un mapa de competencias básicas que se impartirá tramo a tramo, desde los 3 hasta los 15 años. El objetivo es garantizar que al final de su escolarización los alumnos dominen los conocimientos afectivosexuales básicos, exactamente igual que con las matemáticas”, prosigue el director del CJAS.

Educación en casa

“La educación sexual y afectiva comienza en casa, empezando por no perpetuar los roles de género de la sociedad patriarcal”

Esta formación reglada, sin embargo, no sustituye la educación que los niños reciben en casa: “No es cierto que el porno sea la primera entrada de los niños en la sexualidad. En realidad los educamos desde que nacen. Continuamente les estamos enviando mensajes: cuando paseamos desnudos por casa o, por el contrario, si somos muy pudorosos; cuando no llamamos a los genitales por su nombre y utilizamos eufemismos como pirulina o flor para referirnos al pene y la vulva; cuando cambiamos de canal a la mínima muestra de erotismo en televisión y, en cambio, no lo hacemos ante escenas de extrema violencia en películas o telediarios; incluso no abordar el tema en absoluto es también un mensaje claro”, concluye la sexóloga Elena Crespi.

“Venimos de un contexto muy censurador, centrado en la idea reproductiva de la religión y en un modelo falocentrista en el que se educa a la niñas desde el miedo (¡Ten cuidado con esto y aquello!) y en cambio nadie les dice a los niños: ¡No te pases, no acoses!”, argumenta Crespi. Baroja coincide: “Hay que ser consciente de que la educación sexual y afectiva comienza en casa. Podemos empezar por no perpetuar los roles de género propios de la sociedad patriarcal y no asociar el sexo a un tabú, sino al placer. Ya no son tiempos de esperar a que sean adolescentes para que la madre le hable a su hija de la menstruación y el padre le ponga al chaval un preservativo encima de la mesa. Lo más probable es que ya lleguemos tarde”.

Los expertos recomiendan abordar las cuestiones relativas a la sexualidad mucho antes de la pubertad. Highwaystarz-Photography
Los expertos recomiendan abordar las cuestiones relativas a la sexualidad mucho antes de la pubertad. Highwaystarz-Photography

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vivo/mamas-y-papas/20191026/471045806216/educacion-sexual-ninos-familia-combatir-porno-escuela-coeducat.html

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Estos son los riesgos de no querer asumir la educación sexual de nuestros hijos

Por: Olga Carmona

Si no lo haces, aprenderá de Internet o del listillo de su grupo de amigos, ¿te atreves?

¿Sabe usted lo que es el gagging y el “porno de venganza”? En un par de líneas se lo voy a resumir: nuevas formas de maltratar a las mujeres a través, en este caso, de una sexualidad distorsionada y profundamente machista.

El gagging consiste básicamente en llegar a generar arcadas y casi el vómito a una mujer mediante una felación, y ese estado físico tan desagradable previo a vomitar produce placer en quien lo está provocando. El porno de venganza, ni es porno, ni es venganza. Es castigo a las mujeres por salirse del rol pasivo que la sociedad nos ha otorgado y ser sexualmente activas. Consiste en difundir fotos y vídeos íntimos a fin de humillar, atentar contra su dignidad e incluso como últimamente hemos visto, contra su vida.

Mónica Alario Gavilán, investigadora de la Universidad Juan Carlos (URJC). indica que la media de edad en la que se consume por primera vez pornografía a través de internet es de 11 años, un acceso a la sexualidad por lo tanto desposeído de cualquier afectividad y donde se cosifica a la mujer.  La pornografía, hecha mayoritariamente por hombres y para hombres, es el machismo sin filtros, donde todo vale puesto que es el lugar más allá del límite, donde es posible hacer realidad las fantasías más misóginas y ejercer el dominio absoluto sobre el otro, en cuerpo y alma.

La sociedad lo consume y lo interioriza como “normal” y por supuesto, después lo demanda, como si esa fuera la realidad, como si las mujeres deseásemos ser violadas, humilladas, abusadas, usadas, simulando la actitud que replica a la de una muñeca. Se nos ha otorgado la voz, pero pasiva. Ellos ostentan la activa. En el sexo… también. Cito solamente algunos de los síntomas de una sociedad que ha normalizado el maltrato y el machismo también o sobre todo en la esfera de la sexualidad, porque como decía Gail Dines, “en el porno, el hombre hace el odio a la mujer”.

