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Nepal. www.jvf-nepal.org

Presentan en Nepal hoja de ruta para reformar la educación

Asia/Nepal/12 Abril 2018/Fuente: Prensa Latina
El Ministerio de Educación de Nepal anunció hoy la decisión de reformar el sector en el plazo de un lustro para elevar la calidad de la enseñanza en este país asiático.
Integran la reforma 10 puntos cuyas bases legales contribuirán al fomento de políticas educativas útiles, señala en un comunicado el ministro de Educación, Ciencia y Tecnología nepalí, Giriraj Mani Pokhrel.

El proyecto prevé, entre otras medidas, poner énfasis en la investigación e innovación, la revisión salarial a los docentes y la conectividad a internet de las escuelas a las cuales se les proporcionará mayor ancho de banda.

Asimismo el establecimiento de escuelas en cada provincia que permitan la enseñanza de la lengua materna, del arte y entrenamiento deportivo están incluidos en el programa, dijo Pokhrel.

La reforma al sistema educacional de Nepal abarcará a estudiantes de comunidades pobres y desfavorecidas en programas como Zona Verde que fomentan el cuidado del medio ambiente, señala la fuente.

En la implementación de las reformas participarán las provincias y los gobiernos locales con el propósito de declarar al país alfabetizado en los próximos dos años.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=169281&SEO=presentan-en-nepal-hoja-de-ruta-para-reformar-la-educacion
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Un análisis necesario de las luchas actuales del magisterio en el continente americano.

Por: solrojista.blogspot.com/11-04-2018

Publicamos a continuación un interesante análisis de la situación actual que guardan las luchas del magisterio en diversas partes del continente; luchas que en días recientes han movilizado una gran cantidad de trabajadores de la educación en distintos países bajo agendas en común: la defensa de la educación pública, los derechos laborales y sindicales de los trabajadores de la educación, así como la lucha contra los gobiernos en turno de las burguesías criollas y el imperialismo.

Estados Unidos.

Durante la semana anterior, desde el día dos de abril, más de treinta mil trabajadores de la educación de escuelas públicas de los estados de Oklahoma y Kentucky han tomado las principales calles de estas ciudades, e incluso las instalaciones de los llamados Capitolios locales (congresos legislativos) en defensa del presupuesto a la educación pública (mismo que se ha desplomado hasta en un 28% en los últimos diez años) en defensa del salario y en defensa de otras prestaciones generales de los trabajadores de la educación (como los fondos de pensiones y seguridad social), las cuales tras una serie de reformas anti-magisteriales, han sido afectadas en aras del gran capital, justamente en el país más rico y súper potencia imperialista internacional: Estados Unidos de América.

Estas acciones de movilización y protesta magisterial en los EE.UU., son réplicas de lo ya antes visto en Virginia Occidental, donde poco más de treinta y tres mil trabajadores de la educación también pararon labores durante nueve días en defensa de sus derechos laborales, consiguiendo una victoria histórica en medio de las fauces de la bestia yanqui imperialista.

Son acciones que sin duda seguirán escalando y creciendo, con nuevos paros de labores entre los trabajadores de la educación como los que comienza a experimentar Arizona o que ya se anuncian en otros estados como Nueva Jersey, Wisconsin y Pennsylvania, entre otros.

Hay aspectos importantísimos que se deben destacar de estas manifestaciones y paros laborales del magisterio en los EE.UU.

Primero.- Que la educación pública en dicho país es descentralizada, y su administración y presupuesto depende de los poderes legislativo y ejecutivo de los diferentes estados; por ello la “rebelión de los maestros” se ha direccionado principalmente contra las sedes oficiales de estos poderes, principalmente contra los llamados “Capitolios”.

Segundo.- La propia rebelión magisterial se da también en contra de los aparatos burocráticos y corporativos de la aristocracia sindical, la cual mantiene cooptadas las direcciones de las organizaciones gremiales de los trabajadores de la educación, manifestando abiertamente su carácter servil y pro-burgués con declaraciones contrarias al paro magisterial. De esto se desprende un reencuentro de los trabajadores de la educación en los EE.UU. con las mejores tradiciones de lucha que históricamente habían tenido, particularmente en defensa de la educación pública como derecho del pueblo y en defensa de sus derechos laborales, ejercitando la organización independiente y clasista de los trabajadores de la educación a pesar del gobiernismo y el sindicalismo charro (o sindicalismo amarrillo, como se le conoce en otros países).

Tercero.- Justamente al enfrentar al aparato del viejo estado imperialista, los maestros están debiendo encarar el carácter punitivo y fascista de la ley yanqui en general y de algunos de sus estados en particular, que proscribe como ilegales este tipo de paros laborales, ante lo cual el magisterio ha emprendido huelgas de hecho por encima del derecho burgués bajo la consigna:¡Alto a la guerra contra la educación pública!, la cual es en esencia una guerra contra el pueblo. Lo anterior llama a reconocer el auge que comienza a adquirir la lucha de clases en las fauces mismas de la bestia yanqui imperialista, justamente en medio de la profundización de la crisis general del régimen y del gobierno yanqui encabezado por el magnate Donald Trump que está debiendo enfrentar de forma paralela las luchas de las masas de nacionalidades oprimidas e “ilegales”, así como los crecientes brotes de inconformidad de la juventud estudiantil y otros sectores de las masas profundas en dicho país. Esta crisis del régimen yanqui se inscribe y desarrolla en medio de la crisis general del imperialismo que necesariamente en los EE.UU. tendrá episodios cada vez más vertiginosos como estos.

Perú.

Luego de la Huelga Nacional de las bases del Sindicato Único de los Trabajadores de la Educación del Perú (SUTEP) realizada el año pasado de Junio a Septiembre de 2017 y que se extendió por diversos rincones de la geografía nacional peruana en una franca lucha contra el viejo estado burgués-terrateniente (encabezado en aquel entonces por Pedro Pablo Kuczynski), las bases magisteriales demostraron de igual forma una firmeza inquebrantable no solamente contra las cúpulas oficialistas del charrismo sindical del Comité Ejecutivo Nacional, sino también contra los revisionistas de Movadef y Patria Roja que en los hechos pretenden llevar al movimiento magisterial a la bancarrota con el colaboracionismo de clase y el cretinismo parlamentario.

Durante estas jornadas históricas, los trabajadores de la educación del Perú, asidos a la línea clasista que vienen desarrollando desde las estructuras regionales y de base, están constituyendo todo un esquema de organización a la luz del fortalecimiento ideológico y político del magisterio, como lo demuestran el Congreso Nacional Extraordinario de los SUTE Regionales en donde se acordó retomar las movilizaciones y la huelga nacional indefinida y mantener el proceso organizativo interno contra la aristocracia sindical, el reformismo y el revisionismo.

De esto se desprenden los acuerdos de la I, II y III Convenciones Macro-Regionales de las bases del SUTEP  y el paro nacional de 24 horas del pasado 5 de Abril donde el magisterio democrático y clasista demostró -junto a otros amplios sectores del movimiento popular- el repudio histórico y el odio de clase del proletariado y las masas populares del Perú hacia el golpe del fascista Fujimori, ocurrido el 5 de abril de 1992, tras el cual sobrevino una nueva era de dictadura de la cual el resultado han sido miles de asesinados, presos políticos y desaparecidos, etc. Así mismo, el magisterio clasista retoma el clamor y repudio popular en contra del indulto hacia el tirano como negociación concertada entre las diversas facciones de la burguesía peruana y el propio imperialismo.

Con este último paro nacional de 24 horas, las bases del SUTEP demuestran nuevamente su firmeza y disposición a continuar la lucha contra el charrismo sindical y el viejo estado, preparando el reinicio de la Huelga Nacional Indefinida, pero también ganando posiciones al interior del movimiento democrático de las bases, derrotando a la Línea Oportunista de Derecha (LOD) representada por las ratas de Movadef y a los renegados de Patria Roja (mejor conocido en el Perú como patria rota).

De estas luchas magisteriales en el Perú, debemos sacar las lecciones más importantes, las cuales pueden resumirse así.

Primero.- Que la lucha de las bases del SUTEP por la defensa de sus derechos laborales y sindicales es una lucha justa, con una clara perspectiva de clase proletaria, dirigida y orientada por las mejores tradiciones de combate arraigadas entre la base trabajadora, donde destaca la presencia fuerte de la línea correcta dentro de los análisis, el debate y las acciones concretas del magisterio.

Segundo.- Esta lucha, también se da en el marco de la agudización de las contradicciones interburguesas que han devenido en la salida de Kuczynski del gobierno de la república, colocando a Vizcarra como gerente en turno del viejo estado y personero directo del imperialismo y la burguesía compradora; lo cual habrá de derivar en nuevas y vigorosas luchas de los trabajadores peruanos de la ciudad y el campo, justo como lo pudimos observar también con las luchas de los trabajadores de la salud, los mineros y productores de papa, a las cuales comienzan a sumarse las luchas de la juventud estudiantil y popular, entre otros amplios sectores del pueblo.

Tercero.- Que esta lucha de las amplias masas populares que asumen la línea clasista al interior del movimiento sindical, estudiantil, campesino y popular, forma parte de la nueva gran ola de rebelión en el Perú, que apunta pujante hacia el fortalecimiento del Guerra Popular orientada y dirigida por el Partido Comunista del Perú que defiende, enarbola y aplica el Marxismo-Leninismo-Maoísmo-Pensamiento Gonzalo, principalmente Pensamiento Gonzalo, como la expresión concreta de la aplicación del comunismo científico a las condiciones específicas del Perú, desarrollando la lucha unitaria campo-ciudad, ciudad-campo.

México.

Derivado de los acuerdos del IV Congreso Nacional Extraordinario de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) realizado los días 15, 16 y 17 de marzo en la Ciudad de México, las aguerridas bases del magisterio democrático han respondido con firmeza en el Paro Nacional de 48 horas convocado para los días 9 y 10 de Abril, logrando paralizar labores en escuelas y centros de trabajo en estados como Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Zacatecas, Puebla, Estado de México, Ciudad de México, Tabasco, entre otros que se sumaron al paro nacional del magisterio -algunos enérgicamente y otros de forma intermitente o desigual- según las condiciones específicas de cada contingente en los diversas entidades de la república.

