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Ron Davis Álvarez, el maestro que hacer soñar a niños refugiados. África

El violinista, director artístico de El Sistema Suecia y fundador de la Dream Orchestra, recibió el Premio de Pedagogía Göran Lagervalls que otorga la Real Academia Sueca de Música. Su labor como profesor en el país escandinavo la realiza con niños de Medio Oriente y África que huyen del horror de la guerra. Considera que la docencia es una labor hermosa y cree en el poder transformador de la música.

Desde que era niño Ron Davis Álvarez soñaba con recorrer el mundo. La vida y su esfuerzo de hormiguita, como él lo llama, le han permitido visitar más de 20 países, siempre con una misión: el director de orquesta y violinista quiere enseñar y empoderar a niños y jóvenes refugiados a través de la música. Desde 2015 trabaja en Suecia para brindarle esperanza a los pequeños que huyen de la crisis y del terror que vivían en sus países. A finales del año pasado su trabajo como docente en el país escandinavo fue reconocido. El 30 de noviembre la Real Academia Sueca de Música le concedió el Premio de Pedagogía Göran Lagervalls.

“Ese premio que me gané tiene sello sueco, pero también venezolano. Que digan que el venezolano Ron Davis Álvarez hace soñar a otros niños que están en Mamporal o en Tucupita diciendo ‘yo también puedo hacer eso’. Se trata de ese niño que está tocando con tres cuerdas porque no hay recursos para comprar la cuarta cuerda del violín y está interpretando a Tchaikovsky porque su nivel musical es increíble gracias a la labor de El Sistema. Y mira lo que está haciendo este venezolano que es de Guarenas y Guatire, eso puedo alcanzarlo yo también. Estoy comprometido a ayudar a los niños en Suecia, pero también a todos aquellos que necesiten de mi vocación y de lo que amo”, afirma.

Álvarez recuerda que el maestro José Antonio Abreu hablaba sobre cómo los miembros de El Sistema, en especial los profesores, son apóstoles en su labor como maestros. El director de 34 años de edad cumple con esa premisa al pie de la letra, pues actualmente es director artístico de El Sistema en Suecia, fundador de la Dream Orchestra en Gothenburg y la orquesta del Uummannaq Children’s Home en Groenlandia. También es embajador de la Varkey Foundation, trabaja de manera remota con profesores en formación a través de la Pendo Amani Youth Organization en Kenia y da clases virtuales en el proyecto Side by Side.

Cómo funcionan las postulaciones para el premio Göran Lagervalls es un misterio para el galardonado, pero sí sabe que debe venir, en parte, de varias instituciones culturales. Cuando recibió la noticia, dice haberse sentido como Harry Potter cuando finalmente recibió la carta para ir Hogwarts. “Fue una sorpresa, pensé que este premio se lo daban solo a suecos. La carta era muy formal, con sello y firma, como de una película de Harry Potter. Por supuesto, estaba en sueco y yo lo entiendo, pero no a la perfección. Una colega lo tradujo y decía que había recibido el reconocimiento. Estaba muy emocionando y nervioso porque, entonces, uno se convierte en vocero de todo lo que está haciendo”, comenta.

“Este premio es para los maestros, pero uno inmediatamente piensa en sus alumnos. Ver los cambios positivos, verlos felices es el mejor reconocimiento que puedes tener. Todo lo que se hace en este ámbito tiene una repercusión en la sociedad y esto inspira mucho a mis muchachos y a mí. Es ver el trabajo del docente como uno tan importante como el de un profesional que toca o el director de orquesta. Yo pienso que los maestros tienen la labor más hermosa del mundo a pesar de lo difícil que es su reconocimiento. Los profesores deben tener voz”, sugiere Álvarez, quien en 2017 fue reconocido como uno de los mejores 50 maestros del mundo en el Global Teacher Prize de la Fundación Varkey.

Además del premio y la gala virtual del Göran Lagervall, Álvarez recibió buenas noticias la primera semana de diciembre. Firmó un contrato con la Gothenburg Symphony Orchestra para dirigirla a partir del primer trimestre de 2021, y también se encargará del proyecto Side by Side, con el que trabaja desde hace cinco años. “Yo creo que los sueños que tienes desde niño sí se hacen realidad. Quizá tardan en llegar, pero son posibles. Claro, debes trabajar muy duro por ellos, no caen de repente, pero creo en esas cosas. El trabajo de hormiguita es el que te permite cumplir las metas”, asegura.

El docente ha trabajado en los 40 núcleos de El Sistema en Suecia y para ello se inspira en el modelo que el maestro José Antonio Abreu concibió hace 45 años. También lo motiva la experiencia que acumula de sus tres años en Groenlandia, así como su paso por Dinamarca y Suecia, donde ha tenido la oportunidad de entender que no posee la verdad absoluta y que se puede aprender a diario. También sabe que cada cultura tiene algo que enseñarle y que él, como venezolano, puede enseñar de la suya.

“Un maestro necesita muchos elementos. Los 16 hábitos de la mente, ser apasionado, tener vocación, tomar riesgos con seguridad, tener disciplina y ser planificado.Tiene mucho que ver la metodología con la que adaptas el programa para enseñar y, sobre todo, creo que el mejor docente es aquel que sabe escuchar. Cuando aprendes a escuchar, aprendes a enseñar. Siento que una de las cosas que he aprendido dando clases es a ser un poco más paciente; soy una persona muy eléctrica y eso me faltaba. También he aprendido sobre mí, porque si uno no está bien, o no se quiere a uno mismo, es difícil ayudar a los otros. Ahora no veo mi vida haciendo otra cosa que no sea dar clases”, destaca.

En Suecia, así como en otros países europeos, la música clásica es elitista. Algo que Davis pretende cambiar. Quiere que a las konserthus (sala de conciertos) no vaya solo la gente que aprendió a ir, sino todos aquellos que se sientan motivados a escuchar una orquesta tocar alguna sinfonía. En el país escandinavo ya son más de diez mil niños los que forman parte de El Sistema, y los núcleos son extensiones del esfuerzo y cariño que promueven sus docentes. Él se considera una persona enérgica y cree que por ello ha logrado inspirar a otros educadores y alumnos en un país al que, cree el músico, le faltan sol y sonrisas.

A pesar de que no sabía que era su vocación, desde los 14 años de edad el violinista daba  clases a sus compañeros de El Sistema. “Yo me quitaba el uniforme para que los muchachos no supieran que su profesor estaba en el liceo”, confiesa. Las lecciones comenzaron en los núcleos de Guarenas y Guatire, pero luego pasó a otras ciudades y, años más tarde, impartió clases magistrales fuera de Venezuela. Compartió con niños y jóvenes en Alemania, Bélgica, Chile, Chipre, Colombia, Corea del Sur, Dinamarca, Ecuador, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Groenlandia, Italia, Jordania, Kenia, México, el Reino Unido, Suecia y Turquía.

