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De vuelta a clases

Por: La Jornada 

Luego de varias semanas en las que las cifras de contagios, de hospitalizaciones y fallecimientos por el coronavirus se han mantenido a la baja, han empezado los preparativos para la reactivación de las actividades educativas presenciales en todos los niveles de la enseñanza en la mayor parte del país, empezando por Campeche, Coahuila, Chiapas, Veracruz, Tamaulipas, Nayarit y posiblemente Jalisco, en tanto que la Universidad Nacional Autónoma de México ha anunciado el regreso paulatino a clases presenciales “para los próximos días”.

Debe señalarse, por principio de cuentas, que la suspensión de la enseñanza en los planteles, adoptada el año pasado, fue una decisión fundamental con el objetivo de reducir la movilidad de la población en general, en la medida en que sacó de las calles y edificios públicos a maestros, alumnos y ciudadanos que, en su calidad de padres y madres de alumnos, debían realizar diversas tareas fuera de sus domicilios.

La disposición fue contundente, además, con el fin de preservar de los contagios a millones de menores y de jóvenes que habrían podido infectarse en sus centros escolares.

La suspensión de las actividades presenciales educativas ha sido, por cierto, desastrosa para la preparación de los educandos. Ni México ni ningún otro país estaban preparados para mudar las clases al ámbito virtual, pero aquí la pobreza, las carencias de infraestructura de telecomunicaciones y el hacinamiento de muchos hogares multiplicó las dificultades para cumplir los programas de enseñanza.

Para los estudiantes, niños, adolescentes y jóvenes, el saldo negativo del confinamiento no se ha limitado a lo pedagógico. La prolongada pausa del universo escolar los privó de su principal espacio existencial y derivó para muchos de ellos en problemas de equilibrio emocional y de rispidez o violencia en el ámbito familiar.

Así pues, es incuestionable la urgencia de retomar a la brevedad posible, y en tanto las condiciones sanitarias lo permitan, las clases presenciales en escuelas y universidades. Incluso en la lógica de impulsar la reactivación económica, el país necesita a sus estudiantes en las aulas.

El vasto trabajo empieza por culminar la vacunación de poco más de un millón de personas (de un total de tres millones) que se desempeñan en el sector educativo y aún no han recibido la inoculación, una tarea que se inicia hoy en la Ciudad de México. Pero se requiere también el diseño y la aplicación cuidadosa de normas sanitarias y la preservación de las medidas de distancia social para prevenir un rebrote de la pandemia, acciones de limpieza y mantenimiento de los planteles y su repoblamiento ordenado.

En suma, la reactivación de las actividades educativas representa un desafío nacional de primer orden, porque debe realizarse pronto, pero sin arriesgar a la población a una nueva oleada de contagios. Por el bien del país, cabe esperar que las autoridades educativas de todos los niveles y entidades, los propietarios de escuelas particulares, los cuerpos de profesores y el personal administrativo, los padres de alumnos y los propios estudiantes logren la coordinación y la colaboración requeridas.

https://www.jornada.com.mx/notas/2021/05/18/opinion/de-vuelta-a-clases-20210518/

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Híbrido, no doble

Por: David Calderón

Aprender es un derecho. Pasaba en la escuela –para algunos bien, para muchos en formas imperfectas, precarias y repetitivas– y con el tiempo dejamos de preocuparnos que pasara en otros ambientes: en clases extra, en actividades comunitarias, que la tele y la web ofrecieran algo más que entretenimiento, que la propia familia y comunidad local se asumieran deliberadamente como espacios de aprendizaje, que en la calle se aprendiera convivencia y responsabilidad cívica y no majadería, desconfianza e inseguridad.

En México le acabamos cargando a la escuela toda la garantía del derecho; además, arrastrando con la carga de captura, la neoalianza entre la cúpula sindical oportunista –o de dos, la disciplinada de traje y la indisciplinada de marcha– y la camarilla en el poder. Ya teníamos poco, pobre y, para fastidiarla, se le bajó el switch de sopetón. Cuando las escuelas cerraron sus puertas, medida sensata y obligada, nos metimos en un brete mayúsculo, en una crisis de derechos humanos sin precedentes. Sin ese espacio y tiempo compartido, sin el arreglo de “escuela con tu maestra, tus pares y todos los días”, la vida de niñas y niños mexicanos se ha empobrecido dramáticamente en estos ya 14 meses del apagón.

