Page 20 of 25
1 18 19 20 21 22 25

Suxo destaca inclusión de derechos de los pueblos indígenas en la Carta Magna de Bolivia

Bolivia/21 septiembre 2017/Fuente: Eju

La embajadora Representante Permanente ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Suiza, Nardy Suxo, destacó el miércoles que en Bolivia, los derechos de los pueblos indígenas se encuentran reconocidos en la Constitución Política del Estado (CPE).

Suxo expresó esa posición en su intervención en el 36 periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, que se realizó en Ginebra.

“La Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia de 2009 recupera de la Declaración las amplias garantías para los derechos de las poblaciones indígenas, incluidas la propiedad colectiva de tierras y territorios, la educación intercultural, la consulta previa para proyectos de desarrollo, la preservación de sistemas de justicia indígena a través del pluralismo jurídico, entre otros”, indicó, citada en un boletín de la Cancillería boliviana.

La diplomática detalló que en Bolivia se crearon tres universidades indígenas comunitarias intelectuales y productivas, además que se garantizó 20% del total de las plazas para la admisión de miembros de los pueblos indígenas en las escuelas superiores de formación de maestros.

“Consideramos oportuno en este 10º aniversario renovar nuestro compromiso con las labores del Foro Permanente, del Mecanismo de Expertos y de la Relatora Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”, añadió.

Finalmente expresó su solidaridad con el pueblo de México que sufrió un terremoto que acabó con la vida de más de 200 personas.
Red central-esb/ma ABI

Fuente: https://eju.tv/2017/09/suxo-destaca-inclusion-de-derechos-de-los-pueblos-indigenas-en-la-carta-magna-de-bolivia/

Comparte este contenido:

Piden renombrar escuelas en Ontario, Canadá, por justicia histórica

América del norte/Canadá/26 Agosto 2017/Fuente: Prensa Latina

El sindicato de maestros primarios de la provincia canadiense de Ontario exigen hoy rebautizar todos los centros educativos que lleven el nombre del exprimer ministro John A. Macdonald, a quien vinculan con el exterminio de pueblos originarios.
La moción adoptada por la Federación de Maestros de Escuela Primaria de Ontario (ETFO por sus siglas en inglés) recalcó que desea proscribir dicho nombre de sus escuelas y edificios debido al papel que jugó dicha figura como ‘arquitecto del genocidio contra los pueblos indígenas’.

Fue un debate saludable, no fue de ninguna manera unilateral. Pero al final se votó claramente para aprobar la moción, explicó Felipe Pareja, profesor de francés que presentó la iniciativa.

Según el maestro, la responsabilidad de Macdonald en el establecimiento de la Ley de Indios (1876) y en el sufrimiento de los pueblos indígenas cuando su tierra fue tomada por el ferrocarril nacional son ‘oscuros’ lados de la historia que necesitan ser abordados.

También sostuvo que resulta difícil para estudiantes y maestros nativos acudir a una escuela que lleva el nombre de alguien que fue -recalcó- cómplice del genocidio de los pueblos indígenas.

El pedido de la ETFO ocurre después que el mes pasado estudiantes de la Universidad Ryerson de Toronto recomendaron suprimir el nombre de Macdonald de los planteles por respeto a los sobrevivientes de las escuelas residenciales.

La casa de altos estudios lleva el nombre de Egerton Ryerson, un ministro metodista pionero de la educación pública en Ontario, quien ayudó a conformar la educación de menores indígenas con ideas avanzadas.

Macdonald fue primer ministro canadiense durante los periodos 1867 a 1873 y de 1878 a 1891.

En 1876, Ottawa adoptó la Ley de Indios, en la que se estipulaba que todos los niños originarios quedarían bajo tutela del Estado.

Macdonald afirmó en 1883 que ‘los niños indígenas deberían ser retirados lo máximo posible de la influencia de sus padres y la única forma de lograrlo era de enviarlos a escuelas industriales donde podrán adquirir las costumbres y prácticas de los blancos’.

