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Sobreviviendo al virus: Una guía anarquista

América Latina /01/04/2020/Autor y fuente: lapeste.org

Capitalismo en crisis—Totalitarismo en ascenso—Estrategias para la resistencia

La pandemia no va a acabar en las próximas semanas. Incluso si las estrictas medidas de confinamiento logran reducir el número de infecciones a lo que era hace un mes, el virus podría volver a propagarse exponencialmente tan pronto se suspendan las medidas. Es probable que la situación actual continúe durante meses (repentinos toques de queda, cuarentenas inconsistentes, condiciones cada vez más desesperadas), aunque casi con certeza cambiará de forma en algún momento cuando las tensiones en su interior desborden. Para prepararnos para ese momento, protejámosnos a nosotros mismos y a los demás de la amenaza planteada por el virus, reflexionemos sobre los riesgos y la seguridad que plantea la pandemia, y enfrentemos las desastrosas consecuencias de un orden social que nunca fue diseñado para preservar nuestro bienestar en primer lugar.

Sobreviviendo al virus

Las antiguas formas anarquistas de organización y seguridad tienen mucho que ofrecer cuando se trata de sobrevivir a la pandemia y al pánico que está causando.

Forma un grupo de afinidad

La perspectiva de cuarentena nos dice mucho sobre cómo estábamos viviendo. Los que viven en familias unidas o en casas colectivas felices están en una situación mucho mejor que los que están en matrimonios quebrados y los que tienen grandes casas vacías para sí mismos. Esto es un buen recordatorio de lo que realmente importa en la vida. A pesar de los modelos de seguridad que representan el sueño burgués de una familia nuclear como propietaria de la vivienda y la política exterior estadounidense que lo refleja, la unión y el cuidado son mucho más importantes que el tipo de seguridad que depende de cercar el mundo entero.

El “distanciamiento social” no debe significar un aislamiento total. No estaremos más seguros si nuestra sociedad se reduce a un grupo de individuos atomizados. Eso no nos protegería del virus ni del estrés de esta situación, ni de las apropiaciones de poder que los capitalistas y las autoridades estatales se están preparando para llevar a cabo. Por mucho que los ancianos estén en riesgo por el virus, por ejemplo, las personas mayores ya están peligrosamente aisladas en esta sociedad; si se les excluye de todo contacto con otros, no se preservará su salud física o mental. Todos necesitamos estar integrados en grupos muy unidos de una manera que maximice nuestra seguridad y nuestra capacidad colectiva para disfrutar de la vida y actuar.

Elije un grupo de personas en las que confíes: idealmente, personas con las que compartes la vida cotidiana, a aquellas y aquellos los cuales compartas factores de riesgo y niveles de tolerancia al riesgo similares. Para efectos de sobrevivir al virus, este es su grupo de afinidad, el pilar básico de la organización anarquista descentralizada. No es necesario vivir con ellos en el mismo edificio; lo importante es que usted puede reducir sus factores de riesgo a aquellos con los que comparte y con los que se siente cómodo. Si tu grupo es demasiado pequeño, estarás aislado—y eso será un problema especialmente si te enfermas. Si su grupo es demasiado grande, se enfrentará a un riesgo innecesario de infección.

Hablen entre ustedes hasta concluir un conjunto de expectativas compartidas sobre cómo se involucrarán con el riesgo de contagio. Esto podría ser desde un aislamiento físico total hasta recordar usar desinfectante para manos después de tocar superficies en público. Dentro de su grupo, siempre y cuando nadie tenga el virus, aún puede abrazar, besar, preparar la comida juntos, tocar las mismas superficies, siempre y cuando se esté de acuerdo con el nivel de riesgo que colectivamente se está dispuesto a tolerar y comunicar cuando surge un nuevo factor de riesgo.

Esto es lo que los anarquistas llaman cultura de la seguridad: la práctica de establecer un conjunto de expectativas compartidas para minimizar el riesgo. Cuando estamos lidiando con la represión policial y la vigilancia del Estado, nos protegemos compartiendo información según sea necesario. Cuando estamos lidiando con un virus, nos protegemos controlando los vectores a lo largo de los cuales los contagios pueden propagarse.

Nunca es posible evitar totalmente el riesgo. El objetivo es determinar con qué riesgo se siente cómodo y comportarse de tal manera que si algo sale mal, no se arrepentirá, sabiendo que ha tomado todas las precauciones que consideró necesarias. Al compartir su vida con un grupo de afinidad, obtiene lo mejor de la precaución y la convivencia.

Para acceder a recursos de cómo continuar organizándose con otros camaradas mediante plataformas digitales seguras a pesar del “distanciamiento social”. Lea esto.

Arma una red

Claramente, tu grupo de afinidad por sí solo no será suficiente para satisfacer todas tus necesidades. ¿Qué sucede si necesita recursos a los que ninguno de ustedes puede acceder de manera segura? ¿Qué pasa si todos se enferman? Debes estar conectado a otros grupos de afinidad en una red de apoyo mutuo, de modo que si algún grupo de la red se ve superado, los demás pueden acudir en su ayuda. Al participar en una red como esta, puedes hacer circular recursos y apoyo sin necesidad de exponerse al mismo nivel de riesgo. La idea es que cuando las personas de diferentes grupos dentro de la red interactúan, emplean medidas de seguridad mucho más estrictas, para minimizar el riesgo adicional.

