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La religión como forma de dominio

Por: Atawallpa Oviedo Freire

A pesar del infame asesinato de 50 seres humanos en Orlando (EEUU), no se han aplacado los cuestionamientos y mofas por parte de los “fieles siervos” de dios, del amor, de la justicia, y de la vida; más por el contrario, han alabado, bendecido y promovido más actos como éste: “Roger Jiménez, pastor de origen venezolano y líder de la iglesia Verity Baptist Church en Sacramento, California, ha acarreado sobre sí una tormenta de críticas por un controversial sermón en el que elogió la masacre de 49 personas en un club gay de Orlando, EE UU, por contribuir a la eliminación de «sodomitas». Aseguró que no pretende incitar a la violencia contra la comunidad LBGT pero dijo que cree que Dios «ha puesto una sentencia de muerte» sobre ellos. [1]

A su vez, en Bolivia, las iglesias cristianas amenazan con marchas y acciones contra la nueva “Ley de Identidad de Género” aprobada recientemente. Y así, por todo el mundo. Me identifico con aquellas visiones que consideran que la religión es todo lo contrario a la espiritualidad, o es la forma en la que la religión utilizando un lenguaje espiritual tiene como propósito desviar al caminante de lo sagrado. Mientras la religión expulsó a dios a un cielo idílico, la espiritualidad vive a dios en todas las formas de la existencia. Si la religión vive para un paraíso en el más allá y un infierno en el más acá, la espiritualidad vive en el presente del aquí y ahora, entendiendo que el paraíso es un estado de consciencia que siempre está con nosotros y en la que jamás habría un dios que podría echarlos fuera, sino, uno mismo. De ahí, que las religiones no viven en este paraíso terrenal sino en un “infierno en la tierra”.

Los que cuestionan a los LGTB, como asimismo otras formas de vida y creencias, envueltos en una prepotencia y arrogancia sempiterna, utilizan a su religión para pretender convertir a sus dogmas en una verdad universal. Una actitud segregacionista y utilitaria del concepto de dios, cuando existen múltiples definiciones y formas de percibir a la divinidad, por lo que no pueden apropiarse de lo sagrado ni hacerse los dueños de las leyes de la vida natural a partir de sus afirmaciones ortodoxas. Lo que estamos viendo, es que se repite o se continua con el mismo esquema ejercido en su proceso de cristianización, de que su dios es el “único” y “verdadero”, para irónicamente y a nombre de él asesinar a millones de seres humanos en todo el mundo. Por ejemplo, se calcula que las diversas matanzas y guerras llevadas a cabo por los cruzados produjeron 5 millones de muertes a lo largo de tres siglos y medio. Las guerras entre católicos y los protestantes franceses de doctrina calvinista o hugonotes, entre 1562-1598, causaron la muerte de al menos 3 millones de seres humanos. En la época de la “santa inquisición” asesinaron a 40.000 mujeres acusadas de brujas. En total, las guerras santas mataron a unos 30 millones de personas en Europa. Lo cual es la mitad, de los 60 millones de habitantes de Amerindia, asesinados bajo diferentes formas, pero todas ellas bajo el esperpéntico argumento de “extirpación de idolatrías”.

Y así, pudiéramos hacer una larga lista de episodios en distintas partes del mundo, de cómo el cristianismo se ha manchado de sangre y de miseria hasta los actuales días con la cantidad de curas pederastas y pedófilos, pasando por los escándalos financieros del banco del Vaticano. Con estos antecedentes, hablan de moral, ética, amor, ciencia, para cuestionar los derechos humanos de los LGTB, con argumentos llenos de fanatismo y de fundamentalismo, haciéndole actuar y hablar a dios como un ser juzgador, sentenciador, discriminador, calificador. Se creen los representantes autorizados por dios, y en su nombre lanzan sus inquisiciones y cacerías cada vez que se van afectando más sus intereses. Y ese es el problema de fondo, pues cada día hay gente más consciente por lo que tienen menos feligreses, como en Europa que ya no tienen a quién cobrar los diezmos o los sacramentos, o en el caso de los otros países, que ya no pueden mantenerlos sumisos al servicio de los gobiernos conservadores de derecha, como fue la misión histórica de la iglesia y las religiones. Algunos, temen que eso se extienda por el resto del mundo y no puedan seguirse haciendo millonarios, como algunos pastores a través de sus radios y canales de televisión.