Este paro tiene como finalidades dos vertientes.

En lo gremial: la instalación de la mesa única de diálogo con la Secretaría de Gobernación para la revisión de la problemática magisterial como despidos, descuentos y represión administrativa en masa contra las bases democráticas, así como una serie de planteamientos de carácter sindical en la ruta irrenunciable de la democratización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) el cual está secuestrado por el charrismo sindical.

En lo político: la derogación de la Reforma Educativa en todos y cada uno de sus apartados y leyes secundarias, la abrogación de las mal llamadas “reformas estructurales” (contra-reformas, en realidad), el repudio y anulación de la Ley de Seguridad Interior, el alto a la represión, el terrorismo de estado y la guerra contra el pueblo, así como la libertad de los compañeros presos políticos, la presentación con vida de los desparecidos y el castigo a los asesinos de los compañeros que han ofrendado su vida en esta lucha, tanto del movimiento magisterial como del movimiento popular en su conjunto.

Este paro nacional de 48 horas se encuentra marcado ya por la desaparición forzada del Profesor Daniel López Castellanos, ocurrida el día 7 de abril en la Ciudad de Frontera Comalapa, Chiapas, cuando se dirigía precisamente a cumplir con una comisión sindical dentro de los preparativos del paro nacional. La desaparición del compañero motiva que la CNTE en el estado de Chiapas, que aglutina a las Secciones 7 y 40 del gremio magisterial, convoquen un nuevo y vigoroso paro de labores en la entidad para los días 30 de abril, 1° y 2 de mayo; acciones que sin duda se estarán inscribiendo dentro de la agenda nacional del movimiento obrero para hacer de este un primero de mayo rojo, clasista, proletario e internacionalista contra el régimen y el imperialismo.

De la lucha del magisterio democrático de la CNTE a nivel nacional, es importante destacar algunos aspectos.

Primero.- La CNTE desde su constitución en 1979, ha sido un importante referente de lucha clasista y de masas al interior del movimiento sindical en México, surgiendo justamente en el periodo de las grandes coordinadoras de masas y la insurgencia sindical, manteniendo desde entonces la lucha por la democratización del SNTE y la transformación de la sociedad, pagando un elevado costo por ello ante el aparato oficial y extraoficial del viejo estado, aportando una alta cuota de trabajadores de la educación asesinados, desparecidos y encarcelados a lo largo de su historia.

Segundo.- Esta trayectoria y la firmeza que ha sabido mantener la CNTE le coloca en la talla moral suficiente al interior del movimiento popular y sindical más amplio que existe en México, y esta labor, la refuerza participando en todos los procesos y referentes de lucha y unidad nacional, siendo en este momento el más importante de todos la Convención Nacional Popular y la Asamblea Nacional Popular, por el carácter clasista y de izquierda que estos han asumido ante el régimen.

Tercero.- Este nuevo Paro Nacional de la CNTE acrecienta la confianza del magisterio democrático en sus propias fuerzas, y cuando se conducen con dinamismo y congruencia entre los diferentes sectores y espacios de unidad en distintas entidades de la república y con distintos sectores del pueblo en lucha, le permite reforzar su política de alianzas con las organizaciones, los sindicatos, los estudiantes y los pueblos en resistencia, para seguir madurando el llamado a la unidad y la lucha contra las mal llamadas “reformas estructurales” y demás políticas anti-populares. En ese sentido, el llamado a desarrollar un Primero de mayo unitario, combativo y proletario es correcto.

Cuarto.- No obstante, este proceso de lucha del magisterio debe madurarse ideológicamente y también de forma programática, pues mientras un amplio sector del magisterio apunta hacia la izquierda en el contexto actual fijando posición contra el colaboracionismo de clase y el cretinismo parlamentario, otra parte de él tiende a derechizarse debido al aburguesamiento ideológico producido y enquistado entre algunos sectores del propio movimiento magisterial, los cuales quieren presentar las elecciones burguesas como “una forma de lucha” o bien, arrodillar y desgastar al movimiento con la supuesta “defensa de la voluntad popular” que no es otra cosa que hacerle el caldo gordo al viejo estado, participando de una u otra forma en su proceso electoral, legitimando así su régimen. De esto se desprende por ejemplo el llamado al “voto de castigo” contra “todos los partidos” (menos uno, al cual confunden con izquierda, aunque no lo es).

En esa tesitura, los revolucionarios y los comunistas al interior del magisterio sostenemos que no es yendo a la zaga de la socialdemocracia ni de sus corifeos como el movimiento habrá de fortalecerse, sino precisamente rompiendo con todos ellos, afilando las posiciones clasistas del proletariado al interior del movimiento magisterial.  Hablamos de generar una mejor correlación de fuerzas no solo para la CNTE o el movimiento democrático magisterial en las distintas entidades de la república, sino para el conjunto del movimiento obrero-campesino-estudiantil-popular; y para ello será preciso rectificar nuestra línea desde una perspectiva clasista, superando el gremialismo.

Este Paro Nacional nos permite debatir al respecto y afirmar que elevar las formas de lucha no se trata de hacer “acciones duras” para luego negociarlas, sino de endurecer también nuestra postura ante el viejo estado y desactivar en los hechos la aplicación de sus políticas y normas punitivas.

¿Esto qué quiere decir?

Que nuestras movilizaciones fuertes, como lo ha sido este exitoso Paro Nacional de 48 horas, deben convertirse en auténticos llamados a la rebelión popular, llamados serios que pongan en jaque al viejo estado y sus partidos; en estos momentos de movilización, principalmente el 1° de Mayo, el llamado a ¡No votar, organizarse y luchar! y al boicot activo contra la farsa electoral, son fundamentales para ligar al magisterio democrático con lo mejor de lo mejor de sus tradiciones de lucha y las luchas del pueblo trabajador.

Debemos alimentar entre la base trabajadora la confianza en sus propias fuerzas y las fuerzas del pueblo, no orillarlas a depositar sus esperanzas en alguno de los candidatos del régimen, porque esto sería renunciar a la lucha de clases. La tarea consiste en hacer ver a la base trabajadora que la “reforma educativa”, las “reformas estructurales”, la Ley de Seguridad Interior y todas las políticas anti-populares no serán echadas abajo por “ya sabemos quién”, sino por el pueblo en lucha, quede quien quede después del circo electoral de la gran burguesía.

No confundir a las bases con planteamientos mesiánicos que ocultan el cretinismo parlamentario de sus oradores, ni salidas facilonas como la “defensa de la voluntad popular”, porque no es la voluntad del pueblo elegir quien habrá de aplastarlo cada seis años desde el poder burgués.

Lo que debemos hacer es defender los derechos del pueblo y eso se consigue con organización clasista y lucha de clases.

Nuestra consigna: ¡El maestro, luchando, también está enseñando! seguirá siendo vigente, y el análisis de la lucha de los trabajadores del mundo en general, y del gremio magisterial en particular, que en estos momentos palpita en diversas partes del continente, debe servirnos para reforzar nuestros planteamientos de acuerdo a nuestro compromiso histórico para la transformación profunda y radical de la sociedad.

*Fuente: https://solrojista.blogspot.com/2018/04/un-analisis-necesario-de-las-luchas.html

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Uruguay: Sin reforma, el incremento presupuestal en educación se pierde

Uruguay/10 de abril de 2018/Fuente: https://www.elobservador.com.uy

Ineed y Unicef señalan que Uruguay se encuentra lejos de alcanzar el desarrollo sostenible.

En momentos en que comienzan a delinearse los primeros trazos de la Rendición de Cuentas y los sindicatos de la educación reclaman que el gobierno cumpla con la promesa de destinar el 6% del Producto Bruto Interno (PIB) a la educación, un informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) y Unicef afirma que los efectos de una mayor inversión pueden perderse, si no se realizan transformaciones profundas en el sistema educativo.

El informe denominado La educación en Uruguay mirada desde los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que fue realizado por el doctor en Ciencias Políticas, Juan Bogliaccini, de la Universidad de Carolina del Norte, analiza la realidad educativa del país a partir de los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por Naciones Unidas para 2030.

Dichos objetivos fueron aprobados en 2015 y responden a diversos aspectos de la vida en sociedad. En total son 17 puntos, entre los cuales el cuarto postula «garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos». En este sentido, plantea algunas metas en las que se debe trabajar.

El informe divulgado este miércoles señala que Uruguay se encuentra rezagado en lo que tiene que ver con la cobertura, equidad y calidad de la educación – sobre todo a nivel medio-, pero reconoce los avances alcanzados en la casi universalización de la educación para primera infancia y la incorporación de las tecnologías para el uso pedagógico.

Sin embargo, resalta que si no se mejoran los niveles de cobertura, calidad y equidad, se compromete el alcance de los objetivos de la ONU para 2030, por lo tanto, se pone en riesgo su desarrollo sostenible a futuro.

«Los bajos niveles de cobertura educativa (…) afectan en el mediano plazo la cultura cívica y política del país. Una desigual incorporación de competencias afecta el portafolio de habilidades en el mercado de trabajo, lo que incide no solo en la empleabilidad del trabajador, sino también en la competitividad global del país. Una alta desigualdad educativa resigna desarrollo humano», señala el estudio.

El informe expresa que para mejorar su situación relativa respecto a los objetivos de desarrollo sostenible y adecuar el sistema educativo a las necesidades del siglo XXI, Uruguay «requerirá de la elaboración de consensos de largo plazo tanto políticos como con actores relevantes sobre dos aspectos: financiamiento y transformación institucional».

En este sentido, señala que «aunque todavía no son suficientes», en los últimos años el país ha realizado esfuerzos en materia presupuestal. No obstante, advierte que «los beneficios asociados a esta inversión se verán disminuidos de no avanzarse en otras transformaciones igualmente importantes». Al respecto, menciona las instituciones de gobierno de la educación, los marcos curriculares y la definición de competencias esperadas en cada ciclo educativo. También habla de la evaluación sistémica de las competencias adquiridas y de los avances respecto a las metas planteadas.