La frase “apoyo mutuo” ha sido lanzada últimamente, incluso por los políticos. En su sentido correcto, el apoyo mutuo no describe un programa que proporciona asistencia unidireccional para otros de la manera en que lo hace una organización de caridad. Más bien, es la práctica descentralizada del cuidado recíproco a través de la cual los participantes en una red se aseguran de que todos obtengan lo que necesitan, para que todos tengan razones para involucrarse en el bienestar de todos los demás. No se trata de un intercambio de esto por aquello, sino más bien de un intercambio de cuidados y recursos que crea el tipo de redundancia y resiliencia que puede sostener a una comunidad en tiempos difíciles. Las redes del apoyo mutuo prosperan mejor cuando es posible fomentar la confianza recíproca con los demás durante un largo período de tiempo. No tienes que conocer o que te agraden todos los demás en la red, pero todos tienen que dar lo suficiente a la red para que juntos, tus esfuerzos creen una sensación de abundancia.

El marco de reciprocidad puede parecer que se presta a la estratificación social, en la que las personas de clases sociales similares con acceso similar a los recursos gravitan entre sí para obtener el mejor retorno de la inversión de sus propios recursos. Pero los grupos de diferentes orígenes pueden tener acceso a una amplia gama de diferentes tipos de recursos. En estos tiempos, la riqueza financiera puede resultar mucho menos valiosa que la experiencia con la plomería, la capacidad de hablar un dialecto en particular o los lazos sociales en una comunidad en la que nunca pensó que se encontraría dependiendo. Todos tienen buenas razones para extender sus redes de ayuda mutua lo más lejos posible.

La idea fundamental aquí es que son nuestros lazos con otros son los que nos mantienen seguros, no nuestra protección contra ellos o nuestro poder sobre ellos. Los “preparados para el desastre” que se han centrado en construir un arsenal privado de comida, equipo y armas están poniendo las piezas en su lugar para un apocalipsis contra todo. Si pones toda tu energía en soluciones individuales, dejando a todos a tu alrededor para luchar por la supervivencia por su cuenta, tu única esperanza es superar a la competencia. E incluso si lo hacen, cuando no hay nadie más que encienda esas armas, será el último que quede, y esa pistola será la última herramienta a su disposición.


Cómo nos relacionamos con el riesgo

La aparición de un nuevo contagio potencialmente letal nos obliga a pensar en cómo nos relacionamos con el riesgo. ¿Por qué vale la pena arriesgar nuestras vidas?

Al reflexionar, la mayoría de nosotros concluiremos que —manteniendo las demás cosas iguales— arriesgar nuestras vidas solamente para seguir jugando nuestro papel en el capitalismo no vale la pena. Por otro lado, podría valer la pena arriesgar nuestras vidas para protegernos unos a otros, para cuidarnos unos a otros, para defender nuestra libertad y la posibilidad de vivir en una sociedad igualitaria.

Así como estar completamente aislados no es lo más seguro para los ancianos, tratar de evitar el riesgo por completo no nos mantendrá seguros. Si nos mantenemos estrictamente a nosotros mismos mientras nuestros seres queridos se enferman, nuestros vecinos mueren, y el estado policial se lleva todo último vestigio de nuestra autonomía, no estaremos más seguros. Hay muchos tipos diferentes de riesgo. Probablemente llegue el momento en que tengamos que repensar los riesgos que estamos dispuestos a correr para vivir con dignidad.

Esto nos lleva a la cuestión de cómo sobrevivir a todas las tragedias innecesarias que los gobiernos y la economía global nos están acumulando en el contexto de la pandemia, por no mencionar todas las tragedias innecesarias que ya estaban creando. Afortunadamente, las mismas estructuras que pueden permitirnos sobrevivir juntos al virus también nos pueden equipar para enfrentarnos a ellos.

Enfrentamiento en Milán entre la policía y anarquistas que se manifiestan en solidaridad durante las revueltas carcelarias en Italia.

Sobreviviendo a la Crisis

Seamos claros: el totalitarismo ya no es una amenaza que se ubica en el futuro. Las medidas implementadas alrededor del mundo son totalitarias en todo el sentido de la palabra. Estamos presenciando decretos unilaterales de los gobiernos imponiendo la prohibición total de viajes, toques de queda durante las 24 horas del día, verdaderas leyes marciales, y otras medidas dictatoriales.

Esto no quiere decir que no debamos implementar medidas para protegernos mutuamente de la propagación del virus. Es simplemente reconocer que las medidas que varios gobiernos están implementando se basan en medios autoritarios y una lógica autoritaria. Piense en la cantidad de recursos que se invierten en el ejército, la policía, los bancos y el mercado de valores que en la atención médica pública y los recursos para ayudar a las personas a sobrevivir esta crisis. Todavía es más fácil ser arrestado por vagancia que hacerse una prueba para detectar el virus.