Desde las religiones monoteístas se concibe a la homosexualidad como un pecado, pero desde las concepciones espirituales habidas en todos los rincones del planeta, no existe una concepción pecaminosa sino de comprensión y de respeto a cada expresión diversa de vida. Han entendido, que es una situación milenaria existente en todos los pueblos del mundo, como otra forma de la manifestación natural de la vida, pues es algo que también se da entre ciertos tipos de animales no-humanos. Vaya a saber, por qué la gran conciencia se ha recreado así. Otro argumento que han esgrimido es que están defendiendo a la “familia tradicional”, es decir, están protegiendo a la familia patriarcal y machista, en la que el hombre es el que dirige, es el referente, el prototipo, y medida de lo que deben ser los demás miembros de la familia. La mujer debe ser sumisa, domeñada y obediente al hombre, y los hijos deben agachar la cabeza a lo que ordena y determina el padre. Como era hasta hace unos pocos años atrás y eso lo quieren mantener o evitar que se disperse más, pues, poco a poco las mujeres e hijos se van emancipando de esa tutela esclavista impuesta.

Incluso, algunos extremistas cristianos alaban el burka que deja libre solo los ojos, como lo hacen con sus mujeres sus primos musulmanes nietos del patriarca Abraham. Esta actitud misógina de sometimiento, es típico de sociedades monoteístas, verticalistas, machistas, fragmentarias. Por ello, estos grupos critican al feminismo (aunque hay un tipo, que solo es el otro lado del machismo); como asimismo, al indigenismo, al etnicismo, al anticapacitismo, al antiespecismo, y todos aquellos paradigmas que cuestionan el religiocentrismo, el paternalismo, el asistencialismo, y todas las formas que apuntalan el sistema de dominación colonial, civilizatorio, monárquico, eurocéntrico. De ahí, que su dios es varón y no admiten el sacerdocio de las mujeres. Empezaron matando a las milenarias diosas-madres y a las sacerdotisas indo-europeas, y luego se han dedicado a asesinar a toda expresión y principio femenino en todas las culturas del mundo. En su recorrido histórico no solo han despreciado a las mujeres, las etnias, la sensibilidad, la sensitividad, y todo lo que representa lo femenino de la vida, sino que también desprecian a la naturaleza (“la manzana prohibida”), por ello su vida ha estado dedicada a hacer cumplir lo que manda el génesis: “dominad a la naturaleza…” De ahí, el calentamiento climático que ha puesto en peligro la existencia de la especie humana.

Todo ello, les ha conducido a crear una sociedad sectaria, hegemonista, homogeneizadora y monocromática, la misma, que poco a poco se les está acabando, por lo que han pegado el grito en el cielo con argumentos cosificadores de dios y de la espiritualidad, en el intento de parar esta nueva consciencia que se expande. Les asusta la diferencia, la variedad, la diversidad, y todas aquellas expresiones que enriquecen la vida de múltiples colores como el arcoíris, pues solo quieren vivir en la dicotomía de blancos y negros, de buenos y malos. Por ello, desprecian a todos quienes no sean blancos, de ahí, que hasta Jesús es blanco, rubio, de ojos azules. Lo que quiere decir, que además son racistas. Menosprecian a los dioses y diosas indígenas, y las siguen calificando de idolatrías, de fetichismo, de primitivismo. Siguen repitiendo en sus iglesias y escuelas, que los conquistadores trajeron la civilización y la cultura a esta tierra de infieles y paganos, por eso, alaban y siguen reproduciendo todo lo que provenga de la derecha conservadora occidental. Por lo que también son parte, de los que apoyan a los países industrializados y todos sus conceptos neoliberales, desarrollistas, capitalistas. En respuesta a todo esto, surgió la teología de la liberación, la iglesia de los pobres, los “curas rojos”, etc. Son gente, al interior de las mismas iglesias cristianas que tomaron consciencia del poder de dominación y de manipulación que tienen las religiones monoteístas y sus gobiernos títeres. Ellos, son el claro ejemplo de la crisis de las religiones, que reclaman cambios al interior y exterior de las iglesias, pues saben que estas congregaciones han estado siempre al servicio de los ricos, de los imperios, del status quo, y de todo aquello que represente el poder de control y de sometimiento a quienes se los oponen.