Equidad con desigualdad

El informe establece que otro «factor de riesgo» que enfrenta Uruguay es la formación docente. En este sentido, vuelve a poner el foco en educación media, ciclo que tiene la menor cantidad de docentes titulados y con mayor rotación de profesores. Expresa que la equidad necesariamente pasa por «la generación de desigualdades» en los recursos destinados a los centros educativos y incentivos en los salarios docentes para favorecer a los contextos más vulnerables.

Fuente de la Noticia:
https://www.elobservador.com.uy/sin-reforma-el-incremento-presupuestal-educacion-se-pierde-n1210988
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México presentará ante la Unesco avances de la reforma educativa

México/10 de abril de 2018/Fuente: http://www.24-horas.mx

Otto Granados Roldán explicará los alcances de la Reforma Educativa, y los programas y acciones con los que se busca alcanzar educación de calidad.

El secretario de Educación Pública, Otto Granados Roldán, presentará ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) los logros alcanzados en los diversos componentes de la reforma educativa.

Durante la 204 Reunión Plenaria del Consejo Ejecutivo de la organización internacional, el funcionario federal dará a conocer los avances en infraestructura, alfabetización, formación continua, evaluación docente y nuevo modelo educativo.

En el marco de sus actividades en la sede de ese organismo multinacional, se reunirá también con la nueva directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, informó la SEP en un comunicado.

Además, Granados Roldán dictará una conferencia magistral en la sede de la organización denominada La Reforma Educativa: logros y desafíos.

Por la tarde, hablará en la Reunión Plenaria del Consejo Consultivo de la UNESCO, donde explicará los alcances de la Reforma Educativa, y los programas y acciones con los que se busca alcanzar educación de calidad.

Entre ellos, los de apoyo al magisterio con el Servicio Profesional Docente, con evaluaciones para ingreso, promoción y permanencia, así como de capacitación y formación continua de los maestros.

También, explicará los progresos para mejorar la organización y el mejoramiento de la infraestructura de las escuelas, y la puesta en marcha en agosto de los nuevos planes y programas de estudio establecidos en el Nuevo Modelo Educativo, el cual contiene un eje para fortalecer la equidad y la inclusión.

Fuente de la Noticia:

México presentará ante la Unesco avances de la reforma educativa

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La Política como Hegemonía Educativa y Cultural

JUAN CARLOS MIRANDA ARROYO

Las contiendas políticas cuentan, entre otros significados, con la idea de desarrollar diferentes frentes de lucha por lograr la hegemonía del poder (como supremacía o dominio) en una sociedad. De esta forma, el Estado, si bien representa a la sociedad, no deja de ser una formación social diseñada, racionalmente, para dominar (Max Weber), sobre todo porque éste (el Estado) constituye la estructura de organización y poder social más desarrollada en las democracias modernas. De hecho, el Estado actúa como un conjunto de instituciones hegemónicas, en todos los ámbitos de la vida pública, sobre la vida individual de los ciudadanos.

Como ente regulador de los actos y el comportamiento de los ciudadanos, el Estado es el garante de los derechos individuales y colectivos, sin embargo, no sólo ejerce la supremacía en el orden jurídico (autorregulación), sino también, e históricamente, lo hace en los órdenes militar, económico, educativo, cultural y material de una sociedad, entre otros aspectos.

Dentro del contexto del concepto general del Estado como la gran organización social «hegemónica», existe el concepto de «hegemonía cultural» al que se refirió en varias de sus obras, Gramsci. «La hegemonía cultural se refiere a la supremacía de una cultura sobre otra u otras. Como tal, es un concepto desarrollado por el filósofo y político marxista italiano Antonio Gramsci, quien entendía la hegemonía cultural como el domino, en términos de imposición, del sistema de valores, creencias e ideologías de una clase social sobre otras, fundamentalmente de la burguesía sobre la clase obrera. Dicha clase, además, generalmente ejerce el control de las instituciones y de las formas de producción.» (1)

Hay que matizar y contextualizar los conceptos. Cuando los políticos en México y el mundo, han puesto como prioridad sus deseos por el poder político, pero no por sí mismo, sino como instrumento para alcanzar, a toda costa, el enriquecimiento personal o de grupo en forma ilícita, (hablamos, en otras palabras, de actos de corrupción), tienden a descomponer el valor original de la actividad política (el servicio público por el bien común). Particularmente en México, desde 1988, con el arribo al poder político del llamado «salinismo», lo político se reconvirtió (desde entonces y por varias generaciones de políticos, hasta nuestros días), en el ejercicio pragmático y usurero del poder: De ser un acto de servicio, lo político se transformó en una actitud para «servirse» del erario, por encima y por debajo de la mesa. Emergió así -tal como lo ha dicho en varios espacios Ciro Gómez Leyva-, una generación de políticos mediocres.

Lo político, de ese modo, pasó a ser una actividad de lucha, a través de las burocracias partidistas, por la conquista del poder público, por medio de métodos fraudulentos y con la finalidad de acumular riqueza, y para conservar circularmente el poder. No es casualidad que uno de los políticos simbólicos del régimen hegemónico priísta, Carlos Hank González, haya pronunciado la famosa y desafortunada frase: «Un político pobre es un pobre político», que sirvió como máxima para aquellos políticos surgidos del tricolor durante finales de los años 70´s, y que se extendió, según los datos disponibles, en una ideología para los políticos de todos los colores y emblemas. «El que no transa no avanza», decían los cínicos. Nostalgia trágica de un círculo desvirtuado (no virtuoso) del poder en México; la mudanza de la vida política: un ir y venir entre la lucha por el poder político y la disputa por el poder económico. En el fondo, como escenografía, la lucha por la hegemonía del Estado.

Aquella generación de políticos, en México, que vaya más allá del deseo material y económico-financiero como herramienta del poder político, será la generación que habrá de lograr «el quiebre» del régimen vigente. La hegemonía del poder político del Estado orientado por la corrupción y la impunidad, sería desplazado (vaya utopía), por el poder político dirigido e inspirado en la austeridad, la solidaridad social, la equidad, la inclusión y la riqueza cultural y educativa de la sociedad.

El concepto más amplio de la hegemonía cultural en Gramsci, contextualizado o trasladado a nuestro entorno, es el que da significado a la recuperación de la conciencia humana; porque piensa en una «superestructura» de la sociedad centrada no en los valores materiales o en los productos tangibles (de una «estructura» que no habrán de obviarse, sin duda), sino en los valores cívicos y éticos (morales); espirituales o de la fe; culturales, educativos, científicos y tecnológicos, es decir, en los valores intangibles que constituyen «el Ser» (no «el tener») de los miembros de una sociedad, repito, en un sentido humanista, solidario, incluyente, respetuoso de los derechos y de las libertades.

¿Cuál o cuáles de los candidatos presidenciales que están en la lucha hoy por el poder político en México, tiene o tienen la capacidad de llevar a cabo esta ruptura generacional? ¿Quién estará en condiciones de liderar esta necesaria reconversión delo político como servicio público y no como artículo de mercancía? Esta transformación no será fácil ni súbita. Será gradual. Y en ella jugarán un papel determinante la familia, la escuela y los medios de comunicación. Será un proceso lento de reeducación de políticos, administradores públicos, legisladores, ministros de justicia y demás órganos de la burocracia, a efecto de que no cedan ante los deseos del dinero y del poder público como instrumento de dominación. Pero la principal transformación estará en la base de la sociedad, no necesariamente en la cúspide de la clase política. Por eso justamente es necesario revisar y profundizar los conceptos y los programas que están implícitos y explícitos en la llamada Reforma Educativa en México.

¿Quién estará a la altura de esta demanda social como para encabezar un «quiebre» de este tamaño y se atreva a transformar la vieja hegemonía del Estado, «desde arriba»? ¿Cómo generar una nueva «supremacía», una renovada hegemonía, orientada hacia la solidaridad, el bienestar social o el beneficio común?

Prefiero pensar en una utopía social de esta naturaleza, que caer en el pesimismo de creer que, en términos de la vida pública, este tipo de cambios son imposibles de alcanzar. La idea es pensar que esto es posible, en vez de bloquearnos al pensar que es imposible. ¿Acaso no hay espacio y tiempo para soñar en la recreación de nuestras organizaciones sociales, con otros valores, desde lo individual, lo colectivo y «desde abajo»; o esperaremos a que esto lo inicie la clase política, «desde arriba»? Habrá modo también de imaginar cómo se podría actuar por las dos vías.

Fuente consultada:

https://www.significados.com/hegemonia/

jcmqro3@yahoo.com

Fuente: https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/04/05/la-politica-como-hegemonia-educativa-y-cultural

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El sentido de debatir sobre el artículo 27 de la Constitución Española

Por José Gimeno Sacristán (*)
Universidad de Valencia.
Miembro del Foro de Sevilla

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Analizar realidades y expresar pensamientos sobre el artículo 27 de la Constitución no quiere decir que todo valga y haya que incorporarlo al texto de la misma, lo cual desbordaría el marco en el que podemos movernos. Se trata de corregir este marco, completarlo con otros elementos, remover algunos planteamientos y establecer las líneas generales de un discurso que facilite la consolidación de un relato que sea compartido. A partir de ahí se podrán generar consensos y disponer de una referencia para el desarrollo coherente del proyecto colectivo que es la educación y de la misma Constitución que, a su manera, es también un proyecto de educación.

La Constitución española cumple 40 años. Celebrar esta efeméride es una satisfacción, aunque sólo fuera porque nuestras vidas han transcurrido a la par que el desarrollo de aquélla. Esta coincidencia nos ha permitido vivir los acontecimientos que han tenido y siguen teniendo lugar en torno al desarrollo del texto constitucional.

Para quienes hemos podido reflexionar sobre esta experiencia tenemos la seguridad de haber formado parte viva de la historia reciente; y con sinceridad podemos afirmar que la Constitución de 1978 marcó un antes y un después en nuestras vidas. Supuso abrir cauces para facilitar avances sociales y espacios para vivir en libertad, dotarse de procedimientos democráticos para resolver problemas y dar pasos hacia la modernización en general del país y, particularmente, del aparato educativo que necesitamos.

