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Al carajo la descarga administrativa

Es sabido que el quehacer docente es un tanto diferente al de otras profesiones…

Para pocos es desconocido que la carga administrativa es una de las principales quejas que expresan las maestras y maestros que se encuentran laborando en alguna de las escuelas de la República Mexicana; ya sea en algunos estudios, en los medios de comunicación o redes sociales, o simplemente en las conversaciones que suelen darse entre conocidos o amigos que coinciden en algún evento familiar o social pero que conocen sobre el ámbito escolar, el tema sale a relucir en más de una ocasión, y no es para menos. En algún momento de la historia de la educación de nuestro país, a alguien se le ocurrió la brillante idea de asignarle tareas administrativas (a veces absurdas y sin sentido) a los docentes. Tal vez la idea de lograr la calidad educativa haya sido el detonante de tal suceso, o tal vez la falta de información sobre lo que sucede en dicho sistema haya propiciado esa impresionante carga administrativa hacia el profesorado mexicano. La verdad de las cosas es que quién sabe.

Ahora bien, establecer en estas líneas una serie de categorías para especificar qué actividades son las que definen la idea de la carga administrativa no es el propósito de este texto, porque, increíblemente en cada entidad federativa, se proponen las acciones más irrisorias que pudieran imaginarse; esto, sin olvidar que hay documentos y/o formatos “base” que sí o sí se tienen llenar o entregar: reportes para esto, informes para lo otro, llenado de formatos para aquello, bitácora o registro para esto otro, entre otras tantas cuestiones más, son el pan nuestro de cada día.

Se entiende que la escuela, al ser una institución en la que se deben y tienen que administrar los recursos de diversa índole, tenga que considerar diversas acciones para el adecuado desarrollo de su proceso administrativo, más relacionado con el ámbito de la gestión que de la administración propiamente dicha, pero bueno, esa sería otra historia u otro texto; lo que deseo resaltar aquí es el hecho de que en el ejercicio docente, la pedagogía y la didáctica se ha relegado a un segundo plano al priorizar las tareas de naturaleza administrativa, situación que ha desdibujado el sentido de esa docencia que significa estar con grupo escolar abordando contenidos y generando aprendizajes.

Es sabido que el quehacer docente es un tanto diferente al de otras profesiones, por ejemplo, de aquel ejecutivo de un banco que, cuando termina jornada laboral, cierra ventanilla y listo, culmina su día. A veces, como sabemos, la docencia implica destinar un poco del tiempo personal fuera del horario escolar, tal vez para preparar algún material didáctico, revisar algún material bibliográfico, revisar la planeación y registrar algunos avances que se hayan teniendo, visitar a un pequeño en su hogar porque ha dejado de asistir a la escuela, en fin, repito, difícilmente el ejercicio docente puede ser igual o semejante al de un ejecutivo de un banco. No obstante, tener en mente algunas ideas que pudieran llevar imaginar nuevas y mejores formas mediante las cuales las y los niños pudieran aprender, dista en demasía en sentarse, en la casa o en la escuela, a llenar cuanto formato, reporte o informe pidan las autoridades. ¡Es obvio que hay una gran diferencia! Por lógica, si la segunda cuestión es la que actualmente prevalece una buena parte del territorio mexicano, aunado al hecho de la amenaza constante por parte de la autoridad “o cumples o tendrás una sanción”, la cosa suele ir no mal, sino peor.

Desde hace algunos años, el tema de la descarga administrativa salió a relucir; recuerdo que Chuayffet, en el Acuerdo 716 ya planteaba el asunto de la descarga administrativa cuando se hablaba de la autonomía de gestión en las escuelas; pasó lo mismo con Aurelio Nuño, Esteban Moctezuma, Delfina Gómez, Leticia Ramírez y, muy recientemente, con Mario Delgado se habla del tema. Políticamente, este par de palabras genera buenos dividendos porque, por obvias razones: ¿qué docente no quisiera dejar de llevarse trabajo a casa o tener que dejar de llenar y llenar cantidad importante de formatos en la escuela?