Por ello, y por mucho más, algunos psicólogos de universidades norteamericanas quieren declarar a la religión como una enfermedad. En un reciente artículo de la revista Time se entrega una visión acerca de los daños que podría causar la religiosidad. «La religión puede ser una fuente de consuelo que mejora el bienestar. Sin embargo, algunos tipos de religiosidad podrían ser una señal de problemas más profundos de la salud mental». [2]

Notas:
[1] http://www.el-nacional.com/mundo/Pastor-venezolano-alaba-masacre-Orlando_0_866913526.html
[2] https://vistoenlaweb.org/2013/06/03/psiquiatras-preparan-terreno-para-declarar-la-religion-una-enfermedad-mental/

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=213677&titular=la-religi%F3n-como-forma-de-dominio-

Fuente de la imagen: http://definicion.de/wp-content/uploads/2008/09/Homofobia2-300×300.jpg

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Brasil: La antorcha olímpica llega a la tierra de un pueblo indígena que se enfrenta al “genocidio”

Survival/24 de Junio de 2016/Por: Survival

Los guaraníes sienten una profunda conexión con su tierra y han protestado contra su robo y destrucción.

Está previsto que la antorcha olímpica llegue el 25 de junio a Mato Grosso do Sul, donde se teme la aniquilación de los indígenas guaraníes debido al robo sistemático de sus tierras, así como a la malnutrición, suicidios y a la brutal violencia que sufren.

La llegada de la antorcha olímpica a este estado del suroeste de Brasil forma parte de su recorrido a escala nacional antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en agosto. Está previsto que el encargado de portar la antorcha en la ciudad de Dourados, cerca del territorio guaraní, sea el indígena terenaRocleiton Ribeiro Flores.

La semana pasada un hombre guaraní fue asesinado y varios más resultaron gravemente heridos (entre ellos un niño de 12 años) durante un ataque a la comunidad indígena de Tey’i Jusu perpetrado por pistoleros de terratenientes agroganaderos.

El día previo, Survival recibió una grabación de audio a través de su proyecto Voz indígena que documentabaotro ataque armado en la comunidad de Pyelito Kuê. En otra región, la comunidad de Apy Ka’y se enfrenta a la expulsión tras la reocupación territorial de 2013.

Ahora que todas las miradas se posan en Brasil, muchos activistas esperan que los juegos olímpicos sirvan para aumentar la sensibilidad global sobre la violencia genocida, la esclavitud y el racismo que han sufrido, y sufren, los indígenas brasileños en nombre del “progreso” y la “civilización”.

En las últimas décadas, buena parte de la tierra guaraní ha sido usurpada para destructivos agronegocios, lo que les ha obligado a vivir en los márgenes de carreteras y en reservas superpobladas. Niños guaraníes pasan hambre y muchos de sus líderes han sido asesinados. Cientos de hombres, mujeres y niños guaraníes se han suicidado y el grupo de los kaiowás registra la tasa de suicidio más alta del mundo.

 

El portavoz guaraní Tonico Benites visitó Europa recientemente para pedir acción internacional por la desesperada situación que atraviesa su pueblo y declaró a Survival: “Un lento genocidio está aconteciendo. Se está librando una guerra contra nosotros. Estamos asustados. Asesinan a nuestros líderes, esconden sus cuerpos, nos intimidan y nos amenazan (…) Si nada cambia, muchos más jóvenes se suicidarán y otros morirán de malnutrición. La impunidad de los terratenientes continuará y el Gobierno de Brasil podrá seguir matándonos.”

Los guaraníes han intentando reocupar sus tierras en múltiples intentos pero los pistoleros de los terratenientes les han acosado, intimidado y atacado.

Según el derecho internacional y la legislación federal brasileña los pueblos indígenas tienen derecho a sus tierras. Si el Gobierno se las devuelve tendrán la posibilidad de defender sus vidas, proteger sus tierras y decidir su propio futuro.

A medida que la fecha de las olimpiadas se aproxima, simpatizantes de Survival por todo el mundo están presionando a Brasil para que restituya las tierras guaraníes, detenga la PEC 215 y demarque el territorio de la tribu kawahiva en aislamiento para evitar su aniquilación.