Por supuesto, se han producido aprendizajes no escolares muy valiosos –acuerdos de convivencia, hábitos de autocuidado, las historias de la abuela, aprender a cocinar, bailar, juegos de mesa y de ingenio, travesuras inéditas; se lidió también con temple y buen ánimo para sobrellevar las disparejas sesiones de Aprende en Casa; incluso, en toda clase de iniciativas creativas y a contrapelo de la rigidez de las autoridades, hubo aprendizajes disruptivos en las visitas de los maestros a los hogares, en actividades en plazas y parajes al aire libre, en actividades semiclandestinas en el plantel mismo, que no estaba oficialmente abierto, pero al cual las y los estudiantes llegaron.

Vamos ahora perfilándonos a las aperturas graduales, y se tiene que clarificar qué es un modelo híbrido. ‘Híbrido’ se refiere en concreto a que no es posible ni deseable en este momento –y así será por meses, si no es que por enteros ciclos escolares por venir– ‘regresar a como estábamos’. Híbrido quiere decir que se combinan sabiamente actividades en presencia y actividades a distancia. Se armonizan y se corresponden dos medios, dos series de instrumentos, dos ambientes, pero en una única estrategia: no es hacer dos cosas, sino una sola –propiciar el aprendizaje– para un mismo grupo, buscando resultados equivalentes y significativos.

No se pueden tener jornadas escolares con todos los alumnos inscritos del plantel, ni con todos los asignados a cada aula, acudiendo todo el día y todos los días. Hay que escalonar, hay que pautar el uso de los espacios, hay que establecer horarios y calendarios diferenciados. Ni todos juntos a la vez, ni en el mismo lugar. Si se hacen verdaderos protocolos de regreso a actividades presenciales, entonces se verá que para un jardín de niños el esquema mejor puede ser AA-P-BB: establecer dos secciones del grupo original de cada grado, recibir lunes y martes a la primera sección, dejar el miércoles para limpieza y que se disipe la carga viral, y recibir después jueves y viernes a la segunda sección. En secundaria, la pauta por el riesgo puede ser de mayor dispersión, sólo seis alumnos por grado, de manera que cada estudiante va sólo una vez por semana al plantel. En media superior, podría ser incluso algunas asignaturas con casi todo a distancia, mientras otras en talleres concentrados de una semana entera… hay que ser inteligentes y creativos para estar seguros.

Con repetir el estribillo ‘verde, vacunas, voluntario’, sólo se está posponiendo una pregunta: ¿Cómo le va a hacer cada profesor, con seis alumnos en presencia y veinte a distancia? ¿Clase con transmisión live por Facebook para los que están en casa? Puede ser, algunos temas se prestan. Otros aprendizajes requieren que la teoría se trabaje con aprendizaje autónomo en casa, y que la práctica y ejercitación, el debate con compañeros o las exposiciones de trabajos o proyectos, sean la parte presencial. Pero eso requiere una planeación distinta a la que están habituados los maestros. Requiere de un currículum esencial y abreviado, que la SEP ya tiene trabajado, pero que duerme hasta que vuelvan de gira los funcionarios.

Modelo híbrido no debe significar trabajar doble, tener dos horarios –jornada en plantel y noche/madrugada respondiendo WhatsApp y revisando correos. Es algo mejor y más sólido, que no le pasa la carga de la nivelación a los maestros, ni deja a los alumnos abandonados otra vez a merced de Aprende en Casa. Tenemos pedagogos, MEJOREDU, la experiencia de UNICEF y UNESCO, lo que trabajamos en sociedad civil, lo que ya han probado algunos estados. Híbrido, no doble, es el trabajo que ya hay que hacer.

Fuente: profelandia

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México: Las 13 condiciones mínimas para regresar a clases presenciales, según encuesta de la CNTE

Redacción de: profelandia

Del 12 al 20 de abril, la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), puso en marcha una encuesta nacional entre los trabajadores del sector educativo, con el objetivo de conocer las condiciones de las escuelas para el regreso a clases presenciales.

Así también identificar los riesgos de los docentes considerando sus condiciones de salud.

En dicha encuesta participaron 18,063 trabajadores del sector educativo: 13.6 % de nivel preescolar, 48.3 de primaria, 19.4 de secundaria, 9.1 medio superior y 9.6 otros.

En general, la encuesta aplicada por la CNTE destacó los siguientes datos:

-2 de cada 10 escuelas tiene aulas amplias para guardar sana distancia.

-Sólo la mitad de las escuelas tiene patios techados.

-4 de cada 10 escuelas no tiene agua potable en este momento.

-3 de cada 10 escuelas no tiene drenaje.

Asimismo, el estudio de la CNTE afirma qua para volver a clases presenciales ya deberían estar resueltas las condiciones en cuanto a los servicios básicos, principalmente asegurar el agua potable y espacios seguros, sin embargo destacó que esto no es así.

Precisó que para garantizar que el agua sea realmente potable, se deben revisar las condiciones de las cisternas, tuberías y todo el sistema que funciona en los sanitarios.

«La mayoría de las escuelas vienen arrastrando un largo periodo de abandono en cuanto al mantenimiento de la infraestructura (…) sólo el 21% tiene en buenas condiciones su sistema hidráulico; es decir, 8 de cada 10 escuelas no están preparadas para dotar de agua potable a la comunidad escolar para poder llevar a cabo las medidas de higiene necesarias y con ello evitar el riesgo de contagio del virus», advierte el estudio.

En ese sentido y con base a la información recogida de la encuesta, la CNTE enlistó 13 condiciones mínimas para garantizar un regreso seguro a las escuelas:

1. Vacunación para toda la población.

2. Semáforo verde en la Entidad.

3. Dotaciones mensuales de artículos de higiene y limpieza para la población educativa, además de túneles de sanitización.

4. Garantizar el agua potable en cada institución.

5. Contar con personal médico por escuela.

6. Rehabilitar y construir los sanitarios y lavamanos necesarios en las escuelas.

7. Que la cantidad de estudiantes sea acorde a las dimensiones de las aulas, para mantener una sana distancia.

8. Considerar a las y los trabajadores en situaciones vulnerables (enfermedades).

9. Garantizar que haya conectividad y buen funcionamiento del sistema eléctrico en los planteles.

10. Sanitarios en buenas condiciones y suficientes.

11. Contar con un programa federal que, vía cada estado, cubra las necesidades de materiales de higiene e infraestructura para tener un regreso seguro en semáforo en verde en toda la república.

12. Planes híbridos en cuanto a asignaturas y horarios.

13. Computadoras funcionales en las escuelas para la atención híbrida

Fuente: profelandia

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En educación, una mecha encendida

Por:  Hugo Aboites*

Habrá regreso a clases, pero no a la normalidad. La contención que ha impuesto la pandemia a la palabra y al movimiento, cerrando escuelas y protestas, sirviéndose los del poder con una ampliación de su territorio; acorralando a todos con el temor al contagio y a la agonía de no poder respirar, ha estirado tanto y a tal límite la capacidad de estar quietos y aislados, atemorizados e impotentes, que el regreso se antoja como lleno de un ánimo de revancha que sólo tienen quienes retornan a su espacio y lo encuentran desolado. Regresarán distintos y con encono todos los que perdieron amigos y familia; el joven de 17 años que quedó absolutamente solo, sin padres, sin tíos o primos. Estarán de vuelta los millones que perdieron su trabajo, los otros tantos que expulsó de la escuela la tecnología, las que fueron violentadas, los que en éstos que serán dos años, llegaron a los 18 pero eso de poco sirve.

Con la pandemia también se ha diluido mucho más rápido la enorme esperanza que suscitó en la educación la proclama de la gratuidad, el derecho a la educación, el fin de los exámenes de selección, la posibilidad de recomponer el poder en nuestras casas de estudio, el respeto laboral y constitucional a las y los maestros a nivel básico y superior y, en el fondo de todo esto, la posibilidad tangible de crear educación distinta, ser oídos y ver que las palabras sirven para transformar, cambiar cosas, mejorar un pedazo del mundo que compartimos. El temor fue utilizado para ampliar enormemente el poder y la concepción privada y gerencial de la educación, como describe con perspicacia el maestro Lev Velázquez Barriga en un artículo en La Jornada (25/03/2021). Si en la Roma antigua los maestros eran esclavos –incluso sabios griegos– en el México de hoy las y los educadores son trabajadores con derechos reducidos. Tanto en la superior como en la básica, no se les permite, por ejemplo, vigilar con las autoridades que se cumplan los procedimientos de ingreso de nuevos docentes establecidos por leyes y normas institucionales. Y tampoco pueden las comunidades de maestros-estudiantes en el nivel básico y superior tener un papel protagónico en la conducción de la educación que modere o limite el poder de estructuras obsoletas y autoritarias.

La SEP de Esteban Moctezuma Barragán y la presidencia de la Comisión de Educación crearon un marco legal que no sólo reitera sino profundiza las concepciones educativas privatizadoras y gerenciales de Tv Azteca. En la Ley General de Educación Superior (LGES) establecen el derecho a ese nivel educativo, pero hasta eso refuerza el poder de los funcionarios, pues serán ellos quienes decidan los requisitos –aunque suene paradójico– para tener derecho a un derecho, y constitucional. Establecen la gratuidad, pero la condicionan a la creación de un fondo financiero de “nunca jamás” que sirve para que los cobros continúen. Fomentan la relación universidad-empresa (fuentes alternas de financiamiento) y, además, casi logran poner en manos de las instituciones privadas la estructura nacional de limitada participación en el sistema de educación superior. Se negaron, además, terminantemente a establecer en la ley una “cláusula democrática” que permitiría procesos de participación y cambio de estructuras al interior de las propias instituciones.

La pandemia casi eliminó el contrapeso que ejercen comunidades que están presentes y atentas, pero aceleró procesos regresivos y conservadores. Lo principal, al hablar por la voz y la visión de Tv Azteca, la 4T no quiso romper con la idea de conducción de la educación superior y básica que viene desde Ávila Camacho. Este presidente, militar, general y católico, de mano con la derecha, sí pudo desbaratar a fondo la educación del periodo cardenista. Y por eso desde 1954 y 1968, cuando maestros y estudiantes se alzaron en contra del autoritarismo gubernamental, han venido creciendo en intensidad problemas y conflictos propiciados por obsoletas y verticales estructuras. Ahora, con más de un centenar de sindicatos de educación superior, de la investigación y cultura demandando al Presidente que envíe observaciones al Congreso para corregir los problemas en la ley; con el regreso inevitable de las tomas feministas en facultades; con ocupaciones de estudiantes y maestros precarizados en otras tantas instituciones; con las mismas universidades que seguirán sin recursos; con las caravanas y otras movilizaciones de maestros de Chiapas y Michoacán; con un incierto regreso a clases, por una conducción sin proyecto de cambio en la SEP y en un clima de exasperación por la pandemia, esta segunda mitad del sexenio amenaza con hacer visible, en conflictos y deterioro, el verdadero y problemático significado de la visión educativa de Tv Azteca, que en estos dos años se impuso a la educación de los mexicanos.

A la memoria del compañero Juan Melchor Román, imprescindible.

UAM-Xochimilco

Fuente: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/03/27/politica/en-educacion-una-mecha-encendida/

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AMLO y el regreso a clases presenciales

 José Antonio Martínez Gutiérrez

El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha enviado sendas señales de que ya urge el regreso a clases presenciales.

“Ahora poco a poco se va a ir regresando a la normalidad y vamos a regresar a clases presenciales, porque se necesita, urge que los niños ya vayan a la escuela a estar con sus compañeros, con sus compañeras, esa socialización tan importante que se da en las escuelas del país”, aseguró el pasado 28 de febrero desde el Estado de Zacatecas (1).

En tanto que este 12 de marzo desde el Estado de Sinaloa, fue más enfático y atrevido. Dijo palabras más palabras menos que se regresará a clases presenciales en todo el País antes de que termine el presente ciclo escolar 2020-2021. Para ello insistió en vacunar a todo el personal educativo del País (2).

Celebro las intenciones del Presidente López Obrador de pensar en la apertura de las escuelas y la intención de vacunar a los trabajadores del sector educativo, sin embargo, la evidencia apunta que es limitado el margen de maniobra.

Primero. Pese a que las vacunas están llegando al País con más frecuencia y cantidad,  lo cierto es que el tamaño del reto de vacunar a los adultos mayores y personal educativo en el corto plazo que queda para concluir el ciclo 20-21 es monumental.

Campeche por ejemplo, es un Estado que gracias a la disciplina de sus ciudadanos ha permanecido en semáforo epidemiológico verde por muchos meses.  Ahí los maestros ya fueron vacunados pero aún no se regresa a clases presenciales.