Ron Davis Álvarez se concentra en el trabajo con niños vulnerables. Ellos vienen de lugares donde la vida consiste en sobrevivir para escapar del horror. En sus maletas cargan el peso de traumas y experiencias difíciles. “Muchos de ellos no hablan, no sonríen”, dice. Los refugiados llegan de países del Medio Oriente y África, y con el tiempo consigue que se adapten a la sociedad donde esperan rehacer sus vidas. El tema migratorio en Suecia no es fácil, el venezolano ha visto a varios de sus alumnos deportados y eso, comenta, es de las cosas más difíciles de su oficio. “Es muy doloroso. Tú trabajas por el mejor futuro de los estudiantes, no quieres que los devuelvan al lugar donde están privados de hacer su vida”.

Pero estas experiencias no le impiden reconocer lo satisfactorio que resulta su trabajo. “Ver cuando mis niños y mi orquesta comienzan a soñar y sus metas se hacen realidad, te dice que debes seguir trabajando duro. La sonrisa es ese momento clave para el muchacho que viene escapando de un mundo trágico. Ser tú el que lo ayude a sonreír te hace preguntarte por qué no construir más sonrisas en el mundo”, añade Álvarez.

“Mi sueño siempre ha sido viajar por todo el mundo. También, darle acceso a la música a personas de diferentes lugares. En especial donde no hay teatros ni salas de conciertos. A mí me emociona mucho viajar y dar clases en sitios donde la gente no está pensando en eso. Ahorita mi sueño es el entrenamiento de docentes que estoy haciendo a través de la Dream Orchestra en todo el mundo. No hay nada mejor que multiplicar lo que uno hace y, además, aprender de otros”, afirma.

La creación de la Dream Orchestra era una necesidad cuyo origen se remonta al año 2015, cuando el músico venezolano recién llegaba a Suecia. En una estación de tren vio que desembarcaban muchos asilados de Siria y Afganistán, de diferentes edades, y pensó que, si trabajaría con inmigrantes y niños en El Sistema, también era oportuno darle espacio a jóvenes.

“Más allá del resultado técnico, la música es capaz de sanar y empoderar a los chicos: ayuda al desarrollo de habilidades socioemocionales, aprenden a escuchar y comunicar lo que sienten a través de sus instrumentos y dejan de sentirse solos porque la música, así como el fútbol, es una práctica colectiva que emociona. Es una oportunidad para mostrar sus debilidades y transformarlas, la vulnerabilidad nos hace más fuertes”, recalca Álvarez.

La crisis migratoria no solo ocurre en países en guerra, Venezuela es actualmente el segundo país en el mundo con mayor número de refugiados. Y este tema sensibiliza a Ron Davis Álvarez: “Hablar de esto me quiebra la voz porque mi familia padece lo mismo que miles de venezolanos. Pienso que todos estamos haciendo país desde la trinchera en que estemos y tratamos de darle aliento a los que están allá, a nosotros y a nuestros amigos que viven situaciones difíciles”, explica y además recalca la importancia de aplaudir el valioso esfuerzo que hacen los migrantes venezolanos que, pese a las circunstancias, están cambiando y aportando conocimiento al mundo.

Su formación comenzó cuando entró a El Sistema con 10 años de edad. Estaba determinado a tocar el violín. “Era eso o nada”, señala. Luego de estudiar cuatro años en los núcleos de Guarenas y Guatire comenzó a dar clases, y a los 16 ya dirigía orquestas. Al terminar bachillerato estudió en el Instituto Universitario de Estudios Musicales, actual Unearte, y participó en un programa de formación docente creado por la maestra Franka Verhagen, actual directora ejecutiva de la Dream Orchestra. Fuera de Venezuela realizó una serie de diplomados, entre ellos uno sobre cultura de Medio Oriente y otro de Didáctica y Comunicación.

“Vengo de un hogar que ha trabajado muy duro. Mi familia es de la parroquia San Juan, El Guásimo, Guarataro, pero nos mudamos a Guatire y Guarenas para alejarnos de la delincuencia. Mi abuela montó una bodeguita y yo la ayudaba en las tardes vendiendo chupi. Esa fue la primera vez que escuché sobre Beethoven y Mozart porque justamente vendiendo chupi vi a los muchachos salir de la orquesta, con su camisa blanca y el estuche. Se veían cool. Entonces, siempre quería estar involucrado con eso. Creo que de las adversidades nace la empatía y la curiosidad de ayudar a las personas a quienes les cuesta un poco más salir adelante”, cuenta Álvarez.

Entre sus referentes musicales destacan el maestro José Antonio Abreu, con quien aprendió los fundamentos de El Sistema y toda su metodología. También el violinista y conductor Simón Gollo, las maestras Franka Venhagen y Tupac Amaru Rivas, la compositora y profesora Violeta Lárez, y los maestros Gustavo Dudamel, Igor Lanz y Simon Rattle. Sin embargo, Álvarez reconoce y admira a todos los artistas venezolanos que triunfan en el exterior. De todos ellos, Álvarez quiere seguir sus pasos.

Álvarez

Al músico una anécdota le viene a la mente cuando piensa en su época de estudiante. “En Caracas fui alumno de Víctor Vivas. Llegué allí luego de que en la universidad no me fuera muy bien. Fui a audicionar con él porque un amigo me lo sugirió. Desde entonces ha sido un gran apoyo para mí. Vivas me dio un libro de Reiner María Rilke, Cartas a un poeta, que cambió mi forma de ver las cosas. Años más tarde, me escriben para decirme que la casa donde voy a vivir en Suecia es la misma donde vivió Rilke hace 100 años. Y no solo eso, tomé el libro y una de las cartas decía: ‘Mi estimado amigo, lamento que llevamos tanto tiempo sin hablar y que ahora nos volvamos a reencontrar’. Una locura”.

Particularmente, sobre el maestro José Antonio Abreu, quien para Álvarez es una fuente inagotable de inspiración, piensa que es una de las personas que siempre supo escuchar sin importar qué tan ocupado pudiera estar. “Para mí su visión es de las cosas más poderosas en el mundo. Su filosofía me la tomé muy en serio. Él es parte de la realidad de lo que somos como venezolanos, es una oportunidad de mostrarle a los otros que todo se puede lograr”.

El año pandémico no modificó demasiado la agenda de Álvarez: continuó con las clases presenciales (siguiendo todos los protocolos de bioseguridad) y las virtuales. Sin embargo, rechaza la decisión de cerrar los teatros y salas de conciertos cuando, por ejemplo, hay bares abiertos. “La pandemia ha afectado al sector musical. En muchos países se han cortado los recursos y cancelado grandes programas. Esto afecta a los artistas y músicos porque ellos viven también de lo que la gente ve y aplaude. Más que nunca se debe apoyar a todos aquellos que trabajan con herramientas blandas. Ellos son los que construyen las habilidades y valores que necesita el mundo”.