Según Stephen Corry, director de Survival International: “Este es, sin duda, el ataque contra los derechos de los pueblos indígenas más grave y prolongado que ha acontecido en Brasil desde el final de la dictadura militar, y se está precipitando. Los medios de comunicación se han centrado en la crisis política ante la inminente llegada de los juegos olímpicos, pero apenas se ha hablado sobre la aniquilación sistemática de los pueblos indígenas de Brasil que se produce mediante la violación de sus derechos territoriales. Fue el genocidio de los pueblos indígenas de Brasil lo que motivó la creación de Survival en 1969, y desde entonces se ha avanzado enormemente. Ahora, casi medio siglo después, el genocidio vuelve a estar sobre la mesa.”

Tomado de: http://www.survival.es/noticias/11338

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48 hours as a Muslim American: A professor reflects

América del Norte/EEUU/Junio 2016/Autor: Mohammad Hassan Khalil / Fuente: theconversation.com

Resumen:  La tarde del pasado viernes, antes de una audiencia global, el ex presidente Bill Clinton (cristiano) y el cómico Billy Crystal (un Judio) elogiaron «al más grande«, el más famoso musulmán estadounidense de todos los tiempos, Muhammad Ali. El domingo, los estadounidenses se despertaron con la trágica noticia de que un joven musulmán estadounidense había perpetrado el tiroteo más mortífero en la historia estadounidense, cuando tomó la vida de decenas de inocentes en el club nocturno Pulse de Orlando.

What a difference 48 hours can make.

Last Friday afternoon, before a global audience, former president Bill Clinton (a Christian) and comedian Billy Crystal (a Jew) eulogized “the Greatest,” the most famous Muslim American of all time, Muhammad Ali.

The televised audience also took in Islamic invocations, recitations from the Qur’an, and, if they listened carefully, gleeful shouts of “Allahu akbar” (“God is the greatest”) from many of the thousands of attendees who packed Louisville’s KFC Yum! Sports Arena for the memorial service. President Barack Obama declared that Ali “will always be America.” And prior to his passing, a moment of silence in his honor was taken before tip-off at two NBA Finals games, once at Oracle Arena in Oakland, another time at Quicken Loans Arena in Cleveland.

On Sunday, Americans awoke to the tragic news that a young Muslim American had perpetrated the deadliest mass shooting in American history when he took the lives of dozens of innocents at Orlando’s Pulse nightclub.

His proclaimed affiliation to ISIS and reports of his homophobia and anger problems were all over the news.

Presidential candidate Donald Trump tweeted that the shooter reportedly shouted “Allahu akbar” during the horrific rampage. President Obama condemned what “was an act of terror and an act of hate.” And a moment of silence in honor of the victims was taken prior to tip-off at the most recent NBA Finals game in Oakland.

To say this past week has been a turbulent one would be an understatement.

Numerous Muslim Americans expressed how pleasantly surprised they were at seeing widely broadcast positive portrayals of their coreligionists in a nonetheless sobering Ali memorial.

At the Louisville, KY Islamic funeral service, the prominent Muslim American scholar Sherman Jackson had declared, “Ali put the question as to whether you could be a Muslim and an American to rest.” What is more, “Ali made being a Muslim cool.”

But with vile criminals such as the above-mentioned shooter (whose name I shall not bother to mention) dominating the headlines, it is easy to see why many Americans see Muslims as being very uncool.

Surveys show that non-Muslims who do not regularly interact with Muslims tend to have a significantly more negative impression of them. This should not come as a surprise given recent events and the media coverage of these events.

It certainly does not help that there exist numerous misconceptions and oversimplifications about both Islam and Muslims that are widely propagated online. (Of course, one could say something similar about America itself. If Islam and Muslims have a “public relations problem” in the West, the same is true for America and Americans in many countries overseas.)

Indeed, as a professor of religious studies, I find that I spend much of my time debunking popular myths.
The demographics

The reality is that with a population of over three million, most Muslim Americans are not nearly as “great” as Ali; and they are certainly nothing like the Orlando shooter. The reality is that most Muslims are everyday people.

Muslim Americans are extremely diverse: 63 percent are immigrants hailing from 77 countries. They are, on average, relatively young. Their levels of education mirror those of the U.S. population as a whole. As a Pew survey put it several years ago, they are “decidedly American in their outlook, values and attitudes.”

What is more, they have been here for a long time.
Coming to America

Some arrived on slave ships centuries ago. Others – including famous figures such as Ali, Malcolm X, basketball legend Kareem Abdul-Jabbar, U.S. Representative Keith Ellison, author G. Willow Wilson, singer Jermaine Jackson, comedian Dave Chappelle and a 19th-century writer and U.S. Consul to the Philippines named Alexander Russell Webb (1846-1916) – chose to convert to Islam.