Así como el virus nos muestra la verdad sobre cómo ya vivíamos, sobre nuestras relaciones y nuestros hogares, también nos muestra que ya vivíamos en una sociedad autoritaria. La llegada de la pandemia solo la hace formal. Francia está poniendo a 100,000 policías en las calles, 20,000 más que los desplegados en el punto más alto de las protestas de los gilets jaunes (chalecos amarillos). Los refugiados que necesitan asilo están siendo rechazados a lo largo de las fronteras entre los Estados Unidos y México y entre Grecia y Turquía. En Italia y España, bandas de policías atacan a trotadores en calles vacías.

En Alemania, la policía de Hamburgo ha aprovechado la situación para desalojar una tienda de refugiados autoorganizada que había estado en pie durante varios años. A pesar de la cuarentena, la policía en Berlín sigue amenazando con desalojar una barra colectiva anarquista. En otra parte, la policía vestida con uniformes de soldados de asalto para pandemias allanó un centro de refugiados.

Lo peor de todo, todo esto está ocurriendo con el consentimiento tácito de la población general. Las autoridades pueden hacer virtualmente cualquier cosa en el nombre de proteger nuestra salud, incluso matarnos.

En la medida en que la situación se intensifica, será más probable ver a la policía y los militates ocupando fuerza letal de manera creciente, ellos son los únicos que tienen la posibilidad de reunirse en grandes números. Cuando la policía se constituye como el único cuerpo social que puede reunirse en masa, no hay otra palabra que “estado policial” para describir la forma de sociedad en la que vivimos.

Ha habido señales de que las cosas iban en esa dirección durante décadas. El capitalismo solía depender de mantener a un gran número de trabajadores disponibles para realizar trabajo industrial, en consecuencia, no era posible tratar la vida tan barata como se la trata hoy. A medida que la globalización y la automatización capitalistas han disminuido la dependencia de los trabajadores, la fuerza laboral global ha ido cambiando constantemente al sector de servicios, haciendo un trabajo que no es esencial para el funcionamiento de la economía y, por lo tanto, menos seguro y pagado, mientras que los gobiernos se han vuelto cada vez más dependientes de la violencia policial militarizada para controlar el malestar y la ira.

Si la pandemia se prolonga lo suficiente, probablemente veremos más automatización (los autos auto-conducidos representan menos amenaza de infección para la burguesía que los conductores de Uber) y los trabajadores desplazados se dividirán entre las industrias de represión (policía, ejército, seguridad privada, contratistas militares privados) y los trabajadores precarios que se ven obligados a correr un gran riesgo para ganar unos cuantos centavos. Nos estamos acelerando hacia un futuro en el que una clase privilegiada conectada digitalmente realice trabajo virtual en aislamiento, mientras un estado policial masivo los protege de una subclase prescindible que asume la mayoría de los riesgos.

Ya el multimillonario Jeff Bezos ha añadido 100 mil puestos de empleo en Amazon, previendo que su compañía va a dejar a comercios locales fuera del negocio. Del mismo modo, Bezos no dará a sus empleados de Whole Foods vacaciones pagadas a pesar del riesgo constante que enfrentan en el sector de servicios, aunque les dará un aumento de $ 2 hasta abril. En resumen, todavía considera que sus vidas no valen nada, pero admite que sus muertes deberían pagarse mejor.

En este contexto, es probable que haya revuelta. Es probable que veamos algunas reformas sociales destinadas a aplacar a la población, al menos temporales para mitigar el impacto de la pandemia, pero que llegarán junto con la violencia cada vez mayor de un Estado que nadie puede imaginar prescindir, en la medida en que se malinterpreta como el protector de nuestra salud.

De hecho, el Estado mismo es la cosa más peligrosa para nosotras y nosotros, en la medida que nos impone una distribución drásticamente desigual de los recursos que nos obliga a enfrentar distribuciones de riesgo tan desequilibradas. Si queremos sobrevivir, no podemos simplemente exigir políticas más equitativas, también tenemos que deslegitimar y socavar el poder del Estado.

Estrategias para la Resistencia

Para dicho objetivo, concluimos unas cuantas estrategias para la resistencia que ya están siendo aterrizadas al suelo.

Huelgas de arriendo

En San Francisco, el colectivo habitacional Station 40 ha liderado el camino al declarar unilateralmente una huelga de alquileres en respuesta a la crisis:

La urgencia del momento exige una acción decisiva y colectiva. Estamos haciendo esto para protegernos y cuidarnos a nosotros mismos y a nuestra comunidad. Ahora más que nunca, rechazamos la deuda y nos negamos a ser explotados. No** llevaremos la carga a los capitalistas. Hace cinco años, derrotamos el intento de nuestro propietario de desalojarnos. Ganamos por la solidaridad de nuestros vecinos y amigos en todo el mundo. Una vez más estamos llamando a esa red. Nuestro colectivo se siente preparado para el refugio en el lugar que comienza a medianoche en toda el área de la bahía. El acto de solidaridad más significativo para nosotros en este momento es que todos hagan una huelga juntos. Te respaldaremos, como sabemos que tendrás nuestro respaldo**. Descansa, reza, cuídate el uno al otro”.

STATION 40 EN HUELGA

Para millones de personas que no podrán pagar sus cuentas, esto hace una virtud de la necesidad. Innumerables millones de personas que viven de un sueldo a otro ya han perdido sus empleos e ingresos y no tienen forma de pagar el alquiler de abril. La mejor manera de apoyarlos es que todos vayamos a la huelga, haciendo imposible que las autoridades ataquen a todos los que no paguen. Los bancos y los terratenientes no deberían poder seguir beneficiándose de los alquileres e hipotecas cuando no hay manera de ganar dinero. Eso es sentido común.

La idea ya ha ido circulando de una variedad de formas distintas. En Melbourne, Australia, la rama local de la IWW está promoviendo un compromiso con la huelga de arriendo por el COVID-19. Rose Caucus está llamando a las personas a que dejen de pagar el arriendo, hipotecas people to suspend rent, mortgage, y el pago de servicios públicos durante el brote epidémico. En el Estado de Washington, Sla huelga de arriendo de Seattle está llamando a lo mismo. Inquilinos de Chicago están amenazando con una huelga de arriendo junto a personas de Austin y St. Louis. En Canadá, se está organizando en  Toronto, Kingston, y Montreal. Otros han puesto a circular documentos llamando a una huelga de arriendo e hipoteca.

Para que una huelga de arriendo tenga éxito a nivel nacional, al menos una de estas iniciativas tendrá que ganar suficiente impulso para que un gran número de personas esté segura de que no se quedarán en alto si se comprometen a participar. Sin embargo, en lugar de esperar a que una sola organización de masas coordine un ataque masivo desde arriba, es mejor que estos esfuerzos comiencen a nivel de base. Las organizaciones centralizadas a menudo se comprometen temprano en el proceso de lucha, socavando los esfuerzos autónomos que dan poder a tales movimientos. Lo mejor que podríamos hacer para salir de esta experiencia más fuerte sería construir redes que puedan defenderse independientemente de las decisiones desde lo alto.

Huelgas laborales y de tránsito

Cientos de trabajadores en los astilleros atlánticos en Saint-Nazaire se declararon en huelga ayer. En Finlandia, los conductores de autobús se negaron a recibir pagos de los conductores para aumentar su seguridad frente al contagio y protestar contra los riesgos a los que están expuestos, lo que demuestra en el proceso que el transporte público podría ser gratuito.

Si alguna vez hubo un buen momento para que la clase trabajadora en apuros y precaria mostrara fuerza a través de huelgas y paros laborales, este es el momento. Por una vez, gran parte de la población en general simpatizará, ya que la interrupción de los negocios como de costumbre también puede disminuir el riesgo de propagación del virus. En lugar de tratar de mejorar las circunstancias individuales de empleados particulares a través de aumentos salariales, creemos que lo más importante es construir redes que puedan interrumpir los negocios como de costumbre, interrumpir el sistema en su conjunto y apuntar hacia la introducción revolucionaria de formas alternativas de vida y de relacionarnos. En este punto, es más fácil imaginar la abolición del capitalismo que imaginar que incluso en estas circunstancias, podría reformarse para satisfacer todas nuestras necesidades de manera justa y equitativa.

Revueltas carcelarias

Revueltas en prisiones brasileras e italianas ha resultado en una serie de fugas, incluso en fugas masivas. El coraje de estos prisioneros debería recordarnos a todas las poblaciones objetivo que se mantienen fuera de la vista pública, que son los que más sufrirán durante catástrofes como esta.

Fuente e imagen: https://lapeste.org/2020/03/sobreviviendo-al-virus-una-guia-anarquista/

 

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La esperanza triste de los niños refugiados continúan con sus familias a las puertas de Grecia

Redacción: TRT

Miles de refugiados continúan esperando en la ciudad fronteriza de Edirne desde hace 26 días con la esperanza de que Grecia abra sus puertas.

Los más víctimas entre los refugiados que esperan en tiendas de campaña improvisadas son los niños.

Los niños refugiados, que no pueden vivir su infancia, que carecen de derechos y ni siquiera saben por qué están esperando en la frontera, han estado tratando de enfrentar muchas dificultades durante casi un mes.

Los niños a veces se quedan sin aliento por las bombas de gas de Grecia y a veces luchan con las dificultades del clima frío y lluvioso.

El compañero de juegos de los niños que buscan asilo a veces son los agentes de gendarmería, de policía y a veces son funcionarios públicos en la frontera.

La gobernación de Edirne, la Dirección Provincial de Migración, la Agencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), la Media Luna Roja y las organizaciones no gubernamentales ayudan a los solicitantes de asilo a satisfacer las necesidades alimentarias y humanas básicas.

Fuente: https://www.trt.net.tr/espanol/vida-y-salud/2020/03/24/la-esperanza-triste-de-los-ninos-refugiados-continuan-con-sus-familias-a-las-puertas-de-grecia-1384145

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Human Rights Watch critica la violencia aplicada por Grecia a los refugiados

Redacción: TRT

Expusieron la violencia aplicada contra los refugiados por parte de Grecia que frecuentemente acusa y critica a Turquía por el drama humano ocurrido en la frontera Turquía-Grecia.

Human Rights Watch (HRW) elaboró un informe y análisis comprensivo sobre la tensión entre Turquía y Grecia después de que Ankara abrió los pasos fronterizos para los refugiados.

Expusieron la violencia aplicada contra los refugiados por parte de Grecia que frecuentemente acusa y critica a Turquía por el drama humano ocurrido en la frontera Turquía-Grecia.

El informe comenta que “los agentes de seguridad griegos y personas anónimas en la frontera detuvieron, aplicaron violencia, acosaron sexualmente, robaron y rempujaron hacia Turquía a los refugiados.

Por otra parte, Grecia intervino este miércoles con botes de gas lacrimógeno a los refugiados quienes esperan en la frontera para ir a Europa. Los refugiados concentrados en el área forestal se desplazaron repentinamente hacia la frontera griega. Gran número de refugiados se afectaron del gas. Tropas griegas dispararon al aire.

Fuente: https://www.trt.net.tr/espanol/mundo/2020/03/19/human-rights-watch-critica-la-violencia-aplicada-por-grecia-a-los-refugiados-1381098

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Videojuegos para transformar el mundo

Por: EL PAÍS

Los videojuegos han dejado de ser un mero instrumento de ocio para convertirse en una herramienta cultural sin límites. Francesco Cavallari dejó la industria convencional para crear Videojuegos Sin Fronteras, una asociación que los pone al servicio de la educación y el bienestar psicosocial de las personas.

Si la historia de Francesco te ha hecho pensar y tú también quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo

Senua es una guerrera vikinga que tiene que viajar al infierno para rescatar el alma de su amado Dillion. Senua viste como una heroína celta y se enfrenta a todo tipo de divinidades de la mitología nórdica hasta llegar a alcanzar con éxito el inframundo. Pero hay algo en ella que la distingue de un personaje de aventuras convencional: Senua padece psicosis, una enfermedad mental que produce alucinaciones y delirios que la hacen confundir sus pensamientos con la realidad de su alegórica aventura. Ella cree que es una maldición, pero mientras manejas su personaje por los distintos universos de este videojuego la ayudas a destruir tanto los demonios que la acechan como los suyos propios.

Hace unos meses una madre estadounidense confesó en sus redes cómo su hijo había esquivado el suicidio al identificarse con la mujer protagonista de Hellblade: Senua’s Sacrifice, el exitoso título de Ninja Theory. El joven padecía psicosis y había planeado suicidarse, pero cuando terminó el juego y comprobó cómo él mismo podía salvar a personas con su mismo problema, sintió que había esperanza y decidió buscar ayuda. No fue una casualidad: el juego contó en su desarrollo con un equipo de profesionales de la psiquiatría que plasmaron con el mayor rigor posible las características psicopatológicas del personaje.

Francesco jugando al Pac-Man.
Francesco jugando al Pac-Man. SOMOS5
A menudo, los videojuegos son estigmatizados como campo de entrenamiento de una generación alienada por las pantallas, como una actividad que puede alterar conductas de aquellos que confunden ficción con realidad, pero los últimos estudios científicos no avalan esa teoría. El caso de Senua o el de Francesco Cavallari (Milán, 1974) y sus Videojuegos Sin Fronteras cuentan otra historia. Una historia de compromiso social y de responsabilidad, de respeto y cuidado de las producciones. Los videojuegos pueden ser instrumentos educativos, herramientas de diagnóstico, de terapia y mejora cognitiva o pueden valer para trabajar la integración de personas con dificultades o en riesgo de exclusión social.

Generación Atari

Francesco tiene más de 15 años de experiencia en el mundo del desarrollo de videojuegos. Conoce a la perfección todos los sectores y escalones de una industria que genera 1.530 millones de euros al año en España, casi el triple de lo que mueve la del cine. Hay 2.000 millones de jugadores de videojuegos en todo el mundo, y la cifra sigue creciendo en un sector capaz de llenar estadios de fútbol o de congregar online a 75 millones de personas en las finales mundiales de un solo videojuego. Este informático de origen italiano y afincado en Málaga siempre ha tenido muy claro el poder social de esta herramienta: “La radio tiene esa imagen de hace 50 o 60 años, donde la gente se ponía alrededor a escuchar lo que pasaba. Luego vino la televisión… y con el videojuego es más de lo mismo: es un medio donde tú puedes jugar solo, pero también nos juntamos para jugar juntos. Hay muchas maneras de interactuar, así que realmente es una experiencia social en la mayoría de los casos”.

Francesco pertenece a la generación Atari, aquellos niños que nacieron con el Pong, crecieron con el Spectrum y alcanzaron el éxtasis gamer con el poder gráfico del Commodore Amiga, un ordenador donde podías estar jugando con los simpáticos lemmings mientras al otro lado del mundo estaba Andy Warhol reinventando con el mismo aparato sus obras de pop art. Esa generación no perdió la calle, sino que ganó una nueva frontera de experimentación creativa, un plano de juego individual y social que empezaba a alimentar nuevas vocaciones: “Desde que tuve una consola siempre he disfrutado casi más de hacer el juego, de crear, intentado experimentar con eso, que en jugar”, cuenta Francesco.

