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Argentina: Sistema educativo: El gobierno pondrá el eje en la formación docente

Argentina/08 de Enero de 2018/La Voz

Este año se esperan los resultados de las evaluaciones a maestros que ayudarán a rejerarquizar el papel de los institutos que los preparan; Creen que el nuevo rol es fundamental para modernizar el secundario.

El 55% de los estudiantes que ingresa en los centros de formación docente abandona la carrera durante el primer año de cursada y la tasa de graduación no alcanza el 30%. «Este es el año de la construcción de la formación educativa», señala la secretaria de Innovación y Calidad Educativa de la Nación, Mercedes Miguel, al anticipar los desafíos del área para revertir el mal desempeño en el aula.

Los malos resultados alcanzados por los estudiantes secundarios en las pruebas internacionales, como PISA, y en las nacionales, como Aprender, han sido determinantes para que «a nivel federal haya una imperiosa necesidad de avanzar y rejerarquizar la formación docente», explicó al diario La Nación la funcionaria del Ministerio de Educación nacional.

«Hay una distorsión entre la teoría y la práctica en el aula. Falta capacidad para hacer un seguimiento de los resultados del aprendizaje, por ejemplo. Con los resultados de la prueba Enseñar [tomada a más de 24.000 futuros docentes de los 510 institutos de formación del país], que se conocerán en abril, se podrá saber mejor cómo cambiar la práctica en el aula», añadió Miguel.

En la última edición de las pruebas PISA, hecha por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Argentina fue excluida del ranking porque la muestra fue demasiado pequeña para «garantizar su comparación» con 2012. En aquel año, los estudiantes de 15 años confirmaron el problema educativo: el 66,5% no puede resolver cálculos matemáticos básicos, el 53,6% de los alumnos no supera el nivel mínimo de lectura y el 50,9% no entiende ciencia.

La prueba Aprender de 2016 también confirmó estas deficiencias y desnudó las dificultades del primario. El 70,2% de los alumnos de 5º y 6º año del secundario no puede resolver cuentas o problemas matemáticos muy sencillos y el 46,4% no comprende un texto básico. En el primario, el 41,6% no logró niveles satisfactorios ni avanzados en matemática y el 33,2% estuvo en el escalón básico o por debajo del básico en lengua.

«Nuestro norte es la equidad en el aprendizaje de calidad. Desde la Escuela de Gobierno de Política Educativa se van a formar equipos técnicos y directores de secundaria. Los docentes tienen que estar formados en el nuevo modelo y hay que avanzar en la alfabetización digital», agregó Miguel.

Con la reforma de la secundaria a nivel nacional que empezará a aplicarse en 2019, el salto cualitativo está en mejorar la capacidad de los docentes de estar al frente del aula y de los equipos directivos en liderar los proyectos.

«Los institutos de formación docente están muy centrados en la teoría y el éxito futuro será centrarlos en hacerlos generadores de aprendizaje. Los docentes tienen que pasar del foco de sus disciplinas a poder desarrollar proyectos transversales», sostuvo la secretaria nacional.

Para atender las necesidades de la Secundaria 2030, el foco de la política educativa tiene que centrarse en los centros de formación docente. No sólo deben ser formadores de maestros, sino mejorar otras capacidades y hacer acompañamiento de los docentes en las escuelas y realizar investigación específica.

En ese sentido, por ejemplo, el gobierno porteño ya presentó en la Legislatura el proyecto para crear la Universidad de Formación Docente, con el propósito de jerarquizar la carrera, modernizarla y adaptarla a las necesidades de este siglo. Se estima que el debate llevará buena parte del año; de aprobarse, empezará a funcionar recién en 2019 y reemplazará los centros de formación docentes públicos porteños.


Ausentismo escolar
Sin llegar a hacer una reformulación tan fuerte, la provincia de Buenos Aires aplicará a partir de este año la ley de 2004 por la que quienes no tengan título habilitante ni estudien en un profesorado actualmente no podrán ocupar cargos como docentes suplentes. Y, además, amplió el plan piloto de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), que el año pasado se realizó en 10 escuelas por iniciativa del programa Muy Bien 10, que impulsa Educar 2050, a 2000 escuelas secundarias.

En Córdoba, en tanto, el cambio más significativo de la secundaria será subir de 6 a 7 la nota para aprobar las materias.

La «nueva secundaria» que girará en torno del aprendizaje basado en proyectos, donde más que asignaturas habrá trabajos multidisciplinarios y transversales entre docentes y alumnos, busca mejorar los niveles de conocimiento de los adolescentes, prepararlos para el trabajo, el salto a la educación superior y reducir el abandono escolar.

Hace años que la deserción escolar del nivel medio es alarmante: prácticamente el 50% de los alumnos deja la secundaria, especialmente en los dos primeros años. La provincia de Santa Fe desarrolla desde 2013 el plan Vuelvo a Estudiar. Con ayuda de trabajadores sociales, se identifica a los alumnos que se ausentan con frecuencia. Se acercan a sus domicilios para ayudarlos a volver al aula y atender las necesidades de sus hogares. En la ciudad de Buenos Aires hay un programa, Terminá la Secundaria, que va en esa línea.

El gobierno nacional pondrá en práctica el programa Asistiré, inicialmente en 220 escuelas secundarias de 43 municipios bonaerenses. Las autoridades escolares tendrán una app que les indicará cuáles son los alumnos que no concurren a clases e irán a buscarlos con ayuda de trabajadores sociales.

Otro de los problemas de aprendizaje está dado por la duración del ciclo lectivo. Aunque en 2011 hubo un acuerdo político para progresivamente ampliar de 180 a 190 los días de clases, casi ningún distrito pudo completar el tiempo mínimo. Santa Cruz lidera por segundo año seguido el ranking de menos días de clases porque tuvo 117 jornadas de huelga; de hecho, todavía ni siquiera terminó el ciclo 2017. Se estima que este año, sin contar ningún problema gremial, habrá 177 días de clase.

Expertos en innovación y gestión como Juan María Segura sostienen que uno de los temas «críticos» es contar «con un ciclo escolar corto, de 720 horas por año, en comparación con países vecinos como Chile (1083 horas), Perú (900) o Brasil (800).

La diferencia más significativa, medida en horas más que en días, es la cantidad de tiempo que el estudiante pasa en la escuela. Por ejemplo, en Chile es mayoritaria la jornada completa aunque el ciclo lectivo oscila entre 195 y 200 días. En la Argentina, en el nivel primario solamente el 5,6% de los colegios de todo el país, entre los de gestión pública y privada, brindan más de cuatro horas de clases diarias.

Fuente: http://www.lavoz901.com.ar/despachos.asp?cod_des=286215&ID_Seccion=5&fecemi=05/01/2018&Titular=sistema-educativo-el-gobierno-pondra-el-eje-en-la-formacion-docente.html

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Más evaluación, ¿mejor educación?

Por: Rosa Maria Torres
Hoy en día muchos parecen creer que existe una relación necesaria y casi obvia entre evaluación y mejora educativa. Que más evaluación produce mejor educación. Que la evaluación de aprendizajes de los alumnos conducirá a mejorar dichos aprendizajes, que la evaluación de los maestros conducirá a mejorar su formación/capacitación y su desempeño, que la evaluación de las instituciones educativas conducirá a mejorar su gestión y sus resultados.

Lo cierto es que muchas evaluaciones – a través de pruebas o de otros instrumentos – no se traducen en mejoría de aquello que se evalúa, ni en relación a los alumnos ni en relación a los profesores, los planteles y el sistema educativo.

Mucho depende de los objetivos, la calidad, la pertinencia y la oportunidad de la evaluación. Y, obviamente, de qué se hace con los resultados de la evaluación. Sin retroalimentación, sin decisiones fundamentadas y coherentes que actúen sobre los problemas identificados, la evaluación puede ser un costoso y penoso saludo a la bandera.

