España: Rebelión educativa frente a la vuelta al cole

Europa/España/30 Julio 2020/elpais.com

Directores, profesores, familias e inspectores cuestionan a las consejerías en la vuelta a las aulas manteniendo las ratios. Mientras, los estudiantes enfrentan un veraneo atípico e incierto en el que trataremos de apoyarles desde la sección de Educación

Directores, profesores, familias e inspectores cuestionan a las consejerías en la vuelta a las aulas manteniendo las ratios. Mientras, los estudiantes enfrentan un veraneo atípico e incierto en el que trataremos de apoyarles desde la sección de Educación

Un conato de rebelión se está gestando en las aulas en pleno verano. Los directores y familias ya han advertido a las consejerías de Andalucía y Madrid, de momento, que no pueden volver a reanudarse las clases como si no pasara nada. Como si este país no hubiera vivido una pandemia que le ha costado la vida a más de 44.000 personas en los últimos siete meses. Y el viernes se sumó a las críticas y advertencias la principal asociación de inspectores. Es muy poco habitual que el cuerpo de inspectores desdiga a las consejerías, a pesar de que la Alta Inspección del Estado es independiente y entre sus funciones está velar porque se cumplan las reglas y se garantice la equidad del sistema educativo. «Es sorprendente que se expresen con tanta claridad y contundencia cuestionando a las administraciones y contradigan lo que están haciendo las administraciones por eso deberían escucharles», explica el investigador Fernando Trujillo.

Mientras tanto, la OCDE volvía con un nuevo rapapolvo a España en su nuevo informe PISA, que se justifica con la desmotivación. Así acaba este mes de julio atípico, en el que los centros educativos echan la persiana del cerrado por vacaciones en plena revuelta educativa, sin que se tenga aún muy claro en qué condiciones se incorporarán los escolares a las aulas en septiembre.

Y aunque esta newsletter se despide hasta septiembre, la sección de Educación seguirá informando de cómo se concreta el retorno a las clases, mientras planea la sombra de una segunda oleada. Y, si en julio EL PAÍS ofreció una serie para ayudar a las familias a recuperar la infancia perdida durante la covid, en agosto ofrecerá una nueva serie que arranca mañana con propuestas para veraneantes en la playa, en el bosque, la ciudad, el pueblo o incluso para viajeros en el tiempo.

Muchas gracias por recibirnos en tu casa y compartir esta newsletter. Si tienes alguna historia educativa que crees que nos puede ayudar a seguir aprendiendo, por favor, compártela con nosotros en educacion@elpais.es

1. Rebelión en las aulas a punto del cierre por vacaciones

En Madrid fue primero la asociación de directores a través de un comunicado. La asociación de directores la que se plantó: “No queremos ser cómplices”. Los directores exigen más recursos y más personal para evitar que los centros, masificados y sin medios, se conviertan en un foco de contagio el curso que viene. La plataforma regional por la escuela pública se sumó ayer a esta reclamación y ha convocado una manifestación virtual para la última semana de agosto. Sindicatos, familias y asociaciones de vecinos consideran inaceptables las instrucciones para la vuelta al curso en septiembre y reclaman que bajen las ratios, que aumenten las plantillas, recursos materiales y reforma de las infraestructuras. También suenan los tambores de la rebelión en Sevilla donde varios centros se han plantado y más de 60 enviaron una misiva a la consejería advirtiéndole del malestar entre los directores y los padres ante la imposibilidad de elaborar y ejecutar los protocolos ante la covid por falta de formación y medios. Las escuelas advierten de la imposibilidad de cumplirlos por falta de profesores y de medios.

Y coincidiendo con las reivindicaciones de estos colectivos, que piden bajar las ratios, innovación educativa y un adecuado plan de digitalización, ha alzado también su voz Adide, la mayor asociación de inspectores. No es habitual que se pronuncien con tanta claridad y tanta contundencia cotraviniendo las instrucciones de las consejerías. Y los inspectores en su comunicado elogian la actitud de los docentes, los alumnos y las familias. Pero también afirman, entre otros aspectos, que la reducción de ratio «será uno de los factores ineludibles, habiendo de adaptarlas a los diferentes espacios, de manera que se pueda mantener la distancia de seguridad cuando así se exija».

2. Iniciativas a las que mirar

Coincidiendo con las propuestas de los inspectores la semana pasada se celebró el encuentro Respuestas educativas para una pandemia en el que cuatro expertos en educación a distancia e innovación apuntaron las carencias y medidas para impulsar un cambio en la enseñanza en el congreso Virtual Educa Connect. Lo prioritario para estos especialistas internacionales: ocuparse de los profesores, formar a los docentes en dinámicas de educación digital con entornos colaborativos, apostar por dinámicas innovadoras como los diarios de aprendizaje, podcast o rúbricas o reforzar la cooperación y comunicación entre las administraciones y las familias.

