Page 8 of 12
1 6 7 8 9 10 12

Jóvenes inmigrantes rehúsan agacharse

Por: David Brooks.

Marco Saavedra rehúsa ser víctima, y mucho menos acepta ser ilegal; durante su corta vida ha luchado por la dignidad y los derechos de todo inmigrante en este país, y está dispuesto aceptar los costos de ese activismo.

Su labor, dice en entrevista con La Jornada, es respuesta a las condiciones en las que viven los inmigrantes indocumentados.

“Aquí hubo silencio por miedo –y todas las razones por ese miedo– por lo que les había sucedido en México (y otros países) y decidieron migrar, como por lo que pasa de este lado al ser catalogados como indocumentados y no saber qué derechos tienen o con quién acudir si lo peor pasaba. Por eso, la opción era quedarse agachado y trabajar mucho, y no decirle nada a nadie en nuestros trabajos, escuelas e iglesias.”

Pero ese silencio se rompió por jóvenes como él que llegaron con sus padres cuando eran menores de edad.

Una generación que se enfrentó a una dilema: Después de cumplir con nuestros estudios y no poder ejercer nuestras carreras, luego de tanto sacrificio de nuestros padres, ¿qué pasa si uno es detenido?, ¿qué hacemos?, ¿cómo respondemos a todo esto? Esa impotencia te ahoga.

Saavedra, de familia mixteca de Oaxaca, empezó a sumarse a movimientos de defensa de derechos de inmigrantes y proyectos de justicia social cuando era estudiante de sociología y artes en una universidad privada en Ohio (fue becado). Desde entonces afirma que su esfuerzo como activista político es ser ejemplo para mi comunidad y tener fe en la justicia social.

Saavedra tiene una cita el 7 de noviembre ante un juez de inmigración en Nueva York para determinar su petición de asilo político y evitar una eventual deportación, lo cual pesa sobre toda su familia y su red de aliados, pero que insiste en que es parte del sacrificio que gente como él –con ciertos privilegios, educación y más– tienen que asumir como activistas.

Explica que su caso legal es consecuencia de su activismo: en 2012 se entregó a propósito a agentes de migración en la Florida como parte de un plan de un grupo para infiltrar un centro de detención y organizar desde adentro. Pasó tres semanas abogando, junto con colegas afuera, por los derechos de los detenidos y lograron liberar al menos a 40.

Su detención resultó en una cita judicial en Florida la cual después fue trasladada a un tribunal de inmigración en Nueva York. Rehusó solicitar la acción diferida bajo el programa DACA que otorga protección temporal de deportaciones para inmigrantes como él que llegaron siendo menores de edad.

“El razonamiento es que aunque sabíamos que DACA era una victoria grande… –700 mil resultaron beneficiados– eso dejaba a más de 11 millones de inmigrantes sin ninguna protección”, explicó.

De hecho, la corriente en que participa Saavedra dentro del gran movimiento de jóvenes indocumentados, conocidos como Dreamers, decidió dedicarse al trabajo de base en todo el país para organizar tanto acciones contra las deportaciones como un movimiento a largo plazo y no enfocarse, como otros, en el cabildeo de proyectos de ley en Washington (lo cual ha fracasado hasta la fecha).

En 2013 un grupo de nueve jóvenes indocumentados, incluyendo Saavedra y otros que habían sido deportados a México, se presentaron ante las autoridades estadunidenses en la frontera, donde entregaron solicitudes de asilo como parte de una estrategia para dar visibilidad a la situación de miles como ellos. Estos casos siguen en proceso hasta la fecha, algunos ya ganaron, otros, como Saavedra, esperan su cita este 7 de noviembre.

En su solicitud de asilo Marco argumenta que dadas las condiciones de peligro en que viven los defensores de derechos humanos en México: “Estaría sujeto a la persecución en México por mi trayectoria como activista… y más aún por ser de origen indígena”.

Indica que aun con el nuevo gobierno en México, no cambia mucho este argumento legal, ya que lamentablemente vemos que con Andrés Manuel López Obrador siguen las represalias contra los migrantes y en muchos sentidos obedecen a las directrices de Trump al mantener la frontera entre Chiapas y Guatemala más militarizada, y en la frontera norte permitirle que deje en espera a refugiados del lado mexicano.

Marco piensa que tanto aquí como en México si no hay un movimiento popular, las cosas continuarán más o menos igual, y señala que debería de haber mayor interacción entre movimientos de ambos lados de la frontera.

Resistencia y cultura

Saavedra, quien llegó a este país a los tres años, en 1992, con sus padres emigrados de la Mixteca baja de Oaxaca, trabaja ahora en uno de los restaurantes mexicanos más recomendados de la ciudad, reseñado en el diario The New York Times y la revista The New Yorker, entre otros.