La última vez que el violinista estuvo en Venezuela fue en febrero de 2019. Dio clases por un mes junto con una profesora sueca en Mamporal, Los Teques y San Juan de los Morros. Cuando sea posible, desea volver porque sabe que la energía de los niños de El Sistema es positiva y quieren aprender a pesar de que no cuentan con todos los recursos para ello. Quiere apoyarlos y recordarles que en los momentos más difíciles siempre pueden enfocarse, trabajar duro y seguir adelante.

 

Cuando Ron Davis Álvarez tiene tiempo libre no para de aprender, pasa horas leyendo e investigando sobre temas que nada tienen que ver con la música. Además, se confiesa cinéfilo y disfruta ver películas de cualquier género: es una de sus actividades favoritas. Cada vez que puede escucha salsa y la baila también. Álvarez disfruta su tiempo en casa, y el hogar, dice, no es un lugar físico, sino donde sea que esté su esposa.

Desea que la instituciones musicales sean ejemplo de integración cultural y consigan sensibilizar a las personas con respecto a los inmigrantes. De esa manera podrían detener las injusticias que algunos gobiernos cometen. Su intención es multiplicar la idea de que estas personas que llegan a países buscando refugio pueden aportar mucho a la sociedad y no causar daño, como algunos piensas. Espera que los maestros sean apasionados porque son los promotores de que sí se pueden cumplir los sueños.

Fuente: https://www.elnacional.com/entretenimiento/ron-davis-alvarez-el-maestro-que-hacer-sonar-a-ninos-refugiados/

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Argelia: «Nuestros niños saharauis viven un ambiente bélico, es angustioso»

Las familias que acogen a pequeños de los campamentos de Tindouf, en Argelia, ven con «angustia» y «preocupación» el actual conflicto en el Sáhara Occidental.

Pilar Guzmán no pudo ayer por la mañana recargar desde Zaragoza  el teléfono móvil de Mahyuba y Sukeina, dos chicas de 15 y 20 años, respectivamente, que viven en los campamentos de refugiados saharauis en Tindouf, en Argelia, y que han pasado con ella algunos veranos dentro del programa solidario ‘Vacaciones en paz’. Como consecuencia del conflicto que ha estallado en el Sáhara Occidental entre Marruecos y el Frente Polisario al romperse el alto el fuego vigente desde 1991, la tienda Butigon que utilizan para enviar ayuda a las familias ha cerrado su servicio temporalmente «por cuestiones del estado de alarma en los campamentos refugiados saharauis», anuncia en su página web.

«Es una angustia escuchar cómo nuestros niños saharauis viven en un ambiente bélico. Los campamentos están en Argelia, pero nos cuentan que se están quedado sin hombres y que los padres y hermanos se han ido. He estado cuatro veces allí y es como si tu tío o tu primo se fuera a la guerra. La preocupación crece cada día, porque también están cerrando tiendas y negocios», explicó Guzmán, de la asociación Um Draiga-Amigos del Pueblo Saharaui.

Cada semana suele hablar con Mahyuba y Sukeina, «porque aunque la cobertura es mala, siempre hay algún sitio con wifi o utilizan el de un vecino». Según señala, ahora teme que ni siquiera les pueda hacer algún envío de comida a nivel particular como ha venido haciendo desde que el cierre de fronteras por el virus dificultó la llegada de las caravanas humanitarias. «Mahyuba iba a venir a estudiar a España, pero la pandemia truncó su proyecto, que no sé si podremos retomar», lamentó.

La covid-19 obligó al Frente Polisario a suspender el programa solidario ‘Vacaciones en paz’ en España y en el que iban a llegar a Aragón unos 140 menores.

Asimismo, Jesús Maestro, también del colectivo Um Draiga, reconoce su temor a que algunos de los jóvenes con los que ha compartido veranos participen en algún levantamiento. El pasado sábado charló con uno de los primeros niños que acogió y que ya tiene 26 años. «Son jóvenes y están frustrados porque ven que no tienen futuro. Ahora, por un lado, sienten que su causa está centrado el interés internacional y esperan una reacción, pero, por otra parte, ha estallado un conflicto bélico que nadie quería».

Mientras, Elisabeth Ballester, que desde 2013 recibe en su casa a niños saharaui a través de la organización Arapaz-MPDL Aragón , se enteró este pasado lunes de que a Chaia, una chica de 13 años que ha pasado con ella tres veranos, la ha mandado su familia a Mauritania con su abuela. «Le escribí al Whatsapp a ella, como hago todas las semanas, y me contestó su padre que estaba en Mauritania. Supongo que la han querido poner a salvo. También me mandó un audio en español en el que me dice que hay mucha guerra, pero ningún muerto, y que todos están bien», explicó.

Uno de sus hijos, que también colabora en la iniciativa ‘Vacaciones en paz’, recibió hace ya unos días «un vídeo de una reunión en la que exhibían banderas». A la hasta ahora preocupación por las terribles consecuencias del coronavirus en los campamentos, se suma el estado de guerra. Las familias aragonesas confían en volver a encontrarse el próximo verano con sus niños saharauis.

Fuente: https://www.heraldo.es/noticias/aragon/2020/11/19/nuestros-ninos-saharauis-viven-un-ambiente-prebelico-aragon-1405975.html

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La situación de las niñas venezolanas en Colombia es “para ponerse a llorar”, describe Mayerlín Vergara

La defensora de la niñez ganadora de este año del Premio Nansen, el más alto galardón entregado por ACNUR por el trabajo humanitario con refugiados, relató a Noticias ONU la aterradora situación que viven niños y niñas venezolanas víctimas de explotación sexual en el norte de Colombia, e hizo un llamado a su país y a la comunidad internacional para que dejen de ignorar una situación que le está robando la niñez a miles de inocentes.

Mayerlín Vergara, defensora de los derechos de la niñez por más de 20 años, ha sido testigo de desgarradoras historias de niños colombianos maltratados, ha visto pequeños de cinco años consumir pegamento para calmar el hambre, ha conocido a otros que sufren maltrato y abuso diario en sus hogares y a algunos que le piden comida o un refrigerador a Santa Claus como regalo de navidad, pero nunca había visto tanto dolor como el que actualmente viven los refugiados y migrantes venezolanos en el norte de Colombia.

“Lo que vimos aquí en La Guajira con los niños y niñas, principalmente con los refugiados y migrantes, era para ponerse a llorar. Una situación deplorable. No solo físicamente hablando, no solo porque no tenían dónde dormir, o donde vivir, o qué comer, sino era la desesperanza en sus ojitos, esos rostros tan apagados, esa tristeza tan profunda”, describe la coordinadora regional del departamento de La Guajira de la Fundación Renacer, una organización que ha asistido a más de 22.000 niños, niñas y adolescentes sobrevivientes de la trata y de otros tipos de violencia sexual y de género.

“Maye”, como la llaman con cariño los niños que ayuda y sus compañeros, se ofreció voluntariamente para abrir y dirigir un hogar para menores en Riohacha, en la frontera oriental de Colombia con Venezuela, después de ser testigo de la terrible situación a la que se enfrentan miles de migrantes que han cruzado para huir de la situación socioeconómica del país vecino.