Nuestros hijos e hijas tienen acceso a la red, a través de los móviles, tablets, etc., son consumidores de YouTube, siguen a los “influencers”. Y no importa si tú has logrado tenerlos a una presunta distancia de seguridad de todo esto, sus colegas se lo van a contar o a mostrar. No podemos caer en la ingenuidad de pensar que podemos salvarles de todo y de todos.

La industria del porno mueve ingentes cantidades de dinero y no está dispuesta a quedarse sin clientes. Por ejemplo, una agencia de seguridad llamada Check Point ha descubierto que en 60 aplicaciones de Google Play aparecen anuncios de contenido pornográfico.

Algunos investigadores ya le han puesto nombre a este fenómeno de proporciones generacionales: La Triple A Engine: Accesibilidad – Asequibilidad- Anonimato.

No queda más alternativa que educar, educar mientras se pueda, mientras nos escuchen y seamos referentes confiables para ellos. Crear vínculos sólidos, de confianza y respeto mutuo, que funcionen como amplificadores de nuestra influencia educativa y les sirvan de escudo protector.

Educamos en tiempos difíciles, donde no tenemos referentes a los que acudir, ni estudios longitudinales que arrojen algo de luz sobre las nuevas demandas que la sociedad actual nos plantea. Nuestros hijos e hijas viven en un mundo digitalizado, veloz y sin filtros. Por ello, es más urgente, más imprescindible que nunca educar en una sexualidad libre, sana y realista, desprovista de los dicotómicos roles de siempre “macho-puta”, del maltrato y humillación que propone el porno, pero también realista, genuina, que de una vez y para siempre elimine la idea de sexo idílico y perfecto, principesco y virginal donde todo fluye sin problemas arrullado por música de violines.

Hay que hablar a nuestros hijos de que la sexualidad no es genitalidad, es afecto, es confianza, es comunicación y es respeto para el otro y para uno mismo.

Decirles que tampoco es un “regalo” que ellas tienen reservado al mejor postor, ni un mérito o trofeo para ellos que también son presa de una masculinidad torpe, competitiva y machista que les condiciona a no salirse del patrón sin el riesgo de ser “sospechosos de poca hombría”.

Tenemos una responsabilidad ineludible para con nuestros hijos e hijas. Pero, para poder transmitir una visión de la sexualidad sana y equilibrada para con ambos géneros, primero tendremos que revisar cuántas de esas creencias tóxicas nos corren por las venas, porque fuimos educados como si fueran verdades incuestionables. No se trata de lo que les dices, sino de lo que realmente crees porque eso es lo que vas a transmitir en todo momento y sin darte, muchas veces, ni cuenta: con comentarios aparentemente inocuos, con juicios de valor acerca de otros u otras y su forma de vivir la sexualidad, con pequeñas ironías o chistes… :

El papá que se siente orgulloso de que su hijo sea un machito…pero le preocupa que su “princesa” se acueste con más de uno o dos…

La mamá que “sacraliza” el sexo y transmite a la hija que “no se lo dé” a nadie que “no lo merezca”.

El silencio incómodo que se produce cuando alguno de nuestros hijos hace preguntas explícitas, demandando información de la que cree la fuente más fidedigna.

Los comentarios machistas sobre la ropa, el maquillaje, la hora de llegada, el número de amigos, o el “no, si a mí no me importa, pero qué van a pensar de ti”.

El “debes hacerte respetar” como si el respeto estuviera localizado entre las piernas.

Y desde luego puedes y debes decirle a tu hija y también a tu hijo:

Puedes y debes elegir cómo, cuándo, dónde, con quién y de qué manera. Puedes tomar la iniciativa.

Puedes negarte.

Puedes cambiar de opinión en cualquier momento.

Eres dueño de tu sexualidad, no de la de los demás. Ese es el lugar donde se ubica el respeto.

