«El 95% del alumnado musulmán carece de clases de religión» en centros públicos, esta es la realidad que dibuja un estudio demográfico de la población musulmana elaborado por la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE) y el Observatorio Andalusí. Según los datos de este informe, en España hay 55 profesores para una comunidad de potenciales estudiantes de esta asignatura que cifran en 290.000 alumnos.
«Actualmente solo se atiende una demanda básica, en la etapa de educación primaria, en las autonomías de Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla y León, Ceuta, Euskadi, Madrid y Melilla», añaden en este informe, en el que también recuerdan que «todavía quedan alumnos sin clases de religión por toda España y profesores de religión islámica en el desempleo».
Una instantánea muy alejada del compromiso adoptado por las comunidades autónomas en 1996 con la Comisión Islámica de España, según recuerda Riay Tatari, presidente de esta entidad representativa de las comunidades religiosas musulmanas en España: «Tras firmar el convenio sobre designación de docentes y régimen económico ( publicado en el BOE) hubo una reunión en el Ministerio con representantes de todas las regiones, en este momento todos confirmaron y aceptaron este acuerdo para comenzar a impartir esta asignatura».
Ese convenio recoge que siempre que la demanda de esta asignatura sea superior a diez alumnos, las clases serán financiadas por la administración. «Actualmente, a los profesores en Andalucía, Canarias, Cantabria, Aragón, Ceuta y Melilla los paga el Gobierno central porque tienen las competencias de la Educación Primaria.
En Euskadi, Castilla y León y Madrid, lo abonan los ejecutivos regionales», añade Tatari. Asimismo, recuerda que no existe un presupuesto determinado porque la asignación «depende de la demanda».
La ley 26/1992 por la que se aprobó el acuerdo de cooperación del Estado con la Comisión Islámica de España «garantiza a los alumnos musulmanes, a sus padres y a los órganos escolares de gobierno que lo soliciten» el derecho de los estudiantes de infantil, primaria y secundaria «a recibir enseñanza religiosa islámica en los centros docentes públicos y privados concertados, siempre que, en cuanto a estos últimos, el ejercicio de aquel derecho no entre en contradicción con el carácter propio del centro».
Sin embargo, más de dos décadas después esta normativa no se está cumpliendo, de acuerdo a la información expuesta por Ucide. «En nuestro caso, el gobierno autonómico nunca ha tenido interés en tener la religión islámica en el colegio, por lo tanto en esta región el cien por cien del alumnado no recibe las clases», apunta Said Ratbi, presidente del Consejo Islámico Superior de la Comunidad Valenciana y vocal de la Junta Directiva de la Comisión Islámica de España.
Asimismo, Ratbi asegura que el cambio de gobierno en Valencia no ha provocado un cambio de postura ante este tema: «Están de acuerdo con el equipo anterior. Hemos tenido muchas reuniones y nunca ha habido disposición ni interés ni ganas ante este tema». Una portavoz de la Conselleria de Educación asegura eldiario.es que «ningún centro ha solicitado impartir religión islámica». Sin embargo, Ratbi asegura que sí cuentan con familias interesadas en recibirla y que les han ofrecido «abrir la puerta» para que contraten a un docente que vaya recorriendo colegios de manera itinerante. «Se niegan en rotundo», afirma.
Los datos sobre el número de docentes de religión islámica son dispares en las comunidades autónomas. Según recoge Ucide, en Andalucía hay 22, 14 en Ceuta, tres en Aragón y uno en Madrid, Castilla y León y Canarias. En Cataluña, aseguran que no existen docentes a pesar de que según sus cálculos registran una comunidad de 82.000 estudiantes musulmanes.
55 profesores para 290.000 alumnos
«Hay algunos niños, de diferentes confesiones, que sí reciben clase de religión, sin embargo otras confesiones no tienen ese derecho», analiza Ratbi, comparando así a los alumnos musulmanes con los católicos. «Esto dificulta una educación moral y pone en riesgo el futuro de los jóvenes frente a la propaganda de sectas nocivas, de activistas políticos o de bandas armadas», apunta Tatari, presidente de la Comisión Islámica de España.