Una de las grandes problemáticas, la que más duele, es la explotación sexual que sufren las niñas. La educadora ha tenido que presenciar situaciones extremadamente injustas y fuertes.

Escuchar a las niñas decir que no quieren vivir, que no quieren abrir sus ojitos porque ya no tiene sentido la vida.

“Escuchar a las niñas decir que no quieren vivir, que no quieren abrir sus ojitos en la mañana porque ya no tiene sentido la vida. Verlas intentar suicidarse, tener estrés postraumático, cuadros depresivos tan profundos, es lo más duro que yo he visto en toda mi historia y mi trayectoria en la Fundación Renacer. En esos momentos tan duros y difíciles yo recuerdo que le decía a Dios, ¡Señor, ayúdame porque yo sola no puedo!”.

Colombia, que alberga a unos 1,7 millones de venezolanos desplazados, ha informado de un aumento en los casos de trata de personas que se cree que está relacionado con la afluencia del país fronterizo. Los primeros cuatro meses de 2020 vieron un aumento del 20% en el número de víctimas de explotación no colombianas, en comparación con todo 2019, aseguran datos del gobierno.

Desde que abrió sus puertas hace poco más de un año, el hogar de rehabilitación que dirige Maye ha atendido a más de 75 sobrevivientes de violencia sexual, algunos de tan solo siete años. Se trata de niños y niñas que han sido rescatados de bares, burdeles, de la calle o que han sido sacados de hogares abusivos.

“Hay adolescentes de 12-14 años que uno creería que una muñeca no les va a emocionar, y les llevamos una muñeca a las niñas pequeñas y ellas terminan llorando porque también querían una. Es una cuestión de vulnerabilidad, es haberles negado la posibilidad de ser niños y ser niñas, y en el hogar ellos pueden hacer eso, gritar jugar y saltar, sin miedo a ser juzgados o cuestionados”, asegura la coordinadora.

UNICEF/Arcos
Una madre y su hijo saliendo de Venezuela y en camino hacia Cali, Colombia.

De Venezuela a Colombia

Pero darles a los niños la ayuda que necesitan no es trabajo fácil. Maye y su equipo se enfrentan a las organizaciones criminales y con ayuda de la comunidad logran identificar a las víctimas.

“Si ha habido situaciones de amenaza, claro que sí, porque  de alguna manera estamos enfrentados a delincuentes. Pero cuando entramos a las comunidades no entramos con miedo y creo que la tranquilidad nos la da la convicción de que estamos haciendo algo bueno”, señala.

Maye explica que hay muchas niñas y jóvenes que migran solas desde Venezuela hasta la Guajira y una vez en la calle son alcanzadas por proxenetas y explotadores. Otras, son abducidas por delincuentes en su país y trasladadas a través de la frontera a municipios cercanos.

Son doblemente valientes, porque soportan todo ese doble impacto de la migración y la explotación.

“Hay niñas que han sido encerradas en casas de pueblos más pequeños con una proxeneta cobrando y los explotadores entrando. Yo creo que por eso tienen tanto daño, no solamente emocional, sino todas las afectaciones mentales, porque un cuerpo tan chiquito no puede aguantar tanto. Por eso para mí son doblemente valientes, porque soportan todo ese doble impacto de la migración, de dejar su casa, su familia, su escuela, su colegio , pero también todo el impacto de la violencia sexual y de sentirse tan vulnerables y aquí, en un lugar que ni siquiera es su territorio y su país”, señala Mayerlín.

La educadora narra que también hay niñas que cruzan con sus familias, y que, aunque estas no sean necesariamente las explotadoras, a veces ya venían de situaciones de maltrato o de indigencia.

Hay niñas y niños que han venido solitos. Es decir, se vienen grupitos, se viene la amiga, la prima, la prima un poquito más grandecita, una de diecinueve con otra de diecisiete con otra de quince y con otro de cinco. Incluso nos hemos encontrado niñas que vienen con la vecina porque la mamá las mandó porque era mejor que estuvieran acá, y que no estuvieran pasando hambre allá. Entonces hay como una diversidad de situaciones”, explica.

Agência Brasil/Elza Fiuza
Durante la pandemia del coronavirus han aumentado los casos de violencia contra las mujeres y las niñas.

Un trabajo con la comunidad

Maye tiene un equipo que trabaja en las calles y se va a los asentamientos informales, donde el 80% de la población es refugiada o migrante. También van a barrios de comunidades de acogida y conversan con sus habitantes, hombres, mujeres y líderes y lideresas, a quienes capacitan para detectar a las víctimas más allá de los prejuicios.

“Con ellos hay que hacer un proceso de sensibilización, de formación, que es muy importante porque es muy fácil encontrar a una persona en la sociedad que vea a una adolescente que está siendo explotada sexualmente y crea que ella propicia su explotación sexual o crea que a ella le gusta, o que esto es una vida fácil o que piense que pobrecita porque no tiene qué comer entonces mejor que consiga dinero para su casa. Son imaginarios que son erróneos, hay que desmontarlos, y para desmontarlos hay que formar a los líderes y lideresas”, resalta la directora del hogar de rehabilitación en Riohacha.La educadora afirma que a medida que la comunidad comienza a entender que las niñas no son prostitutas sino víctimas de explotación sexual, van ganando aliados en los asentamientos.

“Se convierten en esas personas que cuando ven una niña o un niño víctima lo remiten”, dice.

Su equipo también hace el trabajo de recorrer las comunidades, y conversar directamente con quienes sospechan que son víctimas en parques, calles o tiendas donde las encuentran.

“Ya por la experiencia más o menos alcanzamos a conocer la actitud de las niñas que son víctimas. Entonces conversamos con las niñas y en ese diálogo, de esa generación de confianza, porque al inicio no nos van a contar todo de una vez, vamos insistiendo. Si no logramos nada, intentamos conseguir por lo menos un teléfono o un Facebook, nos comunicamos con ellas y es una comunicación casi que del día a día, hasta que ellas logran contar lo que les está pasando y luego de ahí les presentamos la oferta del hogar, siempre queremos como respetar sus ritmos, sus tiempos y que sea algo voluntario”, detalla.

ACNUR/Nicolo Filippo Rosso
Mayerlín Vergara Pérez, que trabaja con niños y niñas explotados sexualmente, ha ganado el premio Nansen que otorga ACNUR

Testigo del dolor, pero también de la recuperación

Mayerlín fue testigo de la recuperación de una niña que fue captada por otros niños en Venezuela y luego trasladada y explotada sexualmente en la Guajira.

“Fue explotada y abusada en todas las formas que uno se puede imaginar y luego abandonada en un monte. Esa niña… era tanto lo que le había pasado en la vida que ella misma llegó a la policía a pedir ayuda. Cuando uno habla con ella, ella dice “yo me entregué”. Y yo siempre le digo: ¡tú no! Los que se entregan son los delincuentes, tú no te entregaste, tú pediste ayuda.  La nena estaba sola en la vida y llegó a nuestro hogar y pasaron como cinco o seis meses sin que pronunciara palabra”, relata la educadora.