Desconexión entre investigación, evaluación y políticas educativas

En el campo de la educación hay una vieja y reconocida desconexión entre investigación y toma de decisiones (mucha de la investigación que se hace no es relevante, es desconocida o simplemente es desestimada al momento de diseñar políticas, planes y programas) así como entre evaluación y toma de decisiones (muchas de las conclusiones y recomendaciones que derivan de las evaluaciones no son tenidas en cuenta ni aplicadas en las políticas y en las prácticas educativas). El reclamo y el pedido de articular conocimiento y políticas públicas, de tomar decisiones basadas en «evidencia» generada por la investigación y la evaluación, continúa como un pendiente en la agenda educativa nacional e internacional.

Cada país puede encontrar sin duda ejemplos de estas desconexiones. Países que vienen implementando evaluaciones educativas desde hace tiempo no muestran las mejoras que esperaban o que sería de esperar. La evaluación, por sí misma, no asegura mejoría y, mucho menos, mejoría continua y sistemática. Así lo revelan en muchos casos las pruebas de aprendizaje que cada país aplica a nivel nacional así como las pruebas internacionales en las que los países pueden ver su evolución en el tiempo y en comparación con la de otros países.

Hay que decir, además, que políticas, planes y reformas educativas – a nivel nacional, regional y global – rara vez o nunca son evaluadas en sus resultados e impactos. En esa medida, las reformas a las reformas que tan a menudo se dan en los países y a nivel internacional, generalmente no son el resultado de procesos de investigación y/o evaluación, con lo cual vuelve a repetirse una y otra vez el círculo vicioso del ensayo y el error.

Pruebas del LLECE y pruebas PISA: avances, estancamientos y retrocesos

Las evaluaciones internacionales de aprendizaje escolar que vienen aplicándose en América Latina – mencionamos dos: las pruebas del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), coordinado por la UNESCO, y las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), coordinado por la OCDE – son un claro ejemplo de lo dicho. Los países participantes vienen teniendo avances lentos y pequeños en los aprendizajes escolares, e inclusive estancamientos y retrocesos.

Las pruebas del LLECE vienen aplicándose desde 1997. Evalúan lenguaje, matemáticas y ciencias naturales en dos grados de educación primaria/básica (tercero y sexto). El primer estudio se aplicó en 1997 (PERCE), el segundo en 2006 (SERCE), el tercero en 2013 (TERCE), el cuarto se aplicará en 2019 (ERCE). Después de 20 años, y a raíz de los resultados del TERCE, la UNESCO concluye que la mayor parte de países de América Latina sigue obteniendo resultados ‘bajos’ y transitando hacia resultados ‘aceptables’. Chile, Costa Rica y Uruguay tienen los resultados más altos en la región, pero apenas se acercan a resultados ‘aceptables’.

Las pruebas PISA, iniciadas en el año 2000 y aplicándose desde entonces cada tres años a jóvenes de 15 años, en educación secundaria (lectura, matemáticas y ciencias), tampoco muestran mejoras consistentes o esperanzadoras en América Latina. Los países participantes en PISA desarrollan verdaderas cruzadas nacionales destinadas a mejorar los puntajes, dedican gran tiempo y esfuerzos a preparar a profesores y estudiantes para que eso ocurra. No obstante, en la mayoría de casos, los avances en los puntajes son mínimos y también hay estancamiento y hasta retroceso en varios países en relación a los aprendizajes evaluados.

Los cuadros a continuación muestran la trayectoria de los países latinoamericanos participantes en PISA entre 2000 y 2015. (La última aplicación de PISA se hizo en 2015).

Fuente: BID, América Latina y el Caribe en PISA / ¿Cuánto mejoró la región?

Como vemos, solo Colombia y Perú muestran avances sostenidos entre 2000 y 2015 en las tres áreas evaluadas en PISA. Brasil, Chile, México y Trinidad y Tobago tienen avances pero también estancamientos. Costa Rica y Uruguay muestran estancamiento y retrocesos.

Hay que tener en cuenta, por otro lado, que las conclusiones y recomendaciones que hacen tanto la UNESCO como la OCDE en relación a sus respectivas evaluaciones, son ignoradas en muchos países. Así por ejemplo, estas seis conclusiones y recomendaciones derivadas de PISA 2009, varias de las cuales se sostienen en años siguientes, siguen sin tenerse en cuenta (Ver: Pruebas PISA: Seis conclusiones y una pregunta).

1. La pieza clave de la calidad de la educación en el medio escolar siguen siendo los maestros.
2. Más inversión en educación por sí misma no asegura mejor educación.
3. Más tiempo dedicado a la enseñanza no garantiza mejores resultados escolares.
4. Incrementar los salarios docentes parece tener impacto positivo.
5. La condición socioeconómica de los alumnos es el factor que más incide en sus resultados escolares.
6. Los problemas de lectura se transfieren a la lectura en pantalla. Los jóvenes leen mejor en el papel. La navegación y la lectura digital muestran serias debilidades incluso en países donde los jóvenes de 15 años tienen acceso a computadora e Internet tanto en el colegio como en el hogar.

El caso de Finlandia

Finlandia es un caso emblemático que pone en entredicho mucho de lo que se dice y hace hoy en materia de evaluación educativa. Ciertamente, un caso incómodo para la próspera industria de la evaluación.

»  Un país que cuestiona y huye de las pruebas estandarizadas; la evaluación de los alumnos y de sus aprendizajes la hace cada profesor en su aula, a fin de corregir prácticas, mejorar procesos de enseñanza y aprendizaje,  identificar y apoyar oportunamente a quienes se quedan atrás (evaluación formativa). Recordemos que la consigna central en el sistema educativo finlandés es «Que nadie se quede atrás». La evaluación sumativa, destinada a informar a los demás y rendir cuentas del quehacer de los alumnos, los profesores y las escuelas, tiene un papel menor.

» Un país que rompe con la afirmación de que «los países con los sistemas educativos más exitosos evalúan a sus docentes». Finlandia no tiene un sistema de evaluación docente y tampoco cuenta con inspectores escolares (el sistema de inspección se eliminó a inicios de los 1990s). No se habla de rendición de cuentassino de responsabilidad de los profesores en tanto profesionales que gozan de autonomía. El sistema educativo opera en base a la confianza: confianza de las familias y de toda la sociedad en el sistema educativo, en los directivos y en los docentes.

» Un país que presta poca atención a las propias pruebas PISA, que no orienta sus políticas y reformas a sostener o mejorar su ranking en PISA sino a asegurar las mejores condiciones para que los estudiantes finlandeses – de todas las edades y en todos los niveles del sistema – aprendan y lo hagan con sentido y con gusto. (Ver: Las políticas educativas en Finlandia no se orientan a sacar buena nota en PISA).

Con este sistema basado en la confianza, en la idoneidad, responsabilidad y autonomía de los profesores y de las escuelas, en el desprecio por las pruebas estandarizadas y por los rankings internacionales, Finlandia viene ocupando sistemáticamente desde el año 2000 uno de los mejores lugares en PISA y es reconocido como un país con uno de los mejores sistemas educativos del mundo.

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El cuestionamiento de las pruebas PISA

Por: Jorge Rivera Pizarro

Cada tres años, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) aplica una prueba a estudiantes de 15 años de edad. Lo hace en países miembros o en proceso de adhesión a este organismo y en los que se adhieren voluntariamente al Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA).

¿Cuál es el valor de esta prueba? A esa edad, los estudiantes suelen terminar su educación básica y están a punto de continuar la secundaria o integrarse al trabajo. Esta prueba mide con qué habilidades, pericia y aptitudes cuentan para analizar y resolver problemas, para manejar información y para enfrentar situaciones que se les presentarán en la vida adulta. Los especialistas llaman a esto “competencias”. No mide dominio de conocimientos.

