Vacaciones de verano, actividades para no dejar de aprender sin estudiar

Por: ABC

Empiezan dos meses que probablemente «muchas familias no sepan cómo afrontar», apunta Amanda Guillamón Saceda, Coordinadora de Early Years (Educación Infantil).

Quedan ya pocas semanas para que comiencen las vacaciones para los más pequeños de la casa. Dos meses que probablemente muchas familias no sepan cómo afrontar. ¿Qué podemos hacer con los niños en verano para que no se aburran?

La época estival es una oportunidad excepcional para realizar actividades con los niños que durante el año no se pueden hacer por falta de tiempo. Estas actividades harán que los niños se diviertan a la vez que mantienen el ritmo de aprendizaje también durante las vacaciones.

No obstante, no podemos olvidarnos de que esta época está pensada para que los niños descansen, disfruten y desconecten de la rutina escolar. Por tanto, las actividades deben respetar ese periodo de descanso y hacer que los niños se diviertan aprendiendo.

Amanda Guillamón Saceda, Coordinadora de Early Years (Educación Infantil), de British School of Valencia (BSV), propone las siguientes actividades para realizar este verano con niños de diferentes edades:

Escuelas de verano

Las escuelas de verano una opción que pocas veces falla. Además de aprender, los niños vivirán una experiencia inolvidable en la que podrán desarrollar sus habilidades sociales, conociendo a nuevos niños y ganar independencia.

Son lugares perfectos para mejorar su nivel de inglés, divertirse y fortalecer sus relaciones sociales, participando en todo tipo de actividades y talleres creativos, de magia, de cocina… además de disfrutar de distintas excursiones al aire libre.

Actividades para ganar independencia

En el caso de los niños más pequeños, el verano es una época idónea para aprender hábitos que marcarán su paso a una mayor independencia, por ejemplo, en el ámbito de la lectura y de la escritura, algo que siempre consigue despertar la curiosidad y las ganas de aprender de los más pequeños. Podemos leer con ellos cuentos cortos y sencillos para su edad, haciendo que participen con nosotros para que, poco a poco, vayan cogiendo soltura. De esta manera, cada día que pase, irán leyendo un poco más ellos solos sin necesidad de que les ayudemos.

También podemos inventar historias y que ellos sean los encargados de redactarlas. Es una forma divertida de practicar la escritura y de compartir tiempo con ellos.

Juegos para viajes en coche

Los largos viajes en coche pueden ser un verdadero reto para los niños. Pasar tanto tiempo en un mismo espacio, sin poder moverse, a veces puede hacer que el viaje se complique. Una manera de amenizar las horas en el coche es poner en práctica con ellos juegos educativos como las palabras encadenadas o concursos para ver quién suma antes las cifras de las matrículas o incluso proponerles cantar canciones que hayan aprendido en el colegio para amenizar el viaje. De este modo, practican conocimientos o habilidades que han aprendido durante el curso.

Escribir los recuerdos del verano

Es una opción muy interesante, no solo para que los niños practiquen la escritura, también para que aprendan a expresar sus emociones. También pueden enviar postales o cartas a familiares y amigos del colegio contándoles cómo van las vacaciones o las últimas actividades que han realizado. Seguro que les hará mucha ilusión saber que la carta escrita por ellos ha llegado a sus destinatarios.

Tiempo para jugar

Si el tiempo de juego debe ser respetado en el día a día de todos los niños, durante los meses de verano aún con más razón. Por tanto, es importante respetarlo y dejar un rato en el día para que los niños jueguen. Además, el juego tiene grandes beneficios en los más pequeños ya que fomenta el desarrollo de su creatividad, es un medio de sociabilización y les ayuda a controlar sus emociones.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-vacaciones-verano-actividades-para-no-dejar-aprender-sin-estudiar-202106290105_noticia.html

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Deberes: «Paciencia, somos conscientes de que cada casa y familia tiene una realidad»

Por: Laura Peraita

Celeste Molinero, directora de ESO y Bachillerato del Colegio Ábaco, reconoce que hay alumnos que se han ido al pueblo con los abuelos y no tienen acceso a internet para hacer las tareas del colegio.

Según Celeste Molinero, directora de ESO y Bachillerato del Colegio Ábaco, sus alumnos están respondiendo muy bien a los deberes online. Apunta que, en general, han observado que se conectan diariamente, preguntan dudas vía classroom, google, hangouts…

¿Cuáles son las principales dificultades que se encuentran?

Aunque los profesores están explicando las sesiones, creando videotutoriales, clases online, audios para las explicaciones de los contenidos. Existen contenidos de algunas materias que son difíciles de cubrir y de dar respuesta individualizada y en tiempo a todos los alumnos

Lo cierto es que no se ha contemplado esta opción. La mayoría de los alumnos tienen un dispositivo personal como parte de nuestro Proyecto Educativo. Es una herramienta más. En estos momentos no tenemos constancia de tener familias con ese problema. Lo único que nos han trasladado son los problemas de los alumnos que se van al pueblo con los abuelos y no tenían acceso a internet.