El presidente de la Federación Islámica del País Vasco, Asis Messauodi, considera positivo que los menores aprendan que «el islam es una religión de paz» y lo hagan «en el idioma del Estado y en el entorno en el que viven». Messauodi considera que habría que aprovechar que el contenido de esta asignatura, como el del resto de las enseñanzas, está reglado por el BOE y considera conflictivo que se empuje a los alumnos a solucionar sus dudas sobre la religión buscando en Google o en redes sociales. «El problema es que en internet, si no saben dónde acudir, pueden terminar en cualquier sitio o en el islam que se está practicado en otros entornos, que no es el europeo», indica.
Desestimado por los tribunales
En La Rioja, donde tampoco hay clases de religión islámica, una familia acudió a comienzo de curso a los tribunales para exigir la impartición de esta enseñanza. Sin embargo, según informa el gobierno regional a esta redacción, el Tribunal Superior de Justicia de esta región desestimó este mes la petición alegando que «no se cumplen los requisitos necesarios para la impartición de la misma, particularmente, que existe una carencia de profesores, cuya designación corresponde a la Comisión Islámica de España, que impide la docencia solicitada».
Desde el departamento educativo no desmienten que sí que haya familias que soliciten estas clases, pero añaden que «la fragmentación» de la comunidad musulmana ha impedido que encuentren un «único interlocutor que represente a todas las sensibilidades» y se encargue de hacer cumplir la ley.
En Madrid solo hay una profesora, trabaja en dos colegios públicos del centro de la capital desde diciembre. «Cuando llegué al centro hubo un poco de sorpresa, pero sobre todo porque no entendían por qué se ha tardado tanto en implementar esta asignatura», apunta la docente, Carolina Saidi.
Entre los puntos que destaca para explicar por qué cree que ella es la única docente que imparte esta enseñanza en la Comunidad apunta a que los responsables de los centros «están un poco perdidos, no sabén qué documentación tienen que dar o si pueden ofrecer esa posibilidad o no».
¿Cómo funciona la asignación de docentes?
La comunidad autónoma tiene la primera palabra, una vez que desde el departamento educativo se han mostrado a favor de incluir la enseñanza religiosa en las aulas, las familias interesadas deben comunicárselo a la dirección del centro, si se llega a una demanda superior a diez alumnos será la administración la encargada de abonar el sueldo del docente. Según recoge la normativa de 1992, los profesores son «designados por las comunidades pertenecientes a la Comisión Islámica de España».
En las comunidades en las que se oferta esta enseñanza también hay quejas porque consideran que la cifra es reducida. En estos casos, la comunidad islámica asegura que los padres no reciben toda la información necesaria para poder hacer la petición y, por otro lado, que las consejerías no asumen la demanda.
«Aquí algunos progenitores se quejan porque a veces en la documentación en la que se ofrece la religión católica, no se ofrece la islámica», explica el presidente de la federación vasca, «muchas asociaciones han presentado centenares de solicitudes y se lo han entregado al departamento educativo, pero no se abren ofertas». Esta redacción se ha puesto en contacto con esta Consejería, sin haber recibido respuesta por el momento.
En este estudio han cifrado en 290.000 la población musulmana española e inmigrante y matriculados en segundo ciclo de Infantil, en Primaria, ESO y Bachillerato. En el informe recogen que este dato lo han elaborado gracias a las estadísticas del Ministerio de Educación de alumnado extranjero y complementado con los registros de la Unión de Comunidades Islámicas de España de alumnos hispanomusulmanes. Educación no tiene datos oficiales públicos, y según las últimas estadísticas publicadas se limita a informar de que en el curso 2014-2015 el 0,6% de alumnos de Primaria en centros públicos estudiaba religión islámica.