Es comprensible que los ministros de Educación discutan en reuniones de Unesco —recientemente el de Bolivia expresó allí su punto de vista— si este tipo de pruebas sirven para evaluar los logros educativos comprometidos en la Agenda de Educación 2030. Es decir, si son útiles para verificar hasta qué punto se logra una Educación para el Desarrollo Sostenible. La discusión y las dudas sobre el valor de esas pruebas son legítimas.

Ciertamente, es fácil consensuar que el entendimiento del mundo y la producción de ciencia no son distintas para los países ricos y para los países pobres. No es posible pedirle a PISA que mida con diferente rasero a unos y otros. Lo crítico es que este tipo de evaluaciones reducen la educación a solamente competencias para el conocimiento e ignoran aspectos sustanciales en materia de valores, actitudes y entendimiento de la vida y del desarrollo.

No es de extrañar que la OCDE lo haga, porque, por propias finalidades, busca que la educación contribuya a lograr la máxima expansión posible del crecimiento económico y el empleo. Y, claro, podemos poner en duda que ese sea el concepto central en todos los modelos de desarrollo. Y que sea el propósito principal de una Educación para el Desarrollo Sostenible.

Hay quienes pensamos que eso no basta. Que no educamos, solamente, “para el trabajo o el empleo” sino para la vida, para la convivencia, para la ética, para un “buen vivir”, en definitiva. Lo criticable de este tipo de pruebas internacionales o nacionales es que obligan a los educadores a crear una falsa dicotomía —como lo plantea Garnier, exministro costarricense— entre una educación para la productividad y otra para la convivencia; entre una educación para el crecimiento económico y otra para la sostenibilidad; entre una educación de competencias y una educación de valores.

Los críticos de las pruebas PISA pensamos que evaluar la calidad de la educación exige un enfoque global e integral. Una perspectiva desde la cual la valoración de los elementos que se evalúan refleje la totalidad de la intención educativa.

Las pruebas internacionales han fomentado en nuestros países una cultura de medición —cultura resultadista en la que los medios se vuelven fines— que nos ha convencido de que lo medible es lo valioso. Lo grave es que, lo que miden, representa una concepción bastante limitada y específica de lo que realmente debería importar en la educación. El gran desafío ahora, especialmente para quienes pretendemos mirar el desarrollo con ojos diferentes, es que aprendamos “a medir lo que valoramos”, como alguien dijo hace algún tiempo ya. Convivir en el marco de la ética, por ejemplo. Propósito educativo que valoramos y queremos ver en cada uno de nuestros ciudadanos. Necesitamos aprender cómo medirlo y evaluarlo. Y esto no se hará, ciertamente, con las pruebas tipo PISA.

Fuente: http://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20171004/columna/cuestionamiento-pruebas-pisa

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Entrevista: José Gimeno Sacristán. Crear un currículo social es uno de los grandes desafíos para la Colombia del posconflicto

Por José Guillermo Palacio

Generar un currículo nacional de educación con participación de todos los sectores sociales, académicos y no académicos, es el desafío para la construcción de la Colombia del posconflicto.

El momento histórico por el que atraviesa el país, que llevaría al fin de 50 años de confrontación armada, exige el compromiso de todas las instituciones educativas, públicas y privadas, con la creación de un currículo académico que permita construir una sociedad más incluyente, porque el país cobra una nueva dimensión ética y política.

La afirmación sintetiza parte del amplio diálogo que EL COLOMBIANO logró con el experto español en educación José Gimeno Sacristán, considerado uno de los personajes claves en la transformación del pensamiento pedagógico español y clave en el debate intelectual en la transición de la España franquista a la democrática.

Gimeno Sacristán visitó Medellín, invitado por las universidades U. de A. y UPB., como uno de los pensadores centrales del Primer Seminario Internacional Currículo y Educación Superior, que congregó a las más destacadas figuras académicas de las principales universidades públicas y privadas del país.

Según Gimeno Sacristán, el momento actual de Colombia exige reconvertir todo el sistema de valores, evitar los prejuicios, hablar de la verdad, poner el acento en aquello que explica la división del país, debatir sobre el origen del conflicto, cómo ha desembocado en una esperanza de paz con oportunidades para todos los sectores.

¿Qué es posible hoy en la escuela en un mundo invadido por las tecnologías?

“Primero pondría una prevención. No creo que la escuela esté invadida de tecnologías en los sectores más vulnerables de la población. Es decir, las nuevas tecnologías están muy extendidas en determinadas capas de la sociedad, pero hay una población, a nivel mundial y en cada país, que no tiene acceso a las nuevas tecnologías. Existe una gran brecha social y cultural en la que hay que preguntarse sobre si tiene o no acceso a esas tecnologías. Hay mucha gente sin acceso todavía y hay quien es discriminado para acceder a esas herramientas”.

De todas formas,
estos desarrollos tecnológicos son un gran reto para la escuela.

“Es evidente que las nuevas tecnologías suponen un reto para la escuela y denuncian cómo lo hace la escuela, pero también corremos el peligro de pensar que sustituyen a la escuela y eso sería muy peligroso, porque las nuevas tecnologías tienen una peculiaridad, se distinguen de otras tecnologías que ha habido en el mundo y en la historia y la cultura en que su potencia formativa o su utilidad dependen del nivel de cultura del usuario. La nueva tecnología no vale por sí misma sino en función de cómo el usuario es capaz de utilizarla. Una tableta puede servir para ver partidos de fútbol o puede servir para hacer servicios de matemáticas. Entonces, son los profesores los que determinarán su tipo de uso y qué calidad de uso tienen las nuevas tecnologías. A partir de ahí hablaremos en plan grandilocuente y optimista con las nuevas tecnologías.

¿Tiene sentido que el gobierno, como es el caso colombiano, llegue a entregar tabletas por todos lados, incluso en zonas donde no hay siquiera energía eléctrica para cargarlas o los maestros desconocen el uso de las mismas?

“La introducción de las nuevas tecnologías en la escuela es un problema económico de primer orden. El mercado ha visto que la población escolar es el cuerpo más numeroso de ciudadanos que hay en ninguna otra situación. Entonces, es un bocado muy apetecible el mercado de las nuevas tecnologías. ¿Por qué han implantado tabletas y no computadores que costarían lo mismo que una tableta? Porque esta reclama un mercado capturado de sometimiento a un sistema de uso y no a otro. Por la tableta no te puedes expresar, prácticamente están cerradas las vías de la impresora. Sí por vía internet, por el ordenador podrías completar todas las funciones que quieras. ¿Por qué se pone en marcha un invento y no otro? Porque es económicamente más rentable. También hay que hacer una precisión. ¿Qué son las nuevas tecnologías? El teléfono móvil es una cosa e internet otra, este va por el teléfono pero no solo es eso y la escuela históricamente pasó de largo por las nuevas tecnologías tipo televisión, cine, fotografía, máquinas de escribir, rotativa. Estas pasaron de largo por la escuela y esta no cambió su lápiz y papel; su pizarrón y su tiza, pero tienes razón en que suponen un reto muy importante y es que no poder acceder a ello costará muy caro”.

Colombia atraviesa por un momento muy interesante con respecto al debate social. Hoy están en la mesa el Gobierno Nacional, las Farc y grupos muy fuertes de ciudadanos tratando de llegar a un acuerdo general para poner fin a más de 50 años de conflicto. ¿Cómo desarrollar un currículo en una sociedad tan marcadamente violenta como la nuestra, que realmente aporte desde la escuela a reencontrarnos como ciudadanos?