Entre finales del siglo XIX y 1970, más de 150 mil infantes nativos fueron arrancados de sus familias y enviados a escuelas residenciales, en su gran mayoría dirigidos por comunidades religiosas, con el objetivo de ‘reeducarlos’, pues se les consideraba ‘salvajes’.

La ‘asimilación’ se llevó a cabo de una manera extremadamente cruel e inhumana. Se eliminó el contacto de los niños aborígenes con sus familias, les prohibieron hablar sus lenguas originarias y practicar sus creencias religiosas y culturas.

Informes oficiales confirman que unos 3 mil 200 niños murieron, la gran mayoría antes de 1940, debido a disímiles enfermedades como la tuberculosis, mientras miles sufrieron abusos físicos, psicológicos y sexuales, entre otros maltratos y perjuicios.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=110415&SEO=piden-renombrar-escuelas-en-ontario-canada-por-justicia-historica
Comparte este contenido:

Ministro de Educación: Venezuela es una de las pocas Repúblicas que lucha para hacer justicia con los pueblos indígenas

Venezuela/14 agosto 2017/Fuente: Correo del Orinoco

“Venezuela puede decir, no que ha solucionado ni que ha hecho justicia totalmente con los pueblos indígenas, pero sí que es una de las pocas Repúblicas que reconoce, lucha y batalla, todos los días, para hacer justicia con nuestras comunidades ancestrales”, afirmó este miércoles el ministro del Poder Popular para la Educación, Elías Jaua Milano.

Desde la Casa de las Primeras Letras, en Caracas, a propósito del Acto Internacional de los Pueblos Indígenas, el funcionario recordó que los derechos los pueblos originarios fueron consagrados en la Asamblea Nacional Constituyente de 1999, impulsada por el comandante Hugo Chávez.

“La profunda fractura histórica que tiene la sociedad venezolana es la negación de una élite que se cree europea. Aclaramos: Nosotros no negamos el impacto de la cultura europea en nuestra sociedad, pero una cosa es asumir que ciertamente fuimos impactados por esa cultura, tras la invasión y, posteriormente, 500 años de dominación, a creer que nosotros ‘culturalmente’ somos europeos. No. Somos, como decía Simón Bolívar, ‘una raza cósmica’ que tiene una esencia, una raíz profunda: nuestras cultura indígena. Eso tenemos que reconocerlo, para poder saldar esa fractura social”, afirmó.

Jaua recordó que durante el proceso constituyente, hubo élites que se negaban a reconocer el carácter fundacional de los pueblos indígenas, de acuerdo a sus tradiciones, costumbres y formas de organización política, social y cultural. Subrayó que esos sectores siguen negando nuestra cosmovisión, y contribuyen con la imposición de una cultura única. “Ese ha sido el conflicto de nuestra Patria”, acotó.

El titular del despacho de Educación reiteró: “El intento de imponernos una cultura única ha sido la causa del profundo conflicto histórico y social de nuestra Patria; la negación de los Derechos Fundamentales, a los que somos distintos a esa visión eurocéntrica que caracteriza a las élites, y que durante siglos nos dominaron. Esa es la causa de los desajustes sociales, culturales que hemos vivido y que nos han sumergido en guerras, conflictos, marginaciones y exclusión”.

Por último, el ministro Elías Jaua subrayó que apenas hace 18 años -con la llegada de la Revolución Bolivariana- se ha venido saldando esa deuda.

“El problema es de fondo. Las élites intervencionistas e imperialistas, junto a sus élites enquistadas en nuestra Patria, tienen que entender que nosotros nunca más nos vamos a dejar desconocer, nunca más la exclusión, nunca más el olvido,nunca más la negación de lo que somos como pueblo , cultural y socialmente hablando. El que no entienda eso estará entonces contribuyendo a profundizar las fracturas y estará contribuyendo, de manera peligrosa, a la desintegración de la nación”, puntualizó.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/ministro-de-educacion-venezuela-es-una-de-las-pocas-republicas-que-lucha-para-hacer-justicia-con-los-pueblos-indigenas/

Comparte este contenido:

Inquietante balance de la ONU sobre derechos de pueblos indígenas

10 agosto 2017/Fuente: El Espectador

A diez años de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, expertos de 40 entidades de Naciones Unidas advirtieron que los indígenas siguen sufriendo el racismo, discriminación y desigualdad en el acceso a servicios básicos y educación.