Ezoic
Creo, si no me equivoco, con Esteban Moctezuma, que desde mi perspectiva fue un buen comunicador pero pésimo como Secretario de Educación, la esperanza de que se haga efectiva la eliminación de una excesiva carga administrativa al quehacer docente se ha mantenido entre las maestras y los maestros. Pregunta, si usted gusta absurda de mi parte: ¿para qué tanta entrega de informes, formatos, bitácoras, registros y quién sabe cuanta cosa más si en su momento se toman decisiones que poco o nada favorecen al sistema, particularmente a las y los alumnos, pero sí para que lleguen personajes indeseables como Aurelio Nuño o Mario Delgado?

Creo que ha llegado el momento de transitar hacia otros escenarios, digamos, menos discursivos y más operativos. El ejemplo que pondré de mi parte es muy sencillo. Hace unos días, platicando con una profesora sobre algunos temas relacionados con el trabajo por proyectos, salieron las actividades del próximo consejo técnico, no sin antes la semana de reuniones con padres de familia por el asunto de las evaluaciones; palabras más, palabras menos, ella me expresaba: “maestro, no sé para qué asignan un día en el calendario escolar para registrar calificaciones, día que antes era el de descarga administrativa, si el 11 y 12 de este mes tenemos que aplicar examen a nuestros chicos y para el 19 ya debe haber quedado todo el registro en el sistema, ¿y el 22 de noviembre qué vamos a hacer?, nada, lo que se le ocurra a mi director. Vayan al carajo con su descarga administrativa”.

Ezoic
Bien harían las autoridades que dirigen los destinos del sistema educativo de nuestro país, en sentarse un momento en la mesa y tal vez reflexionar un poco, digo, por aquello de que hoy se dice (igual que antaño) que están “tan preocupados” por brindar una educación de excelencia y cien por ciento humanista. ¡Sí, cómo no!

Al tiempo.

Fuente de la información e imagen: https://profelandia.com

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México: Acuerdan CNTE y SEP dos días más de vacaciones para docentes y directivos

Por: Laura Poy Solano

 

Dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) informaron que tras alcanzar un acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP), docentes y directivos disfrutarán de al menos dos días más de suspensión de actividades, ya que las autoridades accedieron a un regreso a las escuelas no para este 15 de agosto, sino para el 19 de este mes.

En entrevista con La Jornada, Pedro Hernández Morales, secretario general de la sección 9 de Ciudad de México e integrante de la dirección política de la CNTE, indicó que si bien directivos y docentes retomarán sus actividades dos días después de lo previsto, se mantiene sin cambio el retorno a las aulas este 26 de agosto de los más de 24 millones de alumnos de preescolar, primaria y secundaria, en el inicio del ciclo escolar 2024-2025.

Recordó que una de las demandas del magisterio disidente, que agrupa la coordinadora, era que se extendiera un poco más el descanso de los compañeros maestros. Expresamos nuestro rechazó a que cada ciclo escolar inicie y concluya con un taller intensivo de formación continua para docentes, cuando sabemos que vamos a trabajar la planeación didáctica y la revisión de los Libros de Texto Gratuitos en la semana anterior al inicio de clases.

Hernández Morales indicó que los maestros podrán reincorporarse para asistir al consejo técnico escolar (CTE) intensivo hasta el 21 de agosto, no el 19, como se tenía previsto, mientras que los supervisores regresarán a laborar el lunes anterior al inicio de clases, y los directores de preescolar, primaria y secundaria el día 20.

Maestros frente a grupo, quienes solicitaron el anonimato, señalaron: terminamos cada ciclo escolar totalmente exhaustos tanto física como mentalmente, y la SEP pretende reducir los pocos días que tenemos para recuperarnos y disfrutar a la familia.

Subrayaron que en este periodo de asueto “no abandonamos nuestra formación. Muchos compañeros estudian un posgrado y otros asistimos a talleres y cursos organizados por el magisterio disidente, los cuales responden más a la realidad del día a día en las aulas.