“Los currículos escolares tienen la tendencia de tapar aquello que es molesto o aquello que es conflictivo o polémico. La escuela opera sobre consensos culturales y no sobre los aspectos de conflicto. En el caso de Colombia, con el tema del terrorismo de las Farc, introduce un grado de gravedad mayor al de otros temas que han tenido en el currículo y eso es lógico aunque no deseable que conflictos como este, que marcan la historia de este país, no tengan tratamiento en la institución escolar. Lo que ha habido es falta de currículo sobre este tema. No es que haya estado deformado el mensaje sino que ha estado mutilado y eso es un problema que afecta a todo el país y que el ciudadano no tendrá, seguramente, la información suficiente como para abordar un reto que implica un reto social, político, económico, cultural y educativo”.

¿Si se trata de comprometer a todos los estamentos en el fortalecimiento democrático del país, el reto debe ser igual de importante para la universidad pública como para la privada?

“Sí, claro, todas las instituciones se verán demandadas de responder de alguna forma. Es de esperar que la educación pública sea más sensible que la privada, que no suele progresar por tener temas de interés social, al menos la privada que yo conozco, que no es la de este país. Es evidente porque la privada contribuye al bienestar de aquí y en España esto sería imposible. El currículo siempre presenta manchas oscuras donde no hay información para los ciudadanos. Es tan sencillo como que en los libros españoles la Revolución Francesa ocupa menos lugar que la reconquista contra los moros, o lo que llamaron la Conquista de las Américas. Los currículos recogen deformaciones provocadas por la valoración social. En el caso vuestro, ese era un tema muy delicado y no creo que se haya tocado nunca en las instituciones escolares, ofreciendo temas tan importantes como la ética y la política. ¿Qué va a pasar en este país con los niños ahora que se les habla de igualdad de derecho a la educación, la salud?, ¿quién financiará eso en esa dinámica de construir un país más incluyente?, porque el país cobra una nueva dimensión ética y política”.

Usted que es considerado una persona clave en la transformación de la educación española, en el periodo de transición de la España franquista, ¿qué le recomendaría a nuestra escuela que carga con una dolorosa historia como víctima del conflicto armado?

“Habrá que reconvertir todo el sistema de valores, evitar los prejuicios, hablar de la verdad, poner el acento en aquello que explica la división del país, hablar del origen, de cómo se originó esto, de cómo ha desembocado, por qué la situación ha fracasado en el primer intento a nivel legal después de todo ese espectáculo internacional para apoyar la firma del acuerdo final, algo que supongo que la mayoría de la población colombiana lo apoya también.

Nosotros desde afuera vemos que es una oportunidad que la escuela tendrá que plantearse, qué papel cumple para explicar la historia reciente de este país y convertirse en un agente esclarecedor de lo que ha sido, de lo que ha ocurrido. Eso es clave, porque también tendrá que ver con las responsabilidades de otros, no solamente de las Farc, también de los que han actuado de paramilitares, etcétera, etcétera”.

En ese sentido, el currículo tendrá que ser producto de un gran pacto social o corresponderá a los técnicos y académicas definir qué es importante para la escuela en esta nueva historia que se comienza a escribir en Colombia…

“Tendrá que participar el profesorado, el de ciencias sociales, filosofía, ética, pero tendrá que acometerse un gran plan de sensibilización general. Los niños de las Farc se unirán con los que no eran de las Farc, qué escuela se plantea, qué tipo de aprendizaje realizará un niño que no ha estado en zona de conflicto y el que está en zona de conflicto; habrá que prever asistencia a niños con algún problema de identidad, jóvenes que del fusil pasan al lápiz y al bolígrafo. Ahí se plantea un problema duro de transición inevitablemente y se puede hacer caso omiso y aislar las culturas o hacer un esfuerzo de fusión y de interculturalidad para hacer una situación más justa y los medios de comunicación son fundamentales, mucho más que la escuela”.

¿Qué hacer en una coyuntura como la actual en la que se ha avanzado al punto de que se logró un primer acuerdo, en décadas, entre el Gobierno y las Farc para la reintegración de estas a la civilidad, a la política sin armas?

“Como dice Hannah Arendt (filósofa alemana), puedo perdonar pero no puedo ni debo olvidar. Puedo perdonar y hacer la convivencia posible pero no puedo olvidar lo que pasó porque entonces me escribirá alguien la historia y no la contará como sea necesario y eso implicará un diálogo entre las dos culturas, que pueden salir con sentido de no derrota para que se incorporen, pero creo que la convivencia política demandará un gran debate social hasta construir un nuevo país. Cuánto por ciento de la población representa ese territorio que ocuparon las Farc y en el que impusieron sus doctrinas, creo que fue extensísimo, eso ustedes lo saben. El problema no fue asunto de una plaza amurallada que se hunde, sino que es toda una cultura, en vastos territorios del país, 50 años es medio siglo, y allí en aquellas zonas no ha habido información sobre ello, nada más que cuando hay atentados, si lo hay, pero no se habla nada. En España no es posible hablar de Franco, lamentablemente, después de 40 años de su muerte, la última semana en Valencia y Madrid adoptaron la medida de quitar los símbolos franquistas de las calles y las plazas, expresiones de la derecha antidemócrata y ello todavía provoca reticencias en el Partido Popular, lo que se llama la defensa de la memoria histórica. Es decir, la guerra la perdió la República, pero la ganaron los dictadores y los antidemócratas y Franco mató más gente después de la guerra que durante la guerra. Eso lo sabemos porque la historia lo ha contado”.

Colombia hoy tiene una enorme aspiración por ser parte de los países de la OCDE. Uno de nuestros escollos gruesos es la calidad educativa. ¿Qué sentido tiene que a nuestros estudiantes se les evalúe en las Pruebas Pisa con el mismo examen que se hace a estudiantes de países desarrollados como uno de los requisitos para acceder a ese grupo de naciones?

“Creo que Colombia, Argentina y Brasil al entrar a la OCDE están condenados a ser los peores de la tabla. Considero que el informe Pisa no aporta nada a la educación y poco podría aportar. En primer lugar, la OCDE está constituido en su cuadro directivo por representantes de los gobiernos o gente que sea de aceptación de los gobiernos. En España, al ministro de Educación más nefasto que ha habido en la historia de la educación, el famoso José Ignacio Wert Ortega, lo han premiado como embajador de España en la OCDE para quitárselo de encima. Esto para que veas que el mundo de la OCDE no es el paraíso intelectual. Refiriéndome concretamente a los Pisa, toda información que venga sobre los sistemas educativos es buena, tener información sobre cómo es Colombia y cómo Estados Unidos es buena. Los países no pueden dejar de reflejarse en lo que son y lo que son es que son realidades educativas donde el desnivel de los alumnos es igual y la OCDE refleja a los ricos como los primeros y los pobres como los últimos. España está en una posición intermedia, pero en términos generales está por debajo del nivel económico que tenemos. Es decir, somos más ricos que cultos, estamos más altos en la escala de la renta percápita que en los rendimientos escolares”.

¿Acaso la información que se logra con los puntajes de la OCDE no conduce a la solución de los problemas educativos locales?