La víctima de explotación no podía tan siquiera hablar de lo que había pasado, sino que se manifestaba con violencia. En el hogar la acompañaron, “respetando su ritmo”.

“No confiaba al inicio en nosotros y hoy se la pasa pegada. Ahora se la pasa sonriendo y soñando y encontramos a su familia, que es lo más importante también”, cuenta Maye.

La directora del hogar dice que casos como el de esa chica venezolana son una motivación para su equipo, ya que pueden ver el increíble resultado de su esfuerzo y trabajo.

“Al inicio ni los niños tenían esperanza, ni yo. Yo veía a los educadores como con todo el amor del mundo y les pedía que no se cansaran. Ver que esos primeros niños que llegaron hoy día están realizando prácticas pre laborales porque ya se capacitaron en cocina, en manicura y pedicura, en maquillaje, en peinados y verlos ya a todos empoderados y ver que ya tenemos dos líderes dentro de la casa, acompañando a otros a los que llegan nuevos.  Ver por ejemplo a la niña que te contaba sentarse al ladito de la niña nueva y “decirle no te preocupes, esto va a pasar”. Eso no tiene precio”, asegura la ganadora del Premio Hansen de los Refugiados 2020.

Más de 20 años de trabajo

Desde muy joven, Mayerlí Vergara pudo ver el grave sufrimiento de los niños más vulnerables en Colombia. Con apenas 18 años, fue maestra de matemáticas de estudiantes de segundo grado de una de las zonas más pobres de la ciudad de Cali, el distrito de Aguablanca.

“Trabajaba en un en una zona bastante vulnerable y ahí empecé a conocer y acercarme a las historias de los niños con los que trabajaba, que eran niños y niñas de 7, 8 añitos, y empecé a escuchar cosas tan dolorosas de maltrato en la casa, niños que decían que les pegaban todos los días, o que en una carta de navidad pedían comida y una nevera porque en su casa no había”, rememora la ahora defensora de los derechos de la niñez.

Fue en ese entonces cuando intentó ir más allá de enseñarles operaciones matemáticas y comenzó a interesarse por su bienestar, pero se encontró con la pared de que no podía hacer nada por ellos fuera del aula de clase.

“Años más tarde, vi a unos niños en la calle consumiendo pegamento, un niño y una niña, como entre los 4 y los 5 años, y eso me partió el alma, llegó directo a mi corazón y en ese momento yo le dije a Dios que quería trabajar con niños y niñas que necesitaran un poco más que aprender a multiplicar”, recuerda.

Vergara, de regreso a su ciudad natal, Sahagún, en el norte del país, aun sintiendo ese llamado de ayudar a los niños respondió a un clasificado del periódico de una fundación que buscaba un psicopedagogo para trabajar en las noches con menores en Cartagena.

Maye no tenía título de psicopedagoga y ni siquiera sabía que era una ONG, pero quien la entrevistó se dio cuenta de la pasión que tenía por ayudar a los niños y decidió darle la oportunidad.

“A pesar de lo difícil y duro que fue al inicio, porque yo nunca había trabajado con adolescentes con tantas problemáticas, yo venía de trabajar con niños y con niñas de un colegio, sabía que eso era lo que yo quería hacer en la vida. Me conecté inmediatamente con sus historias, con sus vidas, con su dolor, con su alegría y quedé enamorada completamente a partir de ahí”.

Ya han pasado más de 20 años desde que Mayerlín comenzó a trabajar con la Fundación Renacer, sus décadas de esfuerzo y su más reciente trabajo con los niños y niñas refugiados venezolanos la hicieron acreedora este año al Premio Nansen de la Agencia de la ONU para los Refugiados.
“Yo he podido ver a los niños recuperarse y los he podido ver desarrollar un proyecto de vida sano para ellos, para su familia, para la sociedad. Hoy día tengo grandes amigos egresados de la Fundación Renacer, que son grandes empresarios, que son enfermeros, que son médicas, que son psicólogos, que son mamás y papás amorosos y protectores. Y ver eso y saber que estamos en el camino correcto, eso me da la fuerza para levantarme y seguir adelante”, expresa.

Maye dedicó el premio Nansen a quienes sirve y dijo que también pertenece a los niños, niñas y adolescentes, cuya capacidad de soñar inspira para seguir creyendo que sí es posible construir una sociedad libre de la trata de personas con fines de explotación sexual.

“Este premio es un reconocimiento a la fuerza, valentía y resistencia de estas niñas, niños y adolescentes, ha sido un privilegio acompañarlas y acompañarlos en su proceso de recuperación emocional”, dijo durante la entrega del Premio.

UNICEF/Vincent Tremeau
Los menores de edad son susceptibles de sufrir una mayor violencia sexual durante el confinamiento por el coronavirus.

Una tragedia oculta

Mayerlín considera que la explotación sexual es una tragedia oculta y sabe que lo que muestran las cifras es una mínima parte de lo que ocurre.

“Yo diría que tenemos que reaccionar, que esto no puede seguir siendo parte del día a día. Es muy triste ver las estadísticas y ver que cerca del 90% de los delitos sexuales en general son cometidos contra mujeres y contra niños y niñas. No es posible que este delito haya sido creado para atentar contra la vida de los niños y de las niñas”, reflexiona.

El mensaje de Maye es muy claro: hay que actuar, porque según ella, algo está pasando en la sociedad que hace que esto se perpetúe.

Necesitamos vernos como adultos y como adultas responsables, tenemos una deuda histórica con los niños y con las niñas y necesitamos por lo menos abonar. Necesitamos convertirnos en una sociedad más justa que escucha a los niños, que los respeta, que los valora, que los tiene en cuenta, porque hoy en día no se está escuchando a los niños. A veces se prefiere el celular o la televisión que escuchar a los hijos y a las hijas”, lamenta.

La educadora dice que se siente honrada de recibir el Premio Nansen, que es un gran privilegio y una oportunidad para hablar con el mundo y los medios y contarles que los niños víctimas de explotación sexual “sí pueden sobrevivir”.

“La explotación sexual y la trata de personas van más allá de las cifras y de las estadísticas, tienen rostros y duelen en lo más profundo del ser de los niños y de las niñas. Los niños y niñas y las familias refugiadas inmigrantes no salieron de Venezuela porque quisieron salir de turistas, salieron porque estaban en unas condiciones difíciles y necesitan de nosotros como adultos y como colombianos y colombianas y del mundo entero en general”.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2020/10/1481932

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Kenia: Una plataforma educativa permitirá formar a profesores en campos de refugiados

Una plataforma educativa permitirá formar a profesores en campos de refugiados

La Institución Educativa SEK, a través de la Fundación Universidad Camilo José Cela, ha creado EachTeach, una plataforma educativa para formar a profesores en contextos vulnerables como campos de refugiados. El objetivo del proyecto es llegar a 150 profesores a finales de 2021.