Resulta curioso comprobar lo obsesivos que podemos llegar a ser los padres a la hora de educar en aspectos como los modales, la higiene, la comida, las calificaciones académicas… dando todo tipo de explicaciones una y otra vez, mientras que por este tema, muchos pasan de puntillas o a lo sumo les hablan del sexo en términos “reproductivos”, aludiendo a la parte de utilidad biológica y esquilmándole al placer su función, por vergüenza.

Si tú no asumes la educación sexual de tus hijos, te los educará internet o el amigo listillo del grupo.

No se trata de censura moral, sino de salud mental y desarrollo sexo-afectivo, porque desligar la afectividad del sexo es tan contraproducente como encerrarlo en la caja de lo que “no se habla” de lo que “no existe”, desvirtuarlo hacia alguno de sus enfermizos extremos, o dejar que te lo eduque una sociedad enferma dispuesta a mercantilizarlo todo, que necesita nuevos “clientes” para poder seguir vendiendo su basura y muy interesada en seguir perpetuando la lacra del machismo, la violencia y la dominación de unos por otros.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/06/03/mamas_papas/1559559053_821599.html

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Infografía de OVE: Un panorama general de las publicaciones sobre sexualidades

Por: equipo de Otras Voces en Educación/mayo-2019

Presentamos un panorama general de las publicaciones sobre sexualidades divulgadas durante el primer trimestres del 2019.

Donde resaltamos los siguientes datos y temas:

1º Educación integral de las sexualidades: 

El 33,79% de los textos publicados dan cuenta de la necesidad de salir de los modelos biologicistas y morales, para avanzar hacia el abordaje integral de las sexualidades.

2º Sobre los medios en la educación de las sexualidades:

El 10,29% de los textos publicados  abordan el papel que los medios tienen en la educación de las sexualidades. Resaltan el lugar del internet como medio para educar, la influencia de la pornografía y la industria cultural.

3º El feminismo:

8,72% de los textos publicados visibilizan las luchas feministas por la creación de un mundo mejor tanto para las mujeres como para los hombres.

4º Sexualidad y Discapacidad 

3,27 de las publicaciones abordan aspectos de educación de las sexualidades en personas con discapacidad. resaltan la guía «Apuntes sobre la sexualidad y discapacidad en el entorno escolar.

5º La diversidad sexual 

20,71% de las notas publicadas refieren a los avances mundiales en el abordaje de la diversidad sexual en las escuelas y en la sociedad en general. Resaltan la penalización de la homosexualidad en India y Angola, la aprobación de políticas educativas que contemplala diversidad sexual en Perú, Canada, India, Angola, Francia, Reino Unido y Escocia.

6º Violencia de género:

15,26% de los texto publicados denuncian practicas patriarcales, que alrededor del mundo siguen oprimiendo a niñas y mujeres en el siglo XXI.

7º Contramarchas y controversias

10,06% de los textos dan muestra de posiciones que rechazan los avances para abordar en las escuelas la sexualidad como otra dimensión mas de la vida del ser humano.

8º El gran tema ausente:

La formacion docente para educar en las sexualidades.

Descargar:   infografia

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Entrevista a Enrique Stola: “Cuando no hay educación sexual integral a los chicos los educa la pornografía”

Redacción:  Redacción

Enrique Stola, médico, psiquiatra, psicoanalista y especialista en casos de violencia de género habló con El Grito del Sur sobre las violaciones grupales, la importancia de la educación sexual integral y la complicidad de la Iglesia con los curas violadores.

 

¿Cómo empezaste a trabajar con casos de género?

Cuando me recibí, en dictadura, comencé a trabajar con víctimas de torturas, compañeros que tenían que irse al exilio o familiares de detenidos desaparecidos. Ya al regreso de la democracia empezó a aparecer lo que en ese momento se llamaba “violencia familiar”. Yo tenía claros algunos aspectos del machismo y desde ese entonces ya me empecé a definir como feminista. En el 2002 participé en el caso Grassi, donde había testimonios de abuso sexual. Todo eso fue un entrenamiento que varió mi perspectiva como psiquiatra.

Respecto al caso Grassi, ¿creés que la sociedad justifica más los abusos dentro de la iglesia?