Pese al reconocimiento internacional de sus derechos y ciertos progresos, los pueblos indígenas siguen siendo mayoritariamente objeto de discriminación, racismo y marginación, según advirtió este miércoles Naciones Unidas.

La organización conmemoró este 9 de agosto el Día Internacional de los Pueblos Indígenas y aprovechó para hacer balance de la situación de estas comunidades.

Diez años después de la histórica Declaración de la ONU que consagró los derechos indígenas, la realidad para la mayor parte de estos pueblos sigue siendo sombría.

«Aunque los pueblos indígenas han logrado avances significativos en la defensa de sus derechos en foros internacionales y regionales, la implementación de la Declaración se ve obstaculizada por una persistente vulnerabilidad y exclusión», advirtieron 40 entidades de Naciones Unidas y organizaciones internacionales.

Esa exclusión es aún mayor para «mujeres, niños, jóvenes y personas con discapacidades», según subrayaron en un comunicado conjunto.

La Declaración adoptada por la Asamblea General de la ONU el 13 de septiembre de 2007 estableció una serie de estándares mínimos para garantizar la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas.

«La Declaración, cuya negociación llevó más de 20 años, se consolida como una referencia de progreso y derechos, y un marco para la reconciliación», recordó la relatora especial de la ONU para los Pueblos Indígenas, Victoria Tauli-Corpuz.

Lo hizo en un escrito firmado junto a la presidenta del Foro Indígena de la ONU, Mariam Wallet Aboubakrine, y el Mecanismo de Expertos sobre sus derechos, en el que reconocieron, sin embargo, que una década después siguen existiendo «enormes desafíos».

«Los pueblos indígenas siguen sufriendo el racismo, la discriminación y la desigualdad en el acceso a los servicios básicos, incluidas la sanidad y la educación», señalaron los expertos.

«Cuando se dispone de datos estadísticos, se aprecia claramente que están excluidos en todos los aspectos, enfrentándose a niveles de pobreza desproporcionadamente mayores, una menor esperanza de vida y peores resultados educativos», insistieron.

Según la ONU, entre los grandes problemas de los indígenas figura la pérdida de sus tierras y los derechos sobre los recursos, que son «pilares centrales de sus medios de vida e identidades culturales».

El gran jefe Wilton Littlechild, de la tribu Cree de Canadá y miembro del Foro Indígena de Naciones Unidas, denunció este miércoles en una conferencia de prensa ciertos retrocesos en los últimos años, tras el impulso logrado anteriormente.

Entre los mayores problemas, Littlechild destacó que nuevamente se está cuestionando el derecho de las comunidades indígenas «a participar en la toma de decisiones», incluso dentro del sistema de la ONU.

La Declaración de 2007 reconocía, entre otras cosas, el derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación y, dentro de él, el derecho a la autonomía y el libre gobierno en las cuestiones relacionadas con sus asuntos internos y locales.

La lucha de las comunidades indígenas por poder definir su futuro se ha podido visualizar recientemente, por ejemplo, en la fiera oposición de la tribu Standing Rock Sioux al el oleoducto Dakota Access en Estados Unidos.

El pasado mes de abril, el presidente boliviano, Evo Morales, hizo en la ONU un llamamiento a todos los pueblos indígenas a unirse frente a las políticas capitalistas que, a su juicio, están en la causa de guerras, desigualdades y daños al medio ambiente.