El primer piloto se ejecutará en Kakuma (Kenia), uno de los mayores campos de refugiados del mundo, donde sólo el 64% de los profesores de primaria y el 50% de secundaria tienen la formación mínima requerida.
Sumados a la falta de capacitación, se encuentran los desafíos que enfrentan los maestros allí: hacinamiento, diferentes idiomas, materiales limitados de enseñanza y aprendizaje, falta de muebles y desigualdades.

La iniciativa EachTeach busca impulsar una «economía circular» del conocimiento y que cada profesor pueda personalizar su experiencia de aprendizaje al nivel y ritmo deseado. Así, podrá ir adquiriendo certificaciones incrementales, al mismo tiempo que podrá crear su propio contenido.

La plataforma es accesible desde dispositivos móviles y opera en modalidad online y offline, algo fundamental en contextos de baja penetración de Internet, como es el caso del campo de refugiados de Kakuma.

EachTeach fue impulsado por la presidenta de la Institución Educativa SEK, Nieves Segovia, en 2019, a través de la Fundación UCJC con la colaboración de la Fundación Mujeres por África, ACNUR y la Embajada de España, cuando se movilizó a un equipo de profesores de la UCJC para poder analizar y evaluar las necesidades y recursos de los docentes en Kakuma.

Las conclusiones mostraron una enorme falta de recursos materiales y humanos, así como la concienciación de los encuestados en el papel transformador de la educación en sus contextos sociales y la alta penetración masiva de teléfonos móviles.

La Fundación UCJC realizó entrevistas a decenas de profesores para seleccionar finalmente a tres mujeres para formar parte del proyecto piloto: dos procedían de Sudán del Sur y una, del Congo. Todas ellas fueron becadas para estudiar y vivir en el Campus de Villafranca de la UCJC, donde participaron en un programa teórico-práctico con el que se formaron en nuevas metodologías de enseñanza y tecnología en la educación.

La institución Camilo José Cela recuerda que la meta 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluye aumentar la oferta de maestros calificados para 2030.

Entre las áreas con datos, Asia Central tiene la mayor proporción de maestros capacitados mientras que en el África Subsahariana, el 64% de los profesores de primaria y el 50% de los profesores de secundaria tienen la formación mínima requerida.

Fuente: https://www.europapress.es/epsocial/migracion/noticia-plataforma-educativa-permitira-formar-profesores-campos-refugiados-20201005174121.html

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Entrevista con Filippo Grandi: «Educación para los refugiados, una inversión que vale la pena para el mundo”

Filippo Grandi es el undécimo alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), cargo que ejerce desde el 1 de enero de 2016, tras dedicarse al trabajo humanitario y de refugiados durante más de 30 años. Su mandato de cinco años al frente de Acnur, concluye el 31 de diciembre de este año.

Este es un extracto de la entrevista realizada a Grandi por personal del fondo Educación No Puede Esperar, también conocido por su nombre en inglés Education Cannot Wait y su sigla ECW. Se trata de un fondo mundial multilateral de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)  destinado a promover el acceso a la enseñanza de los millones de niños y adolescentes que viven en medio de crisis, conflictos, desastres naturales y brotes de enfermedades.

EDUCACIÓN NO PUEDE ESPERAR (ECW): Como agencia de las Naciones Unidas, con el mandato de su Asamblea General de brindar protección internacional y buscar soluciones para los refugiados, ¿podría explicar la importancia general de la educación para los niños refugiados como un componente de protección y soluciones?

FILIPPO GRANDI: La escuela es a menudo una de las primeras cosas que las familias de refugiados preguntan después de ser desplazadas. Deseosos de recuperar un sentido de normalidad y dignidad después del trauma del desarraigo, también están muy comprometidos con el futuro de sus hijos.

Muchos niños y jóvenes son desplazados varias veces antes de cruzar una frontera y convertirse en refugiados. Para estos niños, la escuela es el primer lugar donde comienzan a recuperar el sentido de rutina, seguridad, amistad e incluso paz.

La educación juega un papel clave, tanto para garantizar la protección de los niños y los jóvenes como para ayudar a las familias y los niños a concentrarse en reconstruir sus vidas y regresar a muchas de las actividades con las que normalmente se habrían comprometido antes del desplazamiento.

Como ha demostrado el reciente Informe sobre la educación 2020 de Acnur, aunque ha habido algo de éxito en el acceso a la educación primaria, este se ha ralentizado. Las tasas brutas de matriculación muestran que 77% de los niños refugiados están matriculados en la educación primaria, pero esta cifra se reduce drásticamente a 31% en el nivel secundario.

Las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada. Dado que la evidencia global muestra la naturaleza protectora significativa de la educación secundaria para las niñas, este es un aspecto clave del trabajo para Acnur y socios como Educación No Puede Esperar.

Juntos, estamos solicitando que la matriculación de refugiados en la educación en todos los grados se lleve a nivel global para permitir que los millones de niños y jóvenes de todo el mundo que se han visto obligados a huir de sus hogares construyan un futuro mejor para ellos, sus familias y sus comunidades.

Si se les permite aprender, desarrollarse y prosperar, los niños crecerán para contribuir a las sociedades que los acogen, pero también a sus países de origen cuando la paz les permita regresar. La educación es una de las formas más importantes de resolver las crisis mundiales.

ECW: Usted es miembro desde hace mucho tiempo del comité directivo de alto nivel de la Educación No Puede Esperar. Como sabe, la institución tiene por objeto garantizar que los niños puedan continuar su educación en tiempos de emergencias y crisis prolongadas. ¿Podría explicar las necesidades especiales de los niños refugiados durante las emergencias y las crisis prolongadas, y ¿cómo cree que Educación No Puede Esperar contribuye a satisfacer esos derechos y necesidades?

FP: El Pacto Mundial para los Refugiados exige medidas para permitir que los niños y jóvenes regresen al aprendizaje dentro de los tres meses posteriores al desplazamiento. Este objetivo destaca el importante papel que desempeña la educación, tanto formal como informal, para ayudar a los niños a reanudar sus actividades normales.

Los niños pueden tener un sentido de pertenencia con sus compañeros en las aulas, la oportunidad de jugar y participar en actividades recreativas y recibir información que podría salvarles la vida sobre temas relacionados con la salud, la higiene y la seguridad. Las escuelas también brindan acceso a servicios de apoyo, como programas de orientación y alimentación escolar.

Preparar a los niños refugiados para que ingresen a los sistemas educativos nacionales de las comunidades de acogida es fundamental y requiere trabajar en estrecha colaboración con los Ministerios de Educación para eliminar las barreras administrativas y de políticas a la matriculación escolar.

También implica garantizar que los niños tengan las destrezas y habilidades necesarias para prosperar una vez que estén inscritos en las escuelas. Las clases de aprendizaje de idiomas, especialmente cuando el idioma de enseñanza es diferente, los programas de actualización y la educación acelerada apoyan la inscripción de los niños en la escuela y la capacidad de aprender de manera efectiva.