La Morada es la obra del arte gastronómico fundada por sus padres y creada todos los días por su familia, donde los moles oaxaqueños, las enchiladas y hasta los chapulines recién importados se ofrecen en el pequeño lugar, modesto pero vibrante, invitando a todos: Refugiados, bienvenidos aquí, dice en la puerta.

También es un centro comunitario y de educación popular (hay una minibiblioteca), es decir, aquí se nutren el cuerpo, la mente y el alma.

La chef de La Morada y madre de Marco, doña Natalia Méndez, expresa su orgullo en lo que junto con su esposo, Antonio Saavedra, su hijo y sus dos hijas han logrado. Cuenta que la dedicación a la lucha social de su hijo tiene antecedentes: Está en la sangre de la familia, sus bisabuelos, abuelos, tíos, padre, todos en esta familia han luchado por lo justo. Pero eso viene acompañado de dolor. Tiene fe de que todo saldrá bien, pero no logra ocultar sus lágrimas al aproximarse la fecha del juicio de su hijo: Es un alfiler en el alma.

Marco Saavedra afirma que lo que nutre su esperanza “es mi familia, mi comunidad y el apoyo de amigos y desconocidos. Este restaurante ha vivido de eso durante más de 10 años. Las alianzas informales son redes de protección, y el precedente que queremos fijar con mi petición de asilo es para que beneficie a otros también… Si me dan el asilo cambiaría mi vida ya que por primera vez podría planear el futuro”.

Ese futuro implica continuar este trabajo, porque vienen más, y mantener la fe en la justicia social en las luchas tanto en México como aquí.

Concluye: Hay que servir a la comunidad, siempre se dice, pero hay que cumplirlo.

Fuente de la reseña: https://www.jornada.com.mx/ultimas/mundo/2019/11/04/jovenes-inmigrantes-rehusan-agacharse-8906.html

Comparte este contenido:

Libro(PDF): «La solidaridad. Otra forma de ser joven en las comunas de Medellín»

Reseña: CLACSO

¿Y si sostuviéramos que -lejos de las extendidas estigmatizaciones que asocian la juventud de sectores populares con la delincuencia- un gran número de jóvenes de comunidades golpeadas por la violencia social y la ausencia de políticas públicas dedicara sus días a cuidar de otros jóvenes? El trabajo de Yicel Giraldo Giraldo y Alexander Ruiz Silva estudia la solidaridad como eje y motor de las organizaciones sociales juveniles volcadas a cuidar de sus semejantes, ensayando una interpretación de las apuestas éticas y políticas que despliegan las y los jóvenes de las comunas de Medellín para enfrentar situaciones adversas marcadas por el dolor y el sufrimiento. A través de 32 historias de vida de jóvenes, Solidaridad propone reconstruir la compleja trama de iniciativas y acciones solidarias que impulsan los jóvenes de las comunas de Medellín. La música, el audiovisual, la danza, el arte del grafiti y la defensa del medioambiente, son plataformas desde donde los jóvenes convocan al otro, lo afectan, lo conmueven, lo convocan a hacer comunidad.

Autores (as):  Yicel Giraldo Giraldo y Alexander Ruiz Silva.

Editorial/Editor: CLACSO. Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá. Universidad de Manizales. CINDE.

Año de publicación: 2019

País (es): Colombia

Idioma: Español

ISBN: 978-958-5503-55-7

Descarga: La solidaridad. Otra forma de ser joven en las comunas de Medellín

Comparte este contenido:

Brasil: comienza la “Marcha das Mulheres Indígenas”

Redacción: Marcha.org

Mujeres indígenas organizadas marcharán por Brasilia y realizarán un foro para reclamar y debatir estrategias de resistencia ante los retrocesos a sus derechos fundamentales y colectivos desde que asumió Jair Bolsonaro. Exigen que los conocimientos ancestrales sean reconocidos y aceptados dentro de la educación y la salud públicas.

Vía Servindi 

Desde hoy, viernes 9, hasta el martes 13 de agosto, diversas organizaciones de mujeres indígenas marcharán por Brasilia para reclamar contra los retrocesos que sufren sus derechos fundamentales y colectivos. La “Primera Marcha de Mujeres Indígenas” fortalecerá sus protagonismos y capacidades en la defensa y el cuidado de la Madre Tierra, el territorio, el cuerpo y el espíritu. Se estima, según el portal brasileño Ninja, que la capital recibirá aproximadamente 100 mil personas los días 13 y 14 de agosto. Además, se planea la organización de un “Foro Nacional de Mujeres Indígenas” para el primer día de la marcha.