Algunas consejerías de Educación sí están tomando nota y han reforzado sus plantillas, como la Generalitat valenciana que contrata a 4.374 profesores más y compra 30.000 tabletas, Castilla-La Mancha que contratará a 3.000  profesores y mantendrá grupos burbuja de 25 alumnos como máximo, y Andalucía contratará 6.300 maestros -4.000 para refuerzo- e invertirá también en 150.000 portátiles, o Cataluña que reforzará  los centros con más alumnos vulnerables con 48 millones de euros para costear libros y extraescolares encabezan un paquete de medidas pensadas para reducir las desigualdades. Y aunque ERC trató de que PSOE y Podemos siguieran sus pasos para que la escuela concertada que sí cumple su función social también recibiera ayuda del gobierno central, llegaron tarde. La rectificación de PSOE y Podemos sobre el veto la escuela concertada no reunió apoyos suficientes en el Congreso.

Y en redes sociales esta semana veíamos un análisis curioso: gestión de la vuelta a las aulas realizada por Ceuta. En la ciudad autónoma es el ministerio quien se encarga de la gestión educativa , pero la adaptación a su realidad local de las propuestas gubernamentales mereció este hilo.

Y si la semana pasada el Gobierno central anunciaba su apuesta por la FP, esta semana contábamos su plan para ofrecer un título a 3,3 millones de personas que logren acreditar su capacitación para su oficio gracias a su especialización en el desempeño laboral.  Una alternativa a la que se destinarán 1.500 millones de euros para cuatro años. La iniciativa también contempla ampliar la oferta de Formación Profesional con 200.000 nuevas plazas en cuatro años y la crear nuevas titulaciones vinculadas al mundo digital.

3. Rapapolvo de la OCDE

Nuevo palo del informe PISA a España. Los resultados en comprensión lectora retroceden en todas las comunidades, pero el informe advierte que sus datos pueden estar sesgados a la baja. Los motivos de estos resultados precarios: la falta de interés y el cansancio en mitad de los exámenes finales.

Y más allá de los resultados de las pruebas, sigue evidenciándose que la conectividad y digitalización, más aún en el entorno rural, aún deja mucho que desear en concreto en algunos pueblos de Castilla y León donde varios alumnos relatan las dificultades que la educación rural puede volver a sufrir a partir de septiembre si no se pone remedio.

4. Nueva serie para familias veraneantes

Y este verano la sección de Educación está acompañando a las familias y educadores a recuperar la infancia en el verano post covid de la mano de pedagogos, niños y maestros. En el mes de julio los expertos nos explicaban cómo respetar los procesos de la infancia, cómo recuperar los límites tras el confinamiento, nos daban pautas para desconectarse de las pantallas, mantener la lectura y el impulso atístico o instrucciones precisas para fabricar una máquina del tiempo portátil. Y en el mes de agosto llegarán las propuestas para hacer más interesantes las vacaciones para familias allá dónde se encuentren: en el bosque, la playa, el pueblo, la ciudad o incluso propuestas para aquellos que quieran convertirse en viajeros espacio-temporales. Serán todos los miércoles de agosto.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/sociedad/2020/07/27/actualidad/1595847749_522624.html

Comparte este contenido:

El atrevido curso de la necesaria Agenda 2030

Por: Carmelo Marcén 

¿Qué razones hay para no empezar con valentía una rebelión educativa transformadora que acerque la escuela a los ODS?

¡No digan que no los conocen! Son nombrados por mucha gente, casi siempre en forma de deseos asociados a un futuro más o menos cercano. Nadie habla mal de ellos; en realidad muchos los citan a menudo, y poco más. Los buscan, eso dicen, los gobiernos, los ayuntamientos, las empresas; hasta salen como anuncio en varias cadenas de televisión. Se podría decir que va bien la cosa; incluso les han puesto una imagen chulísima: una corona circular con varios sectores de colores, que representan a la vida diversa, también a algo que tenemos o nos falta. Al menos eso pensamos bastante gente, algunos profesores y profesoras también. Por si en esa escuela no saben de quienes hablo, se los presento: los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), impulsados por la ONU y firmados/comprometidos por dos centenares de países. Son algo así como un deseo emocional, y a la vez una necesidad vital. Puestos a imaginar, serían algo parecido a un inmenso holograma social, tan magnífico que se puede divisar desde todo el mundo.