De hecho, fue el propio Presidente López Obrador quien lanzó un llamado a ese Estado para que ya abra las escuelas una vez que terminen las vacaciones de semana santa. Sin embargo, ojo, hay señales de que los padres de familia no quieren volver a clases presenciales en esa entidad (3).  Esto es importante porque, ¿qué hace suponer al Presidente que se podrá volver a clases en lo que resta del ciclo escolar sólo porque ya fueron vacunados los adultos mayores y maestros?

Segundo. Hace falta estrategia. Si bien la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Salud (SA) han generado las nueve intervenciones que un Estado debe aplicar en el protocolo de regreso a clases cuando se encuentre en semáforo verde, lo cierto es que muy pocos creen en lo que escrito está en el papel.

Y es que las carencias de infraestructura escolar justifican el temor que tienen las comunidades escolares de que el Gobierno no cumplirá con requerimientos básico como agua, jabón o por lo menos un bote de gel antibacterial.

Es más, la intervención de uso obligatorio del cubrebocas en las escuelas no se resuelve con un paliacate como una vez sugirió Esteban Moctezuma en su aventura por la SEP. Se requiere de estrategia sólida para garantizar que las comunidades escolares cuenten con cubrebocas que cumplan con estándares requeridos.

Todavía más. La SEP pensó en los Centros Comunitarios de Aprendizaje (CCA) como una alternativa que se puede implementar en los Estados en semáforo epidemiológoco amarillo. Pero ¡oh, sorpresa!: ¿cuál es la cifra de CCA operando en el País? ¿dónde están? ¿qué experiencia hay por parte de las comunidades escolares que los han puesto en marcha?

Y tercero. Se requieren puentes de entendimiento. Pienso que volver a clases presenciales se puede y debe en algunas regiones del País. Advierto, en algunas, principalmente en contextos rurales.

Para eso se requiere mucha voluntad y diálogo incluyente, no arrebatos ni del Presidente ni de Gobiernos estatales.

Porque no se vuelve a clases presenciales por decreto presidencial ni porque soy Estado libre y soberano y yo decido lo que se hace o no en mi territorio.

Pero más que ideas y opiniones de las estructuras del poder, hace falta convocar y escuchar a quienes participan en las comunidades escolares: maestras y maestros, especialistas, padres de familia, estudiantes, sindicatos, organizaciones magisteriales, organizaciones de la sociedad civil.  Hace falta además contar con cifras y datos que ayuden a entender el tamaño del desafío llamado regreso a clases presenciales.

Porque hasta ahora, sólo contamos con las cifras alegres que ayudan sí a la imagen y papel de la SEP en tiempos de pandemia, pero son inútiles cuando se aterrizan en la realidad social y escolar.

Es más, pienso que la clase política ha dejado mucho qué desear para enfrentar esta pandemia.

Desde un subsecretario encargado de dirigir la estrategia de lucha contra el virus como Hugo López-Gatell que ha socavado el propio semáforo epidemiológico (4) y la estrategia de ‘Quédate en Casa’ vacacionando en plena intensidad decembrina de la pandemia (5), hasta Gobernadores de oposición como Enrique Alfaro, cerebro principal de una alianza claramente política que no federalista, quien desde el inicio de la lucha contra el COVID-19 ha mantenido ánimo de confrontación con el Gobierno Federal desoyendo instrucciones de la autoridad sanitaria y la propia SEP, a grado tal que por irse por la libre, llamó a los jaliscienses a guardar los míticos “cinco días decisivos” en casa para evitar meses de confinamiento, lo que claro está, nunca sucedió y hoy Jalisco, como todo el País y el mundo, siguen luchando contra el COVID-19.

En fin, que sean estos llamados del Presidente López Obrador a abrir las escuelas la oportunidad para mejor abrir espacios de debate sobre cómo sí volver a clases presenciales de manera ordenada.


Referencias

1. Ya “urge” el regreso a clases presenciales: AMLO. https://profelandia.com/ya-urge-el-regreso-a-clases-presenciales-amlo/

2. Habrá clases presenciales antes de que termine el ciclo escolar 20-21: AMLO. https://profelandia.com/habra-clases-presenciales-antes-de-que-termine-el-ciclo-escolar-20-21-amlo/

3. Padres de familia de Campeche rechazan el regreso a clases presenciales. https://www.proceso.com.mx/nacional/estados/2021/3/10/padres-de-familia-de-campeche-rechazan-el-regreso-clases-presenciales-259834.html