Dicho evento discutirá la problemática planteada en el Campamento Tierra Libre (ATL, siglas en portugués), marcha indígena que se desarrolló del 24 al 26 de abril de 2019. Este foro propone debatir sobre la salud pública y la educación, cuestiones que han exigido mayor atención ante el desmantelamiento diseñado y ejecutado por el Gobierno de Jair Bolsonaro.

El primer tema de discusión apunta a la Secretaría Especial de Salud Indígena, un órgano fundamental en el tratamiento orientado para los pueblos indígenas, que ha estado sufriendo dificultades en su ejecución. Con respecto a la educación, el movimiento indígena brasileño exige que el conocimiento ancestral no sea ignorado en el espacio escolar, que los detalles de cada contexto étnico sea plasmado en las herramientas educativas. Asimismo, piden en este punto la promoción de una educación que respete la diferencia y ayude en el diálogo y la lucha de los pueblos originarios de Brasil.

Además, se debatirá por una alimentación de calidad. Así lo indicó Telma Taurepang, actual coordinadora de la Unión de Mujeres Indígenas de la Amazonía Brasileña (UMIAB), quien declaró para Ninja. “Las mujeres, como los pueblos indígenas, han disminuido su edad debido a la entrada de productos lácteos en las comunidades indígenas, igual con los preservantes dentro de la comunidad indígena”, indicó. “Pero hoy tenemos una población que ha comenzado a disminuir de acuerdo con los alimentos que comenzaron a ingresar a la comunidad”. “Entonces, este problema de salud de la mujer es muy visible en el tema del cáncer que surge en las aldeas, ¿verdad? Cáncer de mama y de útero”, concluyó.

Mulheres indígenas resistem! De 9 a 13 de agosto, em Brasília estaremos em mais de 2 mil mulheres para nossa primeira grande marcha.

Ajude a realizar a marcha: http://bit.ly/MarchaMulheresIndigenas

Arte @folhasdamaya @designativista

Näytä lisää

Fuente: https://www.marcha.org.ar/brasil-comienza-la-marcha-das-mulheres-indigenas/
Comparte este contenido:

Podcast-Feminismo: Voces constructoras de resistencias

Redacción: OVE

Esta nueva entrega de podcast, realizado por Rose Mary Hernández invita a que repensemos un poco nuestro compromiso con el Feminismo, voz donde nos reconocemos las mujeres, constructoras de resistencias desde laconciencia de nuestro ser en el mundo y, que con el tiempo se le han sumado otros colectivos y comunidades que no quieren seguir siendo invisibles, maltratadas, discriminadas, apartadas, burladas, que tienen muchas vidas en una sola vida y aun así no se sienten vivas ni vivos.

Fuente: https://anchor.fm/otras-voces-en-educacion/episodes/Feminismo-Voces-constructoras-de-resistencias-e4s83j

Comparte este contenido:

Documental-Argentina: Viaje a los pueblos fumigados

Fernando «Pino» Solanas

Mostrar las consecuencias sociales del cultivo intensivo de soja transgénica con agrotóxicos es el propósito principal del documental de Pino Solanas. Como anuncia su título, se presenta desde el inicio como un viaje hacia las regiones argentinas literalmente arrasadas por la ejecución del modelo agroindustrial inaugurado en la década de los noventa en beneficio de multinacionales, bancos y terratenientes. Solanas se acerca a los involucrados, a las víctimas expuestas a los desmontes y a los bombardeos indiscriminados de la fumigación, pregunta a quienes se tuvieron que ir y a quienes se quedaron y resisten como pueden y en soledad.

 

Fuente de la Información: Fernando «Pino» Solanas

Comparte este contenido:

Hablando del libro “Las pieles que vestimos”. Corporeidad y prácticas de belleza en jóvenes chiapanecas

Por: Rosalía Nalleli Pérez-Estrada

El libro las pieles que vestimos. Corporeidad y prácticas de belleza en jóvenes chiapanecas nos introduce a la defensa de la autora, Tania Cruz Salazar como chiapaneca y chamula, hacia la raza indígena, mientras manifiesta abiertamente que existe discriminación y racismo en la clasificación de  indígenas o mestizos en su estado y a la vez critica el amplio rechazo por lo local; en un listado de lo que se considera “bonito” o “feo” que impide encajar abiertamente en la sociedad actual, gracias al consumismo aplastante y empoderado por la pérdida de la identidad. La postura de la autora ante la tensión de la imposición y la resistencia, en su objeto de estudio, lleva al cuestionamiento de su postura, si esta es informativa, de convencimiento, de defensa o de justificación, entre la controversia de lo que escribe y lo que a diario vive en casa.