“La información que da la OCDE no soluciona nada porque no da apenas información. Lo que quiero decir es que si deseas saber algo del sistema de educación colombiana, no te vayas por los datos de la OCDE, que trae unas tablas donde jerarquiza a los países. ¿Qué me importa a mí que yo tenga el puesto 30 o el 40, o estar al lado de Francia? Eso solo me sirve para consolarme. Los países ricos dan resultados mejores en términos generales. Estados Unidos es el más potente económicamente y tiene un sistema educativo que da pésimos resultados. Es decir, Estados Unidos no es fiable de lo que realmente es como país y en los datos de la OCDE. Y en cualquier caso no son suficientes para determinar un diagnóstico. Por ejemplo, España da malos resultados en la variable de lectura comprensible. Es decir, los niños españoles no tienen la capacidad de decodificar textos en la medida de los niños italianos o los países antiguos del Este, que tenían un alto nivel educativo. Entonces, no damos buenos resultados en lengua pero el gobierno nunca ha tomado una medida para mejorar eso. En España, hasta hace poco nadie sabía qué era el informe Pisa, los periodistas no hablaban de él desde hace dos años. Han aprendido a utilizar políticamente los resultados. Hoy el fracaso escolar ha disminuido y el Partido Popular, en particular, dice que eso es gracias a su política. Si empeora, entonces dice que fue gracias a la política educativa que ha recibido. Es decir, no hay diálogo, lo único que hay es arrojarse el resultado a la cara unos a otros. Por otra parte, Pisa comienza a decir cosas que es increíble que no se hicieran públicas, hechos tan sencillos como decir que el nivel educativo depende de las clases sociales, que los ricos sacan mejores notas que los pobres, que la mujer está discriminada con respecto al varón. Es decir, lo que es la sociología viva, pero a los gobiernos solo les interesa coger los datos que les importan. Colombia, que es un país que lee mucho, puede pero Brasil, Argentina y Perú están en la cola”.

¿El currículo puede convertirse en la estrategia de alcanzar la utopía
de una educación con calidad para todos?

“Sí, pero siempre y cuando me precise qué es calidad. La derecha entiende como calidad resultados brutos en los exámenes o las pruebas objetivas; mientras que la izquierda, la progresista o como la quieras llamar, siempre hay que verlo desde una dimensión ética y política. No me es suficiente con que los resultados aumenten, que es bueno que aumenten, sino que me digan los de quién aumentan. Porque eso no lo dicen nunca. Jamás la OCDE le hace una crítica a un gobierno por la política educativa que desarrolla. No lo puede hacer porque forma parte del comité de decisiones de la OCDE”.

El catedrático José Gimeno Sacristán es uno de los autores en lengua castellana sobre Pedagogía y Ciencias de la Educación más influyente de las dos últimas décadas del siglo XX y lo que va del XXI. Fue protagonista del debate intelectual que sacó del desierto pedagógico en que sumergió el franquismo a España, para llevarla a un nuevo escenario con gran protagonismo en la academia europea y latinoamericana. Más de 20 libros y más de 100 artículos representan su extensa y relevante contribución intelectual en el ámbito académico de las Ciencias de la Educación. Sus textos: La pedagogía por Objetivos. Obsesión por la eficiencia, de 1980, y Comprender y transformar la enseñanza, de 1994, han alcanzado ya la duodécima edición.

FOTO cortesía Luis Javier Londoño U. de A.

Fuente de la Entrevista:

http://www.elcolombiano.com/colombia/educacion/crear-un-curriculo-social-es-uno-de-los-grandes-desafios-para-la-colombia-del-posconflicto-XD5317154

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Hasta US$1.000 por hora: el lucrativo y exclusivo negocio de ser tutor de niños en Reino Unido

Europa/Reino Unido/Julio del 2017/Noticias/http://www.bbc.com/

 

¿Te crees que estás de vacaciones?»

La escena ocurrió durante un vuelo a Nueva York. Una madre había pillado al tutor de su hijo durmiendo en vez de impartiendo clase.

La mujer había insistido en que ambos se sentaran juntos en el avión para que el niño repasara las lecciones. Así lo hicieron durante una hora, hasta que el profesor decidió tomarse una siesta.

La madre estaba furiosa. Teniendo en cuenta el salario y los gastos de viaje que estaba pagando, no es de extrañar que los ánimos se caldearan.

El joven de 25 años había sido contratado para preparar durante el verano a un niño de 12 años que se iba a presentar a las pruebas de entrada que exigen las escuelas secundarias privadas en Reino Unido. Instituciones selectivas como Eton, donde la élite aspira a que asistan sus hijos.

Una niña estudiandoDerechos de autor de la imagenTHINKSTOCK
Image captionCon frecuencia, alumnos extranjeros contratan tutores británicos para que los preparen para ingresar a escuelas privadas.

La competencia parar conseguir una plaza es feroz, así que este tutor puede permitirse cobrar entre US$50 y US$115 por hora. La madre quería aprovechar cada momento.

Un empleo lucrativo

«En un mundo que ya de por sí es privilegiado, los tutores privados son un nivel extra de empuje», explica el joven, que prefiere mantener el anonimato para no perder oportunidades de trabajo.

Trabaja con agencias, que cobran una comisión de entre el 25% y el 50%, y también lo hace por su cuenta.

Cuando la misión incluye desplazamientos fuera del país, como en este caso, la tarifa sube a entre US$1.000 y US$2.000 por semana, ya que se pierde de atender a otros clientes durante este período.

La flexibilidad de este oficio le permite financiar y dedicar tiempo a su verdadera pasión: la actuación y la producción de cine.

Eton CollegeDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa educación británica tradicional le resulta atractiva a muchas familias extranjeras pudientes.

Lleva tres años dedicándose a las clases privadas en Reino Unido, pero también en India, Indonesia, Costa Rica y Estados Unidos.

En muchas naciones, cada vez es más común contratar a un tutor británico, sobre todo cuando se quiere que los niños asistan a una escuela secundaria en el extranjero, explica.

Su manera de hablar propia de la elite británica y el hecho de que él mismo haya ido a uno de los mejores colegios de Londres son su «tarjeta de acreditación» en una industria internacional en la que «la imagen y la procedencia» importan mucho, asegura.

El negocio de la educación

La exportación de servicios educativos reportó en 2011 (cifra más actual disponible) US$22.615 millones anuales a la economía británica y este tipo de tutorías es uno de los que más aporta.

Los productos y servicios de enseñanza, los ingresos de estudiantes internacionales, las escuelas y clases de inglés están incluidas en este monto.

Los que trabajan en este sector sugieren que este valor se ha incrementado en estos últimos 6 años.

Una tutora y una niña.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLas escuelas privadas en Reino Unido son muy selectivas y se deben pasar varias pruebas para asistir a ellas.

Mark Maclaine, el cofundador de la agencia Tutorfair, lleva más de una década como tutor. Cree que la demanda en el extranjero es enorme y que está en continuo crecimiento.

Sus clientes de fuera suelen ser de Asia, Medio Oriente, Europa del Este y Rusia. Lo llaman «el supertutor» por la elevada tasa de éxito de sus alumnos.

Sus tarifas comienzan en US$190 por hora y pueden llegar a los US$1.000.

Los servicios más baratos son los de consultoría, explica. Consisten en dedicar un poco de tiempo a enseñar a estudiar a alguien y explicarle cómo prepararse.

Ambiente tóxico

Las recomendaciones y el boca a boca le han llevado a ser contratados por actores y actrices de Estados Unidos.

Ha enseñado en varios lugares exóticos, desde un yate en el Caribe hasta islas privadas y lujosos complejos de vacaciones.

Maclaine admite que la presión puede crear un ambiente tóxico. Con el tiempo, aprendió que debe entrevistar a la familia antes de comprometerse a realizar un trabajo.

exam hallDerechos de autor de la imagenPA

Explica todas estas cosas a través del teléfono desde Bali, en Indonesia, donde ha encadenado sus vacaciones después de haber estado dando clases.

«El sistema de educación británico es visto como uno de los mejores del mundo. A familias reales y mandatarios de varios países les gusta mucho que sus hijos cursen algún tipo de educación en Gran Bretaña», afirma.

La demanda es tan alta que dos o tres veces al año, Maclaine recibe una «llamada de emergencia» de alguna familia desesperada que requiere de sus servicios inmediatamente.

Este tipo de llamadas suelen aparecer cuando algún niño no ha pasado el examen para entrar a una escuela británica y «todos entran en pánico».

Con frecuencia, hace la tutoría por Skype. Aunque, en ocasiones, cuando le ofrecen «una cantidad estúpida de dinero» accede a subirse a un avión.

«Soy un ser humano, tengo una hipoteca que pagar», se justifica.

Filiales y consultoría

Para alcanzar un equilibrio, por cada hora de tutoría remunerada que hace su firma, la agencia otorga -a través de su fundación- una hora gratuita de tutoría a niños que no pueden permitirse el pago de sus tarifas.

Pero no sólo las agencias están haciendo dinero con el aumento de la demanda de educación británica.

Dulwich College en ChinaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa enseñanza en la institución china Dulwich College, en Pekín, se basa en la británica.

Muchas escuelas privadas han abierto sedes en el extranjero. Harrow tiene filiales en Hong Kong, Beijing, Shanghái y Bangkok; mientras que Dulwich College y Wellington College cuentan con franquicias en China.

Este tipo de extensiones suponen unos ingresos útiles para estos colegios en momentos el mercado nacional se ralentiza.

Charles Bonas, fundador de Bonus MacFarlane, que ofrece matrículas y consejos sobre qué escuelas elegir, desde la guardería hasta la universidad, asegura que muchas familias aún prefieren enviar a los niños a estudiar en Reino Unido.

Por una parte, porque es una forma a la que los hogares con choferes y niñeras recurren para ayudarlos a ser más independientes.

Pero el principal motivo es que ofrecen una educación integral que les enseña a pensar de manera crítica y que lo hace con el inglés como lengua materna.

El nombre importa

Aunque, muchas veces, los padres sólo están interesados en el nombre y el prestigio de la escuela, afirma.

Bonas recuerda que hace dos años los padres de una niña de cinco años querían enviar a la pequeña el año siguiente a Eton, una escuela a la que se ingresa a los 13 años.

Revisión de examen en Hong KongDerechos de autor de la imagenTHINKSTOCK
Image captionUn servicio de consultoría sobre la educación de los niños puede costar entre $3.800 y US$15.500.

«No quisieron aceptar un ‘no’ como respuesta inmediata», asegura.

Pero es en casos como estos en los que la compañía ofrece su servicio de consultoría, que puede costar entre US$3.800 y US$15.500 y durar varios años.

«El año pasado tuve a un padre cuyos hijos todavía no habían ni nacido«, por lo que van a requerir de sus servicios hasta que cumplan 17 años.

Ante la pregunta de si este tipo de arreglos perpetúan la desigualdad, Bonas defiende que a la larga resultan beneficiosos para Reino Unido y no sólo por el factor económico.

«Estos niños suelen tener un negocio familiar cuyo mando deberán asumir algún día y serán quienes dinamicen y sacudan el mundo. Y si para entonces han desarrollado una afinidad con Reino Unido, eso sólo puede tener una lectura buena», concluye.

Fuente:

http://www.bbc.com/mundo/noticias-40506727

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/92yh30hU6kPatP2MaEjM6_y_RUg6VVb7JhoJmUgZDEXX8q-BBayCtF0KcbuZb4dwJxpy8Q=s152

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El éxito educativo de los países asiáticos no es cuestión de inversión

Europa/España. 24/06/2017. Fuente: www.magisnet.com. Autor:

El segundo Desayuno de la Educación trató sobre las claves del éxito en los sistemas educativos de los países asiáticos. El evento está organizado por la Universidad Camilo José Cela con la colaboración de MAGISTERIO y se celebra en el Campus Almagro de la UCJC.

Ismael Sanz, director general de Innovación, Becas y Ayudas a la Educación de la Comunidad de Madrid, fue el ponente que explicó los excelentes resultados de países como Singapur, Corea, China, Japón o Vietnam en el informe PISA 2015.

A pesar de que “es muy difícil recoger en números” todo lo que conlleva la Educación, la ponencia se basó en gráficas y comparativas de estos países con los de la OCDE. “Los países asiáticos copan los primeros puestos” en PISA 2015, en el que la competencia principal fue Ciencias, y se espera que esta calidad se mantenga en el futuro.

Por ejemplo, Singapur, en el primer puesto del informe, obtuvo un 39,1% de alumnos en niveles de excelencia, mientras que solamente el 4,8% tuvo un resultado negativo. Sin embargo, según Ismael Sanz, no tiene mucho que ver con el sistema educativo. “Todos los centros pueden sacar mayor rendimiento”.

Hay muchos factores que influyen decisivamente en el rendimiento académico de los alumnos y otros que, aunque se dé por hecho que sí lo sean, en realidad no lo son.

Sanz desmontó tres de los mitos que se relacionan al éxito educativo. El primero es el de creer que una mayor renta per cápita conlleva mejores resultados. Estos países asiáticos han demostrado que eso no es así, ya que sus resultados están por encima de lo que cabría esperar por su renta, como demostraba una gráfica. Sanz puso de ejemplo Castilla y León, que no es de las más ricas pero que obtiene buenos resultados en PISA y Pirls.

Otro de ellos es la incompatibilidad de calidad educativa y equidad. En Asia gozan de un sistema con grandes resultados y sin diferencias según los medios económicos de las familias de los alumnos, a diferencia de los países de la OCDE. En países como Holanda o Austria hay mucha varianza entre centros, en los que los alumnos van a un instituto u otro según sus recursos económicos. En España las diferencias están dentro de los propios centros.

El tercer mito sobre la calidad escolar es el de la inversión por alumno. “Hay un punto en el que mayor inversión no refleja mejores resultados”. Al igual que con la renta per cápita, estos países asiáticos obtienen niveles más altos que lo que cabría esperar por su inversión económica.

Sin embargo, hay factores que sí influyen en el rendimiento académico y que estos países cumplen. El salario de los docentes es muy importante. Un profesor de calidad que, con el mismo horario laboral, pueda dedicar menos horas de clase y más al trabajo colaborativo entre docentes para aprender e innovar permanentemente. El tamaño de las clases no es tan importante, según Sanz, ya que en Asia hay un número elevado de alumnos por profesor. “Es mejor tener un buen profesor con 30 alumnos que dos malos con 15”, añadió.

Otro punto a tener en cuenta es el esfuerzo propio de los alumnos. Los países asiáticos tienen una cultura de perseverancia y de dedicación a los estudios. También se centró en las horas de clase, en las que lo realmente importante es saber utilizar ese tiempo. Es decir, es preferible la calidad que la cantidad.

Sanz defendió la iniciativa de algunos de aquellos sistemas. “Singapur hace el esfuerzo de incorporar la creatividad” al currículo con la colaboración entre los docentes.

Corea del Sur es el país que mejor ha evolucionado desde1960 hasta ahora, sin dejar de lado el caso de Vietnam, que también está entre los 10 países primeros.

Habilidades no cognitivas
La ponencia fue presentada por Nieves Segovia, presidenta de la Institución Educativa SEK, y por Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas de la UCJC, que habló de la Educación del carácter y del desarrollo de las habilidades no cognitivas, tales como la motivación, la ética en el trabajo o la responsabilidad, como elementos clave en los resultados académicos. Unos elementos que Asia ha fortalecido, reflejándose en grandes resultados en los informes educativos.

Un dato negativo
A pesar de la excelencia académica que han demostrado los países asiáticos, PISA 2015 también recoge un dato desfavorable en ellos. El nivel de bienestar escolar de los estudiantes asiáticos es más bajo que la mayoría de países de la OCDE, estando por debajo de la media. Un dato en el que España sí saca buena nota.

Por lo tanto, el reto sería importar las técnicas educativas asiáticas que garanticen el éxito sin bajar en el nivel de satisfacción de los estudiantes.