Francesco Cavallari en el Polo Digital de Málaga.
Francesco Cavallari en el Polo Digital de Málaga. PEPO JIMÉNEZ

Si entiendes el juego como una manera de experimentar el mundo, lo que te acaba atrapando es el diseño, los límites y las emociones que provoca el propio juego. Francesco empezó creando juguetes manuales para su hermano con rollos de papel higiénico y acabó como director de producción en Barcelona, dirigiendo grandes títulos internacionales para Ubisoft, una de las grandes multinacionales del sector. “Recuerdo con mucho cariño mi primer juego: un cartucho para la Game Boy. Una vez, volviendo en tren a casa, escuché la música, me giré y había un niño jugando con él en su Game Boy. Es algo que nunca se olvida”.

Quizás fue en el recuerdo de esas emociones infantiles donde Francesco encontró el recambio a los estímulos creativos que había agotado en la industria convencional. “Después de 15 años necesitaba dejar de trabajar en una oficina y poder ser libre para hacer algo diferente”. Una libertad con la que buscaba tener mayor control sobre el potencial social de la herramienta. Por eso abandonó un trabajo y una posición social acomodada para intentar aportar sus conocimientos al tercer sector: “La idea nació como una broma. Mi pareja se iba a África con Payasos Sin Fronteras y yo dije: ‘Si tú te vas con Payasos Sin Fronteras yo me voy con Videojuegos Sin Fronteras’. Salió como un chiste, pero escuchar tu voz te hace reflexionar: ¿podría ser esta la idea?”.

Refugiados en los videojuegos

Y lo fue. En 2015 Francesco viajó a Burkina Faso para desarrollar su primer proyecto: One World a Million Stories, una serie de cuentos interactivos tradicionales africanos cuyos beneficios iban destinados a financiar proyectos de ONG locales. El proyecto se quedó a medias, pero en esos viajes confirmó que “jugando, los niños comparten, disfrutan y sonríen de la misma manera en Burkina Faso que en España. Te das cuenta de que, al final, el videojuego es un lenguaje universal”.

El gran proyecto de su vida estaba aún por llegar; una oportunidad para enseñar a leer en árabe y para mejorar el bienestar psicosocial de los dos millones de niños sirios refugiados que han dejado de ir al colegio a causa del conflicto. “Familias de todas las clases sociales que han abandonado su hogar obligadas por la guerra, no por la pobreza, por eso todas tienen algún teléfono móvil, su puerta de conexión al mundo”, recuerda. El juego para móvil y tabletas se llama Antura and the Letters, fue desarrollado conjuntamente con un estudio libanés y, no solo ganó la convocatoria del concurso internacional que organizó la Agencia de Cooperación Noruega en 2017, sino que ha recibido innumerables premios desde su lanzamiento: suma 250.000 descargas. Hay una versión en italiano y otra en español, y el equipo está preparando la adaptación para convertir el juego en una herramienta de alfabetización en Afganistán y en Uruguay.

Uno de los equipos de trabajo de Francesco en Ubisoft.
Uno de los equipos de trabajo de Francesco en Ubisoft. CEDIDA POR FRANCESCO CAVALLARI

Videojuegos Sin Fronteras lo forma una comunidad de 250 personas distribuidas por 30 países: desarrolladores, traductores y voluntarios que contribuyen de forma altruista en las fases iniciales del proyecto, allí donde las ideas requieren de esa sensibilidad especial que motivó el cambio de rumbo en Francesco: “Cuando encontramos la financiación montamos un equipo profesional como hace cualquier desarrollador”, aclara.

Si una parte de aquella generación pionera que pasaba horas y horas jugando al Tetris o al Pac-Man, que fue acusada de abandonar la calle por unos videojuegos, ha sido capaz de construir una carrera llena de éxitos y crear proyectos como Videojuegos Sin Fronteras, imaginad los proyectos y desafíos que serán capaces de concebir los jóvenes de la generación que más juega de la historia.

Escucha la historia de Francesco

 

Contenido adaptado del vídeo de Francesco

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Más de dos millones de niños sirios refugiados no pueden ir al colegio. Francisco Cavallari es el fundador de Videojuegos Sin Fronteras, una ONG que diseña videojuegos para mejorar la alfabetización y el bienestar psicosocial de estos niños.

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Soy italiano. Nací en una familia grande. Soy el último de cinco hermanos y para mí el juego siempre ha sido mi manera de aprender, de experimentar, de conocer el mundo.

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Mi primera consola fue una Atari. Y me acuerdo de echar muchas horas jugando y también de echar muchas horas aprendiendo cómo funcionaba.

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Cuando tuve que dar el salto a la universidad decidí atreverme a hacer lo que me gustaba, que era hacer videojuegos.

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Tuve la suerte de que Ubisoft, una de las grandes productoras mundiales de videojuegos, acababa de abrir un estudio en Milán.

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Y es un trabajo especialmente bonito y complejo porque mezcla habilidades y talentos muy diferentes, que tienen que trabajar juntos para conseguir un objetivo común.

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En Ubisoft pasé 15 años y cuando dejé Ubisoft no tenía claro lo que iba a hacer, y ahí empezó esa aventura que todavía vivo cada día.