También es importante brindar información y asistencia esencial para ayudar a las familias a superar algunas de las barreras prácticas para la inscripción escolar. El apoyo psicosocial también es fundamental para los niños que han sufrido el trauma del desplazamiento y que necesitan ayuda para adaptarse a nuevas situaciones y entornos.

El apoyo brindado por Educación No Puede Esperar permite a las agencias y organizaciones garantizar que los servicios se brinden después del inicio de una emergencia para abordar las necesidades inmediatas que se han destacado anteriormente, enfocándose tanto en las necesidades de protección como en las de educación y trabajando para garantizar que los niños estén preparados para ser incluidos en programas de educación formal.

Educación No Puede Esperar también ha desempeñado un papel fundamental al pedir a los donantes que inviertan en educación durante y después de las emergencias para asegurar que las necesidades educativas de los niños puedan satisfacerse durante las crisis humanitarias, como lo demuestra el aumento de la inversión en educación en situaciones de emergencia durante los últimos cuatro años.

ECW: Un número significativo de promesas hechas por países y otras partes interesadas en el Foro Mundial sobre los Refugiados 2019 se centró en la educación, incluidas las promesas individuales y conjuntas hechas por Educación No Puede Esperar que destacan las inversiones de varios años para aumentar las oportunidades en la educación secundaria para los niños refugiados y en el trabajo con otros fondos globales para apoyar una educación de calidad para los refugiados.¿Qué brechas existen en la financiación de la educación de los refugiados a nivel mundial y dónde pueden ayudar mejor los donantes, incluidos los países, la sociedad civil y las empresas privadas?

FG: Si bien la financiación para la educación en situaciones de emergencia se quintuplicó entre 2015 y 2019, la educación generalmente solo recibe entre dos y cinco  por ciento del presupuesto total de los llamamientos humanitarios. A medida que pasamos de situaciones de emergencia a crisis prolongadas, existe el riesgo de que el gasto en educación reciba un grado cada vez menor de prioridad, lo que dificulta apoyar a los gobiernos anfitriones para que continúen brindando servicios educativos durante un período prolongado.

Las brechas de financiamiento en la educación significan que a menudo es difícil garantizar que los niños y jóvenes completen un ciclo completo de educación, pasando de la educación primaria a la secundaria y la terciaria. Las cifras globales muestran que hay una caída significativa en la inscripción entre la educación primaria y secundaria y que solo el 3 por ciento de los jóvenes refugiados están matriculados en programas de educación terciaria.

Las brechas de financiamiento también significan que quienes más lo necesitan, incluidos los niños de hogares encabezados por mujeres o niños y los que tienen discapacidades, no reciben el apoyo especializado que se requiere para disfrutar plenamente de su derecho a la educación.

El compromiso conjunto en el Foro Mundial sobre Refugiados de Educación No Puede Esperar, el Banco Mundial y la Alianza Mundial para la Educación tiene el potencial de cambiar las reglas del juego en términos de garantizar que los sistemas se fortalezcan y apoyen para que los refugiados y otras poblaciones vulnerables tengan un acceso continuo a la educación.

ECW: Educación No Puede Esperar ha dedicado su segunda ronda de inversiones de Primera Respuesta de Emergencia por covid-19 para situaciones de refugiados en todo el mundo. ¿Podría explicar algunas de las emergencias clave en términos de educación de refugiados para Acnur y la diferencia que hará la respuesta de emergencia de Educación No Puede Esperar para covid-19?

FG: El cierre de escuelas en todo el mundo significó efectivamente que 90 por ciento de los niños refugiados que estaban inscritos en escuelas y programas educativos no pudieran continuar recibiendo una educación.

Como se encuentran en algunas de las áreas más remotas de los países o tienen recursos limitados en el hogar, no pudieron beneficiarse plenamente de los programas de aprendizaje a distancia, y en el hogar y corren un grave riesgo de quedarse más rezagados académicamente. Este riesgo es aún más grave para las adolescentes, donde se estima que 50 por ciento de las jóvenes que estaban en la escuela corren el riesgo de no regresar una vez que se reanuden las clases.

El cierre de las escuelas también significa que muchos de los servicios de apoyo integral mencionados anteriormente (distribución de alimentos, apoyo psicosocial y actividades recreativas y programas de apoyo al aprendizaje) se vieron interrumpidos.

Las familias que han perdido sus medios de subsistencia como resultado de la pandemia experimentan una mayor presión económica y pueden dar menos prioridad a gastar los escasos recursos que tienen en la educación para garantizar que se satisfagan sus necesidades más básicas.

Todos estos factores contribuyen a aumentar los riesgos de protección durante los períodos de cierre de escuelas, dejando el futuro educativo de muchos niños refugiados colgando de un hilo.

Mantener la educación en marcha durante una pandemia requiere ingenio, innovación, invención y colaboración. La financiación de Educación No Puede Esperar para la respuesta a la  covid-19 desempeñará un papel clave en la mitigación de estos riesgos, al encontrar formas de garantizar que los estudiantes puedan continuar aprendiendo durante el cierre de las escuelas, difundiendo información a las familias de refugiados sobre los procedimientos de reapertura y los protocolos de seguridad que se implementarán, capacitando a los maestros para adaptarse a la pandemia, proporcionando materiales adicionales a los estudiantes, implementando campañas de regreso a la escuela y haciendo las mejoras indispensables en las instalaciones de agua y saneamiento en estas instituciones. Muchas de estas actividades ya se han iniciado con el generoso apoyo de Educación No Puede Esperar.

ECW: Acnur y ECW también han coordinado estrechamente con los gobiernos anfitriones, los actores humanitarios y de desarrollo el fomento de inversiones de recuperación de varios años, como el Plan de Respuesta Educativa para Refugiados y Comunidades de Acogida en Uganda. ¿Cómo ve este fortalecimiento de la educación para los refugiados y las comunidades de acogida en el nexo entre la ayuda humanitaria y el desarrollo?

FG: El tema del informe de Acnur de 2020 es «Unirnos para la educación de los refugiados». Este foco realmente refleja el Pacto Mundial sobre Refugiados, que aboga por un enfoque de “toda la sociedad” para garantizar que se aborden las necesidades de los refugiados y las comunidades de acogida. Esto significa que una serie de partes interesadas tienen un papel que desempeñar en la realización de los objetivos del Pacto.

La presencia de un plan claro y un conjunto de objetivos para apoyar el acceso a la educación ayuda a definir roles y áreas de contribución para una amplia gama de partes interesadas. Es fundamental que existan nexos entre los planes de respuesta humanitaria y para refugiados, los planes de resiliencia plurianuales y los planes de desarrollo del sector a más largo plazo.

El apoyo de Educación No Puede Esperar a la programación educativa inmediatamente después del inicio de una emergencia y la asistencia a más largo plazo proporcionada a través de los programas de resiliencia plurianuales desempeñan un papel fundamental para cerrar la brecha entre la financiación humanitaria y la financiación del desarrollo.