Fuente noticia: http://www.magisnet.com/noticia/25708/en-abierto/el-exito-educativo-de-los-paises-asiaticos-no-es-cuestion-de-inversion.html

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España también suspende el PISA de las finanzas: uno de cada cuatro alumnos no alcanza ni siquiera el nivel básico

España / 24 de mayo de 2017 / Por: D. Soriano / Fuente: http://www.libremercado.com/

Los alumnos españoles, muy por debajo de la media en conocimientos económicos y entre los que menos trabajan para incrementar sus ingresos.

Ni matemáticas, ni lengua, ni ciencias… ni finanzas. España también suspende en el PISA de los conocimientos financieros. Nuestros jóvenes tienen problemas para comprender conceptos económicos básicos y que influyen en su día a día. Desde tipos de interés, a comparaciones de precios, control de sus ahorros o gestión de un presupuesto. Los adolescentes españoles están muy lejos en todas estas materias de sus coetáneos en Holanda, Australia, Bélgica o Canadá (algunos de los otros países ricos que también participaron en esta prueba). Otra cuestión en la que la escuela española suspende.

La economía ha estado tradicionalmente arrinconada en los planes de estudio españoles. Sigue siendo así. Entre los países ricos, el nuestro es uno de los que tiene un menor porcentaje de escolares que cursen una asignatura específica sobre estos temas o que al menos dediquen parte de su jornada escolar a aprender los rudimentos de las finanzas. No es extraño, por lo tanto, que en las pruebas que se realizan a los adultos (tipo PIAAC) y en las encuestas los españoles estén entre los ciudadanos de la OCDE con menos conocimientos en lo que respecta a sus finanzas personales.

Este miércoles, la ODCE presentaba los resultados de su informe Pisa 2015: Students’ Financial Literacy. Ésta es la parte del informe PISA dedicada a los conocimientos financieros. Según la nota que acompaña al estudio, 1.750 alumnos españoles de 15 años fueron examinados también de esta cuestión junto a las pruebas clásicas en matemáticas, ciencias y literatura. Los resultados son preocupantes. Las notas son malas. De hecho, si se comparan con las de las asignaturas antes citas, son bastante peores: en el último PISA, España sacó los mejores resultados de su historia e igualó la media de la OCDE. Ni mucho menos eran unos datos para sacar pecho: los países ricos, con los que nos comparamos, tenían calificaciones medias bastante más altas; la media la bajan los países más pobres de la OCDE, como Turquía, Chile, Grecia o Croacia. Pero viéndolos había margen para el optimismo.

No pasa lo mismo con la prueba de finanzas. Aquí sacamos malas notas (incluso peores que países con una renta per cápita muy inferior, como Polonia) y empeoramos respecto a los resultados de 2015. Hay muy pocos datos que permitan ver el vaso medio lleno. Habrá quien diga que el colegio se tiene que dedicar a otras cosas, a enseñar a los clásicos de la literatura en castellano o a hacer integrales. Y sí, las dos cosas son necesarias. Pero luego, cuando llegan las preferentes, las cláusulas suelo o las pensiones bajas, nos echamos las manos a la cabeza. Puede que una cosa y otra tengan algo que ver.

Los resultados

Esta prueba de finanzas tiene un alcance más reducido que las de las de matemáticas, lengua o ciencias. Para esta edición de 2015 se han apuntado sólo 10 países OCDE (la parte flamenca de Bélgica, Canadá, Holanda, Australia, Estados Unidos, Polonia, Italia, España, Eslovaquia y Chile) junto a cinco territorios no OCDE (cuatro provincias chinas, incluyendo Pekin y Shanghai, Rusia, Lituania, Perú y Brasil). Sin embargo, los resultados (ver el siguiente cuadro) sí son suficientes para hacernos una idea de nuestra situación y, como puede verse, no es nada buena: a 20 puntos de diferencia de los diez países OCDE que han participado en el examen y a casi 100 de las regiones chinas que lideran la tabla. Se mire por donde se mire, muy preocupante.

pisa-finanzas-resultados-2015.JPG
PISA 2015

Eso en cuanto a la puntuación media. Pero si desagregamos por niveles, la foto tampoco deja muchas señales para el optimismo. El 24,7% de los alumnos españoles (22,2% de media en la OCDE) no alcanza el nivel 2, el mínimo requerido por la OCDE para certificar suficiencia financiera. Es decir, uno de cada cuatro de nuestros estudiantes no tiene los conocimientos básicos sobre finanzas personales que podríamos considerar casi imprescindibles para su vida diaria.

Por el contrario, apenas el 5,6% (11,8% en la OCDE) de los que hicieron la prueba llegaron a la nota del nivel 5, el que se reserva para aquellos estudiantes que demuestran «que pueden aplicar su comprensión de un elevado número de términos financieros y conceptos a contextos que podrían ser relevantes para sus vidas en el largo plazo. Estos adolescentes pueden analizar complejos productos financieros y tienen en cuenta características de los documentos financieros que son significativos pero no evidentes, como los costes de transacción. Los alumnos con nivel cinco pueden trabajar con un elevado nivel de precisión y solucionar problemas financieros no rutinarios, también pueden describir los resultados potenciales de las decisiones financieras, mostrando una comprensión del conjunto del entorno financiero como, por ejemplo, lo que significa un impuesto sobre los ingresos».

Pocas notas excelentes, muchas mediocres y un nivel medio bajo. PISA vuelve a ser una fuente de desilusión para España. Y en esto vamos a peor: en el PISA de finanzas de 2012 sacamos 484 puntos (15 más que en 2015) y el porcentaje de alumnos en el nivel 1 fue 8 puntos inferior. El siguiente cuadro proviene del informe que el Ministerio de Educación publicó en 2012, con motivo del anterior examen de PISA: España era en aquel momento el país en el que menos alumnos tienen acceso a educación financiera. Con este punto de partida, el resto de los resultados apenas sorprenden.

pisa-finanzas-asignatura-escuelas-2012.J
PISA 2012

Más allá de los resultados totales, el informe deja muchos otros datos interesantes (aunque no positivos, al menos para los españoles):

  • A igualdad de notas en matemáticas y lectura, los estudiantes españoles lo hacen peor en finanzas (siempre hablamos de medias). Es decir, el problema no es que haya carencias en las otras materias (que también) sino que hay un agujero en la forma en la que enseñamos (o no enseñamos) temas económicos.
  • Las chicas españolas de 15 años lo hacen mejor que sus compañeros, tanto en nota media como en porcentaje de alumnas en el nivel inferior.
  • Los estudiantes de un entorno «favorecido» (la OCDE define así a los que provienen de familias situadas en el top 25 de ingresos) sacan 79 puntos a los clasificados como «desfavorecidos» (los que vienen de hogares en el 25% inferior por ingresos). Es una diferencia significativa, pero inferior a la de la OCDE: 89 puntos entre unos y otros de media en los países que hicieron el examen.
  • A lo largo de todo el informe puede verse que los estudiantes que provienen de hogares de renta alta lo hacen mejor que sus compañeros con padres con menores ingresos, incluso si tenemos en cuenta los resultados de matemáticas o lengua (es decir, que a igualdad de calificación en estas materias, un chico de una familia con altos ingresos lo normal es que lo haga mejor en finanzas). Ocurre en todos los países y en la comparación entre países (los más ricos tienden a hacerlo mejor) y en parte se explica por el mayor uso de instrumentos financieros (cuentas corrientes, tarjetas de crédito…) que hacen estos estudiantes desde jóvenes. Algo parecido ocurre, en sentido contrario, con los hijos de inmigrantes: sus notas medias son inferiores a las de los nacionales, incluso si igualamos por sus calificaciones en matemáticas y lengua.

Ahorro, paga, trabajo

Más allá de los resultados del examen, el informe dedica una parte importante de su análisis a investigar las costumbres de los adolescentes en relación al mundo de las finanzas personales: si ahorran, cómo consiguen sus ingresos, qué tipo de planificación financiera hacen para sus pequeños gastos, que instrumentos tienen a su disposición…

Por ejemplo, el 52% de los jóvenes de 15 años encuestados en España tiene una cuenta corriente a su nombre (56% en la OCDE). Y puede parecer una cuestión menor, pero los que la tienen sacan hasta 38 puntos más de media que los que no, incluso corrigiendo por diferencias en su origen o sus notas en otras asignaturas. También es verdad que aquí se puede intuir un efecto de doble dirección: por un lado, es normal que las familias en las que existe más cultura financiera inculquen parte de esa cultura a sus hijos (lo que les sirve para sacar una mejor nota en este examen) y al mismo tiempo les abran una cuenta en el banco. Por el otro, tener una cuenta posiblemente ayude a que el niño comience a preocuparse un poco más que sus compañeros por esos conceptos básicos de finanzas personales que se miden en esta prueba.

Cuando se les pregunta, el 66% de los alumnos españoles asegura que ahorraría si quisiera comprarse algo para lo que ahora mismo no tiene fondos suficientes (63% de media en la OCDE). Luego, de la teoría a la práctica, los números bajan un poco: de esta manera, sólo el 50% de los encuestados admite que ahorra al menos una vez al mes (recordemos que hablamos de estudiantes de 15 años, el porcentaje así visto quizás no esté tan mal). Del resto, el 23% dice que ahorra sólo cuando tiene dinero de sobra, pero no de forma sistemática; un 19% ahorran sólo cuando quieren comprar algo y el resto directamente admiten que no ahorran nada. Como era previsible, los alumnos con mejores notas también declaran más propensión al ahorro que los que tienen peores resultados. De nuevo, no está claro en qué sentido marcha la relación (probablemente haya un poco de cada): si los alumnos que ahorran son más conscientes de la importancia de tener conocimientos financieros o si los alumnos con conocimientos financieros tienen más interés por ahorrar a raíz de lo que han aprendido.

Por último, es interesante analizar el siguiente cuadro. Muestra las fuentes de las que obtienen el dinero los adolescentes participantes en el estudio. En las dos primeras líneas, mostramos los datos de España junto a la media de los 10 países de la OCDE en los que se realizó el examen. Y destacan dos particularidades: en primer lugar, los quinceañeros españoles declaran recibir menos dinero de todos los lugares planteados por los encuestadores (desde paga en casa a regalos de amigos o familiares). Esto puede tener una explicación coyuntural (por la crisis) pero también se intuye una razón cultural, porque son resultados que se repiten en otros estudios. Nos cuesta confiar en nuestros jóvenes y en cómo se gastarán el dinero, así que los adultos españoles tendemos a no darles cash y, a cambio, a proporcionarles nosotros los medios que necesitan. A primera vista puede parecer que les protegemos o evitamos que tomen malas decisiones. Pero es difícil que un joven que no tiene que valorar qué hacer con su paga o con el dinero que ha ganado aprenda el valor del mismo o empiece a darse cuenta de para qué sirve el ahorro o los diferentes medios que hay para gastar ese dinero.

pisa-finanzas-fuentes-ingresos-2.JPG
PISA 2015

Por otro lado, también llama la atención la elevada diferencia que hay en dos columnas: «Empleos de estudiante (a media jornada, en vacaciones…)» y «Trabajos informales». Los adolescentes españoles están entre los que menos trabajos de este tipo realizan en los países ricos. Por ejemplo, sólo el 22% declara recibir ingresos por «trabajos de estudiante» (como por ejemplo, trabajar unas semanas en verano como monitor), una cifra que se eleva a la mitad de los encuestados en Australia, Bélgica, Canadá u Holanda. Y lo mismo ocurre con los llamados «empleos informales», que van desde el cuidado de niños a ayudar a los vecinos con su jardín. Sólo uno de cada cuatro jóvenes españoles hace este tipo de tareas a cambio de una paga, algo mucho más habitual en otros países ricos.

Aquí ya no hablamos de un tema relacionado sólo con el mercado de trabajo. Estas cifras tienen mucho que ver con una cuestión cultural-social y que viene de mucho más atrás. No sólo los jóvenes españoles actuales trabajan menos (ya sea en empleos formales o informales) que los holandeses o canadienses. A sus padres, probablemente les pasaba algo parecido. No hablamos de un empleo de 40 horas en una fábrica para un estudiante de instituto, sino de pequeños trabajos que le permiten adquirir habilidades básicas (cómo funciona el mercado laboral, el valor de cumplir horarios y asumir responsabilidades, la satisfacción de ganar su propio dinero…). Quizás en España se entiende que ésta es una manera de proteger al joven. Pero también están perdiendo conocimientos que les podrían ser muy útiles en el futuro.

No es algo que se quede sólo en este tipo de empleos para adolescentes. Eso podría parecer una anécdota, pero luego también tiene un reflejo a medio plazo. Por ejemplo, ya hemos apuntado en otros artículos que los españoles llegan a los 30 años con una experiencia laboral mínima comparados con los jóvenes de otros países ricos (y no, no es sólo por la tasa de paro). Y los programas que combinan formación con un primer acercamiento al mercado laboral reglado (como la FP Dual o las prácticas universitarias) son muy comunes en los países más ricos de Europa, mientras que en España son la excepción. No es un tema menor, pero este debate apenas está presente en la sociedad española.

El examen

A continuación, tres de las pruebas incluidas en el examen (imágenes sacadas del informe oficial de la OCDE, en inglés):

– Ejercicio 1: se muestran dos fotografías. En una de ellas, un kilo de tomates a un precio de 2,75 zeds (es el extraño nombre de la moneda usada en PISA). Al lado, una caja de tomates a un precio de 22 zeds por 10 kilos. Se pide a los estudiantes que analicen cuál es el mejor precio y por qué. No sólo deben reconocer que es más barato comprar la caja, sino explicar también por qué puede ser una buena decisión financiera comprar el kilo de tomates y no la caja, incluso aunque el precio por kilo sea más elevado en los tomates sueltos.

pisa-examen-problema-tomates.JPG
PISA 2015

– Ejercicio 2: Steve tiene una moto asegurada por la compañía PINSURA. La póliza de Steve cubre los daños por accidente y por robo. Steve quiere renovar su póliza pero ha habido algunos cambios en su situación en el último año: 1. ha cambiado de moto y se ha comprado una nueva y más cara; 2. ha pintado su nueva moto de otro color; 3. el año pasado tuvo dos accidentes y pasó dos partes a su compañía. Se pide a los estudiantes que valoren cómo esas nuevas circunstancias afectarán a la póliza de Steve (los puntos 1 y 3 harán que la cantidad anual que paga sea algo más elevada). De nuevo, la clave no es sólo escoger la respuesta correcta sino ser capaz de explicar por qué.

pisa-examen-problema-seguro.JPG
PISA 2015

– Ejercicio 3: la señora Jones tiene un préstamo de 8.000 zeds al 15% de interés, por el que paga una mensualidad de 150 euros. Ahora mismo le quedan por pagar 7.400 euros. Una nueva compañía le ofrece la posibilidad de un nuevo préstamo. Las condiciones son: 10.000 zeds al 13% con una mensualidad de 150 euros. Los estudiantes deben explicar cuáles son las consecuencias para la situación financiera de la señora Jones si decide aceptar la oferta.

pisa-examen-problema-prestamo.JPG

Fuente noticia: http://www.libremercado.com/2017-05-24/espana-tambien-suspende-el-pisa-de-las-finanzas-uno-de-cada-cuatro-alumnos-no-alcanza-ni-siquiera-el-minimo-1276599649/

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