Podemos dar fe de lo que ha ocurrido en un tiempo lleno de expectativas, de esperanza y también de decepciones ante la etapa histórica que se iniciaba con la aprobación de la Constitución de 1978. Desde entonces hasta hoy hemos mejorado en las condiciones materiales de vida (algunos muchísimo más que otros), se han extendido derechos, se ha aumentado la edad tope de la obligatoriedad de la enseñanza; comenzaron a expandirse más y mejores comunicaciones, la vida cotidiana se podía vivir con la tranquilidad que daba tener empleo duradero.

¿Conviene reformar el art. 27 en la línea de nuestras reivindicaciones, o lo que queremos enmendar está en las leyes que lo desarrollaron? ¿Le interesa a la derecha participar en un proceso en el que se tendrían que revisarse privilegios adquiridos? No creemos que estén los conservadores dispuestos a poner en discusión sus conveniencias. Es explicable que la derecha no quiera afrontar abiertamente la reforma del art. 27 y no obligarse a negociar el terreno que tiene ya ganado. Desde la izquierda se confía en que la reforma del mencionado artículo permita avanzar en una mejor financiación, en que se adopten políticas compensatorias para luchar contra las viejas y nuevas brechas de las desigualdades, la reclamación de la laicidad, la prioridad del sistema público…

Hace no mucho tiempo los denominados padres de la Constitución (Herrero y Rodríguez de Miñón y Roca Junyent) manifestaban su opinión de que era preferible interpretar y renegociar con la ambigüedad del texto constitucional en su conjunto. Sin confiar en que la derecha conservadora vaya a mostrarse más débil y conciliadora, haciendo concesiones en un escenario de reforma más a fondo o en otro menos ambicioso, ciñéndonos a las interpretaciones posibles del texto constitucional. Tiene sentido recordar aquella sentencia de Romanones: dejad que ellos [los diputados] hagan las leyes, yo haré el reglamento.

No deberíamos pasar por alto la propuesta de aprovechar todas las posibilidades que de verdad sean útiles para mejorar lo que tenemos con un discurso que tiene que ser coherente y convincente, formando un texto claro y fuerte que pueda frenar la derechización de la política de los gobiernos conservadores que han tenido responsabilidades de gobierno, que a veces han contado con la pasividad de la izquierda, que no ha tenido la fuerza necesaria hacer valer sus razones y sus propuestas.

Comentaremos algunas conclusiones relativas a la conveniencia de acometer reformas en el texto de la Constitución. Sabemos que las grandes leyes no son necesariamente los mejores remedios para nuestros problemas puntuales y cotidianos. Las leyes tienen valor para diseñar un proyecto que exprese algún ideal, como el progreso intelectual, científico, cultural o económico, que mejoran a los ciudadanos. Somos conscientes de la dificultad que ese cambio entraña, dadas las implicaciones que tiene el remover un texto fundamental como el de la Carta Magna. Por otro lado, se nos puede argumentar que con ese cambio y sólo con eso no podrían resolverse los problemas que tenemos.

Ha cambiado (ahora para peor) el ánimo “psicológico” para emprender proyectos de transformación y de cambio que serían necesarios –la gana por hacer algo-, no dilatar más la decisión si no queremos perder las oportunidades de rehacer el sistema educativo, que parece alejarse cada vez más de las necesidades de la sociedad.

En el plano de las prácticas concretas, el de los comportamientos de las personas, el de las instituciones y en todo lo relacionado con el sistema educativo, es más complicado analizar y determinar qué avances de los logrados se deben a la Constitución desde su inicio en 1978.

¿Tiene la izquierda un programa suficientemente claro y potente para realizar el cambio? ¿Cuenta con los apoyos necesarios para afrontar y hacer que se acepten sus demandas? Nos mueven algunos motivos para echar una mirada retrospectiva y recordar qué ha ocurrido en estos casi cuarenta años de vigencia del artículo 27 de la Constitución. Es importante.

Mafalda. Quino

Mafalda. Quino

 

Unas precisiones previas.

Los parlamentarios constituyentes tuvieron que utilizar deliberadamente la ambigüedad del lenguaje que permitiese la alternancia de políticas educativas diferentes. Esta particularidad del artículo 27 de la Constitución se explicó y se presentó como un rasgo positivo (el de ser objeto de interpretaciones diversas). Por otro lado, la ambigüedad abre un espacio posible que da oportunidad para participar en el diseño de una alternativa, así como en el intercambio de ideas y propuestas que se pueden desarrollar. 


¿Qué entendemos de lo que leemos o escuchamos?

Ponemos un ejemplo de la equivocidad del lenguaje que utilizamos. El texto constitucional afirma en el punto primero del art. 27 que “Todos tienen el derecho a la educación.  Se reconoce la libertad de enseñanza.” ¿A qué se refiere el concepto enseñanza? No está claro. y, por lo tanto, tampoco lo está lo que se puede entender por libertad de la enseñanza. Según la Real Academia de la Lengua. Enseñanza significa la acción de enseñar –o mostrar-, el sistema y método de dar instrucción, el conocimiento o la experiencia que tenemos por realizar algún tipo de actividad, el dar ejemplo. Por enseñanza entendemos también el conjunto de conocimientos, de contenidos, principios, ideas, etc. que se enseñan a alguien.

Cuando escuchamos o leemos la palabra enseñar o enseñanza nos viene a la mente la idea de que alguien enseña, muestra o propone algo (contenido) a alguien. También nos sugiere la actividad de los agentes que realizan las acciones de la enseñanza (Familiares, profesorado, medios de comunicación); apela al escenario o contexto en el que se realiza la actividad (los centros educativos). Nos movemos en el plano didáctico, básicamente, en el que el profesorado dispone de libertad o autonomía para elegir lo que enseña, el cómo lo hace, qué medios se utilizan los docentes. ¿A quiénes se les debe reconocer la libertad de enseñanza? La libertad para crear centros de enseñanza por parte de personas físicas o jurídicas ya queda recogida en el punto 6 del art. 27.

A partir de la aprobación e instauración de la Constitución de 1978, los sectores conservadores (la Iglesia Católica a la cabeza) cambian sus argumentos y modernizan sus discursos. Logran cerrar a su favor la indefinición del lenguaje, concretándolo, envolviendo sus propuestas en el eslogan de defensa de la libertad que dicen ahora está amenazada por al totalitarismo socialista que pondría en el Estado la capacidad de modelar el significando que irá adquiriendo el ambiguo mandato constitucional. Quienes han mantenido la subsidiaridad del Estado, quienes han controlado la aprobación de los textos que se podían utilizar en las aulas, quienes vetan el que haya una materia de Educación Cívica a cursar en la escolaridad obligatoria… ahora esos mismos sectores han cambiado los conceptos y el lenguaje y quieren ser vistos como los adalides de la libertad.

Ámbitos del aprendizaje que se obtiene en contextos diferentes.

Ámbitos del aprendizaje que se obtiene en contextos diferentes

La primera de las imágenes que despierta en cada uno de nosotros los conceptos deescolaridad o escolarización es la de que alguien (individuo o grupo), que está aprendiendo o educándose dentro del marco de una institución académica y que podrán beneficiarse de algunos servicios, participar de los bienes culturales, etc. El derecho a la educación supone el reconocimiento de la libertad del individuo para acceder a las ofertas culturales de conocimientos existentes y desarrollarse como persona, perfeccionar sus capacidades de comunicar y de comunicarse con los demás. Le damos tanto valor a todo esto, que deseamos que todos puedan beneficiarse. Hasta lo hemos concebido como un derecho obligatorio de ejercerse.

Se puede afirmar que el derecho a la educación es una sencilla expresión con una alta carga de ambigüedad que puede tener diferentes significados. El término educación encierra acepciones diversas, desempeña diferentes funciones que ocurren en distintos ambientes o contextos ecológicos peculiares (en la familia, la calle, en el mundo del trabajo, en las actividades de ocio, en la lectura…).

Cualquiera que sea el significado o contenido que pudiéramos darle al derecho a la educación, estaremos refiriéndonos al derecho a ser escolarizado. Satisfacer el derecho a la educación significa ser admitidos en las instituciones escolares y no ser expulsados de ellas, disponer de un puesto escolar en las instituciones en las que se cursa la educación básica.

Restringir el derecho a la educación a “lo escolar” significa excluir posibles ampliaciones del significado de este mismo derecho, puesto que hay posibilidad de impartir educación y de recibirla fuera de las aulas.

Tenemos evidencia de que se realizan otras prácticas educativas no escolarizadas en la sociedad y en la cultura actuales, que tienen cada vez más importancia en la formación de los individuos y que es seguro irán aumentando en el futuro. Por eso, si no tomamos en cuenta la existencia de los ámbitos educativos no escolares (puede que sean quizá más atractivos) que irán teniendo cada vez más presencia e importancia en nuestras vidas y en la desigualdad de oportunidades.

Mencionaremos algunos ejemplos de lo que está ya ocurriendo.  El movimiento llamadoEscuelas en casa (Home schools), que en España agrupa a unas 4.000 familias. No queremos decir que los modelos desescolarizados sean una alternativa al sistema su actualmente dominante, que mejoren el logro de los fines que perseguimos. Sólo destacamos que el derecho a la educación podría satisfacerse (total o parcialmente) proveyendo nuevos espacios y llevando a cabo una distribución distinta del tiempo.

¿Qué significa “educar durante toda la vida”, el “aprender a aprender” la “ciudad educadora”, el autoaprendizaje y la “sociedad de la información”, por ejemplo? Estas expresiones nos inquietan porque quizá están indicándonos que un público cada vez más numeroso va a necesitar y demandará una oferta educativa diferente, que puede ser complementaria, que por ahora no se pide abandonar las instituciones educativas, pero quizá reclamen otro tipo de formación y con otros métodos. Las actividades extracurriculares plantean ya problemas es la dirección que apuntamos. Se está fraguando un discurso y una práctica nuevos.