4. El color del semáforo en la CDMX “es intrascendente”, dice López-Gatell. https://politica.expansion.mx/mexico/2020/12/11/el-color-del-semaforo-en-la-cdmx-es-intrascendente-dice-lopez-gatell

5. Captan a López-Gatell de vacaciones en playas de Oaxaca en plena pandemia. https://aristeguinoticias.com/0301/mexico/captan-a-lopez-gatell-de-vacaciones-en-playas-de-oaxaca-en-plena-pandemia/

6. Gobernador de Jalisco pide aislamiento total por 5 días para evitar contagios de COVID-19. https://www.animalpolitico.com/2020/03/gobernador-jalisco-aislamiento-5-dias-covid-19/

Fuente e imagen: https://profelandia.com/amlo-y-el-regreso-a-clases-presenciales/

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Uruguay: Autoridades trabajan para una vuelta a clases «gradual, priorizada y segura»

América del Sur/Uruguay/12-02-2021/Autor(a) y Fuente: www.republica.com.uy

El presidente del Consejo Directivo Central, Robert Silva, sostuvo que alrededor del 40% de las escuelas están en condiciones de empezar el 1 de marzo, con presencialidad plena.

Silva aclaró que apuestan «a la mayor presencialidad posible» pero que será «gradual, priorizada y segura», y agregó que esta es la clave del accionar de las autoridades de la educación «este tiempo».

El presidente explicó que será progresiva porque a medida que comience marzo irán comenzando los diferentes niveles educativos, «nivel inicial, los primeros y segundos años de primaria y de educación media y la culminación del ciclo educativo», agregó.

Sin embargo, desde la Asociación de Institutos de Educación Privada expresaron que están alquilando locales, comprando contenedores o haciendo reformas, para poder cumplir con la presencialidad en marzo.

El presidente de la Asociación, Juan Carlos Noya, dijo que «el objetivo de la plena presencialidad fue un desafío» para muchas instituciones educativas privadas, ya que no todas pudieron cumplirlo. «La heterogeneidad es una característica de los privados porque algunos pudieron invertir para poder alquilar algún edificio externo o poner contenedores y otros que tienen una situación económica frágil», agregó.

Noya expresó que se intentará que todos los centros ofrezcan la «plena presencialidad» pero «algunas cosas del modelo híbrido ofrece algunas alternativas que llegaron para quedarse».

Fuente e Imagen: https://www.republica.com.uy/autoridades-trabajan-para-una-vuelta-a-clases-gradual-priorizada-y-segura-id811768/

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¿Y después de las vacunas? Parte II

 David Calderón

La semana pasada comenté que no bastaba con aplicar las vacunas contra el Covid-19 a las y los docentes, lo que en sí es meritorio e imprescindible, para considerar entonces que todo está listo para una reapertura. Más rápido que el proverbial hablador que cae, ahora se ensombrece el panorama con la saturación hospitalaria en algunas zonas del país y la vuelta de Campeche a semáforo amarillo.

La propuesta para un modelo híbrido que combine actividades en presencia y en distancia cobra mayor actualidad que nunca. Lo primero es esperar que el ritmo de contagio ceda pronto y sobre todo que no se pause la administración de vacunas al personal escolar del estado designado como “pionero”.

En el artículo precedente afirmé que un modelo híbrido tiene pasos clave y mencioné cuatro: 1. Diagnóstico de salud, vacunación y previsión de sustituciones para docentes; 2. Articulación entre los centros escolares y los centros de salud, y difusión extensa del manual para montar el operativo de filtro escolar; 3. Redirigir fondos de La Escuela es Nuestra y otras partidas para que sea el Estado, y no las familias, quien costee la compra y distribución de materiales de protección y sanitización para la comunidad escolar, y 4. Diagnóstico y atención a la infraestructura del plantel para asegurar suministro de agua, ventilación y distribución de lugares con sana distancia para las actividades presenciales.