La recomendación del libro surge por la importancia de comprender porqué como sociedad se prefieren o se rechazan ciertos estereotipos de belleza, sin estar conscientes de ello. También se propone para disfrutar el recorrido histórico en su investigación documental y etnográfica que logra, en un periodo del 2004 al 2009 y de cómo describe la corporeidad y belleza hegemónica de los jóvenes en general y del cuerpo enculturado que ha cambiando del siglo XX al siglo XXI; con grandes transformaciones en el sistema mundial capitalista y de cómo el consumismo influye al ser humano, por tendencias o modas impuestas y lo atropella de manera invisible y desenfadada, especialmente en la sociedad chiapaneca que habita en San Cristobal de las casas.

Para la autora, la concreción del libro significa la presentación de su investigación, con una metodología en la que primero hubo un acercamiento con los sujetos de investigación y exploración de la zona, más la aplicación de técnicas como cuestionarios, entrevistas, diarios de campo, biografías, fuentes hemerográficas y de herramientas plásticas, como el dibujo y el recorte. También, significa presentar la  corporeidad que ella misma da a sus sujetos de investigación mientras narra sus prácticas de belleza, la concepción que ellos mismos tienen sobre el tema y sus formas de estar en el mundo actual, con jóvenes que muestran sus prácticas heredadas y modificadas, en una heterotopia de Foucault y los resultados formados por los medios de comunicación. En la escritura, se presenta la corporeidad y la belleza vistos como un espacio personal con expresión cultural, en una galería de entramados culturales que distinguen social, etaria y genéricamente a un sujeto,  desde la perspectiva antropológica, con aquello que se dice y se hace con el cuerpo, como manifestación de la existencia humana. Tania Cruz dice (P. 41) “arreglar el cuerpo es un acto de mediación entre el sí mismo y el mundo social, entre los gustos particulares de la persona y las normas sociales demandadas. Arreglar el cuerpo puede tener varias lecturas: i) componerlo privadamente para lucirlo públicamente, ii) incorporar una serie de convenciones y representaciones culturales o iii) encarnar las normas de belleza y las de género que corresponden a cada grupo cultural”.

También, en el libro se identifica cómo la autora alza la voz para mostrar su inconformidad contra el poder económico que rige los comportamientos corpóreos y ciertos patrones de conducta que conducen al consumismo de la producción en masa, para atender cuestiones de belleza, de manifestación corpórea  para insertarse en la sociedad global mientras se pierde la identificación individual. Un libro lleno de dicotomías, que expresa la discontinuidad relativa sobre el sujeto, entre lo que es innato (cuerpo) y lo que es transferido (cultura), lo que de él se dice y se piensa (concepciones) y lo que se hace con él (prácticas) y de la encarnación cultural mediante la incorporación de convenciones, representaciones  y toma de elecciones cotidianas.

La autora, desde su perspectiva Foucaultiana, mientras propone una tipología de prácticas de belleza que pueden también ser analizadas, dice (p 14) “Las pieles que vestimos es una ventana abierta al mundo de los espejos y de las miradas de lo que se maquilla y de lo que se revela, de lo que se adapta y de lo que se confronta, de lo que se distorsiona y de lo que se apropia, de lo que permanece y de lo que se transforma”. Para concluir, Las pieles que vestimos es una lectura obligada para acercarse a los hermanos chiapanecos mientras se tratan de comprender sus practicas de belleza y cómo sus diversas manifestaciones corpóreas los han ido segregando, así como la gran influencia que se recibe del exterior que provoca que entre su misma gente, se diga de dientes pa´ fuera que ama lo local, mientras que en sus acciones prefiere lo extranjero, lo cual no es malo, si primero se aprende a respetar y  aceptar lo que por herencia cultural y racial en verdad le pertenece. Finalmente, la autora dice (p139): “En la actualidad vemos que en San Cristóbal de Las Casas existe un sincretismo cultural imposible de negar, aunque también hay innovación, cambio, continuidad, adaptación y resemantización cultural. Los gustos se traslapan y las lógicas estéticas a nivel local son también heterotópicas.”

Fuente: http://www.educacionfutura.org/hablando-del-libro-las-pieles-que-vestimos-corporeidad-y-practicas-de-belleza-en-jovenes-chiapanecas/

Comparte este contenido:

Oiga profe /Pedagogías Decoloniales/Catherine Walsh (Video)

Estados Unidos – Colombia – Ecuador / 28 de octubre de 2018 / Autor: UTV Esmedios UNIMINUTO / Fuente: Youtube

La profesora Catherine Walsh, experta en pedagogías decoloniales nos habla de la necesidad de sacudirnos del peso histórico impuesto por Occidente a través del colonialismo, que, además, hoy se sustenta sobre nuevas formas coloniales a través de la globalización.

 

 

 

Fuente: https://youtu.be/j6FNfOdh7tU

ove/mahv

 

Comparte este contenido:
Page 8 of 12
1 6 7 8 9 10 12