Hoy es necesario pensar y proponer un marco más amplio para entender lo que ocurre con el derecho a la educación en las circunstancias actuales.


El consenso como ideología.

El consenso tiene buena prensa entre nosotros porque significa, en primer lugar, una forma de tranquilizar a la opinión pública, a las familias (también a los editores de los de libros de texto), Los cambios y las reformas cuando se producen y se suceden uno detrás de otro, con una frecuencia que no da tiempo a llamar a las cosas de otra forma siguiendo modas sin justificación alguna, producen malestar. La ausencia de conflictos es un estado de paz, lo cual es deseable por sí mismo.

El consenso también es una forma de legitimación cuando es necesario adoptar medidas ante temas controvertidos o en situaciones complejas, cuya solución o respuesta implican responsabilidades compartidas.

Son varios los términos que definen lo que significa el consenso: asentimiento, asenso, beneplácito, aquiescencia, acuerdo, conformidad, anuencia, aprobación, consentimiento, convenio, pacto… lo contrario a disconformidad o discrepancia. En la realidad se tiene que producir un equilibrio entre los consensos y los disensos para que una sociedad sea viable al tiempo que se renueva:  un equilibrio entre lo que nos une en el consenso y las discrepancias toleradas.

El consenso nunca puede ser total, pues si fuera así estaríamos bajo el paraguas de algún tipo de dictadura. En algunas ocasiones es la alianza de unos contra otros. El consenso solo lo es de una parte de los individuos o de las sociedades a favor de una acción, en otros lo es unos contra otros. No se puede aceptar sin más explicaciones el consenso sin analizar y cuestionar su contenido y quiénes participan de él.

Se ha hablado últimamente mucho de la necesidad buscar el consenso sobre las líneas y contenidos básicos de las políticas educativas, a fin de dar estabilidad al sistema para que no se vea sometido a los vaivenes que puedan imponer los sucesivos cambios de gobierno, como si las opciones o programas que cada partido fuesen necesariamente distintos y tuvieran que dejar su peculiar huella. 


Aprendiendo a “consensuar”. Los Pactos de la Moncloa:
Un ejemplo que después no se imitó.

Un año antes (1977) de que fuese aprobada la Constitución, el gobierno de la UCD convocó a todos los partidos políticos para abordar la grave situación de emergencia en la que se encontraba el país, sobre todo la situación económica. El Vicepresidente del Gobierno (Abril Martorell) hizo un diagnóstico rotundo. En la reunión sentenció: O la Democracia salva a la Economía o ésta arrastrará a la Democracia. El resultado fue el logro de dos acuerdos, reconocidos como Pactos de la Moncloa: uno de carácter económico que fue rubricado por todos y otro de carácter social en el que quedaban reflejadas las carencias de la educación. La derecha de Manuel Fraga no firmó el programa social que incluía a la educación, pero no hizo de la discrepancia un casus beli en la lucha política.

Los firmantes de los Pactos de la Moncloa. 1977.

Los firmantes de los Pactos de la Moncloa. 1977.

 

El método que le dio sentido a las propuestas era fácil de encontrar, pero resultaba desconocido: el diálogo entre las fuerzas políticas. Del texto dedicado a política educativa (El apartado IV) extraemos las propuestas que nos parecen tienen cierto interés.

1. Crear el Estatuto de los centros educativos y del profesorado.
2. Mejorar la calidad de la enseñanza como meta.
3. Homogeneización técnica de los centros estatales y no estatales.
4. Gratuidad progresiva.
5. Se acometería la expansión efectiva de la gratuidad de la enseñanza mediante la construcción de centros.
6. En los centros estatales. Se aseguraba la gratuidad total de servicios de comedores y transporte, en los niveles de enseñanza obligatoria, equipamiento y atención a los gastos de funcionamiento y de profesorado.
7. Retribución del profesorado.
8. Posible abaratamiento de los libros de texto.
9. Respecto a los centros no estatale Revisión profunda del sistema de financiación, Estatuto de Centros con la participación de los padres de alumnos y del profesorado en el control del funcionamiento y condiciones de estos centros.
10. Otras medidas: Se incorporarán las distintas lenguas y contenidos culturales en sus respectivos ámbitos territoriales. Pertinente colaboración entre el Gobierno y las instituciones autonómicas. Reciclaje del profesorado.

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Pactos de la Moncloa 1977.
IV. POLÍTICA EDUCATIVA

1. La política educativa se orientará conforme a los siguientes principios y criterios:

1. Estatuto de los centros educativos y del profesorado. Deberán constituir objetivos prioritarios de esta política la mejora de la calidad en la enseñanza y la homogeneización técnica de la misma entre los centros estatales y no estatales.

2. Gratuidad progresiva de la enseñanza. Para ello, se adoptarán las siguientes medidas:

a) En el ámbito de los centros estatales.
Se acometerá la expansión efectiva de la gratuidad de la enseñanza mediante la construcción, equipamiento y atención a los gastos de funcionamiento y de profesorado de los puestos escolares que se incluyan en el Plan Extraordinario de Escolarización de 40.000 millones de pesetas. A tales efectos se crearán 400.000 plazas de Educación General Básica, 200.000 nuevas plazas de Educación preescolar y 100.000 nuevas plazas de Bachillerato Unificado Polivalente durante 1978. El Ministerio de Educación y Ciencia informará trimestralmente a la Comisión Parlamentaria de Educación sobre los niveles de cumplimiento alcanzados en este Plan.
Se estudiarán, de cara al Presupuesto de 1979, las medidas que tiendan a la adecuada retribución del profesorado, cuando se impongan como necesarios para los alumnos de concentraciones escolares; y se examinará el posible abaratamiento de los libros de texto en niveles educativos obligatorios.
Se implantará la participación de los padres de alumnos y del profesorado en el control del funcionamiento y condiciones de estos centros.

b) Respecto a los centros no estatales se procederá a una revisión profunda del sistema de financiación con la definición, si se considera conveniente, de un estatuto de los centros subvencionados en que se prevea la participación de padres de alumnos y profesorado por la que se atienda a la función, necesidades y condiciones de tales centros, y en el que se asegure el control de la aplicación de fondos públicos a los mismos.

3. La política educativa se completará, además, con las siguientes actuaciones:

a) Se incorporarán las distintas lenguas y contenidos culturales en sus respectivos ámbitos territoriales, para todos los niveles educativos obligatorios. En coherencia con estas medidas, se facilitará al profesorado, en su caso, el oportuno reciclaje.

b) En la medida en que se vayan instaurando los diferentes regímenes y estatutos autonómicos, se establecerá la pertinente colaboración entre el Gobierno y las instituciones autonómicas para la realización de estos planes.

c) La política de inversiones habrá de complementarse con una eficaz acción en materia de obtención de suelo, para lo que se precisa una especialísima colaboración de los organismos de Obras Públicas y Urbanismo, así como de las Corporaciones Locales, y las medidas legislativas necesarias que permitan la urgente disponibilidad del suelo.

d) Asimismo se considera necesario adoptar las medidas para reducir los actuales plazos en las construcciones y agilizar al máximo la actuación administrativa.

Aunque la realidad de ahora no es la misma que la que había entonces, la lectura de este documento nos sugiere que seguimos teniendo parecidos problemas por resolver. Los pactos resultaron ser no sólo un episodio de tolerancia o consenso forzados por las circunstancias, sino que para la educación resultaron ser un programa más avanzado de lo que lo sería después el artículo 27 de la Constitución. Estos acuerdos demostraron que se pueden desarrollar políticas de consenso en educación, aceptando el principio de que los centros “estatales” deben ser objeto de atención prioritaria, por el principio de justicia distributiva. Si no hay igualdad es imposible que el derecho a la educación sea una realidad para todos.

Hacemos notar cómo se utilizan los términos estatal y no-estatal, que la derecha ha logrado después erradicar del relato actual sobre la educación, cambiándolos por los de enseñanzapública y privada, aspirando a que los centros concertados se asimilen a los públicos, pues –ellos dicen- que también desempeñan un servicio para un fin público.


El diálogo como necesidad.

Las Cortes constituyentes fueron elegidas en 1977 y componían un cuadro complejo para gobernar en minoría. En el gráfico se indica el reparto de escaños a partir del cual se establecieron las mayorías y las minorías. Se formaron dos grandes bloques que, bien en el gobierno, bien en la oposición, han protagonizado las reformas educativas en la etapa que va desde 1978 hasta hoy. Por un lado, la UCD (166 diputados), con Alianza Popular (16) a su derecha (ambos partidos se fusionaron más tarde formando el PP). Por otro lado, el PSOE (103, más 15 del PSC), con el PC a su izquierda (20) y una Minoría Vasca y Catalana (21) que se movía entre ambos bloques. Simplificando, los primeros (UCD y AP), representaban las posiciones más conservadoras y a los segundos (PSOE, PSC y PC) las posiciones más progresistas en España. Esta configuración del mapa político bipolarizado perduró hasta que el “bipartidismo” se rompió en la última legislatura (2016). Nos queda por ver ahora cómo se podrán articular políticas generales en un Parlamento más fragmentado, que las fuerzas políticas sepan compartir diagnósticos y ponerse de acuerdo en acertar en las medidas a tomar.

Distribución de los escaños de diputados en el Congreso en la legislatura constituyenteDistribución de los escaños de diputados en el

Congreso en la legislatura constituyente.
La fragmentación de las Cortes constituyentes (1977-1979), hacían más difícil el lograr acuerdos sobre lo que concita intereses y visiones del mundo que son tan distintas.

Quedó al margen de esta dinámica de la alternancia entre ambos bloques una parte de la ultraderecha que no se integró en el partido de Alianza Popular. Una opción ultraderechista tan arcaica que llegó a descalificar a la Constitución calificándola de atea y anti española.

J. Santaló. Vassallo de Mumbert editor. Madrid 1978.

J. Santaló. Vassallo de Mumbert editor.
Madrid 1978.

 

Por el otro lado, sectores de izquierda más “exigentes” políticamente no apoyaron explícitamente la propuesta sometida a referéndum por considerar que era tibia y de origen espurio.