El punto 5: Verificar las rutas, horarios y “fricción” de contagio en ida y vuelta del plantel a hogares. Además de los cuidados en casa y en la escuela, cada comunidad escolar, con la asistencia y apoyo de las autoridades, debe analizar cómo evitar que el “caminito a la escuela” sea un pesado factor de riesgo. Quienes toman transporte público son estudiantes, muchas veces acompañados por un adulto, que podrían estar más expuestos, así que escalonar las llegadas, ver alternativas de camino, evitar aglomeraciones en las banquetas aledañas, propiciar “burbujas” (que un equipo de estudiantes más o menos vecinos sean quienes llegan y están en uno de los turnos designados) es una gran recomendación. 6. Hacer un ejercicio de definición colectiva entre el Consejo Técnico Escolar y la Asamblea de las familias para que se aterricen soluciones adecuadas; la apertura será un proceso sólido y sustentable si es participativo y no impuesto desde arriba y desde afuera. 7. Instalar Comisiones –con docentes y familias– de Sanidad (encargada del filtro y la verificación de salud y saneamiento), de Conectividad (para evaluar qué hay y qué se necesita para las actividades no presenciales y vía digital) y de Desarrollo Socioemocional, que puedan atender ese aspecto, realmente clave para que el reinicio sea un alivio, y prevenir y atender las situaciones para que no escalen fenómenos como el temor, desánimo, estrés tóxico o las dificultades de conducta que implica el reajuste a retomar algunos tiempos presenciales después de un largo encierro.

Los últimos tres puntos de recomendación: 8. Realizar un confiable y cuidadoso diagnóstico socioemocional, para que cada titular de grupo sepa cómo conducirse y volver a crear la confianza y naturalidad de la convivencia serena y empática, y también aplicar un diagnóstico del logro de aprendizaje –ya tiene la SEP un trabajo muy sólido a partir de la “evaluación diagnóstica” que se diseñó para que en quinto año PLANEA no fuese para la estadística estatal y nacional, sino para que las y los docentes pudiesen ajustar su intervención pedagógica– para concentrarse no en el temario, que ha quedado hace mucho rebasado como referente en esta emergencia, sino en los aprendizajes clave y las competencias básicas. Se trata de identificar lo que, como riqueza, niñas y niños aprendieron en su casa, lo que mantuvieron como continuidad de aprendizajes gracias al contacto con el libro de texto, la programación televisiva y los ejercicios encargados a distancia, así como las lagunas y barreras con las que se topan en ese momento presente de fin o inicio de ciclo escolar. Sólo con este diagnóstico personalizado se puede aspirar a revertir en el mediano plazo la exclusión y la inequidad que se produjo y se produce por el diferencial en cada hogar para aprovechar oportunidades de aprender. Sólo con un diagnóstico personalizado, individual, se puede hacer un plan, grupo por grupo de escuela por escuela, que no sea simulado o superficial y que de verdad permita la recuperación, el reforzamiento y la nivelación en el desarrollo de cada estudiante.

9. Diseñar el esquema de presencialidad cada trimestre. En efecto, es una mala fantasía y condena a posponerse indefinidamente, “reiniciar clases”. Hay que volver, pero no a lo mismo. El primer trimestre puede ser una pauta de uno o dos días por semana de actividades presenciales, y posteriormente aumentar la frecuencia. Pero eso no se puede ni adivinar ni improvisar. Se requiere diseñar una auténtica “calculadora de riesgo” que permita a cada plantel fijar el modelo más adecuado de escalonar la presencia en la escuela y de combinarla con las actividades a distancia. No nos confundamos: no es el tema sólo el regreso a clases, sino qué clase de regreso. Los países se hunden en el recontagio, alternando ciclos de apertura y cierre accidentados, si no consideraron esa gradualidad. En México vamos atrasados; salvo experiencias localizadas de Jalisco, Coahuila, Chiapas, no hay casi nada documentado sobre “presencialidad intermedia”, las formas de ir avanzando de tutorías presenciales individuales y voluntarias a algo más consistente pero una apertura indiscriminada a toda la población escolar. El punto 10: Articulación del sistema escolar con los servicios sociales para búsqueda y canalización. Para remontar la ausencia que comienza a cristalizarse en abandono, todos tenemos que tatuarnos la consigna “que no nos falte ninguna/o”. Pero la escuela y sus docentes no pueden llevar toda la carga de reconectar y reactivar a los estudiantes que ya no se inscribieron o de los que no se sabe desde agosto, cuando inició este ciclo, o en el corte de evaluación trimestral en noviembre, o después de pasar la pausa de fin de año. . Se requiere del DIF, Salud, Bienestar y las procuradurías para buscar a los que apenas se nos fueron.

Diez puntos, pero una larga conversación, necesaria, para que volver a la escuela no sea sólo nostalgia fallida.

Fuente:  https://profelandia.com/y-despues-de-las-vacunas-parte-ii/

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