Morales, de la etnia aimara, se encargó de pronunciar entonces el discurso central del acto con el que la ONU conmemoró oficialmente los diez años de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/inquietante-balance-de-la-onu-sobre-derechos-de-pueblos-indigenas-articulo-707259

Comparte este contenido:

¿Hacia dónde vamos los pueblos indígenas en Abya Yala?

Por: Itzamná Ollantay

A una década de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos, y a casi tres décadas de la aprobación del Convenio 169º de la OIT sobre el tema, el 9 de agosto (Día Internacional de los Pueblos Indígenas), es ocasión para reflexionar hacia dónde vamos los pueblos indígenas en América Latina.

Los diferentes derechos colectivos e individuales de los pueblos indígenas (derecho a la autodeterminación, a tierra y territorio, a la consulta previa y libre, a la identidad cultural, etc.) ya tienen mayoría de edad como normas jurídicas vigentes a nivel internacional y nacional.

Pero, las condiciones de vida y oportunidades no han mejorado para la gran mayoría de los pueblos indígenas. Los informes oficiales sobre condiciones de vida, tanto de entidades nacionales, como internacionales, en la región, muestran signos positivos a nivel global. Pero, en los diferentes países de la región, las poblaciones indígenas continúan con un promedio de 70 u 80% de empobrecimiento.

Es más, en países con mayoría demográfica indígena como Guatemala, Perú o Bolivia, las familias indígenas, en la actualidad, subsisten en peores condiciones que en épocas de la Colonia (cuando por lo menos tenían acceso a tierra-agua y disponibilidad de fuentes de vida). Ni hablar de las condiciones laborales de neoesclavitudes en las que jornalean en los monocultivos agrícolas de la región

¿Qué pasó con los derechos declarados entonces?

Los derechos declarados, mientras no haya sujetos que la ejerza y defiendan,  y autoridades que garantice su cumplimiento, no cambia casi en nada la realidad cotidiana de los pueblos.

Si bien, en los últimos años, la autodefinición de personas como indígenas cobró fuerza en segmentos demográficos crecientes de países multiculturales, en especial. Sin embargo, esa conciencia identitaria no necesariamente significó una clara conciencia política de “ser indígena” en países racializados. Y, en consecuencia, la emotiva autodefinición de las personas como indígenas no necesariamente implicó el ejercicio individual y/o colectivo de los derechos sociopolíticos indígenas. Somos sujetos “culturales” sí, pero aún siervos “apolíticos”.

A nivel general, en países multiculturales como Guatemala o Perú, la “lucha” de la gran mayoría de actores indígenas no ha superado el culturalismo folclórico “apolítico”. Permitido y aceptado por el hegemónico
sistema neoliberal.

Peor aún, en países como Perú, los aborígenes no se autodefinen como indígenas, sino como campesinos (una categoría social ideológicamente construida para implantar el mestizaje rural).

En países como Bolivia, Ecuador, México, algunos movimientos indígenas y/o núcleos organizados con conciencia política están o han dado saltos significativos del ejercicio de  los derechos culturales al ejercicio de los derechos sociopolíticos. Pero, incluso en dichos países los resultados evidentes para cambiar las condiciones de colonialidad y de dominación de los pueblos indígenas son aún insipientes.

En países como Nicaragua o Bolivia, los actuales gobiernos progresistas han logrado titular grandes extensiones de tierras para indígenas, bajo propiedad colectiva. Es más, en el caso de Nicaragua, el 33% del total del territorio nacional está legalmente reconocida como territorio autónomo indígena (con tierras tituladas), con sistemas de autogobierno propio. Pero, justamente son estas zonas autonómicas las más empobrecidas y marginadas del país. Entonces, al parecer, las autonomías indígenas tampoco son panaceas per se, para avanzar hacia el Buen Vivir.

Los derechos individuales y colectivos para las y los indígenas están reconocidos y declarados. Pero, hace falta que las y los indígenas organizados o no, demos el salto de la cómoda autodefinición indígena (que incluso nos da algunos privilegios en un mundo amante de lo exótico) hacia el ejercicio de los derechos sociopolíticos indígenas, de manera coherente.