El consenso no sólo es el fruto que se alcanza, sino que es también un proceso de convencimiento recíproco que utiliza el diálogo y llega a compartir una misma concepción del sujeto de la educación, de los fines imprescindibles, del desarrollo humano, del bienestar, de la cultura relevante… Lo cual nos lleva a pensar que es factible y necesario compartir los diagnósticos acerca de lo que es la realidad y sobre lo que deseamos que llegue a ser. Se podrá avanzar en este proceso si, en primer lugar, se parte de un consenso sobre cuáles son los disensos que nos separan.

El diálogo es una opción metodológica que se ampara en la racionalidad comunicativa habermasiana, que ha de desarrollarse si no ponemos trampas a la comunicación, sincera, con una actitud de confianza y apertura a los demás, con intercambio sincero de información. Un pacto facilitado por el consenso tiene que dialogar sobre aquello en lo que acordemos son los desacuerdos. El pacto en el pasado, salvo excepciones, se apoyó en las renuncias por parte de la izquierda. Cuando por necesidad o por conveniencia se deja abierto un texto, esa indefinición la van a cerrar los poderes establecidos (civiles, religioso, jurídicos) en beneficio propio.

Cartel oponiéndose a la Constitución

Cartel oponiéndose a la Constitución

 

Creemos que en buena parte las posturas que tomaron los sectores conservadores en las discusiones del texto constitucional (Art. 27) de la democracia se explica por la merma de privilegios materiales y la pérdida del monopolio de la influencia en la formación del discurso o doctrina de la derecha en la educación, muy especialmente de la Iglesia Católica, a la que el franquismo “premió” por el apoyo que recibió de ella en la Guerra Civil (1936). Hoy nadie se reclama heredero de este legado, pero algo debe tener que ver el que en España la enseñanza privada sea cuatro veces más voluminosa que en los demás países de la Unión Europea.

El artículo 27, el único que hace referencia a la educación, fue el más debatido de todo el texto constitucional. La discusión sobre la educación ocupó mucho más tiempo que cualquier otro tópico, La viveza de los debates puso en duda si no se rompería el consenso logrado en el resto del articulado. El Artículo 27 es el más extenso de toda la Constitución (diez apartados), el que más enmiendas recibió durante su tramitación (Unas 3000), Se produjo el abandono de la Comisión por un mes del ponente del PSOE (Gregorio Peces Barba) como protesta por la dinámica de blindaje impuesta por la UCD acompañada de sus aliados naturales (Alianza Popular y las Minorías Vasca y Catalana).

En contra de lo que a veces se dice acerca de la importancia del consenso en la transición, hay que recordar que ese acuerdo no se produjo en educación o, si lo hubo, se diluyó rápidamente. Los puntos de discrepancia se reproducen después de los 40 años de vigencia de la Constitución, El disenso existe. La brecha se produce por la permanencia de viejos enfrentamientos que algunos proceden desde el siglo XIX.


¿Quiénes son los destinatarios del derecho a la educación?

Términos como joven, menor, niño, niñez, infancia, infantil, adolescente, estudiante, alumno,adulto… (Pueden elegirse otros) no existen en el texto del art. 27. No hay referencia a los sujetos, a quienes son los destinatarios del derecho a la educación.

El texto del art. 27 no dice nada al respecto. Se puede suponer que se refiere a los menores que tienen la edad de estar escolarizados y a los que les asistiría el derecho a la educación; ellos los ejercen y son quienes, supuestamente, se benefician de sus efectos. Ese derecho queda delimitado y se concreta para los menores y jóvenes en el tiempo que dura la educación obligatoria. Por eso, cualquier desigualdad que se produzca en las aulas, en la admisión de alumnos o en el funcionamiento de los centros educativos, es una desigualdad o un déficit en el logro del derecho a la educación, Hemos de enfocarlo como un concepto virtual que despliega sus posibilidades según en qué condiciones se desarrolle. Si el 27 no hace referencias a quienes son los educados, no podemos acomodar el discurso o sacar alguna consecuencia práctica.

Entre los que son sujetos olvidados o “desaparecidos” encontraremos con más probabilidad a quienes son mujeres o a quienes forman parte de categorías de sujetos singularizados que tienen el riesgo de ser excluidos, si no lo están ya. Nos referimos a quienes están al borde de la pobreza, a los que ya no pueden salir de ella, a quienes invierten varias horas al día en ir y volver de su humilde vivienda de barro a la escuela, que quizá no tenga cristales en las ventanas, ni biblioteca, aunque sí tendrán un viejo ordenador, a quienes abandonaron temprano la escolaridad…. Hay que recordar que es la misma institución educativa la que genera exclusión, creamos categorías de sujetos etiquetados por procedimientos que aparentan ser neutros por ser técnicos, como ahora ocurre con la evaluación.

Es frecuente utilizar el nivel educativo (Primaria, secundaria, …  o la formación profesional, tan importante y necesaria y, sin embargo, tan olvidada en el art. 27) como referencia para modular el discurso y poder trazar categorías de sujetos que el propio sistema construye, …

Si no hay destinatarios identificados en el texto, no habrá oficialmente necesidades que satisfacer, ni compensaciones que añadir. Si al plantear el derecho a la educación no identificamos las prioridades para diferentes tipos de sujetos quedamos imposibilitados para actuar razonablemente y con justicia.


Universalidad, libertad y elección.

Si la educación se universaliza es porque sus virtualidades alcanzan a todos y a todas; es un bien (hoy se le llama inversión) que lo disfrutará cualquier ciudadano.

La universalización de la educación es un hecho trascendental en la historia de la Humanidad y un salto en el logro de la igualdad de oportunidades. Salvo excepciones, es una transformación que se comparte y crea lazos de interdependencia o de tejido social. Se acepta como un rasgo común más de la realidad. Esto ocurre con la obligatoriedad y con la gratuidad de la misma. No obstante, como ocurre con cualquier cambio social de carácter global, siempre quedan algunos rezagados. Son sectores de la sociedad que se resisten a aceptar lo que en la sociedad ya ha cambiado. Los temores a la pérdida de calidad en el sistema educativo son frecuentes, incluso en algún sector del profesorado (aunque lleve consigo el incremento de puestos de trabajo) En España hemos podido ver ese fenómeno cuando la Ley General de Educación (1970) aumentó la. obligatoriedad de los 12 años hasta los 14. Lo mismo pasó cuando en 1990 con la LOGSE se amplió desde los 14 hasta los 16.

Un sector de las familias aspira a que sus hijos sean admitidos en aquel centro que se acomode más a lo que ellos desean para sus hijos y también según lo que se conoce de los centros por vías informales, tradiciones, publicidad… Con sus demandas no se pretende mejorar la educación de todos, sino mejorar sus posiciones individuales, aun sabiendo que otros pierden en el juego. Los centros serían ingobernables si todos pudiesen y quisieran elegirlos. Los padres podrán manifestar su voluntad de querer llevar a los pequeños a un determinado centro, pero será el centro el que podrá elegir a alumnos. El lema “Libertad de elección de centro” debería sustituirse, con más rigor, por el de “Libertad para poder solicitarentrar en un centro”.

La educación o la escolaridad no se pueden entender ni guiarse por la metáfora del mercado, por su misma naturaleza, porque la educación es una promesa de igualdad ante las graves diferencias entre individuos, países, etc. No se adecúa a las necesidades de la educación El mercado no puede funcionar en educación porque los centros ofrecen pocas oportunidades de diferenciarse unos de otros en “la mercancía” con la que agradar a los clientes (que son los padres). A los centros no se identifica como productos singulares que se exhiben en el mercado ante los posibles compradores, que van evaluando dónde es posible y conveniente elegir. Con una cierta experiencia, el vendedor sacará las conclusiones de qué es lo que más aprecia el consumidor. El resto de productos que no sean demandados, no se ofertarán y desaparecerán del mercado.

Escuchamos argumentos a favor de que las pruebas PISA puedan ser el criterio para diferenciar los centros a partir de las puntuaciones obtenidas por los alumnos a los 15 años en cada uno de los centros. Se argumenta que la presión de la demanda de las familias, que quieren para sus hijos el poder entrar en los mejores centros es lo que estimula la competencia entre los centros.

Un último motivo de reparo a esta forma de entender la libertad de la enseñanza se concreta en la pregunta ¿qué consecuencias tiene el que algunos tengan la libertad de la enseñanza y otros no puedan ejercerla. 


De pedigüeños a prepotentes.

 Los poderes públicos ayudarán a los centros docentes que reúnan los requisitos que la ley establezca”. (Punto nueve del artículo 27).

Al no especificar de qué ayuda se trata ni a qué centros se refiere, podemos suponer que caben alternativas como programas de compensación, desarrollo de proyectos, perfeccionamiento del profesorado… Estas una propuesta novedosa y un poco revolucionaria: el hacer referencia a todo tipo de centros. No es comprensible que lo que en principio era una ayuda, se haya convertido en una obligación que aumenta la brecha de la desigualdad a favor de los centros privados concertados.

¡Quién iba a decirnos que aquellos centros que serían ayudados por los poderes públicos, ahora se les considere como los centros de referencia de la calidad de la enseñanza!

Los redactores del primer punto del art. 27 querían desde el primer momento dejar claro que lo que pretendían era asegurar la pervivencia de los centros privados, poniendo su presencia en la primera línea del texto en la que se reconoce la libertad de enseñanza.

La financiación de los centros privados concertados ha sido motivo de conflictos permanentemente, constituyéndose en el centro de atención que continúa después de aprobarse la Constitución. Es uno de los aspectos duros para pactar con la derecha la política educativa. No hay instrumento más directo y eficaz para prestigiar a los centros concertados que aumentar los recursos que se le dedican y que al mismo tiempo el gasto para que el sistema educativo público sufre los recortes debidos a las formas de gobernar que ha impuesto esa política que viene practicando el Partido Popular allí donde gobierna. El porcentaje del PIB dedicado a educación sigue bajando (a pesar de que el Gobierno dice que estamos saliendo de la crisis). En el periodo de austeridad forzada los recursos han descendido para la educación pública y, sin embargo, han aumentado los dedicados a la privada. Es una indignidad.