Most – including numerous physicians, researchers, business owners and cab drivers – immigrated to this country to seek a better life, and, in the process, like other immigrants, made America a better country.

One such immigrant was the late Fazlur Khan, an architect originally from Bangladesh who designed the iconic Sears Tower (now called Willis Tower) and the John Hancock Center in Chicago. And just this past year, another immigrant, this time from Turkey, scientist Aziz Sancar, received the Nobel Prize, making him the second Muslim American Nobel Laureate in Chemistry. (The first was Egyptian-American Ahmed Zewail in 1999.)

Finally, many Muslims – from hip-hop artist Lupe Fiasco to U.S. Army Specialist and Purple Heart recipient Kareem Khan (who was killed in combat in 2007) – were born into Muslim families right here in the United States. According to the Pentagon, there are almost 6,000 Muslims currently serving in the U.S. military.

The Islamic State does not even account for one percent of one percent of the worldwide Muslim population. And among the many devout Muslim Americans I know personally, I have yet to meet or even hear about a single ISIS sympathizer; I see only looks of disgust whenever they’re mentioned.

Such sympathizers obviously exist. But this relatively small collection of individuals represent only themselves.

A friend on Facebook shared a story about how he came to learn about the Orlando shootings. He was passing through an airport when he noticed a crowd huddled around a television screen. When it was revealed that the shooter came from a Muslim family, a man in the crowd remarked, “Those damn Muslims.”

Three million diverse, overwhelmingly peaceful and productive Muslim Americans reduced to “those damn Muslims.”

Interestingly, just hours before the attack in Orlando I was discussing the Ali memorial service with a group of Muslim friends. Though sad about the passing of “the Greatest,” they all had smiles on their faces as they recounted the speeches from the service and imagined the effects those speeches might have on the broader American public. They had never felt better represented. At that moment, at least, they felt cool.

Fuente de la noticia: https://theconversation.com/48-hours-as-a-muslim-american-a-professor-reflects-60991

Fuente de la imagen: https://62e528761d0685343e1c-f3d1b99a743ffa4142d9d7f1978d9686.ssl.cf2.rackcdn.com/files/126431/width754/image-20160614-29209-1qiovg1.jpg

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Strategic lessons South Africa’s students can learn from the leaders of 1976

Africa/Sudafrica/Junio 2016/Autor: Editor / Fuente: theconversation.com

Resumen:  Hace cuarenta años, miles de niños de las escuelas de Soweto salieron a las calles para protestar contra el racismo y la insuficiencia de la educación bantú. Ese momento ha llegado a simbolizar el papel que los jóvenes han desempeñado y pueden desempeñar en la configuración del discurso político de Sudáfrica. Sigue siendo un punto de contacto para los estudiantes activistas de hoy.

This month forty years ago, thousands of Soweto school children took to the streets to protest the racism and inadequacy of Bantu Education. That moment has come to symbolise the role that young people have played and can play in shaping South Africa’s political discourse. It remains a touch point for student activists today.

The marches in June 1976 took shape around a unifying issue of immediate importance to the students: the imposition of Afrikaans as a teaching medium in black classrooms, whose curriculum was dictated by the then Department of Bantu Education.

Images from the march are filled with posters proclaiming “To Hell With Afrikaans” and “Vorster and Kruger are rubbish”. This refers to John Vorster, the prime minister of South Africa and one of apartheid’s architects, and his police minister Jimmy Kruger.

The juxtaposition of these claims is an important one. It speaks to how Soweto children began to straddle the space between local and immediate concerns and a national political agenda. This enabled them to transcend the issues of their classrooms and rejuvenate the struggle against apartheid on a national, and indeed international, scale.

Forty years later South Africa is again in the midst of a political movement led by students – this time on university campuses across the country. Today’s student activists are often compared to the generation of 1976. In mass marches through Johannesburg and Pretoria the form of their protest has prompted the comparison.

In their articulation of ideologies like Black Consciousness they echo some of the key thinkers of that period. But their protests remain largely constrained by the campuses on which they happen. In light of these struggles, it is useful to consider how the students of 1976 tackled similar problems.
The Afrikaans issue

The Afrikaans Medium Decree of 1974 declared that in black schools across South Africa Afrikaans must be used equally with English as a medium for teaching non-language subjects like mathematics and social sciences.

Students and teachers alike struggled to teach and learn in a language for which they were ill-trained and ill-equipped with textbooks and other materials.

Historian Helena Pohlandt-McCormick has written that the Afrikaans medium policy “embodied everything that was wrong with Bantu Education”. She points to its disregard of sound pedagogy, and, more importantly, of the voices of the parents, teachers, and learners on whom it was imposed.

By the middle of the 1976 school year, students had organised themselves in individual protests. Many focused on the imposition of Afrikaans, others addressed student-teacher relations and corporal punishment at individual schools.

They were inspired and encouraged to connect these issues to the broader political system by a range of influences in their homes, communities, and classrooms. Among these were university students who had been “conscientised” through the Black Consciousness Movement and expelled from rural “bush” universities during waves of protest in 1972 and 1974. The most prominent of these was Ongkopotse Tiro.

After Tiro was expelled from the University of the North (today the University of Limpopo, outside Polokwane), where he was a prominent student leader and Black Consciousness proponent, he took up a job teaching history at Morris Isaacson High School in Soweto.

Though he was fired in 1973 and killed in exile in Botswana in 1974, some of his students, including Tsietsi Mashinini, became key leaders in the 1976 uprising.

Addressing structural oppression

Tiro and other young teachers encouraged their students to connect the particular grievances of their own situation – the inequities and injustices of Bantu Education – to the structural oppression meted out by the apartheid state.

This was a lesson students brought to their organisation of the protests on 16 June, and one that played an increasingly important role in the weeks and months that followed. Students in the Soweto Students Representative Council (which compromised many of the student leaders who had organised the June 16 march) called for their parents to stay away from work, and to boycott white-owned shops and products. By August the committee focused its energies on organising a student and worker stay away for the end of the month. According to Sibongile Mkhabela, a member of the SSRC, this was intended to achieve

A few months later students rallied their families to participate in a Black Christmas to mourn those who had been killed by police since June.

June 16 forty years later

University students of 2015-16 have some key things in common with their 1976 predecessors. They have changed the tenor and shape of political discussion around education in South Africa, more effectively than any other single movement since 1994.

They have re-interrogated the ideologies that animated students in 1976. Their engagement with Black Consciousness and Biko, with Fanon and with pan-Africanism has led to a movement to decolonise universities’ faculty and curricula.

But today’s students have struggled to move their activism beyond universities. Not withstanding significant gains in the movement to end the exploitative practice of outsourcing jobs on campuses, for which the Fallist movements of 2015-16 deserve a great deal of credit, student movements today have yet to create enduring alliances with workers outside the university, or with school students.

Beyond shared ideology, the 1976 generation, and, perhaps even more so, the university students of the early 1970s who taught and inspired them, may offer some strategic lessons.

Fuente de la noticia: https://theconversation.com/strategic-lessons-south-africas-students-can-learn-from-the-leaders-of-1976-60976?utm_medium=email&utm_campaign=Latest%20from%20The%20Conversation%20for%20June%2016%202016%20-%205046&utm_content=Latest%20from%20The%20Conversation%20for%20June%2016%202016%20-%205046+CID_b1041287879346882e9701d45128fdd1&utm_source=campaign_monitor_us&utm_term=Strategic%20lessons%20South%20Africas%20students%20can%20learn%20from%20the%20leaders%20of%201976

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Estados Unidos, Orlando: Solo la educación nos librará de la intolerancia

Estados Unidos/16 junio 2016/ Autor: Josep Vilà/Fuente: El Periódico

Hace unos días estuve viendo ‘La chica danesa’, esa, a mi entender, espléndida y bellísima película donde se nos cuenta la historia verídica del primer transexual al que se le practicó la operación de cambio de sexo en la Dinamarca de los años veinte del siglo pasado. Inmediatamente después, pensé que sería una buena película para poder ver y comentar el curso que viene con los alumnos de segundo ciclo de ESO de mi colegio, debido a sus inmensos valores.

Al cabo de unas horas, me enteré de la horrible matanza perpetrada en Orlando, Estados Unidos, por parte de un presunto fanático y criminal yihadista, que, según parece, tenía fobia a los homosexuales. No puedo por menos que dejar de pensar en que el visionado en el colegio de películas como aquella resulta absolutamente imprescindible para poder fomentar entre los jóvenes valores como la empatía hacia los diferentes, la tolerancia, la libertad y el respeto a la identidad sexual de todas las personas.