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Videojuegos Sin Fronteras es maximizar la contribución de la industria de los videojuegos a causas humanitarias, sociales y medioambientales.

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Y al mismo tiempo es una comunidad internacional de personas que cree en los videojuegos para cambiar el mundo.

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Nuestro juego, Antura and the Letters, tiene como objetivo ayudar a leer a los más de dos millones de niños sirios que no pueden ir al cole y, al mismo tiempo, mejorar su bienestar psicosocial.

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Porque, realmente, el gran reto que tienen es, por los traumas que han vivido, es que su capacidad de aprender ha sido afectada.

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El juego ofrece la posibilidad de vivir una aventura, en compañía de un perro un poco travieso y muy simpático…

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… en la cual va cruzando diferentes mundos y tú, jugando con esos personajes, de muchas maneras, aprendes todo el abecedario básico, las formas avanzadas (el árabe es un idioma bastante completo)… Claramente el juego es enteramente en árabe… y toda la parte de decodificar y aprender a leer palabras.

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Es muy fácil de descargar, menos de 100 megas, completamente gratuito y sin necesidad de conexión a Internet.

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La gran mayoría de los refugiados no eran pobres, eran clase media. Y cuando han tenido que marcharse porque les caían bombas en su ciudad, no podían llevarse la nevera, no podían llevarse la televisión…

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Se llevaron el móvil, su puente de conexión con el resto del mundo es el móvil. Y eso es nuestra puerta de entrada para poder ofrecer una educación a sus hijos.

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El próximo paso será adaptar Antura and the Letters para Afganistán, y lo vamos a lanzar en 2020.

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Yo tengo mucha ilusión y quiero realmente poder ayudar a muchos niños a aprender a leer y también a algunos de los padres.

 

Este contenido ha sido elaborado por Yoigo.

Fuente e Imagen: https://elpais.com/sociedad/2020/02/06/pienso_luego_actuo/1581000190_481500.html?autoplay=1

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Tragedia Siria

Por: El PAIS

Cuando están a punto de cumplirse nueve años de guerra civil en Siria, el conflicto sigue sumando cifras de devastación cada vez peores en las que, de lejos, la parte más perjudicada es la población civil. La última alerta lanzada por la ONU sobre la existencia del mayor éxodo de refugiados desde 2011 es un buen ejemplo de la preocupante degradación de una confrontación que más allá de sus implicaciones políticas y estratégicas está teniendo un intolerable coste en vidas humanas.

En medio del invierno y con temperaturas que han llegado a alcanzar los 10 grados bajo cero, unos 900.000 sirios de la provincia de Idlib, en la frontera con Turquía, han tenido que abandonar el lugar donde se encontraban prácticamente con lo puesto. De ellos unos 290.000 son niños y el 80% de los adultos son mujeres viudas. En numerosos casos se trata de refugiados que no han abandonado sus hogares, sino campos de acogida en los que se habían instalado huyendo de la guerra de otras zonas de Siria. En esos campos, las condiciones de vida han sido calificadas de “horribles” por las agencias de ayuda internacional, pero al menos allí estaban a salvo de la guerra. Ya no. Emprender la huida se ha convertido en una desesperada rutina para cientos de miles de personas.

Es urgente que, tal y como demanda Naciones Unidas, se establezcan corredores humanitarios que sean respetados por todos los grupos combatientes: el Ejército sirio apoyado por la fuerza aérea rusa, el Ejército turco, las milicias kurdas, los grupos rebeldes que combaten al presidente Bachar el Asad y las milicias yihadistas. También es preciso que se respeten mínimamente las reglas de la guerra y el derecho internacional para que hospitales, instalaciones médicas y colegios civiles dejen de ser bombardeados sistemáticamente como reflejan las denuncias de la ONU, que atribuyen la mayor parte de los ataques (y muertes) a la aviación rusa y a las fuerzas leales a El Asad.

Incluso en un escenario de enfrentamiento directo entre dos países de Oriente Próximo como Siria y Turquía, que tendrá importantes consecuencias regionales y en el que ya se han vivido episodios de choques directos entre los Ejércitos de ambos países, deberían respetarse unas mínimas reglas. La diplomacia debe servir en primer lugar para que la situación humanitaria no empeore y después para que la situación en su conjunto no se siga degradando.

Lamentablemente la guerra en Siria se ha sumergido en una espiral de destrucción que hace poco probable una solución a corto plazo, pero lo que no pueden esperar más son medidas concretas y factibles para evitar una nueva sangría de vidas civiles.

Fuente e Imagen: https://elpais.com/elpais/2020/02/21/opinion/1582304963_497794.html

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En Siria miles de niños se desplazan en temperaturas bajo cero

Redacción: Vatican News

Save the Children hace un llamamiento a todas las partes para que detengan esta guerra contra los niños y sean respetadas las leyes internacionales de derechos humanos y las leyes humanitarias que están diseñadas para proteger a los niños en tiempos de conflicto.

Las condiciones de los niños y las familias que se ven obligados a huir de sus hogares en Idlib, Siria, se están deteriorando a una velocidad alarmante debido a un clima de invierno severo. Lo ha advertido Save the Children, informando además que la actual escalada del conflicto en Idlib deja al menos a 290.000 niños desplazados de sus hogares a causa de la violencia.