La inclusión de refugiados en los sistemas educativos del país de acogida significa que los donantes y otros actores deben trabajar en estrecha colaboración con los gobiernos para aumentar la capacidad de estos sistemas de incorporar más estudiantes, desarrollar las habilidades de los maestros para responder a las necesidades de los alumnos y garantizar que los niños puedan progresar a través de diferentes niveles educativos.

ECW: ¿Habría algún comentario final que le gustaría hacer a la audiencia de ECW en todo el mundo sobre la importancia de la educación de los niños refugiados en situaciones de emergencia?

FG: La inversión en educación para los refugiados es esencial para garantizar que no se pierda la creatividad y el potencial de los jóvenes en regiones afectadas por conflictos y crisis.

Durante la pandemia de covid-19, los estudiantes refugiados han desempeñado un papel fundamental en sus comunidades trabajando en primera línea como trabajadores de la salud, fabricando mascarillas y jabón para distribuirlos a quienes lo necesitan, ofreciendo asesoramiento y difundiendo información sobre salud e higiene y creando programas para la instrucción de los estudiantes más jóvenes. Su impulso, iniciativa y pasión se habrían perdido sin una inversión temprana en su educación.

La educación para los refugiados es una inversión que vale la pena para toda la comunidad y para el mundo. También es un derecho fundamental para todos los niños que se afirma en la Convención de Refugiados de 1951, la Convención sobre los Derechos del Niño y la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Este derecho también debe respetarse en situaciones de emergencia en las que pedimos a los actores mundiales que se centren no solo en el acceso, sino también en la calidad de la educación y la capacidad de los niños para aprender, lo que los llevará a un futuro más brillante y digno.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2020/09/educacion-los-refugiados-una-inversion-vale-la-pena-mundo/

 

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ACNUR insiste en urgencia de ayuda para refugiados en Grecia

Europa/Grecia/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

En los centros de recepción instalados por el Gobierno griego existe hacinamiento y los refugiados no se alimentan bien.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) insistió este jueves en la urgencia de tomar medidas para mejorar las condiciones en las que viven solicitantes de asilo en los centros de recepción de las islas griegas del Egeo.

El representante de ACNUR en Grecia, Philippe Leclerc, señaló que es crucial que la respuesta gubernamental sea «integral» y  vaya más allá de las «soluciones a corto plazo» ante la situación de precariedad que padecen los refugiados.

«Esto significa garantizar unas condiciones de acogida adecuadas, acceso a procedimientos de asilo justos y rápidos, oportunidades de integración para quienes se conceda asilo y retornos ágiles para quienes no necesitan protección internacional», agregó Leclerc.

Una serie de incendios devastaron en días pasados el campo de refugiados de Moria, ubicado en Lesbos,  lo que provocaron que unas 12.000 personas se quedaran sin techo. Ante la  gravedad de la situación, el Gobierno de Grecia tomó varias medidas, que parecen ser insuficientes.

El Ejército heleno y organizaciones humanitarias lograron establecer un centro de emergencia para albergar a los afectados, unos 9.400 solicitantes sin hogar se encuentran allí. No obstante, medios internacionales han descrito que existe hacinamiento y los refugiados no se alimentan bien.

En tal sentido precisan que reciben una comida al día, mientras las carpas se encuentran pegadas unas a otras, algunas sin camastros para que las personas duerman; además de no contar con la higiene imprescindible para prevenir el riesgo de contagios por la Covid-19.

«Los sucesos en Moria son una llamada de atención sobre la necesidad de abordar la precaria situación de miles de personas en las islas y de acelerar su traslado seguro y ordenado a un alojamiento más apropiado en la península»,  valoró Leclerc.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/acnur-insiste-urgencia-ayuda-refugiados-grecia–20200924-0054.html

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Documental»Para Sama»: un crudo retrato de la guerra en Siria contado en primera persona

El documental es un diario de guerra que el poder que adquiere el cine cuando es guiado por la abrumadora honestidad de los sentimientos; fue nominado al Oscar.

El arrullo de un bebé que se confunde con los sonidos de explosiones a lo lejos, dando pie a la búsqueda desesperada de refugio en los pasillos de una construcción que se tambalea, para luego hacer una ágil transición y alcanzar el desolado futuro, algunos meses más adelante, con la niña un poco más crecida, pero aún en medio de un conflicto que se recrudece y no parece que vaya a terminar. Esa es la de devastadora forma en que los directores —una de ellos es también la protagonista— establecen desde un principio la estructura que habrá de seguir “Para Sama”, un retrato de las despiadadas entrañas de la guerra.

Aquí la mezcla de imágenes, que van de una boda realizada en pleno desastre, o las de algunos amigos comprometidos con el movimiento que bromean mientras tratan de mantener en pie un hospital, a las visiones de aviones sobrevolando a punto de atacar, para dimensionar la incertidumbre y luego mostrar los estragos de los bombardeos, adquieren sentido con los saltos en el tiempo en los que se une el espíritu del video casero y el periodístico, gracias a la enorme lucidez del trazo redondeado con los recursos fílmicos.

Todo sin caer en el morbo o el efectismo a la hora de alcanzar los puntos más álgidos, y es que el drama no los necesita para asestar golpes duros al espectador; es más que suficiente con la realidad por sí misma y con el necesario afán de ponerle nombre a las víctimas, para recordarnos que estas no son solo números para las estadísticas, y así dejarnos conocerlas aunque sea por breves instantes, porque irremediablemente los iremos perdiendo. Esto mientras recorremos desde los momentos de euforia que dejó el efímero triunfo de la insurrección previa, hasta aquellos en que es aplastada por el ejército sirio y sus aliados rusos, que mantienen el estado de sitio de lo que queda de la ciudad de Alepo.

Las imágenes de la bebé a quien está dirigido el relato son una constante, al igual que la voz en off de la madre, quien busca explicar la lucha, enseñarle el camino, hablarle de la importancia de la resistencia, y quizás encontrar cierta redención tras haber decidido quedarse en el lugar junto con su esposo y ayudar a los heridos, a pesar de su nacimiento.

Se trata de un diario de guerra que da muestra del poder que adquiere el cine cuando el ojo que captura las imágenes, ya sea con una cámara o un celular, es guiado por la abrumadora honestidad de los sentimientos,  en este caso elaborado por una revolucionaria para su hija, con quien ha vivido lo peor del conflicto, que empuja a mirar a través de sus ojos y a reflejarse en los de la pequeña.

Desoladora declaración del pecado de los padres que se convierte en el de todos, cuando lo que le ofrecemos a los niños no sólo es un mundo que hemos roto y no somos capaces de arreglar, sino que insistimos en seguir haciéndolo pedazos. “Para Sama” estuvo nominada en la categoría a Mejor Documental en los premios Oscar y BAFTA, se estrenó en plataformas digitales, como Netflix, pero con la reapertura de los cines ya también llegó a la cartelera comercial y es la indispensable de este fin de semana, aunque definitivamente no es para todas las sensibilidades.

Fuente: https://www.razon.com.mx/entretenimiento/sama-crudo-retrato-guerra-siria-contado-primera-persona-405074

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