Los bicentenarios estados criollos o mestizos no van a implementar más leyes a favor de pueblos indígenas. Es más, como en el caso de Guatemala o Perú, el derecho a la consulta  previa, ya fue manipulado para que las comunidades digan sí a las empresas (pero son pocos los indígenas que protestan).

Transitar del culturalismo al ejercicio de derechos políticos implica constituirnos en sujetos políticos para repensar los estados racistas y construir nuevos estados para todos/as. Estados plurinacionales lo llaman.

Esto implica que los movimientos y pueblos indígenas construyamos nuestros propios instrumentos políticos (organización política) incluyentes para disputar el poder electoralmente a los poderes oficiales, e impulsar procesos de asambleas constituyentes plurinacionales. Pero, con métodos y contenidos que superen el individualismo metodológico y el capitalismo suicida.

Los derechos de los pueblos indígenas tiene que ser el fundamento, argumento y horizonte que haga realidad las postergadas transformaciones estructurales en beneficio de los pueblos. No puede ser únicamente el vehículo discursivo o laboral para el ascenso socioeconómico de unos pocos indígenas. Y, en esto, la esponsabilidad mayor lo tenemos las y los indígenas que fuimos formados o malformados en la academia occidental, y todos cuantos ocupan responsabilidades en las academias y  en las ventanillas de los estados y de la cooperación internacional.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Hacia-donde-vamos-los-pueblos-indigenas-en-Abya-Yala-20170809-0004.html

Comparte este contenido:

Festival de cine en Panamá divulga y premia películas sobre los Derechos Humanos

Panamá/08 de agosto de 2017/Fuente: Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación

El BannabaFest invita a cineastas y estudiantes de todo el mundo a inscribir obras que aborden temas como medio ambiente, educación, pueblos originarios, afrodescendientes, migración, niñez, vejez, calidad de vida, salud, mujeres, memoria, agua, género, identidad sexual, entre otros.

La palabra “bannaba” significa “más allá” en la lengua tradicional guna, y es el origen de la palabra Panamá. Es con un guiño a los pueblos originarios del país que se anuncia el primer Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos de Panamá, intitulado BannabaFest.

El Festival se celebrará en la Ciudad de Panamá del 23 al 27 de octubre de 2017, y es impulsado por el Centro de Imagen y Sonido (CIMAS) y la Universidad Especializada de las Américas (UDELAS), como parte del programa Cultura en Movimiento.

El BannabaFest convoca a un concurso de videos en las categorías Ficción, Documental y Corto Estudiantil. En ese sentido, invita a cineastas y estudiantes de todo el mundo a inscribir obras que aborden temas como medio ambiente, educación, pueblos originarios, afrodescendientes, migración, niñez, vejez, calidad de vida, salud, mujeres, memoria, agua, género, identidad sexual, entre otros. En complemento se brindarán charlas relacionadas con los Derechos Humanos.

La competencia del festival está abierta a todos los géneros, formatos y duraciones, realizados desde 2015 a esta fecha. Un jurado de especialistas otorgará premios a los mejores filmes, que recibirán los siguientes premios en cuatro categorías.

  1. Premio Bannaba a Mejor Ficción, diploma y USD 5000.
  2. Premios Bannaba a Mejor Documental, diploma y USD 5000.
  3. Premio Especial del Jurado, diploma y USD 3000.
  4. Premio Ricardo J. Alfaro a Mejor Corto Estudiantil de cualquier género, diploma y USD 2000.

La inscripción y recepción de las obras quedan abiertas hasta el próximo 22 de septiembre a las 17 horas, aquí.

Para saber más, entre en contacto:

Bannaba Fest
Universidad Especializada de las Américas, a/c CIMAS
Avenida Diógenes de la Rosa
Apartado 0834-1925 Ancón, Albrook
Panamá 0834, República de Panamá

Dirección electrónica: bannabafest@gmail.com

Página web: http://www.udelas.ac.pa/index.php/bannabafest

Teléfonos: (507) 501-1007, 6237-2042, 6539-8127

Fuente de la Reseña:

Festival de cine en Panamá divulga y premia películas sobre los Derechos Humanos

Comparte este contenido:

Canada committed to improving mental health in Indigenous communities: Philpott

América del Norte/Canada/ thestar.com/JANE PHILPOTT

Resumen: Prevenir el suicidio requiere lograr la equidad social. En Canada se han dado pasos importantes invirtiendo en determinantes sociales clave de la salud, como la vivienda, la educación y el medio ambiente. Si bien estos son los primeros pasos, nuestra intención es continuar invirtiendo en todas las áreas en busca de equidad social. Sin embargo, poner fin a la epidemia de suicidio juvenil en comunidades indígenas requiere más que atención de salud mental. Cualquier simplificación excesiva de las causas y soluciones para esta crisis perjudica a las comunidades más afectadas. Las raíces de esta crisis y sus remedios no son misteriosas, pero son complejas. Se necesitaron generaciones de discriminación para crear las circunstancias detrás de estos suicidios. La justicia no será restaurada de la noche a la mañana. El estado actual de la salud indígena en Canadá es un resultado directo de generaciones de políticas gubernamentales anteriores, incluyendo el impacto de las escuelas residenciales. Necesitamos desmantelar las estructuras coloniales del pasado y reconciliar nuestra relación rota con los pueblos indígenas para mejorar la calidad de vida en sus comunidades.

Last weekend, two more young people died by suicide in Northern Ontario. Each loss adds to the disturbingly high suicide rates among Indigenous youth. But statistics don’t help grieving families. They will feel the pain and loss forever. Each life lost is a tragedy beyond measure.

Each time a community is affected by suicide, there is a flurry of activity to mobilize counsellors, engage crisis teams and ensure local needs are met. There are urgent calls for more money and more mental health workers for affected regions.

In Budget 2017, our government pledged $118.2 million over five years to improve mental health services for First Nations and Inuit. This builds on $69 million announced last year to fund community-based workers and mental wellness teams, and to ensure there are counsellors in regions facing crisis. The number of communities supported by mental wellness teams will nearly triple by the third year, going from 86 to approximately 240. These teams serve multiple communities and go where they are needed, for as long as they are needed.

Two weeks ago I visited communities in Northern Ontario, where the crisis continues to have a devastating impact. I was impressed by their determination to break the cycle of despair. When I visited Wunnumin Lake First Nation, I learned about their Choose Life Project. This initiative will address suicide risk factors, particularly among youth, through on-the-land activities and programs for children to increase self-esteem and strengthen families.

This type of community-led programming is critical to solving this crisis. This is why we are working with Nishnawbe Aski Nation and the Ontario government to develop a long-term strategy to prevent suicides in that province.

However, ending the epidemic of youth suicide requires more than mental health care. Any oversimplification of the causes and solutions for this crisis does a disservice to the communities that are most affected. The roots of this crisis and its remedies are not mysterious, but they are complex. It took generations of discrimination to create the circumstances behind these suicides. Justice will not be restored overnight.

It can be shown by many measures — life expectancy, chronic diseases such as diabetes, infectious diseases such as tuberculosis, infant mortality rates, suicide rates — that Indigenous peoples have suffered from systemic discrimination when it comes to health. Poor health outcomes and loss of hope for Indigenous youth also derive from a range of social inequities in areas such as education, employment, housing, and community infrastructure.

The current state of Indigenous health in Canada is a direct result of generations of previous government policies, including the impacts of residential schools. We need to dismantle the colonial structures of the past and reconcile our broken relationship with Indigenous peoples to improve quality of life in their communities.

Fuente: https://www.thestar.com/opinion/commentary/2017/07/18/canada-committed-to-improving-mental-health-in-indigenous-communities-philpott.html

 

Comparte este contenido:
Page 20 of 25
1 18 19 20 21 22 25