Las escuelas de la ciudad de Idlib y del campo han sido cerradas hasta nuevo aviso, lo que ha afectado a 160.000 estudiantes de 278 escuelas. Además las inundaciones y las tormentas de viento agravan aún más la vulnerabilidad de las familias desplazadas en los campamentos de Idlib.

Desplazamiento «aterrador»

Un miembro del staff del socio de Save the Children en el lugar, Hurras Network, definió el desplazamiento de personas como «aterrador»: «es la primera vez que vemos una ola tan grande desde el comienzo del conflicto». «Durante el desplazamiento, la gente se va sin asegurarse un lugar donde quedarse, no saben a dónde van. A veces terminan viviendo con familiares en campamentos o en tiendas de campaña que compran», explicó.

Hay niños que mueren a causa del frío

También se refirió a la severidad del clima: «Hace mucho frío ahora y el frío está afectando a los niños. Hemos registrado casos de niños que mueren a causa del frío».

Hurras Network señala además que los pequeños «viven con miedo y se les priva de todo, especialmente de comida». Y añade que los niños «están perdiendo su derecho a la educación».

Casi una cuarta parte de la población obligada a huir

Por su parte, Sonia Khush, de Save the Children en Siria, dijo:

«La catástrofe humanitaria de la que hemos estado advirtiendo durante años en Idlib está ocurriendo ahora. Casi una cuarta parte de la población de Idlib se ha visto obligada a huir de sus hogares en tan sólo unas semanas – el 80% son mujeres y niños-  en temperaturas bajo cero. ¿Qué es lo que sigue? Durante los inviernos anteriores, niños y bebés han muerto cuando el termómetro ha caído en picada».

Khush precisa que los partner de Save the Children en el lugar afirman no haber visto nunca antes la «velocidad y la escala del actual desplazamiento en Idlib», con convoyes de vehículos «que se extienden hasta donde alcanza la vista».

Es crucial y urgente un cese al fuego

De ahí que se dirijan «a todas las partes en el conflicto para que presten atención a los llamamientos para un inmediato cese del fuego». «Las vidas de miles de mujeres y niños están en juego – aseguran -, esto es urgente y crucial».

Según las Naciones Unidas, desde diciembre, casi 700.000 personas han sido desplazadas por la fuerza en Idlib y sus alrededores en el noroeste de Siria, de una población de 3 millones. Se trata del mayor número de personas desplazadas en un solo período desde que comenzó la crisis siria hace casi nueve años. Entre el 1º de diciembre de 2019 y el 2 de febrero de 2020, unas 586.000 personas huyeron de sus hogares en el noroeste de Siria como consecuencia de las hostilidades en curso.

Fuente: https://www.vaticannews.va/es/mundo/news/2020-02/siria-miles-ninos-desplazan-temperaturas-bajo-cero.html

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Más de 100 refugiados en México reciben certificado de educación básica

América del Norte/ México/ 11.02.2020/ Fuente: aristeguinoticias.com.

La ACNUR destacó que México tiene un historial de recibir refugiados, y reconoció el trabajo del gobierno para hacer que se integren a la comunidad y reciban servicios como educación, salud y empleo.

Mediante el programa Educación Sin Fronteras, el Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) entregaron más de 100 certificados de educación básica a refugiados en México.

A través de estas actividades se han certificado 273 refugiados de Honduras, Nicaragua, El Salvador, Cuba, Guatemala, Camerún y Venezuela, informó la Secretaría de Educación Pública (SEP) en un comunicado.

La jefa de la Oficina del Alto Comisionado de la ACNUR en Nuevo León, Shant Dermegerditchian, destacó que México tiene una larga historia de recibir refugiados y reconoció el trabajo del gobierno mexicano para hacer que se integren a la comunidad y reciban servicios como educación, salud y empleo.

A su vez, el titular del INEA, Rodolfo Lara Ponte, afirmó que los procesos de movilidad humana requieren cotidianamente de acciones afirmativas y de equidad, y por ello el Instituto ofrece una oferta flexible y diversificada, “para ser una opción viable y adecuada a las necesidades de quienes requieren una nueva oportunidad para realizar sus estudios básicos”.

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En ese sentido afirmó que Educación sin Fronteras es una estrategia institucional dirigida a connacionales en retorno, migrantes, refugiados, beneficiarios de protección complementaria y extranjeros que viven en México, con opciones educativas para iniciar, continuar, concluir y certificar su educación básica.

Lara Ponte agregó que dicho programa debe tener como principios fundamentales la inclusión y la equidad, para que cumpla con su función principal de brindar oportunidades de desarrollo a todos los integrantes de la población.

Por su parte, la cónsul general de Canadá en la zona norte del país, Sandra Shaddick, comentó que el programa muestra la visión de Canadá y México respecto a la población migrante y reconoce su contribución al desarrollo cultural. Agregó que para ambos países el respeto a las diversas culturas es parte esencial en sus sociedades. (Ntx)

Fuente de la noticia: https://aristeguinoticias.com/0702/mexico/mas-de-100-refugiados-en-mexico-reciben-certificado-de-educacion-basica/

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