Los contenidos del derecho a la educación.

¿De qué se nutre el art 27? ¿Qué se obtiene con su disfrute, a qué nos abre paso, en qué se progresa cuando se tiene un derecho a la educación y se ejerce? ¿De dónde extraemos el contenido del art. 27 del derecho a la educación? …Este artículo 27 de nuestra Constitución recoge parcialmente los tres puntos que la Declaración Universal de los Derechos Humanos dedica a la educación (A continuación, ofrecemos los cuadros en los que quedan reflejados los contenidos de los arts. 26 de la Declaración de Naciones Unidas y el 27 de la Constitución española).


Declaración Universal de los Derechos Humanos
. Art. 26. 

  1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
 

El punto dos del texto del art. 27 es el único lugar donde se alude al contenido y a los métodos la enseñanza o de la educación.  Es la única referencia a tener en cuenta en el diseño del currículo que se deduce del texto constitucional: “2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales”. Es un enunciado un tanto retórico que nos sirve de poco si no lo concretamos en procedimientos adecuados y suficientes para llevarlos a cabo.

¿Creemos que es adecuado y pertinente hacer mención a los contenidos que son necesarios para el pleno desarrollo de quienes disfrutan del derecho a la educación? No parece oportuno que se especifique en un documento como éste una concreción de los componentes que formarán a los sujetos como ciudadanos, como seres inteligentes o, simplemente, como ciudadanos cultivados. Entiéndase: no debemos regular los contenidos concretos de la Física, pero si cabe proponer la importancia de la formación científica y técnica.

Esta es una fórmula que pude servir para acotar la regulación el currículum en un sistema descentralizado Este puede ser el lugar y el momento de rescatar las humanidades del ámbito de lo “no-útil”. Se puede formar un proyecto de cultura común compartida y diversa. Quizá debamos hablar más de lo que nos une y menos de lo que nos separa. La España de las diecisiete Comunidades no debe consolidar otros tantos proyectos de cultura. No se trata de re-centralizar las competencias –en este caso de la educación, como ahora se dice- sino de ahorrar medios, potenciar recursos y no inventar las matemáticas en cada territorio.

CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA 1989.
ARTÍCULO 27.
DERECHO A LA EDUCACIÓN.

CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA 1989.
ARTÍCULO 43.
DERECHO PROTECCIÓN DE LA SALUD.

1. Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.

2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.

3. Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

4. La enseñanza básica es obligatoria y gratuita.

5. Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante una programación general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de centros docentes.

6. Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes, dentro del respeto a los principios constitucionales.

7. Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control y gestión de todos los centros sostenidos por la Administración con fondos públicos, en los términos que la ley establezca.

8. Los poderes públicos inspeccionarán y homologarán el sistema educativo para garantizar el cumplimiento de las leyes.

9. Los poderes públicos ayudarán a los centros docentes que reúnan los requisitos que la ley establezca.

10. Se reconoce la autonomía de las Universidades, en los términos que la ley establezca.

1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud.
2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto.

3. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo, facilitarán la adecuada utilización del ocio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


¿Qué se puede hacer con la Religión?

Haremos algunas reflexiones sobre uno de los problemas que, junto al de la financiación de la enseñanza concertada, son el origen de conflictos frecuentes no resueltos, sobre los cuales no hay consenso. Absorben la atención condicionando el debate político, antes y después de la entrada en vigor de la Constitución 1978, Para abordar el tema de dónde ubicar la Religión partimos de la argumentación que hizo John Locke en su Ensayo sobre la tolerancia” (1667) acerca de cómo vivir en comunidades donde existen y se practican distintos credos. La propuesta que este precursor de la modernidad nos hace es la de, por el lado de los creyentes hay que asentar el principio de la tolerancia y, por el otro obligar a la neutralidad del Estado.

“La tolerancia hacia aquellos que difieren de otros en materias de religión es tan conforme al Evangelio de Jesucristo y a la razón genuina de la humanidad, que parece monstruoso que los hombres sean tan ciegos como para no percibir claramente la necesidad y ventaja de ello”.

“La existencia de diversas religiones en el seno de una misma comunidad política hace necesario el principio de neutralidad del Estado y conduce a la separación entre lo político y lo religioso”.

“El Estado debe ocuparse de la paz, de la seguridad y del interés público, pero no de la salvación de las almas, es decir, de la religión de cada cual. La libertad de juicio de cada ciudadano, que se halla en el fundamento de todas las demás libertades, no es concebible sin tolerancia en materia religiosa”.

“El cuidado de las almas no pertenece al Príncipe; no es inherente a su función, que consiste en prescribir la ley y exigir su cumplimiento mediante sanciones…Por consiguiente, el cuidado del alma de todo hombre sólo le pertenece a él”.

Artículo 6.3 de la Constitución.

“Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.

Parece como si el legislador tuviera conciencia de culpabilidad por desplazar a la Iglesia de la esfera política en la primera parte del articulo y en la segunda parte se lo restituyera con creces. ¿Cuáles son las creencias de la sociedad hoy) para justificar una excepción a la no confesionalidad estricto sensu? Las de los no creyentes son también creencias de la sociedad española. Es evidente que los ciudadanos no católicos no tienen las mismas oportunidades que si tienen quienes lo son.

Es cierto que los sectores progresistas de los católicos han sido partidarios de la separación de Iglesia y el Estado. Hay que destacar como muy positiva la labor del Cardenal Tarancón en la transición, defendiendo la separación de poderes (al César, lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Pero han sido los sectores conservadores quienes han llenado de contenidos las relaciones entre el Vaticano y Estado Español. La Iglesia Católica española no asumió de buena gana las conclusiones del Concilio Vaticano II (1963-1965) entre las cuales está el pronunciamiento a favor de la separación entre la Iglesia y la política. Lo que hoy es un conflicto, en el pasado fue un espacio de colaboración muy estrecha con la Dictadura.

No es la Constitución el terreno principal en el que se juega la batalla por el poder controlar el discurso ideológico de las creencias religiosas, sino que hay otros motivos de conflicto por los que la Iglesia tiene que preocuparse: El pago directo que hace el Estado a la Iglesia por encima de lo que recauda en la declaración de la renta, las exenciones fiscales (no pagan el IBI), el mercado saneado de las editoriales de libros de texto, la restauración de los monumentos y otros inmuebles, que después producen ingresos importantes, colegios dese la Educación Infantil hasta la Enseñanza Universitaria… Cuando se quieran hacer cambios en el estatuto de la Religión en la educación pública, debemos entender que esa iniciativa repercute en remover otros palos que permanecen ocultos por parte de la Iglesia.

Las relaciones Iglesia-Estado en la actualidad se rigen por los Acuerdos entre el Estado Español y La Santa Sede sobre la enseñanza y asuntos culturales, de 1979 que ponían al día el Concordato de i953 (un monumento al más rancio nacionalcatolicismo con posiciones lo más alejadas que pudiera imaginarse. Los firmó el gobierno de Adolfo de Suarez, al parecer con premura, ante unos pocos meses de aprobarse la Constitución en 1978, Una premura que ha generado la duda de su constitucionalidad, pues, necesariamente, los pactos tuvieron que ser negociados previamente a la aprobación de la Constitución. Parece como si hubiera habido prisa por evitar un debate en el nuevo contexto democrático. Puede ser que se quisiera decir aquello de “todo debería quedar atado y bien atado”

Estamos hoy afectados por discusiones que deberían estar superadas, transcurridos cuarenta años. Periodo en el que la Iglesia, claro está, se ha sentido cómoda; una situación que le interesa prolongar. Como cualquier cambio que hoy se emprendiera debería ser motivo para avanzar en la no confesionalidad y se limitaría su facultad de intervenir en la educación, es lógico que no tenga interés en este tema.

En los Acuerdos se vuelve a recoger el derecho de los padres sobre la educación moral y religiosa de sus hijos en el ámbito escolar. Pero ahora no se deja dudas en la interpretación de los textos. La Iglesia reclama que la Religión debe formar parte del currículo ordinario con un estatus como el que puedan tener las Matemáticas o el Inglés. El Partido Popular le hizo un regalo a la Iglesia concediéndole a la Religión que fuese una asignatura en la que los estudiantes son evaluados y cuyos resultados pasarán al formar parte del expediente personal con los consiguientes efectos sobre la desigualdad de oportunidades, por la sencilla razón de que quienes cursen la Religión mejoran la puntuación media de su expediente, (Es una comprobación empírica que los profesores de Religión califican más alto a quienes se inscriben en esa materia). Veamos los siguientes textos pertenecientes a los Acuerdos de 1979:

Art. 2. Los planes educativos en los niveles de Educación Preescolar, de Educación General Básica (EGB) y de Bachillerato Unificado Polivalente (BUP) y Grados de Formación Profesional correspondientes a los alumnos de las mismas edades incluirán la enseñanza de la religión católica en todos los Centros de educación, en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales. Por respeto a la libertad de conciencia, dicha enseñanza no tendrá carácter obligatorio para los alumnos. Se garantiza, sin embargo, el derecho a recibirla”.

“Las autoridades académicas adoptarán las medidas oportunas para que el hecho de recibir o no recibir la enseñanza religiosa no suponga discriminación alguna en la actividad escolar. Se garantiza, sin embargo, el derecho a recibirla.

“En los niveles de enseñanza mencionados, las autoridades académicas correspondientes permitirán que la jerarquía eclesiástica establezca, ¡en las condiciones concretas que con ella se convenga, otras actividades complementarias de formación y asistencia religiosa.”

En lo referente a  los asuntos económicos…
“Art. 2. El Estado se compromete a colaborar con la Iglesia Católica en la consecución de su adecuado sostenimiento económico, con respeto absoluto del principio de libertad religiosa.”