Y los padres, ¿están haciendo muchas preguntas al centro? ¿De qué tipo?

Durante estos días no han existido muchas dudas. Principalmente se han limitado a poner en valor el trabajo hecho. Las pocas dudas han sido relacionadas con temas de tutoría, seguimiento de alumnos y reuniones pendientes entre colegio y familia.

¿Cómo es el plan de un día para los alumnos? ¿Cuántas horas diarias deben estar con los estudios?

Los alumnos conocen el plan de trabajo diario el día anterior. Deben realizar las tareas que los profesores les indican en un documento compartido con todos los alumnos de cada grupo. Una vez visitan que el documento, desde allí se dirigen a las clases online (la mayoría classroom).

Muchas familias se quejan de las dificultades de teletrabajar, encargarse de los niños y ayudarles en sus deberes. ¿Cuál es el mensaje de los centros para estos padres?

Paciencia. Somos conscientes de que cada casa y familia tiene una realidad. La clave está en una buena organización y en que todos los miembros de la familia la conozcan cada día. Hacer un horario en el que figure el tiempo de trabajo, de ocio, de descanso, de comidas….

Por otro lado, y más importante, es entender que la situación que se ha generado a nivel emocional es muy difícil de gestionar. Los alumnos no se pueden comunicar con sus iguales de la manera que están acostumbrados, deben manejar y gestionar el uso de los móviles, videojuegos, tiempo de internet… Todo esto supone una gran dosis de responsabilidad y autonomía.

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Los trucos infalibles de una adolescente para adaptarse al «home-schooling»

Por: Carlota Fominaya

La situación sanitaria que estamos viviendo en estos momentos está repercutiendo en la vida social y educativa de muchos estudiantes como Jimena.

Jimena es una adolescente madrileña de 16 años estudiosa y responsable, que se ha adaptado sin problemas al obligado «home-schooling» debido al coronavirus. Se sigue levantando a las 7:00, se asea, se viste, desayuna, y se pone a estudiar siguiendo los mismos horarios que lleva en su colegio. Curiosamente, lo hace vestida con «el chándal del colegio. Ponerme el uniforme en casa es una forma de delimitar el tiempo de estudio, con el de ocio de la tarde. Es un consejo que nos dieron en el colegio. Todos mis compañeros de clase lo siguen, lo veo cuando hacemos videoconferencias«. «La verdad es que no le ha costado el cambio -reconoce Rocío, su madre- en parte porque ya estudiaban con medios tecnológicos y, en parte, porque Jimena es muy consciente de que tiene que delimitar cuál va a ser el tiempo de trabajo, de ocio y el dedicado a tareas domésticas para una correcta organización de la rutina familiar».

La situación sanitaria que estamos viviendo en estos momentos está repercutiendo en la vida social y educativa de muchos estudiantes como Jimena, y enfrentándonos a todos a nuevos retos, sobre todo el campo educativo, donde muchos colegios están adaptándose al «home schooling» que tan rigurosamente cumple esta adolescente. Ana Herrero, psicóloga y coordinadora del departamento de orientación del grupo Brains International Schools, comparte sus impresiones sobre las ventajas y desventajas del «home schooling» y ofrece algunos consejos para que otros padres, niños y profesores lo integren en su día a día.

Ana Herrero incide en la necesidad de realizar a primera hora una reunión familiar donde organicemos qué vamos a hacer en el día. En casa de Jimena, lo hacen durante el desayuno, que hacen todos los componentes de la familia. “En este momento tan excepcional, una correcta organización será clave para aumentar la motivación de los alumnos. Para ello, los padres deberán facilitar un espacio adecuado de trabajo, así como un horario en el que quede bien diferenciado el tiempo de estudio, el de descanso y el de ocio”, explica esta experta.

Rutinas familiares

En cualquier caso, el tiempo de ocio no debe faltar. De hecho, continua esta experta, dentro de la rutina establecida por cada familia, el tiempo de ocio debe ser igual de importante que el tiempo dedicado al estudio. «A los alumnos puede afectarles la ausencia de sus amigos, y echarán en falta la posibilidad de jugar con estos. Para ello, se les puede facilitar hablar con sus amigos a través de videoconferencias para que puedan contarse sus impresiones y ponerse al día». Es lo que hace Jimena, aunque reconoce que echa de menos «el contacto con mis profesores y amigos de Brains»».

«Podemos aprovechar esta oportunidad para disfrutar del tiempo en familia, hacer una obra de teatro, manualidades, cocinar un bizcocho, etc.», sugiere la psicóloga y coordinadora del departamento de orientación del grupo Brains International Schools.

Otra de las sugerencias de esta profesional es involucrar a los hijos en las tareas domésticas en función de sus edades. «Esto es siempre recomendable, y más cuando se pasa mucho tiempo en casa, para enseñarles a colaborar en familia. Además, el hecho de hacerles responsables de una tarea concreta cada día hará que los niños sientan que su participación es importante».

Rutinas familiares

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