Pero claro, la riqueza emocional suele ser a menudo efímera, en particular si se encuentra con dificultades existenciales. Por eso, si deseamos que el mundo, mucha gente al menos, camine con los ODS en su tránsito hacia la equidad deberá hacerse todo lo posible por hacer realidad los deseos como: la progresiva eliminación de la pobreza, la mejora de la nutrición de las personas a través de alimentos más saludables porque quienes mandan ponen en primer lugar el consumo responsable y la reducción de la huella ecológica para no esquilmar la tierra; la promoción y universalización de la salud en un contexto liderado por los gobiernos y querido por las personas, que se hace visible, entre otros parámetros, en la considerable mejora de la calidad del aire y del agua; la drástica reducción de la pobreza energética, a partir del uso de energías limpias y sostenibles, tal que ayude a la ralentización/mejora de la crisis climática, y muchas más cosas. Todas las anteriores prácticas buscan la igualdad de derechos de las personas, que se fundamentan en la protección de sus vidas, en el dominio universal de la justicia ética y de la paz como medio de supervivencia. Esta debe ser la estampa visible, a medio plazo, de una buena parte de los ODS.

¿Qué pinta la escuela en todo esto? Primero decir sin ambages que este tiene que ser el curso de la preparación y primeros pasos de la Agenda 2030 escolar. Basta ya de escuelas enciclopédicas; va siendo hora de que se ocupen de enseñar la vida y para la vida. La escuela para la vida debe ser el principio rector que se imponga progresivamente a las tradicionales tendencias que se empeñan en la acumulación de los contenidos disciplinares. ¿Todavía hay gente que duda que la escuela es un laboratorio de vida y un teatro de aprendizaje sobre ella, en lo personal, social y ambiental? Los gobiernos y departamentos de Educación todavía no se han enterado; será por eso que no aspiran a eliminar los desperfectos sostenibles ni entienden que la escuela es una parte importante de la acción educadora en estos temas. Tampoco lo conciben en la educación no formal, de la que también son en parte responsables, y la informal, a la que también podrían contribuir.

Mírense nuestros gobiernos en el espejo de la vida. Verán que son necesarias reformas educativas contundentes. Los parches, más o menos verdes, en la educación formal y no formal no preparan al alumnado para desincentivar el caos en el que los humanos hemos metido a la entrópica vida natural. Hace falta algo más para que se comprometan de verdad en la tarea colectiva. Los departamentos educativos son poco dados a cambios profundos. Sin embargo, como principales responsables de la educación reglada y socializadora, crítica si quiere ser relevante, deberían impulsar una escuela que, como parte del colectivo, fundamente su trabajo diario en ejes didácticos que dinamicen la transversalidad de iniciativas ambientales y sociales: el ejercicio de la equidad, la promoción de una sociedad abierta, demócrata e integradora, o el respeto activo hacia el planeta. La educación obligatoria lo logrará si se desprende de los corsés curriculares, si se implica en una secuencia progresiva en torno a proyectos revisablesalrededor de estas temáticas. Este escenario aproximaría a la escuela a los ODS, pensados para las personas, en primer lugar, que transitan por un planeta incierto y maltrecho, en buena parte por la acción humana.

Hay que convencer al profesorado de que es parte principal en la generación de cambios éticos. Hay que hacerle ver la importancia de su trabajo como promotor de la igualdad y la equidad, como animador educativo para la acción positiva hacia el medioambiente. Para lograrlo, necesita escenarios de formación que lo conviertan en comprometido partícipe en la elaboración de la Agenda 2030 escolar. Así podrá seleccionar aquellos aspectos curriculares que favorezcan el tratamiento de los ODS, hasta que llegue el tan deseado y profundo cambio curricular. En el camino, los Proyectos Educativo y Curricular deben estructurarse en torno a unos aprendizajes basados en el conocimiento experimental de los 17 objetivos y las 169 metas de los ODS, en la consecución de aquellos que están más cerca de su ámbito competencial. Hoy el profesorado, como la educación y la escuela, no puede ser neutral. La multiforme crisis que tenemos delante exige la participación universal en su mejora.

En consecuencia, hay que pasar de la palabra a la acción, de los argumentos a los compromisos; además, urgentemente. Este sentido transformador en niños y niñas, adolescentes hacia el futuro, debe primar en el sistema educativo. Sirva de recordatorio que la buena voluntad, mostrada por muchas administraciones y derrochada en bastantes centros educativos, no basta hoy ante la situación de emergencia que tenemos planteada. Se necesita una estrategia educativa valiente –exigente, consensuada y participada– para que sea realidad un cambio de modelo de vida. El siempre pendiente Pacto Educativo debe fijarse más en la finalidad de la escuela y su relación con la vida que en su estructura organizativa; las circunstancias lo exigen y aquí no caben opciones políticas reservadas.

¿Qué razones hay para no empezar con valentía una rebelión educativa transformadora que acerque la escuela a los ODS?

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2019/09/27/el-atrevido-curso-de-la-necesaria-agenda-2030/

Comparte este contenido: