Poly Martinez
En el fin de semana entré a mi página de Facebook y de inmediato apareció un video promocional que explicaba, con muñequitos, por qué Víctor Maldonado Rodríguez no tiene responsabilidad alguna en el desastre del fondo Premium y la caída de Interbolsa. “Así fue la caída de #InterBolsa. Conozca la historia sobre el asesinato del monstruo financiero más importante del país y quiénes fueron los responsables”.
La parte del “monstruo financiero” es cierta. El resto es literatura animada. Según el cuento que pintan allí, la culpa de todo la tienen Alessando Corredori (quien hace poco demandó al Estado por 181 mil millones: caradura), Jorge Arabia, las instancias de vigilancia que no se dieron cuenta de la manipulación que Corredori hizo de las acciones de Fabricato, la mala liquidación de los activos de Interbolsa, el exfiscal Montealegre y Pablo Muñoz (liquidador que no cobró el seguro a Suramericana), fichas de ese universo que conspiró contra él.
En dos minutos y 45 segundos queda todo clarito, en especial la supuesta inocencia de Maldonado. Impresionante la forma ágil y muy superficial como resumen el caso, como hacen el recuento de un proceso tan enredado como perverso. Nada dice en su repos-mentiras-y-video sobre el detalle de que está libre por vencimiento de términos pero todavía atado a los cargos del proceso penal vigente por estafa agravada, captación ilegal y concierto para delinquir, por citar algunos.
En menos de tres minutos despacha el tema y la lamentable pérdida de ahorros de muchas personas. Todo por culpa de otros. Mucha gente lo felicita, los empleados de sus empresas (supongo que lo fueron porque lo tratan de “Don Víctor”) lo saludan y aplauden su claridad y explicación. Resumen: Maldonado, una víctima de Premium e Interbolsa.
Recordando el caso ‘Popeye’, me puse a buscar otras joyitas en las redes. Un paseo por Facebook lo saca a uno de esta realidad de delincuentes y pillos de todo tipo de cuello -blanco, camuflado, clerical, overol, encaje, pastor, camiseta electoral o deportiva- y abre las puertas a un mundo mejor.
Eso es lo que sucede con el “face” de Oneida Pinto, quien pide a sus seguidores orar para que el sistema de salud de La Guajira mejore: está enfermito y seguramente si rezan con fe y determinación, con la oración –que no con la administración y el uso correcto de los recursos– todo mejora. Le pide a Dios por el buen funcionamiento del sistema de salud. Y otra rezadita más de sus paisanos para que el agua llegue a todo el departamento. Si la fe mueve montañas, seguramente será capaz de empujar una que otra nube.
Oneida, pundorosa de pedirle tanto a la Divina Providencia, decidió poner de su parte y lanzó a través de las redes sociales una convocatoria para realizar un día de ayuno y oración por el bienestar de los niños guajiros y de todo el departamento. ¿Pero se habrá visto semejante descaro? El proceso en su contra es porque dispuso 16.000 millones de pesos destinados a la alimentación de niños del municipio guajiro de Albania para beneficiar su elección, como lo señaló la Fiscalía en la imputación de cargos hace pocos días. Ayunatón por la Guajira… ¡Facebook lo aguanta todo!
Estas no son “noticias mentirosas” o “mentiras noticiosas”, sino la reescritura de hechos, versiones amañadas e incompletas de actos de la vida real. Lo preocupante es que a muchos les bastará ese mensaje promocionado para darlo por cierto y suficiente. La tendencia mundial es a que la gente se informe cada día más por la redes sociales, por los titulares de las redes más exactamente, que por las páginas web de medios o sus aplicaciones (interesante: el papel, los diarios impresos, están cobrando presencia entre la población más joven o Sub29, aunque la lectura noticiosa rápida la obtienen en el 47 % de las redes sociales, no de las web).
En Estados Unidos, hoy ya están casi a la par las redes sociales y páginas web de medios como fuentes de noticias, según la investigación publicada la semana pasada por Pew Research Center y la Knight Foundation. Pero además, el 10 % de los encuestados considera que Facebook es un medio de noticias como cualquier otro. Adicionalmente, pudieron establecer que cuando una noticia llega a través de las redes sociales, una de cada cuatro es compartida, mientras que si el navegante busca la información en la página web de un medio de comunicación, no realiza ninguna acción digital pertinente.
De acuerdo con informes, hay ya 24 millones de colombianos conectados a internet y Bogotá ya casi llega a siete millones de usuarios registrados en las redes. Nadie está diciendo que lo que se publica enFacebook sea la verdad exacta. Basta mirar las fotos que todos subimos, procuramos publicar las mejorcitas; tratamos de mostrarnos como queremos o creemos ser, con historias, paseos o sucesos tralalá.
Sin embargo, si cada día más la gente se informa de las noticias a través de las redes sociales y si, adicionalmente, estos sitios se van “acomodando” o “personalizando” de acuerdo con los temas que demanda cada quien, la información verdadera sobre los procesos y responsabilidades penales se puede diluir hasta que a punta de promoverse con bombo, patraña y Photoshop social sólo quede visible la versión en monitos animados de los crímenes. La cara y no sólo las manos, lavadas.
Fuente del articulo: http://www.semana.com/opinion/articulo/informarse-por-redes-sociales-es-informarse-a-medias/518492
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