La sociedad, desde diferentes lugares, sostiene todas la violencia contra las mujeres, niños niñas y el colectivo LGTBIQ y dentro de ello las violaciones, sino no ocurrirían. Cuando se supo que el Bambino Veira había violado un chico en las canchas se cantaba a favor de él: eso es apoyo social. En los abusos intrafamiliares pasa lo mismo. Cuando se “parte” una familia significa que hay un grupo de personas que están sosteniendo culturalmente una violación, aunque nunca lo van a reconocer.

¿Hay una diferencia entre las violaciones a hombres y a mujeres?

No, en general las mujeres son más violadas. En los casos de los varones se trata de ámbitos intrafamiliares o en instituciones eclesiásticas, que son muy protectoras de abusadores y machos violentos

¿Crees que el régimen del celibato propicia la violencia sexual ?

La iglesia es una institución criminal y sostiene el celibato, pero no es el celibato el problema en sí. El celibato prohíbe la genitalidad pero todos ejercen su sexualidad igual , con mujeres, con varones, se masturban, pero en secreto. Se genera una cultura de la clandestinidad en la que los pedófilos se mueven como pez en el agua.

Planteás que no existe un perfil psicológico específico por el cual los violadores puedan distinguirse de otras personas antes de cometer el crimen ¿Eso significa que en esta sociedad cualquier hombre es un potencial violador?

Si haces un psicodiagnóstico de alguien que cometió un delito sexual pueden saltar una serie de componentes – una sexualidad inmadura, mal manejo de los impulsos- que también pueden estar en el de alguien que no violó. Yo creo que los hombres violadores son aquellos que llevan el mandato de una forma de ser macho al extremo. Hay gente que se enoja porque yo digo que el violador no es un enfermo, pero se olvidan que al ponerlo en la posición de enfermo lo vuelve in imputable.

¿Cuales son las diferencias de los ataques sexuales grupales y los realizados por un solo individuo?

La violación es siempre una conducta moralizante. Una característica de los violadores es que quieren compartir lo que hicieron, ya sea en la cárcel o con algún amigo: lo van a hacer y van a erotizarse de eso. Cuando ocurre en grupo, todos son espectadores y participantes, es ahí donde se refuerza la pertenencia de grupo, la complicidad del acto compartido y la posición de machos.

Muchos chicos son escrachados en redes porque ejercen violencia simbólica, o se propasan y aprovechan de situaciones que comenzaron siendo consentidas ¿Esto supone que ese chico es un potencial violador? ¿Hay una conducta reiterada ?

No. En Alemania hay un programa que trabaja con chicos de entre 8 y 17 años y el porcentaje de recuperación es altísimo solamente con psicoeducación.  Lo que pasa es que cuando no hay educación sexual integral a los chicos los educa la pornografía. La tecnología hace que chicos y chicas muy pequeños tengan acceso a la pornografía. Entonces nos encontramos con chicas de 13, 14, 15 años que denuncian a compañeros que han tenido conductas abusivas pero con psicoeducación esto se resuelve y no van a ser abusadores. Lo que falta es educación sexual integral. Estructuralmente los mismos que se benefician de la estructura social machista se oponen a que se aplique la ESI.

¿Por que en los delitos sexuales se duda de la víctima?

Se duda de la víctima si es mujer, porque si es varón se le cree. La palabra del varón no se cuestiona, la que está siempre en sospecha es la mujer, incluso para la justicia. Por eso se hace hincapié en la víctima: es la mujer juzgada desde la mirada masculina y el mundo está organizado en base a esa mirada. Aparte, en temas de género, muchas veces los jueces califican en base a su experiencia personal. Si se cae un puente van a recurrir a ingenieros e ingenieras, pero si es un tema de abuso sexual o violencia contra la mujer anteponen su subjetividad y no recurren a los estudios de psicología y psiquiatría.

¿Es posible recuperarse de un abuso sexual?

Si, se tienen que dar muchas condiciones. Es fundamental que se les crea a las víctimas cuando hablan, que haya contención familiar, tratamiento y justicia. También tiene que ver con las condiciones personales de cada uno. Lo que es real es que varias veces durante su vida la persona se va a reconectar con esta situación dolorosa, como pasa con todo hecho traumático. Hay que desterrar el concepto de “le cagó la vida” y trabajar para que la víctima perciba que puede construir un presente diferente permanentemente.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=251586

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