Fuente de la información:  https://www.jornada.com.mx

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Las olimpiadas del conocimiento y el anacronismo de la SEP

Por: Abelardo Carro Nava

 

Desde mi perspectiva la olimpiada es un concurso que a todas luces debería desaparecer…

La muestra más palpable de que al interior de la Secretaría de Educación Pública (SEP) se halla un sistema y una estructura totalmente anacrónica en tiempos “transformadores”, es lo que conocemos con el nombre de “Olimpiada del conocimiento infantil”. Un evento anual contrario a lo que impulsa la Nueva Escuela Mexicana (NEM) en sus principios y orientaciones pedagógicas, sobre todo cuando en éstos se establece que se debe priorizar la atención a poblaciones en desventaja (por condiciones económicas y sociales) con la finalidad de brindar los mismos estándares para garantizar las mismas oportunidades de aprendizaje a todos los mexicanos. Peor aún, cuando en estos mismos principios y orientaciones se señala que se debe promover el aprendizaje de excelencia, inclusivo, pluricultural, colaborativo y equitativo a lo largo del trayecto formativo del alumno, desde su nacimiento hasta que concluya sus estudios.Y lo más grave, que en estos mismos principios se refiera que la evaluación es un proceso y, como tal, debe construirse desde la práctica en el aula y con la participación conjunta de todos los actores de la escuela; evaluación “formativa” le llaman.

Una evaluación que hasta el hartazgo se ha dicho en los Consejos Técnicos Escolares (CTE) y Talleres de “formación” intensiva para docentes, que debe caracterizarse a partir de trabajar con el error de los estudiantes, con una estrategia didáctica que permita interpretar el sentido del error y acordar de manera conjunta una estrategia de acción. Por tanto, en reiteradas ocasiones en estos mismos Consejos y Talleres se ha dicho, que dicha evaluación no se trata de contabilizar las tareas que entrega el alumno, el número de asistencias, el porcentaje de requisitos que cubrió, NI EL NÚMERO DE EXÁMENES QUE APROBÓ; de lo que se trata es de juzgar si lo que hizo estuvo bien o no a partir de la comprensión de lo que no se ha hecho bien y plantear acciones para resolver, mejorar o profundizar un tema, proyecto o situación de la vida diaria, etc.

Visto lo anterior, ¿no acaso la olimpiada de conocimiento infantil es un evento mediante el cual se selecciona a un número determinado de estudiantes cuyos resultados fueron sobresalientes en un examen de conocimientos y, por tanto, es contrario a la visión que dice impulsar la NEM?

Si la memoria no me falla, esta olimpiada comenzó en la década de los sesenta con otro nombre (ruta de independencia), porque el “premio” que se les daba a los alumnos ganadores de este concurso, era un recorrido por ciertos lugares históricos que aludían a la independencia de nuestro país y culminaba con la visita al presidente de la república y al secretario de educación. Años después, ese nombre cambió por “viaje cultural” y, como se sabe, con Carlos Salinas de Gortari se modificó dos veces, primero como “Concurso nacional para el reconocimiento a la excelencia en el sexto grado de primaria” y después como “Olimpiada del conocimiento infantil”, mismo que hasta la fecha sigue vigente, así como también, la visita al ejecutivo federal y al secretario o secretaria de educación en turno; esto último ¿es evidencia de la vigencia de un “presidencialismo exacerbado” como en los mejores tiempo del priismo en el poder?

Y bueno, independientemente de que dicho concurso sea “voluntario” y que, a decir de la SEP, que ingenuamente piensa que se convoca a participar de esta manera a las alumnas y alumnos que cursan el sexto grado de primaria, la verdad de las cosas es que no siempre sucede de esta forma porque, en efecto, se ha hecho una tradición (o tal vez costumbre) que año con año los directores de las escuelas ya tengan en mente qué profesores tendrán ese grado escolar y, desde luego, que dichos profesores ya tengan pensado qué candidato o candidata participaría en este evento en cada una de las etapas que conforman la convocatoria.

Como podemos ver, este es un claro procedimiento de selección que, desde su origen en la SEP, excluye a los estudiantes que por diversas razones no puedan o pudieran participar, pero que tienen o tendrían toda la capacidad o intelecto para ello. ¡Vaya, estamos hablando de un concurso que inició en la década de los sesenta con López Mateos y Torres Bodet! En verdad: ¿a alguien no se le ha ocurrido preguntarse qué beneficios individuales o colectivos (comunitarios como le dicen en la NEM) aporta este tipo de eventos?

Es bien sabido que muchos estudiantes gozan de las condiciones externas (sociales, económicas, culturales, etc.) e internas (naturales o bilógicas) que favorecen su proceso de adquisición de aprendizajes, así como el que haya otros tantos que su proceso, por la razón que sea, los lleve a aprender a otro ritmo; sin embargo, ¿no acaso muchas veces se trabaja de manera especial con aquel alumno o alumna cuyas condiciones podrías ser catalogadas como “sobresalientes” con la finalidad de prepararlo para el examen de la olimpiada de conocimiento? De hecho, dicha preparación se realiza para que el niño pueda responder un examen; sí, así como se leyó: un examen. Luego entonces, después de salir avante en las diferentes etapas (con esa preparación referida) podría hacerse acreedor a esa visita presidencial que generaría cierto “status” personal, escolar, familiar, entre otros aspectos, que lo diferenciarían de los demás. Desde luego, en esta ecuación no habría que perder de vista, que el docente que tuvo a bien trabajar, en esa preparación, con este chico, gozaría de ese mismo “status diferenciador” solo por el simple hecho de que su alumno o alumna haya resultado ganador o ganadora.

Visto de esta forma, desde mi perspectiva la olimpiada es un concurso que a todas luces debería desaparecer o eliminarse en nuestro país porque, siguiendo con la lógica de la NEM, lo ideal es que TODOS LOS NIÑOS se desarrollen bien, que no hubiera diferencias y que todos alcanzaran un aprendizaje que le sea útil en su vida. Desafortunadamente pienso que esto no va a suceder, es decir, que dicho evento no desaparecerá, porque la SEP no tiene la menor idea de donde está parada. De hecho, si se revisan las bases de convocatoria para la olimpiada del conocimiento infantil 2024, podríamos cerciorarnos que estamos ante la mayor estupidez cometida en estos eventos: imagínese evaluar a los niños conforme a los contenidos y procesos de desarrollo de aprendizaje contenidos en los campos formativos de los programas sintéticos de la fase 5.

¿Por qué afirmo esto? Porque como se sabe, en este ciclo escolar se echó a andar los famosísimos programas analíticos, una estrategia de contextualización de contenidos nacionales con la enorme posibilidad de incorporar contenidos locales de acuerdo a las necesidades de las escuelas, mismos que se derivarían de las problemáticas identificadas por los docentes en el diagnóstico escolar realizado al inicio del ciclo escolar. En consecuencia, como se podría pensar, no habría dos programas analíticos iguales y, mucho menos, una secuencia por unidad, bloque, etcétera que lleve a los profesores a abordar los mismos contenidos a nivel local y nacional al mismo tiempo, porque si de algo se ha jactado la SEP a través de su secretaria: es que todos los docentes ya cuentan con una autonomía profesional y curricular que les ha permitido construir sus programas analíticos a partir de sus necesidades.

Pregunta obvia: ¿qué contenidos se van a considerar en esta olimpiada para elaborar un examen que debe ser estandarizado y por el cual todos los docentes y alumnos tuvieron que haberlos visto o abordado casi en el mismo tiempo en las escuelas pero que no lo hicieron porque sus directores y supervisores les exigieron un programa analítico fundamentado en sus problemáticas y necesidades? Entonces, ¿si hay o no hay autonomía profesional? ¡Ya no entiendo!

¡Qué falsos y huecos se escuchan los discursos y videos que la misma SEP envía en cada CTE y Taller intensivo de formación continua! De verdad: ¡qué falsos!

Con negritas:

Ante la polémica desatada en la red social X, por un material para la olimpiada del conocimiento 2024 que circuló y que se llegó a pensar que lo había elaborado la SEP con el propósito de apoyar en este proceso, la periodista Alma Paola Wong emitió un reportaje al respecto; en este se aclara que dicho material fue elaborado por la editorial MD y fue compartido a través de grupos de WhatsApp de profesores como un material “sugerido”. Se agradece la aclaración y, desde luego, sigo pensando que, ante los vacíos enormes de la SEP, las empresas privadas siguen haciendo su agosto.

¿No habría la posibilidad de que la SEP se reinventara para que acompañara sus propias políticas con hechos y no con palabras?

Al tiempo.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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Libros de Texto Gratuitos: momentos de reflexión para el 2024

Por: Abelardo Carro Nava

Pensar que el docente no requiere de un proceso de formación continua es ignorar el proceso educativo y lo que en éste sucede.

El 2023 se termina, y parece bastante pertinente reflexionar sobre los diversos acontecimientos que en el ámbito educativo se presentaron a lo largo del año. Es obvio, la inquietud que antecede a un periodo de descanso, trae consigo momentos de reflexión y/o análisis de lo que en nuestra vida sucede, ya sea en lo personal o en lo profesional. En cualesquiera de los casos, insisto, parece conveniente reflexionar sobre algunos temas que nos ocupan y preocupan, sobre todo por la posible incertidumbre que despiertan.

Creo, desde mi perspectiva, uno de los temas que sigue causando controversia es el de los Libros de Texto Gratuitos (LTG) de eso que han llamado Nueva Escuela Mexicana (NEM); no es para menos, el giro vertiginoso que implicó plantear una propuesta diferente a la que se conocía por varios años, movilizó a ciertos sectores conservadores, empresariales o de académicos e investigadores a plantear lo que, desde su visión, significaba implementar en las escuelas de educación básica unos materiales que, si bien podrían tener un carácter prescriptivo, no satisfacían lo que desde su punto de vista debían contener para que se generara el aprendizaje en las escuelas.

Las reacciones fueron diversas, hubo quienes emprendieron una intensa campaña de desprestigio a través de medios de diversos medios de comunicación, como Tv Azteca, hasta quienes mesurada y razonablemente expusieron sus argumentos en razón de las áreas de oportunidad que observaban, por ejemplo, en matemáticas. Del lado contrario, hubo quienes a capa y espada defendieron a ultranza su elaboración e implementación, hasta quienes con diversos argumentos vieron la posibilidad de emprender un camino diferente, donde la autonomía profesional y curricular colocara al centro el quehacer docente para la generación de aprendizajes y no a los LTG.

En todo caso, me parece que la discusión en torno a estos materiales abrió una puerta que, hasta hace algunos años era impensable, pues rara vez eran cuestionados los libros de texto y, mucho menos, a quienes se encargaban de elaborarlos, imprimirlos y distribuirlos. Con ello, pienso, se evidenció lo que muy probablemente se murmuraba en pasillos: más allá del contenido de los LTG (que desde luego puede ser debatible), dichos materiales representaban un negocio millonario para ciertas empresas y empresarios.

Por lo que corresponde a su contenido, me pareció bastante pertinente leer o escuchar a diversos especialistas en cada una de las ramas o disciplinas en las que se desenvuelven; su experiencia y conocimiento creo es, y ha sido, importante y necesaria para comprender las diferentes miradas que hay en torno a diversos temas que se abordan en las escuelas de educación básica. Los foros, conversatorios o conferencias aportaron eso, una mirada que probablemente fortalece la formación inicial o continua que recibieron las maestras y maestros en alguna etapa de su trayectoria académica y profesional. Sin embargo, considero que hubo voces que, por diversas cuestiones, no expusieron las razones que los llevaron a plantear ciertas actividades en los LTG; como parece obvio, me refiero a los docentes que en ellos participaron. Ciertamente, esta participación a partir de una convocatoria, abrió otra puerta que antaño no se abría para todos.

Luego entonces, pienso que esto fue favorable en la medida en que los actores que viven a diario las múltiples aristas que se desprenden del proceso de enseñanza y de aprendizaje, aportaron algunos elementos valiosos que pudieran enriquecer el trabajo de sus compañeros en las instituciones educativas cuando estos materiales llegaran. Claro que su expertise la han adquirido del día a día con sus alumnos y en las escuelas, pero, no por ello, otras voces, de otros especialistas no tendrían cabida en este proceso para lograr un avance significativo en esta materia. Por ello, tal y como lo he señalado en otros escritos, si bien es cierto que desde su aparición los LTG no han sido perfectos, éstos pueden mejorarse en la medida que haya la apertura para escucharnos y dialogar porque, en medio de toda esta discusión, se encuentran las alumnas y alumnos que cursan sus estudios en educación básica.

Menospreciar la participación de maestras y maestros, desde mi punto de vista, es negar que su valía se encuentra en cada aula de las escuelas mexicanas o… ¿acaso no podemos ubicar en un mismo plano a los maestros y a los especialistas?, ¿qué los hace diferentes o iguales?, ¿qué los hace uno mismo, pero con diferentes áreas de desarrollo personal y profesional que cubren en diferentes espacios?

Hace algunos días leía o escuchaba con atención que el actual gobierno, con sus respectivas autoridades educativas, se han venido quejando de lo prescriptivo que era el plan de estudios y LTG de anteriores sexenios, sin ver que dichos LTG y plan de estudios que propusieron eran prescriptivos, y en parte esto es cierto porque, por ejemplo, en los libros de texto se encuentran proyectos con pautas de actuación y/o desarrollo para ser trabajados en las aulas, por los maestros y alumnos. Sin embargo, algo que estas críticas no están considerando, es que la autonomía profesional y curricular brinda otra posibilidad para no seguir pie juntillas esos materiales, no obstante, coincido en que no se ha trabajado lo suficiente para que el docente pueda sentir esa autonomía ampliamente comentada, escasamente comprendida y difícilmente puesta en marcha por el desmedido burocratismo del Sistema.

Esperemos que para el siguiente año – cosa que dudo mucho porque en la SEP ya se viven momentos electorales –, se planteen esquemas de formación que apoyen a las maestras y maestros en este proceso o transición que, como al inicio decía, planteó un giro vertiginoso en el ámbito educativo.

Pensar que el docente no requiere de un proceso de formación continua es ignorar el proceso educativo y lo que en éste sucede.

¿Por fin esta Secretaría se pondrá a hacer su trabajo o seguirá con su división interna que poco o nada abona al terreno educativo que dice dirigir?

Al tiempo.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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México: Repudian profesores la quema de libros de texto

Por: Laura Poy Solano 

Antes del inicio del ciclo escolar 2023-2024, en la mayoría de las escuelas se están revisando los decretos publicados por la Secretaría de Educación Pública (SEP) el pasado 15 de agosto para “ver si van a la par de los libros de texto gratuitos (LTG), conocer a fondo los planes de estudio y definir cómo se trabajará con los nuevos materiales educativos en las aulas”, afirmaron directores y docentes de prescolar, primaria y secundaria.

Luego de condenar la quema de libros de texto el pasado fin de semana en el municipio de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, aseguraron que la “prueba de fuego” de los ejemplares “no será en la hoguera, sino en las aulas, con los alumnos, padres y profesores”.

Pedro Hernández Morales, dirigente del magisterio disidente en la Ciudad de México, destacó que al inicio del taller intensivo de formación continua para docentes, que se realiza de este lunes al viernes, “se está haciendo una revisión más profunda del plan y programas de estudios, así como de los libros que se entregarán el 28, en el primer día de clases”.

Indicó que en la mayoría de las supervisiones de la capital del país “se nos informó que este jueves se hará entrega de los grados que aún no llegan a las escuelas, para que los alumnos cuenten con todos sus libros desde el primer día de clases”.

En entrevista, Francisco Bravo, director de la primaria Leonardo Bravo, enfatizó que cada plantel “trabaja en su propia revisión de materiales y planes de estudios, y avanzamos en el diseño del proyecto de la escuela, que dependerá del diagnóstico de nuestros alumnos, el cual se realizará en las primeras dos semanas del nuevo ciclo escolar; nos indicará qué necesidades tienen los niños y qué quieren aprender”.

Destacó que ante la carga de proyectos a desarrollar propuestos por la SEP, “cada plantel va a definir temas y revisar qué propuestas son más acordes con sus contextos, porque hay grados en los que se sugieren hasta 70”.

Respecto a las controversias constitucionales interpuestas por los gobiernos de Chihuahua y Coahuila, subrayó que se trata de una “imposición que afectará el trabajo del magisterio y el aprendizaje de los niños, porque si bien el libro de texto es una herramienta, no deja de ser un instrumento importante para la enseñanza”.

Hernández Morales insistió en que “no se va a poder detener su revisión y consulta, porque entre más prohibido sea, más se leerá”. Subrayó que ambos gobiernos estatales “se arrogan la representación de toda la comunidad escolar, sin dar el derecho, que todos tenemos, a discutir, analizar y proponer las adecuaciones que se consideren necesarias a los libros de texto”.

https://www.jornada.com.mx/notas/2023/08/23/politica/repudian-profesores-la-quema-de-libros-de-texto/

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México: Poco realista, calendario escolar 2023-2024, aseguran maestros de educación básica

Por: Laura Poy Solano 

 

Maestros de educación básica señalaron que la propuesta de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para el calendario del ciclo 2023-2024, que contempla 190 días de clases y establece el inicio del año escolar el próximo 28 de agosto y su conclusión el 16 de julio de 2024, “no responde a la realidad de lo que ocurre en las escuelas ni al cansancio de los docentes y el hartazgo de alumnos por años lectivos tan largos”.

Directores y docentes aseguraron que de aplicarse la propuesta que la SEP presentó ante la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) para su revisión, los docentes sólo tendrán tres semanas y cuatro días de receso entre ciclos escolares, periodo que se reduce a dos semanas para directivos, quienes “nos mantenemos con carga administrativa hasta el 1 y 2 de agosto por si algún trámite queda pendiente, y regresamos a las escuelas a mediados de ese mes para preparar el arranque del año lectivo”.

Educadores que han expresado su opinión ante la Conamer, destacan que la mayoría de los maestros de prescolar, primaria y secundaria enfrentan el síndrome de burnout, que genera agotamiento emocional e insatisfacción en el trabajo por el estrés de la carga administrativa que exige la SEP, la atención a padres de familia y a los alumnos, que “vienen de familias disfuncionales y papás poco afectivos y responsables de su crianza”.

En entrevista con La Jornada, los educadores agregaron: “Venimos de procesos desgastantes como la pandemia de covid y de una intensa labor de recuperación de aprendizajes y de la preparación para aplicar un nuevo modelo curricular, lo que parece ignorar la SEP; no tiene sentido alargar el ciclo hasta finales de julio e imponer un regreso anticipado para los trabajadores de la educación”.

El proyecto de calendario escolar establece que del 21 al 25 de agosto próximos se realice el Taller Intensivo de Formación Continua para Docentes y el Consejo Técnico Escolar, que tendrá ocho sesiones en el año lectivo. Además, 4 y 5 de enero, así como 17, 18 y 19 de julio, se destinarán para capacitar a docentes, mientras que el 3 de enero se realizará un taller intensivo de capacitación para directivos.

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx

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