¡Perdónenme por mi pedantería -soy maestro, claro-, pero creo que solo la educación, en el sentido más amplio de la palabra, puede salvarnos de esta locura de mundo en el que vivimos, librándonos del azote de plagas como el terrorismo, la pobreza, el racismo o la homofobia!.

Fuente:

http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/orlando-solo-educacion-nos-librara-intolerancia-73187

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Racismo en la web: ¿Por qué «Tres adolescentes negros» es muy distinto de «Tres adolescentes blancos»?

08Junio/INFOBAE
Un video que muestra los diferentes resultados en Google se volvió viral. Por qué la experiencia habla más de la sociedad que del buscador
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Kabir Alli subió esta semana a su cuenta de Twitter un pequeño video en el que realizaba dos pesquisas similares en el buscador de imágenes de Google. La primera era «Three black teenagers» (tres adolescentes negros); la segunda, «three white teenagers» (tres adolescentes blancos).

Los resultados fueron bien diferentes.

Entre las imágenes de los adolescentes negros, el buscador devolvió predominantemente las típicas fotos que la policía obtiene cuando arresta a alguien: se trataba, presumiblemente, de jóvenes delincuentes.

El resultado en Google de “three black teenagers”
El resultado en Google de “three black teenagers”

En la búsqueda de «tres adolescentes blancos», en cambio, aparecen fundamentalmente imágenes de jóvenes bellos; algunos de ellos, modelos posando sonrientes para la cámara.

El resultado en Google de “three white teenagers”
El resultado en Google de “three white teenagers”

El tuit se volvió viral. Ya fue retuiteado más de 68 mil veces y recibió más de 62 mil «me gusta».

Algunos de los usuarios acusaron a Google de racista pero, como han explicado diferentes especialistas en las últimas horas, en realidad el algoritmo de Google funciona devolviendo como respuesta aquellas fotos de las que hay más rotuladas con esas palabras entre las que fueron subidas a la red y que la gente ha buscado más.

Si algo queda claro es que las agencias que venden fotos para publicidad suben mayoritariamente fotos de adolescentes blancos sonrientes y así las titulan. Y en simultáneo, los medios cubren mayoritariamente las noticias policiales que involucran a jóvenes negros y suben a la red sus fotos con ese rótulo.

Fuente: http://www.infobae.com/america/eeuu/2016/06/10/racismo-en-la-web-por-que-tres-adolescentes-negros-es-muy-distinto-a-tres-adolescentes-blancos/

Así, el ejercicio, más que hablar del «racismo» de Google, es una buena muestra del racismo que prevalece en la sociedad.

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Entrevista con Nilma Gomez (Brasil): «Una de las formas de racismo y el machismo es hacernos creer que si no estamos allí, es por falta de competencia»

Nilma Lino Gomes, profesora y pedagoga, fue la primera mujer negra en dirigir una universidad pública en Brasil, la Universidad de Integración Internacional africanos de habla portuguesa-brasileña (Unilab). Dejando Belo Horizonte, se fue a Brasilia, donde ocupó durante un año y medio, el Ministerio de la Mujer, la igualdad racial y los derechos humanos. Sin embargo con la entrada del gobierno de Michel Temer se extinguió dicha instancia ejecutiva para formar un equipo ministerial compuesta por sólo hombres blancos. «La sociedad brasileña no está acostumbrado a vivir con la diversidad en los lugares de poder», dice Nilma.

Conocido como una de las principales expertas en políticas de acción afirmativa, la ministro ha  vuelto de nuevo a Belo Horizonte para asumir el puesto de profesor ade la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), en las próximas semanas.

Brasil de Fato – ¿Cómo fue la experiencia de ser una mujer negro ocupando posiciones importantes en Brasil?

Nilma Gomes – Siempre es un reto. Estamos todavía muy pocos. la sociedad brasileña no está acostumbrado a vivir con la diversidad en los lugares de poder, ya sea de género, como la raza. Todavía estamos tratando con el racismo y una mirada que primero ver nuestro cuerpo, nuestro color, nuestro género antes de ver a nuestra competencias. Y la lucha es también decir «mira, no te necesito para demostrar que soy más competente que otras personas porque soy negro. Tengo que ser tratado con la misma dignidad y los derechos de otras personas debido a la diversidad es parte del ser humano «. Siempre es muy difícil y nunca se puede estar solo. Nunca es buena la distancia de sus orígenes,  alejarse de la comunidad negra o alejarse de la circulación de la familia. Porque esos orígenes nos da apoyo subjetivo y emocional.

¿Qué pasa ahora con las políticas para las mujeres, los derechos humanos y los afroamericanos?

El gobierno de Lula tenía un compromiso con los movimientos sociales que ayudaron a construir una plataforma política. El movimiento negro siempre ha llevado al gobierno federal a entender que tenemos que tener políticas estructurales que perduran, incluso con el cambio en la mente de los gobiernos. Lo que estamos viviendo en Brasil en este momento es un golpe parlamentario, clase, género y raza. Tengo mucho miedo de un revés importante. Y esto sucede no sólo con la eliminación de la política, sino también una muerte por inanición: no alimentar a estas políticas, no abiertos a la participación social, no se enfrentan a los conflictos, sin acondicionar presupuesto.

Michel Temer eligió sólo hombres blancos para hacerse cargo de los ministerios de su gobierno y algunos ministros argumentó que eran opciones para la competencia. ¿Cuál es su opinión sobre esto?

No hay ninguna expectativa de reconocimiento de la diversidad en un gobierno de facto. Sería demasiado si, en la composición del equipo ministerial habían considerado la diversidad. El equipo es un cuadro de diseño que está detrás de cada gobierno. Un gobierno formado por los hombres blancos de la misma generación, heteronormativa, de la misma clase, incluyendo trayectorias políticas complicadas en la justicia en sí, ya tiene un mensaje a la población. Ocultar esta competencia es un discurso que, las mujeres y los negros, escuchan mucho. ¿Por qué? Una de las formas de racismo y el machismo es hacernos creer que no estamos allí, es por falta de competencia. Si nosotros no estamos representados en un solo lugar, la culpa y la responsabilidad sería la nuestra y no un sistema, pero este es el tipo de justificación que no es convincente y no tiene ningún significado. La diversidad puede cambiar y calificar tanto la política y el mundo privado. Tengo algunos colegas investigadores que estudian cómo las empresas hacen el proceso de inclusión y ejercen su responsabilidad social y la diversidad ha mejorado tanto la producción de la empresa como en las relaciones y la creatividad. Esto demuestra que la diversidad enriquece.

¿Cómo califica la extinción del Ministerio de la Mujer, la igualdad racial, los derechos humanos y la juventud, en la que usted era ministra?

Considero un gran revés. El gobierno ilegítimo ha comenzado a traerlo. Tuvimos la fusión de otras carpetas como MDS y MDA, o llevar la cultura en el MEC, pero sí la extinción sólo ocurrió con el Ministerio de la Mujer, la igualdad racial, los derechos humanos y la juventud. Uno tiene que preguntarse por qué, ¿verdad? Este ministerio fue la cara de los movimientos sociales en relación con el gobierno, en colaboración con los sujetos sociales que tuvieron coincidencia desigualdad, la discriminación y la exclusión. La existencia de este ministerio, las áreas en las que se dividió y directrices dentro de ella son respuestas que el gobierno ha dado a la sociedad. Es una señal muy negativa cuando se extingue este ministerio y pone el Ministerio de Justicia.

¿Qué ocurre con las mujeres políticas, los negros y los derechos humanos ya que depende del Ministerio de Justicia?

Hago dos lecturas. La primera es que el gobierno considera ahora que los movimientos sociales son los casos de la seguridad pública y deben estar bajo vigilancia. La propia trayectoria que ahora ocupa el Ministerio de Justicia significa una relación muy difícil con los movimientos sociales. En segundo lugar, está la cuestión de la ciudadanía. Durante la reforma administrativa se luchó demasiado ante la idea que mantenía que hay un buen lugar por lo que diferentes individuos entran en una carpeta llamada «ciudadanía» que funcionaba como un paraguas homogeneizador de las grandes diferencias en la desigualdad que sufren estos grupos. Y ahora, lo que se coloca en este gobierno ilegítimo es una ciudadanía en general.

Fuente: http://www.mined.gov.mz/Pages/Comentarios.aspx?listName=NoticiasMined&newsId=261

Imagen tomada de: https://encrypted-tbn2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTbTbQ0oMPG7AwD87Y2nsYLNjlubCHX52A3FvkFuBRhG6uUiqHe

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