 

Los tratados o acuerdos con la Iglesia dan la impresión de que han servido casi siempre para que ésta obtenga ventajas o, simplemente, afiance lo que ya tiene. Sin que pase nada cuando imparte

Desde el siglo XVII contamos con las ideas de John Locke que constituyen uno de los pilares que sustentaron las bases del liberalismo político moderno como la respuesta a la división de religiones que se produjo con la Reforma entre católicos y protestantes. Cuatro siglos más tarde es la Religión la que motiva todavía los enfrentamientos entre las opciones de política educativa.

La Iglesia no mostró reparos en la larga en noche del franquismo en la que estuvo cómodamente instalada, cuando marcaba la vida social, la familiar y la educación, estableciendo un estrecho maridaje de conveniencia con el franquismo. En este caso el “Príncipe” (el Estado franquista) no podía, ni de lejos, comportarse como mediador separando las esferas pública (la política), y privada (las creencias religiosas de cada uno).

Mientras no se cambien los acuerdos de 1979, poco se puede hacer por darle a la Religión el estatuto que le corresponde por su naturaleza en una sociedad laica. En una sociedad que no contradigan los acuerdos, lo cual es difícil de lograr. No se puede hacer mucho cuando el Gobierno apoya medidas que alejan la separación de poderes.

Todavía nos queda trabajar en los resquicios, muy numerosos, que dejan las políticas educativas dominantes.

Podemos ir pidiendo que al artículo 27 de la Constitución se le dé otro contenido, trabajar por su valoración social.

Una amalgama de temas nos queda por rescatar y extraer las derivaciones que procedan. Otros muchos podían ser tratados. Reflejamos algunos retos que deberían preocupar:

    • La dotación de presupuestaria en dirección al alza hasta llegar al nivel de los mejores sistemas educativos.
    • Analizar la inconveniencia de las evaluaciones externas de los centros, profesores, alumnado. Existen otros enfoques que entienden la evaluación de otra manera a como se está haciendo ahora.
    • El peligro de querer mejorar la educación (su calidad) con el simple uso de las pruebas externas para el control, en definitiva.
    • Evaluar y desarrollar una política del profesorado que comprenda la educación inicial, la inserción laboral y el perfeccionamiento a lo largo de la vida profesional.
    • “Publicitación” y apoyos a la educación pública. Establecer algún procedimiento de colaboración y de comunicación entre centros y profesores, públicos y privados.
    • Aclaración de las condiciones de la concertación de centros privados.
    • Apoyo a las iniciativas que elaboren alternativas realistas para incorporar las tecnologías de la comunicación e información a las prácticas cotidianas.
    • Guiarse por los principios de la solidaridad y no por la competencia.
    • Apoyar acción realista pero inteligente de enseñanza de los idiomas extranjeros
    • Cómo trabajar contra el fracaso, la exclusión y favor de la justicia en educación…

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José Gimeno Sacristán, Universidad de Valencia
Miembro del Foro de Sevilla. Febrero, 2018.
Acceso al texto completo en pdf

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El dispositivo trasnacional de sujeción educativa

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza. 

En febrero de este año, miles de estudiantes peruanos, apoyados por padres y maestros, se levantaron contra la Ley 25818, “Ley de Modalidades Formativas laborales”, que planteaba la capacitación de los alumnos en experiencias reales de trabajo por un mínimo de 448 horas repartidas en 3 años, sin recibir remuneración alguna, aunque los institutos si recibirían una compensación.  Los estudiantes la llamaron la “Ley de esclavos” (Estudiantes peruanos se oponen a la ley sobre trabajo juvenil).

En otro episodio del largo enfrentamiento entre los maestros argentinos y el gobierno de Macri, desde febrero de este año se han sucedido una serie de paros, huelgas y manifestaciones por el cumplimiento de la ley paritaria, que fijaba el piso salarial docente en Argentina, y fue derogada por un decreto presidencial; por el cumplimiento  de la Ley 26.075 que plantea la inversión del 6% del PIB en educación; y por aumento salarial superior al 24%  (¿Por qué los maestros argentinos están en huelga?).

En lo que se consideró una vuelta de tuerca más de las reformas de la educación pública en Argentina, la gobernadora María Eugenia Vidal impuso la jubilación obligatoria a más de tres mil profesores de Buenos Aires, con más de 60 años y 30 de servicio, lo que significa una reducción de 40% de sus ingresos, sin aumentos, sin aguinaldo y con el riesgo de perder en un año la cobertura social (Otro regalito de Vidal para los maestros).

En Chile, después de años de luchar contra el lucro en educación, una resolución del Tribunal Constitucional lo declara legítimo (Colegio de profesores rechaza la resolución del tribunal constitucional que repone el lucro en educación superior).

En Colombia, después de la firma de 24 compromisos entre los trabajadores educativos y el gobierno, que puso fin a una huelga de 37 días en 2017, en febrero de este año los maestros realizaron paros de 24 horas debido al incumplimiento gubernamental (Maestros de Colombia mantienen el paro de 24 horas por incumplimientos del Gobierno).

En Brasil, después de la defenestración de la presidenta Dilma Rousseff, el nuevo gobierno inició una serie de modificaciones legales para reformar la educación publica, que llevó a millones de trabajadores a huelgas durante 2016 y 2017. Lo primero que hizo fue terminar con las vinculaciones  constitucionales para educación y salud, a través de la enmienda PEC-55; luego congeló las inversiones educativas durante ¡2 décadas!; más tarde cambió las leyes de jubilación e inició un programa de “certificación federal de los maestros, a efecto del pago de un adicional a su remuneración regular” (Docentes de Brasil también enfrentan ataques a la educación).

En México, en diciembre de 2017 se presentó la iniciativa para reforma la Ley Federal del Trabajo, en la que se desregulan las subcontrataciones (outsourcing), de despidos, de sindicación y asociación (Grotesca iniciativa de reforma laboral).

Podríamos seguir resumiendo noticias sobre las reformas educativas y las resistencias de estudiantes, padres de familia y profesoras en América Latina. Abarcarían muchas páginas y aún así no terminaríamos. ¿Qué se puede  observar en estos pocos ejemplos? Muchas cosas. Por ahora nos vamos a detener solo en cinco, para tratar de articular los diferentes elementos de un dispositivo; es decir, de un conjunto de acciones, programas, discursos, instituciones y modos de subjetivación, que tienen varios propósitos, dos de ellos fundamentales: una reingeniería de los sistemas educativos estatales y la reconfiguración de los procesos de subjetivación.

Desde nuestra perspectiva, el tema no es la malhechura o la incapacidad de los gobiernos latinoamericanos para resolver problemas de calidad, cobertura, equidad o aprendizaje; esos son garlitos en los que han caído muchos críticos, políticos contrahegemónicos y alternativos. El tema es la conformación de los individuos, de sus relaciones, modos de vida y subjetivación, mediante diversas estrategias constitucionales, institucionales, administrativas, pedagógicas, laborales y cognitivas; a eso justamente, es a lo que llamamos un dispositivo.

Vamos a proponer una sencilla línea de ensamblaje, para estimular el debate. Se trata de una hipótesis que va juntado las piezas de un rompecabezas internacional de las reformas educativas, como si fuera un trabajo en proceso, como si el territorio educativo latinoamericano fuera un gran campo de experimentación, que poco a poco va enlazando elementos que todavía parecen dispersos. He aquí la hipótesis que estamos trabajando:

  1. Las reformas parten de una modificación institucional (reglas del juego) de las condiciones laborales del magisterio para someterlo a un nuevo régimen de control político-laboral, pero sobre todo subjetivo, caracterizado por la incertidumbre, precarización e inseguridad.
  2. Las reformas contienen diferentes mecanismos de desvinculación constitucional en presupuestos e inversiones educativas. En Brasil y Argentina se eliminaron los candados constitucionales de inversión educativa mientras que en México, se iniciaron programas de bonos de infraestructura educativa.
  3. Las reformas promueven los mercados y el lucro educativo. En Chile, el Tribunal Constitucional rechazó la eliminación del lucro; en México, Argentina y Brasil, los programas educativos implican mayores participaciones privadas en las decisiones, el financiamiento y el beneficio en los servicios educativos.
  4. Las reformas modifican objetivos y contenidos en programas de todos los niveles educativos. El caso más notable es Perú, con la llamada Ley de Esclavos que provee mano de obra gratis durante la formación profesional; lo mismo ocurre en México en distintos programas de prácticas profesionales, sin la categoría de ley. El propósito no es solo la sobreexplotación descarnada de la mano de obra, sino la subjetivación del precariado como condición laboral inescapable.
  5. Las reformas desconocen las conquistas laborales del magisterio en los programas de jubilación y retiro forzado.
  6. La reformas educativas están acompañadas de reformas laborales.

Es una hipótesis solamente, pero se puede resumir del siguiente modo: las reformas educativas son parte de los procesos de reconfiguración neoliberal de las sociedades latinoamericanas. No se dan de manera aislada, sino como parte de procesos de recreación del Estado, de los mercados y de los sistemas educativos.  Sus propósitos son múltiples, como se puede observar en los distintos programas que las conforman, pero queremos destacar uno primordial, que es de orden productivo: la creación de una subjetividad neoliberal, de un individuo que se forme en el precariado, en la responsabilidad de si, en mercados competitivos con exceso de oferta de trabajo, en la incertidumbre, sin seguridad social y acostumbrado a formas evaluativas cada vez más cambiante y opacas.

¿El resultado? Un modo de control biopolítico, que inicia con la formación escolar en la competencia, en mercados educativos crecientes, con prácticas de formación que implican la explotación de la mano de obra; sigue con jóvenes profesionistas en mercados laborales saturados, sin seguridad laboral y alta rotación en empleos; y termina con procesos de jubilación forzados, precarios, con aumentos de requisitos y reducción de beneficios.

Estas son las figuras del porvenir si triunfan las reformas educativas latinoamericanas: estudiantes rechazados; profesionistas desempleados; trabajadores flexibles y precarios; jubilados retirados y desprotegidos; todos envueltos en el hálito neoliberal de la responsabilidad de sí mismo.

Fotografía: larepublicape

*Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/el-dispositivo-trasnacional-de-sujecion-educativa/

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